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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

NOTAS DE CLASE1:
Las Cuentas Nacionales y los Números Índice.

AUTOR: A. Arakaki.

MATERIA: Macroeconomía y Política Económica (278).

CÁTEDRA: Dr. Daniel Pérez Enrri.

PROFESOR: Lic. Marcelo Wiñazky.

1
Estas notas de clase fueron pensadas y escritas como material de estudio para los estudiantes del curso de
Macroeconomía y Política Económica del profesor Lic. Marcelo Wiñazky de la cátedra del Dr. Daniel Pérez
Enrri. Actualmente se encuentran en estado de elaboración, por lo cual se solicita que todos los horrores, errores
u omisiones encontradas sean remitidas a ger_ar85@yahoo.com.ar.
ÍNDICE.

INTRODUCCIÓN. ................................................................................................................... 1
I. LAS CUENTAS NACIONALES. ................................................................................... 1
I.1. Objetivos e Inconvenientes Para Alcanzarlos. ............................................................... 1
I.2. Métodos de Estimación del Producto. ............................................................................ 4
I.2.a. Método del Producto o del Valor agregado. ........................................................ 5
I.2.b. Método del Gasto. ................................................................................................. 5
I.2.c. Método del Ingreso. .............................................................................................. 7
I.2.d. La relación entre los tres métodos. ...................................................................... 8
I.3. Bases de Estimación. ........................................................................................................ 8
I.3.a. ¿Bruta o Neta?...................................................................................................... 9
I.3.b. ¿Interna o Nacional? ........................................................................................... 9
I.3.c. ¿Precios de Mercado o Costo de Factores? ....................................................... 10
I.3.d. El vínculo entre las bases y los métodos de estimación. ................................... 11
I.4. La Medición a Precios Corrientes y a Precios Constantes. ........................................ 12
II. LOS NÚMEROS ÍNDICE. ............................................................................................ 14
II.1. Distintos tipos de índices. ............................................................................................... 15
II.2. El Índice de Precios Implícitos (IPI) o el deflactor del PIB ........................................ 16
II.3. El Índice de Precios al Consumidor (IPC). .................................................................. 16
III. BIBLIOGRAFÍA CITADA Y CONSULTADA. ......................................................... 18
IV. PÁGINA CONSULTADAS. .......................................................................................... 18
INTRODUCCIÓN.
La macroeconomía es la rama dentro de la Economía que se encarga de estudiar las
variables económicas agregadas, como el producto de la economía en su conjunto (la totalidad
de los bienes y servicios finales producidos por la misma) o la evolución de los precios de
todos los bienes y servicios (el nivel agregado de precios). En este sentido, la información
estadística cumple un rol fundamental debido a que, en primer lugar, permite analizar la
relación entre las distintas variables macroeconómicas, por ejemplo entre el ingreso y el
consumo o entre la inflación y el desempleo. En segundo lugar, la información respecto a los
agregados macroeconómicos resulta relevante para realizar diagnósticos sobre el desempeño
económico. Finalmente, y en relación con esta última cuestión, constituye la principal
herramienta para la elaboración y evaluación de políticas macroeconómicas. Es por estas
razones que la primera unidad de la materia versa sobre la forma de construir y leer esa
información agregada respecto de las principales variables de la economía.
En este marco, las presentes notas de clase tienen por objetivo presentar los distintos
métodos de construcción de la información referida a los agregados macroeconómicos. A los
fines de ordenar la exposición, las mismas estarán divididas principalmente en dos capítulos.
Mientras que en el primero analizaremos la medición de la riqueza, sus métodos de
cuantificación y sus formas de presentación, el segundo estará destinado a la presentación de
una herramienta muy frecuente en el análisis macroeconómico como lo son los números
índice. A su vez, cada uno de estos capítulos será dividido en secciones. El primero posee
cuatro, en las cuales se desarrollarán los objetivos que se proponen las Cuentas Nacionales y
los inconvenientes que se enfrentan para alcanzarlos (sección I.1); luego, las formas de
medición y de presentación de la información en un momento dado del tiempo (secciones I.2
y I.3); y, finalmente, las particularidades que presenta el estudio de la evolución de la riqueza
generada en el tiempo (sección I.4). El segundo capítulo posee tres, en las cuales
presentaremos los distintos tipos de índices que usualmente se emplean en la macroeconomía
(sección II.1), y los índices más frecuentemente mencionados en la literatura y en los medios
de comunicación (secciones II.2 y II.3, respectivamente). Al final de estas notas incluimos la
bibliografía y las fuentes de información citadas y consultadas para la elaboración de este
material.

I. LAS CUENTAS NACIONALES.


I.1. Objetivos e Inconvenientes Para Alcanzarlos.
Según Ferrucci (1997, pp. 1), “la contabilidad nacional tiene como objetivo describir el
proceso de producción, distribución y uso de la riqueza dentro de una sociedad y un período
de tiempo determinado”1 (resaltado del autor). Ahora bien, ¿qué es lo que se entiende por

1
En economía se suele distinguir entre variables stock y variables flujo. Con respecto a esta distinción Müller
(1998, pp. 17-18) señala que “diremos que medimos una variable stock, toda vez que la mensuración es
realizada en un instante de tiempo. […] Nos encontramos en cambio con una variable flujo cuando se trate de
una medición que se realiza a lo largo de un período de tiempo” (resaltado del autor). Luego, amplía esta
diferencia afirmando que “las variables stock, al estar definidas para un instante del tiempo, revelan aspectos o
dimensiones estáticas de una entidad u objeto; esto es, se refieren a su estado. […] Las variables flujo, al
requerir para la mensuración el paso destiempo, reflejan necesariamente aspectos o dimensiones dinámicas,
esto es, miden procesos. No por ello, sin embargo debemos deducir que existen fenómenos estáticos y

