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ARANDA TÓRRES, CAYETANO - Lenguaje y Trabajo en El Pensamiento de Hegel (Una Introducción A La Filosofía Hegeliana) (OCR) (Por Ganz1912)
ARANDA TÓRRES, CAYETANO - Lenguaje y Trabajo en El Pensamiento de Hegel (Una Introducción A La Filosofía Hegeliana) (OCR) (Por Ganz1912)
ARANDA TÓRRES, CAYETANO - Lenguaje y Trabajo en El Pensamiento de Hegel (Una Introducción A La Filosofía Hegeliana) (OCR) (Por Ganz1912)
A R A N D A
T O R R E S
La filosofía de G. W. F. Hegel
(1770-1831) tiene la virtualidad
de reunir uno de los más serios
esfuerzos por pensar el ser-
humano en su incardinación
natural y social, con la
propuesta, formulada a cada uno
de sus lectores-intérpretes, de un
itinerario de pensamiento que
lleve, no sin arduo y denodado
empeño, desde la experiencia de
sujetos y objetos de lenguaje y
trabajo, a un saber que, sin dejar
de llamarse absoluto, quiere
articularse como palabra y
acción. Este libro pretende
reiterar una vez más, mediados
dos siglos, el camino del
filosofar hegeliano para que
pueda venir a nosotros lo allí
dicho y pensado-
I N S T I T U T O DE E S T U D I O S A L M E R I E N S E S
D I P U T A C I O N P R O V I N C I A L DE A L M E R I A
C A M P U S U N I V E R S I T A R I O DE A L M E R I A
Crióteión Humomdade dirigido por Pedro Molina, José Guanaro Vttolbo y ¿aviar Gorda.
gan zl912
LENGUAJE Y TRABAJO
EN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
UNA INTRODUCCIÓN
A LA FILOSOFÍA HEGELIANA
C olección H um anidades
https://tinyurl.com/y7 94dggv
https://tinyurl.com/y9malmmm
gan zl912
ÍNDICE
PRÓLOGO ........................................................................................................7
INTRODUCCIÓN............................................................................................15
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................161
5
PRÓ LO GO
7
CAYETANO ARANDATORREA Y ^ TRABAJO 8L PflNS^ ^ T O 00
Uno de los probl^ emas que pr^ upó a nuestro fil^ o fo fue el del Ante la disyuntiva de sí la filosofía debo empezar por un principio
origen del pensar ^ ^ x lir ativo. ¿Cómo surge el ^ pensamiento filosófico y en subjetivo, como pueda ser el estudio del al^ ^ s e y limites de las f ^ a d ^ tades
qué consiste en e s a ¿Cuál o cuáles son sus inicios? ^os o bien por obobjetivo la ^ consideración de lo^ más^ ^ ^ ato
son los tra^ f u entos hegelianos de este ^ asuntod il^ ^ o s en el uempol 23,que voy que se nos aparece en la ex^ h eneia vital, la al^ ^ a n va bogeiliana ^ optapor
a resumir su^ poruendo una cierta ^ n tin uidad entre ambas respuestas. Hegel sost^ enerque el comienzo de todo sabor ^ bo ser objetivo y subjetivo a la vveL.
viene a decimos que la ^acestdad de la filosofía se justifica por la pérdida de Y ante la ^ oposición entre lo ^ ^ ^ ato y lo mediato ^uno disyuntiva para
la unidad1, por el ^ ^ lir blamiento y la dupltcación en la que los ^ hom^ e s dete^ ^ w el inicio de la ciencia, oposición que persiste en su propensión de
vivimos. La fuena y el ^ poder de lalimitación yelconstreñinuento, la ^ de vez toman caita de naturaleza en la teoría de las ciencias h^ ^ ^ a s , Hegel afirma
mayor im^ ^ e n e la de lo contingente y lo fra^ n e niario, el coste creciente del que,
logro de las metas civilizatorias, nos impulsa y apremia a buscar la unidad
‘no hay nada no contenga a la vez la inmediatez y la mediación'...
perdida, a hallar respuestas absolutas e ^ ^ ^ d i cionades, para las cuales quizá
I
no estemos aún preparados. Frente a una disponibilidad generalizada y El sabor especulativo parte de la experiencia hecha sobre toda forma de
uniformadora de bienes y consmnos, de etiquetas y mensajes, lo absoluto conciencia inmediata, y ésta muestra a la postre que contiene de suyo
mismo es lo único que se nos deniega en la forma de oposiciones in c o nci mediaciones. La conciencia filosófica se constituye sobrepasando la
liables (individuo vs. sociedad, vida vs. medio ambiente, bienestar vs. inmediatez y el subjetivismo de la reflexión, y aceptando la necesidad de
malestar, eic.), con el afiadido de un valor constituido por un plus-de-goce mediaciones prácticas y materiales. Bs a estas mediaciones necesarias a las
(Mchrlust) letal de igual cuantía que el plus-valor (Mehrweri) mercantil. La que este trabajo se endereza para demostrar que constituyen la sustancia
filosofía aconteceposfestum. cuando las contradicciones sehan consolidado experiencia! y el punto de partida de toda actividad filosófica presentey actual.
y han ganado una consistencia que parece difícil remover. precisamente Sólo cuando la conciencia humana se enraíza en su inmanente experiencia
en esta circunstancia temporal es dodeellacobra loda su fuerza re-unificante, lingüística y laboral, es decir, sólo porque la conciencia es hablante/oyente y
por la que la conciliación de los ^ ^ ó m os es posible, pies ambos se excluyen trabajadora p^ de p^ ^ ^ a n en el conocimiento del mundo y de sí misma. El
y mueren. La ^ ^ ^ c i ón hegeliana que conforma el nervio de su filosofia, inicio de la propia filosofía tiene que ver con “el concepto de la unidad del
tiene algo de mueite y de vida que renace ^ desde las cenizas1. Abolir las causas ser y del no-ser”’, y nada mejor que la palabra o la obra hhumana para
^ ^ ^ ^ a n una ^ ^ ^ c ia y una ausencia: el sonido y la ^ rfía en relación
un comienzo identificable con la cosadel ^ pensar. y que ^ necesari^ ^ t e a ella conlacosa enel ccasode la palabra, o la forma y la ^ eria en el ccasode la obra.
se^ ^ ^ a refiri^do;^ scmejanteaboridónadqu'ierelafigurade t r a m i t a c i ón F.sta llamada unidad de lo i^im ico y lo no-identico, producida tanto en
de la conciencia en su hacer y su decir siempre que unbriquemos el ser- la dicción como en la acción, que introducen en el mundo la diferencia
^ ^ iente con la palabra y la acción. cualitativa que ^ hace salir del magma indifemnciado de la pura identidad
de la realidad y el ^ pensamiento. es lo que Hegel loabsoluto, y el camimi
1. El primero de ellos lo co^ ^ ^ e la ^ secón trt^tulada “N^ ecesidad de la filosofía" hacia él, duro pero igualmente ^ a c ib le a toda conciencia que quiera
(^adllrfrus dcr Philosophie) a la obra Dif erencia dt los stslcmtu dt f ilosofa de ^ o ^ a m e por recoirerlo, es el filosofar mismo.
FichieyScheWihfde 1801 (Cfr.JKSÍ/J, 10-15. Las^ undanocsatraqucelconuenzodel fibra
primero de la Ciencia de la I6gica que lleva por titula “¿Cu!l debe ser el comienzo de la Conviene de antemano tomar posiciones dis^ tantes tanto de aquella
ciencia" (Womit muB der yAnfang dcr Wis^rnchaft gemachi werden?, lil. ¿Con qué debe consideración del lenguaje y el trabajo que pretende descargarlos de su
hacerse el comienzo de la ciencia?) (C&. Wl, l, 51-64: CL, 63-72). llago dClde ahora la
observación de que a l donde la traducción que ofrezco difiera de la espalóla citada pongo
entro paréntesis el ténnino original ^^«pondiente.
2. "El origen de la fUosofíaes la pérdida del uno, la muerte del sentido" (Lyotard: ¿Por 4. Hegel, WL, I, 52; CL, 64.
q id f losofar? 101).
3. “L.afil^ fia^ naceenel lutodelaucidad,cnla^^^cióny lainco^roncía..."(IWdem102). 5. Hegel: WL. I, 59; O. 68.
8 9
CAYETANO ARANDA TOREES
10
LENOUAJB Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEGIL
urdidos con el tiempo sido que de algún modo volvemos a vivir. El carácter
repetitivo, en cierto sentido arcaizante, de la acción humana nos conduce a
planteamos cuál debe ser el papel del recuerdo en la dinámica del pensar que
es decir y hacer. “Seres,esencialm ente, serm em oria”7. Peroel recuerdo no
es una suerte de actualización de cualesquiera opiniones o representaciones
de lo ya acontecido89, sino que más bien se anuncia como “paso atrás”
(Schrilt...züruck) hacia lo dicho en la tradición y aún no escuchado de ella,
como aviso que nos llega y se nos destina desde ella, como repetición de lo
inicial para transformarlo en otro comienzo5. Opino que las perspectivas
hegeliana y heideggeriana, la una que inscribe el filosofar en el orden del
recuerdo, y la otra que señala el destino del pensar como escucha de lo dicho,
convergen en la apuesta por el enrizam iento del pensamiento en aquello
que lo transforma y dis-loca. En resumen, la reflexión f ilosóficaque arranca
de y desde la conciencia que habla y trabaja, se ve abocada no sólo al ritmo
que le marca su experiencia lingüística y laboral, sino también a expresar
sus logros en términos accesibles a toda conciencia activa que puede
com unicar y comunicarse, lo que implica un grado de comunidad profunda
entre el autor y el lector, receptor, beneficiario o espectador de la obra.
Ha sido el maestro de la hermenéutica actual, H. G. Gadamer, quien ha
formulado la lingüislicidad y comprensibilidad de todo el ser10. Esta
perspectiva crítica obliga a replantearse la lectura e interpretación de la
historia de la filosofía, y con ella la de H. mismo. En este sentido el presente
estudio trata de verificar en los textos hegelianos su aportación a la
teorización de la lingüisticidad del ser, y también de su practicidad. Ello
implica presuponer el carácter absoluto de las experiencias lingüística y
laboral del mundo, y no tanto por una reconversión de una hipotética y
previa experiencia vital trasvasada luego a los códigos de la comunicación.
“La lingüislicidad de nuestra experiencia del mundo precede a todo lo que
es reconocido y requerido (angesprochen) como ente. La ^ ^ ^ w ntal si bien considera que ^ la palabra y el utensilio viene a la p^ ^ n c i a lo no
referencia de lenguaje no significa, en consecuencia, queel visibleo ausente,yserefieraanuestrosradicales^ como<<lavisibleinvisibilidad
llegue ase objeto del lenguajey,i\ Decir que quien tiene lenguaje <<tiene>> delespúitu>>,sinembargonoalcanzaaatestiguaryarticularc ^ ^ u e n t entente
el mundo111213.no es decir, modo wiltgensteiniano, que los lImites de mi mundo la p r^m in cncia de Ja escucha y la fonnación técnica sobre el universo de la
son los de mi lenguaje y viceversa sino, antes aJ contrario, es c o r á ^ ar que imagen. Es el mundo el que aviene, el que viene a nosotros desde un lugar más
el ser dotado de lenguaje y de fuerza de trabajo dis-pone de la posibilidad lejano y profundo que el de su presencia actual vivida como imagen17, desde
de que el mundo venga a él. El pensamiento que es palabra y obra es un lugar donde su ausencia nos interpela y hace señales. Pensares más escucha
verdadero si el mundo viene al pensamiento, de tal manera que la realidad que habla, recepeión que acción, autofoamesación que técnica instrumental,
venga a la palabra y a la obra, y de que en eslas acontezca algo del orden de cultivo interior que riqueza mercantil, recogimiento que notoiiedad. y
la verdad. meditación rememorante que dicción y acción apresuradas.
La actual filosofía lingüíslica11 ha puesto especial énfasis en Ja crítica Lejos de preieoder atribuir a H. ser el único ni siquiera el más importante
delaim agenyelm odeloespecularenelquesehafundam enudolaontología filósofo que ha esclarecido de modo convincente la radicación del pensar en
desde la Grecia clásica. “ Nuestra sensibilidad se ha estado acostumbrando la práctica social de los hombres, y lejos también de pretender que todas las
a no admilir otra cosa detrás de la efímera frontera donde lo real es única y funciones espirituales sólo puedan ser tratadas en el seno de un sistema de
exclusivamente su imagen”14. Si bien es cierto que la historia del idealismo idealismo filosófico1", si cabe reconocer que al desarrollar el lado activo y
desde Platón, que es la historia de la filosofía misma, no ha hecho otra cosa práctico de la subjetividad modema se convirtió en su más despiadado crflico.
que <<hipostasiai>> el aspecto o la idea (eídos), esto es, lo-que-se-ve de las que hizo de su sujeto-objeto el protagonista de la interacción del ser bwnano
cosas15, no lo es menos que el saber (Wissen) hegeliano se resuelve en un consigo y con la naturaleza, y que a porbr de concebir a los hombres y mujeres
saber que se ha visto, en recordar lo antes o previamente visto, con lo que en la radical finitud de su practica comunicativa y laboral se elevó hasta la
no salimos del carril platónico. Pero lo que hay que decir de una vez es que nociónde espíiituemendidocomo la racionalidad^ ^ ^ de lo real.T ^ to esto
H. ha asumido conscientemente como modelo a im itar el modelo de la fue posible porque pensó al sujeto del saber o sujeto epistémico como aquel
dialéctica griega, si por ésta entendemos no una operación del pensamiento que exterioriza su ceneza al conslitu ir la objetividad de la cosa, y como el que
sino ameses bien el movimiento de las cosas mismas. “ La dialéctica, este bien interioriza por el recuerdo lo sido y retrotrae a sí la herencia y el legado de
conirario (W iderfahmis) al lagos, no era para los griegos un movimiento cuantos nos han precedid o Sinduda ha sido H. el primero queprim a el valor
ejecutado desde el pensamiento, sino el movimiento de la cosa misma especulativo de la obra sobre el autor-productor, de manera que quede
ex^ ^ m e ntado desde el pensamiento”1*. Esta aportacióngadameriana apunta reservada a la memoria todo aquello que una vez fue pensado. dicho y hecho.
a una muy necesaria corrección a practicar en la filosofía hegeliana. Se y que ese patrimonio sea el mayor tesoro con el que puede ser regalada la
refiere ésta a lo que creo es una inconsecuencia del pensar hegeliano, que conciencia filosófica, y que nosotros b a l amos legar a la posteridad. El
filosofar es, en co^ e c uencia. sólo posible si nos aprestamos a lo
pensado, a re-iterar los c ^ ^ ^ que otros anduvieron antes que nosotros, si
11. Ibídem, 454; 539 estamos dispuestos a recibir para ^ poder dar, a escuchar para luego apenas
12. Cir. IWdem, 457; 543. hablar, a recolectar para luego sembrar, cn fin a pensar para después hacer. Y
13. Sindudasu tmá.s eximio representarl es R. Rony del que selee con ptovechoo sus o^ bras
para todo ello creo sinceramente que H. ha sido y sigue siendo un maestro.
La filosofía y el espejo de la naturaleza, y El giro lingüístico.
14. Lledó: El silencio de la escritura, 74.
15. "Idea es, por consiguiente, lo que se ve” (ídem).
17. Recordemos el diagnóstico heideggetiano de la mod ^ m ted como "la época
16. G^ adamer: WahrMil und Mehcdde. 465; 551-552. De este autor se leerá con provecho
deía imagen del mundo”; cir. Heidegger: “ DieZeit des Weltbildes” (1938), en Holzwegt. 73
“Hegel und die a n ^ e Dialeklilt'', enHegel, Husserl, Heidegger. 3-28; ^ 1rad. esp. “Hegel y la
110.
dial&:tica de los filósofos gncgos”, en La dialéctica "4 Hegel, 11-48.
