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BACHILLERATO INTERNACIONAL
Este tema prescrito se centra en la expansión militar desde 1931 hasta 1941. Se
prescriben dos estudios de caso, tomados de distintas regiones del mundo, y deben
estudiarse ambos. El primer estudio de caso explora el expansionismo japonés desde
1931 hasta 1941, y el segundo el expansionismo alemán e italiano desde 1933
hasta 1940. En este tema prescrito se presta especial atención a las causas de la
expansión, los principales acontecimientos y las reacciones internacionales ante dicha
expansión.1
1International Baccalaureate. Programa del Diploma. Guía de Historia.” Tema prescrito 3: El avance hacia la guerra
global”. Versión en español del documento publicado en enero de 2015 con el título History guide pág. 22.
1
ESTUDIO DE CASO 1: LA EXPANSIÓN JAPONESA EN ASIA ORIENTAL (1931–1941)
Introducción
Se define como Imperialismo Japonés a la etapa que va de 1895 a 1946, durante la cual
Japón articuló un nacionalismo entre la tradición y la modernidad, y cuyo objetivo fue
enfrentarse a la amenaza que suponía la intromisión exterior en los asuntos japoneses.
Este período permitió a Japón salir del aislacionismo y entrar en la esfera internacional
y consolidarse como una potencia política, económica y militar a inicios del siglo XX.
Sería la única potencia imperial que surgiría fuera de los tradicionales imperialismos
occidentales.2
2
Gutiérrez Rus Salvador. Imperialismo Japonés. Del discurso nacional a la expansión territorial. UNIVERSIDAD DE
JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. 2014. pág. 2.
2
MAPA 2: SUDESTE ASIÁTICO - MATERIAS PRIMAS
A Japón le interesaba
el sudeste asiático por
las materias primas,
especialmente
Malasia, rica en
petróleo, caucho, zinc,
estaño (círculo verde).
Tanto Malasia como
Hong Kong eran zonas
que el gobierno
japonés consideraba
“absolutamente
esenciales para una
defensa de un Asia
oriental mayor”. Como
se ve, por otra parte, la
zona de defensa
engloba al área de
materias primas,
fundamentales,
precisamente para que
esa defensa pudiera
mantenerse.
Fuente: Apuntes.santanderlasalle.es/historia_1/xx/ii_guerra_mundial_expansionismo
Fuente: Apuntes.santanderlasalle.es/historia_1/xx/ii_guerra_mundial_expansionismo
3
Primero, como sus homólogos europeos, nace una industria militar doméstica
estrechamente controlada. En segundo lugar, debido a la falta de recursos en las islas
de Japón, para poder mantener un sector industrial fuerte y con gran crecimiento, las
materias primas como el hierro, petróleo y el carbón en gran parte se habían de importar
a pesar de que el país disponía de una pequeña parte de éstas. Gran parte de estos
materiales llegaba de Estados Unidos. Así, por el esquema de desarrollo militar
industrial y el crecimiento industrial, las teorías mercantilistas prevalentes, hacían
imprescindibles las colonias. Estas eran necesarias para competir con las potencias
europeas. Corea (1910) y Formosa (Taiwán, 1895) fueron anexionadas muy pronto
como colonias agrícolas. Además, el hierro y el carbón de Manchuria, la goma de
Indochina y los vastos recursos de China eran los principales objetivos para la industria
japonesa.
La segunda fase, de 1912 a 1937, es la época del Japón potencia mundial: entre la
Primera y Segunda Guerra Mundial se suceden las llamadas era Taisho3, entre 1912 y
1926, y era Showa4, desde 1926. Japón se convierte en un nuevo centro de poder
mundial. Su vida política y económica está dominada por los grupos oligarcas,
financieros y militares, que mantienen el crecimiento capitalista y la prosperidad
económica, el control político y la expansión exterior. Se tiende a formar un régimen
autoritario, y en el plano externo, a construir un Nuevo Orden en Asia oriental que
consagre el poderío japonés.
3 La era Taishō, reinado del emperador Taishō (Yoshihito)(del 30 de julio de 1912 al 25 de diciembre de
1926)
4
La era Shōwa (literalmente "periodo de paz ilustrada") es el periodo de la historia japonesa
correspondiente al reinado del emperador Shōwa (Hirohito) (desde el 25 de diciembre de 1926 al 7 de
enero de 1989)
5
Fondo Europeo de Desarrollo Regional. ¨El imperialismo japonés¨. Recuperado el 10/08/2016 de
www.artehistoria.com
4
Nacionalismo japonés
El pan-asianismo
Militarismo japonés
5
Algunos antiguos samuráis establecieron sociedades y organizaciones patrióticas, como
la Sociedad del Océano Negro (gen'yosha fundada en 1881) y su posterior rama, la
Sociedad del Dragón Negro (Kokuryukai) o Sociedad del Río Amur fundada en 1901.
Estos grupos se volvieron activos en la política nacional y extranjera, ayudaron a
fomentar los sentimientos belicistas y sustentaron las causas ultranacionalistas hasta el
final de la Segunda Guerra Mundial.
Después de las victorias de Japón sobre China y Rusia, los ultranacionalistas se
concentraron en los asuntos nacionales y percibieron amenazas como el socialismo y
comunismo.
La historia japonesa desde los primeros contactos con occidente en el siglo XIX, está
marcada por una constante discriminación americana contra los inmigrantes japoneses
y a la dura política de inmigración basada en la raza de Australia. A pesar de los
esfuerzos para llevar a cabo una modernización de Japón y sus éxitos militares sobre
China y Rusia, seguían sin ser considerados como iguales por los europeos. Esta
ausencia de aceptación racial y cultural hizo aparecer la idea de un futuro conflicto entre
Este y Oeste, para ganar este conflicto se necesitaría el apoyo de otros países asiáticos,
pero reconociendo la superioridad de Japón y aceptando su rol natural como líder. Esta
suposición subyacente de superioridad permitió a los japoneses racionalizar su
6
Shūmei Ōkawa fue un intelectual japonés, que propugnó el panasiatismo,1 uno de los principales
exponentes del nacionalismo japonés. Saaler, Sven and J. Victor Koschmann, eds., Pan-Asianism in
Modern Japanese History: Colonialism, Regionalism and Borders. London and New York: Routledge, 2007.
Fuente citada en:Pan-Asianism.
6
colonización en Corea y en China. Por otro lado, estas experiencias discriminatorias
vividas por Japón les llevaron a impulsar una cláusula en la carta de la Liga de Naciones
llamada "contra el racismo", la cual pretendía la igualdad de todas las razas, pero que
sin más apoyos no fue aprobada.
Es bajo las ideas del sintoísmo7 y el concepto del Kokutai ("esencia nacional") que se
hace referencia a la verdadera esencia de las características y valores supuestamente
únicos y eternos de la nación japonesa, características que distinguían a Japón del resto
de países y lo hacía superior a ellos. Esta actitud fue particularmente notable en el caso
de Corea, donde no solo se les negó a los coreanos el derecho a la independencia, sino
que también se les prohibió tener una identidad étnica separada de la japonesa.
7
"Religión Suprema"-religión de estado en la que todo ciudadano debía participar. Forma de dotar de un
aura mitológica a la figura del emperador y a la familia imperial ante la necesidad de unificar el conjunto
de la población japonesa.
7
La primera manifestación de esta política fue el establecimiento de Manchukuo como un
estado títere japonés en Manchuria en 1932. El experimento de estados títeres pasó por
el establecimiento de un alto grado de influencia japonesa sobre la economía y política
de las zonas chinas bajo su control, en tanto que otras cuestiones de menor importancia
eran dejadas en manos de los colaboracionistas locales como símbolo de una teórica
autonomía. En cierto modo, la Alemania Nazi realizó unas políticas similares en Europa,
especialmente con la creación del el Estado Independiente de Croacia, la Serbia de
Nedić, la Francia de Vichy o la Noruega de Vidkun Quisling. (Willensky, 2005: 72)
Los militares tenían una fuerte influencia en la sociedad japonesa y debían reforzar las
fundaciones económicas e industriales de Japón, de modo que pudieran defender a
Japón contra poderes exteriores y las cuestiones domésticas amenazadas por
rebeliones internas, como la Rebelión de la Satsuma y Rebelión de la Saga, y
numerosos levantamientos campesinos rurales.
8
La subida del servicio militar obligatorio (militar universal), introducido por Yamagata
Aritomo en 1873, junto con la proclamación de la Nueva escritura Imperial a Soldados y
Marineros en 1882 permitió a los militares adoctrinar a miles de hombres de varios
orígenes sociales con valores militares y patrióticos y el concepto de la lealtad
incondicional al Emperador como la base del estado japonés (kokutai).
Con una política exterior más agresiva y victoria sobre China con la Primera guerra sino-
japonesa y sobre Rusia con la guerra Russo-japonesa, Japón se incorporó a los poderes
del imperialismo. La necesidad de militares leales aseguraba el nuevo Imperio, ganaría
el respeto de naciones occidentales, y se haría la revisión de los tratados desiguales.9
La formación de la base para el crecimiento del militarismo era la libertad del control civil
disfrutado por las fuerzas armadas japonesas. Las oficinas del Estado mayor eran
responsables de la planificación y la ejecución de operaciones militares, e informar
directamente al emperador. Eran completamente independientes de cualquier descuido
civil o control. El ejército y la Marina ejercían su opinión en la formación (y supervivencia)
de cualquier gobierno civil.
8
CONSTITUCIÓN DE 1889
Artículo Xl. El Emperador tiene el mando supremo del ejército y de la marina.
Artículo XII. El Emperador determina la organización del ejército y la marina y su permanencia en tiempo de paz.
Artículo XIII. El Emperador declara la guerra, concierta la paz y concluye los tratados.
TIEDEMANN, «Breve historia del Japón moderno», Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 1965, PP. 141 y ss.
9
Tratados Desiguales es un término que hace referencia a la calidad de condiciones en los que fueron firmados
ciertos tratados entre varios Estados del Este de Asia y potencias extranjeras en el siglo XIX. Aunque principalmente
es usado para refirirse a los firmados por la Dinastía Qing de China, también fueron desiguales los tratados firmados
por el Shogunato Tokugawa de Japón y la Dinastía Joseon de Corea. Dichos tratados fueron firmados durante el siglo
XIX y principios del siglo XX, período en el cual esos Estados fueron incapaces de resistir las presiones militares y
económicas de las potencias de Occidente. Treaty Ports and Extraterritoriality in 1920s' China
9
Durante el período Taishō, Japón vio un período corto de la regla democrática (la
llamada "democracia de Taisho"), y varias tentativas diplomáticas se hicieron animar la
paz, como el Tratado Naval de Washington y participación en la Sociedad de naciones.
Sin embargo, con el principio de la era Shōwa, el colapso aparente del orden económico
mundial con la Gran Depresión que comienza en 1929, conectado con la imposición de
barreras comerciales por naciones occidentales y un radicalismo creciente en la política
japonesa incluso cuestiones de la violencia terrorista doméstica (incluso una tentativa
de asesinato en el emperador en 1932 y varios golpes intentados d'état por sociedades
secretas ultranacionalistas) llevó a un resurgimiento del patriotismo jingoísta10, un
debilitamiento de fuerzas democráticas y una creencia que los militares podrían
solucionar todas las amenazas tanto domésticas como extranjeras. La educación
patriótica también reforzó el sentido de una misión divina de unificar Asia bajo el
gobierno japonés.
Un punto decisivo fue la ratificación del Tratado Naval de Londres de 1930. El primer
ministro Osachi Hamaguchi y su partido de Minseito estuvieron de acuerdo con un
tratado que limitaría con severidad el poder naval japonés. A este tratado se opusieron
fuertemente los militares, que afirmaron que pondrían en peligro la defensa nacional y
la idea de hostilidades por Estados Unidos incrementando el sentimiento antiextranjero.
Japón se había implicado en el continente asiático continuamente desde la primera
guerra sino-japonesa, el levantamiento de los bóxers 11, la guerra Russo-japonesa, la
Primera guerra mundial y la Intervención siberiana. Durante el período del primer
ministro Tanaka Giichi a partir de 1927 hasta 1929, Japón envió a tropas tres veces a
China para obstruir la campaña de unificación de Chiang Kai-shek. En junio de 1928,
los oficiales aventuristas del ejército Kwantung emprendieron iniciativas no autorizadas
de proteger intereses japoneses a Manchuria, incluso el asesinato de un ex-aliado, el
jefe militar Zhang Zuolin, en esperanzas de provocar un conflicto general. Se puso en
evidencia que los militares eran capaces de actuar con poca restricción.
El Incidente de Manchurian del septiembre de 1931 creó el marco idóneo para la entrada
en funciones militar japonesa. Los conspiradores del ejército de Kwangtung explotaron
unos metros de la pista de South Manchurian Railway Company cerca de Mukden,
culparon a saboteadores chinos y usaron el acontecimiento como una disculpa por
invadir y afianzar el territorio.
En Tokio un mes más tarde, en el Incidente de Colores Imperial, las cifras militares
fallaron en una tentativa de establecer una dictadura militar, pero otra vez las noticias
se suprimieron y los autores militares no se castigaron. En el enero de 1932, las fuerzas
japonesas atacaron Shanghai en el Primer Incidente de Shanghai, emprendiendo una
guerra no declarada de tres meses allí antes de que una tregua se alcanzara.
10
Se denomina jingoísmo al nacionalismo exaltado partidario de la expansión violenta sobre otras naciones. Se trata
de una forma de imperialismo, en la forma de patriotismo extremo que justifica una política exterior agresiva. El
término jingoism fue acuñado por el radical George Holyoake. Su origen se halla en Gran Bretaña. Enciclopedia Encarta
2000, de Microsoft Corporation.
11
El Levantamiento de los bóxers conocido en China como el «Levantamiento Yihétuán» fue un movimiento, iniciado
en noviembre de 1899 y finalizado el 7 de septiembre de 1901, surgido en China contra la influencia foránea en el
comercio, la política, la religión y la tecnología de los últimos años del siglo XIX. Enciclopedia Encarta 2000, de Microsoft
Corporation.
10
El gobierno civil en Tokio era impotente para prevenir éstas aventuras militares, y en
lugar de condenarse, las acciones del ejército Kwangtung disfrutaron del apoyo público.
Los sucesores del primer ministro Inukai Tsuyoshi, hombres militares elegidos por
Saionji Kinmochi, la última sobrevivencia genrō12, reconocieron Manchukuo y
generalmente aprobaban las acciones del ejército en asegurar Manchuria como una
base industrial, un área para la emigración japonesa y un motivo de organización
potencial de la guerra con la Unión Soviética. Se aumentó el presupuesto de defensa,
la construcción naval (Japón anunció que ya no accedería a tratados de desarme), y el
adoctrinamiento patriótico como Japón movido hacia un equilibrio de guerra.
12
El genró fue una designación no oficial dado a ciertos estadistas japoneses jubilados de prestigio, considerados
como los “padres fundadores” del Japón moderno, y sirvieron como consejeros extraconstitucionales informales del
Emperador, durante el Imperio de Japón (1868-1945). Enciclopedia Encarta 2000, de Microsoft Corporation.
13
Dieta de Japón: La Dieta Nacional es la asamblea u órgano máximo de poder del estado de Japón de acuerdo con
la Constitución japonesa. Está formada por miembros directamente elegidos por el pueblo, con una edad mínima de
20 años. Los partidos políticos, a los que pertenecen casi todos los miembros de la Dieta, son las unidades básicas de
la actividad política. La Dieta nombra a uno de sus miembros Primer Ministro, quien a su vez forma el gabinete que
controla el Poder Ejecutivo del Gobierno. Michiko Tanaka (2011). Historia mínima de Japón, México DF, pág. 13
14
La Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental fue un concepto creado y promulgado por las autoridades del
Imperio de Japón que representaba el deseo de formar un «bloque de naciones asiáticas lideradas por Japón y libres
de la influencia europea». Fue uno de los términos más empleados para justificar la agresión japonesa en Asia oriental
desde la década de 1930, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial
11
procesaron por crímenes de guerra antes del tribunal de Tokio, su gobierno, sistema
educativo revisado e hicieron escribir el pacifismo en la Constitución de la posguerra de
Japón como uno de sus principios claves.
15
Steven Clemons (27 de agosto de 2006). The Rise of Japan's Thought Police. Disponible en
http://www.washingtonpost.com
12
El sueño de un Dai Nippon -o Gran Japón-, señor de Asia oriental, tenía raíces sociales
mucho más amplias y profundas: en el Ejército, en las clases medias urbanas y en el
campesinado. Reflejaba a la vez el deseo de una vida mejor y un sentimiento confuso
de solidaridad panasiática frente a las potencias coloniales occidentales.
Junto a estas bases económicas y sociales, actuaron en la formulación de un definido
imperialismo nipón factores políticos e ideológicos que hundían sus raíces en la
identidad histórica japonesa.
Un aparato estatal apoyaba los santuarios del Shinto, base ritual para un retorno a la
creencia semi-religiosa en la historia mitológica de Japón. Un cierto número de
sociedades secretas y patrióticas facilitaban los cauces para la difusión de ideas
ultranacionalistas y japonesistas, y para los nuevos conceptos del socialismo de Estado.
Y las Fuerzas Armadas, independientes del control civil, constituían un vehículo perfecto
para la consiguiente aplicación de tales conceptos a los asuntos internos y externos.
El fracaso del gobierno de partidos en el interior y con el de la cooperación internacional
en el exterior, crearon el ambiente favorable y necesario. Cada uno de estos factores
actuó a lo largo de un proceso histórico para converger en una acción común con los
otros elementos que animaron al nuevo imperialismo japonés.
13
Un personaje representativo de este estado de espíritu fue el general Araki, ministro de
la Guerra en 1934, que en su programa de renovación nacional -o Vía Imperial- colocó
en el primer plano de los objetivos japoneses la dirección de Asia continental. Además,
en 1912, 1926, 1933 y 1934 se reunieron en Tokio congresos panasiáticos.
Pero el grupo que acabó convirtiéndose en el más eficaz vehículo de la difusión del
pensamiento nacionalista-imperialista en Japón fue el Ejército, que apoyaba la política
expansionista contenida en el Memorial Tanaka. Las Fuerzas Armadas, que siempre
fueron un poderoso grupo con intereses políticos, habían ido adoptando una posición
cada vez más crítica, de creciente decepción hacia la política de partidos. En especial,
asumían esta postura los nuevos grupos de jóvenes oficiales, intolerantes en las
negociaciones con el exterior y el gobierno representativo en el interior.
Los elementos radicales del Ejército encontraron dos principales campos de actividad:
las sociedades secretas de nueva formación y el cuerpo expedicionario Kwangtung en
Manchuria, relativamente autónomo. En los últimos años veinte tuvo lugar la difusión de
minoritarias sociedades secretas dedicadas a la acción directa, cuyos nombres revelan
el carácter nacionalista de sus objetivos: el Partido de la Espada Celeste, la Fraternidad
de la Sangre, la Sociedad del Cerezo, organizada en 1930 y radical defensora de la
expansión militar en el exterior y de la revolución militar en el interior.
La expansión en Manchuria dio paso a la consolidación del militarismo en Japón; los
sentimientos e ideas se entremezclaron para desembocar en un objetivo común; el
anticomunismo de principio, cultivado por la extrema derecha, acabó por no distinguirse
muy bien de la tesis imperialista, que reclamaba la anexión de Manchuria como territorio
de colonización y expansión económicas.
Relaciones exteriores
Los partidos políticos habían ganado poder, pero sus conexiones con los intereses de
las grandes corporaciones o zaibatsu (del Seiyukai con Mitsui, y del Kensekai y del
Minseito con Mitsubishi) desprestigió la política a los ojos de muchos sectores de la
opinión. La Ley de Preservación de la Paz, aprobada en 1925, dirigida claramente contra
la izquierda socialista y comunista, limitó el alcance democrático que tuvo la extensión
del sufragio.
De esa forma, Japón se vio arrastrado hacia una política exterior cada vez más
condicionada por las exigencias de la guerra y de la expansión territorial en el
continente, lo que además favoreció positivamente la rápida y notable recuperación
económica que el país experimentó desde 1932, tras tres años de profunda recesión,
consecuencia de la crisis mundial de 1929.
El "putsch" no prosperó por la firme actitud del Emperador: diecisiete rebeldes -y con
ellos Kita Ikki, implicado en la trama- fueron ejecutados. Pero significativamente, el
fracaso del "putsch" no sirvió sino para el reforzamiento del propio Ejército como
institución y de la facción Tosei-ha (o Escuela del Control), integrada por militares
igualmente nacionalistas y decididamente favorables a la guerra que se daría con China,
por los incidentes que el 7 de julio se produjeron en las afueras de Pekín entre tropas
chinas y tropas japonesas del Ejército de Kuantung que merodeaban contra todo
derecho por la zona.
15
La guerra chino-japonesa, que se diluyó y prolongó en la II Guerra Mundial, fue una
catástrofe en términos humanos y materiales para ambos países. Políticamente, para
China el resultado último fue el triunfo comunista de 1949. Para Japón, supuso el
principio de su locura imperialista en pos de la creación de un Nuevo Orden en Asia. En
1940 invadió Indochina. Luego, tras destruir en diciembre de 1941 la flota
norteamericana del Pacífico, en 1942 ocupó Birmania, Malasia, Singapur, Filipinas,
Indonesia y otras islas del Pacífico, "liberando" del poder occidental a unos 450 millones
de asiáticos. China perdió entre 3 y 13 millones de personas entre 1937 y 1949; Japón,
millón y medio.
El Partido nacionalista fue fundado por Sun Yat-Sen y su sucesor fue Chiang
Kai -Shek. El partido nacionalista se llama Kuomintang (KMT) y se creó en 1912.
Subió al poder gracias a una revolución apoyados por el pueblo. Basado en el
nacionalismo, la modernización y la occidentalización de China, se basa también
en principios comunistas como la igualdad social pero con alianzas con
terratenientes y empresarios. Actualmente controla Taiwán e islas adyacentes.
Partido comunista chino su líder era Mao Tse Tung (Mao Zedong) que junto a
Chu en Lai en 1921 fundaron el partido. Los comunistas subieron al poder en el
1949. Basado en los principios ideológicos del comunismo. Buscaba el reparto
de las tierras, la unificación de China, una revolución del proletariado y el
establecimiento de un estado comunista con un solo partido.
La Guerra Chino Japonesa de 1894 a 1895 concluyó con la anexión de territorios chinos
a Japón. Luego en 1905 Japón le quitó Corea a Rusia, lo que disgustó a China, ya que
Corea había sido un estado vasallo de China en el pasado. Esto encendió la llama del
nacionalismo chino que veía como sus territorios les eran arrebatados por el modelo
occidental de expansión. Otra causa que impulsó las revoluciones fue el obsoleto
sistema económico feudal, que no permitía el progreso económico del país y había
sumido a la población en una constante pobreza.
16
Causas a corto plazo
La causa más importante a corto plazo es el ascenso al poder del Kuomintang. En 1912
el partido dirigido por Sun Yat-Sen llevó a cabo un levantamiento contra el gobierno de
los emperadores chinos, que llevaban en el poder desde el 3000 a. C. y proclamando la
República. En 1916 Sun establece el gobierno y en 1918 Yuan ShiKaiwho se convierte
en presidente con apoyo del ejército.
El Tratado de Versalles autoriza a Japón a quedarse con el territorio alemán de
Shantung, que había sido cedido a Alemania 1897. China deja de comprar mercancías
británicas y japonesas y busca la ayuda de Rusia. Rusia devuelve a China territorios
arrebatados durante el siglo anterior. El Partido Comunista Chino empieza a crecer.
En 1922 una alianza entre el KMT y el PCCh comienza una expedición, conocida como
la Expedición del Norte16, que busca derrotar a los señores de la guerra que dominaban
esos territorios y no querían obedecer al nuevo gobierno.
Sun Yat-Sen, superado en poder militar por los señores de la guerra, decide aliarse con
ellos. En 1925 Sun muere y sube al poder Chiang Kai-chek, que establece un control
militar más fuerte. Por este motivo decide deshacerse de su único rival, el PCCh. Para
ello inicia las “Patrullas de la Muerte”, que tan solo en Cantón asesinaron a 6000
personas. Tras estos ataques Mao Zedong asume el control del Partido Comunista
Chino y decide subir a las montañas para instituir un Soviet y así reconstruir el partido y
declararle la guerra al KMT.
16
La Expedición del Norte (1926–1927) fue una campaña militar del Ejército Nacionalista Chino, dirigida
por Chiang Kai-shek,nota 1 , que avanzó al norte desde Cantón hasta el río Yangtsénota 2 enfrentándose
a los poderosos caciques militares del norte de China. VV. AA. (2005). Diccionario panhispánico de dudas.
Asociación de Academias de la Lengua Española. p. 833.
17
En 1934, en clara inferioridad de fuerzas, las tropas comunistas, formadas más de 86
000 hombres, recorrieron entre 6000 y 10000 km en 370 días, huyendo del ejército
nacionalista para replantear su estrategia y ganar tiempo, desde las montañas de Yudu
hacia el noroeste. Sólo 8000 hombres, una décima parte de los que partieron, llegaron
a la provincia de Shaanxi en 1935, entre los que se encontraban los principales líderes.
A esta huída, dirigida por Mao y Zhou Enlai, se la conoce como la Larga Marcha. En
1936, ante el peligro que suponían los japoneses el PCCh trata de formar una alianza
con el KMT, pero Chiang se niega. El resto de miembros del KMT ven necesaria esta
alianza, por lo que lo secuestran y le obligan a firmar el acuerdo.
18
Partido nacionalista - Kuomintang
El Kuomintang se limitó casi exclusivamente a la guerra convencional. Aun así, al
comienzo de la guerra se puede ver su táctica de acoso a la población civil “Patrullas de
la muerte”, posiblemente para evitar las guerrillas al infundir miedo.
