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EL MODERNISMO

1. DEFINICIÓN Y CONTEXTO
El calificativo modernista tuvo una aplicación muy amplia a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Así
eran llamados todos aquellos artistas que mantenían una actitud rebelde e inconformista hacia la sociedad burguesa
y la estética dominante (es decir, el Realismo). Desde esta perspectiva amplia se puede hablar de Modernismo en
arquitectura, pintura, escultura y artes decorativas, tanto en España como en el resto de Europa (sobre todo en
Austria y Francia).
La actitud de repulsa hacia las convenciones que caracterizó al Modernismo alcanzó incluso a la filosofía, las
creencias religiosas y las ideologías políticas.
Pero si nos ceñimos a la literatura y al ámbito español, el Modernismo fue un movimiento literario que se
desarrolló entre 1885 y 1915. Se caracteriza porque llevó a cabo una renovación de los temas y técnicas literarios,
sobre todo en poesía. Surgió primero en Hispanoamérica y fue Rubén Darío, su principal impulsor, quien lo dio a
conocer en España. Junto a esta influencia hispanoamericana hay que señalar además la de dos grandes
movimientos poéticos franceses: el Parnasianismo y el Simbolismo. Del primero toman el culto a la belleza y
elexotismo. Del segundo el uso abundante de símbolos de la naturaleza y la musicalidad del poema. A estas dos
corrientes debe el Modernismo español algunas de sus más claras características, como la preocupación por la
musicalidad del verso y el empleo de símbolos.
Así pues, la renovación poética modernista busca su inspiración en la poesía hispanoamericana y francesa de
aquel momento. Por eso, en general, rechaza tomar como modelo a los poetas tradicionales españoles, a excepción
de: Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro. De estos autores rescatan el componente sentimental e íntimo de
soledad, tristeza, hastío y melancolía, habitual en muchos poemas modernistas.
2. TEMAS
Los temas que con frecuencia encontramos en los poemas modernistas son los siguientes:
o El malestar romántico. Rubén Darío escribió: “Yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer”. El
modernista se siente fuera de lugar en la sociedad que le rodea, como ya les había ocurrido a los románticos. Eso
provoca una sensación de malestar, desarraigo y soledad que se deja ver en muchos poemas y que lleva al poeta a
desear un mundo más armónico y una vida más plena y perfecta. La mujer se convierte en objeto de tristeza, de
carencia vital cuando es fría, distante, libre o independiente como en el cuadro de Ramón Casas

o El escapismo. Como consecuencia de lo anterior, los modernistas no hablan en sus obras del mundo que les rodea,
al que consideran vulgar y falto de belleza y de sensibilidad. Prefieren “escaparse”, situar los poemas en lugares
exóticos (India, China, palacios aristocráticos... ) o en épocas pasadas (la Edad Media, el Renacimiento, el Siglo
XVIII). El escapismo se observa también en la presencia de temas hispanoamericanos, (mediante los que se
recoge el pasado y los mitos de las culturas anteriores al Descubrimiento) y en la importancia que cobran las
alusiones a la mitología grecorromana (Leda y el cisne, el centauro, las ninfas...).
o El cosmopolitismo. Esta característica también se relaciona con el malestar y la necesidad de evasión. Rechazan
aquellos temas que están ligados a la realidad inmediata de su ciudad o su país y prefieren reflejar ambientes
mundanos, más atractivos y aristocráticos. Incluyen en sus poemas referencias a toda la cultura europea. El
modernista se considera “ciudadano del mundo”. Este cosmopolitismo se observa claramente en la preferencia por
París, que en aquellos momentos era la capital cultural y artística de Europa y un símbolo de refinamiento y
grandeza para las naciones occidentales. Los escritores viajan a Paris y dominan varias lenguas. Rubén Darío y
Antonio Machado estuvieron en Paris. En las tertulias bohemias se produce un rico intercambio cultural.
o

o Lo hispánico. Aunque pueda parecer una contradicción respecto a lo dicho anteriormente acerca del
cosmopolitismo, a medida que se desarrolla el movimiento se observa un mayor interés por la búsqueda de las
raíces culturales propias. La explicación de ese interés por lo hispánico hay que buscarla en dos motivos: a) el ya
mencionado sentimiento de desarraigo; y b) la necesidad de las culturas hispánicas de reafirmarse ante el poderío
creciente de Estados Unidos, que se perfilaba como una potencia de influencia cada vez mayor en
Hispanoamérica1.
ºEl amor y el erotismo. Se combinan en el modernismo el amor idealizado (imposible y melancólico, heredado del
Romanticismo) y el amor erótico, puramente sensual. Este último suele expresarse por medio de personajes
mitológicos y responde a esa actitud rebelde del modernista que le conduce a tratar temas que en su época se
consideraban inmorales. Por otra parte, el amor resulta un tema perfecto para desarrollar uno de los rasgos de estilo
predominantes del Modernismo: la exaltación de la sensualidad.

Descripción de paisajes otoñales, campos apartados, jardines solitarios, lugares decadentes a la hora del crepúsculo
que reflejan las emociones y melancolía o crisis vital del poeta.

