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Tempo cognitivo lento:

un constructo controvertido en evolución


José J. Bauermeister
Universidad de Puerto Rico

Resumen del Research Domain Criteria iniciado por el Instituto Nacional


El Tempo Cognitivo Lento (TCL) se refiere a una discapacidad de Salud Mental de EE.UU.
atencional caracterizada por síntomas de naturaleza cogniti- Palabras clave: Tempo cognitivo lento, Trastorno por Déficit de
va (p. ej., soñar despierto) y motora (p. ej., enlentecimiento). Atención e Hiperactividad, Trastorno por Déficit de Concentración
Como indica el título de su artículo, Bernad y Servera (2016)
pintan un cuadro claro, actualizado, y abarcador del TCL, así Sluggish Cognitive Tempo:
como de sus realidades y controversias. Una buena parte de A controversial construct in evolution
mi artículo está dirigido a apoyar sus planteamientos. Discu- Abstract
to en mi trabajo algunos puntos que no fueron tratados de Sluggish Cognitive Tempo (SCT) refers to an inattention im-
lleno por ellos, no porque necesariamente estemos en des- pairment characterized by cognitive (e.g., daydreaming) and
acuerdo. Entiendo que uno de los retos que tenemos los in- motor (e.g., sluggish) symptoms. In their manuscript, Bernard
vestigadores es evitar utilizar como indicadores del TCL ítems and Servera (2016) provide a clear, actualized, and compre-
que podrían describirse como similares, aunque están expre- hensive picture of SCT, including its realities and controversies.
sados en forma diferente. Esto podría contribuir a un traslape A large part of my article is devoted to support their views
alto y artificial entre los síntomas de inatención del TDAH y and statements, and to expand on points that were not fully
del TCL. Es necesario, además, estudiar las características so- addressed in their contribution. Methodologically, I describe
ciodemográficas del TCL con muestras amplias y representa- the challenge faced by researchers when they use similar
tivas; utilizar escalas de evaluación con validez ecológica y SCT items that are expressed differently in their scales and
pruebas de ejecución validadas, que proveen diferentes tipos highlight how this strategy might create a high and artificial
de información complementaria, para entender mejor la base overlap between ADHD and SCT symptoms. Further, I expand
neuropsicológica y cognitiva subyacente al TCL y continuar on the need to study SCT demographic characteristics in large
desarrollando modelos teóricos para conceptuar el TCL. En and representative samples; to use ecologically valid rating
relación con este último punto, Bernad y Servera hacen una scales and performance tests that provide different types of
valiosa explicación de la conceptuación del TCL como un complementary information in order to better understand the
constructo transdiagnóstico compatible con el paradigma neuropsychology and cognitive base that underlies SCT; and
to continue developing theoretical models to conceptualize
Dirigir toda correspondencia al autor a: José J. Bauermeister, 177 Las Caobas, Urbanización
Hyde Park, San Juan, Puerto Rico 00927-4230. SCT. Bernad and Servera make a valuable explanation of
Correo electrónico: jjbauer@prtc.net
the conceptualization of SCT as a transdiagnostic construct
RMIP 2016, Vol. 8, No.2, pp. 163-174. compatible with the Research Domain Criteria developed by
ISSN-impresa: 2007-0926; ISSN-digital: 2007-3240
www.revistamexicanadeinestigacionenpsicologia.com the National Institute of Mental Health in the United States.
Derechos reservados ®RMIP

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Bauermeister: TCL: un constructo controvertido en evolución

