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Población de áfrica

África es el tercer continente más extenso, tras Asia y América. Está situado


entre los océanos Atlántico, al oeste, e Índico, al este. El mar Mediterráneo lo
separa al norte del continente europeo; el punto en el que los dos continentes se
hallan más cercanos es el estrecho de Gibraltar de 14.4 km de ancho. El mar
Rojo lo separa al este de la península arábiga y queda unido a Asia a través
del istmo de Suez, en territorio egipcio. Posee una superficie total de
30 272 922 km² (621 600 km² en masa insular), que representa el 20,4 % del total
de las tierras emergidas del planeta. La población supera los mil trescientos
millones de habitantes, un 15 % del total mundial. El continente se divide en
54 estados soberanos siendo uno de ellos, Egipto, transcontinental, además de
dos estados con reconocimiento limitado y dos territorios dependientes.

En África las características de la población y su esperanza de vida varían


según las condiciones. En África del Norte o Sahara, la mayor parte de sus
habitantes son adultos y superan a la población juvenil, aunque no se da tampoco
un envejecimiento progresivo.

En el África subsahariana la mayor parte de sus habitantes son jóvenes,


aunque en las últimas décadas se ha experimentado un crecimiento en la
población adulta y un progresivo envejecimiento. Esto se da principalmente en
países como Etiopía y Somalia, aunque en Sudáfrica también se experimenta un
crecimiento de población adulta pero no tan común el envejecimiento.
Relieve de África

El relieve africano se organiza en torno a una gran placa tectónica, muy rígida y


muy antigua. Así, predominan en África las grandes llanuras. Se puede considerar
que existe una gran meseta africana que se extiende por la mayor parte del
continente, desde el sur de África hasta el mar Rojo. Pero existen otras como la
meseta de Bié (Angola), la meseta del Darfur (Sudán), la meseta de Jos (Nigeria)
y la meseta de Gilf Kebir (Libia-Egipto-Sudán).

La gran singularidad del relieve africano es la existencia de una zona de


separación de placas tectónicas: la placa arábiga y la placa somalí. Es el conocido
como valle del Rift, que comienza al sur de los Grandes Lagos y se prologa por el
mar Rojo, hasta el mar Muerto. Este valle da nombre a este tipo de contactos
entre placas en todo el mundo. Es una zona propensa a los terremotos y a los
fenómenos volcánicos.

En una llanura tan grande existen zonas más bajas en las que se acumulan los
limos de los grandes ríos. Las cuencas más grandes son la cuenca del río Congo
(o Zaire) y la cuenca del lago Chad, de tipo endorreico sin salida al mar.

En África encontramos pocos los dominios montañosos, y en general están


rodeando al continente. Al norte se sitúa la cordillera alpina del Atlas-Rif; en el
centro del Sáhara el macizo de Ahaggar, el Tibesti y el macizo Ayr. Más al sur se
encuentran el macizo de los Bongo y el macizo de Adamua. Ya en el sur aparecen
los montes Mitumba, los montes Muchinga, los montes Motopa y la cordillera
Drakensberg, en el extremo sur. Pero el sistema montañoso más importante es el
del valle del Rift, donde se encuentran las tierras más elevadas.
Flora de África

La flora de África es muy diversa, ya que posee ecosistemas sumamente variados:


dunas desérticas, grandes extensiones sabaneras, tupidas selvas húmedas e
incluso bosques montañosos. Por ejemplo, los bosques tienen suelos cubiertos
por hierbas y arbustos, que están acompañados de muchos árboles.

En las sabanas las plantas herbáceas bajas y algunos arbustos cubren grandes
extensiones de terreno, con unos pocos árboles alzándose entre ellos. Las zonas
desérticas poseen una vegetación casi nula, la poca que sobrevive a esas
extremas condiciones se distribuye de forma aislada en el desierto.

El clima de África es una gama de climas como el ecuatorial, el tropical húmedo y


seco, el tropical monzónico, el semiárido (semidesértico y estepario),
el desértico (hiperárido y árido) y el subtropical de tierras altas. Los climas
templados son raros en todo el continente, excepto en las zonas muy elevadas y
en las franjas. De hecho, el clima de África varía más por la cantidad de
precipitaciones que por las temperaturas, que son siempre altas. Los desiertos
africanos son las zonas más soleadas y secas del continente, debido a la
presencia predominante de la dorsal subtropical con masas de aire cálidas y secas
en descenso. África ostenta muchos récords relacionados con el calor: el
continente tiene la región extendida más calurosa durante todo el año, las zonas
con el clima de verano más caluroso, la mayor duración de la insolación, etc.

Debido a la posición de África en las latitudes ecuatoriales y subtropicales tanto en


el hemisferio norte como en el sur, se pueden encontrar varios tipos de clima
diferentes dentro de ella. El continente se encuentra principalmente dentro de
la zona intertropical entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, de ahí
su interesante densidad de humedad. La intensidad de las precipitaciones es
siempre alta y es un continente cálido. Los climas cálidos prevalecen en toda
África, pero principalmente la parte norte está marcada por la aridez y las altas
temperaturas. Solo las franjas más septentrionales y meridionales del continente
tienen un clima mediterráneo. El ecuador atraviesa el centro de África, al igual que
el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, lo que convierte a África en el
continente más tropical.

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