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Ciclo de Licenciatura en Historia

Seminario:

Derecho para Historiadores: conceptos básicos de ciencia jurídica occidental

Profesora: Magdalena Magneres

Profesor: Daniel Oscar Dicosimo

Alumno: Juan Manuel Granero

Octubre 2019

Controversias en torno a la condición jurídica de los habitantes del “Nuevo


Mundo”
Resumen:

El presente trabajo se propone analizar alguna de las implicancias sociales,


económicas y jurídicas del descubrimiento por parte de los europeos occidentales
del denominado “Nuevo Mundo” a partir del siglo XV.

Luego de una primera etapa exploratoria del territorio americano los


conquistadores españoles se vieron obligados a sentar las bases jurídicas en el
“Nuevo mundo”, para dicha empresa se constituyó el Derecho Indiano, un
complejo sistema jurídico integrado por varios ordenamientos, que rigió en las
denominadas Indias Occidentales durante el periodo de dominación española.

A mediados del siglo XVI en el interior mismo de las esferas de poder del Imperio
español se debatió sobre los métodos utilizados en la conquista del territorio
americano, dando lugar a un fructífero contrapunto entre Juan Ginés de Sepúlveda
y Bartolomé de Las Casas en torno a la condición jurídica de los nativos de
América.

Palabras claves: Conquista de América, Derecho Indiano, Antonio de Montesinos,


Leyes de Burgos, Controversia de Valladolid, Bartolomé de Las Casas, Juan
Ginés de Sepúlveda

El Contexto histórico: un Nuevo Mundo para los europeos


La crisis del siglo XIV provocó un debilitamiento del poder feudal, favoreciendo no
sólo la consolidación territorial de los reinos, sino también el fortalecimiento del
poder de los reyes, tendencia que condujo al Absolutismo monárquico (Bianchi,
2005, p. 76).

Como advierte Magneres (2018) “La existencia de relaciones más estrechas entre
las comarcas sumada a la consolidación definitiva del poder real dentro del
Estado Moderno, determinaron el fin del aislamiento social y jurídico, e impulsaron
vigorosamente la tendencia unificadora” (P.82)

Una vez resuelto el problema interno de la reconquista territorial la monarquía


castellana concentró sus esfuerzos y recursos en el estimulo de la expansión
ultramarina. Recordemos que hasta el siglo XIV, Europa giraba alrededor del mar
Mediterráneo. La necesidad de encontrar rutas alternativas hacia Oriente obligó a
los europeos a cruzar los océanos, poco explorados hasta ese momento. El reino
de Portugal inició su expansión ultramarina a través del océano Índico, en tanto
que los reyes de Castilla promovieron la navegación hacia el oeste.

Como señala el historiador chileno Miguel Rojas Mix el Viejo Mundo no tenía
imagen del Nuevo sólo los límites del mundo conocido “que las fantasías desde
Homero en adelante habían poblado de monstruos y peligros. Monstruos que
encarnaban el miedo a lo desconocido”. 1

En 1492 los reyes de Castilla financiaron la expedición del navegante genovés


Cristóbal Colón, quien desembarcó en octubre de ese mismo año en la isla, a la
que los nativos llamaban Guanahaní (situada en la región del denominado Mar
Caribe, en alusión a sus habitantes).

Cabe recordar que Cristóbal Colón creyó haber llegado al continente asiático.
Como podemos constatar en una de sus cartas mostraba su intensión de dejar
correspondencia de “Vuestras Altezas al Gran Can” y “pedir respuesta y venir con
ella”.2 Aquel malentendido, se debió en parte al hecho de que antes de 1492, lo
1
http://miguelrojasmix.com/america-imaginaria-la-representacion-de-america-de-vespucci-a-milo-manara/
2
Recuperado https://www.elhistoriador.com.ar/cristobal-colon-sobre-los-habitantes-de-america-a-su-llegada/
que hoy conocemos como América no figuraba en ningún mapa, en Europa,
África y Asia nada se sabía de la existencia del territorio.