Keywords: Sluggish Cognitive Tempo, attention-deficit/hy- del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM,
peractivity disorder, concentration deficit disorder por sus siglas en inglés) de la Asociación Ame-
ricana de Psiquiatría (APA por sus siglas en
1. Introducción inglés). Esta edición (APA, 1980) denominó al
Bernad y Servera (2016) nos han obsequiado, TDAH como Trastorno por Déficit de Aten-
con un resumen muy completo de la historia, ción (TDA), dio mayor importancia al construc-
características y controversias del desarrollo del to de inatención, que se consideró medular, que
constructo Sluggish Cognitive Tempo (SCT), de- al de hiperactividad y creó dos subtipos. Uno fue
nominado en español Tempo Cognitivo Lento definido en términos de la presencia de síntomas
(TCL). Este constructo se refiere a una aparente de inatención, hiperactividad e impulsividad y
discapacidad atencional que está presente desde se denominó TDA con hiperactividad. El otro
la niñez. Los síntomas del TCL pueden agru- fue delimitado por la presencia de síntomas de
parse en síntomas de naturaleza cognitiva (p. inatención e impulsividad y se nombró TDA sin
ej., soñar despierto, poco alerta, confundirse con hiperactividad (APA, 1980). Con el propósito
facilidad, mirada en blanco, estar perdido en el de ampliar el recuento histórico de Bernad y
espacio [“espaciado”] y dificultad para procesar Servera, creo que es conveniente comentar que
información con rapidez) y de naturaleza moto- la investigación prontamente demostró que estas
ra (p.ej., enlentecimiento, somnolencia e inacti- definiciones de los subtipos del DSM-III esta-
vidad) (Barkley, 2015; Becker et al., 2016). Los ban erradas. Los estudios de análisis de factores
autores discuten en detalle la definición, la eva- señalaron que los síntomas de impulsividad se
luación, la epidemiología, la relación con factores agrupaban con hiperactividad y no con inaten-
biológicos, la asociación con otras medidas y ción (Bauermeister, 1992; Bauermeister, Alegría,
dominios comportamentales y psicopatológicos, Bird, Rubio-Stipec, & Canino, 1992; Lahey &
y las posibles conceptuaciones de este construc- Carlson, 1991; Lahey et al., 1988; Neeper & La-
to. Sus planteamientos están apoyados por una hey, 1986). Es de notar que la estabilidad trans-
discusión amplia de los estudios científicos que cultural de esta organización bidimensional de
los sustentan. En fin, Bernad y Servera pintan un síntomas del TDAH ha sido corroborada para
cuadro claro, actualizado y abarcador del TCL, niños de edad escolar (Bauermeister, Canino,
así como de sus realidades y controversias. En Polanczyk, & Rohde, 2010).
este artículo comparto las observaciones acerca Los investigadores que corrigieron el error de
de su valioso artículo. incluir síntomas de impulsividad en la definición
del TDA sin hiperactividad obtuvieron resulta-
2. Surgimiento de la dimensión dos interesantes al examinar las diferencias entre
Como se desprende del artículo de Bernad y el grupo TDA con hiperactividad-impulsividad
Servera (2016), el estudio del TCL está estre- (TDA con HI) y sin hiperactividad-impulsi-
chamente relacionado al análisis del TDAH y vidad (TDA sin HI). En su revisión de estos
su taxonomía, ya sea como parte integral del estudios empíricos, Carlson (1986) concluyó
subtipo con presentación inatenta del TDAH, que algunos de los síntomas de atención iden-
como un subtipo diferente del TDAH, o como tificados en los niños en el grupo de TDA sin
una condición psiquiátrica distinta (Bauermeis- HI eran lentitud, apatía, letargo, soñolencia y
ter, en prensa). La investigación formal del TCL soñar despierto. Esta conclusión fue, en tér-
empezó en la década de 1980 (Barkley, 2015). minos generales, corroborada en un estudio
Este interés estuvo motivado por la taxonomía epidemiológico con niños puertorriqueños, en
propuesta para el TDAH en la tercera edición el cual se usó la técnica estadística de análisis

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Comentario/Bernad y Servera: Sluggish Cognitive Tempo: realidades y controversias

