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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

TEMA: ACEPTACION Y RENUNCIA (DELACION)


DOCENTE

Galindo Valencia Oswald

INTEGRANTES:

APELLIDOS Y NOMBRES (1) : Vásquez Santamaria, María del Carmen


CÓDIGO (1) : U21311511
APELLIDOS Y NOMBRES (2) : Rodríguez Catillo, Sheryda Shayana
CÓDIGO (2) : U20306444
APELLIDOS Y NOMBRES (3) : Charrez Mercado, Camila Ursula
CÓDIGO (3) : U18212791
APELLIDOS Y NOMBRES (4) : Tipula Huanatipo, Patricia
CÓDIGO (4) : U18200878
APELLIDOS Y NOMBRES (5) : Quispe Huanca, Lizbeth Annie
CÓDIGO (5) : U20100497

PERU - 2022
Presentación
El presente texto sobre “aceptación y renuncia” a una herencia, como ocurre con la
mayoría de los testamentos o procedimientos sucesorios, la desheredación debe
expresarse mediante escritura pública ante notario o mediante escritura redactada
ante un juez encargado de probar la herencia e inscrita en los registros públicos.
En este sentido, es relevante destacar dos cuestiones. Por un lado, la aceptación de la
herencia, el cual está relacionada a una aceptación tácita, que demuestra cuando un
heredero entra en posesión de la herencia. Sin embargo, también existe la renuncia,
que sería todo lo contrario a lo que es aceptación; es decir que un heredero renuncia a
sus bienes sin revocabilidad de la misma.
Dedicatoria
El presente trabajo es fruto de nuestro esfuerzo y constancia, que va dedicado a
nuestro docente, quien, durante este ciclo, nos ha inculcado sus conocimientos con el
fin de hacernos amar nuestra carrera.
Introducción
El presente trabajo se denomina:” Aceptación y renuncia”. En ese sentido, tiene por
finalidad analizar el contenido de su origen, el análisis de los artículos del código civil,
que se relacionan a los derechos que adquiere una persona al momento de renunciar a
una herencia, comprendiendo de esta manera que la renuncia y la aceptación a un
bien es irrevocable y que se manifiesta a través de la voluntad.
Por ello, el presente trabajo pretende contribuir en el conocimiento de cuáles son las
causales de renunciar a una herencia o aceptar; solamente cuando existe libre
administración de bienes, donde no exista perjuicio de acreedores.
Mediante este trabajo se analizará desde un marco teórico, donde desarrollaremos
puntos importantes para el conocimiento sobre la aceptación y la renuncia de una
herencia, seguido de la legislación comparada y demás puntos, hasta alcanzar el
objetivo que se requiere.
Marco teórico
En la herencia vamos siguiendo el orden riguroso de los trámites a los que nos
enfrentaremos, con la pretensión de que los contenidos resulten sencillos y fácil de
comprender, terminaremos resumiendo lo expuesto a modo de esquema o guía
práctica. Una vez que, somos llamados a la herencia, es decir que, tenemos la certeza
de nuestra condición de herederos, el siguiente paso es aceptar o renunciar a la
misma. Y esta es la cuestión que nos ocupa y abordamos a continuación aceptar una
herencia significa asumir la condición de heredero con los efectos inherentes a la
titularidad y administración del patrimonio del causante que, después de los trámites
de partición, una vez adjudicados los bienes que correspondan pasarán a formar parte
del peculio personal.
La aceptación puede ser tácita cuando se realizan actos que significan la voluntad de
aceptar, quedando excluidos los actos de conservación o de administración provisional
por si solos. Se acepta expresamente, en virtud, de declaración de voluntad unilateral
de la persona llamada a la herencia, en un documento público o privado, manifestando
su intención inequívoca de erigirse en heredero con todas las consecuencias, se acepta
expresamente, en virtud, de declaración de voluntad unilateral de la persona llamada a
la herencia, en un documento público o privado, manifestando su intención inequívoca
de erigirse en heredero con todas las consecuencias. La aceptación pura y simple es la
emitida de forma expresa o tácita asumiendo la titularidad y administración del
patrimonio en el estado en el que se encuentre tanto el activo como el pasivo, es decir,
el heredero responderá de las deudas no solo en la cuantía que alcance el caudal
relicto, también con todos sus bienes personales presentes y futuros; otra opción es
aceptar con la reserva del beneficio de inventario, en este caso solo se responderá de
las deudas hasta donde alcancen los bienes inventariados.
La formación del inventario es una consecuencia del derecho a deliberar al que puede
acogerse el heredero, con el objeto de conocer el estado de la herencia, puede hacerse
judicialmente o ante notario, siempre con la citación de los acreedores. La renuncia o
repudiación, se define como una declaración de voluntad unilateral, formal y expresa,
en virtud de la cual, la persona llamada a la herencia manifiesta su deseo de no ser
heredero. Se realizará ante notario o el juez, a fin de que, conste frente a terceros su
existencia y produzca efectos. Puede ser abdicativa o pura y simple, acreciendo en la
proporción establecida por la ley o el testamento, según estemos ante una sucesión
intestada o testada, a los demás herederos, y en su defecto al estado o traslativa, a
favor de una persona determinada incrementando exclusivamente la adjudicación del
designado.
La renuncia o repudiación, se define como una declaración de voluntad unilateral,
formal y expresa, en virtud de la cual, la persona llamada a la herencia manifiesta su
deseo de no ser heredero. Se realizará ante notario o el juez, a fin de que, conste
frente a terceros su existencia y produzca efectos. Puede ser abdicativa o pura y
simple, acreciendo en la proporción establecida por la ley o el testamento, según
estemos ante una sucesión intestada o testada, a los demás herederos, y en su defecto
al estado. O traslativa, a favor de una persona determinada incrementando
exclusivamente la adjudicación del designado tanto la aceptación como la renuncia o
repudiación de la herencia, son una declaración de voluntad unilateral. No son actos
personalísimos, formando parte de la esfera de la representación legal en el supuesto
de los padres y tutores respecto a los hijos sujetos a patria potestad, y el tutelado. Es
