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Bloque 21

Guía:
La inserción de la
economía chilena en el
orden capitalista

SGUICES045SH21- A17V1
Tabla de corrección guía “La inserción de la economía chilena en el orden
capitalista”.

Ítem Alternativa Habilidad Dificultad estimada

1 D ASE Media

2 C Comprensión Media

3 C Aplicación Media

4 A Aplicación Fácil

5 D Comprensión Media

6 D Comprensión Media

7 E ASE Media

8 B ASE Difícil

9 E Comprensión Difícil

10 C Comprensión Difícil

11 A Comprensión Fácil

12 D ASE Fácil

13 E Comprensión Fácil

14 C ASE Media

15 C Comprensión Difícil

16 B ASE Difícil

17 E Aplicación Media

18 C Comprensión Media

19 A Aplicación Difícil

20 E Comprensión Media
Ítem Alternativa Defensa

1 D Una serie de elementos fueron heredados de las estructuras


coloniales; entre ellos, la vocación exportadora de materias
primas de Chile. Si bajo el Imperio Español se exportó en
diferentes momentos productos mineros, ganaderos y
agrícolas, durante el siglo XIX se exportó derivados de la
minería y trigo, principalmente a Europa y Estados Unidos.

2 C Para un mejor estudio, es bueno lograr diferenciar y


caracterizar las distintas etapas que tuvo el crecimiento de la
economía nacional en el siglo XIX. De esta forma, se puede
identificar que tanto en el primer (1831-1857) como en el
segundo ciclo de expansión (1861-1878) fueron claves el
desarrollo de la minería, las exportaciones de trigo y la
expansión de los mercados mundiales, especialmente en
Europa y Estados Unidos, que demandaban materias primas a
Chile. Ambos ciclos de crecimiento o expansión económica
tuvieron como eje central la aplicación de postulados
económicos libremercadistas, es decir, la no intervención
estatal en la actividad productiva.

3 C Los yacimientos anotados corresponden a minerales de plata y


cobre del Norte Chico y constituyeron la base del desarrollo de
un empresariado, grupo social que recibirá el nombre de
plutocracia, caracterizado por adscribir al pensamiento liberal e
incorporarse prontamente a la elite nacional.

4 A La apertura del mercado californiano y australiano se debió a la


llamada “fiebre de oro” desarrollada en esos lugares, que
provocó la migración de un gran número de personas que
necesitaban recursos alimenticios. De este modo, Chile cubrió
dicha demanda potenciando la agricultura y la producción de
trigo que se exportaba directamente hacia esos lugares. La
alternativa E es posterior al cierre de esos mercados, por lo
cual se descarta.

5 D En la segunda mitad del siglo XIX nuestra minería descansó


principalmente en la explotación del cobre y luego del salitre,
orientándose al abastecimiento de los mercados de países
industrializados de Europa, como Inglaterra. Pero
independiente de las importantes divisas que esta actividad
trajo para los gobiernos de la época y el crecimiento general de
la economía, al interior del país existía una profunda
desigualdad en cuanto a la distribución de la riqueza, puesto
que la clase dirigente no se orientó a reformar dicho indicador o
a propender a un mejoramiento de los ingresos de los sectores
medios y populares. El modelo económico sobre el que
descansaba la economía nacional determinaba que Chile
desarrollara escasamente su industria, porque el
librecambismo se fundamentaba en la extracción de materias
primas que luego eran exportadas a países en vías de
desarrollo, y no en el desarrollo de una industria
manufacturera. El enunciado I es falso, en especial durante la
época del salitre, dado que se vivió una economía de consumo
y con un número reducido de impuestos directos, confiando el
Estado en los ingresos generados por la exportación de dicho
recurso. Así, sectores más ricos gastaban sus fortunas en
bienes suntuarios, pero no tuvieron en perspectiva un proyecto
de capitalización a largo plazo para industrializar nuestra
economía.

6 D La crisis económica de 1857, que tuvo un carácter mundial, se


acentuó en Chile por un problema interno del sistema
económico que operaba en la época. De acuerdo con la ley de
1860, los bancos podían emitir billetes convertibles en moneda
metálica. La emisión estaba sujeta a un límite máximo igual al
150 por ciento del capital efectivo de los bancos. Estos billetes
eran aceptados por el Estado en el pago de impuestos y
deudas. Los bancos también estaban autorizados a abrir
cuentas corrientes, las cuales eran pagaderas en billetes o en
moneda metálica. El ingreso al sector era bastante sencillo y la
capacidad de regulación y fiscalización por parte del Estado era
mínima. La convertibilidad de los billetes en metálico debió
suspenderse en 1878, a causa de una severa crisis de la
balanza de pagos (registro anual de todas las transacciones
monetarias de un país a nivel internacional, es decir,
exportaciones e importaciones), generando una oleada de
inseguridad en los agentes económicos y un retiro masivo de
ahorros conocido como “corrida bancaria.

