Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DECIMAS A
TUTIPLÉN.٭
de Leoncio Yanes
* Del latin: a tutus plenus, por cantidad
1
DEDICATORIA
2
ENTRANTE NECESARIO
1
Guane, población de la provincia de Pinar del Río al occidente del país; y,
Baracoa, la más al oriente… Los dos extremos.
3
de sus cultivadores… Y en los finales, procuraremos que el de-
cimario escogido incluya lo más representativo de su obra de por
vida y, direccionado, por las tendencias que lo contextualizaron.
Supone algún inconveniente para la lectura del trabajo la inclu-
sión de los diferentes espacios de la geografía nacional, mu-
chos de ellos no muy conocidos, donde se desenvuelve o deam-
bula el decimista. Se han tomado las medidas que buscan res-
tarle valor a ello para que no afecten la lectura y el disfrute poé-
tico; por lo que, en las más de las ocasiones se transformaran en
meras locaciones simbólicas.
La legendaria figura de estos lares monteses en su argot, Sa-
muel Feijóo; quien abrumó con su ideovisión campestre una por-
ción importante de la cultura nacional en gran parte del pasado
siglo XX; apostó, desde sus inicios de editorialista, por este sin-
gular, de siempre decimista popular y montes: Leoncio Yanes
Pérez. ¿Qué le aportaba?... Es que sus décimas las encontra-
mos, en repetidas ocasiones, dentro de las recopilaciones litera-
rias que llenaban páginas en medios divulgativos como las re-
vistas Islas y Signos a las que Feijóo había dado vida y a segui-
das dirigía; resaltando las de Yanes junto a las de destacadas
luminarias del bregar literario nacional… A eso dedicaremos
igualmente espacio. Y como nunca dejó de dedicar décima al
tabaco en sus decimarios, aquí les va:
4
que baña el Cubanacán
en su caballo alazán
iba un rústico veguero.
Llevaba un viejo sombrero
y remendados calzones
en muy malas condiciones,
y de su rota camisa
abanicaba la brisa
los harapientos girones.
5
en el arte de comprar
jamás le quiso pagar
precios de convencimiento,
y en tan crítico momento
se casaba de esperar.
Su mente se detenía
meditando en el futuro,
sin un apoyo seguro
y sin ninguna garantía.
Ya de nada le valía
trabajar con honradez,
y observaba que, tal vez,
otros con menos derechos,
prosperaban satisfechos
sin miseria ni escasez.
6
dijo que eran de amargura
las décimas del veguero.2
2
Poema tomado del libro-colección, editado por Samuel Feijóo: Los Trovado-
res del Pueblo, tomo I. Búsqueda selección y prólogo de Samuel Feijóo. Uni-
versidad Central de Las Villas. Cuba. 1960, pp.471-472. Vale destacar que
este poema había sido publicado antes, en la Revista de circulación nacional
Zigzag, en plena dictadura, el día 29 de noviembre de 1958.
3
Del libro del Doctor Argeliers León: ―Del Canto y el Tiempo‖, p.29
7
Para las zonas campesinas más aisladas creo que
existen dos formas de comunicación excelentes: una ar-
tística, el teatro, y una literaria, la décima, ambas debe-
mos consolidarlas y enriquecerlas. Vea como modelo al
grupo Teatro Escambray. Ellos incluyen décimas en al-
gunas obras, mas fue el contacto directo con el campo lo
perfecto para demostrar la efectividad de un espectáculo
con décimas y viceversa.4
4
En entrevista que le hiciera Evangelina Chío
5
Gorrin Castellanos, José Teófilo, (2018): Lo que sí dijo Villaverde en Cecilia
Valdés, Bogotá. Editorial Autores Editores
6
Gorrin Castellanos, 2018.
7
No está claro, en los dos documentos que muestran el relato de Ño Pepe,
quien es el real autor. Cabe incluso sea un tercero…
8
Viaje a la Habana, de la Condesa de Merlín. Edición cubana dela Editorial
Arte y Literatura, 1974.
8
una llamada fiesta de Velorio del Mondongo; cuando escribiera
un indudable repress de uno publicado antes, en diciembre de
1838, por el cronista costumbrista José Victoriano Betancourt. Y
así lo cuenta la Merlín, aunque poniendo todo entre-comillado,
tal cual una cita:
9
camisa por encima de su pantalón, unos anteojos y su guita-
rra colgada al hombro».(1974:159)
9
Sección tercera: Costumbres: pp. 363-368
10
Es de advertir que este Ño Pepe es un guajiro con más
cuartos que la casa de Correos, con más levas que el buey
limón. Campesino trovador, que arrea maloja dos o tres días
al año, y a lo restante de él se anda de estancia en estancia
cantando y tocando el güiro; sin embargo, todos le quieren y
le buscan porque sabe décimas que dan celos, para despre-
ciar, para enamorar…; y está comisionado, además, para
comprar las que necesiten los de aquellos partidos, lo que
efectúa ocurriendo (palabra ésta, que el diccionario de la RAE
como: acudir, concurrir), a un pardo anciano que vende li-
bros viejos, poesías, cantos eróticos en la esquina del
Campo de Martes, y por más señas, gasta espejuelos de hie-
rro, camisón de ruan y un hidrocele de dos quintales. (SIC)
(La nota y los destaques son nuestros) (292)
11
sevillanos,10 que aún se estacionaba en una esquina de la Plaza
de Marte, parte del barrio Jesús María: sevillano, con cultura… Y
el erotismo criticón de ʻbuen Costumbristaʼ, que le añade Betan-
court, del que no queda fuera el viejo pardo, al desprestigiar
cualquiera que le sepa a curro; a quien describe: ―…con su bien
destacado ―hidrocele de dos quintales‖ (El subrayado es nues-
tro), y a lo que le agregamos explicación: tremenda hinchazón
en un testículo por la abundancia de infecciones de amante…
será…
En ambos relatos sucede del canto de Ño Pepe, el Mocho;
acompañado por el tiple del ―mal formado‖ Silvestre; sin embar-
go, el relato de la Condesa no cuenta la parte de Ño Pepe que si
hace el gran Costumbrista José Victoriano, donde las décimas
que cantaba el tal Ño, las debía comprar en la barriada negra, a
un pardo, donde la Plaza de Marte.
Este viejo que se sentaba en dicho singular espacio suburbial
capitalino, para vender lo que pudiera; así décimas, que luego le
compraba, entre otros, Ño Pepe, ¡…porque el pardo las sabía
escribir…!
Y nada de extrañar si atendemos a lo que señalaba el extraor-
dinario poeta y estudioso Jesús Orta Ruíz quien decía en artícu-
lo aparecido en la Revista Signos: ―...y hay constancia de que los
negros curros, nacidos o criados en Andalucía, ya traían a la
América rasgos de la cultura española y no pocos de ellos fue-
10
Estos negros curros llegados de Sevilla en el Siglo XVIII para trabajar, lue-
go de la toma de La Habana por los ingleses, en el Real Astillero. (Vea libro
del autor Gorrin: Ruta Afrocaribeña de la Décima‖, 2017)
12
ron decimistas‖11.cuando hay investigadores que consideran
que, en sus orígenes, la improvisación era resultado de no co-
nocer de leer y escribir. Así, el sapientoso decimista –al decir de
Feijóo--; de nuestro interés: Leoncio Yanes, igualmente afirma-
ba: ―La improvisación de la décima, el llamado repentismo, tuvo
uno de sus orígenes en el hecho de que la mayoría de sus culti-
vadores eran analfabetos. En el ejercicio constante de la memo-
rización y, por otra parte, la necesidad de armarla mentalmente,
dio lugar a la improvisación‖.12
Muy oportuno lo que nos señala Yanes, que cierra el episodio
de Ño Pepe y nos abre otros, a seguidas; y de lo que añadimos
reflexiones. A Cuba llegaron prontamente los poemas en versos
en métrica de décima. ¿De Canarias? Un investigador español
actual del tema, tomaba partido y expresaba: 13
11
En Revista Signos º 41, julio-diciembre 1995, pág. 12
12
Tomado de un material inédito: ―Para ser decimista‖, en el archivo familiar.
(Mayo de 2019)
13
Maximiano Trapero, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en
las Conclusiones al Simposio sobre la Décima celebrado17 al 22 de diciem-
bre de 1992.
13
nente Americano, y aun me atrevería a decir que es más his-
panoamericana que simplemente española.
14
Tomado del trabajo introductorio al: Documento de los autores. Digitaliza-
ción realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2008
15
Capítulo I:
Esa poesía
La dicen los matorrales
que crecen en las llanuras
y las espigas maduras
de los verdes arrozales.
La comunica el aroma
de las brisas mañaneras,
la repiten las palmeras
en su continuo rumor,
la nombran con su verdor
las vegas tabacaleras.