18. Cfr. Ca.mrer: op. cn. 11.
IN TRO D U C CIO N
15
Cayetano aranda torres
16
LENGUAJE V TRABAJO BU BL PENSAMIENTO DG HECÉL
17
CAYETANO ARANDA TORRES L l C l A l Y ' ^ TRABAJO BN EL P l S ^ ^ T O Di! HE^ EL
“suposición” en la que el yo se refugia, antes de atreverse a comprobar y midad se levanta respecto al ser y al saber inmediato, a lo q ne la pulsión es y
verificar aquello que ccre saber. La crítica hegeliana al subjetivismo exige supone. Si nos impele a mirar en derredor y admiró nos antee lo extraño e
la renuncia al sujeto supuesto al saber. Lo que llega a ser cuestionado con insólito, debemos estar en guardia ante la tentación de detenemos apenas
toda la radicalidad posible es la posición y la legitimidad de un sujeto con iniciado el trayecto. La inmediatez con la que se ofrecen y presentan
sentido anteriormente a su expresión y a su práctica, de un sujeto al que pulsíonalmcnte tanto el mundo interno como el externo puede producir la
remitirse com o origen puro de una actividad sin supuestos, de un sujeto al fascinación por el objeto, el quedamos prendados con él, como si lo que se
que se impone el sacrificio de tener que salir de sí y producir lo otro de sf. ofrece fuera algo único e irrepetible que parece colmar nuestras aspiraciones
Para H. el ver^ dadero sentido de la posición del sujeto es el sacrificio de la y ansias. La cosa inunda mi percepoión y parece ^ t i er satisfacer mi
misma subjetivi ^ ió que se desprendo de su particularismo y deviene pero, vista más de cerca, tratamos de comprobar si es así. La nombro, la deseo,
universal en su obra. me la apropio y transfonno,o la consumo; la cosa ya no está, se ha volatilizado
y con ella lo que he supuesto, y mi yo como soporte de tal su ^ ^ e r . Lo que hay
Con el fin de asentar sólidamente la identidad mediada sujeto/objeto,
tras el yo, la cosa y la suposición singulares, devienen la universalidad y la
H. se apoya en la consideración especulativa de dos ámbitos de la actividad
^ ^ idad de progresar en las determinaciones del ser y del pensar, del no ser
humana, a la luz de lo cual sea posible entender el progreso universal y
y del no pensar. Cuando empiezo por nombrar y alterar la cosa, también lo
necesario de las deteiminaciones de la conciencia filosófica, que se supone
hago desde el yo mismo, como el aspecto dual de un único pr^ e s o. Me
Ubrey que lleva a efecto esalibertad. La acción esel proceso deobjetivización
revuelvo contra mi subjetividad por indócil, ineducada e informe, pero
misma de la conciencia, de darse ella realidad y existencia inmediata como además lo hagocontra la cosa por no ser permeable ni apla a mi deseo, porque
producto de sí misma. Y. es curioso. para dar una completa justificación
m ees susirafda siempre, como si fuera el sumo bien interdicto. A lo largo de
de la acción se requiere fijar su origen en la pulsión, en el impulso como este prnosse no se dan posiciones estables o pe^ ^ ^ tes, momentos que no
afección interna que empuja al sujeto de la pulsión a buscar ^ satisfacción
se superen pos todo es un fluir pe^ ^ n e nte que nada prefijado ra p e ta,
donde sea20 La particularidad es la categoría resul t ó te de ser afectados
y que engendra lo nuevo a partir de lo viejo.
por un principio de dete^ ^ e c ión interna en el que late para cada uno lo
vital. Mi carga pulsional me subjetiviza, pero no hasta el punto de que en También es necesario partir de la devaluación que H. lleva a cabo de la
ella pueda encontrar el principio y fundamento de la total reclusión y ética kantiana, que se ha desenmascarado como simple moral individual.
encierro de la objetividad en el oráculo interior. Este subjetivismo de la Pues bien, como alternativa a esa moralidad hecha pasar por filosofía prác
pulsión puede ser legítimamente cuestionado en tanto carece de suyo de tica, nuestro autor radicaliza el pensamiento especulativo en la actividad más
cualquier referente objetivo; ella no puede ser medida ni contada, ni vista propia humana, de manera que éste se conceptúe como teoría de la conciencia
ni observada, pues se presenta como falta y privación, como deseo de lo lingüística y laboral, como teorfa de la interacción simbolica e instrumental
que no se es, o no se tiene. Como inquietud individualizada y particular, para usar la tcm rn o logfa de Habennas, tanto de la conciencia como del
la im-pulsión es un latido vital que se debate internamente por salir fuera, espíritu. Lo que podíamos llamar la “rehabilitación" de la tradicional filosofa
por tomar cueipo y sustanciarse, por inquirir los recursos a disposición, los práctica de raigambre griega, ofrece en H. una vocación sistemática hasta tal
saberes al efecto, y cuestionar todo lo que se resiste a su satisfacción. punto que la prácuca del lenguaje y el trabajo contribuyen decisivamente a
la arquitectónica del saber absoluto. La trayectoria filosófica de nuestro autor
Para H. la acción humana es la resultante de una radical indigencia, podría ser descrita, hasta la Fenome^ la g la del Espíritu incluida, como el
y de la insatisfacción con lo dado y su saber. En concreto, esa disconfor- 02 proceso de elaboración de los radicales de la subjetividad práctica, de la
conciencia que habla y trabaja, no sólo para oponerla al resto de las concep
20. “...cuta satisfacción del impulso implica para el yo este proceso de superar la
ciones idealistas de la subjetividad, sino también para que súva de hilo
subjetividad y de poner. a la vez, esta subjetividad e interioridad como algo exterior, objTOvo
y rreal, de p ^ ^ ^ i r la unidad de lo me^ ^ n te subjeivo y de lo objetivo, quitando a ambos su
conductor a la propia exPOsición de la filosofía como saber sistemático, y
unilateralidad" (Hegel: LFR, 1, 309-310).
CAYETANO AftANBA TOWU1S
20
LENGUAJE Y TRABAJO en el pensamiento D£ hbcsl
25. Cfr. Habennas; “Trabajo e interacción. Notan sobre la filosofa hegeliana del
petiodo de Jena", en Ciencia y técnica como ideología, 11 y ss; Apel: Trans/ormalion der
Phitosophie, II, 311 y ss; trad. esp. 11, 297 y ss.
26. Cfr. Alvarez Gómez: Experiencia y sistema..., 152-153.
27. Ha bermas. Conocimiento e interés, 14.
28. Ibídem 26.
21
CAYETANO ARANDA TORRES
29. Habermas; Zur Rekonslruktion des historischen Materialismos, 151; irad, esp. 139.
Véase también MEW, 3, 30-31; La ideología alemana, 31.
22
LENGUAJE Y TRABAJO EK EL PENSAMffiNTO DE W=ía-L
30. CU. MEW, 3,30-31; La ideotogía alemana, M á s allá del lonopolémico con el que
está redactada esta obra, en ella se proporcionan pautas de lectura del “espíritu subjetivo"
hegeliano desdesu incuestionable síntesis con lamalenalidaddel lenguaje articulado. En este
sentida Marx afinnaque “el lenguaje es la conciencia práctica, laconciencia real-efectiva que
existe tanto páralos otros hombres como para mí mismo, yel lenguaje emerge (cntstehl), como
la conciencia, de la necesidad natural, de la exigencia de comunicación (Vcrkchrs)con otros
hombres" (Ibídem 30; 31).
31. C£r. Hegel: Dif/erem des Fichteschen und Scheüingschen Systems der Phitosophie;
JKS (I), 12-13; liad. esp. (1989) 14, (1990) 20-21. Un análisis de este escrito de trascendental
importancia para el desarrollo lilosólico de Hegel puede leerse en, Alvarcz Gómez; "Hegel
o la libertad como principio”; Ciudad de Dios, vol. 182 (1969), ns4 .556-596.
32. Cfr. Habetrnas. Zur Rekonstruktioa..., 170; erad esp. 156-157
23
CAYETANO AMANDA TTittRÜS
aquella que se eleva a punios de vista universales sobre las cosas y sobre sí,
entonces lo universal debe hacerse valer de modo definitivo en filosofía, y
en consecuencia todo va a depender de que sea posible elaborar una teoría
de la expresividad y la practicidad del pensar, en la que lo universal de la
filosofía pueda no sólo ser concebido sino también dicho y hecho. Esta
posibilidad no alcanzada por la cultura intelectual de la época de Hegel,
circunstancia que no pasó en modo alguno inadvenida a nuestro autor” ,
depende primordialmente de una adecuada concepción de la naturaleza y
función del lenguaje y el trabajo mismos, llevada a cabo por la ptopia
conciencia filosófica. Si lenguaje y trabajo llega a ser los modo eminentes de
objetivación del yo es porque:
1. El yo es universal.
2. El yo es para otrolpara oíros.
Ambas circunstancias acontecen en y por el lenguaje y la « p r á x i s »
laboral mismos, y exigen de nuestro análisis tres tareas bien definidas:
1. En primer lugar, es preciso analizar la crítica hegeliana a las filosofías
de la reflexión, en la medida en que estas rechazan, no loman en cuenta o
minusvaloran la naturaleza lingüístico-laboral de la conciencia en general, y
de Ia conciencia filosófica en particular. Ellodebe ir acompañado del esludio
del papel del lenguaje y el irabajo en la dinámica del conocimiento, en cuanto
rechaza la suposición y hace posible, en lodo momento, lo universal. Dentro
de esla consideración deberá atenderse a la relación de tensión establecida
entre lenguaje/lrabajo y pensamienio.
2. En segundo lérmino, es necesario precisar el sentido del lenguaje y el
irabajo como interacción no solo con el resto de las facultades humanas, sino
también com o interacción inter-subjeuva y cóm o diálogo y cooperación
esenciales.
3. En tercer y ultimo lugar, se presiará especial alención a la función del
lenguaje y trabajo como objetivadores de la vida del espíritu en la dimensión
colectiva, en el sentido de que lo producido por el espíritu se ha elaborado
en una doble faceta de obra y producto; lo creado es obra somelida a
interpretación, y significativo y elocuente espacio mediador entre sujetos.3
33. “El que en el filosofar haya llegado a hacerse valer lo universal, de lal modo que Sól
puede ser dicho (gesagt) lo universal y que el « e s t o » , supuesto (gemeintc), no puede ser
dicho, esto es una conciencia y un pensamiento a los que la formación filosófica de nuestro
tiempo no ha llegado todavía" (Hegel. VGPh. W, 18. 536: LHF, II. 116).
24
PRIMERA PARTE
EL LENGUAJE
CAPITULO PRIMERO
"Por muy interior que sea el lenguaje, y lo es sin duda alguna, posee sin embargo
también al mismo tiempo una existencia independiente, externa y que hace violencia
al hombre m ism o'’’4
27
CAYETANO AítANDA TOREES
Uno de los aspectos más llamativos con los que se presenta el subje
tivismo de la filosofía de la reflexión, lo ofrece aquella postura, que no por
clásica ha dejado de tener vigenciahasta nuestros días, y a la que H. combate
desde el comienzo de su actividad filosófica36. Se tratade sostenerenestecaso,
como lo hacia Fichte de modo casi contemporáneo a la publicación de la
Fenomenología hegeliana. que el conocimiento objetivo del mundo externo
no precisa del signo lingüístico. Esta tesis equivale a postular, “la claridad y
precisión del conocimiento interior”37. Según este planteamiento, la claridad
intuitiva del conocimiento de los objetos extemos ni está condicionada por,
ni implica el circulo distinto de la comunicabilidad, al que el conocimiento
humano puede acceder con pasterioridad. Es más, el propio Fichte alega
que el lenguaje, reconocido como condición de la convivencia social, escinde
el saber en la conciencia de los diversos individuos38, mientras es lícito
suponer que cada cual piensa más adecuadamente para sí mismo en la me
dida que no precisa recurrir al soporte de la lengua39. Esta posición fichteana
y otras semejantes sostienen que los grados inferiores y elementales del
conocimiento humano, todos los relacionados con las diversas formas y
acepciones de la intuición, ya sea ésta sensible o intelectual, no implican
la recíproca incardinación del binomio pensamiento/conocimiento en el
lenguaje. A éste le quedaría reservada una función deíctica, o de simple
enunciación de contenidos mentales y estados subjetivos y, en último caso
una función emotiva.
Contra esta forma de subjetivismo de la filosofía de la reflexión reac
ciona muy vivamente Hegel, y declara impensable e incognoscible la
subjetividad inexpresiva. Y no porque nuestro autor establezca eo ipso la
identidad indiferenciada entre conocer y decir, sino porque concibe el
lenguaje como, “la estructura de la conciencia, su fuiitud comprendida
conceptualmente”40. Esto significa que, sin el lenguaje en alguna de sus
modalidades, no hay posibilidad de referirse a la experiencia de la conciencia
36. Un tanto d eio mismo podría decirse del análisis sólo subjetivista del lenguaje que se
ve abocado a callejones sin salida (Cfr. Btlhler: Teoría del lenguaje, 22).
37. Fichte. D iscursos a la nación alemana, 238.
38. Fichte. Los caracteres de la Edad Contemporánea, 120.
39. Ibfdem. 206.
40. Simón. El problema del lenguaje en Hegel, 83.
28
LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO OB HEGEL
29
CAYETANO ARANDA TORRES
30
LHNOUAJH Y TRABAJO BN EL PENSAMIENTO Dfi HEGEL
44. Cfr. Hcidegger; Set a undZeit, 34 35, 160-170; Ser y tiempo, 189.
45. Phanom236; Fenom 192.
31
CAYETANO AHANDA TORRES LENGUAJE Y TRABAJO EN H . PENSAMIENTO DE m i r a
la subjetividad al margen de la praclicídad o, a la inversa, tratar de entender que la conciencia haga y manifieste su propia exporiencia por sí misma. Por
la práctica desconectada de la subjetividad, es forzar la categoría de “yo" a otra pane, nosotros somos los encargados, si nos dejamos rni^pelar por esa
ser mero reflejo del universo como yo pasivo y especular o, a lo sumo. yo exporiencia, de recoger su sentido en forma coneeprual, y de p r ^ g uirla hasta
como mera actividad sintética y acom pañare de las representaciones del donde ^ ^ a t f s.
mundo ex^ terno. Sin embargo, si lo^aducimos ese nivel de la actividad de la
Lo que de verdad se en ^ ^ s ión es el de al que la
coneiencta queseexpresa,loque d a ^ ^ o s es disolver y denegar la posibilidad
categoría hegeliana de“ell.terOruación" viene a m^ ^ ^ ^ de ^ ^ l o decisivo,
científica del yo psicológico-naturalista. Sí bien ese yopuede ser idenuficado
pues no en vano sigrufica el proceso de exteriorizar la au^ ^ r n i za del sujeto
con las condiciones de su realización efectiva, no por ello ha puesto desde sí
en la cosa. Esta certeza de sí, que es por así decirlo, el f e n ^ ^ n to del saber
mismo mediación alguna para alcanzar esecumplimiento. Lo que H. propone
verdadero desde el inicio cartesiano de la modernidad, debe ser puesta fuera
es un yo que disuelve su ser supuesto, que cancela sus disposiciones y su
del sí-mismo, más allá del <<yo pienso » , para situarla en el <<yo digo» y
potencialidad cuando en efecto pasa a la acción,cuando se ex terroriza, se hace
en el <<yo hago» , a f n de que no solo convierta en sustantivo al sujeto
cosa. y sopona el ser. Apuesta por un yo que es proceso de objetivación, por
mismo, sino también convierta a la sustancia en sujeto al hacerla tomar
un yoque es objetivoen t a t o estácontenidoen la lenguacomo segmentosuyo,
concienciade símisma. La“exterionzación" delacerteza delsujetodel pensar
un yo que se objetiva en el lenguaje, y que va dejando coágulos de vida
moderno debe leerse como el proceso de sustanüvación desde la radicación
exprexiva tras de sí, o huellas de un salir de sí que lo desapropia. A este fm el
de la subjetividad en el lenguaje y el trabajo, desde una conciencia que
yo filosófico prehegeliano se sustituye en nuestro autor por la conciencia o el
extiende su dominio desde lanaturaleza a la sociedad, para objetivarse por la
ser-sabido (BcwuBt-sem) como mediación e n r e lo sabido y el ser que, por
acción misma. Esto se identifica con la exigencia de la razón de que el mundo
consiguiente, nosehaderep^seode'como meóro ^ ^ r n i ato.sinocomomccilo
devenga racional en sí nusmo por medio del esfuerzo humano.
mediado, como medio y m e a , esto es, como ser-sabido que es tal cuando
habla. La ciencia de la exporiencia que lleva a cabo la cone icnciano sólo tiene Desde el temple y la índole lingüísticos de la conciencia, el aislamiento
que vérselas con los resultados de semejante objetivación lingüística, sino y la separación del lado teórico y el prácticode la conciencia resulta ser cuando
también con la conciencia que acompaña a la objetividad de la palabra menos una consideración a todas luces precipitada y problemática. El acto del
hablada y escrita. habla implica la unidad de diversos com^ m ent.cs productos del aprendizaje
y de la expresividad de cada uno; separar cuál ^adtfa ser lo teórico y lo prác
A pesar que el indVIduo puede senutse mal expre^ do, confuso o
tico del lenguaje parece un contrasentido. tanto ocuire con la imbri
engañado, desviado en su men ció n o fru srado en su decir, es tím cam cne
cación de lo somático y lo psíquico o anúiúco de nuescro lenguaje, que
como sujeto de lenguaje como puede llegar a ser realidad efectiva. Entre otras
ridicula la pregunta por la n atu ralea somática o psíquica del lenguaje
razones porque al expresarse da vida al acuerdo o al desacuerdo con otras
humano. Es unponante tener en cuenta que lo práctico es aquella tmplicación
conciencias para las que, en esencia. se reduce a su decir. De esta manera la
de lo teórico que da entrada a lo orgánico-cotporal; “ ...es importante retener
f e flO m en o lo g ia d e l s a b e r d e la c o n c ie n c la ia l y c o m o é s ta lleg a a s e r a lc a n z a
que en Hegel la subjetividad no se agota en ser la esencia del sujeto del
la p r e r r o g a tiv a y e l p r iv ile g io d e s e r u n a te o r ía d e la a c iiv^ ulad
conocimiento, sino que es laesencia del sujeto del proceso prácUco co^ o r al
p r á c tic a . sin p ^ ^ d e nte conocidoenla historiadel pensamiento moderno. Por
que cienamente acompafta a Lodoo ^ ^ o c imiento poro que en m^ lo alguno
su virtud, los actos del ser humano no se explican conjeturalmente. m
estriba en el conocimiento como tal” ""•
posibilidades de realización, nj por supuestas buenas intenciones, ni tam
poco constituyen una esfera desligada del conocimiemo teórico, sino que Para referirse a la naturaleza lingüística de la conciencia filosófica, se
son el producto de una subjetividad que se media a sí misma alterándose y impone la remisión a tres órdenes de cuestiones. El primero tiene que ver46
deviniendo lootro de sí misma, quees racional en tanto exterioriza su certeza
subjeuva. No hay que olvidar que para H. fenomenología quiere decir
filosofía. Si fenómeno es lo que ap e c ^ y se manifiesta, hay que pormittr 46 . Simon. op. cit. 157.
