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Departamento de Historia y Ciencias Sociales

Miss Daniela Ebensperger


6° básico

TEXTOS AULA SOCRÁTICA


“BERNARDO O´HIGGINS ¿HÉROE O VILLANO?”

NOMBRE:_____________________________________________FECHA:_________

Instrucciones:
1. La presente guía será la base para la evaluación de síntesis “Aula socrática”.
2. Deberás leer la guía, subrayando las ideas principales y haciendo anotaciones en
los costados de las ideas más importantes de los párrafos.
3. Deberás traer esta guía y utilizarla para el “Aula socrática”, así como entregarla
al final de la evaluación.

Texto n° 1: “Bernardo O´Higgins, el padre de la patria”

Bernardo O'Higgins Riquelme es considerado el padre de la patria. Su presencia, como


militar y gobernante, fue crucial en todo el proceso de emancipación chilena del
dominio español, ya fuera luchando en las batallas de la Independencia o ejerciendo
como primer Director Supremo de la nueva nación.

Hijo natural del que fuera gobernador de Chile y virrey del Perú, Ambrosio O´Higgins,
nació el 20 de agosto de 1778, en Chillán Viejo. Realizó sus estudios en Lima y luego en
Inglaterra, donde conoció a Francisco Miranda, quien lo inició en las ideas
independentistas. Muerto su padre en 1801, regresó a Chile a tomar posesión de la
hacienda de Las Canteras cercana a la ciudad de Los Ángeles.

En 1810, fue elegido diputado de la recién formada Junta de Gobierno y nombrado


coronel de ejército en 1811. En 1813, se enfrentó por primera vez a los realistas en la
batalla de El Roble. Su rivalidad con José Miguel Carrera, el otro líder de la
Independencia, la llevó a enfrentarse, en 1814, en el combate de Tres Acequias. No
obstante su espíritu patriota primó y O'Higgins se unió a Carrera para enfrentar la
invasión de las fuerzas realistas dirigidas por Mariano Osorio.

Durante el período de la Reconquista, organizó en Mendoza, junto a José de San Martín,


el Ejército Libertador de Los Andes y dirigió la ofensiva chilena. Derrotadas las fuerzas
realistas, asumió como Director Supremo y firmó, el 12 de febrero de 1818, la
Proclamación de la Independencia de Chile. En algunas de las proclamas dirigidas por
O'Higgins a los soldados enemigos que aún resistían, dejó claramente establecida su
posición antimonárquica. Sin embargo, su afán por incrementar el desarrollo económico
del país, lo impulsó a establecer relaciones comerciales con las principales monarquías
europeas; las cartas enviadas a los reyes, escritas en un lenguaje equilibrado y
cauteloso, quedaron para la posteridad como un testimonio de su carácter
eminentemente pragmático.

Entre las obras de su gobierno, tuvo especial relevancia la construcción de escuelas


primarias, la reapertura del Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional, además de la
creación de la Escuela Militar. En su gestión como Director Supremo tomó medidas que
le significaron ganarse la antipatía de la aristocracia criolla, como la abolición de los
mayorazgos y los títulos de nobleza, la supresión de los escudos de armas y la creación
de la legión al mérito. En estas disposiciones puede observarse la influencia de la logia
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masónica Lautarina -a la que O'Higgins pertenecía-, que se caracterizaba por su rechazo


al orden nobiliario.

Su gloriosa vida pública -aunque no desprovista de episodios oscuros, como su


participación en la muerte de José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez- fue evaluada por
él mismo en un manifiesto dirigido a su pueblo. Paradójicamente, su abdicación al cargo
de Director Supremo de Chile el 28 de enero de 1823, uno de los episodios más tristes
de su vida, fue la máxima expresión de su adhesión a la causa del país, ya que
voluntariamente se despojó del poder para evitar una guerra civil, dejando como
testimonio una emocionada despedida. Falleció en Lima el 24 de octubre del año 1842.

Fuente: Memoria Chilena. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-562.html

Texto n° 2: Razones por las que O’Higgins no goza de tanta popularidad

La historia independentista de Chile goza de gran cantidad de anécdotas y curiosidades,


las que han originado el lanzamiento de series de tv, libros y documentales. No
obstante, hasta el día de hoy existe una figura que no genera un total consenso en torno
a su legado a las nuevas generaciones: Bernardo O’Higgins.
Nacido en Chillán un 20 de agosto de 1778, O’Higgins es considerado en los libros de
historia como el “Padre de la Patria”, uno de los “Próceres de la Independencia”, primer
“Director Supremo” e incluso líder del proceso independentista en Sudamérica.
Sin embargo, todas estas condecoraciones no han hecho que su figura tenga la
preponderancia e impacto que debería o merecería tener. Razones son muchas y están
basadas, en gran medida, en historias que no tienen total claridad.
En los datos concretos, Bernardo O’Higgins Riquelme nació en una Hacienda de Chillán
Viejo, siendo el hijo ilegítimo entre Ambrosio O’Higgins, gobernador al servicio de
España en Chile y virrey de Perú, e Isabel Riquelme.
Bernardo no vio muchas veces a su padre, quien lo reconoció como hijo legítimo y le
entregó su apellido cuando ya era un adolescente. Ese hecho marcó la vida del futuro
padre de la patria, quien vio como se le abrieron más oportunidades.