También:
15
Samuel Feijóo (1984): Crítica Lírica. La Habana. Ed. Letras Cubanas. Tomo
II, pp. 74-75
16
está viva en la energía
que en el trabajo se luce;
en lo que nada produce
no puede haber poesía.
Poesía es un vergel
sin jardineros, sin rejas,
donde llegan las abejas
a libar la rica miel.
17
años, no vacilo en afirmar que Leoncio Yanes (1908-
1987), cuyo centenario, obviamente, celebramos en
2008, fue también un hombre salomónico e indulgente,
un creador y maestro que les aportó a sus coterráneos
contemporáneos una visión distinta sobre la espinela, al
extremo de convertirnos a muchos en cultores de la
misma…
18
fue mi primer noviecita.
La desprecié por Rosita,
una chinita que estaba
como me la recetaba
el médico de mi hogar,
la tuve que abandonar
porque el padre… ―no tragaba‖.
19
del amor como un demente,
de mi jardín floreciente
solo me quedan espina
20
con la pulpa del anón?
Sueño
1.¿Quién afirmó que soñar
es tiempo mal advertido?
poeta que no ha tenido
un sueño, no supo andar.
Sueña el viajero encontrar
el sendero ambicionado,
lanza el marino confiado
su velamen sobre el mar
y sin dejar de soñar
llega al sueño que ha soñado.
21
hermosa, con la que sueña.
En manantial se despeña
desde el alto lomerío,
avanza por el bajío
en constante rumorar,
y sueña con encontrar
nueva vigencia en el río.
22
desvanecer tu ignorancia:
hay una corta distancia
entre el sueño y la locura.
23
3.Bésame, pero procura
que tu verso intenso vibre
como el relámpago libre
que rasga la noche oscura.
Ese beso sin frescura
que se da sin ardimiento,
que no sabe a ser violento
no es un beso, es una gota
de agua débil que se agota
al leve soplo del viento.
un beso de cortesía.
16
Nota del autor: Esas dos últimas décimas son tomadas de glosas del libro
de Yanes, ―A las sombras de un ala‖. La Habana, 1975.
24
1.Yo salí de tas entrañas
la remembranza me aterra,
25
con los pobres de la tierra.
Yo no ganaré la gloria
de Plácido y Milanés,
ni sembrarán un ciprés
en honor de mi memoria.
No me guardará la historia
en sus codiciadas planas;
pero desde las serranas
maravillas del Capiro
gozo brindando al guajiro
nobles décimas cubanas.
17
Publicado el 18 septiembre, 2008 por Verbiclara.
26
Y siguió plantando
la décima, al igual
que plantaba árboles
en los campos. «La
décima es un árbol
que siempre está en
producción» —dijo—,
y tenía fundamentos
para ello. Para perpe-
tuar su memoria, yo
quisiera sembrar un
ciprés; mas no en
cualquier lugar, qui-
siera plantarlo en esa
colina que él dibujó
en su canto como una
Portada de la antología hecha por Mariana Pérez.
27
[…]
Un dagame arrullador
que derecho se levanta (Poeta guajiro)
primoroso el guayacán
que florece en la maleza. (Vegas de Cabaiguán);
Y no hay delicia mayor
que sobre la verde alfombra
del campo, gozar la sombra
de un cedro susurrador (Salidas).
28
1805). Y precisamente bajo el título «Las frutas de Cuba», en
una serie de diez décimas enumerativas, nombra Leoncio 30
elementos frutales, aunque, en su celo por nombrarlos todos,
incluye al aguacate —Rubalcava también lo hace—, que no se
considera una fruta propiamente dicha.
La primera redondilla de la segunda décima expresa: Ninguna
fruta extranjera/ es mejor que la cubana,/ incluyendo la manza-
na,/ la zarzamora y la pera. A partir de aquí, y empleando como
recursos la anáfora y la interrogación, comienza la cadena enu-
merativa: ¿Quién comerse no quisiera/ un dorado marañón?/
¿Quién no se come un melón/ de Castilla o de Sandía?/ ¿Quién
no salta de alegría/ con la pulpa del anón? La última décima
concluye: Es de suprema ambrosía,/ es de suma sabrosura;/
reto desde mi llanura/ las riquezas verdaderas/ de las frutas ex-
tranjeras/ con una piña madura […] Leoncio Yanes, que en su
juventud fue repentista, conserva en la escritura ese apego a la
vida natural, la descripción de su belleza y de sus bondades, e,
incluso, hace llamados a la conciencia de quienes se desentien-
den de ella o niegan los valores del campo
El sinsonte de la sierra.18
Sinsonte
18
26 agosto, 2008 por Verbiclara. «Centenario del poeta y repentista Leoncio
Yanes Pérez. Guajira enamorada» Blogs confeccionado por Amparo Ballester
López, filóloga y correctora del periódico Vanguardia, Santa Clara.
29
El sinsonte de la Sierra
abre su pico y desgrana
un saludo a la mañana
que brilla sobre la tierra.
No quiere un canto de
guerra,
prefiere un trino de amor,
pero si un cuervo impostor
daña la luz de la aurora,
cierra su pico y perfora
las entrañas del traidor.
Guajira enamorada. 19
19
26 agosto, 2008 por verbiclara
30
Un poema de Leoncio Yanes 20
Amparo:
Ante todo quiero felicitarla por su excelente Blog, el cual descu-
brí por casualidad. Resulta que cuando mi abuelo materno mu-
rió, hace ya 25 años, yo era apenas un niño, me puse a registrar
entre sus cosas personales y descubrí un libro de poesías de
Leoncio Yanes dedicado personalmente por él a mi abuelo. Da-
do el gran respeto y admiración que sentía por mi abuelo y al
encontrar ese libro entre sus pertenencias más importante, lo
tomé con igual cuidado y lo he conservado durante todos estos
años. Hasta ahora creía que la obra de Leoncio Yanes solo me
gustaba a mí y en su Blog descubrí lo contrario.
Le deseo mucha salud y éxitos:
Juan Carlos López
20
22 marzo, 2010 por verbiclara
31
ya lo dijo el poeta que la vida es un sueño
infelices los seres que no saben soñar.
21
Publicado en Blogs con el título: Al Cantío de un gallo. Ricardo Riverón
Rojas. 18 de junio de 2007
32
Recuerdo la calle de frente a la biblioteca […] y disertantes lú-
cidos, uno de ellos el maestro Díaz Abreu, quien con su habitual
tono docto y parsimonioso aseveraba sobre Leoncio Yanes: «es
la suya una poesía ocupada y preocupada por el destino de los
recuerdos». […] Fue aquel Camajuaní de los setenta uno de los
sitios donde Feijoo se refugió, como solía hacer en sus fugas
creativas, para saciarse de paisajes e ingenuidades. Allí encon-
tró un grupo que había sabido darle vida a una casa editora
(modesta, pero eficaz), a una revista no mimeografiada (Hoga-
ño), a un concurso…‖ (Santa Clara, 3 de abril de 2006)
33
metafórica. Tal vez las anteriores fueran mis únicas palabras
para referirme a este poeta injustamente olvidado si para evocar-
lo me apoyara solo en la primera impresión que me dejó cuando
en 1975 —la humeante pipa como continuidad del alma— im-
provisó (¿acaso recitó?) el discurso de clausura de un encuentro
regional de escritores con sede en Camajuaní. […] Ese escrito
no tendrá rima ni medida, pero sí tiene lógica y concordancia;
por lo tanto es poesía. Leoncio reía para adentro, y asentía con
la cabeza, porque todo, según él, era verdad: «De la extraña
manera en que una verdad se puede construir con algunos pe-
dazos de lo obvio y muchos más de lo invisible…» Así dijo en su
discurso de clausura.
Y André Breton le hubiera agradecido la sentencia, enunciada,
por demás, sin pretensiones programáticas ni poses de magister
dixit. No pasemos por alto que quien así se expresaba era un
poeta nacido en lo recóndito del campo cubano.
El viejo gordo
distrae una espiroqueta
detenida y sangrante
sobre un tabaco
de color consagrado.
El fémur de una rosa
grita, golpea
en marejada de yodo
mientras el tabaco
34
sobre el cuello
de la botella
recita un poema de Eliot.23
23
Aparece en las páginas 11 y 12 del citado libro
24
Partes de un trabajo originalmente publicado en: Revolución y Cultura, no.
93, mayo, 1980. Pág. 10-13
35
donde salta el arroyuelo,
donde es más azul el cielo
y más verdes los palmares.
Con mis sencillos cantares
siempre digo lo que soy,
nadie piense que yo estoy
con dudas, sin decidirme,
yo vengo del monte firme
y hacia todas partes voy.
36
—No fue fácil. Imagine usted que soy el mayor de doce herma-
nos en una familia pobre. Piense en los tiempos difíciles y en
que yo debía contribuir al sustento familiar casi desde niño. Pero
siempre, desde temprano, sentí una poderosa atracción por la
lectura […] me recomendaron El Quijote y lo compré, pero des-
pués de leer los refranes y algunos fragmentos, dejé el libro.
