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1. INTRODUCCIÓN
Salvo en casos muy concretos, los metales puros no tienen aplicación industrial. En
su lugar, las aleaciones que forman presentan la combinación de propiedades que se re-
quiere. La palabra aleación implica una distribución macroscópicamente homogénea de
dos o más especies de las que al menos una es un metal, por lo que se esperaría que los
metales estuvieran formados por celdillas iguales constituidas por átomos de diferente
naturaleza, y, sin embargo, esto no siempre es así. Es frecuente encontrar aleaciones for-
madas por cristales distintos que forman un material homogéneo a escala macroscópica.
Por tanto, una aleación puede estar formada por cristales de átomos distintos o de
átomos idénticos. Es conveniente recordar que una aleación está formada por átomos de
dos o más elementos, de los que al menos uno de ellos es un metal.
Aunque este capítulo se centra en el estudio de las aleaciones binarias, gran parte de
él es aplicable a las aleaciones de más de dos elementos. Dentro de las fases formadas por
cristales de átomos distintos el carácter metálico, en general, es menor según se desciende
en la clasificación.
2 Capítulo 3: Fases de los materiales
metálicos
Figura 1.1 Clasificación de las fases que forman parte de los materiales metálicos
2. SOLUCIONES SÓLIDAS
Dos metales miscibles forman una solución de ellos en estado sólido. Dentro de estas
fases, se distinguen dos tipos: sustitucionales e intersticiales –según la disposición del
soluto–, y dentro de las sustitucionales se diferencian algunas que son capaces de orde-
narse de manera difusiva. Las soluciones sólidas se denominan con letras griegas, y, en el
caso de existir ordenación, se distinguen la fase ordenada y la desordenada porque una
de ellas aparece con apóstrofo –β’ es la fase ordenada que corresponde a β, desordenada–
.
Además, se llaman desordenadas a las soluciones sólidas en las que los átomos de
soluto ocupan aleatoriamente las posiciones de la red del disolvente. La formación de las
soluciones sólidas de sustitución desordenadas se puede estudiar de forma cualitativa
mediante los cuatro factores de Hume-Rothery –o de afinidad de disolución–:
La sustitución de un átomo en una red por otro induce una deformación en la red.
La solubilidad completa está restringida a átomos cuya diferencia entre los radios del sol-
vente y del soluto es inferior a 15 %. Por tanto, sólo son esperables soluciones sólidas de
gran extensión para radios atómicos muy semejantes –como el cobre y el níquel, solubles
en todas las proporciones, que dan lugar a una única solución sólida continua–.
El radio atómico no es constante para cada elemento, sino que depende del índice
de coordinación de la red. El radio disminuye al disminuir el número de coordinación,
puesto que el átomo interacciona menos con los de su entorno, y por tanto está más ex-
pandido, de acuerdo con la ecuación de Pauling, que excede el alcance de este libro. Este
radio corregido según el índice de coordinación del elemento en la red se conoce como
radio atómico de Goldschmidt.
2.1.2 Electronegatividad
0.8 ⋅ 1 + 0.2 ⋅ 3
F.E. = = 1.4
0.8 + 0.2
Igual que un soluto induce una distorsión en la red del disolvente, produce igual-
mente una distorsión en la concentración electrónica. Esta distorsión puede cuantificarse
ponderando el aporte de electrones de los dos metales a la red de la solución sólida. Por
ejemplo, una solución sólida formada por un metal trivalente (B) que se disuelve en otro
bivalente (A), y que aumenta su concentración electrónica un 25 % al saturarse admitirá
un contenido de soluto (x, en porcentaje atómico) de:
40
(100 − x) + v · x = 140 ⇒ x =
v−1
Que dos elementos presenten la misma red cristalina es otro factor favorable para la
solubilidad. Metales con redes iguales –isomorfos– muestran solubilidades extensas en-
tre sí, mayores que las de elementos con sistemas de cristalización diferentes –hetero-
morfos–.
Cu Au
Figura 2.1 Celdillas de las soluciones sólidas de sustitución ordenadas del sistema Cu-Au
La ordenación no sólo modifica las propiedades mecánicas, sino también las mag-
néticas o eléctricas. Las soluciones FeAl y Fe3Al son ferromagnéticas en estado ordenado
y paramagnéticas en caso contrario. La resistividad eléctrica es siempre mayor para las
soluciones desordenadas que para las ordenadas.
pequeño, pero las del sistema hierro-carbono son de gran importancia industrial, puesto
que constituyen los aceros y las fundiciones.