32 33
CAYETANO ARAÑO A TORRES
34
LBNOVAJB Y TRABAJO BN EL PENSAMIENTO DE HBGEL
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len gua» y t r a b a j o e n e l p e n s a m ie n t o d e h e g e l
y m is m id a d c o n su c o m u n ic a c ió n . 8 e v id e n te q u e la u n id a d c a te g o ria l l a fu n c ió n m te le c tiv a d e l le n g u a je c o n s is te e n b u s c a r e n e l lé x ic o s i g n if i
a n te s r e f e r id a s e p r o d u c e c o n rre s c o m p o n e n te s , a s a b e r, lo q u e p e rte n e c e c a d o s o p u e s to s d e la m is m a p a la b r a . 8 t a o p o s ic ió n c o n te n id a e n e l lé x ic o
al q u e h a b la , lo q u e p e rte n e c e a q u ie n s e h a b la , y lo q u e p e rte n e c e a la s s e d e b e a la p re s e n c ia d e lo ^ especulativo, q u e ta m b ié n p o r e s ta c a u s a e s d ia
c o s a s d e la s q u e s e h a b la 52. P e r o la g r a m á tic a n o r e v e l a p o rq u é n o s e p r o d u c e lé c tic o , e n e l id io m a ,c ir c u n s ta n c ia e s ta q u e c o n tr a r ía al e n te n d im ie n to f r u t o
d e f a c to u n a s u p e r p o s ic ió n h o m o m o rfa e n tr e lo s in te rlo c u to re s y la s al q u e le g u s ta ría u n a le n g u a unívoca55. A lg o m u y p a r e c id o o c u rr e e n el
c o s a s . u n a p re c is a id e n tif ic a c ió n h o m o lo g a n te e n tr e e l y o in te rio r q u e le n g u a je d e la e p o p e y a d o n d e e l lé x ic o p ro p o r c io n a ^ e x is te n c ia id ó n e a
h a b la y e l tú e x t ^ n o q u e e s c u c h a s o b r e e l q u é d e lo d ic h o , p o rq u é n i s iq u ie ra p a ra e x p o n e r la a u to c o n c ie n c ia d e l e s p ír itu , c o m o si lo é p ic o y su id io m a
se c o m p a g in a n m i d is c u r r i r p e rs o n a l y lo q u e d e b e r ía s e r su a d e c u a d a fu e r a n in s e p a ra b le s , y lo e s p e c u la u v o c o n te n id o e n la a u to c o n c ie n c ia
e x p re s ió n q u e s u p o n g o c u a n d o h a b lo y s o y e s c u c h a d o s o b r e u n e x tr e m o . o r ig in a r ia d e l p u e b lo g r ie g o e s tu v ie r a ú id is o lu b le m e n te v in c u la d o al le n
E l m a e s tr o O r te g a lo h a v is to a sí: “ 8 1 .a d o b le c o n d ic ió n d e l d e c ir , ta n e x g u a je d e l ¿ p o ^ . E l q u e e l le n g u a je p u e d a r e p r o d u c ir , e n e l s e n tid o lite ra l d e
tr a ñ a y a n tité tic a , a p a re c e fo n n ^ e d a e n d o s p rin c ip io s d e m i A x io m á tic a v o lv e r a p ro d u c ir. la re a lid a d e n su fo r m a a rtís tic a n o s ó lo se d e b e a q u e
p a r a u n a n u e v a fi lo l o g ía q u e s u e n a n a sí: c o n fie re a lo e s p e c u la tiv o u n a f o r m a s e n s ib le y p e rc e p tib le , s in o m c lu s o a
1° T o d o d e c ir e s d e f i c i e n t e - - d i c e m e n o s d e lo q u e q u ie r e . q u e e n e l le n g u a je a rtís tic o la t e y h a b ita , c o m o e n su m á s d ile c ta m o ra d a , e l
2° T o d o d e c i r e s e x u b e ra n te - - d a a e n te n d e r m á s d e lo q u e s e p e n s a r m ism o . A e s te f in d e b e m o s d e v o lv e r a la p a la b r a su a n tig u a d ig n id a d
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CAYETANO ARANDA TORRES
58. No puede (fccúse que II. hayadespreciado la función de significación, sino solamente su
reíanvízadón coma primer y necesario paso para Ja procuración delaobjerividad.
59. Cfr. Hegel: WL, U, 485; CL, 726.
60. Cfr. Snell: op. c¡L 47.
61. “El (ensálmenlo simbólico es el pensamiento a secas... Todo pensamiento es simbólico.
Todo pensamiento ecmamye signes al mismo tiempo que cosas" (Dclaaoix La íangage el ¡a
pensie, 602; apod 8ctrveraste, op. d L 29 nota).
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LENGUAJE V TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEOEL
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CAYETANO AKANDA TORRES
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lsnouaje y trabajo en el pensamiento 0£ hbgel
obra y un producto del hacer de todos, y una sedimentación del saber que
nos interpela y nos da que, y a pensar, el lenguaje traspasa toda considera
ción representativa, figurativa, sim bolizados de la realidad “prelingüíslica”,
si de tal pudiera hablarse, para deveni r la verificación del sujeto, su realiza
ción en un medio socio-comunitario y, en definitiva, la operación de tránsito
desde el modo de la representación al modo del concepto o la noción. En la
lengua estoy en lo mío y salgo fuera de mí, como si la verdad aconteciera en
el trayecto de salida de, y retomo a mí mismo.
En abierta oposición a los que defienden el carácter instrumental del
lenguaje para designar el pensamiento, Hegel enfatiza el poder originario y
fundante de la palabra. No por otra razón el pensamiento mítico confiere a
la palabra el poder sobrenatural de dar comienzo a las cosas, de hacer surgir
el mundo desde la nada, de crearlo lodo**. Porque toda palabra originaria,
y ahí está el ejemplo déla palabra poética para demostrarlo,revela y descubre
lo que ha permanecido oculto y vedado a la mirada y al interés humano du
rante siglos, remueve la sabiduría depositada en las palabras. Los hombres
pudieron pensar originariamente cuando el “verbo” les indujo a hacerlo y
los interpeló. Desde este punto de vista no hay pregunta por lo originario
que pueda ir más allá del puro contenido espiritual de las palabras, y por lo
tanto de su contenido creador y formalivo. Por lo tanto no hay iniciación
al margen de la interpretación de los signos, del hacerse eco de las señales
que provienen de las cosas. A esto no llega la filosofía de la reflexión, que
queda presa en la referencia signo/cosa, en la que trata de realizarse, a duras
penas, el pensamiento. Por el contrario, la demanda de absolutez que hacemos
al pensamiento, nos conduce a la compatibilidad, difícil en lodo caso, entre
el carácter incondicionado de todo saber filosófico que se precie, y su
profundo enraizamiento y materialización en la discursividad de nuestro
hacer y decir.
65. “El lenguaje y el mito son especies próximas. Siempie que tropezamos con ei hombre
io encontramos en posesión de la {acuitad del lenguaje y bajo la influencia de la función
milopoyórica" (Cassirer: Antropología filosófica, 166).
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CAYETANO ARANDA TORRES
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LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
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CAYETANO AEAMJA TORNES
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LENOUA/8 Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DK HEGfiL
72. Bi Piof. García Rúa, compañero del Dpto. deH losofíade 1a Universidad de Granada,
me ha sugerido reparar en la importancia del origen etimológico del dicen latino en el
detknymi griego, quesignifica señalar, indicar, mostrar, exponer, manifestar, declarar, etc. Le
agradezco desde aquí su amable sugerencia..
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CAYETANO A RANDA TOftftHS
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LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO 0 6 HEGEL
75. "¿Qué armonía preestablecida reinapues éntrela palabra y lo que dice hastael extremo
de que su objeto recibe de eUa su identidad?” (l.yotard; op. cil. 128) En términos hegelianos
cabe decir, del mismo modo, que la palabra recibe de la cosa su identidad.
47
CAYETANO AMANDA TORRES
76. “Pero como lo evolución del hablar va unida al desarrollo de) pensar, tal estudio del
lenguaje lleva a la autoconcicncia del hombre y al descubrimiento del cspírll u.... y si captamos
en el lenguaje las condiciones de la posibilidad del pensar, quizás por este camino, que vadesde
el hablar primitivo al complicado y diferenciado, podamos saber lambidn algo de lo que es
realmente nuestro pensar y cuál es el sistema secreto sobre el que se basa" (Sncll: op. cit. 12).
77. Ilegel: JR, 182; FR. 155.
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LENGUAJE V TRABAJO EN EL PENSAMIENTO De HHCEL
78. Idem.
79. Simón, op. cit. 255.
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CAYETANO AKANDA TORRES
80. Cfr. Bodamer: Hegel¡ Deulung der Sprache. 83. Cfr. también Simón, op. cit. 32
81- Bodamer, op. « t. 83.
82. Cfr. Gadamer: op. cil, 449; 33S.
50
LENGUAJE V TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE MEAR!
83. “El razonamiento y el discurso son, sin duda, la miBma cosa, pero ¿no le hemos puesto
a uno de ellos que consiste en un diálogo interior y silencioso del alma consigo misma, el
nombre de razonamiento?" (Platón: Sofista. 263 e; Diálogos, V, 471.
84. Salinas: op. cit. 433.
85. Lefebvre. Lógica/ormal, lógica dialéctica. 119.
CAYETANO ARAKDA TORRES LENGUA» Y TRABAJO BN EL «NSAM KNTO 0 6 HBG6L
lleva la simple enunciación de un estado de cosas elemental, se limita a depende en buena medida de las expectativas de la y que lo previo
argumentar contra los que destacan de modo irreflexivo qu elo inmediato es es más relevante, desde el punto de vista epistémico, que lo posterior. No es
loverdadero irrefutable. de manera que ellos mismos se vean confrontados posible sep^ a r limpiamente los momentos sensible y categorial de nuestra
con loque dicen, y se atengan asus consecuencias. Porque resulla que dicen experiencia; siempre se produce una preformación categorialde loinmedialo17.
siempre algo distinto a lo que piensan, en el sentrdo de que lo que dicen es Hegel anticipa este planteamento cuando destaca que lo que se
m '5 de lo que suponen y, c o ^ ^ u entemente, la verdad no está de i ladode patentiza a la conciencia, en su espontaneidad y n a tn c ^ ded, es lo úlümo para
loque suponen sino del hado de lo que dicen. Suponen que no hay diferencia la conciencia cienúfica. En este sentido, el "nosotros" de la conciencia
cualitativa entre lo que piensan y lo que dicen, pero se le impone la regla fenomenológicaseconsiituyecomo interlocutorenel instarnemísmoen el que
general de que nadie puede decir lo que supone. la conciencia natural dice haber llegado a una conclusión o haber obtenido un
resultado de su experiencia. Toda reflexión es para n^ o b o s un ir-dentro-de-
El lenguaje, que para la conciencia tal y com o aparece adopta la fo m a sí de la conciencia, a la búsqueda de su forma universal. La latervención del
de expresión gráfica u oral, no descubre una realidad subyacente ni otro ..nosotros" no es algo ajeno a laconciencia misma, pues ésta habla asum i^ d o
m odo de ser de la conciencia, ni sobreviene com o acontecimiento que y representando el papel del "nosotros", cosa que, por lo no ^ podría ser
ilumine un oscuro callejón sin salida, sino que sitúa a la conciencia sensible de otra manera. La conciencia fenoménica resulta co-accionada y remitida al
ante su organización lingüística, para que la propia conciencia rectifique su nosotros como a su momento esliuctural, al que el habla y la escritura
proceder, y admita que ella misma produce lo universal cuendo habla, cosa pertenecen propiamente. “El modo como se realiza la intervención del noso
que por otra parte no hace sino desarrollar una disposición congénita. tros en la conciencia receptiva individual es también el modo como el objeto
También le hace pensar en el riesgo que coire si reserva lo que piensa sm de la conciencia resulta detenninado por este Otro momento esliuctural
decir, porque nohay seguridad alguna sobre lo no-dicho" Perolo universal suyo... La forma en que se m aifiesta el objeto en la acepeión lingüística. es
tampoco puede tomarse com o lo absolutamente ajeno a la conciencia también la fonna ccornoel objeto es para la conciencia, ya queésta noes sólo
espontánea, sinocom o su naturaleza íntima y oculla, y como lo que explica conciencia mclividual aislada sino que es ya un ser social, como conciencia
su proceder. La universalidad que introduce el discurso y la escritura que percibe. La contradicción sólo se muestra cuando se pregufla a la
pertenece a la propia conciencia. Al hablar no estoy diciendo que no haya conciencia por su objeto. NosOtros interrogamos a la certeza sensorial, y
cosas particulares y discretas, sino que mi conciencia procede de modo ^ e s u^ ^ ^ n o s conelloquecstáen^ conclici^ sd e ^ ^ ^ ^ ^ o s '.. .Int^ pelades
exclusivamenteuniversel. Cuando tratode decir lo sensible lo universalizo, por y deede nt ^ w o s mia r o s míente nos enunciar úiuc ^ ^ r e lo que vemos,
en el sentido de que el “esto" es "esto" y el “ahora” es todo “ahora", ofinos o senfimos, y nos vemos sumidos en un diálogo previo a la pocibilidad
y de que el yo es quien unifica todos los puntos y momentos que se suceden de expresamos ndividuos.
en el espacio y en el tiempo.
De ttodo lo anterior resulta que la constatación y reflexión sobre la
Es un lugar común atribuir el carácter universal del pensamiento a su actividad expresiva de la conciencia, nos ha sumergido en el dinamismo
capacidad d e elaborar conceptos abstractos, y a que disponga de una cognoscitivo-ontológico,esto es, dialéctico de laconciencia fenomenológicaw,
experiencia acumulada que siempre se vuelca sobre cada situación concreta Demos comprobado que en el micio de la experiencia de la conciencia hay
de conocimiento. También se sostiene con frecuencia que toda sensación algo m '5 que meras opiiuones subjeüvas con pre^osi^ one de validez univer
remite y reenvia a otra previa desde la cual tiene sentido, y que el percibir 86* sal. Hayenconcreto un movimientocontinuo de comprobación y verificación,
y en consecuencia de objetivación, del saber desde las instancias que pcf-
86. H. escompleiamente ajeno alaproblemáticaieferidaalo no-dicho, que la hermenáutica
haabierto. Pucderesumirseestacontribución comoel intento de pensarel lugardc procedencia 87. Cfr. Adorno, op. cit 57: 82-83
de las palabras como to p o s “que envuelve a los interlocutores y que, de a manerai^ oaniculada 88. Simon, op. cit. 34.
está presente en lo que todavía no se hadicho” (Lyowd; op. ni. 131). El efecto de verdad de 89. Cfr Simon. op. cit. 32-33.
cualquier dicho uene que ver con lapresencian de lo no-dicho en el ^ decir(Cfr. IW^ dem141).