Más tarde, al conocer a otros autores y madurar más, me perca-
té de mi error y retomé la obra donde están muy bien caracteri-
zadas las cualidades del ser humano.
37
Por mi parte comprendí que debía ofrecer mi aporte en la esfe-
ra cultural y mis experiencias anteriores las llevé a la décima.
25
Todos los versos que se utilizan en la cita son parte del libro premiado: A la
sombra de un ala (1975)
38
versidad Central de
Las Villas, en los
mismos finales de
la década del 50 en
el pasado siglo XX,
Leoncio Yanes, en
sus propias pala-
bras: ―--ya había
eliminado muchos
abrojos…‖, en su
camino como deci-
mista. El propio
Yanes refiere de su
primera publicación
en 1923, en página
del semanario hu-
morístico nacional,
la Política Cómica.
Pero Feijóo le abre las puertas a este arte eminentemente popu-
lar, cuando la Universidad Central ponía bajo su dirección el re-
curso publicitario. Pasaron décadas y Feijóo facilitaba sus publi-
caciones. De las páginas de una revista Signos en la década de
1980 son estas referencias al decimario de Yanes, que acompa-
ña el folklorista con algunas acotaciones. Veámoslas: Existe otro
decimista popular modesto, el villareño Leoncio Yanes. En sus
décimas «No acepto laureles dirigidas al ―Cantor Invisible‖, se
39
niega a recibir fama, aplausos, laureles –-rara avis— por sus
versos:26
Además, aspiraciones
no tengo para un cartel,
por fama, ni por laurel
como premio a mis canciones.
Yo lanzo mis producciones
desde el intenso verdor
de mis campos de labor
a las sombras de los montes,
como cantan los sinsontes
desflorando el cundiamor.
26
Samuel Feijóo: en Revista Signos, septiembre-diciembre, 1980. Biblioteca
Martí, Santa Clara, Cuba. pp.96-97.
40
En otro de sus poemas ―Inspiración Montuna‖, Leoncio Yanes,
ratifica su modestia –rara avis—poética:
41
abril de 1971 (Año 2, No. 1; de director el etnólogo Samuel Fei-
jóo, entre los trabajos que enriquecían sus páginas, Feijóo, vol-
vía a incluir décimas de Leoncio Yanes…
En la página 188, dentro del trabajo que tituló ―Breve décima
culta‖, y en el acápite que nombró ―Insectos‖ que incluía estos
―fabulosos, raros seres‖, a la manera de una imagen poética; y
así lo especificaba antes, en su trabajo: ―La imagen es de veras
gran astro en los territorios de la poesía. Sol, estrella, cometa.
En su cielo interior no puede faltar. Se oscurecerían algunas le-
tras‖.(181)
Traía algunos decimistas de diferentes procedencias. Iniciaba
con el reconocido poeta del siglo anterior, el XIX, Plácido con su
décima a un mosquito: ―La Marquesa de Arcos se aleló tanto en
una función de teatro que por la boca abierta se le introdujo un
dardoso‖… Y a renglón seguido: ―El decimista «popular», Leon-
cio Yanes, ruega al puyoso musicante (sus alas se baten 300
veces por segundo cargando la orquesta del insomnio):
Pero no me mortifiques
con modos tan irritantes:
pícame sin que me cantes,
o cántame y no me piques.
Es injusto que me apliques
tu picada y tu concierto.
Es horrible, pero es cierto
que evitarte no he podido.
42
Unos me pican dormido
y otros me pican despierto.
Ya duerme naturaleza
y las palmas elevadas
como diosas desveladas
imperan en la naturaleza.
Poesías en Signos
Presentamos al lector una selección que preparó la redacción
de la Revista Signos, para sus páginas: 27
27
Revista Signos. Fundada por Samuel Feijoo en 1969. Número 56 Enero-
diciembre de 2008
43
Las frutas de Cuba
y la codicia cualquiera
para hacer una ensalada,
sin que la supere en nada
ninguna fruta extranjera.
o morder en la corteza
de una guayaba madura?
44
¿Quién no bebe con agrado
y se interna en la maleza,
procurando con presteza
la mata de mamoncillo?
un níspero, un platanito
o una naranja de China?
¿Quién por una mandarina
no registra tierra y cielo?
¿Y quién no siente desvelo
o por la pulpa sabrosa
del mango de bizcochuelo?
45
maduran perfectamente,
sabrosísimas y sanas.
Por los montes y sabanas,
por los valles y los ríos,
por barrancos y bajíos,
por las más remotas rutas,
se tropieza con las frutas
46
su figura primorosa.
La ciruela deliciosa,
la manga sabrosa y sana,
la chirimoya lozana,
el zapote fresco y lindo
y el pequeño tamarindo
de nuestra tierra cubana.
es de suma sabrosura;
reto desde mi llanura
las riquezas verdaderas
de las frutas extranjeras
con una piña madura.
47
Yo que siembro con amor,
no cultivo en mi vergel
las dalias del oropel
ni las tunas del rencor.
Yo soy el floricultor
que los abrojos arranca,
jardinero que no manca
en su siembra de cariño;
soy martiano desde niño:
cultivo una rosa blanca.
48
Yo siempre tengo una flor
49
Madre, yo llevo una flor,
que aunque la vida me abrume,
no perderá su perfume,
no perderá su color.
La cuido con el amor
que de tu amor aprendí;
cuando me falte de ti
la sonrisa dulce y franca
para el mundo será blanca;
siempre roja para mí.
50
un jardinero de amor.
51
Cuando se logra la flor
consulta a tu corazón
y te dirá la razón
de cuál de los dos será.
el silencio y el olvido.
Yo confiado y decidido
la senda recta escogí;
conociendo el frenesí
de mis ansias amorosas,
52
yo sé decirle a las rosas:
53
ayer maravilla fui.
Caña de azúcar.
Desde «Las Afortunadas»
te trajo el Descubridor
para darle más valor
a las Indias estrenadas.
Conquistaste las miradas
54
y endulzó tu sacarosa
55
amarga para el cubano.
Pero en la culminación
de un año nuevo esperado,
el pueblo sacrificado
logró su liberación.
Sin ninguna humillación
Los árboles
Me gusta el campo.
Yo adoro el monte fresco y sombrío,
en este gusto tan mío
me parezco al tocororo.
El aire suave y sonoro
56
Yo soy un amigo de las flores.
Árboles.
57
Mi cuna fue de madera,
de madera es mi sofá,
y de madera será mi lecho,
cuando me muera.
Por eso, con alma entera
al bosque lo quiero tanto,
Canto al tabaco
58
Eres capcioso.
Tu historia.
hay en tu historia!
Nos saltan en la memoria
un mar de contradicciones.
Te aclamaron los bribones,
los piratas, los bandidos,
los reyes envanecidos,
los artistas, los obreros y discutieron
59
hubo estanco y opresión
60
La palma cubana.
Décimas de Yanes en blogs 28
El óleo la tomaron los autores del pintor primitivo: Ruperto Jay Matamoros
(1912–2008).
La soberana palmera
jamás su belleza pierde;
rumorosa, siempre verde
se levanta en la pradera.
En la alegre Primavera,
en Otoño, en el Estío,
o en Invierno, junto al río
o en la llanura descuella,
28
Publicado en Haijines del Nuevo Mundo | Leave a Comment. «Entradas más
antiguas Entradas más recientes Por: MSc. Jorge Braulio Rodríguez. Taller:
En Clave de Haiku. Febrero 16, 2013:
https://jorgebraulio. wordpress.com/tag/verano/page/3/
61
como la nota más bella
del cubano veguerío.
62
le das colorido al monte
en una mañana en calma.
Quien quiera mirar con alma
el cuadro más soberano,
trace una casa de guano
sobre una verde pradera,
que le pinte una palmera
y hará un paisaje cubano.
29
Fue tomado el poema, a un Decimario, inédito, donde acumuló algo más de
780 décimas-versos. Partes todas de poemas con más de dos décimas. El
poema la Palma Real, aparece en las páginas 137-138, dentro de un conjunto
que intituló CONTEMPLATIVAS. (Archivo familiar)
63
2.Te copia el cristal del río
en el temprano destello,
mientras le pones un sello
de esplendor al veguerío.
Tanto le has dado al bohío
y a sus nobles moradores,
que los improvisadores
campesinos se levantan,
te saludan y te cantan
con sus décimas mejores.
64
―yo quiero cuando me muera‖.
Eres la expresión sincera
de la virtud ciudadana,
expresión del socialismo,
levanta su simbolismo
de patriota y de cubana.