-1-
riqueza para la economía? La teoría económica imperante entiende que la riqueza está
conformada por todos los productos materiales (bienes) y servicios que contribuyen, directa o
indirectamente, a satisfacer las necesidades y deseos de la población. Por lo tanto, la riqueza
en este sentido debería ser el resultado de la suma de todos los bienes y servicios generados
por dicha economía.
Ahora bien, ¿resulta satisfactoria esta forma de estimar la riqueza de una economía o
presenta algún tipo de inconveniente? Para responder a este interrogante, analicemos qué
ocurre con el proceso productivo. Como todos sabemos, este último involucra diferentes
etapas y a medida que los bienes las atraviesan van siendo transformados hasta encontrarse en
condiciones de ser utilizados por el consumidor final2. En función de esto, “los bienes que se
producen son de dos tipos: de ‘consumo intermedio’ […] y de ‘consumo final’” (Ferrucci,
1997, pp. 4)3. Entonces, si se consideraran todos los bienes y servicios elaborados por una
economía en un período de tiempo determinado, por ejemplo el pan y la harina necesaria para
producirlo, se incurriría en el denominado “problema de la doble contabilización”. En otras
palabras, se estaría duplicando la imputación de muchos bienes. Continuando con el ejemplo
anterior, estaríamos considerando dos veces la harina, cuando sólo se posee el pan.
A los fines de evitar este inconveniente resulta necesario restringir el universo de bienes y
servicios incluidos en la definición de riqueza, y considerar sólo los finales. En consecuencia,
de ahora en más se podrán distinguir los conceptos de producción y de producto, siendo el
primero “el suministro de mercancías y servicios, en un período de tiempo, a través de las
entidades productivas” (Monteverde y Sallaberry, 1981, pp. 4), y que, por ende, tiene en
cuenta tanto los bienes y servicios finales como los intermedios; mientras que el segundo
refiere sólo a los bienes y servicios finales. En este sentido, algunos autores afirman que es
por esta razón que “la capacidad productiva de un país está expresada por su ‘producto’ y no
por su ‘producción’” (Ferrucci, 1997, pp. 4).
Habiendo resuelto esta cuestión, a las Cuentas Nacionales se les presenta otro problema.
Siempre que se quiera medir algo (por ejemplo la altura de una persona, su peso, el volumen
de un recipiente, etc.) es necesario establecer una unidad de medida (en los casos anteriores
pueden ser centímetros o metros; kilos o gramos; cm3 o litros; respectivamente). En el caso de
querer estimar el producto de un país nos encontramos con que todos esos bienes y servicios
que lo integran se expresan de formas diferentes y que, por lo tanto, se miden de formas
diferentes (así pues, las naranjas se miden por kilos, la leche en litros, las facturas por unidad,
etc.). En otras palabras, “dado que en principio podría contarse con datos individuales de
producción de cereales, ganado, kilowatts de electricidad, etc., es evidente que no puede
arribarse a un total de esos bienes por tratarse de cantidades heterogéneas” (Monteverde y
Sallaberry, 1981, pp. 5). Entonces, ¿qué unidad de medida debería utilizarse? Este es el

dinámicos: lo real se desarrolla necesariamente a lo largo del tiempo; lo que varía es nuestro objetivo y criterio
de medición” (resaltado del autor). Teniendo en cuenta esta diferencia, se puede deducir que, por lo dicho en la
definición del objeto de las Cuentas Nacionales, las mismas centran su atención en las variables flujo, no así en
las stock.
2
Es importante marcar, como lo hace Kennedy (2008, pp. 2), que “evidentemente, en el caso de los llamados
servicios, el acto de la producción y consumo son simultáneos”.
3
Nótese que Ferrucci sólo distingue entre bienes intermedios y finales, por lo dicho en la nota al pie anterior.

-2-
“problema de la unidad de medida” o, como otros autores lo llaman, el “problema de la
agregación”.
Según Müller (1998, pp. 20) frente a este inconveniente se plantean dos posibilidades. La
primera de ellas consiste en “desistir de plano de la búsqueda de indicadores globales,
aceptando la heterogeneidad en las producciones y consumos”, mientras que la segunda “se
orienta hacia la búsqueda e identificación de una dimensión común a los efectos de la
mensuración en forma agregada”. Resulta obvio afirmar que en caso de elegir la primera
opción se estaría negando la posibilidad de contabilizar la riqueza en forma agregada y, por
ende, la existencia de las Cuentas Nacionales y del análisis macroeconómico; y más evidente
aún, que la economía ha optado por la segunda.
Entonces, ¿qué unidad de medida se utiliza para homogeneizar todos esos bienes y
servicios finales producidos en la economía? Monteverde y Sallaberry (1981, pp. 5)
responden que “para ello, podría pensarse en expresar la producción en unidades de energía,
unidades de horas de trabajo u otras, pero aunque estas mediciones serían factibles, no están
suficientemente desarrolladas. Se recurre entonces a una unidad común de medida que es la
moneda, ya que […] el mercado ofrece el mecanismo unificador por medio del cambio de
bienes por dinero”. Por lo tanto, la forma en la que se resuelve este inconveniente es valorizar
todos estos bienes y servicios, es decir multiplicar la cantidad producida de cada uno de ellos
por su respectivo precio, obteniendo una medición homogénea y así poder adicionarlos.
Ahora bien, este recurso no es perfecto, ya que a partir del mismo surgen nuevas
complicaciones4. En primer lugar, ¿qué sucede con los bienes que no se intercambian en el
mercado o que si bien se intercambian, en algún caso puntual, no tienen precio? Frente a esta
pregunta, Dornsbusch y Fischer (1991, pp. 41) afirman que “no existe un principio único para
tratar estos casos peculiares, sino que más bien se aplica una serie de convenciones”. Así, por
ejemplo, algunas actividades, como por ejemplo los servicios del ama de cada, sencillamente
se omiten, mientras que otras, como los servicios del sector público, se valoran según su
coste5. Por lo tanto, frente a la contradicción entre los enunciados de la teoría (todos los
bienes susceptibles de satisfacer necesidades y escasos en cantidad tienen precio) y la práctica
(la existencia de bienes que aún cumpliendo con esas características no tienen precio), la
solución que encuentran las Cuentas Nacionales resulta ser puramente metodológica.
Un segundo problema está relacionado con el análisis de la evolución de la riqueza a lo
largo del tiempo. Por lo dicho hasta el momento, la forma de medir la riqueza generada por

4
Estos inconvenientes son sólo manifestaciones de algunos problemas conceptuales que presenta el
mainstream o corriente principal dentro de la economía. Las discusiones teóricas que se encuentran por detrás y
las alternativas planteadas para superar estos inconvenientes no serán desarrolladas en las presentes notas de
clase, ni en las clases destinadas a exponer estas cuestiones, debido a que exceden los contenidos de un curso de
Macroeconomía y Política Económica. Por lo tanto, nos limitaremos a presentar las soluciones que han
propuesto las Cuentas Nacionales. A quienes estén interesados en profundizar estos contenidos se les recomienda
la lectura de Kennedy (2008) e Iñigo Carrera (2007).
5
En este mismo sentido, Monteverde y Sallaberry (1981, pp. 5) sostienen que “este principio [el de contabilizar
los bienes con precio] es general, pero pueden incluirse algunas transacciones que no se transan en el mercado,
por ejemplo producción de bienes para consumo propio, el pago del salario en especie, el servicio por alquiler
de viviendas imputado a los propietarios que ocupan sus inmuebles, etc.”. Sin embargo se “[…] excluye toda la
producción de servicios para autoconsumo final dentro de los hogares (excepto los servicios producidos por el
personal doméstico remunerado) y la producción por cuenta propia de servicios de las viviendas ocupadas por
sus propietarios”.

