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Seminario:
Octubre 2019
A mediados del siglo XVI en el interior mismo de las esferas de poder del Imperio
español se debatió sobre los métodos utilizados en la conquista del territorio
americano, dando lugar a un fructífero contrapunto entre Juan Ginés de Sepúlveda
y Bartolomé de Las Casas en torno a la condición jurídica de los nativos de
América.
Como advierte Magneres (2018) “La existencia de relaciones más estrechas entre
las comarcas sumada a la consolidación definitiva del poder real dentro del
Estado Moderno, determinaron el fin del aislamiento social y jurídico, e impulsaron
vigorosamente la tendencia unificadora” (P.82)
Como señala el historiador chileno Miguel Rojas Mix el Viejo Mundo no tenía
imagen del Nuevo sólo los límites del mundo conocido “que las fantasías desde
Homero en adelante habían poblado de monstruos y peligros. Monstruos que
encarnaban el miedo a lo desconocido”. 1
Cabe recordar que Cristóbal Colón creyó haber llegado al continente asiático.
Como podemos constatar en una de sus cartas mostraba su intensión de dejar
correspondencia de “Vuestras Altezas al Gran Can” y “pedir respuesta y venir con
ella”.2 Aquel malentendido, se debió en parte al hecho de que antes de 1492, lo
1
http://miguelrojasmix.com/america-imaginaria-la-representacion-de-america-de-vespucci-a-milo-manara/
2
Recuperado https://www.elhistoriador.com.ar/cristobal-colon-sobre-los-habitantes-de-america-a-su-llegada/
que hoy conocemos como América no figuraba en ningún mapa, en Europa,
África y Asia nada se sabía de la existencia del territorio.
Colón sabía perfectamente que esas islas a las que había arribado ya tenían
nombres Sin embargo, como advertía Todorov (1982) “Las palabras de los demás
le interesan poco y quiere volver a nombrar los lugares en función del sitio que
ocupan en su descubrimiento, darles nombres justos , además, el dar nombres
equivale a una toma de posesión”(p.35)
3
Ibídem
Tanto en los diarios como en la correspondencia de Cristóbal Colón quedarán
plasmadas las primeras impresiones del navegante al tomar contacto con los
nativos. En un pasaje el navegante genovés relataba:
“ya he visto sólo tres destos marineros descender en tierra, y haber multitud
destos indios, y todos pudieran sin que les quisiesen hacer mal. Ellos no tienen
armas, y son todos desnudos y de ningún ingenio de las armas, y muy cobardes,
que mil no guardarán a tres; y así son buenos para les mandar y les hacer
trabajar, sembrar y hacer todo lo otro que fuere menester, y que hagan villas, y se
enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres” 4
Para Bernal Gómez (2015) el derecho indiano nació con las Capitulaciones de
Santa fe, tres meses y medio antes de que zarpara la expedición de Cristóbal
Colón. Este contrato entre Cristóbal Colon y la corona española, cuyos orígenes
se encuentran el derecho medieval castellano, estableció unas bases jurídicas
europeas con las que pretendían gobernar un territorio aún desconocido.
4
Recuperado de https://www.elhistoriador.com.ar/cristobal-colon-sobre-los-habitantes-de-america-a-su-
llegada/
5
Tvetan Todorov, La conquista de América. La cuestión del otro. México, Siglo XXI, 1987, p. 57
Al respecto, Bernal Gómez (2015) señala que este sistema fracasó rotundamente
debido a que dicha legislación no tuvo en cuenta una realidad social que le era
absolutamente desconocida. Con los atributos que le habían conferido a Colón, el
Almirante tomó posesión de las tierras y las sometió al dominio de Castilla sin
reconocer a los indígenas de las islas personalidad jurídica alguna. Parte del
fracaso de ésta primera etapa se debió al hecho de que Colón esclavizó a los
Indígenas y éstos, como era de esperar se rebelaron.
6
Bernal Gómez, El derecho Indiano, concepto, clasificación y características pp. 184
participación del hombre, admitiendo la realidad de un Derecho natural de origen
divino y superior al positivo.
7
. S. Zabala: La defensa de los derechos del hombre en América Latina (siglo XVI-XVIII) , UNAM –UNESCO , México,
1° reimp, 1982 págs. 12-13; La filosofía política en la conquista de América , Fondo de cultura económica, México, 1947
8
Ibídem, p.186
destruían por una cuestión de fe. Otra de sus argumentaciones plantea que la
naturaleza ha establecido cierto parentesco entre todos los hombres. Por otra
parte, Vitoria polemiza con aquellas teorías que sostenían la incapacidad para ser
titulares de derechos (Mora Hernández, 2013, p. 2).