65
época devota del verso libre. Desde luego, autodidacta, una per-
sona que se fue forjando a sí mismo en la vida y en la poética
con la misma fuerza, que luchó por las Asociaciones Campesi-
nas de cosecheros de tabaco a la vez que fue colaborando con
distintas publicaciones […] Hay que resucitar sus páginas perdi-
das, sus palabras, abrirle los ojos de nuevo y que hable… el
poeta guajiro, la Patria, el verso cubano, la madre, la Historia de
Cuba, el paisaje campestre, las frutas de Cuba, el homenaje a
Martí, la industria tabacalera, la geografía cubana, sus pueblos,
barrios, topónimos, ríos y provincias, los símbolos de la patria,
con la flor nacional y el tocoloro, el amor del guajiro, atuendos
del vestir cubano, los aperos de labranza, la crítica a poetas ilus-
trados que niegan la vida del campesino y su cultura, la santa-
clareña loma del Capiro, con los tintes propios de la oralidad.
Otra faceta de la décima compuesta por este autor fue la humo-
rística, y no me sorprende, pues la gente del campo tiene un
humor sencillo, punzante y agudo. Junto a Chanito Isidrón, figura
en la antología 25 años de humor en Palante 11, donde se des-
taca que sus décimas humorísticas están cuidadosamente con-
cebidas, al tiempo que presenta las propias palabras del autor
acerca de que el humorismo debe ser ―fino, sano, refrescante y
sobre todo limpio de chabacanas groserías".
66
donde canta el tocoloro;
donde remeda el sinsonte.
Búscame en el horizonte
claro, limpio y azulino;
búscame por el camino
que te lleva a la casita
encantadora y bonita
donde vive el campesino.
67
búscame en las espesuras
donde corren los monteros
y en la luz de los luceros
de las noches más oscuras.
Me encontrarás en el río,
en la palma, en el dagame,
donde más fuerte te llame
la dulce voz del bohío.
Donde corona el rocío
las flores de la pradera,
me verás cantar temprano
con un sombrero de guano,
vestido de guayabera.
68
El fragmento ―El sembrador de flores‖, de Tierra y cielo… es un
poema de arte mayor, compuesto por cinco serventesios he-
xadecasílabos…
69
Tiempos alegres, tempranos,
de horas plácidas, serenas,
de fragantes azucenas
propicias para mis manos.
Cuando los sueños más sanos
se adueñaban de mis ojos,
cuando amorosos antojos
me llevaban al pensil,
en un semblante infantil
dos ojos vi sin enojos.
70
el más amado tesoro.
Hoy a pesar que te lloro
cuando mi vejez descuella,
aumentando la querella
de mi ilusión desflorada,
siento una voz adorada,
recuerdo una mano bella.
Infancia y juventud
30
ECURED: Red nacional digital cubana, servidora de información general.
71
bre de 1908. Desde los doce años trabajó con sus padres en las
vegas de tabaco de Cabaiguán. (Las Villas).
Trayectoria literaria
72
Turquino y con su libro de décimas A la sombra de un ala, glosa-
rio de los Versos Sencillos, respectivamente.
La Literatura en Cabaiguán31
31
Marlene García Pérez y Mirta Estupiñan. Tomado del Diccionario de Litera-
tura cabaiguanense.10 julio, 2017 0 305
73
YANES, Leoncio (Finca La Sabana, Camajuaní, Las Villas,
12.9.1908). A los doce años comenzó a trabajar con sus padres
en las vegas de tabaco de Cabaiguán (Las Villas) y a los veinte
se inició en el cultivo del canto guajiro. En La Política Cómica y
en periódicos locales de Cabaiguán y Guayos (Las Villas) publi-
có sus primeras décimas. Ha colaborado en Islas, Signos, Van-
guardia, ANAP, Campesino. Fue premiado en el Concurso Lite-
rario Alfredo Cinta (1971 y 1972), en la Décima Mural (1972 y
1973), en el Concurso 17 de Mayo y en el Cucalambé (1973). En
1974 obtuvo el Premio de Décima del Concurso «26 de Julio»
con su libro A la sombra de un ala. Es presidente del taller de
decimistas, secretario del taller literario de Santa Clara y colabo-
rador del Consejo Nacional de Cultura en Las Villas. Figura en la
recopilación Los trovadores del pueblo (Santa Clara, Universidad
Central de Las Villas, 1960). NOTA: La Biblioteca Cervantes digi-
tal de Yanes repite lo que dice el Diccionario de la Literatura
Cubano.
74
Capítulo II
Me desayuno con décimas
75
El orden que sigue para referir las poblaciones, a partir de ahí,
es muy semejante; y le dedica una décima igual a cada poema,
manteniendo, como título, el de la población. En el primero de
los libros procuraba, en cada uno de los poemas-décima, ofrecer
detalles geográficos, económicos, de acontecimientos históricos
y otros datos de las localidades que los destacaran; sin embar-
go, para el segundo libro introduce recuerdos de sucesos ínti-
mos, aunque, en esencia, repite circunstancias físicas, o ambas
como el caso de la décima a Jaruco. Vea la décima dedicada a
―Bauta‖:
32
En ese lugar perdieron la vida ambos héroes de la guerra por la Indepen-
dencia,
76
No aparece la fecha en que se escribe el manuscrito. Fue muy
característico suyo no fechar; pero, de la lectura se concluye se
corresponde en tiempo con la antigua división político-
administrativa del país de seis provincias; y se mantenía la no-
menclatura de Isla de Pinos para la actual Isla de la Juventud. La
dedicatoria la encabeza Leoncio a la memoria de su padre Nica-
sio, y de sus hermanos, de primero, Evangelina y Santiago
Alberto. Ha seguido, especifica, por su nombre, al resto de sus
once hermanos. Por lo que puede no estuviera casado aún.
En total escribe una décima relativo a ciento treinta lugares;
distribuidas en una para cada provincia, y una igualmente para
las cabeceras de estos seis territorios; y, las demás para las ca-
beceras de los municipios importantes que visitó. Hay diez casos
en que dedicó dos décimas al mismo lugar: Guane, San Antonio
de los Baños, Quivicán, Santa Clara, Esperanza, Cienfuegos,
Cabaiguán, Morón, Bayamo y Baracoa. Y no se aprecia razones
aparentes para estas posibles preferencias.
Destaca Leoncio en su pequeño prólogo, que este recorrido
nacional lo hacía a título personal; pretendió, siguiendo los datos
que le aportaba el Censo de Población y Vivienda de 1963,
ofrecer del lugar a que dedicaba la décima una información de
su apreciación. Hay que señalar defectos en éstas colecciones:
--Limitado el colorismo, aunque se pretende ofrecer el paisaje
campestre cubano. No se mencionó en las más de 140 décimas
otro color que el verde, incluso sin algún tono o gama.
77
--Pobreza en el lenguaje…? En las imágenes descriptivas que
pudieran crearse, así como en lo limitado del discurso literario…
En definitiva, la norma no limitó que pudieran despuntar señala-
bles excepciones, en este temprano trabajo.
33
Los versos que aquí reproducimos del poema ―Casimira‖, fueron seleccio-
nados del libro mecanografiado por su autor y que conserva el Archivo Fami-
liar; fechado por su propia letra, 1985. Existe otra versión, en muy poco pare-
cida, publicada en 2003 por Rene Batista en su libro ―Editos e inéditos‖, que
reproduce en su antología Mariana Pérez: Búscame en el Horizonte, Santa
Clara, 2008.
78
con el andar de mis pies
y los que vienen después
siguen detrás de mis huellas.
79
XXXIV. No sé si estaba dormido,
no sé si estaba despierto,
pero si doy como cierto
que vi su rostro querido.
Con paso suave y medido
se detuvo frente a mi,
me pareció que la oí
preguntar con suave acento,
si yo me hallaba contento
y yo le dije que sí.
80
Obviando conceptos de estilo, o valores esteticistas, escoge-
remos algunos de los poemas que integran la sección, por su
tema. Teniendo en cuenta, además, que se integran, por conjun-
tos de cuatro o cinco décimas.
34
Según el Dicc. de la RAE (Madrid,1955): ―Avecilla americana del género de
los pájaros mosca, muy pequeña y de pico muy arqueado. Hay varias espe-
cies‖
35
(IDEM) Arbusto cubano silvestre, de hojas elípticas y puntiagudas y flores
de color rojo oscuro. Es venenoso pero se usa en medicina…preparado.
81
tanto vuelo temblador
El pequeño colibrí
plegó sus alas ligeras,
sobre las ramas cimeras
del frondoso ponasí,
miró al burro y dijo así:
--Soy muy débil, sí, señor,
no le niego su valor
y le aclaro sin reserva:
vive usted de yerba en yerba,
yo vivo de flor en flor.
de un artesano a un artista
no hay ninguna diferencia.
Con respecto a la evidencia
82
de su vida y de la mía
tengo mi filosofía,
usted rebuzna, yo zumbo,
y cada cual por su rumbo,
de base a la poesía.
83
dormido por los rincones,
y el que no quiera ratones
que compre una ratonera.
