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D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N
E S P E C I E S A M E N A Z A DA S
DE LA ARGENTINA
D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N
E S P E C I E S A M E N A Z A DA S
DE LA ARGENTINA
EDITORES:
ANALÍA V. DALIA, VALERIA BAUNI, MARINA HOMBERG Y ADRIÁN GIACCHINO
D O S D É C A DA S D E T R A B A J O
C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S
DE LA ARGENTINA
Se ha hecho el depósito que marca la ley 11.723. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el
alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico
o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su
infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
El contenido de este libro es responsabilidad de sus autores.
2 Introducción
6 Prólogo
CATEGORÍAS AMENAZADAS
EN PELIGRO CRÍTICO
actualización de la información disponi-
ble de 26 especies amenazadas de la flo- EN PELIGRO
ra y la fauna argentina. Cada una de ellas
VULNERABLE
es tratada en capítulos desarrollados por
investigadores, naturalistas y referentes y CASI AMENAZADO
contienen la información que se detalla a
PREOCUPACIÓN MENOR
continuación. El orden en que se presen-
ta cada especie se basa en la clasificación DATOS INSUFICIENTES
taxonómica. NO APLICABLE
NO EVALUADO
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bución que ocupa con mayor detalle en las Plantas Endémicas de Argentina
nuestro país, indicando las provincias (Secretaría de Ambiente y Desarrollo
donde se encuentra presente. Se consi- Sustentable de la Nación), Categoriza-
deraron las 24 jurisdicciones argentinas ción de las Aves de la Argentina según
y el Mar Argentino. Se acompaña cada su estado de conservación (Ministerio
capítulo con un mapa de distribución de Ambiente y Desarrollo Sustentable
en la Argentina, excepto para la ballena de la Nación y Aves Argentinas), Peces
franca austral (Eubalaena australis) y el de Agua Dulce Amenazados de la Ar-
delfín franciscana (Pontoporia blainvillei), gentina en “Otros que se van” (Chebez
donde se incluyen otras áreas que fre- et al., 2009), Categorización del Estado
cuentan cada una de estas especies. Se- de Conservación de la Herpetofauna de
gún consideración de los autores, cada la República Argentina y de las Lagarti-
mapa muestra la distribución actual, po- jas y Anfisbenas (Asociación Herpeto-
tencial, histórica, entre otras. Todos ellos lógica Argentina) y la Lista Roja de los
fueron elaborados por la Fundación de Mamíferos de Argentina (Secretaría de
Historia Natural Félix de Azara siguien- Ambiente y Desarrollo Sustentable de
do los lineamientos del IGN. la Nación y Sociedad Argentina para el
Estudio de los Mamíferos). Se presentan
las causas que llevaron a que la especie
RASGOS ETOECOLÓGICOS se encuentre amenazada y los proble-
mas de conservación. De incluirse la
Se detallan los hábitos y preferencias especie en CITES se especifica en cuál
horarias, voces, uso del hábitat, adap- apéndice y sus implicancias.
taciones fisiológicas y/o comportamen-
tales propias de cada especie, dieta ali-
mentaria y enemigos naturales, migra- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
ciones (si tuviese), entre otros. También
se especifica todo lo relativo a los aspec- Se presenta una cronología detallada
tos reproductivos y su rol ecológico. de las acciones para preservar la espe-
cie, medidas legales adoptadas y su al-
cance, así como su presencia en áreas
ESTADO DE CONSERVACIÓN naturales protegidas. Se mencionan
proyectos de conservación in situ, ex situ
Se incluye la categoría de conserva- y ejemplares en cautiverio. También se
ción de cada especie a nivel interna- incluye una compilación de las investi-
cional según la última clasificación de gaciones realizadas y aquellas en cur-
la UICN que, en el caso de las aves, es so, actividades de educación ambiental
oficializada por BirdLife International. y materiales educativos desarrollados
Además, el estatus de conservación a junto con recomendaciones prácticas
nivel nacional según la última actua- de manejo de la especie y futuras accio-
lización de la Lista Roja Preliminar de nes. Se destaca el rol de la Fundación
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Bosque otoñal, río Eléctrico del Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz, abril de 2009.
Foto: César Bertonatti.
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Escultura de puma (Puma concolor) realizada por Ricardo Bustos para la Reserva Natural
y Cultural Privada Xumek, San Juan, noviembre de 2016. Foto: Claudio Bertonatti.
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por ser invisibles, silenciosos, cotidia- cionario dijo ante las cámaras de televi-
nos y gratuitos. A tal punto que muchas sión que se podían ver las especies que
personas consideran que un territorio habitaron en ese lugar antes de la lle-
cubierto por un ecosistema silvestre gada de los españoles, “como los pavos
es improductivo… Improductivo es ser reales y las nutrias patagónicas…”. Como
ingrato y no comprender qué sostiene si fuera poco, remató con un desconcer-
nuestra existencia. tante deseo biológico: “queremos que
En muchos aspectos la sociedad ha florezca la fauna autóctona”. Este ejem-
avanzado y, en otros, se ha embruteci- plo pone de manifiesto la necesidad que
do. Resulta paradójico que las comuni- los diseños curriculares de las institu-
dades urbanas, que tienen más acceso ciones educativas refuercen el ejercicio
a la tecnología, a la posibilidad de rea- de los mejores valores humanos. Es la
lizar estudios y mejorar su formación o forma más inmediata para formar ciu-
nivel de instrucción se hayan tornado dadanos, profesionales y gobernantes
más violentas y consumistas. Esto pone más instruidos y comprometidos con el
en evidencia que desde el seno familiar resto de su comunidad y con su entorno.
se maman valores insuficientes o equi- De lo contrario, las escuelas, institutos
vocados, desnutridos de solidaridad con y universidades seguirán produciendo
la naturaleza y con el prójimo. Lógica- meros “aprobadores de exámenes”, al
mente, un ser desnutrido de empatía decir, del pensador Claudio Naranjo.
será débil para buscar soluciones a los
problemas de todos. Pero es ahí donde la
alimentación educativa puede devolver
fuerzas morales al entramado social.
En el siglo XX se inició un proceso de
lo que podríamos llamar alfabetización
ambiental. Y lo seguimos transitando,
porque son muchos todavía los anal-
fabetos en esta materia. Ahora, si algo
podemos envidiar al ignorante es la se-
guridad con que se expresa. Para no ir
muy lejos, el 6 de noviembre de 2020, En ocasiones, pasan menos de 100 años
el Secretario de Ambiente de la capital entre que se descubre una especie y
de la Argentina (Eduardo Macchiavelli) se da por extinta. Es el caso de este
lo ejemplificó desde uno de los noticie- zorro volador de Guam (Pteropus
tokudae). En la foto (ventral y dorsal)
ros más importantes del país mientras se puede observar la piel de estudio del
recorría el Ecoparque o ex Zoológico de macho adulto conservada en el Museo
Buenos Aires. Ya lo dijo Baltasar Gracián Americano de Historia Natural de New
siglos atrás: “el primer paso de la igno- York (AMNH 87117) que fue colectado el
10 de agosto de 1931 por W. F. Coultas.
rancia es presumir de saber”. Justamen- Como desde 1968 no hay registros de la
te allí, y con arrogante “certeza”, el fun- especie se la considera extinta. Foto: AMNH.
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Desde luego, a los grandes medios de desterrar los espacios recreativos. Sí, de
comunicación les cabe una parte de esta ponderar producciones que ayuden a edi-
responsabilidad alfabetizadora. Si bien ficar una sociedad virtuosa, porque apos-
las programaciones se diseñan para ob- tar a divertirnos o distraernos mientras el
tener un rédito económico, hacer tareas barco hace agua no es inteligente.
de bien público deja otro tipo de “ganan- Inevitablemente, llama la atención la
cias” y más valiosas. Es necesario, enton- mirada perdida de los grandes decisores
ces, incluir oportunidades para satisfacer o gobernantes sobre estas cuestiones. Su
las distintas necesidades de la sociedad conducta los exhibe concentrados en sus
más allá de los monitoreos de audiencia. propios intereses políticos o electorales.
Los programas o segmentos educativos o Es decir, una mirada egocentrista y cor-
moralizantes suelen relegarse a espacios toplacista. Por lujosos y “aislados” que
marginales, con recursos de miseria. Bas- luzcan sus hogares necesitan agua pota-
taría contrastarlos con el tiempo dedicado ble, aire puro, suelos fértiles y estabilidad
al “chusmerío” o, peor aún, a los récords climática como el más humilde de los ani-
históricos de rating de la Argentina prota- males. Lo consideren o no, todos depen-
gonizados por eventos deportivos, casa- demos de la conservación de los paisajes
mientos de famosos, telerrealidad (reality silvestres.
show) o programas de entretenimiento. No Una naturaleza degradada, reducida
se trata de ir de un extremo a otro ni de en superficie y empobrecida en diversi-
El extinto zorro lobo de las Malvinas (Dusicyon australis) según un grabado contemporáneo
de 1773 publicado por F. Newbery, cuando la especie todavía estaba en el mundo de los vivos.
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navega en un océano inestable y coman- Cada uno debe elegir… Quienes forman
dado por oficiales arrogantes que hacen parte de las páginas de este libro han
caso omiso a las advertencias sobre el elegido y, de algún modo, su pluma se-
estado de situación. Toda persona razo- ñala su rumbo.
nable podría temer un disturbio, un mo- Por eso, este cuadro de situación no
tín, una colisión o un naufragio. Y si bien debe consternarnos. Al decir de Virgilio
resulta fácil imaginar ese buque, a mu- (siglo I AC), “¡feliz aquel que pudo cono-
chos se les hace difícil advertir la analo- cer las causas de las cosas!” Y más feli-
gía con el estado del país o del planeta. ces seremos si encaminamos nuestras
No puede atribuirse eso a la falta de in- acciones para que nos vaya mejor.
formación, sino más bien a la negación
del problema, la ponderación de intere-
ses económicos, la corrupción, o un re-
duccionismo de fe: creer que nada va a
pasar. Pero estando en el siglo XXI resulta
inadmisible. Teóricamente la mayoría de
la población mundial está alfabetizada y
cuenta con acceso al potencial didáctico
de las redes sociales o de otros medios de
comunicación. Es evidente, entonces, que
hasta las buenas herramientas son poco
útiles en manos de quienes no saben o no
quieren usarlas.
Pero en toda sociedad (como en toda tri-
pulación) hubo, hay y habrá personas con
valores nobles, capacidad e inteligencia.
Son los rostros visibles del ejemplo bue-
no, inspirador para las generaciones ac-
tuales o futuras, y demostrativo de que no
está todo perdido. Gracias a ellas sabemos
que es importante pensar y elegir en qué
lugar ubicarnos en este “barco”. Podemos
ignorar el problema o ser parte del mis-
mo, maldecir el diagnóstico, paralizarnos
ante la incertidumbre y deprimirnos o,
bien, organizar el consumo de las provi-
siones, ayudar a corregir el curso, dar un
golpe de timón, reparar las áreas averia- Ilustración de aguará guazú (Chrysocyon
das, enseñar o capacitar a la tripulación, brachyurus) realizada por A. Escalante
en 2013, exhibida en la Intendencia del
alentar a quienes hacen las cosas bien o
Parque Nacional Mburucuyá, Corrientes.
buscar los faros para orientarnos mejor. Foto: Claudio Bertonatti.
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Este libro se relaciona con todo lo ante- pecies amenazadas de extinción. Con el
dicho. En una situación ambiental com- correr de los años se sumaron otras ac-
pleja y preocupante, existen personas, ciones y este libro es una consecuencia
en distintos lugares del país que traba- coherente de la trayectoria institucional
jan silenciosa y cotidianamente para que contaba con ese personaje único que
aportar su esfuerzo a la conservación supo dirigir su Área de Biodiversidad por
de la naturaleza. Casi medio centenar muchos años (2002-2011). Pero detrás
de autores han pasado en limpio lo que de escena siempre estuvo (y está) Adrián
saben sobre un conjunto de especies Giacchino, para conseguir los recursos,
ignotas o amenazadas. Y, así, dan conti- encarar las gestiones y dar el respaldo
nuidad a un precursor argentino en este que hacen viables las buenas ideas para
tema: Juan Carlos Chebez (1962-2011). convertirlas en resultados tangibles.
En la primera edición (1994) de su obra Este libro también lo ejemplifica en sí
“Los que se van” advirtió que “la poca in- mismo y con la presentación de un con-
formación existente sobre la materia está junto de casos en los que la Fundación
dispersa en numerosas publicaciones espe- Azara despertó preocupación o realizó
cializadas, o bien se encuentra resumida en
compendios realizados en otros idiomas…”.
Sus palabras conservan vigencia, y él es
parte de la historia de estos 20 años que
conmemora la Fundación Azara. A Juan
Carlos se deben los primeros esfuerzos
de la institución por las especies en peli-
gro (2002). Repitiendo un exitoso esque-
ma de trabajo que practicó en la Funda-
ción Vida Silvestre Argentina durante los
años 80, conformando y coordinando un
numeroso grupo de voluntarios sin más
requisito que el anhelo de ayudar al res-
to de la naturaleza. Con muchos de ellos
encaró los cinco tomos de su “Guía de las
Reservas Naturales de la Argentina” (2005)
y más tarde actualizó “Los que se van”,
cuya segunda edición (2008) pasó a te-
ner cuatro volúmenes. Estos dos trabajos
son, sin dudas, su mayor legado escrito.
En 2004 había gestado los primeros Con-
gresos Nacionales de Biodiversidad, en El extinto guacamayo azul
(Anodorhynchus glaucus) que habitó
muchos de los cuales se desarrollaron en los palmares y selvas de la cuenca
talleres para analizar las “listas rojas” del Plata hasta mediados del siglo XX.
que compendian los nombres de las es- Ilustrado por J. Wagler en 1832.
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investigaciones, actividades educativas, ballena jorobada. Este libro ofrece dos po-
rescates o programas de conservación. sibilidades de análisis. Una es obvia: com-
En varios casos se trata de las primeras partiendo la información sobre la historia
fichas técnicas o las más completas hasta natural de seres amenazados o ignorados
el presente que se hayan escrito sobre es- podrán conocerse mejor. Luego, hay otra
pecies amenazadas que encuentran aquí más profunda: este conjunto de casos
esperanzas de salvación. Y eso no es poco. permite integrar los distintos problemas
Es necesario aclarar que estas son solo que afectan un muestrario de seres vivos
algunas de las plantas y animales con los en diferentes regiones. Es decir, ayuda a
que se trabajó directamente o apoyando construir una visión sobre los desafíos de
a otras instituciones. Otras especies han la conservación y, por consiguiente, de
sido objeto de contribuciones más pun- nuestra supervivencia.
tuales, como sucedió con el yetapá de La naturaleza, por su parte, nos ofrece
collar, la yacutinga, el guacamayo rojo, el distintos niveles de aproximación. El pri-
águila crestuda negra, el águila corona- mero es el más simple, directo y univer-
da, el tatú carreta, el zorro pitoco o perro sal: el de la curiosidad. Nos alienta a con-
vinagre, el ocelote, el tirica, el margay, el templar, observar, descubrir, sorprender-
lobito de río, la vicuña, el delfín nariz de nos o acceder a algo que nos gusta o in-
botella, la ballena sei, la ballena fin y la teresa. Normalmente, ese encuentro hace
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MARGARITA DE LAS BARRANCAS
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Clase: Magnoliopsida
Orden: Asterales
Familia: Asteraceae
Nombre vulgar: margarita de las barrancas.
Nombre en inglés: no se conoce.
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Grindelia aegialitis, mostrando su típico hábito rastrero, San Eduardo del Mar, Buenos Aires,
octubre de 2017. Foto: Cintia Celsi.
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
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Capítulo solitario en el extremo de
una rama florífera. Nótese las brácteas
Detalle de inflorescencia en desarrollo. Nótese la dispuestas en varias series y las flores
abundante y corta pubescencia cubriendo las brácteas amarillas liguladas. Partido de General
del involucro, así como también las hojas aserradas. Pueyrredón, noviembre de 2019.
San Eduardo del Mar, octubre de 2017. Foto: Cintia Celsi. Foto: Luis Delvenne.
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A B
Vista general de los acantilados entre el sur de Mar del Plata y Miramar (provincia de
Buenos Aires), hábitat característico de la especie. A. Nótese el trazado de la Ruta Provincial
interbalnearia N° 11, en el tramo que une ambas ciudades balnearias, atravesando el hábitat
de la especie. Además, la instalación de rompeolas en la playa como defensa costera para
paliar el fuerte proceso erosivo de los acantilados. Cerca de Chapadmalal, octubre de 2017 y
B. Al fondo la ciudad de Miramar, San Eduardo del Mar, octubre de 2017. Fotos: Cintia Celsi.
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bitat de este endemismo está severamen- sobre las barrancas, sumados a la plan-
te modificado por acción humana: dos tación de especies vegetales adventicias
de las ciudades más grandes de la costa como el siempreverde (Myoporum laetum)
bonaerense -Mar del Plata y Miramar- se y la expansión espontánea de la uña de
encuentran establecidas en el sector, in- gato provocan severas alteraciones a la
cluyendo uno de los puertos más impor- calidad y estructura del hábitat de Grinde-
tantes de la costa marítima argentina, y lia aegialitis (Celsi y Delvenne, 2017). Por
el trazado de la Ruta Provincial interbal- otra parte, los acantilados donde habita se
nearia N° 11 que atraviesa íntegramente encuentran sujetos a un activo proceso de
su rango de distribución. La realización erosión causado por el oleaje del mar.
de obras viales y de drenaje, el uso de ve- A priori, su estado de conservación es
hículos sobre dunas y barrancas, la aper- crítico, aunque aún no ha sido evaluado
tura de playas de estacionamiento vehi- metodológicamente.
cular y caminos de acceso a la costa, la En distintas fuentes bibliográficas es
instalación de infraestructura turística, el señalada como una planta amenazada o
pisoteo y los trabajos de mantenimiento cercana a la amenaza. Delucchi y Correa
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vee una parte importante de los recursos y Cabrera, A. L.; Crisci, J. V.; Delucchi, G.; Freire, S. E.;
Giuliano, D. A.; Iharlegui, L.; Katinas, L.; Sáenz,
medios necesarios para encaminar nume-
A. A.; Sancho, G. y Urtubey, E. (2000). Catálogo
rosas acciones y proyectos que incluyen Ilustrado de las Compuestas (=Asteraceae) de
entre muchos objetivos, a esta planta cos- la provincia de Buenos Aires, Argentina: Siste-
mática, Ecología y Usos. COBIOBO (Comisión
tera endémica, Grindelia aegialitis. Recien-
de Biodiversidad Bonaerense), Nº 2, PROBIO-
temente, mediante el “Programa de Volun- TA (Programa para el Estudio y Uso Sustenta-
tarios” institucional, la Fundación también ble de la Biota Austral) Nº 1. Convenio Secreta-
facilita la participación de colaboradores y ría de Política Ambiental, Universidad Nacio-
nal de La Plata, provincia de Buenos Aires.
asistentes de campo que acompañan en Celsi, C. E. y Delvenne, L. (2017). Caracterización
las diferentes tareas que se vienen reali- de la vegetación acompañante de Grindelia ae-
zando en el marco del proyecto. gialitis Cabrera, entre el arroyo Las Brusquitas
y El Marquesado (Gral. Pueyrredón, Buenos
Aires). En: C. E. Celsi y M. Cenizo (Eds.), Actas
de las II Jornadas Bonaerenses sobre Conser-
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Glosario
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ORQUÍDEA DEL TALAR
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Clase: Liliopsida
Orden: Asparagales
Familia: Orchidaceae
Otros nombres vulgares: orquídea de los talares, orquídea terrestre del talar,
orquídea ribereña.
Nombre en inglés: Tala Forest Orchid.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
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dorsales agudos (2,1 x 0,9 cm), sépalos rosas, diminutas y livianas semillas de
laterales elípticos, pétalos membrano- 0,395 mm de largo por 0,145 mm de an-
sos y labelo blanco, con garras cortas, cho (Lallana et al., 2016). Por su belleza
oscuramente trilobulado y con el ápice es cultivada como ornamental.
redondeado (Buzatto et al., 2014; Eche-
verría et al., 2017). Se distingue de Chlo-
raea bella por tener los sépalos laterales HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
un centímetro más pequeños y el labelo
con ápice redondeado en lugar de agudo La orquídea del talar habita en suelos
(Sanguinetti, 2016). Los frutos son cáp- húmedos y sombreados, comúnmente
sulas elipsoidales que contienen nume- en el borde o debajo de la sombra de ár-
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Ilustración de la orquídea del talar en Lámina 20 Ilustración de la orquídea del talar por J.
de la obra Flora Brasiliensis. E. Lacour, Instituto de Botánica Darwinion.
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Junto con Chloraea bella conforma el lla- refugio (Sanguinetti, 2016). En tal senti-
mado grupo “oriental” del género (con do los polinizadores más frecuentes son
casi medio centenar de especies), dado machos y hembras de las abejitas verdes
que no tiene ocurrencia en la región an- metálicas (de la tribu Augochlorini) como
dina y comparten caracteres florales que Augochloropsis multiplex (Sanguinetti et
las hacen muy similares (Sanguinetti, al., 2012). Según lo observado por San-
2016). guinetti (2016) las abejas sostenían su
vuelo fugaz frente a una flor, aterrizaban
sobre el labelo e ingresaban a la cavidad
RASGOS ETOECOLÓGICOS floral y, una vez posada, mecían el labe-
lo de modo notable. La gran mayoría de
Durante el otoño y el invierno se de- los insectos se retira de la cavidad flo-
sarrollan las hojas en forma de roseta. ral con el abdomen apuntando hacia la
Florece en primavera. Para fructificar columna. Esto implica que cada abeja
depende de polinizadores, a los que realice un giro de 180º dentro de la flor,
atrae mediante la estrategia de engaño presionando su abdomen contra el ros-
alimenticio y sexual, además de proveer telo, provocando que éste libere un flui-
Grupo de orquídeas del talar en floración en su hábitat del Parque Natural Lago Lugano,
octubre de 2014. Foto: Claudio Bertonatti.
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flor emblemática de CABA, junto con la gada con bulbos recolectados allí mismo.
mariposa bandera argentina. El proyec- En la República Oriental del Uruguay está
to de ley fue presentado por el legislador protegida, al menos, en la isla San Gabriel
Adrián Camps (Partido Socialista Autén- (24 hectáreas), donde cubre extensas
tico) basándose en la propuesta de Clau- áreas del sotobosque. Esta isla del Río de
dio Bertonatti de la Fundación Azara la Plata fue declarada Monumento Histó-
(Czubaj, 2018) que fue elevada el 14 de rico Nacional (Resolución Presidencial N°
octubre de 2014 a la Lic. Flavia Broffoni, 1.290/2005) y opera como una reserva
por entonces, Directora General de Es- natural.
trategias Ambientales de la Agencia de En cuanto a las acciones de conserva-
Protección Ambiental. Los argumentos ción propuestas, es necesario:
esgrimidos para fundamentar la iniciati-
va fueron su rareza, estado de situación ● Aprobar la creación de la Reserva Na-
crítico en la ciudad, valor estético y am- tural “Isla Verde” en El Palomar (pro-
biental (como especie paraguas), además vincia de Buenos Aires) y el “Proyecto
de reunir los colores dominantes de la Veinticinco Talas” (Zanin y Do Campo,
bandera de la ciudad (blanco y negro). El 2006).
Jardín Botánico Carlos Thays de la CABA, ● Que la Administración de Parques Na-
la agrupación “Vecinos por la Ecología” cionales confirme su presencia en el
del barrio de Saavedra y el especialista en Parque Nacional El Palmar (Entre Ríos)
orquídeas Agustín Sanguinetti respalda- donde fue citada (SIB, 2020).
ron la iniciativa. Finalmente, la Legislatu- ● Recomendar su propagación, cultivo
ra porteña sancionó la Ley Nº 5.925 el 7 y difusión en establecimientos educa-
de diciembre de 2017 (promulgada por el tivos, teniendo tanto valor ornamental
Decreto Nº 484/017 del 27/12/2017). En como cultural. En tal sentido, sería con-
su Artículo 1º estableció: “Declárense Flor veniente que los Ministerios de Cultura
Simbólica de la CABA a la Orquídea Ribe- y de Educación de la CABA dispusieran
reña o del Talar (Chloraea membranacea) y su presencia -viva y “simbólica” (apro-
Mariposa Simbólica de la Ciudad a la Pa- vechando la ley que así la considera)-
nambi Morotí o Mariposa Bandera Argen- en los jardines, balcones o canteros de
tina (Morpho epistrophus)”. Más tarde, tras los edificios públicos del Gobierno de
la creación del Parque Natural Lago Lu- la CABA. El vivero del Parque Natural
gano en la misma ciudad se eligió como Lago Lugano, de recibir más apoyo, po-
símbolo del área protegida, dado que fue dría ser el proveedor natural de esos
una de las motivaciones que impulsaron ejemplares, con el valor agregado de
su creación. Basta recordar este párrafo tener origen y genética conocida.
de la propuesta: “La sola presencia de esta ● Ponerla en valor en las reservas natu-
planta justifica la creación de una reserva rales de la CABA, como lo hace Lago
que la ampare en este sitio” (Bertonatti, Lugano.
2014). En el vivero de especies autóctonas ● Por último, categorizar su estado de
del mencionado Parque Natural es propa- conservación, presumiéndose que
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A continuación, se listan otras institu- un área natural histórica en los alrededores
ciones, iniciativas o proyectos indepen- de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, que
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Glosario
Estigmas: porción extrema o apical del estilo -parte superior del gineceo que se encuentra entre el estigma
y el ovario-, que es receptora del grano de polen.
Inflorescencia: conjunto de flores que nacen desde un mismo eje o sistema de ramificación, con aparien-
cia de unidad.
Labelo: pétalo inferior de las orquídeas, distinto en tamaño y forma de los demás.
Osmóforo claviforme: glándula que elabora sustancias volátiles que producen el aroma de las flores. Los
osmóforos son claviformes cuando tienen forma de cachiporra o clava.
Perianto: envoltura floral, formada por cáliz y corola.
Polinario: conjunto formado por el polen y las estructuras que a veces van con ellos-caudículas, estípite
uno o varios, y viscidio-.
Rostelo: apéndice de la columna -ginostemo- formada por la unión del androceo -conjunto de estambres-
con el estilo y el estigma de la flor.
Sépalos: cada una de las piezas que componen el cáliz de la flor.
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PASTITO DE LOS BAJOS
Clase: Liliopsida
Orden: Poales
Familia: Poaceae
Nombre vulgar: pastito de los bajos, Poa de los bajos.
Nombre en inglés: no se conoce.
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P o a s c h i z a n t h a
Aspecto general de
Poa schizantha en
un bajo interdunal
húmedo de Monte
Hermoso, diciembre
de 2017. Foto: Cintia Celsi.
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C D
cies dioicas de Poa en América del Sur. ción de las plantas pistiladas es un tan-
Para ello es también imprescindible re- to más tardía que la de las estaminadas.
conocer ciertas particularidades de las Aunque poco se ha observado hasta el
estructuras reproductivas. Los antecios momento sobre su ecología reproducti-
pistilados están provistos de abundantes va, el principal mecanismo de poliniza-
pelos lanosos en su base o callo, y sobre ción de esta planta sería la anemofilia, al
los nervios y, a veces, en su epidermis. igual que la mayoría de los pastos de la
La flor pistilada posee un ovario con un región. El fruto es una cariopse.
único óvulo, con dos estilos cortos y es-
tigmas plumosos. Las flores de las es-
piguillas masculinas o estaminadas no HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
poseen pubescencia y están formadas
por tres estambres. En ambas flores es Poa schizantha habita la costa atlántica
posible observar un par de lodículas que del sur de la provincia de Buenos Aires,
equivaldrían a los pétalos y cuya función en el distrito fitogeográfico denominado
permitiría la apertura del antecio duran- Pampa Austral. En esta región, la especie
te su antesis. Si bien la época de mayor se desarrolla muy cerca del mar, en la es-
floración es a finales de primavera-prin- trecha franja de dunas móviles o activas,
cipios de verano, se estima que la flora- delimitada entre la playa y los campos de
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zantha ocupa los sectores más deprimi- tensión de los campos de dunas activas
dos: principalmente bajos interdunales, (Celsi y Giussani, 2020). Si bien se tra-
y también montículos bajos, pie de du- ta de ambientes costeros directamente
nas activas y bordes de lagunas. Crece expuestos a la influencia de los factores
en parches de vegetación baja, herbácea oceánicos, las mediciones realizadas
y abierta, de tipo pastizal. La especie no dentro del rango de distribución de Poa
fue registrada en sectores de playa, así schizantha no muestran dependencia en-
como tampoco en sitios elevados o den- tre la cobertura de la especie y la distancia
samente vegetados. Su rango de distribu-
ción dentro del perfil costero, en el sen-
Matas de Poa schizantha (centro de la
tido mar-continente se extiende desde imagen) creciendo en un bajo entre dunas
los 170 metros (por detrás de la primera activas. Al fondo, ejemplares de Panicum
línea de dunas frontales) hasta poco más urvilleanum, Sporobolus rigens y Senecio
bergii, componentes característicos de
de 2 kilómetros tierra adentro, contados
la flora nativa de la región. Partido de
desde la línea de pleamares máximas, Coronel Dorrego, diciembre de 2012.
lo cual coincide justamente con la ex- Foto: Cintia Celsi.
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relativa respecto al mar (Celsi y Giussani, cia a sustratos de arena húmeda, donde
2020). no se produce una acumulación signifi-
En cuanto a las características edáfi- cativa de materia orgánica. Durante pe-
cas, sabemos que Poa schizantha se aso- ríodos húmedos, es habitual encontrarla
Nótese el patrón de crecimiento lineal de las matas de Poa schizantha, el cual podría
responder al contorno de un cuerpo de agua superficial, inexistente al momento de la foto.
Partido de Coronel Dorrego, diciembre de 2015. Foto: Cintia Celsi.
Poa schizantha ocupando las orillas de un cuerpo de agua interdunal, Monte Hermoso,
diciembre de 2017. Foto: Cintia Celsi.
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ocupando los bordes de lagunas inter- distintos microhábitats: Poa bergii ocupa
dunales temporarias que se forman por principalmente las laderas poco vegeta-
acumulación de agua de lluvia o satura- das de las dunas activas, mostrando una
ción de la napa freática. Incluso se ha ob- gran afinidad con el sustrato de arena
servado ocasionalmente un curioso pa- seca y móvil, mientras que Poa lanugino-
trón lineal de crecimiento de las matas sa aparece en todo el perfil costero, pero
que parecería reflejar el perímetro de los está mejor representada en los pastiza-
cuerpos de agua (C. E. Celsi, com. pers.). les de dunas semifijas y dunas interiores
Si bien crece cerca del agua, en rarísimas con alta cobertura vegetal (Celsi y Mon-
ocasiones la especie se halla en contacto serrat, 2008a, 2008b; Celsi, 2016).
directo con el agua superficial, sugirien- Estudios aplicados a conocer las carac-
do una baja tolerancia a la inundación. terísticas del microhábitat de Poa schi-
En síntesis, Poa schizantha crece en pas- zantha permitieron listar un total de 34
tizales bajos y abiertos de dunas coste- especies de plantas vasculares asociadas
ras; se asocia exclusivamente a sustratos a esta gramínea endémica, en su gran
de arena húmeda con baja cobertura ve- mayoría hierbas nativas de las familias
getal, y por ende soporta una exposición Asteraceae, Cyperaceae, Juncaceae y
directa a la radiación solar. Toda esta in- Poaceae (Celsi y Giussani, 2020). El bajo
formación en conjunto sugiere una alta número de plantas exóticas encontradas
especificidad de hábitat que, sumado a creciendo junto a Poa schizantha y la es-
su confinada distribución, permiten re- casa relevancia de estas en la estructura
conocerla como un endemismo estrecho general de la vegetación, indican que la
o endemismo de escala local. especie se desarrolla en ambientes prís-
tinos.
En los sitios donde crece Poa schizantha
RASGOS ETOECOLÓGICOS la cobertura total de la vegetación al-
canza un máximo del 60%, y la altura
Poa schizantha se puede describir como promedia casi los 45 cm, determinando
una gramínea psamófila (afín a los sue- ambientes de pastizales bajos y abiertos,
los arenosos) de dunas, que a su vez está donde el aporte de cobertura de la espe-
notablemente controlada por las ca- cie es por lo común inferior al 20%. En
racterísticas hídricas del suelo. Su aso- ciertas ocasiones se encuentran matas
ciación con el sustrato húmedo es muy o individuos aislados, es decir, puede
clara (Parodi, 1940; Cabrera, 1941), así presentarse una distancia mayor a diez
como su afinidad por hábitats con vege- metros desde una mata de Poa schizantha
tación herbácea baja y abierta. hasta la planta más próxima.
En su área de distribución convive con En cuanto a las plantas más relevantes
dos especies congenéricas: Poa bergii y del hábitat, Poa schizantha se asocia tan-
Poa lanuginosa. Estas son morfológica- to a especies psamófilas como higrófilas
mente distintas a Poa schizantha (Giussa- (aquellas que crecen en suelos húme-
ni, 2000; Giussani et al., 2012) y habitan dos), entre las que se destacan principal-
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P o a s c h i z a n t h a
Pastizal de Poa schizantha en un sector deprimido, con montículos bajos. En este caso se
observa un ambiente con cobertura relativamente alta. Monte Hermoso, diciembre de 2017.
Foto: Cintia Celsi.
Poa schizantha
acompañada por
Schoenoplectus
americanus, Monte
Hermoso, diciembre
de 2017.
Foto: Cintia Celsi.
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en las especies congéneres que habitan cuales actúan diversos factores de cam-
las dunas (Giussani et al., 2018). bio, tanto naturales como antrópicos. La
Desde su descubrimiento, Poa schi- expansión urbana no planificada, la fo-
zantha fue considerada una especie rara restación con especies exóticas (prácti-
(Chebez y Diminich, 2008), tanto por su ca utilizada principalmente con el fin de
condición de estrecho endemismo, como fijar dunas y propiciar el establecimien-
por sus particularidades morfológicas. A to de edificaciones en un ambiente are-
nivel nacional, está clasificada en la Ca- noso) y diversas actividades recreativas
tegoría 5 de la Lista Roja Preliminar de (como el uso de vehículos motorizados)
las Plantas Endémicas de la Argentina son los principales factores de origen
(Lista PlanEAr) (Secretaría de Ambiente humano que impactan negativamente
y Desarrollo Sustentable -SAyDS-, 2010), sobre el ambiente de dunas en la costa
correspondiente a la máxima categoría atlántica bonaerense, produciendo frag-
de amenaza. A escala global es necesaria mentación y severas alteraciones de há-
su evaluación para que sea incluida en bitat (Dadon y Matteucci, 2009; Faggi y
la Lista Roja de Especies Amenazadas de Dadon, 2011; Austrich et al., 2017) que
la Unión Internacional para la Conser- amenazan a esta rara especie endémica
vación de la Naturaleza (UICN, 2021). A y a la biodiversidad costera asociada.
partir de estudiar su rango de distribu- Poa schizantha se encuentra amenazada
ción, las características de su entorno por el avance urbano paralelo a la costa.
ecológico y los factores de amenaza que Dentro de su rango de distribución y de
operan sobre su hábitat, se recomienda la zona contigua de influencia, se en-
en forma preliminar su categorización cuentran establecidas cuatro localidades
como especie “En Peligro Crítico” (Celsi en plena expansión: Marisol (partido de
y Giussani, 2020). Coronel Dorrego) y Pehuen Co (partido
Las dunas costeras constituyen am- de Coronel Rosales) en los extremos este
bientes altamente dinámicos, sobre los y oeste respectivamente, y Sauce Grande
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Una de las principales amenazas para la especie y su hábitat: la circulación con vehículos
motorizados sobre el frágil ambiente de dunas, Monte Hermoso, diciembre de 2017.
Foto: Cintia Celsi.
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P A S T I T O D E L O S B A J O S
lar especie, continúan las gestiones para nosa, lo que permitirá clarificar aspectos
lograr la creación de un área protegida genéticos sobre el origen y evolución de
en la totalidad del sector. los endemismos dunícolas. A partir de la
En cuanto a las actividades de divulga- información recopilada, se actualizaron
ción se realizaron numerosas actividades los límites de la distribución geográfica
con la comunidad local, entre ellas: char- de Poa schizantha, se estimó su área de
las para vecinos y turistas de las localida- ocurrencia, se analizaron por primera
des de la región, cursos introductorios a vez las características ecológicas de su
la ecología costera, talleres para chicos microhábitat, se caracterizó el tipo de ve-
sobre biodiversidad en dunas y playas, getación acompañante, se evaluaron las
seminarios en institutos de formación amenazas y el estado de conservación de
docente de la zona y jornadas de divulga- la especie. Los resultados generados con-
ción científica abiertas a la comunidad. forman las bases de un monitoreo tem-
Además, se trabajó en la producción de poral para detectar tendencias y cambios
materiales de divulgación -cuadernillos, en las poblaciones, a la vez que proveen
folletos y pósteres- destinados a dar a información cuantitativa que sirve de he-
conocer la importancia de los ambientes rramienta para recomendar acciones de
costeros, su flora y fauna y, sobre todo, conservación y manejo de la especie y su
generar conciencia en el público en gene- hábitat.
ral, que se distribuyeron en forma impre- Los estudios sobre la sistemática evolu-
sa y mediante redes sociales y se encuen- tiva y de diversidad genética se desarro-
tran disponibles en la página web de la llan principalmente por investigadores
Fundación Azara (www.fundacionazara. desde el Instituto de Botánica Darwinion
org.ar). y la Facultad de Ciencias Exactas y Natu-
Desde la investigación, se trabaja en rales (FCEN) de la Universidad de Buenos
forma coordinada y complementaria en- Aires (UBA), donde se trabaja para cla-
tre el “Proyecto Costas Bonaerenses” e rificar las relaciones filogenéticas entre
investigadores del Instituto de Botánica Poa schizantha y las especies de la sección
Darwinion a través de un grupo de traba- Dioicopoa que incluyen un grupo de es-
jo que aborda el estudio de la especie des- pecies nativas de Sudamérica (Giussani
de distintos enfoques. Por un lado, desde et al., 2016). Esta línea de investigación
su hallazgo en el año 2009, el “Proyecto ha permitido corroborar la pertenencia
Costas Bonaerenses” lleva adelante los de este raro endemismo y de las especies
primeros estudios sobre la ecología de de Poa dunícolas, en una misma sección,
la especie. Entre los años 2009 y 2017 se Dioicopoa. Sin embargo, las relaciones fi-
efectuó una serie de campañas al área de logenéticas entre estas especies no son
estudio que permitieron relevar en for- claras debido a una rápida diversificación
ma exhaustiva todo el rango de distribu- morfológica a partir de su formación en
ción de Poa schizantha y colectar valiosas el Pleistoceno (Giussani et al., 2016). Por
muestras de esta especie y sus congéne- tanto, y dada la velocidad y dinámica de
res simpátricos: Poa bergii y Poa lanugi- la formación de las dunas costeras, este
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ambiente ofrece un escenario ideal para conservación de este ambiente único -las
el estudio de los procesos de especiación. dunas costeras-, dinámico y cambiante
Tomando en cuenta el origen reciente es imperiosa, no solo para preservar las
de los cordones dunícolas con menos de especies en sí mismas, sino para promo-
6.000 años de antigüedad y la existencia ver la preservación de procesos natura-
de endemismos, es necesario realizar un les generadores de variabilidad genética
estudio de la variabilidad genética en las y morfológica, y el establecimiento de
poblaciones de Poa bergii y Poa schizantha, asociaciones simbióticas entre distintos
ambas endémicas de las dunas costeras, organismos, generando ecosistemas bio-
y su relación con una especie nativa de diversos de acotada distribución.
amplia distribución que alcanza las du- La Fundación Azara brinda desde sus
nas costeras, P. lanuginosa, para estable- inicios un marco institucional para el de-
cer su origen y la relación de parentesco sarrollo del “Proyecto Costas Bonaeren-
entre las mismas. Aspectos tales como la ses”; en este sentido, apoya la realización
poliploidía, el flujo génico entre las po- de campañas de estudio, colabora con la
blaciones y la hibridación en el ambiente difusión de información y la organización
costero, permitirán establecer cuáles son de eventos y jornadas de divulgación,
los procesos que favorecen la formación provee una parte importante de los re-
de nuevas especies. cursos y medios necesarios para encami-
En colaboración con el Dr. Leopoldo nar numerosas acciones y proyectos que
Iannone y estudiantes del Departamento incluyen entre muchos objetivos, a esta
de Biodiversidad y Biología Experimental rara gramínea endémica, Poa schizantha.
(FCEN, UBA) y el Instituto de Micología y Recientemente, mediante su “Programa
Botánica (FCEN, UBA y CONICET), se es- de Voluntarios”, la Fundación también fa-
tudia la presencia de hongos endófitos cilita la participación de colaboradores y
en las especies dunícolas de Poa. Avan- asistentes de campo que acompañan en
ces en este proyecto fueron presentados las diferentes tareas que se realizan en el
recientemente como parte de la tesis de marco del proyecto.
licenciatura de Florencia Sabena, quien
ha realizado una profunda investigación A continuación, se listan otras institu-
sobre la acción mutualista entre hongos ciones, iniciativas o proyectos indepen-
endófitos y los pastos psamófilos (Sabena dientes de la Argentina que trabajan en la
et al., 2015). El grupo de trabajo continúa conservación de la especie:
sus investigaciones para establecer si es-
tos hongos son facilitadores del proceso ● Departamento de Biodiversidad y Bio-
de especiación en dunas costeras, un am- logía Experimental, Facultad de Cien-
biente que genera un alto nivel de estrés cias Exactas y Naturales, Universidad
por déficit hídrico y altas temperaturas de Buenos Aires.
estivales, entre otros factores que afectan ● Instituto de Botánica Darwinion, CO-
la supervivencia de las especies. NICET.
Es sencillo entonces comprender que la ● Instituto de Micología y Botánica, Fa-
F U N DAC I Ó N A Z A R A 53
P A S T I T O D E L O S B A J O S
tad de Ciencias Exactas y Naturales, plants, coastal dunes between Pehuen Co and
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P A S T I T O D E L O S B A J O S
Glosario
F U N DAC I Ó N A Z A R A 55
M A R I P O S A B A N D E R A A R G E N T I N A
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
C L A U D I O B E R T O N AT T I y L O R E N A E . P E R E Z
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Nymphalidae
Otros nombres vulgares: mariposa blanca, mariposa nacional y mariposa celeste del
coronillo; popoí hovy (mbya guaraní); morotí o panambí morotí (guaraní); borboleta da
coronilha, janeira, borracha (portugués).
Nombre en inglés: White Morpho.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 57
MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
Macho de mariposa bandera argentina, posado con las alas desplegadas sobre un
coronillo en la Reserva Privada Senderos del Monte, Entre Ríos, febrero de 2014.
Foto: Claudio Bertonatti.
Orugas de mariposas
bandera argentina en tamaño
máximo, Punta Indio, Buenos
Aires, diciembre de 2007.
Foto: Claudio Bertonatti.
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
Macho de mariposa bandera argentina, posado con las alas plegadas, Punta Indio, marzo
de 2014. Foto: Claudio Bertonatti.
La crisálida es verde brillante (de unos tis, 2000; Klimaitis et al., 2018a, 2018b).
25 mm de largo por 12 mm en su parte Una explicación posible sobre el mayor
más ancha) y se ubica suspendida, por tamaño de las hembras es la necesidad
lo general, en un árbol diferente al hos- de contar con más recursos para la re-
pedador (Núñez Bustos, 2010). Bourquin producción, mientras que en los machos
(1945) decía que “es necesario mirarla ser más pequeños reduciría el riesgo de
con atención para darse cuenta de que depredación (Chazot et al., 2016). La ca-
esta ‘bellota’ es en realidad una crisálida”. beza y proboscis (o “trompa”) son pardas,
Los adultos nacen entre diciembre y con ojos azulados y antenas anilladas
febrero y, en ocasiones, pueden avistar- de modo casi imperceptible en negro y
se hasta el mes de abril. A veces varios blancuzco. El tórax, el abdomen y las pa-
individuos se ubican en fila persiguién- tas son celestes. En su faz dorsal las alas
dose. La envergadura alar del macho es son de un celeste claro con márgenes y
de 70-105 mm y de la hembra, 90-110 lúnulas (manchitas con forma de media
mm. Esta última no solo es mayor; tam- luna) submarginales negruzcas. En su
bién, más oscura (Canals, 2000; Klimai- faz ventral posterior lucen seis vistosos
F U N DAC I Ó N A Z A R A 59
MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
Hembra de mariposa bandera argentina libando frutas maduras caídas, Punta Indio, marzo
de 2014. Foto: Claudio Bertonatti.
Se pueden reconocer con facilidad los sexos: hembra (izquierda) y macho (derecha).
Nótese la diferencia de tamaño y patrón de diseño cromático. Punta Indio, marzo de 2014.
Foto: Claudio Bertonatti.
60 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
F U N DAC I Ó N A Z A R A 61
MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
las horas calurosas del día”. En verano (Da Costa Lima, 1936; Klimaitis, 2000;
(enero-febrero) es común observar gru- Pastrana, 2004; Núñez Bustos, 2010; Ga-
pos de machos cortejando en vuelo a una lup, 2019). Se ha citado una planta exóti-
hembra. Incluso, intentando copularla ca naturalizada en Brasil y Uruguay que
en el aire, aunque lo común es que esto también la hospedaría: la acacia o aroma
suceda estando posada. Tiempo después doble de Australia (Racosperma longifo-
la hembra deposita grupos dispersos de lium) (Da Costa Lima, 1936).
huevos (Klimaitis, 2000), en cantidad En cuestión de semanas las pequeñas
irregular (de 10 a 20), en la parte supe- orugas serán percibidas hasta ser más
rior de distintas hojas del árbol o de los que evidentes por su tamaño (unos 65
árboles hospedadores. Desde que nacen mm), color y por conformar racimos de
las larvas permanecen en grupos y así se unos 15 y hasta 30 o más miembros que
movilizan. En cuestión de semanas pue- recuerdan frutos tropicales.
den ser detectadas y avanzan en su de- Sus larvas son procesionarias y grega-
sarrollo hasta alcanzar su tamaño máxi- rias (Canals, 2000; Klimaitis, 2000), es
mo durante la primavera a principios decir, se desplazan en conjunto como si
del verano. De día se las observa pasivas, fuera una procesión. Durante el día per-
colgadas en racimos de sitios oscuros o manecen sobre la corteza de los troncos
sombríos, mientras que comen durante de la planta huésped o directamente col-
la noche. Al menos en el nordeste de la gando en vistosos ramilletes rojos, man-
provincia de Buenos Aires, todo parece teniéndose pasivas hasta la caída del
indicar que el coronillo (Scutia buxifolia) sol. Luego, empiezan a separarse para
es la especie nutricia preferida por las alimentarse durante toda la noche. Así
orugas de Morpho. En segundo lugar, el pasan todo el otoño y el invierno para
ingá (Inga uraguensis), seguido por el plu- terminar de desarrollarse en primave-
merillo rosado (Calliandra parvifolia), la ra. Cada oruga comenzará a decolorar su
caña yatevó (Guadua trinii), el azota ca- rojo para tornarse verdosa y con pelos
ballos o Francisco Álvarez (Luehea divari- grises. Esa es la señal que buscará cri-
cata) y, por último, el bugre (Lonchocarpus sálidar (Núñez Bustos, 2010). Bourquin
nitidus) (Galup, 2019), aunque, desde lue- (1945) observó que “antes de transfor-
go, estas preferencias dependen también marse en crisálida, fija sus patas cauda-
de la abundancia de estas especies. En les (pigopodios) con hilos de seda a una
otras regiones también se las ha regis- rama fina o a una espina del coronillo; se
trado comiendo blanquillo (Sebastiania dobla como un anzuelo y queda quieta en
commersoniana), coca de monte (Erythro- esta posición”, semejando una “bellota”
xylum argentinum), camboatá colorado o o pequeña campana de color verde, sus-
jaguarata’y (Cupania vernalis), tala (Celtis pendida con seda desde una ramita. El
spp.), conejito colorado (Trichilia pallida), mismo autor narró un hecho curioso: “al
requia, trompillo o guaraguao (Matay- hacer la cría de este Morpho en una jaula
ba elaeagnoides) y otras especies de ingá (fiambrera) una oruga eligió una ramita
(Inga affinis, I. marginata, I. sessilis e I. vera) para sujetarse en ella y transformarse en
F U N DAC I Ó N A Z A R A 63
MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
crisálida. Al día siguiente encontré otra te que apenas deja filtrar los rayos del sol
oruga comiéndola. Nuestra oruga caní- en algunos sitios, se ve obligada a seguir
bal, después de haber eliminado com- las picadas, como en saltos, en sus silen-
pletamente a su víctima, se crisalidó en ciosos juegos aéreos; parecen escolares
su mismo sitio”. de blancos guardapolvos que se quieren
Raúl Llano (1959) describe con belleza alcanzar, en el juego de la mancha, por
la aparición del adulto: “En los pocos días sobre árboles caídos, lianas y enredade-
al año que vuela, constituye un aconteci- ras colgantes”. Efectivamente, vuela con
miento el verla. Silenciosa, pausada, ma- un acompasado aleteo a baja o media al-
jestuosa, batiendo imperceptiblemente tura, describiendo ondulaciones que al-
el aire al contornear las copas de los cei- ternan planeos con movimientos veloces
bos y planeando serena al deslizarse por y esquivos o erráticos que recuerdan, a
las picadas sombrías. Al encontrarse con veces, a los de un murciélago.
otros Morphos, se persiguen, iluminando El vuelo es impulsado principalmen-
con la claridad de sus aleteos, que pare- te por las alas delanteras (anteromoto-
cen luces que se encienden, la penumbra rismo), mientras que las alas traseras
verdinegra del monte umbrío. Como sus aumentan la velocidad y maniobrabili-
grandes y delicadas alas no le permiten dad. Los machos patrullarían con más
ir por cualquier parte, en el espeso mon- frecuencia que las hembras (Chazot et
Grupo de mariposas bandera argentina de ambos sexos sobre frutos maduros en Punta
Indio, marzo de 2014. Foto: Claudio Bertonatti.
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
al., 2016). Ambos sexos vuelan a simi- co”. Pese a que fue una especie común,
lar altura, entre el estrato bajo y medio, actualmente su distribución geográfica
preferentemente, dentro del bosque, so- está restringida a una única localidad
brevolando senderos, claros o bordes del (João Pessoa, en el extremo oriental del
bosque y cursos de agua (Núñez Bustos, país), dado que allí su hábitat se encuen-
2009). tra en buen estado de conservación y con
Al posarse ese espectáculo cesa, por- presencia de especies del género Inga
que pliega sus alas y pasa desapercibi- (Freitas et al., 2018).
da, como acontece con otras especies del Las mariposas del género Morpho, en
mismo género. Gusta detenerse sobre general, tienen presión de captura o co-
los frutos fermentados, suelos húmedos, lecta por su impactante tamaño y colora-
excrementos de mamíferos y la savia ción. De las 30 especies del mundo, mu-
que emana de la corteza de los árboles chas son famosas por su belleza, colores
(Núñez Bustos, 2009). Con cautela se azulados o tornasolados y, por ello, pade-
deja observar de cerca, con una distan- cieron un intenso comercio local e inter-
cia máxima de aproximación de unos 50 nacional, ya sea enmarcadas como suve-
centímetros, pero ante el menor movi- nires o especímenes de historia natural
miento que la atemorice despegará con para abastecer a coleccionistas o museos
un vuelo fugaz y zigzagueante como para extranjeros. Los colectores furtivos, inclu-
desorientar al intruso. Huirá lejos o se so, realizan capturas en áreas protegidas,
posará en un punto sombrío con las alas como sucedió el 6 de enero de 2017 en
plegadas para pasar inadvertida. el Parque Provincial Urugua-í, provincia
En cuanto a sus predadores, la más te- de Misiones, donde los guardaparques
mible es la avispa roja o carán (Polistes detuvieron a un ciudadano japonés con
canadensis) que, al decir de Galup (2019) trampas, redes y 29 especies distintas de
“puede asolar un racimo de orugas en mariposas que ya tenía ensobradas. En el
pocos días”. pasado, también, se han capturado para
vender joyas (Bourquin, 1945) o cuadros
artísticos realizados con sus alas fraccio-
ESTADO DE CONSERVACIÓN nadas.