de grupos (Análisis Cluster) para agrupar los ria natural, y respuesta a intervenciones). Esto no
participantes. Es significativo que, aunque en permite concluir, por el momento, que el TCL es
esta muestra culturalmente diferente, el grupo un diagnóstico psiquiátrico. Como señalan Bec-
inatento, hiperactivo-impulsivo y el inatento ker et al. (2016), la realidad es que es prematuro
no difirieron cuantitativamente en niveles de llegar a conclusiones, ya que la investigación del
inatención, se hallaron diferencias cualitativas TCL todavía está en sus etapas iniciales.
entre los dos grupos. Esto fue así ya que el gru- Concuerdo con Bernad y Servera (2016) en
po inatento presentó un perfil más elevado de que actualmente el TCL debe ser considerado
síntomas del TCL (Bauermeister et al.,1992). como una dimensión psicológica, de igual for-
Bernad y Servera (2016) señalan correcta- ma que muchos investigadores conceptúan el
mente que Russell A. Barkley y Stephen P. Bec- TDAH (Barkley, 2015; Hinshaw & Scheffer,
ker son investigadores de renombre conocidos 2014). Por el momento, el uso del término TCL
por sus aportaciones en el campo del TDAH debe continuar. Este término tiene el potencial
y del TCL. Falta nombrar otros investigadores de provocar en la persona afectada y sus familias,
como Benjamin B. Lahey, Caryn L. Carson, estigma, confusión y experiencias desagradables
Keith McBurnett, G. L. Burns e incluso el de los y peyorativas. No obstante, estas reacciones pue-
propios autores, que ameritan ser reconocidos den aminorarse o evitarse si se explica en detalle
por sus aportaciones. No tengo conocimien- el significado del término.
to de otros trabajos científicos publicados por
Catherine Saxbe en el área del TCL o de sus 4. La evaluación del TDAH
aportaciones y considero que no corresponde a La mayoría de los estudios iniciales del TCL
este grupo distinguido de personas con trayec- usaron escalas de dos a cinco ítems, que inclu-
torias extensas en el estudio del TCL. yeron, por ejemplo, los ítems confundido, sueña
despierto o se pierde en sus propios pensamien-
3. La definición del TCL tos, mirada en blanco, inactivo, lento en sus
En su artículo, Bernad y Servera, así como movimientos, y falto de energía. Estas escalas
Barkley (2015), Bauermeister (en prensa) y Bec- iniciales tienen niveles de confiabilidad y validez
ker et al. (2016) plantean que no se ha llegado a adecuados (Bauermeister et al., 2005; Bauer-
un consenso en cuanto a la definición del TCL meister, Barkley, Bauermeister, Martínez, &
y si es un trastorno psiquiátrico. Becker et al. McBurnett, 2012; Becker et al., 2016). No obs-
(2016) examinaron la validez diagnóstica del tante, el número limitado de ítems no represen-
TCL, analizando las áreas recomendadas por taba de manera abarcadora otras posibles facetas
Cantwell (1995), para determinar si un cons- del constructo. Como bien describen Bernad y
tructo tiene validez y diferenciación diagnóstica. Servera en su artículo, en los últimos siete años
Las áreas en cuestión son fenomenología clínica; se ha dado una eclosión de investigación dirigida
factores demográficos, psicosociales, biológicos, a desarrollar escalas de evaluación del TCL más
familiares-genéticos, familiares-ambientales; amplias y abarcadoras. Recientemente, termina-
historia natural (el resultado a largo plazo de mos la traducción al español y adaptación de uno
niños que no han sido tratados); y la respuesta de estos instrumentos, la Escala de Evaluación
a intervenciones de tratamiento. Los autores del TCL en niños (Barkley, 2013) y estamos en
concluyeron que, en general, la evidencia apoya el proceso de empezar a evaluar su psicometría
la validez diagnóstica, pero en alguna de las áreas en niños puertorriqueños. La escala está dispo-
la evidencia es escasa (p.ej. factores familiares- nible para que otros investigadores puedan hacer
genéticos, factores familiares ambientales, histo- lo propio en países de habla hispana. La meta es

