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Dignidad humana: es el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y valorado

como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares, por el solo
hecho de ser persona.

La dignidad es uno de los pilares de la equidad, la igualdad y la libertad, pues en el momento


en que nos convencemos (o nos dejamos convencer) de que un tipo de personas o una
persona puntual carecen de dignidad, sentiremos que podemos tratarla como si fuera menos
que un ser humano.

Las características de la persona humana son:

 Poseen valores es consciente de lo bueno y lo malo

 Poseen inteligencia para decir que elegir, que hacer o cómo actuar

 Posee sentimientos que son innatos

 Es un ser social
Según el código civil, son personas todos los entes susceptibles de adquirir derechos, o
contraer obligaciones.

DEMOCRACIA: Es una palabra que proviene del griego y significa “poder del pueblo”. Debido a
que es imposible que todas las personas se reúnan para resolver los problemas comunes en los
países democráticos, los ciudadanos eligen a sus representantes para que lleven a cabo esa
tarea.

La democracia se basa en la igualdad. Por eso, para que haya democracia, todas las personas
deben tener los mismos derechos y las mismas obligaciones, ambos reglamentados por las
leyes.

Un derecho básico para la vida en democracia es la libertad de expresión: todas las personas
tienen la posibilidad de expresar sus ideas. Para que ese derecho se pueda ejercer es
importante respetar las ideas ajenas aunque difieran de las propias.

Democracia directa (o participativa)


La democracia directa es aquella en la que el mayor rango posible de decisiones le es
consultado al pueblo, mediante referendos, asambleas y otros tipos de mecanismo consultivo,
de modo que sea el colectivo quien tome las decisiones directamente.

En ellas es frecuente la conformación de asambleas de participación popular, de las que


emergen delegados o voceros encargados de hacer ascender a las instancias de poder las
peticiones y resoluciones tomadas localmente.

Este tipo de democracia es la que mayor grado de cercanía entre el pueblo y el gobierno
permite. Sin embargo, presenta la desventaja de multiplicar las instancias burocráticas y de
enlentecer y encarecer el proceso de toma de decisiones, puesto que las consultas y
referendos exigen tiempo, dinero y esfuerzo.
Democracia indirecta (o representativa)
En esta forma de democracia, la soberanía de la nación reside en los representantes populares,
electos mediante el sufragio, ya sea de tipo directo (las personas eligen a sus representantes) o
de tipo indirecto (las personas eligen delegados que, a su vez, eligen a los representantes).

Este sistema democrático funciona en base a la consideración de que no todo puede


someterse a una consulta popular, al menos no si se desea tener un Estado operativo y
encargado de más asuntos que la constante consulta de la voluntad popular.

De modo que esta última se transfiere a un número de representantes políticos libremente


electos, para que tomen las decisiones pertinentes, es decir, para que interpreten y ejecuten la
voluntad del pueblo.

La democracia representativa puede a su vez ser de los siguientes tipos:

Democracia parlamentaria. Aquella en la que la jefatura de gobierno es ejercida por un Primer


Ministro perteneciente al ala ejecutiva del parlamento (legislativo).

Democracia presidencialista. Aquella en la que el poder ejecutivo recae sobre un presidente


electo mediante el sufragio popular directo, independiente de las labores del poder legislativo.

Democracia soviética. Aquella en la que los trabajadores y ciudadanos pertenecientes a ciertos


sectores o locaciones eligen delegados ante un concejo de poder político local (llamados
tradicionalmente soviets), quienes a su vez eligen representante ante los soviets regionales, de
los cuales emergen representantes ante las altas instancias gubernamentales

Democracia semidirecta
Para algunos autores, existe una tercera forma de democracia que combina algunos elementos
de la directa y la indirecta, constituyendo así una democracia “semidirecta”.

En este caso, el poder político es controlado por gobernantes electos mediante el sufragio
popular, pero la mayoría de sus decisiones deben ser respaldadas por el pueblo, a través de
referendos, consultas o plebiscitos. Mediante este tipo de democracias se busca dar con una
opción intermedia que sea más eficiente que la democracia directa, pero que no distancie
tanto al pueblo del ejercicio del poder, tanto al pueblo del ejercicio del poder, cosa frecuente
en las democracias representativas, en que una clase política termina constituyéndose en una
élite.

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