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En un instante

Cuando iniciamos el 2020, nunca podríamos haber imaginado una situación


como en

la que ahora nos encontramos. Desafortunadamente, la realidad ha superado


la

ficción y la irrupción del covid-19 nos ha sorprendido a todos.

El coronavirus cambió nuestras vidas por completo y sobre todo porque yo no


era

de las personas que se quedaba en casa por un día o dos, siempre tenía que
salir

así sea a la tienda de la esquina.

Al principio del confinamiento no me lo tomé muy en serio, me acuerdo

perfectamente el día que vi en YOUTUBE un video donde salía el nuevo virus,


en

ese momento no había llegado el coronavirus a Colombia, pero el presidente

“encantador” que tenemos dejó entrar a un crucero y el covid vino con él, fue
todo

un despelote la gente alarmada y muchas personas se quedaron sin empleo,

aunque eso por una parte es bueno, ya que pueden quedarse en casa y
cuidarse

mucho más.
El día que declararon cuarentena obligatoria me sentí
técnicamente bien, porque

no veía al coronavirus como algo malo o como un enemigo y


además porque no

tenía clases “supuestamente”, pero después, cuando los días y


los meses

pasaron, la cuarentena se tornó un poco fastidiosa y todos


empezamos a odiar al

coronavirus de una u otra manera, pero así es la vida sin


embargo he hecho cosas

que nunca había hecho en mi vida por ejemplo aprendí a tocar


la guitarra más o

menos, a hacer marometas en el piso y pararme de manos.

A parte de que he aprendido algunas cosas, otras no han sido


tan buenas, no

puedes reunirte con otras personas, no he podido jugar


básquet, ni ir al colegio,

nos vamos a perder todo el año, porque el coronavirus va pa’


largo
Ah se me olvidaba un pequeño detalle, mi cumpleaños, ese
día realice una

reunión por zoom con mis amigos, fue muy divertido, aunque
no me pude reunir

con nadie de mi familia ni con ellos, fue mi primer cumpleaños


sin muchas

personas, solo estaba mi mama, mi papa, mi hermano, mi


prima y mi tía.

También en esta cuarentena he aprendido a ser más


agradecida con Dios por lo

que tengo y por la salud de mis familiares y por la mía, gracias


a él ninguno se ha

contagiado de este virus, y por eso siempre digo “LO QUE


CONSTRUIMOS EN

AÑOS, SE ESFUMÓ EN UN INSTANTE”.

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