-3-
una economía en un período de tiempo consistía en multiplicar las cantidades producidas a lo
largo del mismo por sus respectivos precios, por lo tanto en la expresión resultante de dicha
operación se encuentran reflejados tanto los efectos de las primeras como de los segundos. En
otras palabras, un aumento del producto, se puede explicar por un crecimiento de las
cantidades y/o de los precios. Para graficar esta situación supongamos una economía en la
cual se elaboran sólo 2 bienes finales (A y B). En el cuadro que se encuentra a continuación
tenemos la cantidad producida en un determinado año –año 1– y tres posibles escenarios
futuros –año 2 (a), año 2(b), año 2 (c)-.
Cuadro 1: Ejemplificación de los cambios en cantidades y precios.
Bien A Bien B
Año Producto
Cantidad Precio Cantidad Precio
1 4 4 2 2 20
2 (a) 8 4 4 2 40
2 (b) 4 8 2 4 40
2 (c) 6 5 4 2,5 40
Así, en el año 2 (a), el crecimiento del producto del 100% se explica por un aumento de
las cantidades producidas; en el año 2 (b), ese mismo crecimiento se debe a un aumento de los
precios; y, finalmente, en el año 2 (c), el crecimiento del producto es el resultado de la
combinación de ambos movimientos.
Ahora bien, anteriormente habíamos dicho que la riqueza es la masa de bienes y servicios
finales producidos, pero el producto puede crecer como consecuencia del aumento de las
cantidades, de los precios o de ambos. Lo que es más, existe la posibilidad de que las
cantidades producidas se reduzcan y los precios crezcan en tal medida que compensen aquella
caída, dado por resultado un aumento del producto. Por lo tanto, se observaría una
contradicción entre lo que indica la medida de la riqueza y lo que verdaderamente ocurrió con
la misma. Entonces, ¿no debería aislarse el efecto de los precios? ¿Cómo hacen las Cuentas
Nacionales para lograrlo?
Por el momento dejaremos todas estas preguntas sin contestar, ya que consideramos
prioritario analizar las particularidades de la estimación de la riqueza en un momento de
tiempo dado. Es por ello que, en la próxima sección presentaremos y desarrollaremos los
distintos métodos utilizados para la medición del producto; y, luego, se introducirán las
distintas formas de expresar la información económica, según las variables que sean
consideradas. Una vez concluido este desarrollo, en la sección I.4, retomaremos la cuestión de
la evolución de la riqueza en el tiempo.

I.2. Métodos de Estimación del Producto.


Como fuera dicho anteriormente, las Cuentas Nacionales se proponen estudiar el proceso
de producción, uso y distribución de la riqueza. Para el análisis de cada una de estas
dimensiones de la riqueza se ha propuesto un método en particular. Es por ello que la presente
sección estará dividida en cuatro partes, una por cada método y una más dedicada a la relación
entre ellos y las particularidades del caso argentino.

-4-
I.2.a. Método del Producto o del Valor agregado.
A través de este método se busca contestar el siguiente interrogante: ¿cuánto produce la
economía y quiénes son los sectores productores? Para responderlo se clasifican y se agrupan
las transacciones productivas por sectores de actividad.
17 17 17

 VAB   VBP   Insumos


i 1
i
i 1
i
i 1
i

Como se puede observar en la ecuación presentada anteriormente, se obtiene un Valor


Bruto de Producción para cada uno de los sectores y los Insumos utilizados por el mismo para
la producción. La diferencia es el Valor Agregado o, en otras palabras, la suma de bienes y
servicios finales generados por ese sector. Luego, estos valores se adicionan para obtener un
monto referido al total de la economía.
Los insumos deben restarse principalmente por dos razones. En primer lugar, para evitar
la duplicación. En segundo lugar, para poder obtener una referencia en relación con la
productividad de cada sector, dado que si no se restaran los insumos, se estaría
sobreestimando la productividad de aquellos sectores que utilizan insumos caros y agregan
poco valor a las mercancías que venden.
I.2.b. Método del Gasto.
En este caso, lo que se intenta responder es ¿qué se produce y cómo se utiliza? Para ello
diremos que las entidades productoras elaboran bienes y servicios, los cuales se pueden
utilizar de dos formas diferentes:
1. Algunos bienes y servicios se destinan a producir otros bienes (insumos o productos
intermedios). En este caso, se trata de mercaderías o servicios que son cargados a los
costos corrientes de producción por las empresas.
2. Otros son de utilización o consumo final. Estos pueden ser utilizados por
 las Familias. En este caso, se utilizan para satisfacer necesidades humanas. Algunos
bienes no se consumen de inmediato o en un período determinado, pero si su destino
son las familias, se consideran de consumo.
 el Gobierno. Los servicios brindados por el Gobierno se consideran de utilización final
por la colectividad, se valúan por el costo incurrido para producirlos: el consumo
intermedio de mercaderías y servicios, y remuneración de los asalariados.
 las Empresas. Son bienes que no se consumen totalmente o de inmediato en el primer
uso, sino que se utilizan en varios períodos de producción (bienes de capital o de
inversión).
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, en una economía cerrada, la oferta está dada
por el producto de esa economía (PBIpm6), el cual es demandado por distintos agentes

6
En la próxima sección (I.3. Bases de Estimación) explicaremos el significado de las letras que acompañan a la
“P” que refiere a producto. Por el momento, considérese que el PBIpm refiere al producto sin ningún otro tipo de
determinación.

-5-
(consumo privado (C), consumo público (G) e inversión bruta interna7 (IBI)). De esta forma,
la oferta y la demanda serían iguales a:
OG  PBI pm
DG  C  G  IBI
Por definición: OG ≡ DG8.

PBI pm  C  G  IBI

En cambio, en una economía abierta a la oferta se le suman aquellos bienes y servicios


provistos por el resto del mundo (importaciones, M); mientras que a la demanda se le deben
agregar los que son producidos por nuestro país, pero enviados a otro (exportaciones, E).