Colón sabía perfectamente que esas islas a las que había arribado ya tenían
nombres Sin embargo, como advertía Todorov (1982) “Las palabras de los demás
le interesan poco y quiere volver a nombrar los lugares en función del sitio que
ocupan en su descubrimiento, darles nombres justos , además, el dar nombres
equivale a una toma de posesión”(p.35)

Tiempo después de la llegada de Colón, el navegante florentino Américo Vespucio


tendrá el merito de haber descubierto de que se trataba de un nuevo territorio. En
su descripción mencionaba haber llegado a la parte de las Antípodas “que por mi
navegación es la cuarta parte del mundo… Conocimos que aquella tierra no era
isla sino continente” 3

En 1507 el cosmógrafo Martin Waldseemüller publica un planisferio en donde se


utiliza por primera vez el nombre de “América” en honor a Vespucio, al
considerarlo descubridor del continente.

El descubrimiento del otro: los nativos a la luz del eurocentrismo

3
Ibídem
Tanto en los diarios como en la correspondencia de Cristóbal Colón quedarán
plasmadas las primeras impresiones del navegante al tomar contacto con los
nativos. En un pasaje el navegante genovés relataba:

“ya he visto sólo tres destos marineros descender en tierra, y haber multitud
destos indios, y todos pudieran sin que les quisiesen hacer mal. Ellos no tienen
armas, y son todos desnudos y de ningún ingenio de las armas, y muy cobardes,
que mil no guardarán a tres; y así son buenos para les mandar y les hacer
trabajar, sembrar y hacer todo lo otro que fuere menester, y que hagan villas, y se
enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres” 4

En otro pasaje de su libro, Todorov (1982) se refería a la percepción que tuvo


Colón de los nativos del Caribe , advirtiendo que el navegante, por un lado los
asociaba al mito del “buen salvaje”, y a la vez los concebía como “pobres perros”
esclavos en potencia. Para el ensayista, ambos mitos descansaban en una misma
base común: el desconocimiento, y la negación de admitirlos como sujeto de
derechos. En su interpretación Cristóbal Colón “había descubierto América, pero
no a los americanos”. 5

El Derecho Indiano: Una aproximación

Para Bernal Gómez (2015) el derecho indiano nació con las Capitulaciones de
Santa fe, tres meses y medio antes de que zarpara la expedición de Cristóbal
Colón. Este contrato entre Cristóbal Colon y la corona española, cuyos orígenes
se encuentran el derecho medieval castellano, estableció unas bases jurídicas
europeas con las que pretendían gobernar un territorio aún desconocido.

4
Recuperado de https://www.elhistoriador.com.ar/cristobal-colon-sobre-los-habitantes-de-america-a-su-
llegada/
5
Tvetan Todorov, La conquista de América. La cuestión del otro. México, Siglo XXI, 1987, p. 57
Al respecto, Bernal Gómez (2015) señala que este sistema fracasó rotundamente
debido a que dicha legislación no tuvo en cuenta una realidad social que le era
absolutamente desconocida. Con los atributos que le habían conferido a Colón, el
Almirante tomó posesión de las tierras y las sometió al dominio de Castilla sin
reconocer a los indígenas de las islas personalidad jurídica alguna. Parte del
fracaso de ésta primera etapa se debió al hecho de que Colón esclavizó a los
Indígenas y éstos, como era de esperar se rebelaron.

En palabras de Bernal Gómez (2015), a partir de las dificultades que se


ocasionaron en esta primera etapa de conquista fue necesario un ordenamiento
jurídico que establezca las bases para la difícil relación Metrópoli/colonia. Un
derecho tímido en sus inicios, vacilante durante el siglo XVI, que empezó a
independizarse hasta convertirse en lo que hoy entendemos como derecho
indiano. 6

El Derecho indiano fue dividido modernamente en dos clases: el Derecho Indiano


peninsular que remitía al conjunto de disposiciones dictadas por las autoridades
residentes en España (Consejo de Indias, la Casa de contratación, las Juntas). Y
por otra parte, el Derecho Indiano criollo cuando las disposiciones procedían de
las autoridades españolas residentes en América (Virreyes, gobernadores,
audiencias, cabildos).

