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ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS.

ASIGNATURA:
Derecho Internacional Privado.
TEMA:
Tarea IX
PARTICIPANTE:
Geuris morillo morillo
FACILITADOR:
Dr. Juanito Herrera Calderón
CARRERA.
Lic. En Derecho.
MATRICULA: 
  201907571
FECHA:  
  26/11/2021.
INTRODUCCIÓN.

Para comprender la aplicación de una ley extranjera primero es importante


entender los contextos dentro de los cuales es posible que aquella se deba
aplicar. Esto puede ocurrir bajo dos supuestos: que las partes pacten aquella
aplicación o que la ley lo ordene. Este último caso es el más significativo, puesto
que implica que la ley, el máximo representante del poder soberano, ordena
resolver un conflicto con una ley extranjera, de alguna forma delegando su gran
poder resolutivo. Bajo este contexto, (puesto que no sólo se limitan a la aplicación
de una ley extranjera) estas normas que delegan este poder se denominan
normas de conflicto, las cuales necesariamente se relacionan con elementos
internacionales, tales como, la nacionalidad, el domicilio, la situación de un bien,
entre otros.

Las normas de conflicto “…son aquellas que determinan la legislación aplicable a


una relación jurídica de Derecho Internacional Privado”1 o “…aquellas que tienen
por objeto determinar la normativa aplicable a una relación iusprivatista o, en su
caso, solucionar los conflictos entre dos o más legislaciones que giran en torno a
ella”.

Su función es determinar la aplicación de la ley nacional y la ley extranjera,


entendiendo ambos conceptos como parte de una mayor extensión normativa,
como conjuntos legislativos u órdenes jurídicos. Ante la remisión, puntos de
conexión o vinculación a otros sistemas jurídicos, como si fuesen un puente, el
juez debe aplicar una legislación determinada, pero esta tarea no es sencilla y
conlleva otros problemas derivados de esta interpretación, tales como el reenvío,
la calificación, el orden público, la cuestión preliminar, por nombrar algunos. En
tanto los efectos de la ley aplicable, en este caso, internacional, cuando es posible
su funcionamiento, acarrean toda otra agrupación de disyuntivas.
Tema:

Realizar un análisis crítico de casos suscitados en la República Dominicana,


en donde se haya aplicado el Derecho Extranjero (Tratado Internacional), y
observando los siguientes elementos:

Excepciones a la aplicación de la norma jurídica extranjera.

Sentido y alcance de la ley extranjera.

Constitucionalidad de la ley extranjera.


GEURIS MORILLO, MAGISTRADO DE LA CORTE DE APELACIÓN TRIBUNAL
JUDICIAL, DE LA PROVINCIA DE SAN CRISTÓBAL, PROFESOR EN LAS
UNIVERSIDADES UPA Y UASD, PROFESOR DE LA ESCUELA NACIONAL DE
LA JUDICATURA.

Se analiza la aplicación del derecho extranjero (Tratado Internacional), por los


tribunales dominicanos, a la luz de la nueva Ley de Derecho Internacional Privado
(Ley 544-14).

DESCRIPCION:

Ley de Derecho Internacional Privado, normas de conflicto, remisión, envío,


supuesto de hecho, punto de conexión, consecuencia jurídica, orden público
internacional, derecho extranjero, República Dominicana.

LA NORMA DE CONFLICTO Y SU ESTRUCTURA:

De acuerdo con el artículo 80 de la Ley 544-14 de Derecho Internacional Privado,


ante la concurrencia de una situación litigiosa de carácter privado con claros
indicios de extranjería, los tribunales nacionales están compelidos, previa
constatación de su competencia, a invocar de oficio las reglas de conflicto
previstas en el cuerpo mismo de esa legislación o en los tratados internacionales
suscritos por el Estado dominicano. El tono de la disertación es preceptivo e
impone una automática sumisión al texto de la ley sin que siquiera sea necesario
que alguna de las partes lo plantee mediante conclusiones de audiencia.

La norma de conflicto es un instrumento referencial especialmente diseñado para


deslindar con exactitud la ley aplicable frente a una casuística judicial que
conjugue, al mismo tiempo, una pretensión de interés privado con uno o varios
factores de internacionalidad, sea en función de la nacionalidad, el domicilio o la
residencia habitual de alguna de las partes, del país en que haya tenido lugar el
hecho o el acto del que emane la controversia, del sitio en que se encuentre el
inmueble afectado, etc. Se trata, pues, de un precepto neutro que, en forma
indirecta, da respuesta al problema, no para solucionarlo sino para enviar a los
litigantes —y por supuesto al juez— a un ordenamiento en particular que podría
ser el del propio foro u otro extranjero. De ahí que se afirme que las denominadas
normas de conflicto son referentes abstractos que se limitan a radicar el pleito en
un concreto sistema jurídico, pero sin resolverlo, lo que implica una estructura que
despliega sus efectos en tres ejes esenciales, saber: a) el supuesto de hecho; b)
el punto de conexión y c) la consecuencia jurídica.

El supuesto de hecho individualiza genéricamente la situación que pretende ser


regulada a través de la LDIPR: personalidad (artículos 29-39), relaciones de
familia (artículos 40-50), incapacidades (artículos 51-53), sucesiones y donaciones
(artículos 54-57), obligaciones contractuales (artículos 58-68), obligaciones
extracontractuales (artículos 69-75) o bienes (artículos 76-79).