En la Argentina (al igual que lo que
Aunque la especie no ha sido evaluada ocurrió en Brasil con la subespecie her-
por la Unión Internacional para la Con- mana) se ha combatido a sus orugas por
servación de la Naturaleza (UICN) ni por creerlas (erróneamente) perjudiciales,
otros especialistas de la Argentina, los urticantes o peligrosas.
autores de este capítulo proponen que La principal amenaza (común a los
sea considerada en alguna de las catego- demás países donde habita el género
rías de “Amenazada”, pudiendo caberle Morpho) es la destrucción de su hábitat
la figura “En Peligro”. La subespecie pre- natural provocada por actividades agro-
sente en Brasil, Morpho epistrophus niko- pecuarias, desarrollo inmobiliario y mal
lajewna, se encuentra “En Peligro Críti- manejo del arbolado urbano constituido
F U N DAC I Ó N A Z A R A 65
MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
rar que hay años donde es más común cellina) (Farina, 2006). Este planteo se ve
que en otros (Núñez Bustos, 2012). respaldado por el trabajo de Guerrero y
En Uruguay, la Dirección Nacional de Agnolin (2016) referido a los cambios en
Medio Ambiente (DINAMA) advirtió que la distribución austral de especies pro-
las obras del proyecto de instalación de pias de la Selva Paranaense.
la planta de celulosa FREDILAN S.A./
BOTNIA S.A. podía afectar el denso bos-
que de coronillas con “gran número de ACCIONES DE CONSERVACIÓN
colonias de mariposas (Morpho catena-
rius) que serían eliminadas si el mismo En Punta Indio hasta el año 2006 apro-
desaparece” (DINAMA, 2005). ximadamente los pobladores y visitan-
El cambio climático, con su conse- tes perseguían de modo sistemático a
cuente calentamiento global, ya estaría las orugas, rociándolas con combustible
provocando una modificación en la dis- para luego quemarlas. Este hecho se veía
tribución geográfica de la biodiversidad, favorecido por ignorar que esas mismas
con un desplazamiento de norte a sur en larvas rojas se transformaban en las ma-
Sudamérica. Es el caso de algunas espe- riposas celestes que esas mismas perso-
cies subtropicales que alcanzan la pro- nas luego apreciaban. Una sencilla cam-
vincia de Buenos Aires en su límite aus- paña explicativa, demostrativa y de difu-
tral de distribución (Mattoni y Vanucci, sión realizada por los autores junto con
2008). Farina (2006) evidenció en esta la familia Fernández (Enrique y Mery)
mariposa su avance hacia el sudeste de de “La Cueva” propagó rápidamente el
la provincia entre 1985 y 2003. Lo sos- carácter inofensivo de la especie y los
tiene considerando que hasta 1939 la es- cambios de aspecto de su metamorfosis.
pecie era conocida en unas pocas loca- En menos de un año la situación local se
lidades del norte bonaerense, con Punta revirtió. A tal punto que en la actualidad
Lara como límite austral. Hacia princi- la especie está protegida por dicha co-
pios de 2000 se extendió hacia Punta munidad.
Piedras (Municipio de Punta Indio), el En 2010 Lucas Damer hizo una traslo-
Municipio de General Madariaga (Kli- cación de orugas de esta especie desde
maitis, 2000) y más tarde los Municipios Punta Indio hacia la Reserva Ecológica
de General Pueyrredón (Farina, 2006) y Costanera Sur de Buenos Aires. Aquel
General Lavalle (M. Beade, com. pers.). núcleo fundacional prosperó y para el
Esta expansión se vincularía directa- verano 2021/2022 se hizo común obser-
mente con el cambio climático. Además, var adultos y grupos de orugas en bugres
otros lepidópteros mostraron el mismo del área protegida (L. Damer, com. pers.).
patrón de extensión hacia el sur, a través El 15 de agosto de 2012 el Honorable
de los talares, como las mariposas bella Concejo Deliberante del Municipio de
(Hypanartia bella), zafiro común (Doxoco- Punta Indio (provincia de Buenos Aires)
pa laurentia laurentia), azufrada coluda sancionó la Resolución Nº 24/12 decla-
(Phoebis neocypris), y febo (P. sennae mar- rando a la mariposa bandera argentina y
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
cies exóticas del arbolado público (in- tiría precisar la distribución geográfica
cluyendo los parques y plazas urbanos) (histórica y actual) además de eviden-
por otras autóctonas con múltiple pro- ciar potenciales corrimientos en esas
pósito: brindar plantas hospedadoras áreas ante el cambio climático y el del
de esta y otras especies de mariposas, uso del suelo. Esto permitirá también
incrementar la biodiversidad urbana, reportar su presencia en áreas de Co-
funcionar como conectores o corredo- rrientes y Misiones, donde no se cuen-
res biológicos entre los grandes espa- ta con muchas precisiones actuales.
cios verdes y además, para poner en ● En 2019, se presentó un proyecto de ley
valor (con cartelería) la flora silvestre (trámite parlamentario 2965-D-2019)
nativa y la fauna asociada para que la para declararla Monumento Natural
sociedad la identifique, conozca y va- de la Nación junto con el coronillo. Es
lore por su valor natural y cultural. Tal importante que esta ley se concrete.
como lo han dicho en el pasado otros ● La especie también representa una
naturalistas, “es la única manera de oportunidad para que los municipios
evitar su extinción y ofrecerlo a las que se encuentran dentro de su dis-
futuras generaciones de argentinos, tribución geográfica creen nuevas re-
como una curiosidad zoológica” (Bour- servas naturales urbanas, incluso, en
quin, 1945; Llano, 1959; Núñez Bustos, áreas degradadas, dado que pueden
2012). rehabilitarse con el acompañamiento
● En línea con el punto anterior, respal- del cultivo de especies nutricias de la
dar el “Proyecto Corredor Biológico mariposa bandera argentina, emulan-
Morpho” impulsado desde la Cátedra do, de algún modo, las iniciativas que
de Planificación de Espacios Verdes de se realizan con la mariposa monarca
la Facultad de Agronomía de la Univer- (Danaus plexippus) en América del Nor-
sidad de Buenos Aires (UBA) para en- te, que cuenta con planes de acción de
riquecer los distintos puntos precisos conservación (Comisión para la Coo-
que permiten conectar el Jardín Botá- peración Ambiental, 2008).
nico Carlos Thays con la Reserva Expe- ● Aprovechar la época en que las orugas
rimental de Uso Integral y Transdisci- se tornan visibles para activar progra-
plinario, “El Renacer de la Laguna”, en mas de educación ambiental y turis-
la Facultad de Ciencias Veterinarias de mo en la naturaleza para apreciarlas,
la UBA (Pulido et al., 2019). conocerlas y demostrar su carácter
● Contando ya con una guía de identifi- inofensivo y poner en valor la especie
cación de las mariposas diurnas de la y el bosque nativo.
Argentina (Klimaitis et al., 2018b) sería ● Alentar la concreción de algunas de
atinado realizar un atlas con mapas por las medidas propuestas en: munici-
especie que permitan señalar las loca- pios (áreas de turismo y/o ambiente),
lidades donde se constató su presencia escuelas, organizaciones de bien pú-
discriminando (con distintos íconos) blico, propietarios de reservas priva-
las décadas de los mismos. Esto permi- das, jardines botánicos y zoológicos o
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
Sellos postales del Correo Argentino emitidos en 2017 para el Mercosur dedicados a la
mariposa bandera argentina y la frotadora común.
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MARIPOSA BANDERA ARGENTINA
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C A R A C O L D E L O S C O M E C H I N G O N E S
74 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
CARACOL DE LOS COMECHINGONES
R U B É N M O N T E N E G R O y DA N I E L FO R C E L L I
Clase: Gastropoda
Orden: Stylommatophora
Familia: Strophocheilidae
Otros nombres vulgares: no se conocen.
Nombre en inglés: no se conoce.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 75
C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
Vista dorsal del caracol de los Comechingones con enfoque desde las vueltas
embrionarias, colectado en 2017. Foto: Rubén Montenegro.
76 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
Vueltas embrionarias
y primeras vueltas con
estriación característica
en un ejemplar de caracol
de los Comechingones,
colectado en 2017.
Foto: Rubén Montenegro.
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
F U N DAC I Ó N A Z A R A 77
C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
ramente cayeron (R. Montenegro, com. más, uno blanqueado totalmente y dos
pers.). conservando aún trozos de su coloración
Austroborus cordillerae, es una especie amarillenta. Procedían de un paradero
endémica de las Sierras Centrales y la indígena sobre el río San Roque en la Sie-
Sierra Chica de la provincia de Córdoba. rra Chica de Córdoba, sobre la confluen-
Döering (1876) describe la especie como cia con el río Cosquín.
Bulimulus lutescens King var. cordillerae, en De acuerdo con Gordillo et al. (2015)
base a un individuo vivo colectado por el otro nuevo ejemplar de A. cordillerae fue
Dr. D. J. Hieronymus durante una de sus colectado en cercanías del sitio Ayampi-
excursiones por la Sierra de Achala en tín por el Ing. A. Montes en 1960 y proce-
1875. Döering (1876) apunta en su des- de del margen sur del arroyo Moradillo,
cripción que debe considerarse como en Pampa de Olaen. Un segundo ejem-
idéntico de la especie procedente aun- plar, también procedente de allí, fue apa-
que la diagnosis no está conforme con rentemente colectado por A. R. González,
todas sus particularidades. El mismo sin datos de la fecha de recolección. Dos
Döering, señaló ya por entonces su ex- ejemplares procedentes del sitio arqueo-
trema rareza. lógico Alero Deodoro Roca, en Ongamira
Según Klappenbach y Olazarri (1989) el fueron colectados en febrero de 2011 de
ejemplar de la colección del Museo Senc- los sedimentos que rellenaban las cua-
kenberg, colectado por J. Hieronymus en drículas excavadas por Menghin y Gon-
1875, fue designado como lectotipo de la zález en su campaña de 1950 (Menghin y
especie por la creencia de que el tipo de González, 1954).
Döering (1876) se hubiese perdido en la Considerando los poquísimos hallaz-
Argentina, pero en realidad dicho ejem- gos de ejemplares y conchillas con as-
plar fue enviado a W. Kobel, quien lo in- pecto frescos en todas las localidades,
gresa a dicho museo; por lo tanto, según parecería ser Ongamira el sitio en donde
consignan estos autores, debe ser con- pudo hallarse la mayor cantidad. El pri-
siderado como holotipo (Gordillo et al., mero en 1928, que conservaba en su in-
2015), siendo su localidad tipo la Sierra terior restos de partes blandas deshidra-
de Achala. tadas, y que fue colectado por el botánico
Más tarde, el paleontólogo J. Frenguelli Dr. C. C. Hosseus, sin otras referencias; y
(1918) describió un ejemplar vivo encon- el segundo ejemplar, sin partes blandas,
trado (por el Dr. Rimann) en el faldeo del colectado por E. Duarte en 1956.
cerro Uritorco en Capilla del Monte bajo Luego de estos hallazgos y las dos con-
el nombre de Borus rimanni. También, chillas encontradas también en Ongami-
habría obtenido poco antes un ejemplar ra en el año 2017 por uno de los autores
blanqueado y fragmentos colectados por (R. Montenegro) y colaboradores, en el
A. Castellanos en 1917 en Potrero de último siglo y medio se reportaron ha-
Garay, Sierra de Alta Gracia. Posterior- llazgos provenientes de sitios arqueoló-
mente en su trabajo, J. Frenguelli (1924) gicos con pobre estado de conservación
anuncia el encuentro de tres ejemplares (Menghin y González, 1954).
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C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
Vista general de la zona de Las Grutas de Ongamira, Córdoba. Foto: Guillermo Llanos.
RASGOS ETOECOLÓGICOS
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C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
Austroborus dorbignyi es una especie en- penbach y Olazarri, 1973; Chappore et al.,
démica de la Argentina (área de la Sierra 2018; J. C. Zaffaroni, com. pers.).
de Cura Malal inmediaciones de Pigüé y
Saavedra, Sierra de la Ventana y alrede-
dores de la ciudad de Bahía Blanca, todas ESTADO DE CONSERVACIÓN
en la provincia de Buenos Aires), para la
que los autores sugieren como nombre El caracol de los Comechingones se ca-
vulgar borus del sur ya que tiene la ubica- racteriza por su extrema rareza. Es una
ción más austral de la familia. Habita en especie tan escasa que desde principios
cavidades de rocas, pero generalmente del siglo XX fue buscada por décadas -sin
enterrados en la arena gruesa de los ce- éxito- colectándose conchillas de vieja
rros y a la sombra de la vegetación o deba- data y en una región reducida, las Sierras
jo de pequeñas piedras en las laderas de de Córdoba. Está en franca regresión y
los cordones montañosos en los que habi- quizás en proceso inminente de extinción,
tan y también enterrados bajo vegetación sin descartar que ya se encuentre extinta.
en el llano. Es una especie nocturna y se la Debido a su carácter endémico y a las
puede ver preferentemente en días de llu- amenazas que presenta su ambiente, esta
via. Seguramente, el enterrarse es una es- especie debe considerarse como priorita-
trategia adaptativa para contrarrestar el ria para la conservación, como sucede con
calor del verano y, en particular, el frío del las demás especies del género menciona-
invierno. En los lugares donde habita lle- das. Como consta, la información existen-
gan a presentarse precipitaciones níveas te es escasa y se encuentra dispersa, he-
y nevadas varias veces al año, dejando cho desafiante para redoblar esfuerzos en
mantos de hielo que duran varios días en su búsqueda.
los años donde predominan las tempera- A nivel internacional, esta especie no se
turas más bajas (Miquel y Aguirre, 2011). encuentra catalogada por la Unión Inter-
Austroborus lutescens (King, 1832), en nacional para la Conservación de la Na-
cambio, es endémica de Uruguay (depar- turaleza -UICN- (UICN, 2021). Los autores
tamentos de Rocha, Maldonado, Lavalleja, proponen categorizar esta especie “En
Treinta y Tres y Cerro Largo). Por su há- Peligro Crítico”. Se fundamenta ante los
bito de enterrarse y para facilitar el cono- antecedentes publicados, la ausencia de
cimiento de esta especie, Chappore et al. reportes de ejemplares vivos desde 1989
(2018) han propuesto el nombre de cara- y los registros de individuos muertos re-
col tucu-tucu. Viven enterrados en la are- cientemente provenientes de una loca-
na en franjas costeras donde se ocultan lidad que fue afectada por incendios a lo
durante el día a unos 10 cm de profun- largo del año 2020.
didad. Se los puede ver escasamente en Las amenazas que se ciernen sobre la
la noche o cuando hay una lluvia fuerte. especie en la actualidad son diversas y
Su ocurrencia es muy localizada y escasa también se encuentran relacionadas con
en dunas primarias con poca vegetación lo extremadamente reducido del hábitat
asociados al matorral psamófilo (Klap- que ocupa en Ongamira, el cual podría ser
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C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
inferior a una hectárea. Este lugar tan par- al cruzarse las estrías espirales y axiales.
ticular es de difícil acceso y se encuentra La segunda conchilla hallada en el mismo
rodeado por un circuito turístico, donde momento, no posee el estado de conserva-
los visitantes pueden poner aún más en ción de la primera, pero evidencia que se
peligro a la especie debido a la falta de encontraba recientemente muerta. Este
conocimiento sobre su presencia. Exis- hallazgo es el que ratifica y sugiere el tipo
ten también en el entorno del sitio, donde de hábitat ocupado por el caracol de los
creemos el hábitat de la especie, áreas ga- Comechingones en Ongamira.
naderas con animales sueltos en las par- El área donde la especie fue hallada es
tes llanas y la invasión de especies exóti- una propiedad privada productiva donde
cas como el paraíso (Melia azedarach), el no se aplican medidas de conservación.
ligustro (Ligustrum lucidum) y la zarzamora Se recomienda, por lo tanto, alentar a sus
(Rubus ulmifolius) que van colonizando de propietarios a adoptarlas dado que cuen-
a poco la zona de vegetación húmeda, por tan con la presencia de una de las especies
lo menos en lo que se refiere a la parte alta de caracoles más raras y amenazada de la
del alero. Argentina, lo cual otorga a su propiedad
Dado que este sitio no cuenta con algún un valor de conservación muy especial.
tipo de protección sería deseable crear Por otro lado, es importante confirmar
una figura de conservación voluntaria (ya el efecto que pueden haber ocasionado
que es una propiedad privada) que proteja sobre esta especie los incendios sucedi-
este lugar único donde se encuentra esta dos en Córdoba a lo largo del año 2020, ya
especie. que los mismos se dieron en zonas muy
cercanas.
Se propone confirmar la presencia ac-
ACCIONES DE CONSERVACIÓN tual del caracol de los Comechingones en
la Reserva Los Chañares (comuna Potrero
Debido a los hallazgos previos en Onga- de Garay), cerca de la cual la especie fue
mira precisamente en el sitio turístico de- hallada y en los faldeos del cerro Uritorco
nominado “Las Grutas”, uno de los auto- (Capilla del Monte), donde J. Frenguelli
res (R. Montenegro) y colaboradores orga- (1918) refiere que se halló un ejemplar en
nizaron un relevamiento en mayo de 2017 1917.
en el marco del proyecto de investigación De hallarse la especie en cualquiera de
“Iconografía de Moluscos Continentales estas áreas, será necesario realizar con
de la Argentina” desarrollado desde el urgencia:
Museo Latinoamericano de Malacolo- ● Caracterización biológica de la flora y
gía Juan Carlos Chebez de la Fundación fauna, en particular de los invertebra-
Azara. En esa ocasión, se colectó una dos con especial énfasis en este cara-
conchilla en perfecto estado de conserva- col.
ción con brillo externo e interno, donde se ● Declarar como reserva el sitio especí-
puede ver a simple vista su característica fico donde los caracoles hacen uso del
estriación donde se forma un punteado hábitat para evitar el potencial impac-
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C A R ACO L D E LO S CO M E N C H I N G O N E S
mezclados con la tierra cercana a los ale- Frenguelli, J. (1924). Conchas de “Borus” en los
paraderos indígenas del río San Roque (Sie-
ros de la zona, es posible que este caracol
rra Chica de Córdoba, departamento de Puni-
haya sido parte de la alimentación de los lla). Boletín de la Academia Nacional de Cien-
Comechingones. cias de Córdoba, 24, 404-418.
Gordillo, S.; Izeta, A.; Costa, T.; Boretto, G. y
Cattáneo, R. (2015). Austroborus cordillerae
(Döering, 1877) en el Valle de Ongami-
AGRADECIMIENTO ra: una especie endémica del noroeste de
Córdoba en contexto arqueológico de caza-
dores-recolectores. En: H. Hammond y M.
A Fabrizio Scarabino, por sus aportes
A. Zubimendi (Eds.), Arqueomalacología:
para el presente capítulo sobre esta es- Abordajes metodológicos y casos de estu-
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Aires, Argentina: Fundación de Historia
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Klappenbach, M. A. y Olazarri, J. (1989). Notas
BIBLIOGRAFÍA sobre Strophocheilidae, VII. Contribución
al conocimiento de Austroborus cordillerae
Chappore, D.; Brito, S.; Rodríguez, Y.; Pereyra, L.; (Döering, 1876) (Moll. Gastropoda). Comu-
Martínez, N.; Santos, D.; Tarasconi, J.; Sosa, nicaciones Zoológicas del Museo de Histo-
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terrestre endémico Austroborus lutescens (Gas- Menghin, O. y González, A. R. (1954). Excava-
tropoda: Strophocheilidae): iniciativa liceal ciones arqueológicas en el yacimiento de
para su investigación y conservación en la Ongamira (Córdoba, Rep. Argentina). Nota
paloma (Rocha, Uruguay). V Congreso Uru- preliminar. Notas del Museo XVII, Antropo-
guayo de Zoología, 165. logía, 67.
Döering, A. (1876). Apuntes sobre la fauna de Miquel, S. E. y Aguirre, M. L. (2011). Taxono-
moluscos de la República Argentina (Tercera mía de los gasterópodos terrestres del Cua-
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Ciencias Exactas en Córdoba, 2, 300-339. Paleontología, 26(2), 101-133.
Frenguelli, J. (1918). Sobre un Borus enano pro- UICN. (2021). Lista Roja de las Especies Ame-
cedente de la Sierra Alta de Córdoba. Boletín nazadas de la Unión Internacional para
de la Academia Nacional de Ciencias en Cór- la Conservación de la Naturaleza. Versión
doba, 23, 228-231. 2021-3.
Glosario
Holotipo: es un ejemplar físico único o conjunto de ejemplares (o restos fósiles) de un organismo, que
se sabe que se utilizó cuando la especie (o taxón de menor rango) se describió formalmente.
Lectotipo: en el caso que no se haya definido un holotipo en la publicación con la descripción formal
o si el holotipo se hubiera perdido, se denomina lectotipo a un espécimen o elemento seleccionado a
partir de material original para servir como tipo nomenclatural.
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M O J A R R A D E S N U D A
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MOJARRA DESNUDA
S O F Í A Q U I R O G A , H E R N Á N E . P OV E DA N O
y F E D E R I C O P. K A C O L I R I S
Clase: Actinopterygii
Orden: Characiformes
Familia: Characidae
Otros nombres vulgares: mojarra bronceada, mojarra del Valcheta, mojarra desnuda del Valcheta.
Nombres en inglés: Naked Characin, Naked Tetra.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 85
M O J A R R A D E S N U D A
Cardumen de mojarra desnuda, en la Rama Caliente del arroyo Valcheta, Área Natural
Protegida Meseta de Somuncura, Río Negro, mayo de 2018. Foto: Hernán Povedano.
A. Ejemplar juvenil
A donde se pueden
observar aún las
escamas en la
región ventral que
estarán ausentes en
el adulto, febrero de
2013 y B. Ejemplar
adulto exhibiendo
la dentición
multicuspidada
y la coloración
verde musgo con
reflejos dorados
características
del adulto de esta
B especie, febrero de
2013. Naciente del
arroyo Valcheta,
Área Natural
Protegida Meseta
de Somuncura.
Fotos: Hernán Povedano.
86
M O J A R R A D E S N U D A
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
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M O J A R R A D E S N U D A
Ramas Calientes del arroyo Valcheta, mayo de 2018. Se observa, gracias a la transparencia
de estas cálidas aguas, un cardumen de mojarras desnudas y las cortaderas creciendo en los
márgenes, que junto a las rocas volcánicas, otorgan refugio a la especie. Foto: Hernán Povedano.
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M O J A R R A D E S N U D A
que se encuentran aisladas por saltos La mojarra desnuda depende de estos mi-
naturales, y los primeros 3 km de las croambientes protegidos de la luz para su
Ramas Calientes. Como se detalla más desarrollo (Cussac y Ortubay, 2002).
adelante, tanto los saltos naturales como
las altas temperaturas han dificultado el
acceso de peces exóticos a estos sectores RASGOS ETOECOLÓGICOS
del arroyo, últimos refugios de la moja-
rra desnuda (Quiroga, 2019). La mojarra desnuda es una especie de
La cabecera termal del arroyo, donde comportamiento gregario (Wegrzyn et
habita la mojarra, se caracteriza por pre- al., 1992) por lo que se observa común-
sentar aguas transparentes con abundan- mente en cardúmenes que alcanzan
te vegetación acuática. En sus márgenes hasta cientos de individuos en aquellos
crece la cortadera (Cortaderia selloana) sitios donde es más abundante (H. Pove-
formando con sus raíces un entramado dano, obs. pers.). Sus hábitos de alimen-
subacuático que, al igual que las macró- tación son principalmente bentónicos
fitas acuáticas y las rocas volcánicas su- (Escalante y Menni, 1999), sin embargo,
mergidas, otorgan refugios a la especie. se puede observar normalmente a esta
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A B
Crítico” (Cussac et al., 2019), debido prin- arriba alcanzando la cabecera termal del
cipalmente a la notoria disminución en arroyo y en consecuencia acorraló a la
su rango de distribución (Quiroga, 2019) mojarra desnuda (Ortubay et al., 1997;
y por el hallazgo de un nuevo pez exótico Quiroga et al., 2017). Esta expansión de O.
en el arroyo que amenaza su superviven- mykiss hacia las aguas cálidas correspon-
cia (Pérez et al., 2015). dería a una evolución contemporánea de
Varias han sido las amenazas identifi- la tolerancia al agua caliente (Crichigno
cadas para la especie, pero en la actuali- et al., 2018). Dicha adaptación pudo ha-
dad la interacción con la recientemente ber comenzado hace más de 100 años,
introducida mojarra plateada, Cheirodon ya que el registro de la primera intro-
interruptus (Pérez et al., 2015), parece ser ducción de truchas en el arroyo Valche-
la más relevante y la más difícil de rever- ta data del año 1924 (Machi y Vigliano,
tir (Quiroga, 2019). No obstante, la de- 2014) tratándose de peces provenientes
predación por la trucha arcoíris, Oncor- del Centro de Salmonicultura Nacional
hynchus mykiss (Ortubay y Cussac, 2000; de la ciudad de San Carlos de Bariloche,
Quiroga et al., 2017), y la modificación provincia de Río Negro. Actualmente, la
del hábitat acuático debido a actividades mojarra desnuda se encuentra en secto-
antrópicas, son también importantes res definidos del arroyo correspondien-
amenazas para la especie. Todas ellas a tes a nacientes que presentan barreras
su vez, actúan en sinergia, por lo que re- físicas o térmicas para este salmónido,
quieren de acciones de manejo para re- sectores que son también hábitat exclu-
ducir su impacto. sivo de la rana del Valcheta (Pleurodema
En el caso de los salmónidos, dos espe- somuncurense). La coincidencia en el pa-
cies fueron introducidas en el arroyo: la trón de distribución de ambos vertebra-
trucha arcoíris y la trucha de arroyo (Sal- dos endémicos, sumado al patrón de dis-
velinus fontinalis). Si bien ambas lograron tribución complementario que se obser-
establecerse, solo O. mykiss avanzó aguas va para la trucha arcoíris, indicarían que
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C D
Deterioro ambiental en la naciente de la Rama Fría del arroyo Valcheta, donde habita
la población más abundante de mojarra desnuda de esta rama. A y B. Ganado equino
y vacuno dentro del cauce del arroyo; C y D. Sectores degradados por la presencia
de árboles exóticos y la quema intencional para la generación de pasturas (A, B y C.
Registros de septiembre de 2019 y D. Septiembre de 2015). Fotos: Sofía Quiroga.
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nada de la vegetación de las orillas para reducción del caudal de las vertientes
generación de pasturas (Quiroga, 2019). debido a la disminución de precipita-
Estos factores además de reducir la ciones en la meseta alta (probablemente
disponibilidad de refugios para la espe- como consecuencia del cambio climáti-
cie y generar eutrofización en el cuerpo co), representando graves amenazas no
de agua, también contaminan los arro- solo para la supervivencia de la mojarra
yos por el uso de combustibles fósiles desnuda, sino también para la endémica
utilizados para las quemas. A su vez, la rana del Valcheta (Velasco, 2016; Quiro-
presencia de árboles exóticos en algunos ga, 2019), así como de numerosos inver-
tramos del arroyo, modifican con sus raí- tebrados nativos y endémicos del arroyo.
ces las orillas, generan sombra y aportan Por su parte, las Ramas Calientes que
exceso de materia orgánica. Otra activi- albergan las poblaciones más grandes de
dad antrópica que genera deterioro am- la especie, han sido totalmente coloniza-
biental es la alteración de la corriente de das por la invasora mojarra plateada. En
agua con canales (mangueras o tomas menos de una década desde su introduc-
de agua) para el consumo local, riego y ción en el año 2008 aproximadamente,
obtención de energía. Todos estos facto- este pequeño pez ya había colonizado
res se ven exacerbados por una notoria toda la cuenca, incluso las nacientes más
F U N DAC I Ó N A Z A R A 93
M O J A R R A D E S N U D A
apartadas que eran dominio exclusivo de antes registradas en el área resulta ser la
la mojarra desnuda (Quiroga, 2019). Ch. más preocupante (Povedano et al., 2018).
interruptus es un carácido cercano a la Durante el año 2018 ocurrió un evento
mojarra desnuda en términos evolutivos de mortandad masiva de mojarras des-
(Ringuelet, 1975; Cazzaniga, 1978; Almi- nudas y plateadas en las Ramas Calien-
rón et al., 1997), por lo que sus requeri- tes (Povedano et al., 2018). Los análisis
mientos ecológicos resultarían similares realizados indicaron que la mortandad
y esto puede explicar en parte, la rápida fue debida a la enfermedad del “Punto
dispersión y colonización observada en Blanco” provocada por el protozoo cilia-
la cabecera del arroyo. Estudios previos do Ichthyophthirius multifiliis, una parasi-
indican que en sitios de característi- tosis responsable de muertes masivas en
cas semejantes a las observadas para criaderos y acuarios. Es una de las enfer-
el arroyo Valcheta, la mojarra plateada medades más comunes en peces y puede
posee una dieta similar a la del carácido localizarse muchas veces en individuos
desnudo (Escalante y Menni, 1999), por sanos, siendo portadores y conviviendo
lo que la competencia por los recursos es en equilibrio con el parásito hasta que
altamente probable (Pérez et al., 2015). algún factor externo rompe ese equili-
Según comentarios de acuaristas, la brio reactivando al ciliado e iniciando
mojarra plateada puede alimentarse de así su ciclo vital (Gonzáles-Fernández,
huevos de otros peces, por lo que exis- 2012). La transferencia de peces a há-
tiría la posibilidad de que este pez con- bitats nuevos son las principales causas
suma las puestas de la mojarra desnuda, de la diseminación de estos parásitos
e incluso las de la rana del Valcheta. No (Tavares-Dias et al., 2001; Piazza et al.,
obstante, de todas las amenazas asocia- 2006; García et al., 2009). Esta epidemia
das a la presencia de la mojarra plateada, que causó la mortandad de más de la
la transmisión de enfermedades nunca mitad de la población global de mojarra
A B
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desnuda y que casi lleva a la extinción de (Cussac et al., 2019) fue realizada antes
las poblaciones más importantes de esta del descubrimiento de mortandad ma-
especie, ocurrió solo en los sitios donde siva por la enfermedad del “Punto Blan-
ambas especies comparten hábitat. No co”. Actualmente, podemos suponer que
existiendo registros de “Punto Blanco” su estado de conservación es aún peor
en sitios habitados exclusivamente por que el considerado en su última catego-
endemismos. Esta y otras observaciones rización y que, de no continuar con las
realizadas en el sitio permitieron esta- acciones de conservación que se vienen
blecer que la mojarra plateada habría desarrollando, la especie corre el riesgo
funcionado no solo como portadora de de extinguirse en el corto plazo.
la enfermedad, sino también a partir de
su notorio aumento poblacional, como el
estresor que desató este evento (Poveda- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
no et al., 2018).
Otra amenaza que vale la pena desta- La cabecera del arroyo Valcheta, hábi-
car es la presencia del chancho cimarrón tat de la mojarra desnuda, se halla den-
o jabalí (Sus scrofa) en el área. Esta espe- tro del Área Natural Protegida Provincial
cie representa una grave amenaza para Meseta de Somuncura creada en el año
las especies endémicas y para todo el 1986, y a cargo de la Secretaría de Am-
ecosistema, debido al gran deterioro am- biente y Cambio Climático (SAyCC) de la
biental que genera (Barrios-Garcia y Ba- provincia de Río Negro. El arroyo cuenta
llari, 2012). Existen numerosos registros con un Plan de Manejo de su recurso ícti-
locales de sectores de arroyo que están co desarrollado en el año 1992 y, además,
siendo destruidos por los chanchos que, por encontrarse dentro del Área Natural
al hozar la tierra en busca de alimen- Protegida, se encuentra incluido en el
to, deterioran las orillas y el cuerpo del Plan de Manejo del área desarrollado en
arroyo. Otra amenaza potencial observa- el año 2007. Por su parte, la especie, fue
da deriva de un significativo aumento en declarada Monumento Natural Provin-
la abundancia de garzas blancas (Ardea cial mediante la Ley N° 2.783 promulga-
alba) predando mojarras sobre estos sec- da el 5 de julio de 1994, estatus que le ha
tores sensibles. Las garzas estarían acce- dado un marco legal de protección im-
diendo a la cabecera del arroyo atraídas portante. Más allá de las recomendacio-
por la abundancia de mojarras plateadas nes realizadas por distintos especialistas
a lo largo de toda la cuenca (H. Povedano, en estos documentos, ninguna de las ac-
obs. pers.). ciones relacionadas con el manejo de las
En conclusión, el estado de conserva- amenazas allí propuestas, ni en ningún
ción de la mojarra desnuda es alarman- otro documento, fue implementada has-
te, más si se tiene en cuenta que la última ta el año 2016.
evaluación que permitió asignarla en la En el año 2012, un grupo de técnicos de
categoría previa a la extinción de la Lis- la SAyCC junto a investigadores del CO-
ta Roja de la UICN “En Peligro Crítico” NICET, comenzaron a realizar monito-
F U N DAC I Ó N A Z A R A 95
M O J A R R A D E S N U D A
reos en el área para conocer el estado de lizando, sería de carácter urgente imple-
las poblaciones de los vertebrados endé- mentar acciones para reducir el impac-
micos. Así surgió la Iniciativa Meseta Sal- to de los peces introducidos. Para ello,
vaje (actualmente integrada a la Funda- durante los años 2015 y 2016 se realizó
ción Somuncura), creada con el objetivo un estudio de la distribución y abundan-
principal de trabajar por la conservación cia relativa de los peces en la cabecera
de las especies en peligro de extinción del arroyo, un análisis de factibilidad de
de la Meseta de Somuncura. Desde en- erradicación y un plan de acción para el
tonces se están llevado a cabo estudios, control de los peces invasores (Quiroga,
monitoreos y acciones de conservación 2019). Lamentablemente, antes de que
enfocadas en estas especies, y secunda- se pueda dar comienzo al manejo ocurrió
riamente en otras problemáticas de con- la mortandad masiva de mojarras, por lo
servación existentes en el área. que la SAyCC junto a Meseta Salvaje con-
Tras los primeros años de trabajo en el formaron un grupo interdisciplinario de
arroyo se arribó a la conclusión de que, investigadores de distintas institucio-
además de las acciones de restauración nes, para hacer frente a esta urgencia.
ecológica, de educación y difusión de la En el grupo participan profesionales de
problemática que la iniciativa venía rea- la Universidad de La Plata, Universidad
96 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
M O J A R R A D E S N U D A
de Río Negro, Universidad del Comahue jarras, además de una serie de talleres
(Bariloche, provincia de Río Negro), Di- para definir cuáles de las acciones de
rección Nacional de Gestión Ambiental manejo propuestas se llevarían a cabo,
del Agua y Ecosistemas Acuáticos, Mi- y un estudio de impacto ambiental para
nisterio de Pesca de la provincia de Río cada una de ellas. Finalmente, se elaboró
Negro, Centro de Investigación Aplicada un plan de acción preliminar y en mar-
y Transferencia Tecnológica en Recursos zo de 2019, tras un taller con pobladores
Marinos Almirante Storni (ciudad de San locales, se comenzaron a llevar adelan-
Antonio Oeste, provincia de Río Negro), te dichas acciones. La primera medida
y técnicos y guardas ambientales de la de manejo consistió en la eliminación
provincia. de aproximadamente 10.000 individuos
Durante el año 2018, y gracias al apo- de mojarra plateada, que habitaban dos
yo del Consejo Federal de Inversiones, se charcas cercanas, aunque desconecta-
realizaron estudios y monitoreos respec- das temporalmente, a una de las nacien-
tivos a la enfermedad de “Punto Blanco” tes principales de la Rama Caliente. Esta
y al estado poblacional de ambas mo- charca ofrece un hábitat reproductivo
F U N DAC I Ó N A Z A R A 97
M O J A R R A D E S N U D A
Reforzamiento de salto preexistente en la Rama Fría del arroyo Valcheta para impedir el
avance de los peces invasores (mojarra plateada y trucha arcoíris) hacia la naciente, mayo
de 2019. Foto: Rodrigo Calvo.
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A B
erradicación, y así contribuir a la recu- las derivaciones del agua del arroyo para
peración ambiental, y a futuro permitir regadío u otro uso doméstico.
la repoblación o recolonización de estos Para el desarrollo de todas las accio-
nuevos hábitats por la especie. nes realizadas en el área se trabaja jun-
Por otro lado, se espera prontamente to a la comunidad del Paraje Chipauquil,
comenzar a trabajar junto al Ministerio con el apoyo y la colaboración de los ve-
de Pesca de la provincia, en la elabora- cinos, de la sociedad de fomento, y de
ción de un marco regulatorio específico alumnos y docentes de la Escuela Hogar
para la pesca dentro del arroyo Valcheta Nº 76. A su vez, el proyecto incluye el
teniendo en cuenta particularmente te- componente social brindando charlas
mas como la prohibición de la siembra y talleres para la toma de conciencia y
de cualquier especie ictícola y de la pes- la valorización del patrimonio natural
ca con carnada viva. A su vez, se prevé la local. La Iniciativa Meseta Salvaje par-
realización de un plan de manejo del fue- ticipó también de una jornada de capa-
go (quemas para pasturas), que incluya citación organizada por SAyCC y desti-
una sectorización de los sitios a quemar nada a los guardas ambientales, que fue
y que prohíba el vertido de combustibles; realizada en el Área Natural Protegida
así como el desarrollo de un plan de uso Meseta de Somuncura. La capacitación
del agua que regule el uso de bombas incluyó un taller específico relacionado
para extracción de agua de las nacientes al proyecto de conservación de los en-
(volúmenes de extracción y épocas habi- demismos que, además de información
litadas), la ubicación y funcionamiento relacionada a aspectos de la biología
de pequeñas turbinas hidroeléctricas, y de las distintas especies, su estado de
F U N DAC I Ó N A Z A R A 99
M O J A R R A D E S N U D A
100 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
M O J A R R A D E S N U D A
F U N DAC I Ó N A Z A R A 101
M O J A R R A D E S N U D A
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M O J A R R A D E S N U D A
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F U N DAC I Ó N A Z A R A 103
R A N I T A D E L V A L C H E T A
104 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
RANITA DEL VALCHETA
F E D E R I C O P. K A C O L I R I S , M E L I N A A . V E L A S C O
y J O R G E D. W I L L I A M S
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Leptodactilydae
Otros nombres vulgares: rana del Valcheta, rana del Somuncura, rana de las vertientes,
rana oscura somuncureña, rana somuncureña.
Nombres en inglés: Valcheta Frog, El Rincon Stream Frog.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 105
R A N I T A D E L V A L C H E T A
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
106 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
R A N I T A D E L V A L C H E T A
Rama Caliente del arroyo Valcheta, Área Natural Protegida Meseta de Somuncura, Río
Negro, donde pueden observarse las características principales de la vegetación asociada
al curso de agua y la topografía circundante. Foto: Federico Kacoliris.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 107
R A N I T A D E L V A L C H E T A
108 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
R A N I T A D E L V A L C H E T A
el cual varios machos intentan ample- ductivo. Los renacuajos de estadios más
xar con una hembra al mismo tiempo a avanzados pueden observarse luego en
veces produciendo amplexos múltiples, otros sectores del arroyo menos vegeta-
siempre en zonas del arroyo de poca pro- dos. Estos renacuajos grandes pueden
fundidad y con mucha vegetación. El am- observarse hasta el mes de marzo y se
plexo más común es el de tipo inguinal y alimentan principalmente de materia
una vez efectuado el mismo, la hembra orgánica (Cei, 1970).
empieza a oviponer huevos fuertemente
pigmentados dentro de un cordón ge-
latinoso que el macho, aún amplexado, ESTADO DE CONSERVACIÓN
va fecundando, mientras la hembra se
mueve y va enrollando este cordón de La ranita del Valcheta se encuentra
huevos entre la vegetación acuática. En amenazada por diversos factores entre
algunas ocasiones los machos pueden los cuales los más importantes son la
emitir canto nupcial estando incluso su- presencia de especies exóticas invaso-
mergidos en el agua (Velasco et al., 2017). ras y la modificación de su hábitat por
Los huevos eclosionan aproximada- disturbios antrópicos. Entre las especies
mente en tres días y el desarrollo de los exóticas, la más perjudicial para esta
renacuajos se demora entre dos y tres ranita es la trucha arcoíris, una especie
meses en promedio. Es común encontrar que fue introducida en el arroyo Valcheta
renacuajos de diferentes camadas en sus aproximadamente 100 años atrás y que
primeros estadios junto a oviposturas rápidamente se convirtió en predador
más recientes en un mismo sitio repro- tope de un ecosistema carente de preda-
F U N DAC I Ó N A Z A R A 109
R A N I T A D E L V A L C H E T A
dores acuáticos del tamaño de esta espe- como por ejemplo en cercanías a surgen-
cie. La trucha arcoíris tiene un efecto ne- tes, topografías de menor pendiente y en
gativo sobre la ocupación de la ranita del sinergia con otras amenazas (sitios con
Valcheta (Velasco et al., 2018) que hoy día alta presión de ganado) pueden generar
solo se encuentra presente en pequeñas efectos negativos en la ranita del Val-
porciones de arroyo aisladas por barre- cheta. Un ejemplo de esto es el caso de
ras naturales y a las cuales las truchas no El Destacamento donde una población
pueden acceder. Sin embargo, aún en es- local de esta ranita desapareció luego de
tos relictos de hábitat libres de truchas, una obra con estas características.
las ranitas deben enfrentar la presencia Otras amenazas menos estudiadas
del ganado (vacuno, equino, ovino y ca- pero que han de ser tenidas en cuenta
prino) que se alimenta de la vegetación son el uso intencional de fuegos para fo-
de las orillas, reduciendo la disponibili- mentar el rebrote de pasturas, que redu-
dad de refugios, alimento y sitios repro- ce la disponibilidad de alimento y hábitat
ductivos, y que además pisotea y defeca (Velasco et al., 2018). La contaminación
en el arroyo generando la eutrofización del arroyo se asume que era más impor-
del mismo. tante en el pasado cuando era común el
Otras especies exóticas e invasoras baño químico de ovejas con fines sépti-
cuyo efecto aún se desconoce son el cos, con la consecuente llegada al arroyo
chancho cimarrón o jabalí (Sus scrofa), de los restos de estos lavados. Sin embar-
cuya llegada reciente al área podría re- go, en la actualidad, el registro de pilas
presentar una amenaza para la biodi- usadas en el cuerpo del arroyo hace pen-
versidad en general. Entre las especies sar que esta amenaza sigue operando.
vegetales existen un gran número de Por último, vale la pena destacar el efec-
invasoras como la rosa mosqueta (Rosa to combinado del cambio climático global
eglanteria) que podrían tener un efecto y la aparición reciente de enfermedades
negativo sobre el hábitat de las ranitas emergentes. La ranita del Valcheta se en-
al ensombrecer las orillas, mientras que cuentra infectada por hongo quitridio,
otras especies arbóreas también debe- Batrachochytrium dendrobatidis (Arellano
rían ser tenidas en cuenta, considerando et al., 2017a), y si bien al momento no
que las raíces de estos árboles afectan las se han hallado individuos gravemente
orillas del arroyo con un efecto sobre la enfermos, podemos asumir que, en si-
disponibilidad de refugios y sitios repro- nergia con otras amenazas, esta infec-
ductivos. ción podría resultar perjudicial para la
Entre los disturbios antrópicos pode- especie. Con respecto a otros aspectos
mos citar la existencia de canalizaciones potenciales del cambio climático, como
desde las surgentes, para uso doméstico el aumento en la frecuencia de sequías
y la construcción de represas con diver- y/o inundaciones, estos podrían llegar a
sos fines. Si bien en el arroyo existen sal- tener un efecto sobre la disponibilidad y
tos naturales, la presencia de represas calidad de los hábitats utilizados por la
artificiales, en determinadas situaciones especie. La menor cantidad de agua que
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R A N I T A D E L V A L C H E T A
brota desde las surgentes en los últimos la especie, la misma corre un alto riesgo
años resulta preocupante si considera- de extinguirse en el corto a mediano pla-
mos que la misma podría estar asociada zo. Cambiar la situación de la especie es
a cambios globales en el clima. entonces el camino a seguir para evitar
Todos estos factores combinados han su extinción. Dado que se trata de un en-
llevado a esta ranita al borde de la ex- demismo estricto de un arroyo que por
tinción. La reconstrucción teórica de su sus características termales resulta único
distribución pasada indicaría una decli- en la Patagonia, la ranita del Valcheta esté
nación significativa de su área de distri- probablemente ocupando un espacio re-
bución, correlacionada con el avance de levante en la trama ecosistémica, con lo
las truchas. Por otro lado, el registro de cual su desaparición, podría tener conse-
la extinción reciente de al menos dos po- cuencias importantes para el resto de la
blaciones locales por causas asociadas a biodiversidad asociada al mismo.
impactos antrópicos hace pensar que las
poblaciones relictuales, aún en sitios que
no alcanzan las truchas, no se encuen- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
tran debidamente protegidas. Más aún, el
tamaño de estas poblaciones aisladas es El hábitat actualmente ocupado por la
demasiado pequeño, con lo cual enfren- ranita del Valcheta se encuentra legal-
tan todos los aspectos intrínsecos asocia- mente protegido con la figura de Área Na-
dos a las poblaciones pequeñas (ejemplo: tural Protegida Meseta de Somuncura, la
aumento de endogamia y deriva génica, cual fue declarada por Decreto Provincial
variaciones poblacionales estocásticas). Nº 356/1986 y es manejada por la Secre-
Por todo esto, la ranita del Valcheta se en- taría de Ambiente y Cambio Climático
cuentra catalogada como “En Peligro” en (SAyCC) de la provincia de Río Negro. Sin
la Lista Roja Nacional (Basso et al., 2012), embargo, el manejo histórico del área ha
con un valor del índice SUMIN de 22, y sido insuficiente para garantizar la su-
como “En Peligro Crítico” en la Lista Roja pervivencia de los endemismos del arro-
de la UICN (UICN SSC Amphibian Specia- yo ya que el uso del mismo, en general, lo
list Group, 2016), bajo los criterios B1ab realizan los propietarios de estancias con
(iii, iv). Por otro lado, la especie se en- fines productivos.
cuentra listada en la posición 88 dentro En este marco, en el año 2012 se creó
del ranking de las 100 especies de anfibios la Iniciativa Meseta Salvaje (actualmen-
EDGE (especies evolutivamente distintas te integrada a la Fundación Somuncura)
y en peligro de extinción a nivel mundial), con el objetivo de promover la conserva-
siendo la única especie argentina dentro ción de especies amenazadas y autócto-
de este ranking desarrollado por la Socie- nas que habitan en el área incluyendo a
dad Zoológica de Londres (Zoological So- la ranita del Valcheta. La iniciativa viene
ciety of London, 2020). trabajando por la conservación de esta
Lo que estas categorías plantean es cla- especie sobre tres pilares de acción que
ro, de no cambiarse la situación actual de son: investigación científica, manejo
F U N DAC I Ó N A Z A R A 111
R A N I T A D E L V A L C H E T A
112 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
R A N I T A D E L V A L C H E T A
F U N DAC I Ó N A Z A R A 113
R A N I T A D E L V A L C H E T A
Centro de cría ex situ, donde se pueden observar la disposición de los acuarios, algunos de
ellos con oviposturas en diferentes estadios de desarrollo. Fotos: Claudio Bertonatti, Federico Kacoliris,
Hernán Povedano y Rodrigo Calvo.
114 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
R A N I T A D E L V A L C H E T A
Los individuos traslocados fueron in- Meseta Salvaje (Arellano et al., 2017b), en
corporados en terrarios amplios que el cual una población de esta especie se
emulaban las condiciones naturales, había extinto por causas antrópicas. De
para lo cual se realizaron estudios a la liberación de los individuos participa-
campo que permitieron conocer la fiso- ron pobladores locales, guardas ambien-
nomía de los microhábitats reproduc- tales, autoridades de la SAyCC y alumnos
tivos, así como las condiciones físico- y docentes de la Escuela Hogar Nº 46 del
químicas del agua del arroyo. Como base Paraje Chipaquil (departamento de Val-
para mejorar las condiciones de cría, se cheta, Río Negro). Cada alumno bautizó y
realizaron a su vez estudios de historia apadrinó una ranita que, por estar indi-
natural en las poblaciones silvestres, que vidualizadas con las marcas IEV permi-
permitieron conocer en detalle la ecolo- tirían identificarlas durante los monito-
gía reproductiva de la especie (Velasco et reos siguientes.
al., 2017) y su dieta (Velasco et al., 2018). El monitoreo postliberación se dividió
Sobre la base de esta información se de- en tres etapas. La etapa 1 se extendió
finieron los tamaños de los acuarios, el desde el momento de la liberación hasta
número de individuos por acuario y el transcurrida una semana e implicó ob-
tipo de alimentación que recibirían, que servaciones diarias, tanto diurnas como
se basó principalmente en una variedad nocturnas de, al menos, una hora. Duran-
de insectos, incluyendo dos especies de te esta primera etapa se registró si los in-
cucarachas, una de grillos, tenebrios y dividuos se aclimataban favorablemente
moscas de la fruta. En el año 2015 se ob- a su nuevo hábitat, observando si se esta-
tuvieron por primera vez de manera exi- ban alimentando y si se refugiaban fren-
tosa las primeras oviposturas dentro de te a nuestra presencia (como respuesta a
la colonia ex situ. El manejo ex situ permi- la presencia de un predador potencial).
tió asegurar no solo el desarrollo y meta- La etapa 2 se extendió desde el final de la
morfosis de los individuos sino también etapa 1 y hasta tres meses posteriores e
que las nuevas camadas de la especie implicó observaciones semanales en las
se mantuvieran libres de enfermedades cuales se realizaron capturas y recaptu-
(Arellano et al., 2018a, 2018b). ras de los individuos con el fin de estimar
Durante los años 2017 y 2018, los in- la densidad, además de realizar hisopa-
dividuos juveniles nacidos en cautive- dos para detectar infecciones in situ por
rio fueron identificados con una marca hongo quitridio. Por último, la etapa 3
individual a partir de un código único se extendió desde el final de la etapa 2
de colores por el método de Implantes y continúa hasta el momento e implica
de Elastómeros Visibles (IEV) y tras una muestreos cada bimestre o trimestre en
evaluación veterinaria que arrojó diag- los cuales se registran aspectos gene-
nósticos favorables en cuanto a la salud rales de la historia natural (incluyendo
de los individuos, los mismos fueron el registro de variables reproductivas) y
traslocados a un hábitat silvestre, pre- se realizan anualmente estimaciones de
viamente restaurado por el equipo de densidad. En todas las etapas se prestó
F U N DAC I Ó N A Z A R A 115
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116 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
R A N I T A D E L V A L C H E T A
A B
C A. y B. Previo a la liberación
de individuos en un hábitat, se
registran parámetros físicos y
bióticos para ver si cumple con
los requerimientos de la especie.
El monitoreo postliberación
incluye la búsqueda de ranas y
oviposturas así como el registro
de variables generales asociadas
a la salud de los individuos.
Fotos: Federico Kacoliris y Melina Velasco
y C. En el caso del manejo de
peces invasores, se realizan
búsquedas subacuáticas para
corroborar la ausencia de los
mismos. Foto: Federico Kacoliris.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 117
R A N I T A D E L V A L C H E T A
118 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
R A N I T A D E L V A L C H E T A
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L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
120 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
LAGARTIJA DE LAS DUNAS
F E D E R I C O P. K A C O L I R I S , C I N T I A E . C E L S I
y J O R G E D. W I L L I A M S
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Familia: Liolaemidae
Otros nombres vulgares: lagartija de los médanos, lagartija arenícola, lagartija de la
arena, lagartija costera.