Como señala Magneres (2018) “Las diferencias estuvieron determinadas, casi


siempre, por la condición peculiar de las Indias, que obligaba, ya en atención a la
persona de los Indios, ya a factores geográficos (ambiente, distancia), a variar
soluciones, cuando no – como en el caso de la leyes protectoras de los naturales
– a sustituir los principios medievales por los del iusnaturalismo de la segunda
escolástica” (p. 94)

Esta tradición iusnaturalista asumida en América, de evidente signo católico,


concebía a Dios como promulgador de la ley eterna y a ley natural como

6
Bernal Gómez, El derecho Indiano, concepto, clasificación y características pp. 184
participación del hombre, admitiendo la realidad de un Derecho natural de origen
divino y superior al positivo.

Como bien señala Silvio Zabala (1982) “Los Hechos de la conquista


contribuyeron a fijar los contornos de los problemas de Doctrina, a darles
contenido practico” Así se explica la estrecha relación entre el pensamiento
político de la época con las instituciones de América destinadas a regular la
convivencia de los europeos con los nativos.7

El conjunto de disposiciones legislativas (capitulaciones, ordenanzas, reales


células, decretos, reglamentos) fueron promulgas tanto por la autoridades
peninsulares como por las autoridades delegadas. Muchas de las disposiciones
tuvieron un carácter particular frente a las situaciones que se desarrollaban en el
“Nuevo Mundo”. Como advierte Gómez Bernal, esta situación produjo un “caos
legislativo” que dificultó tanto su fijación como su aplicación. 8

La voz de los sin voz

Un capítulo importante de la conformación del derecho Indiano se debió a los


aportes críticos de hombres como el Fray Francisco de Vitoria Dominico, teólogo
y jurista, que había iniciado su formación intelectual en la Universidad de Paris,
donde descubre el pensamiento del humanista holandés Erasmo.

En una de sus obras más trascendentales “Relecciones sobre los indios y el


Derecho de guerra” comienza cuestionando si los indios, como no creyentes,
podían tener la capacidad de dominio. Al contrario de teóricos anteriores, que
unían los derechos de propiedad con el derecho divino, éste defendió que la
posesión y el dominio se basaban en el derecho natural y, por tanto, no se

7
. S. Zabala: La defensa de los derechos del hombre en América Latina (siglo XVI-XVIII) , UNAM –UNESCO , México,
1° reimp, 1982 págs. 12-13; La filosofía política en la conquista de América , Fondo de cultura económica, México, 1947

8
Ibídem, p.186
destruían por una cuestión de fe. Otra de sus argumentaciones plantea que la
naturaleza ha establecido cierto parentesco entre todos los hombres. Por otra
parte, Vitoria polemiza con aquellas teorías que sostenían la incapacidad para ser
titulares de derechos (Mora Hernández, 2013, p. 2).

Victoria defendía la legitimidad de la duda sobre la forma de evangelización ,


señalando “ oímos hablar de tantas hecatombes humanas , expoliaciones de
hombres inofensivos , señores desposeídos de sus posesiones y riquezas , que
hay mérito para dudar de si todo ha sido hecho con justicia o con injusticia
(Fernández Buey,1992,p.313)

Fernández Buey (1992) plantea que Francisco de Victoria abre el camino para un
punto de vista que luego Bartolomé de Las Casas adoptará con un tono más
decisivo: el de la necesidad de una rectificación del aristotelismo para el análisis
del caso de la esclavitud y la servidumbre “natural” (P.315)

Como señala Peces-Barba “A los clásicos iusnaturalistas españoles les incumbe


un papel decisivo en el proceso de secularización entre
el iusnaturalismo teológico medieval que condujo a la Escuela del Derecho
Natural Racionalista “9.

