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Mariloly Jiménez
MATRICULA
BA-18-10765
Constitución de la República Dominicana
La Constitución vigente de la República Dominicana fue promulgada el 26 de enero
del 2010, mediante la gaceta oficial no. 10561.1. Esta nueva Constitución usa una técnica
legislativa más depurada que sus versiones anteriores. Está estructurada en 15 títulos,
precedidos de un preámbulo. Sus subdivisiones son los capítulos, secciones hasta el
detalle de los 277 artículos y 20 disposiciones. Cada artículo tiene su propia
denominación o epígrafe.
Tiene un orden temático mejor elaborado. El título I se refiere al Estado, gobierno y los
principios generales. El Título II se refiere a los derechos, garantías y deberes
fundamentales. Los derechos están mejor catalogados y más compatibles con el derecho
internacional. Los títulos III, IV, V y VI se refieren a los poderes del Estado.
El XII se refiere a seguridad y defensa. XIII detalla los estados de excepción. El XIV trata
sobre las reformas constitucionales. Por último, el XV detalla las disposiciones
transitorias.
Ley Nº 224-84, sobre Régimen Penitenciario
CAPÍTULO I Artículos 1 a 5
ARTÍCULO 1
Los establecimientos penales se clasifican en penitenciarías, cárceles, presidios e
institutos especiales.
En las penitenciarías cumplirán sus condenas los reclusos sujetos a penas de privación
de libertad superiores a dos años; en los presidios lo harán los condenados a penas
inferiores a dos años; en las cárceles permanecerán los reclusos mientras dure su prisión
preventiva.
Institutos especiales son aquellos donde son recluidos condenados con características
especiales tales como: enfermos mentales, reclusos primarios o que se encuentren
dentro del periodo de prueba. Podrán ser establecimientos abiertos granjas agrícolas.
El Poder Ejecutivo determinará los lugares en que existan establecimientos de una y
otra clase, pero en cada Distrito Judicial existirá necesariamente una cárcel.
ARTÍCULO 2
La ejecución de las penas privativas de libertad tiene por objeto, fundamentalmente, la
protección social y la readaptación del condenado, a fin de restituirlo a la sociedad con
voluntad y capacidad para respetar la ley. El régimen penitenciario deberá usar, de
acuerdo con la característica de cada caso, el tratamiento educativo y asistencial de que
pueda disponer, de conformidad a los progresos científicos que se realizan en la materia.
ARTÍCULO 3
Recluso, es toda persona que se encuentre privada de libertad, en virtud de orden
emanada de autoridad judicial competente e internada en alguno de los establecimientos
a que se refiere el Artículo 1.
ARTÍCULO 4
Las normas de la presente ley y los reglamentos correspondientes se aplicarán a los
reclusos sin que pueda hacerse discriminaciones o establecerse diferencias de
tratamiento fundadas en prejuicios de raza, color, religión, nacionalidad, clase social y
opinión política del interno.
ARTÍCULO 5
Los reclusos no podrán ser objeto de torturas, maltratos, vejaciones o humillaciones de
ninguna especie. Solamente podrán usarse medidas de seguridad en los casos que esta
misma ley contemple.
El o los miembros del penal que ordenen o realicen tales excesos serán sancionados con
suspensión de su empleo sin disfrute de sueldo hasta por treinta días, sin perjuicio de la
responsabilidad penal que le correspondiere. En caso de reincidencia serán sancionados
con la destitución.
Los reclusos deben obediencia y respeto a todos los funcionarios del establecimiento, y
ejecutarán las órdenes que ellos reciban sin la más mínima objeción. Podrán, sin
embargo interponer sus quejas ante el Alcaide o quien haga sus veces, de acuerdo con lo
dispuesto en el Artículo 34 de la presente ley cuando consideren que han sido victimas
de una arbitrariedad. En caso de no ser atendida su queja tendrán derecho a presentarla
ante la Dirección General de Prisiones, que por esta ley se crea.
CAPÍTULO II. Dirección General de
PrisionesArtículos 6 a 10
ARTÍCULO 6
Se crea la Dirección General de Prisiones como un organismo central dependiente de la
Procuraduría General de la República Dominicana, y bajo cuya dirección y control
estarán todos los establecimientos penales del país.