Figura 2.2 Cara de una celdilla FCC como la que presenta la austenita sin inserción de carbono (iz-
quierda), y con los cuatro intersticios ocupados por carbono (derecha).
La inserción de carbono en los intersticios menores del hierro alfa –Feα–, del hierro
beta –Feβ–, o del hierro delta –Feδ– da lugar a la ferrita –siempre con estructura BCC.
Dado el pequeño tamaño de los intersticios del sistema BCC, la ferrita alfa sólo admite
0.0218 %C en peso a 727 ℃, y prácticamente nada a temperatura ambiente. La ferrita
delta presenta la misma red que la alfa, y puede llegar a contener 0.09 %C a 1495 ℃. El
hecho de que el carbono se inserte en los intersticios menores en lugar de en los mayores
se justificó en el del tema 1 –la deformación de la red es menor, a pesar de que el inters-
ticio es más pequeño–.
Como se vio al describir los defecto de los metales reales, el efecto endurecedor de
las impurezas intersticiales es mayor que el de las sustitucionales. Por ello, el aumento de
resistencia mecánica y de dureza de las soluciones sólidas de inserción es superior al de
las de sustitución, a pesar de ser mucho menor el porcentaje de soluto que admiten.
Por último, en metales reales, las soluciones sólidas no son puramente de sustitu-
ción o de inserción, sino que en un determinado disolvente se encuentran múltiples so-
lutos sustitucionales e intersticiales. Por ejemplo, en los aceros, la ferrita –solución sólida
de inserción– admite en sustitución átomos de manganeso.
En los materiales metálicos es frecuente la aparición de fases que son similares a los
compuestos químicos iónicos y covalentes –responden a fórmulas estequiométricas, aun-
que su composición varíe ligeramente alrededor de ellas–, pero con algunas característi-
cas propias del enlace metálico. Estas fases se conocen como compuestos definidos de
valencia anormal.
En este tipo de compuestos, los elementos de transición presentan valencia cero por
tener subniveles incompletos en la penúltima órbita, por lo que en lugar de ceder electro-
nes a la nube electrónica completan la órbita insaturada. Las valencias que corresponden
a los metales en los compuestos electrónicos son las siguientes:
Con un factor electrónico de 21/14 –que se puede expresar como 3/2– pueden en-
contrarse cuatro tipos de redes: la red del CsCl –basada en la cúbica simple–, una cúbica
simple con un átomo en el centro de cada cara (Cu3Al), una red cúbica compleja con 20
átomos por celdilla (fases β-Mn), o una red hexagonal compacta.
Con un factor electrónico de 21/13 la celdilla es cúbica compleja: el Cu5Zn8 tiene una
celdilla cúbica –basada en el sistema CCC/FCC– con 52 átomos por celdilla, y la red del
Cu31Sn8 es cúbica con 416 átomos por celdilla.
• Solución sólida intermedia δ, estable sólo entre 558 y 700 ℃, con solubilidad entre
73 y 76 %Zn.
Ingeniería y Ciencia de Materiales Metálicos 11
Por analogía con el sistema cobre-zinc, los compuestos electrónicos con factor elec-
trónico 21/14 se conocen como fases β, los de 21/13 se conocen como fases γ, y los de 21/12
se conocen como fases ε.
Cuanto más compleja es la red, más dura y frágil es la fase que se forma, porque la
distancia que ha de desplazarse un átomo hasta la siguiente posición atómica equivalente
es mucho mayor.
Otras fases intermedias –que son también compuestos definidos de valencia anor-
mal– se forman siguiendo el mismo criterio de tamaño que cumplen las soluciones sólidas
de sustitución. Este tipo de compuestos, llamados fases de Laves, tienen como fórmula
general AB2 y los radios de los elementos que las forman cumplen la relación rA/rB = [1.1,
1.4].
Las fases de Laves pueden tener tres tipos de redes, todas complejas:
• Red hexagonal con 12 átomos por celdilla: MgZn2, CaMg2, TaFe2, KNa2…
Las fases de Laves tienen características más cercanas a los compuestos químicos
que a las soluciones sólidas: son duras, resistentes y frágiles.
12 Capítulo 3: Fases de los materiales
metálicos
Del sistema CCC/FCC se derivan compuestos intersticiales de fórmula MX, con cel-
dilla tipo NaCl cuando se ocupan todos los intersticios mayores –ZrN, TiN, VN, CrN…–,
o tipo zinc-blenda (ZnS) cuando se ocupan la mitad de los menores –TiH, ZrC, TiC, TaC,
VC…–. Cuando se ocupan todos los intersticios menores se obtienen compuestos del tipo
MX2, cuya red tipo es la de la fluorita (CaF2) –TiH2–. En la Figura 3.1 se representan estos
tres tipos de redes.