Como destacaba el gran historiador Lewis Hanke (1988) no habían pasado veinte
años desde que Cristóbal Colón diera gracias a Dios por llevar a su expedición a
buen fin en tierras de América (…), cuando se alzó el primer clamor de justicia a
favor de los indios”.10
Como bien advierte Sánchez Domingo (2012) las Antillas constituyeron el primer
campo de ensayo en la colonización y evangelización, siendo teatro de las injustas
opresiones que hicieron levantar un grito de indignación (P.7).

Aquel clamor de justicia partió de Antón de Montesinos, fraile dominico instalado


en la Isla La Española, que en su célebre sermón de 1511 interpelaba a los
presentes con un provocador cuestionamiento:

9
Gregorio Peces-Barba Martínez et al., Historia de los derechos fundamentales, I. Madrid, Dykinson / Instituto de Derechos
Humanos Bartolomé de las Casas / Universidad Carlos III , 1992, p. 509
10
Hanke,1988,p. 33
“ ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus
enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os
mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué
cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean
bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son
hombres? ¿No tienen almas racionales?” 11

Uno de los testigos de aquel sermón fue Bartolomé de Las Casas, que quedó
conmovido por las palabras de Montesinos. Bartolomé, era hijo de un comerciante
español. En 1506 se ordena como sacerdote. En su segundo viaje a América, en
testigo directo de los abusos contra los indígenas, empieza a experimentar un
proceso de transformación interior. Renuncia a la encomienda que le habían sido
concedida, convirtiéndose en uno de los más acérrimos críticos de los métodos
empleados por los conquistadores en el Nuevo mundo.

Como eco de las denuncias provenientes de América en relación al trato que se


infligía a los indígenas, en 1512 se reunieron un grupo de teólogos y juristas en el
convento de San Pablo de Burgos.

Inspiradas por el jurista de la Corte Palacios Rubios, moderadas por las


argumentaciones de Fray Martín de Paz y redactadas por Fray Mesa y Gregorio
se elaboraron Las Reales ordenanzas dadas para el Buen Regimiento de los
Indios y Tratamiento, un conjunto de 35 ordenanzas, puede considerarse la
primera cristalización jurídica derivada de la profunda crisis moral abierta en el
corazón mismo del Imperio, fueron el efecto de esa gran conmoción civilizatoria
que supuso el encuentro con las tierras y los pueblos americanos.

Como señala Antonio Enrique Pérez Luño (1992) “Con dichas leyes se establecía
un primer código jurídico indiano sobre el funcionamiento de las encomiendas, y
en él se recogían disposiciones para impedir el maltrato gratuito de los indios y
su excesiva sobreexplotación” (p.10).

11
Citado por Bartolomé De Las Casas, Historia de Las Indias ,p.85
En dichas ordenanzas se estipulaba que los encomenderos construyesen iglesias
y moradas para los indígenas; hacían hincapié en las transmisión de valores
cristianos y ponían especial énfasis en evitar cualquier tipo de maltrato físico
(repudiando los azotes con látigo o palo y el encarcelamiento). Otro aspecto a
destacar de las ordenanzas es la protección del trabajo para mujeres y niños ( en
el caso de las mujeres se estipulaba exenciones laborales en atención a su
condición de gestantes y en el caso de los menores de catorce años los eximía del
trabajo).

Para el cumplimiento de dichas ordenanzas se nombraban en cada poblado dos


inspectores (Sánchez Domingo, 2012 P. 14)

Las Leyes de Burgos irán dirigidas a las autoridades de Santo Domingo de la Isla
la Española y a las autoridades de San Juan de Puerto Rico. El carácter general
de dichas leyes permitió la vigencia en todo el territorio americano. Pero cabe
mencionar que su aplicación tuvo un recorrido aleatorio, ya que en 1523 fueron
derogadas por el conquistador de México Hernán Cortés, y posteriormente
promulgadas en las denominadas Leyes Nuevas de 1542.