irrevocable, solo se puede aceptar o renunciar una vez. De eficacia retroactiva a la
fecha del fallecimiento del causante. Incompatibles entre sí, o se acepta o se renuncia,
no siendo posible hacerlo a término o en parte.
El heredero que acepta o renuncia ha de tener capacidad de obrar plena, y no hallarse
incurso en causa de indignidad para suceder de las previstas en el artículo 757 del
Código Civil, las vulgarmente denominadas de desheredación. En el supuesto de
menores de edad, sujetos a patria potestad, son los padres titulares y en el ejercicio de
la misma, los que aceptarán o renunciarán a la herencia de sus hijos, como
administradores legales de su patrimonio.
En el caso de las personas vulnerables con capacidad de obrar modificada en régimen
de tutela, será el tutor como representante legal el que acepte o renuncie. Si se trata
de una curatela, el curador asistirá y complementará la capacidad de obrar limitada del
curatelado.
No olvidemos que tanto la aceptación como la renuncia de una herencia, es un acto
disposición patrimonial que, implica o puede implicar tanto la adquisición como la
pérdida de patrimonio debido a las cargas y deudas a las que se haya de hacer frente.
Los representantes legales, padres o tutores, siempre aceptarán a beneficio de
inventario, requiriéndose la autorización judicial para la aceptación pura y simple.
También para la renuncia, justificando fehacientemente las condiciones negativas del
patrimonio del causante y sus efectos perjudiciales para el heredero en situación de
vulnerabilidad.
En la línea descrita actuará el curador en su función de acompañamiento al cuartelado,
ratificando la aceptación a beneficio de inventario, y la renuncia cuando las cargas
sobrepasen el activo.
Las personas jurídicas, asociaciones, fundaciones, corporaciones etcétera, aceptaran o
renunciarán a la herencia a la que hayan sido llamadas por medio de sus
representantes legítimos, designados como tales en sus normas estatutarias. La
aceptación y la renuncia proceden una vez verificada la delación de la herencia,
acreditando la certeza de la muerte del causante, mediante los certificados de
defunción, últimas voluntades, copia autorizada del último testamento, o en su caso
del acta de declaración de herederos.
Tanto la aceptación como la renuncia son Actos voluntarios y libres, excepto en los
supuestos de aceptación necesaria de los artículos 1001 y 1002 del Código Civil, los de
aceptación cuando el heredero no acepta se le brinda la herencia al estado o los
pobres.
El efecto inmediato de la aceptación es hacer heredero al aceptante, con la
subrogación los derechos y acciones del fallecido, sucediéndole en las obligaciones,
tanto en deudas propias como ajenas que hubiera avalado personalmente.
La renuncia o repudiación priva del derecho a la herencia procediéndose, si la sucesión
es testada al llamamiento de sustitutos si se hubiesen designado a tenor del artículo
774 del Código Civil, por notoriedad, produciéndose si no los hubiere el efecto de
acrecimiento a los demás herederos, abriéndose en su defecto la sucesión intestada.
La renuncia
Dentro de nuestro marco jurídico, la definición de renuncia es la manifestación de la
voluntad que lleva a cabo el titular de un derecho a la dejación de este sin transmitirlo
a otra persona. Pero cabe resaltar que en el ordenamiento jurídico se establece una
serie de derechos a los cuales no se puede renunciar; solamente cuando son herencias
y legados, esta condición está establecida en el artículo 674 del nuestro Código Civil.
Artículo 674.- Renuncia a herencia y legado: Pueden renunciar herencias y
legados quienes tienen la libre disposición de sus bienes.
Es evidente que dicha renuncia, además de ser personal, debe ser en forma definitiva,
decisiva e inequívoca, como expresión indiscutible de la voluntad resuelta de la misma
persona, no sólo el reconocimiento de las acciones decisivas, por escrito y forma
expresa, pero también de forma indirecta.
Por otra parte, el artículo 676 del Código Civil en relación con el acreedor, si existe una
causa de perjuicio, puede impugnarse la demanda de renuncia dentro del plazo de 3
meses.
Artículo 676.- Impugnación de la renuncia por el acreedor: Si la renuncia causa
perjuicio a los acreedores del renunciante, éstos pueden impugnarla dentro de
los tres meses de tener conocimiento de ella, para que sea declarada sin efecto
en la parte en que perjudica sus derechos. La resolución que declare fundada la
demanda dispondrá, según la naturaleza de los bienes, su administración
judicial o su venta en pública subasta, para el pago de las deudas del
renunciante. El remanente, si lo hubiera, se trasmite a los herederos a quienes
favorezca la renuncia.
La demanda de impugnación se tramita como proceso sumarísimo.
Características
Las características de la renuncia se consideran actos jurídicos, ya que son
manifestación de la voluntad que crean relaciones jurídicas, en base a que están bajo
sanción de nulidad, según lo establece el artículo 219 del código civil.
Artículo 219.- Causales de nulidad: El acto jurídico es nulo: 1. Cuando falta la
manifestación de voluntad del agente. 2. Derogado. 3. Cuando su objeto es
física o jurídicamente imposible o cuando sea indeterminable. 4. Cuando su fin
sea ilícito. 5. Cuando adolezca de simulación absoluta. 6. Cuando no revista la
forma prescrita bajo sanción de nulidad. 7. Cuando la ley lo declara nulo. 8. En
el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca sanción
diversa.
Son voluntarias ya que no hay obligación de aceptar o renunciar a la herencia o
heredad. Salvo que haya acreedores que puedan reclamarlo. El artículo 676 del Código
Civil establece que es nula la renuncia a la herencia o la herencia con el fin de cobrar
una deuda.
La colación
Este término en el derecho se refiere a otorgar a la herencia misma todas las libertades
que el difunto otorgó a sus herederos forzosos durante su vida. Se da sólo si están de
acuerdo varios, porque si hay uno solo, se cobra toda la herencia.
“Junto a la colación se hace referencia también a la otra cara de la moneda, la
dispensa, ya que se trata de una materia de derecho dispositivo, de modo que
