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Alianza Universidad Georg Simmel
Sociologfa 2
Estudios sobre las fortnas
de socializaci6n
Alianza
Editorial
Titulooriginal Soziologie Untersuchungen iiber die Formen der Ver-geyellschauftung, 1501?
INDICE
tiene su analogía en las relaciones de los individuos unos con irremediables los rozamientos y los celos. Pero este estadio
otros. El individuo se ve primeramente colocado en un medio fué superado lentamente por la tendencia a agruparse los
para el cual su individualidad es relativamente indiferente, obreros por oficios en todo el país. El hecho siguiente fué de
medio que le encadena a su propio destino y le impone una los que más Contribuyeron a sellar este cambio de forma:
estrecha convivencia con aquellos junto a quienes le ha situa-‘ cuando los tejedores de algodón fijaron un jornal uniforme,
do el azar del nacimiento. 'Este adverbio «primeramente,» sig- vióse perfectamente que esto iba a tener por consecuencia la
nifica el estadio inicial, tanto de la evolución fllogenética, como concentración de la industria en los centros situados favora-
de la ontoen.ética. Pero en la prosecución, la evolución pasa a blemente, arruinando o poco menos las localidades apartadas.
establecer relaciones asociativas entre elementos homogéneos No obstante, votaron en pro de la tarifa incluso los represen-.
de círculos heterogéneos. Así, la familia encierra un: número tantes de estas localidades remotas, porque era lo mejor para
de individualidades diversas, que primero han de atenerse a el oficio, considerado en su totalidad. Claro está que desde un
esta reunión estrecha. Pero a medida que van progresando, principio se trataba solamente de obreros asociados en virtud
los individuos se relacionan con personalidades que están de un trabajo igual. Pero en los primeros tiempos de la aso-
fuera de este círculo primario,de asociación ; y esas relaciones ciación, el acento recaía más bien en la contigüidad local que
obedecen a la igualdad objetiva de las disposiciones, inclina- en la afinidad del trabajo, lo que hubo de llevar a un contacto
ciones, actividades, etc. La asociación fundada en la conviven- íntimo de cada oficio con las asociaciones de otros oficios
cia exterior es sustituida, cada vez en mayor grado, por la que establecidas en la misma localidad. Más tarde, la evolución
dimana de relaciones internas. De la misma manera que el pasó a considerar como la base de las relaciones la igualdad
concepto más elevado reune lo que es común a un gran núme- de trabajo. En vez de 1,a ciudad—en estos términos expone un
ro de intuiciones diversas, así los puntos de vista prácticos historiador de los sindicatos la transformación—, vino a ser
superiores reunen a los individuos iguales que pertenecen a el oficio la unidad en la organización .de los trabajadores.
grupos totalmente extraños e inconexos. Surgen' así nuevos Claramente . se percibe que actúa aquí un elemento de liber-
círculos de contacto, que se cruzan en los más diversos ángulos tad, pues aunque la pOsición del obrero individual implique
con los antiguos, relativamente más naturales y constituidos a siempre cierta sujeción, la pertenencia a un oficio en general
base de relaciones más materiales. supone mayor libertad de elección que la pertenencia a una.
Recordaré, verbigracia, que los grupos independientes, cu- ciudad. En general, todo el tipo de evolución, de que aquí tra-
yas asociaciones constituyeron al principio las 'universidades, tamos, manifiesta una tendencia al aumento de libertad. No
estaban divididos según la nacionalidad de los estudiantes. suprime la sujeción, pero concede libertad para elegir el grupo
Más tarde, estas divisiones fueron reemplazadas -por la divi- al que se ha de estar sujeto. Frente a los lazos locales y, en,
sión en comunidades de estudios, en facultades. En este caso, general, a todos los que no dependen de la voluntad perso-
se ve con gran claridad cómo la comunidad local y fisiológica, nal, los vínculos libremente elegidos habrán de expresar, por
determinada por el terminus a quo, es sustituída.radicalmente regla general, lo que el que elige es de hecho, y, por tanto, las
por otra síntesis, hecha desde el punto de vista del fin y del agrupaciones de esta clase se fundarán sobre relaciones obje-
interés interno y objetivo, o si se quiere, individual. En la tivas, esto es, estarán arraigadas en la naturaleza misma del
misma forma, aunque en circunstancias y C011 supuestos más sujeto. Por esta razón es a menudo conveniente utilizar la
complicados, verificóse la evolución . de los sindicatos obreros solidez formal de la asociación así lograda para fines muy
ingleses. Primeramente, reinaba én ellos la tendencia a definir apartados del motivo originario a que debe su fundación. En
los diversos grupos por la localidad; -excluíanse a los obreros las sisitias espartanas, los ciudadanos se sentaban por grupos