En el bando nacionalista, Chiang pidió ayuda a Alemania. Los consejeros alemanes le
ayudaron a crear un cuerpo de élite y planear las campañas contra la base comunista
de Jiangxi, además de la importación del armamento alemán. Los nacionalistas
realizaron la operación Muralla Feroz para cercar a los comunistas en Jiangxi, y como
consecuencia de esta acción, los comunistas emprendieron la Larga Marcha
Más tarde, tras su alianza con la URSS, comercian solo con los países de influencia
comunista, por lo que hay una recuperación lenta del país tras la guerra. Gran parte de
las infraestructuras quedaron destrozadas como consecuencia de la guerra civil y la
guerra contra Japón, y no se podía recuperar fácilmente por la gran inflación que tienen
después de haber terminado la guerra. Por otra parte, las industrias en China no tuvieron
un papel muy importante al no estar lo suficientemente desarrolladas. Esta es una de
las causas por la que la mayoría de la población sean campesinos.
Política: Inicialmente podía apreciarse un dominio del KMT pero debido a su inferioridad
militar, aunque se dan algunos cambios, finalmente resulta más fuerte el bando
comunista y queda reflejado con la proclamación de la República Popular China y el
exilio de los nacionalistas. Al partido de Mao tan solo le apoyaba la URSS por motivo de
la guerra fría, pero por ello fue que en 1950 firmarían el tratado de “amistad, alianza y
asistencia mutua”. Más adelante veríamos cómo con motivo de la guerra de Corea, esta
alianza se rompería. El partido de Chiang Kai-chek tuvo apoyo de EEUU (Harry S.
19
Truman) ya que a estos no les convenía que la china capitalista fuese conquistada por
la china comunista, por tanto mandaron un flota que protegería las islas y algunas otras
tropas.
FECHAS CLAVE:
1911 Revolución china, fin del
gobierno manchú.
1912 Se funda la República de
China.
1921 Se funda el Partido Comunista
chino.
1925 Fallece Sun Yat-sen.
1926 Chiang Kai-shek toma control
del partido nacionalista Kuomintang.
1927 Comienza la guerra civil china.
1931 Los japoneses ocupan
Manchuria.
1934-35 Se realiza la Larga Marcha,
liderada por Mao Zedong
Fuente:http://www.enciclopediahistoria.com/2015/06/china-guerra-
civil-en-el-siglo-xx-1911-1935.html
20
CUADRO 1: CUADRO COMPARATIVO GUERRA CIVIL CHINA
¿Cómo se soluciona
Conflicto Grupos Beligerantes Acontecimientos Consecuencias
el conflicto?
Caída de la dinastía Qing Japón entra a División de China
Primera etapa comienza Manchuria, unen República Popular
1926-1939 fuerzas comunistas y China
Demandas Demandas KMT solicita ayuda de nacionalistas Revolución Cultural
potencias extranjeras Recuperan Taiwán
para vencer el norte de Manchuria y
China comunistas Reforma agraria
Partido Partido Expedición del Norte proclaman Imperio chino en
comunista nacionalista (1926) oficialmente Taiwán.
chino Kuomintang Guerra de las Planicies República Popular de Sistema económico
Mao Tse Tung (KMT) (1930) hundimiento final China capitalista.
(Mao Zedong) Sun Yat-Sen de señores de la guerra.
GUERRA CIVIL Chiang Kai Norte y centro pasan a El PCCH se apodera
CHINA Unión por el Chek manos nacionalistas. de territorios después
(1927 -1937 y comunismo y República Soviética de que KMT toma la
1946 -1949) bienestar social Conquistatodo China (1931) capital comunista.
china y logra La larga Marcha (huida
vencer el de ejército comunista)
capitalismo. (ejército rojo)
Segunda etapa Segundo
Frente Unido (1939)
(1940)
En contra de
expansionismo japonés
Triunfo comunista
(1949) República
Popular de China
Fuente: http://historiadiana2b.blogspot.com/2014/09/semana-5-guerra-civil-china.html
Entre fines de los años veinte y comienzos de los treinta se produjo la transición
del liberalismo al militarismo y totalitarismo, del imperialismo defensivo al
agresivo, sólidamente respaldado por las fuerzas económico-sociales y político-
ideológicas dominantes del país.
22
El Desarrollo de movimientos nacionalistas, conservadores, y antioccidentales.
Acusación de estos movimientos contra el gobierno por considerarlo
“Antipatriótico” Oficialidad joven del Ejercito
El reclutamiento de oficiales provenientes de zonas rurales, al provenir de dichas
zonas eran muy permeables ante las influencias nacionalistas y en particular a
influencias de tipo “nacionalista” al estilo alemán o italiano.
El régimen político de Japón adoptó un régimen Nazista y el Fascista Algunas
de las ideas fascistas son: El uso de la fuerza como medio para alcanzar su
objetivo. El sistema de sociedad patriótica fomento el espíritu nacionalista. El
gobierno japonés quería costear las empresas militares de la nación. La idea de
la superioridad racial. El estado predomina sobre el individuo. El gobierno debía
ejercerlo una elite. Rechazo a la democracia
Japón creía que el único modo de salvar al país de su estado catastrófico, de su
miseria y bancarrota, era por medio de la conquista y sumisión de nuevos
territorios Se realizaron batallas importantes en países como China, Mongolia, o
la Indochina francesa, entre otros
23
miraron hacia hierro de Manchuria y carbón, caucho de Indochina y recursos
enormes de China.
En la década de 1930 Japón tenía más de 65 millones de habitantes. En la elite
intelectual y político militar japonesa existía la sensación de que uno de los
problemas de la nación era el exceso de la población para un territorio limitado
por lo cual necesitaban más territorios. Los recursos eran insuficientes y las
importaciones no alanzaban para abastecer al país de muchas materias primas
y rubros de consumo.
Aumento de la población que pasó de 1870 a 1920, de trece a cincuenta y seis
millones de personas por el avance en medicina; Los debilitó y agravó la vida en
aquel país. Se modificó la estructura económica drásticamente a tal grado que
desembocó a un aspecto cenagoso de desempleo y hambruna.
Desde el punto de vista militar Japón se había debilitado por las restricciones
impuestas a su marina en la conferencia internacional de Londres y por los
límites establecidos por los propios gobiernos japoneses. Para muchos
japoneses, la guerra parecía una solución posible a las limitaciones territoriales
y al exceso de la población.
Al término de la Primera Guerra Japón tuvo notables y acelerados avances en
la industria, Aprovecharon una parte del mercado en Asia abandonado por los
europeos. Mientras que estos estaban siendo ocupados o atendidos, en aquellos
años de destrucción y conflicto por la guerra. Ellos estaban involucrados
profundamente en ésta, se concentraron más en la discordia.
En la China continental había un movimiento anti-japonés; en Estados Unidos se
discriminaba a los inmigrantes japoneses.
F) Consecuencias
Grandes tasas de bajas por parte de todos los bandos involucrados: en Iwo Jima,
americanos, 7.000 militares; y japonesas 20.000. En Okinawa 12.500
americanos y 110.000 japoneses.
Desvanecimiento de costumbres y actividades del pueblo japonés. Paso de un
país feudal de economía agraria, a la de un país industrial.
Este cambio acelerado; creó desfase entre el nivel tecnológico del país y sus
costumbres, plasmado perfectamente en su sistema político.
Gran desorden político, entre el emperador y los ejércitos o fuerzas armadas.
Surgimiento de sociedades secretas que tienen un Impacto en la política Interna
y externa (Sociedad del Río Amur o Sociedad del Dragón Negro- Liga de la
Hermandad de la Sangre- Sociedad de Una Noche-Sociedad del Cerezo)
25
1.2 ACONTECIMIENTOS
Invasión japonesa de Manchuria y el norte de China (1931)
Guerra chino-japonesa (1937–1941)
Pacto Tripartito/Pacto del Eje; estallido de la guerra; Pearl Harbor (1941)
Fuente: http://www.lahistoriaconmapas.com/cronologia/siglo-xx/la-expansion-de-japon-en-
manchuria-1931-1933/
El colapso del comercio mundial en 1929 tuvo graves consecuencias para el desarrollo
del imperialismo japonés. En primer lugar llevó a la completa desilusión de Japón con el
sistema de comercio de “Puertas abiertas”, que debían aplicar en China. Muchos
japoneses dudaban ya de los beneficios de auto contenerse en China a cambio de
permanecer en el sistema internacional. La “Co-prosperidad”, entendida como una
relación económica desigual y exclusiva entre China y Japón, era una idea cada vez
más popular. Por otro lado la creencia en las virtudes de la modernización se derrumbó.
El tratado naval de Londres de 1930, en el que se extendían las limitaciones navales
impuestas en la conferencia de Washington de 1930, enfureció a los sectores militares,
que afirmaban que el gobierno no tenía autoridad para resolver a su manera en
cuestiones de defensa que requerían asesoramiento técnico. Al fin y al cabo el ejército
y la marina estaban bajo autoridad directa del emperador y no del gobierno civil según
la constitución. A partir de ese momento los militaristas empezaron a considerar cómo
“bordear” a los políticos civiles en cuestiones que afecten la seguridad nacional
(Beasley, 1987). Hamguchi Osachi, primer ministro del gobierno japonés que firmó el
tratado de Londres, sufrió un atentado a manos de un radical militarista en noviembre
de 1930 y murió poco más tarde (Buruma, 2003).
26
El incidente de Mukden (18 de septiembre de 1931), también conocido como el incidente
de Manchuria o incidente del 18-9, tuvo lugar en el sur de Manchuria, cerca de Mukden
(hoy Shenyang), en donde un tramo del ferrocarril del Sur de Manchuria, gestionado por
una compañía de propiedad japonesa, fue dinamitado. Oficiales ultranacionalistas
japoneses volaron una sección mínima del ferrocarril junto a la ciudad. El falso ataque
sirvió para justificar la ocupación de Manchuria por el Ejército de Kwantung, lo que
produjo una seria crisis internacional.
Tanto la validez de los distintos acuerdos entre las dos naciones como su interpretación
enfrentaba a los Gobiernos chino y japonés. Aunque el Estado Mayor japonés creía
posible dirimir las diferencias mediante la negociación con Zhang Xueliang, los mandos
del Ejército de Kwantung exigían el uso de la fuerza y la ocupación militar de Manchuria.
Si el alto mando no estaba dispuesto a utilizar los choques locales como justificación
para la intervención militar, los mandos en Manchuria estaban dispuestos a crear un
incidente que la desencadenase.
Durante el verano de 1931, el número de choques entre chinos y japoneses en
Manchuria creció. A finales del verano, las relaciones bilaterales entre China y Japón
habían empeorado peligrosamente.
La voladura del tramo de vía la noche del 18 de septiembre de 1931, supuestamente
realizada por soldados chinos, y los consiguientes choques entre tropas chinas y
japonesas que comenzaron esa noche de septiembre llevaron a la ocupación de
Mukden al día siguiente. Alegando legítima defensa, unidades del Ejército de Kwantung
japonés comenzaron inmediatamente a ocupar diversas localidades a lo largo de la línea
férrea y pronto se extendieron por toda Manchuria.
El 18 de septiembre de 1931 el ejército del Kwantung (nombre dado a las fuerzas
japonesas destacadas en Manchuria), actuando autónomamente, se movilizó por
sorpresa y ocupó la totalidad de Manchuria en poco tiempo y con escasa resistencia.
Fue producto una meticulosa planificación de generales y altos cargos de las fuerzas
armadas, motivada por la preocupación por el reforzamiento de la Unión Soviética, la
expansión de los comunistas chinos por Manchuria y los avances del gobierno
nacionalista chino de Chiang Kai Shek en la reunificación de China. Los militares, que
desconfiaban del gobierno civil, decidieron actuar por su cuenta para asegurar
Manchuria (Jansen, 2000).
Una vez la conquista de Manchuria fue aceptada por Tokio como hechos consumados,
fue organizada como un estado semiautónomo, denominado Manchukuo (“nación de
Manchuria”) y Puyi (1906-1967), último emperador manchú de China (dinastía Qing),
fue coronado emperador de Manchukuo en 1934 (Beasley, 1987). La conquista de
Manchuria fue enormemente popular entre la población japonesa e inflamó el ánimo
nacional. Manchuria fue presentada como una nueva frontera, que a diferencia de
Taiwán o Corea ofrecía gran cantidad de espacio para colonos. Los zaibatsu invirtieron
gran cantidad de capital fin de desarrollar una base de industria pesada, y llegó una
importante migración japonesa, fuertemente incentivada por el gobierno. Manchuria se
convirtió en destino de multitud de profesionales de las ciencias sociales que vieron en
esta tierra un campo abonado para la planificación social (Jansen, 2000).
27
1.2.1.2 Ocupación del norte de Manchuria
Con el sur de Manchuria asegurado, los japoneses se volvieron al norte para completar
la ocupación de Manchuria. Tras fracasar las negociaciones con los generales Ma
Zhanshan y Ting Chao, a principios de enero de 1932 el coronel Kenji Doihara requirió
la colaboración del general Xi Qia para avanzar y tomar Harbin.
La última fuerza importante china en el norte de Manchuria fue liderada por el general
Ting Chao, quien organizó con éxito la defensa de Harbin frente al general Qia hasta la
llegada de la 2.ª división bajo el mando del general Jirō Tamon, tomando las fuerzas
japonesas Harbin el 5 de enero de 1932.
A fines de febrero el general Zhanshan se unió al recientemente formado gobierno de
Manchukuo como gobernador de la provincia de Heilongjiang y ministro de guerra de
Manchukuo.
El 27 de febrero de 1932 el general Chao ofreció cesar con las hostilidades, terminando
así de manera oficial la resistencia china en Manchuria, aunque los combates contra las
guerrillas y algunas fuerzas intermitentes continuarían por varios años en la campaña
para pacificar Manchukuo.
1.2.2 Guerra chino-japonesa (1937–1941)
Tropas japonesas custodiaban las vías del ferrocarril de Manchuria, pues a través de
éstas diversos recursos eran transportados hasta puertos en Corea, desde donde
finalmente eran enviados a Japón. En septiembre de 1931 estallaron explosivos en
dichas vías, en lo que se conoce como «Incidente de Mukden». El gobierno japonés
decidió entonces enviar tropas a ocupar toda Manchuria, formando además un gobierno
títere llamado Manchukuo bajo el mando nominal del emperador Pu-Yi
En los años siguientes tuvieron lugar pequeños enfrentamientos, pero en 1937, después
del «Incidente del Puente de Marco Polo» donde tropas japonesas fueron atacadas a
las afueras de Pekín, comenzó abiertamente la guerra con China. Rápidamente Japón
atacó las principales ciudades costeras, y para diciembre de ese mismo año ya se
encontraban a las afueras de la capital nacionalista, Nankín. Cuando la ciudad se rindió
frente a los invasores, el Ejército Imperial llevó a cabo actos de suma crueldad contra la
población civil, acontecimientos conocidos como la «masacre de Nankín», donde cerca
de 300 000 soldados y civiles chinos fueron asesinados.
Las victorias iniciales japonesas fueron seguidas por un periodo de estancamiento y
para 1938 la guerra se encontraba en un punto muerto, situación que continuó hasta
1941, cuando los japoneses entraron en el escenario de la Segunda Guerra Mundial.
Esta guerra finalizó en 1945, cuando Japón anunció su rendición a los aliados.
1.2.2.1 El “incidente de China”
La segunda guerra sino-japonesa empezó de forma no planeada ni deseada para Japón.
El 7 de Julio, un encuentro entre soldados chinos y japoneses cerca del puente de Marco
Polo, al oeste de Pekín, marcó el inicio de la segunda guerra sino-japonesa cuando
ambos bandos enviaron refuerzos a la zona. El gobierno japonés, dirigido por el príncipe
Konoe (1891-1945) pretendió hacer una simple demostración de fuerza, pero Chiang
Kai-Shek, al frente de la república de China, envió a parte de sus mejores tropas para
repeler a los japoneses y la violencia se extendió sin control por el norte de China
(Jansen, 2000)
28
1.2.2.2 La masacre de Nankín
Apenas un mes después, las tropas japonesas desembarcaron cerca de Shanghái y
tomaron la ciudad después de una larga y dura batalla. Su objetivo era la ciudad de
Nanjing, entonces capital de la república China. Nanjing cayó ante las tropas japonesas
en diciembre de 1937. Como parte del ejército chino se desbandó y se dijo que muchos
soldados se habían camuflado como civiles, los soldados japoneses perpetraron una
terrible matanza sobre la población civil, en un desenfreno de violencia completamente
indiscriminada, acompañada de violaciones masivas. El número de muertos de esta
masacre se ha calculado entre 250.000 y 300.000
Las masacres no se limitaron a Nanjing, sino que hubo muchas más en el resto de
China, Filipinas, Singapur, Malasia, Indonesia… (Buruma, 2003).
Pese a todo, Chiang Kai-Shek siguió luchando. El gobierno chino se trasladó a
Chongqing, en el curso medio del Yangtzé, y Japón continuo en una larga guerra en la
que ganaba la mayoría de las batallas pero no llegaba a imponerse (Jansen, 2000).
1.2.2 Pacto Tripartito/Pacto del Eje; estallido de la guerra; Pearl Harbor (1941)
1.2.2.1 Pacto Tripartito/Pacto del Eje
El Pacto Tripartito, también conocido como el Pacto del Eje, fue un pacto firmado en
Berlín el 27 de septiembre de 1940 por Saburō Kurusu, Adolf Hitler y Galeazzo Ciano,
representando al Imperio de Japón, la Alemania nazi y el Reino de Italia,
respectivamente. Este pacto constituyó una alianza militar entre estas naciones, y
oficialmente se conformaron las Fuerzas del Eje, opuestas a las Fuerzas Aliadas en la
Segunda Guerra Mundial.
En los siguientes meses, los reinos de Bulgaria, Hungría, Rumania y Yugoslavia se
adhirieron al pacto —los tres primeros para recibir territorio en los Balcanes, y el último
para evitar ser invadido—. La República Eslovaca también se adhirió al Pacto tras la
desmembración de Checoslovaquia.17
Justificación
El Pacto Tripartito reconocía las esferas de influencia de los tres miembros originales,
promovía la cooperación entre sus miembros para establecer un nuevo orden mundial
y para fomentar la prosperidad y bienestar de sus pueblos. El Pacto también ordenaba
a sus miembros apoyar, por todos los medios posibles, a un miembro que fuera atacado
por una potencia externa, exceptuando a las que ya estaban en guerra, en este caso
Francia y el Reino Unido. Con esta última condición, Japón no estaba obligado a atacar
a las colonias asiáticas del Reino Unido, aunque finalmente lo hizo en diciembre de
1941. Por una solicitud específica de Japón, la Unión Soviética no fue incluida en la lista
de las potencias atacantes, por lo que cuando Alemania invadió este país, Japón no
tuvo obligación formal de unirse a la agresión alemana.
De esta manera, la principal potencia afectada en la práctica por el Pacto Tripartito eran
los Estados Unidos, ya que, si entraba en guerra con Japón, debería prepararse para
luchar en Europa y Asia al mismo tiempo.
17
Luis Suárez Fernández Franco, Barcelona, Ariel, 2005. ISBN 84-344-6781-X, pág. 176
29
Texto del Pacto
El Pacto Tripartito entre Japón, Alemania e Italia, 1940
Los gobiernos de Japón, Alemania e Italia consideran como prerrequisito para
una paz duradera que toda nación del mundo reciba el espacio sobre el que tiene
derecho. Por lo tanto, estas naciones han decidido respaldar y cooperar una con
otra en sus esfuerzos en Europa y la Gran Asia Oriental respectivamente. El
principal propósito de esto es establecer y mantener un nuevo orden de las
cosas, planeado para promover la prosperidad mutua y el bienestar de los
pueblos involucrados. Además, es el deseo de los tres gobiernos de extender la
cooperación a naciones en otras esferas de influencia que estén inclinadas a
dirigir sus esfuerzos a través de vías similares a las suyas con el propósito de
realizar su último objetivo, la paz mundial. Entonces, los gobiernos de Japón,
Alemania e Italia han acordado:
ARTÍCULO 1: Japón reconoce y respeta el liderazgo de Alemania e Italia en el
establecimiento de un nuevo orden en Europa.
ARTÍCULO 2: Alemania e Italia reconocen y respetan el liderazgo de Japón en
el establecimiento de un nuevo orden en la Gran Asia Oriental.
ARTÍCULO 3: Japón, Alemania e Italia están de acuerdo en cooperar en sus
esfuerzos en las líneas discutidas. Ellas se asistirán mutuamente con todos los
medios políticos, económicos y militares si una de las naciones firmantes es
atacada por una potencia que actualmente no esté involucrada en el conflicto
europeo o en el conflicto sino-japonés.
ARTÍCULO 4: Con miras a aplicar el Pacto, comisiones técnicas, designadas por
los respectivos gobiernos de Japón, Alemania e Italia, deben reunirse sin
demora.
ARTÍCULO 5: Japón, Alemania e Italia afirman que los acuerdos no afectan en
ninguna manera el estatus político actual entre cada una de las potencias
firmantes y la Rusia soviética.
ARTÍCULO 6: El presente pacto será válido inmediatamente después de su firma
y permanecerá así por diez años desde la fecha en que se volvió efectivo. Antes
de la expiración de ese término, las Potencias firmantes podrán, por petición de
una de estas, entrar en negociaciones para renovar el pacto.
Luego de la invasión aliada de Sicilia, el gobierno italiano inició las negociaciones con
los Aliados para firmar un armisticio. En efecto, el primer miembro del Pacto en
abandonarlo fue el Reino de Italia en 1943 pues la República Social Italiana de
Mussolini, que mantuvo formalmente el Pacto por parte italiana, en la práctica era un
régimen por completo dependiente de la Alemania nazi. Entre agosto y septiembre de
1944, Bulgaria y Rumania fueron invadidas por el Ejército Rojo y para evitar una segura
derrota se volvieron aliadas de la Unión Soviética, desligándose del Pacto. Hungría
también intentó cambiar de bando, pero fue ocupada militarmente por Alemania en
octubre de 1944, aunque semanas después fue también invadida por el Ejército Rojo,
al igual que Eslovaquia. Con la derrota de Alemania en mayo de 1945, Japón fue el
único miembro del Pacto que quedó, y como éste era un pacto de cooperación, dejó de
tener validez en la práctica.18
18
Herbert Feis, The Spanish Story, Nueva York, 1948, pág. 76-98.
30
1.2.2.2 Estallido de la guerra
En enero de 1940 EEUU anunció Japón la no revocación del tratado comercial que
tenían ambos países desde 1911 (Jansen, 2000) y dejó de venderle combustible y
materias primas. Sin las importaciones estadounidenses Japón no podía seguir
sosteniendo su interminable guerra en China, así que se planteó una disyuntiva: o
retirarse de China o dirigirse al sudeste asiático en busca de materias primas (Buruma,
2003). Las victorias alemanas en Europa habían abierto nuevas posibilidades para
apoderarse de las colonias europeas en el sureste asiático. Japón ocupó la totalidad de
la indochina francesa con la conveniencia de las autoridades de Vichy, lo que provocó
que en julio de 1941 los Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y los Países Bajos,
cortaran las exportaciones de petróleo. Las tensiones habían llegado a un punto crítico
(Jansen, 2000).
31
La situación en Japón
Mientras se desarrollaba la guerra en China, el príncipe Konoe Fumimaro volvió a formar
gobierno en julio de 1940, pretendió crear un nuevo orden político y formar una
estructura política estable que armonizara los intereses de todos los grupos dominantes.
Para ello se disolvieron todos los partidos políticos y en su lugar se creó el Taisei
Yosukan Kai, o asociación de ayuda imperial, siguiendo el modelo de los partidos únicos
de masas de los estados fascistas. No obstante, fracasó en su intento de regenerar el
estado y el sistema Meiji continuó, más centralizado y autoritario, hasta el final de la
segunda guerra mundial (Jansen, 2000).
El primer ministro no controlaba las fuerzas armadas y los ministros del ejército y la
marina dejaban que las cosas siguieran su curso. Nadie era capaz de responsabilizarse
de una política coherente. El máximo responsable era el emperador, pero éste no ejercía
ningún poder ni ningún control (Buruma, 2003).
Acontecimientos de 1941
12 de mayo: el embajador japonés entrega en Washington la respuesta a los
«Cuatro Principios» del secretario Hull
2 de julio: la Conferencia Imperial sanciona la decisión de ocupar el sur de la
Indochina francesa
25 de julio: Estados Unidos impone duras sanciones económicas a Japón
6 de septiembre: la Conferencia Imperial fija «principios de octubre» como fecha
límite para las conversaciones con Estados Unidos
18 de octubre: el general Tojo es nombrado nuevo primer ministro de Japón
20 de octubre: el Estado Mayor de la Armada aprueba el plan de ataque a Pearl
Harbor
5 de noviembre: la Conferencia Imperial retrasa al 30 de noviembre la fecha
límite para alcanzar un acuerdo con EE. UU.
27 de noviembre: Japón rompe las conversaciones en respuesta a la Nota Hull
1 de diciembre: la Conferencia Imperial ratifica la decisión de entrar en guerra
con Estados Unidos
7 de diciembre: ataque a Pearl Harbor y declaración de guerra
34
1.3 REACCIONES
Sociedad de las Naciones e Informe Lytton
Procesos políticos en China, Segundo Frente Unido
Reacciones internacionales, incluidas las iniciativas estadounidenses y el
aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Japón
35
No obstante este trabajo, la demora de la Sociedad de Naciones en reaccionar al
Incidente de Mukden y la falta de una condena inicial firme contra Japón permitieron que
el gobierno nipón ejecutase con suficiente tiempo todos los actos necesarios para
establecer firmemente su influencia completa sobre Manchuria, logrando entonces que
la creación de Manchukuo fuera un acto plenamente consumado en el momento que la
Comisión llegó a Asia. Si bien la iniciativa de la Comisión era presentar un informe
balanceado e imparcial, las conclusiones terminaban apoyando las quejas de China en
muchos aspectos cruciales.
El reporte indicaba, entonces, que las tropas imperiales japonesas habían realizado
operaciones de agresión contra China, y no de simple autodefensa como arguyó el
gobierno de Tokio, con lo cual el Incidente de Mukden era determinado como de
responsabilidad exclusivamente nipona. Respecto de Manchukuo, el reporte de la
Comisión expresaba que dicho Estado se sostenía solamente con el apoyo de tropas
japonesas, que sin la ayuda directa de Japón no podría seguir existiendo Manchukuo ni
el régimen de su "emperador" Pu Yi, y sobre todo que no había una auténtica adhesión
de la población local de Manchuria (población mayormente china) al recién formado
Estado, ni había surgido siquiera un verdadero movimiento de independencia en dicha
región. Tales conclusiones contradecían abiertamente las versiones oficiales que Japón
había indicado a los gobiernos extranjeros.