el causante puede decidir libremente con el único límite del respeto a lo que la
ley reserva a los herederos forzosos, que sí es de derecho imperativo”. (del
Castillo, 2016)
Impugnación de la renuncia
Como se vio en la primera parte, la impugnación de la renuncia se basa en la causa que
perjudica a la persona que poseerá los bienes, así como se establece en el artículo 676
del código civil.
Por otra parte, para que se pueda impugnar la demanda de renuncia a una herencia, se
debe establecer un acto previo por sucesión testamentaria, tal y como lo estable el
artículo 106:
Artículo 106.- inscripción de renuncia de herencia: Para la inscripción de la
renuncia de herencia, constituye acto previo la inscripción de la transferencia
por sucesión testamentaria o intestada.
Naturaleza jurídica de la impugnación jurídica
El medio de impugnación, entre sus “recursos”, es la conducta procesal de la parte que
cree que se ha ofendido la conducta decisoria del juez o tribunal, y por ello acude al
mismo u otro superior y le pregunta. revocar o cancelar las acciones onerosas de
acuerdo con el procedimiento que establezca la ley.
“El objeto de la impugnación es toda decisión judicial que sea en efecto posible
de recurrir. En otras palabras, el objeto de la impugnación es el acto procesal
que adolece de vicio o defecto y que el ordenamiento procesal permite su
impugnación. Por lo general, aunque no siempre, se tratará de resoluciones
propiamente dichas, las mismas que serán revisadas por el órgano superior
jerárquico a fin de determinar si procede o no la impugnación”. (Jordan
Manrique)
Existen todos los medios para impugnar las decisiones de los tribunales para evitar que
los errores de los jueces o de los tribunales conduzcan a decisiones injustificadas o
sustanciales de un solo lado.
¿Que debe probar el acreedor del renunciante?
Para que se pueda probar que el acreedor renuncia a los bienes, tiene que disponer
libertad de sus bienes, así como lo establece el artículo 674 del Código Civil, ya que
esta referido a a que una persona tiene la libertad de administrar sus bienes y tiene
plena capacidad civil para renunciar a ellas.
Artículo 674.- Renuncia a herencia y legado: Pueden renunciar herencias y
legados quienes tienen la libre disposición de sus bienes.
Por otro lado, se debe presentar la demanda en un plazo de 3 meses, para que se
pueda otorgar la resolución como fundada de forma pública, bajo lo que se establece
en los artículos 674, 676.
El acreedor tiene prioridad sucesoria sobre el heredero. Asimismo, para evitar que los
herederos actuaran en contra de los intereses de los acreedores, el legislador les
otorgó el derecho de reclamar una parte de sus créditos al renunciar a la herencia. Se
refiere a una línea de crédito que se firmó antes de que comenzara la herencia.
Por otra parte, el acreedor debe tomar en cuenta que la renuncia a la herencia no es
parcial, ni condicional, tal como se establece en el artículo 677 del código civil.
Artículo 677.- Carácter de la aceptación y renuncia: La aceptación y la renuncia
de la herencia no pueden ser parciales, condicionales, ni a término. Ambas son
irrevocables y sus efectos se retrotraen al momento de la apertura de la
sucesión.
¿Qué es la delación?
Es el llamamiento a aceptar una herencia.
Modelos en la historia
Aceptación
La aceptación de la herencia consiste o en una declaración unilateral de voluntad del
sucesor de querer ser heredero (aceptación expresa) o en la realización de
determinados actos a los que la Ley atribuye la consecuencia de ser heredero
(aceptación tácita).
Características
1: Ha de ser enteramente voluntaria y libre. El artículo 998 CC dice literalmente:
La aceptación y repudiación de la herencia son actos enteramente voluntarios y libres.
Sin embargo, hay casos en el Código Civil en los que no rige este principio, a saber:
Los de aceptación necesaria comprendidos en los artículos 1001 y 1002
2: Ha de ser realizada siendo conocida la delación. Por esto, el artículo 991 CC dice
que:
nadie podrá aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de la persona a quien
haya de heredar y de su derecho a la herencia. Según este precepto, el heredero tiene
que estar cierto de la apertura de la sucesión, es decir del fallecimiento del causante,
de la existencia objetiva del llamamiento y el título concreto por el que el heredero es
llamado.
3: Ha de ser un acto individual, tanto en el hecho de la aceptación, como en su forma;
así dice el artículo 1007 CC que:
cuando fueren varios los herederos llamados a la herencia, podrán los unos aceptarla y
los otros repudiarla. De igual libertad gozará cada uno de los herederos para aceptarla
pura y simplemente o a beneficio de inventario.
4: Ha de ser un acto realizado personalmente o por representante legal o voluntario.
No lo puede hacer el albacea ni el administrador de una herencia. La Sentencia de TS,
Sala 1ª, de lo Civil, 21 de diciembre de 1990 [j 6] ya declaró que la aceptación de
herencia un acto personalísimo y unilateral, dependiente de la sola voluntad del
llamado a la herencia, sin que necesite de la voluntad concurrente de otra persona
para su efectividad.
5: Es Irrevocable. Dice el articulo 997 CC que:
La aceptación y la repudiación de la herencia una vez hechas, son irrevocables y no
podrán ser impugnadas sino cuando adoleciesen de algunos de los vicios que anulan el
consentimiento, o apareciese un testamento desconocido que debe entenderse
revocatorio del que sirvió de base a la aceptación.
Clases de Aceptación
1) La unilateralidad. La declaración de voluntad del aceptante se perfecciona sin
que sea recibida por persona alguna y sin que requiera la declaración conforme
de otra parte. Si bien es cierto que la aceptación es la conformidad que el
llamado presta al deseo del testador, tal coincidencia de voluntades no implica
bilateralidad; nada tiene en común con la oferta y aceptación de un contrato,
sino que es condición iuris para la sucesión, bien distinta entre sí que no
supone, como en el contrato, el encuentro y conjunción de dos voluntades
actuales referidas a sujetos simultáneamente existentes y capaces; el instituido
heredero no es tal ni puede aceptar mientras el testador vive y cuando acepta,
el causante ya ha muerto.