OG  PBI pm  M
DG  C  G  IBI  X

Por definición: OG ≡ DG

PBI pm  M  C  G  IBI  X
PBI pm  C  G  IBI  X  M

Por lo que se demostró anteriormente, la ecuación macroeconómica fundamental (PBIpm ≡


C + G + IBI + X - M) refleja la relación entre la oferta y la demanda de bienes. En realidad,
no se trata de una ecuación, sino más bien de una identidad, es decir que, dado que la oferta es
igual a la demanda, se cumple por definición. Pero ¿es cierto que la oferta es siempre igual a
la demanda? En principio se podrían pensar en dos posibilidades, que la demanda sea mayor a
la oferta o que la oferta sea mayor a la demanda. En ambos casos opera una cuenta de ajuste
denominada “variación de existencias”, la misma se encuentra dentro de la inversión y se
encarga de corregir estas diferencias. En caso de que la variación de existencias sea positiva
lo que está ocurriendo es que hay producción excedente, es decir que no se logra vender, la
cual se considerada que es adquirida por parte de la misma empresa que la produce (se supone
que quiere mantener cierto nivel de stock). En cambio, si dicho componente fuera negativo,
las familias están adquiriendo parte del stock que acumulaban las empresas (se supone que las
firmas deciden reducir sus existencias).

7
Nuevamente, en la próxima sección (I.3. Bases de Estimación) explicaremos qué implica que la inversión sea
bruta e interna.
8
OG refiere a Oferta Global, mientras que DG a Demanda Global. En algunos textos, se hace alusión a Oferta
Agregada (OA) y Demanda Agregada (DA) para referir a los mismos conceptos.

-6-
En base a esto, consideramos importante aclarar que la cuenta de Inversión puede
desagregarse de diferentes maneras, una de las más comunes es la que se encuentra a
continuación:
IBI
IBIF. Gasto en bienes que aumentan la capacidad productiva (bienes de capital o de
producción).
Construcción
Equipo durable de producción
Var. Ex. Constituye un tipo adicional de utilización de la producción similar al de la
acumulación de bienes de capital en el sentido que ambas representan una preservación de
parte de la producción del período para su uso en otro.

Cuadro 2: Composición de la Oferta Global y Demanda Global (en miles de pesos).


Precios corrientes. Período 1993 - 2006.
OG DG
IBI
PBIpm M Total C G X Total
IBIF V. E.
1993 236.505 22.028 258.533 163.676 31.953 45.069 1.494 45.069 258.533
1994 257.440 27.300 284.740 180.007 33.948 51.331 69 51.331 284.740
1995 258.032 26.038 284.070 176.909 34.446 46.285 1.452 46.285 284.070
1996 272.150 30.148 302.298 186.487 34.023 49.211 4.196 49.211 302.298
1997 292.859 37.414 330.273 203.029 35.325 56.727 4.264 56.727 330.273
1998 298.948 38.667 337.616 206.434 37.353 59.595 3.097 59.595 337.616
1999 283.523 32.763 316.286 198.869 38.908 51.074 -428 51.074 316.286
2000 284.204 33.070 317.274 197.044 39.175 46.020 3.811 46.020 317.274
2001 268.697 27.604 296.301 185.164 38.037 38.099 3.888 38.099 296.301
2002 312.580 41.792 354.372 193.482 38.245 37.387 -3.459 37.387 354.372
2003 375.909 55.311 431.220 237.567 42.997 56.903 -3.724 56.903 431.220
2004 447.643 82.233 529.877 281.189 49.826 85.800 -2.014 85.800 529.877
2005 531.939 102.072 634.011 326.276 63.359 114.132 -3.102 114.132 634.011
2006 654.439 125.863 780.302 386.305 81.248 152.838 -2.124 152.838 780.302
Fuente: Elaboración propia con datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

I.2.c. Método del Ingreso.


A través de este método se intenta responder ¿cómo se distribuye el resultado de
explotación de las distintas actividades? Para ello se distingue entre los dos factores que
participan del proceso productivo:
1. Trabajo. Aporta su esfuerzo en relación de dependencia y recibe salarios como
remuneración.
2. Capital – Empresario. Aporta tierras, bienes inmuebles, maquinarias, etc. y su
remuneración incluye beneficios, intereses y rentas.

-7-
Dado que el producto de todo lo generado debe ser distribuido entre estos dos factores, el
ingreso de la economía resultará de la suma de lo que estos, en forma agregada, perciban.

YNN cf  W  SNE (utilidade s, etc.)

I.2.d. La relación entre los tres métodos.


Suponiendo que las bases de estimación (ver I.3. Bases de Estimación) son las mismas, a
través de cualquiera de los tres métodos debería arribarse al mismo resultado, básicamente
porque con los mismos se está estimando la riqueza social, pero desde tres perspectivas
diferentes (su producción, su uso y su distribución).

Producto  Ingreso  Gasto Final

Por lo tanto, el producto, en teoría, se puede calcular por cualquiera de los tres métodos.
De hecho, diferentes organismos internacionales -por ejemplo Naciones Unidas- recomiendan
emplear al menos dos de ellos de forma tal de poder chequear los resultados obtenidos. Sin
embargo, en nuestro país sólo se usa el primero de ellos, es decir el método del valor
agregado. ¿Qué problemas presentan los otros dos? A través del método del ingreso, la masa
salarial se puede estimar, fundamentalmente, en base a datos del Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones (SIJP), de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y el Censo
Nacional de Población y Vivienda (CNPV), pero no el superávit neto de explotación (SNE).
Algunos componentes de este último se pueden conocer, pero acceder a otros resulta muy
complicado por diferentes razones, por ejemplo en algunos casos para resguardar la seguridad
personal; evitar la proliferación de la competencia; o evadir impuestos. Es por ello que el SNE
se estima por diferencia. Por otra parte, en el método del gasto, el consumo público se puede
conocer (los gastos deben estar todos registrados9); la inversión, también (se estima por la
oferta, son pocas las empresas que producen los bienes de capital); los datos de exportaciones
e importaciones surgen del Balance de Pagos10; pero el consumo se debe estimar por residuo.
Ahora bien, habiendo desarrollado los diferentes métodos de estimación, quedan
pendientes las preguntas en relación con las base de estimación (es decir, las distintas formas
de presentar la información económica calculada por las Cuentas Nacionales), cuestión que
será tratada en la próxima sección.

I.3. Bases de Estimación.


Al momento de presentar cada método de estimación, no sólo vimos que la riqueza
adoptaba denominaciones distintas, sino que también se encontraba acompañada por
diferentes letras. Estas últimas hacen referencia a los componentes que cada una de esas

9
Obviamente, esto no significa que el dinero se haya utilizado para lo que se declara. Sin embargo, la discusión
respecto a la confiabilidad de las cuentas públicas excede los alcances de estas notas de clase y del desarrollo de
la clase misma, razón por la cual evitaremos realizar cualquier tipo de comentario adicional al respecto.
10
Este herramental será presentado en la segunda parte del curso en la unidad correspondiente al Sector
Externo. Por el momento, sólo diremos que se trata de un instrumento en el cual se registran todas las
transacciones realizadas entre residentes y no residentes de un determinado país.

