La Crítica de Arte en Latinoamérica Nathali Herrera

-¿Qué noción de identidad creen Marta Traba y Juan Acha que tiene el Arte
Latinoamericano?

Marta Traba dejó una huella imborrable en el estudio del Arte

Latinoamericano, su destacada formación y excelente trayectoria como
investigadora hizo de la crítica del arte una herramienta apasionante y seductora
para todos los que admiramos y amamos las artes. Su personalidad es reflejada es
todos sus artículos y textos, fue una mujer viandante por el mundo de la política y
la economía, además su convicción siempre fue firme ante las situaciones sociales
y culturales que afrontaba Latinoamérica; es por esto que Marta Traba es una pieza
clave y elemental para comprender el porqué del pasado que poseemos, sin dejar
a un lado el hecho de admirar y sentir orgullo por nuestro país y por Latinoamérica.

En el texto de su autoría Arte de América Latina 1900-1980, describe el origen

y como se fue fundamentando el Arte Latinoamericano, transitando por números
acontecimientos los artistas de aquellos años surgían a la par con los sucesos
políticos y económicos que se desencadenaban en cada país, por ejemplo
respecto al muralismo mexicano Traba se refiere: “El muralismo fue, voluntaria y
doctrinalmente un producto adscrito a la Revolución Mexicana”.

Latinoamérica empezó a dar saltos importantes en todos los ámbitos y así

proyectar paso a paso una identidad propia, dicha identidad viene dada por la
revelación de los artistas a los conflictos sociales que los abordaban, empezaron
por aliarse con el pueblo y plasmar el disgusto y la opresión, esto conllevo a que se
formara una alianza entre artistas y escritores para defender el ingenio
Latinoamericano.

Es así como existe una dualidad entre no tener relación alguna con la gran
Europa entre impresionismo y luego la revolución industrial, y la inevitable llegada
de las vanguardias y de artistas extranjeros que aportaron sus enseñanzas a los
artistas latinos y aplicando la pintura de género que consistía en la pintura historia
y el retrato lo cual era necesario para idealizar la figura del héroe y las acciones
independentistas. Por otra parte, el paisaje es plasmado de dos maneras, el retratar
la actividad cotidiana y el segundo relatado así: “…los paisajistas toman del
impresionismo su rapidez de observación y su movilidad cromática, y se convierten
en postimpresionistas tardíos, dentro de un género y técnica que mantienen su
mismo espacio de principio a fin, sin alteración ni progreso”.

Los artistas más tarde fijaron su rumbo en la pintura social que se convierte
en anécdotas, lo cual en Francia se traducía como la “bella humildad”; es así como
surgen temáticas iguales representando momentos específicos como la
enfermedad, el hambre y el desempleo.
Si bien es cierto, para los artistas más relevantes la estadía en Europa era necesaria
y daban por hecho su residencia en Paris o Madrid; pero fue aún más necesario
que artistas como Wilfredo Lam se acercara a Picasso, y así desde su primera
conversación convertirse en el gran y aclamado artista de Cuba.
Finalmente para responder a la pregunta de: ¿Que noción de identidad cree
Marta Traba que tiene el Arte Latinoamericano?

Se podría concluir que la identidad del arte Latinoamericano se caracteriza

por transmitir una actitud de revelación ante las circunstancias y adversidades que
transcurren, dicha revelación no deja atrás el anhelo de avanzar hacia un entorno
mejor como el de Europa o Estados Unidos que inevitablemente siempre va a
cautivar y motivar el ser Latinoamericano. Al mismo tiempo, existe una
ambivalencia por parte del aporte extranjero, ya que si bien influyó y permitió
oportunidades de avance, los artistas se percataron de plasmar aquello que les
atraía de sus pueblos, sus familias y amigos, llevaban consigo una personalidad
particular que era factible y encantadora. Es importante mencionar que aunque
resulte mucho más agradable el pasado artístico de los países desarrollados,
Latinoamérica supo adaptarse y poseer una postura única ante el mundo, una
conducta que viene dada por un infinito mestizaje de culturas, el cual no acaba y
permite sobresalir en el ámbito internacional.

Por su parte, Juan Acha considerado como uno de los críticos más
aclamados de Latinoamérica, deja entrever una serie de métodos para conocer
la posición e ideología en la que se encuentra el artista latinoamericano.
En el capítulo IX El Despertar Latinoamericanista 1920-1950 del texto Las Culturas
estéticas de América Latina Reflexiones 1993, Acha hace un recuento del cambio
radical que tuvo la sociedad latinoamericana y como un cambio de mentalidad
ocurrió a partir de 1920 cuando el ser latinoamericano hizo énfasis en el querer
identificarse por sobre todas las cosas ante Europa.

Asimismo, el academicismo pierde validez y se originan tres caminos para los artistas
que consisten en valorar lo nacional, traer de vuelta la importancia que tienen
nuestros antepasados indígenas y afro latinos.
Es así como la idiosincrasia se apodera del pensamiento latinoamericano y las
costumbres locales pisan fuerte para hacer conciencia en la población y
rememorar un pasado fantástico.

El segundo camino se inclina por el componente internacional, queriendo acelerar

el proceso de occidentalización y buscar reconocimiento internacional.
El tercer camino, que sería la combinación de los dos anteriores, es receptivo a las
posibilidades que ofrecen lo nacional y lo occidental para beneficiar a la sociedad
en todos los aspectos.

Desde el punto de vista de las Teorías de Juan Acha, la noción de identidad se

establece como un conjunto siempre plural de elementos autóctonos,
occidentales y mestizos, los cuales están fuertemente instalados en la sociedad
Latinoamericana, son necesarios y cada uno aporta innovación al hecho artístico.
Privilegiar lo nativo y llevarlo a cabo en su máxima expresión es fundamental para
hacer posible una buena expansión artística, por otro lado aceptar la presencia
extranjera nos permite ir más allá de lo establecido y obtener buenas cosas que
sean de provecho para la sociedad Latinoamericana.