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CAYETANO ARAÑO A TORRES
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LENGUAJE Y TRABAJO EN BL PENSAMIENTO DE KEGEi.
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Cayetano aranda torios.
y ^ TRABAJO EL itloiil.
L 3. El planteam iento categorial del lenguaje. En este momento convieneexplicitar algo de capital importancia para
el fin que persigue el presente libro. "El concepto de interiorización
Hemos comprobadohastael presenleque el ^ oductodelaestructuración (Erinnerung) expresa el hacer propio de la m£traflsica"99^ La metafísica
lingüística de la conciencia es que la palabra, unidad d e sujeto y objeto, de occidental desde Aristóteles aK ant,seresum e como una reflexión categorial
ser en-sí y scr-para-sí, nos pone sobre la pista de la verdadera naturaleza del en tomo a la esencia del pensar humano. Interpretadasdesde el punto de vista
pensamiento. Esto, que he llamado el planteamiento categorial del lenguaje, gramatical, como niLérminos significativos, como üpos de predicados, como
aparece en H. al hilo de su meditación sobre el signo lingüístico; géneros supremos de las cosas, como predicaciones o como productos de la
percepción intelectual, las categorías y la meditación en tomo a ellas, han
” ... en el sign o el ser-para-s( es objeto como la esencia del objeto..., e ls e rd e l objeto es
combinado motivos lógico-lingüísticos con motivos ontológicos. Para Kant
el y o m ism o .. . la oosa no es lo que es; aquel ser es sí-m ism o Mi ser para es objeto
como esencia de la enlaudo en el recuerdo (Esi úneiung) sólo sintéticamente de las categorías son, desde el punto de vista trascendental, condiciones de
modo ex^ trínsec o. Aquí el yomismoes,como lo int e m >ll a v e s ) de la cosa, objeto. Esta posibilidad del conocimiento nitelectual, modos de unificar. sintetizar y
interioridad d e la cosa está aún separada de su aún no se ha puesto la universalidad objetivar los fenómenos. Para Hegel. el fallo del pensamiento kantiano
o la cosa como cosa’'?'. radica en sostener que las categorías se relacionan con los diversos modos
del juicio tal ycom o estos seencuentranen la lógica corriente, esto es, dados
Para H. pensar no es una actividad meramente subjetiva, particular y
empíricamente. Kant defiende que las categorías cotr o determinaciones del
contingente, sino per el contrario objetiva. universal y necesaria. ¿Qué es
pensamiento se originan en el yo que las dota de universalidad y necesidad.
pues la categoría? Un producto del pensar en su universalidad y necesidad,
Hegel, que com pane las tesis de Fichtc de que las categorías son el resultado
y el devenir universal y necesario de la realidad misma. En consecuencia,
de la actividad del yo. da un paso adelante al determinar la actividad
la categoría no contiene ni rastro de loem pírico, ni tampoco debe ser una
categorizadora humana vinculada al lenguaje y al trabajo. Y todo ello no
simple función gramatical. Esta dimensión categorial del pensar, que en
porque el habla o la escritura recreen o se inventen las categorías, ni porque
otro lugar se denomina el ahondamiento y profundización del pensar den
en los sistemas soci ales del idi oma y del trabajo se encuentren preconcebidas
tro de la cosa9495697, se produce cuando la palabra expresa la estructura interna
y ordenadas las categorías de nuestra mente. sino porque ambes modos de
del ser de la cosa. Es como si en las palabras las cosas abandonaran su
facticidad externa y accedieran a una existencia intema y esencial. El pensa acción determinan al pensamiento hasta tal punto que le obligan a ser un
pensamientoen palabras. y un pensamiento transfonnador. Como tendremos
ocasión de ver más adelante, la categoría ofrece estructurada la unidad del
94. Cfr, Simon. op. cit. 56.
95. Cfr. Rícoeur: "Hegel hoy"; E.rtudios d eD ew to (1980), 28. 215.
96. Hegel: JR, 182-183; FR, 155-156. 98. Hegel: w t . 11, 3; CL. 339
97. Cfr. Hegel: ENZ, panf. 23; ed. Nicolin-Pdggeler, 57. 99. Theunissen. Sein J1 d Schein, 32. El subrayado no en el texto.
56
57
CAYETANO ARAMIA TOtUUU
58
LKNOUAja V TRABAJO BN BL niMSAMSOTO 0 6 HEGO.
59
CAYETANO ARANDATORRES
103. Cfr. Heget: WL. 1,9-10; CL. 31. En un añadido al parágrafo 24 de la ''Lógica" de
Enciclopedia puede leerse lo siguiente: “Se supone babiiualmenle que lo absoluto debe
situarse lejos, en un más allá; sin embargo lo absolutoes precisamente lo total mentepresentc-
actual (das ganz Gegenwartige), que como seres pensantes lo llevamos con nosotros, aunque
sin concienciaeicpresa deello. Enel lenguaje, de modo eminente, están depositadas seme juntes
determinaciones pensantes (Denkbesummungen)..." (Hegel: ENZ, prrf. 24, Zusalz 2; W, 8,
85),
60
LENGUAJB Y TOABA/O BN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
61
C A PITU LO SEGUNDO
“Porque el lenguaje es un leve puente de sonidos que el hombre echa p or el aire para
pasar de su orilla de individuo irreductible a la otra orilla del sem ejante, para transitar
de su soledad a la compañía... Porque en el diálogo el hombre habla a su interlocutor
y a sí m ism o, se vive en la doble dim ensión de su intim idad y del m undo, y las m ism as
palabras le sirven p ara adentrarse en su conciencia y para entregarlas a los dem ás”10*.
63
CAYETANO
perimenta y objetivael hacer humano como referenciacontinua a un “ahora que produce la distancia y la separación, y hasta incluso cierta lejanía, del
au toconsciente”1os. De tal que siempre hay un índice de objetividad p o r ^ o inmediato. Cuando hablo, el ^ otroyaes ^ variaciónde mfmismo, una
que tiene que verconel proferir y el expresar,quees uunaloma deconciencia, variante de mi cuerpo, distante de mí poro con la que me ^ o go en contacto,
oun sa lo cualitativo en fota. La p r im e r a e p ifa n fa d e l le n g u a je c o m o " a h o r a un otro al que ^ ^ d o al liempo que lo enc a n o . La simbolización y la
a u to c o n s c ie m e " d e n e lu g a r e n e l c u e r p o Éste aparece atravesado por la den ^ r a ión que acontecen en el lenguaje ya presu^ ponen ^ escisión
lenguae inser to enella. F.s por la corporalidad por donde debemos empezar ten or al sentimiento de odisoluble e unaginaria utedad de mi e n cuerpocon el
a estudiar la interacción y la cansfonnación lingüísticas. cuerpodel otro. Precisamente porque he sidoseparado, om ehan separado del
originalmente del ^ seno materno y permanentemente del ent^ o social.
El lenguaje, que funciona como herramienta muchas veces inadvertida, m e veo forzado a comunicar con él. Una vez producida esta escisión
causa efectos, en prim er lugar, sobre el propio cuerpo del hablan te, pues no originara, esta especie de exclaustración o alumbramiento a la vida fuera de
en vano los órganos fonadores y auditivos, y la mano que escribe, son la m atrz originaria, es cuando se desarrolla una base orgánica que propicia la
componentes esenciales de una corporalidad con conciencia, y de una inexcusable demanda y necesidad de comunicación1™. La base orgánica
conciencia encarnada. Lo primero que cabe decir. cuyo alcance estaríamos originaria más propia del lenguaje es la voz, del mismo modo como las
muy lejos de poder ahora evaluar del lodo, es que antes de incidir sobre la extremidades loson del trabajo, yelloa pesar deque también nos comuniquemos
receptividad orgánica de los otros, el lenguaje surte efectos sobre el cuerpo con la escritura, los gestos, o trabajemos con otros órganos como pueda ser el
propio. Endeterm inadorespectom uy importante, la conciencia experiencia cerebro. Las preformaciones de la voz humana — irnos, aullidos, gestos y
su carnalidad al ser cuerpo parlante. El hablar hace del cuerpo conciencia, demás sistemas de comunicación animal— . ya indican cierto predom ino y
pero tam bién de la conciencia hace cuerpo. Con anterioridad a las señorío de la ocipiente inteligencia animal en relación con los efectos de las
consecuencias intersubjetivas de la comunicación, O t i la r p r o d u c e e l e fe c to circunstancias medio-ambientales sobre la vida de las especies. En la voz
c a te g o r ia l d e la in d is o lu b le u n id a d d e c u e rp o y c o n c ie n c ia , porque al hablar
animal se produce, siempre según H.. un proto-registro de sentido. de
ambos dicen algo, a saber, que ron lo otro de sí sin dejar de ser ellos mismos. significación, una extemación de vivencias que de algún hemos de
Cuando hablan, el cuerpo y la conciencia se entremezclan y autocancelan considerar como inte^ rnas a los individuos. y que nos llevan a pensar en una
com o cuerpo y conciencia aislados. Pero también yo diría que por hablar. cierta interioridad animal. E.a misma ananimall., que funciona también
algo del orden del cuerpo, y algo del orden de la conciencia. se ha perdido rudimentario medio de comunicación, se circu^ o b b e úni^ ^ e n te a las
para que se pueda dar esa unidad categorial de yo y cosa que habla. Alguna funci^ ones que prescribe el codigo genético de las especies. Y en laesfera de
pérdida se ha expenenciado por ser cuerpo hablante. y de algo carece la la experiencia del ser hu^ ^ pronto descub o ^ o s que lo onginal es la
conciencia cuando p recsa hablar y decir algo1™. contrntraclieciónentre laco^ o r alidad eomodeterminado m ^ ododeserorig i^ r io,
Liebrucks ha observado que “el lenguaje es la consumación del y la capacidad de hablar que interactúa con el cuerpo y lo transforma. De
encuentro humano con el mundo, la cual se ilumina a sí misma"*0'!. Su a manera que no es un problema dedisposici^ ones o prefo^ nnacioncs sm o d e la
aparición en el proceso de hominización introduce un elemento novedoso *1067 práctica ulterior de la capacidad de articular un lenguaje o d e fijarlo por la
escritura.
Al margen de sensaciones elementales, y de cierta receptividad y
1OS. Phlinom 363; Fenom 300. reacción alos estímulos externos, la voz es el prm er índice de la vitalidad de
106. lisia idea Lan ccara al psicoanálisis freudiano rcqucniíll un d e ll o li o especial, que
espero abordar en una futura publicación. Por el momento me conformo con apunlar la
indisoluble relación del saber, modo freudiano, con el deseo inconsciente. rtsle origina que
la m atura humanase deje llevar por unainstancia ajena. la pulsión sex ual, cuya recolección, 108. Desde una perspectiva marxista se ha destacado que sólo un trabajo complejo como
interpretación y expresión, siempre de l a d e la palabra, llamamos filosofía. el lingüístico puede satisfacer la necesidad humana de expresión y comunicación (Cfr. Rossi
107. Liebrucks: “Sobre la e s e ^ a del lenguaje... en Conocimiento y dialéctica, 17. Iandi: El lengu.aje como trabajo y como mercado 15).
64 65
CAYETANO ARANDA TOBKES
la cria del hombre1®. Muy pronto vemos que los sonidos, captados por el
propio emisor, son motivo de admiración y sorpresa, hasta el punto de que el
habla, incluso como balbuceo o grito, es el primer m odo de interiorización
del hombre, de que presupongamos un mundo último que debemos inter
pretar. De tal manera que no se da expresividad humana alguna que no
produzca un efecto sobre el sujeto que se expresa, un ir-al-interior del que
habla,aunquesóloseaporqueelotrocuentaconello. Los primerospresupueslos
removidos por la aparición y manifestación del lenguaje en los hombres, se
refieren a la interioridad o exterioridad del lenguaje respecto a la conciencia.
¿Es éste un sistema que le viene dado a la conciencia desde fuera, o sólo
encuentra fuera de sf, por así decirlo, el código de significación para vehi
cular el contenido mental? ¿Es la conciencia, en esencia, receptiva y
reproductiva, o activa y creativa en relación con el lenguaje ya constituido?
¿Es el habla mimesis, o a cada uno la lengua nos hace ser de una manera
distinta? Para intentar articular una respuesta a estos inteirogantes hay que
comenzar considerando que el mundo de las sensaciones nos ofrece la
modalidad de una síntesis entre lo interno y lo externo, entre actividad y
pasividad, entre receptividad y categorización. “Mulatis mulandis” ese modelo
puede ser aplicado al lenguaje como disposición, siempre que lo refiramos a
los dos conjuntos orgánicos que intervienen; de un lado los órganos fona-
dores y articuladles del sonido — cuerdas vocales, lengua y labios, etc.— ,
y por otro el oído. Ya esta dualidad de órganos hace presagiar no sólo el
carácter intersubjetivo sino también el carácter interorgánico de la interacción
simbó-lica. Si la boca es expresiva, el oído es receptivo, y ambos tienen que
ver sin embargo con la misma materia, esto es, con las vibraciones sonoras.
Hegel llegó a definir el sonido (Ton) como “el devenir puesto como temporal
de lo corpóreo (das Zeillichgesetzwerden der Kürperliche)”109110. El llegar a
estar situado en el tiempo del cuerpo que habla y escucha, representa el más
alto grado de incidencia de lo orgánico sobre las facultades humanas, por
que implica una transformación de lo corporal como palabra en el tiempo y,
en consecuencia, una transformación del cuerpo en cuerpo con conciencia
109. Repárese en el llamo neonatal cuyo significado plural ocasiona todo tipo de
especulaciones.
110. tlegel: ENZ, p u f. 401, Zusatz; W, 10, 109. Entiéndase que aquí' se habla de lo
corpóreo en sentido físico, y no del cuetpo animado (Leib), de tal manera que esa definición
de sonido puede aplicarse tanto al de las cuerdas vocales como al de la guitarta.
6 6
LENOUA/B Y TRABAJO BN EL PENSAMIENTO DE HEOEL
(Leib). La disposición a articular sonidos hace del cuerpo como ser origina
rio, un ser signado por la lengua, temporal y perecedero111.
Respecto a la interioridad supuesta al hablante, esta suposición deviene
alterada por efecto de la influencia que sobre ella tiene la expresión. Cuando
hablamos nuestra interioridad supuesta se cancela y se halla expresada fuera
de nosotros. De la interioridad del otro sólo me alcanza lo que el otro articula
con palabras. Previamente a lo sonoro y a la expresividad, nada, en realidad,
vale ni se afirma a sí mismo. De ahí que esa interiorización del sonido en la
escucha refleje que algo “material” viene aconfigurary educar la interioridad,
pero esa interiorización acontece por la exterioridad del sonido respecto al
hablante. Si oir es hacer intemo algo, es porque hablar es hacer extemo eso
mismo. En resumen, el carácter inseparable de la ejecución-realización del
habla, que reúne el decir con el oir, cancela lodo aquello que puede ser
atribuido a una interioridad inexpresiva, a un decir sin sujeto, a un mensaje sin
posible receptor, o a una escucha sin mensaje. Puesto que puede haber un estar
a la escucha previo a lodo posible mensaje, es posible hacer prevalecer la
escucha a la dicción, pero no al contrario.
La primera acepción de qué sea “interacción" en el filosofar hegeliano,
se refiere al establecimiento de un paralelismo entre el hecho de que lo sentido
de m odo interno sea simbolizado, o que lo percibido pase a ser nombrado, y
el proceso de proferir y expresar esa unidad de heterogéneos componentes.
Para Hegel, en toda la esfera del lenguaje se produce la síntesis o unidad
categorial de cosas que no son de la misma naturaleza, de elementos
contradictorios —palabras y cosas, cuerpo y habla, conciencia y lenguaje,
siga) y significado, etc.— , hasta el puntoqueel lenguaje constituyeel modelo
del devenir lo en-sí en para-sí. La palabra es el eslar-alif (Dasein) temporal de
lo interno— la conciencia oel espíritu como loen-sí— , en loque la conciencia
y el espíritu llegan a ser para-si11*. Tomando el cuerpo como lo potencial, la
lengua le da forma y lo actualiza. Conviene registrar esta vertiente del
problema de acuerdo con la que la “exteriorización" (Entáusserung) en la que
se resuelve el hablar, por la que devienen puestas f uera y objetivadas todas las
certezas internas, corre paralela a una corporalización (Verleiblichung), que
más que tal es una encamación, de las determinaciones intemas. De manera*12
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CAYETANO ARANDA TORRES
6 8
LBNGUAJH Y TRABAJO EH Si, PENSAMIENTO DC MFOKL
69
CAYETANO ARANDA TORRES
“ La boca que habla, la m ano que ciaba ja y, si se quiete las piernas, son los órganos
efectivos y ejecutivos que tienen en ellos mism os la acción com o acción o lo interior
com o tal; pero la exleiioiidad que lo interior gana por medio de ellas(boca, m anos,
piernas],es el hecho (Tai) com o una realidad efectiva separada del individuo. Lenguaje
y trabajo son extem alizaciones (Á ossenm gcn) en las que el individuo no se retiene n i
posee e n él m ism o, sino en las q u e de ja que lo interno llegue a ser totalm ente externo
a sí. y lo abandona a otio” 11’.