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disponer, de, por lo menos, dos instrumentos en tres ítems cumplieron con el criterio de validez
español, empíricamente validados para evaluar (Bernad et al., 2014).
el TCL. Este nivel de validez interna es el más bajo
Quisiera comentar la Escala SCT-CADBI en la Escala TCL-CADBI para los niños es-
que compone uno de los módulos del Inven- pañoles, esto puede explicarse por el hecho de
tario de Conducta Perturbadora en Niños y que en los estudios se restringió el alcance de
Adolescentes (CADBI, por sus siglas en inglés) la edad al usar una muestra de niños de primer
(Burns, Lee, Becker, Servera, & McBurnett, o segundo grado. En los demás estudios, in-
2015). Esta escala tiene una versión para padres cluyendo el de Belmar et al. (2015), con niños
y maestros (ocho ítems) e índices robustos de chilenos usando la misma versión española,
confiabilidad y validez en niños estadouniden- las muestras consistieron de estudiantes desde
ses (Lee, Burns, Snell, & McBurnett 2014), kínder o primero hasta por lo menos el sexto
españoles (Burns, Servera, Bernad, Carrillo, & grado. Bernad y Servera resaltan la importancia
Cardo, 2013), chilenos (Belmar, Servera, Bec- de investigar si el bajo nivel de la validez interna
ker, & Burns, 2015), nepaleses (Khadka, Burns, de la Escala SCT-CADBI encontrada en los
& Becker, 2015) y surcoreanos (Lee, Burns, & estudios españoles se debe al grupo de edad
Becker, en prensa). analizado. La investigación es necesaria pues la
Contrario a las demás investigaciones con confirmación de esta hipótesis podría arrojar luz
la Escala SCT-CADBI, en los estudios con acerca de la edad de inicio del TCL, así como de
niños españoles no todos los ítems de la escala la influencia de la etapa de desarrollo, el nivel de
cumplieron con el criterio de validez conver- demanda cognitiva, académica y social a la cual
gente y discriminatoria establecido, es decir, el niño está expuesto, y el contexto (p. ej., hogar
correlaciones altas en el factor TCL y bajas en y escuela) en la presentación de los síntomas de
el factor de inatención del TDAH (Burns et al., esta condición. Además, desde el punto de vista
2013; Bernad, Servera, Becker, & Burns, 2016; psicométrico, esta investigación podría indicar
Bernad, Servera, Grases, Collado, & Burns, la necesidad de usar ítems diferentes en escalas
2014; Servera, Bernad, Carrillo, Collado, & de evaluación para niños de seis a ocho años y
Burns, 2015). En el primer estudio con niños de otro grupo de edades (p. ej., adolescentes).
españoles de primer grado evaluados por sus Finalmente, los hallazgos de los estudios donde
madres y padres, respectivamente, solo cinco se utilizó la SCT-CADBI en niños españoles
de los ocho ítems de la Escala TCL-CADBI podrían estar limitados por el número reducido
cumplieron con el criterio de validez estableci- de ítems incluidos en la escala de TCL (cinco
do (Burns et al., 2013). La escala de 5 ítems de para la versión de padres y tres para la de maes-
TCL obtuvo un patrón similar de confiabilidad tros), como solía ocurrir en los primeros años de
y validez obtenido en el estudio con niños esta- estudio del constructo.
dounidenses, en el cual se usó la escala de ocho Como explican Bernad y Servera, las escalas
ítems (Lee et al., 2014). En un estudio posterior de TCL tienen índices robustos de consistencia
con niños de segundo grado se encontraron interna, estabilidad temporal y confiabilidad
resultados idénticos solo para la evaluación de entre evaluadores. Apoya esta conclusión a la re-
las madres. En las evaluaciones de los padres los visión de la literatura científica y el metaanálisis
ocho ítems cumplieron con el criterio de validez de Becker et al. (2016). En esta y otras secciones
(Servera et al., 2015). Finalmente, en el estudio informaré los coeficientes de correlación pon-
en que maestros evaluaron niños que cursaban el derados y obtenidos por Becker et al. (2016) en
primer grado y posteriormente el segundo, sólo su metaanálisis de las investigaciones del TCL.

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Comentario/Bernad y Servera: Sluggish Cognitive Tempo: realidades y controversias

Como guía al lector, se presentan los criterios del (p. ej., mirada en blanco y parece perdido en el
tamaño de efecto descritos por Hemphill (2003) espacio (“espaciado” ). Por otro lado, la aparente
para describir la magnitud, la fortaleza o el tama- similitud de los ítems de inatención del TDAH
ño del efecto de estos coeficientes (Bauermeister, y los del TCL puede contribuir a que los infor-
en prensa). Calibrando los criterios estableci- mantes (padres, maestros) y autoinformantes
dos originalmente por Cohen (1988), establece (adultos) tengan dificultad para diferenciar el
Hemphill (2003) los siguientes puntos de cor- significado de los ítems (p. ej., “se distrae fácil-
te para interpretar estudios psicológicos. Los mente” para medir inatención y parece perdido
coeficientes de correlaciones (r) con tamaños en el espacio (espaciado ) para medir TCL). La
menores de 0.20 se consideran efectos pequeños. similitud podría contribuir a un traslape alto y
Las correlaciones con tamaños entre 0.20 y 0.30 artificial entre los síntomas de inatención del
se consideran efectos medianos. Finalmente, las TDAH y del TCL y afectar la psicometría de
correlaciones con tamaños mayores de 0.30 se las escalas para medir este constructo. En este
consideran efectos altos. sentido, me parece útil e innovadora la estrategia
Se encontró que el coeficiente alfa de Cronbach de McBurnett (2010), así como de Burns et al.
de las escalas de, por lo menos, cuatro ítems para (2015), de incluir en la entrevista y en la Escala
niños tenían una consistencia interna ponderada SCT-CADBI, respectivamente, ejemplos o des-
alta (α = 0.80). La confiabilidad más alta (α = criptores que ayudan a entender el significado
0.91) se obtuvo, como es de esperarse, para las del ítem.
escalas de siete o más ítems. El valor del coefi- Es muy importante continuar desarrollando
ciente para este número de ítems en adultos fue entrevistas diagnósticas semiestructuradas que
alto (α = 0.86). permitan explorar el significado de la respuesta
Se encontró también que el tamaño de efec- del entrevistado (padres, maestros, jóvenes o
to de los coeficientes ponderados de medidas adultos) y determinar si la contestación corres-
repetidas en niños y adultos para periodos de 6 ponde al síntoma de TCL o la inatención que
a 12 semanas a un año es alto (r = 0.74 a 0.88). se desea medir. En este tipo de instrumento no
Finalmente, pocos estudios han investigado la se acepta a primera vista la respuesta del infor-
confiabilidad entre dos evaluadores. Se encon- mante. La presencia del síntoma lo determina
traron correlaciones con un tamaño de efecto el clínico a base del análisis de toda la informa-
alto entre las evaluaciones de padres y madres ción obtenida. Este tipo de instrumento podría
(r = 0.71) y entre autoevaluaciones de los niños diferenciar entre síntomas similares expresados
y evaluaciones de sus maestras (r = 0.53). El ta- en forma diferente.
maño del efecto de las correlaciones ponderadas
entre las evaluaciones de padres y maestras (r = 5. Estudios epidemiólogos del TCL
0.54) y entre autoinformes de adultos jóvenes y La literatura científica no es clara en cuanto a la
evaluaciones de sus padres (r = 0.48) también es relación del TCL con variables sociodemográ-
alto (Bauermeister, en prensa; Becker et al. 2016) ficas, como plantean Bernad y Servera (2016).
A pesar de los logros y avances en la compren- Por ejemplo, en el resumen de Bauermeister (en
sión del constructo de TCL es necesario reco- prensa) del metaanálisis de Becker et al. (2016)
nocer posibles obstáculos en la evaluación del se encontró un tamaño del efecto bajo para la
mismo. Uno de ellos es el hecho de que algunos relación positiva del TCL con edad en niños (r
de los ítems del TCL, parecen ser similares pero = 0.11) y negativa con nivel socioeconómico en
se expresan en forma diferente, es decir, que exis- niños (r = -0.10) y adultos (r = -0.09). El apoyo
ta cierto grado de redundancia en su contenido estadístico para la relación entre el TCL y edad