Fernández Buey (1992) plantea que Francisco de Victoria abre el camino para un
punto de vista que luego Bartolomé de Las Casas adoptará con un tono más
decisivo: el de la necesidad de una rectificación del aristotelismo para el análisis
del caso de la esclavitud y la servidumbre “natural” (P.315)
Como destacaba el gran historiador Lewis Hanke (1988) no habían pasado veinte
años desde que Cristóbal Colón diera gracias a Dios por llevar a su expedición a
buen fin en tierras de América (…), cuando se alzó el primer clamor de justicia a
favor de los indios”.10
Como bien advierte Sánchez Domingo (2012) las Antillas constituyeron el primer
campo de ensayo en la colonización y evangelización, siendo teatro de las injustas
opresiones que hicieron levantar un grito de indignación (P.7).
9
Gregorio Peces-Barba Martínez et al., Historia de los derechos fundamentales, I. Madrid, Dykinson / Instituto de Derechos
Humanos Bartolomé de las Casas / Universidad Carlos III , 1992, p. 509
10
Hanke,1988,p. 33
“ ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus
enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os
mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué
cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean
bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son
hombres? ¿No tienen almas racionales?” 11
Uno de los testigos de aquel sermón fue Bartolomé de Las Casas, que quedó
conmovido por las palabras de Montesinos. Bartolomé, era hijo de un comerciante
español. En 1506 se ordena como sacerdote. En su segundo viaje a América, en
testigo directo de los abusos contra los indígenas, empieza a experimentar un
proceso de transformación interior. Renuncia a la encomienda que le habían sido
concedida, convirtiéndose en uno de los más acérrimos críticos de los métodos
empleados por los conquistadores en el Nuevo mundo.
Como señala Antonio Enrique Pérez Luño (1992) “Con dichas leyes se establecía
un primer código jurídico indiano sobre el funcionamiento de las encomiendas, y
en él se recogían disposiciones para impedir el maltrato gratuito de los indios y
su excesiva sobreexplotación” (p.10).
11
Citado por Bartolomé De Las Casas, Historia de Las Indias ,p.85
En dichas ordenanzas se estipulaba que los encomenderos construyesen iglesias
y moradas para los indígenas; hacían hincapié en las transmisión de valores
cristianos y ponían especial énfasis en evitar cualquier tipo de maltrato físico
(repudiando los azotes con látigo o palo y el encarcelamiento). Otro aspecto a
destacar de las ordenanzas es la protección del trabajo para mujeres y niños ( en
el caso de las mujeres se estipulaba exenciones laborales en atención a su
condición de gestantes y en el caso de los menores de catorce años los eximía del
trabajo).
Las Leyes de Burgos irán dirigidas a las autoridades de Santo Domingo de la Isla
la Española y a las autoridades de San Juan de Puerto Rico. El carácter general
de dichas leyes permitió la vigencia en todo el territorio americano. Pero cabe
mencionar que su aplicación tuvo un recorrido aleatorio, ya que en 1523 fueron
derogadas por el conquistador de México Hernán Cortés, y posteriormente
promulgadas en las denominadas Leyes Nuevas de 1542.
Gran erudito, Bartolomé de Las Casas tuvo una intensa labor como intelectual,
entre sus obras se destacan “Memorial de agravios” (1516) en donde propugnaba
asentamientos agrícolas que sirvieran como centros de evangelización pacifica.
En 1527 comienza su producción más importante en este período. Una ambiciosa
“Historia de las Indias”, organizada por décadas, recopilando numerosas noticias y
documentación que iba acumulando. Esta obra fue interrumpida en varias
ocasiones por sus incesantes viajes y concluido tiempo después, en 1552 cuando
Las Casas, residiendo en Sevilla, tuvo acceso a la biblioteca de Hernando Colón,
hijo del Almirante.