70
LENGUAJE Y TRABAJO BN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
gresivam enteconel desairollo del filosofar post-hegeliano. S eha sostenido desde el punto de vista del sentido que tiene la acción de lo absoluto en la
que la pracúcidadde la conciencia y el espíritu en H. es por sí sólo un aspecto conciencia finita. Con la palabra puede el hablante renunciar a lo suyo y
abstracto del saber, por lo que se impone retrotraer este a su int^ erna retirarse de lo dicho y hecho, y ganar una distancia y separación crítica
lingüisticidad, faceta a la que se subordinaría incluso la practicidad del mayor que con cualquier otra actividad. Hegel no pierde de vista ni un
trabajo1” En este m s m o orden de cosas, se ha defendido el carácter momento, como veremos adelante, la íridole en ciertomodocompulsiva
abstracto y parcial de toda separación del lado teórico y el lado práctico de de las necesidades y apetencias que originan el trabajo, ni olvida su
la conciencia. pues ambos vienen a ser abstracciones parciales de la condición forzada vistodesde la perspectiva de la interacción. Mientras en
lingüisticidad de la conciencia^ . Para aceptar esta última tesis es preciso el trabajo se produce la disparidad y heterogeneidad entre el planoproyecto,
admitir por un lado la presencia en H. del dualismo entre el conocimiento y la realización, entre deseo o expectativa y resultado, entre la voluntad
teorético y conocimiento práctico en relación directa con el tema del subjetiva y la efectividad social, todo lo cual configura ^ realización
lenguaje, y por OIIO lado que se contenga en nuestro autor la efectiva imperfecta e incompleta de la subjetividad. en el caso del lenguaje no hay
superación y subsunción del trabajo por el lenguaje. Esto úlUmo no quita que distorsión, no hay foczamiento, ni separación insalvable entre lo que nos
la Fenomenología atribuya al lenguaje un papel preponderante en la proponemos y queremos decir y loque efectivamente decimos, dado que las
configuración de lo absoluto, absolutoque se presenta en la autoconciencia posibles distorsiones fonnan pane de la acción en tanto espiritual. P or todo
del espíritu com o un co-acto de lenguaje, y no, por poner un ejemplo, como esto el lenguaje representa una objetividad ideal, no contaminada ni
la práctica de la revolución social o la transformación de los instrumentos, manipulada, ni suceptible de ser remitida a un hipotético nivel pre-lingüís-
medios o foimas de la producción y del trabajo humano, dicho sea con el tico que lo determine y condicione.
ánimo de no enmascarar el planteamiento hegeliano.
Esto que vengo diciendo. y no otra cosa, fue lo que Marx entendió
Cuando en el texto anterio^ ^ t r recogido se habla del lenguaje como cuando sostuvo, apuntandodirectamente a Hegel, lo que sigue: “Una de las
el ser-ahí del puro sí-mismo, se sobreentiende que se refiere al espíritu como tareas más difíciles para los filósofos es descender del pensamiento al
marco de referencia de toda praxis. Es ese ámbito en donde el lenguaje mundo real. La realidad inmediata del pensamiento es el lenguaje. Del
adquiere su más honda dimensión; en lo espiritual se produce la interacción mismo modo que los filósofos han independizado el pensar. debieron
del nosotros en el tiempo porque el espíritu es lenguaje y el lenguaje espíritu, independizar el lenguaje en un reino propio”1” . Todo el planteamiento
y esto de modopreeminente. No hay subsunciónni superaciónexplícita del idealista le parece a Marx insuficiente, dado que a la vez propugna como
trabajo por el lenguaje, sino simplemente una int^ ernaconstitución lingüística remedio la total inmersión del lenguaje en el mundo de la vida, con lo que
del espíritu com o íactor determinante del progreso científico de sus esto implica de restar independencia al pensamiento puro, que tiene que
determinaciones, progreso que no se Ice también en su faceta de trabajo presentarse necesariamente en forma de lenguaje si quiere ser verificado y
productivo. Es como si dijéramos que el lenguaje es más pluridimensional realizado. Para Marx, el idealismo, que desarrolla el lado activo de la
que el trabajo en la filosofía hegeliana. Ambos causan idéntico efecto de individualidad burguesa, enraíza el pensar en la lengua, y propugna la
verdad para el espíritu, como tenderemos ocasión de ver por lo que se refiere independencia de ambos respecto al resto de las formas de la actividad
al trabajo en el capítulo siguiente, pero el lenguaje es mucho más versátil1234 práctica. En efecto, la discrepancia se centra precisamente en si la unidad
categorial, que no se cuestiona, entre lenguaje y pensamiento. es una
referencia a sí misma (Hegel). o dice referencia a otra instancia como puede
123. G. Kimmerle acusa directamente a Habermas de interpretar a Hegel como integrado ser la práctica laboral enajenante y enajenada de los hombres en la sociedad
en un paradigma prcüngllístico: “Habermas afirma en serio que Hegel piensa en marcos
capitalista (Marx). Para éste últimose trata de sobredete^ ^ m a ambos, pen-
teóricos de ^ f t subjetiw'dad monologistaydel entendimiento prelingUístico. En estaaf'tnnación
no hay nada de verdad" (“Gerd Kímmerle [Entrevista con...j"; <<Daimon>> Revista de
Filoso fo, nRJ. 1989, 241).
124. Cfr. Simon, op. cíL 115 y 131. 125. M^ EW,3, 432; l a ideología alemmtana, 534.
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CAYETANO ARANDA TORRES
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LENGUAJE Y TOAS AJO EN EL PENSAMIENTO DE (JEOEL
para ser a h í (nicht da zu sein), ni para ser ahí a través de este desaparecer. Este
desaparecer es, por lanío, inm ediato perm anecer en sí mismo; es su propio saber de s í
com o de algo que ha pasado a otro s í mismo, que ha sido captado y e s universal"07.
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CAYETANO ARANDA TORRES
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LENGUAJE Y TRABAJO SN EL PENSAMIENTO DE MPr.PI.
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C A P IT U L O T E R C E R O
“ En todo lo que el ser hum ano hace suyo ha penetrado el lenguaje" (H EG EL)1” .
132. “"In alies, was dcr Men$ch zu dem Seinigen machi, hat slchdie Spiacheeingedrángt".
133. Cfr. Herder Ensayo sobre el origen del lenguaje, en Obra selecta, 208.
134. Uedó: "Rlosofíadel lenguaje como historia de la filosofía”, en Filosoflay lenguaje,
39. Cfr. Herder, op. ciL 195.
135. Valls Plana: Del yo al nosotros, 385.
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C A Y lA N O A^ RM'DA 1,£N<KJAJH v TRABAJO EN EL PENSAMIENTO OS 1IEGEL
lenguaje en todas las esferas del pensamiento y la vida radica ensu naturaleza esa obra no sería nada sin la simultaneidad y sincronía de la recreación de
intersubjetiva, o mejor colectrva y comunitaria, en muchos casos ajena y la lengua por los hablantes y/o lectores. Porque, en efecto, la lengua no es un
extraña al 'm dividuo,quevecomo sepierde su propia libertadendet^ ^ íria d as archivo muerto donde ^ o n g m o s las palabras para revit^ &las con el uso
y concretas experiencias lingüísticas, pero que al fin y a la postre no tiene otro y, en consecuencia, no a podemos inventar nada, y sólo nos está dado disponer
remedio que andar a remolque de la intema articulación del espíritu en la deunos recursos lingüísticos írrito s y definidos de antemano. La lengua no es
lengua, y de ésta en aquél. De este modo el individuo, inmerso en la red social eso, sino sobre todo y ante t^ to interpelación, reto y de m u da de pronun
entretejida por palabras, sólo se objetivará si alcanza a hacer consonantes su ciamiento. Si la lengua nos interpela propi^ ^ ^ es porque ella misma es pura
hacer con la obra universal del espíritu, bien sea para amoldarse a él, bien sea actividad al margen de los hablantes, pura vitalidad. acción y desarrollo con
para discrepar e impugnarlo o cuestionarlo, peno siempre dentro de los cauces independencia de los usos y las costumbres de los hablantes. Cuando H. dice
de la expresivdad que hace posible el proceso de individuación. Es conve del lenguaje que es "el verdadero ser del espíritu como espíritu’’’^, quiere
niente recordar aquí que el trabajo, como veremos más adelante, también decir que el espíritu por estar urdido en y con el lenguaje, y éste en aquél, es
exterioriza la subjetividad en obras, pero éstas como realidad-efectiva que pura dinamicidad y actualidad, y que el lenguaje es la verdadera fuerza
son, van destinadas a su enajenación (Veriius^ tu n g) jurídica y mercantil actuante y operante del espíritu. Aquí se apuma de nuevo la primacía del
desde el mismo momento en que son pensadas en el marcode la acción social. lenguaje sobre lo dicho y de esto sobre el que dice.
Por el contrario, conel lenguaje espiritual cada uno exterioriza su particula Uno de los presupuestos del que hay que partir en este tema de las
ridad en favor de lo universal, pero sin la renuncia expresa a la actividad ni a relaciones entre lenguaje y espíritu, se refiere al acuerdo tácito y general que
la obra, que puede ser recuperadas y actualizadas en cualquier momento. existe de usar el lenguaje como el medio explicito de comunicación social.
enajenar y hasta vender mi discurso en favor de alguien, como sucede Qué duda cabe que H. ha primado, o así se ha querido leerlo, la característica
en el caso del lenguaje servil, p e o ni mi capacidad de hablar, ni todas mis de acuerdo, y de unidad e identidad común que el lenguaje tiene respecto a
palabras puedo dejarlas al arbitrio ajeno, pues eso no es posible. En todo los hablantes, en detrimento de su uso interaclivo e instrumental. El len
momento es factible retrotraer lo dicho, corregirlo o rectificar, con lo que guaje podría ser el medio universal de comunicación si cumple el requisito
recupero el crítico de mi palabra. de ^ poder ref^ erirse, y por lo tanto cuestionar y denunciar, al resto de los me
PPero aún queda por dilucidar la mutua imbricación no siempre exenta de dios de inte^eción social, y especialmente a la interacción írs trumernal y
tensiones entre espíritu y lenguaje. No han faltado voces que defiendan la técnica. Desde esta dimensión especial, el espíritu se convertida por mor de
existencia del lenguaje a modo d e estructura pre-fenomenológica y pre- su articulación como lenguaje,en elmodoespecíf ico de organizar la totalidad
experiencial, de manera que en esa primera ffase el lenguaje se identifica con de los medios con los que los sujetos socales viven e interaccionan. Extraer
la inmanencia de la conciencia a sí misma, con cierto diálogo interior, o con estas conclusiones a partir de H. es muy fácil, dado que el espíritu no es el
la identidad delespíritu consigo antes de exteri^ ^ ^ s e espacio-temporalmente inmóvil fundamento de la subjetividad, ni una supraconciencia anterior o
como conciencia tal y como aparece‘36- Esto acarrearía tomar el lenguaje posterior a la existencia de individuos concretos, sino que es en esencia un
como obra acabada del espíritu, que subyace como contenido latente en las medio vivo de comunicación y transformación, y la sustantividad de la
disporicioncs hwnanas anteriores a la dicción y la escritura, y que éstas no comunicación y la transformación mismas. Habennas ha definido la noción
hacen mas que actualizar. Es suponer que la actuel^eción y activación del begeliana de espíritu con las siguientes palabras: “el medio en el que un yo
lenguaje espiritual por la conciencia fenomenológica no añade nada a lo que comunica con otro yo y a partir del cual, como de una mediación absoluta.
ya era el espíritu previamente a ser enunciado. No cabe duda que la obra del se forman ambos sujetos recfprocarnente"’38.
espíritu precede al individuo que encuentra en él su elemento propio, pero
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LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
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CAYETANO ARAfíDA TORRES
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LENOUAJK V THABAJO flN W, PftNSAWtEWTO DE K EO a.
149. Como es bien sabido H. tiene en mientes el lenguaje paródico de Didcrot (Cfr.
Didcrot: El sobrino de Ramean; Novelas. 170-172.175, 191-193, 196-197.213.227, 234, y
242).
Í50. Phünom 371; Fenom 307.
151. Phünom 458; Fenom 380.
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CAYET7ANO AGRANDATOt^K ^ G U AJl Y TRABAJO ll.N llEGl
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CAYETANO ARANDA TORRES
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LEN0UAJB V TRABAJO EN EL PSVSAM1BNTO 0 £ SffiGBL
toda exper iencia de saber científico. Por primera vez en la histori a del
pensamiento occidental, Hegel culmina y da cumplimiento y destino
especulativo a la determinación griega del hombre com o zoón lógon éjon.
Para concluir, nada mejor que unas palabras de un pensador que como
ningún otro en nuestro siglo ha pensado de modo pensante, valga la
expresión, la historia del pensar: “Solo podem os suponer porque
« h a b l a m o s » . Esta exleriorización (Entausserung) tan grande existe sólo
en el recuerdo (Erinncrung) próximo del lenguaje. Esto se corresponde con
la determinación del hombre en la antigüedad com o zoón lógon éjon. En la
Fenomenología del Espíritu som os una y otra vez empujados hacia el
lenguaje en su fundamento esencial: el lenguaje constituye el ser-ahí del
sí-mismo como sí-mismo”141.16
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SEG U N D A PART E
E L T R A B A JO
LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO I » HEGEL
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LENOOAJB Y TRABAJO Bfi EL PENSAMIENTO DB HBGEL
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CAYETANO ARAMIA TORRES
170. Lüwith; Vori Hegel 2u Nietzsche, 286; tred. esp. 370 (En esta (reducción ct término
“Entkusscrung" se vierte Incomprensiblemente por "autodeterminación").
171. Idem.
172. Marcuse: “Uberdiephilosoptnschen Grundlagen des wirtschaftswisscnschaAlichen
Axbeúsbcgriffs", en Kultur undGeseltschaji.l. 10; trad. esp. Ética de la revolución, 13. (E)
subrayado no aparece en el texto).
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l e n g u a je y t j i a í a j o e n e l p e n s a m ie n t o d e h e c s l
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CAYETANO ARANDA TWUUiS
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UENOUAJB y TRABAJO EN El. PENSAMIENTO DE H EraJ
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CAYETANO A RANDA lORRfcS
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LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PGNSANÜENTO DE HHGEL
179. Kant: Kritik der Urteilskra/t, pairf. 43; Wetkausgabe, X. 237; irad. esp. 208,
180. Ibidem, 237; 209.
181. Kant: Óber Püdagogik, Wcrkausgabc, XII, 730; trad. esp. 62-63.
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CAYETANO ARANDA TORRES
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CAPITULO CUARTO
TR A B A JO Y SU BJETIVID AD
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LENGUAJE V TRABAJO EN RL PENSAMIENTO D6 HEGHL
189. “En la filosofía griega el término lógos sugiere siempre y conlleva la idea de una
identidad fundamental entre el acto de hablar y el pensar" (Cassircr. AntropologíaJUosáfica,
190. Lo mismo podría decirse de la identidad dclap ríx /so lap o ferisy el pensare, en general,
entre el pensamiento y lo real.
190. Gadamer: "Hegel y la dialéctica de los filósofos griegos”, en La dialéctica de Hegel, 21.
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CAYETANO ARAÑOA TORRES
191. Cfr. ilegel: Ober die wissenschaflíkhe Behandlungsarten des Naturrechls, seine
Stelle inderprakltschenPhtlosophie undseinVerhdltniszu denposiíivenRechlswissenschafien;
W. 2. 476-478.
192. Hegel: Ibi'dem 478-479.
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LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
193. “La negación determinada, a la que podría reducirse lo fundamental de! método,
postula, de acuerdo con esa relación dialéctica entre el saber y el objeto, la apertura de la
conciencia a nuevas experiencias y realizaciones, impidiendo 1a absolutización de ninguna de
ellas" (Alvarez Gómez: Experiencia y sistema, 355).