Nombre en inglés: Sand Dune Lizard.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 121
L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
Entre el borde anterior del ojo y la narina de la lagartija de las dunas se observan las escamas
en forma de quilla, que se prolongan en hilera, y que le dan a la cabeza una forma de pala, de
utilidad para enterrarse bajo la arena. Foto: Hernán Povedano.
dunas y el hábitat donde vive, es decir, terales del cuerpo y manchas humera-
la arena. Estas características hacen que les oscuras a veces incluso divididas. El
esta lagartija pueda pasar prácticamen- vientre presenta un color claro y homo-
te inadvertida siempre que se mantenga géneo en las hembras, mientras que en
quieta. Dorsalmente esta coloración se los machos se encuentra salpicado de
presenta compuesta por un fondo par- lunares castaño oscuro, siendo este un
dusco salpicado con hileras longitudi- rasgo distintivo que, como carácter se-
nales de manchas oscuras dispuestas en xual secundario, permite diferenciar ex-
forma irregular. Las manchas oscuras se ternamente a los individuos de cada sexo
continúan al final con escamas más cla- (Cei, 1993).
ras y en ocasiones pueden existir hileras Con respecto a la supervivencia de la
laterales de pequeñas manchas celestes. especie en condiciones naturales, pode-
También es común la presencia de una mos observar que la misma se ve afecta-
mancha alargada amarillenta en los la- da por el sexo y la edad, siendo mayor en
122 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
Se destaca la coloración dorsal que se asemeja al sustrato de arena que conforma el principal
hábitat de esta lagartija, Mar Chiquita, Buenos Aires, febrero de 2008. Foto: Cintia Celsi.
los adultos con respecto a los juveniles dación. La menor tasa de supervivencia
y en las hembras con respecto a los ma- mostrada en machos respecto de hem-
chos (Kacoliris et al., 2013). En ocasio- bras puede atribuirse a que los machos
nes, la menor supervivencia de juveniles experimentan una mayor exposición a
con respecto a adultos podría ser conse- predadores durante eventos de defensa
cuencia de una mayor tasa de predación territorial (Kacoliris et al., 2013).
sobre individuos de menor tamaño, o
que en individuos jóvenes están menos
desarrolladas las habilidades de escape. HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
En este sentido, se ha observado que el
hábito de enterrarse bajo la arena para La lagartija de las dunas es una espe-
eludir el ataque de predadores, ha sido cie que se encuentra altamente adapta-
menos frecuentemente utilizado por in- da a la vida en la arena, siendo las dunas
dividuos pequeños. Por otro lado, una costeras el único hábitat en donde se la
menor tasa de supervivencia puede estar puede hallar. Estas áreas están caracte-
vinculada a una mayor presión de depre- rizadas por una gran diversidad de há-
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Hábitat de la lagartija de las dunas, en la Reserva Provincial Mar Chiquita, Buenos Aires.
Foto: Federico Kacoliris.
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tat estarían conformados por los montes La lagartija de las dunas es común en
de especies exóticas, los cuales incluyen sectores de hábitat poco alterados pre-
principalmente pinos y acacias como sentando abundancias de aproxima-
elemento preponderante de su fisono- damente entre 5 a 10 individuos por
mía (aunque también están conforma- hectárea de dunas. Sin embargo, esta
dos por varias otras especies vegetales), densidad se concentra sobre todo en du-
las cuales fueron y son utilizadas para nas anteriores e intermedias con bajas
fijar las dunas, afectando la dinámica del coberturas de vegetación psamófila (Ka-
ecosistema. coliris et al., 2009c).
Al analizar las preferencias en el uso La distribución de la lagartija de las
de hábitat de esta lagartija se observa dunas comprende todo el cordón de du-
que esta especie no utiliza el espacio en nas costeras de la provincia de Buenos
función de su disponibilidad, mostrando Aires y una porción de la costa norte
preferencia por determinados microhá- de la provincia de Río Negro. A grandes
bitats y prefiriendo pastizales de baja co- rasgos, podemos identificar tres gran-
bertura, los cuales son más abundantes des áreas de distribución habitadas por
sobre dunas frontales y en aquellos sec- metapoblaciones de esta lagartija (Kaco-
tores que bordean los bajos interdunas. liris et al., 2006). Dos de estas áreas se
Los microhábitats más frecuentemen- encuentran localizadas sobre la región
te utilizados son aquellos conformados pampeana, mientras que la tercera es-
por pastos y hierbas y con coberturas de taría ocupando una porción del espinal
entre 20 y 30% (Kacoliris et al., 2009b). (al sur de la provincia de Buenos Aires)
Sin embargo, la especie utiliza áreas con y una porción del monte (al norte de la
mayor cobertura de vegetación duran- costa de la provincia de Río Negro). Sin
te eventos de huida, es decir, para evi- embargo, esta distribución no se pre-
tar predadores (Kacoliris et al., 2011). senta en forma continua debido a la
Con respecto a los hábitats mayormente existencia de barreras tanto antrópicas
conformados por especies exóticas, esta como naturales que dificultan y en mu-
lagartija los rechaza casi totalmente, lo chos casos impedirían la comunicación
cual podría deberse a la compactación entre lagartijas, desestabilizando la di-
del sustrato que se produce en los mis- námica metapoblacional.
mos (al igual que lo que ocurre en los ba- Las poblaciones pampeanas ocupan
jos interdunas), que les impedirían a los dos grandes sectores de dunas conoci-
individuos hacer uso de su capacidad de das como región medanosa oriental y
enterrarse, condicionando de esta ma- región medanosa austral, las cuales se
nera uno de sus principales comporta- encuentran naturalmente separadas
mientos antipredatorios. Esta especie por las Sierras de Tandilia a la altura de
utiliza además matas de pastos como la ciudad de Mar del Plata. A su vez, ba-
parte de sus estrategias antidepredato- rreras de origen antrópico como la ciu-
rias, es decir, como refugios (Kacoliris et dad de Bahía Blanca y otras naturales,
al., 2010). como la presencia de algunos sectores
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L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
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ceso de huida, algunos individuos además diendo sean hembras o machos respecti-
de enterrarse bajo la arena se desplacen vamente), aunque estos valores presentan
debajo de la misma unos pocos metros mucha variabilidad entre individuos (ran-
para confundir a sus depredadores (Ka- go de entre 10 y 60 m2). Las diferencias
coliris et al., 2009a). Para esto se zambulle entre machos y hembras en cuanto al área
de cabeza con los miembros hacia atrás, de acción (mayor en machos) podría estar
y realiza una serie de movimientos ondu- relacionada a comportamientos de tipo
lantes que van enterrando el cuerpo en territoriales, comunes en las especies del
sentido anteroposterior. género. Sin embargo, al observarse tam-
En L. multimaculatus el ciclo reproduc- bién un alto solapamiento entre las áreas
tivo comienza a principios de la primave- de acción, se puede asumir que tales com-
ra y culmina a mediados del verano. Las portamientos son complejos e indican un
hembras alcanzan la madurez sexual a un cierto grado de interacción social, aún en-
tamaño promedio de 54,6±3,97 mm. Las tre individuos del mismo sexo (Kacoliris
puestas son en promedio de entre tres y et al., 2009d).
cinco huevos y se encuentran correlacio-
nadas con la longitud hocico-cloaca de la
hembra. Puede existir más de una puesta ESTADO DE CONSERVACIÓN
por ciclo reproductivo (Vega, 1997).
Estudios previos han estimado que el Históricamente la costa bonaerense ha
área de acción de los individuos varía en sido uno de los destinos turísticos por
promedio entre los 20 y los 30 m2 (depen- excelencia. De esta manera, hace casi
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L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
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internacional (Kacoliris et al., 2016a). Los cias Naturales y Museo (FCNyM), Uni-
criterios aplicados en esta última catego- versidad Nacional de La Plata (UNLP),
rización hacen referencia a que el área de provincia de Buenos Aires. Durante el
ocupación de la especie (sensu UICN) es transcurso de las investigaciones sobre
menor a los 500 km2, a que la población la ecología de esta especie, se comenzó
de esta especie se encuentra severamen- a tomar conciencia de la situación en la
te fragmentada y a que existe una conti- cual se hallaban esta especie y su hábitat
nua disminución en el área de ocupación y se optó por ampliar el marco del pro-
y la calidad del hábitat que ocupa. yecto. En tal contexto y con el objetivo de
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo promover la protección de este pequeño
Sustentable de la Nación (SAyDS) ampara saurio, se planteó desarrollar conjunta-
a la lagartija de las dunas por medio de mente con el plan de investigación, un
la Resolución N° 513/2007 la cual brinda plan de educación ambiental orientado
nociones básicas orientadas a su conser- a llevar conciencia a las poblaciones lo-
vación. Sumado a esto y debido a su es- cales acerca de la importancia de esta
tado de conservación e importancia para especie y de los ecosistemas costeros en
la protección de los ecosistemas costeros los cuales habita, y un plan de gestión
como especie paraguas y bandera (lo cual orientado a promover acciones de mane-
implica que la conservación de esta espe- jo que promuevan la protección de esta
cie promovería la conservación de todo el lagartija.
ecosistema dunícola y su biota asociada) El plan de investigación estuvo enfoca-
fue declarada Monumento Provincial de do en el estudio de aquellos aspectos de
Buenos Aires por Ley Provincial Nº 14.960 la ecología de la especie que brindarán
en el año 2017. Por otro lado, la especie información útil acerca de su estado de
fue también declarada como “Indicadora conservación y pudieran también ser uti-
de la salud del ecosistema para monito- lizadas como base para el desarrollo de
rear a futuro” en el Informe de Evaluación herramientas de manejo. Muchos de los
Ambiental 2017 gestionado por la Comi- resultados obtenidos desde la Sección de
sión Nacional de Diversidad Biológica, Herpetología de la FCNyM (UNLP) fueron
debido a que su presencia y abundancia publicados en revistas científicas (Kaco-
resultan indicadores de salud de los eco- liris, et al., op cit). A esto podemos sumar
sistemas costeros (SAyDS, 2017). el trabajo y las investigaciones llevadas
adelante de manera complementaria por
otras instituciones quienes vienen estu-
ACCIONES DE CONSERVACIÓN diando de manera continua a esta espe-
cie desde hace varias décadas. Todo esto
El “Proyecto para la conservación de permite concluir que la lagartija de las
la lagartija de las dunas” nace en el año dunas es al día de hoy una de las espe-
2004 como parte de los estudios realiza- cies de saurios autóctonos más estudia-
dos por el grupo de trabajo de la Sección da en cuanto a su ecología, en el contexto
de Herpetología de la Facultad de Cien- nacional.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 129
L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
B C
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En el último estudio desarrollado des- tigación fue que entre las acciones de ma-
de la Sección de Herpetología de la FC- nejo potenciales orientadas a promover
NyM (UNLP), se evaluaron por primera la viabilidad de la especie destacan, en la
vez la dinámica y riesgo de extinción de barrera oriental de dunas pampeanas, la
todas las subpoblaciones de esta especie restauración de hábitat, la traslocación
que habitan en las dunas costeras pam- de individuos para reducir procesos de
peanas, a partir de información nueva e endogamia y la educación ambiental,
investigaciones previas (Kacoliris et al., mientras que en la barrera austral, dada
2019). Como resultado de este estudio la existencia de grandes porciones de du-
se definió el estado de conservación en nas aún en buen estado de conservación,
base al tamaño de las subpoblaciones la promoción de reservas naturales sería
(asociado al tamaño del hábitat), el nivel altamente recomendable.
de conectividad con subpoblaciones ve- Con respecto al plan de gestión, el mis-
cinas y el grado de amenaza en relación mo tuvo como objetivo el desarrollo de
al impacto combinado entre la población acciones orientadas a promover el mane-
local y la presión de turismo. Asimismo, jo de la especie para lograr la viabilidad
se identificaron las principales accio- a largo plazo de sus poblaciones. En este
nes de manejo para mejorar el estado de sentido y sobre la base de las investiga-
conservación de cada una de las subpo- ciones realizadas se plantearon algunas
blaciones de esta especie (Kacoliris et al., iniciativas de restauración de hábitat las
2019). Como resultados más relevantes cuales fueron luego desarrolladas de ma-
se estimaron los mínimos requerimien- nera preliminar en la Reserva Natural Mar
tos de área necesarios para sustentar Chiquita de la provincia de Buenos Aires
poblaciones viables de la lagartija de las por el Organismo Provincial de Desarrollo
dunas, los cuales indicarían que porcio- Sustentable de la provincia de Buenos Ai-
nes de dunas de aproximadamente 250 res (OPDS), en el año 2008. En este marco
hectáreas estarían en condiciones de también se proveyó información clave al
sustentar núcleos viables de esta espe- OPDS con fines de gestión de nuevas áreas
cie, en ausencia de amenazas externas. protegidas costeras que protegieran, en-
En base a esto se pudo determinar tam- tre otros valores de conservación, a po-
bién que aproximadamente un 40% de blaciones de esta especie. Otra actividad
las subpoblaciones asociadas a parches desarrollada en el marco de este plan fue
de dunas no serían viables en condicio- la gestión de la declaración de la lagartija
nes de aislamiento, estando la mayoría de las dunas como Monumento Provincial
de estas subpoblaciones representadas de Buenos Aires en el año 2017, como se
en el sector oriental de las barreras me- cita anteriormente. Esta categoría resul-
danosas pampeanas, es decir, en el sector ta clave en el contexto de conservación
comprendido entre el Partido de la Costa no solo de esta especie, sino también de
y Mar Chiquita. su hábitat, ya que le confiere a la misma
Otro aspecto importante a destacar que una categoría de protección similar al de
también se abordó a partir de esta inves- un área protegida.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 131
L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
Con respecto al plan de educación, el las tanto locales como regionales. Desde
mismo busca dar a conocer públicamen- el año 2006, se busca lograr convertir la
te la existencia de esta especie y la pro- especie en un ícono que represente el
blemática asociada a su hábitat, a esca- esfuerzo de conservación de las dunas
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F U N DAC I Ó N A Z A R A 133
L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
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L A G A R T I J A D E L A S D U N A S
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M A C U C O
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MACUCO
A N A L Í A V. DA L I A , J O R G E A N F U S O y S I LV I A E L S E G O O D
Clase: Aves
Orden: Tinamiformes
Familia: Tinamidae
Otros nombres vulgares: inambú macuco, tinamú macuco, perdiz solitaria; inambú
caanguá o inambú ca´aguá, inambú kaaguá, mocoi cogoé, mocoí-congoé, mbatúcaaiguá,
inambú caagüí, inambú cogoé o inambú cocoé, inambú eté (guaraní); macuco o makuko
grande (portugués).
Nombre en inglés: Solitary Tinamou.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 137
M A C U C O
Macuco cruzando un camino de tierra en pleno mediodía en el Parque Provincial Caá Yarí,
Reserva de Biósfera Yabotí, Misiones, noviembre de 2019. Foto: Sergio Moya.
138 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
M A C U C O
Macuco ingresando a la espesura selvática para buscar refugio en el Parque Provincial Caá
Yarí, noviembre de 2019. Foto: Sergio Moya.
iris es negruzco, el pico gris oscuro y las das, con árboles espaciados y un sotobos-
patas gris pizarra (Chebez, 2008; López- que despejado (Cabot et al., 1992; Parker
Lanús, 2015). Los juveniles se parecen a et al., 1996; Chebez, 2008). Este tipo de
los adultos, la mayor parte de la colora- ambientes le permiten a un ave como el
ción de su plumaje es marrón nuez y con macuco, que no se destaca por ser buena
menos tonos grises (Cabot et al., 2020). voladora, realizar vuelos cortos (o saltos)
para escapar fácilmente ante cualquier
tipo de peligro. Según Chebez (2008) el
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN uso de ese tipo de ambientes también evi-
taría su competencia con el tataupá rojizo
Es un ave endémica del Bosque Atlánti- (Crypturellus obsoletus) que suele encon-
co (Kuhnen et al., 2013; Dias et al., 2016) trarse en sectores bajos con cañaverales y
que habita selvas abiertas bien conserva- sotobosque denso. El macuco se encuen-
F U N DAC I Ó N A Z A R A 139
M A C U C O
Ejemplar de macuco en
el Centro de Rescate,
Rehabilitación y Recría
de Fauna Silvestre Güirá
Oga, Puerto Iguazú,
Misiones, donde se
puede observar el
engrosamiento que
poseen sus tarsos,
adaptación para
recostarse en las ramas
de los árboles durante
la noche, julio de 2013.
Foto: Archivo Fundación Azara -
Centro Güirá Oga.
140 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
M A C U C O
que en los sectores mejor conservados y Durante el día, suelen explorar entre la
con mayor protección efectiva de la Re- hojarasca del monte para buscar su ali-
serva de Biósfera Yabotí, en Misiones, se mento. Su dieta básica se compone de
encuentran poblaciones importantes y una gran variedad de semillas y bayas,
concentradas de macucos y desaparecie- pero al igual que muchas otras especies,
ron de aquellas zonas donde son pertur- en épocas donde se requiere un mayor
bados o cazados por el hombre. aporte proteico (como sucede durante
Su distribución incluye el este y sur de la época reproductiva), exploran con sus
Brasil (desde Pernambuco a Río Grande picos la hojarasca en busca de insectos
del Sur y hacia el oeste, continente aden- (y otros artrópodos) y también moluscos,
tro, hasta el sur de Mato Grosso), sureste complementando su dieta habitual con
de Paraguay y extremo nordeste de la Ar- estos otros ítems alimenticios. Ocasio-
gentina con distribución conocida en la nalmente pueden llegar a consumir pe-
provincia de Misiones (Cabot et al., 2020; queños anfibios (Chebez, 2008; Cabot et
BirdLife International, 2021). Según Che- al., 2020).
bez (2008) pueden considerarse los si- No suelen dejarse ver con facilidad en
guientes dos registros como históricos: la naturaleza, siendo más oídos que vis-
Puerto Gisela (julio de 1926) colectado tos, pudiendo detectarse su presencia en
por Zotta y Carcelles, y en Bonpland, el monte a partir de sus característicos
mencionado por Dabbene en 1919. sonidos que consisten habitualmente en
un silbo fuerte y bastante grave como un
“fon” (Chebez, 2008; Narosky e Yzurieta,
RASGOS ETOECOLÓGICOS 2010).
Se conoce poco sobre el aspecto re-
Los macucos son aves muy territoria- productivo del macuco. La época de cría
les y agresivas con otras especies. Son comienza entre los meses de junio y ju-
de hábitos esquivos y solitarios, excep- lio y suele extenderse hasta mediados
to en época reproductiva donde se pue- de primavera realizando habitualmente
de observar a las crías junto a su padre dos posturas por temporada reproduc-
y durante los atardeceres donde suelen tiva. El nido es construido por el macho
agruparse en pequeñas bandadas (como en el piso de la selva y junto a un tron-
hacen las gallinas) para descansar. En co, consiste en una simple depresión con
este momento del día, se los encuentra hojarasca. La hembra pone entre 4 a 14
semiocultos, sobre las ramas horizon- huevos de coloración verde-azulada o
tales de los árboles que se ubican a dos turquesa brillosa, los cuales miden alre-
metros como mínimo de altura respecto dedor de 68 a 70 mm de largo y 47 a 48
del suelo conformando los denominados mm de ancho. El macho es el encargado
dormideros, donde se sientan sobre sus de la incubación que dura entre 19 y has-
tarsos con los dedos de sus pies colgando ta 21 días y también, el principal respon-
en el aire (Chebez, 2008; Chebez y Guller, sable de la crianza de los pichones. Estos
2009; Narosky e Yzurieta, 2010). nacen bien desarrollados y enseguida
F U N DAC I Ó N A Z A R A 141
M A C U C O
ESTADO DE CONSERVACIÓN A
142 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
M A C U C O
Tracewski et al. (2016) analizaron la pér- deja escuchar su voz, grave y audible a la
dida de bosques (incluyendo el área de distancia, y además, es un ave fácilmente
distribución de esta especie) entre los detectable debido a su particularidad de
años 2000 y 2012 y concluyeron que esos dormir agrupados en dormideros donde
ambientes se perdieron a una tasa equi- basta con un solo encuentro para que se
valente al 10% durante tres generaciones pierdan varios macucos.
que, según BirdLife International (2021), Esta especie se encuentra en el Apén-
si se consideran todas las amenazas que dice I de la Convención sobre el Comer-
enfrenta el macuco, esto se traduciría en cio Internacional de Especies Amenaza-
una declinación de entre un 15-25% du- das de Fauna y Flora Silvestres -CITES-
rante tres generaciones. (CITES, 2021). En dicho Apéndice se in-
En la Argentina su situación es aún más cluyen las especies con mayor grado de
delicada debido a que en la última cate- peligro de extinguirse, prohibiéndose el
gorización de conservación del año 2017 comercio internacional de especímenes
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo de esas especies, salvo cuando la impor-
Sustentable de la Nación -MAyDS- y Aves tación se realiza con fines no comercia-
Argentinas -AA- se la declaró “Amenaza- les, por ejemplo, para la investigación
da”, con una disminución continua y ex- científica.
tinciones locales (Resolución Nº 795/17
MAyDS; MAyDS y AA, 2017).
La principal amenaza que enfrenta es ACCIONES DE CONSERVACIÓN
la pérdida y fragmentación de su hábi-
tat natural debido a los desmontes para El macuco es una especie que cuenta
favorecer el desarrollo de las plantacio- con poca información bibliográfica, ma-
nes de monocultivos y de nuevas zonas yormente datos anecdóticos en guías de
urbanas (BirdLife International, 2021). aves y manuales. La ausencia de investi-
Otra de las amenazas que sufre en toda gaciones se debe en parte a que sus há-
su área de distribución es la fuerte pre- bitos y coloración críptica la tornan un
sión cinegética (presión de caza signi- ave rara y difícil de observar en su hábi-
ficativa que ejerce el ser humano sobre tat natural (Sick, 2001; Brennan, 2004;
un animal). Si bien esta amenaza no está Kuhnen et al., 2013). La mayor parte de
cuantificada, se estima que podría ser un los estudios que existen son de aspec-
factor más que provoque su seria dismi- tos morfológicos y/o taxonómicos (Ber-
nución poblacional (Chebez, 2008). En la telli et al., 2002; Tubaro y Bertelli, 2003;
provincia de Misiones, la carne del ma- do Amaral y Silveira, 2004; Abourachid
cuco es muy apreciada por su sabor y su et al., 2005), de registros de ocurrencia
tamaño siendo parte de la dieta habitual (Chebez et al., 1998; Chebez y Casañas,
de muchas comunidades rurales (Che- 2000; Naka et al., 2002; Willis y Oniki,
bez, 2008; Helou, 2012). Es perseguido 2002; Silveira et al., 2005; Bosso, 2007;
permanentemente por cazadores furti- Esquivel et al., 2007; Srbek-Araujo et al.,
vos que lo localizan cuando al atardecer 2014), de carga parasitaria (Teixeira de
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Freitas, 1934; Marques et al., 2012; Valim te menos horas (13 horas diarias), y los
y Silveira, 2014) y un estudio descriptivo picos máximos de actividad ocurrieron
del cariotipo de varias especies de aves, dos horas más tarde o una hora antes
entre ellas el macuco (Belterman y Boer, que lo reportado para la época húmeda.
1990). Se cuenta con pocos trabajos de Por último, en el año 2017, Ferreguetti
ecología y comportamiento que surgen y colaboradores presentaron la primera
de observaciones casuales y estudios estimación de densidad de macuco en la
de corto plazo (Bokermann, 1991; Sick, Reserva Natural Privada Vale. Durante
2001; dos Anjos, 2006; Loures-Ribeiro et un período de 13 meses de investiga-
al., 2011; Galetti et al., 2015; Anzoátegui ción, concluyeron que el tamaño pobla-
et al., 2017). Entre los estudios de largo cional de esta especie en toda la reserva
plazo, además de investigar el uso del era de 2.115±470 individuos con una
hábitat que hacía el macuco en diferen- estimación de densidad de 9±2 indivi-
tes ambientes también se estudiaron los duos/km². Los autores destacaron que
patrones de actividad. En el trabajo de esa densidad estimada obtenida (9±2
Kuhnen y colaboradores (2013) moni- individuos/km²) es mayor a la registra-
torearon su actividad diaria durante un da por São-Bernado (2004) en un área
período de 12 meses en el Parque Esta- protegida de San Pablo, en Brasil, pero
tal Serra do Tabuleiro (estado de Santa es menor si se la compara con densida-
Catarina, sureste de Brasil) y encontra- des obtenidas para otras especies del
ron que los picos de mayor actividad su- mismo género: 13,5±2,5 individuos/km²
cedían durante el período crepuscular. en el tinamú negro (Tinamus osgoodi hers-
Dichos investigadores concluyen que hkovitzi) (Negret et al., 2015) y superior a
este patrón era similar al reportado por 17 individuos/km² en el tinamú oliváceo
Brooks et al. (2004) para el tinamú olivá- (Schelsky, 2004).
ceo (Tinamus major) y para el tinamú tao Este importante vacío de información y
(Tinamus tao) en la Amazonía peruana, su frágil estado de conservación la torna
pudiendo tratarse de un patrón carac- una especie sobre la que se debería po-
terístico del género. Por su parte, Dias y ner el foco de atención para colaborar a
colaboradores (2016) estudiaron los pa- su pronta recuperación. Una importante
trones de actividad diarios y también los estrategia para su conservación es el de-
estacionales en la Reserva Natural Pri- sarrollo de programas de reproducción
vada Vale durante varios años, de 2005 ex situ que consisten en el mantenimien-
a 2013. De los 256 registros fotográficos to de los individuos en condiciones arti-
de macucos obtenidos a partir de cáma- ficiales y bajo la supervisión del hombre
ras trampas observaron que, durante (Revilla, 1998). La cría en cautiverio de
la temporada húmeda, se mantuvieron especies amenazadas es recomendada
activos durante 16 horas diarias con por la Unión Internacional para la Con-
dos picos de actividad máxima (a las 5 servación de la Naturaleza (UICN) cuan-
y a las 18 h) mientras que, durante la do estas llegan a su límite poblacional
época seca, la especie fue activa duran- con el fin último de la reintroducción de
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los animales en su medio natural (UICN, bieron una dieta natural y equilibrada a
1987; Revilla, 1998). base de frutas, hojas naturales, semillas
Como parte de una estrategia integral e insectos: zophobas, lombrices y grillos.
para la conservación del macuco en el Periódicamente se realizaron chequeos
Centro de Rescate, Rehabilitación y Re- veterinarios para evaluar el estado de
cría de Fauna Silvestre Güirá Oga de la salud de los ejemplares. Se construyeron
ciudad de Puerto Iguazú (Misiones, Ar- recintos cerrados especiales de 4 x 4 m
gentina) nace la propuesta para su cría con techos corredizos, sustrato de tierra,
ex situ. Güirá Oga se creó en el año 1997 30% de cobertura vegetal natural y un
con el objetivo de recuperar, rehabilitar sistema de puertas corredizas para que
y reintroducir especies silvestres típicas los animales pudieran ser desplazados
misioneras. Desde el año 2005, el cen- -según el manejo que se deseaba reali-
tro es comanejado entre el Ministerio de zar- sin necesidad de su manipulación,
Ecología y Recursos Naturales Renova- disminuyendo así el riesgo de muerte
bles de la provincia de Misiones (MEyR- por estrés al ser una especie muy sensi-
NR) y la Fundación Azara. ble al manejo en cautiverio. En cada re-
En el año 1997 se comenzó a trabajar cinto se colocó un grupo de macucos se-
en la cría de macucos a partir de indivi- gún estos sean: juveniles, adultos no ma-
duos donados por el Instituto Montoya duros sexualmente y grupos de parejas
de la ciudad de Posadas y por el guarda- reproductivas; de crianza natural o arti-
parque provincial Víctor Dos Santos que ficial. En los grupos de macucos que no
encontró y llevó al centro huevos de un criaban naturalmente, se monitoreaba el
sitio que se estaba incendiando y tam- recinto a diario para registrar puesta de
bién rescató pichones tenidos en cauti- huevos. De hallarse posturas, los que po-
verio. Recién en el año 2007, se pudieron seían una coloración verde-azulada eran
conformar dos planteles reproductivos colectados inmediatamente y luego co-
que dieron las primeras 19 crías nacidas locados en una incubadora artificial con
en Güirá Oga. capacidad para 70 huevos. Los mismos
Si bien se sucedieron una serie de na- eran mantenidos en incubadora duran-
cimientos no se contaba con un proyecto te 19 días a una temperatura de 36,5°C y
de reintroducción que pudiera ejecutar- con un 60% de humedad relativa. Se rea-
se en el corto plazo, y se decidió no con- lizaban dos volteos diarios y para iden-
tinuar con la cría artificial. Fue recién tificar aquellos huevos fértiles, al cuarto
durante el período 2012 a 2016 que se día se utilizaba la técnica de ovoscopia,
retomó el programa de reproducción visualizando los vasos sanguíneos mayo-
ex situ con un plantel consolidado de 24 res del embrión (Anzoátegui et al., 2017).
individuos adultos reproductivos. Los Se observó que el mayor índice de morta-
ejemplares fueron sexados mediante lidad ocurría al nacimiento y durante los
eversión del falo bajo anestesia inhalato- primeros días de vida, período en el que
ria, registrándose 13 machos y 11 hem- se intensificaban los monitoreos y cuida-
bras (relación 1,18:1). Los mismos reci- dos de los recién nacidos en el centro.
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Pareja de macuco en el Parque Provincial de la Sierra, diciembre de 2017. Foto: Sergio Moya.
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gorria, com. pers.). Por su parte, Chebez de Misiones, compartidos a través de las
(2008), menciona la existencia de pobla- plataformas de ciencia ciudadana e-Bird
ciones de macucos en varias áreas natura- y EcoRegistros Argentina (e-Bird, 2020;
les protegidas de la provincia de Misiones EcoRegistros, 2020).
como en el Parque Provincial Urugua-í y
el Parque Nacional Iguazú, donde es resi-
dente y nidificante (Saibene et al., 1996); INFORMACIÓN ANTROPOLÓGICA
en la Reserva de Biósfera Yabotí; en las
reservas privadas Yaguaroundí, Aguaray- El naturalista Andrés Giai citó la reco-
mí y la Bio-reserva Karadya (pertenecien- mendación que le hizo un paraguayo de
te al “Programa de Reservas Privadas de apellido Cáceres de ingerir agua mezclada
la Fundación Azara”) donde es residente con pequeñas porciones de cráneo torra-
y nidificante (J. Baigorria, com. pers.) y do y pulverizado de un macuco como sue-
también en varios parques provinciales ro antiofídico (Chebez, 2008; Gasparri et
como Uruzú, Salto Encantado del Valle de al., 2020). Por su parte, el naturalista J. C.
Cuñá Pirú, Moconá, El Piñalito, Cruce Ca- Chebez escribió varias poesías y cancio-
ballero (Chebez et al., 1998; Rolón y Che- nes sobre flora, fauna, ambientes natura-
bez, 1998; Chebez y Casañas, 2000) y en el les, entre otros. Una de sus canciones se
Parque Provincial H. Foester (J. Baigorria, la dedicó al “Macuco” y en su párrafo final
com. pers.). En la Reserva Natural Estricta dice así: “Por eso macuco, mocoicogoé,
San Antonio se lo observó en 1998 (Che- seguinos silbando al atardecer, así desde
bez et al., 1998; Serra, 1998) y en 2016 se el monte nos llega tu voz, diciendo que
lo registró en un área de chachizal en la esperas un tiempo mejor” (mocoicogoé:
zona núcleo de esa reserva (APN, 2019). Félix de Azara señala este nombre gua-
En 2019 se capturó fotográficamente un raní para el macuco) (Gasparri, 2016).
macuco cruzando un camino de tierra en En honor al inambú más grande del
el Parque Provincial Caá Yarí, dentro de la monte misionero uno de los senderos
Reserva de Biósfera Yabotí (S. Moya, com. principales del Parque Nacional Iguazú
pers.; véanse las imágenes de S. Moya). de la ciudad de Puerto Iguazú se llama
Entre los registros más recientes y austra- “Sendero Macuco”.
les de distribución del macuco en la Ar-
gentina, podemos mencionar una pareja
de macucos fotografiada (en diciembre de AGRADECIMIENTOS
2017) en el Parque Provincial de la Sierra,
que hasta finales de 2019 se la escuchó A Gastón Rodriguez Cid, Juan Alberto
vocalizar en esa zona apoyando la idea Dalia y Susana Serantes por su acompa-
que la población se encuentra estable y ñamiento y apoyo incondicional. A Ser-
continua allí (S. Moya, com. pers.). Tam- gio Moya por los registros (imágenes) de
bién se cuenta con varios registros de esta macucos silvestres brindados que enri-
especie, la mayoría de ellos en diferentes quecieron significativamente el conteni-
áreas naturales protegidas de la provincia do de este capítulo.
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CAUQUÉN COLORADO
PA B L O P E T R A C C I y H E R N Á N V. I B Á Ñ E Z
Clase: Aves
Orden: Anseriformes
Familia: Anatidae
Otros nombres vulgares: cauquén de cabeza colorada, avutarda colorada, avutarda de
cabeza colorada, canquén colorado.
Nombre en inglés: Ruddy-headed Goose.
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C A U Q U É N C O L O R A D O
Cauquenes colorados adultos en el Santuario Natural del Cauquén Colorado, San Cayetano,
Buenos Aires, julio de 2018. Foto: Pablo Petracci.
sas del extremo sur de Sudamérica. Los también, la especie que presenta el ma-
tres restantes, conocidos genéricamente yor rango de reproducción en la estepa
como “cauquenes o avutardas”, forman patagónica a lo largo de ríos, lagunas,
un complejo migratorio ya que suelen lagos, mallines o vegas, entre otros. El
migrar juntos y compartir parcialmente cauquén de cabeza gris o real es de ta-
corredores de migración y zonas de in- maño intermedio, presenta sexos simi-
vernada. El cauquén común (Chloephaga lares y como rasgo destacado es el único
picta), es el de mayor tamaño y el más que nidifica en bordes y claros de zonas
abundante, siendo además el único que forestadas en el Bosque Subantártico o
presenta dimorfismo sexual notable. Es Andino-Patagónico, desde los 36˚ de la-
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C A U Q U É N C O L O R A D O
titud sur hasta Tierra del Fuego (Caneva- primer plumaje básico (juvenil) que co-
ri, 1996; Petracci et al., 2008). mienzan a aparecer en la parte anterior
El cauquén colorado (Chloephaga rubidi- de los flancos, proceso que le demandará
ceps) (de rubidus: rojo pardo, rubio, y ceps, unos 40 días. Una vez que las plumas pri-
capitis: cabeza) es el menor de los cau- marias se desarrollen comenzarán a rea-
quenes y posee un largo total de 45-50 lizar los primeros intentos de vuelo, a la
cm. Sus rasgos descriptivos distintivos edad de 50 días. En los juveniles este pri-
son la cabeza y el cuello de coloración mer plumaje básico es de corta duración
castaña o pardo-rojiza, aspecto del cual y será mudado durante la primera muda
deriva su nombre común, la frente plana prealterna a partir de abril/mayo (a unos
y un anillo periocular claro (no siempre cinco meses de haber eclosionado). Esta
conspicuo). Esta coloración se hace más muda prealterna se la considera parcial,
clara hacia la frente y la corona, rasgo ya que serán cambiadas las plumas del
que puede ser muy notable en algunos cuerpo y las cobertoras alares, mientras
ejemplares. El pico es negro y el iris ne- que las plumas secundarias y primarias
gruzco. El pecho, el abdomen y los flan- serán retenidas hasta la próxima muda
cos están finamente barrados de negro prebásica (Matus, 2012). Los juveniles
sobre un fondo de color gris tornándose y subadultos en su primer año tienen el
castaño debajo de las plumas cobertoras plumaje general más opaco y las cober-
de la cola. El dorso es pardo grisáceo con toras secundarias mayores no iridiscen-
un barrado no muy notable y el vientre y tes. Luego de la primera muda prealter-
muslos son de color castaño-anaranjado. na, el aspecto general de un ejemplar de
La rabadilla y la cola son negras y la parte cauquén colorado de entre 7-8 meses de
dorsal gris pálida. Las patas son anaran- vida será idéntico al adulto y solo se los
jadas y pueden tener manchas negras. podrá reconocer por la presencia de plu-
La coloración del ala presenta un área mas juveniles retenidas en dorso, flancos
iridiscente verdosa formada por las co- y terciarias. Esto puede pasar desaperci-
bertoras secundarias mayores, mientras bido a la distancia o para el observador
que las secundarias y las otras coberto- poco experimentado (Matus, 2012).
ras son blancas. Los pichones al eclosio- Los cauquenes colorados adultos de la
nar presentan las partes inferiores del población “malvinera-insular” realizan
cuello y la cara gris plateado y las partes una muda de todas las plumas (entre
superiores, incluyendo la cresta y cuello diciembre y febrero), la que se conoce
posterior, negruzco con una mancha ne- como muda prebásica. Esta muda invo-
gra en los ojos que se extiende posterior- lucra a todo el grupo de plumas del indi-
mente a modo de antifaz (Matus, 2012). viduo, y también la muda simultánea de
Este diseño recuerda un poco al patrón todas las primarias y secundarias, fenó-
de coloración de un zorrino (Conepatus meno conocido como “manca”. En este
sp.). El pico y las patas son negras. A los tiempo perderán su capacidad de vuelo
25 días de eclosionados, el plumón de las por unas dos semanas (Summers y McA-
crías se reemplaza gradualmente por su dams, 1993; Matus, 2012). No obstante,
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C A U Q U É N C O L O R A D O
Cauquén colorado (arriba) junto a una hembra de cauquén común (abajo) donde se pueden
apreciar las principales diferencias externas entre ambos, Estancia Cóndor, Santa Cruz, abril
de 2014. Foto: Pablo Petracci.
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Frente Plana, no forma ángulo con el pico Elevada, forma ángulo con el pico
Ojo Con anillo periocular blanco Sin este anillo blanco
Abdomen y costados Barrado fino Barrado grueso
Muslos y vientre Color castaño-rojizos Barrados de blanco y negro
Límite muslo y pata Con banda blanca Sin esta banda
Color de las patas Naranjas Amarillas
Dimorfismo sexual Sexos de aspecto similar Macho y hembra muy distintos
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C A U Q U É N C O L O R A D O
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Nido de cauquén colorado donde se puede apreciar la forma y coloración de los huevos y el
plumón que se extrae la hembra para cubrir la superficie del mismo y darle así aislamiento
térmico. Punta Arenas, Chile. Foto: Ricardo Matus.
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condiciones ecológicas empobrecidas una trayectoria cuasi lineal entre sus zo-
(Petracci et al., 2013b, 2014b). nas de cría e invernada siguiendo la cos-
La información sobre la migración ta atlántica, manteniendo una ruta más
de la especie fue durante mucho tiem- hacia el continente durante la migración
po fragmentaria (Rumboll y Canevari, hacia el sur. Las distancias recorridas
1991), no obstante, mediante la recopi- tanto en la migración de otoño como la
lación de datos parciales de observación de primavera fueron similares (otoño:
de individuos, se suponía que la especie 2.353±832 km, primavera: 2.395±415
presentaba un patrón de migración que km). En relación a la duración en días de
involucraba rutas cercanas a la costa la migración, hacia el norte en otoño les
atlántica. En años recientes se han lle- demanda más del doble de días (39±19)
vado a cabo estudios tendientes a mejorar que la de primavera (14±5) deteniéndose
el conocimiento de la migración de dos de en paradas intermedias 32 días (±18) en
las tres especies de cauquenes migrato- otoño y 7 días (±3) en primavera.
rios en la Argentina y Chile (Pedrana et Durante sus migraciones utiliza va-
al., 2015, 2018, 2020). En los años 2015 rios sectores costeros de las provincias
y 2016, se colocaron transmisores sa- de Buenos Aires (partidos de Villarino
telitales en seis ejemplares de cauquén y Patagones), Río Negro (departamento
colorado. Como era de esperarse en base Adolfo Alsina), Chubut (departamentos
a los registros históricos y ubicación de Biedma, Rawson, Florentino Ameghino
sus áreas de cría e invernada, durante y Escalante) y Santa Cruz (departamen-
sus vuelos migratorios las aves siguieron tos Deseado, Magallanes, Corpen Aike y
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Por mucho tiempo y hasta años recientes, imágenes como esta, inundaban los sitios web que
promocionaban la caza plaguicida-deportiva de cauquenes en la Argentina. Fuente: fotografía
tomada de un sitio web, 2004.
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C A. Zorro gris (Lycalopex gymnocercus) recorriendo una vega en la Sección Baños, en la zona
de cría; Estancia Cullen, Tierra del Fuego, enero de 2013 y B. Gaviota cocinera (Larus domini-
canus) depredando un nido de cauquén común en el sur de Santa Cruz. Fotografía tomada con
una cámara trampa en noviembre de 2017. Fotos: Pablo Petracci.
cauquén común, aspecto que estu- gues territoriales (P. Petracci, obs.
vo relacionado a la depredación por pers.).
parte del zorro colorado (Lycalopex ● Un bajo número de eventos reproduc-
culpaeus), situación que se vio favore- tivos, incluso en hábitats favorables,
cida por el sobrepastoreo de ovinos, probablemente debido a un reducido
bovinos y equinos (Vidal et al., 2006). stock de parejas y baja probabilidad
Es probable que una situación simi- de encuentro entre ejemplares de se-
lar esté ocurriendo con el cauquén xos opuestos (Matus y Blank, 2008)
colorado en Tierra del Fuego. Petrac- sumado a un efecto Allee (se produ-
ci et al. (2014b, 2015a) proponen un ce cuando, cruzado cierto umbral, el
escenario con algunas connotacio- tamaño poblacional es tan pequeño
nes similares a estas observaciones que la tasa de supervivencia y/o la
en una de las zonas de cría históricas tasa reproductiva desciende debido
con presencia actual de parejas en la a que los individuos no se reprodu-
Estancia Cullen, en el norte de la isla cen ya que no se encuentran con más
de Tierra del Fuego. individuos de la misma población)
● La competencia por recursos de ali- (Petracci et al., 2014b, 2015a).
mento y hábitats de nidificación con ● La caza plaguicida-deportiva en las
el cauquén común de mayor tamaño zonas de invernada y en particular
y comportamiento dominante (Vui- en los puntos de parada migratoria
lleumier, 1994). En las Islas Malvinas cercanos a sus zonas de cría, como
los machos de cauquenes comunes así también, el envenenamiento con
pueden matar a individuos de cau- agroquímicos (Canevari, 1996; Blan-
quén colorado durante sus desplie- co et al., 2002; Madsen et al., 2003;
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75 Cría Ch
Scott (1954)
15 Invernada Weller (1968)
30 Cría A Rumboll (1975)
11 Cría A Weller (1975)
136, 252 Invernada Rumboll (1979)
12-44 Invernada Martin et al. (1986)
110 Invernada Knell y Zalaya (1993)
75-375* Cría A-Ch Vuilleumier (1994)
300 Invernada y Cría Canevari (1996)
45 Cría A Benegas (1997)
202, 109, 265 Invernada y Cría A-Ch Gibbons et al. (1998)
603, 736 Cría Ch Matus et al. (2000)
284 Invernada Blanco et al. (2003a)
1.178* Ambas Blanco et al. (2003b)
394 Cría Ch
Matus y Blank (2003)
634, 779-900* Cría Ch Madsen et al. (2003)
269 Cría Ch Matus y Blank (2006)
70-100* Cría A Imberti et al. (2007)
65 Invernada Petracci et al. (2008)
97 Cría A-Ch
Baigún y Forcelli (2008)
254 Cría Ch Matus y Blank (2009)
46 Invernada Petracci et al. (2009)
156 Invernada Petracci et al. (2010)
138 Invernada Petracci et al. (2011)
11 Invernada Petracci et al. (2013a)
37 Cría A Petracci et al. (2013b)
60, 133 Invernada Pedrana et al. (2014)
53 Invernada Petracci et al. (2014a)
41 Cría A
Petracci et al. (2014b)
62 Invernada Petracci et al. (2015a)
P. Petracci, obs. pers. (10/08/2014 en
386 Invernada
Petracci et al. 2015a)
49 Cría A Petracci et al. (2015b)
56 Cría A Cossa et al. (2017)
36 CríaA P. Petracci et al. datos inéditos (2016b)
1.057 Invernada 2016 Petracci y Carrizo (2017)
630 Invernada 2017 Petracci et al. (2019)
71 Invernada 2018 Petracci et al. (2019)
190 Invernada 2019 P. Petracci, obs. pers.
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miento entre la República de Chile y la por parte del personal del Museo de
República de Argentina en el año 2006. Ciencias Naturales Bernardino Rivada-
Distintos factores contribuyeron a que via de Buenos Aires. Paralelamente, en la
en esa misma década la caza clandestina provincia de Buenos Aires, el Ministerio
de cauquenes en nuestro país se reactiva- de Asuntos Agrarios, también a través
ra, con el fin de reposicionar internacio- de su departamento de Sanidad Vegetal
nalmente a la Argentina como un destino dio comienzos en el año 1983 al “Plan de
de caza dirigido a cazadores extranjeros. Estudios y Control de Avutardas” que se
Esto tuvo un fuerte impacto negativo so- concentró en las zonas de invernada de
bre muchas especies silvestres, en espe- las mismas. Así, en el año 1976, y con
cial los cauquenes migratorios. Las voces posterioridad en 1983 y 1984, ambos or-
de alarma pronto hicieron eco en los or- ganismos llevaron a cabo censos pobla-
ganismos de aplicación los cuales, hasta cionales de las tres especies de cauque-
el momento, solo habían focalizado sus nes en el sur y sudoeste de la provincia
acciones de conservación puntualmente de Buenos Aires y en el extremo noreste
en el cauquén colorado. Esta especie ya de la provincia de Río Negro. Aunque
contaba con normativa que prohibía su por separado, los mismos convergieron
caza, a diferencia de lo que ocurre con el en un objetivo común: estudiar la dis-
cauquén común y el cauquén de cabeza tribución y densidad de avutardas en
gris para los cuales la caza estaba per- su principal región de invernada (Rum-
mitida en algunas áreas de ciertas pro- boll, 1975; Pascuas y Lust, 1978; Martin
vincias argentinas. Recordemos que el y Tracanna, 1983; Tracanna y Ferreira,
cauquén colorado comparte corredores 1984; Tracanna et al., 1984; Martin et al.,
migratorios, zonas de invernada e inclu- 1986). Lamentablemente estos estudios
so de cría con estas dos especies. A esta no tuvieron continuidad y finalizaron en
situación se sumaba la falta de controles 1984, sin llegar a tener la frecuencia su-
de la actividad de caza en territorio y la ficiente como para adoptar la forma de
poca información poblacional que se po- un monitoreo poblacional a largo plazo.
seía en aquel momento sobre las otras Sus resultados, en su mayoría, no llega-
dos especies. ron a publicarse o lo hicieron en forma
Los últimos censos poblacionales de parcial (Martin et al., 1986) o en infor-
cauquenes migratorios habían sido mes técnicos inéditos a los que el estado
realizados en los años setenta y ochen- no dio mayor difusión (Martin y Tracan-
ta (Rumboll, 1975; Martin y Tracanna, na, 1983; Tracanna et al., 1984). Los va-
1983; Tracanna et al., 1984). En 1972 lores poblacionales obtenidos en aque-
se creó la Comisión de Lucha Contra la llos años, la metodología utilizada, como
Avutarda dependiente del departamen- así también, el alto grado de filopatría de
to de Sanidad Vegetal del Ministerio de los cauquenes migratorios en sus áreas
Agricultura de la Nación, que organizó de invernada, permitieron replicar dos
campañas de control y proporcionó los décadas después esta modalidad y obte-
medios para la realización de estudios ner valores actualizados para analizar el
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estatus de las tres especies con criterios mográfica obtenida en dichos monito-
más confiables. Como resultado, en el reos se utilizó para ser comparada con
año 2007, la Dirección de Fauna Silves- aquella obtenida por otros autores tres
tre (DFS) de la SAyDS en conjunto con las décadas antes (Rumboll, 1975; Pascuas
administraciones de fauna provinciales, y Lust, 1978; Martin y Tracanna, 1983;
la Fundación Humedales/Wetlands In- Tracanna y Ferreira, 1984; Tracanna et
ternational, el Grupo Gekko y otras ins- al., 1984; Martin et al., 1986) y generar
tituciones dedicadas a la temática, se información clave que luego sería utili-
reunieron para discutir la problemática zada para justificar la implementación
de los cauquenes migratorios y acorda- de acciones concretas de gestión para la
ron llevar adelante un plan de acción conservación de estas especies a lo largo
tendiente a revertir el delicado estado de toda su área de distribución geográfi-
de sus poblaciones en la Argentina. Na- ca en el país (Delhey, 2015).
cía así lo que luego se conocería como la Una serie de acciones clave se lleva-
“Estrategia Nacional para la Conserva- ron a cabo en el año 2008. En el mes de
ción y el Manejo del Cauquén Colorado, mayo, la DFS organizó el “Primer Taller
Cabeza Gris y Común en la Argentina” Nacional sobre Conservación y Manejo
impulsada por dicha DFS. Como prime- de Cauquenes Migratorios”. En dicho ta-
ra medida se coordinaron reuniones en ller todas las jurisdicciones con distribu-
la zona de invernada en la provincia de ción geográfica de alguna de las especies
Buenos Aires entre pobladores locales y de cauquenes y la Nación, se comprome-
funcionarios de los municipios involu- tieron a proteger a las tres especies de
crados a fin de concientizar a la pobla- cauquenes migratorios, siendo un hito
ción del delicado estado de conserva- a destacar, la declaración de “recurso
ción de los cauquenes y las acciones que compartido” entre las provincias invo-
se deberían implementar. En el mismo lucradas, debido a su comportamiento
año, la DFS en conjunto con personal del migratorio. En julio del mismo año se
Grupo Gekko y el Organismo Provincial logró que la Cámara de Diputados de la
para el Desarrollo Sostenible de la pro- Nación declare de Interés Nacional la
vincia de Buenos Aires, acordaron la ne- conservación de las tres especies de cau-
cesidad imperiosa de realizar ese mis- quenes migratorios. Otro hecho relevan-
mo año un monitoreo de las poblacio- te ocurrió en agosto del mismo año ya
nes a fin de poder obtener información que, durante el “Taller Nacional para la
actualizada de su estado poblacional. Categorización de las Aves de la Argen-
De esta manera comenzaba el primer tina según su estado de conservación”,
“Monitoreo poblacional de cauquenes coordinado por la DFS en conjunto con
migratorios (Chloephaga sp.) en las pro- Aves Argentinas, las tres especies fueron
vincias de Buenos Aires, La Pampa y recategorizadas de la siguiente manera:
Río Negro”, el cual se continuaría casi el cauquén colorado “En Peligro Crítico”,
ininterrumpidamente de manera anual el cauquén de cabeza gris “Amenazada”
hasta el año 2018. La información de- y el cauquén común “Vulnerable”. Estos
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spots en inglés y castellano en redes socia- tales que se fueron interesando en esta
les y banners colocados en aeropuertos, problemática, como el Instituto Nacional
concentrando el esfuerzo en uno de los de Tecnología Agropecuaria, el CONICET,
más importantes, el de la ciudad de Ba- Aves Argentinas, entre otras.
hía Blanca, por ser un punto estratégico Sin lugar a dudas los años comprendi-
de ingreso de cazadores al área de mi- dos entre el 2007 y el 2019 fueron signifi-
gración de cauquenes. En forma paralela, cativamente positivos en términos de ac-
y en conjunto con los municipios de San ciones de conservación para los cauque-
Cayetano y Tres Arroyos, se llevó adelan- nes, en especial para el cauquén colorado.
te una campaña de concientización y di- En forma paralela se publicaron artículos
fusión durante la temporada de invierno, de difusión y extensión como así también,
como así también se realizó un esfuerzo notas periodísticas y participaciones en
para lograr una mayor visualización del programas de radio y televisión, en el
Santuario Natural del Cauquén Colorado ámbito regional y nacional. No obstante,
en toda la zona. el camino por recorrer aún es muy largo
Los partidos de Tres Arroyos y Coronel para garantizar que el cauquén colorado,
Dorrego presentan dos particularidades al igual que sus dos congéneres, reviertan
muy relevantes para la conservación de su estatus de conservación actual. Si bien
los cauquenes migratorios. Por un lado, muchos de los problemas que enfrentaba
son muy importantes en cuanto a densi- la especie en su área de invernada de la
dad de individuos invernantes y por esto provincia de Buenos Aires fueron alcan-
fueron y aún son, frecuentados por caza- zados y revertidos, aún hoy siguen exis-
dores ilegales. Por otra parte, son dos par- tiendo operadores de caza ilegal en esta
tidos donde los cultivos de invierno, en- zona y los controles de fiscalización son
tre ellos el trigo, son los preponderantes poco eficientes o inexistentes. Los hallaz-
existiendo conflictos entre un sector de gos recientes en temas de rutas migrato-
productores rurales y estas especies por rias también dejan entrever que las rutas
creerlas perjudiciales para los sembra- utilizadas en primavera y verano, al igual
dos. Una estrategia que busca acercar a la que ciertos sitios de parada migratoria,
comunidad es la “Bienvenida de los cau- incluyen áreas con alta presión humana
quenes”, un evento anual que lleva ade- y nulo nivel de protección dentro del sis-
lante el Municipio de Tres Arroyos desde tema federal de áreas protegidas. En las
el año 2014. zonas de cría, la situación parecería ser
Un aspecto clave en la gestión fue el li- cada vez más compleja para la especie. La
derazgo y constancia de DFS, el Grupo Ge- falta de políticas estatales y acciones que
kko, la Fundación Humedales/Wetlands busquen controlar a gran escala el avance
International y en años más recientes, la y efecto de especies exóticas, al igual que
Fundación Azara. Todas las actividades el impacto cada vez mayor de industrias
realizadas permitieron, además, generar como la petrolera y gasífera, podrían ser
un marco de trabajo para otras institu- lapidarias para los pocos ejemplares que
ciones y organizaciones no gubernamen- aún sobreviven en la Argentina y Chile. No
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hay dudas de que a futuro muy próximo especie con los parques eólicos a lo lar-
deberán aunarse los esfuerzos de trabajo go de su corredor migratorio y trabajar
conjunto entre ambos países. sobre el diseño de zonas de exclusión
A continuación se listan las medidas para la instalación de proyectos de esta
de conservación propuestas por distin- índole.
tos autores organizadas según el ciclo de
vida del cauquén colorado (modificado de Zona de cría
Blanco et al. 2001 y Chebez et al. 2008): ● Concentrar los esfuerzos de conser-
vación en los pocos sitios donde la es-
Zona de invernada pecie aún se reproduce, es decir, en el
● Reforzar los controles de fiscalización extremo sur de la provincia de Santa
de caza ilegal durante los meses de in- Cruz y norte de Tierra del Fuego.
vernada en la provincia de Buenos Ai- ● Continuar con los monitoreos en tem-
res. porada reproductiva para buscar nue-
● Fomentar la creación de otros santua- vos sitios de cría en ambas provincias e
rios y/o acuerdos con los propietarios implementar medidas que garanticen
de establecimientos rurales que pre- su protección.
senten números importantes de cau- ● Ampliar los experimentos de uso de
quenes colorados y que sean utilizados clausuras en el sector argentino norte
asiduamente por la especie. Esto ha de la Isla Grande de Tierra del Fuego
demostrado ser una herramienta alta- donde actualmente se encuentran el
mente efectiva para su protección. mayor número de parejas e individuos
● Implementar un programa de exten- adultos de cauquenes colorados de la
sión dirigido a los productores rurales Argentina.
de esta región que fomente las buenas ● Incrementar los esfuerzos de búsque-
prácticas y desmitifique ciertas creen- da de parejas y eventos reproductivos
cias negativas hacia la especie. en la Reserva Cabo Vírgenes, en la pro-
● Mejorar el conocimiento sobre el nivel vincia de Santa Cruz.
de impacto por efectos barrera, de des- ● Avanzar en la elaboración de un plan
plazamiento y colisión de los parques de recría ex situ como medida comple-
eólicos en esta zona. mentaria, aplicando los conocimientos
preexistentes de especialistas chilenos
Rutas migratorias (Matus y Blank, 2017).