Gómez Bernal (2015) advierte que jamás coincidieron los intereses de los
encomenderos y colonizadores con la de los clérigos. Frente a esta situación la
corona se enfrentó a una contradicción central: conciliar la declaración que había
hecho acerca de la libertad de los indígenas (aquí la influencia del aporte de Las
Casas), con la necesidad de someter a ésta población a la servidumbre que
garantizara la producción agrícola y minera en los territorios conquistados. De esta
contradicción el rey recibirá percepciones contrapuestas por un lado de los
conquistadores y por otro los colonizadores. De ahí deriva una normativa
vacilante, indecisa y sujeta a múltiples rectificaciones. 12
12
Óp. cit 191
ambiente de amplia libertad que no coartó ni la “razón de Estado” ni la fuerza en
otras ocasiones tan arrolladora de los intereses creados, y de ella emanó una
amplia información de lo que estaba sucediendo en ultramar” (p.12)
El primero que hablo fue Sepúlveda que apelando a Deuteronomio y otros libros
bíblicos para justificar el empleo violento de la espada para someter a cualquier
tipo de infiel:
“Tales gentes, por Derecho Natural, deben obedecer a personas más humanas,
más prudentes y mas excelentes para ser gobernadas con mejores costumbres e
instituciones; si, previa la admonición, rechazan tal autoridad, pueden ser
obligadas a aceptarla por las armas”13
Uno de los principales argumentos que esgrime de Las Casas contra Sepúlveda
es el de escribir basándose en la “falsísima y nefasta Historia” de Oviedo que son
aquellos “robadores y destruidores de los Indios”. Y que en cambio, él mismo
escribe de lo que sabe de manera directa, porque ha vivido y convivido por años
entre los indígenas. Postula que “no son bárbaros” de ninguna especie sino que
poseen “civilidad y prudencia al regirse “que no poseen “perversas costumbres” ni
rudeza de ingenio “son gente gregaria y civil, que tiene pueblos y casas y leyes y
artes y señores y gobernación, y castigan no sólo los pecados contra natura, más
aun otros naturales con penas de muerte”.
Una de los pilares argumentales del sacerdote se basó en lo que Álvarez Uría 14
entiende como el “descubrimiento del género humano” como condición para borrar
diferencias:
Además, Bartolomé de Las Casas refutaba la noción de que los indios eran
bestiales e inferiores sentando las bases del derecho de autodeterminación:
“Todo pueblo, por muy bárbaro que sea, puede defenderse de los ataques de
otro pueblo superior en cultura que pretenda subyugarlo o privarle de libertad; es
más, lícitamente puede castigar con la muerte a las personas de dicho pueblo
superior en cultura como quienes criminal y violentamente le infieren una
injusticia contra la Ley Natural. Y tal guerra en verdad es más justa que aquella
que bajo pretexto de cultura se le hace”16.
“Todo Pueblo, sostenía Las Casas, por muy bárbaro que sea, puede defenderse
de los ataques de otro pueblo superior en cultura que pretenda subyugarlo o
privarle de libertad” 17
15
Cit. Polo Blanco, 2018 pp.384
16
Óp. .cit pp.384
17
Citado por Fernandez Buey (P.337)
18
Ibídem
y la religión cristiana en el mundo” señalando un nuevo tiempo en donde “ los
varones sagrados se abstienen de toda profusión de sangre” 19
Como resultante de la controversia Fernández Buey (1992) señala que una buena
parte de los filósofos, teólogos y juristas españoles con predicamento en la Corte,
entre los años que van desde la muerte de Fernando de Aragón hasta el comienzo
del reinado de Felipe I”se manifestaron a favor de las tesis de Las Casas o
dieron su apoyo a éste en su prologada polémica con los defensores de los
intereses coloniales de los encomenderos” La suerte de Sepúlveda correrá otra
suerte: sufrirá la censura del mismísimo Carlos V que prohibió su “Demócrates
Alter” (P.304). Posteriormente, reelaborará su teoría aristotélica propiciando un
acercamiento entre los intereses de los conquistadores, los intereses de la
Corona y las expectativas de los evangelizadores volviéndose más “realista”.
Conclusiones
19
Ibídem P. 338
20
Ibídem P. 341
cultural (Todorov, 1982) .Al plano jurídico también se traslado esta discusión
filosófica, por momentos con un lastre eurocentrista, en otras circunstancias
cargados del espíritu humanista.
La estructura jurídico política del Imperio español tuvo los problemas propios de
cualquier empresa colonialista (resistencia de los nativos, divergencias internas
entre los mismo conquistadores, por nombrar algunas). Cabe destacar que detrás
de la enorme estructura imperial, con sus respuestas lentas a los nuevos
desafíos de traía aparejada la conquista del “Nuevo mundo”, destacamos un rasgo
poco frecuente: un marco de discusión honesta en relación a los medios y a los
fines. Como señaló Hanke (1988) “Los monarcas españoles llegaron al extremo
de tolerar la discusión en público de cuestiones tan peligrosas como la de si eran
justas las guerras contra los indios y si España tenía el justo titulo sobre las
indias” (P.402)
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