Ante la Sociedad de Naciones
Cuando en octubre de 1932 la Comisión hizó públicas sus conclusiones, el mes anterior
Japón había formulado su reconocimiento diplomático a Manchukuo, por lo cual el
gobierno nipón pudo sostener que no había ocurrido una real secesión de una provincia
de China sino la proclamación de un "país independiente". La Sociedad de Naciones
presentó en su asamblea general de febrero de 1933 las conclusiones de la Comisión
Lytton y se aprobó una moción para condenar al gobierno de Japón como país agresor
de China, pero de inmediato el gobierno japonés anunció su retiro de la Sociedad. El
reporte de la Comisión Lytton conservó su valor como documento histórico que
documentaba la agresión japonesa contra China, y que describía el carácter títere del
Estado de Manchukuo, pero en la práctica no sirvió para detener la violación de normas
de Derecho Internacional.19
1.3.2 Procesos políticos en China, Segundo Frente Unido
1.3.2.1 Procesos políticos en China (República de China (1912-1949))
El 10 de octubre de 1911 se produce el Levantamiento de Wuchang, rebelión contra la
dinastía Qing en la actual ciudad de Wuhan, que provoca la Revolución de Xinhai, que
acabará con el derrocamiento definitivo del último emperador Qing, Puyi, en 1912.
El líder revolucionario chino Sun Yat-sen, al tener noticia del levantamiento de Wuchang,
vuelve a China desde Estados Unidos. Aunque Sun llega a ser nombrado Presidente de
la República de China, el país se encuentra dividido, dominado por dirigentes locales, y
llega a un acuerdo con el destacado militar Yuan Shikai, que controlaba los restos del
ejército Qing en el norte, para que éste sea presidente.
La ambición de Yuan Shikai, que llegaría a autoproclamarse emperador en 1915, hace
crecer la oposición a éste. China se encontraba aún dividida, y Sun Yat-sen vuelve del
exilio para instalarse en Cantón, desde donde dirige el Kuomintang, el partido político
que él había fundado. En Cantón, Sun Yat-sen funda la Academia Militar de Whampoa,
19
Directorate of Information Services of the House of Commons (2005). «MANCHURIA: REPORT OF THE
LYTTON COMMISSION.». Consultado el 19 de agosto de 2009.
36
en la que se formará el ejército que, bajo el mando de Chiang Kai-shek, sucesor de Sun
Yat-sen al frente del Kuomintang, conseguirá conquistar gran parte de China y
establecer en Nankín la capital de la República de China, cumpliendo la ambición de
Sun Yat-sen.
Chiang Kai-shek se convierte en presidente de la República y, desde el principio, tendrá
que enfrentarse a dos problemas. Por un lado, el Partido Comunista Chino, a pesar de
varios periodos de colaboración con el Kuomintang, lucha por establecer un régimen
comunista. Por otro lado, el imperialismo japonés presiona a China. En 1931 Japón
conquista Manchuria, y establece allí el estado títere de Manchukuo. En 1937 el ejército
japonés inicia una invasión a China.
Durante la invasión japonesa, el gobierno de Chiang Kai-shek abandona la capital
Nankín, ocupada por Japón, y se repliega al interior, estableciéndose en la ciudad de
Chongqing.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Japón abandona sus conquistas
en Asia, y China recupera Manchuria y Taiwán.
Cuando parecía que el gobierno de Chiang Kai-shek podría ya lograr consolidar la
estabilidad de la república, el partido comunista organizó una rebelión armada contra el
Kuomintang. Éste se convierte en una guerra civil total a partir de 1947.20
Cronología
1930-1931 Chiang Kai-shek lanza tres campañas de «cerco y aniquilamiento»
contra las fuerzas comunistas: las tres son derrotadas. -Los
japoneses atacan el nordeste y se apoderan de la ex Manchuria. -Se
funda la «república soviética china» en las montañas de Chingkan:
Mao es elegido presidente.
1932 Los japoneses atacan Shanghai. -Chiang Kai-shek elude el combate
con los japoneses y lanza la cuarta campaña de «cerco y
aniquilamiento» contra los comunistas.
1933 Quinta campaña de «cerco y aniquilamiento».
1934 La quinta campaña, compuesta por 700.000 soldados, con asesores
alemanes, amenaza con liquidar la resistencia comunista. -El 15, de
octubre, las unidades comandadas por Un Piao rompen el cerco y
comienzan lo que se llamó La Gran Marcha. -Durante un año cubrirán
más de 10.000 km
1935 De los 100.000 soldados que iniciaron La Gran Marcha, sólo 20.000
llegan a la provincia de Shensi. -Sesión ampliada del buró político en
la ciudad de Tsunyi, que elige un comité central encabezado por
Mao; situación que durará hasta septiembre de 1976.
1936 Chiang Kai-shek es arrestado por sus propios generales en Sian para
obligarle a luchar contra los japoneses y no contra los comunistas
chinos. -Chu Enlai, en representación del partido, vuela a Sian y
convence a los generales para que no fusilen a Chiang, que lo liberen
y que formen un frente único antijaponés.
1937-1945 Guerra de resistencia contra el Japón.
20
Fairbank, John K. China. Una nueva historia. Santiago de Chile/Barcelona: Ed. Andrés Bello.1997.
37
1945 VII Congreso del partido.
1946-1949 La guerra popular de liberación.
1949 El 1 de octubre, en la plaza Tienanmen de Pekín, Mao proclama la
fundación de la República Popular China.21
1.3.2.2 Segundo Frente Unido (1939-1940).
Antes y durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1937 y 1946, China fue invadida por
las tropas niponas. Los comunistas chinos desempeñaron un papel muy importante en
la lucha contra los japoneses y consiguieron ganarse el apoyo de los campesinos
gracias a las medidas revolucionarias que se ponían en práctica en los territorios bajo
control comunista: reparto de las tierras, aplazamiento de deudas, limitación de
impuestos. Chiang se negó a aliarse con los comunistas para combatir a las fuerzas
niponas, lo que provocó su secuestro en diciembre de 1936 por los generales Zhang
Xueliang y Yang Hucheng, ambos del KMT, que le obligaron a firmar el acuerdo
(Incidente de Xi’an). Con Chiang fuera de juego, los dos partidos acordaron suspender
las hostilidades y formar un Segundo Frente Unido, que concentrase toda sus energías
en combatir el expansionismo japonés. Sin embargo, la colaboración fue mínima durante
todo el conflicto, incluso tuvieron lugar enfrentamientos entre comunistas y nacionalistas
en plena guerra a finales de 1940 y principios de 1941.
El segundo frente unido (1939-1940)
1931 Ocupación de Manchuria.
1937-1946 China fue invadida por las tropas niponas.
Chinos- papel importante contra los japoneses.
Apoyo campesinos- medidas revolucionarias.
Medidas: Reparto tierras. Aplazamiento deudas. Limitación de impuestos
Chiang no se alía con los comunistas contra las fuerzas niponas.
Secuestro diciembre 1936- generales Zhang Xueliang y Yang Hucheng- KMT.
21
Rojas. R. Tabla cronológica de la historia de China.
http://www.rrojasdatabank.info/chin0000/chinacron.pdf. 2016.
38
Fue un éxito y por los siguientes nueve años los signatarios lo respetaron y gozaron de
paz, y en abril de 1930 el tratado fue ratificado tras una nueva ronda de negociaciones
celebradas en Londres. Se accedía nuevamente a los puntos acordados pero además
se extendió el período de no-construcción de acorazados y de bases militares en el
Pacífico hasta 1936. Sin embargo existía una modificación, tras numerosos
experimentos los signatarios llegaron a la siguiente conclusión: todos ellos querían más
portaaviones, la fórmula de paridad permanecía igual (5:5:3) (Gran Bretaña y los
Estados Unidos tenían derecho a tener una misma cantidad de acorazados,
representados por los 5 y 5, mientras que los japoneses solo podían tener 3 por cada
cinco acorazados que encontramos en cada una de las otras dos naciones), pero se
incrementaría el límite de construcción a 135,000-toneladas para norteamericanos y
británicos, mientras que los japoneses podían llegar al máximo de 80,000. Los astilleros
de esas naciones cobraron vida y una nueva generación de portaaviones comenzó a
ser construida. El incremento no causó malestar alguno, y por el momento la paz
reinaba.
Desde 1930 dos acontecimientos afectaron directamente al Japón: en un desesperado
esfuerzo por proteger a sus industrias de la depresión, estadounidense y británicos
limitaron enormemente las importaciones de productos japoneses hacia sus mercados.
Ese acto tuvo nefastas consecuencias para la ya muy dañada industria manufacturera
del Japón. Segundo. Un enemigo tradicional del Japón, la Rusia Imperial, había renacido
con un nuevo nombre, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y con cada día
que pasaba la nueva nación expresaba una violenta expansión, por lo que pronto se
convirtió en una seria amenaza para la seguridad japonesa. Los oficiales dentro de la
Marina y del Ejército Imperial solicitaron los recursos para incrementar el tamaño de sus
fuerzas armadas. Los oficiales del Ejército recibieron los fondos solicitados, ellos no se
enfrentaban a ningún tratado limitante, mientras que los marineros se toparon con las
restricciones del Tratado de Londres. Pero para estos existía una solución, activar un
programa de construcción clandestino, un programa que violaría los tratados
internacionales sin que nadie lo supiera.
Para 1932 Japón ya habían ocupado la provincia de Manchuria. Pero tan pronto como
ese objetivo fue alcanzado detuvieron su avance. No deseaban enfrascarse en una
guerra de largo-plazo contra China. El gobierno chino protestó, pero sin fuerzas armadas
apropiadas no pudieron recuperar aquel territorio, sin embargo lo que no esperaban los
japoneses fue la reacción de occidente. Tras la captura de Manchuria representantes
de Estados Unidos condenaron el ataque y elevaron protestas que fueron seguidas por
algunas amenazas. Ellos querían evitar más movimientos agresivos japoneses por la
zona, porque estos ponían en peligro a sus propios intereses comerciales. Los británicos
también condenaron el ataque, pero también se limitaron a criticar la agresión por
medios diplomáticos.
En 1933 era electo como presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt,
entre sus planes fue “El Primer Programa de Expansión Naval Vinson” adherido a las
limitaciones de los tratados internacionales y no construirían acorazados.
El plan de Roosevelt era de conocimiento público y en el Japón fue recibido con gran
aprensión, los marineros imperiales vieron en el crecimiento de la marina de guerra
estadounidense una enorme amenaza e instaron a los líderes de su nación a abandonar
las limitaciones del Tratado de Londres (para 1934 ya habían construido el 95% del
tonelaje asignado; en marcado contraste los estadounidenses solo habían llegado al
65%, aquellos aún podían realizar programas de expansión). Los argumentos de los
marineros fueron escuchados pero en el Japón aún no estaban dispuestos a precipitar
una guerra contra occidente, no aceptaron renunciar al Tratado de Londres ni abandonar
la Liga de las Naciones. Por el momento buscaron una solución política a las limitaciones
39
del tratado y en 1934 propusieron realizar una enmienda al mismo; ellos querían que la
actual relación de 5 a 3 fuera cambiada a 10 a 7, tanto para acorazados como para
portaaviones. Así podrían realizar nuevas construcciones.
La respuesta occidental fue negativa, y con toda razón, aquellos no habían alcanzado
el límite de su construcción, mientras que los japoneses continuaban construyendo más
y más barcos, por esa razón estos ya no tenían más tonelaje para usar. A su vez la
respuesta japonesa fue desastrosa, ellos simplemente anunciaron que no ratificarían el
Tratado de Londres en 1936. Roosevelt reaccionó solicitando los fondos para iniciar la
construcción de una nueva generación de acorazados, y en el mes de enero de 1937
comenzaba la construcción de aquellos. Del otro lado del mundo los franceses e
italianos también se lanzaban a construir nuevos acorazados.
La carrera armamentista comenzaba, y a medida que más barcos eran construidos o
modernizados el Japón nuevamente efectuó una expansión territorial; en el mes de julio
de 1937, seis años después del ataque contra Manchuria, le declaraban oficialmente la
guerra a China. Así comenzaba el sangriento conflicto que se conoce como la Segunda
Guerra Chino-Japonesa (1937-1945). Dados los éxitos en 1931-1932 los estrategas
japoneses razonaron que esa nación no podría defenderse. El plan había sido fraguado
mucho tiempo atrás y ahora a lo largo de la frontera norte de China los ejércitos
japoneses se lanzaron al ataque, desbaratando a los defensores y para finales de julio
Pekín (actualmente Beijín) y Tientsin (actualmente Tianjin) ya habían sucumbido. Los
líderes occidentales vieron con cada vez más preocupación los actos agresivos del
Japón.
Con el ataque contra China los estadounidenses decidieron iniciar un masivo programa
de construcción de armas. En enero de 1938 se autorizó un impresionante aumento en
la construcción de material bélico, y del presupuesto aprobado la marina recibió los
fondos para construir dos gigantescas flotas, era el “Segundo Programa de Expansión
Naval Vinson”, un programa que sería completado en el año de 1939 y con el cual se
logaría alcanzar los límites de tonelaje impuestos en el Tratado de Washington, además
se autorizó la expansión y mejora de la base naval de San Diego (la principal base de
la marina en la costa del Pacífico), y se autorizó fortificar las islas de Midway, Wake y
Guam. Y a la fuerza aérea de la marina se le asignarían 3,000 aeronaves. Por segunda
vez el programa de expansión de ésta nación causó una gran consternación entre los
líderes militares japoneses quienes asumieron que esos barcos pronto serían usados
en su contra. El ejército tenía que acabar la guerra contra China lo más pronto posible.
Las fulminantes victorias japonesas iníciales obligaron a los chinos a ceder enormes
trechos de territorio, y para octubre de 1938 el puerto de Cantón (hoy en día Guangzhou)
fue capturado. Era el último puerto de importancia en China; ya no llegarían por vía
marítima pertrechos de guerra. Aún así los chinos no estaban dispuestos a rendirse.
Ahora los pertrechos les llegarían por los ferrocarriles que cruzaban los territorios de la
India, Indochina Francesa y Siberia, y mientras aquellas rutas de comunicación
continuaran abiertas sus soldados podían continuar luchando. Ese era el panorama
mundial y en enero de 1939 el presidente Roosevelt presentaba su tercer plan de
expansión naval, y recibió los fondos necesarios para construir más acorazados y
muchos otros barcos.
De cientos de fábricas alrededor del globo más y más armas salían de las líneas de
montaje para ser distribuidas a miles de soldados; y más y más civiles pasaban a
engrosar las filas de las fuerzas armadas de muchas naciones, hasta que finalmente el
1º de septiembre de 1939 las fuerzas armadas alemanas cruzaban la frontera polaca,
así comenzaba la Segunda Guerra Mundial. Roosevelt de inmediato anunció que su
nación permanecería neutral, pero recibió del Congreso la autorización para llamar a los
40
reservistas. Del otro lado del mundo, el 23 de septiembre de 1939 ascendía al puesto
de Primer Ministro del Japón el General Nobuyuki Abe. Un militar que no deseaba lanzar
a su nación a un conflicto que sería aún mayor al que ya estaba enfrascado en China y
declaró que su nación también permanecería neutral, pero además envió delegados a
los Estados Unidos para iniciar una nueva ronda de negociaciones, ya que tanto los
estadounidenses como los británicos estaban ejerciendo cada vez más presión para
detener su agresión contra China. En ésta ronda de negociaciones los japoneses
anunciaron que se detendrían solo cuando China se hubiera rendido y cuando aquella
les cediera una gran proporción de territorio.
El 22 de junio de 1940 el Gobierno de Francia firmaba un armisticio y súbitamente
mejoró la posición japonesa. El 25 de junio exigieron que Francia detuviera
inmediatamente el paso de suministros de guerra que iban hacia China que pasaban
por la colonia de Indochina Francesa (actualmente Vietnam, Camboya y Laos). Para
ellos era un paso en la dirección correcta, cortar las líneas de comunicación chinas con
el resto del mundo les colocaba en una mejor posición.
La agresiva demanda solo afianzó la determinación de Roosevelt de preparar a su
nación para la guerra. Menos de un mes después firmaba el “Tratado de Expansión para
una Marina de Dos-Océanos”, plan, que proponía tener para 1943 35 acorazados y 20
portaaviones. Por primera vez se lanzó una amenaza directa. Se realizaría un embargo
total de las exportaciones de petróleo y metal proveniente de los Estados Unidos al
Japón en caso de que ésta nación atacara a cualquier otro territorio fuera de la guerra
en la que ya estaba enfrascada, fue un ultimátum trascendental.
Japón no contaba con una buena cantidad de recursos naturales dentro de sus fronteras
para poder alimentar a su población y a su industria. A finales de la década de 1930
importaba el 80% de sus materias primas de diferentes naciones e importaba del 80 al
90% de su petróleo de los Estados Unidos. Sin aquellos recursos simplemente
colapsaría.
En su deseo por cortar el flujo de material de guerra hacia China ellos se habían
colocado en una posición de peligro. Para los japoneses en ese momento la solución
más adecuada era tomar por la fuerza de sus vecinos las materias primas que requerían
en lugar de simplemente renunciar a la guerra con China. Desde éste momento la cúpula
de poder japonesa comenzó a considerar con enorme seriedad lanzarse a conquistar
las colonias occidentales en Asía, y de todas ellas, las Indias Holandesas (actualmente
Indonesia) eran importantes, allí se encontraban enormes yacimientos de petróleo y sus
fuerzas armadas eran prácticamente inexistentes. Pero también se llegó a la conclusión
que estadounidenses y británicos no dejarían que ellos ocuparan el territorio holandés
sin reaccionar militarmente. Ante esa realidad llegaron a otra conclusión: en 1940 el
Japón aún no estaba preparado para ir a la guerra contra occidente, sin embargo los
acontecimientos en Europa comenzaban a abrirles una ventana de oportunidad.
El 26 de julio de 1940 los líderes imperiales se reunieron en secreto, y tras una larga
discusión se adoptó el siguiente plan: ellos buscarían alianzas militares con aquellos
países europeos que no estuvieran en desacuerdo con su expansión (Alemania e Italia),
buscarían terminar la guerra con China, y finalmente se lanzarían a tomar por la fuerza
territorios ricos en recursos naturales para no depender nunca más de las importaciones
occidentales. Sus diplomáticos se reunieron con sus contrapartes alemanes e italianos
dando los primeros pasos para establecer una sólida alianza con aquellos, al mismo
tiempo el 1º de agosto de 1940, oficialmente anunciaron que ellos se lanzaría a crear
un “Nuevo-Orden asiático”, reordenarían la estructura política del este de Asia y las
regiones adyacentes del Pacífico, pasando todo ese territorio a unirse en un solo bloque
bajo la tutela japonesa. Habían hecho pública su intención de crear un enorme imperio,
41
y para lograrlo tomarían otro paso trascendental, en secreto iniciaron la movilización de
todas sus fuerzas armadas para luchar contra Estados Unidos, Gran Bretaña, y
Holanda.
La reacción occidental no se hizo esperar. El 04 de septiembre diplomáticos
estadounidenses informaban que su gobierno no toleraría ningún movimiento agresivo.
Pero los franceses sucumbieron ante la presión y el 22 de septiembre el gobierno
autónomo de Vichy otorgaba al Japón el derecho de paso por su colonia de Indochina;
ahora los soldados imperiales podían impedir que pasara por allí ningún material de
guerra hacia China. Era otro logro en el camino para su victoria, pero simplemente creó
más malestar en occidente y el 26 de septiembre los estadounidenses finalmente
hicieron valer parte de su amenaza, ellos efectuaron un embargo total de la exportación
de metales hacia el Japón y llamaron a las armas a un número sustancial de sus
reservistas; un millón doscientos mil de ellos.
La suspensión de las importaciones de metales era un enorme golpe, y los eventos
siguieron su curso: el 27 de septiembre el Japón firmaba una alianza defensiva con
Alemania e Italia: en el tratado se aseguraba que aquellas naciones le declararían la
guerra a los Estados Unidos en caso de que éste le declarara la guerra al Japón. En el
imperio se esperaba que ese tratado les ayudara a disuadir al mayor de sus enemigos
y alcanzaron un convenio comercial con Holanda en el cual lograron aumentar en 40%
las importaciones de petróleo proveniente de las Indias Holandesas. Y mientras tanto
sus fuerzas armadas continuaban preparándose para la lucha y tras nueve meses de
preparativos dieron un paso decisivo hacia el abismo.
El 24 de julio de 1941 efectuaron una fulminante operación militar y sus soldados
ocuparon todas las bases militares francesas a lo largo de Indochina. Con las nuevas
instalaciones en su poder amenazaban a Malasia, las Indias Holandesas y las Filipinas.
Dos días después los activos japoneses en Estados Unidos y en Gran Bretaña eran
congelados. Los japoneses reaccionaron de igual forma congelando los activos de los
Estados Unidos y Gran Bretaña en su nación. Los holandeses también se unieron y
congelaron los activos japoneses ese día. Al día siguiente los japoneses les respondían
de igual manera. Finalmente el 1º de agosto los estadounidenses detuvieron totalmente
el flujo de petróleo hacia el Japón, siendo seguidos rápidamente por británicos y
holandeses. El haber ocupado Indochina les había costado el 75% de su comercio
externo y el 90% de sus importaciones de petróleo. En poco tiempo su marina civil
quedaría paralizada por falta de combustible, y sí su flota de guerra quería mantenerse
en movimiento tendría que consumir las reservas que por años había acumulado, y aún
con las 6.5 millones de toneladas de ese líquido que tenían, éste se consumiría en cuatro
años de actividades, y sin combustible, sus barcos solo serían un montón de hierro. El
embargo de materias primas era una declaración de guerra contra el Japón. Sin su
industria la nación no podía sobrevivir.
Los líderes más conservadores querían encontrar una solución, pero la propuesta
enviada el 06 de agosto a Washington estaba fuera de contexto, creían que estaban en
una posición favorable, los japoneses esperaban recibir concesiones en China y en
Indochina Francesa, y solicitaron que les fueran retirados de inmediato los embargos.
Tras la negativa el 06 de septiembre de 1941 se convocó a una reunión de emergencia
entre los más altos miembros del gobierno japonés, ellos decidieron continuar con los
preparativos de guerra que tendrían que estar concluidos en octubre, y sí para esa fecha
no se lograba llegar a una solución pacífica, volverían a reunirse para tomar la decisión
final de ir a la guerra o no.
42
El 05 de noviembre de 1941 enviaron una última serie de demandas. Aquella última
propuesta se recibió en Washington el día 20, pero al mismo tiempo dos días antes ya
habían partido veinte de sus submarinos a realizar misiones de reconocimiento a
diferentes destinos en del Océano Pacífico, estos recabarían la información necesaria
para lanzar ataques contra sus enemigos. Y mientras esos barcos partían a cumplir con
su misión llegaba la nueva propuesta a Washington. Ellos exigían que los Estados
Unidos les concediera completa libertad de acción sobre China e Indochina, que cesara
su ayuda al gobierno de Chiang Kai-Shek, que se retirara el embargo económico, y que
no enviaran más tropas al Pacífico Sur o al Lejano Oriente. En cambio ofrecían no
mandar más tropas hacia el suroeste de Asia y evacuar Indochina, después de haber
consumado su victoria sobre China.
La respuesta rápidamente fue emitida: los estadounidenses les exigían salir
inmediatamente de China e Indochina. Los líderes japoneses rechazaron el ultimátum.
Las negociaciones colapsaron. Solo quedaba el camino de las armas y menos de un
mes después bombas y torpedos desmantelaban a los acorazados de la Flota-del-
Pacífico que se encontraban anclados en Pearl Harbor. La guerra había estallado, y en
el Océano Pacífico estas habían sido las raíces del conflicto.22
22
Victor Aguilar-Chang “Combate-Naval 5: La Batalla de Midway” http://combate-
naval.blogspot.com/2013/07/la-agresiva-actitud-japonesa-como-una.html. 16th July 2013
43
RECORDEMOS
La invasión de Manchuria por parte de Japón en 1931 fue el segundo gran golpe
que recibió la SDN. Condenado por la agresión, Japón abandonó la organización
en 1933 pero sin haber recibido sanciones efectivas de los miembros de la SDN
y sin haber restaurado a China el territorio de Manchuria. Alemania había sido
admitida en 1926 como miembro de la SDN, pero el régimen nazi en 1933 se
retiró de la SDN.
Las tres potencias totalitarias había pactado con anterioridad el Pacto Anti-
Komintern(1936) dirigido contra la Unión Soviética. La firma del Pacto de no
agresión germano-soviético indignó al gobierno de Tokio, que abandonó el Pacto
Antikomintern en agosto de 1939.
23
María Estrella Calleja Díaz. El conflicto de Manchuria en la Sociedad de las Naciones (1931-33).
Cuadernos de historia contemporánea, ISSN 0214-400X, Nº 13, 1991, págs. 73-96
44
La penetración japonesa en el sudeste asiático continuó: con el auxilio japonés
el gobierno tailandés obtuvo en marzo de 1941 los territorios a orillas del
Mekong, a costa de Indochina- donde le habían sido cedidos los aeródromos por
el gobierno francés de Vichy, y había cerrado la frontera con China para
impedirle el suministro de armas.
45
ESTUDIO DE CASO 2: EXPANSIÓN ALEMANA E ITALIANA (1933–1940)
24
Apartado reelaborado a partir del libro historia universal contemporánea. Tomo II. Págs. 139-141 De
Javier Paredes. Editorial Ariel. Barcelona 1999.
46
del Vaticano, como fue el abogado Francesco Pacelli, hermano del futuro Pío XII, nuncio
en Berlín por aquellas fechas.
