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El amen, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación, es decir, nuestro señor Jesucristo.
La palabra que el señor nos da no viene de alguien que podamos llamar entrometido, o chismoso,
las palabras son de alguien que verdaderamente conoce nuestra vida, que verdaderamente
conoce nuestro corazón, por engañoso que sea (Jeremías 17:9-10),
Jer 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?
Jer 17:10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno
según su camino, según el fruto de sus obras.
El Señor es un testigo fiel de nuestra vida, el conoce todos nuestros caminos, no solo los que las
personas ven.
REFLEXIONEMOS AHORA EN EL MENSAJE QUE EL SEÑOR LE DIO A LA IGLESIA: NO
ERES NI FRIO NI CALIENTE Y TU TIBIEZA ME DESAGRADA (VS 15-16)
Apo 3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente!
Apo 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
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Aunque el texto está enfocado en las riquezas el principio espiritual aplica para todo, no podemos
tener dos señores en nuestra vida o es Cristo o es el mundo.
Jesús dice que podemos servir solo a un Señor. Vivimos en una sociedad materialista donde
muchas personas sirven al dinero.
//Emplean sus vidas en ganar y atesorar, solo para morir y tener que dejarlo todo. //
Su anhelo de tener dinero y lo que pueden adquirir con él llega a tener mayor preponderancia que
su entrega a Dios y que los asuntos espirituales.
Lo que atesore le absorberá tiempo y energías para pensar en ello. No caiga en la trampa del
materialismo porque (1Timoteo 6:10).
1Ti 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Hermanos, ¿Podrían asegurar, con toda sinceridad, que Dios es su Señor y no el dinero?
Una manera de examinarnos es preguntándonos qué ocupa mayormente mis pensamientos,
tiempo y esfuerzos.
La tibieza espiritual nos lleva a convertirnos en enemigos de Dios (Santiago 4:4)
Stg 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
El orgullo nos hace egocéntricos y nos lleva a pensar que tenemos derecho a todo lo que
podemos ver, tocar o imaginar. Crea apetitos codiciosos de obtener más de lo que necesitamos.
No hay nada malo en querer una vida placentera. Pero tener amistad con el mundo implica
buscar placer a expensas de los demás o a expensas de desobedecer a Dios.
El placer que impide que agrademos a Dios es pecado; el placer que procede de la abundante
generosidad de Dios es bueno.
¿Cómo se manifiesta la tibieza espiritual en la vida de un cristiano?
1. Desaliento o desanimo
1. Conformismo espiritual
1. Búsqueda de la alegría en las cosas y no en Dios
1. Activismo religioso sin una verdadera relación con Dios
1. Huir de todo aquello que implica sacrificio para nuestra vida (Romanos 12:1)
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Rom 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional.
Cada día debemos echar a un lado nuestros deseos y seguirle, poniendo todas nuestras energías
y recursos a su disposición y confiando en su dirección.
Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Un cristiano tibio es aquel que vive bajo la ley del pueblo, o bajo su propia ley, su propio estilo de
cristianismo, su propio criterio de cómo debe ser el cristianismo: La ley del yo considero. a mí me
parece… si una vez al año no es malo. etc.
¿COMO SE LLEGA A LA CONDICION DE TIBIEZA ESPIRITUAL EN LA VIDA CRISTIANA?
Por nuestro orgullo y autosuficiencia (Apocalipsis 3:17)
Apo 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo
necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Dios siempre demanda de nuestra vida una decisión, debemos arrepentirnos de ser tibios y
afirmar nuestra vida cristiana y seguirle a Él.
Dios siempre ha llamado a su pueblo a tomar determinaciones valientes, si están con Él o no
están con Él (Deuteronomio 30:19/ Josué 24.15 / 1 reyes 18:21/ Marcos 8:34)
1Re 18:21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros
entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo
no respondió palabra.
Elías desafió al pueblo a tomar una decisión: seguir a quienquiera que fuera el verdadero Dios.
¿Por qué osciló tanta gente entre las dos alternativas? Quizá algunos no estaban seguros.
Muchos de ellos, sin embargo, sabían que Dios era Jehová, pero disfrutaban de los placeres
pecaminosos y de otros beneficios que obtenían al seguir a Acab y su adoración idólatra.
Es importante tomar partido por Dios. Si sólo nos dejamos llevar por cualquier cosa que sea
placentera y fácil, algún día descubriremos que hemos estado adorando a un dios falso: nosotros
mismos.