7 E El surgimiento del sistema financiero nacional se produce con


la instalación de bancos privados que suplieron la necesidad de
ingresos que el incipiente empresariado nacional requería, así
como también el Estado, que actuaba como entidad crediticia
que emitían billetes en forma independiente. La organización
del sistema por parte del Estado solo se produce en 1860, con
la dictación de una Ley de Bancos que fijó criterios y reglas
para la formación de estas instituciones bancarias; entre estas
normas, se incluía la autorización para emitir billetes
convertibles en oro, metal utilizado como respaldo en todas las
operaciones financieras.

8 B De la observación de la tabla sobre los establecimientos


industriales en Chile hacia 1876, solo puede señalarse como
correcto que la industria de los alimentos, junto con la de
maquinarias y bienes metálicos, crecieron con relación a los
demás rubros industriales considerados en la tabla. La
alternativa A se descarta, porque el sector que más mano de
obra empleaba era el de los alimentos, en tanto, la opción C no
se desprende de la tabla, y ambos rubros (madera y papel)
poseían pocas industrias respecto de las demás, por lo que no
puede afirmarse que alcanzaran un gran desarrollo en el
referido año. La distribución del empleo no fue equitativa, dado
que solo dos rubros industriales abarcaban más de 1000 o
3000 trabajadores, y los demás se encontraban muy por debajo
de esas cifras, por lo que la opción D es incorrecta. Finalmente,
la industria del cuero empleaba más mano de obra que los
productos químicos, quedando invalidada la alternativa E.

9 E Según el documento, es posible establecer que la expansión


de las líneas férreas fue un esfuerzo iniciado en el Norte Chico
por empresarios mineros o ingenieros, como William
Weelwright, esfuerzo al que se suma el Estado chileno,
contando ya hacia 1870 con una red de ferrocarriles que en
gran parte eran de su propiedad. De acuerdo al conocimiento
del contexto histórico, se puede afirmar también que los
ferrocarriles que conectaron Santiago y Valparaíso, y a la
capital con el sur del país, fueron relevantes para el desarrollo
del comercio, por ejemplo, de los productos agrícolas que se
producían en el Maule o el Biobío. Con respecto a las líneas
telegráficas, permitieron comunicar a nuestro país con el resto
del continente americano y con Europa, rompiendo con el
tradicional aislamiento de nuestro país; estas redes fueron en
gran parte, de propiedad del Estado.

10 C El desarrollo del ferrocarril y el telégrafo en nuestro país fueron


las medidas que ocuparon los gobiernos de la segunda mitad
del siglo XIX para mejorar la conectividad del país. Chile era un
país que se modernizaba, lo cual influyó con fuerza en el
proceso de urbanización; si en 1865 la población urbana
representaba solo un 21,8% de la población total, a finales de
este mismo siglo ya alcanzaba un 34,1%, lo que se atribuye a
la ampliación de la red de ferrocarriles y a la creciente actividad
económica que trajo consigo la fundación de nuevas ciudades
y pueblos y, por consiguiente, la migración hacia estos nuevos
asentamientos desde el campo. La alternativa A se descarta,
porque hasta hoy no hay líneas férreas hacia la Zona Austral.
La opción B es incorrecta, debido a que la tendencia fue a la
concentración en centros urbanos, portuarios y mineros. La
alternativa D no es correcta, ya que no fue un fenómeno
asociado a esta causa, además que no se produjo en ese
periodo. Finalmente, la opción E se invalida, pues el ferrocarril
conectó al Norte Grande recién en el siglo XX.

11 A Durante gran parte del siglo XIX, la economía chilena vivió un


notable período de expansión. El primero de esos momentos
se produjo entre 1831 y 1857, y se asoció a sectores
productivos como la minería del cobre y el carbón, la
agricultura triguera y la importancia del puerto de Valparaíso.

12 D La dependencia es un rasgo estructural de nuestra economía:


estudiando el siglo XIX, esta afirmación se fundamenta en que
las exportaciones se encuentran condicionadas por la dinámica
de los mercados mundiales (en aquella época, por la demanda
mundial de cereales y minerales) y por la producción de
materias primas requeridas en los centros económicos, como el
carbón, el cobre y minerales de alta demanda en la segunda
mitad del siglo XIX.

13 E El librecambismo es aquella doctrina económica contraria al


proteccionismo, inspirada en el liberalismo y que aspira a
fomentar el comercio entre países eliminando todo tipo de
restricciones. Entre sus principios se cuenta la no intervención
del Estado en materia económica, quedando excluido de
participar en esta actividad y sin posibilidad de imponer
regulaciones a las empresas o al comercio exterior; según los
postulados del Adam Smith, el padre del liberalismo
económico, el mercado se regula por sí mismo sin la
intervención del Estado, basado en el libre juego de la oferta y
la demanda. Otra característica del librecambismo será la
apertura al capital extranjero, posibilitando que empresas e
inversionistas de otros países se establezcan en el país para
dedicarse a la industria y la banca.