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CAYETANO ARANDA TORRES
194. Cfr. llegel: Syslemder SiUlichkeit (SdS) 10-11; £ í sistema de ¡adicidad (SE) 113.
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LENGUAJE Y TRABAJO EN BL PENSAMIENTO DH HKOEL
goce obtiene en esapo ten cia es totalm ente ideal o subjetiva; es de modo inm ediato lo
contrapuesto suyo; la detenninabilidad no entra en la objetividad (Objektiviiat) de la
intuición, de m anera que sur ja p a ra el sujeto a lg o q u e él reconozca como identidad de
lo objetivo y lo subjetivo; e sta identidad está solo trasladada al individuo, por lo que
el objeto, que está determ inado de un m odo puramente ideal, deviene sencillam ente
aniquilado”155.
1 09
CAYETANO U!NOUIJ8 Y 1 1 B 1 J O BN l l Dli
3. La posesión comoderecho derivado del trabajo con sudoble vertiente mente se quisieran lograr. Este es el m ^ tocom o la acción laboral llega a ser
de autoconservación y de consumo del producto. en nuestro autor, a diferencia de otros sistemas de p e ^ ^ f u ento, neción
Como vemos, en base a la naturaleza y determinaciones del producto ^ t o ^ n e ntalprogr^ ^ f o respecto afines. Pero además el instm rumene hace
de la subjetividad ^ instancia inteligente y no ^ mero mecánico, de
del trabajo, H. establece la fuente de las relaciones jurídicas entre los
m arera que la herramienta no embrutece sino. antes al contrario, desarrolla la
hombres. y sus ulteriores mediaciones éticas y políticas. de gran interés
inteligencia. Por ^ r o lado, la inteligencia obtenida d eesta a manera ret^ a el
especulativo.
goce, aplaza la satisfaceión, inhibo la apetencia, y hace ^ emerger lo que
Todavía nos queda la consideración del instr^ nento y su imponancia ll^ ^ m os con H. “el p e ^ ^ f u ento de la inteligencia"'”
como mediador en el proceso de t r ^ formación de la subjetividad por el
Pero aúnhay más en relación con el inscurnento. puesto que además es
irabajo. Con el instrumento nos instalamos en la contradicción implícita en
evidente que iransfonna la inhabilidad y torpez a natural humanas, y que llega
el uso y aprovechamiento de las fuerzas naturales, y en el recurso a
a ser independiente, con la técnica maquinista, de su subordinación directa a
conocimientos de los rudunentos técnicos que aumentan y prologan las
limitadas capacidades humanas. Hegel registra la preponderancia de la los órganos humanos. Hegel, que no está pensando en el rudimentario martil lo
Corma en el instrumento, de lo conceptual frente a la materialidad de la que o en el arado, sino más bien en la naciente maquinaria industrial, anticipa de
está hecho. y frente a la cosa sobre la que actua. El instrumento, así como modo certero que la máquina-herramienta está destinada a ser la depositaria
los útiles y herramientas, producto del propio trabajo, media de modo exclusiva de la subjeiividad del trabajo, de la mala subjetividad forzada y
eminente entre las determinaciones contrapuestas de la actividad humana. subordinada, por virtud de la cual la acción laboral es sufrida y penosa. Se
puedelablar delasustitucióndela fuerzaffsicahumanaporla energía liberada
“Por wi lado el instrum ento es subjetivo, en la esfera de la fuerza bruta (G ewalt) del por la máquina, de tal modo que el instrumento dirigido y controlado por
sujeto trabajador, y to t^ m e n te de ^ ^ ^ ^ o por éste, dispuesto y elaborado por el
nosotros nos proporcione el modelo universal de irabajo productivo sin un
sujeto, y dirigido objetivam ente (objektiv) contra el objeto (G cgcnstand) del trabajo.
A través de este med i o cancela el sujeto la inmediatez del aniqui l ar; pues el trabajo, gasto de energía enbrutecedor. En resumen y de m odo general, para H. no
com o un aniquilar de la intuición, es igualmente una aniquilación del sujeto, una ^ ^ ú ^ productividad^ ^ ^ ó n ca y social s n la ^ maq^ uinisu‘99.
negación, m era rcf ^ ^ a d a cuantitativa en tanto puesta en el sujeto"'" .
No deja de llamar la atención tampoco que. con ocasión deesta reílexón
A través del uso del instrumento se aniquila un primer nivel de la f d ^ ó n ca sobre la a c ió n instrumental, H. ha introducido la consideración
subjetividad del trabajador, que consisteen atenerse a la carencia natural de especulalivadeloqueparaélsu^ poneclmsuu^lenloporexcelenciadela^ raz.ón:
forma, tanto de sC com o de la cosa. mstrumentos inauguran el hacer el (Rede). Entendida ésta como lo que de ideal tiene el individuo, c a n o
fonnal, introducen la forma com o ser-para-sí del sujeto y la técnica como una i n formaque es realidad-efectiva, la reali1ac ió n de la lengua obliga al sujeto
posibilidad de uúorm ar la naturaleza in-fonne. Si tomamos al instrumento a concebirse como “un ene (Seinde) para s f “” . el habla, el carácter
com o realización dirigida a otras ^ ^ l a aciones, como finalidad para otros instrumental de la acción humana llega a su rac ionalidad plena, porque el habla
fines, el utensilio representa fielmente la racionalidad efectiva de la acción como acto ofrece la expresividad y transparencia del sujeto. Tanto el trabajo
humana. Quiere esto decir que la acción mstrumental se destaca frene al como el lenguaje se conciben en la dialécuca de la satisfacción de las nece
esfuerzo y el balbuceo subjetivos inmediatos por cambiar o alterar el sidades, o sea dentrodel proceso de msti tu irrelacioncs de trabajo y producción.
proceder natural delas cosas sin conocer su legalidad. Las herramientas que Desde esta perspectiva también el lenguaje es trabajo humano y las lenguas
el hom bre usa cuando trabaja exigen la disposición previa de un plan, su objetivación.
programa o proyecto. y su evaluación respecto a los Cines que pretendida-
1 10 l 1l
CAYETANO AHANDA TORRES LENOUAJH T TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
Dejando porel momento a un lado el tratamiento del trabajo e n relación e sp iritu a l se e le v a p o r e n c im a d e la to s c a p ra c tic id a d d e lo o rg á n ic o e in teg ra
con la mala subjeüvidad puesta en juego en la prácúes, y que se trataha de la m o tiv a c ió n e x te rn a e n la a u to m o tiv a c ió n in tern a del esp íritu . A e sta
suprimir, veámoslo por un instante relacionado con la conciencte subjetiva su p e ra c ió n d e la e x te r io rid a d , e n la q u e se in c lu y e la e s fe ra d el in stin to , lo
qu edesea. ycon la voluntad. Como enotros momentos deest.as mw sUgación, lla m a H. " id e a lid a d ’>202. D e a h í la d e fin ic ió n s is te m á tic a q u e e s p re c iso
se impone ^ una referencia, siquiera escueta, al diferente teatamienlo que la in tro d u c ir d e lo q u e e n te n d e m o s p o r a c tiv id a d e s p iritu a l.
noción de deseo recibe en el sistema kanüano y en el begeliano. En Ia precisa “ Todas las acúvidades del espíritu no son olía cosa que distintos modos derclroiraer lo
medida en que la autoconciencia se nos aparece en forma de desp o éste llega exterior a la interioridad que el espíritu mismo es, y sólo por m edio de esta reconducción
a ser la verdad de la conconciencia que siente, percibe y enüende, y el modo de (Zurückfühnmg), de ésta ide^ ^ a c ión o asimilación de lo exterior deviene y exi ste el
la integración de ésta en la conciencia volitiva. Por esta causa endon d que a cspíii tu'"21».
toda teoría de laobjetividad, atoda explicacióncientílico-genéüca del proceso A tra v é s d e la in te rio riz a c ió n d e la m o liv a c ió n e x te rn a , q u e e n K ant e ra
de objetivación y del estatuto de la objetividad filosófica, H. antepone una el o rig e n d e la a c c ió n n o lib re , p u e d e el h o m b re e le v a rs e a la c o n s id e ra c ió n
"te0ría del deseo”20. Pero, ¿se puede hablar de una teoría del deseo en R con d e la m o tiv a c ió n in te rn a , q u e le h a c e tr a s c e n d e r el p re g n a n te m u n d o ex te rn o .
independencia o con anterioridad a su doctrina del sujeto-objeto concienUeo?. La Id e s f ^ c ión e s sin ó n im o d e c a u sa c ió n h u m a n a , d e in te ^ a h ^ ció n d e lo
dif icultad y la inoportunidad en este contexto de dar °:°a respuesta taxaUva a e x te rn o , d e e re c c ió n d e u n a le g a lid a d o p u e sta al p ro c e d e r n a tu ra l, d e u n a
esa pregunta, no nos dispensa de plantear la elaboración begeliana del tema m o tiv a c ió n q u e e le v e la lib e rta d d e s d e la e v ita c ió n d e las c a u sa s e x te rn a s,
del deseo. h a s ta la s u b s u n c ió n d e lo e x te r n o p o r lo in tern o , c u a lq u ie ra q u e s e a la
De todos es conocido que tras la dialdeüca del deseo late el asunto de la n a tu ra le z a d e lo e x te rn o . L a c la v e d e to d o e l p ro c e s o s e c ifra e n e l re c o n o c i
interacción de los sujetos en el horizonte del espíritu. En su primera apropi a m ie n to su p re m o d e lo n t e r n o c o m o la fo r m a y la ra c io n a lid a d d e lo e x te r n o .
ción al problema. H. rechaza el recurso y la apelación al modelo de is ü n to D e u n m o d o s e m e ja n te re c o n o c e m o s c o n H . q u e el tra b a jo i n ^ t á u c e
para explicar la facultad desiderativa humana. El mstmto enarurnal debe ser u n a c a u s a c ió n n o n a tu ra l, ^ n e c e s id a d in te rn a al e sp íritu , c u y o m o d e lo
contrapuesto fitmememe aJ obrar pensante e inteligente. Como “excitación n o p u e d e se r d e d u c id o d e n iv e l alg u n o d e p ra c tic id a d e n la v id a o rg á n ic a .
interna ligada a la apariencia (Scheine) de una excitación externa’201, el C o n s e c u e n te m e n te, e n el h o m b r e te n e m o s q u e p o stu la r, a d ife re n c ia d e lo
instinto presenta una inaccesibilidad esencial no sólo para explicar la con in s tin tiv o , "e l se n tim ie n to d e lo .fa lla (G efü h l d e s M a n g e ls)..., y la p u ls ió n a
ducta humana, sino también para su mera integración en un sistema del saber c a n c e l a r l o " ^ , in c lu so c o m o c o n d ic ó n p re v ia al e s ta d o d e e x c ita c ió n y ten
científico. Hegel nos habla incluso de "misterio total" cuando se trata de s ió n q u e p ro v o c a , e n la c o n c ie n c ia e s p o n tá n e a , u n o b je to o u n s u je to d e s e a d o .
concebir al hombre bajo el patrón de la conducta instintiva, y por lo tarato A n a d ie se le o c u lta la im p o rta n c ia q u e tie n e p a ra la filo so fía , y p a ra n o s o
recusa que el instinto pueda ser objeto de consideración filosófica. Pór otro tr o s q u e e n s a y a m o s in tro d u c im o s e n e lla , p o s tu la r el d e s e o c o m o el s e c r e to 2034
lado es preciso constatar que en la historia de la filosofía se ha producido un
acuerdo casi unánime en concebir la razón como autofinahdad interna, y en
coniraclicción con el carácter totalmente externo de la finalidad instintiva.
202. Hegel: EENZ, prrf. 381. Zusatz, W, 10, 21.
No obstante y en la esfera de la vida orgánica, la impronta de las motiva
203. Idem
ciones orgánicas, la impronta de las motivaciones que están al margen de 204. Hegel: ENZ. pn'f. 359; ed. Nicolin-Poggeler, 296. Si de convergencia cabe hablar
la razón. suponen el primer esbozo de lo práctico. Pero en defmitiva, sólo lo entre l legcl y Freud, lo es porque Frcud as^aro'a sinreparos esa noción de deseo relacionado
con la falla. si bien su deseo es esencialmente inconsciente, a^™ ación de la que creo que no
anda lejos el propio Hegel, y por la idea compartida de progreso a través d ela regresión que
^ r a t eriza tanto el saber hegeliano que ^ marcha hacia su rad^romprensión en absoluto,
200. Cfr. taran; El ^ minario: 2. Elyo en la teoría de Frc11d y in la técnicapsicoanalfitica,
^ como el saber inconsciente cuya ori^radidad radica, sobre todo, en su e
331 y ss.
infantil.
201. Hegel, ENZ. prrf. 361: cd. Nicolin-Póggeler. 2 9 .
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CAYETANO ARAKDA TORRES
205. “¿No es pues el deseo lo que {titnanece siempre impensado en el corazón del
pensamiento?" (Foucault; Les mots el ¡es chases 386; trad. esp. 364).
206. Lyotard cierra su profundareQexión con una respuesta contundente a la preguntade
por qu¿ filosofar “porque no podemos evitar esto: atestiguar la presencia de la falta con la
palabra" (Lyotard: op. cit. 164).
207. En la misma linea se sitúa Engels al reconocerque el trabajo y el lenguaje son losdos
impulsos (Antiiebe) esenciales bajo cuya influencia se produce el proceso de hominización.
(Cfr Engels: Dialektik der Notar, MEW. 20, 447-448; trad. esp. 146).
LENCHJAJB Y TOAS AJO BN EL PGN1AMKNTO QB HEGEL
211. Cfr. Itegcl: VOPh. W. 18. 383 y ss; LHP. 1, 307 y ss.
212. Hcgel: VGPh, W, 18. 384. Lamentablemente no be encontrado el pasaje en la
traducción espadóla.
213. Cfr. Hogct: PhP, W. 4. 57.
u w o u a jr v t r a b a jo bn ul w s a m i e j í t o db w c s l
214. Cfr. Aristóteles: De anima, III, 10. 414b, trad. esp. 175.
215. PhXoom 134, Fenom 107
CAYETANO ARANDA TORRES LENGUAJE r TRABAJO KN EL PENSAMIENTO DE KEGEL
pensada como insita en el pensar mismo, la m ismidad tiene que extenderse universalidad, necesito cuando menos que me sea reconocido el deseo por
hasta lo otro impulsada por una carencia fundamental, por uuna falta en ser. el deseo de otro, y necesito, al mismo tiempo, reconocer el de otro tan
Precisamente el ratifica la conciencia como autorreferencia, pero la esencial como el mío. Esto desemboca en la necesidad de reconocer a otra
endereza a autentificary verificar ese autorefcrirse en lam ultiplicidad dela autoconciencia para poder ser yo mismo autoconciencia. Pero además
existencia sensible, hacia donde ella ccre enconlrar lo que no tiene. La cosa n ^ ^ ito al otro para que ambos, uno y olro, co-laboremos en la tareacom ún
de la concienciadesiderativa es lonegativodadoque se ha reconocido como de transformar el mundo. De esta manera, la dialéctica del deseo nos lleva
carencia y falta. El dilema que introduce el desfiladero del desco para la a plantear el cabajo com o la actividad de la intersubjeúvidad interactiva.
conciencia de sí es: ¿cómo ella puede ser el fundamento y la verdad del
objeto del siéste se paenuzacom o f a lu y ausencia?. ¿cómo el objeto
puede colmar el deseo si está definido como negauvidad esencial respecto
al ser-sí-mismo? La respuesta a estos merrogantes nos tiene que venir dada
por el propio devenir del “oscuro" objeto del desco. Eso mostrará que tanto
el deseo como su objeto son detenninacioncs de una subjetividad dinámica,
procesual y cambiante. Este permanente mutarse y trasmutarse conduce al
reconocimiento de que la verdadera satisfacción de la autoconciencia se da
en otra autoconciencia, de modo que la conciencia desuieraíiva es deseo de
deseo. Porque si el desco es característico de los seres vivos, y la vida dice
relación a sí misma, y su finalidad no es ajena a sf misma, y si vivir y desear
se implican, sólo hay deseo de lo vivo, y el deseo forma parte de la
autoconservación y expansión-crecimiento de la vida. Si no hubiera vida
descante la vida se aniquilaría. C^ omobien ha observado Gadamer, el deseo
como tal tiene la estructura de la vidazt*. La conciencia de sf no busca esto
o aquello, o lo que le viene en gana, para asegurarse a sí misma, sino que le
interesa todo aquello que aliene vida. La realización de esta vida apetcitc
lleva aparejado aniquilar todo lo que se resista o que suponga una barrera,
de tal manera que desear contenga de suyo una transformación de la
apariencia y funcionalidadde lo existene. El trabajo es el modo de adaptar,
hacer accesible y soportable el mundo para deseo humano. En resumen, el
eleva la autoconciencia a la categoría de fundamento ontológico de
las cosas en su pluralidad y diversidad. Para cumplimentar ese carácter
ontológico de la autoconciencia hegeliana se precisa aplazar la satisfacción
de nuestras demandas, pasar del conteo ^m iento puntual y momentáneo,
que no hace otra cosa que disfrazar la exigencia radical de plenificación,
y ponerse a trabajar para situar el deseo en un coniexto universal,
como sistema de necesidades. Si parto de mi deseo y quiero alcanzar su216
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C A PITU LO QUINTO
E L TRABAJO C OM O IN TE R A C C IO N
Y TRAN SFO RM AC IO N
217. Cfr. Descartes: Lespassions de V &me, arl. 86, pag. 88; trad. esp, 62.
218. Cfr. Locke: An Essay concerning Human (Jnderstandig, ed. Nidditch, 230; trad. esp.
1. 134.