-8-
estimaciones incluyen, los cuales varían según la finalidad de dichas estimaciones. Es por ello
que esta sección se dividirá en cuatro partes, una por cada base de estimación y una última de
cierre, en el cual se expondrán algunos motivos por los cuales los métodos
I.3.a. ¿Bruta o Neta?
Bruta: es aquella que computa el nivel de actividad (o inversión, según lo que se esté
observando) sin deducir la parte de la producción que es necesario destinar a reponer el
desgaste del stock de capital instalado. Es decir que incluye los gastos necesarios para que la
capacidad productiva se mantenga constante.
Neta: deduce del concepto bruto la depreciación por el consumo del capital fijo existente.
Cuando la inversión no incluye el gasto en la reposición del capital.
¿Cómo se hace para pasar de la base bruta a la neta? Por lo dicho anteriormente, se deduce
que a la inversión neta habrá que sumarle las depreciaciones para que estén expresadas en
términos brutos, y viceversa, es decir que a la bruta habrá que restarle las asignaciones para la
reposición del capital desgastado en el proceso productivo para obtener la neta.

I  IBI  INI  Deprec .

Si quisiéramos desagregar un poco más la inversión, la presentación sería la siguiente:

I  IBI  IBIF  Var . de Ex.  INIF  Deprec .  Var . de Ex.

En términos del producto esto se vería de la siguiente manera:

PBI  PNI  Deprec .

Es importante tener en cuenta que, en realidad, el producto será bruto o neto en función de
la inversión, es decir si la misma es bruta o neta, respectivamente.
I.3.b. ¿Interna o Nacional?
Interno: se considera todo lo generado dentro de la frontera de un país (la unidad económica
es el país), independientemente de si el que lo produjo es residente del país o residente del
resto del mundo. Considero empresas extranjeras en Argentina, pero no las argentinas en el
exterior.
Nacional: en este caso, el criterio es que las unidades productivas sean nacionales,
independientemente de dónde se encuentren.
¿Cómo se hace para pasar de la base interna a la nacional? Se utilizan los ingresos netos
de factores en el exterior (YNFE)11, cuyo saldo puede ser positivo o negativo, según el
sentido en el que se dé el mayor volumen de transferencias de ingresos.

PBN  PBI  (YNFE )

11
También se conocen con el nombre de rentas netas de factores en el exterior (RNFE).

-9-
Con respecto a esta partida denominada YNFE es necesario hacer una aclaración. Por la
forma en la que se construye el Sistema de Cuentas Nacionales, la misma está vista desde el
resto del mundo. Concretamente esto significa que el cálculo se hace de la siguiente manera:

YNFE  Egresos  Ingresos

Es por ello que la partida lleva un menos adelante, para que quede expresada, ya no en
términos del resto del mundo, sino en términos de Argentina. Pensemos en el siguiente
ejemplo. Si su signo fuera negativo, significaría que el volumen de capitales que están
ingresando en Argentina es superior al de aquellos que salen. En ese caso, el PBN, es decir
aquel que considera todo lo producido por los argentinos, debe ser mayor al PBI, el cual
contabiliza sólo lo producido al interior de las fronteras de nuestro país. Ahora bien, si no le
cambiáramos el signo, la cuenta quedaría expresada de la siguiente manera:

PBN  PBI  YNFE

Lo cual estaría indicando que, en realidad, el PBI es mayor al PBN (piénsese que al PBI
se le está restando un número mayor a cero y que como resultado nos está dando el PBN). Es
por ello que resulta necesario incluir el menos adelante, de forma tal que la expresión sea:

PBN  PBI  (YNFE )  PBI  YNFE

En este caso, el paréntesis que contiene las YNFE indica que se trata de un saldo negativo,
y es por ello que al anularlo la expresión resultante es una suma. Como se puede observar, en
este caso, el PBI será necesariamente menor al PBN, ya que al primero hay que adicionarle un
número mayor a cero para igualar al segundo.
I.3.c. ¿Precios de Mercado o Costo de Factores?12
Precios de mercado: si la medición se realiza al valor al que se consigue dicho bien en el
mercado, pero contiene un componente impositivo.
Costo de factores: en cambio, en este caso se sacan los impuestos indirectos netos de
subsidios13 para ver el cambio en la capacidad productiva del país, sin la distorsión en los
precios introducida por el gobierno.

12
Aclaración: La distinción entre precios de mercado y costos de factores ha dejado de utilizarse desde hace
unos años. Actualmente las mediciones se realizan a precios de mercado y a costos del productor, una de las
diferencias es que en esta última forma de estimar las variables también se resta el transporte. Esta nueva
metodología es un poco más elaborada, pero su compresión resulta menos intuitiva, es por ello que se ha optado
por conservar la vieja clasificación.
13 Las siguientes definiciones fueron extraídas del texto de

Impuestos indirectos: “son los impuestos que se cobran a los productores en relación con la producción,
venta, compra o uso de bienes y servicios, que han de cargarse a los gastos de producción” (Monteverde y
Sallaberry, 1981, pp. 17). Estos han de pagarse por una unidad de algún bien, ya sea por una suma especificada
de dinero por unidad de cantidad o en un porcentaje especificado del precio por unidad del bien que se negocia.
Su denominación obedece al hecho de que son pagados por sujetos diferentes de los que se intenta gravar, se
trasladan de un sujeto a otro y afectan el valor de la producción.
Subsidios: incluye todas las donaciones por cuenta corriente que las industrias reciben de las administraciones
públicas, con el fin de permitir un precio de venta de producción inferior al que resultaría de sus costos

- 10 -
¿Cómo se hace para pasar de la base precios de mercado a la costo de factores? A las
variables valuadas a precios de mercado hay que restarle la incidencia del Estado en el nivel
de precios, es decir los impuestos indirectos netos de subsidios. O, en caso de querer pasar de
una valuación a precios de mercado, a la realizada a costo de factores habrá que sumarle los
impuestos y restarle los subsidios.

