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Bloque 21

Guía:
Legado colonial I:
aspectos políticos

SGUICES039SH21- A17V1
Tabla de corrección guía “Legado colonial I: aspectos políticos”

Ítem Alternativa Habilidad Dificultad estimada

1 C Aplicación Fácil

2 B Comprensión Difícil

3 D ASE Fácil

4 C Aplicación Fácil

5 E Comprensión Fácil

6 C Aplicación Media

7 C Comprensión Media

8 A Comprensión Fácil

9 D ASE Media

10 D Comprensión Difícil

11 B Comprensión Media

12 E Comprensión Media

13 D ASE Difícil

14 E Aplicación Difícil

15 D ASE Media

16 D Comprensión Media

17 C ASE Fácil

18 A Comprensión Media

19 A Comprensión Media

20 E ASE Difícil
Ítem Alternativa Defensa

1 C La condición geográfica de Chile, caracterizada por la


lejanía y el aislamiento del continente, hicieron siempre
complejo el transporte y las comunicaciones con el resto
del Imperio, lo que dificultó en gran medida la aplicación de
las disposiciones reales en el territorio de la gobernación.
En consecuencia, el enunciado I es válido, ya que alude a
los aspectos geográficos que provocan el aislamiento: el
desierto de Atacama o la cordillera de los Andes, por
ejemplo. El ítem II también es correcto, debido a que este
factor geográfico influyó también sobre la conectividad del
reino de Chile con la metrópoli. Finalmente, el enunciado
III no corresponde necesariamente a una característica
que explique las dificultades de la gestión; la cercanía al
Océano Pacífico es una característica que Perú también
comparte, pero que no le significó grandes problemas.

2 B La real ordenanza que se cita corresponde a la instrucción


del rey Carlos IV al virrey del Perú, don Ambrosio
O’Higgins, en 1798. Según la fuente, el virrey se tomó por
atribución el traslado de militares chilenos al Perú,
resolución que reclamó el capitán general de Chile, Gabriel
de Avilés y del Fierro. Al final, el rey resolvió el retorno de
los militares y luego explicitó declarar a Chile
“independiente de este virreinato, como siempre debió
entenderse”. La alternativa A no da cuenta de la actitud del
rey en este conflicto. La opción C, por su parte, es una
inferencia forzada y no hay ninguna idea expresa en el
texto que diera pistas de esa situación. La alternativa D no
corresponde a lo que plantea la ordenanza, ya que el rey
resolvió, por medio de una orden, el conflicto jurisdiccional
que tuvieron ambas autoridades (el virrey y el capitán
general). La opción E es incorrecta, porque en ninguna
parte se señala esa idea y, de hecho, la ordenanza lo
advierte: “ir siempre acordes en las providencias que
interesan al bien de su real servicio”. Demás está señalar
que desde la segunda mitad del siglo XVIII las reformas
borbónicas permitieron el arribo de autoridades eficientes y
preparadas de acuerdo a las funciones asignadas.

3 D Al compartir las atribuciones de los órganos de gobierno, la


Corona española buscaba que estas se vigilaran
mutuamente. Al respecto, el historiador Sergio Villalobos
señala: “La solidez de la estructura política que España
desarrolló en América podría explicarse por la vigilancia
que existió entre las diferentes autoridades, cada una
revestida de atribuciones que lindaban con las de otras y
cada cual celosa de las prerrogativas que le
correspondían. Los virreyes y gobernadores, si bien
representaban la autoridad monárquica, debían obrar con
el acuerdo de otras instituciones como cabildos, las
audiencias o los tribunales de cuentas, que ejercieron
severo control sobre los actos del gobierno y que
escrupulosamente informaban al rey a través de
memoriales”. En este sentido, los enunciados I y II son
correctos, pero lo indicado en el ítem III no se corresponde
con la realidad de los funcionarios del Imperio español,
quienes solían carecer de alguna formación académica
particular y solo poseían títulos nobiliarios, situación que
se mantuvo hasta, por lo menos, el reinado de los
Borbones.

4 C Los organismos administrativos coloniales cumplían una


serie de funciones. De esta forma, la Real Audiencia,
aparte de administrar justicia, gobernaba en ausencia
del gobernador de manera interina, protegía al indígena
y vigilaba el accionar de otros funcionarios públicos.