Los Pactos Lateranenses, que permitieron la creación del minúsculo Estado del
Vaticano, estaban formados por un tratado entre la Santa Sede y el Estado italiano, un
Concordato entre la Iglesia e Italia y un convenio económico. El artículo 26 del tratado
reconocía la existencia del «Estado de la Ciudad del Vaticano bajo la soberanía del
romano pontífice»; el territorio era pequeñísimo, pero resultaba suficiente para facilitar
la independencia de las actuaciones del sucesor de san Pedro. En el Concordato, Pío
XI conseguía frente al fascismo salvaguardar dos aspectos fundamentales, como eran
el derecho a la enseñanza religiosa en la instrucción pública y el reconocimiento de los
efectos civiles del sacramento del matrimonio, regulado por el Derecho canónico. En
cuanto al convenio económico, la indemnización solicitada en principio de 2.000 millones
de liras fue sustancialmente rebajada.
Por su parte Mussolini, personaje agnóstico y pragmático, consciente de que en la Italia
católica tarde o temprano había que dar una solución a la «cuestión romana», buscó un
acuerdo por el prestigio nacional e internacional que podía proporcionarle una solución,
que los gobiernos anteriores no habían sabido encontrar a lo largo de casi sesenta años.
Pío XI, aunque se mantuvo siempre firme y combativo frente a la ideología anticristiana
del fascismo, a la que llegó a condenar formalmente, manifestó su reconocimiento hacia
la persona que hizo posible el acuerdo. Dicho Concordato estuvo vigente con la
República romana hasta el 18 de febrero de 1984.
Sin duda, la firma de los Pactos Lateranenses causó un gran impacto en la opinión
pública de entonces, no sólo en la de la nación italiana, sino en la de todo el mundo. Por
lo que significaban los acuerdos de Letrán, aquel acontecimiento histórico era desde
luego bastante más importante para la Iglesia que para el Estado italiano. Por lo demás,
no deja de ser paradójico que el pontificado recobre en esta nueva etapa un prestigio
tal, sólo comparable al de los momentos más brillantes de toda su historia.
b) La tensión entre el papado y los fascistas.
La realidad es que, de inmediato, los fascistas violaron los acuerdos de los concordatos
que habían firmado y desataron una implacable persecución contra la Iglesia.
Demasiado temprano tuvo que denunciar Pío XI los ataques del fascismo contra la
Acción Católica de Italia, mediante la encíclica Dobbiamo intrattenerla (25 de abril de
1931). En el mes de mayo de 1931, Mussolini disolvió las asociaciones juveniles
católicas. Al mes siguiente, la condena del fascismo era tajante en la encíclica Non
abbiamo bisogno (29 de junio de 1931), documento en el que se podían leer párrafos
como los siguientes: «la batalla que hoy se libra no es política, sino moral y religiosa;
exclusivamente moral y religiosa [...]. Una concepción del Estado que obliga a que le
pertenezcan las generaciones juveniles, es inconciliable para un católico con la doctrina
católica; y no es menos inconciliable con el derecho natural de la familia».
La ruptura con Inglaterra y la aproximación a Alemania.
a) Las relaciones con Gran Bretaña y Francia.
Las relaciones entre Italia e Inglaterra se pueden calificar como amistosas hasta que el
acercamiento entre Hitler y Mussolini se estrechó y las hizo cambiar de tono, en
beneficio de los intereses nazis. Y en cuanto a Francia, si no resulta adecuado hablar
de relaciones amistosas, al menos habrá que calificar la convivencia de estos dos países
como de no beligerantes, en estos primeros años. En el año 1934 Mussolini había
abortado un intento de Hitler de anexionarse Austria, Mussolini desplazó divisiones a la
47
frontera con este país y Hitler desistió del intento. En el 1935 tres naciones -Francia,
Inglaterra e Italia- condenan la actitud expansionista nazi en la Conferencia de Stressa.
En esta ocasión, más que las afinidades de los distintos regímenes políticos, habrá que
analizar las peculiares posiciones internacionales de cada uno de ellos para entender el
desarrollo de estos acontecimientos. En efecto, no se puede entender la actitud
condenatoria del régimen fascista, dada la similitud de planteamientos que tiene con la
política nazi, si no se tiene en cuenta que dicha condena se refiere al expansionismo
nazi, en cuanto que se proyecta en zonas donde los intereses italianos habían fijado su
atención, como es el caso de Austria y los Balcanes.
b) La política expansionista y la aproximación a Alemania.
Pero en el otoño de 1935, tras pacificar los territorios de Libia, el fascismo decidió
ampliar su Imperio colonial en África oriental a costa de Abisina, actual Etiopía, que fue
invadida, sin previa declaración de guerra. Lo que sobre el papel se juzgaba como una
«fácil» acción militar, en su puesta en práctica no lo fue tanto, y la catástrofe de Adua
de 1896 estuvo a punto de repetirse. Sin embargo, en mayo de 1936 las tropas italianas
consiguieron entrar en Addis Abeba y derrotar a Haile Selassi, emperador de Etiopía,
cuyo título fue adjudicado a Víctor Manuel III. Gran Bretaña y
Francia protestaron por la invasión ante la Sociedad de Naciones, que puso de
manifiesto su ineficacia represiva con los países invasores. Tras largos debates se
propuso un boicot internacional, por el que no se venderían a Italia armas ni carburantes,
además de negarle los créditos que solicitara. La medida fue generalmente secundada,
por lo que Hitler se apresuró a atemperar la soledad del Duce con su apoyo
incondicional. Italia había caído definitivamente en la órbita alemana. La participación
de ambos en la guerra civil española del lado del bando franquista, les unió aún más. El
1 de noviembre de 1936, Mussolini proclamó que «el eje de Europa pasa por Roma y
Berlín». Las pocas dudas que pudiera encerrar esa frase quedaron totalmente
despejadas el 22 de mayo de 1939, fecha en la que se firma un tratado de amistad y
alianza entre Italia y Alemania, conocido bajo el nombre de «Pacto de Acero».
2.1.1.2 La política exterior del nazismo
La orientación hacia el este en Mi lucha
En el capítulo 14 del tomo 2 de Mi lucha, Hitler ya advertía la necesidad de Alemania de
expandirse más allá de sus fronteras: «la política exterior del Estado racista, tiene que
asegurar a la raza que abarca ese Estado, los medios de subsistencia sobre este
planeta, estableciendo una relación natural, vital y sana, entre la densidad y el aumento
de la población, por un lado, y la extensión y la calidad del suelo en que se habita, por
otro».25
Hitler consideraba que el territorio de un Estado no es solo fuente de subsistencia para
su población, sino también es determinante desde el punto de vista político y militar.
Consolidar un Estado como potencia, requiere de una relación coherente entre la
superficie de su territorio y la densidad de su población. Es necesaria la conquista de
nuevos territorios y en el caso alemán, implica ampliar la zona de la población de raza
alemana.
Por eso: El movimiento nacionalsocialista tiene que imponerse la misión de subsanar la
desproporción existente entre la densidad de nuestra población y la extensión de
nuestra superficie territorial, —superficie territorial que debe ser considerada desde el
25
Adolf Hitler. Mi lucha, tomo 2.
48
doble punto de vista de fuente de subsistencia y de apoyo del poder político— y también,
la de hacer que desaparezca la desproporción que reina entre nuestro gran pasado
histórico y la triste perspectiva de nuestra impotencia, en el presente.26
No basta, para Hitler, reformar las fronteras alemanas de 1914, ya que las mismas no
garantizan al pueblo alemán la posibilidad de recobrar su unidad interior, ni aseguran su
subsistencia, ni permiten convertir a Alemania en una potencia mundial. Los
nacionalsocialistas tienen un propósito más ambicioso en política exterior: asegurar al
pueblo alemán el suelo que le corresponde en el mundo. Y este suelo no se obtendrá
por concesión ni por don del cielo, sino a través de la fuerza militar. Ya desde 1924, el
futuro Führer manifestaba claramente las ideas expansionistas que llevarían a la
Segunda Guerra Mundial.
No era suficiente ampliar las posesiones coloniales de Alemania sino adquirir un
territorio que aumentara la extensión del país. Este planteamiento implicaba abandonar
la política exterior alemana de entreguerras —que apuntaba a desarrollar una política
colonial y comercial— y reorientarla hacia las tierras del este. Y hacia el este significaba
sobre territorio ruso, sometido, según Hitler, al predominio judío desde el triunfo de la
revolución bolchevique.
Lebensraum, espacio vital
La relación equilibrada entre espacio y población era necesaria dado que la existencia
de un Estado se garantizaba al disponer de un espacio suficiente para satisfacer sus
necesidades. Este espacio era considerado un «espacio vital» para el futuro de
Alemania. La expansión territorial no solo permitiría la supervivencia del Estado sino
también aumentaría el poderío internacional del mismo. De esta forma, la Alemania Nazi
apoyaba sus ideas expansionistas en la geopolítica, es decir, la influencia de los factores
geográficos en las cuestiones políticas.
El geógrafo Karl Haushofer fue quien aplicó estas nociones generales a la situación
concreta de Alemania después de la derrota en la Primera Guerra Mundial. El Estado
alemán debía defender el propio espacio y ampliarlo cuando resultara necesario. A
través de Rudolf Hess, Haushofer conoció a Hitler quien, retomando sus ideas de Mi
lucha, tomó el término
Lebensraum para describir la necesidad del Tercer Reich de expandirse hacia nuevos
ámbitos. Los objetivos eran los territorios de Europa del este, donde había predominio
de pueblos eslavos, incluyendo la Unión Soviética. A expensas de las razas inferiores
que allí habitaban, Alemania lograría superar la desproporción entre su población y la
superficie territorial que ocupaba.
El testamento de la política exterior
Desde el punto de vista del futuro Führer, la nación alemana debía elaborar un
testamento político de su política exterior que tenía que se basaría en:
No tolerar jamás la formación de dos potencias continentales en Europa. Ver siempre el
peligro de una agresión contra Alemania en cualquier tentativa de organizar ante las
fronteras alemanas una segunda potencia militar, aunque solo fuese en forma de un
Estado capaz de llegar a serlo, y ver también en ello, no solo el derecho, sino también
el deber de impedir por todos los medios y hasta valiéndose del recurso de las armas,
la creación de tal Estado, y si este ya existiese, destruirlo sencillamente. Velar por que
la potencialidad de nuestro pueblo no resida en dominios coloniales, sino en el suelo
patrio del continente mismo. No considerar jamás asegurado el Reich, mientras este no
26
Adolf Hitler. Mi lucha, tomo 2.
49
sea capaz de darle a cada nuevo descendiente de nuestro pueblo, a través de los siglos,
la parcela que le corresponde. Finalmente, no olvidar nunca que el más sagrado de los
derechos sobre la tierra, es el derecho al suelo que se quiere labrar con el propio
esfuerzo, y el más sagrado de los sacrificios la sangre que por ese suelo se vierte».27
Si Rusia, según Hitler, veía a Alemania como un Estado destinado a correr la misma
suerte de ser dominada por el judío internacional, una nueva ideología tenía que evitar
que el pueblo alemán cayera bajo su poder.
Cambios en la concepción de la política exterior
En Mi lucha, Hitler compara la política exterior de antes de la Primera Guerra Mundial
con la que debe seguir Alemania en la década de los años veinte, momento en el que
él escribe. No es que haya cambiado el objetivo de esa política. En ambos periodos, se
trataba de asegurar el sustento del pueblo alemán y ganar aliados convenientes.
Pero, si antes de la guerra se buscaba «la conservación del acervo nacional alemán a
base del poderío del Estado existente», luego de la misma había que construir primero
un Estado libre y con la fuerza suficiente como para realizar «una política externa
práctica en el sentido de garantizar la conservación, el desarrollo y el sustento de
nuestro pueblo en el futuro».28 Era necesario que la política exterior del presente
buscara recobrar la libertad para el futuro.
En esta concepción, lo vital era la autonomía y el poder político del territorio central, de
la madre patria, como la llamaba Hitler. La reintegración de los territorios perdidos era
importante solo desde ese punto de vista, por lo tanto los intereses de esos territorios
tenían que ser relegados «frente al interés único de recobrar la libertad del territorio
central».
Y para que esos territorios volvieran al seno de la patria común era necesaria la fuerza
de las armas —«la acción de una espada contundente», decía Hitler—. Lograr esa
fuerza —«forjar esta espada»— era tarea de la política interior de una nación. La política
exterior será la encargada de garantizar ese proceso y buscar aliados necesarios.29
Unión de los germanoparlantes y fracaso del desarme
Uno de los objetivos de la política exterior del nazismo era lograr la unificación de todos
pueblos de habla alemana. Por esta razón es que el nacionalsocialismo proyectó la
incorporación a Alemania de los núcleos germanos de Austria, Checoslovaquia, Polonia
y de las zonas de Danzig y Memel.
Conociendo las intenciones de la Alemania Nazi, los países aliados trataron de impedir
que se concretaran sus planes a través de la «Conferencia Internacional de Desarme»
reunida en Ginebra, en febrero de 1932. En la misma participaron los países miembros
de la Sociedad de las Naciones, Estados Unidos y la URSS. La conferencia tuvo
dificultades para funcionar debido a que varios países no tenían verdaderas intenciones
de llevar a cabo el desarme.
Entre ellos se encontraba Francia, reacia a cualquier limitación militar debido a los
temores por su seguridad frente a Alemania. A su vez, la patria de Hitler tampoco estaba
dispuesta a seguir soportando sola las consecuencias del Tratado de Versalles. Debido
a esa decisión, exigía la igualdad de derechos frente a las demás potencias y
27
Adolf Hitler. Mi lucha, tomo 2.
28
Ibidem.
29
Frases de: Mi lucha, tomo 2, capítulo 13.
50
amenazaba con el rearme en caso de que las mismas no iniciaran un desarme similar
al que Alemania se había visto obligada a realizar después del tratado.
Este intento de frenar los planes expansivos de Alemania fracasó. El 14 de octubre de
1933, Alemania abandonó la conferencia y días después se alejó de la Sociedad de las
Naciones. Quedaba abierta la posibilidad de la guerra ante el fracaso del desarme y la
consolidación del rearme de la Alemania Nazi.
Los primeros éxitos en política exterior
En un contexto caracterizado por un pronunciado descontento frente a las injusticias
políticas y sociales, el año 1935 marcó importantes triunfos en política exterior alemana.
Estos triunfos permitieron hacer frente exitosamente al descontento que el régimen
despertaba en la sociedad como consecuencia de la incapacidad para resolver los
problemas de la vida cotidiana.
La victoria exterior más importante de 1935 fue el plebiscito del Sarre (en alemán:
Saarland) en enero. A este triunfo se sumó otro relacionado con la política interior que
fue la reintroducción del servicio militar universal en marzo. Ambos fueron vistos como
grandes éxitos nacionales.
La provincia del Sarre (en alemán: Saarland) había estado, durante varios años, bajo la
administración de la Sociedad de las Naciones. Había llegado el momento, según los
términos del Tratado de Versalles, de que sus habitantes resolvieran cuál sería su
destino, si reintegrarse a Alemania, unirse a Francia —que se disputaba con Alemania
su dominio— o mantener el status quo. Considerando que un alto porcentaje de su
población era alemana y también católica, la jerarquía católica apoyó el plebiscito
propuesto sobre el destino de la región, cuyo resultado fue la reincorporación al Tercer
Reich a través del voto de más del 90% de la población. El Führer manifestó que la
resolución del problema de la región del Sarre, cuyo gobierno fue transferido a Alemania
el 28 de febrero de 1935, era el final de los conflictos territoriales con Francia.
En marzo, Alemania reimplantó el servicio militar obligatorio, anunciando a su vez que
el ejército alemán constaba de 112 cuerpos y 36 divisiones, incluyendo los grupos de
policías incorporados. Esta medida puso fin a uno de los condicionamientos más
humillantes contenidos en el Tratado de Versalles, al permitir que Alemania recuperara
su soberanía defensiva.
Profundización del retroceso del Tratado de Versalles
En 1935 Alemania firmó con Gran Bretaña un acuerdo naval que implicó el
reconocimiento del rearme alemán. En el pacto se establecía que Alemania podía tener
una flota que representara el 35% de la flota británica. Si bien el acuerdo limitaba las
posibilidades de desarrollo de la marina de guerra alemana, también significaba que
Alemania obtenía la posibilidad de reconstruir su fuerza naval con el beneplácito de la
principal potencia marítima.
Otra medida que hizo notar un retroceso en las resoluciones de Versalles fue el
restablecimiento de la soberanía del Tercer Reich sobre los ríos alemanes, en
noviembre de 1936. La «Comisión Fluvial Internacional de los ríos Rin, Danubio, Elba y
Oder», creada por el Tratado de Versalles, tenía el control sobre los ríos alemanes.
Sin embargo, este hecho era considerado por el gobierno alemán como un atentado al
principio de igualdad de derechos en la navegación fluvial, motivo por el cual resolvió no
aceptar por más tiempo las limitaciones de la soberanía sobre sus ríos. A partir de esta
resolución, la navegación de los ríos alemanes quedaba abierta a todos los Estados que
51
tuvieran buenas relaciones con Alemania, sin diferenciar el trato hacia barcos alemanes
o extranjeros.
Remilitarización de Renania (1936)
Otro importante triunfo alemán en política exterior, sin que mediara una guerra, fue la
remilitarización de Renania. Esta acción militar por parte de Alemania tuvo como
pretexto el acuerdo que Francia y la Unión Soviética habían firmado en 1935, violando,
según Hitler, los Tratados de Locarno. Dicho tratado, firmado en 1925 por Alemania,
Francia, Bélgica, Gran Bretaña e Italia, tenía como objetivo mantener la paz en Europa
Occidental. A partir del mismo, Alemania obtuvo la definitiva retirada de las tropas de
ocupación desde su derrota en la Primera Guerra Mundial. A su vez, los países firmantes
se comprometían a respetar las mutuas fronteras, a no realizar alianzas con otros países
sin consultar con los demás miembros del pacto y a resolver las disputas por medios
pacíficos.
El pacto firmado entre Francia y URSS, en 1935, violaba, según Alemania, la cláusula
del Tratado de Locarno que establecía que los países firmantes no realizarían alianzas
con otros países. El acuerdo franco-soviético, que establecía la ayuda mutua en caso
de agresión no provocada, dio lugar a un nuevo enfrentamiento entre Alemania y
Francia. Si Francia no había cumplido con el Tratado de Locarno, Alemania tampoco lo
haría y por tanto se desligó del mismo y llevó a cabo la remilitarización de Renania. Así,
las tropas alemanas ocuparon la zona desmilitarizada del Rin. Esta medida violaba el
Tratado de Versalles en cuanto al respeto de las fronteras y a la desmilitarización
alemana. En este último sentido, lo mismo significaba el restablecimiento del servicio
militar obligatorio.
La reocupación militar, al igual que las medidas tomadas en 1935 que implicaban un
retroceso en las resoluciones del Tratado de Versalles, propiciaron un aumento en la
popularidad de Hitler y en la integración política de Alemania. La propaganda del
régimen utilizó estos hechos para exaltar las capacidades de Hitler como estadista. El
Führer demostraba, a través de la política exterior, sus habilidades para lograr que
Alemania fuera recuperando poco a poco el honor pisoteado con la derrota de 1918.
Si bien todas estas acciones despertaron el temor de que se estuviera gestando una
nueva guerra —idea que despertaba enormes rechazos en la sociedad alemana—, la
calma llegó pronto. «El alivio, a medida que iba quedando claro que las potencias
occidentales no pasarían de las protestas verbales, contribuyó sin duda al posterior
júbilo sin límites por la “liberadora gesta” del Führer al quebrar las últimas ataduras del
mandato de Versalles».30
Alianza con la Italia fascista
En el camino de construir alianzas, la Alemania de Hitler no tardó en encontrar un aliado
importante en la Italia de Mussolini, cuyo régimen tenía muchas de las características
que Hitler deseaba para Alemania.
Si bien el Duce en un principio sentía rechazo hacia los nazis,31la admiración de Hitler
por Mussolini quedó expuesta en Mi lucha al escribir:
[…] Sentí profunda admiración por el hombre del sur, allende los Alpes, que poseído de
amor ardiente por su pueblo, no hizo causa común con los enemigos interiores de Italia,
30
Ian Kershaw. El mito de Hitler. Imagen y realidad en el Tercer Reich, p. 171.
31
Luego del primer encuentro entre ambos, el 14 de junio de 1934 en Venecia, Mussolini expresó que en
esa reunión, en lugar de referirse a problemas actuales, Hitler le habló de Mi lucha —«ese tremendo rollo
que jamás he podido leer», dijo el Duce—.Pedro de Vega. Ob. cit.
52
sino, más bien se empeñó en destruirlos por todos los medios. Lo que colocará a
Mussolini entre los grandes hombres de la Historia, es su inquebrantable resolución de
no haber tolerado el marxismo en Italia y haber salvado a su patria, al destruir el
internacionalismo. ¡Cuán diminutos aparecen, en comparación con él, nuestros actuales
pseudoestadistas en Alemania!32
La actitud de Alemania de apoyo al Duce ante la campaña italiana contra Etiopía33 llevó
al jefe fascista a cambiar su posición hacia el régimen nazi y a considerar que la
Alemania de Hitler era la aliada que estaba necesitando.
La coincidencia de objetivos llevó a ambos jefes a intervenir en la guerra civil española
que acababa de iniciarse en 1936, en apoyo al bando del general Francisco Franco en
su lucha contra los republicanos. En octubre de ese año, ambos regímenes proclamaron
el Eje Roma-Berlín, al cual se unió Japón luego de firmar con Alemania, el 25 de
noviembre de 1936, el Pacto Anti-Komintern.
El nombre con que se conocieron estas alianzas proviene de un discurso de Mussolini.
En noviembre de 1936 el Duce utilizó la famosa expresión: «La vertical entre Roma y
Berlín no es un diafragma, sino más bien un eje en torno al que pueden estrecharse
todos los Estados europeos».34
El pacto germano-japonés contra la Internacional Comunista
Mientras las acciones en política exterior iban alejando cada vez más a Alemania de las
negativas consecuencias del Tratado de Versalles, la dictadura iba consolidando el
acercamiento hacia los países que serían sus aliados en la política expansionista que
desembocó en la Segunda Guerra Mundial.
Así, en noviembre de 1936, Alemania firmó con Japón un pacto contra la Internacional
Comunista, a la cual consideraban como un factor de opresión sobre los Estados y como
una amenaza a la paz mundial. Ambos países se comprometieron a informarse sobre
las actividades de la Tercera Internacional y a elaborar y ejecutar conjuntamente
medidas de defensa necesarias. El pacto invitaba a otros países amenazados por la
Internacional a formar parte del mismo. Establecía la formación de una comisión
permanente en ambos países cuyas autoridades debían aplicar drásticas medidas
contra los colaboradores directos o indirectos, nacionales o extranjeros, de la
Internacional Comunista. Este acuerdo fue una respuesta a las resoluciones del Séptimo
Congreso de la Komintern (abreviatura en ruso de Internacional Comunista), que
establecían la necesidad de formar un frente único para luchar contra el fascismo y el
imperialismo.
Si la lucha contra el fascismo debía ser internacional, las respuestas para hacerle frente
también debían tener ese carácter. En 1937, Italia se adhería al pacto, dando origen a
la alianza conocida como potencias del Eje.
32
Adolf Hitler. Mi lucha, tomo 2.
33
El triunfo italiano en su primera campaña imperialista en Etiopía —llamada históricamente Abisinia—
llevó a la Sociedad de las Naciones, y en especial a Gran Bretaña y Francia, a proponer sanciones
económicas contra Italia en respuesta a la agresión. Frente a esta actitud, la Alemania de Hitler
desobedeció el embargo contra Italia y continuó ayudándola en esa campaña imperialista.
34
Pedro de Vega. Ob. cit.
53
La intervención en la Guerra Civil Española
La Guerra Civil Española35 fue un conflicto que puede ser considerado como la antesala
de la Segunda Guerra Mundial, ya que allí se medirían las fuerzas de quienes serían
rivales en la contienda mundial. Participaron la Alemania Nazi y la Italia fascista
apoyando al bando nacional y la URSS colaborando con los republicanos.
En el caso de Alemania, la guerra en España le permitió probar nuevos modelos de
armas y de aviones de caza y bombarderos, y nuevas tácticas, como el bombardeo de
ciudades, el más famoso de los cuales fue el de la ciudad vasca Guernica. Envió también
la Legión Cóndor, que era una fuerza de intervención mayoritariamente aérea, junto con
técnicos y asesores militares.
Italia también colaboró con el bando nacionalista enviando la Corpo Truppe Volontarie
(Cuerpo de Tropas Voluntarias), fuerza de combate de unos 140 000 soldados y la
Aviación Legionaria, conjunto de unidades aéreas de la Regia Aeronáutica (Aeronáutica
Real Italiana). También ayudó, con su propia armada, en el bloqueo al armamento
enviado por la URSS a los republicanos y aportó cuatro submarinos a la flota franquista.
El temor de que la guerra española se convirtiera en un conflicto europeo había llevado
a las potencias occidentales como Francia y Gran Bretaña a impulsar una política de
neutralidad y de no intervención. Respondiendo a este propósito, la Sociedad de las
Naciones creó un Comité de No-Intervención con sede en Londres. Alemania e Italia,
aunque habían «aceptado» esa resolución, la violaron al enviar armas, soldados y
asesores al bando franquista. De esta forma quedó demostrado que la seguridad
colectiva era inoperante en Europa y que el uso de la fuerza era la que dirimía la política
internacional, dejando al descubierto las posibilidades reales del desencadenamiento
de una nueva guerra mundial.
La política racista en la Italia fascista
Las visitas realizadas por el Führer y el Duce a sus respectivos países fueron
consolidando aún más los vínculos entre ambos gobiernos. En septiembre de 1937,
Mussolini visitó Alemania por invitación de Hitler y en mayo de 1938 Hitler devolvió la
visita al Duce. A través de estas visitas, ambos regímenes emprendían un camino de
coincidencias y alianzas de intereses que llevarían a Italia a seguir al nazismo en sus
políticas racistas y en sus pretensiones imperialistas.
