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ACEPTACIÓN DE HERENCIA

Concepto

CASTAN define la aceptación como: El acto por el cual la persona a cuyo favor
se defiere la herencia por testamento o ab intestato, manifiesta su intención de
tomar la cualidad de heredero. Es decir, es un acto cuya finalidad última
consiste en que el llamado adquiera la condición de heredero.

Capacidad para aceptar o renunciar a la herencia

Toda persona que cuente con capacidad de goce podrá aceptar la herencia, de
ser incapaces, lo realizarán por medido de sus representantes legales.

Tendrá capacidad de goce la persona que cuente con aptitud o idoneidad para
ser titular de derechos y deberes jurídicos, es decir tiene aptitud para ser titular
de relaciones jurídicas, ya como sujeto activo titular de derechos, ya como
sujeto pasivo titular de deberes.

Ambas opciones no podrán ser parciales, condicionales, ni a término. Son


irrevocables, sus efectos se retrotraen al momento de apertura de la sucesión.
No se podrá realizar la aceptación ni renuncia de la herencia futura.

Al ser un acto enteramente libre y voluntario no existe obligación de aceptar o


renunciar a la herencia, exceptuando cuatro casos en concreto:

1. Cuando se sanciona el dolo del heredero, es decir cuando oculta


dolosamente bienes hereditarios y cuando simula deudas o dispone de los
bienes dejados por el causante, en perjuicio de los derechos de los acreedores
de la sucesión, siendo forzosa por tanto su aceptación.

Se pierde además el derecho a la responsabilidad limitada derivada del


beneficio de inventario.

2. Sucesión intestada a favor del Estado.

3. Casos de renuncia a la herencia cuando perjudica a los acreedores del


renunciante al dejarlos sin poder cobrar sus créditos. La renuncia resulta
ineficaz en cuanto afecta el derecho de éstos.
4. En el caso del artículo 304 del Código Civil: «Ninguno de los cónyuges
puede renunciar a una herencia o legado o dejar de aceptar una donación sin
el consentimiento del otro» -se da sólo dentro del régimen patrimonial de
gananciales.

Formas de aceptación de la herencia

Se deja constancia la manifestación de voluntad de la aceptación expresa de la


herencia mediante un instrumento público o privado.

Se entiende por instrumento público aquellos en los que ha intervenido un


funcionario público en ejercicio de sus funciones. Estos son hechos realizados
en su presencia, declaraciones de las partes, hechos propios del funcionario y
expide copias certificadas de los documentos originales que existen en su
poder.

La Ley del Notariado nos indica que los instrumentos públicos notariales son
dos: protocolares y extra protocolares.

Son instrumentos públicos protocolares las escrituras públicas y demás actas


que el notario incorpora al protocolo notarial; que debe conservar y expedir los
traslados que la ley determina.

El protocolo notarial es la colección ordenada de registros sobre la misma


materia en los que el notario extiende los instrumentos públicos protocolares
con arreglo a ley.

Los instrumentos públicos extra protocolares son las actas y demás


certificaciones notariales que se refieren a actos, hechos o circunstancias que
presencie o le conste al notario por razón de su función.

En el artículo 672 y 673 del Código Civil se contemplan dos tipos de


aceptación: expresa y tácita.

Se entenderá como aceptación tácita cuando el heredero entre en posesión de


la herencia o desarrolle actos que dejen muestra de manera indubitable su
voluntad de aceptar.
En caso no realice ninguna manifestación de voluntad expresa encontrándose
en territorio peruano y transcurrido el plazo de tres meses, se tendrá por
presumido la aceptación de la herencia. De encontrarse en el extranjero, será
en el plazo de seis meses. Por ninguna causa estos plazos deberán ser
interrumpidos para su contabilización.

El derecho de aceptar o renunciar a la herencia se podrá transmitir a los


herederos, el plazo mencionado con anterioridad será contabilizado desde el
fallecimiento del causante.

Conclusión

No es necesaria la aceptación expresa de la herencia, ya que el Código Civil


establece que, transcurridos los tres meses del fallecimiento del causante, se
entenderá por tácita.

Bibliografía

Código Civil Peruano Comentado. Tomo IV Derecho de Sucesiones. Lima:


Gaceta Jurídica. 2003.

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