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Bauermeister: TCL: un constructo controvertido en evolución

para adultos (r = 0.00), así como para género en ción, el tamaño del efecto fue alto. Se encontraron
niños (r = 0.03) y adultos (r = 0.01) fue nulo. Es resultados similares en adultos al correlacionar el
necesario aclarar que el número de estudios en TCL con la ansiedad (r = 0.30) y el TCL con la
esta área es limitado y no todos han sido llevados depresión (r = 0.49). La excepción fue para la va-
a cabo con muestras amplias y representativas riable de ansiedad, en la cual el tamaño del efecto
de la comunidad. Por lo tanto, los resultados no fue mediano (Bauermeister, en prensa; Becker et
necesariamente reflejan plenamente las caracte- al., 2016). Si examinamos psicopatología de ma-
rísticas sociodemográficas de la población. Las nifestación externa, se encuentra que la magnitud
muestras clínicas constituyen grupos altamente de la relación tiende a ser menor. El tamaño del
seleccionados y posiblemente sesgados. En ge- efecto fue alto para el trastorno negativista desa-
neral, los niños remitidos tienden a estar más fiante (r = .32), el trastorno disocial (r = .31) y la
discapacitados, a tener niveles más altos y más psicopatología de manifestación externa en ge-
severos de psicopatología, y a pertenecer a clases neral (r = .36) y mediano para conducta agresiva
socioeconómicas que dan valor a la utilización de (r = .27) y delincuente (r = .21). Estas relaciones
servicios de salud mental (Goodman et al., 1998). no han sido estudiadas en adultos (Bauermeister,
en prensa; Becker et al., 2016).
6. Las implicaciones del TCL Como bien señalan Bernad y Servera (2016),
en otras medidas y dominios se podría cuestionar el que los resultados descri-
comportamentales tos estén en parte influidos por la asociación alta
Bernad y Servera hacen un magnífico resumen de los síntomas del TCL con los de inatención.
de las investigaciones en torno a este tema. Mis Sin embargo, esta asociación positiva entre el
comentarios están dirigidos a añadir algunos re- TCL y la psicopatología de manifestación inter-
sultados cuantitativos disponibles, según se de- na se sostiene en los estudios en los que se con-
prenden del resumen (Bauermeister, en prensa) trola estadísticamente la influencia que pudiera
del meta análisis de Becker et al. (2016) descrito tener esta asociación. En contraste, la asociación
anteriormente. Estos autores proveen evidencia entre el TCL e hiperactividad-impulsividad o
empírica que sustenta el resumen de Bernad y conducta de manifestación externa deja de ser
Servera (2016). estadísticamente significativa o se torna negativa
cuando se controla el posible efecto de la ina-
6.1 La relación del TCL tención (Barkley, 2015; Bauermeister, en prensa;
con medidas psicopatológicas Becker et al., 2016).
Como se explicó anteriormente, la magnitud Se puede concluir que existe una relación
del tamaño del efecto para la relación del TCL más robusta entre los síntomas del TCL e in-
y la hiperactividad-impulsividad (r = 0.32 en atención y de psicopatología de manifestación
niños y 0.46 en adultos) es menor que el que interna, en comparación con los síntomas de
se obtiene para inatención (r = 0.63 en niños y hiperactividad-impulsividad, psicopatología de
0.72 en adultos) (Becker et al., 2016). En cuanto conducta de manifestación externa o trastornos
las correlaciones ponderadas entre el TCL y las psiquiátricos (Becker et al., 2016).
conductas de manifestación interna en muestras
de niños, las siguientes son significativas: r = 0.30 6.2 El TCL, el funcionamiento
para ansiedad; r = 0.49 para depresión; r = 0.41 neuropsicológico y las funciones
para retraimiento social; r = 0.53 para ansiedad- ejecutivas
depresión y r = 0.40 para la psicopatología de En la actualidad es muy difícil resumir la lite-
manifestación interna en general. Con una excep- ratura científica en cuanto al funcionamiento