84
porque lo sabe cuidar…
85
En vez de perro es arenque
El perro de Baldomero.
86
que me dejó turulato:
le mandó caca de gato
con hojas de mejorana.
Semillas de Doña Juana,
cáscaras de tibisí,
resinas guaguasí
y flores del callejón,
con baba de camaleón
y orina de colibrí.
87
¿La niña se mejoró?
--Compadre, sí, como nó!
La llevé al doctor Morgado
el médico del poblado,
y la niña se curó.
88
apenas rayaba el día,
fastidioso, inoportuno,
se disparó el desayuno,
el almuerzo y la comida.
89
el sueño me desconcierta,
“Bronca Moderna”
90
le contestó a su rival
con la décima siguiente.
91
“Cuquillo”36
Fue Manuel Jiménez Triana
conocido por ―Cuquillo‖
un decimista sencillo,
estilista en la jarana.
Allá en mi etapa temprana
me dijo con sus arrullos:
―—Tus décimas son cocuyos
vagando en la noche umbría,
más vale una cana mía
que todos los versos tuyos‖.
36
El poema ―Cuquillo‖ lo dedica al decimista villareño, Manuel Jiménez Tria-
na, ―Cuquillo‖. Incluye algunos versos suyos, que los entrecomilla.
92
el dinámico poeta,
sin tener una peseta
y se detuvo a pensar.
Dijo al barbero al llegar:
--Cortapelos, te prevengo,
mírame bien cómo vengo,
a pesar de ser Cuquillo,
sin un quilo en el bolsillo
con una pasada tengo.
93
Que una muela le dolía,
la garganta y el oído,
que le faltaba el sentido
y hasta la respiración;
cálculo en el riñón
y el colon algo caído.
94
con una nube en el ojo
y una pierna descompuesta.
No le dejé continuar
la relación que me hacía:
--Basta ya, Rosa María,
porque me voy a enfermar,
póngase usted a trabajar
y deje ese barrenillo.
El asunto es muy sencillo,
lo que sucede mi abuela,
que le falta la arandela
y la tuerca del tornillo.
Paisaje cubano
La pintada mariposa
comienza a lucir sus galas
abanicando sus alas
sobre la flor primorosa.
Y la palma rumorosa
en el amplio veguerío
95
bañada por el rocío
se mece con galanura,
retratando su figura.
Y el melodioso sinsonte
usa su mejor acento
para cantarle un momento
a la luz del horizonte.
También en el verde monte
se escucha el eco sonoro
de otros pájaros que a coro
trinan bajo el follaje
mientras luce su plumaje
el brillante tocoloro.
Y al deshacer la mañana
los copos de la neblina
del campo, ya se ilumina
de entusiasmo la sabana.
Dulce décima cubana
de melancólico trino,
sobre el albor matutino
se levanta placentera;
¡es que canta una sitiera
su puro amor campesino!
96
Álbumes de imprenta.
37
Premio 26 de Julio, 1974. (La Habana) Quiero a la sombra… [También titu-
lado: Rompe en la roca una flor] (1975)
38
Tomado de Ricardo Riverón Rojas, en Cubaliteraria, domingo, 20 de enero
de 2008
97
y los conventos vacíos.
José Martí
98
en la luz de la verdad,
desprecio la falsedad
del artificio del mundo.
Atento y meditabundo
rechazo las mascaradas
y las tramoyas usadas
contra el humano progreso,
precisamente, por eso,
amo las naves calladas.
99
Vive el músico al tocar
en el alma de las notas,
vuelan las blancas gaviotas
sobre las olas del mar.
Suena la brisa al besar
a las plantas y las flores,
entonan los ruiseñores
sus cantos en la enramada
y llora una niña aislada
en una casa de amores.
100
se confunden con el cielo.
Corre y suena el arroyuelo
entre juncos tembladores,
viste sus galas mejores
la hermosa naturaleza,
y yo que sé tú tristeza,
Luisa, te mandó estas flores.
101
de sus dieciséis abriles.
Con donaires infantiles
a la playa concurría,
jugaba y se divertía
con las olas y con la arena,
cuando la tarde era buena
y cuando el sol se ponía.
102
sobre la playa espaciosa
unos zapatos de rosa
y un sombrerito callado.
103
yo traigo los estandartes
de los sueños campesinos,
llego de largos caminos;
yo vengo de todas partes.
104
Yo laboro, sueño y canto
entre arroyos y sabanas,
donde vibran más lozanas
las décimas que amo tanto.
Yo despierto y me levanto
con Cuba, con ella estoy,
y con el vigor que hoy
crecen los pinos martianos,
llano soy entre los llanos,
en los montes, monte soy.
105
sin herencia ni fortuna
esperaba una oportuna
venturanza en el camino.
Esperaba que el destino
le diera la dicha un día
de colmarlo de alegría,
de poder y bienestar,
para poder educar
a su pequeña Sofía.
107
vientre rojo bermellón,
le brindan la distinción
de una belleza importante.
39
Tierra y Cielo, (1959), fue publicado como folleto por su autor, Yanes, en
Santa Clara , en la Imprenta: La Nueva.
108
El poemario de 33 poesías de diferente métrica, al final, incluía
diez décima, algunas muy conocidas del autor, incluidas en
otros poemarios; material alguno que hemos consultado meca-
nografiado en el archivo familiar.
De las incluidas entre las diez indicadas; ya aparecían en un
poemario titulado: Bandurria Sentimental: ―A una calavera‖; ―El
jardinero y los abrojos‖; ―La virtud de la belleza‖ y ―La princesa
enamorada‖, una especie de cuento de amor en décimas
Divagaciones metafísicas
«Ante los Panteones» ¿…de surrealista?40
Antecedido por un extenso Proemio, que carga de relatos de
sucesos familiares y relacionados con el camposanto; tan exten-
so en páginas, como el espacio que le ocupan las décimas del
propio poema, un total de 55… Al tema natural de la muerte, del
espacio físico donde se depositan los cuerpos ya sin vida; a la
falta de respuestas que todo ello supone, dedica una especial
atención en muchas de sus colecciones, de por vida, que escri-
be en esa métrica espineliana, que sin muchos revuelos poéti-
cos, le es tan familiar… Pretende exponer sus concepciones filo-
sóficas sin que estas se arrimen, dice, a una u otra tendencia
sea ―materialista o espiritista‖. (sic) Y añade porque estas son:
―…los fundamentos y principio de nuestra labor literaria‖. Ni lo
creemos fuera así, ni se mantuvieron muchos de esos criterios
40
Libro inédito.
109
incólumes en el tiempo posterior. A seguido aclara lo que real-
mente le motivaba a hacer determinadas manifestaciones. Que
no tenían apego a unas honrras y pompas fúnebres: ―…nuestra
dialéctica lírica, caustica… va contra esas viejas tradiciones…‖
―Esa es la primordial fuerza de nuestro canto‖.41 Haciendo preci-
siones, y aquí va todo, dice: ―…no creemos existe un misterio
insondable entre la vida y la muerte, para nosotros la vida y la
muerte es una misma cosa…‖ En resumen, que la una es con-
secuencia de la otra. Con ello pretende dar sentido al poema. Y
aunque el tiempo y las circunstancias diluyan mucho estas
ideas, hay futuros poemas que reviven aspectos.
Según Yanes en el Proemio, todo tiene su inicio en la impre-
sión que le causó, conocer lo que le significó el portentoso ce-
menterio Colón, de La Habana. Lo recorrió, dice: Mausoleo por
Mausoleo; Panteón por Panteón… Y le hizo pensar aquellas
tumbas olvidadas… comunes…
Esta colección aparece fechada en 1962. De ellas, las prime-
ras décimas, y algunas otras:
1
Hay quienes escogen el lugar´
a donde irá cuando muera,
como si en nombre pudiera
a su modo descansar.
Me conmueve contemplar
41
Transcrito del Proemio de su libro inédito ―Antes los Panteones‖. Santa
Clara, 1962. Consultado en el archivo familiar en marzo 2019.
110
sobre las pálidas lozas
estas frases existentes:
―Familia de los Romeros‖
―Los González, Los Rivero,
Los Pérez y Los Quincozas‖.
2
Otras bellas inscripciones
con suma magnificencia,
indican la procedencia
de algunas instituciones,
de gremios, de Asociaciones,
de alguna más que otra Sociedad.
Es como la humanidad
pinta sus rangos sociales
Sobre los mismos umbrales
del mundo de la igualdad.
5
¿De qué vale este vislumbre
de soberbia ostentación,
sobre un mísero montón
de huesos y podredumbre?
¿De qué sirve esa costumbre
viciada de vanidad?
¿Es que frente a la verdad
de la muerte, se conforma
con darle distinta forma
111
a su fin, la humanidad?
15
Ciudad triste, inerte, muda,
dá dolor, saber que tanta
ostentación se levanta
por un resquicio de duda.