El persistente clamor de Bartolomé de Las Casas en defensa de los nativos


de América

Su voz a favor de los indígenas le valió la enemistad de encomenderos, religiosos


y funcionarios. En sus continuos viajes a la península de Las Casas logró
entrevistarse con Fernando el Católico y su sucesor Carlos V.

Gran erudito, Bartolomé de Las Casas tuvo una intensa labor como intelectual,
entre sus obras se destacan “Memorial de agravios” (1516) en donde propugnaba
asentamientos agrícolas que sirvieran como centros de evangelización pacifica.
En 1527 comienza su producción más importante en este período. Una ambiciosa
“Historia de las Indias”, organizada por décadas, recopilando numerosas noticias y
documentación que iba acumulando. Esta obra fue interrumpida en varias
ocasiones por sus incesantes viajes y concluido tiempo después, en 1552 cuando
Las Casas, residiendo en Sevilla, tuvo acceso a la biblioteca de Hernando Colón,
hijo del Almirante.

En ese mismo periodo, manda a imprimir en Sevilla su colección de tratados,


opúsculos de diverso contenido escritos en años anteriores: algunos destinados a
servir de guía a los misioneros, “De Unico Vocationis Modo” (1534) donde se
opone a la cristianización forzosa y los bautismos en masa practicados por los
franciscanos, que desde su perspectiva permitían a los encomenderos explotar
permanentemente a los indios sin darles el descanso estipulado para su formación
religiosa puesto que ya eran formalmente cristianos . Esto ponía a los indios bajo
el poder de la inquisición que podía perseguirlos por cuestiones de moral y dogma
que ellos desconocían.

Otros de sus tratados están destinados a los gobernantes. Tal es el ejemplo de la


“Brevísima relación de la destrucción de las Indias” cuya redacción empezó en
1539, expone ante el Consejo de Indias un catalogo de los crímenes cometidos
en la conquista que provoca una investigación y consiguiente purga entre los
miembros de este corrupto Consejo e impulsa la promulgación de las “Leyes
Nuevas” (1542), que el mismo repudiaría en los años siguientes por carecer de
provisiones para ser su cumplimiento efectivo. En este período, Las Casas
alcanza el momento más alto de su carrera cuando le otorgan el rico obispado del
Cusco; sin embargo lo rechazó, eligiendo en cambio el pobre obispado de Chiapas
en que pretendía llevar a cabo su experiencia de evangelización sin el concurso
de colonos. El fracaso de esta nueva etapa lo enfrentó violentamente con los
colonos españoles que no le perdonaban su participación en la redacción de las
“leyes nuevas”, entre otras cosas porque impedían que las encomiendas se
perpetuasen mediante la herencia y tampoco consentían el uso de la excomunión
como arma para combatir los abusos cometidos.
De esta época podemos mencionar su “Tratado de los indios que se han hecho
esclavos” (1547) utilizado para denunciar el incumplimiento de las “Leyes nuevas”.

Gómez Bernal (2015) advierte que jamás coincidieron los intereses de los
encomenderos y colonizadores con la de los clérigos. Frente a esta situación la
corona se enfrentó a una contradicción central: conciliar la declaración que había
hecho acerca de la libertad de los indígenas (aquí la influencia del aporte de Las
Casas), con la necesidad de someter a ésta población a la servidumbre que
garantizara la producción agrícola y minera en los territorios conquistados. De esta
contradicción el rey recibirá percepciones contrapuestas por un lado de los
conquistadores y por otro los colonizadores. De ahí deriva una normativa
vacilante, indecisa y sujeta a múltiples rectificaciones. 12

El Imperio debate. Los aspectos centrales de la Controversia de Valladolid


(1550)