A partir de la influencia nazi, el régimen fascista italiano adoptó medidas antisemitas. El
14 de julio de 1938, el diario el Popolo d'Italia publicó un artículo titulado «El fascismo y
el problema racial», luego conocido como «el manifiesto de la raza». En el documento,
cuya autoría asumió Mussolini, se afirmaba que los italianos eran de raza aria y que los
judíos no eran parte de la raza italiana.
Acompañando a esta propaganda antisemita, se elaboraron las leyes raciales, por las
cuales los judíos debían desaparecer. No podían trabajar en bancos ni en la
administración pública, sus hijos no podían estudiar en las escuelas públicas, no podían
enseñar y se les permitió ejercer su profesión solo entre judíos. Fueron licenciados todos
35
La Guerra Civil Española (17/7/1936-1/4/1939) comenzó tras un golpe de Estado fallido por parte de un sector del
ejército contra el gobierno de la Segunda República Española, instaurada en 1931 luego de la salida del rey Alfonso
XIII. Esta guerra enfrentó al bando republicano, en el cual se unificaban las distintas tendencias de centro e izquierda
que habían conformado el Frente Popular triunfante en las elecciones del 16 de febrero, y el llamado bando nacional,
que estaba formado por militares fascistas y grupos de extrema derecha. El triunfo de este último, significó el inicio
del régimen dictatorial franquista, que se extendió desde la victoria en la guerra y la proclamación de Franco como
Caudillo de España hasta su muerte, en 1975.
54
los oficiales judíos en servicio y no se les permitía desarrollar ninguna actividad
económica ni formar parte de asociaciones culturales y deportivas.
Como consecuencia de esta xenofobia, miles de judíos perdieron sus trabajos y fueron
víctimas de persecuciones y ejecuciones, aunque nunca alcanzaron el grado de horror
que adquirieron en la Alemania Nazi.
El «Pacto de Acero»
En mayo de 1939 se consolidó la alianza militar entre la Italia fascista y la Alemania Nazi
a través de la firma del llamado «Pacto de Acero», alianza a la que se incorporó Japón
el 27 de septiembre de 1940 con la firma del «Pacto Tripartito».36
El Pacto de Acero era una alianza ofensiva y defensiva, a través de la cual cada uno de
los países prestaría ayuda militar en caso de que el otro fuera agredido militarmente.
Si bien Italia expresó no estar preparada para la guerra —debido a la crisis de su
industria militar como consecuencia de la intervención en el conflicto español—, la
creciente tensión con Francia llevó a Mussolini a aceptar el pacto que Alemania venía
buscando desde 1938. A pesar de haber firmado el pacto, Italia pidió que el conflicto
que se avecinaba no estallara hasta por lo menos tres años después. Sin embargo, la
más débil de las potencias firmantes se vio arrastrada a la guerra por la decisión
alemana de darle comienzo. Con la excusa de falta de preparación del ejército italiano,
Mussolini esperó unos meses para entrar en la guerra junto a su aliado germano.
La unión de Austria
En 1938, Hitler volvió su estrategia hacia el centro y este de Europa, dos de los objetivos
principales de la política expansionista del régimen. La unión entre Alemania y Austria
era una vieja ambición alemana, que se le había prohibido en los tratados de 1918 y
1919.37
A partir de la consolidación de la alianza con la Italia fascista, Hitler contaba, en 1938,
con la neutralidad italiana que garantizaba la no intervención. No era la misma situación
en julio de 1934 cuando se produjo en Austria un golpe pro-nazi. En aquella oportunidad
Italia había estado dispuesta a intervenir militarmente para evitar el triunfo de ese golpe.
En febrero de 1938, el Führer obligó al canciller austriaco Schuschnigg a legalizar el
Partido Nazi y lo presionó para que nombrara como ministro del Interior a un hombre de
su confianza, Arthur Seyss-Inquart. Fue Seyss-Inquart quien se encargó de solicitar el
ingreso de las tropas alemanas en territorio austriaco y de proclamar la unión entre
ambos países, convirtiendo a Austria en una provincia alemana. Por ello fue nombrado
Statthalter (gobernador) de su país hasta mayo de 1939.
La anexión de Austria al Tercer Reich fue el último gran triunfo de Alemania en política
exterior sin derramamientos de sangre y sin la intervención de las potencias
occidentales. A partir de ese momento las mismas ya no aceptarían más pretensiones
expansionistas del país germano sin intervenir para ponerles un freno.
36
El Pacto de Acero conllevaba el reconocimiento de las zonas de liderazgo para las potencias firmantes. Así, Japón
reconocía el predominio de Alemania e Italia en la constitución de un nuevo orden en Europa y las potencias europeas
reconocían el liderazgo japonés para establecer un nuevo orden en Asia del Este. Era una alianza de asistencia y
cooperación por todos los medios políticos, económicos y militares entre los tres países, que tendría validez por 10
años desde la fecha en que entrara en vigor.
37
El artículo 80 del Tratado de Versalles y el artículo 88 del Tratado de Saint Germain garantizaban la independencia
de Austria. Esta fue la razón por la cual los plebiscitos que se estaban realizando en diferentes ciudades austriacas
consultando si se deseaba o no la unión con Alemania, —y que estaban arrojando resultados favorables a la
unificación— fueron suspendidos.
55
Ocupación de los Sudetes y desintegración de Checoslovaquia
La región de los Sudetes (República Checa) era una zona donde habitaba un número
importante de alemanes. Siguiendo sus objetivos de unificar bajo un solo Estado a la
población alemana de Europa, Hitler planificó la invasión a esa región en 1938.
En Checoslovaquia se estaban viviendo graves disturbios desde 1934 debido a las
demandas de autonomía e independencia de la región que manifestaba el Partido
Alemán-Sudete, con apoyo del gobierno alemán. Estos graves conflictos desembocaron
en la declaración de Estado de guerra en la provincia por parte del gobierno checo en
septiembre de 1938.
Hitler anunció reiteradamente la posibilidad de invasión militar alemana a
Checoslovaquia, alegando que ese país no garantizaba los derechos fundamentales de
la minoría alemana allí residente. Por ello demandaba la incorporación del territorio de
los Sudetes al Tercer Reich. La presión alemana abría la posibilidad de convertir el
conflicto local en una guerra europea.
Para evitar un conflicto bélico, el Primer Ministro británico, Chamberlain, se dispuso a
mediar en el asunto, se entrevistó con Hitler y le propuso, con la ayuda de Mussolini,
una reunión de las cuatro potencias europeas. El 29 de septiembre de 1938 los
representantes de Francia, Gran Bretaña, Italia y Alemania se reunieron en Munich. En
el tratado allí firmado (denominado Acuerdo de Munich) se resolvió la transferencia de
los Sudetes a Alemania, de una parte de Rutenia a Hungría y de Teschen a Polonia, a
cambio de que se garantizara la independencia de Checoslovaquia.
Esta actitud belicista generó, por primera vez en la población alemana, una «psicosis de
guerra», un temor real de que el conflicto no terminaría sin derramamiento de sangre,
como había sucedido con los anteriores éxitos obtenidos en la política exterior. Por
primera vez, «es posible reconocer los signos de una potencial crisis de confianza en
Hitler».38 Esta amenaza a la popularidad del Führer desapareció con la firma del
Acuerdo de Munich, que le permitió a Hitler recuperar su prestigio y su carácter de
estratega militar.
No obstante, inconforme con las resoluciones del acuerdo y con el fin de seguir
anexándose territorios con población germana, el gobierno nazi ocupó toda
Checoslovaquia, Bohemia y Moravia, en marzo de 1939, desintegrando al Estado
vecino. La marcha sobre Praga, el 15 de marzo de 1939, y la incorporación del distrito
de Memel (antiguo nombre alemán de la actual ciudad lituana Kláipeda) una semana
más tarde, ocurrieron tan velozmente que impidieron que la población alemana tuviera
tiempo de oponerse ante el temor del inicio de otra guerra. Por el contrario, las acciones
resultaron tan exitosas que aumentaron el prestigio de Hitler.
Pacto de No Agresión con la Unión Soviética y reparto de Polonia
Sorprendentemente Alemania y la URSS, las dos potencias históricamente enemigas,
firmaron, el 23 de agosto de 1939, un pacto de no agresión. La firma del mismo
garantizaba ciertas ventajas a ambas potencias. Por un lado, para Alemania implicaba
la pasividad soviética una vez decidida la invasión a Polonia; por el otro, para la URSS
significaba la recuperación de importantes territorios.
El pacto, conocido como Ribbentrop-Molotov —el primero, ministro de Asuntos
Exteriores de Alemania en el periodo 1938-1945 y el segundo, comisario del pueblo para
los Asuntos Exteriores de la URSS desde 1939 a 1949— tendría una validez de diez
38
Ian Kershaw. El mito de Hitler. Ob. cit., p. 182
56
años y contenía dos partes: el propio pacto de no agresión, conocido públicamente y un
protocolo secreto.
El pacto de no agresión establecía, como punto central, que las dos partes se abstenían
de actos de fuerza, acción agresiva o ataque abierto entre sí, tanto en forma individual
como en colaboración con otras potencias. Otra cláusula importante determinaba que
en caso de que una de las dos potencias firmantes entrara en guerra con una tercera
potencia, la otra firmante no prestaría apoyo a esa tercera potencia. Se acordó también
que ninguna de las dos potencias podía formar parte de una coalición que se dirigiera
contra la otra de forma directa.
El protocolo secreto implicaba un reparto del territorio polaco entre la Alemania de Hitler
y la URSS de Stalin y delimitaba las zonas de influencia de ambas potencias en el este
de Europa. La URSS recuperaba el control sobre los territorios de Estonia, Letonia,
Lituania, Polonia Oriental y Besarabia, perdidos en 1918.
La alianza permitió que Hitler pudiera utilizar todas sus fuerzas en un solo frente, la
conquista y ocupación de Francia, Holanda y Bélgica. También pudo obtener ayuda
económica, en especial de materias primas, y de esa forma contrarrestar el bloqueo
marítimo británico. El pacto, que tendría vigencia por diez años, duró sólo hasta junio de
1941. La decisión de Hitler de invadir la URSS, luego de haber conquistado Polonia y
de iniciada la guerra mundial, rompió la alianza entre estos dos enemigos ideológicos.
FUENTE: elefectopigmalion.wordpress.com
57
MAPA 9: EXPANSIONISMO DEL EJE
FUENTE: elefectopigmalion.wordpress.com
58
prestigio del país, se mantuvo un cambio bajo para otras monedas más fuertes y esto
se reflejó en una dificultad para la exportación de productos italianos.
Se lanzó también a una actividad constructiva febril: desecación de pantanos,
construcción de autopistas, electrificación del ferrocarril, construcción de edificios
colosales sobre todo en Roma... todo ello como escaparate y propaganda de los logros
del régimen.
c) La autarquía (década de los treinta).
Los efectos de la crisis financiera de 1929 se van a notar en Italia a partir de 1932. Desde
ese momento se reducen las exportaciones y va aumentar el paro de forma rápida. Ante
esta situación el Gobierno toma soluciones drásticas, entre otras la devaluación de la
lira en un 41%. En esta época se inicia también la política autárquica. Italia tiene que
autoabastecerse de todos los productos de primera necesidad sin contar con el mercado
exterior. Esta política supone el total control de la economía por parte del Estado. La
política autárquica se acentuaría a partir de 1936, año en el que Italia invadió Etiopía y
muchos países congelan sus relaciones con la Italia fascista. Poco a poco Italia se va
acercando a Alemania.
A finales de los años treinta la política económica italiana se va a orientar hacia una
economía de guerra ante la probabilidad de que estalle una nueva guerra en Europa.
Sociedad y economía fascistas
El diseño económico fascista se completó con grandes inversiones públicas en obras
de infraestructura y con la creación de un gran sector público tras la constitución en 1933
del IRI (Instituto para la Reconstrucción Italiana), que hizo del Estado en muy pocos
años el principal inversor industrial. Las inversiones se concentraron en la
construcción de pantanos -elemento sustancial para la electrificación del país y para la
renovación de la agricultura- y en el trazado de autovías. Milán y Turín, Florencia y el
mar, Roma y la costa, quedaron unidos por grandes autopistas, únicas en Europa. El
fascismo electrificó la red ferroviaria prácticamente en su totalidad. La producción
italiana de energía eléctrica, dominada por la empresa Edison, pasó de 4,54 millones de
kilovatios-hora en 1924 a 15,5 millones en 1939 (cinco veces más, por ejemplo, que la
de España). La producción de acero, a favor de las grandes obras del Estado y del
proteccionismo arancelario, subió de 1 millón de toneladas en 1923 a 2,2 millones en
1939.
El régimen fascista hizo del IRI la pieza fundamental del Estado corporativo y lo presentó
como uno de los grandes logros de la dictadura. Lo que el IRI hizo fue nacionalizar,
mediante la compra de acciones, muchas de las grandes empresas industriales y
proceder luego, merced a la intervención del Estado, a modernizarlas y hacerlas
eficaces y competitivas. En 1939, el IRI controlaba tres de las grandes siderurgias del
país -entre ellas, los altos hornos de Terni-, algunos de los mejores astilleros (como los
Arnaldo), la telefónica, la distribución de la gasolina -para lo que se creó la AGIP,
Agencia Italiana de Petróleos, con grandes refinerías en Bari y Livorno-, las principales
empresas de electricidad, las más importantes líneas marítimas -cuya flota se renovó
con barcos de gran lujo como el Rex- y las incipientes líneas aéreas.
El Estado controlaba así los centros neurálgicos de la economía nacional. Italia parecía
a punto de conseguir un altísimo grado de independencia económica, uno de los viejos
sueños del nacionalismo italiano que el fascismo veía, además, como condición esencial
para la realización de la política internacional imperial y de prestigio que ambicionaba
para su país (y a lo que se encaminaba la política de construcción de armamentos y
material de guerra impulsada por el gobierno). Cuando en 1935 la Sociedad de Naciones
59
ordenó el "bloqueo internacional" contra Italia como castigo por la invasión de Abisinia
(2 de octubre), el país parecía disponer de los recursos económicos para resistir. Es
más, Italia respondió elevando las cuotas a la importación, impulsó una política de
substitución de importaciones -que favoreció sobre todo a las grandes empresas tanto
privadas como del IRI- y reforzó los controles estatales sobre la economía nacional
(precios, salarios, circulación monetaria): la autarquía, hasta entonces aspiración
ideológica del fascismo, pasó a ser una realidad.
Las realizaciones económicas y sociales del fascismo no fueron, por tanto, en absoluto
desdeñables. Ciertamente, ello se hizo a costa de un gigantesco gasto público y de
enormes déficits. El proteccionismo favoreció los monopolios de las grandes empresas
tradicionales (Fiat, Pirelli otras) y la supervivencia de empresas pequeñas, poco
competitivas y de producción de ínfima calidad: la II Guerra Mundial pondría de relieve
la impreparación, pese a todo, de la industria italiana. El fascismo poco o nada hizo
respecto al gran problema económico italiano, el problema del Mezzogiorno, el atraso
secular del Sur. La política del trigo benefició principalmente a los grandes latifundistas;
las desecaciones y nuevas colonizaciones, como se ha indicado, fracasaron. La
"ruralización de Italia" que el fascismo prometió en 1925 fue otro eslogan vacío más. La
población rural siguió sin otra alternativa a la pobreza que la emigración: unas 500.000
personas emigraron durante los años 1922-1940 hacia Milán, Turín, Génova y Roma
(que dobló su población entre 1921 y 1941); otras 650.000 lo hicieron a Francia, y millón
y medio a Estados Unidos, Argentina, Brasil, África, Australia y otros países.
Pero así se habían hecho grandes obras de infraestructura. La Italia urbana se había
electrificado. El país tenía a su disposición un gran sector público, por lo general
eficiente. El PIB registró un crecimiento sostenido anual de un 1,2 por 100 entre 1922 y
1939 -crecimiento muy superior al de la población- y la producción industrial había
crecido en el mismo tiempo al 3,9 por 100 anual. Todo ello, más la política asistencial
del fascismo, la estabilidad de los precios, la seguridad pública impuesta por la policía-
que incluso logró grandes éxitos contra la Mafia siciliana-, explicaría el alto grado de
consenso nacional que la dictadura y Mussolini habían conseguido.39
CUADRO 2: Caída del PIB constante e importaciones y exportaciones reales
En % 1929-1932
PIB Importaciones Exportaciones
Estados Unidos 28,2 39 48
Francia 14,6 11 41
Alemania 15,8 29 41
Italia 2,5 28 19
Reino Unido 5,8 12 37
Fuente: Perri y Quadrini (2000), Understanding the great Depression: what can we learn fronm the
italian experience? http://revistas.utadeo.edu.co/index.php/TyE/article/view/1060/1119
El cuadro 2 permite observar cómo existe cierta asociación entre el grado de desarrollo e
industrialización y las consecuencias de las crisis del 29. Reino Unido sobresale como una caso
excepcional, pues a pesar de su alto nivel de desarrollo, la caída del PIB no fue tan intensa, pero
es pertinente recordar que Reino Unido dominaba un enorme imperio, bien organizado
comercialmente, con una extensión de 33 millones de km2, 22% de la masa terrestre y 428
millones de habitantes –20% de la población mundial de 1938–, lo que suponía un malla
económica formidable para las Islas Británicas. Por otra parte, la política económica nazi impulsó
a partir de 1933 una rápida recuperación de Alemania.
39
Sanchez. M.Emma. Cultura en español. Arte Historia. Sociedad y economía fascista. Recuperado el 24-
08-2016 en http://www.artehistoria.com/v2/contextos/3081.htm. Fondo Europeo de desarrollo
regional. 2010.
60
La política económica Alemana - nazismo.
Vamos a distinguir dos momentos claramente diferenciados.
a) De 1933 a 1936: la lucha contra la crisis.
La política económica de esta etapa está dirigida por el doctor Schacht, es el mismo
hombre que consiguió la recuperación económica en 1924. Entrega al Estado el control
de la economía, y éste es el que regula los precios y los salarios. El Estado luchará
contra el paro mediante el aumento de puestos en la burocracia y la construcción de
grandes obras públicas que además dan prestigio al régimen (ferrocarriles, autopistas...)
y creando fábricas de armamento. En esta etapa fue importante el control absoluto del
sistema bancario.
b) Del 1936 al 1939: la autarquía.
El plan de lucha contra la crisis de Schacht fue abandonado en otoño de 1936 otro
tendente a lograr el autoabastecimiento económico del país. Para ello se potencia la
producción nacional y se reduce al mínimo la importación de productos exteriores, se
trata de lograr ser autosuficientes, ventaja básica en caso de que estalle una guerra que
Hitler ve como inevitable. Göring, un dirigente nazi dijo que había que escoger entre la
mantequilla y los cañones, dando por sentado la primacía de la industria armamentística.
La realidad del pueblo es que tuvo que sufrir el racionamiento y el recorte, y más cuando
estalle la guerra.
c) Economía y empresas en la dictadura nazi
Economía de guerra
Una tarea importante para Hitler, en cuanto asumió el poder, fue lograr la reanimación
de la economía, que se había visto afectada por la recesión como consecuencia del
pago de las indemnizaciones de guerra y las restricciones establecidas en el Tratado de
Versalles. Resultaba imprescindible desarrollar un modelo de economía de guerra que
apuntara a la autosuficiencia.
Para lograrlo era necesario reestructurar la industria alemana, recuperar el acceso a las
materias primas y a otros recursos —que se habían perdido después de la Primera
Guerra Mundial— y construir modernos sistemas de transporte naval, ferroviario y
aéreo, que favorecieran el funcionamiento del mercado.
La necesidad de eliminar la desocupación masiva llevó al gobierno a realizar un plan de
obras públicas y una política de rearme. Estas medidas fueron complementadas con la
privatización de la mayor parte de las empresas, algunas de las cuales tenían
participación accionaria del Estado. Con estas políticas se buscaba el apoyo de los
sectores populares, dada la creación de puestos de trabajo, y de los grandes
empresarios, que verían compensados sus aportes para las campañas del partido
mediante el manejo de los sectores clave de la economía.
Ese proceso de privatizaciones estuvo acompañado por una profunda concentración
económica que eliminó paulatinamente a los pequeños empresarios. A través de un
decreto del 7 de marzo de 1939 se suprimió toda empresa cuyo volumen de operaciones
no alcanzara un mínimo determinado y la mano de obra que quedaba desocupada debía
incorporarse a la gran industria.
También resultaba preciso lograr el autoabastecimiento en materia alimentaria, por lo
cual se hacía necesario un desarrollo controlado de la agricultura.
61
La política racista que caracterizó al régimen se vio reflejada en la economía a través
de la arianización de la misma. Respondiendo a esta política, los judíos y extranjeros
fueron eliminados de la banca, el comercio y la industria textil donde tenían un peso
importante.
Las nuevas características de la economía, como las privatizaciones y la intervención
del Estado, requerían la eliminación de los obstáculos que se interpusieran para lograr
su implementación, por lo cual había que frenar la influencia de los sindicatos e
imposibilitar la lucha de los trabajadores.
La organización de los sindicatos dependientes
La forma implementada para eliminar la lucha de los sindicatos fue su ilegalización, junto
con la de las cooperativas. Fueron confiscadas sus posesiones y recursos financieros,
se suprimieron las negociaciones colectivas entre trabajadores y empresarios, fueron
prohibidas las huelgas y se exigió a los trabajadores que pertenecieran obligatoriamente
al Deutsche Arbeitsfront (Frente Alemán del Trabajo, DAF), creado en 1933. Esta era
una organización sindical nacionalsocialista controlada por el Estado y organizada como
un sindicato vertical que estaba dirigido por Robert Ley.
El Estado desempeñó un papel central en materia laboral. El Ministerio de Economía
Nacional fijaba los salarios y Hitler en persona designaba a los agentes fiduciarios del
trabajo que debían resolver los asuntos referidos a salarios, jornada laboral y
condiciones de trabajo. Esos agentes eran los encargados de negociar los convenios
colectivos y de mantener la paz social. Al ser hombres de confianza de los industriales
y de la DAF, la existencia de estos agentes cerraba toda posibilidad de negociación
autónoma a los trabajadores.
Desde el DAF, Robert Ley llevó a cabo el proyecto «Fuerza por la Alegría», a través del
cual se propiciaron viajes turísticos a precios accesibles y eventos culturales y
deportivos para los trabajadores alemanes. Fue también el encargado de suprimir y
confiscar los bienes de los sindicatos opositores.
La dependencia de las organizaciones patronales
El Ministerio de Economía Nacional también controlaba las asociaciones comerciales
de empresarios e industriales. Estas se transformaron en organismos dominados por el
Estado, a los cuales los patronos debían estar afiliados obligatoriamente.
Ese ministerio tenía el poder de reconocer a las asociaciones comerciales como las
únicas representantes de los respectivos sectores de la industria, crear nuevas
asociaciones, disolver y fusionar las existentes y designar y convocar a sus líderes.
Un objetivo importante del régimen fue la expansión de las asociaciones de fabricantes
y la constitución de sociedades que agrupaban a varias industrias.
Los responsables de la economía del régimen
Uno de los principales responsables de elaborar e implementar la política económica y
bancaria fue el financiero Hjalmar Schacht, que había ocupado la presidencia de
Reichsbank (banco estatal alemán) desde 1923 a 1930. Con la llegada del nazismo al
poder, fue ministro de Economía desde 1934 hasta 1937 y conservó la presidencia del
banco estatal hasta 1939.
Los objetivos de su política apuntaban al crecimiento del comercio internacional de
Alemania y este hecho lo llevó a enfrentarse con los grandes grupos industriales que
pretendían desarrollar una política económica más autárquica, basada en el rearme. La
decisión gubernamental de implementar el Plan Cuatrienal —cuyo detalles técnicos
62
habían sido preparados por el gigante de la industria química I.G. Farben— implicaba
una política de rearme acelerado y de autarquía que permitiera a Alemania prepararse
para la guerra. Esta resolución llevó al desvanecimiento del poder de Schacht quien, al
perder el apoyo de Hitler, permaneció como ministro sin cartera hasta 1943.
Otro de los responsables de la política económica del régimen nazi fue Hermann
Goering quien, en 1936, fue elegido para desarrollar el Plan Cuatrienal. Con el fin de
que Alemania se convirtiera en un país económicamente independiente y autosuficiente
—objetivos del plan— era necesario que el país produjera víveres y materias primas,
que le permitieran independizarse de la importación de tales productos. El plan incluía,
además, el control de precios, el desarrollo de la producción minera y química, la mejora
de las vías fluviales y la creación de carreteras y autopistas.
Una parte importante de este plan fue financiado con el proyecto Volkswagen, el
automóvil del pueblo. A través del mismo, los trabajadores hacían un aporte de 5 marcos
de sus salarios todas las semanas con la esperanza de acceder a un automóvil. Sin
embargo, el dinero recaudado fue utilizado para producir vehículos destinados a las
fuerzas armadas alemanas.
El arquitecto del régimen, Albert Speer, también cumplió un papel importante como
ministro de Armamento y Producción Bélica desde 1942. A partir del momento en que
asumió este cargo, quedaron bajo su responsabilidad las producciones militares de la
Luftwaffe (Fuerzas Aéreas del ejército alemán), la Wehrmacht (nombre que recibieron
las Fuerzas Armadas Alemanas después de 1935) y el Plan Cuatrienal.
Para desarrollar el plan era muy necesario disponer de mano de obra y Speer solicitó a
las SS el envío de prisioneros, en especial rusos, que fueron deportados desde el este.
Estos se vieron sometidos al trabajo forzado y formaron parte del 40% de los prisioneros
que no debían ser eliminados de inmediato por ser considerados trabajadores
esenciales. Para trasladar a estos «esclavos» desde el este se necesitó habilitar un
sistema ferroviario —también utilizado para el traslado de las víctimas inmediatas de los
campos de exterminio—, que regresaba al este cargado de armas para la guerra.
Grandes industrias
El Programa de 25 puntos del entonces llamado Partido Obrero Alemán (Deutsche
Arbeiterpartei, DAP), elaborado en febrero de 1920, contenía varias propuestas
anticapitalistas. Entre ellas: la nacionalización de las empresas, la reforma agraria, la
participación obrera de las ganancias alcanzadas y la ruptura de la esclavitud del
interés.40
Dichas propuestas generaron cierta preocupación entre los sectores capitalistas de la
sociedad. Sin embargo, rápidamente quedó de manifiesto que el Estado totalitario, a
pesar de jugar un papel central en la reestructuración de la economía, no iba a perjudicar
los intereses de los sectores empresarios. Muy por el contrario, los defendería
abiertamente, teniendo en cuenta que muchos de los dueños de las grandes empresas
destacadas durante el régimen eran miembros prominentes del partido y
desempeñaban cargos importantes en el gobierno.