● Continuar con los estudios de segui-
miento satelital para mejorar el cono- Acciones generales
cimiento actual sobre sus rutas de mi- ● Dar continuidad a los monitoreos po-
gración de otoño y primavera. blacionales en las áreas de invernada
● Identificar los sitios clave de parada y cría.
migratoria y garantizar su protección ● Intensificar los estudios sobre uso de
legal. hábitat y en especial mejorar el cono-
● Establecer el tipo de interacción de la cimiento actual sobre la interacción
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Cauquén colorado de la población insular en las Islas Malvinas, febrero de 2015. Foto: Pablo Petracci.
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C A U Q U É N C O L O R A D O
192 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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194 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
ÁGUILA HARPÍA
Clase: Aves
Orden: Accipitriformes
Familia: Accipitridae
Otros nombres vulgares: harpía, águila arpía, arpía mayor, gavilán real, huracú, huacurú;
apacaní o yapacaní, taguató-ruvichá o taguató-rubichá, guirapé, urutaú-guazú o güirasú
(guaraní); uiraçú, apacanim, papamacaco, papamico, uiraçú verdadeiro o gavião real
(portugués).
Nombre en inglés: Harpy Eagle.
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Á G U I L A H A R P Í A
Macho adulto de águila harpía en cautiverio en el Parque das Aves, Brasil, 2017. Foto: Rocío S.
Rodríguez.
diferenciarla de otras águilas selváticas). que puede dar lugar a confusiones, par-
Los juveniles son mucho más claros que ticularmente en vuelo (Clark y Schmitt,
los adultos; al comienzo presentan el ca- 2017).
puchón blancuzco, casi del mismo color
que el vientre, el dorso gris ceniciento y
el iris castaño y, a medida que crecen, van HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
adquiriendo paulatinamente las caracte-
rísticas de los adultos. En los juveniles las Esta especie habita bosques húmedos y
bandas de la cola son significativamente selvas tropicales y subtropicales sudame-
más finas y numerosas, y en vuelo no se ricanas hasta 800 m s. n. m., desde Méxi-
observan las anchas bandas negras en co hasta la Argentina, siendo Brasil el país
las tapadas (Clark y Schmitt, 2017). que posee la mayor superficie de hábitat
Si bien por su gran tamaño y plumaje potencial para la misma (prácticamente
característico la harpía es relativamen- el 50%), particularmente en el bioma de
te fácil de diferenciar de otras rapaces, la Selva Amazónica que aún presenta sec-
existe una especie, el milano cabeza gris tores prístinos o poco transformados y
(Leptodon cayanensis) que tiene plumaje ocupa una gran porción de su territorio
similar a la harpía en su fase de adulto y (Miranda et al., 2019).
196 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
Á G U I L A H A R P Í A
Juvenil de águila harpía en cautiverio, Refúgio Biológico Bela Vista Itaipú Binacional, Foz de Iguazú,
Brasil, 2015. Foto: Rocío S. Rodríguez.
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Á G U I L A H A R P Í A
con los coatíes y mapaches. Analizando de masa muscular, por lo que podrían es-
todos los registros de presas obtenidos tar “reemplazando” a los perezosos en la
durante el estudio de los diversos nidos dieta de las águilas en los bosques húme-
hallados en la Argentina (Anfuso et al., dos de Belice y de la Argentina (y proba-
2008) se encontraron siete especies pre- blemente también en las poblaciones pre-
sa distintas (tanto restos obtenidos en los sentes en México y al sureste de Brasil). Es
nidos como siendo consumidas por las también llamativo que en ambos países
águilas, sobre un total de 17 registros). De las águilas consumen presas con hábitos
estas, siete (41,2%) fueron comadrejas del nocturnos, que probablemente son captu-
género Didelphis (probablemente Didelphis radas en horas del crepúsculo o en noches
aurita y en menor medida Didelphis albi- de luna llena y que sugiere que esta espe-
ventris), tres (17,6%) correspondieron al cie posee una buena visión incluso con
mono caí (Sapajus nigritus), dos (11,8%) al muy poca luz (Miranda, 2018; Miranda et
coendú (Sphiggurus spinosus), dos (11,8%) al., 2018).
al hurón mayor (Eira barbara) y luego hubo Como todas las grandes águilas, tienen
un solo registro (5,9%) para el oso mele- hábitos monógamos y forman pareja de
ro, el margay (Leopardus wiedii) y el coa- por vida. La época de nidificación varía
tí de cola anillada sudamericano (Nasua según la región e incluso puede variar de
nasua). Resulta notable la similitud en la año a año en un mismo sitio. Con relación
composición de presas obtenidas en es- a sus hábitos reproductivos, ambos indi-
tos dos países que representan los límites viduos construyen el nido siempre en ár-
de distribución para la especie (Belice al boles emergentes, entre los 20 y 40 m de
norte y la Argentina al sur), en los que no altura. Consiste en una plataforma grande
existen registros de perezosos y donde la de casi un metro de diámetro, construido
composición y número de especies presa con ramas y recubierto con hojas en el in-
potenciales es similar. En estos ambientes terior. Suele colocar dos huevos blancos
marginales para el águila harpía, las co- de los que solo uno eclosiona, naciendo
madrejas del género Didelphis son los ma- un pichón con plumón blanco inmacula-
míferos arborícolas o semiarborícolas de do luego de unos 56 días de incubación.
porte mediano que presentan unas de las Durante este período, el macho provee
densidades más altas (hasta 5 ind/ha para de alimento a la hembra cada siete días
Didelphis aurita en fragmentos de Bosque aproximadamente. Una vez que nace el
Atlántico). Al igual que los perezosos no pichón, ambos padres salen a cazar y, en
poseen mecanismos antipredatorios ac- promedio, lo alimentan cada 2,5 días. Los
tivos (como la vigilancia o las estructuras juveniles dejan el nido alrededor de los
sociales complejas que se observan en los cuatro meses de edad, pero siguen siendo
primates), sino que confían en su camu- dependientes de los padres hasta pasa-
flaje para no ser detectados y hasta fingen do el año de vida, por lo que estas águilas
estar muertos en presencia del predador. crían, como mínimo, cada dos años (Che-
A su vez presentan un peso promedio cer- bez et al., 1990; De Lucca, 1996; Anfuso et
cano a los 2 kg, con una buena proporción al., 2008).
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Se conocen seis nidos para la Argentina, zoológico Zoo Bal Park de la localidad de
todos ellos en la provincia de Misiones. Montecarlo, que actualmente permanece
Los primeros tres nidos fueron descrip- en cautiverio. También, De Lucca (1996)
tos por Juan Carlos Chebez (Chebez et menciona el hallazgo de dos nuevos ni-
al., 1990) que menciona el hallazgo de dos en la provincia, ambos en el depar-
un nido activo hasta fines de 1986 en el tamento de Eldorado, activos durante los
departamento de San Pedro, un segun- años 1991 y 1992. En su trabajo, el autor
do nido activo durante el año 1987 en el describe el primer nido exitoso que se
departamento de Eldorado, y finalmente conoce para la especie en la Argentina,
el tercer nido activo durante el año 1988 dado que el juvenil pudo ser observado
en el departamento de Iguazú. Ninguno en las inmediaciones del nido hasta unos
de estos tres nidos fue exitoso al momen- 15 meses después de su descubrimiento.
to de su hallazgo, ya que en dos de ellos Finalmente, en el año 2004, la “Gestión
los pichones habían sido sustraídos por Águilas Crestadas Argentinas”, proyecto
personas o encontrados en el suelo y el que llevaba adelante la Fundación Aza-
pichón del tercer nido había sido muer- ra, liderado por Juan Carlos Chebez y
to por cazadores. El autor menciona que Jorge Anfuso realizaron el seguimiento
uno de los pichones fue trasladado al más prolongado de un nido de esta espe-
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Á G U I L A H A R P Í A
dos días. En esta reunión no solo asistie- de harpía al Refúgio Biológico Bela Vista
ron naturalistas de la provincia de Misio- en el año 2000, Jorge Anfuso y Silvia El-
nes, sino que también participaron guar- segood de Güirá Oga han colaborado con
daparques del Parque Nacional Calilegua, la institución brasileña. Güirá Oga es un
donde se había registrado recientemente Centro de Rescate, Rehabilitación y Re-
un ejemplar de esta especie, personal del cría de Fauna Silvestre ubicado en la ciu-
Refúgio Biológico Bela Vista Itaipú Bina- dad de Puerto Iguazú, en Misiones, inau-
cional, e investigadores internacionales gurado el 23 de agosto de 1997 por Jorge
que trabajan con esta especie. Durante el Anfuso y Silvia Elsegood. Se encuentra
primer día del taller se evaluó el estado emplazado en el Paisaje Protegido An-
de avance de las propuestas planteadas drés Giai de 19 hectáreas. Desde el año
durante la primera reunión, llegándose a 2005 es comanejado por el MEyRNR y la
la conclusión de que prácticamente todo Fundación Azara. Es uno de los primeros
se encontraba en las mismas condicio- centros en nuestro país que incorporó los
nes que en el 2006, es decir, no se ha- conocimientos de cetrería en la rehabili-
bía avanzado en ninguna de ellas. Cabe tación y cría de aves rapaces para su con-
destacar de este encuentro la decisión servación.
de formar una subcomisión enfocada en El 16 de noviembre del 2020 se reunió
esta especie presidida por autoridades (por videoconferencia) la Comisión de Re-
del MEyRNR y con representantes de to- cursos Naturales y Conservación del Am-
das las instituciones presentes en el ta- biente Humano de la Cámara de Diputa-
ller. Lamentablemente luego de casi cinco dos de la Nación para tratar proyectos de
años aún no se ha formado dicha subco- ley, de resolución y de declaración. En di-
misión. En el segundo día del taller se rea- cha reunión se aprobaron en el área de su
lizó una visita al centro de cría de águilas competencia diferentes proyectos. Entre
harpías del Refúgio Biológico Bela Vista ellos, se dictaminó el proyecto de ley que
para conocer no solo las instalaciones del declara Monumento Natural Nacional a la
área de cría en cautiverio de esta especie, especie águila harpía con el fin de lograr
sino también pensando en la posibilidad su protección, seguimiento y la recupe-
de llevar adelante un proyecto de repro- ración numérica de esta especie amena-
ducción ex situ también en Güirá Oga, con zada y considerada en crítico peligro de
fines de conservación. Este centro se en- extinción en la Argentina.
cuentra en la ciudad brasileña de Foz de A lo largo de los años, ha habido varios
Iguazú, depende de la empresa Itaipú, y intentos de comenzar proyectos a largo
lleva adelante el proyecto de conserva- plazo para el estudio y conservación de
ción con harpía desde el año 2000. Hasta esta especie en la Argentina, siendo la
mayo de 2020 contaban con 50 pichones Fundación Azara uno de los actores más
nacidos en cautiverio, siendo el programa comprometidos en tratar de propiciarlos.
más exitoso a nivel mundial de cría de Luego de más de tres décadas del hallazgo
esta especie. de los primeros nidos en el país, aún no se
Desde la llegada del primer ejemplar cuenta con la reglamentación de las leyes
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ÁGUILA CRESTUDA REAL
Clase: Aves
Orden: Accipitriformes
Familia: Accipitridae
Otros nombres vulgares: águila crestada real, águila copetona real, águila calzada
ornada, águila azor ornada, águila de penacho, águila penachuda, águila de copete, águila
calzada barrada o barreada, águila elegante, águila crestuda listada, águila moñuda, águila
coronada chica, águila crestada rayada, esparvero calzado; taguató-apiratí o yapacaní
(guaraní); urutaurá, urutauná o urutaurana (tupi); matamacaco, gavião-penacho o gavião
de penacho (portugués).
Nombre en inglés: Ornate Hawk-Eagle.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 211
Á G U I L A C R E S T U D A R E A L
guera (parche de plumas de colores que rable tamaño; su cola de gran enverga-
se encuentra en la garganta o en la parte dura tiene tres barras de color marrón
superior del pecho de algunas especies grisáceo (Seipke, 2004). El pico es largo
de aves) blanca y un penacho, también y filoso, de color negro y sus ojos son do-
negro, que en reposo permanece erecto rados enmarcados por profundos arcos
y llega a medir unos 10 cm superciliares. Los juveniles de esta es-
Las patas son de color amarillo, efica- pecie tienen un plumaje completamen-
ces y resistentes, presentando los tarsos te diferente a los adultos: la cabeza, el
emplumados, con garras de un conside- cuello y las partes inferiores son blan-
cas o con un salpicado negro en la co-
rona y en los flancos del pecho. Poseen
el dorso gris-marrón y la cola con varias
franjas negras (Blake, 1977). Llegan al
plumaje adulto completo a los tres años.
Los juveniles de esparvero grande
(Accipiter poliogaster) suelen confundir-
se con las águilas crestudas adultas ya
que habitan en los mismos ambientes,
presentan un plumaje casi idéntico con
nuca y pecho anaranjados, pero son
más pequeños, no poseen cresta y tie-
nen los tarsos desnudos. También hay
una variación muy rara en el plumaje
del juvenil de milano cabeza gris (Lepto-
don cayanensis), que imita casi perfecta-
mente al adulto de ornatus, diferencián-
dose principalmente por los tarsos me-
nos robustos y sin plumas, y por poseer
una distinta forma de pico y color de iris
(Ferguson-Lees y Christie, 2001).
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
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Á G U I L A C R E S T U D A R E A L
por dentro del dosel y siguiendo el tra- nido con más de 80 días de edad, pero
yecto de un sendero ubicado dentro de permanece en el sitio de reproducción
la selva primaria, en lo que parecía ser y dependiendo de los padres, durante
un intento por capturar aves despreve- unos 15 meses. Un intento de repro-
nidas, del mismo modo que suelen ha- ducción exitoso desde la puesta hasta
cer otras rapaces selváticas como los la dispersión del juvenil dura un pro-
esparveros (Accipiter sp.) y los halcones medio de 23 meses, por lo que esta es-
monteses (Micrastur sp.). pecie generalmente se reproduce cada
Es común ver a esta especie volando dos años (Phillips y Hatten, 2013). El ta-
sobre el dosel de las selvas (Slud, 1964; maño territorial de estas águilas varía a
Álvarez del Toro, 1971; Stiles y Skutch, lo largo del año, durante la temporada
1989), particularmente en la época de reproductiva la hembra tiene un área
despliegue nupcial. En el águila cres- de acción de aproximadamente 640 ha,
tuda real el despliegue nupcial es muy que después la amplia a 1.970 ha. Por
llamativo; los vuelos de apareamiento su parte, los machos permanecen en
comienzan uno o dos meses antes de un radio de 1 km del nido y amplían su
la puesta de huevos, cuando la hembra territorio a poco más de 1.000 ha (Bie-
permanece en perchas en las inmedia- rregaard, 1994; Íñigo, 2000). En Brasil
ciones del nido. Estos son construidos se registraron nidos en especies de ár-
sobre árboles con alturas que oscilan boles nativos también presentes en Mi-
entre los 16 y los 30 m, generalmente siones (Joenck et al., 2011; Canuto et al.,
en una bifurcación primaria o secun- 2012; Zilio, 2017), con lo que cabe su-
daria; allí construyen una gran plata- poner que elija los mismos para anidar
forma de ramas secas que superan el en nuestro país. En Belice, todos los ni-
metro de diámetro y los 60 cm de alto. dos estudiados tuvieron una sola cría y
La temporada reproductiva comienza el período de incubación fue de 44 a 46
en los meses de agosto/septiembre en días. El emplumado ocurrió aproxima-
la Argentina con los trabajos de retoque damente a los 80 días (Phillips y Hatten,
del nido (Seipke, 2002). Ambos adultos 2013).
participan en la construcción del nido
e incubación, aunque la hembra realiza
la mayoría de estas tareas. Los machos ESTADO DE CONSERVACIÓN
entregan comida al nido temprano en el
período de cría, pero más tarde, la hem- El estado de conservación del águila
bra comienza a cazar y ambos padres crestuda real en el orden internacional
alimentan al polluelo. El tamaño de la es “Casi Amenazada” (BirdLife Interna-
puesta es de un huevo blanco con leves tional, 2021), sin embargo, algunos au-
manchas de color marrón rojizo (Ma- tores postulan que debería reevaluarse
drid et al., 1992). Tras la puesta de ese esta categoría, dado que consideran que
único huevo la eclosión sucede entre se está enfrentando a un riesgo muy alto
los 48 a 51 días. El polluelo abandona el de extinción en estado silvestre debido
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Á G U I L A C R E S T U D A R E A L
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220 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
Á G U I L A C R E S T U D A R E A L
ejemplares que han llegado al centro tran presentes. Sería deseable el mane-
desde su creación, en el año 1997, la jo efectivo de áreas protegidas existen-
mayor parte de ellos por disparos y un tes, como así también promover la crea-
ejemplar encontrado en una trampa ción e implementación de nuevas áreas
para mamíferos de cazadores. Actual- naturales protegidas, ya sea de gestión
mente en dicho centro se encuentran estatal o privada. Para promover la con-
dos ejemplares: una hembra con lesio- servación voluntaria es necesaria la ge-
nes permanentes en un tarso tras caer neración de incentivos, como por ejem-
en una trampa y un macho con un ala plo, los bonos de carbono o exención de
amputada, ejemplares con los que en impuestos inmobiliarios, para financiar
2019 se comenzó a trabajar en un pro- la gestión de las áreas naturales prote-
yecto de cría en cautiverio. El 27 de gidas y así favorecer la conservación de
agosto de 2020 ingresó un juvenil que esta y otras grandes águilas selváticas
presentaba disparos en su cuerpo, luego presentes en el país (Madrid et al., 1992;
de recibir las correspondientes atencio- Argibay et al., 2004; Soares-Filho et al.,
nes veterinarias y tras una breve estadía 2006). Dado que estas grandes rapaces
de rehabilitación en el centro, se lo liberó utilizan árboles centenarios y de gran
exitosamente en el Destacamento Uruzú porte para instalar sus nidos, sería ne-
del Parque Provincial Urugua-í, el día 12 cesario identificar las especies de ma-
de noviembre de 2020. Se destaca el va- yor importancia para el águila crestuda
lor de las visitas educativas al centro y la real, y proponer estrategias legales y de
educación ambiental que se brinda a los manejo que disminuyan o directamente
visitantes con el fin de concientizar so- prohíban la extracción de los mismos.
bre la importancia de la protección de
la fauna silvestre misionera. A su vez, La Fundación Caburé-í es otra de las
dependiendo del horario en el que se vi- instituciones de la Argentina que traba-
sita, es posible observar las actividades ja por la conservación del águila cres-
de cetrería aplicadas a la rehabilitación tuda real.
de las aves rapaces.
Dada la falta de programas y acciones
concretas para preservar esta especie BIBLIOGRAFÍA
es necesario desarrollar medidas efi-
Álvarez del Toro, M. (1971). Las Aves de Chia-
caces y efectivas que permitan conser- pas. Gobierno del Estado de Chiapas. Chia-
varla. Por ejemplo, evaluar la presencia pas. México: Tuxtla Gutiérrez.
del águila crestuda real en las áreas Argibay, H.; Baigorria, J.; Barbar, F.; Cavicchia,
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protegidas que se encuentran dentro de Quaglia, A. (2004). Plan de acción para
su rango de distribución. Por otro lado, la preservación de las Águilas Crestadas.
se deberían proteger eficazmente las Congreso Nacional de Conservación de la
Biodiversidad. Escobar, Buenos Aires, Ar-
Áreas Importantes para la Conservación
gentina.
de las Aves identificadas, donde esta y Bierregaard, R. O. (1994). Ornate Hawk-eagle.
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LORO VINOSO
A N A L Í A V. D A L I A y E . B I A N C A B O N A PA R T E
Clase: Aves
Orden: Psittaciformes
Familia: Psittacidae
Otros nombres vulgares: loro vináceo, amazona de pecho vinoso, loro de pecho vinoso,
maracaná pico rojo, papo-rosa, papo-roxo, charón, creo-creo; papagaio-de-peito-roxo,
jurueba, curraleiro, téu-téu, quero-quero (portugués).
Nombre en inglés: Vinaceous-breasted Parrot.
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L O R O V I N O S O
tos de Canindeyú, Alto Paraná, Caazapá, 1992; Bencke et al., 2003; Cockle et al.,
Caaguazú, Itapúa, Guairá y Concepción) 2007; Segovia y Cockle, 2012) en varios
y en la Argentina en toda la provincia de estados de Brasil (Minas Gerais, San Pa-
Misiones (Collar et al., 1992; Collar, 1997). blo, Espírito Santo, Bahía, Río de Janeiro
White (1882) fue quién citó por primera -con registros ocasionales-, Río Grande
vez para Misiones al loro vinoso. Sin em- del Sur, Santa Catarina y Paraná; siendo
bargo, el avance de la frontera agrícola más abundante en estos últimos tres es-
que conlleva pérdida de hábitat, escasez tados del sur de Brasil), este de Paraguay
de sitios de alimentación y árboles aptos (en los departamentos de Alto Paraná,
para nidificar, así como su captura para Canindeyú y Caaguazú) y en el centro y
ser mantenidos como mascotas, han lle- este de la provincia de Misiones en la Ar-
vado a que la distribución del loro vinoso gentina, principalmente en el departa-
se retraiga abruptamente (BirdLife In- mento de San Pedro (Collar et al., 1992;
ternational, 2021). En la actualidad, se Bencke et al., 2003; Straube et al., 2004;
encuentran en poblaciones remanentes, Cockle et al., 2007; Urben-Filho et al.,
reducidas y fragmentadas (Collar et al., 2008; Zulian et al., 2020).
Loro vinoso entre el follaje de un pino Paraná, Parque Provincial Cruce Caballero, octubre
de 2011. Foto: Martjan Lammertink.
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A L O R O V I N O S O
Bandadas de loros
vinosos. A. Registrada
B en diciembre de
2018 en el Parque
Provincial Araucaria y
B. Individuos en vuelo
sobre San Pedro, abril
de 2020.
Fotos: Martjan Lammertink.
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L O R O V I N O S O
sabe que consume una gran variedad de yvyra-pita (Peltophorum dubium), el kokú
frutas, semillas, brotes jóvenes y flores (Allophylus edulis), el palmito (Euterpe edu-
de más de 30 especies de plantas nativas lis), el bambú (Guadua spp.), el cedro (Ce-
y exóticas (Belton, 1984; Brooks et al., drela fissilis), el fumo bravo (Solanum gra-
1993; Sick, 1993; Abe, 2000; Cockle et al., nuloso-leprosum), Podocarpus lambertii, Psi-
2007; Urben-Filho et al., 2008). Entre las dium longipetiolatum, la pitanga (Eugenia
especies nativas consumidas por el loro uniflora), la cerella (Eugenia involucrata), el
vinoso se pueden mencionar además de ceibo (Erythrina falcata), Mimosa scabrella y
pino Paraná, el alecrín (Holocalyx balan- Laplacea fruticosa (Belton, 1984; Brooks et
sae), el anchico colorado (Parapiptadenia al., 1993; Lowen et al., 1995, 1996; Pres-
rigida), el camboatá colorado (Matayba tes y Martinez, 1996; Abe, 2000; Krau-
eleagnoides), el timbó de campo (Ateleia czuk y Baldo, 2004; Cockle et al., 2007).
glazioveana), el pindó (Syagrus roman- También consume otras seis especies de
zoffiana), el caraguatá (Aechmea sp.), el plantas exóticas como el paraíso (Melia
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Pareja en la entrada de su hueco nido en un viejo pino Paraná, Parque Provincial Cruce
Caballero, noviembre de 2015. Foto: Martjan Lammertink.
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2020). Esto podría indicar que la pobla- saquean especialmente pichones de los
ción en la Argentina se mantendría rela- nidos, para su venta local y reventa como
tivamente estable, con alrededor de 250 mascotas en las principales ciudades,
a 300 individuos, desde 2007 (Cockle et mayoritariamente en Brasil (Cockle y Bo-
al., 2007; Fariña et al., 2009; Segovia y drati, 2020). En Misiones, los pichones
Cockle, 2012), representando menos del son extraídos aproximadamente al mes
5% de la población total de la especie, de nacidos, ya emplumados y a pocos
que se calcula en menos de 10.000 in- días de volar (Cockle et al., 2007). Por úl-
dividuos en los tres países (Zulian et al., timo, la disminución en la disponibilidad
2020). de árboles con cavidades aptas para ni-
Las principales causas que llevaron al dificar es una amenaza importante para
loro vinoso a encontrarse en una situa- la especie ya que limita su reproducción
ción crítica de conservación son prin- y disminuye su éxito reproductivo. Esta
cipalmente la pérdida, fragmentación escasez de sitios de nidificación es con-
y degradación del Bosque Atlántico. secuencia del reemplazo de los rema-
Los cambios en el uso de la tierra (para nentes de bosque por cultivos y por la
agricultura, ganadería, construcción de tala selectiva de árboles nativos de gran
represas hidroeléctricas y las urbaniza- porte, que ofrecen los huecos donde ani-
ciones) reemplazaron entre un 80 y 90% dan los loros vinosos. En el Bosque Atlán-
de selva nativa, caracterizándose en la tico, las cavidades aptas para la nidifica-
mayoría de los casos como áreas con po- ción de anidadores en cavidades (tales
cos o ningún árbol convirtiéndose, final- como el loro vinoso) son nueve veces me-
mente, en hábitats no adecuados para el nos abundantes en bosques degradados
loro vinoso (Cockle y Bodrati, 2020). Otra (talados selectivamente) que en el Bos-
amenaza que también sufre esta especie que Atlántico primario, el bosque mejor
es la fuerte presión de captura de sus pi- conservado (Cockle et al., 2010, 2011).
chones para ser tenidos como mascotas Además, los árboles que utilizan estas
(Collar et al., 1992; Bencke et al., 2003; aves tienen un diámetro promedio 20 cm
Cockle et al., 2007; Cockle y Bodrati, más grande que el diámetro mínimo que
2020). Chebez (2008) adjudica esta de- se utiliza en la mayoría de las especies de
manda como mascota debido a su colo- árboles para su cosecha/tala; por lo tan-
ración vistosa y su capacidad de imitar la to la tala selectiva, permitida en muchas
voz humana. A pesar de que la Conven- áreas del Bosque Atlántico, disminuye
ción sobre el Comercio Internacional de significativamente la disponibilidad de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora
estos recursos escasos para la reproduc-
Silvestres -CITES- incluye a esta especie
ción del loro vinoso (Cockle y Bodrati,
en su Apéndice I prohibiendo su captura
2020). Además, otras especies de aves,
y comercio internacional (CITES, 2021),
reptiles, mamíferos e inclusive insec-
el loro vinoso es comercializado ilegal-
tos sociales que utilizan cavidades para
mente, por pobladores locales que viven
nidificar o refugiarse podrían competir
cerca o en las zonas de anidación que
por esos limitados huecos disponibles
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A B
A. Ejemplares de loro vinoso recuperados del mascotismo, 2004 y B. Uno de esos ejemplares
en cautiverio en el Centro de Rescate, Rehabilitación y Recría de Fauna Silvestre Güirá Oga.
Fotos: Archivo Fundación Azara - Centro Güirá Oga.
yRNR) un convenio para crear un progra- yRNR y la Fundación Azara. Años más
ma que aúne los esfuerzos por conservar tarde, los ejemplares volvieron al Centro
los últimos remanentes de pino Paraná, Güirá Oga con el objetivo de generar un
desde la investigación, la conservación plantel reproductivo con una posible re-
in situ y ex situ y la educación. Ese mis- introducción y repoblamiento en áreas
mo año, y a partir de visitas a las chacras naturales, pero por diferentes motivos
de pobladores locales, el guardaparque este proyecto de reproducción en cauti-
G. Capuzzi constató que varias familias verio no se continuó.
tenían como mascotas loros vinosos. Algunas de las tareas de investigación
Se realizó un seguimiento de esos loros que el “Proyecto Selva de Pino Paraná”
para que sean cedidos voluntariamente desarrolla acerca del loro vinoso son es-
para el proyecto de conservación ex situ tudios de la biología reproductiva (de esta
de la especie. Gracias a sus gestiones, ese y otras especies que nidifican en cavidades
mismo año, los primeros diez individuos de árboles; entre septiembre a diciembre,
fueron entregados por las familias (de desde 2006 hasta la actualidad) con el ob-
Tobuna y colonia Santa Rosa) y traslada- jetivo de monitorear comportamiento de
dos a la Fundación Temaikèn para inten- parejas en el nido, su éxito reproductivo, y
tar reproducirlos debido a que el Centro la disponibilidad y requerimientos de ca-
de Rescate, Rehabilitación y Recría de vidades para nidificar (Cockle et al., 2010,
Fauna Silvestre Güirá Oga de la ciudad de 2011; Segovia y Cockle, 2012; Bonaparte
Puerto Iguazú (Misiones) había iniciado y Cockle, 2017; Proyecto Selva de Pino Pa-
su remodelación (de diciembre de 2005 raná, 2021); y conteos simultáneos entre
a junio de 2007), y permanecía cerrado. marzo y abril (época en la que los loros
Este centro es comanejado entre el ME- se congregan en bandadas) para monito-
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Dibujo de una pareja de loro vinoso realizado por una niña de 13 años de San Pedro,
Misiones, 2004. Foto: Proyecto Selva de Pino Paraná.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 241
L O R O V I N O S O
dos potenciales donde puede anidar esta una mayor sensibilización y valoración de
ave, entre otros temas. También, en el la comunidad local por la conservación de
marco de este programa, se han visitado la selva de pino Paraná y su biodiversidad.
gran cantidad de chacras en numerosas Durante los primeros años de trabajo
colonias de la zona, para conocer la per- del “Proyecto Selva de Pino Paraná”, in-
cepción y manejos que tienen los colonos tegrantes del proyecto fueron invitados a
sobre estas especies y sus hábitats. A lo participar de diversas actividades de di-
largo de estos más de 15 años de trabajo fusión, tales como el programa televisivo
del “Proyecto Selva de Pino Paraná”, los Científicos: Industria Argentina (2004),
reportes de loros vinosos en cautiverio en entrevistas radiales y notas para artícu-
el área de San Pedro han disminuido, sin los periodísticos, tanto locales como na-
embargo, hasta 2016 todavía se registra- cionales. A partir del 2005, integrantes
ron individuos en cautiverio en el área y la del proyecto desarrollaron diversas no-
presión por mascotismo sigue siendo in- tas de divulgación (p. ej. Fariña y Cockle
tensa en el sureste de Brasil y en Paraguay -2005- y el “Boletín El Macuco: boletín
(Urben-Filho et al., 2008; N. Pérez, L. M. del “Proyecto Selva de Pino Paraná” para
Abe y A. Rupp, com. pers. en Cockle y Bo- la difusión local de las distintas activida-
drati, 2020). Muchos pobladores han par- des y novedades de las diferentes accio-
ticipado en investigaciones de campo, en nes) y una gran cantidad de materiales
la restauración de hábitats y en la difusión educativos de difusión, como por ejem-
de la problemática ambiental que afecta plo: los afiches/pósteres “Ayudemos a
al loro vinoso. Desde 2010 a 2019, unas conservar en libertad al loro pecho vino-
40 familias han plantado 2.800 planti- so”, “Cuidemos los árboles grandes con
nes de especies nativas en sus chacras. huecos”, “Juntos protegemos la selva con
Luego de más de 10 años de actividades araucarias”, “Cuidemos el monte para
de educación ambiental, más del 80% que los loros vinosos vivan libres”, entre
de los alumnos de primaria indicaron otros. En 2005, se organizaron activi-
que no está bien capturar un loro para dades educativas en el Parque Provin-
tenerlo en la casa como mascota, aun si cial de la Araucaria de la ciudad de San
encontraban un pichón caído del nido Pedro en las que participaron más de
(Segovia y Cockle, 2012), se observó un 120 personas (entre niños y sus padres,
aumento en la cantidad de niños que guardaparques, estudiantes de la carrera
consideran que los colonos pueden ayu- de guardaparques, docentes, y scouts), así
dar a conservar especies en peligro de como un panel sobre biodiversidad de
extinción, así como un incremento en el la selva misionera que fue expuesto en
número de diferentes servicios ecosisté- el Museo Municipal Bonifacio Maidana
micos brindados por el monte nativo que de dicha ciudad. En los últimos años, las
podían mencionar los niños. Se está ob- tareas de difusión del “Proyecto Selva de
servando entonces, en un sitio clave para Pino Paraná” apuntan particularmente
el loro vinoso por concentrarse la mayor al público local del departamento de San
población de esta especie en Misiones, Pedro a través de actividades de educa-
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L O R O V I N O S O
Algunos de
los materiales
educativos
desarrollados
por el
programa
educativo
de “Proyecto
Selva de
Pino Paraná”
inicialmente
diseñados para
difundir en la
comunidad de
San Pedro.
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L O R O V I N O S O
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BAILARÍN CASTAÑO
A N A L Í A V. D A L I A y VA L E R I A B A U N I
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: incertae sedis
Otros nombres vulgares: bailarín corona negra, piprites capirotado; caneleirinho,
caneleirinho-de-chapéu-preto, caneleirinho-de-boné-preto (portugués).
Nombres en inglés: Black-capped Piprites, Black-capped Manakin.
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B A I L A R Í N C A S T A Ñ O
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B A I L A R Í N C A S T A Ñ O
DISTRIBUCIÓN
de Ciencias Naturales Bernardino Riva- ambiente que según Maders et al. (2007)
davia de Buenos Aires (Partridge, 1961; es poco común en Misiones: un bosque
Mazar Barnett y Pearman, 2001). Par- con una altura de 15 a 20 m con predo-
tridge (1961) comenta que, durante un minio de laurel layana o canela lajeana
período de trabajo de campo de 12 años (Ocotea sp.), yerba mate (Ilex paragua-
(entre 1949 a 1961) recorriendo la pro- riensis), distintas mirtáceas y algunos
vincia de Misiones, ese ejemplar fue el árboles aislados y renovales en diferen-
único hallado en la Argentina (Navas y te grado de crecimiento de pino Paraná.
Bó, 1988). El sotobosque era relativamente abierto
En Misiones, en el año 2006, se regis- y recubierto de helechos no arborescen-
traron varios ejemplares de esta especie tes, además de parches aislados de caña
cerca de las riberas del arroyo Paraíso tacuapí (Merostachys claussenii) (Maders
dentro del Parque Provincial (PP) Caá et al., 2007). Posteriores relevamientos
Yarí, dentro de la Reserva de Biósfera Ya- (hasta julio de 2008) en diferentes zonas
botí, departamento Guaraní (ver más en del norte y centro de Misiones aportaron
Maders et al., 2007). Los registros ocu- nuevas observaciones de machos y hem-
rrieron en un ambiente muy particular bras en nuevos sitios también dentro del
dentro de un área de pino Paraná; un valle del arroyo Paraíso en el PP Caá Yarí
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B A I L A R Í N C A S T A Ñ O
Bosque de laurel
layana (Ocotea
pulchella) sobre
el arroyo Paraíso,
ambiente que
usa el bailarín
castaño en
la Argentina
(Bodrati et al.,
2009).
Foto: Claudio Maders.
Individuo de
bailarín castaño
observado en
agosto de 2009
en la Reserva
Natural Cultural
Papel Misionero,
dentro de la
Reserva de
Biósfera Yabotí.
Foto: Martjan
Lammertink.
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B A I L A R Í N C A S T A Ñ O
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rutilans), piojito silbón (Camptostoma ob- poral de alimento (Chebez, 2008). Mien-
soletum), suirirí silbón (Sirystes sibilator), tras que en la Argentina, permanecen en
pitiayumí (Parula pitiayumi), anambé cas- los mismos sitios a lo largo del año, es
taño (Pachyramphus castaneus) y anambé decir, no migran en ninguna época (Bo-
verdoso (Pachyramphus viridis) (Bodrati et drati et al., 2009). Las parejas o los indivi-
al., 2010), pero nunca se registraron más duos aislados son fieles a sus territorios,
de dos individuos de esta especie juntos pudiendo pasar largos períodos de tiem-
(Bodrati et al., 2009). po en un mismo sitio (Collar et al., 1992;
Su dieta consistiría en artrópodos, es- Bodrati et al., 2009).
pecialmente larvas (Bodrati et al., 2009), Del aspecto reproductivo se conoce
aunque hay registros en Brasil de con- muy poco. Según BirdLife International
sumo de semillas y frutos de Myrsia sp., (2021) se observaron parejas exhibién-
Leandra sulfurea, Rapanea spp., Psychotria dose desde septiembre hasta noviembre.
sessilis y la palmera Geonoma sp. (Pines- Se cuenta con la observación de un des-
chi, 1990; Collar et al., 1992; Bencke et pliegue nupcial en Fazenda das Amorei-
al., 2003; Santos et al., 2008). En la Serra ras, en Río Grande del Sur y, la colecta de
da Mantiqueira, se reportó un individuo un macho con sus testículos agrandados,
alimentándose de un insecto (Vasconce- ambos registros datan de finales de sep-
los y D’Angelo Neto, 2009) y otros cazan- tiembre de 1972 (Belton, 2000; Snow,
do termitas en el aire (Olson y Alvarenga, 2004; Cockle et al., 2008). En la Argenti-
2006). En Misiones, no se lo ha obser- na, en octubre de 2006, se descubrió el
vado alimentándose de frutos, pero sí primer nido -en construcción- para esta
ejemplares -en diferentes épocas del especie sobre un árbol de laurel layana
año- atrapando larvas de la superficie (a 8 m del piso) en el PP Caá Yarí (Cockle
de las hojas de árboles de laurel layana et al., 2008). El nido medía 15 x 14 x 13
(la mayoría de las veces), de otros laure- cm (alto x ancho x profundidad), con una
les y de anchico colorado (Parapiptadenia entrada lateral de 4 x 3 cm (alto x ancho).
rigida) (Bodrati et al., 2009). También en Tenía forma de esfera y consistía en un
este último trabajo mencionan el similar entretejido laxo de al menos dos espe-
comportamiento de alimentación (vue- cies de musgos (Neckeropsis undulata y
los cortos) que observan cuando la es- Orthostichella versicolor), algunas raíces e
pecie consume larvas respecto de aquel hifas del hongo Marasmius sp. tapizaban
descripto por Santos et al. (2008), en el interior. Luego de una fuerte tormenta
Santa Catarina, cuando se alimenta de en la zona, se lo encontró caído en el piso,
frutos. fue colectado y se encuentra deposita-
En Brasil, no se registraron migracio- do en el Museo de la ciudad de La Plata,
nes a gran escala de esta especie pero se provincia de Buenos Aires. También, se
observaron pequeños desplazamientos monitoreó el comportamiento reproduc-
altitudinales durante el invierno en el tivo de la pareja de dicho nido y de una
Parque Nacional Itatiaia (A. Whittaker in segunda pareja registrada en noviembre
litt. 1999), seguramente por la falta tem- de ese mismo año en un sitio 3 km más
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B A I L A R Í N C A S T A Ñ O
Nido de bailarín
castaño hallado
en el Parque
Provincial Caá
Yarí (Cockle et
al., 2008).
Foto: Proyecto Selva
de Pino Paraná.
al sur. En ambos casos, mientras la hem- nes. Según este organismo la subpobla-
bra construía el nido (arrancando mus- ción de mayor tamaño posee menos de
gos de las cortezas de los árboles y re- 1.000 individuos maduros (BirdLife In-
colectando raíces del suelo), el macho la ternational, 2021). En Brasil, según el
acompañaba en todo momento batiendo Instituto Chico Mendes de Conservação
sus alas, pero nunca llevó ningún tipo de da Biodiversidade -ICMBio-, también se
material para colaborar en la construc- encuentra bajo la misma categoría que a
ción del nido ni tampoco entró en él. En nivel internacional (ICMBio, 2018) pero
ambas parejas, cada vez que la hembra en la Argentina, su situación es aún más
entraba al nido, el macho realizaba vue- delicada debido a que en la última cate-
los cortos circulares verticales a una dis- gorización de conservación del año 2017
tancia de aproximadamente unos 50 m del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
del nido (Cockle et al., 2008). Sustentable de la Nación -MAyDS- y de
Aves Argentinas -AA- lo declararon “En
Peligro Crítico” (Resolución Nº 795/17
ESTADO DE CONSERVACIÓN MAyDS; MAyDS y AA, 2017).
Según Snow y Sharp (2020) esta espe-
El estado de conservación del baila- cie parece que nunca ha sido numerosa
rín castaño en el orden internacional y la pérdida de su hábitat natural proba-
es “Casi Amenazada” (BirdLife Inter- blemente ha reducido aún más su núme-
national, 2021), con una población en ro. Según BirdLife International (2021)
disminución, un tamaño poblacional la destrucción de su hábitat es su prin-
desconocido y probablemente formada cipal amenaza, donde diversas activida-
por pequeñas y dispersas subpoblacio- des antrópicas como la tala de bosques
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B A I L A R Í N C A S T A Ñ O
bajo impacto (SiFAP, 2021). Las reservas que contó con el apoyo y gestión de la
de biósfera son zonas compuestas por Fundación Azara hasta el año 2013. El
ecosistemas terrestres o costeros mari- proyecto liderado por los investigado-
nos, o una combinación de los mismos, res Alejandro Bodrati, Kristina Cockle y
reconocidas como tales en un plano in- otros colaboradores desarrolla diferen-
ternacional en el marco del “Programa tes líneas de investigación y acciones de
el Hombre y la Biosfera” de la UNESCO. educación ambiental para conservar la
En cada una de ellas se fomentan alter- selva misionera y su diversidad de aves.
nativas para conciliar la conservación de En el caso del bailarín castaño, como se
la biodiversidad con su uso sustentable. mencionó anteriormente, entre los años
La reserva de Biósfera Yabotí es la única 2003 y 2005, luego de más de 200 días
unidad de conservación de la provincia de trabajo de campo en el centro y norte
de Misiones con una categoría de mane- de la provincia de Misiones, no se obtu-
jo internacional. Cabe destacar que las vieron registros de la especie, aun ha-
áreas protegidas constituyen una estra- biendo utilizado playback, que consiste
tegia fundamental para la conservación en reproducir las voces de las especies
de la diversidad biológica a largo plazo y, (Bodrati y Cockle, 2006). Fue recién en
el registro del bailarín castaño dentro de abril del 2006, cuando el guardaparque
las mismas refuerza su importancia. Claudio Maders, integrante de este pro-
Esta especie se encuentra en una de- yecto, durante una de sus guardias en
licada situación de conservación en la el PP Caá Yarí observó por primera vez
que a la significativa pérdida de su há- a un macho de bailarín castaño (Maders
bitat natural se le suma el escaso cono- et al., 2007) que resultó en el redescubri-
cimiento que se tiene sobre su distribu- miento de la especie para la Argentina,
ción, abundancia e historia natural. Esta luego de 47 años desde el primer registro
situación dificulta aún más el desarrollo (Partridge, 1961). Desde ese momento y
de acciones concretas para asegurar su hasta julio del 2008, se sucedieron nue-
conservación a largo plazo. En nues- vos relevamientos pudiendo registrarse
tro país, desde el año 2003 se desarro- esta especie en 153 oportunidades; en
lla el “Proyecto Selva de Pino Paraná” todos los casos los registros se dieron en
Recorte de una nota del diario Clarín del año 2006 sobre la reaparición del bailarín
castaño en la Argentina, luego de 47 años desde su primer registro. Archivo Fundación Azara.
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CARDENAL AMARILLO
H E R N Á N V. I B Á Ñ E Z , C L A U D I O B E R T O N AT T I
y M I LT O N P E R E L L Ó
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Thraupidae
Otros nombres vulgares: gobernador crestado, cardenal dorado, crestudo amarillo,
copetudo amarillo, picogrueso crestudo amarillo; güirá-tirí o guira tiri (guaraní); cardeal-
amarelo (portugués).
Nombre en inglés: Yellow Cardinal.
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C A R D E N A L A M A R I L L O
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Macho de cardenal amarillo en Estancia El Rincón del Socorro, Corrientes, agosto de 2011.
Foto: Claudio Bertonatti.
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
Página opuesta: macho joven en la Reserva
Natural Privada Cambá Trapo, Corrientes, mayo
El cardenal amarillo habita en
de 2013. Esta reserva integra el “Programa de
Reservas Privadas de la Fundación Azara”. la ecorregión del Espinal y, en
Foto: Claudio Bertonatti. menor superficie, en las ecorre-
F U N DAC I Ó N A Z A R A 265
C A R D E N A L A M A R I L L O
DISTRIBUCIÓN
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C A R D E N A L A M A R I L L O
Monte de espinal con ñandubay, hábitat del cardenal amarillo en la Selva de Montiel,
departamento Federal, Entre Ríos, octubre de 2015. Foto: Claudio Bertonatti.
bución heterogénea asociada a las gran- partidos de Bahía Blanca, Puan, Villa-
des extensiones de espinal en Entre Ríos, rino y Patagones (Marateo et al., 2018).
pero actualmente se restringe a los par- En 1869, William H. Hudson colectó un
ches discontinuos en los departamentos ejemplar en la cercanía de Las Conchitas
de Federal, Feliciano, La Paz, Villaguay y (actual partido de Florencio Varela) en la
-a confirmar- en el de Nogoyá (López-La- provincia de Buenos Aires y que forma
nús et al., 2016). Recientemente, se confir- parte de la colección del Smithsonian
mó su presencia en la provincia de Men- Institution. Las observaciones en el este
doza, con la observación de 12 ejemplares y nordeste bonaerense son probable-
distribuidos en grupos familiares (Sosa et mente producto de liberaciones de aves
al., 2011). Para el caso de San Luis, Nellar decomisadas realizadas sin criterio.
(2011) reportó su desaparición casi total, Los análisis realizados por el Labora-
acotando la potencial ocurrencia actual torio de Ecología y Comportamiento Ani-
al centro-noreste y oeste provincial, don- mal de la Universidad de Buenos Aires
de hay avistajes esporádicos. esclarecieron la identidad genética de
En el presente, la población en la pro- las poblaciones argentinas, asignando
vincia de Buenos Aires se restringe a los cuatro áreas genéticamente diferentes:
F U N DAC I Ó N A Z A R A 267
C A R D E N A L A M A R I L L O
tres de ellas en la Argentina (Litoral, San para alimentarse y volar rápidamente ha-
Luis y norte de La Pampa, sur de La Pam- cia esas plantas si se siente amenazado
pa y Río Negro) y la restante en Uruguay. (Azpiroz, 2012). En cuanto a su dieta, se
Cabe destacar que las diferencias genéti- han reportado artrópodos, semillas, fru-
cas presentan valores más altos en Uru- tos y bayas (Collar et al., 1992; Chebez,
guay y La Pampa (Domínguez et al., 2017, 2008). En la Argentina existen registros
2019). de alimentación de verdolaga, diente de
En Uruguay su distribución geográfica león, acelga silvestre, achicoria silvestre,
es amplia, encontrándose citado en 13 gusanos e insectos (Álvarez, 1911; Collar
de sus 19 departamentos, aunque con et al., 1992; Chebez, 2008). En Río Gran-
una densidad extremadamente baja y de del Sur se lo registró comiendo hojas
estimada en apenas unos 300 individuos de algarrobo (Prosopis spp.), gramíneas,
(Azpiroz, 2012, 2018). frutos (Chrysophyllum marginatum, Sapo-
El caso de Brasil es el más dramático: taceae) y artrópodos, sugiriendo que las
solo existen registros recientes de una hojas podrían ser un componente impor-
pequeña población de aproximadamen- tante durante la época invernal (Beier y
te 53 individuos residentes en el Parque Fontana, 2016). En Uruguay, además de
Estadual Espinilho, en el estado de Río consumir hojas, se lo ha visto alimentar-
Grande del Sur (Martins-Ferreira et al., se de hormigas (Atta sp.) en los meses de
2013; Beier et al., 2017). invierno (Azpiroz, 2018).