2) No personalidad. Tanto la aceptación como la repudiación pueden hacerse por


representante con poder expreso para ello, pues son negocios jurídicos de
disposición (artículo 1713 del Código Civil). La representación podrá conferirse
incluso para aceptar o repudiar cualesquiera herencias, según se deduce del
hecho de no haber previsto el texto legal la personalidad de la adición o
repudiación, que, desde luego, pueden hacer los representantes legales.

3) Irrevocabilidad. Dispone el artículo 997 del Código Civil que "la aceptación y la
repudiación de la herencia, una vez hechas, son irrevocables". En el mismo
sentido, la jurisprudencia. La irrevocabilidad de la aceptación se afirma sin
excepción por la jurisprudencia [Sentencias TS de 23 de mayo de 1955, STS 16
de junio de 1961, STS 30 de septiembre de 1975, STS 12 de mayo de 1981) y
STS 15 de noviembre de 1985, entre otras muchas].

4) Indivisibilidad e incondicionalidad. Establece el artículo 990 del Código Civil que


"la aceptación o repudiación de la herencia no podrá hacerse en parte, a plazo
ni condicionalmente". La doctrina se pronuncia por la nulidad de una
aceptación en contra de lo aquí dispuesto, y no por la eliminación de la
modalidad accesoria bajo la cual se acepta, porque quien quiere parcial o
condicionalmente cuando la ley dice que no hay que querer de ese modo,
expresa una voluntad inidónea para conseguir el fin a que se dirige.

5) Certeza de la delación. Dispone el artículo 991 del Código Civil “nadie podrá
aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de la persona a quién haya de
heredar y de su derecho a la herencia. Según este precepto, el llamado tendrá
que estar cierto de la apertura de la sucesión, es decir, del fallecimiento del
causante, y de la existencia objetiva del llamamiento, y del título por el cual
ocurre éste".
6) Voluntario. El artículo 988 del Código Civil destaca que tanto la aceptación
como la repudiación son actos enteramente voluntarios y libres, carácter
esencial de su naturaleza de negocio jurídico.