14 C El primer enunciado es un resultado inmediato y directamente


relacionado con la Revolución industrial europea. El enunciado
II es verdadero, debido a que la expansión del consumo fue un
fenómeno restringido a los sectores más acomodados de la
sociedad, a causa de las características de la economía
chilena. El enunciado III es falso, dado que tras el agotamiento
del oro en ambos lugares, no volvió a generarse demanda de
trigo desde esas regiones.

15 C De acuerdo con el documento, el alto precio alcanzado por el


cobre chileno a mediados del siglo XIX fue impulsado por el
desarrollo de la industria y los medios de transporte en Gran
Bretaña (ferrocarriles y barcos a vapor); la respuesta de la
industria nacional fue un incremento de la producción tras la
apertura de nuevos yacimientos siguiendo un modelo
tradicional. Por lo tanto, los dos primeros enunciados son
verdaderos; pero afirmar que el precio del cobre era
determinado por Chile es falso debido a que, según el libre
juego de la economía liberal, este se fijaba de acuerdo con las
reglas de oferta y demanda del mercado internacional.

16 B La tabla referente a la nacionalidad de los comerciantes de


Santiago y Valparaíso permite inferir que la mayoría de ellos se
estableció en la ciudad puerto, debido a la importancia que esta
tenía desde el punto de vista comercial y financiero a mediados
del siglo XIX. La mayoría de los comerciantes extranjeros
provenía de países europeos como Inglaterra, Francia y
Alemania y no de naciones latinoamericanas, por lo que el
enunciado II es falso. Las cifras también muestran un mayor
porcentaje (63%) de mercaderes extranjeros que chilenos
(37%), siendo también falso el ítem III.

17 E Con el advenimiento de la República Autoritaria, se


establecieron las bases políticas y sociales para impulsar la
economía por derroteros más definidos. Hay que considerar
que los países europeos, y particularmente Inglaterra, vivían un
acelerado crecimiento económico producto del desarrollo de la
Revolución Industrial, por lo que requerían mercados que los
abastecieran de materias primas y que les compraran sus
manufacturas. En ese contexto, fue relevante el aporte de
comerciantes extranjeros (ingleses y franceses, principalmente)
que promovieron nuevas técnicas comerciales, incentivaron el
emprendimiento e incorporaron nuevas prácticas financieras,
es decir, poseían una mentalidad liberal que pronto ejerció una
fuerte influencia en la tradicional aristocracia local.

18 C La pregunta apunta a los efectos sociales del modelo


capitalista en Chile. A partir de esta primera diferenciación
se pueden descartar las alternativas B, D y E; esta última,
además, debido a que no existió un proceso de
diversificación de las exportaciones. Con respecto a la
opción A, es válido sostener que existió un proceso
gradual de creciente monetarización y aunque puede
relacionarse con aspectos sociales, tiende a acercarse
más al aspecto laboral y económico. En cambio, la
alternativa C es indiscutiblemente un aspecto social que
se produjo a partir de la modernización de los centros
mineros, como en el Norte Chico, y del desarrollo
comercial y financiero de Valparaíso y Santiago, caso
similar al que ocurrió en Concepción: urbes que
comienzan a atraer en masa a la fuerza de trabajo.

19 A Si se analiza detenidamente la tabla de este ejercicio, esta


refleja una de las consecuencias sociales del desarrollo
económico de Chile a lo largo del siglo XIX, la que corresponde
a la diversificación productiva de los sectores populares. Esto
se refleja en la existencia de una variedad de oficios que
emplean a una importante cantidad de población trabajadora,
como los mineros, carpinteros, zapateros o albañiles. Además,
debe notarse la importancia de la fuerza laboral femenina en
oficios relacionados con el vestuario (tejedoras, hilanderas y
costureras) o la alimentación (cocineras); esta integración de la
mujer es también un fenómeno que permite hablar de
diversificación. Todo este proceso indica el surgimiento ya
hacia 1865 de un masa proletaria que ira creciendo en las
décadas posteriores. El distractor más fuerte, la alternativa D, a
pesar de ser verdadero, no es correcto en este contexto porque
no refleja el contenido global de la tabla y solo muestra un
aspecto particular de esta, como es el predominio aún en pleno
siglo XIX de la masa campesina (gañanes y agricultores).

20 E La economía chilena presentó a lo largo del siglo XIX una serie


de problemas estructurales que impedían que alcanzara
niveles de desarrollo mayor. En primer lugar, para desarrollar
actividades manufactureras de mayor complejidad faltaba
mano de obra calificada (a pesar de los avances educacionales
realizados por el Estado a través de escuelas de oficios y
técnicas). Del mismo modo, el campesinado vivía en una
pobreza casi endémica que les impedía convertirse en agentes
consumidores y dinamizadoras de la economía. Por último, la
demanda interna estaba condicionada por la estrechez del
mercado local (poca población y escasa capacidad de
consumo).

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