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El programa del curso comprende en sus primeros 4 temas, aspectos de Química Inorgánica
Estructural, mientras que los 7 temas restantes están dedicados al estudio de la Tabla
Periódica; este abordaje no es individual sino por grupo de elementos o series, como en el
caso de los metales de Transición.
Como recordarán, la Tabla Periódica se organiza en 7 períodos y 18 grupos que actualmente
se enumeran con números arábigos de manera corrida. Una anterior convención utilizaba
números romanos y designaba a los elementos Representativos (A) y a los de Transición (B);
de hecho, en alguna bibliografía, los elementos de los grupos encabezados por Fe, Co y Ni se
denominaban directamente VIII u VIIIB. También se usará la clasificación en bloques s, p, d o f,
de acuerdo a los orbitales que se estén completando. Hidrógeno, gases nobles y elementos
del Grupo 12 se estudian separadamente. En el caso particular de los metales de Transición,
se estudiará la 1° serie en forma horizontal, dividida en dos partes, separadamente de la 2° y
3° serie, que se abordarán conjuntamente de modo vertical. Esto se justifica en el hecho de
que, al igual que en el resto de la Tabla Periódica, los elementos que encabezan un grupo
tienen un comportamiento diferencial con respecto al resto de los elementos del mismo, es
decir sus congéneres.
Tema 1: Reactividad en Química Inorgánica
Análisis de parámetros termodinámicos y cinéticos relacionados con la
espontaneidad y labilidad de un proceso.
Nivel simbólico:
Fórmulas y ecuaciones que representan el fenómeno
Reacciones que transcurren SIN cambios en los números de oxidación de los elementos
cuando nos movemos de R a P. Cuando estos procesos transcurren en solución, se
denominan reacciones ÁCIDO – BASE.
Ejemplo: Ataque ácido a un carbonato insoluble en agua que permite disolverlo.
TEORIAS ACIDO-BASE
Un ácido fuerte será aquel que se desprotone (protólisis) en gran proporción y por tanto, no
tendrá tendencia a presentarse en forma indisociada, lo cual indica que su base conjugada
será débil.
Por su parte, un ácido que en solución se disocie poco, se considera débil y
comparativamente su base conjugada será fuerte (tenderá a aceptar protones generando
su ácido conjugado).
CO2 + H2O H2CO3
H2CO3 + H2O HCO3- + H3O+
Acido 1 Base 2 Base 1 Acido 2 (pares ácido-base conjugados)
HA H+ + A- HA
cuanto más se disocie el ácido, más elevada será la concentración de iones protones y menor la
concentración de la especie indisociada (HA), lo cual se refleja en un elevado valor de Ka.
Recordar que:
KaKb = Kw o bien, aplicando el operador matemático p ( - log),
pKa + pKb = pKw con lo cual, conociendo el valor de Ka puede calcularse la Kb de su base
conjugada y viceversa. Valores altos de Ka se corresponden a valores negativos de pKa.
(Constante de disociación del agua, Kw = 10-14 a 25 °C).
Para trabajar con soluciones diluidas de ácidos y bases, SORENSEN, propuso el concepto de pH.
Así, pH = - log [H+] para especies ácidas en solución; mientras que para soluciones de bases,
se define pOH = - log [OH-]. Puede demostrarse que: pH + pOH = pKw = 14
Para ácidos y bases fuertes (Ka o Kb ≥ 10) y monopróticos, la concentración de protones u
hidroxilos, es directamente igual a la concentración del ácido o de la base (o Ca, concentración
analítica). En cambio, para especies débiles con un único protón u oxhidrilo es:
[H+] = √(Ca Ka + Kw) o bien, [OH-] = √(Cb Kb + Kw)
El término Kw sólo se considera si Ca (o Cb) es ≤ 10-6 M.
PROPIEDAD Ácidos FUERTES Ácidos DEBILES
Ka grande pequeña
pKa negativo positivo
Posición del equilibrio desplazado a la derecha desplazado a la izquierda
de disociación
[H+]eq vs. CHA [H+]eq ≈ CHA [H+]eq < CHA
Esta interacción entre un ácido y una base de Lewis da lugar a la formación de aductos.
El gas amoníaco es un ejemplo interesante; cuando se disuelve en agua forma
hidróxido de amonio, una base DÉBIL, con lo cual queda evidenciado el carácter
básico según B – L del amoníaco. A su vez, el NH4OH puede considerarse una base
de Arrhenius, mientras que las moléculas de amoníaco que no se protonan pueden
actuar como bases de Lewis, cediendo el par de electrones aislado del átomo de
nitrógeno.