7) Retroactiva al momento de la apertura de la sucesión producida por la muerte


del causante; lo que se corresponde con el sistema romano del Código Civil de
adquisición de la herencia y así lo proclama el artículo 989 del Código: "los
efectos de la aceptación y de la repudiación se retrotraen siempre al momento
de la muerte de la persona a quien se hereda".

8) Vicios de la voluntad. El artículo 997 del Código Civil preceptúa que la


aceptación y la repudiación "no podrán ser impugnadas sino cuando
adoleciesen de alguno de los vicios que anulan el consentimiento, o apareciese
un testamento desconocido". Siendo una y otros actos inter vivos, habrá que
atenerse aquí a la teoría general de los negocios jurídicos inter vivos, aun
habida cuenta de la diferencia entre un contrato, para los cuales el Código Civil
previene la disciplina de los vicios de la voluntad, y un acto o negocio jurídico
unilateral.

Efectos de la renuncia
Los efectos de la renuncia es la pérdida del derecho, la facultad o la acción objeto de
ella; dicha pérdida -salvo en el supuesto específico de la repudiación de la herencia
Diferencias entre la aceptación y la renuncia
Aceptación, constituye la manifestación expresa o tácita que hace el heredero, de
tomar para sí la herencia de su causante, con todas las consecuencias jurídicas
correspondientes.
La renuncia o repudiación, se define como una declaración de voluntad unilateral,
formal y expresa, en virtud de la cual, la persona llamada a la herencia, manifiesta su
deseo de no ser heredero.
Transmisión de la delación (art. 679 del CC)
El Artículo 679. - El derecho de aceptar o renunciar la herencia o legado se trasmite a
los herederos. En tal caso, el plazo del artículo 673 corre a partir de la fecha de la
muerte del primer llamado. Este derecho se pierde si los herederos renuncian a la
herencia dejada por el primer llamado.
Requisitos para transmitir la delación
El Artículo 660° del Código Civil establece que, desde el momento de la muerte de una
persona, los bienes, derechos y obligaciones que constituyen la herencia se transmiten
a sus herederos.
Legislación comparada (Ecuador)
El Código Civil, en su artículo 1248 es claro al indicar que “todo asignatario puede
aceptar o repudiar libremente” (Código Civil, 2019). indica que los sucesores, pueden
por derecho, aceptar pura y simplemente la herencia, hacerlo bajo beneficio de
inventario, o en su defecto repudiarla. Este derecho de los herederos opera de forma
libre y no puede ser restringido por el causante o por terceros.
En ese sentido, la legislación ecuatoriana manteniendo como finalidad fijar la
responsabilidad patrimonial y posición que mantendrá el heredero, exige la
configuración de un acto, sea expreso o tácito de aceptación; en el que la persona
llamada a suceder indique que acepta asumir los derechos y obligaciones que se
encuentran en el patrimonio del fallecido.
Al respecto el Código Civil señala que: La aceptación de una herencia puede ser expresa
o tácita. Es expresa cuando se toma el título de heredero; y es tácita cuando el heredero
ejecuta un acto que supone necesariamente su intención de aceptar, y que no hubiera
tenido derecho de ejecutar, sino en su calidad de heredero. (Código Civil, 2019, artículo
1264)
De lo que podemos interpretar del mismo cuerpo legal, los actos puramente
conservativos, y los de inspección y administración provisional urgente, no son actos
que suponen por sí solos la aceptación” (Código Civil, 2019, artículo 1266). Entendiendo
así que una herencia no se considera aceptada, si el heredero no ha efectuado algún
acto que permita delimitar que ha tomado el titulo o la condición de heredero.
Sin embargo, la legislación no es clara al definir exactamente qué tipo de actos se
configurarían como actos de aceptación de herencia, ni como se manifiestan o en que
podrían consistir. No existe un detalle que señale expresamente los actos que se pueden
catalogar como actos tácitos de aceptación, ya que por la naturaleza voluntaria que
mantienen, el aseverar que una persona cuenta además de la posesión con el ánimo de
constituirse como heredero, es una aseveración inexacta y que podría carecer de
sustento en muchas ocasiones.
De lo poco que se puede recabar de lo señalado en el Código Civil (2019), en el artículo
1267 indica que se considera acto de heredero, si es que al momento de la apertura de
la sucesión, este hubiere enajenado cualquier derecho resulte fruto de la herencia, con
cualquier finalidad, o aun para efectos de administración urgente; en este sentido, si es
que esta enajenación no fue previamente solicitada en procedimiento voluntario y
debidamente autorizada por un juez, es considerada como acto de tácito de heredero,
aun cuando la persona pueda señalar que no ha sido su ánimo obligarse en tal calidad
Al hablar en cambio de la aceptación expresa de la herencia, el Código Civil (2019) en su
artículo 1265, a diferencia de la tácita, señala que esta debe ser formalizada mediante
escritura pública, suscrita ante notario o mediante acto judicial. En caso de realizarlo
mediante escritura pública, el heredero de forma voluntaria realiza un acto formal
denominado posesión efectiva.
Según Calderón (2001) “la delación es una situación jurídica derivada de un derecho de
opción, mediante la cual los herederos mantienen la facultad de aceptar o repudiar la
herencia”. Pero no por el hecho de presentarse la delación, se debe presumir o aseverar
que, de forma automática, el heredero por ostentar la calidad de heredero, ha aceptado
la herencia del causante, ya que cuenta con la facultad para no hacerlo.
De otro lado, Echeverría (2018) señala que los asignatarios y los herederos quedan
fijados según el Código Civil, bajo criterios objetivos en función del parentesco de la
persona fallecida. Sin embargo, la herencia como tal, no se puede reputar como
aceptada, mientras estos herederos no lo hayan declarado así, ya sea de forma expresa
o tácita, habiendo realizado algún acto de heredero.
El Código Civil (2019) expresamente señala la función de la posibilidad de renuncia de
derechos indicando que “Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con
tal que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su
renuncia, Por su parte, el principio “N” Est heritier qui ne veut”6 citado por Jordán
(2006) indica que nadie puede ser obligado o ser tenido por heredero sin haber
aceptado la herencia que ha sido deferida, es decir, es necesaria la aceptación individual
de cada heredero respecto del patrimonio del causante.
Según lo señalado por Machado (2018), siendo la ley el título en la sucesión intestada y
el testamento en la sucesión intestada, la posesión efectiva, sirve como instrumento
demostrativo de la calidad de heredero y nada más. Como la posesión efectiva ni quita
ni da derechos, cumple esa función de acreditar la calidad de heredero, pero no se
requiere para disponer de los bienes hereditarios Machado (2018), Tal como se lo
mencionaba en el derogado Código de Procedimiento Civil (Derogado, 2015), que
señalaba que “La posesión efectiva no es necesaria para la validez de las ventas,
hipotecas u otros contratos relativos a los bienes hereditarios” (Código de
Procedimiento Civil, 2015, art. 679). Lo descrito en este articulado, no fue reformado ni
considerado en el nuevo Código Orgánico General de Procesos (2019) En este contexto.
La denominada posesión efectiva, ni es posesión ni es efectiva, simplemente sirve para
acreditar la calidad de heredero que la persona ya adquirió a la muerte del causante. En
el caso de la sucesión abintestato, donde el título es la ley, lo que hace el acta notarial
de posesión efectiva, es sustituir la incómoda situación en la que se encontraría el
heredero, al tener que llevar bajo el brazo a cualquier diligencia, el Código Civil, la
partida de defunción del causante y la partida de nacimiento del heredero; por lo que,
para evitar este percance, el acto se concentra en la posesión efectiva.
Hablando del caso concreto de Ecuador, si la posesión efectiva se exige como requisito
en el Registro de la Propiedad o en cualquier otra entidad, es para guardar la secuencia
registral de los bienes del causante, además de que sirve para que el heredero putativo,
aquel que se cree heredero y no lo es, pueda demandar con la posesión efectiva la
prescripción ordinaria del derecho de herencia.
En ese sentido, la naturaleza de la posesión efectiva se constituye como un mero acto
que realiza el heredero, que puede o no tener la declaración de aceptación de la
herencia, sino contiene la aceptación, por sí misma este instrumento no significa una
aceptación per se; lo que si tendrá significación de aceptación de la herencia es el uso
que el heredero haga con ella (Machado, 2018).