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Comentario/Bernad y Servera: Sluggish Cognitive Tempo: realidades y controversias

neuropsicológico y las funciones ejecutivas en Varios investigadores han propuesto medir el


el TCL. Varios factores contribuyen a esta si- FE por medio de escalas de evaluación (Barkley
tuación. Primero, no hay investigación neurop- & Fisher, 2011; Burgess, Alderman, Evans,
sicológica extensa del TCL. Segundo, existen Emslie, & Wilson,1998; Spinella, 2005). Estas
varias limitaciones metodológicas, como el uso escalas tienen validez ecológica y capacidad
de medidas de TCL dispares, el tamaño de las predictiva para discapacidades en el diario vivir
muestras utilizadas y los procedimientos de se- (Barkley & Fischer 2011; Burgess et al., 1998).
lección y de evaluación empleados. Becker et al. Las medidas de autoinforme del FE predi-
(2016), por ejemplo, señalan con mucha razón cen discapacidad en la vida diaria (Barkley &
que la mayoría de los estudios se han hecho con Fischer, 2011) y funcionamiento ocupacional
muestras de sujetos seleccionados para investigar (Barkley & Murphy, 2010; Burgess et al., 1998)
el TDAH y con un número limitado de pruebas mejor que las medidas del FE con pruebas
neuropsicológicas diseñadas para este trastor- neuropsicológicas. También, las medidas neu-
no. Esto puede haber debilitado la asociación ropsicológicas del FE no necesariamente miden
del TCL y discapacidades neuropsicológicas ciertos aspectos del funcionamiento ejecutivo
exclusivas al TCL. Tercero, en algunos estudios o evalúan habilidades que no son inherentes
no se controló estadísticamente la influencia al FE (Burgess et al., 1998; Miyake & Fried-
que puede tener en los hallazgos la inatención. man, 2012). Sin embargo, el estudio del FE
Como se ha explicado, la correlación entre el y el TCL con escalas de evaluación realizadas
TCL e inatención es robusta, de manera que la por la misma persona tienen la limitación de
asociación entre el TCL y una variable en par- medir diferentes constructos de manera similar
ticular no se puede atribuir únicamente al TCL. (varianza compartida). Además, se argumenta
Los resultados de estudios en los cuales se con- que las medidas del FE basadas en pruebas neu-
troló estadísticamente el efecto de la presencia ropsicológicas y las medidas del FE basadas en
de síntomas de inatención y otros constructos, escalas de evaluación parecen medir diferentes
son más variados e inconsistentes (Becker et. al., niveles de cognición (Barkley & Fischer, 2011;
2016). De igual forma, no siempre se controla Toplak, West, & Stanovich, 2013).
la influencia de la inteligencia en el desempeño Es recomendable incluir pruebas neuropsi-
en las pruebas neuropsicológicas administradas. cológicas y escalas de evaluación para estudiar
Finalmente, estas pruebas no han sido diseña- el TCL y el FE. Ambas formas evaluativas son
das para medir el constructo del TCL ni de útiles y valiosas ya que proveen diferentes tipos
función ejecutiva, sino que han sido traídas del de información complementaria con relación al
banco de pruebas neuropsicológicas existentes funcionamiento cognitivo y conductual (Isquith,
(Barkley, 2015; Bauermeister, en prensa; Becker Roth, & Gioia, 2013; Toplak et al., 2013). Esta
et al., 2016). recomendación debe ser tomada en considera-
El TCL parece estar asociado al funcio- ción en el estudio del TCL.
namiento ejecutivo en actividades cotidianas
cuando se mide con escalas de evaluación (p. 7. Conclusiones
ej., Barkley 2012, 2013, en prensa; Becker & Es necesario felicitar a Bernad y Servera (2016)
Langberg, 2014). Este no es el caso cuando el por su valioso trabajo en torno al constructo del
funcionamiento ejecutivo (FE) es evaluado con TCL y, como ellos llaman, su renacimiento a
pruebas neuropsicológicas (Bauermeister et al., principios de siglo. Este renacimiento ha sido
2012; Wahlsted & Bohlin, 2010; Willcutt et internacional y transcultural, a juzgar por los
al., 2014). trabajos científicos publicados con muestras de