5 E Dentro de las características que la Corona española


presentó durante todo el periodo colonial, es correcto
señalar que el poder recaía en la figura del monarca, quien
concentraba la función ejecutiva, legislativa y judicial en
sus manos. En segundo lugar, las dinastías que ocuparon
el trono hispánico en forma sucesiva fueron: la de los
Habsburgo, durante los siglos XVI a XVII, etapa de
expansión y decadencia del Imperio español; en tanto, los
Borbones gobernaron desde el siglo XVIII, intentando
sacar al Imperio del estancamiento. Los reyes españoles
poseían a título personal la propiedad sobre las tierras
americanas –de ahí que los indígenas fueran súbditos
directos de su persona– lo que emanaba directamente de
las donaciones papales (como la Bula Inter caetera) y de la
propia legislación hispánica. De este modo, todos los
enunciados son correctos.

6 C El fragmento versa sobre la historia de un herrero que


pretendía abandonar la ciudad de Santiago y, ante los
efectos nocivos de esta decisión, el Cabildo se
autoproclamó competente para retenerlo, en vista de los
perjuicios que generaría la salida del único forjador de la
ciudad. En este sentido, el Cabildo velaba por el bien
común de todos los vecinos de la capital del reino de Chile.
Por lo tanto, aunque las alternativas A, B y E son funciones
del Cabildo, no se desprenden de la fuente citada. La
opción D, en este sentido, corresponde a una función del
Corregidor.
7 C A partir del texto se puede inferir la polifuncionalidad con la
que contaban las autoridades e instituciones del periodo
colonial. En el caso del gobernador, se observa el ejercicio
de los oficios de gobierno, justicia y guerra. De este modo,
podían desarrollar funciones gubernamentales (las
superiores tareas de gobierno y la administración) y
judiciales (mientras presidía la Real Audiencia, por cuyo
concepto se le llamaba presidente). Todos los
gobernadores del Chile colonial recibían el título de
Capitán General en conjunto con el de Gobernador, dado
que debían ponerse al mando del ejército profesional que
luchaba en la zona de frontera del Biobío contra los
mapuches. Por lo tanto, lo señalado en el enunciado II es
verdadero, ya que en esa circunstancia cumplían
funciones militares. Sin embargo, señalar que ejercían su
cargo sin ningún tipo de restricción es incorrecto, puesto
que debían cumplir con todo lo que estipulaba la
legislación indiana sobre las actuaciones y
responsabilidades de los funcionarios coloniales y,
además, los gobernadores se encontraban en una
situación de subordinación respecto de los virreyes; en el
caso de Chile, los gobernadores dependían del Virrey del
Perú.

8 A Los virreyes coloniales tenían atribuciones importantes y,


en ese sentido, vigilaban y tutelaban las labores de
gobernadores y capitanes generales en América. Esto se
debe, fundamentalmente, a que podían nombrar
funcionarios (como los gobernadores, entre otros), por lo
que la opción C es incorrecta; su jurisdicción territorial era
la del virreinato, de mayor tamaño que las gobernaciones,
las que se circunscribían al territorio de un virreinato,
siendo por ello errónea la alternativa. Los virreyes también
ejercían funciones judiciales como presidentes de las
Reales Audiencias de su jurisdicción, por lo que la opción
D es igualmente incorrecta y, por último, su nombramiento
estaba en manos del propio monarca español, razón
detrás de sus amplias atribuciones e influencia política en
las colonias americanas, por lo que la alternativa B es
inválida.

9 D La Real Audiencia, como se observa en la imagen, es una


institución colegiada (formada por varios miembros)
compuesta por oidores, un fiscal y un presidente, que era
el virrey o el gobernador, que administraba justicia a
nombre del rey de España en América, siendo un tribunal
superior que revisaba apelaciones a causas vistas por
tribunales de primera instancia como los cabildos y los
gobernadores; dichas causas eran de mayor relevancia y
no eran litigios menores (los que generalmente no llegaban
a la Real Audiencia). De esta forma, los enunciados I y III
son correctos.