Jurisprudencia
EXP. N.° 01568-2013-PA/TC
TACNA
AMÉRICO GREGORIO
ALFARO ZABALA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 15 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los señores magistrados Vergara Gotelli, Calle Hayen y
Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Américo Gregorio Alfaro


Zabala contra la resolución de fojas 199, su fecha 19 de diciembre de 2012, expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Tacna, que declaró improcedente la
demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 30 de setiembre de 2011 el recurrente interpone demanda de amparo


contra Southern Perú Copper Corporation a fin de que se declare nulas e ineficaces la
carta de renuncia de fecha 9 de agosto de 2011 y la carta de aceptación de fecha 10 de
agosto de 2011, y que, en consecuencia, se disponga su reposición laboral como
operador de volquete de operaciones, más el pago de las remuneraciones, demás
beneficios económicos y los costos procesales. Manifiesta haber sido objeto de un
despido fraudulento, pues suscribió la carta de renuncia cuestionada bajo coacción y
engaño de su empleador, por lo que esta estaría viciada conforme a las causales
previstas en los numerales 1 y 5 del artículo 219 del Código Civil. Señala que al presentar
su desistimiento ante la empresa demandada con fecha 12 de agosto de 2011, esta le
responde que no puede ser atendida su solicitud por cuanto su renuncia voluntaria ya
había sido aceptada; motivo por el que acudió a su organización sindical, la cual remitió
la carta de fecha 23 de agosto de 2011, haciéndoles ver que los hechos cometidos contra
su persona lesionan sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral, el derecho de
sindicación y el derecho al debido proceso.