PBI cf  PBI pm  (Ti  Ts )

Piénsese en el caso en el cual el Estado cobra por impuestos indirectos un monto superior
al que otorga a través de los subsidios (es decir que Ti es mayor que Ts), por lo cual la
incidencia del Estado eleva los precios, debido a que los impuestos indirectos tienden a
incrementar los precios y este efecto no es compensado por el de los subsidios, que los
disminuyen. Por lo tanto, el PBIpm, es decir aquel que incluye los impuestos indirectos netos
de subsidios, deberá ser mayor que el PBIcf y, por ende, el término que se encuentra entre
paréntesis, es decir Ti - Ts, deberá restar para que se cumpla la igualdad. Por lo dicho
anteriormente, esto será así ya que el resultado del paréntesis será positivo y tiene un menos
adelante. Lo contrario sucederá en el caso de que los subsidios sean mayores a los impuestos.
Por último, cuando los impuestos indirectos sean iguales a los subsidios, no habrá diferencias
entre el PBIcf y el PBIpm.
I.3.d. El vínculo entre las bases y los métodos de estimación.
Como fuera dicho anteriormente, al estimar la riqueza por alguno de los métodos
mencionados se obtiene un resultado expresado en determinadas bases. Nos detendremos en
particular en los casos del método del gasto y el método del ingreso.
El primero de ellos arroja un resultado en términos brutos, internos y a precio de mercado.
Al querer saber cómo se utilizó la totalidad de los bienes finales producidos, el resultado
deberá estar expresado en términos brutos, ya que esto nos permite distinguir aquella porción
destinada a la reposición del capital desgastado. Por otra parte, dado que se considera sólo lo
producido por aquellas personas (físicas o jurídicas) ubicadas dentro del país (nótese que las
importaciones se restan), la estimación debe ser, lógicamente, en términos internos.
Finalmente, dado que la totalidad de lo producido en un año se divide entre los distintos
consumidores y estos adquieren los productos en el mercado, la valuación de los bienes será a
precios de mercado.
El segundo de los métodos, intenta dar cuenta de la forma en la que se distribuye la
riqueza. En este sentido, la porción destinada al sostenimiento de la capacidad productiva del
país -es decir, las depreciaciones- no podrá ser apropiada por ninguno de los agentes de la
economía. Por lo tanto, la estimación deberá realizarse en términos netos. Por otra parte, dado
que lo que interesa saber es cómo se distribuye entre los distintos factores, el total al que se
debe hacer referencia es aquel que surge del proceso productivo, es decir sin la incidencia del
estado. Entonces, la riqueza deberá estar valuada a costo de factores. Finalmente, los motivos
por los cuales se expresa en términos nacionales parecen responder más a convenciones

(Monteverde y Sallaberry, 1981; CONADE-CEPAL, 1965). Los subsidios que otorga el gobierno a la
producción de determinados bienes contribuyen a disminuir el valor de la producción, con el objeto de facilitar o
promover su utilización por parte de los agentes a los que están destinados. Son considerados como si se tratara
de impuestos indirectos negativos sobre productos.

- 11 -
establecidas que a requerimientos propios del fenómeno que se pretende estudiar, es por ello
que no realizaremos comentarios al respecto.
Ahora que hemos analizado los inconvenientes y las formas de medir la riqueza en un
momento determinado del tiempo, en el apartado siguiente retomaremos el problema de su
evolución en el tiempo.

I.4. La Medición a Precios Corrientes y a Precios Constantes14.


El problema que habíamos dejado planteado en la sección I.1 era ¿cómo hacen las Cuentas
Nacionales para dar cuenta de la variación de las cantidades cuando sus estimaciones
incluyen, por el hecho de necesitar una medida homogénea, tanto precios como cantidades?
Este inconveniente se resuelve mediante la distinción entre las mediciones a precios corrientes
y a precios constantes, siendo las primeras aquellas en las cuales tanto los precios como las
cantidades de la estimación corresponden al mismo año. Estas presentan el problema
planteado anteriormente, dado puede cambiar el precio, las cantidades o ambas. Ahora bien,
dado que, por lo dicho más arriba, no nos interesa la variación de los precios, sino el
crecimiento de la economía en términos productivos, se debe buscar una forma diferente de
estimación. Entonces, las estimaciones a precios constantes constituyen una alternativa. En las
mismas se utilizan los precios de un año denominado “año base” y las cantidades de los
distintos años. De esta forma, “su elaboración periódica proporcionará series de tiempo que
describen los movimientos de los flujos reales de la economía con prescindencia de las
variaciones derivadas de cambios en los precios” (Monteverde y Sallaberry, 1981, pp.41).
Gráfico 1: Evolución del PBIpm, a precios corrientes y constantes (en millones de pesos).

700

650

600

550

500 PBIpm a precios


corrientes
450

400

350

300

250 PBIpm a precios


constantes
200
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Fuente: Elaboración propia con datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

14
Frecuentemente, en la literatura se hace referencia a las variables (expresadas en términos) nominales y reales,
en lugar de hablar de variables a precios corrientes o precios constantes. En este caso, sólo por una cuestión de
comodidad, elegimos utilizar estas últimas expresiones.

- 12 -
Ahora bien, ¿se trata de una verdadera solución? Para poder responder esta pregunta
tenemos que considerar que, como afirma Müller (1998, pp. 106), “existen dos tipos de
variabilidad. Por un lado, los que podríamos denominar variación del ‘nivel general de
precios’, esto es, el incremento o disminución de todos los precios en forma simultánea. Por
el otro, la variación de precios relativos, o sea, el cambio en la relación de precios entre los
diferentes bienes o servicios”. Está claro que en la práctica no es posible distinguir entre estas
dos variaciones, ya que las mismas se manifiestan simultáneamente. Pero como señala este
mismo autor “debe destacarse que es la variación de precios relativos lo que más daña a este
sistema de medición; si en una situación hipotética, variaran uniformemente todos los
precios, el efectos sobre el sistema de medición podría corregirse fácilmente, mediante un
único coeficiente -procedimiento equivalente a un cambio de unidad de medida-
independientemente de cuál fuera la magnitud de la variación del nivel general de precios”
(Müller, 1998, pp. 106).
¿Por qué constituye un problema la variación de los precios relativos? Porque los precios
son quiénes ponderan las cantidades de todos los bienes y servicios. En palabras de Kennedy
(2008, pp. 6) “esto significa, simplemente, que la variación de las cantidades producidas de
cada bien tendrá en la medida de la riqueza una incidencia diferente según sea el peso que
se le haya otorgado en el año base en función de la estructura de precios relativos”
(resaltado del autor). A los fines de ejemplificar esta afirmación, este autor presenta el
siguiente ejemplo:
Cuadro 2: Ejemplificación de los efectos de la medición a precios constantes.
Bien A Bien B Producto a
Año Evolución15
Cantidad Precio Cantidad Precio pr const
1 4 4 2 2 20 100
2 (a) 8 2 36 180
2 (b) 4 4 24 120
2 (c) 4 6 28 140
Fuente: Kennedy, 2008, pp. 7.