40
Este programa, además de postular las bases de un Estado totalitario, en el cual predominaba el bien común sobre
el individual, también proponía la anulación del Tratado de Versalles, la unión de todos los germanoparlantes en un
solo Reich, la concesión de la nacionalidad solo a quienes tenían sangre alemana y la restricción de la propiedad de
los medios de comunicación al capital nacional, los cuales estarían sometidos a la censura frente a la propagación de
ideas que atentaran contra la vida nacional. Se agregaban demandas a favor de los ancianos, los obreros y la salud y
educación públicas. En: Daniel Muchnik. Ob. cit.
63
La mayoría de las empresas estatales más importantes del periodo no se dedicaban a
los sectores estratégicos de la economía, sino que eran principalmente de servicios
públicos: correos y telecomunicaciones, distribución de agua, gas y electricidad. Sin
embargo, hubo algunas empresas estatales que se destacaron en la producción del
acero. Ese fue el caso de la Reichswerke-Hermann-Goering, fundada en 1937. Si bien
la creación de esta empresa estatal trajo enfrentamientos con la industria privada, que
pretendía monopolizar el rearme alemán, su propia existencia permitió mantener
elevados los precios del acero debido a los altos costos de producción.
También hubo empresas mixtas como la Vereinigte Industrieunternehmung, propietaria
de las participaciones estatales en empresas privadas, principalmente eléctricas, de
aluminio y mecánicas.
A pesar de la importante función que desempeñaría el Estado en la economía del
régimen nazi, las empresas privadas fueron beneficiadas e hicieron importantes
negocios. Desde sus orígenes, el partido había anunciado que el Estado que se
proponía establecer respetaría la propiedad privada, principio que se mantuvo vigente
una vez constituido el Estado nazi.
La complicidad de las grandes empresas alemanas
Desde el momento mismo del ascenso al poder, el nazismo recurrió al dinero de las
grandes empresas alemanas para financiar al partido y sus campañas electorales. Por
ejemplo, para financiar la campaña de las elecciones al Reichstag del 5 de marzo de
1933, Goering convocó a una reunión de Hitler con los grandes empresarios. Entre estos
últimos asistieron Gustav Krupp (poderosa familia fabricante de armamento y acero),
cuatro directivos de la I.G. Farben (productora de petróleo, caucho sintético y colorante),
y otros industriales, que aportaron tres millones de marcos al partido.
Uno de los beneficios que el régimen otorgó a las grandes empresas fue la utilización
de mano de obra forzada, constituida por prisioneros de guerra y habitantes de los
países conquistados. La contrapartida de estos beneficios fue la colaboración de
muchas de esas empresas en la construcción de la maquinaria de exterminio de la
dictadura.
Entre las mayores compañías industriales merecen destacarse las grandes fábricas de
armamento y acero de la familia Krupp, que firmó importantes contratos con la Alemania
Nazi en pos del programa de rearme implementado por Hitler. Gustav Krupp propuso la
creación del Fondo Hitler, al cual él mismo aportó doce millones de marcos. Ese fondo
tenía como objetivo hacer recaudaciones para las obras proselitistas del partido, tales
como las escuelas, los gimnasios y el equipamiento de las SS. El consorcio Krupp
desarrolló prototipos de armamento para el ejército tales como tanques, submarinos,
armas automáticas, morteros y cañones.
Otro de los grupos económicos industriales beneficiados fue la I.G. Farben, que
producía petróleo, caucho sintético y colorantes, y controlaba casi 400 empresas. Esta
compañía alemana, fundada en 1925, fue la única empresa que tuvo su propio campo
de concentración. Construyó una gran planta en Auschwitz, que contaba con la mano
de obra de 300 000 esclavos. Una subsidiaria de la empresa, la Degesch, producía el
gas Zyklon B utilizado en las cámaras de gas.41
Uno de los empresarios alemanes que financiaron al NSDAP en sus primeros años fue
Fritz Thyssen, dueño de un imperio siderúrgico y primer contacto de Hitler con la
industria pesada de la cuenca del Ruhr. El magnate alemán estaba al frente del German
41
Las empresas sucesoras de I.G. Farben en la actualidad son Bayer, BASF y Hoechst, creadas después de
la disolución del consorcio en los años cincuenta.
64
Steel Trust, consorcio de la industria del acero que había sido fundado, en 1926, por
uno de los hombres fuertes de Wall Street, Clarence Dillon. El empresario alemán del
acero aportó al partido 250 000 marcos para la adquisición y refacción de la Casa Marrón
del NSDAP, mansión ubicada en uno de los barrios aristocráticos de Munich.
Un medio innovador de recaudar fondos para el partido fue el otorgamiento de licencias
a empresas que fabricaban uniformes y otros elementos utilizados por los miembros de
las SA. El negocio se extendió a otros objetos de consumo que también fueron
licenciados. Entre ellos podemos destacar las hojas de afeitar Stürmer, la margarina
Kampf y los cigarrillos Sturm. Las SA fueron las encargadas de obligar violentamente a
los comerciantes a comprar y poner en venta los productos del partido, con el propósito
de aumentar la recaudación de fondos.42
La complicidad de las corporaciones estadounidenses
El complot monetario nazi-estadounidense de 1939–1949, refleja la colaboración de
empresas de Estados Unidos con el régimen de Hitler. Entre ellas se encuentran la
Texas Company, la Standard Oil of New Jersey, el Chase Manhattan Bank, la
International Telephone and Telegraph Corporation (ITT), la Ford, la Sterling Products y
otras. Estos importantes negocios no eran desaprobados por integrantes del gobierno
de Estados Unidos, tales como Jesse Jones, titular de Comercio y Henry Morgenthau,
de Hacienda, además de otros altos funcionarios del Departamento de Estado.43
La Standard Oil of New Jersey, perteneciente al grupo de la familia Rockefeller, enviaba
petróleo para los carros blindados alemanes vía Suiza. Esta empresa había firmado, en
1926, acuerdos de intercambios de patentes e investigaciones con la I.G. Farben. Con
Hitler en el poder, ambas empresas mantuvieron sus contratos, los que permitieron a
los nazis obtener las patentes para garantizar el combustible de aviación. La Standard
Oil había ordenado también realizar exploraciones petroleras en Hungría y Rumania
para que el crudo fuera enviado a las refinerías de la I.G. Farben en Alemania.
Otra de las empresas petroleras norteamericanas vinculada con el nazismo fue la Texas
Company (Texaco). Los aportes de dicha empresa al régimen nazi fueron de dos tipos:
proporcionar petróleo desde Colombia, aun después de los inicios de la guerra, violando
el embargo británico; y operar como espías a través de un agente de la empresa que,
desde Nueva York, informaba al encargado de la Texaco en Alemania, Niko Bensmann,
sobre los planes norteamericanos de producción de aviones.
La ITT contaba entre sus directivos a Walter Schellenberg, jefe del Servicio de
Contraespionaje de la Gestapo. Thomas McKitrik, presidente estadounidense del Banco
de Operaciones Internacionales (BIS, de Suiza), controlado por los nazis, se encargó de
resolver el arribo de enorme cantidad de lingotes de oro —equivalente a 378 millones
de dólares— a los depósitos del banco.
Este oro nazi provenía del robo a los bancos de los países ocupados y de la fundición,
en los sótanos del Reichsbank, de monturas, anillos, cigarreras y dientes de prisioneros
de los campos de concentración.44
Esta empresa negoció con los nazis la protección de sus instalaciones en Alemania y
en otros países que el nazismo iba conquistando. La ITT se asoció con una empresa
alemana, la Focke-Wulf, al comprar el 28% de la misma, en 1938.
42
Daniel Muchnik. Ob. cit.
43
Charles Higham .Transacciones concertadas con el adversario. Un libro del historiador estadounidense
44
Vladimir Símonov. Ob. cit.
65
La existencia de leyes que restringían el giro de capitales extranjeros radicados en
Alemania propició que muchas de las empresas no alemanas reinvirtieran las ganancias
obtenidas en la economía germana. La obligación de reinvertir condujo a la ampliación
de los rubros a los cuales se dedicaban, con el propósito de seguir aumentando sus
ganancias. Así, el consorcio alimenticio británico Unilever amplió su producción hacia la
fabricación de papel; la filial de Westinghouse —la Browm Boveri— incorporó la industria
eléctrica a su producción; y la General Electric se asoció a la Siemens.45
La empresa norteamericana líder en informática, International Business Machine (IBM)
fue una de las corporaciones que estableció vínculos con la dictadura nazi.
El fundador de la compañía, Thomas Watson, viajó a Alemania en la década de los años
treinta y ofreció los servicios de su empresa al naciente régimen nazi. A través de
tarjetas perforadas llamadas Hollerith, la filial alemana de IBM, Deutsche Hollerith
Maschinen Gesellscahft (Dehomag) logró cruzar datos de nombres, direcciones,
genealogías y cuentas bancarias de los ciudadanos. A partir de esta identificación de
los «indeseables», los nazis podían realizar la confiscación de sus bienes, su
deportación, el reclutamiento en ghettos o en campos de concentración.
Las tarjetas también se utilizaron para identificar a cada uno de los prisioneros de los
campos de concentración. Divididas en columnas numeradas con perforaciones en
varias hileras, las tarjetas permitían identificar dieciséis categorías de prisioneros, según
la posición de las perforaciones.46 Estas tarjetas eran tabuladas a través de una máquina
llamada Mark I, que fue la precursora de las computadoras.
La colaboración de la empresa abarcaba desde la identificación de los judíos mediante
el registro de antepasados hasta el manejo de ferrocarriles y la organización del trabajo
forzado en los campos de concentración.
El agradecimiento del régimen nazi por los aportes de la empresa se tradujo en la
entrega de la Cruz al Mérito del Águila Germana en 1937, al fundador de la compañía.
En Berlín, Watson recibió la condecoración de manos del propio Führer. El dueño de
IBM devolvió esa condecoración cuando Estados Unidos estaba por entrar en la guerra
y para limpiar su pasado cómplice anunció que destinaría el 1% de sus ganancias para
un fondo destinado a viudas y huérfanos.
Ninguno de los ejecutivos de IBM fue juzgado en Nüremberg. Como las instalaciones
de la empresa habían sobrevivido a los bombardeos, se asoció a los aliados, y ofreció
sus servicios para administrar la ocupación de Alemania.
Las relaciones con empresas automotrices de Estados Unidos
Los aviones de la Luftwaffe utilizaban motores elaborados en las empresas Ford
ubicadas en la Europa ocupada, en las cuales se utilizaba el trabajo forzado de los
prisioneros, principalmente judíos.47 Esta empresa junto con la General Motors
suministraba, en 1939, el 70% de los autos vendidos en el mercado alemán. Las
subsidiarias alemanas de ambas empresas producían también material militar para el
ejército alemán y eran las mayores productoras de camiones para las fuerzas militares
alemanas.
45
Daniel Muchnik. Ob. cit.
46
La clave de los homosexuales era el número 3, la de los judíos el 8, la de los «antisociales» el 9 y la de
los gitanos el 12. En: Roberto Bardini, IBM y los nazis.
47
Daniel Muchnik relata que «cuando el ejército norteamericano liberó las plantas de Ford en las ciudades
de Colonia y Berlín, descubrió trabajadores extranjeros esclavos, recluidos detrás de alambres de púa,
maltratados y desnutridos. También encontró documentos de la compañía en los que se elogiaba el genio
del Führer». Daniel Muchnik. Ob. cit., p. 109.
66
La General Motors, que colaboraba con el Partido Nazi a través de una cuota mensual,
estaba asociada a la empresa alemana I.G. Farben en la que invirtió, entre 1932 y 1939,
treinta millones de dólares.
La relación entre Henry Ford y Hitler es anterior a la toma del poder por los nazis. El
fundador de la compañía automotriz se destacaba por ser un antisemita declarado,
posición que manifestaba en el periódico The Dearborn Independent, que funcionó
desde 1920 a 1927. Hitler declaró en 1931 que Henry Ford era su inspiración y llegó a
tener un retrato del mismo en su despacho. La admiración mutua se reflejó cuando, en
1938, Ford recibió la condecoración de la Gran Cruz del Águila, máximo reconocimiento
que el Estado nazi podía otorgar a un extranjero.48
Según informaciones suministradas por sobrevivientes del Holocausto, la empresa Ford
utilizaba mano de obra gratuita de los campos de concentración en su subsidiaria de
Alemania, la Ford Werke A.G.11 Frente a estas acusaciones, la empresa se justificó
explicando que la fábrica Ford de Colonia estaba bajo el control del Estado nazi durante
la guerra y que la sede central no tenía posibilidades de decidir sobre su funcionamiento.
La verdad de la acusación era que la junta directiva de la compañía había pedido al
gobierno alemán que no confiscara la fábrica en caso de que se desatara la guerra, lo
que resultó posible gracias a la amistosa relación entre Hitler y Henry Ford. Además de
no haber sido confiscada, la fábrica estaba protegida por un custodio nazi.
A través de la UBC, el capital nazi salía de Alemania hacia Estados Unidos vía Holanda
y mediante la Brown Brothers Harriman, el dinero volvía a Alemania cuando era
requerido por el Estado nazi.
La colaboración de empresas europeas
No solo las empresas norteamericanas colaboraron con el nazismo; también lo hicieron
empresarios e industriales suizos de las ramas de electricidad y ferrocarriles,
suministrando energía eléctrica y facilitando el tránsito ferroviario por territorio suizo.
Muchas de estas empresas no solo utilizaron trabajadores forzados en sus filiales
alemanas, sino que reemplazaron a sus dirigentes judíos por arios, respondiendo a la
política racista del Estado alemán.49
La empresa petrolera Shell, de capitales angloholandeses, también estuvo muy cerca
del régimen. La misma realizaba publicidad en un diario nazi y según una investigación,
su director general, Henry Deterding, hizo un préstamo de treinta millones de libras a
Hitler en 1931. La contrapartida de ese préstamo era la promesa de Hitler de otorgar a
la empresa el monopolio del petróleo cuando llegara al poder.50
Los bancos y el financiamiento de la dictadura
El principal banco de Alemania, el Reichsbank, concentraba la mayor parte del dinero,
joyas, oro y plata robados a los judíos. En ese banco existía una cuenta denominada
Max Heiliger donde se acumulaba una parte de los objetos y el dinero saqueados. Los
depósitos del Reichsbank formaban parte de la llamada Operación Reinhard, a través
de la cual se comercializaban los objetos robados.
48
En el mismo año, un importante ejecutivo de la General Motors, James Mooney, también recibió una
medalla nazi por los servicios prestados al Reich. Una descripción de las conexiones entre ambas empresas
automovilísticas y el régimen nazi se encuentra en: Yosef Mikhah. Ob. cit.
49
Estos datos fueron suministrados por ocho estudios presentados en el año 2001 por la Comisión
Independiente de Expertos «Suiza Segunda Guerra Mundial», conocido como Informe Bergier, en el que
se demuestra cómo la economía y las empresas suizas colaboraron con el nazismo.
50
James Pool. Ob. cit.
67
Sin embargo, la mayor parte de los mismos tenían un destino fuera de Alemania:
[…] el grueso del oro saqueado a los prisioneros judíos, a los bancos polacos,
austriacos, checoslovacos y yugoslavos, más la venta de propiedades y de obras de
arte, era aceptado por la banca suiza y de allí se comercializaba al mundo libre.51
El Dresdner Bank (DB) admitió su colaboración con el régimen nazi. Participó en la
financiación de los campos de exterminio, ya que era el principal accionista de la
empresa Huta Hoch-und Tiefbau AG, encargada de fabricar los hornos donde se
cremaban los cadáveres de judíos y otras víctimas. Otra responsabilidad de este banco
alemán fue haber participado en el financiamiento para la construcción del campo de
concentración en Auschwitz.
El Deutsche Bank desempeñó el papel en las finanzas del Tercer Reich. Hasta 1938, el
banco participó del proceso de arianización a través de la venta forzada a alemanes
arios de propiedades pertenecientes a los judíos. Esta entidad bancaria tenía
conocimiento de la existencia de los campos de concentración, al punto de ser una de
las financistas del de Auschwitz.
De los bancos extranjeros, fueron varios los que prestaron su colaboración al régimen.
Entre ellos merece destacarse el Chase Manhattan Bank, de la familia Rockefeller, que
oficiaba de intermediario entre los bancos alemanes y sus sucursales en el exterior. Este
importante banco estadounidense tomaba decisiones por propia convicción, ya que «sin
esperar órdenes de las fuerzas alemanas de ocupación, el Chase les cerraba las
cuentas a los judíos».52
Relaciones económicas entre España y la Alemania Nazi
Entre 1936 y 1939, España se vio sumida en una guerra fratricida que asoló su territorio,
terminando con la vida de muchos de los contendientes y de la población de ambos
bandos.
El bando sublevado, firmaría por su parte acuerdos con las potencias del eje,
principalmente con la Alemania Nazi, a través de los cuales, el Reich le proporcionaría
asistencia en el campo bélico en forma de tropas, equipo y armamento para poder
desarrollar una contienda de la que resultaría vencedor. Esta ayuda, llevaría al general
Francisco Franco, posterior jefe de estado, a verse inmerso en una deuda millonaria que
tendría que pagar en los duros años de la posguerra española.
La deuda: Tras la Guerra Civil Española, la población y el país no se encontraban en
condiciones de asumir otra contienda más, y, a pesar de que el gobierno coincidiese en
muchas cuestiones con las potencias del Eje, España se posicionó en la no beligerancia.
Tras el encuentro de Hendaya, se llegaría a varios acuerdos en los que el gobierno
español daría apoyo a Alemania desde su posición de neutralidad. Uno de los puntos
pactados consistió en el envío de materias primas desde España al país teutón,
incluyendo varios tipos de minerales, y entre ellos el codiciado Wolframio, abundante en
España y necesario para desarrollar la potente industria armamentística del eje.
Este fue uno de los puntos más importantes del pago de la deuda española ante la
Alemania Nazi. Otra de las intervenciones españolas en la contienda, fue el apoyo como
ruta de comercio desde Latinoamérica a Alemania, importan do así diamantes
industriales y otras materias primas.
51
Daniel Muchnik. Ob. cit., p. 228.
52
Daniel Muchnik. Ob. cit., p. 111.
68
La evasión de capitales: Tras la Segunda Guerra Mundial, los jerarcas del Reich,
tuvieron que evadirse de Alemania, y con ellos, salieron del país muchos de los caudales
en forma de oro que se habían conseguido durante la contienda, y muchos de ellos se
refugiaron en España, dejando ese dinero. Otro de los puntos de destino de los nazis
fue Latinoamérica, y para llegar allí, su ruta pasaba por España, recibiendo el apoyo de
las autoridades y una parte de la población.53
53
National Geographic Society. Relaciones económicas entre España y la Alemania Nazi. Recuperado el
24-08-2016.En http://www.nationalgeographic.es/noticias/relaciones-espaa-alemania-nazi. 1996-2013
69
a las potencias signatarias a ayudarse mutuamente en caso de guerra. Sin embargo,
Japón quedó liberado del compromiso de atacar a la Unión Soviética. El gobierno nipón
deseaba tener las manos libres para actuar contra de los Estados Unidos.
La reacción de las potencias occidentales ante esos acuerdos fue vacilante y tibia.
Estados Unidos, tras la I Guerra Mundial, había optado por la neutralidad, en tanto que
Francia, la principal interesada en desmantelar el orden gestado, no contó con el apoyo
del Reino Unido.
La Sociedad de Naciones, teórica garante del orden pacífico internacional, al carecer de
medios militares disuasorios, nada pudo hacer para atajar la escalada de alianzas que
condujo a la guerra.
Expresión de este estado de cosas fue la Conferencia de Munich, celebrada en
septiembre de 1938, en la que Francia y Reino Unido, tras ceder a los intereses de Hitler
en los Sudetes, tenían la confianza de saciar el apetito territorial de Hitler. Conferencia
de Múnich
La invasión de Polonia en septiembre de 1939 desmentiría esa percepción. Francia y
Reino Unido declararon la guerra a Alemania en virtud de los compromisos que tenían
contraídos con los polacos. La guerra se extendió por el continente europeo.54
2.1.3.2 Fin de la seguridad colectiva
De 1919 a 1929 se pasó de la tensión al entendimiento. Esta etapa está presidida por
el deseo de todas las potencias de buscar lo que se llamaba la seguridad colectiva55,
término utilizado mucho en la diplomacia de entreguerras, quiere decir un nuevo orden
mundial presidido por alianzas entre las naciones que garantizasen que no se iba a
repetir una experiencia similar a la Gran Guerra. La integración en pactos y tratados
supranacionales era una garantía de que todos los países se comprometían en la
seguridad y defensa de cada uno de los miembros ante una posible agresión, el
aislamiento era el peor de los males, no garantizaba ese respaldo colectivo.
Las relaciones internacionales de 1933 a 1939: los pasos hacia la guerra.
El año 1933 es el año de ascenso al poder de Hitler, con su política revanchista y la
promesa de acabar con el desempleo en Alemania consiguió el apoyo de un gran
número de ciudadanos. Una vez consolidado en el poder se encargó de acabar con las
instituciones democráticas e inició un rearme que llevaría a la II Guerra Mundial. Pero
no es sólo Hitler el causante de la guerra. Las demás potencias viendo el aspecto que
estaban tomando los acontecimientos en Europa se aprestaron a consolidar alianzas
militares contra Alemania.
Se rompía definitivamente el principio de la seguridad colectiva que era sustituido por
pactos militares entre las grandes potencias.
El viraje franco-soviético.
Tras el ascenso de Hitler Francia se siente de nuevo obsesionada con Alemania, en ese
clima busca una aproximación a la Rusia Soviética, potencia con la que no mantenía
54
Lozano Jorge. La política de pactos. Casa Nicolasa. Recuperado el 24-08-2016 de
http://www.claseshistoria.com/2guerramundial/causas-pactos.html 2004.
55
Tras la guerra de 1914-1918 surge la denominada seguridad colectiva. El fundamento radica en la idea
de que la seguridad de cada Estado, sólo puede alcanzarse plenamente en la medida en que contribuya a
la seguridad del resto de países de la sociedad internacional. Concepción que impone la necesidad de una
colaboración interestatal para instaurar medios o instrumentos capaces de garantizar la seguridad
internacional.
70
ningún tipo de relación y hacia la que mostraba hasta entonces sólo signos de hostilidad.
Alemania, a su vez, se siente cercada y moralmente desligada de los acuerdos de
Locarno, esto hará aumentar aún más la tensión. La aproximación entre Francia y la
U.R.S.S. se materializa en Stresa, donde se reúnen los ministros de asuntos exteriores
de Francia, la U.R.S.S. e Italia; si en Locarno la Unión Soviética había quedado
marginada, ahora era Alemania
El viraje británico o ruptura entre Gran Bretaña e Italia.
La Italia fascista inicia la conquista de Etiopía, Gran Bretaña duda, si busca el equilibrio
debe apoyar a Italia para consolidar un frente contra Alemania, si busca la seguridad
colectiva debe apoyar las sanciones de la S.D.N. contra Italia; opta por lo segundo y
aunque al final se llegue a algún tipo de aproximación, el entendimiento es imposible.
El viraje italiano o alianza entre Italia y Alemania.
En 1934 Italia había afirmado que no reconocería nunca la anexión de Austria por
Alemania. En 1936 el ambiente había cambiado, Italia estaba aislada por la conquista
de Etiopía y Alemania era el único país que reconocía sus conquistas. El nuevo ministro
de asuntos exteriores italiano –el conde Ciano- viaja a Berlín donde colabora con los
nazis en la ayuda al bando nacionalista en la Guerra Civil Española, además entra con
Alemania y Japón en el pacto Antikomintern (anticomunista), el apoyo italiano dejaba a
Hitler las manos libres contra Austria, Checoslovaquia.
El viraje germano-soviético.
Si había en Europa dos regímenes incompatibles estos eran Alemania y la Unión
Soviética. Stalin ante la amenaza que suponía Alemania no había obtenido ningún
apoyo concreto de Gran Bretaña y Francia (el pacto franco-soviético no había cubierto
las expectativas de Stalin) y no deseaba enfrentarse él solo a la maquinaria bélica
alemana. Hitler si quería conquistar Polonia debía asegurarse la neutralidad rusa. Estos
intereses hacen que se firme el 23 de agosto de 1939 el pacto de no-agresión entre
estos dos países. El 1 de septiembre Hitler invadía Polonia.56
2.1.3.2 Apaciguamiento
Política basada en solucionar los conflictos por medios pacíficos y de compromiso en
lugar de recurrir a la guerra. Este concepto de apaciguamiento57 (appeasement) está
normalmente asociado a la figura de Neville Chamberlain y tiene un claro matiz
peyorativo.
Sin embargo, para comprender plenamente la postura del líder conservador británico es
necesario remontarse al Tratado de Versalles (1919). Muchos, especialmente entre la
opinión pública británica, consideraban que Alemania había sido maltratada en la
Conferencia de París. Las exorbitantes reparaciones de guerra o la injusta aplicación
del principio de las nacionalidades en Austria, Danzig o los Sudetes, hacían que muchos
fueran proclives a una revisión del Tratado. A todo ello se le unía el vivo deseo de evitar
de nuevo los horrores de la Gran Guerra y la conciencia del relativo declive de un poder
británico que debía hacer frente a múltiples desafíos en todo el planeta.
56
Sabucco. Las relaciones internacionales entre 1919 y 1933.
57
Hasta la fecha se utiliza el término «política de apaciguamiento» respecto de la conducta donde un
Estado acepta las condiciones de un agresor potencial en vez de oponer resistencia, con la finalidad de
evitar una confrontación armada que puede ser costosa e indeseable para ambos bandos en pugna; se
considera que usualmente el Estado «apaciguante» sacrifica principios propios para lograr esta meta.