10 D El fragmento citado corresponde a la descripción de


alguna de las prácticas de corrupción más comunes
llevados a cabo por los corregidores sobre la población
indígena. Estos debían administrar justicia y procurar el
bienestar indígena; funciones que, sin embargo, quedaron
obsoletas ante las malas prácticas de estos funcionarios.
La alternativa A no es válida, ya que no tuvieron ejercicio
ni influencia cercana a la Iglesia. La opción B, aunque en
cierto grado es válida, de todos modos no se puede
considerar una falta de interés de la Corona ya que
habitualmente estableció mecanismos para regular la
situación de las Indias. La alternativa C no se aplica, y es
contraria a lo que plantea el texto. La opción E tampoco se
ajusta al escrito, debido a que fueron las prácticas ilegales
de los corregidores las que les permitieron enriquecerse y
adquirir influencia.

11 B Es importante conocer las atribuciones y funciones del


Cabildo, ya que más adelante, cuando se estudie la
independencia de Chile, se volverá a hablar de ellas. El
Cabildo fue un organismo representativo de la comunidad,
que velaba por el buen funcionamiento de la ciudad y tenía
jurisdicción sobre el territorio de la misma. El Cabildo
estaba compuesto por los alcaldes o jueces municipales y
por los concejales o regidores. Del mismo modo, el
Cabildo estaba compuesto por una serie de funcionarios
entre los cuales se pueden señalar al alférez real (heraldo
y portaestandarte de la ciudad), el depositario general (de
los bienes en litigio), el fiel ejecutor (inspector de pesas y
medidas y de los precios en tiendas y mercados), el
receptor de penas (recaudador de multas judiciales), el
alguacil mayor (jefe de la policía municipal), el procurador
general (representante de los vecinos ante el Cabildo) y un
escribano (o secretario que levantaba acta). En este
sentido, los enunciados I y II son correctos, pero lo
indicado en el III no es una competencia del cabildo,
puesto que la organización de los conventos dependía de
la jerarquía de la Iglesia católica.

12 E Los cabildos fueron organismo pluripersonales, que entre


sus funciones destacó velar por el bien común, el aseo y el
ornato, el manejo de bienes públicos, controlar pesos y
balanzas en el comercio, supervisar a los artesanos y, al
mismo tiempo, se encargaban de las tareas policiales.
Representaba fundamentalmente a las personas que
poseían “casa poblada”, vale decir, a los vecinos. A partir
de lo que señala el texto, la alternativa A, pese a ser
información correcta, no aplica como válida. La opción B
es incorrecta, ya que no fue el Cabildo un tribunal de
última instancia en ninguna materia, solo actuó en algunos
litigios como juzgado de primera instancia u ordinario. La
alternativa C corresponde a una función que desarrollaba
el Consejo de Indias y la opción D, finalmente,
corresponde a una de las competencias que poseía el
gobernador.

13 D La frase de la época “el rey reina, pero no gobierna”


sintetiza la idea de que las políticas emanadas desde
España, y específicamente desde la monarquía, eran
respetadas de forma incompleta o parcial por los
españoles en América. Así, dictámenes y legislaciones no
eran aplicados “al pie de la letra”, como las tasas, las que
buscaban proteger a los indígenas de los abusos de los
encomenderos. En esta misma línea, las órdenes y leyes
que el monarca emitía para las colonias americanas no se
llevaban a su cumplimiento definitivo puesto que,
generalmente, los mismos funcionarios coloniales
incumplían dichas normativas (tómese, por ejemplo, la
prohibición de establecer vínculos con mujeres indígenas).
Así, los enunciados I y III resultan correctos, pero el II se
contradice con la idea resumida en la frase del
encabezado, puesto que a pesar de que el monarca
concentraba las funciones descritas, ello no implicaba un
gobierno efectivo sobre todos los territorios del Imperio.