Desde ese momento, O’Higgins comenzó a estudiar en colegios de las ciudades de


Chillán y Talca, hasta que a sus manos llega una de las mejores oportunidades de su
vida: partir a estudiar a Inglaterra y España, donde conoció a Francisco de Miranda,
uno de los ideólogos de la Independencia en América.
Ya desde su vuelta a Chile comenzaron a elaborarse diversas historias en torno a su
figura. Estas señalan que existió una supuesta enemistad con José Miguel Carrera o una
presunta envidia hacia Manuel Rodríguez, a lo que se sumó poco carácter y una excesiva
idealización de la figura de su padre.
De acuerdo al decano de la Facultad de Humanidades y Comunicaciones de la
Universidad Finis Terrae, Álvaro Góngora, actualmente se suele relacionar
erróneamente a O’Higgins con clases acomodadas de la época o personas influyentes
del Chile antiguo.
“O’Higgins hasta cerca de los 20 años vivió una vida atroz. Fue un hombre que nunca
conoció a su padre, porque siempre lo tuvo lejos. Si bien siempre respondió por él,
porque lo educó, nunca lo vio, nunca recibió una carta de él. Bernardo le envió cartas
pero nunca recibió una. Todo lo que sabía de él era lo que le decía Isabel, su madre.
Idealizó a su padre, le tuvo mucha fe”, indicó.
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“La clase alta chilena lo consideraba un provinciano, segundo un hijo natural que le
decían ‘Huacho’ y en seguida que había formado un bloque con los argentinos, una
logia. O’Higgins también cometió errores para echarse a la aristocracia encima, porque
él era un igualitarista, había estudiado en Europa y creía en eso de la igualdad,
entonces en un momento dijo que tres siglos coloniales debían terminar y en una
república iban a ser todos iguales”, agregó.

Sus disputas con los Carrera


José Miguel Carrera también es considerado dentro de los Próceres de la Patria. En su
caso, él fue presidente de la Junta Provisional de Gobierno y Primer Comandante en Jefe
del Ejército de Chile, cargo en el que sería relevado por O’Higgins.
Según Góngora, la relación entre los dos comenzó de una forma bastante buena,
indicando incluso que Carrera llegó a sentir cierta admiración por O’Higgins tras sus
primeras campañas.
“Cuando llega O’Higgins de Inglaterra comienza a dedicarse a la Agricultura, pero había
jurado la Independencia a Francisco de Miranda en Londres. Cuando el ejército de
Pareja cae sobre Chile, O’Higgins se puso al servicio de la junta formada por los Carrera.
En el barrio del Boldo él tuvo una labor notable, por lo que José Miguel Carrera lo recibió
lleno de elogios, como un verdadero militar”, explicó.
Años más tarde se formó una junta Militar en Santiago, la cual depuso a Carrera como
Comandante en Jefe, proponiéndoselo a O’Higgins, pero este último no quiso.
“Era condescendiente, no era alguien que mandara los puntos sobre la ies. En el fondo,
no tenía la personalidad suficiente. No era alguien que impusiera su autoridad de
forma natural, Carrera sí”, sostuvo.
En un artículo del diario La Tercera, que recopila datos de la supuesta enemistad entre
ambos, sostiene que en gran parte el denominado Desastre de Rancagua se debió a que
nunca lograron ponerse de acuerdo en cuál iba a ser la estrategia para detener a la
tropas de Mariano Osorio, las cuales venían desde el sur.
De esta forma, el ataque español al centro de Rancagua se inició un 1 de octubre de
1814. Las tropas que enfrentaron cara a cara al Ejército Realista fueron comandadas por
O’Higgins. Estas pudieron resistir durante dos días.
En ese tramo los españoles habían cortado el agua de la ciudad y los suministros, por lo
que Bernardo pidió apoyo desesperado a Carrera, que estaba apostado en el norte de la
zona. Por su parte, este último había ordenado a su par replegarse hacia su zona, pero
nunca fue escuchado. En concreto no hubo comunicación entre ambos y todo fue, un
“desastre”.
Por consiguiente, los patriotas debieron huir hasta Mendoza para juntarse con José de
San Martín y urdir un nuevo plan contra el ejército Español, que se había asentado en el
centro de Chile.
“O’Higgins nunca conspiró contra Carrera cuando este estaba en el gobierno, pero sí
cuando pasó lo de Rancagua se hizo una pésima opinión de él”, aporta Góngora.
Finalmente, José Miguel Carrera murió fusilado en la ciudad argentina de Mendoza el
mediodía del 4 de septiembre de 1821.

