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Trabajo en clase por Sergio Lehner y Juan Felipe Velez

A Sócrates se le acusa por corromper a los jóvenes, haciendo fuerte el argumento más
débil. Pero, al ser acusado de esto le dice a uno de sus hombres que vaya al oráculo de
Apolo, el cual no puede mentir, a preguntar que si hay alguien mas sabio que Sócrates en
esa época, y el oráculo responde que no. Entonces, al anunciarle esto a Sócrates, este
busca desmentir al oráculo para comprobar que es verdad lo que dice y para asegurarse
de esto, Sócrates decidió ir a preguntarles a los que eran considerados como sabios que si
ellos se consideraban a si mismos como seres intelectuales, a lo que todos respondieron
que si, y desde ese momento Sócrates supo que si estos se consideraban como sabios,
entonces no lo eran, mientras que Sócrates decía que no era sabio y esto lo convertía en
un sabio. Dado que se dio cuenta que los supuestos sabios no eran reales, la respuesta de
este fue revelarlos ante los demás pues, estos sabios eran lo que los acusaban de
corromper a los jóvenes, pero si Sócrates lograba demostrar que ellos no eran los sabios
entonces demostraría que el no corrompe a los jóvenes. Entonces, lo sostenido por
Sócrates refuta la acusación porque, el descubre que los que dicen ser sabios no lo son y,
por lo tanto el dice que no es sabio lo que lo convierte en un sabio, por lo tanto el no
corrompe a los jóvenes.

Por otro lado, otra acusación que se le hace a Sócrates es el hecho de que este no cree en
los dioses, pues Sócrates dice que cree en dioses diferentes a los atenienses. Por esto,
Sócrates afirma, que los dioses son sumamente ingeniosos, puesto que, los dioses siempre
protegerán al hombre que es bueno, y siempre lo guiaran por los caminos buenos y no lo
dejaran desfallecer. Además, al no creer en los mismos dioses, Meleto afirma que Sócrates
no cree en nada. Esto se puede ver, cuando dice: “Por esos mismos dioses, y enseño esto
a los demás”

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