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Actividad#6_S6 Resumen.
Actividad#6_S6.
respecto a la definición del acoso y a las distintas fuentes y métodos que se utilizan en
la recolección de los datos (Agervold, 2007; Nielsen, Notelaers y Einarsen, 2011). Las
primeras investigaciones desarrolladas estimaban, ya en los años ochenta, una
prevalencia de un 3,5 por 100 según los estudios pioneros realizados por Leymann
(1996). Un estudio finlandés entre trabajadores de universidad halló una prevalencia
cercana al 16 por 100 (Bjorkqvist, Osterman y Lagerspetz, 1994). Por su parte, Hoel et
al. (2001) detectaron que alrededor del 10 por 100 de la población trabajadora de Reino
Unido habían padecido acoso laboral. Sin embargo, otras investigaciones han
establecido prevalencias más elevadas, como un 26,6 por 100 (Niedl, 1995), llegando
algunos a informar de tasas incluso superiores al 50 por 100 (Rayner, 1997).
Actualmente existe un importante volumen de datos empíricos sobre los que se puede
explorar con cierto rigor las causas y antecedentes implicados en el proceso del acoso
psicológico. A este respecto, Einarsen y Hauge (2006) afirman que aunque existen
Una de las cuestiones que más debate ha suscitado en la investigación sobre acoso y
que aún no ha producido resultados definitivos hace referencia al papel de la
personalidad. La denominada «hipótesis de personalidad» postula una clara
vinculación entre ciertos factores personales y la aparición del acoso en el trabajo. Por
ello, se ha hipotetizado que las víctimas de acoso pudieran ser «seleccionadas» por
sus características de personalidad, debido a que los acosadores las perciben como
personas débiles.
Los efectos negativos del acoso no perjudican sólo al individuo, sino que también
pueden producir un deterioro en la organización y su entorno. El primer y más evidente
coste es el absentismo y la duración de las bajas del personal. Los trabajadores
afectados por acoso psicológico, antes o después, presentan dificultades y problemas
de salud que les llevan primero a bajas cortas por enfermedad con las que intentan
recuperarse de algunos problemas de salud experimentados y tratan de reformular la
situación. Con el tiempo, se producen bajas de más larga duración, algunas de ellas
debido a los problemas psicológicos y médicos mencionados. Diversos estudios han
mostrado que el acoso psicológico está asociado con altas tasas de absentismo,
numerosos intentos de abandonar la organización y una alta rotación laboral (p. ej.,
Leymann, 1996). El acoso también se ha relacionado con la disminución de la
satisfacción laboral, la motivación en el trabajo y el compromiso organizacional. Por
ejemplo, Bowling y Beehr (2006) observaron que el acoso se asociaba negativamente
con el compromiso organizacional.
precipitada y equívoca. De igual modo, la organización debe favorecer una cultura que
no tolere la aparición de este tipo de comportamientos. La empresa debe adoptar
medios y procedimientos sancionadores ante conductas inapropiadas por parte de
algún trabajador.i
Referencia.