Una mala relación con Manuel Rodríguez


Hasta el día de hoy la figura de Manuel Rodríguez Erdoíza es considerada como una de
las más carismáticas del proceso de Independencia, dentro de la sociedad.
Sus decenas de actos de aplomo y valentía le valieron el nombre de “El Guerrillero”,
siendo además considerado como uno de los representantes más fieles del “pueblo
chileno”, pese a tener una ascendencia bastante noble.
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Hasta el día de hoy no está totalmente clara cómo fue la relación entre Rodríguez y
O’Higgins. Quienes defienden el legado del “guerrillero” sostienen que el Director
Supremo fue quien ordenó su asesinato en Tiltil, mientras que los O’Higginistas
aseguran que el militar nunca estuvo al tanto de esto.
En una nota del diario La Tercera, donde se replica el último diálogo entre estos dos
personajes, según la versión de Benjamín Vicuña Mackenna, se da cuenta que la relación
entre ambos era, por decirlo menos, distante y tensa.
En parte, esto podría haberse debido a que las acciones que llevaba a cabo Manuel
incomodaban el gobierno que O’Higgins deseaba formar.

Diálogo entre O’Higgins y Rodríguez


- B. O’Higgins: “Rodríguez, ud. no es capaz de contener el espíritu inquieto de su genio, y
con él va tal vez a colocar al Gobierno en la precisión de fusilarlo, pues que teniendo al
enemigo aún dentro del país, se halla en el deber de evitar y cortar los trastornos a todo
trance. Es aún Ud. joven, y madurado su talento puede ser muy útil a la Patria, mientras
que hoy le es muy perjudicial, por lo tanto, será mucho mejor que Ud. se decida a pasar
a Norte-América o a otra nación de Europa donde pueda dedicarse a estudiar con
sosiego las nociones de su profesión, sus instituciones, etc., para lo que se le darán a Ud.
tres mil pesos a su embarque para pago de transporte y mil pesos todos los años para su
sostén. En cualquiera de esos puntos puede hacer servicios a su Patria, y aun cuando no
estamos reconocidos, podrá dársele después credencial privada de agente de este
Gobierno”.
- M. Rodríguez: “Usted ha conocido, señor Director, perfectamente, mi genio. Soy de los
que creen que los gobiernos republicanos deben cambiarse cada seis meses, o cada año
a lo más, para de ese modo probarnos todos, si es posible, y es tan arraigada esta idea
en mí, que si fuese Director y no encontrase quien me hiciera la revolución, me la haría
yo mismo. ¿No sabe que también se la traté de hacer a mis amigos los Carrera?.
- B. O’Higgins: “Ya lo sé, y por ello es que quiero que se vaya fuera”.
- M. Rodríguez: “Bien, pues, pero póngame en libertad para prepararme”.
- B. O’Higgins: “No, porque marchará arrestado usted hasta ponerlo a bordo, pues
estando comunicado puede hacerlo desde el arresto”.
Para Góngora, el capítulo entre O’Higgins y Rodríguez puede ser considerado como uno
donde existió una serie de malas decisiones y falta de información.
Por lo pronto, el académico sostiene que quienes estuvieron detrás del asesinato de
Manuel Rodríguez fueron miembros de la denominada Logia Lautarina, descartando
que el militar diera la orden de ejecutarlo.
“La logia decidió, por ella misma, que Rodríguez era un peligro para el proyecto, porque
conspiraba contra él. Este grupo estaba compuesto por argentinos y un par de chilenos”.
“El problema para O’Higgins fue otro, porque cuando supo del episodio no tomó las
medidas que debió haber tomado. El peso de la logia era fuerte. No se había jurado la
independencia y ellos estaban dispuestos a hacerlo”, afirmó.
“Ese fue el error de O’Higgins. Él no dio la orden de matar a Rodríguez, pero cuando
supo todo no tomó las medidas que debió haber tomado”, concluyó.
Los relatos históricos sostienen que el asesinato de Manuel Rodríguez se produjo en la
zona de Tiltil, mediante un disparo percutado por otro hombre por detrás. En ese
momento, la bala se introdujo en su cabeza.

Fuente: César Vega Martínez (2019)


https://www.biobiochile.cl/noticias/sociedad/misterios/2019/09/19/fue-un-traidor-o-
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popularidad.shtml

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