¿Por qué motivo se escuda
en el mármol funeral
el esqueleto mortal
del ser que dijera un día;
que como humano creía
tener un alma inmortal?
17
Es que acaso te divierte
en tu vanidad de hombre,
que la humanidad se asombre
ante el lujo de tu muerte?
O no pensabas que inerte,
desvanecido y pequeño
era inútil todo empeño
por conservarte inmortal;
¡No es distinto tu final,
ni es diferente tu sueño!
20
¿No será mucho mejor
ir de una vez al terreno
112
apretado, y en su seno
alimentar una flor.
Volver de nuevo al calor
de la existencia. Correr
con el Viento. Florecer
en las ramas del rosal.
Saltar en el manantial
o en los árboles crecer?
25
Cuando yace inanimado
nuestro cuerpo sin aliento,
parece en ese momento
que la vida ha terminado.
Es incierto, es otro estado
volveremos a vivir,
es la verdad, que morir
es iniciar otra etapa
de la vida, en otro mapa
volvemos a subsistir.
48
La muerte le dio color
la muerte le dio elegancia,
la muerte le dio fragancia,
la muerte le dio vigor.
La muerte le dio verdor,
le dio sabia, le dio vida,
113
y cuando la flor nacida
por el aire, perfumaba
la voz del muerto cantaba
en su rama florecida.
55
Adiós, No. Diré hasta luego,
se que volveré algún día,
a ocupar la tumba mía,
de la parca al golpe ciego.
Cuando acabe el andariego
deambular de mi destino,
me detendré en el camino
en un eterno remanso:
la muerte será el descanso
de un bardo peregrino.
114
A una Calavera
(El poema tiene ocho décimas y está dentro del libro ―Tierra y
Cielo‖; (1959)42 muy concurrida por los críticos de su obra .
1
Calavera carcomida
y escoriada por el lodo,
quizás, patentizas todo
el secreto de la vida.
Antes estabas vestida
de cabellera abundante,
y tu cerebro vibrante,
tal vez, tuvo facultad
para dar notoriedad
y altivez a tu semblante.
2
Y sobre un cuerpo movible
te levantas airosa,
creyéndote poderosa
luchando con lo imposible.
Te soñabas invencible
en tu falso poderío
hoy en el triste sombrío
aislamiento de un rincón,
42
―Tierra y Cielo‖, aparece como libro de poesías. Santa Clara. Imprenta La
Nueva.
115
sin ninguna vibración
rueda tu cráneo vacío.
116
de mucho nos serviría
y nuestra norma sería
distinta completamente.
8
Pero inanimada y muda,
nada nos puedes decir
que logre el porvenir
desvanecer nuestra duda.
Y así, quebrada, desnuda,
olvidada y carcomida,
sobre la tierra tendida;
taciturno te contemplo;
como patético ejemplo
del final de nuestra vida.
Cantares a la muerte
Muerte, voraz y temida,
te ruego que no adelantes
tu visita. Déjame antes
organizar mi partida;
que a lo largo de mi vida
117
seguí tan loca carrera,
que no he podido siquiera
acordarme que el destino
ya me aproxima el camino
donde la tumba me espera.
118
Con la esperanza perdida.
119
Otros sortilegios poéticos
121
―la luz de tus diez estrellas‖
3
Quién sabe, en alguna parte
algún ruiseñor dormido
no tenga mejor sentido
ni vista para encontrarte.
No se decide a buscarte
entre arroyos y majaguas,
sueña escalar aconcaguas
buscando mayor altura
y sin saber tu frescura
―desprecio tus dulces aguas‖
4
Los que sentimos de veras
La luz de la guardarraya,
Donde nunca se desmaya
El danzón de las palmeras.
Los que amamos las primeras
Palpitaciones del día,
Que vivimos la porfía
Del mar batiendo en la roca,
Qué bien adentro nos toca
―tu sonante geometría‖.
5
En el aire en el laúd
--abeja, zunzún, tojosa—
122
tu música contagiosa
jamás pierde su virtud.
Hay eterna juventud
en tu cerrado hemisferio,
expansión, no cautiverio,
camino de ancha salida:
si es un misterio tu vida,
―yo sigo con tu misterio‖.
6
Contigo canté mis penas,
contigo mis glorias canto,
después que luchando tanto
alcancé las horas buenas.
Sangre que corre en mis venas
y sana mis cicatrices;
es amor lo que me dices
en tus rimados detalles,
contigo estoy en los valle
―guardándome las raíces‖.
7
Hay quién absorto, lejano
de la expresión del paisaje,
te aprecia como un celaje,
como una sombra en el llano.
Alguien te ve con desgano
y con desgano te nombra,
123
al mismo tiempo, se asombra
que tengas tantos amantes,
yo soy de esos caminantes,
―yo sigo, busco tu sombra‖.
8
Cuando los bardos errantes
lloraban tu decadencia,
arrullaste la inocencia
de mis auroras brillantes.
Me diste tus consonantes
cuando de saber ayuno,
solté al viento uno por uno
mis íntimos pensamientos,
abrazado a los cimientos
―de tu obelisco montuno‖.
9
Compañera y fiel amiga
de las cumbres de las alas,
con tal surco te regalas,
te perfumas con las espigas.
Tu ritmo es puro, no liga
con ningún tono indeciso,
tu acento jamás remiso
es música en el paisaje,
no comprendió tu mensaje
―quien te escucho y no te quiso‖.
124
Del poemario Bandurria Sentimental43
A mi laúd
244
Cuerdas viejas, empolvadas,
flojas, rotas, herrumbrosas,
fueron ayer armoniosas
al compás de mis tonadas.
Aquellas horas pasadas
con recuerdo emotivo;
cuando quedo pensativo
en delirante desvelo,
vienes a ser un consuelo
a las penas en que vivo.
3
Las consecuencias mundanas
con un constante reclamo
43
Es uno de los poemarios que le quedó sin publicar. Fecha aproximada de
realización:1962.
44
La enumeración de la décima es del propio Yanes.
125
a ti te llenó de tamo
a mí me cubrió de canas.
Aquellas horas tempranas
De amor y de poesía;
cuando cantaba y reía
a tu armonioso compás,
son sombras hoy nada más
de tu vida y de la mía.
126
le dieran alguna cosa.
Y la dama pretenciosa
de modo espectacular,
su demanda irregular
a toda costa mantuvo,
y tantos regalos tuvo,
que no se pueden citar.
127
un herrero una cadena,
y el dueño de una colmena
unos panales de miel.
128
Más de la Bandurria Sentimental:
Cita fracasada
1.Anoche me vio la luna
en la esquina del dolor,
llorar mi pena de amor
sin esperanza ninguna.
Me vio vagar sin fortuna
por una senda de abrojos,
sin besar tus labios rojos
y estrechar tus manos finas,
¡Cómo duelen las esquinas
sin el calor de tus ojos!
129
herir la brisa ligera,
con un bostezo de espera,
con un suspiro de amor.
Me vio palpar mi dolor
sobre la calle desierta,
como un centinela alerta
me vio sentir en la lucha
el sonido que se escucha
con el cierre de una puerta.
130
que presentó mi llegada…
me vio bajar la mirada
por el pasar de la cuita,
cuando fracasa una cita
que triste es la retirada.
,
Canción de los besos
1.El beso es dulce conjuro
Que florece en nuestros labios,
Para borrar los agravios
De nuestro sentir impuro.
El pecho más cruel y duro
Lo rinde el beso. El dolor
Lo desvanece el calor
De una boca cuando besa
Dejando en el beso, impresa
Una página de amor.
131
que recibió rozagante
el beso de la alborada.
132
las almas que se enamoran,
y los ojos que se adoran
se besan con las pupilas.
Y las alineadas pilas
de huesos, se besan tanto
bajo el misterioso manto
del cieno en que se consumen,
besos que son el resumen
que presenta el camposanto.
133
Soñaba que me veía
enredado en el batey,
que araba en un babiney,
que la renta me apuraba
y a cada rato gritaba:
¡Mal rayo te parta, buey!
134
y de la visión del congo
de la mata de piñón.
Décimas al menudeo…
135
del mar del tiempo perverso.
El anverso y el reverso
somos del libro mundano.
Te busco, pero es vano;
mi búsqueda es un alarde
porque tú naciste tarde,
porque yo nací temprano.45
45
Del libro: Canto del pueblo.1978
136
de serpientes coronada.
Carne maciza, apretada,
imán de la tentación…
cuando vas con emoción
caminando por la calle,
te está bailando en el talle
el suave ritmo del son.
138
BIBLIOGRAFIA
Feijóo, Samuel, (1960): Los trovadores del pueblo. (Tomo I-IV). Bús-
queda, selección y prólogo de Samuel Feijóo. Santa Clara, Cuba. Uni-
versidad Central de Las Villas.
