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Instituto Tecnológico de Querétaro

Madrazo Fierro Alejandro


Desarrollo Sustentable
Tarea 3. Segunda unidad
Desencanta el mundo.

Después de haber leído el capítulo del libro anexado, y de escuchar la


reflexión del profesor sobre la “cosificación” de las cosas, tuve una diferente
forma de ver todo lo que nos rodea. Antes de iniciar, dejo en claro que es la
forma en la que yo entendí el concepto, y quizá no era lo que buscaba el autor.
Dejando eso de lado, comienzo.
Estamos muy acostumbrados a que las cosas, por su simpleza, son algo a lo que
no le ponemos mucha atención. De las reflexiones que mas recuerdo en estos
días, fue la que comento el profesor, y sin exactitud, decía

Ese árbol de allá, tiene una historia, así como ahorita nos provee a
nosotros de sombra, le fue útil a compañeros de años pasados, y así como
ellos respetaron, nosotros debemos respetarlo, porque podría darles
sombra a compañeros del futuro.

Estoy convencido de que no fueron sus palabras exactas, pero fue algo que se
me quedó de lo que dijo, y tiene razón. Nosotros no ponemos atención a la mesa
en la que comemos, o a las plantas que están fuera de nuestra casa, en la
banqueta, pero todo tiene una historia y un motivo por el cual están ahí.
Son memorias y recuerdos los que almacenan esa mesa y plantas, y justo eso es
el encanto que tiene el mundo. Al tu “cosificar” las cosas, al tu controlarlas,
dominarlas, hacerte de ellas, pierden el encanto que traían, se acaban las
anécdotas.
La reflexión que me llevo de estos días es el respeto que se debe de tener hacía
todo, porque nada nos pertenece, ni siquiera nosotros mismos. Físicamente le
pertenecemos al mundo, al morir, este cuerpo se desintegrará y formaremos
parte del mundo, y, divagando y citando alguna creencia, si reencarnáramos en
un árbol, o nuestro cuerpo se transformara en alguna planta, buscaríamos el
respeto de los seres que nos rodean. No somos superiores a nada, por lo que
debemos respetar todo.

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