La temporada reproductiva se desarro-
lla durante la primavera austral (octubre
RASGOS ETOECOLÓGICOS a diciembre). Los machos manifiestan
una conducta sumamente territorial,
El cardenal amarillo suele encontrarse vocalizando repetidamente desde una
solo o acompañado de su pareja durante percha elevada sobre ramas de arbustos
la época reproductiva (en menor medida, o árboles. Tras el cortejo la pareja cons-
con sus juveniles). Ocasionalmente forma truye su nido sobre árboles y arbustos de
parte de bandadas mixtas o asociaciones mediana altura y difíciles de hallar (Pes-
con el cardenal copete rojo (Paroaria coro- sino, 2001; Domínguez et al., 2015). Cabe
nata), el rey del bosque (Pheucticus aureo- destacar que en Brasil se han registrado
ventris), el jilguero (Sicalis flaveola), el chin- nidos hasta mediados de febrero (Beier
golo (Zonotrichia capensis), el tordo común et al., 2017). Los nidos poseen forma de
(Molothrus bonariensis) o el tordo músico semiesfera o taza y están recubiertos por
(Agelaioides badius) (Bencke et al., 2003; una capa externa de pequeñas ramas, así
Chebez, 2008; Beier et al., 2017). Esta re- como en su interior poseen musgos y cer-
lación sería de mutualismo con ventajas das. La puesta es de aproximadamente
antipredatorias a través de una vigilancia tres huevos celeste verdosos con pintas
compartida (Azpiroz, 2018). oscuras a veces irregulares. La hembra es
Suele posarse en ramas de árboles y quien los incuba por 13 o 14 días (Cane-
arbustos bajando al suelo con frecuencia vari et al., 1991; Domínguez et al., 2014;
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C A R D E N A L A M A R I L L O
de la Peña, 2015). En el mes de noviem- con Fabián Llanos y Lucio García, con-
bre de 2020, en Conesa (provincia de Río firmaron un curioso caso de poligamia
Negro), Hernán Evans halló y fotografió detectado y fotografiado unos días antes
un nido (construido con ramitas y hierbas (por F. Llanos): una pareja nidificante era
revestido en su interior con hierbas, cri- asistida por un segundo macho adulto
nes de caballo y plumas) a 2,2 m del suelo para alimentar a sus dos volantones.
y sobre un olivillo (Elaeagnus angustifolia), Su reproducción en cautiverio es prac-
especie exótica, asiática e invasora en la ticada desde hace décadas, tanto en el
región. El mismo contenía tres huevos Cono Sur como en los países europeos
de Gubernatrix y cinco de tordo renegrido donde la especie fue exportada legal e
(Molothrus bonariensis). Esta situación de ilegalmente. Cada pareja suele alojarse
parasitismo pudo haberse favorecido por en recintos nunca inferiores a 100 cm
la cercanía a un feedlot (sistema intensi- de longitud por 50 cm de alto y otros tan-
vo de producción de carne que permite el tos de ancho, ubicados en un lugar alto y
engorde acelerado de ganado vacuno en- tranquilo, al reparo del viento, sin ruidos
cerrado en corrales). y con mínima presencia humana. En un
Estudios sobre comportamiento re- rincón elevado y con el techo y laterales
productivo realizados recientemente en cubiertos, se ubica un nido con estruc-
Brasil, registraron por primera vez la cría tura de alambre (de 11 cm de diámetro
cooperativa donde algunos nidos han re- y 7 cm de profundidad) con un cubre-
cibido la atención de uno o dos ayudan- nido de hilo o lana, y una percha o rama
tes, lo que contribuyó a la defensa y su- cercana. Se ofrece a la pareja materiales
pervivencia de los pichones. A su vez, se para que lo revistan internamente (hi-
han registrado segundos intentos de cría, los de arpillera y, preferentemente, pe-
luego de casos exitosos, con la participa- los o crines de caballo). El macho tiene
ción de esos ejemplares acompañantes mayor protagonismo en el armado (R.
(Beier et al., 2017). Rodríguez, com. pers.). En cuanto a la
Segura et al. (2019) describieron un dieta, se suministra mezcla de semillas
caso de poliginia (un macho con varias (alpiste, girasol) con una rotación com-
hembras) en el noroeste de la localidad plementaria de trozos de pepino, choclo,
de Conesa. En el territorio de nidificación brócoli, zapallito, lechuga, pasta de hue-
se encontraron tres hembras y un macho vo (un huevo duro con cáscara triturado
en la elaboración y cuidado de ocho ni- con dos vainillas) y agua fresca. Ponen
dos. Este comportamiento podría ser un de dos a cinco huevos (lo usual, tres) que
reflejo de la disminución de la población serán incubados durante 14 días aproxi-
de machos por la intensidad de captura madamente. A partir del nacimiento de
selectiva de los mismos para abastecer el los pichones debe complementarse la
mercado ilegal. Sin embargo, en el mes de dieta mencionada con gusanos de la ha-
noviembre de 2020, a unos 40 km al oes- rina y larvas de tenebrios, reforzando la
te de la localidad de Río Colorado (Río Ne- ración de pasta de huevo. A los 14 días
gro), uno de los autores (M. Perelló), junto los pichones salen del nido, por lo que
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2006). La baja proporción de machos es- tada los termine descartando. En los ca-
taría induciendo esta hibridación de hem- sos donde nacen los pichones de ambas
bras de Gubernatrix con machos de Diuca especies, los del tordo compiten con una
y, a la vez, a incurrir en un sistema poli- actitud más demandante de comida hacia
gínico entre cardenales amarillos. En am- los padres, perjudicando el desarrollo o
bos casos se traduce en una consecuencia viabilidad de los pichones de cardenales.
negativa para la especie, dado que los es- El resultado de este conjunto de ame-
fuerzos reproductivos que gestan híbridos nazas explica la situación crítica de la
son inútiles o perjudiciales, mientras que especie y su clara contracción geográfica
la poliginia produce menor éxito repro- desde el norte y el sur (Reales et al., 2019)
ductivo. Por otra parte, Domínguez et al. que se potencia con la fragmentación de
(2017) hallaron diferencias de canto de su hábitat, la insularización de sus po-
cardenal amarillo de la población del sur blaciones y la disminución de la cantidad
que podrían estar influenciadas por la hi- de individuos que las componen, hechos
bridación con la diuca. que complejizan y agravan su diagnós-
Como si fuera poco, el cardenal amarillo tico ante la presión de captura ilegal o el
padece parasitismo. Las moscas del gé- cambio de uso de la tierra. La Unión Inter-
nero Philornis son parásitos exclusivos de nacional para la Conservación de la Natu-
aves y son simpátricas, es decir, superpo- raleza, a través de BirdLife International,
nen sus distribuciones geográficas (Cuer- ratifica que “existe un descenso demográ-
vo et al., 2019). Sus larvas se alojan en fico muy rápido y continuado debido a la
zonas subcutáneas de los pichones y se explotación crónica para el comercio de
alimentan de sus fluidos serosos, restos aves, así como la pérdida y fragmenta-
de tejido y glóbulos, reduciendo su tasa ción del hábitat” (BirdLife International,
de crecimiento y supervivencia (Uhazy y 2021). Esta fragmentación o aislamien-
Arendt, 1986; Texeira, 1999; Domínguez to de las áreas centrales pudieron haber
et al., 2014). Burgarella et al. (2019) ratifi- dado lugar a poblaciones genéticamente
can que representan un factor de mortali- aisladas (Domínguez et al., 2017). Donde
dad significativo, poniendo en mayor ries- su hábitat es modificado drásticamen-
go a especies amenazadas como esta. Por te, la especie desaparece (Reales et al.,
su parte, el tordo renegrido (Molothrus bo- 2019).
nariensis) es un pájaro cuya estrategia pa-
rásita incluye a más de 260 otras especies
huéspedes y que se encuentra invadiendo ACCIONES DE CONSERVACIÓN
el Caribe y América del Norte mientras
amplía su rango de distribución como re- La especie se encuentra protegida legal-
sultado de la transformación del hábitat mente a nivel nacional y, en la provincia
(Domínguez et al., 2014). También para- de Entre Ríos fue declarada Monumento
sita nidos de cardenales amarillos, donde Natural, mediante el Decreto N° 4.933/02.
la hembra del tordo suele picar los huevos Se han identificado en todo el rango de
ajenos, logrando que la hembra parasi- distribución de la especie, 31 Áreas Im-
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dos en las provincias de La Pampa, San de nicho ecológico para evaluar cómo el
Luis, Mendoza, Río Negro y Buenos Aires, cambio climático afectará la distribución
bajo la responsabilidad primaria de las de la especie a futuro.
siguientes instituciones gubernamen- Por su parte, el CECARA de la Facul-
tales: el Ministerio de Medio Ambiente, tad de Ciencias Exactas y Naturales de la
Campo y Producción del gobierno de San Universidad Nacional de La Pampa, co-
Luis; el Departamento de Fauna Silvestre menzó a trabajar en la puesta a prueba
de la Dirección de Recursos Naturales de plataformas o rampas de autorrescate
Renovables de Mendoza; la Secretaría a partir de registros de cardenales ama-
de Ambiente y Desarrollo Sustentable de rillos ahogados en tanques australianos.
Río Negro; y OPDS junto con el Ministe- Allí también evalúan la percepción social
rio de Desarrollo Agrario de la provincia sobre los problemas de conservación de
de Buenos Aires. En todas esas acciones la especie a través de encuestas y un es-
también participaron Guardafaunas Ho- tudio de selección de hábitat para nidifi-
norarios, Aves Argentinas, Fundación cación en La Pampa.
Azara y otras organizaciones no guber- En Brasil, diversas instituciones tam-
namentales locales. Para determinar los bién están trabajando en la conservación
sitios de liberaciones, se evaluaron las del cardenal amarillo. El Plan de Acción
condiciones del hábitat, la abundancia Nacional Campos Sulinos (elaborado en
de ejemplares residentes de la especie y 2011 por el ICMBio) aglutina esfuerzos
el nivel de seguridad frente a la presión del Centro Nacional de Pesquisa e Con-
de captura ilegal. En esos sitios de libe- servação de Aves Silvestres, la Pontificia
ración se monitoreó la evolución de las Universidade Católica do Rio Grande do
aves rescatadas. Particularmente, en la Sul y la Universidade Federal de Paraná.
estancia “La Colorada”, ubicada al su- A su vez, existe un programa de cría en
doeste de Santa Rosa (La Pampa), donde cautiverio coordinado por la Asociação
los investigadores del IEGEBA los estu- de Zoológicos e Aquários do Brasil e im-
diaron durante tres temporadas sucesi- plementado en los Zoológicos de Grama-
vas mediante dispositivos de seguimien- do y Pomerode, criadero Onçã Pintada y
to por radio-telemetría. Esto permite co- Parque das Aves. El objetivo principal es
nocer la efectividad de las liberaciones, establecer planteles de aves cautivas re-
no solo en lo que hace a la superviven- presentativas de poblaciones brasileñas
cia de las aves liberadas, sino también y contemplar su posterior reintroduc-
a sus posibilidades de formar pareja y ción. El Zoológico de Gramado (en Río
reproducirse. Desde el IEGEBA también Grande del Sur) logró el nacimiento de
estudian la biología reproductiva de las 15 pichones, mediante la conformación
poblaciones de San Luis y Corrientes, el de un plantel de cría de unas siete pare-
impacto genético de la hibridación con jas provenientes de decomisos realiza-
diuca común en estado silvestre, el im- dos por el Instituto Brasilero del Medio
pacto del parasitismo (por tordos rene- Ambiente y de los Recursos Naturales
gridos y larvas de moscas) y un modelo Renovables.
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TORDO AMARILLO
M . F L O R E N C I A P U C H E TA y A D R I Á N S . D I G I A C O M O
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Icteridae
Otros nombres vulgares: tordo de cabeza amarilla, varillero amarillo; chopí sayjú u oroité
(guaraní); veste-amarela (portugués); dragón (Uruguay).
Nombre en inglés: Saffron-cowled Blackbird.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 285
A
T O R D O A M A R I L L O
A. Ejemplar de
macho adulto de
tordo amarillo,
Corrientes,
diciembre de
2015. Foto: Rafael
Abuín Aido y B.
Ejemplar de
hembra adulta,
Corrientes,
noviembre de
2019. Foto: Luis
Recalde.
286 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
T O R D O A M A R I L L O
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
DISTRIBUCIÓN
El tordo amarillo habita los
pastizales húmedos y bañados
del sureste Sudamericano. Su
distribución es bastante restrin-
gida en el noreste de la Argenti-
na, así como en el sur de Para-
guay, Uruguay y sureste de Brasil
(Fraga, 2011). La especie se en-
cuentra asociada a los llamados
Pastizales de sabana y Pastizales
del Río de la Plata (Azpiroz et al.,
2012b), y si bien se los puede ver
en distintos ambientes modifica-
dos por la actividad agrícola, en
la Argentina suelen estar asocia-
dos a zonas abiertas de pajona-
les húmedos y bañados con gran
disponibilidad de recursos como
insectos y suelos poco compac-
tos que les permitan forrajear
(Azpiroz, 2000). En el pasado la
especie presentaba una distri-
bución geográfica mucho más
amplia y continua que la actual, exten- te los departamentos de Santo Tomé,
diéndose desde el sur de Misiones hasta Alvear e Ituzaingó, en donde se asocia
el centro de la provincia de Buenos Aires a los bañados, esteros y albardones de
en donde era una especie migratoria du- las Áreas Importantes para la Conserva-
rante primavera y verano (Collar et al., ción de las Aves Cuenca del Río Aguapey
1992). Sin embargo, hoy en día su pobla- y Mora Cué. También se encuentra pre-
ción ya no realiza estos movimientos mi- sente en algunos sectores aledaños a los
gratorios regionales y se encuentra limi- Esteros del Iberá en la zona de Concep-
tada a tan solo dos núcleos aislados en- ción y del paraje Galarza. La conjunción
tre sí, uno al sur de la provincia de Entre entre bañados y lomadas de pastizal es
Ríos en la ecorregión de La Pampa, y la la combinación perfecta para esta es-
otra en el noreste de Corrientes y sur de pecie ya que utiliza la vegetación palus-
Misiones en la ecorregión de Campos y tre para nidificar y los pastizales bajos
Malezales (Fraga et al., 1998; Di Giacomo, para alimentarse. También se los suele
2005). En la provincia de Corrientes su observar en arroceras y otros sitios hú-
distribución comprende principalmen- medos e inundados. En la provincia de
F U N DAC I Ó N A Z A R A 287
T O R D O A M A R I L L O
Bandada de tordos amarillos junto a individuos de varillero ala amarilla (Agelasticus thilius),
Corrientes, febrero de 2019. Foto: Leandro Bareiro Guiñazú.
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Macho juntando alimento en el pico para sus pichones, Corrientes, noviembre de 2018.
Foto: Raúl Chumilo Taramasco.
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grupos compuestos por una hembra y al pers.; Moura, 2013). Los nidos tienen
menos tres machos se forman para dis- forma de copa circular y abierta con un
putarse cuál será el macho reproductor diámetro externo de 11,12 cm, un diá-
(Moura, 2013). Los machos realizan per- metro interno de 6,8 cm y una profun-
secuciones y vuelos de cortejo similares didad de 6,5 cm (Fraga et al., 1998). La
a los de otros ictéridos, y también cor- base del nido está construida con barro
tejan a las hembras bajando sus alas y y sobre ella se disponen fibras vegetales
moviéndolas para exponer su rabadilla, que se entrelazan formando la estructu-
mientras mueven la cabeza hacia arriba ra del nido y en cuyo interior se encuen-
y abajo reiteradamente exhibiendo las tra la cámara de incubación formada por
plumas amarillas del pecho y emitiendo gramíneas más finas. El ciclo del nido
vocalizaciones (Fraga, 2005). Son social- comprende un lapso de aproximada-
mente monógamos y forman pareja an- mente 25 a 27 días desde su construc-
tes de iniciar la nidificación. Las colonias ción hasta el abandono del mismo por
están formadas por decenas de parejas, y los pichones (Fraga, 2005; Moura, 2013).
pueden variar entre 3 y 56 nidos, aunque Se tiene registro de parejas que han rea-
también se observan parejas solitarias lizado segundos intentos de nidificación,
principalmente en la provincia de Entre sin embargo, esto solamente sucedió en
Ríos (Fraga et al., 1998; Fraga, 2005). Los nidos que habían fracasado durante el
nidos son establecidos a una altura pro- período de incubación (A. Di Giacomo,
medio de un metro, sobre la vegetación M. Pucheta, obs. pers.). Las hembras co-
emergente de bañados y humedales, o locan entre tres y cinco huevos, los cua-
bien en la vegetación herbácea de sitios les son puestos en días consecutivos, y la
secos en algunas zonas de Entre Ríos. incubación comienza con la puesta del
Las principales especies identificadas anteúltimo huevo. Los huevos son de co-
como sustrato de nidificación son: Rhyn- lor blanco con manchas de tinte marrón
chospora corymbosa, Eryngium horridum, y rojizo que se encuentran dispuestas a
Senecio sp., Conyza bonariensis, Baccharis lo largo de todo el huevo, sin embargo, es
salicifolia, Zizaniopsis bonariensis e Hyme- más frecuente encontrarlas concentra-
nachne sp. (Fraga et al., 1998; Azpiroz, das mayormente en su polo romo (lado
2000). Sin embargo, se han registrado aplanado del huevo). Los huevos tienen
casos particulares donde los nidos fue- forma ovalada afinándose hacia su polo
ron construidos sobre el suelo y sobre ár- agudo (lado puntiagudo del huevo), y su
boles de espinillo (Acacia caven) (Informe tamaño promedio es de 22,7 cm de alto y
Tordo Amarillo, 2017). La construcción 17,2 cm de ancho (Fraga et al., 1998). La
de nidos es realizada principalmente por incubación es realizada por la hembra y
las hembras, sin embargo, también se dura de 12 a 13 días, durante los cuales
observaron machos acarreando mate- la hembra interrumpe la incubación so-
rial de construcción, aunque esto podría lamente para alimentarse y defender el
tratarse de un simple comportamiento nido, mientras que los machos se perchan
de cortejo (H. Pargeter, F. Pucheta, obs. en las cercanías del nido y defienden acti-
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A B
A. Nido con cuatro huevos de tordo amarillo en incubación, Corrientes, noviembre de 2016
y B. Nido con cuatro pichones de tres días de edad, Corrientes, noviembre de 2017.
Fotos: Florencia Pucheta.
Juvenil anillado de 14 días de edad, Corrientes, diciembre de 2019. Foto: Luis Recalde.
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vamente su territorio (Moura, 2013). Los del nido ya emplumados y con un peso
pichones nacen con los ojos cerrados y promedio de 28,7 g y siguen dependiendo
prácticamente sin plumas a excepción de de sus padres por dos a tres semanas des-
unos pocos plumones blancos muy carac- pués de abandonar el nido (Moura, 2013).
terísticos de la especie. Su peso al nacer es El plumaje de los juveniles es similar al de
de 3,3 g y permanecen en el nido entre 11 las hembras, sin embargo, se diferencian
y 12 días durante los cuales son alimen- de estas por tener rabadillas más apaga-
tados por ambos padres (Fraga, 2005). Se das (versus amarillo brillante de los adul-
ha registrado la presencia de ayudantes tos) y la comisura del pico de color claro
en el nido o helpers, es decir, individuos (versus negro en los adultos) (Fraga et al.,
externos a la pareja reproductora que co- 1998).
laboran con la protección y alimentación El tordo amarillo sufre de dos tipos
del nido, especialmente cuando los picho- principales de parasitismo, el de cría
nes ya se encuentran en una edad avan- por parte del tordo renegrido (Molothrus
zada (Moura, 2013). Los juveniles salen bonariensis) y por las larvas de mosca del
A B
A. Nido de tordo amarillo parasitado con huevos de tordo renegrido (Molothrus bonariensis).
Los huevos parásitos tienen forma más redondeada con un patrón de manchas dispuestos de
manera más homogénea que los de tordo amarillo (p. ej. el huevo de la parte superior de la
foto es de tordo renegrido). Gualeguay, Entre Ríos, noviembre de 2018. Foto: Silvina Guzzonatto y
B. Nido con un pichón de tordo amarillo (con plumones y comisuras del pico blancos) y dos
pichones de tordo renegrido, Gualeguaychú, Entre Ríos, diciembre de 2015. Foto: Ricardo Rivollier.
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mo et al., 2010). Las plantaciones de pi- des de caminos y a potreros con activi-
nos y eucaliptos tomaron su apogeo en el dad agrícola o ganadera.
noreste de la provincia tras la creación de Sumado a esto, la intensificación agrí-
la Ley Nacional de Inversiones para Bos- cola ha resultado en amenazas indirec-
ques Cultivados (Ley N° 25.080), y con el tas como el aumento del parasitismo de
incentivo del gobierno provincial bajo la cría por parte del tordo renegrido y las
Ley de Promoción de Emprendimientos altas tasas de depredación. La expan-
Forestales (Ley N° 5.550). Estas medidas sión y el aumento de las poblaciones de
han fomentado la transformación de los tordos renegridos sobre los sitios repro-
pastizales correntinos provocando que ductivos del tordo amarillo se encuentra
al menos tres colonias reproductivas favorecido por el aumento de la actividad
hayan desaparecido completamente du- agrícola y por el uso de comederos para
rante los últimos cuatro años (Informe la suplementación de ganado. El parasi-
Tordo Amarillo, 2019). Por otro lado, en tismo de cría plantea un gran problema
la provincia de Entre Ríos la intensifica- para el tordo amarillo ya que impacta di-
ción de la agricultura, principalmente de rectamente en la dinámica poblacional
soja, trigo, maíz y sorgo, ha sido la prin- de especies con poblaciones pequeñas o
cipal amenaza para la especie (Fraga et en disminución (May y Robinson, 1985).
al., 2013). Las colonias reproductivas en También se ha documentado la pérdida
dicha provincia están restringidas a bor- de nidos por atropellamiento de la espe-
A B
A. Las plantaciones forestales son la principal causa de pérdida de hábitat de esta especie
en Corrientes, noviembre de 2016. Foto: Francisco González Táboas y B. Cosechadoras trabajando
a metros de un nido de tordo amarillo en Gualeguaychú, Entre Ríos, noviembre de 2018.
Foto: Andrés de Miguel.
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cie exótica chancho cimarrón (Sus scroffa) peo en colonias reproductivas del depar-
y por ganado vacuno, los cuales llegaron a tamento de Gualeguaychú (Informe Tordo
destruir colonias enteras (Informe Tordo Amarillo, 2016).
Amarillo, 2018). Asimismo, el trabajo con Todas las amenazas anteriormente
maquinarias agrícolas, la poda y la quema mencionadas aún persisten afectando a
en las banquinas realizadas durante las la especie en todo su rango de distribu-
temporadas reproductivas provocaron la ción. Sumado a esto hasta el año 2020 no
destrucción de varios sitios de nidifica- se han registrado poblaciones reproduc-
ción en la provincia de Entre Ríos (Infor- tivas en áreas protegidas, lo cual agrava
me Tordo Amarillo, 2017). Finalmente, en su situación al depender completamente
la provincia de Misiones tanto la foresta- del manejo productivo realizado en los
ción de pino como el aumento de la cota campos en donde está presente. Es por
de la represa de Yacyretá disminuyeron todo esto que en 2019 la especie fue ele-
la disponibilidad de hábitat reproducti- vada de la categoría “Vulnerable” a la ex-
vo para la especie provocando que hoy tinción a “En Peligro”, a nivel internacio-
en día solamente haya registros casuales nal (BirdLife International, 2021). En Ar-
de bandadas al paso, y que no se obser- gentina se encuentra categorizada como
ve presencia de colonias reproductivas “En Peligro Crítico” por el Ministerio de
(Informe Tordo Amarillo, 2018). Sumado Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
a esto, el uso de agroquímicos asociado Nación -MAyDS- y Aves Argentinas -AA-
a la agroindustria podría presentar otra (Resolución Nº 795/17 MAyDS; MAyDS
amenaza para la especie, ya que estos im- y AA, 2017). También es una de las siete
pactan en la diversidad y disponibilidad especies identificadas como indicadoras
de insectos y vegetación, pudiendo estar de salud de los pastizales naturales en la
restringiendo sus recursos alimenticios Estrategia Nacional de Biodiversidad, de
y de nidificación. El uso de estos quími- la Secretaría de Gobierno de Ambiente y
cos y su impacto deberían ser estudiados Desarrollo Sustentable de Presidencia de
en detalle ya que podrían tener un efecto la Nación -SGAyDS- (SGAyDS, 2018). La
tanto sobre el tordo amarillo como sobre especie esta declarada como Monumento
otras especies asociadas a este ambiente. Natural Provincial tanto en la provincia
Otra amenaza reportada para la especie de Misiones (bajo la Ley Provincial N°
es la captura de individuos para el comer- 4.138, que rige desde 2004), en Entre
cio ilegal. Si bien no es una de las especies Ríos (bajo el Decreto N° 5942/04, que
más afectadas por la captura ilegal, está rige desde 2004), y en Corrientes (bajo la
incluida en el Apéndice I de la Convención Ley N° 6.522, que rige desde 2019). Fi-
sobre el Comercio Internacional de Espe- nalmente, cabe destacar que desde 2008
cies Amenazadas de Fauna y Flora Silves- el tordo amarillo es el ave emblema de
tres -CITES- (CITES, 2021), y su captura la ciudad de Gualeguaychú (Entre Ríos),
para ser vendida como ave de jaula con- y desde finales de 2019 el Honorable
tinúa ocurriendo. Por ejemplo, en el año Consejo Deliberante de Santo Tomé de-
2015 se reportaron cuatro casos de tram- claró tanto a la especie como al proyecto
F U N DAC I Ó N A Z A R A 297
T O R D O A M A R I L L O
“Guardianes de colonia del Tordo Amari- ción de sitios claves para la nidificación
llo” de interés para el municipio (Resolu- de tordo amarillo.
ción Nº 183/2019).
Las tendencias poblacionales y las
amenazas observadas en las poblacio- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
nes de la Argentina también podrían
estar ocurriendo en la mayoría de las Ante la gran preocupación generada por
subpoblaciones de Uruguay, Brasil y Pa- el bajo número de colonias reportadas
raguay. Es por ello que la especie podría año tras año para la especie, y la ausen-
estar sufriendo una disminución a nivel cia de colonias reproductivas presentes
global a causa de la falta de sitios de nidi- en áreas protegidas, en 2015 comenzó
ficación y la fragmentación de sus pobla- a conformarse el “Proyecto Tordo Ama-
ciones. En Uruguay, se encuentra cate- rillo”, con el objetivo de proteger las úl-
gorizada como “Vulnerable” y se estima timas poblaciones silvestres de la espe-
una población posiblemente menor a los cie en la Argentina (ver “Proyecto Tordo
1.000 individuos (Azpiroz et al., 2012a, Amarillo” en el sitio web de Aves Argenti-
2012b). En Paraguay, la especie se en- nas). Esta iniciativa es liderada por Aves
cuentra actualmente categorizada como Argentinas y el Laboratorio de Biología
“Vulnerable” y para el año 2006 la pobla- de la Conservación del Centro de Eco-
ción se estimaba en 2.000 a 3.000 indivi- logía Aplicada del Litoral del CONICET
duos según el Ministerio del Ambiente y y la Universidad Nacional del Nordeste.
Desarrollo Sostenible -MADES- (MADES, Se basa en cuatro líneas principales de
2019). Finalmente, en Brasil está catego- trabajo: 1) el estudio de la situación ac-
rizada como “Vulnerable” según el Ins- tual de la especie con el fin de proveer
tituto Chico Mendes de Conservação da las bases científicas para un programa
Biodiversidade -ICMBio- estimándose de conservación a largo plazo. Para ello
menos de 10.000 individuos, sin embar- se aborda la investigación de la biología
go, a nivel regional en el estado de Santa reproductiva, las principales amenazas
Catarina está “En Peligro Crítico” (ICM- durante la nidificación, el parasitismo,
Bio, 2018; Fraga y Sharpe, 2020). los movimientos y uso de hábitat con el
La situación a la cual se enfrenta el uso de radio-telemetría, y el estudio de
tordo amarillo es un claro ejemplo de la su estructuración poblacional y variabi-
disminución poblacional y la pérdida de lidad genética; 2) el manejo de colonias
especies que se está dando en todos los para aumentar el éxito reproductivo; 3)
pastizales sudamericanos (Azpiroz et al., promover el control y fiscalización para
2012b). El acelerado ritmo con el cual combatir el tráfico ilegal y 4) actividades
avanzan las actividades productivas so- de educación ambiental para la genera-
bre los pastizales naturales, así como la ción de conciencia colectiva. El “Proyec-
disparidad que existe entre su pérdida y to Tordo Amarillo” es apoyado por varias
su grado de conservación, resalta la ur- instituciones gubernamentales y priva-
gente necesidad de garantizar la protec- das, como la Dirección General de Recur-
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T O R D O A M A R I L L O
A. “Guardián de colonia”
A colocando la protección
antidepredatoria en
un nido en incubación,
Gualeguaychú, Entre
Ríos, noviembre de
2018. Foto: Víctor Blanco y
B. Hembra alimentando
sus pichones en un
nido con protección
antipredatoria,
Corrientes, diciembre
de 2016.
Foto: Florencia Pucheta.
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304 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
LOI CA PAMPEANA
H E R N Á N V. I B Á Ñ E Z y M . J I M E N A G R I S O L Í A
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Icteridae
Otros nombres vulgares: pecho colorado, pecho colorado mediano, pecho colorado grande,
pecho colorado pampeano, pecho colorado triguero, degollado segundo, tordo militar.
Nombre en inglés: Pampas Meadowlark.
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Ejemplar adulto de loica pampeana en Bahía Blanca, Buenos Aires, octubre de 2018.
Foto: Pablo Petracci.
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L O I C A P A M P E A N A
Loica pampeana en despliegue nupcial en Bahía Blanca, noviembre de 2013. Foto: Pablo Petracci.
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308 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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Grande del Sur, Santa Catarina y Paraná observarse estos grupos asociados con
(Collar et al., 1992), encontrándose po- otros de loica común utilizando los mis-
siblemente extinta en estos últimos dos mos pastizales naturales (Cozzani et al.,
sitios (Bencke et al., 2003). 2004; Chebez y Tubaro, 2008; Meriggi et
al., 2014).
Los grupos de loica pampeana pueden
RASGOS ETOECOLÓGICOS incluir un ejemplar centinela, que obser-
va atento desde una posición más alta
La loica pampeana es una especie de posibles peligros mientras el resto de la
hábitos gregarios, forma grupos nume- bandada se alimenta en el suelo. Wetmore
rosos que pueden sostenerse incluso (1926) a través del relato de su experien-
en temporada reproductiva (Tubaro y cia personal, confirma el valor que tienen
Gabelli, 1999). Algunos autores afir- estos centinelas en momentos de alimen-
man que en ocasiones también pueden tación: intenta colectar algunos ejempla-
Bandada de loicas pampeanas en Bahía Blanca, septiembre de 2018. Foto: Pablo Petracci.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 309
L O I C A P A M P E A N A
res, pero el centinela alerta a la bandada para atraer a la pareja más de 200 ve-
con su canto de alarma. Abate al centine- ces al día (Gochfeld, 1978; Cozzani et al.,
la con un disparo a distancia y la banda- 2004; Azpiroz y Cozzani, 2018).
da, aunque había oído el disparo, quedó El período reproductivo ocurre entre
inmóvil en la hierba al no haber escucha- los meses de octubre y noviembre. Una
do el canto de alarma, concluyendo que vez que se forman las parejas, comienza
la pérdida del centinela generaba una vi- la construcción del nido, tarea que lleva
sible desorganización del grupo. adelante la hembra. El mismo es redon-
Cuando se acerca el final del invierno, deado con forma de taza y construido
los machos comienzan a dispersarse y principalmente con gramíneas, encon-
a realizar su vuelo de proclamación te- trándose recostado sobre matas de Stipa
rritorial (Canevari et al., 1991). Luego spp. y Piptochaetium spp. en el suelo. La
comienza el período de cortejo donde se puesta es generalmente de tres o cuatro
los observa realizar su típico despliegue huevos, los cuales no siguen un patrón
de vuelos ascendentes en línea recta, de coloración, pero en general son de
descendiendo rápidamente en dirección color crema con manchas amarrona-
al suelo. Acompañando estos desplaza- das, concluyendo la incubación apro-
mientos emite un canto notablemente ximadamente en 15 días (Cozzani et al.,
diferente al que realiza cuando se en- 2004). Los pichones son alimentados
cuentra posado. Se ha registrado que en el nido por sus progenitores hasta
son capaces de repetir esta maniobra lograr el plumaje definitivo. Luego co-
A B
A. Nido de esta especie en pastizal natural en Tornquist, Buenos Aires, noviembre de 2013
y B. Nido con pichones en Tornquist, noviembre de 2013. Fotos: Pablo Petracci.
310 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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berga una población menor a 2.500 indi- del hábitat y se encontraría en expan-
viduos, la cual continúa en disminución sión (Collar et al., 1992; Tubaro y Gabelli,
(Azpiroz y Cozzani, 2018). Cabe destacar 1999; Gabelli et al., 2004). A su vez, otros
que a esta problemática se le agrega el autores afirman no haber presenciado
bajo éxito que estarían experimentan- interacciones (Fernández et al., 2003) así
do los grupos reproductivos del sur de como existen también registros de am-
la provincia de Buenos Aires. Cozzani bas especies alimentándose en el mis-
(2004), evidencia que la principal causa mo territorio fuera de la temporada re-
de la pérdida de nidadas se da por de- productiva (Meriggi et al., 2013). Cozzani
predadores, encontrándose entre ellos (2004) afirma que, si bien no se eviden-
diversos mamíferos, reptiles y aves ra- ciaron conflictos, al llegar la época re-
paces. En relación al núcleo reproducti- productiva sí fueron observados machos
vo que presenta Uruguay, puede decirse protegiendo su territorio de la presencia
que también estaría sufriendo una mar- de la loica común.
cada retracción poblacional (Repetto, Otra amenaza detectada para esta es-
2017; Azpiroz y Cozzani, 2018). pecie está relacionada al ahogamiento
Algunos investigadores y naturalistas de juveniles y adultos en tanques austra-
han mencionado que esta especie sufre lianos. Durante veranos de calor extre-
parasitismo de cría por parte del tordo mo, con temperaturas que pueden supe-
común (Molothrus bonariensis). La loica rar los 40°C, estas aves se acercan a los
pampeana no descarta los huevos del tanques a beber y, en muchas ocasiones,
parásito ni abandona el nido parasitado, caen en su interior sin ser capaces de sa-
aunque no se ha registrado que alimente lir. Reggi (2016) afirma que la mortalidad
pichones de la especie parásita. No obs- de ejemplares de loica pampeana y de
tante, la evidencia no es suficiente para otras especies de pastizal en estos tan-
afirmar que esta amenaza sea significa- ques podría resultar un factor de mor-
tiva. Es sabido que el tordo común se ve talidad significativo, teniendo en cuenta
altamente favorecido con el avance de la que la época de mayor calor es justamen-
frontera agrícola-ganadera, por lo que, te cuando la especie hace un uso más in-
si no se toman medidas al respecto y se tensivo de los mismos y transita el perío-
continúan transformando los pastizales do de cría. El mismo autor recomienda la
naturales, el parasitismo sí podría co- implementación de estructuras flotantes
menzar a ser una amenaza considerable de autorrescate, las cuales no represen-
para la loica pampeana (Cozzani et al., tan desventajas ni costos significativos
2004; Azpiroz, 2015). para los dueños de los campos y podrían
Se ha sugerido que la competencia in- ser una medida eficiente para disminuir
terespecífica con la loica común podría el mencionado impacto.
estar también perjudicando a esta espe- Una amenaza más a tener en cuenta, y
cie. Se cree que esta última, en contra- que no ha sido evaluada hasta el momen-
posición con la loica pampeana, se ha to, es el impacto de incendios de pasti-
beneficiado a partir de la modificación zales en el área de distribución actual de
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MONO AULLADOR NEGRO Y DORADO
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MONO AULLADOR NEGRO Y DORADO
L U C I A N A I . O K L A N D E R , S I LVA N A M . P E K E R
y M A R T Í N K O WA L E W S K I
Clase: Mammalia
Orden: Primates
Familia: Atelidae
Otros nombres vulgares: mono carayá, carayá negro y dorado, carayá negro, mono aullador,
mono negro, mono barbudo, carayá común, mono aullador negro, carayá hú o mono saraguato;
karadyá o karadyá-Hú (guaraní); bugio preto (portugués).
Nombre en inglés: Black and Gold Howler Monkey.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 321
M O N O A U L L A D O R N E G R O Y D O R A D O
des también es más grande en los ma- 20 individuos (Bravo y Sallenave, 2003;
chos que en las hembras. Las vocaliza- Kowalewski et al., 2019). La proporción
ciones que realizan se pueden escuchar de sexos en un grupo es variable, por
hasta 3 km de distancia (Ramsier et al., ejemplo: la proporción de hembras a
2019). Existen en la actualidad diversas machos adultos puede ir de 1,4 a 2,8 (Di
hipótesis sobre la función de los aulli- Fiore et al., 2011). Las proporciones más
dos: 1) que funcionan en la protección altas suelen observarse en hábitats con
de los recursos alimenticios dentro de bosques continuos mientras que las más
las áreas de acción (superficie total del bajas en bosques más fragmentados y
espacio que es visitada regularmente con mayor intervención antrópica.
por los animales para realizar sus acti- Alouatta caraya tiene una gran im-
vidades), 2) que los machos aúllan para portancia epidemiológica porque es
defender a las hembras de su grupo (de sensible al virus de la fiebre amarilla y
machos solitarios o residentes en otros muestra una alta mortalidad cuando se
grupos) y 3) para defender a los infantes, infectan, por lo tanto, esta especie, ac-
entre otras. La pregunta sobre cuál es túa como centinela epidemiológico para
la función de los aullidos sigue aún sin la detección temprana de la circulación
resolverse (Kitchen et al., 2015; Ramsier del virus. De esta manera, las muertes
et al., 2019). Estas llamadas se escuchan de los monos aulladores constituyen una
con mayor frecuencia al amanecer (Kin- importante señal de una amenaza inmi-
zey, 1997) ; da Cunha et al., 2015; Holz-
mann et al., 2017). Página opuesta: hembra y macho juvenil
Viven en grupos de entre 2 y hasta de mono aullador. Foto: Luciana Oklander.
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HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
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sigue siendo los ambientes ribereños tierra, arcillas, miel, insectos, huevos y
junto al río Paraná donde existen distin- algunos otros recursos. La elección de
tas áreas naturales protegidas en los si- comida y selectividad en la dieta estarían
tios Ramsar Humedales Chaco (en el su- relacionadas a diferentes cuestiones tales
reste de Chaco) y Jaaukanigaás (en el no- como: 1) evitar compuestos secundarios
reste de Santa Fe) (Oklander et al., 2019), (por ejemplo, metabolitos y toxinas pro-
y río Uruguay. La presencia de primates ducidos por las plantas para disminuir
puede generar beneficios económicos al el riesgo de herbivoría) y 2) mezclar nu-
potenciar la oferta de emprendimientos trientes (necesidad de un dieta variada a
ecoturísticos dedicados a la observación lo largo de, por ejemplo, un día si un ítem
de fauna silvestre, favoreciendo así a las alimenticio no cubre las necesidades nu-
economías locales. tricionales necesarias), con preferencia
Un estudio reciente a partir de mues- por hojas con altos valores nutriciona-
treos realizados desde el año 2005 en di- les que incluyan alta concentración de
versas localidades de la Argentina permi- proteínas y baja concentración de fibras,
te identificar tres grupos genéticamente entre otros (Glander, 1978, 1982; Milton,
diferenciables de la especie: uno de ellos 1982; Fernández, 2014). Los molares su-
agrupa a las poblaciones de la provincia periores tienen crestas de corte afiladas
de Misiones y del río Uruguay; otro inclu- que son útiles para moler la gran cantidad
ye a la región de Corrientes, Formosa y de hojas de las que se alimentan. En com-
Chaco; mientras que el tercero abarca la paración con otros grupos de mamíferos
zona del río Paraná, donde el ambiente se los aulladores presentan limitada espe-
encuentra mejor conservado (véase mapa cialización en el aparato digestivo para
de distribución; Oklander et al., 2020). procesar hojas y, por lo tanto, deben selec-
cionar alimentos lo suficientemente ricos
como para obtener una cantidad mínima
RASGOS ETOECOLÓGICOS necesaria de proteínas. Las adaptaciones
digestivas incluyen áreas agrandadas en
Los monos aulladores negros y dora- el colon y caecum (cavidad especial en el
dos son una especie arborícola de hábitos intestino donde se fermentan los vegeta-
diurnos, aunque también pueden descen- les para una mejor digestión) y una tasa
der al piso en busca de algunos recursos lenta de pasaje de alimentos a través del
como agua, plantas flotantes, arcillas y tracto gastrointestinal lo que aumenta el
cortezas de árboles caídos (Bravo y Sa- tiempo para la fermentación y la absor-
llenave, 2003; M. Kowalewski, com. pers.); ción de nutrientes (Lambert, 1998; Mil-
para moverse entre fragmentos de bosque ton, 1998).
o para dispersar. El mono aullador negro y Las áreas protegidas habitadas por
dorado posee una dieta mayormente folí- monos aulladores negros y dorados al-
vora frugívora ya que consume hojas, flo- bergan depredadores potenciales, como
res y frutas en forma variable a lo largo del pumas (Puma concolor), ocelotes (Leopar-
año. Ocasionalmente también incorporan dus pardalis) e incluso yaguaretés (Panthe-
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M O N O A U L L A D O R N E G R O Y D O R A D O
ra onca) (Peetz et al., 1992; Isbell, 1994; tados en algunos grupos las hembras es-
Ludwig et al., 2007; Nielsen, et al., 2015; tán relacionadas como hermanas o me-
Savagian y Fernandez-Duque, 2016). Por dio hermanas y los machos pueden tener
otro lado, las áreas no protegidas altera- hermanos o hermanas en el mismo gru-
das por factores antropogénicos suelen po (Oklander et al., 2010). Las densida-
estar asociadas con una modificación des en las poblaciones y la organización
en la estructura del bosque y una pérdi- social de los monos aulladores negros y
da de biodiversidad, resultando en una dorados difieren notablemente a lo largo
disminución de depredadores naturales, de su área de distribución (Zunino et al.,
pero sin embargo, con un aumento de 2001; Di Fiore et al., 2011; Kowalewski
depredadores no naturales como los pe- et al., 2019). Esta especie vive en grupos
rros (Isbell, 1994; Chiarello, 1999; Kowa- sociales estables compuestos por uno
lewski y Zunino, 2005; Kowalewski et al., (unimacho) o más machos adultos (gru-
2011). pos multimacho), de una a cuatro hem-
Estudios previos muestran que en am-
bientes continuos la mayoría de los indi-
Parte de un grupo de monos aulladores
viduos adultos que pertenecen a un mis- negros y dorados. De izquierda a derecha:
mo grupo no están emparentados entre macho adulto, hembra adulta, macho
si, mientras que en ambientes fragmen- subadulto y macho adulto. Foto: Mariano Raño.
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suelen dar a luz a una sola cría. Los na- seguimiento persistente de una hembra
cimientos ocurren durante todo el año, a corta distancia durante 2-3 días (Kowa-
aunque en algunos sitios o años se con- lewski y Garber, 2010; Raño, 2016). Los
centran entre marzo y agosto (otoño-in- apareamientos entre individuos de dis-
vierno) (Zunino et al., 1996; Kowalewski tintos grupos parecen más frecuentes en
y Zunino, 2004; Pavé et al., 2012; Pavé, grupos que habitan bosques más conti-
2013). La duración promedio del ciclo nuos (Kowalewski y Garber, 2010; Oklan-
ovulatorio es de aproximadamente 17 der et al., 2014; Raño et al., 2018). Los re-
días. En varios sitios de estudio las hem- cién nacidos son cargados en el pecho de
bras copulan tanto en períodos fértiles la madre, y a medida que desarrollan agi-
(durante la ovulación) como en perío- lidad y fuerza en la cola y extremidades,
dos no fértiles (por ejemplo, durante la son transportados en la espalda y en el
gestación y la lactancia) con machos de costado (Pavé, 2013). En las poblaciones
su mismo grupo y en ocasiones con ma- de las provincias de Corrientes y Chaco
chos de otros grupos o solitarios (cópulas se encontró que los infantes fueron ama-
extragrupo). Durante los períodos fértiles mantados por sus madres desde el naci-
de las hembras, es común observar com- miento hasta los 11 meses de edad y en
portamientos tales como una alta interfe- menor medida por otras hembras adultas
rencia entre los machos dentro del gru- (alomadres) que amamantan a infantes
po caracterizado por períodos cortos de que no son sus hijos (Pavé, 2013).
En los monos carayá se ha observado
que a medida que el infante crece, se in-
dependiza gradualmente de su madre en
cuanto a la alimentación y motricidad y en
esa transición comienzan a manifestarse
conflictos comportamentales entre ma-
dre e infantes (Pavé et al., 2015; Raguet-
Schofield et al., 2015). Durante ese perío-
do el infante demanda ser amamantado y
transportado y la madre lo rechaza para
iniciar el período de destete. El pasaje del
consumo de leche a alimento sólido cons-
tituye una transición difícil para el infante
debido a que las plantas tienen fibras que
son poco digeribles y compuestos secun-
darios que pueden reducir la digestibili-
dad o ser tóxicos (Pavé, 2013).
El período juvenil es la etapa entre la in-
dependencia de la lactancia materna y la
madurez reproductiva. En A. caraya esta
Macho juvenil. Foto: Luciana Oklander. etapa se encuentra entre el año y los dos
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ambos sexos durante encuentros entre 2015), en Paraguay (Cartes et al., 2018) y
grupos de monos aulladores. Este com- en Bolivia (Aguirre et al., 2009), destacan-
portamiento de juego intergrupal es im- do los efectos del aumento de la defores-
portante para afinar el desarrollo motor tación y la vulnerabilidad de estos monos
y social, en especial cuando los juveniles a las epidemias de fiebre amarilla. Sin
no tienen parejas de juego en sus grupos, embargo, se considera a la especie como
o para crear redes sociales de afiliación “Vulnerable” para la Argentina desde
entre individuos para formar coaliciones, 2012 en la categorización de la Sociedad
alianzas o parejas de dispersión en el fu- Argentina para el Estudio de los Mamífe-
turo (Gennuso et al., 2018). ros (SAREM) (Agostini et al., 2012; Oklan-
Estudios realizados en la Argentina en- der et al., 2019) debido a la reducción de
cuentran que los comportamientos afi- la población, la disminución del área de
liativos entre individuos de un mismo ocupación y/o la calidad del hábitat, el au-
grupo son frecuentes (por ejemplo: aci- mento de la caza para consumo, el tráfico
calamiento, tolerancia social, encuentros ilegal para el comercio de mascotas y los
intergrupales) y generan plataformas de efectos de los patógenos y parásitos. Ac-
negociación para obtención de cópulas, tualmente, los bosques nativos de la Ar-
residencia grupal y apoyo durante con- gentina están siendo reemplazados rápi-
flictos con individuos de la misma especie damente como resultado de la creciente
(Garber y Kowalewski, 2011; Kowalewski urbanización, industrialización y tala a
y Garber, 2015). Por ejemplo, Kowalews- gran escala para fines agrícolas (Ministe-
ki (2007) sugiere que tanto para hembras rio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
como para machos dentro de un grupo -MAyDS-, 2016, 2017). En la Argentina, A.
social se encuentran fuertes relaciones caraya es la especie de primates con la ma-
afiliativas independientes del parentesco yor tasa de tráfico para ser comercializada
entre individuos que pueden ser conside- ilegalmente como mascotas (Bertonatti,
radas como relaciones de “amistad” (aso- 1995; Dirección Nacional de Biodiversi-
ciaciones de dos individuos no parientes dad, datos no publicados).
estables en el tiempo y sostenidas en di- Mediante análisis genético-moleculares
ferentes contextos comportamentales; se reconocen tres Unidades de Mane-
Kowalewski et al., 2018). jo (UM) que podrían considerarse como
subpoblaciones de la especie (Oklander
et al., 2017, 2020). A su vez, en la última
ESTADO DE CONSERVACIÓN categorización de SAREM se consideró
que estas tres subpoblaciones poseen dis-
Alouatta caraya está clasificada global- tintos grados de amenaza: subpoblación
mente por la Unión Internacional para Paraguay-río Paraná (P-RP): “Vulnerable”;
la Conservación de la Naturaleza (UICN) subpoblación Formosa-Chaco-Esteros del
como “Casi Amenazada” (Bicca-Marques Iberá (F-CH-C): “Vulnerable” y subpobla-
et al., 2021). También se la considera ción Misiones-río Uruguay (M-RU): “En
“Casi Amenazada” en Brasil (Ludwig et al., Peligro”, esta subpoblación se encuentra
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A B
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dispersan a través de los bosques ribere- miento directo de los aulladores a zonas
ños, que actúan como corredores bioló- urbanizadas (instalándose a vivir en áreas
gicos (Ascunce et al., 2007), pero la frag- de parque disponibles).
mentación del hábitat limita severamente En estos primates se han detectado
su capacidad de dispersarse (Oklander et diversos parásitos (Giardia intestinalis,
al., 2010, 2017). Los registros demográ- Trypanosoma cruzi, Leishmania sp., Hymeno-
ficos muestran que tanto hembras como lepis sp., Taenia sp., Trypanoxyuris minutus,
machos abandonan sus grupos natales Ascaris sp., Ancylostoma sp., Trichostrongylus
(unidades sociales); por lo tanto, dentro sp., Blastocystis sp., Entamoeba sp., Bertie-
de los grupos, se espera que los adultos lla sp., entre otros) y virus (dengue, virus
sean no relacionados (Rumiz, 1990). Sin del Nilo Occidental, entre otros) (Kowa-
embargo, estudios en hábitats fragmen- lewski y Gillespie, 2009; Kowalewski et al.,
tados mostraron diferenciación genética 2011; Milozzi et al., 2012; Martínez et al.,
entre grupos y un evento de incesto, lo 2016; Kowalewski et al., 2017; Morales et
que sugiere que el aumento de la frag- al., 2017; Kuthryar et al., 2020, 2021). Ac-
mentación del hábitat aumenta los costos tualmente se están estudiando si existen
de dispersión entre los grupos (Oklander diferencias en los patrones de infección
et al., 2010). Además, mientras en hábitats dependiendo del ambiente (continuo,
continuos ambos sexos dispersan, en há- fragmentado, interfase con humanos) y de
bitats fragmentados la dispersión estaría las épocas del año.
sesgada a los machos. Los análisis gené- La abundancia de monos aulladores
ticos muestran que existen restricciones negros y dorados en el Bosque Atlántico
en el flujo genético en varias poblaciones de la Argentina cayó drásticamente des-
de la Argentina (Oklander et al., 2017). Es- pués del brote de fiebre amarilla selváti-
tos estudios anticipan que la mayoría de ca de los años 2008 y 2009 (Holzmann et
las poblaciones estudiadas en la región al., 2010). También en el sur de Brasil, el
perderían variabilidad genética a media- mismo brote diezmó muchas poblaciones
no plazo y recomiendan que el estado de de esta especie (Almeida et al., 2012), y
conservación global de Alouatta caraya por un brote reciente en febrero de 2017 cau-
la UICN se actualice a “Vulnerable”. La só la muerte de miles de monos (Bicca-
pérdida de la conectividad del hábitat des- Marques et al., 2017; Kean, 2017). A estas
empeña un papel importante en el mante- amenazas se suma el asesinato de indivi-
nimiento del intercambio genético entre duos de la especie por pobladores locales
poblaciones aisladas y, si no se revierte por la creencia de que los contagiarían de
dicho patrón, puede afectar severamente fiebre amarilla.
la capacidad de supervivencia de la espe-
cie. Por otra parte, la pérdida del bosque
trae como consecuencia por un lado el au- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
mento de áreas de interfase (zonas donde
se superponen actividades antrópicas y Varias poblaciones de A. caraya se en-
vida silvestre) y por otro lado el desplaza- cuentran dentro de áreas protegidas, lo
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M O N O A U L L A D O R N E G R O Y D O R A D O
cual les otorga en alguna medida una ga- la Dirección Nacional de Epidemiolo-
rantía de conservación a largo plazo. El gía y Análisis de la Situación de Salud y
listado confeccionado por Oklander et la Dirección Nacional de Biodiversidad
al. (2019) incluye 28 áreas protegidas del MAyDS. El trabajo se realiza colabo-
en donde se encuentra la especie en la rativamente entre la Coordinación de
Argentina. Sin embargo, suponiendo Zoonosis del Ministerio de Salud de la
que en estos sitios no se encuentran las Nación, la Dirección Nacional de Bio-
amenazas de pérdida de hábitat ni cace- diversidad, el Instituto de Biología Sub-
ría, aún están expuestos a posibles bro- tropical de Misiones (IBS) dependiente
tes de fiebre amarilla. de la Universidad de Misiones (UNaM) y
La alerta epidemiológica Nº 1/2017 del CONICET, Dirección de Enfermeda-
emitida por el Ministerio de Salud de la des Vectoriales y Zoonosis del Ministe-
Nación destaca la importancia del mo- rio de la Salud Pública de la provincia
nitoreo de las poblaciones de monos de Corrientes y la Estación Biológica
aulladores para la detección temprana Corrientes-Centro de Ecología Aplicada
del virus de la fiebre amarilla. La fiebre del Litoral (CONICET-Universidad Na-
amarilla es una enfermedad viral grave, cional del Nordeste). La vigilancia acti-
infecciosa y endémica de las regiones va se implementó como estrategia de vi-
tropicales de África y América del Sur. El gilancia intensificada en los territorios
virus de la fiebre amarilla, es un miem- con mayor probabilidad de circulación
bro de los conocidos como arbovirus de viral. El monitoreo de las poblaciones
la familia Flaviviridae, que se transmite de monos aulladores es la principal he-
por vectores artrópodos. Los vectores rramienta, con la cual se obtiene infor-
más importantes son los mosquitos de mación periódica sobre su estado de sa-
los géneros Haemagogus y Sabethes, que lud. Durante la vigilancia se realizan las
están involucrados en el ciclo selvático campañas de difusión mediante afiches
en América del Sur (Monath, 1989). En y publicaciones online sobre la impor-
base a la alerta, se ha generado a par- tancia de esta especie como centinela
tir de 2017 un programa de monitoreo de la salud pública, sobre la importan-
para la vigilancia epidemiológica de fie- cia de conservar los bosques donde ha-
bre amarilla y otros arbovirus en prima- bitan, así como también se destaca al
tes no humanos. mosquito como el transmisor del virus
En la Argentina la vigilancia de epi- de la fiebre amarilla y no a los monos.
zootias (del griego epi=por sobre y Este programa de monitoreo basado en
zoo=animal, es una enfermedad infec- la observación de las poblaciones y la
tocontagiosa que ataca a un número colecta de mosquitos de la zona donde
elevado e inusual de animales al mis- habitan estas poblaciones ha generado
mo tiempo en una región y o en un te- una gran cantidad de nueva información
rritorio determinado y se propaga con sobre el estado de las poblaciones de A.
rapidez) se lleva a cabo conjuntamente caraya en el noreste argentino, donde no
entre la Coordinación de Zoonosis de se encontraban relevadas o los últimos
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C
C
M
M
Y
Y
CM
CM
MY
MY
CY
CY
CMY
CMY
K
K
Campaña de difusión de la
Coordinación de Zoonosis del
Ministerio de Salud de la Nación.