Algunos iones metálicos como Al(III), Fe(IIII), Cr(III) y Mn(II) tienen elevada afinidad
por oxígeno, y en solución acuosa se rodean de moléculas de agua en una geometría
octaédrica (complejación); la fuerte interacción entre el O del agua y el catión, debilita
en cierta manera, las uniones internas del agua, liberándose iones protones, con lo
cual se comportan como ácidos según los conceptos de B – L. Como consecuencia
de esta reacción de hidrólisis, sus soluciones son débilmente ácidas.
Ejemplo:
Los ácidos duros se combinan con bases duras mientras que ácidos blandos se combinan
con bases blandas.
Fe3+ Ti3+
Pearson
Clase a (duros): alta Clase b (blandos): baja
relación q/r y pocos relación q/r y muchos
electrones en la capa de electrones en la capa de
valencia valencia
Una forma más segura para calcular el potencial de la reacción o potencial de celda es
realizando la suma algebraica de los potenciales de electrodo de cada proceso.
Importante: Siempre que una especie se oxida, es necesario que otra se reduzca,
aceptando los electrones provenientes de la primera. En las reacciones redox es
fundamental identificar entonces la cupla de óxido-reducción. Estas reacciones se
balancean por el Método del ión-electrón.
Nuevamente, la espontaneidad de estas reacciones se rige por el cambio de Energía Libre
de Gibbs, cuya relación con la capacidad de una especie de perder electrones (oxidarse) o
bien, de ganarlos (reducirse) está dada por: Gº = -nFEº, donde n es el N° de electrones
involucrados, F la constante de Faraday (carga eléctrica que transporta un mol de
electrones; 96500 coulobios/mol) y Eº es la diferencia de potencial de la cupla oxidante-
reductor.
Este Eº debe ser (+) para que G° sea (-) y la reacción sea espontánea.
Los metales son agentes exclusivamente reductores y esta propiedad se utiliza en ciertas
metalurgias (por ejemplo, cloración y reducción con Mg°para obtener Ti°).
De acuerdo a su facilidad para oxidarse, los metales pueden clasificarse en activos o
electropositivos o poco activos, poco electropositivos.
Dentro del primer grupo (recuadros en negro en la Tabla Periódica anterior), tenemos a la
mayoría de los metales: alcalinos y alcalino – térreos (son los más reactivos y se oxidan
espontáneamente frente al aire o el agua), los elementos de la 1° serie de Transición
excepto cobre, elementos del bloque f, Al°, Sn°, Zn° y Cd°. Su Eºred es inferior al del H2
(es decir, de signo negativo); así, el proceso inverso, la oxidación, es de signo positivo,
indicando tendencia a oxidarse, que será mayor cuanto mayor sea el E correspondiente.
Estos metales se oxidan espontáneamente frente al protón que se reduce a H2 o frente a
cualquier cupla más positiva (ej. NO3-/NO2). Ejemplo:
Hemirreacción de oxidación-agente reductor (Eºox = 0,76 V)
Esta reacción constituye el ataque u oxidación de un metal por parte de un ácido y nos
permite por ejemplo, disolver el metal y preparar una solución del mismo. La oxidación de
metales por agentes atmosféricos (aire, humedad, etc.) se denomina corrosión.
Los metales poco electropositivos, son aquellos cuyo Eºred es (+), es decir que el
correspondiente Eºox es (-), lo cual se traduce como escasa tendencia a oxidarse.
Son el cobre, el plomo, el mercurio, los elementos de la 2° y 3° serie de Transición,
incluyendo el denominado grupo de los metales nobles (Ru, Os, Rh, Ir, Pd, Pt, Ag y Au),
justamente por su dificultad para oxidarse, con lo cual se encuentran en la naturaleza al
estado elemental.
Estos metales NO pueden atacarse con ácidos cuya especie oxidante es el protón, esto
es, NO desprenden H2 de un ácido.
Ejemplo:
Cu + 2 HCl(c) CuCl2 + H2 E°= -0,34 V + 0 V= -0,34 V (reacción NO espontánea)
De la misma manera que existe una clasificación de los metales en cuanto a su facilidad o
dificultad para oxidarse, los ácidos se clasifican de acuerdo a su poder oxidante.
Ácidos como el clorhídrico, el sulfúrico, el fosfórico, el perclórico, todos a temperatura
ambiente, se denominan ácidos minerales. Son aquellos donde la especie oxidante es el
protón del ácido, con lo cual, su capacidad de oxidar es limitada y atacan únicamente a los
metales activos; en caso de que el metal pueda dar más de un estado de oxidación, estos
ácidos lo llevan al menor de ellos, siempre y cuando sea estable.
Otros ácidos como el nítrico (concentrado o diluido hasta 2 M), o bien, los ácidos sulfúrico
y perclórico, concentrados y calientes, son ácidos oxidantes.