La emplazada contesta la demanda alegando que con la renuncia del


demandante se ha extinguido el contrato de trabajo por cuanto además de ser un acto
de voluntad unilateral tiene carácter recepticio, esto es, que dicho acto de voluntad no
requiere de aceptación o conformidad del empleador. Agrega que con los medios
probatorios adjuntados por el actor no se ha probado la existencia de algún acto de
coacción o intimidación que habría sufrido por la empresa demandada.

El Juzgado Civil de Gregorio Albarracín con fecha 13 de agosto de 2012, declaró


infundada la demanda por considerar que la carta de renuncia del recurrente de dar por
terminado el vínculo laboral con su empleador constituye un acto voluntario, y que de
los instrumentales adjuntados por el actor no se aprecia la existencia de un acto
simulado respecto de la intimidación que el demandante alega haber padecido por parte
de su empleador.

La Sala Superior revisora revoca la apelada y declara improcedente la demanda


por estimar que de lo actuado se ha determinado que el caso concreto es controversial
y complejo, por lo que la vía del amparo no es la vía idónea para reponer el supuesto
derecho vulnerado y que la controversia debe ser dilucidada al interior de un proceso
que cuente con etapa probatoria, de conformidad con el artículo 5, inciso 2 del Código
Procesal Constitucional.

FUNDAMENTOS

1. Delimitación del petitorio

El objeto de la demanda es la reposición del recurrente en el cargo que


venía desempeñando dado que habría sido despedido arbitrariamente. Alega la
vulneración de sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral, a la sindicación y
al debido proceso.

2. Consideraciones previas

En atención a los criterios de procedencia de las demandas de amparo relativas


a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de
la STC 00206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el
presente caso, procede evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido
arbitrario.

3. Sobre la afectación del derecho al trabajo y a la protección adecuada


contra el despido arbitrario

3.1. Argumentos del demandante


El recurrente alega que no podía ser despedido con el argumento de una
supuesta renuncia voluntaria al cargo, toda vez que fue forzado a suscribirla, sino
solo por una causa justa prevista en la ley.

3.2. Consideraciones del Tribunal Constitucional

3.2.1. El inciso b) del artículo 16 del Decreto Supremo 003-97-TR establece que la
renuncia o retiro voluntario del trabajador es una de las causas de extinción del
contrato de trabajo. En el artículo 18º dispone que “En caso de renuncia o retiro
voluntario, el trabajador debe dar aviso escrito con 30 días de anticipación. El
empleador puede exonerar este plazo por propia iniciativa o a pedido del
trabajador; en este último caso, la solicitud se entenderá aceptada si no es
rechazada por escrito dentro del tercer día”.

3.2.2 Al respecto, este Tribunal debe precisar que la renuncia voluntaria al centro de
trabajo constituye un acto unilateral del trabajador, mediante el cual este pone
en conocimiento de su empleador su deseo de extinguir la relación laboral
existente entre ambos. Dicho acto jurídico se configura como un acto de
carácter recepticio, por ello debe ser comunicado al empleador conforme a las
formalidades exigidas por el Decreto Supremo 003-97-TR, teniendo que aceptar
la renuncia de su trabajador, pudiendo únicamente rechazar o no el pedido de
exoneración de los 30 días previsto en la referida norma legal. Es decir, la
renuncia voluntaria surtirá efectos legales cuando el empleador la acepte.

3.2.3 A fojas 72 obra la carta de fecha 9 de agosto de 2011, mediante la cual el


demandante presentó “su renuncia voluntaria al trabajo, solicitando que se
considere como su último día de trabajo (…) se sirva disponer el pago de mi CTS
y otros beneficios de ley (…)” (énfasis agregado); mientras que a fojas 11, obra la
carta de fecha 10 de agosto de 2011, a través de la cual la Jefa de Administración
dePersonal, Unidad Toquepala de la Southern Perú Copper Corporation expresa
la aceptación de la renuncia al trabajo efectuada por el recurrente, por lo que su
último día de trabajo sería el 9 de agosto de 2011.

3.2.4 Si bien el demandante refiere que mediante carta de fecha 12 de agosto de 2011
(f. 12), comunicó a la emplazada que había decidido dejar sin efecto la renuncia
que efectuara el 9 de agosto de 2011; esta situación no resulta amparable, toda
vez que era una atribución de la empresa demandada aceptar o no el
desistimiento de la renuncia del demandante, por cuanto la renuncia que
voluntariamente presentó el trabajador fue aceptada con anterioridad al
desistimiento de la misma, por lo que constituye una potestad de
la Southern Perú Copper Corporation aceptar o rechazar el referido
desistimiento.

3.2.5 Por lo expuesto, este Tribunal considera que no existe el supuesto despido
arbitrario, toda vez que la relación laboral mantenida entre las partes se
extinguió por la renuncia voluntaria del accionante, conforme lo prevé el inciso
b) del artículo 16º del Decreto Supremo 003-97-TR. Es decir, que antes de
interponer la demanda no se ha producido ningún acto lesivo, pues el recurrente,
por voluntad propia, dio por extinguida su relación laboral, no habiendo
acreditado en autos la supuesta acción denunciada.