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cada uno con un grupo de trabajo. Este gado voluntariamente por un vecino de la
conjunto de objetivos y acciones permiti- ciudad de Puerto Iguazú. Se trataba de un
rán delinear estrategias de conservación macho de tres meses de edad que luego
nacionales para la preservación de todas vivió 13 años en el sitio. Si bien se recibían
las especies en el largo plazo. ejemplares de diferentes procedencias, a
Por último, el Centro de Rescate, Re- partir del trabajo de Oklander et al. (2017)
habilitación y Recría de Fauna Silvestre comenzaron a recepcionarse únicamen-
Güirá Oga (comanejado por el Ministerio te animales de la provincia de Misiones.
de Ecología y Recursos Naturales Reno- Existen centros similares en la provincias
vables de la provincia de Misiones y la del noreste con distribución de A. caraya
Fundación Azara) de la ciudad de Puerto bajo administración provincial: Centro de
Iguazú (Misiones, Argentina) recibe desde Conservación de Fauna Silvestre Aguará
su apertura individuos de A. caraya, que (Corrientes), Centro de Rescate Guaycolec
en su mayoría provienen del mascotismo. (Formosa) y Estación Zoológica Experi-
Este centro se creó en el año 1997 con el mental Granja La Esmeralda (Santa Fe).
objetivo de recuperar, rehabilitar y rein-
troducir especies silvestres. La mayoría A continuación, se listan otras institu-
de los animales recibidos han sido atro- ciones, iniciativas o proyectos indepen-
pellados por vehículos, heridos por caza- dientes de la Argentina que trabajan en la
dores furtivos o perros. Otros animales conservación de la especie:
provienen del tráfico ilegal de vida silves-
tre o son entregados voluntariamente por ● Centro de Conservación de Fauna Sil-
los “propietarios”. El primer ejemplar de vestre Aguará, Ministerio de Turismo
A. caraya recibido en el centro fue entre- de la provincia de Corrientes.
● Centro de Rescate Guaycolec, Ministe-
rio de la Producción y Ambiente de la
provincia de Formosa.
● Complejo Ecológico Municipal, Sáenz
Peña, Chaco.
● Estación Biológica Corrientes-Centro
de Ecología Aplicada del Litoral, Uni-
versidad Nacional del Nordeste y CO-
NICET.
● Estación Zoológica Experimental
Granja La Esmeralda, Ministerio de
Ambiente y Cambio Climático de la
provincia de Santa Fe.
● Fundación Refugio Salvaje, Chaco.
Hembra y macho en cautiverio en el ● Fundación Tekove Mymba.
Centro de Rescate, Rehabilitación y ● Fundación Temaikèn.
Recría de Fauna Silvestre Güirá Oga, junio
de 2017. Foto: Rocío S. Rodríguez.
● Grupo de Investigación en Genética
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Material educativo sobre tráfico de fauna silvestre desarrollado por la Fundación Azara.
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MONO AULLADOR ROJO
L U C I A N A I . O K L A N D E R , M A R T Í N K O WA L E W S K I ,
L E A N D R O J E R U S A L I N S K Y Y VA N E S S A F O R T E S
Clase: Mammalia
Orden: Primates
Familia: Atelidae
Otros nombres vulgares: guaribá, guaíba; mono aullador rojo, colorado o alazán; carayá rojo o
colorado, carayá-pytá, carayá guariba, mono aullador rufo, guariba peludo, guariba de la sierra,
barbado; karadyá-pihtá o carayá-pitá (guaraní); bugio o bugio-ruivo, guariba (portugués).
Nombre en inglés: Brown Howler Monkey.
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Hembra de mono aullador rojo con cría. Foto: Julio Cesar Bicca-Marques.
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siendo esta última el área de acción más especies de plantas (Chaves et al., 2018).
grande de toda la distribución geográfica Es una de las dos especies más grandes de
de esta especie que se registró en el bos- mamíferos arbóreos que consumen frutas
que de araucaria en el Parque Provincial en el rango más austral de su distribución
El Piñalito, provincia de Misiones, en la geográfica (la otra es A. caraya) (Garber et
Argentina. Las áreas de acción pequeñas al., 2015). Esto sumado a su resiliencia en
les permiten subsistir en fragmentos de bosques fragmentados y la gran diversi-
bosque muy pequeños, donde a veces dad de especies de frutas consumidas en
alcanzan altas densidades de población pequeños fragmentos de bosque (Chaves
(Bicca-Marques, 2003; Pinto et al., 2009). et al., 2018) los hace extremadamente
Una revisión de varios estudios sobre el importantes para la regeneración de am-
desplazamiento diario indica un despla- bientes perturbados (Arroyo-Rodríguez et
zamiento diario promedio de 620±142 m al., 2015).
con un rango de entre 50-1677 m (Fortes Existen registros confirmados de la de-
et al., 2015). Existen varios sitios donde predación sobre Alouatta guariba por pu-
se ha reportado simpatría (cuando dos o mas (Puma concolor) y ocelotes (Leopardus
más especies de primates comparten una pardalis) (Bianchi y Mendes, 2007; Santos
misma área geográfica) entre esta especie et al., 2014). No hay evidencia aún de que
y A. caraya (Cortés-Ortíz et al., 2015). En esta especie sea presa de grandes águilas
particular, en la provincia de Misiones, se selváticas como la harpía (Harpia harpyja)
encontraron zonas en las que ambas es- o el águila monera (Morphnus guianensis).
pecies de aulladores viven en simpatría e Sin embargo, Miranda et al. (2006) han
inclusive se reportaron individuos híbri- observado comportamientos antipreda-
dos (Agostini et al., 2010a). torios en presencia de un águila crestuda
El aullador rojo es un folívoro-frugívoro. negra (Spizaetus tyrannus), lo que nos lleva
Consume significativamente más hojas a suponer que estas especies podrían ser
(38-88%, promedio 66%) que frutas (5- predadores del mono aullador rojo como
47%, promedio 22%) (31 grupos; Dias y lo son de otros primates neotropicales.
Rangel-Negrín, 2015; Garber et al., 2015), Las hembras alcanzan la madurez se-
pero la cantidad de fruta que incluye en xual a los 3,6 años y los machos a los 5
su dieta depende de la disponibilidad es- años (Strier et al., 2001; Rylands y Mitter-
tacional (Neville et al., 1988; Chaves y Bic- meier, 2013). Los grupos están compues-
ca-Marques, 2013). También se considera tos generalmente por un macho adulto y
que pueden ingerir indirectamente pro- 3-4 hembras adultas con un sistema de
teínas como huevos y larvas de insectos apareamiento poligámico (Mendes, 1989;
en los frutos u hojas, como se ha reporta- Miranda, 2004; Ingberman et al., 2009).
do en otras especies de aulladores (Bravo, Las hembras tienen una única cría por
2008; Urquiza-Haas et al., 2008). vez, los nacimientos ocurren a lo largo
Debido a su ingesta de frutos, los au- de todo el año y la gestación es de apro-
lladores rojos actúan como importantes ximadamente 190 días, con un interva-
dispersores de semillas para numerosas lo entre nacimientos desde 9 hasta 22,5
348 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
A
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Individuo de mono aullador rojo. A. Alimentándose de hojas y B. De frutas. Fotos: Mariano Pairet.
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meses (Strier et al., 2001; Miranda, 2004; dre, incluyendo los desplazamientos por
Rylands y Mittermeier, 2013). sí mismo mientras que, al sexto mes, su
Son muy escasos los estudios de com- patrón de comportamiento se vuelve más
portamiento madre-infante en esta es- similar al comportamiento típico de los
pecie a diferencia de estudios realizados aulladores juveniles y finalmente, en el
en otras especies del género Alouatta. Sin séptimo mes, ya no fue más cargado por
embargo, se sabe que el descanso ocupa su madre. Otros estudios coinciden en
la mayor parte del tiempo de los infantes que los infantes o crías son altamente de-
(49,1±3,3%; Marafiga et al., 2016). Un es- pendientes de sus madres hasta el tercer
tudio de Miranda et al. (2005) detalla los o cuarto mes de edad y a partir del quinto
primeros siete meses de un individuo sil- mes, el proceso de independencia se de-
vestre y muestran que, durante los prime- sarrolla gradualmente, moviéndose por
ros días de su vida, la cría se encontraba separado y progresivamente más alejado
el 100% del tiempo en la zona ventral de de la madre, alimentándose por sí mismo
su madre, siendo activo solo durante la y aumentando las interacciones sociales
lactancia. Al finalizar el primer mes, el con otros miembros del grupo (Podgaiski
uso de esta posición comenzó a disminuir y Jardim, 2009; Marafiga et al., 2016).
gradualmente y empieza a colocarse en
el dorso de la madre con más frecuencia
(60% en posición ventral y 30% en posi- ESTADO DE CONSERVACIÓN
ción dorsal). Al segundo mes de vida se
registraron otros individuos que llevaban El mono aullador rojo está categorizado
a la cría en su dorso: un macho juvenil, a nivel internacional según la Lista Roja
un macho subadulto (identificados como de la Unión Internacional para la Con-
hermanos) y una hembra adulta de la cual servación de la Naturaleza (UICN) como
se desconoce su relación. A los cuatro “Vulnerable” (Jerusalinsky et al., 2021).
meses de edad, la cría comenzó a partici- La especie figura en el Apéndice II de la
par del juego con sus hermanos (peleas y Convención sobre el Comercio Interna-
persecuciones). Estos juegos se tornaron cional de Especies Amenazadas de Fauna
frecuentes durante los períodos de des- y Flora Silvestres -CITES- (CITES, 2021)
canso de los adultos. El tiempo que la cría en el que se incluyen especies que no se
pasa en el dorso de su madre aumenta en encuentran necesariamente en peligro
forma progresiva hasta el quinto mes de de extinción, pero que podrían llegar a
edad, cuando comienza a comportarse estarlo -por encontrarse sus poblaciones
de manera más independiente, con con- muy reducidas- a menos que se controle
ductas exploratorias y movimientos ale- estrictamente su comercio.
jados de su madre. La hembra, a su vez También figura como “Vulnerable” en
comenzó, en algunas ocasiones, incluso la lista brasileña de fauna amenazada
a rechazarlo al querer subir a su dorso. del Ministério do Meio Ambiente de Bra-
Al quinto mes sus actividades comien- sil -MMA- (MMA, 2014), pero es probable
zan a ser más independientes de su ma- que su categoría se actualice a “En Peli-
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352 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
Mono aullador rojo recibido en el Centro de Rescate, Rehabilitación y Recría de Fauna Silvestre
Güirá Oga en el año 2000, con pocas semanas de vida. Fotos: Jorge Anfuso y Pablo Rodríguez Merkel.
Hembra con infante en cautiverio. Projeto Bugio, Universidade Macho adulto en cautiverio.
Regional de Blumenau e Centro de Pesquisas Biológicas de Foto: Julio Cesar Bicca-Marques.
Indaial, Indaial, Brasil. Foto: Luciana Oklander.
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vo, Río Grande del Sur, siendo una posible ca Nº 1/2017 emitida por el Ministerio de
fuente de intercambio de individuos entre Salud de la Nación en virtud del aumen-
las poblaciones de monos de ambos paí- to de casos de fiebre amarilla en Brasil y
ses (Bicca-Marques et al., 2018). Sin em- debido a que la detección temprana de
bargo, algunas grandes áreas protegidas futuros brotes radica en el monitoreo de
de ambos países tienen bajas densidades las poblaciones de monos aulladores. El
de población de la especie y, además, difi- Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sus-
cultades para el monitoreo de la caza y la tentable de la Nación (MAyDS) realizó un
deforestación (Fortes et al., 2015). llamado a investigadores y organizacio-
Entre los años 2003 y 2008, el mono nes no gubernamentales especializadas
aullador rojo fue considerado una espe- en primates para realizar una vigilancia
cie bandera, junto con algunas especies activa de las poblaciones centinelas capa-
de aves asociadas a los bosques de arau- ces de detectar a tiempo un posible futu-
caria, tales como: el coludito de los pinos ro brote de fiebre amarilla, permitiendo
(Leptasthenura setaria), el loro vinoso (Ama- una alerta temprana de vacunación a la
zona vinacea) y la urraca azul (Cyanocorax población humana en la zona afectada.
caeruleus) en el marco del “Proyecto Selva Este programa de monitoreo ha permitido
de Pino Paraná”, desarrollado por la Fun- un nuevo relevamiento sobre el estado de
dación Azara. Esas especies fueron elegi- las poblaciones de A. guariba clamitans en
das para desarrollar diversas actividades el noreste argentino. Por otra parte, en si-
educativas como obras de teatro, de títe- multáneo con los relevamientos se realizó
res y actividades plásticas realizadas con un trabajo de extensión donde se informó
la comunidad local, para dar a conocer no a los pobladores locales la importancia de
solo las especies que habitan en el área la presencia de monos aulladores como
sino las problemáticas que enfrentan y centinelas de la salud pública. Se distribu-
atentan contra su supervivencia. También yó material gráfico facilitado por el MAyDS
fue considerada especie de valor especial y se solicitó que notificasen a las autori-
a la hora de realizar monitoreos de biodi- dades competentes en caso de presenciar
versidad en la zona de influencia del pro- eventos de mortandad de estas especies.
yecto. Por último, se incluyó a esta especie Este programa de monitoreo también per-
en la puesta en valor del Museo Cacique mitió la creación de una red de informan-
Bonifacio Maidana de la ciudad de San Pe- tes sobre las poblaciones relevadas a fin
dro (Misiones, Argentina) destinándole un de poseer datos continuos sobre el esta-
sector especial del museo para hablar de do de salud de las poblaciones y detectar
sus características y la frágil situación de tempranamente posibles muertes de mo-
conservación de la especie. nos aulladores.
Desde el 2017 se está desarrollando un Tanto en el año 2018 en Nairobi, Kenia,
programa de monitoreo para la vigilancia como en el 2022 en Quito, Ecuador, en los
epidemiológica de fiebre amarilla y otros “XXVII y XXVIII International Society Con-
arbovirus en primates no humanos. Esto gress” se declaró a A. guariba, con sus dos
fue en el marco de la alerta epidemiológi- subespecies, en la lista “Primates in Peril”,
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M O N O A U L L A D O R R O J O
CM
CMY
HEMBRAS Y MACHOS Se alimentan de frutos,
hojas y flores.
PESO
K
te más amenazado del país. Este plan fue dfs@ambiente.gob.ar | 011 4348-8531 / 8550 Contacto local:
Importante
repercusión
en medios
gráficos de la
Argentina al
incorporarse
el mono
aullador rojo
entre los 25
primates más
amenazados
del mundo.
Fuente: Télam
(17/10/2019).
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M O N O A U L L A D O R R O J O
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AG UA R Á G UA Z Ú
M. MARCELA OROZCO
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Canidae
Otros nombres vulgares: lobo de crin, lobo crinado, lobo rojo, lobo dorado, lobo colorado,
lobo o zorro de los esteros, zorro del chaco, zorro grande, zorro de patas largas, aguará
o auará, zorro aguará, cazito, zorra grande, zorro grande, zorro potrillo, doradillo; aouara
gouazou, mbuaravachu (guaraní); guará (tupí-guaraní); kalak, calac, caaláq (toba); qa‟aláq,
caalac (mocoví); wawó (vilela); iallar‟á o yalea‟ga (pilagá o toba pilagá); ma:wu‟tax o mabotaj
(wichi o mataco); gueken, guelken, huika (tehuelche septentrional); guequén (araucano);
yaguarrás (pampa); ayguará (huarpe); lobo-guará, lobo vermelho, lobizón o lobisome
(Brasil); aguará guasú (Paraguay); zorro agüero, yaguá bicho, clinudo, borochi o boroche
(Bolivia); lobo de crin (Perú).
Nombre en inglés: Maned Wolf.
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A G U A R Á G U A Z Ú
Huella de aguará guazú, extremidad anterior, Santa Fe, 2006. Foto: Andrés Pautasso.
ción geográfica como pastizales natura- que en la Argentina es cada vez más fre-
les, praderas, sabanas arbóreas, palma- cuente la presencia de la especie en gran-
res, matorrales, bosques con dosel abier- des extensiones de monocultivos de soja
to como el Cerrado brasileño, y humeda- o girasol en Santa Fe (Pautasso, 2009) y
les como esteros y bañados, prefiriendo en campos bajo intenso uso agrogana-
los hábitats naturales abiertos. La espe- dero en Corrientes (Soler, 2009) donde
cie también ocupa ambientes temporal- también existen, hacia el este provincial,
mente inundados y zonas de transición múltiples registros de uso de las foresta-
con campos productivos (Rumiz y Sainz, ciones de pino (Michelson, 2005; Bauni,
2002; Coelho et al., 2008; Soler, 2009; 2011). La tolerancia del aguará guazú a
Queirolo et al., 2011; Vynne et al., 2011; los hábitats modificados parece depender
Emmons, 2012; Orozco et al., 2015a) que de un mosaico heterogéneo donde los am-
habitualmente son utilizados para su ali- bientes productivos se alternan con par-
mentación por la alta abundancia de roe- ches de vegetación remanente que son
dores (Vynne et al., 2011). En Brasil y en utilizados para refugio y descanso (Vynne
Paraguay el aguará guazú puede utilizar et al., 2011; Ulibarrie, 2020). En la Argen-
áreas agrícolas y ganaderas (Rodden et tina, gran parte de los ambientes que han
al., 2004; Kawashima et al., 2007; Quei- sufrido una fuerte modificación antrópi-
rolo et al., 2011; Mujica, 2014) mientras ca durante los últimos 20 años coinciden
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Aguará guazú en los bañados del río Dulce, Santiago del Estero, agosto de 2018. Foto: Jorge
La Grotteria.
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Hábitos crepusculares del aguará guazú, Laguna Añapiré, departamento La Capital, Santa
Fe, marzo de 2020. Foto: Jorge La Grotteria.
de la misma en algunas regiones (Dietz, El área de acción del aguará guazú pa-
1984; Jácomo, 1999). El fruto inmaduro rece ser muy variable a lo largo de su
de la lobeira (Solanum lycocarpum) cons- distribución geográfica, documentándo-
tituye uno de los principales componen- se valores mínimos de 7,5 km2 (Melo et
tes vegetales de su dieta en Brasil. En la al., 2007) y máximos de 115 km2 (Dietz,
Argentina, estudios realizados en Chaco 1984; Carvalho y Vasconcellos, 1995; Ro-
y Corrientes demostraron que el aguará drigues, 2002; Coelho et al., 2008). En la
guazú consume una gran cantidad de Argentina, los únicos datos de área de
frutos de plantas nativas, especialmente acción publicados hasta la fecha corres-
de palmeras (Iaconis et al., 2015; Soler et ponden a la información recabada del
al., 2015d). seguimiento de dos individuos de agua-
Secuencia de caza de un ejemplar juvenil de aguará guazú cazando un cuis cerca del
paraje Galarza, sobre la Ruta Provincial Nº 41, Corrientes, 2018. Foto: María Paula Bertolini.
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A G U A R Á G U A Z Ú
rá guazú (un macho y una hembra) en tre individuos (Soler, 2009; Soler et al.,
Corrientes, que permitieron determi- 2011, 2015d).
nar un área de acción promedio de 24 El aguará guazú es una especie mo-
km2, con una superposición del 56% en- noéstrica anual (posee un solo celo por
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año), con estación reproductiva en oto- color blanco en la región inguinal, cara
ño en el hemisferio sur, donde la ma- interna de los pabellones auriculares y
yoría de los nacimientos se producen debajo de la mandíbula, mientras que
durante el invierno (Dietz, 1984; Maia los miembros y el hocico se mantienen
y Gouveia, 2002). La mayoría de la in- negros (Pino et al., 2001). Los cachorros
formación sobre aspectos reproducti- son criados por las hembras, aunque
vos de esta especie proviene del estudio existe evidencia de que los machos con-
de animales bajo cuidado humano en tribuyen a la crianza proporcionando
zoológicos y/o centros de rescate. Tras alimento. El período de lactancia dura
aproximadamente 58-72 días (65 días aproximadamente tres o cuatro meses,
en promedio) de gestación, la hembra y los padres comienzan a regurgitar el
da a luz entre dos y cinco crías de unos alimento cuando las crías tienen cinco
340 a 430 g cada una. Al nacer, el pe- a seis semanas de edad (Fletchall et al.,
laje es completamente negro con una 1995; Pino et al., 2001). Las crías alcan-
coloración blanca en el extremo de la zan la pubertad a los diez meses y, en
cola. Desde la segunda semana de vida zoológicos los primeros apareamientos
el pelaje comienza a aclararse tomando fértiles fueron registrados entre el año
un color marrón hacia el mes, especial- y los dos años de vida (Fletchall et al.,
mente en los bordes de los pabellones 1995; MWSSP, 2007).
auriculares. Posteriormente adquiere Los aguará guazú son solitarios pero en
A B
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dino Rivadavia de Buenos Aires, colabo- de la Universidad Nacional del Sur (Ba-
ración a través de la cual se estudió la va- hía Blanca, Buenos Aires), comenzaron
riabilidad genética de las poblaciones de a trabajar en el proyecto “Conservación
aguará guazú en la Argentina (Raimondi, de los carnívoros silvestres del nordeste
2013; Raimondi et al., 2015). argentino a través de los pobladores lo-
Casi en paralelo, en el año 1999 se cales” en Corrientes y Chaco. El proyecto,
dio inicio al “Proyecto de Conservación aún vigente, involucra el estudio de una
Aguará-guazú del Jardín Zoológico de comunidad de carnívoros simpátricos
la Ciudad de Buenos Aires” (actualmen- silvestres entre los que se encuentra el
te llamado Ecoparque), focalizado en el aguará guazú. Entre los principales re-
manejo ex situ de la especie, especial- sultados se destacan el estudio de con-
mente sanitario, nutricional y reproduc- flictos con los carnívoros (Soler et al.,
tivo. El proyecto permitió adecuar las 2006), la determinación de componentes
condiciones de los ejemplares mante- de la dieta del aguará guazú (Soler et al.,
nidos en la institución lográndose éxito 2011; Iaconis et al., 2015) y el radio se-
reproductivo durante varios años con- guimiento de dos individuos adultos (un
secutivos. En ese marco, se estudiaron macho y una hembra) en campos bajo
diversos aspectos del desarrollo y creci- uso agrícola-ganadero (Soler et al., 2011,
miento de las crías de aguará guazú en 2015d). El proyecto también se destaca
cautiverio (Orozco et al., 2001; Pino et al., por el trabajo sostenido con las comuni-
2001). El proyecto se desarrolló durante dades rurales locales (Soler et al., 2007)
los siguientes diez años, en los cuales se mediante talleres educativos y comuni-
perfeccionó la estrategia educativa den- tarios (Soler et al., 2005b; Soler, 2010).
tro del parque. Al mismo tiempo se tra- En el sudeste de Santiago del Estero,
bajó in situ en la provincia de Chaco en más específicamente en los bañados del
el abordaje de las problemáticas de con- río Dulce y zonas aledañas, en el año 2004
servación locales. En el año 2001, des- se inició el “Proyecto Ñangareko Aguará
de la misma institución, se comenzó a Guazú” cuyos integrantes pertenecían a
trabajar en la confección de un Registro la Facultad de Ciencias Exactas y Natu-
Nacional de aguará guazú, con el objeti- rales de la Universidad de Buenos Aires
vo de generar una base de datos para la (FCEN-UBA). Inicialmente los esfuerzos
Argentina que permitiera recopilar in- se centraron en relevar la presencia de
formación de los ejemplares mantenidos la especie en el área y evaluar las ame-
bajo cuidado humano en instituciones nazas locales incluyendo las asociadas a
en el país, favoreciera el intercambio y interacciones con perros. Se estudiaron
orientara el destino de los animales con las enfermedades prevalentes en los pe-
fines de conservación. rros rurales del área en los que se imple-
En el año 2002, la Asociación Huellas mentó un plan sanitario, y se analizó la
(Bahía Blanca, Buenos Aires) y la Cátedra amenaza asociada a las enfermedades
de Fisiología Animal del Departamen- halladas, para los aguará guazú (Orozco
to de Biología, Bioquímica y Farmacia et al., 2013). Se desarrollaron acciones
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A G U A R Á G U A Z Ú
EL AGUARÁ GUAZÚ
EN LA ARGENTINA
Chrysocyon brachyurus
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A G U A R Á G U A Z Ú
Azara son parte del GAAG, y a través de instrumentos y abundantes restos fau-
sus investigaciones contribuyen a la con- nísticos, posiblemente correspondientes
servación del aguará guazú en la Argen- a uno o varios campamentos de grupos
tina. cazadores-recolectores. En otro de los si-
tios arqueológicos, el hallazgo de restos
A continuación, se listan otras institu- de un cánido asociados a pendientes con-
ciones, iniciativas o proyectos indepen- feccionados con caninos de carnívoros
dientes de la Argentina que trabajan en sugiere que estos mamíferos habrían te-
la conservación de la especie: nido alguna connotación simbólica para
los pueblos originarios que habitaron la
● Asociación Huellas. región (Prevosti et al., 2004).
● Cátedra de Fisiología Animal del De- El aguará guazú ha formado parte de
partamento de Biología, Bioquímica y una gran cantidad de cuentos y leyendas
Farmacia de la Universidad Nacional en el norte argentino. Los tobas, quienes
del Sur. lo llaman kalak, en su clasificación zooló-
● Estación Biológica de Usos Múltiples gica lo apartan del mundo de los zorros.
sede Corrientes, Centro Científico Para ellos “el kalak” es un ente en sí mis-
Tecnológico Nordeste, CONICET. mo sin contacto alguno con el guayaga
● Estación Zoológica Experimental (zorro). Terán Buenaventura (1984) decía:
Granja La Esmeralda, Ministerio de “Numerosas veces, tomando mate alrede-
Ambiente y Cambio Climático de la dor del fuego con mis amigos e informan-
provincia de Santa Fe. tes tobas, he oído de sus labios acerca de
● Fundación Temaikèn. la llamada nocturna que hace el kalak a la
● Grupo Argentino Aguará Guazú. hembra y de cómo esta responde a la dis-
● Instituto de Ecología, Genética y Evo- tancia. Cómo se van llamando y cómo se
lución de Buenos Aires, Facultad de van acercando (sabemos que el kalak se
Ciencias Exactas y Naturales, Univer- reúne con la hembra nada más que para
sidad de Buenos Aires y CONICET. aparearse, en la época de celo, y que el
resto del tiempo lo pasan solos). También
he escuchado que es “malo” (tabú) matar
INFORMACIÓN ANTROPOLÓGICA a un kalak; que no hay que “mariscar” (ca-
zar) al kalak”.
La presencia del aguará guazú ha sido Para los tobas, el Kalak Lta (padre de los
descripta por varias comunidades origi- aguará-guazú), es dueño y rey de los agua-
narias de nuestra región. En uno de los rá-guazú, de los perros y de los monteci-
sitios arqueológicos donde se confirmó tos chicos o isletas de nonga (el llano con
el hallazgo de restos óseos de aguará gua- pastizales) y del chayksal (el palmar). En
zú que datan del Holoceno tardío (entre uno de los mitos tobas se muestra a Kalak
3.000/2.500 y 900 años antes del presen- Lta enfrentado a Sawayk Lta (el dueño de
te), también se hallaron asociados una los pumas), en disputa por el ñimsy (gua-
gran cantidad de fragmentos de alfarería, zuncho) (Terán Buenaventura, 1984).
F U N DAC I Ó N A Z A R A 381
Ilustración del Luisón, según la leyenda guaraní. Por María de la Cruz Pino, 2019.
Los wichis del Pilcomayo hacen mención a espinas de la pata. Tokjuaj le dijo: Desde ahora
grandes teofanías, como la figura del Tokjuaj, una voy a andar solo. Y luego de despedirse cada
de las más poderosas, un ente antropomorfo que cual se fue por su lado. Es por eso que Mabotaj
se relaciona con los animales, y estos animales anda siempre solo. Así dice la historia”.
configuran su mundo. En uno de sus relatos Los guaraníes en sus relatos también hacen
Carlos Ortiz (Terán Buenaventura, 1999) cuenta: mención al aguará guazú, como lobizón o luisón,
“Antiguamente Mabotaj, el aguará guazú, era en una versión del hombre lobo europeo. Según
una persona muy arisca. En un principio no se la antigua creencia, el lobizón es el séptimo
hablaban con Tokjuaj. Hasta que Mabotaj se acercó hijo varón que los días viernes de luna nueva se
a Tokjuaj y le preguntó si él era malo. Tokjuaj le convierte en un animal peludo, negro a veces,
contestó: no, si quieres podemos andar muy otras de color grisáceo, semejante a un perro,
bien los dos. Se hicieron amigos. Comenzaron a pero del tamaño de un potrillo, que pasuquea
mariscar juntos. Primero Tokjuaj cazó muchos al trotar al igual que el aguará (zorro de crin),
animalitos y llenó la yica. Después sacó miel. Y y que se alimenta de carroñas y osamentas,
puso la yica arriba de un árbol. Pero vino Mabo, por lo que recorre el cementerio. El lobizón
el zorro, y se robó la yica. Tokjuaj pensó que había generalmente no ataca al hombre, más bien
sido Mabotaj. Mabotaj dijo que había visto al zorro huye de la presencia de él, pero si encuentra
cuando se llevaba la yica. a una persona desprevenida, trata de pasar
Lo voy a seguir, dijo entonces Tokjuaj, y siguió entre sus piernas librándose así del sortilegio,
por la huella buscando al zorro. Tokjuaj vio que se trasmitiéndolo en su totalidad al boquiabierto.
hacía la noche y tuvo mucha sed. Escuchó a una Por supuesto si se siente agredido atacará a
rana pero no había agua. La rana estaba dentro quien lo haga para matarlo y luego devorarlo.
de un pozo. Y Tokjuaj se metió en el pozo. Pero en También se cree que las balas de plata lo
el fondo había unas pencas y Tokjuaj se espinó matan, convirtiéndose en el instante de su
todo el pecho. Tokjuaj salió del pozo, pero andaba muerte en el hombre que es en realidad (López
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rengo. Se fue a ver a Mabotaj, que le sacó las Breard, 1994).
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YA G U A R E T É
N O R B E R TO A . N I G R O y N I CO L ÁS LO D E I R O O C A M P O
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Felidae
Otros nombres vulgares: tigre, tigra (hembra), tigre americano, tigre criollo; chiví-
guasú, yaguá-pará, dyaguá-eté o yaguareté-hú (guaraní); otorunco, oturunco, otorongo,
uturunco o uturuncu (quichua); pok, keyóc o “iyóc (toba); toguajlataj (yaguareté grande),
wila:h´na, häyox, haiój, ahioj o tiog (mata¬co); ikém (vilela); yiquén o yquempé (chunupí);
chalue, jalue, hallú o kalvún (puelche); ksoguenigoaloen, halschehuen o halsheuen
(tehuelche); yaguarazú (omagua); mantis (campa); ninii (chayhuita); nawell o Nahuel,
(araucano); domonahuel o vutahuenchru (mapuche); kedók, kerók o kidók (pilagá o toba
pilagá); regát o lidiagatgaec (mocoví); yahuara, yanuara (tupí guaraní), yahuá o iahuá
(chiriguano o chané); caatai (ayoreo); yahuaré (oyampi), yaguat (kamayura), yaguar o
yahuar (guarayo), imichursh o nuitymish (chiquitano); onça pintada, onça-canguçú, onça,
cangusú, acangusú, yauí o yaí y onça preta -al melánico- (Brasil); jaguareté (Paraguay);
otorongo (Perú); tigre real, tigre mariposo, tigre serrano, mano de lana o mano de plomo
(Colombia); tío tigre, don tiburcio, mano de plomo (Venezuela); tigre, balam (México);
overo, manchado, pintado, michilo (comunidad kolla, Argentina), “El bicho”, “El pintado”,
“El Tìo”, “El compadre” o simplemente “El” (en la creencia campera argentina que si lo
nombran, aparece).
Nombre en inglés: Jaguar.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 389
YA G U A R E T É
“Sixto”, un enorme macho de yaguareté registrado con una cámara trampa en las Yungas
salteñas, Parque Nacional Baritú, departamento Santa Victoria, Salta, 2016. Foto: Equipo Red
Yaguareté y Parque Nacional Baritú.
y 120 kg en las hembras, aunque lo más tienen forma de rosetas integradas por
común es que los machos ronden los 80- varios trazos negros (las más grandes ro-
100 kg y las hembras los 60 kg (Chebez dean un centro de color algo más oscuro y
et al., 2008). Es un animal musculoso y encierran uno o varios puntos negros). No
robusto, con cabeza grande y poderosa, existen dos yaguaretés con patrones igua-
mandíbulas fuertes y patas sólidas y más les de manchas, lo que permite identificar
bien cortas. a los distintos individuos distinguiendo el
Su coloración de fondo es pardo amari- diseño de estas. Aunque menos frecuen-
llenta o rojiza en el dorso y los costados, tes también existen ejemplares totalmen-
que se torna blanca en el pecho, vien- te negros (melánicos) donde las manchas
tre y partes internas de las extremida- típicas se mantienen, pero se encuentran
des; sobre esta tonalidad está salpicado tapadas por el negro más uniforme carac-
de manchas negras que, en los flancos, terístico de este tipo de animal.
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YA G U A R E T É
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YA G U A R E T É
genas para la especie, identificando tres (Potos flavus), perezosos (Bradypus spp. y
áreas de ocupación: noroeste de Pata- Choloepus spp.), osos hormigueros (Myr-
gonia, sur continental de Chile, y zonas mecophaga tridactyla y Tamandua spp.),
cercanas a puertos naturales de la costa coendúes (Coendu spp.), coipos (Myocastor
Atlántica. Sin embargo, fundamental- coypus), entre otros. Además, come rep-
mente la presión de caza y la destruc- tiles como: boas (Eunectes murinus y Boa
ción de su hábitat llevaron a la especie constrictor), tortugas de tierra (Geochelone
a que sufra una fuerte retracción en sus spp.), tortugas (Podocnemis spp.), iguanas
poblaciones por lo que, en la actualidad (Iguana iguana), yacarés (Caiman spp.); y
en nuestro país apenas sobrevive en la aves, como: garzas (Ardea cocoi), aningas
Selva Paranaense (provincia de Misio- (Anhinga anhinga), cigüeñas (Jabiru mycte-
nes), en la Selva de Yungas (provincias ria, Ciconia maguari y Mycteria americana),
de Salta y Jujuy), en el oeste de Formosa pavas de monte (Crax spp.). También hay
y Chaco, en ciertos sectores del chaco registro de consumo de bagres (Pseu-
salteño y en el extremo noreste de San- doplatystoma fasciatum, Phractocephalus
tiago del Estero (Chebez et al., 2008). hemiliopterus), ranas (Ranidae) y cangre-
jos (Decapoda) (Mondolfi y Hoogesteijn,
1986; Rabinowitz y Nottingham, 1986).
RASGOS ETOECOLÓGICOS Se ha dicho que la disminución de las
poblaciones de sus presas puede llevar-
Cumple, por su posición en la cúspide lo a atacar animales domésticos, como
de la cadena trófica, un importante rol perros, vacas, caballos, mulas y cerdos.
ecológico en los ecosistemas, especial- Sin embargo, los autores de este capítulo
mente manteniendo el equilibrio y la di- creen que esta conducta puede deberse
versidad de los mismos (Aranda, 1994). más a su característica de cazador opor-
Es un cazador oportunista, cuya alimen- tunista, que no desprecia la oferta numé-
tación varía de acuerdo a la densidad de rica y la facilidad de captura de los ani-
presas y facilidad de su captura (Sey- males que cría el hombre.
mour, 1989; Nowell y Jackson, 1996). El yaguareté posee una de las mordidas
Así, se han reportado más de 85 espe- más poderosas del Reino Animal, lo que
cies que componen su dieta, entre ellas, le permite romper el cráneo de sus pre-
de mamíferos: pecaríes (Tayassu pecari y sas en vez de asfixiarlas como hacen los
Pecari tajacu), carpinchos (Hydrochoerus demás felinos grandes: es el único que
hydrochaeris), corzuelas (Mazama spp.), puede inmovilizarlas y luego matarlas
pacas (Agouti paca), agutíes (Dasyprocta con una fuerte mordida entre la base del
spp.), armadillos (Dasypus sp.). También cráneo detrás de las orejas o en la nuca
consume tapires (Tapirus spp.), comadre- fracturando las vértebras cervicales. No
jas (Didelphis spp.), monos (Alouatta seni- obstante, algunas veces también puede
culus, Aotus trivirgatus), lobitos de río (Lon- asfixiar a sus presas más grandes mor-
tra spp.), gatos onza (Leopardus pardalis), diéndoles la tráquea (Del Moral Sachetti
zorrinos (Conepatus spp.), martuchas et al., 2011).
F U N DAC I Ó N A Z A R A 393
YA G U A R E T É
A B
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YA G U A R E T É
cierta, no se conocen casos comprobados de más del 95% (Di Bitetti et al., 2016). En
de yaguaretés “cebados” especializados los últimos tiempos, los atropellamientos
en capturar y alimentarse de hombres, de ejemplares en las rutas asfaltadas del
como sí existen en otros grandes felinos norte misionero han sumado una nueva
(leones, tigres y leopardos). Lamentable- amenaza para la especie (Nigro y Lodeiro
mente, esta extendida creencia llevó a su Ocampo, 2009; Lodeiro Ocampo y Nigro,
exterminio en toda su área de distribu- 2015). Sin embargo, sigue siendo la caza
ción. Hoy en día, los pocos y esporádicos la amenaza más importante que atenta
ataques registrados se deben principal- contra la supervivencia del yaguareté.
mente a animales que se defendían al ser Todos estos factores combinados lleva-
cazados y en menor medida a hembras ron a que en la Argentina se lo categorice
con cachorros o individuos sorprendidos como “En Peligro” (García Fernández et
mientras se alimentaban de una presa al., 1997; Díaz y Ojeda, 2000, Resolución
(Hoogesteijn et al., 2014). Nº 1.030/04 de la Secretaría de Ambien-
Respecto del aprovechamiento de su te y Desarrollo Sustentable de la Nación)
cuero, Humboldt escribía a comienzos hasta que, viendo que las amenazas con-
del siglo XIX que unas 2.000 pieles de tinuaban y la población seguía decrecien-
yaguareté se embarcaban anualmente do, en Chebez et al. (2008), los autores de
desde Buenos Aires con rumbo a Europa este capítulo propusieron que se lo consi-
(Chebez et al., 2008). En el país, la explota- dere como “En Peligro Crítico”, categoría
ción con fines peleteros se extendió hasta otorgada posteriormente por la Sociedad
principios de la década del 70 y después Argentina para el Estudio de los Mamífe-
fue decayendo paulatinamente ante la ros y que ostenta hasta la fecha (Ojeda et
creciente escasez de la especie, hasta que, al., 2012; Paviolo et al., 2019). En efecto,
afortunadamente, el uso de pieles natu- desde la Red Yaguareté se estima que la
rales en la moda femenina dejó de estar especie cuenta con menos de 250 indivi-
“bien visto” y se las reemplazó por las duos en todo el país, distribuidos en tres
conocidas animal print sintéticas. A pesar poblaciones bien diferenciadas: unos 50-
de la legislación vigente en nuestro país, 70 en Misiones, menos de 20-30 en la re-
todavía se siguen vendiendo hasta el pre- gión chaqueña y 120-150 en las yungas
sente cueros y/o prendas confeccionadas de las provincias de Salta y Jujuy (Lodeiro
con su piel en pleno centro de la Ciudad Ocampo, 2015). A nivel internacional, se
Autónoma de Buenos Aires, en subastas considera “Casi Amenazada” (Quigley et
por internet o en ferias de artesanías en al., 2017).
distintos puntos de nuestro territorio.
También la pérdida y modificación del
hábitat y la disminución de presas influye- ACCIONES DE CONSERVACIÓN
ron, aunque en menor medida, en su mer-
ma poblacional. En la Argentina, se calcu- La Red Yaguareté es la única organiza-
la que en los últimos 200 años el yaguare- ción no gubernamental (ONG) dedicada
té sufrió una reducción de su distribución exclusivamente a la conservación del
F U N DAC I Ó N A Z A R A 395
YA G U A R E T É
yaguareté. Fundada en el año 2001, está otra presa y se cruzan con un yaguareté;
conformada casi en su totalidad por vo- “deportiva” o en represalia por sus ata-
luntarios y personas de la sociedad civil ques al ganado) aunque ilegal, continúa
que ante la grave situación poblacional existiendo y resulta la principal amena-
que atraviesa el yaguareté en nuestro país za contra la especie. También subsiste la
decidieron comprometerse y trabajar por comercialización de sus restos y, sobre
su conservación, buscando contrarrestar todo, de sus pieles (viejas o recientes)
todas las amenazas y conflictos que en- destinadas principalmente al ambiente
frenta la especie y atentan con su super- de los llamados “tradicionalistas” que
vivencia. La Red Yaguareté trabaja firme- gustan adornar sus aperos con prendas
mente según sus propias líneas de acción confeccionadas con cueros de yaguareté.
que mayormente coinciden con los obje- El mercado de sus restos, si bien peque-
tivos de los planes de acción aprobados ño, es bastante activo tanto en comercios
formalmente tanto por el Estado Nacional abiertos al público como mediante pági-
como por las provincias donde el yaguare- nas de internet y se localiza básicamente
té aún está presente. En este sentido exis- en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
te un “Plan Nacional de Conservación del y en menor medida en el Gran Buenos
Monumento Natural Yaguareté” (Rama-
dori et al., 2016) y tres planes específicos
por ecorregión: “Plan Estratégico para la
Conservación del Yaguareté en las Yungas
Argentinas” (Perovic et al., 2015), “Plan de
Acción para la Conservación de la Pobla-
ción de Yaguareté del Corredor Verde de
Misiones” (Schiaffino et al., 2011) y “Plan
de Emergencia para la Conservación del
Yaguareté en el Gran Chaco Argentino”
(Palacios, 2016), este último aprobado
oficialmente solo por la Administración
de Parques Nacionales (APN), hoy venci-
do sin haber cumplido la mayoría de sus
objetivos.
A continuación, se describen los prin-
cipales programas que lleva adelante la
Red Yaguareté para conservar al mayor
felino americano:
1) “Programa Cacería y
Comercialización CERO” Decomiso de un cuero de yaguareté denunciado
En la Argentina la caza (oportunista, por la Red Yaguareté en un hostal en Iruya, Salta,
mayo de 2019. Foto: Secretaría de Ambiente y Desarrollo
es decir, cuando los cazadores buscan
Sustentable de la Nación.
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YA G U A R E T É
Disertación
en el “Primer
Congreso Policial
sobre el Delito
Ambiental y su
Investigación”
organizado por
la Policía Federal
Argentina,
Departamento
Central de la
Policía Federal
Argentina,
Buenos Aires,
octubre de 2019.
Foto: Yaca Ferroni,
Red Yaguareté.
Aires. No hemos detectado aún la expor- ran, y a pesar de que la caza, captura y/o
tación de sus despojos. comercialización de un yaguareté puede
En nuestro país, el yaguareté ha sido conllevar a obtener una multa económi-
declarado Monumento Natural Provin- ca significativa en el ámbito administra-
cial en Misiones en el año 1988 (Ley tivo para el responsable del ilícito (la Red
Provincial XVI - 22, antes Ley Nº 2.589), Yaguareté registró 72 denuncias a enero
en Chaco en el año 1996 (Ley N° 4.306), de 2022 por casos afines), en lo penal aún
en Salta en 2001 (Decreto Nº 1.660), en no se ha llegado a castigos más severos,
Jujuy en el año 2016 (Ley Nº 5984) y en en virtud de la histórica falta de impulso
Formosa en el año 2018 (Ley N° 1.673), procesal de las causas judiciales dejando
mientras que Santiago del Estero prohí- en la práctica totalmente desprotegida a
be su caza por medio del artículo 54 de la especie.
la Ley N° 4.802. Por su parte, en el año En ese sentido, y gracias a las gestiones
2001 la República Argentina mediante hechas por la Red Yaguareté, la provin-
la Ley N° 25.463 lo declaró Monumento cia del Chaco dio un gran paso. Median-
Natural Nacional, figura mediante la cual te el Decreto N° 23.127/18 instruyó a la
se le otorga protección absoluta. Fiscalía de Estado para que, ante casos
Internacionalmente está vedado su de cacería de ejemplares o venta de sus
comercio, ya que la especie está inclui- partes (pieles, colmillos, entre otros),
da en el Apéndice I de la CITES (Conven- efectúe la denuncia penal, se presente
ción sobre el Comercio Internacional de como querellante y asuma el impulso de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora la causa hasta su resolución en todas las
Silvestres) (CITES, 2021) ratificada por la instancias que sea necesario. Este de-
Ley de la Nación Nº 22.344. creto alcanza también a otras especies
Pese a todas estas leyes que lo ampa- que en la provincia han sido declaradas
F U N DAC I Ó N A Z A R A 397
YA G U A R E T É
Monumentos Naturales, como el tatú ca- dan a los animales más vulnerables a las
rreta (Priodontes maximus), yurumí (Myr- depredaciones (terneros y vacas paridas
mecophaga tridactyla), chancho quimile- con crías al pie), lo que desalienta la en-
ro (Parachoerus wagneri), gato onza (Leo- trada de grandes felinos. En el marco de
pardus pardalis), ciervo de los pantanos este programa, la Red Yaguareté superó
(Blastocerus dichotomus) y aguará guazú los nueve años de trabajo en exitosas me-
(Chrysocyon brachyurus). didas de mitigación de ataques de yagua-
Este programa se enmarca en el Obje- reté al ganado doméstico: pues no se re-
tivo Particular 4.2 (“Propiciar el segui- gistró ninguna depredación dentro de los
miento de denuncias, causas judiciales corrales electrificados, con igual cantidad
y aplicación y cumplimiento de conde- de generación de terneros producidos en
nas”) del “Plan Nacional de Conserva- esos sistemas, aceptación total de los pro-
ción del Monumento Natural Yaguareté” ductores y cooperación con el Ministerio
(Ramadori et al., 2016). de Ecología y Recursos Naturales Renova-
bles y el Ministerio del Agro y la Produc-
2) “Programa Convivencia Yaguareté ción de Misiones. Se están ampliando los
y Personas” sistemas a cuatro o cinco propiedades
El avance de la ganadería hacia zonas más de la zona, con el objetivo de alcan-
donde habita el yaguareté le ha generado zar un total de 12 campos. Se registra la
históricamente un conflicto con los gana- presencia constante de ejemplares de ya-
deros, debido a las depredaciones de este guaretés en el área a través del monitoreo
felino sobre la hacienda. La habitual res- con cámaras trampa (es decir, cámaras
puesta del ganadero ha sido matar al ya- fotográficas que tienen un sensor de mo-
guareté lo que lo llevó a ser exterminado vimiento infrarrojo que, ya sea por cam-
de amplias zonas del país y el continente. bios de temperatura y/o cuando detecta la
El desafío es pasar del conflicto a la convi- presencia de un animal o movimiento, se
vencia, por lo que a partir del año 2011 la dispara automáticamente), con al menos
Red Yaguareté comenzó a trabajar en los cuatro individuos identificados desde el
alrededores del Parque Provincial Salto comienzo formal de los trabajos al mo-
Encantado del Valle del Arroyo Cuñá Pirú mento de la edición de este libro. Asimis-
(departamentos Cainguás y Libertador mo, asociaciones de ganaderos estable-
Gral. San Martín, provincia de Misiones) cieron contacto con la entidad con el fin
con ganaderos para la búsqueda de ma- de interiorizarse respecto de estas prác-
nejos alternativos del ganado que per- ticas para ser implementadas en áreas
mitan llegar a una convivencia armónica ubicadas más al norte de la provincia. En
entre el hombre y el “tigre” evitando la junio del año 2016, la Fundación Azara
pérdida de individuos de esta especie. El colaboró económicamente para que la
sistema consta de corrales con alambra- Red Yaguareté pudiera cambiar su vieja
dos electrificados (la fuente de energía camioneta por otra más moderna para
proviene de una batería alimentada me- continuar realizando los trabajos en el
diante un panel solar) donde se resguar- marco de este programa.
398 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
YA G U A R E T É
“Amboty” es un macho que se comenzó a registrar en la zona del Parque Provincial Salto
Encantado a principios de 2019 y que compartió el espacio con “Poguapy”, otro macho que se
venía fotografiando desde el 2017. Actualmente ya no comparte el territorio con “Poguapy” al
que no se registra desde el 2019. Foto: Red Yaguareté/Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables
de la provincia de Misiones.
Para complementar estas acciones, se prensa tanto local como nacional. Tam-
hicieron campañas de difusión en me- bién se realizaron dos cortos documen-
dios radiales, escuelas, redes sociales y tales acerca de este programa (uno para
F U N DAC I Ó N A Z A R A 399
YA G U A R E T É
Ganado vacuno pastando, con el monte nativo de fondo, protegido por el alambrado
acondicionado que repele el ingreso de grandes felinos, Valle del Arroyo Cuñá Pirú, Misiones,
2019. Foto: Pablo Rodríguez, Red Yaguareté.
400 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
YA G U A R E T É
“Anselmo”, otro
gran macho
que habita en
el interior del
Parque Nacional
Baritú. Foto
tomada con una
cámara trampa
en 2015.
Foto: Equipo Red
Yaguareté y Parque
Nacional Baritú.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 401
YA G U A R E T É
402 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
YA G U A R E T É
Ejemplar atropellado por un camión en la Ruta Provincial N° 19, Parque Provincial Urugua-í,
Misiones, 2014. Foto: Archivo Red Yaguareté.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 403
YA G U A R E T É
404 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
YA G U A R E T É
F U N DAC I Ó N A Z A R A 405
YA G U A R E T É
dejaron gran cantidad de cerámicas, me- relaciona con otros animales más peque-
tales, maderas, huesos y piezas textiles ños y débiles (aunque considerablemen-
con la representación simbólica de este te sagaces) que siempre terminan salién-
felino: enormes fauces, afiladas garras y dose con la suya, dejando al poderoso y
manchas circulares en todo el cuerpo. valiente yaguareté burlado y enfurecido.
Esta importancia cultural se extendía En muchos de esos relatos tiene como
por gran parte de América, llegando al antagonista al zorro (Don Juan o Juan-
máximo en la veneración que le rendían cito), astuto sobrino del yaguareté, con
las culturas mesoamericanas: los ol- quien está enemistado por un problema
mecas (que lo consideraban un espíritu de polleras. Como en los otros cuentos,
aliado que acompañaba y protegía a los tarde o temprano el pícaro sobrino ter-
chamanes mientras se movían entre el mina dejando mal parado a su poderoso
mundo terrenal y el reino de los espíri- y malhumorado tío.
tus), los mayas (para quien el yaguareté También mitos, leyendas y supersticio-
o balam representaba al guardián de la nes cuentan con la presencia del yagua-
oscuridad y del reino de las tinieblas) reté. Quizás el más aterrador sea el que
y los aztecas (que veían en el ocelotl un refiere a la existencia del “hombre-tigre”
símbolo de guerra, llegando a crear una (yaguareté-abá en guaraní o runa-uturun-
fuerte élite de bravos combatientes: los cu en quechua), mito muy extendido por
guerreros-jaguar, que se vestían con sus el norte argentino. Con pequeñas varian-
cueros y máscaras felinas para aterrori- tes narra la historia de un hombre que
zar a sus enemigos). Además, el yagua- puede transformarse en un sanguina-
reté fue el protagonista excluyente de
“Jaguar en procesión, entre árboles y
multitud de cuentos populares, algunos
lanzas”. Templo de las grandes mesas,
de los cuales han llegado hasta nuestros Chichén Itzá, México, 2020. Foto: Lautaro
días. En la mayoría de ellos el “tigre” se Nigro, Red Yaguareté.
