CASO CLÍNICO DANIA.

Dania es una niña muy tranquila y alegre, tiene 5 años, le gusta mucho jugar con sus
muñecas y correr con niños (as) de su edad, pero acuden a terapia debido a que tiene 6
meses en el kínder y durante este tiempo dentro del salón de clases no ha emitido ni una
sola palabra, no se dirige con su maestra y constantemente necesitan ir por ella o llevarle
ropa a la escuela porque se ha hecho “pipí” por no pedir permiso para ir al baño.
Los padres están muy preocupados ya que en poco tiempo son las evaluaciones
diagnósticas de Dania y es necesario que la niña exprese sus conocimientos, pero por
más que la intentan animar ella no logra poder hablar enfrente de otros adultos que no
sean sus papás y familiares cercanos. También están intentando buscar ayuda desde
esta temprana edad porque la siguiente etapa de su vida escolar es asistir a la primaria y
es de suma importancia que la niña se pueda expresar de manera clara y sin temor,
aunado al miedo constante de los padres de que pueda pasar una situación de abuso y
ella no lo comente a su maestra.
Por otro la maestra se encuentra preocupada debido a no poder establecer un vínculo con
su alumna, la maestra puede observar que con sus compañeros se lleva muy bien, juega,
tiene conversaciones cortas, pero si les dirige la palabra. Por un momento llegó a pensar
la docente que la niña no se sentía segura con ella, pero al pasar el tiempo se dio cuenta
que no solo había una imposibilidad del habla sino también con el maestro de educación
física, de arte e inglés, por ello se le notificó a los padres que pusieran atención a la
situación.
Los papás se mostraban sorprendidos por la forma de actuar de su niña, ya que a
comenzado a morderse las uñas, a llorar cuando la dejan sola y eso no lo hacía
regularme, pero quieren lograr que su hija tenga un sano desarrollo y por ese motivo han
recurrido a terapia