Como expresión de los dilemas que se planteaba en relación a los medios


empleados durante la conquista del “Nuevo Mundo” el propio emperador Carlos
V convocó en 1550 y 1551 a un debate en el Colegio San Gregorio de Valladolid
cuyos celebres protagonistas fueron Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de
Las Casas. Como señalaba Hanke(1988) “Probablemente, nunca antes, ni
después , un poderosos emperador - y en 1550 Carlos V, el sacro emperador
romano, era el gobernador más poderoso de Europa , además de poseer un gran
imperio de ultramar -, había detenido sus conquistas ,mientras se decidían si
eran justas o no”(P.191)

Este debate no se trató de un asunto de claustros sino de una verdadera cuestión


de estado. Como advierte Sánchez Domingo (2012) se desarrolló “en un

12
Óp. cit 191
ambiente de amplia libertad que no coartó ni la “razón de Estado” ni la fuerza en
otras ocasiones tan arrolladora de los intereses creados, y de ella emanó una
amplia información de lo que estaba sucediendo en ultramar” (p.12)

Dos visiones distintas en torno a la legitimidad de la conquista de América dio


lugar a una valiosa confrontación retorica.

El primero que hablo fue Sepúlveda que apelando a Deuteronomio y otros libros
bíblicos para justificar el empleo violento de la espada para someter a cualquier
tipo de infiel:

“Tales gentes, por Derecho Natural, deben obedecer a personas más humanas,
más prudentes y mas excelentes para ser gobernadas con mejores costumbres e
instituciones; si, previa la admonición, rechazan tal autoridad, pueden ser
obligadas a aceptarla por las armas”13

Uno de los principales argumentos que esgrime de Las Casas contra Sepúlveda
es el de escribir basándose en la “falsísima y nefasta Historia” de Oviedo que son
aquellos “robadores y destruidores de los Indios”. Y que en cambio, él mismo
escribe de lo que sabe de manera directa, porque ha vivido y convivido por años
entre los indígenas. Postula que “no son bárbaros” de ninguna especie sino que
poseen “civilidad y prudencia al regirse “que no poseen “perversas costumbres” ni
rudeza de ingenio “son gente gregaria y civil, que tiene pueblos y casas y leyes y
artes y señores y gobernación, y castigan no sólo los pecados contra natura, más
aun otros naturales con penas de muerte”.

Una de los pilares argumentales del sacerdote se basó en lo que Álvarez Uría 14

entiende como el “descubrimiento del género humano” como condición para borrar
diferencias:

“¿Soportarías tú, Sepúlveda, que Santiago evangelizase a tus cordobeses de tal


modo? (…) ¿En esto consiste arrancar la fiera barbarie de la almas o bien esto es

Citado en Fernández Buey (1992)


13

Álvarez Uría, El reconocimiento de la Humanidad .España, Portugal y América Latina en la génesis de la


14

modernidad ,2015 pp. 265


obrar como ladrones, asesinos y crueles salteadores y precipitar a aquellas
mansísimas gentes en la desesperación?15

Además, Bartolomé de Las Casas refutaba la noción de que los indios eran
bestiales e inferiores sentando las bases del derecho de autodeterminación:

“Todo pueblo, por muy bárbaro que sea, puede defenderse de los ataques de
otro pueblo superior en cultura que pretenda subyugarlo o privarle de libertad; es
más, lícitamente puede castigar con la muerte a las personas de dicho pueblo
superior en cultura como quienes criminal y violentamente le infieren una
injusticia contra la Ley Natural. Y tal guerra en verdad es más justa que aquella
que bajo pretexto de cultura se le hace”16.

Durante la controversia Las provoca lo que Fernández Buey (1992) llama


“inversión del argumento eurocéntrico” posicionándose en la justificación de la
guerra justa defensiva del débil:

“Todo Pueblo, sostenía Las Casas, por muy bárbaro que sea, puede defenderse
de los ataques de otro pueblo superior en cultura que pretenda subyugarlo o
privarle de libertad” 17

Además advertía “Lícitamente puede castigar con la muerte a las personas de


dicho pueblo superior en cultura como quienes criminal y violentamente le infieren
una injusticia contra la Ley Natural” 18

