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04/10/2019 OPINIÓN

Las múltiples formas del


racismo
El racismo no sólo aparece en situaciones
explicitas de segregación o discriminación,
sino que también se manifiesta en
situaciones cotidianas, cuando el color de la
piel se emplea para marcar a alguien como
inferior o en algunos casos, como sucede en
la Argentina, te desnacionaliza o
extranjeriza. Al respecto opinó para Télam
la Dra. en Ciencias Sociales Anny Ocoró
Loango, integrante de la Cátedra UNESCO
"Educación Superior y Pueblos Indígenas y
Afrodescendientes en América Latina" de la
UNTREF y colaboradora de la Iniciativa
para la Erradicación del Racismo en la
Educación Superior de esa misma Cátedra.

Por Anny Ocoró Loango


Durante mucho tiempo, el discurso racista ha estado presente en nuestras
sociedades, asignando un lugar subalterno y limitando el acceso pleno a derechos
ciudadanos a los pueblos indígenas y afrodescendientes. Las sociedades
latinoamericanas buscaron negar las raíces negras e indígenas y sus aportes a la
historia y la cultura de los Estados nacionales. Pero el racismo no sólo aparece en
situaciones explicitas de segregación o discriminación. También se manifiesta en
situaciones cotidianas, cuando el color de la piel se emplea para marcar a alguien
como inferior o en algunos casos, como sucede en la Argentina, te desnacionaliza,
o extranjeriza. A esas formas de racismo comúnmente no se las cuestiona. Se las
ha naturalizado a tal punto que, a los ojos de quien no las vive pueden, pasan
inadvertidas, pero no es fácil imaginarse cómo afectan a quienes las viven
permanentemente.

Permítanme comentar dos experiencias recientes. En una universidad del


Noroeste del país, durante una evaluación, una profesora le comenta a otra: "hay
alumnos para recordar y otros que sólo serán uno más. Por ejemplo, de estas tres
estudiantes, una es muy brillante, lo mismo su otra compañera, …y bueno sus
apellidos avalan lo dicho, una es de origen italiano y la otra de origen alemán, …
esta otra, estudia, se esfuerza, pero solo eso …. no más". La tercera estudiante a
la que se refieren es una estudiante de origen indígena.

El segundo caso es el de Rosa, una estudiante indígena Cachambi que afirma que
cuando se tiene un apellido indígena los conocimientos de esa persona se ponen
en duda. Nos dice: "siempre se duda de nosotras, siempre tienen la certeza que
nos irá mal y si demostrás con solidez tus argumentos, se sorprenden y te lo dicen.
Podes plantear mil teorías y debates nuevos, pero si lo dice una indígena no lo
toman en cuenta. Pero si lo dice alguien con apellido europeo, le aplauden, toman
el aporte como súper relevante, aunque vos lo dijiste mucho tiempo antes. Los
estudiantes que compartimos rasgos y apellidos andinos constantemente debemos
demostrarque merecemos nuestro lugar".

Valorar más a una persona porque su apellido es de origen europeo o desmerecer


a otra porque tiene apellido indígena muestra una clara situación de racismo. Sin
duda el éxito o el fracaso escolar/educativo, no es algo que pueda reducirse solo a
méritos o capacidades innatas. Como bien ha mostrado la sociologia de la
educación, tiene una fuerte relación con las desigualdades estructurales en las que
el racismo tiene mucho que ver.

Estas dos experiencias o situaciones muestran un tratamiento desigual, un trato


injusto asociado el color de la piel o los rasgos fenotípicos. Estas formas de
racismo cotidiano, presentes en nuestras instituciones de educación superior,
erosionan la humanidad y dignidad de las poblaciones que las padecen. Las
desigualdades étnico-raciales que afectan a las poblaciones indígenas y
afrodescendientes, y de forma más profunda a las mujeres de estos pueblos, se
ven acentuadas a través de distintos mecanismos tales como la ausencia de su
historia en los currículos escolares, la invisbilización de sus aportes al
conocimiento, de sus autores y de sus producciones académicas y científicas, la
negación de sus aportes a la construcción de las identidades nacionales, las
barreras que limitan su acceso pleno a derechos, a los bienes culturales y
materiales de la sociedad, todos ellos factores que contribuyen a legitimar las
desigualdades y a reproducir las desventajas acumulativas que afectan a estos
pueblos.

Según el informe de la ONU y la CEPAL "Los Pueblos Indígenas en América


Latina". de 2014 "Los estudiantes indígenas que logran llegar a la educación
postsecundaria y superior en América Latina son muy pocos en comparación con
los no indígenas. Se trata del nivel educativo en que las brechas de acceso y
permanencia de los jóvenes indígenas continúan siendo más altas". Estos pueblos,
al igual que los afrodescendientes, enfrentan grandes limitaciones estructurales en
la conclusión de sus trayectorias educativas en el nivel medio y en la educación
superior.

Es fundamental emprender, en forma decisiva, políticas antirracistas en distintos


ámbitos y en especial en el campo educativo. También es necesario direccionar
las políticas de las instituciones de educación superior hacia metas que mejoren la
equidad, el acceso, la permanencia y el egreso de los pueblos indígenas y
afrodescendientes. Estas acciones no resolverán en forma total el problema, pero
nos permitirán avanzar en forma efectiva hacía la construcción una sociedad más
democrática, plural e igualitaria.

(*) Doctora en Ciencias Sociales. Forma parte del equipo de investigación del
Programa Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en
América Latina (ESIAL). Integrante de la Cátedra UNESCO "Educación
Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina" de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero.

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