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La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias mientras circula
por el cuerpo. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se representa mediante dos valores: la
presión sistólica (la presión máxima durante la contracción del corazón) y la presión diastólica (la
presión mínima durante el relajamiento del corazón). Por lo general, se considera que una presión
arterial normal es aquella que se sitúa por debajo de 120/80 mmHg. Sin embargo, los valores
pueden variar según la edad, el género, la actividad física, la salud en general y otros factores.
La medición de la presión arterial se realiza en dos números: la presión sistólica (la presión cuando
el corazón late y bombea sangre) y la presión diastólica (la presión cuando el corazón está en reposo
entre latidos).
2. Equipos utilizados
Esfigmómetro
Para medir la presión arterial con un esfigmomanómetro, el manguito se envuelve alrededor del
brazo del paciente y se infla con el bulbo hasta que se detiene el flujo de sangre en la arteria. Luego,
se desinfla gradualmente mientras se escuchan los ruidos que hace el flujo sanguíneo con un
estetoscopio o se muestra en una pantalla digital. Los ruidos que se escuchan son los sonidos de
Korotkoff, que se producen a medida que el flujo sanguíneo comienza a regresar después de que se
detiene temporalmente debido a la inflación del manguito.
Los esfigmomanómetros se utilizan comúnmente en la práctica clínica para medir la presión arterial
en adultos y niños. Existen dos tipos de esfigmomanómetros, los aneroides y los de mercurio. Los
esfigmomanómetros de mercurio son considerados el estándar de oro para medir la presión arterial
debido a su alta precisión, pero su uso se ha limitado debido a preocupaciones ambientales y de
salud. Los esfigmomanómetros aneroides son una alternativa común y son ampliamente utilizados
en la práctica clínica.
3. sonidos de korotkoff
Los sonidos de Korotkoff son ruidos que se producen durante la medición de la presión arterial con
un esfigmomanómetro. Estos ruidos son generados por el flujo de sangre a través de la arteria
comprimida por el manguito inflable y se escuchan a través de un estetoscopio.
Los sonidos de Korotkoff se dividen en cinco fases. La fase I comienza con la aparición de los sonidos
y corresponde a la presión sistólica (la presión en las arterias cuando el corazón se contrae y expulsa
la sangre). La fase II se caracteriza por un aumento en la intensidad de los sonidos. La fase III se
caracteriza por una disminución en la intensidad de los sonidos. La fase IV se caracteriza por un
cambio en la calidad de los sonidos y la fase V corresponde a la desaparición completa de los sonidos
y corresponde a la presión diastólica (la presión en las arterias cuando el corazón está en reposo
entre contracciones).
Los sonidos de Korotkoff son importantes en la medición de la presión arterial, ya que permiten
determinar tanto la presión sistólica como la diastólica.
En contraste, la medición invasiva de la presión arterial implica insertar un catéter en una arteria
para medir la presión arterial directamente. Este método se utiliza en situaciones clínicas
específicas, como en pacientes críticamente enfermos o en procedimientos quirúrgicos. El método
invasivo incluye:
Es importante destacar que la medición invasiva de la presión arterial tiene mayores riesgos y no se
utiliza rutinariamente, a menos que sea necesario por razones médicas. Por lo tanto, el método no
invasivo es el más comúnmente utilizado en la práctica clínica.
El concepto de tensión arterial o presión arterial fue descubierto por el médico inglés Stephen Hales
en 1733. Hales fue el primero en medir la presión arterial de un animal vivo mediante la inserción
de un tubo de vidrio en la arteria de un caballo y midiendo la altura a la que se elevaba la columna
de mercurio. En sus experimentos, Hales encontró que la presión arterial era más alta en la arteria
aórtica cerca del corazón y disminuía a medida que la sangre se movía a través del cuerpo.
Los experimentos de Hales fueron innovadores en su época y sentaron las bases para la
comprensión moderna de la fisiología cardiovascular. Desde entonces, se han desarrollado métodos
más precisos y menos invasivos para medir la presión arterial, pero la medición de la presión arterial
sigue siendo una herramienta fundamental en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades
cardiovasculares.
El esfigmomanómetro fue inventado por el médico italiano Scipione Riva-Rocci en 1896. Riva-Rocci
diseñó un dispositivo para medir la presión arterial no invasivamente utilizando un manguito inflable
que rodeaba el brazo del paciente y un manómetro para medir la presión. El esfigmomanómetro de
Riva-Rocci se basó en la técnica auscultatoria, utilizando un estetoscopio para escuchar los sonidos
de Korotkoff en la arteria braquial del brazo.
El uso del milímetro de mercurio (mmHg) como unidad de medida de la presión arterial se atribuye
al médico italiano Scipione Riva-Rocci, quien desarrolló el primer esfigmomanómetro que utilizaba
un manómetro para medir la presión arterial. En su dispositivo, la presión se expresaba en
milímetros de mercurio debido a que el manómetro utilizaba una columna de mercurio para indicar
la presión.
Desde entonces, el milímetro de mercurio se ha convertido en la unidad de medida estándar para
la presión arterial en la mayoría de los países.
Hay varias teorías que intentan explicar los mecanismos que regulan la presión arterial. Aquí se
presentan algunas de las teorías más relevantes:
Teoría de la tensión-elástica: esta teoría postula que la presión arterial es el resultado de la tensión
que se ejerce en las paredes de las arterias cuando el corazón bombea la sangre hacia el cuerpo. La
elasticidad de las paredes arteriales permite que las arterias se expandan y contraigan para
mantener una presión constante.
Teoría de la bomba: esta teoría se enfoca en el corazón como la principal fuente de la presión
arterial. Según esta teoría, el corazón bombea la sangre a través del sistema circulatorio y la presión
resultante se debe a la fuerza de la contracción del corazón y al volumen de sangre expulsado.
Teoría de la osmosis: esta teoría sugiere que la presión arterial se debe a la concentración de sales
en la sangre y los fluidos corporales. Cuando la concentración de sales es alta, el cuerpo retiene más
líquidos, lo que aumenta el volumen de sangre y la presión arterial.
Es importante tener en cuenta que la regulación de la presión arterial es un proceso complejo que
involucra múltiples sistemas del cuerpo, y que ninguna teoría por sí sola es suficiente para explicar
completamente la fisiología de la presión arterial.