71
La falta de reacción ante la invasión japonesa de Manchuria en 1931, el acuerdo naval
anglo-alemán de 1935, en el que Londres se avenía a ignorar las cláusulas de Versalles,
la nula respuesta a la ocupación de Renania en 1936... son claras muestras de la actitud
británica. Cuando Neville Chamberlain accede al cargo de primer ministro lo único que
hace es continuar una política bien asentada. Chamberlain, por un lado, pensaba,
equivocadamente, que Hitler era un hombre con el que se podía llegar a acuerdos, por
otro lado, desconfiaba profundamente de la URSS. Esto explica su tácita aprobación del
Anschluss en 1938 y su convicción, cuando estalló la crisis de los Sudetes en 1938, de
que el pueblo británico no iría a la guerra "por una disputa en un lejano país entre gente
de la que no conocemos nada". La firma del Pacto de Munich era la consecuencia
evidente de este planteamiento. Lo cierto es que la mayor parte de la opinión pública
británica vitoreó a Chamberlain a su regreso de Munich. Era el hombre que había
conseguido "la paz para su tiempo".
La realidad estalló ante los ojos británicos en marzo de 1939 con la ocupación nazi de
Checoslovaquia. El apaciguamiento había llegado a su fin y Gran Bretaña y Francia
prometieron apoyar a Polonia en caso de ser atacada. El pacto germano-soviético en
agosto de 1939 abrió el camino al ataque alemán a Polonia y a la guerra general.
La política de apaciguamiento se reveló como un rotundo fracaso: lejos de satisfacer a
Hitler, la actitud de Chamberlain persuadió a Alemania de que Francia y Gran Bretaña
permanecerían de nuevo inactivas si atacaba a Polonia. De hecho, facilitó el estallido
de un conflicto general.58
La política de apaciguamiento permitió las siguientes agresiones del naciente Eje:
Invasión de Etiopía en octubre de 1935 por el Reino de Italia.
Remilitarización de la Renania en marzo de 1936 por Alemania.
Apoyo de la Italia fascista y la Alemania nazi al bando sublevado en la Guerra
Civil Española.
Anexión de Austria vía referéndum en marzo de 1938 por Alemania.
Ocupación de los Sudetes en octubre de 1938 por Alemania.
Ocupación de Albania en abril de 1939 por el Reino de Italia.
58
Ocaña Juan Carlos. Política de Apaciguamiento. Historia de las relaciones internacionales durante el
siglo XX. Recuperado el 25-08-2016 de http://www.historiasiglo20.org. 2003
72
2.2 ACONTECIMIENTOS
Desafíos de Alemania a los acuerdos de posguerra (1933–1938)
Expansión italiana: Abisinia (1935–1936); Albania; entrada en la Segunda
Guerra Mundial
Expansión alemana (1938–1939); Pacto de Acero; Pacto de no agresión
germano-soviético y estallido de la guerra
74
La Sociedad de Naciones, que condenó a Italia
como país agresor el 11 de octubre de 1935,
impuso numerosas sanciones económicas al
Reino de Italia, pero éstas incluían embargo de
productos que no eran de primera necesidad
para la industria italiana: el mineral de hierro y
el petróleo no estaban considerados en dicha
lista, y por ello empresas de Estados Unidos
(que no era miembro de la Sociedad de
Naciones) Reino Unido, Francia, y obviamente
Alemania, siguieron vendiendo tales productos
a Italia.
Al mismo tiempo, los británicos aseguraron al
Gobierno italiano que no sopesaban ninguna
acción armada contra las fuerzas italianas, a
pesar de los recelos de Roma. Para tratar de
preservar la coalición franco-anglo-italiana, se celebró una última conferencia tripartita
en París a principios de diciembre de 1935, en la que el Reino Unido y Francia se
avinieron a aceptar todas las exigencias italianas planteadas en enero por Mussolini.
Británicos y franceses estaban dispuestos a reconocer oficialmente como italianos los
territorios conquistados por estos hasta ese momento, a admitir la cesión de las
provincias de Tigray y Ogaden y a crear una zona de influencia italiana en el suroeste
etíope. Aunque el Gobierno italiano se mostró dispuesto a aceptar la propuesta oficiosa
franco-británica, la publicación de esta por la prensa del Reino Unido y el consiguiente
revuelo que forzó la renuncia del ministro de Asuntos Exteriores británico y el abandono
de la posición de apaciguamiento del país dio al traste con el intento de solución pacífica
del conflicto. En Francia, Laval también tuvo que dimitir por el escándalo pocas semanas
más tarde.
Exasperado por el lento y precavido avance de De Bono, Mussolini colocó al general
Pietro Badoglio en su lugar. Las fuerzas etíopes atacaron al ejército invasor recién
llegado y lanzaron un contraataque en diciembre de 1935, pero su ejército,
rudimentariamente armado, no pudo oponer mucha resistencia contra las armas
modernas de los italianos. Cabe indicar que inclusive el servicio de comunicaciones de
las fuerzas etíopes dependía de mensajeros a pie pues no disponían de aparatos de
radio. Con ello le bastaba a los italianos imponer un estrecho cerco a destacamentos
etíopes para dejarlos totalmente ignorantes sobre los movimientos de su propio ejército.
La contraofensiva etíope logró detener el avance italiano por algunas semanas, pero la
superioridad del invasor en calidad de armamento (particularmente artillería pesada y
aviación) impidió a los etíopes aprovechar sus éxitos iniciales. Badoglio también usó gas
mostaza en bombardeos aéreos, violando las Convenciones de Ginebra; no sólo fue
usado este gas contra los combatientes sino contra los civiles en un intento de dañar la
moral del pueblo etíope. Además se informó de ataques italianos deliberados contra
ambulancias y hospitales de la Cruz Roja; los italianos retomaron la ofensiva a inicios
de marzo.
El 29 de marzo de 1936, Graziani bombardeó la ciudad de Harar y dos días después los
italianos consiguieron una gran victoria en la batalla de Maychew, la cual anuló toda
posible resistencia organizada de los etíopes. El emperador Haile Selassie se vio
forzado a escapar al exilio el 2 de mayo, y las fuerzas de Badoglio llegaron a la capital
Adís Abeba el 5 de mayo.
75
Italia anexó oficialmente el territorio de Etiopía el 7 de mayo y el rey italiano Víctor
Manuel III fue proclamado emperador. Las provincias de Eritrea, Somalilandia Italiana y
Abisinia (Etiopía) fueron unidas para formar la Provincia Italiana de África del Este.
Resultados
El júbilo en Italia fue enorme al anunciarse la definitiva victoria italiana el 9 de mayo.
Personalidades como el Papa Pío XI y Sir Winston Churchill expresaron su admiración
por la eficacia de la campaña italiana en Etiopía, pero también preocupación por lo que
esto significaba: el brutal expansionismo italiano acercaba a Mussolini a la órbita de
Adolf Hitler.
El 30 de junio de 1936, el exiliado emperador Haile Selassie intentó dar un discurso ante
la Sociedad de Naciones, en Ginebra, denunciando a Italia, pero fue abucheado por los
partidarios de Mussolini llegados hasta allí y tuvo que abandonar el edificio. Haile
Selassie declaró su desprecio y enojo contra la comunidad internacional que no hizo
nada para evitar la conquista de su país, y declaró de manera casi profética "Hoy nos
sucedió a nosotros. A ustedes mañana".
La Sociedad de Naciones había ciertamente condenado la acción italiana, pero nunca
pudo implementar sanciones económicas eficaces contra el Reino de Italia, pues a pesar
de decretarse un embargo comercial éste no privaba a los italianos de materias primas
necesarias para continuar la guerra. Los principales miembros de la Sociedad de
Naciones (Francia y Reino Unido) tampoco mostraron intención seria de detener a Italia,
tratando más bien de seguir una política de apaciguamiento hacia el régimen fascista y
evitando todo conflicto con él. Como consecuencia, Mussolini retiró su país de la
Sociedad de Naciones en 1937 al advertir que su aventura militar no había causado
perjuicios serios a Italia, y esto lo acercó todavía más al III Reich y al Japón, que ya
habían seguido ese mismo camino.59
Cronología
1935
3 de octubre de 1935: Tropas italianas procedentes de la Eritrea italiana
cruzan el río Mareb e invaden Etiopía. Otro contingente italiano lo hace desde
la Somalia italiana. Se establecen dos frentes: norte y sur.
6 de octubre de 1935: Tras conquistar Adrigat e Inticho, las tropas
procedentes de Eritrea toman Adua. Las del sur llegan al desierto de Ogadén.
10 de octubre de 1935: El gobernador etíope responsable del sector de
Mek'ele (Frente Norte) se pasa con sus fieles (1.200 hombres) a los italianos
15 de octubre de 1935: Aksum, la antigua capital abisinia, cae ante los
italianos.
21 de octubre de 1935: Tropas somalíes aliadas de los italianos ocupan
Geladi en el sur; Presionado por Mussolini, el general Emilio de Bono avanza
con sus tropas hacia Macallé.
15 de diciembre de 1935: Los etíopes contraatacan a los italianos en el norte.
22 de diciembre de 1935: Para contener a las tropas etíopes, el día 22 los
italianos usan gas mostaza (iperita) contra las filas enemigas.
59
Zuber, Frederick R. (1975). The watch on the Brenner : a study of Italian involvement in Austrian
foreign and domestic affairs : 1928-1938 (pdf) (Tesis) (en inglés). Rice University. OCLC 18458416.
76
1936
Enero de 1936: Batalla de Ganale Uenz en el Frente Sur con victoria final
italiana.
20 de enero de 1936: Primera batalla de Tembien. Las fuerzas de Badoglio
llegan hasta el paso de Uarieu, pero son rodeadas por fuerzas etíopes.
24 de enero de 1936: Las tropas italianas de Badoglio rompen el cerco etíope.
Febrero de 1936: Conquista italiana de Enderta y Amba Aradam.
27 de febrero de 1936: Segunda batalla de Tembien con triunfo italiano.
Marzo de 1936: A principios de mes los italianos toman Uorq Amba.
31 de marzo de 1936: Los italianos derrotan al núcleo principal del ejército
etíope en la decisiva Batalla de Maychew, al mando del emperador Haile
Selassie. Las fuerzas etíopes ya no pueden reponerse, lo que facilita el avance
de Badoglio.
14 de abril de 1936: En el sur, las tropas italianas comienzan el avance hacia
Harar, que ya no se detendrá a pesar de los contraataques etíopes.
Abril de 1936: A finales de mes, los italianos toman Degeh Bur. Los ejércitos
etíopes ya han perdido la mayoría de sus soldados y material de guerra, y ya
no pueden oponer resistencia efectiva ante el avance italiano.
5 de mayo de 1936: Los italianos toman la capital, Adís Abeba.
9 de mayo de 1936: Los dos ejércitos italianos se reúnen en Dire Dawa. Fin de
la guerra.
MAPA 10: Etiopía 1934-1936
FUENTE: antecedentes2guerra.wikispaces.com
Abisinia (Estado africano independiente, miembro SDN, actual Etiopia). Atacada desde
Somalia y Eritrea.
77
2.2.2.2 Expansión italiana: Albania (1935–1936)
Albania subsistía económicamente gracias a Italia. Durante unos años las relaciones de
Roma con Tiranna fueron buenas debido a una alianza militar entre los dos países, pero
a raíz de las intenciones expansionistas de Italia las tensiones empezaron a aumentar
entre ambas.
Cuando se firmó el Pacto de Munich el 29 de Septiembre de 1938, Mussolini gracias al
apoyo que ofreció a Adolf Hitler, permitió a Alemania anexionarse Checoslovaquia. Con
un aliado en Europa que no le reprocharía, Italia el 25 de Marzo de 1939 lanzó un
ultimátum a Albania para que voluntariamente se uniese al Imperio Italiano. Como era
lógico Albania lo rechazó, por tanto el 7 de Abril de 1939 las tropas italianas invadieron
el país.
Muy fácil fue la conquista de Albania, pues el 12 de Abril el Parlamento Albanés votó el
“sí” a favor de la anexión. Albania quedó constituida por un Gobierno fascista del Primer
Ministro Shefqer Bej Verlaçi y pasó a formar parte de la Corona de Víctor Manuel III.60
2.2.2.2 Entrada de Italia en la Segunda Guerra Mundial
Tras su alianza con Alemania en el Pacto de Acero (22 de mayo de 1939), Mussolini
había intentado evitar la invasión de Polonia. No ignoraba que Italia estaba
insuficientemente preparada para actuar en un escenario de guerra mundial.
Sin embargo, no ocultaba sus aspiraciones de erradicar la presencia de la flota británica
del Mediterráneo y la de anexionarse territorios como Malta o Córcega. También había
puesto sus ilusiones en la ampliación de su imperio colonial, mediante la conquista de
Túnez y la parte francesa de Somalia. Añadía a esos anhelos el poder jugar un papel
de liderazgo en el área de los Balcanes.
El 10 de junio de 1940, Mussolini, juzgando que Francia se hallaba casi totalmente
derrotada, y que Reino Unido atravesaba serias dificultades, les declaró la guerra. Malta,
posesión británica en el Mediterráneo, fue bombardeada; Francia atacada por la frontera
de los Alpes.
En agosto de ese mismo año extendió el escenario bélico a África, penetrando en Egipto
y otras colonias británicas. Tras unos breves éxitos, las tropas italianas fueron
estrepitosamente derrotadas. Al año siguiente los británicos se apoderaron de parte del
imperio colonial italiano en África. Era evidente que el Ejército italiano no estaba a la
altura de las circunstancias.
Tras la firma del Pacto Tripartito (Septiembre de 1940) entre Alemania, Italia y Japón,
Mussolini decidió invadir Grecia. La campaña constituyó un fiasco y obligó a Hítler a
acudir en su ayuda.
En junio de 1941, Mussolini envió un ejército de 62.000 soldados (más tarde reforzados)
a Rusia, en apoyo de sus aliados alemanes. Mal equipado y con serios problemas de
logística, sería derrotado en Stalingrado. Muchos de esos hombres perecieron en
combate o fueron internados en campos de concentración.61
60
Editores de S.A.R.P.E., Crónica Política y Militar de la Segunda Guerra Mundial. “Italia conquista Albania”
S.A.R.P.E. (1978), p.22-23
61
Lozano Jorge. Italia entra en guerra (1940). Casa Nicolasa. Recuperado el 24-08-2016 de
http://www.claseshistoria.com/2guerramundial/victoriaseje-italia.html
78
2.2.3 Expansión alemana (1938–1939); Pacto de Acero; Pacto de no agresión
germano-soviético y estallido de la guerra
2.2.3.1 Expansión alemana (1938–1939)
MAPA 11: Expansionismo alemán entre 1936 y 1939
Expansionismo
alemán entre 1936 y
1939. Desde la guerra
civil española y la
conformación del Eje
Berlín-Roma.
Alemania tuvo las
espaldas cubiertas
para poner en marcha
su política expansiva.
Partición de Checoslovaquia desde 1938 hasta 1939. Ganancias alemanas en violeta (oscura:
Sudetes, clara: Protectorado de Bohemia y Moravia)
80
Invasión del resto de Checoslovaquia
Protectorado de Bohemia y Moravia y República Eslovaca (1939-1945).
El 13 de marzo de 1939, los ejércitos nazis entraron en Praga y procedieron a ocupar
los territorios remanentes de Bohemia y Moravia, creando un protectorado del Reich. La
mitad este del país, Eslovaquia, se convirtió en un Estado separado pronazi, la
República Eslovaca.
El primer ministro Chamberlain se sintió traicionado por las acciones de los alemanes
en Checoslovaquia, ya que demostró que su política de apaciguamiento hacia Hitler
había fracasado, e inmediatamente comenzó a movilizar a las fuerzas armadas del
Imperio Británico. Francia hizo lo mismo. Aunque no se ejecutaron acciones
inmediatamente, la Invasión de Polonia por parte de Hitler en septiembre de 1939 dio
comienzo a la Segunda Guerra Mundial en Europa.
La invasión de Polonia (1939)
La invasión alemana de Polonia, se inició el 1 de septiembre de 1939. Ha sido
considerada el detonante de la Segunda Guerra Mundial. Antes de eso, la cuestión de
Polonia figuraba entre las cláusulas secretas del Pacto de no agresión firmado entre
Alemania y la URSS, en agosto de 1939. En ellas se estipulaba que el país sería
anexionado y dividido en dos áreas: una para los soviéticos y la otra para los alemanes.
Las razones que llevaron a Stalin a firmar el pacto con los nazis hay que buscarlas, por
un lado, en la desconfianza que le suscitaba la debilidad de la Sociedad de Naciones
como dique para evitar una agresión alemana; por otro, la sospecha de que Francia y
Reino Unido, embarcadas en una “Política de apaciguamiento” respecto a Hitler, temían
más a la Unión Soviética que a los propios nazis, por lo que eran proclives a pactar con
quienes desarrollaban una clara política anticomunista. El Pacto de Munich (1938) lo
demostraba. Por lo tanto, el líder ruso consideró que los intereses de su país serían
mejor atendidos pactando con los alemanes que con las potencias occidentales.
Sin embargo, ambas potencias recelaban entre sí. En el caso de Hitler, el Pacto de no
Agresión constituía un mero recurso para ganar tiempo antes de llevar a cabo sus planes
de invasión de la misma Rusia.
El 1 de septiembre de 1939 el ejército alemán invadió Polonia por varios puntos del
Oeste. El 17 de ese mismo mes tropas soviéticas atacaban por el Este. Polonia fue
rápidamente derrotada, pero, para sorpresa de Hitler, dos días más tarde, Reino Unido
y Francia, en virtud de los acuerdos de ayuda mutua establecidos con Polonia,
declaraban la guerra a Alemania. Hitler había cometido un error al pensar que, al igual
81
que en acciones precedentes (remilitarización de Renania, anexión de Austria e invasión
de Checoslovaquia), ambas potencias contemporizarían.
La invasión de Polonia fue fulminante, a modo de “Guerra Relámpago” (Blitzkrieg, en
alemán). Las operaciones se desarrollaron tras un rapidísimo ataque por sorpresa, en
el que intervinieron fuerzas acorazadas y motorizadas, formadas por sólidas
agrupaciones de carros de combate, apoyados estrechamente por la aviación. Estas
formaciones irrumpieron en las líneas polacas desarticulando las comunicaciones y
tomando por sorpresa a los altos mandos del Ejército. Pese a su firme oposición, a
capacidad de respuesta de los polacos fue minimizada.
Por su parte, Francia y Reino Unido, a pesar de haber declarado formalmente la guerra
a Alemania, no intervinieron activamente en su defensa. Varsovia capituló el 27 de
septiembre de 1939 y las últimas unidades del ejército polaco se rindieron el 6 de octubre
de ese mismo año. Desaparecía de ese modo la II República Polaca.
Gran parte de su población fue sometida al dominio y represión de los alemanes.
Especialmente significativo fue el caso de la comunidad judía, exterminada en buena
medida en los campos de concentración o fallecida a consecuencia de las inhumanas
condiciones que sufrió en guetos como los de Varsovia o Cracovia.62
MAPA 13: EXPANSIONISMO ALEMAN
1935-1939
Fechas clave
62
Lozano Jorge. La política de pactos. Casa Nicolasa. Recuperado el 24-08-2016 de
http://www.claseshistoria.com/2guerramundial/causas-pactos.html 2004.
82
nazismo alemán, Hitler deseaba afianzar su amistad con Benito Mussolini, quien todavía
dudaba en participar en la futura Segunda Guerra Mundial.
La firma del Pacto de Acero careció de valor el 1 de septiembre de 1939, cuando se dio
inicio a la Segunda Guerra Mundial, ya que Benito Mussolini y Galeazzo Ciano
renunciaron a última hora a apoyar a Alemania en caso de que las potencias
occidentales le declarasen la guerra ya que Italia no estaba preparada
armamentísticamente en ese momento, ese 22 de mayo Mussolini tenía en mente que
Alemania no invadiría Polonia hasta que Italia estuviera preparada. Dos días después
de iniciarse la invasión de Polonia, el Reino Unido y Francia le declararon la guerra a
Alemania, y la Segunda Guerra Mundial se inició oficialmente. No sería hasta la derrota
francesa de 1940 que Mussolini validaría el Pacto de Acero, declarando finalmente la
guerra al Reino Unido y a la ya derrotada Francia.
El Pacto de Acero perdió validez durante el verano de 1943, cuando Mussolini fue
arrestado en un golpe de Estado, y el nuevo gobierno italiano firmó un armisticio con los
Aliados.
Artículos:
1. Estipula que Alemania e Italia estarán en comunicación la una con la otra, en
regla al “entendimiento de todos los intereses comunes o de la situación general
europea”.
2. Obligación de Italia y Alemania a seguir una política exterior similar: por
ejemplo, los dos países acuerdan en los eventos internacionales que sucedan a
entrar en mutua conversación.
3. Promesa de soporte militar completo de los signatarios de ir a la guerra con
otro país.
4. Sostenimiento de las intenciones del Artículo 3, en concordancia con el
establecimiento de una gran cooperación en la esfera militar y en la esfera de
economía de guerra. Este artículo también sostiene una gran comunicación entre
Italia y Alemania en orden con los logros económicos y de cooperación militar.
5. Obligación de Italia y Alemania de acordar todos los futuros armisticios,
fomentando el soporte del apoyo militar y la planificación entre los dos países.
6. Instamiento a la importancia de mantener relaciones con países que sean
amigos tanto de Italia como de Alemania.
7. El Pacto de Amistad y Alianza entre Alemania e Italia tiene validez: esto
estipula que el Pacto entra en vigor desde su firma y que deberá cumplirse hasta
el final en 1949.
Hubo también dos cláusulas secretas. La primera consistía en una cooperación militar
y económica. La segunda se basaba en un acuerdo de mutua campaña propagandística
respecto a las poblaciones de ambos países para justificar la alianza entre las dos
potencias europeas.63
63
Mario Toscano, Así fue la Segunda Guerra Mundial. Volumen 3. “El Pacto de Acero”, Noguer (1972),
p.58-61.
Eurasia1945. Segunda Guerra Mundial. http://www.eurasia1945.com/acontecimientos/causas-1918-
1939/pacto-de-acero/
83
2.2.3.3 Pacto de no agresión germano-soviético y estallido de la guerra
El Tratado de no Agresión entre Alemania y la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, conocido coloquialmente como
Pacto Ribbentrop-Mólotov, fue firmado entre la
Alemania nazi y la Unión Soviética por los
ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y la
Unión Soviética, Joachim von Ribbentrop y
Viacheslav Mólotov respectivamente. El pacto
se firmó en Moscú el 23 de agosto de 1939,
nueve días antes de iniciarse la Segunda Guerra
Mundial.64
Términos
El tratado contenía cláusulas de no agresión
Firma del pacto. Mólotov está a punto
mutua, así como un compromiso para solucionar
de firmar. Tras él se encuentran
pacíficamente las controversias entre ambas
Ribbentrop (con los ojos cerrados) y
Stalin a su izquierda. naciones mediante consultas mutuas. A ello se
agregaba la intención de estrechar vínculos
económicos y comerciales otorgándose tratos
preferenciales, así como de ayuda mutua: El principal elemento era que ninguno de los
países celebrantes entraría en alguna alianza política o militar contraria al otro, lo cual
implicaba en la práctica que la Unión Soviética rechazaría integrarse a cualquier bloque
formado contra el Tercer Reich.
No obstante el tratado contenía también el Protocolo adicional secreto (solo para
conocimiento de los jerarcas de ambos gobiernos y no reveladas al público) donde el
Tercer Reich y la Unión Soviética definían prácticamente el reparto de la Europa del este
y central fijando los límites de la influencia alemana y soviética mediante mutuo acuerdo,
determinando que ambos Estados fijaban pactos para no interferir en sus respectivas
zonas de influencia mientras reconocían los intereses de cada uno sobre ciertos
territorios de Europa Oriental.65
Así, el Pacto establecía que Polonia quedaría como zona de influencia que se repartirían
entre ambos estados mediante un común acuerdo que tuviese en cuenta los intereses
mutuos, mientras que la Unión Soviética lograba que Alemania reconociese a Finlandia,
Estonia, Letonia y Besarabia como zonas de interés y, más tarde, también reconociera
a Lituania como tal, aunque a cambio la URSS se comprometía a respetar los intereses
especiales de Alemania sobre la ciudad de Vilna.66 También en estas cláusulas secretas
se comprometían a consultarse mutuamente sobre asuntos de interés común y a no
participar en cualquier alianza formada en contra de alguno de los estados firmantes.
Efectos
La firma de este pacto causó una gran conmoción en el resto de Europa, después, y a
pesar, de los intentos que Stalin había hecho, durante varios meses, por negociar una
alianza con el Reino Unido y Francia.
64
«Ribbentrop en Moscú. En presencia de Stalin ha sido firmado, anoche, el "pacto de no agresión"
germanorruso.» (PDF). La Vanguardia. 24 de agosto de 1939. Consultado el 21 de septiembre de 2009.
65
Pacto Mólotov-Ribbentrop Texto del Pacto en español. Se incluye el Protocolo adicional secreto sobre
Polonia, Rumania y los Estados Bálticos, incluyendo Finlandia
66
Plakans, Andrejs (1995). «8. The Loss of Independence. The Molotov Ribbentrop Pact.». The Latvians:
a short history. (en inglés). Hoover Press. p. 142. ISBN 9780817993023. Consultado el 28 de agosto de
2009.
84
Para muchas personas resultaba incomprensible que dos potencias tan enfrentadas
pudieran ponerse de acuerdo en un pacto de no agresión amistoso en tan poco tiempo.
Especial fue el caso de los fascistas en toda Europa que rechazaron semejante acuerdo
con un Estado considerado "enemigo" por su ideología comunista, así como de
numerosos simpatizantes comunistas que se desencantaron de la Unión Soviética por
haber ésta suscrito un "pacto de no agresión" con el régimen nazi que siempre había
sido considerado como su principal enemigo a batir.