3.2.6. Por consiguiente, en el presente caso no se han vulnerado los derechos al trabajo
y a la protección adecuada contra el despido arbitrario previstos en los artículos
22.º y 27.º de la Constitución Política del Perú, por lo que no procede estimar la
presente demanda.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulneración de los


derechos constitucionales invocados por el demandante.

Publíquese y notifíquese.

SS.

VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

ANALISIS CRITICO

“La Aceptación y renuncia de herencia en el derecho peruano”. Para la presente


investigación se ha realizado un análisis de diferentes definiciones relacionadas a la
Aceptación y renuncia de herencia en el derecho peruano, como sabemos es la
declaración jurada mediante la cual una persona que ha sido declarado heredero de
otra manifiesta su voluntad de aceptar o renunciar a su condición de heredero.
La renuncia debe formalizarse en Escritura Pública, bajo la sanción de nulidad

Son actos jurídicos, porque son manifestaciones de voluntad que van a crear
relaciones jurídicas, pero no son un contrato ni un cuasi contrato, porque es una
acción automática al fallecimiento del causante. Son voluntarios, porque no existe
obligación de aceptar o de renunciar una herencia o un legado. Salvo si existieran
acreedores que pueden exigir, según el art. 676 del Código Civil, que se declare la
ineficacia de la renuncia a la herencia o los legados a efectos de cobra su crédito. Son
totales e incondicionales, es decir no pueden ser parciales según lo dispuesto en el art.
677 del Código Civil. Ni parciales, ni condicionales ni a término, prohibiendo la
aceptación de una parte de la herencia y renunciando a la otra. Son irrevocables, se
puede renunciar a la herencia o a un legado hasta el momento en que se produzca la
aceptación. Una vez aceptada, ya no se puede revocar. Asimismo, producida la
renuncia, ésta es irrevocable. Son delegables, no tienen que realizarse personalmente;
vale decir, se puede otorgar poder para ello. Son neutras, no son ni onerosas ni
gratuitas. Son actuales, ambas deben referirse a una herencia producida. El artículo
678 señala que no es válida la aceptación ni la renuncia de la herencia futura.

asimismo, se ha estudiado la normativa utilizando la exégesis de la normativa interna


correspondiente y legislación comparada.

Conclusiones

• la indeterminación del cómputo del plazo para la renuncia a la herencia


tiene efectos negativos en la representación sucesoria de los
descendientes ya que, de acuerdo al análisis de la Resolución del
Tribunal Registral de la ficha 1 Renuncia a la herencia que se dice la
herencia se presume aceptada cuando ha transcurrido el plazo de tres
meses, si el heredero está en el territorio de la República, o de seis, si se
encuentra en el extranjero, y no hubiera renunciado a ella. Estos plazos
no se interrumpen por ninguna causa, en tal sentido la ley considera el
silencio como una forma de aceptación, optando el Tribunal Registral
por jurisprudencia vinculante para precisar el plazo computable para la
renuncia a la herencia sumado a esto la falta de publicidad registral
mediante edictos y medios de comunicación se trasgrede el derecho de
notificación a algunos de los descendientes, configurándose en el
ejercicio abusivo del derecho establecido en el artículo III del Título
Preliminar del CC.
• El efecto inmediato de la aceptación es hacer heredero al aceptante,
con la subrogación los derechos y acciones del fallecido, sucediéndole
en las obligaciones, tanto en deudas propias como ajenas que hubiera
avalado personalmente.

Recomendaciones

• Resulta recomendable que, desde el tribunal, se establezca un mejor criterio de


interpretación, respecto de precisar el plazo computable para la renuncia a la
herencia sumado y la falta de publicidad registral mediante, que como hemos
indicado, en su empleo, resulta ser un mecanismo que trasgrede el derecho de
notificación a algunos de los descendientes, configurándose en el ejercicio
abusivo del derecho establecido en el artículo III del Título Preliminar del CC
• Resulta preciso que se emprenda una iniciativa legislativa, con la finalidad de
dejar expreso el inicio del cómputo para la renuncia a la herencia, en tanto se
vulnera el acceso efectivo y el conocimiento de la propia condición a heredar
los bienes del causante, cuando existe en tanto una falta de determinación
expresa derivada de la norma.

Bibliografía

Taboada, L. (2003). El Negocio Jurídico. Lima: Gaceta Jurídica.

León-Barandarián, J. (1990). Derecho de sucesiones, Tomo VII. Lima: Editorial Gace

del Castillo, M. (2016). La colación hereditaria. Jaén: Universidad de Jaén.


Jordan Manrique, H. (s.f.). LOS LÍMITES AL DERECHO DE IMPUGNACIÓN EN GENERAL.
Lima: Pontificia Universidad Catolica del Perú.
Melendez M. (2020) España. Aceptación y renuncia de la herencia, Centro
internacional del Envejecimiento.
https://cenie.eu/es/blog/aceptacion-y-renuncia-de-la-herencia

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