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Derecho Civil – Acto Jurídico

Docente Joseph Aranzábal Delgado

Sesión: La Acción Subrogatoria u Oblicua


Introducción

¿Qué es la acción oblicua o subrogatoria?

La acción pauliana, como institución


pretende la impugnación de ciertos actos
del deudor. esta medida intenta evitar la
insolvencia o la reducción de la solvencia
conocida del deudor, impidiendo que se
desprenda en favor de otros del
patrimonio que de modo global garantiza
el crédito.
Introducción
La responsabilidad patrimonial del deudor es el fenómeno
por el que los bienes del deudor están sometidos a la acción
ejecutiva del acreedor, dirigida a conseguir para este último
la realización de su interés cuando no haya sido satisfecho
por el incumplimiento del deudor. Es decir, ante el
incumplimiento del deudor, este queda sometido a dos tipos
de responsabilidad; la primera, formada por la obligación de
resarcimiento del daño causado como consecuencia del
incumplimiento y la segunda, formada por el sometimiento
de sus bienes presentes y futuros a la acción del acreedor
insatisfecho.
Introducción

Desde un comienzo en el desarrollo histórico de la relación


obligacional, surgió el problema del alcance de la obligación
del deudor: a qué y hasta dónde está obligado, y por ende,
el del estándar de conducta con el que se ha de comparar su
actuación, con la eventualidad de tener que responder por
el mero hecho de la insatisfacción.
Introducción
“Quien actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es imputable
por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial,
tardío o defectuoso”.

“Caso fortuito o fuerza mayor es la causa no imputable, consistente en


un evento extraordinario, imprevisible e irresistible, que impide la
ejecución de la obligación o determina su cumplimiento parcial, tardío
o defectuoso”.
Introducción
Es decir, el estándar de conducta exigido al deudor para no
ser imputable, a título dolo o culpa, por la inejecución de su
obligación (cumplimiento parcial tardío o defectuoso) es el
actuar con la diligencia ordinaria.

De la misma manera, si el deudor inejecuta su obligación


debido a un caso fortuito o fuerza mayor tampoco se le
podrá imputar culpa o dolo.
Introducción

Por tanto, el deudor en el cumplimiento de sus obligaciones encuentra


límites a su responsabilidad en los siguientes casos:
a) Incumpliéndose la prestación, pero habiéndose actuado con la
diligencia ordinaria.
b) Incumpliéndose la prestación debido a un caso fortuito o fuerza
mayor.
Habiendo dicho esto ¿Con qué alternativas cuando el acreedor para
que lo que se le adeude pueda ser cumplido?
Definición
La acción subrogatoria (llamada también oblicua o indirecta)
es un medio legal de conservación de la garantía
patrimonial. Consiste en el poder que tiene el acreedor de
«ejercer los derechos del deudor, sea en vía de acción o para
asumir su defensa, con excepción de los que sean
inherentes a la persona o cuando lo prohíba la ley» (art.
1219.4.
Definición
De acuerdo a nuestro Código Civil es efecto de las obligaciones
autorizar al acreedor para lo siguiente:
1. Emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure
aquello a que está obligado.
2. Procurarse la prestación o hacérsela procurar por otro, a costa del
deudor.
3. Obtener del deudor la indemnización correspondiente.
4. Ejercer los derechos del deudor, sea en vía de acción o para asumir
su defensa, con excepción de los que sean inherentes a la persona o
cuando lo prohíba la ley. El acreedor para el ejercicio de los derechos
mencionados en este inciso, no necesita recabar previamente
autorización judicial, pero deberá hacer citar a su deudor en el juicio
que promueva.
Definición
Es de naturaleza conservativa del
patrimonio del deudor, el cual, salvo los
bienes inembargables o los inherentes a la
persona, constituye garantía general de
todos los acreedores. Es decir, esta
institución persigue una finalidad práctica
consistente en hacer entrar al patrimonio
del deudor un bien que este podría obtener
ejercitando personalmente el derecho que
tiene frente a un tercero, o en el conservar
un bien que podría salir del patrimonio del
deudor.
Presupuestos de la Acción Oblicua
La acción subrogatoria, en cuanto constituye una
interferencia excepcional en la esfera jurídica del deudor, es
permitida solamente si concurren determinados
presupuestos:
a) la inercia del deudor, que no ejerce su derecho o que no
se defiende;
b) la existencia de un peligro de daño, como consecuencia
de la omisión del deudor;
c) la calidad de acreedor del sujeto accionante.
Interpretación
Normalmente, todo aquel que sea titular de un derecho, como por
ejemplo, un derecho de crédito, es puntual en su ejercicio o en
pretender su cumplimiento en primer lugar, para proteger así su
interés. Solo que puede ocurrir que este no tenga lugar. Piénsese, en
particular, en un deudor que se abstiene de reivindicar sus bienes, de
demandar judicialmente el resarcimiento de daños por él sufridos, o
incluso de pretender por esta última vía el pago de sus créditos.