En el cuadro precedente se observan variaciones alternativas en las cantidades producidas


de cada bien y su efecto en el producto a precios constantes (comparadas con el caso 1). En el
caso 2 (a) se observa una duplicación en las cantidades producidas del bien A, en
consecuencia el producto a precios constantes crece un 80%16. En el caso 2 (b) se puede
observar que un crecimiento en la misma proporción de las cantidades del bien B no tienen el
mismo efecto, dado que el producto sólo crece un 20%. El último caso fue incorporado a los
fines de mostrar que aún en el caso en que las cantidades del bien B crezcan en la misma
cuantía (en términos absolutos) que lo hicieron las del bien A en el ejemplo 2 (a), el efecto

15
Surge del cociente entre el producto a precios constantes del año vigente y el producto a precios constantes
del año base (el año 1).
16
La tasa de crecimiento se calcula con la siguiente fórmula:
X t  X t 1
X t ,t 1 
X t 1
Donde,
X es una variable cualquiera (en este caso el índice de cantidades), cuyos subíndices indican a qué año refieren.
En caso de que sea t refieren a un determinado período de tiempo (año, trimestre, mes, etc.) y t-1 al previo.
X es la tasa de variación de la variable X.

- 13 -
sobre el producto a precios constantes es distinto, ya que el mismo crece sólo un 40%, es
decir la mitad que en el caso a. En base a esto, Kennedy (2008, pp. 7) resume lo dicho
anteriormente al señalar que “[…] dada la estructura de precios relativos vigente en el año
base, las variaciones en la producción del bien A ponderan el doble que las
correspondientes al bien B” (resaltado del autor).
¿Cuál es la consecuencia que tiene este problema sobre la evolución de la riqueza,
entendida como el producto a precios constantes? Dada la relación inversa que existe entre
precios y cantidades, “[…] a medida que nos alejamos del año base, se produce una
sobrevaluación en las tasas de crecimiento de los agregados dado que los sectores de
mayores tasas de crecimiento son valuados con una ponderación relativa superior a la que
poseen después de transcurrido cierto período” (Monteverde y Sallaberry, 1981, pp. 42). En
otras palabras “[…] a medida que nos alejamos del año base, los sectores de menor tasa de
crecimiento son ponderados con un peso relativo menor, de modo que se produce una
subestimación en sus tasas de decrecimiento” (Kennedy, 2008, pp.8).
Las Cuentas Nacionales fueron incapaces de ofrecer una respuesta que pudiera superar
estos problemas. En consecuencia, frente a esta situación se limitan a poner el énfasis en los
requisitos que debe cumplir el año base17 y la actualización del mismo, sobre todo cuando un
país haya atravesado períodos inflacionarios considerables.
Habiendo llegado a este punto, a continuación presentaremos los números índice, los
cuales constituyen el herramental que nos permite obtener las estimaciones a precios
constantes.

II. LOS NÚMEROS ÍNDICE.


Un número índice es un indicador que intenta reflejar la variación de los precios o las
cantidades de un bien o una canasta de bienes. La utilidad de este tipo de herramental cobra
mayor relevancia en el análisis macroeconómico, ya que, en este caso, contamos con un gran
número de bienes y una gran diversidad de precios por cada uno de ellos. Por lo dicho
anteriormente, al estudiar las variables agregadas los cambios observados pueden responder a
variaciones en los precios o en las cantidades. Sin embargo, resulta de interés distinguir entre
ellos. Algo similar ocurre con los números índice, razón por la cual los mismos se podrán
clasificar en índices de cantidades y de precios. Por otra parte, tradicionalmente se consideran
dos alternativas para la construcción de los índices (la fórmula de Laspeyres y la de Paasche),
cuya diferencia radica en la estructura de ponderación. Por lo tanto, en total tendremos cuatro
índices distintos. A continuación realizaremos una breve presentación de los mismos.

17
Según Monteverde y Sallaberry (1981, pp. 44) “ […] al año base suelen imponérsele cinco condiciones:
1. que sea un año reciente;
2. de elevado nivel de crecimiento;
3. en el que hayan prevalecido condiciones normales de mercado;
4. de modo que el conjunto de precios de la economía haya variado lo más uniformemente posible, y
5. para el cual exista abundante información estadística de precios y cantidades”.

- 14 -
II.1.Distintos tipos de índices.
Índices de Laspeyres.

IPL 
 p q
t 0
IQL 
p 0  qt
 p q
0 0 p 0  q0

Donde,
p y q refieren a los precios y a las cantidades, y
los subíndices 0 y t refieren al año base y al año corriente, respectivamente.
En el caso de los índices de Laspeyres, la variable que actúa como ponderador es fija. En
otras palabras, los ponderadores se construyen en el año base y se mantienen hasta el
momento de reemplazarlo por otro. Así, cuando se trata de un índice de precios, éstos varían
mientras que las cantidades se mantienen constantes. Para su cálculo, se construye una
canasta de bienes en el año base y luego se calcula el cociente entre el valor de esa misma
canasta a los precios actuales en relación con la canasta a precios del año base. En cambio, en
el índice de cantidades, los precios vigentes en el año base cumplen el rol de ponderadores. La
operatoria es similar a la estimación del producto a precios constantes, sólo que en este caso
también se expresa en forma de índice.
Índice de Paasche.

IPP 
 p q
t t
IQP 
 p q
t t

 p q
0 t  p q
t 0

Donde,
p y q refieren a los precios y a las cantidades, y
los subíndices 0 y t refieren al año base y al año corriente, respectivamente.
A diferencia de los índices de Laspeyres, en este caso los ponderadores son móviles, es
decir, los ponderadores se construyen en el año vigente, cambiando todos los años. Entonces,
cuando se trata de índices de precios, la canasta de bienes utilizada para estudiar la variación
de los precios cambia año a año. Por lo tanto, para la construcción del índice se valúa una
canasta actual según los precios actuales y se la compara con esa misma canasta a los precios
del año base. Algo similar ocurre con el índice de cantidades, pero en este caso los precios
funcionan como los ponderadores.
Los índices de Paasche presentan dos inconvenientes para su construcción. En primer
lugar, el hecho de tener que renovar los ponderadores período a período obliga a incurrir en
operativos muy arduos y costos de actualización. En segundo lugar, resulta muy complicado
reunir información en el año base de un ponderador que se construirá en un período posterior.
Así, por ejemplo, en el caso del índice de precios se debe reunir precios (en el año base)
correspondientes a productos que actualmente no, pero en el futuro quizás sí integren la
canasta de bienes representativos. Finalmente, al cambiar todos los años la canasta, el índice
sólo puede ser comparado con el del año base y no entre años, dado que, por ejemplo, en el
caso de los precios, corresponden a bienes distintos. Por su parte, los índices de Laspeyres no
presentan ninguna de estas desventajas. En primer lugar, se construye una canasta
representativa una vez cada cierto período de tiempo –en general, se hace cada diez años-. En
segundo lugar, al construirse en el año base, el proceso de construcción de los ponderadores

