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Reseña - El Diario de Ana Frank

Ficha Técnica
Título: El Diario de Ana Frank
Título original: Het Achterhuis
Autor: Annelies Marie Frank
Fecha de publicación: 25 de junio de 1947

Sinopsis:
Durante la dictadura del gobierno de Alemania nazi, familias judías huían del
país y se ocultaban para escapar del ejército que los citaba y mandaba a campos
de concentración. Los judíos empezaron a perder sus privilegios a causa de
esto, por lo que tuvieron que instalar sus propios establecimientos, debido a
que la sociedad no los aceptaba. Tenían que ir a restaurantes, supermercados,
escuelas y otros espacios permitidos para judíos, en horas específicas, además
de que se le prohibieron diferentes medios de transporte y les quitaban sus
bicicletas.
Ana Frank, una niña judía, recibe para su cumpleaños número trece
(12/06/1942) un diario como regalo. Ella se refiere a este como “Kitty”, y en él
escribe los acontecimientos de su vida y sus intereses. A casi un mes de su
cumpleaños, la SS (Schutzstaffel, ejército nazi) cita a su hermana Margot. El 9 de
julio, Ana, Margot, su madre Edith y su padre Otto se esconden en un “anexo
secreto” detrás del edificio donde su padre trabajaba. A partir de este momento,
Ana continúa su relato en su diario, escribiendo sobre las demás personas con
quienes comparte el escondite, las situaciones a las que se enfrenta siendo una
adolescente y los acontecimientos de la segunda guerra mundial.

Crítica:
En la lectura del diario, me he encontrado con emociones que nunca sentí a la
hora de leer un libro. Pensar que la historia es real, y que lo que estoy leyendo
proviene de una adolescente "común y corriente” me hizo sentir una pequeña
desesperación en el avance del diario. Creo que, lo que hace a Ana una
“adolescente como cualquier otra”, es lo que la hace única en el relato. Sus
emociones y pensamientos son propios de una chica de 13-16 años en un
contexto completamente diferente al que viven otras de su edad. Es increíble
como, a pesar de todo lo que vive, ella mantiene su elegancia en la redacción, y
sostiene también, sus emociones y cordura.
Me ha costado leer este diario, y más por una segunda vez. Si hay algo que
destaco, es que no importa cuantas veces lea las diferentes entradas, estas
siempre dejan en mí una sensación de lástima. En base a la “Ana” que conozco
en el diario, no creo que haya querido transmitir lo que la mayoría de lectores
sienten, pero es inevitable experimentar otro sentimiento que este.
La lectura en sí la considero difícil no solo por lo triste que puede llegar a ser,
sino también por lo monótona que a veces se vuelve. De igual manera, hay un
disfrute en ciertas situaciones que Ana relata como graciosas o divertidas. Así,
varias de sus peleas con la señora Van Daan, se vuelven hasta cierto punto
“cómicas”. Creo que, para Ana, interpretar algunas de sus experiencias como
divertidas, era lo mejor que podía hacer para sentirse bien.
Lo que más me gustó fue la forma en la que hablaba sobre Otto. Se notaba que
lo quería mucho, y él también a ella. Su relación de padre e hija me parece
hermosa en todo el diario.

Lucia Canales

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