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Reseña de la película: Ciudad de Dios (2002).

Director:  Fernando Meirelles y Kátia


Lund
Estudiante: Aiko Alejandra Murcia Medina
Ciudad de dios es una película que expone la vida de la favela “Ciudad de Dios” en Rio de
Janeiro. Es el libre albedrio que lleva a todos los personajes a percibir la violencia frente a
frente. Las armas, las drogas, la marginalidad es el común para todos y aunque no lleven
arma en mano han visto la muerte y la pobreza. ¿Como el estado deja a la deriva el
desarrollo de las favelas para tener el paraíso limitado a quienes lo pueden costear?
Ciudad de Dios no es un paisaje para poner en una postal (así dice la película) pero no
porque no tenga algo que la gente no le gusta ver, ni le falte color o suficiente vida. Es por
la necesidad de mostrar paisajes paradisiacos a donde la gente quiera ir o alardear de lo
perfecto del paisaje. La violencia endémica y la vida marginal son temas para una película
y vaya que buena película.
La película está organizada cronológicamente y es narrada por la persona Wilson
Rodríguez, quien es el arte ego de Paulo Lins. La primera historia ambientada en los años
60, con una atmosfera cálida por sus tonalidades amarillas es el inicio de la favela
“Ciudad de Dios”. Las casas de vivienda pública, todas iguales y alineadas al lado de las
calles sin asfaltar son el escenario de las primeras escenas de crimen y robo motivas por
la búsqueda de mejores condiciones realizadas por “El trio ternura”. Tres amigos
asaltaban los camines de gas, la gente los protegía y la muerte por arma de fuego era
evitaba.
Llegan los 70´s, la estética de la película cambia. El trio ternura ya no existe. El
protagonista ahora, Ze pequeño, ha tomado el control de casi toda la favela. La voz de
Buscapé (Wilson Rodriguez), que nos guía para entender cómo Ze pequeño toma el
control: La violencia aumenta debido al ingreso de las drogas y Ze pequeño se convierte
en el amo y dueño de la favela gracias a su desmedida violencia y su actuar impredecible.
La lucha por el territorio y el despendio de drogas hace que Ciudad de Dios sea
impenetrable, incluso para la policía que es fácilmente sobornada. El caos aumenta.
Buscapé quiere ser fotógrafo, no quiere tener que ver con Ze pequeño y el control
territorial así que empieza a trabajar en un periódico.
El final ocurre con velocidad, pasamos de un control absoluto por Ze pequeño a una lluvia
de balas y venganzas. Buscapé quien empieza a tomar fotos de la favela es contratado
por el periódico de Rio debido a que tiene acceso. La cámara va de un lado a otro
tratando de perseguir la guerra, las imágenes de la película se vuelven confusas pero las
de Buscapé lo llevan a la fama. Queda frente a frente con Ze pequeño. Volvemos a la
imagen de inicio, una persecución cómica y conflictiva de hombres armados detrás de una
gallina. Tiro al blanco y Buscapé logra las imágenes más icónicas de “Ciudad de Dios”.

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