______________, (1984): Crítica Lírica. La Habana. Ed. Letras Cuba-
nas. Tomo II, pp. 74-75
León, Argeliers, (1981): Del Canto y el tiempo. La Habana. Editorial
Letras Cubanas.
Gorrin Castellanos, José Teófilo, (2017): La Ruta afrocaribeña de la
décima. Beau Bassin. Editorial Academice Española
________________________; (2018): Lo que sí dijo Villaverde en Ce-
cilia Valdés, Bogotá. Editorial Autores Editores
León, Argeliers, (1981) Del Canto y el tiempo. La Habana. Editorial
Pueblo y Educación.
Linares, María Teresa, Ponencia evento al Encuentro Iberoamericano
de la décima. Las Palmas de Gran Canarias. Digitalización realizada
por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2008, Maximiano Trapero Univer-
sidad de Las Palmas de Gran Canaria
139
4-Con un cocuyo en la mano de Leoncio Yanes (Libro)
1 edición publicada en 1984 en español y en manos de 4 biblio-
tecas miembros de World Cat.
5-Búscame en el horizonte: (décimas y otros poe-
mas) por Leoncio Yanes (Libro). 1 edición publicada
en 2008 en español y realizada por 2 bibliotecas miembros de
World Cat en todo el mundo.
6-Canto del pueblo en décimas por Leoncio Yanes (Libro)
2 ediciones publicadas en 1975 en español y en poder de 2 bi-
bliotecas miembros de World Cat en todo el mundo.
140
GLOSARIO DEL DECIMISTA.
141
6.Consonancia de versos agudos: Se da, en caso de versos
con palabras con final agudo. Se tiene en cuenta la vocal y las
consonantes finales.
7.Consonancia de versos esdrújulos: cuyo acento gramatical
cae en la antepenúltima vocal; ejemplos: matemática, fenómeno,
genésico, etc. La consonancia se lograría en las palabras que
poseen idénticas vocales, aunque tengan diferentes consonan-
tes. Aunque hay que destacar que los decimistas populares en
Cuba, acostumbran a buscar la consonancia con palabras de
idéntico sonido.
8.Consonancia imperfecta o asonancia: La asonancia, en este
caso, se produce en vocales iguales al final de los versos y las
letras consonantes distintas. La consonancia se usa en el Ro-
mance…
9.Consonancia descendida, o aislada: La que se origina al
comienzo de la décima y al final de la misma. Somos de la opi-
nión --decía Yanes--, que cuando la asonancia no molesta al
oído y está en función de un buen concepto no debe sacrificarse
por obedecer a una cuestión retórica.
10.Consonancia falsa o por apariencia: Se produce en los fi-
nales del verso con vocales similares y consonantes diferentes.
Muy usado en el Romance.
11.Cacofonía: Tiene lugar en el encuentro entre sílabas pareci-
das.
142
12.Cabalgamiento o hipermetría: Es un modo poético que no
debe usarse excepto en casos precisos. Consiste en completar
el sentido de un verso en el verso que le sigue.
13.Cabo roto: Consiste en dejar de escribir la última sílaba del
verso.
14.Canturía: Es el evento ocasional o previamente preparado
para que un grupo de poetas hagan gala de sus dotes de impro-
visadores.
15.Controversia: no es más que el debate de dos improvisado-
res, que en fraternal competencia, cada cual por su parte, ser
esfuerzan por hacer destacar sus cualidades poéticas. Se pro-
duce espontáneamente, pero a veces no. Cada repentista tiene
su estilo y su tonada y un grupo de simpatizantes que le siguen,
lo admiran y lo estimulan. Son los que se encargan de organizar
el encuentro de los poetas. Por lo regular tiene lugar entre dos
improvisadores. El público es quien dicta los temas, los pies for-
zados, etc. Y, en muchas ocasiones, el motivo de la inspiración
es el rostro de una joven, una vieja o de un niño.
La idea, el tema el motivo se presenta inesperadamente.
Está obligado a meditar toda respuesta conscientemente. Debe
descartar toda frase, todo verso ofensivo y de mal gusto. No
debe desconcentrase por una réplica cáustica, humorística… de
su rival. Debe ser tolerante, comprensivo y frente a todo lenguaje
hiriente oponer la ecuanimidad y la nobleza.
143
En ocasiones dos poetas se han pasado un largo tiempo impro-
visando, y ninguno se ha dado por vencido; por lo que aplazan el
debate para un posterior encuentro.
16.Décima: Es una composición poética de diez versos que
pueden ser octosílabos o no, con rima o sin ella, debido a que
tiene diez versos.
17.División de la poesía: Se divide en poesía lírica y poesía
elegíaca
19.Décima cantada: Ha sido la más usada entre los poetas
campesinos o populares. Se exteriorizó en el campo de labor
agrícola, en la soledad de los caminos, guateques, canturías,
parrandas. Ha disminuido bastantes esta costumbre
20.Décima improvisada, o el repentismo: Es una modalidad
típica muy usada en Cuba a través de siglos. Para algunos, dio
lugar porque los poetas eran analfabetos y no la podían escribir.
La necesidad de armarlas mentalmente, dio lugar al repentismo.
21.Espinela: Estrofa poética octosilábica o no, compuesta por
diez versos; que puede ser con rima alterna, sin rima y hasta con
versos quebrados, toda vez que la integran diez versos. El nom-
bre le viene por el malagueño Vicente Espinel, (1550-1624) que
le dio divulgación aunque no fuera quizás su inicial cultivador, sin
obviar el que hiciera Lope de Vega. A ello agrega además Ya-
nes:46 ―Es una estrofa de consonancia cerrada, inflexible, tal vez;
por ese motivo su autor le llamó redondilla. Es de muy difícil
46
Entre sus manuscritos, existe uno que tituló: ―Para ser decimista. Estudio
práctico y técnico e la décima escrita y cantada‖. No le puso fecha, como a
muchos de sus manuscritos le faltaba.
144
construcción, es posible que por su musicalidad y rigor nuestro
pueblo alegre la haya adaptado como suya propio‖. ABBAAC-
CDDC.
22.Estrofa: Es la división regular de una obra poética, por ejem-
plo: si una composición (poema) está integrada por diez déci-
mas, tiene diez estrofas.
23.Extensión del poema: Debe extenderse solo según respaldo
argumentativo del poeta. Antiguamente –señala Yanes--, los de-
cimistas creían que un poema se componía de cuatro décimas,
que llamaban cuarteta. Poetas posteriores como José Fornaris,
Juan N. Fajardo, José J. Milanés y otros, hicieron composicio-
nes con siete, ocho y más décimas
24.Estilo: Manera de escribir o hablar peculiar y privativa de un
autor
25.Glosa: (o decimas glosadas, muy usado…) Composición
poética al fin de la cual, o al de cada una de sus estrofas se con-
cluye con uno a más versos antes propuestos
26.Guateque: Es una fiesta que creo el aislamiento de la vida
rural en tiempos pasados. Se bailaba y en ocasiones se canta-
ban décimas.
27.Gerundios: Debe evitarse la consonancia o rima con ellos.
28.Hiato: Se opone a la armonía. Es el choque de sílabas o vo-
cablos iguales, lo que produce sonidos pobres.
29.Hipérbaton: Consiste en alterar el orden directo del vocablo.
30.Imágen: L. Timoféisev, la define en estos términos: ―Imagen
es un cuadro concreto y a la vez generalizado de la vida; creado
145
mediante una ficción que posea significado estético‖. A lo que se
agrega, que imagen es una sucesión de metáforas que verifican
la traslación del sentido de las frases.
31.Lugares comunes: En sentido literario, son aquellos versos
o frases muy usados, también conocidos por caminos trillados,
versos con callos, etc.
32.Lenguaje directo: Llamado igualmente conversacional… que
no debe usarse normalmente en la obra poética. En la literatura
el lenguaje debe ser más selecto, sin llegar a un rebuscamiento
exagerado…
33.Metrificación: La métrica determina la medida de los versos,
que se apoya el número de sílabas, en los acentos y las pausas.
34.Metáfora: Figura retórica muy usada. Españoles que la utili-
zar pródigamente, Luis de Góngora…y consiste en transportar el
sentido de una palabra a otra por medio de una comparación
mental.
35.Musicalidad del verso octosílabo: Tiene que mucho que
ver con la fijación del acento prosódico u ortográfico. No todos
los versos tienen la misma musicalidad. Especialmente el que
está acentuado en la sexta sílaba…También se logra una musi-
calidad determinada en la composición a base de la unión de
versos de cuatro sílabas…Pero somos de la opinión –resuelve
Yanes--, que poemas realizados con versos de la misma sonori-
dad puede producir un efecto monorrítmico en vez de musicali-
dad.
146
36.Falsa consonancia o por aproximación: Son consonancia
falsas: Polvo y estorbo; alma y alarma; incierto y esbelto; palmar
y manigual; sol y calor, etc.