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Bauermeister: TCL: un constructo controvertido en evolución

niños o adultos estadounidenses, chilenos, puer- determinar si estas dimensiones están asociadas
torriqueños, españoles, coreanos y nepaleses. Es en forma diferente a otros trastornos y variables.
de notar que los investigadores hispanos han En el estudio de las dimensiones del TCL es
tenido un rol activo en el estudio del constructo conveniente recordar las lecciones aprendidas
del TCL. de los subtipos del TDAH. Estos demostraron
En la sección de conclusión de su artículo, ser muy inestables, dándose el caso de que los
Bernad y Servera incluyen un resumen com- niños podían reunir los criterios diagnósticos de
pleto de la validez del TCL. La evidencia de subtipos diferentes a lo largo del desarrollo (La-
los hallazgos de análisis factoriales en niños hey, Pelham, Loney, Lee, & Willcutt, 2005). Es
o adultos de diversas culturas y los índices de pues necesario revisar las dimensiones del TCL
confiabilidad encontrados apoyan claramente en diferentes etapas del desarrollo, ya que estas
la validez interna del constructo del TCL. Los podrían cambiar en función de la maduración
síntomas del TCL están más correlacionados neuropsicológica y de las demandas cognitivas y
entre sí que con otros diagnósticos y forman conductuales a las que el individuo esté expuesto.
una dimensión que evalúa un rasgo subyacente En su artículo, Bernad y Servera (2016) demues-
distinto al TDAH. El apoyo para la validez tran estar atentos a esta posibilidad al comentar
externa del TCL es menor. Lleva a esta con- que “puede ser que haya un factor evolutivo que
clusión la variabilidad e inconsistencia de los dificulte la obtención de la medida multifactorial
resultados y el número relativamente reducido de la dimensión antes de ciertas edades” (Sección
de investigaciones realizadas. No obstante, los 7. Conclusiones).
hallazgos también son positivos y prometedores. De su revisión y análisis de la literatura,
Por ejemplo, los datos son claros en señalar que Barkley (2015) concluye que el TCL es un tras-
el TCL es una condición diferente del TDAH y torno distinto del TDAH y que la investigación
de los trastornos de manifestación externa, como futura ayudará a confirmar si este es el caso. Estos
el trastorno negativista desafiante y el trastorno hallazgos no descartan que los síntomas del TCL
disocial (Barkley, 2015; Bauermeister, en prensa; estén correlacionados con los del TDAH. El
Becker et al., 2016) tamaño del efecto o fortaleza de la asociación es
Las investigaciones tienden a apoyar que mayor para la dimensión de inatención (Barkley,
el TCL es multidimensional. La mayoría de 2015; Becker et al., 2016). Como señala Barkley
los resultados de estudios, en los cuales se han (2015), la asociación entre las dimensiones del
utilizado escalas del TCL compuestas de ocho TCL y del TDAH es similar a la encontrada para
o más síntomas señalan que éstos se organizan otras dimensiones de psicopatología que, aunque
en, por lo menos, dos dimensiones: una cognitiva relacionadas, son distintas entre sí (p. ej., ansie-
y la otra conductual. A estas dimensiones se les dad y depresión). La asociación entre el TCL
ha llamado de diferentes formas. Para la dimen- y el TDAH implica que las dos condiciones
sión cognitiva se han usado los términos soñar pueden coexistir. En una encuesta nacional de
despierto o alerta inconsistente; para la dimensión padres de niños y adolescentes estadounidenses,
conductual se han utilizado soñoliento y lentitud Barkley (2013) encontró que el 59% de quienes
(Barkley, 2013; Fenollar-Cortés, Servera, Bec- calificaron para un diagnóstico de investigación
ker, & Burns, 2014; Lee et al., 2014; McBurnett de TCL también reunieron los criterios diagnós-
et al., 2014; Penny, Waschbusch, Klein, Corkum, ticos para el TDAH. Por otro lado, 39% de los
& Eskes, 2009). De confirmarse estas dos di- niños en el grupo con el TDAH calificaron para
mensiones del TCL en investigaciones futuras, el TCL. En otra encuesta nacional con adultos,
se podría comprender mejor el constructo y Barkley (2012) halló resultados similares. La