ARTÍCULO 7
La Dirección General de Prisiones tendrá a su cargo, de manera principal, la atención de
los reclusos y elementos antisociales que la ley designe, con miras a obtener su
readaptación, eliminar o disminuir su peligrosidad y atender sus necesidades de orden
moral o material, en coordinación con otros servicios afines, sean éstos de carácter
público o privado.
ARTÍCULO 8
Para la consecución de los fines expuestos en esta ley, la Dirección General de Prisiones
velará por la fiel ejecución y cumplimiento de todas las leyes y reglamentos relativos al
servicio de prisiones, cuyas normas, postulados y principios constituyen los medios más
eficaces para lograr la rehabilitación social de los reclusos, y la base del sistema
penitenciario dominicano.
ARTÍCULO 9
La Dirección General de Prisiones queda organizada como un servicio de bienestar,
asistencia y readaptación social y estará a cargo de un Director General que tendrá
fundamentalmente las funciones siguientes:
1. Dirigir y supervigilar la marcha administrativa, técnica y orgánica del
servicio;
2. Proponer proyectos de reglamentos para el servicio y dictar las instrucciones
para la correcta y cabal aplicación de las disposiciones legales y
reglamentarias;
3. Destinar, trasladar y suspender a los empleados y funcionarios del servicio, a
los cargos que corresponda, de acuerdo con las disposiciones legales y
reglamentarias;
4. Aplicar al personal de vigilancia las medidas disciplinarias que determine el
reglamento;
5. Disponer el traslado de los reclusos a su permanencia en los
establecimientos penitenciarios y de readaptación; y
6. Ejecutar las demás funciones que se le fijen por ley o reglamento.
Párrafo.- Además del Director General integran la Dirección General de
Prisiones, en principio, los siguientes departamentos:
a)Departamento de Secretaría y Administración;
b)Jurídico;
c)De Inspección;
d)De Personal;
5. De Vigilancia y Tratamiento Penitenciario;
6. De Contabilidad y Control;
g)Industrial;
8. Educacional;
9. De Criminología;
10. Sanitario;
11. De Bienestar y Asistencia Social;
12. De Menores;
13. De Mujeres;
14. De control para los condenados que gocen del beneficio del Perdón
Condicional, para los reclusos en libertad condicional y de asistencia post-
penitenciaria.
El reglamento que se dictará para la aplicación de la presente ley
determinará las atribuciones de cada departamento e indicará las secciones y
sueldos de los funcionarios y empleados que sirvan a la Dirección General
de Prisiones, se consignará anualmente en la Ley de Gastos Públicos.
ARTÍCULO 10
Mientras no se organice el Departamento de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario a
que se refiere la Letra e) del párrafo del artículo anterior, las funciones de supervisión y
custodia de los establecimientos y recintos carcelarios seguirán a cargo de la Policía y
Ejército Nacional. Los miembros de estas instituciones de servicios en los
establecimientos carcelarios, deberán atenerse a las leyes y reglamentos del servicio de
prisiones y estarán bajo la autoridad jerárquica del Director del establecimiento
correspondiente, únicamente, mientras estén de servicio.
ARTÍCULO 11
Habrá establecimientos separados para hombres y mujeres. En aquellas localidades en
que esto no fuere posible, se habilitarán, en un mismo establecimiento, secciones
totalmente independientes, de tal modo, que no pueda existir comunicación alguna entre
las clases de reclusos mencionados. Los establecimientos para menores seguirán regidos
por su ley especial.
ARTÍCULO 12
Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, en los establecimientos carcelarios
deberá existir conveniente clasificación entre los reclusos mayores y menores de 21
años de edad, y respecto de los pertenecientes a la primera clase, entre los que hayan
cometido delitos de sangre o que atenten contra el sexo, y los demás delitos establecidos
por el Código Penal y las leyes especiales.
ARTÍCULO 13
El régimen penitenciario aplicable a los condenados por sentencias definitivas, en
aquellas penas que por su duración lo permitan, tendrá carácter progresivo y contará de
tres períodos fundamentales: 1) De observación; 2) de tratamiento; 3) de prueba.