En estos casos, la especie oxidante ya NO es el protón, sino el anión del ácido quien se
reduce. Por ejemplo, a los gases NO2 o NO en caso del HNO3 concentrado o diluido,
respectivamente, o bien, al gas SO2 en caso del ácido sulfúrico concentrado y caliente.
Llevan a los metales al mayor de sus estados de oxidación e incluso oxidan a ciertos
elementos no metálicos.
Estos ácidos son capaces de oxidar a Cu°, Ag° y Hg°. Los metales nobles se oxidan con
mezclas de ácidos (agua regia –mezcla de ácidos HCl y HNO3 concentrados) y los demás
elementos poco activos también, o bien con mezclas alcalinas fundentes o agua
fluorhídrica (mezcla de ácidos H2F2 y HNO3 concentrados).
Ejemplo:
Cu + 2 H2SO4 (c y Ф) CuSO4 + 2 SO2 + 2 H2O
Aquí las condiciones ya no son las estándar (concentración de iones protones 1 M y 298
K) pues el ataque sólo transcurre si el ácido está concentrado y a elevada T.
A continuación se verá cómo se obtienen los potenciales de electrodo en condiciones
diferentes a las estándar.
Potencial en condiciones no estándar
La relación entre el potencial en condiciones normales y el potencial en condiciones
diferentes, puede calcularse por la ecuación de NERNST, que permite un tratamiento
riguroso de las energías involucradas en los procesos redox ya que tiene en cuenta T, P de
gases, concentración de las soluciones y pH.
El G fuera de las condiciones estándar se calcula según:
G = Gº + RT lnQ (cociente de reacción, es decir, la relación de concentraciones para
sustancias en disolución; es igual a Keq en el equilibrio).
-nFE = -nF Eº + RT lnQ; si ahora dividimos ambos miembros por –nF, obtenemos la
ecuación de Nernst:
Así, para el ataque a Cu° con H2SO4(C,ǿ), esta expresión puede rescribirse como:
E = Eº - RT/nF ln PSO2 [Cu2+]a/[H+]b [SO42-]c
a partir de la cual podemos deducir que un aumento de la T de reacción, alta concentración
del ácido y un descenso de la P parcial del gas (al trabajar a recipiente abierto),
aumentarán el valor de potencial haciendo más favorable el proceso.
Reacciones redox como el ataque a metales, no siempre pueden predecirse sólo en
base a los potenciales involucrados; en general, son procesos complejos en los
cuales intervienen muchos factores: grado de división del sólido, pH, presencia de
O2, halógenos en el medio, catalizadores, fenómenos de pasivación, etc.
La pasivación por ejemplo, hace que ciertos metales como el hierro, manganeso,
cromo, berilio, aluminio, magnesio y zinc, cuyos Eºred son (-), por tanto, sus Eºox
serán (+), lo cual indica que tienen tendencia a oxidarse, manifiesten resistencia
para hacerlo. Esto es debido a que, si el ataque es inicialmente muy violento, es
decir con ácidos oxidantes y concentrados, se forma inmediatamente una película
superficial de óxido hidratado, con un entramado muy fino, insoluble e impermeable,
que impide el acceso hacia el seno del metal de más moléculas del oxidante, con lo
cual la oxidación se detiene.
Con todo esto en mente, vemos que, si no siempre el hecho de que un proceso sea
espontáneo, determina que el mismo se produzca sin dificultades, menos probable aún es
predecir su velocidad. De manera empírica, se ha establecido que para que una reacción
redox transcurra con una velocidad apreciable (observable), es necesario que el E de la
cupla oxidante-reductor sea mayor o igual que 0,6 V para la transferencia de un electrón.
Este parámetro se denomina sobrepotencial.
Esto explica por qué hay metales que se oxidan fácilmente con el protón del agua (como
los de bloque s) mientras que otros que también tienen valores de Eºox (+) como el zinc o el
hierro, no.
Ered 2H+/H2 = - 0.059V pH. A pH 7, como en estos ejemplos, es -0,413 V, es decir que su poder
oxidante es menor que en soluciones ácidas.
Valor de Sobrepotencial: E cupla oxidante-reductor ≥ 0,6 V. Así, vemos que para Na°, el E
supera ampliamente el valor del sobrepotencial, con lo cual su oxidación es observable,
evidente. Lo contrario ocurre para el caso del Zn°, que sólo puede ser oxidado a bajo pH, o sea
a elevada concentración de protones (medio muy ácido).
Observando los Ered en cada etapa ( o el total, 1,229 V), se observa también que el oxígeno molecular
tiene elevada tendencia a reducirse (gran poder oxidante).
Caso del agua oxigenada:
➢ D. F. Shriver, P. W. Atkins, “Química Inorgánica”, 4ta Edición, Ed. Mc. Graw Hill,
Buenos Aires, 2006.