- 15 -
resulta menos costoso que en el caso de los índices de Paasche. Finalmente, como se mantiene
la misma estructura de ponderación a lo largo del tiempo, es posible comparar entre los
distintos índices. Sin embargo, estos índices presentan el problema de la desactualización. A
los fines de graficar esta situación, se puede pensar en un índice de precio en el cual se utiliza
una canasta determinada, la cual puede estar integrada por bienes que desaparecen del
mercado o que dejan de ser representativos. Es por este motivo que se sugiere mantener
actualizado el año base y que cumpla con las propiedades mencionadas previamente.
Para concluir este capítulo, las próximas dos secciones estarán destinadas a una breve
presentación del Índice de Precios Implícitos y el Índice de Precios al Consumidor, dos
índices frecuentemente mencionados en la literatura macroeconómica y en los medios de
comunicación, respectivamente.
II.2.El Índice de Precios Implícitos (IPI) o el deflactor del PIB
Dornbusch y Fischer (1991, pp. 50) afirman que “el deflactor del PNB es la relación entre
el PNB nominal [es decir, a precios corrientes, AA] de un año dado y el PNB real [o sea, a
precios constantes, AA], y es la medida de la inflación entre el período corriente y aquel al
que corresponden los precios base utilizados para calcular el PNB”. En Estados Unidos (país
de origen de los autores), el PNB se utiliza con mayor frecuencia que el PIB (o PBI), es por
ello que los autores hacen referencia al producto expresado en dichas bases. Sin embargo, en
nada cambia que reemplacemos la expresión en términos nacionales por otra en términos
internos, como es más frecuente expresar a la suma de los bienes finales producidos en la
economía. En este caso, el IPI o deflactor del PIB se calcularía de la siguiente manera:

IPI 
PBI pm a pr . ctes

p t  qt
PBI pm a pr . cons p 0  qt

Como fuera dicho anteriormente, el PBI a precios corrientes es igual a la sumatoria de la


totalidad de las cantidades de los distintos bienes y servicios finales producidos en una
economía multiplicados por los precios vigentes en ese mismo año, mientras que el PBI a
precios constantes es equivalente a las mismas cantidades multiplicadas por los precios del
año base. Por lo tanto, el cociente de estas dos expresiones resulta equivalente a un índice de
precios de Paasche, ya que las cantidades varían año a año, y en cambio en el numerador los
precios refieren al año corriente y en denominador al año base.
II.3.El Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Según lo establece la metodología del INDEC (1999) “el principal objetivo del IPC-GBA
base 1999 es medir la evolución de los precios de un conjunto de bienes y servicios
representativos del gasto de consumo de los hogares residentes en la Ciudad de Buenos Aires
y los 24 partidos del Gran Buenos Aires en comparación con los precios vigentes en el año
base” (resaltado del autor).
A partir de esta definición, resulta importante aclarar que existen dos acepciones erróneas
en el uso cotidiano. En primer lugar “aunque muchas veces se toma a este índice como
indicador de inflación, se debe tener en cuenta que este término hace referencia a un
concepto más amplio que comprende, además de las variaciones en los precios de los bienes

- 16 -
y servicios de consumo de los hogares, la evolución de los precios de los bienes y servicios
exportados, de los utilizados como consumo intermedio de las industrias y de los destinados a
la acumulación como inversión bruta fija o variación de existencias. Además, la evolución de
los precios que pagan los consumidores no siempre tiene una correspondencia con la de los
precios que reciben los productores, dado que las variaciones en los impuestos y subsidios
sobre los productos modifican las proporciones en las que el Estado y los hogares se hacen
cargo de los pagos por esos bienes y servicios” (INDEC, 1999) (resaltado del autor). Al
respecto, también es importante mencionar que aunque se propusiera medir la inflación, la
misma no estaría dada por el IPC sino por la evolución del mismo en el tiempo18. A su vez,
resulta importante aclarar que “el IPC-GBA mide cómo evolucionan –en promedio- los
precios de esa canasta [aquella representativa del gasto del gasto de consumo de los hogares
en el GBA], pero no cuánto vale en un momento del tiempo” (INDEC, 1999) (resaltado del
autor).
En segundo lugar, “el IPC no es un índice de costo de la vida (ICV), aunque es frecuente
que reciba esta denominación. Un índice del costo de la vida es un concepto teórico que
busca reflejar los cambios en el monto de gastos que un consumidor promedio destina para
mantener constante su nivel de satisfacción, utilidad o nivel de vida, aceptando –entre otras
cosas- que pueda intercambiar permanentemente su consumos entre bienes y servicios que le
brindan la misma satisfacción por unidad de gasto” (INDEC, 1999) (resaltado del autor), lo
cual no es posible con el IPC, entre otras razones, porque se trata de un índice que se
construye con la fórmula de Laspeyres.

18
La forma de calcular la evolución es a través de la utilización de la tasa de crecimiento, cuya expresión está
incluida en la nota 11.

- 17 -
III. BIBLIOGRAFÍA CITADA Y CONSULTADA.
CONADE-CEPAL (1965), “Distribución del ingreso y cuentas nacionales en Argentina”,
Tomo I, Buenos Aires, Argentina.
Dornbusch, R. y S. Fischer (1991), “Macroeconomía”, Quinta Edición, McGraw Hill, Madrid,
España.
Ferrucci, R. (1997), “Lecturas de macroeconomía y política económica”, Ediciones Macchi,
Buenos Aires, Argentina.
Iñigo Carrera, J. B. (2007), “Conocer el capital hoy. Usar críticamente El Capital.”, Editorial
Imago Mundi, Buenos Aires, Argentina, septiembre.
Kennedy, D. (2008), “La medición de la riqueza social“, Buenos Aires, Argentina. Mimeo.
Monteverde, E. y N. Sallaberry (1981), “Cuentas nacionales: Nociones.”, Gerencia de
Investigaciones y Estadísticas Económicas del B.C.R.A. de la República Argentina,
Buenos Aires, Argentina, marzo.
Müller, A. E. G. (1998), “Economía descriptiva. Nociones de cuentas nacionales e
indicadores socioeconómicos.”, Catálogos - FCE - UBA, Buenos Aires, Argentina, abril.

IV. PÁGINA CONSULTADAS.


Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
http://www.indec.gov.ar
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación (MECON).
http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/infoeco.html

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