Sepúlveda destacaba que las Escrituras no defendían el pacifismo. Por su parte,


Las Casas refutaba su posicionamiento advirtiendo que Sepúlveda “resbalaba”
al pretender validar aquellos preceptos de la Vieja Ley, “que se fundaron en
motivos especiales”, le abran la puerta a que bandidos y tiranos “so pretexto de
religión , invadan , opriman , despojen y sometan a cruel esclavitud a gentes
inocentes que ni escucharon la fe ni pudieron sospechar que existía la fe de Cristo

15
Cit. Polo Blanco, 2018 pp.384
16
Óp. .cit pp.384
17
Citado por Fernandez Buey (P.337)
18
Ibídem
y la religión cristiana en el mundo” señalando un nuevo tiempo en donde “ los
varones sagrados se abstienen de toda profusión de sangre” 19

Otro punto interesante de la controversia giró en torno a dos temas complejos de


abordar: el canibalismo y los sacrificios de niños. Las Casas sostuvo la necesidad
de una intervención de la Iglesia para salvar vidas inocentes buscando alternativas
para convencer a los indios de que abandonen aquellas prácticas crueles. 20

Como resultante de la controversia Fernández Buey (1992) señala que una buena
parte de los filósofos, teólogos y juristas españoles con predicamento en la Corte,
entre los años que van desde la muerte de Fernando de Aragón hasta el comienzo
del reinado de Felipe I”se manifestaron a favor de las tesis de Las Casas o
dieron su apoyo a éste en su prologada polémica con los defensores de los
intereses coloniales de los encomenderos” La suerte de Sepúlveda correrá otra
suerte: sufrirá la censura del mismísimo Carlos V que prohibió su “Demócrates
Alter” (P.304). Posteriormente, reelaborará su teoría aristotélica propiciando un
acercamiento entre los intereses de los conquistadores, los intereses de la
Corona y las expectativas de los evangelizadores volviéndose más “realista”.

La Junta de Valladolid no se definió del todo , aunque en la práctica se alejó de la


perspectiva Lascasiana ( Fernández Buey, P.305)

Conclusiones

Como ya hemos señalado al comienzo del trabajo descubrimiento del “Nuevo


Mundo” fue esencialmente el descubrimiento del otro, el problema de la alteridad

19
Ibídem P. 338
20
Ibídem P. 341
cultural (Todorov, 1982) .Al plano jurídico también se traslado esta discusión
filosófica, por momentos con un lastre eurocentrista, en otras circunstancias
cargados del espíritu humanista.

La estructura jurídico política del Imperio español tuvo los problemas propios de
cualquier empresa colonialista (resistencia de los nativos, divergencias internas
entre los mismo conquistadores, por nombrar algunas). Cabe destacar que detrás
de la enorme estructura imperial, con sus respuestas lentas a los nuevos
desafíos de traía aparejada la conquista del “Nuevo mundo”, destacamos un rasgo
poco frecuente: un marco de discusión honesta en relación a los medios y a los
fines. Como señaló Hanke (1988) “Los monarcas españoles llegaron al extremo
de tolerar la discusión en público de cuestiones tan peligrosas como la de si eran
justas las guerras contra los indios y si España tenía el justo titulo sobre las
indias” (P.402)

Quedó en evidencia una puja constante entre los beneficios económicos de la


expoliación de recursos de América con las voces que levantaron los
evangelizadores exigiendo condescendencia con los nativos.

Como lo demuestran las constantes rebeliones indígenas: ni las buenas


intensiones pudieron mitigar el efecto nocivo de la conquista por parte de los
europeos.

Quedaran en la historia aquellos hombres que no dudaron en empatizar con las


víctimas de la expoliación, que con la persistencia de su reclamo llegaron hasta
los oídos de los distintos monarcas que se sucedieron en el trono de la corona
española. A ellos les quedará un lugar destacado cuya infatigable labor tuvo
mucha influencia en la promulgación de las Leyes Nuevas de 1542, en favor de
los indígenas.
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