Ingeniería y Ciencia de Materiales Metálicos 13
Figura 3.1 Red tipo NaCl (a), red tipo fluorita (b) y red tipo cinc-blenda (c)
Del sistema HC/HCP se derivan compuestos con fórmula M2X –Fe2N, Cr2N, Nb2N,
Ta2N, V2N, W2C, Mo2C, Ta2C, V2C, Nb2C…– que sólo tienen ocupados la cuarta parte de
los intersticios menores.
Otros carburos pueden cristalizar con celdillas más complejas, como la cementita
(Fe3C), cuya celdilla es ortorrómbica y de gran importancia en los aceros, o la alúmina. El
Cr23C6 tiene una red cúbica compleja basada en el sistema CCC/FCC con 116 átomos por
celdilla, el Cr7C3 es de red hexagonal, y el Cr3C2 tiene una celdilla romboédrica con 40
átomos. Estos carburos pueden disolver otros metales para formar carburos isomorfos
mixtos, como (Cr, Fe, W, Mn)23C6, o (FeW)3C.
Por último, existen carburos dobles, en los que dos átomos de carbono entran en un
único intersticio, deformando las redes cúbicas en tetragonales –CaC2, SrC2, BaC2, LaC2,
CeC2, PrC2, NdC2…–.
Las fases intermetálicas están formadas por dos metales, y suelen presentar estruc-
turas cristalográficas –y fórmulas estequiométricas– sencillas. Presentan también enla-
ces heterodésmicos, y algunas propiedades metálicas, como su brillo o su conductividad
eléctrica y térmica. Por otra parte, muchos de los óxidos metálicos, por ejemplo, son com-
puestos iónicos de valencia normal. Los iones se unen mediante atracción electrostática.
Los compuestos cuya fórmula es MX siguen las redes de la blenda (α-ZnS), del clo-
ruro de sodio (NaCl), del cloruro de cesio (CsCl), de la wurtzita (β-ZnS), del arseniuro de
níquel (NiAs), o del nitruro de boro (BN).
Los compuestos con fórmula MX2 cristalizan según las redes de la fluorita (CaF2),
del rutilo (TiO2), de la cristobalita (SiO2), o del dióxido de carbono sólido (CO2).
Las fases que aparecen en los materiales metálicos pueden transformarse en estado
sólido mediante dos tipos de transformaciones: las transformaciones difusivas –basadas
Ingeniería y Ciencia de Materiales Metálicos 15
Las transformaciones difusivas son los procesos de transformación que sufre una
fase mediante difusión, es decir, mediante un transporte neto de masa. La mayoría de las
transformaciones de fase en estado sólido que tienen lugar en las aleaciones metálicas son
de este tipo, como son las transformaciones alotrópicas, las reacciones invariantes, la pre-
cipitación de una fase por variación de solubilidad, las reacciones de ordenación, etc.
4
ΔGn = 4 · π · r 2 · ΔGs − · π · r 3 · ΔGv
3
ΔGs
(ΔGn )′ = 8 · π · r · ΔGs − 4 · π · r 2 · ΔGv = 0 ⇒ 2 · ΔGs − r · ΔGv = 0 ⇒ rc = 2
ΔGv
16 Capítulo 3: Fases de los materiales
metálicos
ΔG
Es decir, si se cumple que r > 2 ΔG s , los núcleos crecerán por difusión, mientras que,
v
para radios menores, hay redisolución de esos embriones. Los núcleos con tamaño supe-
rior al crítico pasan a la etapa de crecimiento, que está limitada sólo por la difusión, es
decir, por la velocidad a la que lleguen nuevos átomos.
Por esta razón, suponiendo que la fase original sea estable por encima de la tempe-
ratura de equilibrio, es necesario producir un subenfriamiento en el sistema, es decir re-
ducir la temperatura por debajo de la de equilibrio, para que la energía de la nueva fase
sea inferior a la de la fase original y la transformación pueda tener lugar.
Dado que tanto la etapa de nucleación–radio crítico y energía para formar los nú-
cleos– como la de crecimiento–flujo difusivo– dependen fuertemente de la temperatura,
para una determinada transformación de fase difusiva, existe una curva de cinética de
transformación para cada temperatura. Del mismo modo, en cada transformación difu-
siva existe una temperatura para la cual la velocidad total de transformacion es máxima.
18 Capítulo 3: Fases de los materiales
metálicos