que venían de fuera; y entie las secciones así divididas eran de quince en una mesa, eligiendo ésta libremente; pero bastaba
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El cruce de los círculos sociales
un voto en contra para que el que solicitaba entrar fuese re- La elección de compañeros en las sisitias espartanas impli-
chazado. Esta comunidad de mesa sirvió luego de base para caba una libertad que era un principio de racionalización—
la organización del ejército. De esta manera las relaciones de cosa que no es siempre—, pues gracias a ella las cualidades de
vecindad y parentesco fueron sustituidas por las tendencias y
l a personalidad venían a ser los motivos determinantes de la
simpatías individuales. La 'organización del ejército era muy unión, lo cual, comparado con todas las causas anteriores de
rígida y objetiva; pero entre ella y la relación de vecindad o
a grupación, constituía un motivo o fundamento completa-
sangre (que, a su manera, es impersonal también) se encon- mente nuevo, revolucionario y claramente comprensible, a
traban las sisitias electivas, miembros flexibles, que infundían pesar de lo arbitrario e irracional que pudiera ser en algunos
el sentido racional del enlace libre al racionalismo de la orga- casos. En este sentido actuó también la «unión libre» en los
nización militar, basado en otros principios. Pero aun pres- tres últimos siglos de la Edad Media germánica. En los pri-
cindiendo de esta técnica particular, empleada en la organiza- meros tiempos de las libres comunidades aldeanas, el grupo
ción del ejército, la indiscutible preponderancia de éste, entre de los compañeros era local; la época feudal creó otro nuevo
los espartanos, bastó para quebrantar el poder de las asocia- fundamento de unidad, muy distinto, pero completamente ex-
ciones por tribus. En el resto de Grecia, una misma tribu o un. terno: la relación con el señor; sólo la «unión libre» puso este
mismo distrito era el que constituía una subdivisión del ejérci- fundamento de unidad en la voluntad de los individuos agru-
to; sólo en Esparta pudo el interés militar objetivo romper es- pados. Fácilmente se comprende cuán singulares formaciones
tos prejuicios, determinando por si sólo la división del ejército. hubieron de surgir, para la vida en común de los individuos,
Hasta en los pueblos primitivos, verbigracia, en los afri- tan pronto como aquellos motivos (que, por decirlo así, obede-
canos, puede observarse que las constituciones guerreras cen- cían más bien al destino, y que, lejos de fundarse en la perso-
tralizadas destruyen la organización de las tribus. Y siendo nalidad, determinaban ésta) fueron sustituidos por otros mo-
las mujeres en general los representantes del principio de la tivos espontáneos o se cruzaron con ellos.
asociación natural, de tipo familiar, se explica bien que en las La forma de unión posterior que se desarrolla sobre una
organizaciones guerreras exista hostilidad contra todo lo feme- anterior, originaria, no es, necesariamente, siempre más racio-
nino y carezcan las mujeres de poder social. El matriarcado, nal que esta.
relativamente frecuente en los pueblos guerreros, puede pro- Las consecuencias, tanto para la posición exterior, como
ceder, por una parte, de la exagerada separación entre la vida para la vida interior del individuo, adquieren un colorido
civil y la militar, y por otra, de motivos arraigados en la psi- particular cuando las dos especies de vínculos, que de él se
cología individual. El guerrero es, sin duda, tiránico y brutal apoderan, arraigan en causas igualmente profundas, orgáni-
en casa; pero, en cambio, viene fatigado, ama la comodidad y cas, situadas allende su voluntad arbitraria. Los negros austra-
el descanso, y se siente satisfecho de verse cuidado y de que líanos, cuyo nivel de civilización es muy bajo, viven en hordas
otros se encarguen de dirigir los asuntos. Pero nada tiene que pequeñas, relativamente muy unidas. Pero, además, todos
ver con estas s'ituaciones civiles el punto de vista objetivo que ellos están repartidos en cinco gentes O 'asociaciones totémicas;
destruye la tribu y con sus átomos crea un nuevo organismo de manera que en cada horda se encuentran miembros de di-
puramente racional. Lo decisivo es, precisamente, que los gue- versas gentes, y cada gens se extiende sobre varias hordas.
rreros constituyen un todo organizado desde el punto de vista Dentro de la horda, los individuos del mismo totem no for-
del interés militar, con exclusión de los demás intereses. En. man una unión estrecha, sino que su comunidad se extiende
Otro sentido puede separarles la pertenencia a otras asociacio- a través de todas las hordas por igual, constituyendo todos
nes; pero esos otros grupos serían irracionales si como grupos juntos una gran familia. Cuando hay guerra entre dos hor-
actuaren dentro de la organización militar. das, encuéntran.se a veces individuos pertenecientes al mismo
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