ARTÍCULO 14
Durante el periodo de observación que durará entre diez y treinta días se mantendrá el
recluso en dependencia separada del resto de la población penal que se encuentre en
otros períodos de tratamientos, y se efectuará el estudio de su personalidad, de su medio
social, y de sus antecedentes personales, para determinar la sección o establecimiento a
que deba ser destinado y la naturaleza del tratamiento que sea conveniente aplicarle.
ARTÍCULO 15
Durante el período de tratamiento se intentará la rehabilitación del recluso, mediante la
instrucción, el trabajo, la asistencia espiritual, la disciplina» la práctica de ejercicios y
de sanos pasatiempos y demás métodos que la naturaleza del caso aconseje.
ARTÍCULO 16
El período de prueba comenzará a aplicarse de la manera siguiente: Para aquel los
condenados hasta 5 años después del cumplimiento de un tercio de la pena; para los
condenados a más de S años después de un cuarto de la pena; en situaciones especiales
se podrá proponer la puesta en prueba de algún recluso que no caiga dentro de estas
disposiciones, en cuyo caso la decisión quedará a cargo de la...
El proceso establecido por la normativa procesal penal produjo cambios sus- tanciales
en el sistema de justicia penal dominicano, fortaleciendo con sus fundamentos el juicio
oral, público y contradictorio del proceso penal y la fun- ción jurisdiccional de los
jueces; dotando al Ministerio Público de los medios apropiados para la investigación de
las infracciones; garantizando la defensa técnica, pública o particular a todo imputado;
introduciendo medios alternati- vos de resolución de conflictos penales; estableciendo la
libertad como regla; asegurando la tutela judicial de los intereses difusos; estableciendo
controles de la duración del proceso; simplificando los procedimientos; creando
medidas alternativas a la prisión preventiva, entre otros.
El Código Procesal Penal Dominicano contiene 449 artículos y está dividido en dos (2)
partes: Parte General y Parte Especial. Para su aplicación han sido dictadas varias
disposiciones normativas, como son la Ley No. 278-04 sobre la Implementa- ción del
Proceso Penal instituido por la Ley No. 76-02, de fecha trece (13) del mes de agosto del
año dos mil cuatro (2004), así como dis- tintas resoluciones emitidas por la Suprema
Corte de Justicia, entre las cuales se pueden mencionar:
1) Resolución No. 1920-2003, de fecha trece (13) del mes de noviembre del año
dos mil tres (2003), para la aplicación anticipa- da del Código Procesal Penal;
2) Resolución No. 1170-2004, de fecha dos (2) del mes de septiembre del año dos mil
cuatro (2004), sobre la Designación de Jueces y Tribunales Liquidadores;
3) Resolución No. 296-2005, de fecha seis (6) del mes de abril del año dos mil cinco
(2005), (modificada por la Resolución No. 2087-2006), que establece el Reglamento
para el Juez de la Ejecución de la Pena;
4) Re- solución No. 1731-2005, de fecha quince (15) del mes de septiembre del año dos
mil cinco (2005), que establece el Reglamento sobre Medidas de Coerción y
Celebración de Au- diencias durante la Etapa Preparatoria al am- paro del Código
Procesal Penal;
5) Resolución No. 1732-2005, de fecha quince (15) del mes de septiembre del año dos
mil cinco (2005), que establece el Reglamento para la tramita- ción de Notificaciones,
Citaciones, y Comuni- caciones Judiciales de la Jurisdicción Penal;
6) Resolución No. 1734-2005, de fecha quince (15) del mes de septiembre del año dos
mil cinco (2005), que establece el Reglamento sobre la Gestión Administrativa de las
Secre- tarias de los Tribunales al amparo del Código Procesal Penal;
7) Resolución No. 1735-2005, de fecha quince (15) del mes de septiembre del año dos
mil cinco (2005), que establece el Reglamento sobre los Tribunales Colegiados de
Primera Instancia de la Jurisdicción Penal;
8) Resolución No. 1733-2005, de fecha quince (15) del mes de septiembre del año dos
mil cinco (2005), que establece el Reglamento para el Funcionamiento de la Oficina
Judicial de Servicios de Atención Permanente de la Jurisdicción Penal; 5) entre otras
legislaciones complementarias;
9) Resolución 3869-2006, de fecha veintiuno (21) del mes de diciembre del año dos mil
seis (2006), que establece el Reglamento para el Manejo de los Medios de Prueba en el
Proceso Penal;
10) Resolución 1029-2007, de fecha tres (3) del mes de mayo del año dos mil siete
(2007), que establece el Reglamento sobre los Procedimientos de Resolución Alterna de
Conflictos Penales;
11) Resolución No. 2802-2009, de fecha veinticin- co (25) del mes de septiembre del
año dos mil nueve (2009), sobre la Extinción de la Acción Penal;
12) Resolución 58-2010, de fecha once (11) del mes de febrero del año dos mil diez
(2010), que establece un parámetro sobre los criterios que los jueces deben tomar en
con- sideración para la imposición o variación de la medida de coerción de prisión
preventiva; entre otras.