No obstante, los partidos comunistas que se hallaban bajo directa influencia de la URSS
que lideraba la Komintern, procedieron a justificar el Pacto, y siguieron las órdenes de
Stalin en cuanto se les ordenó cesar la propaganda contra el fascismo y atacar a las
democracias occidentales que eran enemigas de Alemania. Así, los militantes del
Partido Comunista Francés rehusaron prestar servicio militar cuando Francia declaró la
guerra al Tercer Reich en septiembre de 1939, acusando al gobierno francés de lanzar
una "guerra imperialista", saboteando el esfuerzo bélico de su país; similar conducta
observaron partidos comunistas del Reino Unido y otros países.
La consecuencia directa fue la invasión de Polonia por Alemania en septiembre de 1939,
ante lo cual la URSS no sólo rechazó condenar la actuación germana sino que además
lanzó su propia invasión contra Polonia 16 días después del ataque nazi.4 De idéntica
forma, Alemania guardó silencio ante el ataque lanzado contra Finlandia por parte de la
URSS, durante la llamada Guerra de Invierno, en diciembre de 1939. Bajo este pacto
en junio de 1940 la URSS además se anexionó Estonia, Lituania y Letonia,
inmediatamente después del triunfo alemán en la Batalla de Francia, y en simultáneo se
anexionó territorios del Reino de Rumanía.
Después de la victoria de la Wehrmacht en la batalla de Francia en junio de 1940 y una
vez iniciada ya la Segunda Guerra Mundial, las relaciones germano-soviéticas se
volvieron cada vez más tensas, aun cuando ambos Estados mantuvieron un importante
intercambio comercial durante muchos meses. Hitler consideraba el pacto germano-
soviético únicamente un mero asunto temporal, pues no había renunciado a la idea de
expandir el territorio alemán hacia el Este. En una conferencia secreta celebrada el 31
de julio de 1940, los alemanes tomaron la decisión de invadir la Unión Soviética en la
primavera de 1941, en un plan que tenía el nombre de «Operación Barbarroja».
Relaciones nazi-soviéticas
Las relaciones entre ambos países empezaron a empeorar ante la presencia de tropas
alemanas en Finlandia y Rumania y también debido a una desafortunada visita de
Viacheslav Mólotov a Berlín en noviembre del mismo año donde el jerarca soviético no
ocultó su preocupación por los triunfos bélicos de Alemania y su enorme poderío militar,
mientras ponía en duda la posibilidad que el Reino Unido capitulase prontamente, lo
cual incomodó a su par alemán Joachim von Ribbentrop. Aun así, Stalin evitó toda
provocación contra Hitler, calculando que el Ejército Rojo aún no estaba preparado para
enfrentar con éxito el poderío militar de la Wehrmacht alemana.
En tanto Hitler no había renunciado a su proyecto de expansionismo militar contra la
URSS (ya trazado desde que escribiera Mein Kampf), los preparativos para la
«Operación Barbarroja» se hicieron rápidamente, y la decisión de atacar a la Unión
Soviética fue confirmada por Hitler en una asamblea de guerra el 18 de diciembre de
1940.
Pese a los esfuerzos del gobierno soviético por apaciguar a Alemania durante la primera
mitad de 1941, negándose incluso a condenar la invasión nazi contra Yugoslavia y
Grecia, la decisión de Hitler ya era firme. Así, Alemania atacó a la Unión Soviética el 22
de junio de 1941, al invadir el territorio polaco anexionado por la URSS en septiembre
85
de 1939. Así se inició una enorme campaña militar que no terminó hasta 1945 con la
derrota final alemana.
MAPA 14: Mapa de las fronteras acordadas en el pacto Ribbentrop-Mólotov, y mapa de
las fronteras a las que se llegó realmente en 1939.
67
Lozano Jorge. Texto / Protocolo secreto del Pacto de no agresión germano-soviético. Casa Nicolasa.
Recuperado el 24-08-2016 de http://www.claseshistoria.com/2guerramundial/causas-pactos.html 2004.
86
2.3 REACCIONES
Reacción internacional ante la agresión alemana (1933–1938)
Reacción internacional ante la agresión italiana (1935–1936)
Reacción internacional ante la agresión alemana e italiana (1940)
68
Acuerdo naval anglo-germano
El Acuerdo naval anglo-germano fue un convenio bilateral de 1935, pactado entre el Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda del Norte y Alemania donde se autorizaba la creación de una flota de guerra alemana,
pero limitándola al 35% del tamaño de la Marina Real Británica.
Siendo parte del proceso de apaciguamiento antes de la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo dio cabida
a la violación de restricciones por parte de Alemania, limitaciones impuestas por el Tratado de Versalles
que indujeron a la crítica internacional y originaron un distanciamiento entre los franceses y los británicos.
87
La reacción diplomática francesa, 1934-1935
Francia era evidentemente el país más amenazado por la política revisionista de Hitler.
Tras el abandono alemán de la Conferencia de Desarme y la evidencia del rearme
germano, el 17 de abril de 1934, el gobierno de París publicó una nota diplomática
denunciando el rearme alemán y proclamando la determinación francesa de defenderse
por sí misma.
Era el primer acto del nuevo ministro de asuntos exteriores francés, Louis Barthou, quien
desde febrero de 1934 estaba dirigiendo una acción diplomática destinada a conseguir
que Alemania garantizara el respeto a sus fronteras orientales. Se trataba de conseguir
un Locarno del Este.
Francia inició una vigorosa actividad diplomática a lo largo de toda Europa. Fruto de ella
fue la aproximación del gobierno de París a la URSS y a la Italia de Mussolini.
El reingreso de la URSS en el campo internacional
El antibolchevismo sistemático del nuevo gobierno nazi y el rearme alemán provocaron
un importante cambio en la orientación de la diplomacia soviética. A partir de 1933,
Moscú proclamó que no aspiraba a revisar los tratados de 1919 y firma acuerdos
bilaterales de no agresión que casi todos sus vecinos. La culminación de este proceso
llegó en septiembre de 1934 con el ingreso de la URSS en la Sociedad de Naciones.
La amenaza nazi motivó un cambio importante en la orientación política de la
Internacional Comunista. Stalin ordenó el abandono de la anterior táctica de clase contra
clase, que tanto había hecho para desunir a la izquierda alemana y facilitar el ascenso
de Hitler, y, en agosto de 1935, el VII Congreo de la Komintern afirmó que el fascismo
constituía una grave amenaza para la URSS y la paz mundial y autorizó la búsqueda de
alianzas con la izquierda y la burguesía progresista para construir alianzas antifascistas.
Los Frentes Populares en Francia y España, sobre todo en la guerra civil, serán los más
claros ejemplos de esta nueva orientación.
El Frente de Stresa y el pacto franco-soviético
En octubre de 1934, Louis Barthou muere asesinado por un ustacha croata cuando
acompañaba en Marsella en una visita al Rey de Yugoslavia. Le sucede al frente del
ministerio de asuntos exteriores de francia el Quai d'Orsay, Pierre Laval. El nuevo
ministro aunque sigue básicamente las directrices marcadas por Barthou, cambia las
prioridades: la alianza con Italia adquiere más importancia que el pacto con la Rusia
soviética. Laval, hombre de ideas conservadoras, adopta además una política más
conciliadora con Alemania, como demostró las facilidades dadas a la anexión germana
del Sarre.
La aproximación a Italia se inició en enero de 1935. Laval y Mussolini ponen fin a las
diferencias entre París y Roma en los asuntos coloniales y en la Europa danubiana. Este
acuerdo franco-italiano se amplió rápidamente a Gran Bretaña. La implantación del
servicio militar obligatorio en Alemania precipitó la reunión el 11 abril de 1935 de la
denominada Conferencia de Stresa. Las tres potencias reafirman en una declaración
conjunta su apoyo a la independencia de Austria, su crítica a la política armamentística
de Hitler y su acuerdo en "oponerse, por todos los medios a su alcance, a cualquier
abandono unilateral de los tratados (de 1919) susceptible de poner en peligro la paz en
Europa".
El mes siguiente, en mayo de 1935, se firmó el Pacto franco-soviético. Laval continuó
las negociaciones que había iniciado Barthou con los soviéticos. Concluyó el pacto que
estableció la ayuda mutua en caso de agresión no provocada, pero se negó a añadir
88
una convención militar, propuesta por los soviéticos, que hubiera dado mucho mayor
vigor al pacto. La presión de los sectores más conservadores de la sociedad francesa
de alguna manera aguó la virtualidad del pacto franco-soviético.
La actitud británica tampoco ayudó a proyectar una imagen de firmeza ante Hitler. Ese
mismo mes de mayo se firma el Acuerdo naval germano-británico por el que Gran
Bretaña daba su reconocimiento al desarrollo naval alemán, aun cuando el acuerdo lo
limitaba a una flota que no debía superar el 35% de la armada británica.
Pese a todo, el pacto entre París y Moscú supuso un paso importante a la hora de
construir la gran coalición antihitleriana ideada por Barthou. La firma de un Pacto de
ayuda mutua entre la URSS y Checoslovaquia complementó y reforzó la red de alianzas
promovidas por Francia.
El Anschluss con Austria
El único problema al que Hitler podía tener que enfrentarse para conseguir la ansiada
anexión de Austria, el Anschluss, era la posible reacción de Mussolini. Desde el
asesinato de Dollfuss, en 1934, el nuevo canciller austriaco Schusnigg se había apoyado
en Italia para frenar la agitación nacionalsocialista en Austria y las ambiciones cada vez
más evidentes del gobierno de Berlín. Sin embargo, la crisis de Abisinia y el consiguiente
giro hacia Alemania de la política italiana dejó sin protección al gobierno de Viena. Así,
se lo comunicó Mussolini a Schusnigg en una entrevista que tuvo lugar en abril de 1936.
El Duce le aconsejaba al canciller austriaco que negociara con Hitler: le pedía un
imposible.
El 12 de febrero de 1938 Hitler y Schusnigg se entrevistaron en la mansión del Führer
en Berchtesgaden, en los Alpes bávaros a pocos kilómetros de la frontera con Austria.
El canciller austriaco sacó la clara impresión de que Hitler se proponía la invasión de
Austria. Aunque cedió a las presiones del Führer y nombró a Seyss-Inquart, líder nazi
austriaco, ministro del Interior, Schusnigg hizo un último intento de resistencia
convocando un referendum sobre la independencia austriaca que debía celebrarse el
13 de marzo. Esta maniobra acabó con la paciencia del Führer: las presiones alemanas
fuerzan a la dimisión de Schusnigg, quien fue sustituido por Seyss-Inquart como primer
ministro. El nuevo líder austriaco llamó a las tropas alemanas: el 12 de marzo de 1938
las tropas nazis invadieron Austria. El 13 de marzo se proclamaba el Anschluss. El 14,
un Hitler eufórico, proclamaba en Viena: "En tanto que Führer y canciller de la nación
alemana, proclamo ante la Historia la entrada de mi patria en el Reich alemán".
Seguidamente, envió un telegrama a Mussolini: "Duce, nunca olvidaré este momento".
Francia y Gran Bretaña no reaccionaron. La política de apaciguamiento estaba
permitiendo a Hitler llevar a cabo su plan expansionista sin tener que enfrentarse a una
oposición decidida.
La política de apaciguamiento británica
Se denomina política de apaciguamiento (appeasement) a la política exterior británica
aplicada especialmente desde el nombramiento del conservador Neville Chamberlain.
El nuevo premier británico había sustituido a Baldwin en Downing Street en mayo de
1937, una vez acabada la crisis sucesoria abierta por la abdicación de Eduardo VIII y su
sustitución por Jorge VI.
Chamberlain es el hombre del apaciguamiento, pero también es el líder que inició el
rearme británico y declaró la guerra a Alemania. Su política, hoy unánimemente vista
como uno de los elementos clave para entender el expansionismo hitleriano y el estallido
de la segunda guerra mundial, no consistía en una simple cesión ante las ambiciones
hitlerianas. La política de apaciguamiento se basaba en una serie de ideas compartidas
89
en aquella época por muchos británicos: el Tratado de Versalles había sido un tratado
innecesariamente duro con Alemania que era necesario revisar; Hitler era una barrera
que impediría la expansión del bolchevismo a la Europa central; en definitiva, si se
negociaba con espíritu pragmático, cediendo ante las reivindicaciones razonables de
Hitler, tales como la reunión en el Reich de las poblaciones alemanas que el Tratado
de Versalles había dejado fuera, se conseguiría apaciguar al Führer y así evitar la guerra
en Europa. Este era el núcleo de las ideas en las que se basó la política exterior
británica. Muy pocos, entre ellos otro líder conservador, Winston Churchill, eran
contrarios a este planteamiento.
Las iniciativas del gobierno de Londres fueron seguidas por una vacilante Francia,
obsesionada por asegurarse el apoyo del Reino Unido. La inacción ante la
remilitarización de Renania y el apoyo a la farsa del Comité de No Intervención en la
guerra civil española habían dado ya ejemplo de la política exterior de las democracias.
Con Chamberlain como premier británico, el gobierno de París siguió manteniéndose en
una posición subordinada a la política británica.
Actitud de las potencias en el otoño de 1938 (Los Sudetes y la Conferencia de
Munich)
Francia tenía en principio un claro compromiso con Checoslovaquia de intervención
armada en caso de ataque alemán. Sin embargo, la remilitarización de Renania había
debilitado decisivamente la posición militar gala. En adelante, el gobierno de París fue
más proclive a preservar la paz que a defender al gobierno de Praga.
Gran Bretaña se hallaba plenamente comprometida con su política de apaciguamiento.
La solución que Chamberlain buscó la crisis de los Sudetes se convirtió en el gran
ejemplo de la política de cesiones ante Hitler.
La URSS, por último, incorporada en 1934 al campo internacional, buscaba desde 1935
la alianza con las potencias occidentales para frenar a Hitler. Litvínov, el ministro de
exteriores soviético, había impulsado esta política, concretada en la Internacional
Comunista por Dimitrov en la política de Frentes Populares. El gobierno soviético,
directamente amenazado por la política hitleriana, estaba dispuesto a intervenir en
defensa de Checoslovaquia. Para ello, sin embargo, el Ejército Rojo debía atravesar
países como Polonia o Rumania, furibundamente anticomunistas y contrarios a
colaborar.
Del 15 al 29 de septiembre, Chamberlain viajó tres veces a Alemania para entrevistarse
con el Führer. Ante la postura inflexible del Führer, el premier británico terminó
convenciendo a Daladier, primer ministro francés: había que presionar al gobierno
checoslovaco para que cediese a las exigencias alemanas. Texto
Mussolini intervino en ese momento proponiendo la celebración de una Conferencia de
las Cuatro Potencias para dar una solución al problema de los Sudetes. Así se llegó a
la Conferencia de Munich el 28 de septiembre de 1938. El resultado, el Pacto de
Munich, será la máxima expresión de la política de apaciguamiento. El Pacto fijaba
que Checoslovaquia debía ceder inmediatamente al Reich las zonas donde más de un
50% de la población fuera alemana. El gobierno de Benes tenía un plazo de diez días
para desalojar esos territorios. Hitler se comprometía a cambio a respetar el resto del
territorio checoslovaco. Chamberlain y Daladier fueron recibidos como héroes y
salvadores de la paz en sus países.
Muy pocas voces se levantaron contra las cesiones otorgadas a Hitler en Munich.
90
La URSS se había visto marginada de la Conferencia de Munich y veía como Londres
y París parecían dispuestos a ceder ante Hitler en sus aspiraciones en el oriente de
Europa. La desconfianza rusa ante las intenciones franco-británicas iba en aumento.
La crisis polaca y el pacto de no agresión germano-soviético
El 28 de abril, Hitler exigió en un discurso al Reichstag la restitución de Danzig a
Alemania y un ferrocarril y una carretera extraterritoriales que cruzaran el pasillo polaco
y pusieron en contacto la ciudad báltica y el territorio del Reich. Polonia aceptó la
construcción de la carretera, pero se negó a cualquier cesión de Danzig ni a ninguna
cláusula de extraterritorialidad.
Se inició así una guerra de nervios en la que a las amenazas alemanas se enfrentó la
decidida voluntad polaca de resistir, alentada por franceses y británicos. En agosto, sin
embargo, la situación internacional sufrió un vuelco espectacular: en uno de los mayores
golpes de efecto de la historia diplomática, la Alemania nazi y la URSS firmaban un
Pacto de no agresión el 23 de agosto de 1939.
En mayo de 1939, Molotov había sustituido a Litvínov como Comisario de Asuntos
Exteriores en el gobierno de Stalin. Este relevo no impidió que continuaran las
infructuosas negociaciones con los países occidentales. Sin embargo, la reiterada
negativa polaca a permitir la entrada de tropas soviéticas llevó a la suspensión de las
conversaciones el 21 de agosto. En ese momento, Stalin tomó definitivamente en serio
una oferta alemana de firmar un pacto de no agresión.
Ante la sorpresa mundial, el 23 de agosto se firmaba un pacto de no agresión
mutuamente ventajoso para los dos dictadores. Por un lado, el Führer se garantizaba la
pasividad soviética ante un ataque a Polonia, por otro, Stalin conseguía importantes
ganancias territoriales y tiempo para reforzar su maltrecho ejército. El acuerdo tenía dos
partes: la pública, un pacto de no agresión, y la secreta, que implicaba un reparto del
territorio polaco y la vuelta de las tropas rusas con el acuerdo alemán a los territorios
perdidos en 1918 (Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia oriental y Besarabia).
Garantizada la neutralidad soviética, Hitler pudo tratar de solucionar a su manera el
problema polaco. Tras el fracaso de las últimas negociaciones desesperadas británicas,
el ejército alemán invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939. El 3 de septiembre,
Francia y Gran Bretaña declaraban la guerra a Alemania.
Se cerraba así el ciclo que había llevado a Europa y al mundo de la guerra que pondría
fin a todas las guerras a un conflicto aún más cruento.
2.3.2 Reacción internacional ante la agresión italiana (1935–1936)
91
La crisis de Etiopía, 1935-1936
El año 1936 fue testigo de tres grandes crisis que determinaron la ruptura del Frente
de Stresa y la configuración de un bloque revisionista germano-italiano que
prefiguraba el bando del Eje durante la segunda guerra mundial.
La primera crisis se inició en 1935 en Etiopia. Abisinia, como también se denominaba
este territorio, era, junto a Liberia, el único territorio africano libre de la dominación
europea. Como país independiente había pasado a formar parte de la Sociedad de
Naciones. Italia intentó su anexión en 1896, pero terminó humillantemente derrotada
por el emperador Menelik en la batalla de Adua.
Mussolini aspiraba a la anexión del territorio y pese a las amenazas británicas,
concretadas en el despliegue de la Armada en el puerto de Alejandría, Italia inició el
ataque en octubre de 1935. El 7 de octubre, a instancia del Reino Unido, la Sociedad
de Naciones condenó el ataque italiano y declaró a Italia país agresor acordando
diversas sanciones de tipo económico. Sin embargo, las medidas no fueron más
allá. El embargo de petróleo, que hubiera sido una medida realmente dañina para el
gobierno de Roma, no se pudo adoptar ante la negativa de EE.UU., por lo demás,
país fuera de la Sociedad.
En diciembre de 1935, como reacción a la actitud franco-británica, Mussolini
denunció el Frente de Stresa. En mayo de 1936, las tropas fascistas conquistaban
la capital Addis-Abeba. El gobierno de Roma proclamó la anexión de Etiopía.
La crisis había resultado un completo fracaso para la Sociedad de Naciones, que se
había visto impotente para arbitrar medidas que frenaran el expansionismo italiano.
También alejó a Italia de Francia y Gran Bretaña, acercándola a la Alemania de
Hitler.
92
Rin. Se trataba de una ruptura flagrante del Tratado de Versalles y del Tratado de
Locarno.
Fue un momento clave. Posteriormente muchos analistas coincidieron que si se hubiera
frenado a Hitler en ese momento la evolución de la situación internacional hubiera sido
muy diferente. El hecho es que el gabinete francés, presidido por Albert Sarraut, vaciló
y tras diversas declaraciones altisonantes se limitó a aceptar el hecho consumado. A la
debilidad francesa se añadió la actitud de Gran Bretaña e Italia, teóricas garantes del
Tratado de Locarno, que, sin embargo, optaron por no reaccionar. El gobierno de
Londres protestó, pero no hizo nada. A Mussolini ni se le pasó por la imaginación
colaborar con los países que habían condenado la invasión de Abisinia.
El año 1936 es clave en la reconducción de la política italiana. Mussolini tuvo que optar
por emprender una política expansionista en el Mediterráneo (la anexión de Etiopía
formaba parte de ese eje de su política exterior) o afirmar sus intereses en la Europa
danubiana lo que inevitablemente le enfrentaría con las aspiraciones hitlerianas sobre
Austria. El Duce tomó una decisión clara: el terreno de expansión sería el Mediterráneo
y el Führer sería su aliado. La guerra que estaba a punto de estallar en España iba a
ser el primer ejemplo de la nueva situación.
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que, indefectiblemente, repercutió en la evolución interna de los acontecimientos en la
zona republicana.
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RECORDEMOS
Relaciones Internacionales Europeas (1933-1939)
A) Características de la segunda etapa:
Expansión y agresión de potencias totalitarias (Alemania, Italia y Japón).
Actitud pasiva de potencias democráticas frente a expansionismo (Gran Bretaña,
Francia, EE.UU.)
Inutilidad del sistema de seguridad colectiva de la Liga de Naciones.
Soluciones:
Conferencia de Locarno (1925): no garantizaba fronteras con Austria.
Mejoramiento de relaciones con Grecia, Hungría y Albania: acuerdos
económicos y defensa implican el control italiano del Adriático.
Relaciones con Gran Bretaña amistosas por una parte de Somalilandia.
Postura anti-alemana: Apoyó a gobierno antinazi en Austria (E. Dollfuss y
problema de alemanes en Austria) ganado aprecio de Francia.
Reconocimiento diplomático de URSS: Primer país europeo en hacerlo además
del pacto de o agresión (1933).
Fechas clave:
1935 3 Oct - Italia invade Etiopía
1936, Mayo 5 - Italia toma el control de Addis Abeba, capital de Etiopía
1936, mayo 9 - Italia anexos Etiopía
1936, Jun 1 - Etiopía, Eritrea, Somalia y el italiano se unen para crear África
Oriental italiana
1941, Sep 1-5 - Addis Abeba liberado por los aliados.
1942, 14 de enero - Última fuerzas italianas rendición
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E) La Política del apaciguamiento de Gran Bretaña y Francia
El apaciguamiento:
Uso de la diplomacia para manejar las relaciones con otros países, implicando
la cesión de demandas de un país sobre otro. y posibilitando el accionar de Hitler
previo a la Segunda Guerra Mundial.
Etapas en que se desarrolló
Mediados de 1920 a 1927
Desarrollo de política internacional contra los conflictos armados.
Llevado a cabo por Gran Bretaña y esporádicamente, por Francia.
Desarrollado por Austen Chamberlein mediante acuerdos (Versalles, Plan
Dawes, Tratado de Locarno).
Política variable en caso francés (Ocupación del Rurh, Plan Dawes)
Desde 1937 a 1939
Máxima expresión del apaciguamiento.
Política de pacificación llega a extremos con Neville Chamberlain.
Entrega de territorios (Sudetes) por parte de Gran Bretaña y Francia a Alemania
Ejemplo de apaciguamiento
No hay medidas contra el rearme alemán (1933).
Acuerdo naval Anglo-alemán (1935).
Medidas contra invasión a Abisinia no fueron efectivas (1935-1936).
No hay oposición férrea contra expansión Alemana (Anschluss en 1938,
Rhineland en 1936).
Pasividad frente a Guerra Civil española por parte de Gran Bretaña y Francia
(1936).69
69
Veloz Fernando. Relaciones Internacionales Europeas (1933-1939).Recuperado el 27-08-2016.
https://prezi.com/wy86lt21pi2k/relaciones-internacionales-europeas-1933-1939.2016.
97
Logró una solución pacífica de los siguientes conflictos:
1931: La invasión japonesa de Manchuria. Japón era dueño de las minas,
ferrocarriles, fábricas y puertos en Manchuria y mantenía una guarnición militar
en la ciudad de Kwantung. Por medio de un incidente promovido por soldados
japoneses el 18 de septiembre de 1931, se vuela una sección del ferrocarril
japonés. De este incidente se culpó a los chinos, y Japón aprovecha la
oportunidad para ocupar la ciudad de Shenyang. China pide ayuda a la
Sociedad, la cual ordena la retirada de las tropas japonesas, pero el gobierno
japonés no admite dicha petición. El ejército japonés continúa su avance por
Manchuria. Para finales de 1931, Japón tenía el control de toda la provincia de
Manchuria, la cual denominan Manchukuo. En octubre de 1933, la Comisión
Lytton propone como solución la retirada de las tropas japonesas y la
semiautonomía de Manchuria respecto a China. Las propuestas son aprobadas
por la Sociedad, pero Japón se retira de ésta en 1933, tras lo cual Japón organiza
plenamente a Manchuria como un Estado satélite.
98
Supervisados por la Comisión Permanente de los Mandatos, organismo
internacional, compuesto originariamente por 45 países, creado por la
Conferencia de París el 24 de abril de 1919, el Pacto de la Sociedad de las
Naciones se anexó a todos los demás tratados. Su gran objetivo era hacer
posible una seguridad colectiva que garantizase la integridad de todos los
estados, fuertes y débiles, el arbitraje de los conflictos internacionales y el
desarme. Fue el elemento clave de la propuesta del presidente Wilson.
La negativa del aislacionista Senado norteamericano al ingreso de EE.UU. y la
exclusión de Alemania y la URSS, que no ingresaron respectivamente hasta
1926 y 1934, limitaron desde un principio su potencialidad.
La sociedad tuvo a su cargo la administración de los mandatos coloniales, de la
ciudad de Danzig y de la región del Sarre, e intervino felizmente en algunas
disputas territoriales. Su apogeo vino en el período 1924-1929 (Tratado de
Locarno, Pacto Briand-Kellog).
Los años treinta marcaron su fracaso definitivo. Las agresiones de las
potencias fascistas y militaristas mostraron su ineficacia. Alemania y Japón
abandonaron la Sociedad en 1933, e Italia en 1936. La URSS fue expulsada en
1939. El inicio de la segunda guerra mundial vino a certificar la muerte de la
primera organización universal de naciones.
70
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