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CAYETANO ARANDA TORRES y liN DE.
La formulación del trabajo como interacción hombre-naturaleza es lo La autoconciencia hegeliana se revela no sólo como conciencia prác
primero a tener en cuenta. Si lo^ mamos la naturaleza en el doble sentido de tica por medio del proceso de negación de su ser otro. sino también como
naturaleza inorgánica y de naturaleza orgánico-corporal, la función de la conciencia teorética por cuanto la negación de lo otro supone u n retom o a
actividad laboral sediversifica enam bos respectos. Ante todo, porel trabajo sí misma y una transformación de la conciencia en autoconciencia. El
me convierto en cosa, doy forma a lo que carece de ella, y ese conformar la conocimiento que tiene como modelo la actividad laboral no se resuelve
cosa es una donación de ser y de sentido. El verdadero sentido de la en un ir y venir del sujeto al objeto, ni siquiera en la apropiación intelectiva
transformación del mundo, incluso la revolucionaria, no es otro que liberar de un objeto por un sujeto sino que, conforme a la inlerpretación hegelia
el sentido que ronda las cosas, darle pleno^ e d er. No seríamos consecuentes na, tiene lugar ^ constitución recíproca y una integración sintética de
yjustos con el filosofar hegeliano si no reconociéramos que el trabajoes para detenninaciones objetivas y subjetivas. Lo que puede lla m a r e la interio
H. unm ovimicnto unidireccional, también un sentido que se libera y aviene rización conceptual del mundo externo, equivale a una exteriorización y
al hombre desde las cosas mismas. Cuando trabajo creo formándolo un ser- ransfonnación práctica del sujeto en el registro de la exterioridad. De esta
ahí al que llamo obra. En la misma medida en que produzco la cosa como manera la conciencia pone fuera de sí sus propias energías ejemplarizadas
obra me transformo desde la inhábil torpeza de mi corporalidad in-educada, en la certeza que ha constituido al hombre moderno com o sujeto del
hasta el cuerpo plástico que representa el saber hacer. Asfla obra terminada conocimiento y de la acción21i\
es la obra que ha formado al autor. Desde este punto de vista, la naturaleza
Laconciencia de sí, incardinadaen el lenguaje y el trabajo, revoluciona
con laque interacciono supone lo in-foime, la resistencia e impenneabilidad
las concepeiones anteriores de sujeto y objeto de conocimiento, para
primarias a los propósitos humanos y, al mismo tiempo, lo suceptible de ser transformarlas en las de sujeto y objeto de i nteracción. El hombre que trabaja
alterado y de allcrarsc. Com o no hay lugar para hablar de una doble llega a ser tanto sujeto como objeto de su acción. la naturaleza trabajada no
causación, natural o vol untaria, este planteamienio mtplica que la acción
es sólo objeto de disposición técnica sino también sujeto de interlocución y
práctica traduce la voluniad y sus determinaciones a la forma del ser-ahí, hasta de derechos. como una naturaleza orgánica que se expresara y como
pero a la vezellosupone la propia autotransformación de la naturaleza. Tres
sujeto de un diálogo que nosolros mismos somos. En efecto, un relieve
son los sentidos que la noción de naturaleza tiene desde la óptica de la
especial cobra en H. tomar la naturaleza como lascapacidades y disposiciones
autoconciencia:
orgánica— bocaque articulasonidos, mano comoprototipo de instrumento,
1. Lo material en tanto disponibilidad universal. pies locomotores, cerebro com o sede de la inteligencia directiva— , y
2. Las disposiciones y capacidades humanas. entender quelaexpresión deestos órganos, puesto que algo tienen quedecir
3. Las propias necesidades y carencias. si no se les impide, proclama la interioridad humana como la subjetividad
expresiva y como la objetivación del sentido. El planteamiento hegeliano
Por el trabajo se transforma la maleria, se iniibe y retrasa el deseo, y
viene a sostener la tesis de que la naturaleza orgánica del hombre lleva
se educan las disposiciones naturales humanas. Todo ello tienelugar en un
inscrito un plan o programa que consiste en trascender su inhabilidad y
triple registro de la actividad.
torpeza originaria. para llegar a ser una organícidad sagaz, docta y sabia,
1. Elevando la cosa a la categorfa de objeto, es decir, a la unidad de dirigida a la interacción social y a la felicidad humana. Ese programa
determinaciones objetivas y subjetivas. contiene además los límites y condicionamientos de su ejecución.
2. Cambiando las capacidades orgánicas por disposiciones técnicas del
saber hacer.
3. Retrasando la satisfacción del deseo que resulta integrada en el 219. “En rigor, no se trata de que el conocimiento sea práctico, cuanto de que el
llamado sistema social de necesidades, modo de designación hegeliana de conocimiento se incardine en la praxis, constituyendo una de sus expresiones" (N avaro
la economía polftica. Cordón: “Sentido de la « Fenomenologí a de! Espíritu» como crítica”, En torno a Hégel,
308).
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CAYETANO ARANDA TORRES
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LENGUAJE Y TRABAJO EN EL PKNSAMENTO OE KBGfcL
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CAYETANO ARANDA TORRES
es reducido a ser una cosa más propiedad ajena, y su fuerza vital la emplea
el señor com o fuerza de üabajo. Mientras el señor y el siervo parecen
determinaciones fijas, la cosa es cambiante.
"El señor se refiere al siervo de modo mediado a través del ser independiente
(selbstandige S ein), pues a ello está sujeto el sieivo, es su cadena de la que no puede
abstraerse en la lucha, y p o r ello se dem uestra com o dependiente y dem uestra que tiene
su independencia en la coseidad. Pero el señor es el poder (M achi) sobre ese ser, pues
dem uestra en la lucha que el ser vale p ara él sólo com o algo negativo; en tanto el señor
es el poder sobre el ser, y el ser es el poder sobie el siervo, en este silogism o el señor
tiene al siervo por debajo de sí (unter sich). Igualmente el señor se refiere a la cosa de
modo mediato a través del siervo; éste com o aUIOconciencia en general, se refiere
también de modo negativo a la co say la supera (hebl... auf), pero igualmente la cosa
es independiente para él, y como n o p u ed e llegar a acabar con ella hasta su aniquilación
(V em ichtung) negándola (durch sein N egieten), sólo la trabaja (bcarbeitet)"221.
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CAYETANO ABANO* TORRES
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LEMOVME r TXABAX) BN EL PENSAMKNTO DE («S E L
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CAYETANO ARANDA TOftjtEá
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lenguaje y traba » en el pensamiento de hbcxl
negar la forma con la que se nos entrega el mundo es el primer paso para su
transf ormación. Pero el acto de in-f ormar lo in-forme significa un ir m ás al lá
de los límites de la conciencia, y la objetivación de su ser para sí o, en otros
términos,su realizacióacategorial.El elementoextemoqueganalaconciencia
laborantees la f oima viviente, la vida propia de los productos, la vivificación
de lo inanimado y la humanización del mundo de las cosas.
La conclusión de todo el proceso se formula en ténninos deque la única
libertadposiblees la que proporciona el trabajo, por la que se aleja al hombre
de su dependencia natural, y por la que se legitima la autoconciencia como
legisladora universal. Además, la conciencia en tanto trabajadora deviene
lo que es al exteriorizar su ser-para-sf, con lo que el verdadero sentido de la
objetividad es su dimensión comunitaria. Al nivel en que nos encontramos,
el trabajo no lleva aparejada pérdida para la conciencia, porque lo que se
entrega por un lado se recupera por el otro, es decir, lo que se pierde por el
esfuerzo y el desgaste de energías se gana para la formación y elevación de
la conciencia. La forma, como aquello que se traslada desde la subjetividad
del trabajador a la exterioridad de la obra terminada, no se pierde, pues nunca
será ajena al trabajador, sino que se convierte en su propio sentido, pero
ahora objetivado y exteriorizado.
El que el mundo de los objetos se convierta ahora en el mundo de las
obras, ofrece la oportunidad de su recuperación, a través del volver a
encontrar (Wiederfinden), por el que la conciencia retoma a sí y se
reencuentra al volver a encontrarse en las cosas, por el que se interioriza, y
lememora su objetivación y exteriorización previas. Para que la conciencia
vuelva a encontrarse en sus obras es preciso que haya salido de sí misma
hacia ellas, y que sehaya objetivado socialmente. En definitiva, la forma es
propiedad dél a conciencia de sí, y como tal suceplible de ser reencontrada.
La conciencia que exterioriza su forma o el puro ser-para-sí, encuentra en
ello su sentido verdadero, su auto justificación y su autocumplimiento. Sin
el trabajo y la formación cultural la conciencia humana no alcanzaría la
rellexividad que le es propia, y no habría pensamiento alguno. Ese llegar a
ser para sí de la conciencia es la meta y el objetivo que anima el decurso
fenomenológico. Para el saber científico la cosa “que ha recibido la foim a
en el trabajo no es otra sustancia que la conciencia”27’. Con este paso se cieira
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CAYETANO ARANDA TURRES
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LENGUAJE V TRABAJO EN EL PENSAMIENTO Olí HEOEL
229. Para el lemade la propiedad y su enajenación, d r. López Calera; Hegely los derechos
humanos. 87-98.
230. Hcget: PhP, pnf.3ó; W. 4.121.
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Cayetano aranda torres
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C A PITU LO SEXTO
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CAYETANO ARANDA TORRES
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LENGUA® Y TRABAJO EN EL PENSAMIENTO DE HEGEL
Desde el punto de vista del espíritu, toda realización social del trabajo
ya está presuponiendo un sistema de intercambio y trueque, de m odo que
aquello en lo que acaba mi producto, su intercambio por un salario, es la243
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CAYBTANO) AG RANDA TO^ RRJiS l-ENGUAJE Y TRABAJO EN BL PENSAMIENTO DE HPOEJ
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Ca y e t a n o akanda t o m e s
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LBfíOUAJB Y TTtAlAjO fijí EL, PEJUAMmOTU DG HtSOEL
247. Incluso et entero movimiento conceptual de la Filosofía del Derecho puede vene a
1aluzdeladialéclica"Enlíusscrung/Erinncrung”: 1.Derechoabstracto, exterionzación d e 1a
voluntad/libertad en la cosa. 1.M oralidad: interiorización de I a voluntad/libenad en el sujeto
como sublimación de lacxtcrioridad de la voluntad/libertad en la cosa |"La superación de la
exterioridad e Inmediatez de la libertad exige una cierta « in terio riz a c ió n » y un volverse la
voluntad libre a sí misma" (López Calera: El riesgo de Hegel sobre la libertad, 80)]. 3.
Etiadad: síntesis de 1a extcriorización de la voluntad/libertad como mundo a disposición, y
de la interiorización de la voluntad/libertad como naturalczade la autoconciencia.
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CAYETANO ARANDA TORRÍ.J
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LttKJUAJB V TRABAJO EN HL PENSAMIENTO DE HEOEL
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CAYETANO ARANDA TOM E»
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LENGUAJE V TRABAJO EN EL PENS AMENTO OB HESSL
Puesto que todo individuo vale lo que vale otro, la religión pone entre
paréntesis toda la esfera de la particularidad mundana, para quedarse con la
representación de la igualdad infinita. Pero ello implica que el ser-humano
exteriorice no sólo la esfera de su trabajo sino toda su realidad-efectiva.
“ Se trata de la cxtcriorización de toda su esfera, d e todo su mundo que-es-aht', n o d e
aquella exleiiorización que es so lo form a (Form ), formación (Bildung), y cuyo
contenido es de nuevo el ser-ahí sensible, sino la exieriofización universal de toda
realidad-efectiva; esta exlctioiización vuelve a darse a sí com o algo perfecto"114.
147
CAYETANO AHAMDA TORRES la n a u A J E r t r a b a j o e n e l p e n s a m ie n t o d e ro a n o .
pura inteligencia es igualmente lo contrapuesto, lo universal, quese sacrifica y con ello Pero el saber filosófico, el saber en su cientificidad absoluta. no tendría
deviene real-efectiva, y realidad-efectiva universal que es pueblo, la naturaleza puesta virtualidad alguna, si no fuera capaz, desde lacim a del puro autoconocimien-
en pié, la esencia ^ ^ m ciliada, en la que cada uno se da en su ser-pa:ra-sí a través de su to en el absoluto ser otro, de volver a cobrar figura ex tema, de exteriorizarse
propa exterio ^ ^ ión y sacrificio''"5. en lo sensible, de retom ar a la conciencia ú unediata. La grandeza del pensar
Como cu^ ^ r c ión de que podemos llamar el primer sistema hegeliano consiste en concebir el filosofar com o recuperación en fotma de
hegeliano del espíritu, articulado en tomo a la dialéctica "exteriorizción/ recuerdo. com o experiencia e interpretación de lo sido, com o proceso de
interiorización”, y desarrollado a part ir de la incardinación del hacer del es esencialización del saber en lo ya conocido y confiado a la memoria. De
píritu en la práctica laboral, figura lafilosG/a. Éstaseconcibecom ocl círculo manera que la conclusión no puede ser otra que el retorno a la iiunedialez,
del autoconocimiento del espíritu en lo otro de sí. Para que esto sea factible pero ahora desde la profunda comprensión de la dinamicidad esencial de
se requiere una doble función irascendcntal de exteriorización productiva y las determinaciones fijas que ahora se han removido. Pues bien, c.scretomo
de interiorización formativa, pero ambos como aspeclos de una conciencia al comienzo, esa tecuperación del punto de partida, ese camino de vuelva
viva, que se sacrifica, que produce la efectividad, desde la esfera mercantil atrás, también tiene laform a deuna exteriorización del saberfilosófico, que
hasta la estatal, que produce la religión y la filosofía, por así decirlo con las no es otra cosa que su interiorización por el recuerdo en la experiencia que
mismas manos1.S6. Destaca poderosamente en el lexlo a te rio r que la natura la conciencia y el espíritu han sufrido.
leza sea considerada com o el resultado de la interiorización del espíritu, de “La filosofa se exterioriza a sí misma (cntiiusseri sich iihrcr selbst), y llega a su
modo semejante a como decíamos que la palabra es producto de la comienzo, a la concienciadividida. Dccstamanera lafitosofía cs ser-hwnano (Mcnsch)
interiorización de laconciencia en sí misma. Pero aquí, el pensar especulativo en general; y de modo como es asunto del scr-humMo también es mundo, y del modo
asume la naturaleza, aquello que la representación religiosa llama el mal, y como es mundo así es ser-humano: de un sólo golpe surgen ambos (mundo y ser-
encuentra su adecuada expresión pensante. Desde esta perspectiva, la humano)''2".
naturaleza se define com o el proceso de llegar a ser el espíritu por medio de Para tratar ahora de resumir la impoitancia y el significado de la
la exteriorización progresiva y total de toda forma de inmediatez y de categoría hegeliana de trabajo no habría por m enos que ratificar con
particularidad. En esta coyuntura cobra pleno relieve el papel del trabajo Gadamer que, "el trabajo del que habla Hegel es trabajo material y la
como el único sacrificio y autonegación humanas para que el sí-mismo experiencia que con él realiza la conciencia es la experiencia d e la
devenga ser, para quela racionalidad se encarne en laexistencia comunitaria. espiritualidad de trabajo manual”259. De acuerdo con esta apreciación,
El texto anterior me lleva a pensar que para Hegel, prosiguiendo en esto a & puede decir que, si el verdadero ser del hombre es su acción, el trabajo
Spinoza, tanto el mal como lo falso n o son, o carecen de sustantividad“ T.2567 junto con el lenguajedesígnan la dimensión originaria y estructural del ser-
humano. Con ellos no solo se transforma el mundo entorno sino también el
hombre a sí mismo. El sentido de esa transformación no es otro que la
elevación de la conciencia desde la dependencia ysumisión a las condiciones
255. tlagcl: JR, 272; FR, 232-233.