La inercia del deudor puede deberse al hecho de que sus bienes


serían expropiados por sus acreedores, o tal vez a otras razones. En
estos casos, los acreedores pueden, de todas formas, sustituir al
deudor en el ejercicio de sus derechos o de sus acciones frente a
terceros.
Interpretación
Por tanto, la acción oblicua o subrogatoria es aquel mecanismo de
defensa con el que cuentan los acreedores de una relación
obligatoria que se activa ante la desidia, desinterés,
despreocupación del deudor de reclamar algún bien, derecho o
dinero con el que pueda incrementar su patrimonio, y así hacer
posible el cumplimento de sus obligaciones frente a su acreedor.
Interpretación

“La facultad conferida (…) es una autorización legal expresa al


acreedor para poder iniciar un proceso en contra del deudor,
a fin de plantear una pretensión, la cual, en principio, solo
podría ser intentada por este último, al ser éste titular de la
misma”.
¿Por qué Subrogación?
Para la doctrina peruana se le llama acción subrogatoria en razón de
que el acreedor se sustituye en los derechos de su deudor y los
ejercita, ya sea para dirigirse contra un deudor de su deudor a fin de
que mediante la ejecución forzada pueda obtener la satisfacción de su
crédito, o, para oponerse a las pretensiones de un acreedor de su
deudor a fin de preservar los bienes de su patrimonio con los que él
pretende hacerse pago.
Requisitos
1.- Que se trate de un deudor negligente o
inercia del deudor

En primer término, que se trate de un deudor


negligente, esto es, que el deudor no ejercite
un derecho respecto del cual puede y debe
accionar o actuar para defenderse. La
negligencia es culpa, esto es, falta de
responsabilidad para cautelar su patrimonio.
Esta culpa o negligencia debe ser cierta, ya
que un simple o breve retraso impediría al
acreedor inmiscuirse en asuntos ajenos, o sea
en los derechos de su deudor.
1.- Que se trate de un deudor negligente o inercia del
deudor

Falta de cuidado, aplicación y diligencia de una persona en lo


que hace, en especial en el cumplimiento de una obligación.

Cuando el deudor se abstiene de ejercer sus derechos o


acciones.
1.- Que se trate de un deudor negligente o inercia del
deudor

En suma, se trata de un deudor cuyo desinterés en ejercitar


un derecho, contra otro deudor (y así incrementar su
patrimonio) o actuar para defenderse, frente a otro acreedor
(y así mantener su patrimonio existente) hace peligrar la
satisfacción del interés del acreedor quirografario.
2.- Que el deudor esté en situación de insolvencia
o perjuicio para los acreedores

Es imprescindible la insolvencia
del deudor, porque en caso
contrario el acreedor carecería de
legítimo interés para accionar o
para asumir su defensa. Una
acreencia asegurada por un
patrimonio significativo impediría
al acreedor invadir los fueros de
su deudor para actuar respecto a
terceros.
2.- Que el deudor esté en situación de insolvencia
o perjuicio para los acreedores

Estado económico -
financiero por el que una
persona,
independientemente de su
actividad, ha sufrido la
pérdida de más de las dos
terceras partes de su
patrimonio o se encuentra
impedida de afrontar
temporal o definitivamente
el pago de sus obligaciones.
2.- Que el deudor esté en situación de insolvencia
o perjuicio para los acreedores