406 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
YA G U A R E T É
En la cosmovisión
mesoamericana,
el yaguareté
simbolizaba al
sol nocturno,
la guerra y la
soberanía sobre
la tierra. Por ello,
los gobernantes
mayas ejercían
su poder sobre
un asiento bajo
forrado con piel
de este animal.
Gran Museo del
Mundo Maya,
Mérida, México,
2020.
Foto: Norberto A. Nigro,
Red Yaguareté.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 407
YA G U A R E T É
408 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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F U N DAC I Ó N A Z A R A 409
O S O A N D I N O
410 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
OSO ANDINO
J . F E R N A N D O D E L M O R A L S AC H E T T I , N O E L I A E . G Ó M E Z ,
M I G U E L A . AC O S TA y C L A U D I O B E R TO N AT T I
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Familia: Ursidae
Otros nombres vulgares: oso de anteojos, ucumari, ucumar, juco, juca, ucu, uco, panda
criollo; jukumari, tomasito (Bolivia); ucumari (Bolivia, Perú, Colombia); isnachi (Perú,
Ecuador); oso frontino, oso careto, oso negro, el salvaje (Colombia, Venezuela).
Nombres en inglés: Andean Bear, Spectacled Bear.
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O S O A N D I N O
412 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
O S O A N D I N O
F U N DAC I Ó N A Z A R A 413
O S O A N D I N O
414 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
Estructura de bosque montano
DISTRIBUCIÓN primario a 2.700 m s. n. m. (Salta,
Argentina). Nótese los mosaicos de
bosque húmedo con áreas abiertas,
constituidas por maciegales de
caña brava (Chusquea lorentziana)
y herbáceas. En este ecosistema se
relevaron indicios del oso andino.
Foto: Proyecto Juco.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 415
O S O A N D I N O
416 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
O S O A N D I N O
Individuo joven de oso andino consumiendo material vegetal fibroso, durante un proceso
de rehabilitación para liberación en el Ecuador, 2007. Foto: Armando Castellanos.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 417
O S O A N D I N O
Excreta diarreica fresca de oso andino en el departamento Santa Victoria, norte de Salta,
2.500 m s. n. m., 2019. Presenta alto contenido de fibra vegetal de querusilla (Gunnera
apiculata) y restos de ganado vacuno. Nótese el tamaño de la muestra con el calibre de
referencia. Foto: Proyecto Juco.
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O S O A N D I N O
tico (porcino, ovino, caprino, equino e rurales. Por lo general, el oso tiene un
inclusive vacunos de gran tamaño) son comportamiento esquivo ante la presen-
hechos que ocurren mayormente en am- cia humana. La persecución o el ataque
bientes disturbados y pueden decantar a personas se han producido solo ante
en el seguimiento, persecución, captura actividades de cacería, hostigamiento a
o muerte del predador en comunidades hembras con crías o acercamiento a car-
Mosaico de caña
brava (Chusquea
sp.) y querusilla
en una quebrada
húmeda de pastizal
de niebla en el
departamento
Santa Victoria,
3.200 m s. n.
m., 2017. Estos
ambientes son
usualmente
utilizados por el
oso andino en sus
desplazamientos.
Foto: Proyecto Juco.
Rizoma de querusilla consumido por oso andino en el departamento Santa Victoria, 3.000
m s. n. m., 2019. Nótese el sustrato escarbado y los indicios de arañazos en el rizoma de la
planta. Foto: Proyecto Juco.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 419
O S O A N D I N O
420 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
O S O A N D I N O
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O S O A N D I N O
422 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
O S O A N D I N O
F U N DAC I Ó N A Z A R A 423
O S O A N D I N O
de comunidades indígenas,
puesteros y cazadores de
subsistencia). El análisis de
toda la información reunida
demandó una clasificación
para descartar confusiones
con el aspecto mitológico de
la cultura popular. Vale decir
que las referencias o versio-
nes sobre la presencia mito-
lógica del oso no se conside-
raron como datos asociados
a la distribución geográfica
de la especie, más allá que
puedan ser simpátricos (es-
424
O S O A N D I N O
pecies que superponen sus distribucio- sin perros en un área de bosque mon-
nes geográficas). Del mismo modo, se tano ubicado en Ramada Barrosa (dpto.
descartaron los datos imprecisos, dudo- San Martín). Allí, en el año 1993, el Dr.
sos, improbables o procedentes de infor- Arturo Canedi junto con otros investi-
mantes no convincentes. gadores hallaron huellas, pelos y heces
En la mayoría de los muestreos en la en una cueva. Este material se encuen-
selva húmeda y en las tierras altas se em- tra depositado en la Estación de Fauna
pleó un plantel de perros -por su versati- Silvestre Martín Vucetich dependiente
lidad y resistencia al trabajo en campo-, de la Universidad Nacional de Jujuy (Del
compuesto por: un mestizo y ejemplares Moral Sachetti y Bracho, 2009; Cosse et al.,
de razas pointer, braco de Weimar, Grey- 2014).
hound y American Pit Bull Terrier que El trabajo de campo y con comunidades
fueron entrenados para la detección de locales permitió contar con una base de
muestras biológicas de yaguareté y oso. datos actualizada de registros en cam-
En Salta, a través del recorrido de crestas po, topónimos, nombres comunes y per-
serranas buscando indicios de actividad cepciones culturales alrededor de esta
del oso andino (arañazos, comederos, especie. Estas tareas se llevan a cabo en
entre otros) y con el rastreo de los perros, conjunto con la investigadora Imarú La-
se colectaron pelos en un restregado en meda Camacaro, también en el extremo
árboles. En Jujuy, el muestreo se realizó noroccidental del rango de distribución
F U N DAC I Ó N A Z A R A 425
O S O A N D I N O
426 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
O S O A N D I N O
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O S O A N D I N O
F U N DAC I Ó N A Z A R A 429
O S O A N D I N O
res pasturas, evitando además pérdidas de la autora del hecho y madre de los ni-
por la creciente de los ríos y la potencial ños en Valle Grande (Jujuy), fue asociado
actividad predatoria del yaguareté. Du- por algunos pobladores a la vida ermita-
rante el momento del conteo y marcaje ña de la mujer en áreas boscosas en don-
del ganado, se realizan ofrendas de agra- de ocurría el ucumar. Muchas toponimias
decimiento por la protección y el aumen- en las provincias de Salta y Jujuy refieren
to de la hacienda a la Pachamama (madre además a su presencia en el lugar (“El
tierra). Algunos lazos usados durante la Ucumar” en la Ruta Nacional Nº 9 en Sal-
vaquería, son tensados y atados entre ár- ta, “Ucumazo” en la Quebrada de Huma-
boles y rocas, dividiendo el sitio permiti- huaca en Jujuy, “Quebrada La Juca”, entre
do para la presencia de la comunidad y la otros sitios).
marcada del ganado de la oquedad de las Los relatos sobre el ucumar, pueden re-
wakas. Estas zonas intangibles, en donde activar las potencialidades del discurso
puede aparecerse la juca y otras entidades evangelizador a partir de la actualización
como los pequeños y temidos runas (hom- de la imagen de lo monstruoso como efigie
bres) de tobillos y pies vueltos al revés. de la degeneración racial (Angulo, 2005).
Los hechos de rapto y violación de mu- Las narraciones sobre el oso raptor y el
jeres pueden ser atribuidos al juco, y co- hijo híbrido humano-oso: “Juan, el Oso”,
rrespondientemente el rapto de hombres con descomunal fuerza que permite que
jóvenes a la juca. Los embarazos no desea- su madre escape de la cueva del captor es
dos, el aborto, y eventos desafortunados un cuento difundido con diversas varian-
como la desaparición de personas, la apa- tes en Ecuador, Perú, Bolivia y también
rición posterior de un cuerpo con signos la Argentina. Este relato ha sido contado
de muerte violenta y otras problemáticas por pobladores rurales en Jujuy y pro-
sociales en áreas aisladas pueden tam- vincias meridionales como San Luis y La
bién ser imputados a la presencia direc- Rioja (Vidal de Battini, 1983). Los eventos
ta, omnipresente y hasta sobrenatural del de avistamiento y alimentación también
ucumari. En la década del 2000, un trágico están muy difundidos: “el ucumari salía a
caso de infanticio y el posterior suicidio las quintas y chacras a robar qué comer”,
Representación en
yeso del rostral del
juco a la venta en el
Mercado San Miguel,
Ciudad de Salta, 2019.
Foto: Noelia Gómez.
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O S O A N D I N O
Empaque de la
“frotación de
oso” a la venta en
el Mercado San
Miguel, 2019.
Foto: Noelia Gómez.
“se robaba los cultivos en realidad, las ca- como figuración genérica: distante y exó-
bras, las ovejas y carne para comer” (Vidal tico. Sin embargo, mantiene todavía una
de Battini, 1983; Lameda Camacaro y Del simbología fuerte representando la salud
Moral Sachetti, 2008). y la sexualidad activa que recorre trans-
La representación del juco en relieves no versalmente como denominativo de fami-
es frecuente, algunos pueblos de la región liaridad a individuos en diversos ámbitos
chaqueña como los chané lo figuran en sociales, políticos y sexuales.
sus máscaras talladas en madera de yu-
chán (Ceiba chodatii) y los weenhayek en
posturas cuadrúpedas de palo santo (Bul- BIBLIOGRAFÍA
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en la ciudad de Salta, pueden encontrar- pobladores locales del cantón Lambate so-
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O S O A N D I N O
F U N DAC I Ó N A Z A R A 433
P E C A R Í L A B I A D O
434 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
PECARÍ LABIADO
A N A L Í A V. DA L I A , VA L E R I A B A U N I , J O R G E A N F U S O ,
S I LV I A E L S E G O O D y N O R B E R TO A . N I G R O
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Tayassuidae
Otros nombres vulgares: majano, maján, chancho zaino, chancho majano, chancho
maján, chancho moro, kabalí, cabalí, cabalín, jabalí, pecarí moro (Argentina); tropero,
chancho de tropa, tropero (Bolivia); tañyi-cati, tayi-cati (Paraguay); pecarí boquiblanco,
huangana (Perú); porco do mato grande, porco do mato, queixada branca o queixada
(Brasil); báquiro careto, báquiro cachete blanco, cochino bravo, pinque (Venezuela);
cafuche, careto, huangana, manao, puerco manao, marrano, tatabro, chácharo (Colombia);
coche de monte (Guatemala); chancho cariblanco (Costa Rica); pingo (Surinam, Guyana
Francesa); puerco de monte (Guatemala, Panamá); saíno cariblanco (Nicaragua); wari
(Belice); jabalí de labios blancos, zenzo (México); tayasú eté, kochí, koshi, tanyicati, tañicatí
o tanyihka-ti (guaraní); sintiru (aimara); owuákae o kodágue (pilagá); korágüe (qom);
nitsaj (wichí); guiní (vilela); ahergranraik (abipón), quita-cuchi o sacha-cuchi (quichua);
r´onr´aik o jogongael (mocoví); gargantillo, chancho gargantillo, chancho de monte,
cerdo montés, quijada blanca, pecarí quijada blanca, pecarí de labios blancos, chancho de
monte grande, jabalí americano, chancho cara blanca, corbato.
Nombre en inglés: White-lipped Peccary.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 435
P E C A R Í L A B I A D O
senta dientes caninos muy desarrollados Su pelaje es grueso y duro, con una crin
útiles como mecanismo de defensa (Che- negruzca de pelos más largos desde la
bez y Nigro, 2008). Sus patas son pro- frente hasta la parte posterior del dorso.
porcionalmente más largas y delgadas La coloración es similar en todo su cuer-
respecto a las otras especies de pecaríes, po siendo pardo oscura a negra, de tono
con pezuñas amplias y pelos más cortos. más claro en las zonas pectorales e in-
Las patas delanteras tienen cuatro dedos guinal (Chebez y Nigro, 2008). Las crías
(dos funcionales y los otros dos restantes poseen una coloración rojiza o canela
reducidos que no apoyan en el suelo, co- oscura -a menudo con estrías negras-,
nocidos como “pichicos”) y las traseras hasta los dos años de edad, momento en
poseen tres dedos (el externo es vesti- el que adquieren la coloración típica del
gial) (Canevari y Vaccaro, 2007; Chebez y adulto (Canevari y Vaccaro, 2007). Se han
Nigro, 2008; Parera, 2018). registrado casos de albinismo (Chebez y
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P E C A R Í L A B I A D O
Dos ejemplares de pecarí labiado restregándose la glándula odorífera del lomo, un comportamiento
típico de la especie, Miranda, Mato Grosso do Sul, Brasil, 2014. Foto: Julia Emi de Faria Oshima.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 437
P E C A R Í L A B I A D O
Nigro, 2008). No posee dimorfismo se- ble de ellos por su coloración más oscu-
xual, siendo difícil de diferenciar externa- ra pero principalmente por la ausencia
mente ambos sexos, aunque las hembras del collar blanco y por tener el mentón, la
poseen dos pares de mamas, uno inguinal zona inferior de las mejillas y el área que
y otro abdominal y los machos tienen los rodea la boca de color blanco grisáceo o
caninos más largos que las hembras. Am- crema, característica que le da el nombre
bos sexos presentan en el dorso, a unos de “labiado” (Canevari y Vaccaro, 2007;
12 cm de la cola, una glándula odorífera Parera, 2018). Es de mayor tamaño que
(catinga) con orificio excretor que solo es el pecarí de collar (Pecari tajacu) y casi tan
visible cuando eriza el pelo. Esa glándula grande como el pecarí quimilero (Catago-
libera un aroma penetrante que es utiliza- nus wagneri), incluso a veces puede supe-
do para el marcado de territorio y la iden- rar a este en largo total y en peso.
tificación de los integrantes de la piara: es
habitual que los individuos restrieguen
sus cabezas sobre esta glándula (Mayer y HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
Wetzel, 1987; Canevari y Vaccaro, 2007;
Chebez y Nigro, 2008; Parera, 2018). El pecarí labiado es una especie que se
Es similar en forma y aspecto a los otros puede encontrar en una gran variedad de
pecaríes, aunque es fácilmente distingui- ambientes. Es la especie de pecarí mejor
adaptada a las selvas húmedas tropica-
les y subtropicales (Parera, 2018), tam-
Pecarí labiado captado con una cámara
trampa en el Parque Nacional El bién habita en algunos ambientes más
Impenetrable, Chaco, abril de 2013. abiertos de bosques y sabanas -con buena
Foto: Red Yaguareté.
438 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
DISTRIBUCIÓN
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P E C A R Í L A B I A D O
al., 1996; Chebez y Nigro, 2008; Bardavid varse grupos o piaras de entre 10 y has-
et al., 2019; de Bustos et al., 2019). Aun ta más de 300 individuos, con machos
cuando Parera (2018) lo menciona como y hembras de diferentes edades (Sowls,
posible para el norte de Santa Fe, ya Pau- 1997; Moreira-Ramírez et al., 2015; Rey-
tasso (2008) indicaba que “si bien aún no na-Hurtado et al., 2016). El número de
se lo puede declarar extinto en Santa Fe, individuos que integra la “tropa” depen-
es claro que esta especie alguna vez habi- derá de la abundancia de alimento y de
tó áreas de Chaco Seco, los Bajos Subme- cuan perturbado se encuentre su hábitat
ridionales y la Cuña Boscosa, donde hoy (Chebez y Nigro, 2008). La piara tiene
ya habría desaparecido” lo que confirma- una jerarquía social bien marcada con
ba una retracción en el área sur de distri- un líder que suele ser un macho o hem-
bución de este pecarí. bra longevo (Canevari y Vaccaro, 2007;
Chebez y Nigro 2008; Parera, 2018). Al
“guía” de la tropa se lo suele llamar “tam-
RASGOS ETOECOLÓGICOS bor” por los sonidos que emite (Pautasso,
2008). Estas piaras son nómadas, des-
El pecarí labiado puede estar activo plazándose grandes distancias a lo largo
tanto de día como de noche, comporta- del año en respuesta a los cambios en
miento que dependerá del ambiente en la disponibilidad de frutos y fuentes de
el que se encuentre (Parera, 2018). Es agua (Altrichter et al., 2001; Keuroghlian
una especie gregaria llegando a obser- et al., 2004; Keuroghlian y Eaton, 2008a,
En la penumbra del monte una “tropa” de pecaríes labiados son captados por una
cámara trampa, Parque Nacional El Impenetrable, Chaco, abril de 2013. Foto: Red Yaguareté.
440 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
F U N DAC I Ó N A Z A R A 441
P E C A R Í L A B I A D O
se reporta que se alimentan de huevos caro, 2007; Chebez y Nigro, 2008; Parera,
y también de juveniles de tortuga verde 2018). Hay descriptos híbridos naturales
(Chelonia mydas) (Parera, 2018). El pecarí infértiles con el pecarí de collar (Parera,
labiado cumple una función importante 2018). En cautiverio, la especie se repro-
en la dispersión y depredación de semi- duce con éxito y vive alrededor de 20 años
llas, influyendo en la estructura y com- (Canevari y Vaccaro, 2007; Chebez y Ni-
posición tanto de la vegetación como del gro, 2008).
suelo, por lo que ha sido considerado un A diferencia de las otras especies de
“ingeniero ecosistémico” (Silman et al., pecaríes, los labiados se comunican uti-
2003; Beck et al., 2010). También, esta lizando una serie de vocalizaciones más
especie es un eslabón fundamental en complejas y variadas, así como actitudes
las redes tróficas que incluyen grandes posturales y gestos particulares, utiliza-
felinos (Crawshaw et al., 2002), siendo dos para marcar jerarquía, por ejemplo,
sus principales predadores el yaguareté frente al acceso al alimento y también
(Panthera onca) y el puma (Puma concolor), para comunicar alarma frente a posibles
a los que llegan a rechazar colectivamen- peligros. Durante sus desplazamientos y
te (Chebez y Nigro, 2008; Parera, 2018), para mantener unida a la piara, realizan
siendo una ventaja para la especie el vivir constantemente un fuerte castañeteo de
en grupo debido a la mayor probabilidad dientes que puede oírse a varios cientos
de supervivencia frente al ataque de pre- de metros (Canevari y Vaccaro, 2007; Che-
dadores. bez y Nigro, 2008; Parera, 2018).
Los pecaríes labiados que habitan en
zonas tropicales suelen reproducirse
durante todo el año (Sowls, 1997), aun- ESTADO DE CONSERVACIÓN
que en aquellas poblaciones que viven
en otras áreas se observan nacimientos A nivel internacional el pecarí labiado
principalmente en primavera y otoño (Ca- es una especie que se encuentra cate-
nevari y Vaccaro, 2007; Chebez y Nigro, gorizada como “Vulnerable” por la Lista
2008; Parera, 2018). Las hembras alcan- Roja de la Unión Internacional para la
zan la madurez sexual al año y medio de Conservación de la Naturaleza (UICN)
edad (Canevari y Vaccaro, 2007; Chebez (Keuroghlian et al., 2013) con una ten-
y Nigro, 2008; Parera, 2018). Son poliés- dencia poblacional en disminución. Las
tricas, con celos (que suelen durar entre causas principales de la fragilidad de
uno y tres días) a 3-7 semanas del parto sus poblaciones son la pérdida y modifi-
(Parera, 2018). El período de gestación cación de su hábitat natural por el desa-
dura entre 156 a 162 días, tras los cuales rrollo de urbanizaciones y la expansión
la hembra pare una camada de entre una de la agricultura y ganadería. También
a tres crías (más frecuentemente dos) que tiene impacto sobre su conservación en
al nacer pesan 700 a 900 g. A las pocas ho- menor medida: la caza ilegal comercial
ras del parto, las crías ya son capaces de y de subsistencia por su carne y cuero y
correr y seguir a la piara (Canevari y Vac- también como actividad deportiva, así
442 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
como el avance de las plantaciones fo- presión de caza que soporta la especie,
restales sobre ambientes naturales. principalmente en las provincias de Mi-
Debido a su comportamiento gregario siones y Chaco, donde su carne es una de
y a sus grandes requerimientos de hábi- las más buscadas por pobladores rurales
tat, la especie es muy sensible a las acti- para su autoconsumo (Quiroga, 2013). Su
vidades humanas (Bardavid et al., 2019). cuero también es muy requerido para ser
La pérdida y fragmentación del hábitat utilizado en talabartería. Además, es una
aumenta la probabilidad de que cazado- presa frecuente de los cazadores depor-
res furtivos descubran una piara y con tivos, aparentemente es más vulnerable
tan solo un único encuentro mueran una a esta presión que el pecarí de collar, ya
gran cantidad de pecaríes (Oliver, 1993; que tiene una distribución más restrin-
Keuroghlian et al., 2013). gida y porque forman grupos sociales
La distribución histórica del pecarí la- muchos más grandes (Oliver, 1996). Los
biado en el Neotrópico se redujo en un cazadores son muchas veces oriundos
21%, ocupando los mayores porcentajes de ciudades que, tentados por su tamaño
de reducción de su distribución México, y la dificultad de su captura, contratan a
Centroamérica, noroeste de Sudamérica, baqueanos de la zona para que les faci-
zona árida del este de Brasil y las áreas liten su cacería. El hecho de que el pe-
de distribución más austral de esta espe- carí labiado forme estas tropas grandes
cie en la Argentina y Brasil (Taber et al., y sean conspicuos en sus movimientos
2008). por el monte, los hacen fácilmente detec-
En la Argentina, según la última cate- tables por los cazadores, quienes suelen
gorización de la Sociedad Argentina para matar a más de un ejemplar de la piara
el Estudio de los Mamíferos de 2019, el (Altrichter, 2006).
pecarí labiado se encuentra “En Peligro”
(de Bustos et al., 2019) estimándose que,
en estos últimos 12 años (dos genera-
ciones), la población de la especie se ha
reducido a la mitad y sus poblaciones,
además, se encuentran fragmentadas. Se
sospecha que las amenazas continuarán
durante la próxima generación (de Bus-
tos et al., 2019). En el país, su rango geo-
gráfico se ha reducido en un 63% respec-
to al que tenía hace 200 años (Taber et al.,
2008) y en el 70% de los sitios donde se
pueden encontrar poblaciones de pecarí
labiado, estas han sido categorizadas con
media o baja posibilidad de superviven-
Aunque su caza se encuentra prohibida,
cia (Taber et al., 2009). Las principales esta actividad sigue vigente en nuestro
causas de esta reducción son la intensa país. Foto: autor no identificado.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 443
P E C A R Í L A B I A D O
444 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
estudiar patrones de actividad, tamaño que tiene la caza para subsistencia sobre
de área de acción, monitoreos poblacio- las tres especies de pecaríes que habitan
nales en distintos sitios de su distribución en el Chaco (pecarí labiado, de collar y
y temas relacionados a su dieta (Kiltie, quimilero). En 2009 en la ciudad de Can-
1981a, 1981b, 1981c, 1982; Kiltie y Ter- delaria, Misiones, el Ministerio de Ecolo-
borgh, 1983; Donkin, 1985; March, 1993; gía y Recursos Naturales Renovables de
Peres, 1996; Barreto et al., 1997; Fragoso, la provincia (MEyRNR) y la UICN organi-
1998; Altrichter et al., 2001; Carrillo et al., zaron el “Primer Taller de Capacitación
2002; Fragoso, 2004; Keuroghlian et al., para la Conservación del Tapir (Tapirus
2004; Beck, 2005, 2006; Azevedo y Con- terrestris) y el Pecarí Labiado”. Dicho ta-
forti, 2008; Keuroghlian y Eaton, 2008a, ller, se realizó debido a la preocupación
2008b, 2009; Keuroghlian et al., 2009; que generan las amenazas que sufren
Reyna-Hurtado et al., 2009, 2012; Flores ambas especies y como continuidad de
et al., 2013; Jacomo et al., 2013; Brocar- uno a nivel internacional desarrollado
do y Delgado, 2014; Moreira-Ramírez et en 2008. Fue dirigido a guardaparques,
al., 2015; Hofman et al., 2016; Brocardo biólogos, guardafaunas, al personal de
et al., 2017; Bradham et al., 2018; Meyer dicho ministerio y a distintos sectores de
et al., 2019; Moreira-Ramírez et al., 2019; la Universidad Nacional de Misiones.
entre otros). Fue la aparición del “Plan Entre la profusa bibliografía no se
de acción y evaluación de la condición cuenta con antecedentes de proyectos
actual de los Pecaríes” (Oliver, 1996 ex- de manejo, reproducción ex situ y rein-
traído de Oliver, 1993) del Grupo de Es- troducción de pecarí labiado en Suda-
pecialistas en Puercos y Pecaríes de la mérica (Anfuso y Lodeiro Ocampo, 2015)
UICN la que prácticamente multiplicó la pero en Brasil hay ejemplos bien docu-
realización de publicaciones que presta- mentados de cría extensiva o ranching
ran particular atención a la conservación (posibilidad de cría en grandes superfi-
de estos animales (Taber et al., 2008; cies, aumentando su productividad para
Reyna-Hurtado, 2009; Reyna-Hurtado su explotación de manera sostenible) de
et al., 2010; Altrichter et al., 2012; Keu- esta especie, aunque con fines producti-
roghlian et al., 2012; Brocardo y Delgado, vos para abastecer el mercado de carne
2014; Keuroghlian et al., 2015; Reyna- (Jori et al., 2004). Se han efectuado, en
Hurtado et al., 2016; entre otros). cambio, varias reintroducciones de otro
En la Argentina, en particular, se cuen- tayassuido (el pecarí de collar) en la Re-
ta con pocos estudios realizados sobre serva Natural Iberá, Corrientes, a partir
el pecarí labiado. Altrichter y Boaglio del año 2015 (Jiménez Pérez y Altrichter,
(2004) analizaron en la región del Chaco 2010).
argentino la abundancia relativa, distri- Durante el año 2015 el Centro de Res-
bución y su relación con factores huma- cate, Rehabilitación y Recría de Fauna
nos como cacería, construcción de rutas Silvestre Güirá Oga de la ciudad de Puer-
y desarrollo de áreas urbanas. Poco des- to Iguazú, Misiones (comanejado entre
pués, Altricher (2005) estudió el impacto el MEyRNR y la Fundación Azara) en
F U N DAC I Ó N A Z A R A 445
P E C A R Í L A B I A D O
conjunto con la Red Yaguareté iniciaron Puerto Iguazú). Tiene una superficie de
el Proyecto “Reintroducción controlada 160 ha de acuerdo al nivel del agua y el
experimental de Pecarí Labiado, Tayassu régimen de lluvias. El MEyRNR cedió el
pecari, en la Isla Palacio con derivación Monumento Natural Provincial Isla Pa-
luego al Parque Provincial Salto Encan- lacio a Güirá Oga en el cual se construyó
tado en la provincia de Misiones, Argen- la Estación Biológica Juan Carlos Chebez
tina” que tenía como objetivos: 1) restau- con el fin de proteger la flora y fauna que
rar parte de la fauna perdida por acción allí habita y también para llevar adelante
del hombre en una importante área na- reintroducciones y posteriores monito-
tural protegida de la provincia: el Parque reos de mamíferos y aves silvestres res-
Provincial Salto Encantado del Valle del catados y rehabilitados en el Centro de
Arroyo Cuñá Pirú y 2) brindar una posi- Rescate Güirá Oga, ofreciéndoles la opor-
ble solución al conflicto entre el yaguare- tunidad de regresar a la selva (Anfuso y
té y los ganaderos debido a que la dismi- Elsegood, 2017; Anfuso et al., 2020).
nución (o ausencia) de presas silvestres Como primer paso del proyecto se
incrementa las posibilidades de ataques construyó, a mediados de 2015, en la
de yaguaretés a animales domésticos. Isla Palacio un corral de presuelta de 50
Este Parque Provincial se encuentra m x 50 m, especialmente diseñado para
ubicado 140 km al noreste de la ciudad alojar a los pecaríes, con un sistema de
de Posadas en los departamentos de doble cerca eléctrica para prevenir el
Cainguás y Libertador Gral. San Martín ataque de yaguaretés y evitar posibles
(Misiones) y cuenta con una superficie fugas de los mismos. Dentro del corral se
aproximada de 13.200 ha de Selva Pa- construyó un “barrero”, “salero” o “lam-
ranaense, con varios saltos naturales. bedero” (es decir, un sitio de barro sali-
En esta área protegida, el pecarí labiado troso donde se revuelcan y lamen la sal
desapareció hace varias décadas debido muchos animales del monte). Aun cuan-
a la caza furtiva que diezmó y llevó a la do era artificial, contaba con ingreso del
extinción las poblaciones locales que ha- agua de un arroyo y una vez por semana
bitaban en el sitio. El grado de protección se le agregaba sal gruesa, permitiendo
del área y la posibilidad de que el pecarí que los pecaríes se acercaran a consumir
se establezca nuevamente fueron las ra- sales (lamiendo el barro) y de esta forma
zones principales por las que se seleccio- contribuir a una buena regulación de su
nó Salto Encantado para reintroducir la metabolismo. Del lado externo, pero en
piara proveniente de la Isla Palacio, ori- las inmediaciones al corral, se instaló
ginada a partir de animales cautivos. una plataforma de observación en altura
Por su parte, el Monumento Natural para evitar que los animales modifiquen
Provincial Isla Palacio es un mogote in- su conducta natural ante la presencia del
sular de Selva Atlántica ubicada dentro observador.
del lago formado por la represa de Uru- Una vez construido el corral se tras-
gua-í en el norte de la provincia de Mi- ladaron a la isla desde Güirá Oga nueve
siones (municipio de Puerto Libertad, pecaríes (cinco provenientes de deco-
446 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
A B
A. y B. Recepción
de pecaríes, en
mayo de 2015, en el
Centro de Rescate,
Rehabilitación y
C Recría de Fauna
Silvestre Güirá
Oga, Puerto
Iguazú, Misiones
y C. Colocación
de radiocollar en
macho dominante,
septiembre de 2015.
Fotos: Archivo Fundación
Azara - Centro Güirá Oga.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 447
P E C A R Í L A B I A D O
A B
448 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
alertas y desconfiados. Ante los horarios que aflora cuando hay bajante (cerca de
de alimentación y el sonido del silbato los la Bahía de los Biguaes) que lo utilizaban
animales se acercaban al corral, respon- como alternativa del barrero artificial y
diendo bien al uso de cebos y al silbato. la Bahía Palacio, era el sitio elegido para
En cuanto al uso de la Isla Palacio se tomar baños de sol. A partir de este pro-
observó que realizaban desplazamientos yecto quedó demostrada la importancia
rutinarios (solían transitar el camino que de los barreros para esta especie, debido
ellos mismos construyeron y evitaban a que si bien la isla cuenta con barreros
utilizar la transecta Andrés Giai que atra- naturales (uno de ellos visitado asidua-
viesa la isla de sur a norte, aunque la cru- mente por los animales), cuando se co-
zaban con frecuencia); no se observaron locaba sal dentro del barrero artificial,
huellas en la zona de la costa a lo largo se comprobó que dejaban de visitar los
de todo el perímetro de la isla y las pocas otros. Además, fueron registrados even-
veces que estuvieron cerca de la playa tos reproductivos entre miembros de la
lo hicieron en áreas de vegetación alta. piara al observarse cinco nuevas crías
Sus movimientos en la isla se concen- (dos en enero y tres en mayo de 2016).
traban en dos sitios: un barrero natural A fines de junio de 2016 y luego de diez
Mapa de
Isla Palacio,
Proyecto:
“Reintroducción
controlada
experimental de
Pecarí Labiado,
Tayassu pecarí,
en la Isla Palacio
con derivación
luego al Parque
Provincial Salto
Encantado en
la provincia
de Misiones,
Argentina”,
fines de 2015
a mediados de
2016.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 449
P E C A R Í L A B I A D O
Grupo de pecaríes en la Isla Palacio, marzo de 2016 donde pueden verse dos crías con su
típica coloración canela. Fotos: Archivo Fundación Azara - Centro Güirá Oga.
meses desde el inicio del proyecto se se colocó encima del mismo una botella
trasladaron 13 pecaríes labiados desde la preparada para ir “goteando” sal y for-
Isla Palacio hasta el corral especialmente mar así un “barrero” o “salero”. La tolva
diseñado en las inmediaciones del Des- de maíz automática abría dos veces al día
tacamento Cerro 20 en el Parque Provin- (unos pocos segundos) y se les adiciona-
cial Salto Encantado del Valle del Arroyo ba la alimentación con mandioca, des-
Cuñá Pirú para que luego de un período puntes de banana, mandarinas, paltas
de adaptación al nuevo sitio, se realiza- (y carozos de palta) que proporcionaban
ra una liberación controlada de los ani- chacras vecinas e incluso con algunas
males. Allí, se los ubicó en un corral de malezas del parque. Finalmente, tras el
50 m x 60 m con un boyero eléctrico que período de adaptación en la zona, la “tro-
rodeaba todo el alambrado romboidal. El pa” fue liberada el 22 de septiembre de
recinto estaba ubicado bajo monte, a po- 2016. Lamentablemente no se coloca-
cos metros del camino que pasa delante ron radiocollares por lo que no se pudo
del destacamento y contaba con una pla- seguir la evolución de la piara y solo se
taforma de madera (protegida por alam- contó con los datos aportados por las cá-
bre) que permitía cargar maíz en una tol- maras trampa que la Red Yaguareté tiene
va. Se les proveía de agua mediante una instaladas en varios sitios dentro del par-
manguera y donde caía el agua los pe- que. Así, los pecaríes fueron registrados
caríes comenzaron a pisotear formando varias veces con cámaras trampa hasta
un pequeño barrero artificial, por lo que el 19 de abril de 2017, pero tras esa fecha
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P E C A R Í L A B I A D O
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F U N DAC I Ó N A Z A R A 453
P E C A R Í L A B I A D O
derlo a los acopiadores por unos pocos están produciendo, todavía se observan
pesos o cambiarlo por “vicios” (léase yer- en las comunidades donde la cacería es
ba, harina, sal). Una vez comercializado, posible. El kochi es un animal especial,
este cuero se empleaba en marroquinería cuya carne es la favorita y, en tiempos
y talabartería. Otro motivo de persecución pasados, era la única que podía comer-
debe buscarse en sus incursiones en las se en ciertos estados clave de la vida,
chacras y plantaciones. como el embarazo y el postparto (Paler-
Dentro de la mitología de los pueblos mo, 1984; Cebolla Badie, 2015). Entre los
amazónicos y de las tierras bajas sud- criollos de Misiones y sur de Brasil exis-
americanas, este pecarí ocupa un sitio te la creencia en un ser mitológico (de
preferencial. Por ejemplo, entre los mbya- origen guaraní) llamado Caá Porá, due-
guaraní, el kochi (como también le dicen) ño del monte y los animales silvestres.
constituye la pieza de caza por excelencia Este “dueño” permite que el cazador
y está estrechamente relacionado con el cace tranquilo si le cae bien, pero de lo
universo religioso de este pueblo, que contrario hace que los animales huyan y
entona plegarias y realiza ceremonias golpea sin piedad a sus perros cuando se
en el opy (casa de rezos) pidiendo a Ta- internan en el monte en busca de caza.
jasú Jary (el dueño de los pecaríes) que Dicen que, si el cazador extermina a toda
les permita que estos animales caigan una tropa de estos chanchos, sobre el úl-
en sus trampas. La captura y posterior timo animal aparece montado Caá Porá:
consumo están regidos por rituales que, su sola visión arrastra al hombre a un
actualmente y pese a los cambios que se estado comparable a la idiotez. El dueño
Ilustración
de mocovíes
cazando
pecaríes
según el
jesuita S.
J. Florián
Paucke -
Siglo XVIII.
Fuente: Libro
‘’Hacia allá y para
acá’’ (Paucke,
1942-1944).
454 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
P E C A R Í L A B I A D O
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C I E R V O D E L O S PA N TA N O S
M . M A R C E L A O R OZCO y M A R I N A H O M B E R G
Clase: Mammalia
Orden: Cetartiodactyla
Familia: Cervidae
Otros nombres vulgares: venado de los pantanos, ciervo del estero, ciervo del pantano,
ciervo del Delta, ciervo isleño o de las islas, ciervo, guasuncho o guazuncho; guasú-pucú,
guazú-pucú, guaçu-pucú o guazú-cú (guaraní); pelé o epelve (mocoví), calimgo (qom);
cheganigo, chegoñigó, calimgó, chegar´anigó o chagar´agnigó (toba); huase, iwase o wase
(wichi); solé (chunupí); salé (vilela); iwa:´se, tchiwasé, chuwasetaj o huasé (mataco); pelée,
polé o plé y pilenók (pilagá); eyú (payaguá); cervo-do-pantanal, suaçuapara o guaçupuçu,
cervo, veado-do-pantanal, veado-galheiro grande, cervo-do-pantano, veado-do-brejo,
veado-suaçuapara, suçuapara, suaçetê (portugués); ciervo bayo (Uruguay).
Nombres en inglés: Marsh Deer, Swamp Deer.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 461
A
C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
A. Hembra
B de ciervo de
los pantanos,
Corrientes, 2012.
Foto: Esteban Carini
y B. Macho de
ciervo de los
pantanos con
su cornamenta
característica,
Esteros del Iberá,
Corrientes, 2015.
Foto: Marina Homberg.
462 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
Grupo de ciervo de los pantanos constituido por dos hembras y un macho durante la inundación
de 2017 en cercanías a Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. Foto: Marcela Orozco.
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C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
los individuos adultos (Chebez, 2008; que con variaciones (Tomas et al., 1997).
Massoia et al., 2012). Las crías pueden ser En el Delta del Paraná, los nacimientos
también presas de carnívoros silvestres ocurren mayormente de septiembre a
de menor tamaño. Los perros cimarrones noviembre, mientras que en los Esteros
se han transformado en uno de sus prin- del Iberá se registran con frecuencia de
cipales depredadores en el Delta del Pa- marzo a octubre (Parera, 2018; Pereira et
raná (D´Alessio et al., 1997; Pereira et al., al., 2019).
2019). Las hembras presentan un ciclo estral
Su biología reproductiva es poco cono- que dura 21,3±1,3 días en promedio y la
cida y pareciera ser muy variable entre gestación dura entre 253 y 271 días, pu-
regiones. En áreas templadas, el ciclo diendo existir un celo posparto (Duarte
reproductivo podría considerarse esta- y González, 2010; Polegato et al., 2018).
cional, concentrándose los nacimientos Paren una cría por parto de 3 a 6 kg que
entre los meses de abril y agosto, aun- permanece con la madre hasta el año de
Cría de ciervo de los pantanos en la lomada de San Alonso, Corrientes, 2017. Foto: Marcela Orozco.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 467
C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
ESTADO DE CONSERVACIÓN
468 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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“Cuando hay creciente o marea alta los en las observaciones de Jungius (1976),
ciervos se amontonan en los albardones Schaller y Tarak (1976) mencionaban
más elevados y en los embalsados. Allí es una población pequeña de “alrededor
fácil cazarlos en cantidad y a mansalva, y de cientos de ciervos de los pantanos”
conozco multitud de casos en que se han en la cuenca de Iberá. Entre 1991 y 1992
hecho con ellos verdaderas fechorías. En Beccaceci estimó la población de Iberá
la marea del 40 por ejemplo se mataron en 1.000 a 1.100 ejemplares durante un
48 en el Mosquito. Algo semejante ocu- censo aéreo (Beccaceci, 1994b). Luego
rrió en otros arroyos, según relatos que Soria y colaboradores (2003), también
he escuchado. ‘Hazañas’ de idéntica na- mediante un censo aéreo, determinaron
turaleza se llevaron a cabo impunemen- unos 2.851 ejemplares en la misma área.
te por todas las islas con motivo de la Posteriormente y hasta el año 2015, el
marea del 1951”. ciervo de los pantanos ha incrementado
En 2016 una inundación extraordina- su abundancia en el Iberá (De Angelo et
ria afectó el Bajo Delta del río Paraná, en al., 2011) como consecuencia de impor-
su región comprendida en las provincias tantes esfuerzos para la conservación de
de Buenos Aires y Entre Ríos, y se regis- sus ambientes y el control de la caza, per-
traron más de 200 ciervos de los panta- mitiendo que la especie sea categorizada
nos muertos, de los cuales cerca de un como “Casi Amenazada” en esta área (Pe-
80% murieron por caza ilegal, mientras reira et al., 2019). Sin embargo, intensos
que el resto lo hicieron por desnutrición, eventos de mortalidad podrían haber mo-
enfermedades o atropellados por vehí- dificado estas tendencias y se encuentran
culos (CCP, 2016). Esta subpoblación se bajo estudio (Orozco et al., 2018, 2020).
encuentra “En Peligro” ya que se con- Históricamente han ocurrido eventos
sidera que puede sufrir fluctuaciones de mortalidad invernal en ciervos de los
extremas en el número de individuos a pantanos en los humedales de Corrien-
causa de los efectos directos e indirectos tes. En los años 1993, 2004, 2007, 2010 y
de las inundaciones extraordinarias (Pe- 2013 se registraron mortandades de la es-
reira et al., 2019). pecie en los Esteros del Iberá (Beccaceci,
Los Esteros del Iberá en la provincia 1994a; Orozco et al., 2013), pero los even-
de Corrientes albergan la mayor sub- tos no fueron estudiados en profundidad,
población de ciervo de los pantanos de salvo el ocurrido en 2007 (Orozco et al.,
la Argentina (Soria et al., 2003; Giraudo 2013). Un grave evento afectó a ciervos de
y Arzamendia, 2008). Desde la segunda los pantanos y carpinchos (Hydrochoerus
mitad del siglo XX, el Iberá se vio afec- hydrochaeris) en 2013 a lo largo de toda la
tado por las obras para generación hi- cuenca de Iberá, y en 2014 se documen-
droeléctrica y la expansión de fronteras tó una mortandad en el Parque Nacional
agropecuarias y forestales (Neiff, 2004). Mburucuyá. En 2015, varios ciervos de los
En los años 70, basados en sobrevuelos y pantanos fueron encontrados muertos en
470 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
A B
Evento de mortalidad de ciervo de los pantanos en los Esteros del Iberá durante 2017. En
esta imagen tomada con un drone se pueden observar (representados en los círculos) los
ciervos muertos agrupados en las escasas áreas no inundadas. Foto: Pablo Rodríguez.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 471
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cionada con los efectos de la inundación Rincón de Santa María (Corrientes); y dos
y la disminución de recursos disponibles, reservas privadas de la provincia de For-
lo que se asoció con una mala condición mosa: Reserva Privada El Bagual y Reser-
corporal, altas cargas de garrapatas, y la va Privada Estancia Guaycolec.
ocurrencia de patógenos de transmisión La especie es Monumento Natural Pro-
vectorial como Theileria cervi, Trypanoso- vincial en Corrientes (Decreto Provincial
ma theileri, Trypanosoma evansi, Anaplas- Nº 1.555 de 1992), Chaco (Ley Nº 4.306
ma platys, Anaplasma odocoilei, Anaplasma de 1996) y Buenos Aires (Ley Nº 12.209
marginale, Candidatus Anaplasma boleense y de 1998). Dentro del ámbito de la Admi-
Ehrlichia chaffeensis (Guillemi et al., 2018; nistración de Parques Nacionales (APN)
Orozco et al., 2018; Guillemi et al., 2019; el ciervo de los pantanos se considera
Orozco et al., 2020), este último zoonótico Especie de Valor Especial en los Parques
(transmisible a los humanos) y reporta- Nacionales Mburucuyá, Iberá y Ciervo de
do por primera vez en un vertebrado en los Pantanos.
la Argentina (Guillemi et al., 2019). Los En el año 1995, el “Proyecto Ciervo de
parásitos gastrointestinales Haemonchus los Pantanos”, de la Asociación para la
spp., Ostertagia spp. y Trichostrongylus spp. Conservación y el Estudio de la Natura-
también se detectaron en un alto porcen- leza (ACEN), comenzó a trabajar por la
taje de los ejemplares muertos (Orozco et conservación de las poblaciones de ciervo
al., 2013, Berra et al., 2019; Orozco et al., de los pantanos del Bajo Delta del Paraná,
2020). junto a los ecosistemas naturales que le
brindan refugio. Desde ese momento ha
desarrollado numerosas líneas de tra-
ACCIONES DE CONSERVACIÓN bajo y acciones específicas entre las que
se destacan: el estudio de distribución y
El ciervo de los pantanos se encuentra abundancia relativa de la especie que per-
protegido en diversas unidades de con- mitió determinar los principales núcleos
servación donde habita en la Argentina. poblacionales para el Bajo Delta del Pa-
Actualmente la especie se puede hallar en raná (D’Alessio et al., 2002; Varela, 2003;
tres áreas protegidas nacionales: Parque D’Alessio et al., 2006), la identificación de
Nacional Mburucuyá (Corrientes), Par- áreas prioritarias para la conservación,
que Nacional Iberá (Corrientes) y Parque estudios de la percepción local de la pro-
Nacional Ciervo de los Pantanos (Buenos blemática, la gestión para la creación de
Aires); cinco áreas protegidas provincia- áreas naturales protegidas, educación y
les: Reserva Natural Provincial Iberá (Co- capacitación para la comunidad isleña y
rrientes), Reserva de Biósfera Delta del pobladores rurales, acciones de control
Paraná (Buenos Aires), Sitio RAMSAR Hu- de la caza furtiva, y campañas de prensa y
medales de Chaco (Chaco), Sitio RAMSAR desarrollo de material de difusión.
Jaaukanigás (Santa Fe), Reserva Natural Desde 2006, la Estación Experimental
472 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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Agropecuaria Delta del Paraná del Insti- y los municipios de Tigre, San Fernan-
tuto Nacional de Tecnología Agropecuaria do y Campana. El objetivo general del
(INTA) trabaja en un proyecto nacional CCP es promover la conservación del
sobre “Factores críticos para la sustenta- ciervo de los pantanos y sus ambientes
bilidad de plantaciones forestales”, que naturales en el Bajo Delta del río Paraná
incluye un módulo específico sobre con- en la provincia de Buenos Aires y áreas
servación de la biodiversidad. Dentro de lindantes contribuyendo al intercambio
este, se busca determinar el efecto de las de experiencias, recursos, personal y
forestaciones de salicáceas bajo diques, capacidades de diferentes jurisdiccio-
sobre los ambientes y la biodiversidad nes, lo que permite potenciar la articu-
del Delta del Paraná, con especial énfasis lación público-privada y contribuir a la
en las especies amenazadas (Fracassi et generación de herramientas de gestión
al., 2006; Fracassi, 2012). En el marco de (Vázquez et al., 2018). Se trabaja conjun-
este proyecto, se generan pautas de ma- tamente generando acciones asociadas
nejo forestal ecológicamente sostenibles, al rescate y rehabilitación de ejemplares,
tendientes a compatibilizar el manteni- la investigación científica y la concienti-
miento de la diversidad con la actividad zación de la comunidad local (CCP, 2019).
productiva principal en las islas (Fracas- Durante 2020 se destacó el caso de un
si, 2012; Fracassi et al., 2013). Ensayos de ejemplar rescatado que fue atendido por
preferencia y repelencia para minimizar profesionales de la Fundación Temaikèn
daños por ciervos en plantaciones fores- y, posteriormente junto a otros profesio-
tales de salicáceas, establecimiento de nales del CCP, se establecieron los diag-
corredores biológicos y empresas fores- nósticos diferenciales del caso. Dada su
tales que han implementado normas de complejidad, se realizaron estudios com-
certificación forestal (Forest Stewardship plementarios en el Centro de Ciencias Ve-
Council -FSC-, normas ISO) son algunos terinarias de la Universidad Maimónides
de los logros concretos de estas líneas de de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
trabajo. Los estudios incluyeron un examen of-
En el año 2008, en Buenos Aires, se creó talmológico completo (oftalmoscopia y
el Comité Científico Técnico Ciervo de electroretinografía), una tomografía axial
los Pantanos (CCP), conformado por un computada y una resonancia magnética
grupo de especialistas de diferentes dis- donde se le realizó al ejemplar una an-
ciplinas, pertenecientes al Organismo gioresonancia cerebral.
Provincial para el Desarrollo Sostenible En septiembre de 2008, la Fundación
(OPDS), la APN, la Dirección Provincial Temaikèn junto a la APN, el INTA, la Di-
de Islas, el CONICET, el INTA, la Fun- rección de Fauna Silvestre de la Nación
dación Azara, ACEN, la Fundación Te- y el OPDS de la provincia de Buenos Ai-
maikèn, Arauco S.A., Papel Prensa S.A., res participó del rescate de una cría de
la Reserva de Biósfera Delta del Paraná ciervo de los pantanos hallada herida
F U N DAC I Ó N A Z A R A 473
C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
474 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
2012). Los registros muestran esta etapa del presente. Dentro de la economía de
de adaptación a los recursos fluviales. Los los grupos aborígenes que ocuparon el
grupos humanos hacían uso de canoas y estuario del Río de La Plata y el humedal
el contexto recuperado muestra un no- del Paraná Inferior, la contribución en
table énfasis en la pesca de los peces de biomasa del ciervo de los pantanos fue
agua dulce del Paraná, como así también significativa, aunque complementaria de
en la caza del ciervo de los pantanos y del los recursos ictícolas (Acosta y Mucciolo,
coipo (Myocastor coypus), es decir, especies 2013).
propias del humedal continental subtro- En el yacimiento arqueológico “Pues-
pical que ya estaba formado por ese en- to Fantin”, emplazado sobre la costa de
tonces (Loponte, 2014). erosión de un meandro en la margen de-
Acosta y Mucciolo (2013) estudiaron recha del río Paranacito (departamento
la representación arqueológica de cua- de San Fernando, Chaco), se estudió un
tro especies de ungulados, entre ellos depósito cuya antigüedad fue estableci-
Blastocerus dichotomus, explotados por las da en 930±70 años antes del presente. A
poblaciones humanas que habitaron el partir de los análisis desarrollados por
sector centro-oriental de la región pam- Santini (2013), se infiere que la subsis-
peana en los últimos 2.500 años antes tencia del grupo humano que habitó
F U N DAC I Ó N A Z A R A 477
C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
478 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
Para los guaraníes los ciervos fueron poderosas teofanías de los wichis del
creados por el dios creador Kuarahy: Pilcomayo caracterizada por ser un ente
“Cuando Kuarahy se estaba yendo iba antropomorfo, se relaciona con los ani-
haciendo todas las cosas de esta tierra, males entre los cuales se encuentra el
hacía todas las cosas que tenían que per- ciervo de los pantanos. En uno de sus re-
durar en esta tierra. Pero un Añag lo se- latos Carlos Ortiz (Buenaventura Teran,
guía, cuando Kuarahy hacía un animal, el 1999) cuenta: “Tokjuaj iba caminando y
Añag inventaba la forma de cazarlo”. La se encontró con un hombre. Era un des-
leyenda cuenta que un día discutieron conocido y tenía un tamaño descomunal.
Añag y Kuarahy, y este último fue golpea- El gigante caminaba en dirección a unas
do por Añag quien lo cargó en su ayó y ciénagas. Se llenó el cuerpo de barro y,
partió a su casa, parando a descansar en mientras lo hacía, Tokjuaj aprovechó
el camino. Cuando llegó a destino, quiso para robarle las flechas. En ese momen-
mostrarle a sus hijas lo que había caza- to pasaron dos corzuelas, y Tokjuaj les
do, pero Kuarahy no aparecía “Segura- disparó los flechazos. Las flechas fueron
mente que se quedó en el lugar donde yo a dar en la cabeza de la corzuela macho.
me detuve a descansar. Volvió entonces Por eso tiene dos cuernos que son las fle-
el Añag al lugar donde se había deteni- chas que le mandó Tokjuaj y le quedaron
do a descansar. Mientras tanto Kuarahy quebradas en la cabeza. La hembra pudo
había clavado un palo podrido en el lu- escapar. Por eso las hembras de corzue-
gar donde el Añag se había detenido a la no tienen astas. El gigante, después
descansar, lo clavó allí y lo dejó parado. de llenarse de barro, se revolcó en los
Cuando el Añag llegó al lugar le pareció pastos. Tenía pasto por todo el cuerpo.
que lo que estaba allí parado era el cuer- Ese hombre era el ucumar. Y es así que el
po de Kuarahy, pero en realidad era un ucumar tiene el cuerpo cubierto de pelos,
palo podrido lo que estaba clavado allí. que son los pastos en donde se revolcó.