Codigo penal Dominicano
sociedad;
Observaciones preliminares
1.El objeto de las reglas siguientes no es de describir en forma
detallada un sistema penitenciario modelo, sino únicamente
establecer, inspirándose en conceptos generalmente admitidos en
nuestro tiempo y en los elementos esenciales de los sistemas
contemporáneos más adecuados, los principios y las reglas de una
buena organización penitenciaria y de la práctica relativa al
tratamiento de los reclusos.
4.2) La segunda parte contiene las reglas que no son aplicables más
que a las categorías de reclusos a que se refiere cada sección. Sin
embargo, las reglas de la sección A, aplicables a los reclusos
condenados serán igualmente aplicables a las categorías de reclusos
a que se refieren las secciones B, C y D, siempre que no sean
contradictorias con las reglas que las rigen y a condición de que sean
provechosas para estos reclusos.
6.2) Por el contrario, importa respetar las creencias religiosas y los preceptos morales
del grupo al que pertenezca el recluso.
Registro
7.1) En todo sitio donde haya personas detenidas, se deberá llevar al día un registro
empastado y foliado que indique para cada detenido:
a) Su identidad;
b) Los motivos de su detención y la autoridad competente que lo dispuso;
c) El día y la hora de su ingreso y de su salida.
7. 2) Ninguna persona podrá ser admitida en un establecimiento sin una orden válida de
detención, cuyos detalles deberán ser consignados previamente en el registro.
Separación de categorías
8. Los reclusos pertenecientes a categorías diversas deberán ser alojados en diferentes
establecimientos o en diferentes secciones dentro de los establecimientos, según su sexo
y edad, sus antecedentes, los motivos de su detención y el trato que corresponda
aplicarles. Es decir que:
a) Los hombres y las mujeres deberán ser recluidos, hasta donde fuere posible, en
establecimientos diferentes; en un establecimiento en el que se reciban hombres y
mujeres, el conjunto de locales destinado a las mujeres deberá estar completamente
separado;
b) Los detenidos en prisión preventiva deberán ser separados de los que están
cumpliendo condena;
c) Las personas presas por deudas y los demás condenados a alguna forma de prisión
por razones civiles deberán ser separadas de los detenidos por infracción penal;
d) Los detenidos jóvenes deberán ser separados de los adultos. Locales destinados a los
reclusos.
9.1) Las celdas o cuartos destinados al aislamiento nocturno no deberán ser ocupados
más que por un solo recluso. Si por razones especiales, tales como el exceso temporal
de población carcelaria, resultara indispensable que la administración penitenciaria
central hiciera excepciones a esta regla, se deberá evitar que se alojen dos reclusos en
cada celda o cuarto individual.
9.2) Cuando se recurra a dormitorios, éstos deberán ser ocupados por reclusos
cuidadosamente seleccionados y reconocidos como aptos para ser alojados en estas
condiciones. Por la noche, estarán sometidos a una vigilancia regular, adaptada al tipo
de establecimiento de que se trate.
10. Los locales destinados a los reclusos y especialmente a aquellos que se destinan al
alojamiento de los reclusos durante la noche, deberán satisfacer las exigencias de la
higiene, habida cuenta del clima, particularmente en lo que concierne al volumen de
aire, superficie mínima, alumbrado, calefacción y ventilación.