Los puntos de conexión o criterios de atribución acaso sean el componente más


importante del trinomio. Desempeñan un rol de engarce o vinculación anticipada
entre una categoría jurídica y la específica legislación nacional o extranjera que
deba ser aplicada. Suelen clasificarse atendiendo a diferentes perspectivas:

a) Puntos de conexión mutables (nacionalidad y domicilio por ejemplo) e


inmutables (lugar de suscripción del contrato o en donde se produjo el
matrimonio).

b) Fácticos (país de ocurrencia del accidente) y jurídicos (nacionalidad, domicilio).

c) Subjetivos (residencia, nacionalidad) y objetivos (emplazamiento del inmueble).

e) Asimismo, pueden incorporarse a la norma de conflicto individual.


Excepciones a la aplicación de la norma jurídica extranjera.

Hemos sostenido como constante que el objeto básico del Derecho Internacional


Privado consiste en determinar la norma jurídica competente para regir una
relación concreta cuando ésta última está conectada con dos o
más normas jurídicas de diversos ordenamientos jurídicos nacionales.
Suele ocurrir que la norma jurídica considerada competente es la norma jurídica
nacional. En este caso, el conflicto de leyes encontrará una solución territorial.
Ahora bien, la norma jurídica extranjera puede encontrar aplicación como norma
conflictual, o formal, o bien como norma material. Para comprender la
problemática objeto de éste capítulo es necesario partir de la premisa de que la
norma jurídica extranjera aplicable es la material y no la formal, pues en este
último caso se daría lugar al reenvío, cuestión ya estudiada en uno de los
capítulos anteriores.
Sentido y alcance de la ley extranjero. En la aplicación de la legislación
extranjera, pueden surgir algunas dificultades. La ley extranjera es la ley extranjera
del foro, su contenido y alcance deben ser determinados y su interpretación y
aplicación plantea problemas que la ley del foro no plantea naturalmente.

Al conocer suficientemente el contenido y alcance de la ley extranjera, el Juez


debe interpretarla y aplicarla. El criterio básico a seguir sería la interpretación y
aplicación de la ley extranjera como lo haría a un juez extranjero si la solicitud
hubiera sido presentada ante él, es decir que la ley extranjera debe aplicarse tal
cual, sin la redacción. Su firma o firma. Solo así se cumplirá la tarea de las reglas
de conflicto del foro. Parece indiscutible que esta es la prueba adecuada, pero en
la práctica no es fácil de seguir porque el juez de foro, al aplicar la ley extranjera,
es por supuesto todavía un juez de foro, con una amplia formación, creación
propia y particular, y también está sujeto a sus propias leyes procesales.

Constitucionalidad de la ley extranjera. Cuando se invoca una ley extranjera,


ésta puede resultar inconstitucional. Tribunales en muchos países, como Estados
Unidos, Colombia, etc. tienen la autoridad para aclarar leyes contrarias a la
Constitución. No será por tanto difícil admitir que los tribunales dominicanos han
dictaminado que la aplicación de la ley extranjera ha sido declarada
inconstitucional por los tribunales de los países mencionados. Ahora es posible
que los jueces dominicanos declaren inconstitucional tal ley extranjera inédita en el
extranjero en la pregunta

No es aceptable que un tribunal de primera instancia pueda fallar sobre la


naturaleza del asunto, inconstitucional de una norma legal extranjera.
Conclusión.

En caso de disputa, el Juez está sujeto a un proceso de determinación de la ley


aplicable, en el cual el Juez puede ser llamado a superar diversos obstáculos
(cuestiones de calificación, líneas de transmisión, orden público, etc.) y, en
algunos casos, el juez debe finalmente aplicar la solución que le brinde un orden
de ley diferente, es decir, la ley aplicable a la cuestión en cuestión puede ser una
ley extranjera.
En la aplicación de la legislación extranjera pueden surgir una serie de
dificultades. La ley extranjera es la ley extranjera del foro, su contenido y alcance
deben ser determinados y su interpretación y aplicación plantea problemas que la
ley del foro naturalmente no plantea.

La aplicación automática de la regla de conflicto implica que el juez debe aplicar la


ley a la que se refiere la regla de conflicto. Si la ley designada es la ley del foro, el
juez lo sabe y la aplica formalmente de acuerdo con el principio antes
mencionado. Pero si se nombra ley extranjera, ¿se puede utilizar el mismo
principio procesal? La respuesta inicial será negativa, porque no es razonable
exigir que los jueces y tribunales de un Estado conozcan todos los sistemas
legales.
Se reconoce, por tanto, que el derecho extranjero no puede ocupar la misma
posición procesal que el derecho del foro, lo que ha tenido como resultado, en
muchos casos, la homogeneización del tratamiento procesal del derecho
extranjero con el manejo de incidentes. Tal acto de equilibrio equivale a solicitar
una acusación y una prueba de la ley extranjera.

Sin embargo, las consecuencias procesales de tratar el derecho extranjero como


hecho son inaceptables: rechazar la alegación de falta o insuficiencia de prueba
del derecho extranjero, aplicar la doctrina de los hechos reconocidos, la posición
pasiva del juez. Estas consecuencias inaceptables se pueden encontrar en la
jurisprudencia del Tribunal Supremo de España.

Parece indiscutible, sin embargo, que el derecho extranjero no puede tomarse


como verdad procesal. La propia Corte Suprema a veces tiene que quitarse el
sombrero ante las consecuencias antes mencionadas: no puede desestimar una
solicitud si no ejecuta la orden; debe haber alcanzado un nivel mínimo de
conocimiento de la ley para poder aplicarla. Estas contradicciones han generado
cierto grado de inseguridad jurídica.
Bibliografía.

Fuente de investigación:

Aporte suministrado: www.Gloogle.com.do Ley 544-14.

Dávalos Fernández, R. (2012). Derecho internacional privado: parte general.


Ciudad de La Habana, Cuba: Editorial Universitaria. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/uapa/71210?page=37.

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