Fue entonces el Añag a tratar de matar- Tokjuaj siguió caminando, buscando más
lo de nuevo y le comenzó a pegar con un bichos para cazar. Entonces encontró
garrote de madera. Pero apenas lo tum- al ciervo de los pantanos. Como no tenía
bó el palo podrido se transformó en el más flechas para cazarlo, recogió dos pa-
guazú (venado), cayó muerto el guazó. los con punta y se los tiró con el arco. Los
Cuando el Añag se fue Kuarahy devolvió palos le dieron en la cabeza. Pero como
la vida al venado soplándole en el centro en realidad no eran palos sino bejuco, se
de la cabeza. Por eso es que los venados doblaron. El ciervo golpeó el suelo para
no engordan, no engordan porque están sacárselos, pero no pudo y se le transfor-
hechos con un palo seco y podrido” (Bar- maron en cuernos que le quedaron tor-
tolomé, 1991). cidos hasta hoy. Así los tienen todos los
La figura del Tokjuaj, una de las más ciervos de los pantanos” (Anónimo).
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C I E R V O D E L O S P A N T A N O S
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B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
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B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
M AG DA L E N A A R I A S , G U A DA L U P E S A R T I y A N A L Í A V. DA L I A
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Balaenidae
Otros nombres vulgares: ballena correcta, ballena franca, ballena franca del sur, ballena
verdadera austral; baleia-franca, baleia-franca-austral (portugués).
Nombres en inglés: Right Whale, Great Right Whale, Southern Right Whale.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 485
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
486 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
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B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
Cría de ballena franca austral donde se puede observar la gran cantidad de crustáceos
(Cyamus erraticus), con su color naranja característico. Foto: Martín Brunella.
morir, que la convierte en un blanco fácil que cada año realiza viajes entre sus zo-
e ideal para su captura. nas de alimentación y sus zonas repro-
Se estima que la ballena franca vive al- ductivas recorriendo grandes distancias.
rededor de 70 años (Bastida y Rodríguez, Durante la temporada de pariciones y
2003; Kraus y Rolland, 2007). apareamientos (invierno-primavera), mi-
gra hacia áreas costeras en regiones tem-
pladas de Sudamérica, Sudáfrica, Austra-
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN lia, Nueva Zelanda y otras islas oceánicas
(Best et al., 1993), reconociéndose un to-
La ballena franca austral habita en las tal de 11 áreas reproductivas en el hemis-
aguas templadas y subpolares del he- ferio sur (Pirlz et al., 2009). Una vez fina-
misferio sur, siendo su distribución de lizada la época reproductiva, las ballenas
tipo circumpolar con un amplio rango de regresan a sus zonas de alimentación.
norte a sur y de este a oeste. Esto se debe Particularmente, las ballenas francas que
a que es una especie migratoria, es decir, visitan las zonas reproductivas ubicadas
F U N DAC I Ó N A Z A R A 489
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
Grupo de cópula en donde se puede observar un macho que exhibe su pene. Durante
agosto y septiembre de cada año resulta frecuente observar estos grupos en las zonas
reproductivas de la Patagonia argentina, Las Grutas, agosto de 2015. Foto: Jonatan Padilla.
490 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
Ballenas francas
registradas
desde un drone
en septiembre
de 2019 frente a
las costas de Las
Grutas, utilizando
la franja costera
concentrándose
en zonas poco
profundas. Se
observan en
su mayoría
individuos
solitarios, así
como también
un adulto con un
juvenil.
Foto: Sebastián Leal.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 491
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
Cuando las ballenas francas llegan a las al., 2006). Si bien sus zonas de forrajeo se
costas tienden a ocupar determinadas concentran en el talud de la plataforma
áreas con cierta predictibilidad (Best, argentina, en las Islas Georgias del Sur y
2000). Sin embargo, las áreas seleccio- el Mar de Escocia (Zerbini et al., 2016; Va-
nadas por las ballenas pueden cambiar a lenzuela et al., 2018; Zerbini et al., 2018)
través del tiempo (Rowntree et al., 2001; por la alta productividad de las mismas,
Arias et al., 2018a). Se ha propuesto que también se han registrado individuos
la selección de determinadas áreas pue- alimentándose en sus zonas reproduc-
de estar asociada a factores ambientales tivas como Península Valdés (Sironi,
(Best, 2000), eligiendo zonas protegidas 2004; Hoffmeyer et al., 2010) y el Golfo
del mar abierto y de los fuertes vientos, San Matías (Arias, 2019). La estrategia de
con suelos sedimentarios y con poca alimentación es filtradora, y consiste en
pendiente. Particularmente, las madres navegar lentamente con la boca abierta,
con cría seleccionan la zona cercana tanto en la superficie del agua como de-
a la costa y con suelos arenosos que le bajo de ella, de manera tal que grandes
proveen protección al ballenato (Elwen volúmenes de agua atraviesan sus bar-
y Best, 2004; Rayment et al., 2014; Sey- bas mientras que los pequeños crustá-
both et al., 2015). Las hembras preñadas ceos quedan retenidos en ellas. Luego de
también tienden a trasladarse en áreas un período de filtrado, la ballena cierra
cercanas a la costa para dar a luz y per- su boca y deglute el alimento retenido en
manecer en zonas reparadas del oleaje sus barbas.
y los vientos fuertes durante el período Las últimas investigaciones han apor-
posparto (Burnell y Bryden, 1997). tado nueva información sobre el com-
portamiento de buceo de esta especie
para explorar la columna de agua en sus
RASGOS ETOECOLÓGICOS viajes migratorios y sus zonas de alimen-
tación, observándose diferencias en los
Estudios recientes indican una mar- individuos según sean crías, juveniles o
cada variación individual en los viajes adultos. Particularmente, se reportó que
migratorios de la ballena franca austral las madres con cría típicamente realizan
(Zerbini et al., 2016, 2018). Incluso, las inmersiones a profundidades menores
ballenas pueden regresar a diferentes a 100 m, mientras que los juveniles rea-
áreas de agregación reproductivas como lizan inmersiones alrededor de los 100
se ha observado entre la zona de agre- m pudiendo alcanzar profundidades de
gación de Península Valdés y el sur de hasta 450 m (Argüelles et al., 2016a; Zer-
Brasil (Best et al., 1993; Rowntree et al., bini et al., 2016). Generalmente, cuando
2020). En las zonas de alimentación, du- una ballena franca realiza una inmersión
rante el verano y el otoño, las ballenas profunda saca su cola fuera del agua. Los
francas consumen pequeños crustáceos tiempos de inmersión de esta especie no
planctónicos: eufáusidos, copépodos y suelen superar los 10 minutos, aunque
langostilla (Pauly et al., 1998; Leaper et existen registros excepcionales de hasta
492 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
Ballena franca alimentándose, nadando lentamente sobre la superficie del agua, abriendo
su boca y exponiendo sus barbas. Las Grutas, octubre de 2013. Foto: Jonatan Padilla.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 493
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
Ballena franca austral emergiendo del agua con fuerza para realizar un salto. Las Grutas,
agosto de 2015. Foto: Nicolás Cetra.
área. Aún no se conoce con exactitud por en el agua luego de un salto. En el caso
qué los realizan; no obstante, se han pro- de las crías, los saltos se encuentran aso-
puesto hipótesis que incluyen una forma ciados a una expresión de juego que la
de comunicación (visual y/o sonora), una cría realiza cerca de la madre. Dentro de
expresión de fuerza y territorialidad, o las formas de comunicación mediante
una forma de eliminar restos de piel des- sonidos también se incluyen los golpes
camada ya que la misma queda flotando producidos por las aletas pectorales o la
494 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
aleta caudal, así como también las voca- las interacciones con los delfines comu-
lizaciones subacuáticas (Bastida y Rodrí- nes (Delphinus delphis), delfines oscuros
guez, 2003). (Lagenorhynchus obscurus) y delfines na-
Durante su período en zonas reproduc- riz de botella (Tursiops truncatus) que se
tivas las ballenas francas tienen encuen- los puede observar navegando junto a
tros con otras especies del área. Entre las ballenas, así como también los lobos
los más habituales se pueden mencionar marinos de uno (Otaria flavescens) y dos
F U N DAC I Ó N A Z A R A 495
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
pelos (Arctocephalus australis) que sue- más, en esta zona se han observado ba-
len aproximarse a las ballenas, incluso llenas con cicatrices cuyo patrón es coin-
en el momento de apareamiento de las cidente con una mordida de orca (Arias,
mismas. También se han reportado en- 2019).
cuentros con orcas (Orcinus orca), siendo Las ballenas francas poseen un siste-
estas el único predador natural conocido ma de apareamiento poliándrico, es de-
de la especie. En la Argentina se han re- cir, una hembra tiene más de una pareja
portado ataques de orcas a ballenas en sexual. La hembra vocaliza para atraer
sus áreas de agregación reproductivas. a los machos y de esta manera inicia la
Particularmente, en Península Valdés se competencia entre ellos para acceder
reportaron 112 encuentros entre ambas a la misma (Kraus y Hatch, 2001; Best
especies de los cuales solo en el 10% de et al., 2003; Parks y Tyack, 2005). Se ha
los mismos se observaron ataques por propuesto que la competencia espermá-
parte de las orcas (Sironi et al., 2008). En tica desempeña un rol preponderante en
Río Negro, también se ha reportado un el sistema de apareamiento de esta espe-
encuentro entre orcas y dos ejemplares cie (Brownell y Ralls, 1986), y que la pre-
adultos de ballena franca en el Área Na- sencia de múltiples machos que logran
tural Protegida Bahía San Antonio, sin copular a la misma hembra representa
embargo, el ataque no fue exitoso. Ade- una evidencia de competencia espermá-
tica (Mate et al., 2005). Generalmente,
Encuentro entre ballena franca austral en un grupo de cópula, dos o más ma-
y delfín nariz de botella (Tursiops chos compiten por una posición al lado
truncatus). Las Grutas, octubre de 2013. de la hembra que yace sobre su espalda
Foto: Jonatan Padilla.
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de modo que su hendidura genital esté después del nacimiento por lo que se in-
fuera del agua, y la cópula generalmen- terrumpió la lactancia y la hembra pudo
te ocurre cuando esta gira para respirar. ovular luego de un año en lugar de dos
Se estima que la hembra alcanza su ma- después del parto (Burnell, 2001). Ciclos
durez sexual en promedio entre los ocho de mayor duración, por ejemplo cuatro
y nueve años de edad (Best et al., 2001; años, podrían representar dos ciclos fa-
IWC, 2001), y el período de gestación es llidos consecutivos (Best et al., 2005).
de 12 a 13 meses (Best, 1994). Los in- Al momento del nacimiento la cría es
tervalos de parición varían entre dos y asistida por la madre y el destete ocurre
siete años, siendo el más común cada cuando las crías tienen por lo menos 11
tres años (Payne, 1986); comprendien- meses de edad; la separación suele ser
do 12 meses de gestación, 12 meses de repentina y sin agresión por parte de la
lactancia, y un período de recuperación madre (Sironi, 2004). La gran demanda
de otros 12 meses (Cooke et al., 2003). Ci- energética de la cría, que se incremen-
clos de menor duración, por ejemplo dos ta cuando aumenta su tamaño corporal
años, se relacionan con ciclos fallidos en (Nielsen et al., 2019), es cubierta por la
el que la cría nació muerta o murió poco leche materna que posee un alto conte-
Roces característicos en los grupos de cópula, Las Grutas, agosto de 2013. Foto: Jonatan Padilla.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 497
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nido graso y proteico. Esto provoca que na franca del Atlántico Norte, que al igual
las hembras lactantes pierdan en pro- que la ballena franca austral, resultaban
medio el 25% de su volumen corporal ideales para cazar por su lentitud de des-
inicial durante los primeros tres meses plazamiento y por flotar una vez muertas
de la estación reproductiva enfrentando (Bastida y Rodríguez, 2003). Eran captu-
un costo energético considerable (Chris- radas como fuente de alimento, así como
tiansen et al., 2018). Además, dado que la también por su aceite, barbas y otros
hembra se encuentra en ayunas en sus recursos (Crespo y Hall, 2001; Bastida y
zonas reproductivas, debe abastecerse Rodríguez, 2003).
de la grasa acumulada en sus zonas de A través de los años la actividad balle-
alimentación para amamantar a su cría nera se extendió hacia el sur, inicián-
(IWC, 2001). Por lo tanto, la superviven- dose así la captura de la ballena franca
cia de la cría está fuertemente influen- austral (Bastida y Rodríguez, 2003). Se
ciada por la abundancia de alimento estima que en el Atlántico Sudocciden-
disponible antes de la lactancia, y por tal, previo a la explotación comercial,
la capacidad de la madre de almacenar la abundancia de esta especie era de
nutrientes y equilibrar la demanda ener- 58.000 individuos. Esta abundancia dis-
gética de la cría y sus necesidades indivi- minuyó drásticamente alcanzando sus
duales (Valenzuela et al., 2010). niveles más bajos en la década de 1830,
Por último, las hembras poseen un cuando quedaban menos de 2.000 indi-
comportamiento filopátrico, es decir, re- viduos (Romero et al., 2022). En conse-
gresan a tener sus crías al lugar donde cuencia, en 1935 la Liga de las Naciones
ellas nacieron (Best, 2000). Unidas (organismo internacional de re-
gulación de la caza ballenera), emitió un
documento para proteger -internacio-
ESTADO DE CONSERVACIÓN nalmente- a las ballenas francas prohi-
biendo su cacería (IWC, 2001). Sobre esta
Los cetáceos han tenido gran signifi- base, en 1946 se estableció la “Conven-
cancia en la vida de los humanos y han ción Internacional para la Regulación de
sido utilizados como recurso desde tiem- la Caza de Ballenas”. Dicha convención
pos prehistóricos, iniciando con la caza de definió en 1949 a la Comisión Ballene-
subsistencia, continuando con la explota- ra Internacional (International Whaling
ción comercial y finalizando con un cam- Commission, en adelante IWC por sus
bio hacia un uso no letal a través del avis- siglas en inglés) como organismo de
tamiento de ballenas o whale-watching. La toma de decisiones, con el fin de estable-
ballena franca austral ha atravesado todas cer medidas y controles para conservar
estas etapas y la explotación comercial las poblaciones de ballenas para el ade-
llevó a la especie casi a su extinción (IWC, cuado desarrollo de la industria balle-
2001). La cacería de ballenas francas co- nera. Este nuevo organismo aprobó en
menzó en el hemisferio norte en el siglo XI 1982 una moratoria a la caza comercial
con las capturas iniciadas sobre la balle- de ballenas que se haría efectiva a partir
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de 1986. Como resultado de esta norma- 2016), la disminución del éxito repro-
tiva, durante la era de la cacería moder- ductivo asociado al déficit nutricional
na (siglo XX) pocas capturas fueron ofi- puede jugar un rol crucial en su recu-
cialmente declaradas en el hemisferio peración. A diferencia de lo que sucede
sur (IWC, 2001). Sin embargo, una gran con esta especie, desde la prohibición
cantidad de capturas soviéticas ilegales de la cacería las poblaciones de ballena
ocurrieron entre 1951/52-1970/71, ca- franca austral han mostrado signos de
zando al menos 3.349 ejemplares, de los recuperación en el Atlántico Sudocci-
cuales 1.335 fueron capturas en aguas dental. Particularmente, en las últimas
abiertas (pelágicas) frente a las costas décadas las poblaciones de Argentina-
de la Patagonia argentina entre 1961 y Brasil, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Aus-
1962 (Tormosov et al., 1998). Esta cace- tralia han mostrado evidencia de una
ría mató a la mitad de la población re- fuerte recuperación (Bannister, 2001;
manente en aquel momento, retrasando Best et al., 2001; Cooke et al., 2001; Ban-
la recuperación de la especie (Harcourt nister, 2011; Carroll et al., 2011; Barend-
et al., 2019). se y Best, 2014; Carroll et al., 2014; Dani-
A pesar de la prohibición de la cace- lewicz et al., 2016; Charlton, 2017; Arias
ría, en la actualidad, la ballena franca et al., 2018a; Sueyro et al., 2018; Charlton
del Atlántico Norte es la ballena más et al., 2019; Crespo et al., 2019), y por
amenazada en el mundo y muestra po- esta razón a nivel internacional según la
cos signos de recuperación (Kraus et al., última actualización de la Lista Roja de la
2005; Cooke, 2020), estimándose una Unión Internacional para la Conservación
abundancia de tan solo 411 ejemplares de la Naturaleza la especie se encuentra
en 2017 (Pettis et al., 2018) y una tasa de en la categoría de “Preocupación Menor”
decrecimiento poblacional del 1% anual (Cooke y Zerbini, 2018). Sin embargo,
entre 2010 y 2015 (Pace et al., 2017). Re- la abundancia estimada para el Atlánti-
cientemente, se comparó la condición co Sudoccidental es de 4.742 ballenas,
corporal de esta especie con la de las sugiriendo que la población de ballenas
poblaciones de ballenas francas del sur francas sigue siendo pequeña en relación
(Argentina, Australia, Sudáfrica y Nueva con su abundancia previa a la explota-
Zelanda) evidenciándose que los juveni- ción (Romero et al., 2022). Además, otras
les, adultos y hembras lactantes del he- poblaciones de esta especie son aún muy
misferio norte poseen un score nutricio- pequeñas y hay incertidumbre respecto
nal inferior a las ballenas del hemisferio a su recuperación, como por ejemplo, el
sur (Christiansen et al., 2020b). Aunque caso de Chile (Reilly et al., 2008).
la mortalidad directa causada por coli- A nivel nacional, se ha reportado un
siones y enmallamientos son las prin- marcado incremento poblacional desde
cipales amenazas para la recuperación la década de los 80. Particularmente, en
de la ballena franca del Atlántico Norte Península Valdés se observó que los cam-
(Moore et al., 2004; Knowlton et al., 2012; bios en la tasa de crecimiento poblacional
Van Der Hoop et al., 2013; Kraus et al., se encontraban relacionados a un proce-
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A. Gaviota cocinera
B (Larus dominicanus)
alimentándose de
la piel y la grasa del
lomo de una ballena
franca austral viva
en Península Valdés,
Chubut, octubre de
2005 y B. Detalle
de las lesiones
producidas por
gaviotas en su piel,
Península Valdés,
octubre de 2006.
Fotos: Mariano Sironi,
Instituto de Conservación
de Ballenas.
el Golfo Nuevo, Península Valdés (Alzu- tat a lo largo de los años. Algunas de ellas
garay et al., 2020), evidenciando el efecto fueron: la creación de convenios, directri-
de la contaminación de los mares en la ces y normativas (a través del trabajo con-
fauna marina. junto entre organismos estatales, priva-
dos, científicos, organizaciones no guber-
namentales -ONGs- y las comunidades),
ACCIONES DE CONSERVACIÓN el desarrollo de investigaciones científi-
cas, la difusión del conocimiento, tareas
Tanto a nivel internacional como na- de educación ambiental, la generación de
cional se han implementado diferentes áreas marinas protegidas y la gestión del
acciones para contribuir en la conserva- avistaje de ballenas de forma participativa
ción de la ballena franca austral y su hábi- e interdisciplinaria.
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pañen el desarrollo de la actividad desde IWC en el año 2018 pero, si bien alcanzó
sus inicios (Arias, 2019). el 61% de votos a favor, no alcanzó a lograr
A nivel regional, la creación de Áreas el 75% necesario para su aprobación (ICB,
Protegidas (APs), Áreas Marinas Prote- 2018).
gidas (AMPs) y Santuarios son figuras Recientemente se conformó el “Consor-
de protección legal que contribuyen al cio Ballena Franca Austral”, una asocia-
desarrollo de programas para la con- ción entre investigadores de Argentina,
servación de esta especie y su hábitat. Brasil, Chile, Sudáfrica, Australia y Nueva
Algunas áreas que contemplan esta pro- Zelanda que estudian las poblaciones de
tección en el Mar Patagónico y áreas de ballenas francas del hemisferio sur. Espe-
influencia, según años de creación, son: cíficamente, esta asociación formaliza co-
en 1974: Parque Marino Provincial Golfo laboraciones a escala global para realizar
San José, con medidas de manejo espe- investigaciones y para formular medidas
cíficas para proteger a las ballenas fran- de conservación basadas en la ciencia.
cas en su época reproductiva (Ley N° A nivel nacional, la ballena franca aus-
1.238, Argentina); en 1993: Área Natural tral cuenta con legislación que la protege,
Protegida (ANP) Bahía San Antonio (Ley entre ellas se encuentran: en 1984: Ley
Provincial N° 2.670, Argentina); en 2000: Nacional N° 23.094, declara a la balle-
Área de Protección Ambiental de la Balle- na franca Monumento Natural Nacional
na Franca, un área en la costa centro-sur (máxima categoría de protección legal que
del Estado de Santa Catarina, Brasil, con puede tener una especie); en 1995: Reso-
medidas de manejo específicas dirigidas lución N° 351 de la Secretaría de Recur-
a la protección de las ballenas francas en sos Naturales y Ambiente Humano para la
su época reproductiva (Brasil, Falabella et protección de los mamíferos marinos y en
al., 2019); en 2001: ANP Península Valdés, 2002: Ley Nacional N° 25.577, prohíbe la
con medidas de manejo específicas dirigi- captura de cetáceos en aguas jurisdiccio-
das a la protección de las ballenas francas nales argentinas. También, a nivel provin-
en su época reproductiva (Ley Provincial cial, esta especie cuenta con leyes especí-
Nº 4.722, Argentina); en 2008: Santua- ficas de protección, tales como: en 1984:
rio de Ballenas y Delfines (Decreto Presi- Ley N° 2.381, prohíbe el acoso, la natación
dencial Nº 6.698, Brasil) y en 2013: AMP y el buceo con ballenas (Chubut); en 2003:
Namuncurá-Banco Burdwood (Ley Nº Ley N° 2.643, declara Monumento Natural
26.875, Argentina) y el Santuario de Balle- Provincial a la ballena franca austral (San-
nas y Delfines (Ley Nº 19.128, Uruguay). ta Cruz); en 2006: Ley N° 4.066, declara a
Por su parte, desde hace varios años se la ballena franca austral Monumento Na-
aúnan esfuerzos para la creación de un tural (Río Negro) y en 2008: Ley N° 5.714,
Santuario de Ballenas del Atlántico Sur regula las actividades de observación de
copatrocinado por los gobiernos de la Ar- ballenas (Chubut).
gentina, Brasil, Sudáfrica y Uruguay, con Además de las figuras legales de pro-
el apoyo de los miembros de la IWC (IWC, tección de la especie y la creación de
2014). Esta iniciativa fue sesionada en la áreas para su protección, la investiga-
F U N DAC I Ó N A Z A R A 503
B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
ción a largo plazo es una herramienta Cethus la cual focaliza sus esfuerzos en
fundamental para la conservación de el estudio y conservación de los delfines
esta especie. En la Argentina, desde la y ballenas que habitan en el Mar Argen-
década del 70 el Dr. Roger Payne (funda- tino y desarrolla desde el año 2000 el
dor de Ocean Alliance), junto a su equi- “Proyecto Ballena Franca Austral (Euba-
po de investigación, realizan un trabajo laena australis)” estudiando su biología
constante sobre la población de ballenas y ecología, y desarrollando estrategias
francas en Península Valdés. También para su conservación. También investi-
desde ese entonces, en la ciudad de Mar gadores de la Fundación Cethus llevan
del Plata, el Grupo de Investigación Bio- adelante estudios de fotoidentificación
logía, Ecología y Conservación de Mamí- en el Golfo San Jorge y en Miramar, am-
feros Marinos del Instituto de Investiga- bas áreas de expansión para la especie,
ciones Marinas y Costeras (CONICET) de con el objetivo de estudiar el uso de há-
la Universidad Nacional de Mar del Pla- bitat y la estacionalidad en esas áreas y
ta, recopila valiosa información, de for- su relación con otras áreas de agrega-
ma ininterrumpida, sobre esta especie ción.
(Mandiola et al., 2020). Desde la década En el año 1996 se fundó el Instituto de
del 90, se realizan investigaciones en el Conservación de Ballenas y se dio inicio
Centro Nacional Patagónico (CENPAT) y al “Programa de Investigación Ballena
comprenden estudios de dieta, compor- Franca Austral” en colaboración con la
tamentales, de dinámica poblacional, de organización Ocean Alliance. Este pro-
lesiones en su piel y estudios relaciona- grama incluye un catálogo fotográfico
dos a la actividad de avistaje de balle- que, en la actualidad, cuenta con aproxi-
nas (Fazio et al., 2012, 2014; D’Agostino madamente unas 4.000 ballenas francas
et al., 2015; Fazio et al., 2015; Fiorito et australes identificadas individualmente
al., 2015; Argüelles et al., 2016a, 2016b; en Península Valdés que ha permitido
D’Agostino et al., 2016; Fazio et al., 2016; recolectar información valiosa sobre su
Fiorito et al., 2016; Chalcobsky et al., salud, dinámica de la población y la pre-
2017; D’Agostino et al., 2017a, 2017b; sencia de vínculos familiares (Vilches
Arias et al., 2018a; D’Agostino et al., et al., 2018; Rowntree et al., 2020). Ade-
2018; Sueyro et al., 2018; Crespo et al., más, cuenta con un programa educativo
2019; Chalcobsky et al., 2020; Tortolini y diversas líneas de investigación que
et al., 2020). Cabe destacar los censos contribuyen al desarrollo de estrategias
aéreos realizados desde 1999 de forma para su conservación y la de los océanos.
ininterrumpida por el Laboratorio de Desde el año 1999, la Fundación Pa-
Mamíferos Marinos del CENPAT en la tagonia Natural, a través del “Observa-
provincia de Chubut que han permitido torio de Ballenas Franca Punta Flecha”,
registrar procesos poblacionales inédi- ubicado en el AP Municipal El Doradillo
tos con esta especie (p. ej. Crespo et al., (Chubut), brinda a los visitantes un sitio
2019). ideal para la observación costera de esta
En el año 1992, se creó la Fundación especie que también es utilizado por in-
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vestigadores y aprovechado para reali- llenas” que cuenta con el apoyo de la IWC,
zar actividades de educación ambiental la Cancillería Argentina, y los gobiernos
para colegios. de las provincias de Chubut y Río Negro.
Por su parte, en el ANP Bahía San An- Este programa es un proyecto en colabo-
tonio, desde el año 2006, comenzaron ración en el que participan: el Centro para
a llevarse adelante investigaciones que el Estudio de Sistemas Marinos (CESI-
permitieron obtener información sobre MAR-CONICET), CIMAS-CONICET, ESCi-
distintos aspectos ecológicos de la balle- Mar-Universidad Nacional del Comahue,
na franca en el Golfo San Matías (Arias, Fundación Patagonia Natural, ICB, Na-
2019). Estos trabajos se reforzaron a par- tional Oceanic and Atmospheric Admin-
tir del año 2012, cuando se inició la acti- istration, Marine Ecology and Telemetry
vidad de avistaje de ballenas con investi- Research, Instituto Aqualie, Universidad
gaciones encabezadas por científicos del de California Davis (Wildlife Health Cen-
CONICET. Este estudio es acompañado ter), “Programa de Monitoreo Sanitario
de un programa de monitoreo científico Ballena Franca Austral” y Wildlife Con-
tendiente a evaluar abundancia y distri- servation Society Argentina. Su objetivo
bución espacial, dinámica poblacional y es conocer, a través de telemetría sateli-
el impacto de las embarcaciones sobre la tal, el modo en que las ballenas francas
especie (Arias et al., 2018a, 2018b; Arias, utilizan los diversos ambientes marinos
2019). La ejecución de este programa fue para así elaborar recomendaciones para
reconocida por la IWC en el año 2015 y la regulación de las actividades antrópi-
2016 promoviendo la continuidad de las cas con potenciales impactos negativos
investigaciones en esta zona de distribu- en la especie, así como también remar-
ción de la especie (Whale-watching Sub- car la importancia de las áreas marinas
Committee, 2015, 2016). Así fue como en protegidas. Gracias a esta tecnología
el año 2020 se dieron los primeros pasos se logró obtener información sobre as-
en trabajos de fotoidentificación a través pectos comportamentales de la espe-
de un proyecto local que se basa en la cap- cie como la velocidad, las distancias en
tura de imágenes desde la costa a través que se desplazan a diario, las áreas de
de drones, impulsado por el Centro de In- alimentación y el uso interanual de los
vestigación Aplicada y Transferencia Tec- hábitats fuera de Península Valdés (Zer-
nológica en Recursos Marinos Almirante bini et al., 2018). Entre los años 2014 y
Storni (CIMAS-CONICET), la Escuela Su- 2020 se conocieron las trayectorias de
perior de Ciencias Marinas (ESCiMar- 47 individuos por el litoral marítimo ar-
Universidad Nacional del Comahue) y la gentino, las rutas migratorias y las áreas
Fundación Azara. Se ha demostrado que de alimentación en el Atlántico Sudocci-
esta técnica no es invasiva, es decir, no ge- dental y los mares subantárticos. En su
nera respuesta de las ballenas frente a la sexta temporada (2021) se sumaron 18
presencia de los drones (Christiansen et al., ballenas más, totalizando 65 ballenas
2020a). Finalmente, desde el año 2014, se monitoreadas. Muchas de esas ballenas
lleva adelante el programa “Siguiendo Ba- marcadas satelitalmente se encuentran
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Sellos postales del Correo Argentino dedicados, entre otras especies amenazadas, a la
ballena franca austral.
go bautizado con el nombre de “Garra” turísticas sobre la ballena franca austral Eu-
balaena australis en el Golfo San Matías. Tesis
por la forma de una mancha blanca de
Doctoral. Facultad de Ciencias Exactas y Na-
su lomo y por tolerar las complejas ma- turales, Universidad de Buenos Aires.
niobras que debieron realizarse para su Arias, M.; Coscarella, M. A.; Romero, M. A.;
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rescate. Un año después, a raíz de este y González, R. A. (2018a). Southern right
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B A L L E N A F R A N C A A U S T R A L
F U N DAC I Ó N A Z A R A 515
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
516 DO
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DELFÍN FRANCISCANA
M . N ATA L I A PA S O V I O L A , L E O N A R D O G . B E R N I N S O N E
y PA B LO D E N U N C I O
Clase: Mammalia
Orden: Cetartiodactyla
Familia: Pontoporiidae
Otros nombres vulgares: delfín del plata, delfín del Río de la Plata, tonina, franciscano;
toninha, boto-amarelo, boto-cachimbo (Brasil).
Nombres en inglés: Franciscana Dolphin, La Plata River Dolphin.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 517
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
Delfín franciscana adulto (rostro alargado) nadando en la costa bonaerense, abril de 2010.
Foto: Leonardo Berninsone, AquaMarina.
para las hembras. Las crías al nacer son encuentra solamente en tres países: Bra-
similares en coloración a los adultos y se sil, Uruguay y la Argentina (en las provin-
han encontrado tallas y pesos mínimos cias de Buenos Aires, Río Negro y Chu-
de 55 cm y 5 kg, respectivamente (Basti- but). El límite norte de su distribución es
da et al., 2007). Itaúnas (18º 25′ S), en el estado de Espíri-
to Santo en Brasil, llegando hasta el Golfo
San Matías (42º 10′ S), en Río Negro, Ar-
HÁBITAT Y DISTRIBUCIÓN
Aleta dorsal y coloración del cuerpo
marrón ocre de un delfín franciscana,
La franciscana habita exclusivamente Bahía Samborombón, Buenos Aires, marzo
aguas de la costa este de Sudamérica y se de 2010. Foto: Leonardo Berninsone, AquaMarina.
518 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
Delfín franciscana adulto con su rostro entero en la superficie, Bahía de Babitonga, Brasil.
Foto: Marta J. Cremer, Projeto Toninhas.
Aleta dorsal de dos delfines franciscana nadando juntos en la costa bonaerense, marzo de
2008. Foto: Leonardo Berninsone, AquaMarina.
F U N DAC I Ó N A Z A R A 519
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
520 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
F U N DAC I Ó N A Z A R A 521
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
Madre y cría de delfín franciscana fotografiadas durante un censo aéreo en Brasil, 2020.
Foto: Daniel Danilewicz, GEMARS-Funbio.
522 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
la especie, se la recategorizó como en es- de conservación por los que este delfín
tado “Vulnerable” de conservación en la costero se ve afectado en todo su rango
Argentina (Diaz y Ojeda, 2000), categori- de distribución, se dividió esta área en
zación que se mantiene en su última cla- cuatro unidades de manejo poblacional
sificación de conservación, tanto a nivel (Franciscana Management Areas, FMAs
internacional (Zerbini et al., 2017) como por sus siglas en inglés) fundamentadas
nacional (Denuncio et al., 2019). en información genética, morfológica,
En los últimos 20 años la preocupa- poblacional y de comportamiento. El
ción por la conservación de la francis- fin último de la creación de estas uni-
cana fue creciendo debido a que, al ser dades de manejo es garantizar una ges-
una especie costera, registra una altísi- tión eficaz a escala local. Las primeras
ma tasa de captura incidental en redes tres áreas (FMA I, II y III) corresponden
de pesca agalleras (de enmalle) prove- a Brasil y Uruguay y la cuarta (FMA IV)
nientes de la pesca artesanal costera a es la que incluye a las aguas costeras de
lo largo de su distribución, a la que se la Argentina (Secchi et al., 2003). Con el
ve expuesta desde hace casi cuatro dé- avance de los estudios moleculares en
cadas (Cappozzo et al., 2007; Negri et al., toda la distribución de la especie, estas
2012). FMAs fueron subdivididas en regiones
En comparación con las diferentes menores e incluso los límites originales
abundancias estimadas a lo largo de su de cada FMA fueron corregidos. La Ar-
distribución, los niveles de captura inci- gentina, en la actualidad, constituye una
dental de franciscanas serían insosteni- región que incluye entre tres y cinco re-
bles, dado que las extracciones anuales giones menores (Gariboldi et al., 2016).
de ejemplares oscilan entre el 3 y 6% Sin embargo, el número definitivo de
de los tamaños de población estimados subregiones y sus límites deben ser re-
(Crespo et al., 2010). En la Argentina, visados.
la mortalidad no es homogénea, siendo El análisis de viabilidad poblacional
esta especie más impactada en la región realizado desde principios de la déca-
norte bonaerense (entre la zona sur de da del 2000, utilizando estimaciones de
la Bahía Samborombón y el Cabo San abundancia, mortalidad incidental por
Antonio), que en el sur de la provincia de pesquerías y tasas de crecimiento de la
Buenos Aires y zona sur de su distribu- población, sugirió que los niveles de cap-
ción (Cappozzo et al., 2007). Las últimas tura incidental no serían sostenibles en
estimaciones de mortalidad realizadas todas las FMAs y que las poblaciones de
en la provincia de Buenos Aires revelan franciscanas de las FMA II, III y IV decli-
que mueren entre 360 y 539 delfines por narían al menos en un 30% en 25 años
año a causa de la pesca artesanal en re- (Secchi y Fletcher, 2004; Secchi, 2010).
des de enmalle y camaroneras (Negri et La degradación del hábitat, la contami-
al., 2012), representando entre el 2,5 y nación por plásticos e ingesta de basura,
3,7% de la población de la Argentina. la contaminación química y la reducción
Como consecuencia de los problemas de los stocks de peces pequeños como los
F U N DAC I Ó N A Z A R A 523
D E L F Í N F R A N C I S C A N A
A. Delfín
B franciscana
enmallado en red
de pesca artesanal
en la costa de
la provincia de
Buenos Aires,
noviembre de
2005 y B. Dos
ejemplares adultos
a bordo de una
embarcación de
pesca artesanal,
muertos por redes
de enmalle, San
Clemente del
Tuyú, Buenos
Aires, octubre de
2004. Fotos: Leonardo
Berninsone, AquaMarina.
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esciénidos que generan cambios tem- más un solapamiento de las tallas de cap-
porales en la dieta del delfín franciscana, tura comercial con las tallas consumidas,
son algunos de los principales riesgos a por lo que no se puede descartar un efecto
los que este pequeño delfín se enfrenta en directo o indirecto de la pesca, aunque no
su hábitat natural. Existen datos publica- ha sido evaluado. Precisamente, las pre-
dos sobre la presencia de contaminantes sas más relevantes en la dieta de la fran-
metálicos y orgánicos en tejidos de esta ciscana en la provincia de Buenos Aires
especie producto de la contaminación in- (pescadilla de red -Cynoscion guatucupa- y
dustrial y del uso de pesticidas agrícolas, corvina rubia -Micropogonias furnieri-) son
aunque se desconoce su efecto sobre el especies de gran importancia económica
estado sanitario de la especie. También se para las pesquerías de la región (Paso Vio-
observaron restos de plástico en conteni- la et al., 2014; Denuncio et al., 2017). Sin
dos gástricos, cuyo origen está vinculado embargo, la mortalidad debida al enmalle
tanto a la pesca como al turismo. Poco se incidental en redes agalleras es, por lejos,
sabe de enfermedades que afectan a este la peor amenaza para la franciscana.
delfín, aunque se encontraron en muy
baja frecuencia malformaciones óseas en
el hocico de este cetáceo (Denuncio et al., ACCIONES DE CONSERVACIÓN
2019).
Muchas de las especies presas presentes A lo largo de la costa de la provincia de
en la dieta de la franciscana son de interés Buenos Aires suelen encontrarse ejem-
comercial y en algunos casos, existe ade- plares de delfín franciscana varados en
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la playa. Las franciscanas que aparecen fácilmente por las franciscanas. Esto
muertas son utilizadas por los diferen- se debe a que el bario es un metal que
tes grupos de investigación desde hace genera que las ondas que emite la fran-
décadas para hacer necropsias que brin- ciscana cuando ecolocaliza sean refleja-
dan información sobre diferentes as- das más efectivamente para que pueda
pectos de la especie, importante para su detectar mejor la red y de esa manera
conservación. Estos varamientos gene- evitar el enmallamiento que lleva a la
ralmente corresponden a individuos ju- captura incidental. Sin embargo, los re-
veniles y adultos que aparecen muertos sultados de este experimento indicaron
durante todo el año. Durante la tempo- que no hay diferencias significativas en
rada de verano es más común encontrar la captura incidental en redes normales
varamientos de crías vivas que aparecen y redes reflectivas, resultando en una
perdidas en la costa por haberse separa- alternativa inviable para mitigar la cap-
do demasiado de su madre. Durante la tura incidental (Bordino et al., 2013).
necropsia se toman muestras de órganos Los pingers utilizados en un primer
y tejidos para estudios de histopatología, momento emitían una señal acústica
parasitología, alimentación y nutrición, a una frecuencia que era audible para
genética, contaminantes, crecimiento y las franciscanas (10 kHz) siendo efecti-
desarrollo de la especie. La gran mayoría va a la hora de alejar a los animales de
de las franciscanas que aparecen vara- las redes de pesca, pero presentando
das muertas en la playa presentan mar- a su vez un efecto colateral asociado a
cas de redes de pesca en el pico y en las la atracción de lobos marinos, quienes
aletas, sugiriendo que la principal causa aprendieron a asociar el sonido del pin-
de muerte es de manera incidental en re- ger con la presencia de una red con pe-
des de pesca artesanal. ces (también llamado efecto dinner bell).
En las últimas décadas se han evalua- Dado que los lobos marinos no solo
do diferentes alternativas para reducir la robaban el pescado de las redes, sino
captura incidental de los delfines francis- que además las destruían, se modificó
cana a través del trabajo en colaboración la frecuencia de los pingers a una nueva
de científicos y pescadores artesanales. frecuencia (70 kHz) dentro del rango de
Entre ellas, se testeó el uso de nuevas audición de las franciscanas, pero no de
tecnologías que sirvieran para acompa- los lobos marinos. Estas alarmas acústi-
ñar la pesca con redes agalleras de for- cas lograron una efectividad del 90% en
ma sustentable, por un lado, mediante la la mitigación de la captura incidental,
utilización de redes reflectivas y por otro, resultando en la estrategia más efectiva
mediante el uso de alarmas acústicas hasta el momento (Bordino et al., 2002),
normalmente conocidas como pingers. aunque existe la posibilidad de que en
Las redes reflectivas estaban enrique- ciertos casos haya efectos adversos a
cidas en su composición con sulfato de nivel poblacional (p. ej. habituación o ex-
bario, por lo que se consideraba que te- clusión de hábitat) que aún no han sido
nían el potencial de ser detectadas más evaluados (FAO, 2018).
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Charla de
científicos y
pescadores
luego de
su regreso
a la playa,
Claromecó,
2008.
Foto: María Natalia
Paso Viola.
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2020). Dado que en la actualidad eso no ción de este delfín y las acciones que se
ocurre, la estrategia de utilizar espineles están desarrollando para proteger a la es-
como arte de pesca alternativo resulta in- pecie, ambas actividades llevadas a cabo
viable. De la misma manera se evaluó el por la ONG AquaMarina, con el apoyo del
uso de nasas de pesca (consisten en una Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sus-
especie de caja enrejada con carnada en tentable de la Nación, las autoridades del
su interior con un orificio por donde el gobierno de la provincia de Buenos Aires,
pescado puede entrar, pero no puede sa- la Fundación Vida Silvestre Argentina y
lir), las cuales resultaron efectivas para con el apoyo financiero de la Food and
mitigar la captura incidental pero no, des- Agriculture Organization of the United
de lo práctico, para capturar las especies States (FAO, por sus siglas en inglés).
objetivo de Bahía Samborombón. En la En 2017 el Poder Legislativo Provincial
actualidad, se está diseñando un proyec- declaró a la franciscana como Monumen-
to para evaluar su uso en la zona de Cabo to Natural en todo el ámbito de la provin-
San Antonio. cia de Buenos Aires (Ley N° 14.992), que
En el año 2015, a partir del trabajo con- corresponde a la máxima categoría de
junto de instituciones académicas, agen- protección que se le puede dar a una es-
cias nacionales y provinciales de admi- pecie en la provincia. De esta manera, se
nistración pesquera y organizaciones no logra poner en foco el problema de con-
gubernamentales (ONGs), se estableció el servación que presenta esta especie, dán-
“Plan de Acción Nacional para Reducir las dole énfasis al trabajo de fiscalización y
Interacciones de Mamíferos Marinos con gestión, fomentando el trabajo en proyec-
Pesquerías en la República Argentina”. El tos de investigación, en educación am-
objetivo del Plan de Acción es contribuir biental y priorizando la implementación
al manejo ecosistémico de las pesquerías, de medidas de mitigación, contribuyendo
evaluando las interacciones entre estas y así a su conservación.
los mamíferos marinos, a fin de disminuir Entre los años 2008 y 2009 la Funda-
los impactos negativos sobre ambos. Du- ción Azara colaboró junto a otras ONGs
rante el Primer Taller realizado en el año con las campañas de estudio del proyec-
2016, se conformó un plan operativo trie- to franciscana en el sur de la provincia
nal en el cual la franciscana fue definida de Buenos Aires que venía realizando el
como una de las cinco especies a priorizar equipo del Laboratorio de Ecología, Com-
su conservación. Durante estos años el portamiento y Mamíferos Marinos del
trabajo se enfocó en la “Evaluación y mi- Museo Argentino de Ciencias Naturales
tigación de interacciones con pesquerías Bernardino Rivadavia (CONICET), dirigi-
artesanales” con el fin de reducir la actual do por el Dr. Luis Cappozzo. Estas campa-
captura incidental de delfines francisca- ñas permitieron la finalización de tres te-
na en redes agalleras a valores sustenta- sis doctorales en Ciencias Biológicas de la
bles a través del uso de alarmas acústicas, Universidad de Buenos Aires y una tesis
entre otras alternativas. El objetivo tam- de licenciatura de la misma Universidad.
bién fue difundir el estatus de conserva- De esta manera, la Fundación Azara, no
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A U T O R E S
NÓMINA DE AUTORES
Acosta, Miguel A. Proyecto Juco-Proyecto Bina- (3370) provincia de Misiones, Argentina. Pro-
cional Yaguajuco. Eduardo Wilde 450, Dpto. yecto Selva de Pino Paraná. Vélez Sarsfield y
A, Villa Soledad (4400) Salta, provincia de San Jurjo (3364) San Pedro, provincia de Mi-
Salta, Argentina. Fundación Oso Andino. siones, Argentina.
Quito, Ecuador. ebbonaparte@gmail.com
tolden195@gmail.com Celsi, Cintia E. Fundación de Historia Natural
Anfuso, Jorge. Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Centro de Ciencias Natura-
Félix de Azara. Centro de Rescate, Rehabili- les, Ambientales y Antropológicas, Univer-
tación y Recría de Fauna Silvestre Güirá Oga. sidad Maimónides. Hidalgo 775, 7mo piso
Ruta Nacional N° 12, km 1637 (3370) Puerto (1405) Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Iguazú, provincia de Misiones, Argentina. Argentina.
sjanfuso@gmail.com cintiacelsi@gmail.com
Arias, Magdalena. Centro de Investigación Apli- Dalia, Analía V. Fundación de Historia Natural
cada y Transferencia Tecnológica en Recur- Félix de Azara. Centro de Ciencias Naturales,
sos Marinos Almirante Storni, CONICET. Ambientales y Antropológicas, Universidad
Güemes 1030 (8520) San Antonio Oeste, pro- Maimónides. Hidalgo 775, 7mo piso (1405)
vincia de Río Negro, Argentina. Escuela Su- Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argenti-
perior de Ciencias Marinas, Universidad Na- na.
cional del Comahue. San Martín 224 (8520) analia.dalia@fundacionazara.org.ar
San Antonio Oeste, provincia de Río Negro, Del Moral Sachetti, J. Fernando. Proyecto Juco-
Argentina. Fundación de Historia Natural Fé- Proyecto Binacional Yaguajuco. Eduardo Wil-
lix de Azara. Hidalgo 775, 7mo piso (1405) Ciu- de 450, Dpto. A, Villa Soledad (4400) Salta,
dad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. provincia de Salta, Argentina. Fundación de
ariasmalala@gmail.com Historia Natural Félix de Azara. Hidalgo 775,
Baigorria, Julián E. M. Fundación de Historia 7mo piso (1405) Ciudad Autónoma de Buenos
Natural Félix de Azara. Hidalgo 775, 7mo piso Aires, Argentina. Fundación Oso Andino. Qui-
(1405) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, to, Ecuador.
Argentina. Universidad Gastón Dachary. Sal- jfdelmoral@gmail.com
ta 1912 (3300) Posadas, provincia de Misio- Delvenne, Luis A.
nes. luisdel50@yahoo.com.ar
julianbaigorria@gmail.com Denuncio, Pablo. Instituto de Investigaciones
Bauni, Valeria. Fundación de Historia Natural Marinas y Costeras, Universidad Nacional de
Félix de Azara. Centro de Ciencias Naturales, Mar del Plata y CONICET. Funes 3350 (7602)
Ambientales y Antropológicas, Universidad Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Ar-
Maimónides. Hidalgo 775, 7mo piso (1405) gentina.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argenti- pdenunci@mdp.edu.ar
na. Di Giacomo, Adrián S. Laboratorio de Biología
valeria.bauni@fundacionazara.org.ar de la Conservación, Centro de Ecología Apli-
Berninsone, Leonardo G. AquaMarina-Centro cada del Litoral, CONICET y Universidad Na-
de Estudios en Ciencias Marinas. Martín Pes- cional del Nordeste. Ruta Provincial N° 5, km
cador 1086 N° 7 (7167) Pinamar, provincia 2,5 sin número (3400) Corrientes, provincia
de Buenos Aires, Argentina. de Corrientes, Argentina.
bernin@aquamarina.org digiacomo.adrian@gmail.com
Bertonatti, Claudio. Fundación de Historia Na- Elsegood, Silvia. Fundación de Historia Natural
tural Félix de Azara. Centro de Ciencias Na- Félix de Azara. Centro de Rescate, Rehabili-
turales, Ambientales y Antropológicas, Uni- tación y Recría de Fauna Silvestre Güirá Oga.
versidad Maimónides. Hidalgo 775, 7mo piso Ruta Nacional N° 12, km 1637 (3370) Puerto
(1405) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Iguazú, provincia de Misiones, Argentina.
Argentina. silviaelsegood@gmail.com
claudiobertonatti@yahoo.com Forcelli, Daniel. Museo Latinoamericano de
Bonaparte, E. Bianca. Instituto de Biología Sub- Malacología Juan Carlos Chebez. Fundación
tropical, Universidad Nacional de Misiones de Historia Natural Félix de Azara. Hidalgo
y CONICET. Nodo Puerto Iguazú: Bertoni 85 775, 7mo piso (1405) Ciudad Autónoma de
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A U T O R E S
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A U T O R E S
Comportamiento y Mamíferos Marinos, Mu- 2,5 sin número (3400) Corrientes, provincia
seo Argentino de Ciencias Naturales Bernar- de Corrientes, Argentina.
dino Rivadavia, CONICET. Av. Ángel Gallardo pucheta.mf@gmail.com
470 (1405) Ciudad Autónoma de Buenos Ai- Quiroga, Sofía. Iniciativa Meseta Salvaje, Fun-
res, Argentina. dación Somuncura.
npasoviola@gmail.com so_quiroga@hotmail.com
Peker, Silvana M. Dirección Nacional de Biodi- Rodríguez, Rocío S. Fundación de Historia Na-
versidad. Ministerio de Ambiente y Desarro- tural Félix de Azara. Hidalgo 775, 7mo piso
llo Sostenible de la Nación. San Martin 451, (1405) Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Oficina 232, 2do piso (1004) Ciudad Autóno- Argentina.
ma de Buenos Aires, Argentina. rocio.rodriguez@fundacionazara.org.ar
speker@ambiente.gob.ar Sarti, Guadalupe. Centro de Investigación Apli-
Perelló, Milton. Fundación de Historia Natural cada y Transferencia Tecnológica en Recur-
Félix de Azara. Hidalgo 775, 7mo piso (1405) sos Marinos Almirante Storni, CONICET.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argenti- Güemes 1030 (8520) San Antonio Oeste, pro-
na. vincia de Río Negro, Argentina. Fundación de
miltonperello@hotmail.com Historia Natural Félix de Azara. Hidalgo 775,
Pérez, Lorena E. Fundación de Historia Natural 7mo piso (1405) Ciudad Autónoma de Buenos
Félix de Azara. Hidalgo 775 7mo piso (1405) Aires, Argentina.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argenti- guadalupesarti@gmail.com
na. Velasco, Melina A. Iniciativa Meseta Salvaje,
lorenaeliana@yahoo.com Fundación Somuncura. Sección Herpetolo-
Petracci, Pablo. Grupo de Estudio en Conserva- gía, Facultad de Ciencias Naturales y Museo,
ción y Manejo Gekko. Departamento de Bio- Universidad Nacional de La Plata y CONICET.
logía, Bioquímica y Farmacia, Universidad Anexo Museo, Laboratorio 105, Calles 122 y
Nacional del Sur. San Juan 670 (8000) Bahía 60 (1900) La Plata, provincia de Buenos Ai-
Blanca, provincia de Buenos Aires, Argenti- res, Argentina.
na. melinavelasco@fcnym.unlp.edu.ar
pablopetracci@yahoo.com.ar Williams, Jorge D. Sección Herpetología, Facul-
Povedano, Hernán E. Iniciativa Meseta Salvaje, tad de Ciencias Naturales y Museo, Univer-
Fundación Somuncura. sidad Nacional de La Plata y CONICET. Ane-
hernanpovedano@gmail.com xo Museo, Laboratorio 105, Calles 122 y 60
Pucheta, M. Florencia. Laboratorio de Biología (1900) La Plata, provincia de Buenos Aires,
de la Conservación, Centro de Ecología Apli- Argentina.
cada del Litoral, CONICET y Universidad Na- williams@fcnym.unlp.edu.ar
cional del Nordeste. Ruta Provincial N° 5, km
534 D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N E S P E C I E S A M E N A Z A DA S D E L A A R G E N T I N A .
D O S D É C A DA S D E T R A B A J O C O N
E S P E C I E S A M E N A Z A DA S
DE LA ARGENTINA