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Comentario/Bernad y Servera: Sluggish Cognitive Tempo: realidades y controversias

comorbilidad involucra principalmente a niños es que es prematuro llegar a esa resolución, ya


o adultos con el TDAH y síntomas elevados de que la investigación del TCL todavía está en sus
inatención (Barkley, 2016). Al analizar los datos etapas iniciales. Becker et al. (2016) plantean
de la correlación y de la comorbilidad aparente como alternativa conceptuarlo como un espe-
entre el TCL y el TDAH, Barkley (2015) reco- cificador (specifier) de los trastornos existentes,
mienda crear una categoría global de trastornos como se hace en el DSM-5 (APA, 2013), para
de atención. Esta categoría incluiría al TDAH entender las trayectorias en el desarrollo y el
y al TCL como condiciones separadas y parcial- funcionamiento, así como la toma de decisiones
mente distintas. Él plantea que esto se hace en para el tratamiento. Finalmente, otra posibilidad
el DSM-5 (APA, 2013) para la supracategoría que proponen Becker et al. (2016) es que el TCL
de trastornos específicos en el aprendizaje que tenga utilidad transdiagnóstica, es decir, que sea
incluye lectura, ortografía, matemáticas, escritura un “constructo significativo que pueda predecir
y trastornos relacionados que son diferentes pero el curso en el desarrollo, discapacidades asociadas
que también pueden coexistir. y respuesta al tratamiento a través de una gama
Es muy interesante la hipótesis de que el de otras psicopatologías” (p. 176, traducción al
proceso mental de divagar o apartar los pensa- español del autor). Becker et al. (2016) ofre-
mientos de los asuntos ante sí puede explicar cen como ejemplo el constructo de regulación
el TCL (Adams, Milich, & Fillmore, 2010; emocional, que, aunque no es un trastorno per
Barkley, 2012, 2013, 2015). Este proceso puede se, sin duda es muy importante para entender la
permitir al sistema ejecutivo enfocarse y tratar psicopatología a lo largo de la vida. Es muy inte-
de resolver otros asuntos personales mientras el resante la discusión de Bernad y Servera (2016)
individuo se involucra en acciones relativamente en torno a la conceptuación del TCL como un
automáticas hacia objetivos conocidos en el constructo transdiagnóstico compatible con el
ambiente (Smallwood & Schooler, 2006). Una paradigma del Research Domain Criteria iniciado
regulación pobre del proceso de divagar podría por el Instituto Nacional de Salud Mental de
tener efectos adversos en la ejecución del fun- EE.UU (Cuthbert & Insel, 2013).
cionamiento ejecutivo (Smallwood & Schooler, Como el título sugiere, el artículo de Bernad
2006). Los niños y adultos con el TCL podrían y Servera ha arrojado mucha luz sobre las reali-
usar en exceso el mecanismo de soñar despierto dades y controversias del TCL en la actualidad.
para escapar de tareas ansiogénicas o para en- Como ellos recomiendan, es necesario continuar
tretenerse en algo placentero. Podrían también con programas de investigación multidisciplina-
tener dificultad para regular la tendencia a in- rios que aumenten nuestro conocimiento de un
volucrarse en pensar una y otra vez sobre sus constructo tan complejo como el TCL.
preocupaciones o temores y, como consecuencia,
afectar el proceso atencional (Barkley, 2012, Referencias
2013, 2015). Este último punto es consistente Adams, Z. W., Milich, R., & Fillmore, M. T. (2010). A case
con el grado de relación existente entre el TCL for the return of Attention-Deficit Disorder in DSM-5. The
y los síntomas de manifestación interna. ADHD Report, 18, 1-6.
Por otro lado, Becker et al. (2016) entienden American Psychiatric Association (1980). Diagnostic and sta-
que, en general, la evidencia apoya la validez tistical manual of mental disorders (3a ed.). Washington,
diagnóstica del TCL, pero en algunas de las DC: Autor.
áreas la evidencia es escasa. Esto no permite American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and sta-
apoyar la conclusión, por el momento, de que el tistical manual of mental disorders (5a ed.). Washington,
TCL es un diagnóstico psiquiátrico. La realidad DC: Autor.

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