3. ESTILO

El ideal de estilo modernista puede resumirse en una palabra: esteticismo. Para los modernistas, la poesía se
define como una actividad destinada a la creación de belleza, sin que sea necesario que tenga ninguna otra utilidad
(siguen el ideal parnasiano de “el arte por el arte”). Se alejan de la concepción burguesa que ve la utilidad de la
poesía en la transmisión de valores morales o del simple sentimentalismo. Ahora bien, ¿cómo consiguen crear ese
mundo bello y refinado? ¿Qué medios utilizan para crear una poesía novedosa que logre su ideal estético?
La respuesta a estas preguntas se concreta en una serie de técnicas (algunas de ellas tomadas de otros
movimientos poéticos como el Parnasianismo y el Simbolismo franceses) que emplean para conseguir
determinados efectos en el lector. Esos efectos y técnicas son los siguientes:

 Sensorialidad. Destacan lo que tiene que ver con las sensaciones: el color y las formas, el olor, el tacto... El
Modernismo fue “una literatura de los sentidos”, como dijo Pedro Salinas. Los poemas modernistas están plagados
de referencias a los cinco sentidos. Esto se manifiesta especialmente en el empleo de las siguientes técnicas:
 Predominio de adjetivos ornamentales (epítetos) cuya finalidad es la creación de belleza y la exaltación sensorial:
rojos labios y nevados dientes; manchadas pieles de pantera; diosa, blanca, rosa y rubia hermana;

Empleo de la sinestesia. Es un tipo especial de adjetivación. Consiste en asociar a un sustantivo


una cualidad que habitualmente no le corresponde. Un cruce de sensaciones que proceden de
diferentes sentidos corporales. Se consigue así un efecto de sorpresa que potencia la
expresividad y en muchos casos la fuerza sensorial: Sinfonía en gris, verso azul; esperanza
olorosa; blanco horror; invernales horas; mirar risueño; divino jazmín; dulce sueño.
Rimbaud escribe un soneto asociando un color a cada vocal. A negro, E blanco, I rojo,
U verde, O azul: vocales algún día diré vuestro nacer latente. En la lengua común
tenemos voz dulce, color chillón, tono áspero, rojo cantoso, te rugen los alerones…. etc.

 Empleo de sustantivos relacionados con el color, el sonido y en general con los sentidos: amor lleno de púrpuras y
oros; la voz robusta de las trompas de oro; entre los sollozos de los violoncelos; sus aromas deleitan a las rosas y
los nardos; un soplo de las mágicas fragancias.
 Exotismo. Ya se ha comentado el interés modernista por la evasión hacia otras épocas y lugares distintos a los que
les rodean. Esta característica se manifiesta especialmente en:
 El enriquecimiento léxico. Se emplean palabras cultas, palabras que remiten a otros lugares del mundo, voces
exóticas... En definitiva, palabras que se alejan del uso cotidiano de la lengua y que, por el contrario, están plagadas
de significados y evocaciones culturales: unicornio, dromedarios, pavanas, ebúrneo cisne, Venus, Pan, el tigre de
Bengala, ninfas...
 Simbolismo. Por influencia del simbolismo francés nos encontramos muchas imágenes del mundo natural que se
convierten en símbolos abiertos con más de un significado. El cisne puede representar la belleza, el equilibrio, la
pureza, la frialdad o el erotismo. El color azul, el pavo real, los jardines y las fuentes y diferentes tipos de flores y
piedras preciosas funcionan como símbolos muy frecuentes. Un símbolo es un signo natural o artificial asociado a
un sentimiento, sensación, idea o creencia. El pavo real se asocia con la aristocracia, la belleza, la arrogancia, etc.

 Musicalidad. La poesía es música. Ya los simbolistas franceses habían insistido en la dimensión musical del
poema, preocupación que los modernistas hacen suya. Leídos en voz alta, los poemas modernistas constituyen
auténticas melodías gracias al empleo de los siguientes recursos que, mediante la repetición, crean el ritmo:
 Aliteraciones. Consiste en la repetición de sonidos dentro de un mismo verso: con el ala aleve del leve abanico;
está mudo el teclado de su clave sonoro; Sé mi reina de Saba, mi tesoro; con sus sutiles filtros la invade un dulce
sueño.
 Enriquecimiento métrico. Los modernistas amplían el tipo de versos y estrofas recurriendo tanto a versos de la
tradición española que habían dejado de emplearse, como a las nuevas formas que habían puesto de moda los
poetas franceses. Entre los primeros, destaca la recuperación del alejandrino (14 sílabas); entre las novedades
procedentes de Francia, el empleo del dodecasílabo (6+6) y del eneasílabo (9 sílabas).
Por supuesto, también continúan empleando los versos de uso más tradicional (endecasílabos, octosílabos...).
Entre las estrofas, destacan las innovaciones que introducen el soneto: soneto de versos alejandrinos; con versos de
medida desigual; variación de las rimas tradicionales del soneto...

4. LOS AUTORES
Como ya se ha comentado, Ruben Darío es el principal autor modernista. Fue quien introdujo la nueva
estética en España. La evolución poética de Darío está jalonada por la publicación de los libros en los que
la crítica ha reconocido sus obras fundamentales: Azul... (1888), Prosas profanas y otros poemas (1896)
y Cantos de vida y esperanza (1905).
Si nos centramos sólo en la literatura española, se ha dicho que el Modernismo español se diferencia del
hispanoamericano en una mayor presencia de lo íntimo. Hay que destacar, como poetas modernistas importantes en
nuestro país, a Manuel Machado, Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina.
Igualmente, dos grandes poetas del siglo XX comenzaron siguiendo las líneas del Modernismo de corte
intimista, aunque luego evolucionaron hacia otro tipo de poesía. Se trata de Juan Ramón Jiménez (Ninfeas, Arias
tristes, Elegías), Antonio Machado (Soledades, galerías y otros poemas 1907) y Manuel Machado (Alma, Cantares,
Caprichos).
Por otra parte, aunque el Modernismo dio sus frutos esencialmente en el ámbito de la poesía, hay que hablar
de prosa modernista de excelente calidad en el caso de las Sonatas, cuatro novelas de Ramón del Valle-Inclán en
las que se narran las aventuras amorosas de un donjuán maduro: el Marqués de Bradomín.

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