37.Metaplasmo: Licencia que faculta al poeta el modo de acor-
tar o alargar las palabras por conveniencia de medida o conso-
nancia.
38.Monotonía: Se produce en la reproducción de sonidos simila-
res.
39.Poesía: Es la cabal expresión de lo bello por conducto de la
palabra. Saber decir de un modo artístico, alto y profundo nues-
tros sentimientos. Es saber sentir e interpretar la vida, lo más
noble de los seres y las cosas que nos rodean. La poesía no
depende únicamente del modo ni del lenguaje, depende de la
honda sensibilidad humana. El poeta no puede alegrarse o en-
tristecerse u omitir el mundo objetivo, debe saber ennoblecerlo,
aclara sus complejidades.
40.Poesía lírica: En ella el poeta canta a su mundo interior:
amor, esperanzas, tristezas, alegrías.
41.Poesía épica: En la épica el poeta canta al mundo exterior,
los hechos históricos, etc., los héroes, los mártires, etc.
42.Poesía elegíaca: Con la poesía elegíaca manifestamos nues-
tras tristezas, dolores, etc.
43.Poesía bucólica: Cuenta la vida y costumbre del hombre de
campo.
44.Pleonasmo: Se basa en repetir palabras de un mismo signifi-
cado.
147
45.Punto yayabero o espirituano: Propio de la población cen-
tral de Sancti Spíritus. El poeta tiene que cantar ajustado a los
acordes del punto.
46.Punto trinitario Oriundo de la población de Trinidad y es
una variante del punto espirituano o yayabero.
47.Punto camagüeyano: Es una variante del punto espirituano,
original de Camagüey.
48.Punto cruzado: El punto cruzado no deja de ser una variante
del punto espirituano, pero se distingue por la frase que casi
siempre es un verso de cuatro sí-labas que se emplea indepen-
diente de la décima al comenzar a cantar. Ejemplos: Caballeros,
Patria Linda, Cuba mía, bueno, bueno, etc.
49.Parranda: Es una fiesta que se diferencia del guateque, en
que éste se concreta en un lugar determinado; y la parranda es
una especie de gira, casi siempre en horas de la noche.
50.Pie forzado: El improvisador para demostrar su repentismo
admite que el público formule universo que tiene que insertar al
final de su décima. Parece ser una prueba muy rigurosa, pero no
es así, ya que todo repentista construye su décima por un pie
forzado que él se aplica mentalmente.
51.Retruécano: Es un juego de palabras que embellece el ver-
so. Resulta de la inversión de los términos de una proposición en
una siguiente que resulte en una antítesis con la primera.
52.Rima o consonancia: La consonancia o rima perfecta se
basa en la igualdad de las letras vocales y las letras consonan-
148
tes a final de los versos, a partir de la penúltima vocal acentua-
da.
53.Ripio o relleno: Es un recurso que no debe usarse, acusa
pobreza del lenguaje. Son frases o palabras que se emplean
para darle medida al verso.
54.Recursos y licencias poéticas: Muy usados en la poesía
tradicional, hoy descartados aunque se mantengan algunos a los
que nos referiremos por separado; ejemplos: hipérbaton, meta-
plasmo, etc.
55.Ronda de poeta: Es cuando se reúnen varios poetas y to-
dos dispuestos a cantar. Entonces establecen un orden para
hacerlo y uno tras otro van improvisando según le corresponda.
En la ronda es donde más se desarrolla un tema, que puede ser
el amor, la patria, la familia, etc. Y otro verseador desarrolla su
décima por el patrón señalado. En la ronda el poeta tiene más
descanso y cuenta con bastante para preparar su composición.
Son agradables las rondas de improvisadores por lo variada de
estilos y tonadas.
56.Símil: Es una figura que estriba en la comparación de una
cosa con otra.
57.Silaba poética: Es diferente a la sílaba corriente. En la medi-
da de los versos hay que tener en cuenta si termina en palabra
llana, aguda o esdrújula. Si termina en llana se debe medir cada
una de las sílabas exactas. Si termina en palabra aguda, debe
tener una menos, o sea siete sílabas. Y si termina en esdrújula,
requiere de una más, o sea nueve. Así, la pronunciación de la
149
palabra aguda al final del verso aumenta automáticamente una
sílaba; y, para la pronunciación de la palabra esdrújula disminu-
ye automáticamente una sílaba.
58.Sinalefa: Se produce en la unión de las vocales seguidas, en
las palabras. Cuando una palabra termina en vocal y la que si-
gue comienza igual en vocal, estas sílabas se unen para formar
la sinalefa.
También tenemos que tener en cuenta el sonido de las vocales
débiles y fuertes (fuertes: a, e, o; débiles: i, u). Sabemos que los
poetas populares miden los versos al golpe del oído, pero no
sucede así en los que no están acostumbrados a cantar la déci-
ma. Desde luego, creemos, --argumentaba Yanes--, que para
ser decimista hay que aprender a medir la décima prácticamen-
te. Esto se logra leyendo constantemente las décimas o, cantán-
dolas en voz baja de una tonada escogida al efecto.
Queremos advertir, que en los casos en que coincidan dos voca-
les fuertes no se produce la sinalefa.
59.Tonadas. Son los marcos musicales inventados por los pro-
pios poetas campesinos para cantar la décima. Tienen variado
estilo que van desde lo lento a lo rápido; desde lo alegre a lo
triste. Esta variedad evita el cansancio.
60.Tonada vueltabajera o libre. El punto vueltabajero o tonada
libre, son las que más usan los improvisadores. Son aquellas en
que el laúd, guitarra o tres siguen al cantador.
61.Tonada de seguidilla. Tal como su nombre lo indica, es una
tonada que por su forma rítmica permite que el poeta cante una
150
o más décimas sin descansar. La suelen usar los decimistas que
hacen gala de ser buenos improvisadores.
62.Tonada de estribillos. Se basa en los estribillos que, por su
estructura melódica dan oportunidad al cantador para agregarle
versos o frases adicionales, que no tienen nada que ver con el
texto de la décima. Los estribillos suelen ser: Era, era, era boni-
ta y lo es‖; ―Oh, sí, guajira, como no guajira y mi querendona‖,
etc.
63.Tonada de enganche. Cuando dos improvisadores confor-
man la décima entre los dos.
64.Tonada de repetición. Son aquellas tonadas que le dan po-
sibilidad al cantador para repetir determinados versos de la dé-
cima al principio, a la medio o al terminar la estrofa.
65.Tonada de punto Carvajal. Es una tonada que conserva un
marcado acento español, que los cantadores utilizan para cantar
décima de asuntos tristes o sentimentales.
66.Tonada de recursos. Son aquellas tonadas de ritmo suave y
lento, que usan los cantores de voces débiles, o cuando tienen
afectadas las cuerdas vocálicas.
67.Verso y estrofa. La estrofa es el conjunto de versos que for-
man una décima. Un poema que abarca diez décimas tiene diez
estrofas.
151
INDICE
ENTRANTE NECESARIO………………..………...................2
Capítulo I: Otros cuentan su historia.
Lo que dijeron sus Coterráneos
a. Samuel Feijóo………………….………………………...16
b. René Batista Moreno……………………………………17
c. Mariana Pérez en Verbiclara…………………………...26
d. Riverón en el centenario (2007)……………………….32
…Y otros también se expresaron…
a. Yanes por Evangelina Chió…………………..………...35
b. Yanes en las Islas y Signos de Feijóo………………...38
c. La palma cubana. Décimas de Yanes en Blogs……..60
d. Un campesino poeta………………………..…………..65
e. Cómo lo cuenta ECURED……………………………...71
f. La Literatura en Cabaiguán…………………………….72
g. En el Diccionario de la Literatura cubana…………….73
Capitulo II: Me desayuno con décimas.
1.De las colecciones inéditas, y no; por temas.
--Donde refiere de pueblos y territorios del país.………..75
--Poemas íntimos. Mamá. (1985)…………………………78
--Las jaranas del compay. (Décimas de Humor)………..80
--La naturaleza. El sinsonte de la sierra………………....95
2. Álbumes de imprenta.
--Quiero a la sombra de un ala……………………….…..96
--Fragmento del poemario ―Tragedia del amor‖, 1939..105
--Del libro: Donde canta el tocoloro47. (1963)…………..106
--Con un cocuyo en la mano.(1984)…………………….107
--Tierra y cielo. (1959)……………………………………108
3.Divagaciones metafísicas.
--Ante los Panteones……………………………………..109
--A una calavera…………………………………………..115
4.Otros sortilegios poéticos………………………………….120
5.La décima en campaña: poesía política………………....133
6.Menudeo en décimas……………………………………...135
IV. BIBLIOGRAFÍA............................................................139
V. GLOSARIO DEL DECIMISTA, por Yanes………….....141
47
Así se publicó con el nombre tocoloro diferente al aceptado de tocoloro.
152