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TEMA 2
INTRODUCCIÓN AL SECTOR PÚBLICO
ÍNDICE:
Para José Luis Sampedro Sáez (Las fuerzas económicas de nuestro tiempo,
Ed. Guadarrama, Madrid, 1967), "sistema económico es el conjunto de relaciones
básicas, técnicas e institucionales, que caracterizan la organización económica de
una sociedad y que condicionan el sentido general de sus decisiones
fundamentales y los cauces predominantes de su actividad".
Un empresario es una persona física o jurídica que, por sí misma o por medio de
delegados, emprende o desarrolla profesionalmente en nombre propio una actividad
constitutiva de empresa con el objetivo de obtener beneficios económicos, que tiene el
control de las decisiones estratégicas de la empresa y que asume legalmente el riesgo
económico de incurrir en pérdidas.
Una empresa es un conjunto organizado de bienes, derechos y relaciones de hecho que
combina factores de producción (recursos naturales, trabajo, capital y tecnología) para
producir mercancías.
Una mercancía es cualquier cosa susceptible de ser objeto de transacción en un
mercado. Pueden ser bienes (cosas materiales o tangibles) o servicios (cosas inmateriales
o intangibles).
Un mercado es un espacio establecido como institución social para el intercambio
regular de mercancías entre agentes económicos. Atendiendo a distintos criterios, los
mercados pueden ser físicos o virtuales; locales o internacionales; de productos o de
factores de producción; de bienes o de servicios; reales o financieros; oficiales o
informales; legales o ilegales; permanentes o temporales; etc.
Los agentes económicos son las personas físicas o jurídicas con capacidad para
tomar decisiones relativas al funcionamiento del sistema económico.
Por otra parte, esas unidades institucionales pueden estar controladas por una
administración pública o por otras unidades institucionales. El control se define
como "la capacidad para determinar la política general o el programa de una
unidad institucional, por ejemplo, eligiendo directores adecuados en caso
necesario" (SEC 2010, reglas 1.36 y 2.35).
☐ Las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares son entidades
legales o sociales dotadas de personalidad jurídica y creadas con el fin de producir
bienes y servicios y suministrarlos a los hogares, y cuya condición de productores
no de mercado no les permite ser fuente de rentas, beneficios u otras ganancias
financieras para los hogares que las establecen, controlan o financian (SEC 2010,
reglas 2.129 y 3.31).
Este sector institucional incluye "las unidades institucionales que son productores
no de mercado cuya producción se destina al consumo individual o colectivo, que
se financian mediante pagos obligatorios efectuados por unidades pertenecientes
a otros sectores y que efectúan operaciones de redistribución de la renta y de la
riqueza nacional" (SEC 2010, regla 2.111); es decir, los órganos administrativos del
Estado (en todos sus niveles de gobierno: central, regional y local), la Seguridad
Social y las fundaciones que sean productoras no de mercado y estén controladas
por algún otro órgano de las Administraciones públicas.
Por último, las unidades institucionales que son productores de mercado pueden
agruparse en dos categorías atendiendo al criterio del control:
Los agentes económicos se agrupan formando dos grandes sectores dentro del
sistema económico: el sector privado y el sector público, que se diferencian entre
sí por su composición, sus mecanismos para tomar decisiones y sus pautas de
comportamiento racional.
El efecto cobra. A comienzos del siglo XIX, durante la dominación colonial británica en la
India, las autoridades políticas decidieron resolver el problema de la proliferación de
cobras en las calles de Delhi estableciendo una cuantiosa recompensa a quien entregara
una cobra muerta. Esa norma constituyó un eficaz incentivo a la iniciativa privada, de
manera que la población de cobras en las calles disminuyó inmediatamente. Y esa norma
también resultó ser un incentivo de segundo orden para que muchas personas
emprendedoras crearan granjas dedicadas a criar cobras para luego sacrificarlas a
cambio de la recompensa. Cuando las autoridades comprobaron la desaparición del
peligro que representaban las cobras salvajes, decidieron lógicamente cancelar el
incentivo de las recompensas. En ese momento, los criadores de cobras optaron por
liberar a sus animales, de manera que finalmente el número de serpientes venenosas en
las calles resultó ser todavía mayor que el inicial.
Los objetivos a los que atiende la actividad del sector público son muy diversos y
pueden agruparse según las funciones públicas de la siguiente manera:
Evitar o corregir los daños y perjuicios que la actividad de algún agente privado
pueda causar a otros agentes (la contaminación, etc.)
Representar y defender en los mercados los intereses de las generaciones
futuras (el agotamiento de los recursos naturales, etc.).
Facilitar la libre circulación de los recursos (corregir las barreras a la movilidad,
etc.).
Evitar o corregir los abusos en la posición de dominio de los monopolios y
oligopolios (la defensa de la competencia, la intervención de los precios del
monopolio natural, etc.).