14 E El fragmento corresponde al contexto del impacto de las


reformas borbónicas sobre la gestión administrativa de la
capitanía general de Chile, tal como lo indica la opción E.
La alternativa A no se ajusta a lo que plantea el texto; por
lo general, la dinastía Habsburgo estuvo asociada en sus
últimos años (siglo XVII) a una gestión decadente. La
opción B no es correcta, debido a que durante la
instalación de la colonia, en el siglo XVI y XVII, no se
produjo un intenso debate acerca de la corrupción de las
autoridades hispanas. La alternativa C, por su parte, no
corresponde a lo que plantea el fragmento ya que habla de
un cambio en la gestión de las magistraturas y, además, el
concepto de “crisis de representación” es una idea
moderna que se aplica el día de hoy en regímenes
democráticos. La opción D, si bien tiene relación con el
proceso, de todos modos no se ajusta a lo planteado por el
texto.

15 D En el 1700 se produjo un cambio dinástico de particular


importancia: llegaba a su fin la dinastía de los Habsburgo
(en el siglo XVI, Carlos I y Felipe II; en el XVII, Felipe III,
Felipe IV y Carlos II) y llegó a ocupar el trono de España la
dinastía de origen francés representada por la casa de los
Borbón. Los nuevos monarcas, Felipe V y Carlos III,
imbuidos del despotismo ilustrado, impondrán en su
imperio un nuevo sello e implementarán una serie de
reformas económicas y administrativas que buscarán
asegurar el control sobre sus dominios de ultramar.

16 D Las medidas reformistas que aplicaron los Borbones en


el siglo XVIII en sus dominios americanos, también
afectaron a Chile. En este reino se implementaron las
intendencias (Santiago y Concepción) y se inauguraron
numerosas obras públicas (Casa de Moneda, caminos,
mejoramiento de puertos y construcción de puentes).

17 C Los mapas ejemplifican el cambio administrativo y


territorial que significó la creación de dos nuevos
virreinatos en América, lo que se llevó a cabo bajo la
influencia de las reformas políticas y económicas de la
dinastía de los Borbones (enunciado I) y apuntaban a
desconcentrar la administración para ejercer un control
más efectivo sobre los territorios del continente (ítem II). El
enunciado III es erróneo, ya que no fue solo un cambio a
nivel de límites territoriales y jurisdicciones, sino que tuvo
efectos en la organización administrativa del Imperio pues
implicó la creación de nuevos cargos (como los de virreyes
de Nueva Granda y de la Plata) y la reestructuración de
otras instituciones.

18 A Con Manso de Velasco se inauguró en el Chile colonial


un período, durante la segunda mitad del siglo XVIII,
marcado por la fundación de ciudades. Las alternativas
B, C y E corresponden a características del Chile
republicano independiente y la alternativa D, si bien
corresponde al período, no fue obra de gobernadores.

19 A Los monarcas de la dinastía borbón del siglo XVIII son


considerados claros exponentes del despotismo
ilustrado, cuyo lema “todo para el pueblo, pero sin el
pueblo” resume bastante bien sus expectativas, por
cuanto fomentaron el crecimiento económico y llevaron a
cabo numerosas obras públicas. Los monarcas
partícipes de esta corriente fueron entusiastas
defensores del progreso material y económico de las
colonias americanas, aunque siempre manteniendo el
poder político fuertemente concentrado en sus manos y
en la de los funcionarios españoles.

20 E Este ejercicio de análisis requiere comprender el cambio y


la continuidad entre dos periodos históricos: la Colonia y
los primeros años de la emancipación americana. La
herencia política y administrativa colonial queda de
manifiesto cuando muchas instituciones fueron
conservadas bajo nuevos nombres, pero manteniendo sus
funciones y atribuciones en el nuevo contexto republicano
(ejemplo de esto fue el caso del Tribunal Judiciario, que
luego sería la Corte Suprema, heredera de la Real
Audiencia). También ocurrió la situación inversa, es decir,
que se mantuvieron ciertos nombres de instituciones
coloniales, pero con funciones distintas, como ocurriría con
los cargos de Alcalde o de Intendente. Por último, las leyes
hispánicas serían la base de las legislaciones de las
futuras naciones latinoamericanas, y sus disposiciones en
el ámbito del derecho civil y penal, entre otros, se
mantendrían vigentes durante mucho tiempo luego de
producida la Independencia (por ejemplo, el Código Civil
chileno recogió muchos elementos de lo dispuesto en las
leyes indianas). De esta manera, todos los enunciados
planteados son correctos.

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