256. No me críalo aciwese p ^ je ^ xiano ten pre^ ñadode resonancias hegelianas: "El ambientales hostiles, pasando por encontrar la legalidad interna de la
mismo espíritu que construye tos sístcmas filosóficos en el de los filósofos es el que naturaleza. hasta llegar a producir la intersubjetividad espiritual en su doble
construye los fe^ ^ ^ ^ escon las manos de los o^^os La filosofía no está del maído, vertiente de enérgeía y érgon, esto es, com o actividad y com o obra. Tan
como tampoco el cerebro f^ra del hombre por el hecho de que no se halle en el estómago;
desde siempre la filosofía ha cstado con el cerebro en el mundo antes que con tos pies en el fundamental es la ittteracción por medio de la palabra como la interacción
suelo, mientras otras esferas humanas se arraigan con los pies en la tierra y recogen con las por medios instrumentales o técnicos; una y otra demuestran y enseñan que
manos los frutos mundanos antes de darse cuenta que también la cabeza pertenece a este
mundo o que este mundo es el mundo de lacabrza” (Marx, en Rheinische ü itu n g , n'195, 14
deJuliode 1842; MEGA. 1. 1,183). Cfr. mi comentario aeste texto enelartícuto citado, "Teoría
y praxis de la emancipación..." 194 y ss. 258. Hegel: JR, 273; FR. 233.
257. Cfr. Spinoza: “C ^ a a W. v. Blijenbergh" (19), en C orreponbencta, 167 y ss. 259 G^ ^ w : “Hegel Dialektilt des Sclbstbew^soins", en Matérialen.... 240.
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CAYETANO AKANDA TORRES l h n o u a jb y t r a b a jo r n e l p b n s a m b w t o d b h e o e l
el diálogo del hom breconlanaturaleza yconlos otros hombres es el modelo lapráctica humana ^ desde el pumo de vista de la razón. Este giro ha desem
único de todo saber y de todo hacer y, por supuesto, del saber que es hacer bocado, por lo que se refiere al interior del sistemahegeliano, en ladefiiútiva
y del hacer que es sa b e r* . Y alláde la mutua implicación e tmbricación ftuidamentación científica de la indisoluble unión de la conciencia smgu-
de trabajo y lenguaje, üene lugar un profundísimo paralelismo entre la lar con la universaidad del espíritu, y en la findam entación científica de
téchne y la f r ónesis , y ambas con la theoría, según la lectura hegeliana de éste. “El irabajo es la superación progresiva y creciente de la inmediatez de
la conccptograffa griega. En terminología hegeliana, se diría que el irabajo la actividad subjetiva y, con ella y por ella. la im o d iatez de la conciencia
no puede dejar de ser espíritu, y el espíritu es un saber hacer y un saber individual"^. No hay nada en lo individual que no esté enretejid o con, y
directivo de la a c tán. Por ^ Lodoesto considero muy acertada la denominación transido de lo espiritual. no h ay vidadelespíritu si n o se la los humanos
de material, no ya para el trabajo del que se hace cargo la experiencia ro n su sacrificio activo. La verdadera subjetividad y objetividad prácuca
espiritual, sino incluso para referirse al propio hacer espiritual. son las que hablan y trabajan desde. por y para el espíritu. El verdadero
espíritu es el actuante desde, por y para el sujet ^ to-Objeto activo y práctico.
El modelo hermenéuuco del concepto hegeliano d e trabajo hace
hablante y trabajador.
posible una teoría de la objetividad, esto es, del sujeto-objeto idéntico, que
revoluciona la historia de Ja filosofía, por cuanto la umdad categorial que
supone esa identidad se muestra y demuestra en la practica lingUíslica y
laboral, y en la dialéctica socio-política de su producto. La ciencia del
espíritu, si ha de llamarse así la filosofía, tiene como contenido la ex-
posición(Darstcllung)del devenirobjetoel sujeto.y sujetoelobjeto, puesto
que ambos carecen de sentido sin su referencia mutua26l, y ese devenir
recfprocoequivale a la acción y la obrapropia del espíritu. Encuanto el saber
dicerelación esencial a sí-mismo de la autoconciencia,ésta produce, rncluso
ignorándolo, loque sc ha llam adounageneraluiad de laque puede atribuirse
todo producir y todo producto262-
No cabe menos que reconocer el trascendental giro que lleva a cabo la
filosofía hegeliana en relación con el amplio campo que propone el pensar
1 50 151
CONSIDERACIONES FINALES
“El único lenguaje inteligible que hablamos entre nosotros so n nuestros objetos en su
referencia recíproca... Hasta tal pumo nos encontram os mutuamente enajenados de la
esencia humana, que su lenguaje inmediato n o s aparece como un atentado contra la
cfignidwrfÁuma'to.iniemrasellenguajeenajenadodelosvaloresobjeiivizadasCsachiichen)
nos aparece como la justa dignidad humana, autoconfiada y autoreconociéndose"264265.
264. Marx: "E strados de) libro de James Mili: Eléments d ’économie politique;
N EW , 1.461; OME, 5 .291-292
265. El término alemán "Darstellung", al que me refiero aquí', lleva aparejado el sentido
de una presenda sensible, que puede acontecer en un escenario (representaciún) o en una
galena (exposición), pero también está fuertemente connotado con una referencia a lo que se
desarrolla como proceso en el tiempo presente (presentación).
266. Ricoeur: op. cit. 217.
267. En el grupo d e trabajo d e un reciente congreso sobre Hegel, que s ellamaba "Filosofía
en la escuela y didáctica de la lilosof ía”, se resumieron en cinco esas contradicciones a I as que
se consideraban peligrosas, globales y universales. Eran a saber: 1) La irracional explotación
153
i
^ Conun impulso tipi^ ^ ^ te m^^como H. ha ^ ^ ^ llado lo ^ esencial de ^ ^ to que para H. trabajo y lenguaje penn^ ^ u n siendo conciencia, y
su proyecto filosófico cocomo un ^ ^ ^ n i ento que se fonnula en te^u n o s de no se conciben com o liberación del hombre hablante y trabajador, ni cons-
unidad sujeto-objeto. La mayor ^ n a c i ón de nuestro autor ha sido sido ciwyen de por sf ^ práctica social emancip^ o r a ^ . Frente a esta visión
renovar el viejo poswlado do P ^ ^ n i dos do la unidad do ser y penaar. La es^ b e y a luces nijusta, he tratado do ^ ^ p o r ^ lanza en favor de
fómiula hegeliana que exesesa ^ estaunidad ^ ^ ribe el pr^ ^ w por el que la un en lu cim iento do nuestro autor más ceñido a ^ sus^ n c ia expeiiencial
sustancia llega a ser sujeto y, lo que viene a ser lo mismo, conciencia do sí que do alguna manera ^ nosotros comp^ ^ o s con él, asumiendo por otro
misma. lo mmás im^ ^ a n te de este lo constiwye el que la lado la b e s aría mediación que acarrea la de n u n c iación entre un plantea-
conciencia unicamente deviene autoconciencia cuando es conciencia que mieruo genérico, que pretende abarcar toda la historia de la humanidad
habla y trabaja. de modo que la autorreflexión filosófica sólo puede ser (Hegel), y la crfúca a que se ve ^ sometida el modelo hegeliano los ^ deter
entendida enbase a la reflexión sobre las condici^ ones lingüísticas y laborales minados y concretos dosatTollos de la estructura social burguesa (Marx).
de la práctica humana que es la práctica do los hombres. Por otro lado, y a modo de una sumersión en la fuente do la vida, Hegel
A los ojos de Marx, la tesis quereswne la filosofía de Hegel, yque ilustra ataca el divorcio de vida y razón, y quiere ponerle remedio. La filosofía
toda posición idealista dol pensamiento reza así: el pensamiemo crea el como saber sistemático, caracterizado por un pensar totalizante en el que
objeto. La cosa en la que se resuelve todo pensar no es sino el propio nada puede haber de antemano ajeno al propio pensar o fuera de él, hace
pensamiento bajo la aparienci a de la alteridad, circunstancia que engendra frente y levanta tal escisión asumiendo la experiencia que la conciencia
una positividad y que ocasiona la pérdida de la libertad del ser humano. Pero radicada en un cuerpo orgánico lleva a cabo. Sólo desde la práctica del
la práctca en la que Marx piensa no es la práctica do una conciencia univer trabajo y del lenguaje, en la que se enraiza el pensar especulativo, y gracias
sal y genérica que accede al saber absoluto, como en el caso de Hegel, sn o a la cual es factible su existemcia, se puede urdir la arquitectura del saber
su contraimagen, esto es, la práctica del trabajador asalariado de la socie filosófico, que a la postre se concibe com o un supremo acto que es palabra
dad burguesa cuya acción social lo y despoja do t^ to lo racional y obra. Más allá de su función designadora, gramatical o comunicativa,
que pueda haber en él. La aparente diversidad y hasta divergencia en los pun Hegel ha visto en el lenguaje la unión de elementos heterog ó n ^ que se
tos do vista begeliano y marxiano encubre una coincidencia quizá velada. sinte ñ etizan por virtud do un saber cuyo único y exclusivo registro es
P robos coinciden en atribuir a la prácúca social do los seres huma^ el origen especulativo, para el que seres decir, y decires ser dicho. Y ensu dimensión
y la causa dol do ^ ^ ^ ^ ación y do la aul^ ^ n c iencia como género. dialógica, el lenguaje expresa el diálogo i nm anentedela conciencia consigo
Y precisá ronte porque habl^ amos y trabaj^ amos el ser humano tiene concien misma, y el diálogo esencial del espfntu con t ^ todos y cada do nosotros,
cia do sí y se diferencia del resto do las criaturas. Sin duda constituye una siempre que nos dejemos interpelar por él. Por lo que se refiere al trabajo,
clistorsión el intento do ^ e c ^ iar los ^ncporos hegeliano y marxista de medio privilegiado de la reflexión, no sólo ^ ^ la el subjedetivismo de la
práctica humana; otra cosa es la diferente lectura e interpretación que cada pulsión y el sino que interacciona con las disposiciones orgánicas
uno pueda hacer de la misma experiencia. En bbase a esa distorsión se ha su educándolas y formándolas y. sobre todo, forja la indisoluble unidad de
trabajador y obra, de la obra y el espíritu, y del espfntu con la conciencia
científica que viene a ser su suprema exteriorización espacio-temporal.
de los lecuisos naturales y la consecuente degradación del medio ambiente. 2) La creciente La postulación y la exigencia hegeliana del saber absoluto pretende
extensión de la paite de la población mundial que vive en la más perentoria miseiia mateiial
cenar el esfuerzo de concebir el saber como palabra y acción en el tiempo.
y moral 3) El unilateral endiosamiento o mistificación de la técnica que en lugar de contribuir
al progreso humano colabora a la autoaniquilación global. 4) La monstruosa y no plamficada Que el tiempo de lo absoluto haya pasado o esté aún por venir es una dis-268
concentración de masas humanas en conurbaciones y glandes ciudades con catastróficos
efectos biológicos, psicológicos, sociológicos y éticos. S) El intento de resolver todo estos
amplios problemas de modo unilateral ycon métodos anticuados. (Cfr. Kleting: "Zchn Thcsen 268. Cfr. Gumppenberg: "BcwuBtScínund Arbeit. Zu O W.F. Hegels Phlinomcnologie des
iur Philosophe und Philosoptiod’alekktik”, 270). Geistes”, 372-388.
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CAYETANO ARANDA Y BN BL Pl!NS^ ^ W O DB
yuntiva que hoy designa Ja alternancia entre lo que no sería más que pura mano. Esta circunstancia se foimula como la necesidad epocal de hacer
arqueología, y la renovada prosecución de metas ucrónicas de suyo consonantes la ciencia y la conciencia y, en defmitiva, como la exigencia de
inalcanzables. Pero a decir verdad ninguna de las dos posciones referidas hacerfactiblelaaplicación del inmensocaudal de conocimientos disponibles
hacen justicia a Hegel. La motivación y el contexto, los condicionamientos y a las metas y fn e s que libremente podamos los hombres proponernos y
los obstáculos, que hacen posible la elevación de la filosofía desde una establecer. Con H. se ha confrontado, por vez primera en la modernidad, aJ
rudimentaria ycasi siempre indigente apariencia a ciencia delsaber absoluto, filosofar con lavida en su facticidad y hondura. Su resultado d ebeser leído
son tan esenciales y constantes, tanto en la época de H. como en la nuestra, de manera abierta, como tarea por hacer, ateniéndonos a la fórmula de “la
retienen tan incondicionada y permanente actualidad, que el desafío hege- comunidad de la(s) conciencia(s) llevada a cabo"270, que nos brinda la
liano debe interpretarse hoycomo una apelación a re-pensar lo yapensadopor posibilidad de ver la filosofía como proyecto y objetivo, no como mera
nuestro autor y el conjunto de nuestra tradición. Ese ejercicio hermenéutico aspiración, sino como una experiencia disponible para todo aquel que quiera
tiene que abrir el tiempo de poder re-iniciar de modo rememorativo, tal vez confrontarse consigo y con los demás valiéndose del único instrumento
poético y carente de todo pragmatismo, una presencia humanaen la tierra más posible: Ja práctica de la palabra y la obra en que se resuelve lo absoluto
conforme a nuestras posibilidades, en tanto estamos de-signados por la mismo. Sin necesidad de irm ás allá de nosotros mismos, atendiendo a lo que
palabra e impulsados a la acción. Quizá nuestra situación reclame otra nosllam ay a aquello d eloquenoses dado disponer, tal vezdem odo precario
época de transición a un nuevo periodo histórico, un nuevo proyecto de la pero suficiente dada la indigencia de nuestro vivir, se impone la referencia
misma dimensión y calado que el hegeliano, poro adecuado a los tiempos del conocimiento a nosotros mismos, el autoconocimiento como conoci
que corren de los que tendrá que ser expresión. La coherencia del saber miento del espíritu, y el saber como autosaber y autosaberse.
filosófico hegeliano puede ser únicamente amenazada desde una sustancia
En definitiva, la filosofía es para H. un ejercicio de recapitulación y
expon encial distinta, desde formas diferenciadas de interacción simbólica e
recuerdo. Todo ver, mirar, observar, representar, decir, elaborar el mundo.
insu^ en-tal. Se dicequepor el momento el fragmento amenaza alatotalidad,
presenta como apoyatura conceptual innegable la experiencia sida de la
la narratividad a la discursividad, la precariedad a la continuidad, el obstáculo
conciencia. La mutua imbricación y el entretejido del tiempo que ha sido
a la transparencia, el endurecimiento a la exteriorización, el olvido al re
con el que todavía es, va más allá de un uso sagaz y m undano de cierta
cuerdo, y lafatalidad a la suerte. Los signos de los tiempos se resisten a dejarse
sabiduría de la edad. “El recuerdo es, pues, la forma específica en que el
organizar por sistema alguno que los reuna y ordene. El que hoy hayamos
presente puede ser creador, recreando lo sido y trascendiéndose hacia un
renunciado, o parece que así sea, a los intereses de la emancipación, no obsta
nuevo futuro”271 Tanto la historia como el presente que es su resultado y
para que cualquier intento presente y futuro de dar cuenta de esos intereses
producto, es exteriorización e interiorización del espíritu en el tiempo. Sí
emancipatorios. tenga que hacerse cargo de la radicación del pensamiento
exteriorizar e interiorizar son la actividad propia y básica del acaecer
humano en el elemen to vital del lenguaje y el trabajo269
histórico, lafilosofía, que es hija del tiempo y lo concibe a su vez, es el propio
Enlaintroducciónalpresentetrabajohemosvistoqueentrelasexigencias tiempo recordado y que recuerda, y el espacio como medio de la
y demandas que compartíamos H. y nosotros, y que motivaban decisivamen exteriorizad ón-objetivación del Jwmbre. A partir de Hegel la misión del
te el mismo, figuraba en primer lugar la necesidad de un saber que suturase filosofar es reconvertir el mundo racionalmente, pero no a partir de
la brecha que seguía y sigue produciendo el desconocimiento, el no saber lo cualquier supuesto, sino sobre la base de lo que en él hallamos, palabras y
que la experiencia disponible en cada momento dice y significa para el ser hu obras. Porque en él se encuentra la aspiración a ser transformado, a con
vertirse en algo otro, y puesto que lo faltante está ahí, y su propia ausencia
269. Es posible que una nueva acepción de ellos, por ejemplo como lenguaje artificial
(lenguaje máquina), o trabajo automatizado (robótica), posibiliten la renovación de la
e^ ^ na'a del saber reflexivo, cosa a mi ^ ^ ^ r harto improbable salvo que se produzca un 270. Phanom 56; Fenom, 46.
salto cualitativo en nuestras capacidades orgánicas.
271. Cerezo Galán: “Teoría y praxis en Hegel”; En torno a Hegel, 109.
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