11. En todo local donde los reclusos tengan que vivir o trabajar:
a) Las ventanas tendrán que ser suficientemente grandes para que el recluso pueda leer y
trabajar con luz natural; y deberán estar dispuestas de manera que pueda entrar aire
fresco, haya o no ventilación artificial;
b) La luz artificial tendrá que ser suficiente para que el recluso pueda leer y trabajar sin
perjuicio de su vista.
12. Las instalaciones sanitarias deberán ser adecuadas para que el recluso pueda
satisfacer sus necesidades naturales en el momento oportuno, en forma aseada y
decente.
13. Las instalaciones de baño y de ducha deberán ser adecuadas para que cada recluso
pueda y sea requerido a tomar un baño o ducha a una temperatura adaptada al clima y
con la frecuencia que requiera la higiene general según la estación y la región
geográfica, pero por lo menos una vez por semana en clima templado.
14. Todos los locales frecuentados regularmente por los reclusos deberán ser
mantenidos en debido estado y limpios.
Higiene personal
15. Se exigirá de los reclusos aseos personales y a tal efecto dispondrán de agua y de
los artículos de aseo indispensables para su salud y limpieza.
15.Se facilitará a los reclusos medios para el cuidado del cabello y de la barba, a fin de
que se presenten de un modo correcto y conserven el respeto de sí mismos; los hombres
deberán poder afeitarse con regularidad.
Ropas y cama
17.1) Todo recluso a quien no se permita vestir sus propias prendas recibirá las
apropiadas al clima y suficientes para mantenerle en buena salud. Dichas prendas no
deberán ser en modo alguno degradantes ni humillantes.
17.2) Todas las prendas deberán estar limpias y mantenidas en buen estado. La ropa
interior se cambiará y lavará con la frecuencia necesaria para mantener la higiene.
18. Cuando se autorice a los reclusos para que vistan sus propias prendas, se tomarán
disposiciones en el momento de su ingreso en el establecimiento, para asegurarse de que
están limpias y utilizables.
19. Cada recluso dispondrá, en conformidad con los usos locales o nacionales, de una
cama individual y de ropa de cama individual suficiente, mantenida convenientemente y
mudada con regularidad a fin de asegurar su limpieza.
Alimentación
20.1) Todo recluso recibirá de la administración, a las horas acostumbradas, una
alimentación de buena calidad, bien preparada y servida, cuyo valor nutritivo sea
suficiente para el mantenimiento de su salud y de sus fuerzas.
20.2) Todo recluso deberá tener la posibilidad de proveerse de agua potable cuando la
necesite.
Ejercicios físicos
21.1) El recluso que no se ocupe de un trabajo al aire libre deberá disponer, si el tiempo
lo permite, de una hora al día por lo menos de ejercicio físico adecuado al aire libre.
21.2) Los reclusos jóvenes y otros cuya edad y condición física lo permitan, recibirán
durante el período reservado al ejercicio una educación física y recreativa. Para ello, se
pondrá a su disposición el terreno, las instalaciones y el equipo necesario.
Servicios médicos
22.1) Todo establecimiento penitenciario dispondrá por lo menos de los servicios de un
médico calificado que deberá poseer algunos conocimientos psiquiátricos. Los servicios
médicos deberán organizarse íntimamente vinculados con la administración general del
servicio sanitario de la comunidad o de la nación. Deberán comprender un servicio
psiquiátrico para el diagnóstico y, si fuere necesario, para el tratamiento de los casos de
enfermedades mentales.
22.2) Se dispondrá el traslado de los enfermos cuyo estado requiera cuidados especiales,
a establecimientos penitenciarios especializados o a hospitales civiles. Cuando el
establecimiento disponga de servicios internos de hospital, éstos estarán provistos del
material, del instrumental y de los productos farmacéuticos necesario para proporcionar
a los reclusos enfermos los cuidados y el tratamiento adecuados. Además, el personal
deberá poseer suficiente preparación profesional.
2) Todo recluso debe poder utilizar los servicios de un dentista calificado.