En suma, que el patrimonio del deudor resulte insuficiente o


no se de abasto para satisfacer el interés de su acreedor
causándole un perjuicio.
3.- Que no se trate de asuntos inherentes al propio deudor ni que
la ley los prohíba o el carácter patrimonial de los derechos o de
las acciones en cuestión

El Acreedor no podrá sustituir al deudor en el ejercicio de derechos o


acciones con contenido personal o familiar, por más que el ejercicio de
estos pueda tener aspectos de naturaleza patrimonial. Piénsese, por
ejemplo, en el desconocimiento de la paternidad de un hijo, en la
separación de los cónyuges, etc.
3.- Que no se trate de asuntos inherentes al propio deudor ni que
la ley los prohíba o el carácter patrimonial de los derechos o de
las acciones en cuestión

Tampoco se pueden ejercer en


vía subrogatoria derechos o
acciones que, a pesar de tener
carácter patrimonial, sean
estrictamente personales:
piénsese, por ejemplo, en el
derecho de obtener una
pensión alimentaria, el
derecho de revocar una
donación por ingratitud.
3.- Que no se trate de asuntos inherentes al propio deudor ni que
la ley los prohíba o el carácter patrimonial de los derechos o de
las acciones en cuestión

En suma, que sea la ley misma la que prohíba expresamente


en qué casos no se pueden ejercer las acciones o derechos
del deudor o cuando aquellas acciones o derechos tengan
carácter personal o familiar (derecho de familia y
sucesiones).
Conclusiones
En un principio, en Roma, en las relaciones obligatorias el accipiens o
acreedor tenía una posición más fuerte o superior respecto del debitor
o deudor de tal suerte que en caso este incumpliera con su obligación
respondía con su persona misma, esto es, podía ser sometido a penas
corporales duras e incluso llegar a convertirse en esclavo. Sin embargo,
más adelante los polos de la relación obligatoria se nivelaron dejando
la obligación de ser personal para convertirse en patrimonial, es decir,
esta vez en caso de incumplimiento del deudor era sus bienes
presentes y futuros y no más su persona los que respondían para
satisfacer el interés del accipiens o acreedor. Esta es la llamada
responsabilidad patrimonial del deudor.
Conclusiones
El estándar de conducta exigido al
deudor para no ser imputable, a título
dolo o culpa, por la inejecución de su
obligación (cumplimiento parcial
tardío o defectuoso) es el actuar con
la diligencia ordinaria.

Si el deudor inejecuta su obligación


debido a un caso fortuito o fuerza
mayor tampoco se le podrá imputar
culpa o dolo.
Conclusiones
El deudor en el cumplimiento de sus
obligaciones encuentra límites a su
responsabilidad en los siguientes casos:

a) Incumpliéndose la prestación, pero


habiéndose actuado con la diligencia
ordinaria.

b) Incumpliéndose la prestación debido a un


caso fortuito o fuerza mayor.
Conclusiones
La acción subrogatoria sirve al
acreedor tanto para dirigirse
contra el deudor de su deudor (vía
de acción) y así obtener la
prestación que le era debida, así
como para oponerse al acreedor
de su deudor (asumir su defensa)
conservando los bienes de este
para luego obtener la prestación
que se le debía.
Bibliografía.
- ALIAGA HUARIPATA, Luis (2017). “A propósito del crédito, su tutela y los temas
pendientes”. En: https://lpderecho.pe/proposito-del-credito-tutela-los-temas-
pendientes/
- GALLO, Paolo (2007). “Los medios de conservación de la garantía patrimonial”. En:
Derecho de las relaciones obligatorias. Lecturas seleccionadas y traducidas para el
uso de los estudiantes universitarios, Lima: Jurista Editores, p. 167- 170.
- INESTROSA, Fernando (2016). “Tutela del acreedor frente al deudor incumplido”.
En: Revista de Derecho Privado, n. 31, Bogotá: Universidad Externado de Colombia,
pp. 5-21.
- OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario (2008). Compendio de
Derecho de las Obligaciones. Lima: Palestra.

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