Corregir las asimetrías de información de los agentes económicos dentro de un
mismo mercado (el asesoramiento a consumidores, desempleados, etc.).
Provisionar o garantizar la oferta de bienes públicos (defensa, protección civil,
alcantarillado, recogida de basuras, etc.).
Las políticas económicas son los instrumentos desarrollados por el sector público
para atender a sus objetivos y cumplir con las funciones públicas.
Para atender a sus funciones y cumplir con sus objetivos, los agentes del sector
público ejecutan sus políticas económicas realizando múltiples operaciones.
Existen muchos indicadores económicos para medir la actividad del sector público
y evaluar sus efectos, y todos ellos presentan importantes limitaciones. La primera
limitación radica en la amplitud y diversidad de las actividades de regulación
económica, que hacen que resulte compleja, aunque no imposible, la elaboración
de índices que permitan cuantificarlas de manera objetiva y medir todos sus
efectos sobre la actividad económica.
Cada uno de esos cuatro indicadores aporta una visión parcial o incompleta de la
política presupuestaria. Por tanto, para valorar mejor la dimensión de la actividad
presupuestaria pública, conviene examinarlos conjuntamente, observar su
evolución en el tiempo y, sobre todo, complementarlos con información adicional
relativa a la estructura o composición interna de los gastos e ingresos públicos, a
las políticas de empresa pública y de gasto fiscal y a las características de la deuda
pública emitida, entre otras variables.
El numerador recoge la cifra de gasto realizada sólo por una parte del sector
público (el administrativo, no el empresarial), con lo que no puede ser
representativo de toda la actividad pública (aunque sea la más relevante).
El numerador abarca el gasto público directo y no el gasto fiscal (lo que implica
que, ceteris paribus, en aquellos países o niveles de gobierno en los que el
desembolso de fondos públicos hacia el sector privado opere mediante
exenciones fiscales, este indicador será menor que en aquellos otros en los
que se opte por una política de subvenciones directas, aunque ambas tengan
el mismo importe).
El numerador registra el valor final de las compras públicas de bienes y
servicios, muchos de los cuales son producidos total o parcialmente por
agentes privados, con lo que no puede ser totalmente representativo de la
producción o la renta realmente generadas por las Administraciones públicas.
El PIBpm presenta limitaciones como indicador de la actividad económica.
El numerador recoge sólo una parte de los ingresos públicos, con lo que no
representa todos los fondos gestionados por el sector público.
No informa acerca de cuál es la estructura interna del sistema fiscal ni de cuál es
la composición del gasto público que se financia con el mismo, por lo que no es
representativo de todos los efectos de la fiscalidad al depender éstos no sólo
de su tamaño, sino de su composición (cómo se reparte el esfuerzo fiscal) y,
sobre todo, de su destino (cómo se gastan los recursos).
Los valores de este cociente se ven afectados por los niveles de evasión o fraude
fiscal, sobre los cuales no informa: dos Estados pueden tener el mismo sistema
fiscal y similares sistemas económicos y, sin embargo, registrar valores
diferentes de este indicador según sea el fraude fiscal en cada uno de ellos.
En el déficit o superávit de caja se recogen las diferencias entre los ingresos y gastos no
financieros del Estado en términos de liquidación presupuestaria. En la Contabilidad
Nacional se utilizan los indicadores llamados necesidad/capacidad de financiación que
miden la diferencia entre los recursos y empleos, corrientes y de capital, del Estado; es
equivalente a la diferencia entre la variación neta de activos financieros y de pasivos
financieros del Estado y mide el saldo de las operaciones no financieras contabilizadas
según el criterio de devengo.
En los artículos 33, 35, 38, 40, 128, 130, 131 y 135 de la Constitución de 1978 se
definen las líneas maestras del modelo económico en España.
Artículo 35. "1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo,
a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una
remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en
ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo".
Artículo 40. "1. Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el
progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más
equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial
realizarán una política orientada al pleno empleo".
Artículo 128. "1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su
titularidad está subordinada al interés general.
2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá
reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de
monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el
interés general".
Artículo 131. "1. El Estado, mediante ley, podrá planificar la actividad económica general
para atender a las necesidades colectivas, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y
sectorial y estimular el crecimiento de la renta y de la riqueza y su más justa distribución".
Artículo 135. "1. Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al
principio de estabilidad presupuestaria.
2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural
que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados
Miembros.
Artículo 31. "1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo
con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los
principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance
confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos y su
programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía".
Artículo 41. "Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social
para todos los ciudadanos que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes
ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y
prestaciones complementarias serán libres".
En las clases prácticas se actualizarán los datos contenidos en las tablas siguientes
(y otros indicadores) con la información suministrada por la OCDE en sus
publicaciones Economic Outlook y Government at a Glance.