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Feminización del Envejecimiento

La vida se va lastimando en su recorrido y constantemente tenemos que confrontar nuestras


fantasías de omnipotencia con escenas reales que desnudan nuestra impotencia, por lo que, si
hablamos de feminización del envejecimiento, no es necesariamente malo porque así es como ha
venido funcionando nuestras generaciones pasadas y en la actualidad; y aceptar la vida termina
siendo parte esencial del desarrollo.

La feminización del envejecimiento no es un tema de aceptación pasiva o de sumisión, sino de


conciencia y equilibrio para hacer los ajustes necesarios que requiere la adaptación a nuevos
escenarios y condiciones; y es una pena en el fondo que estemos mas orientados solo a sobrevivir
esperando la adversidad, pero necesitamos aprender a convivir con ella. Tal vez en este tema,
muchos hombres, por prejuicios y por miedo a ser juzgados, viven pendientes de que no les pase
nada, y al final se les pasa todo lo importante, y es que se están haciendo viejos.

Vienen cabalgando nuevas generaciones cargadas de novedades, y en el mejor de los casos la


experiencia de los mas viejos de algo sirve, como lente en aumento para mostrar lo que ojos
menos avezados no ven de primera intención. La serenidad es adulta e implica aceptación de la
realidad.

Actualmente la esperanza de vida en Guatemala para las mujeres es de 77.37 años y para los
hombres de 71.62 años, estadísticamente hablando, las mujeres vivimos mas que lo hombres, sin
embargo, la vida es un nacimiento continuo y aceptación constante del cambio para empezar algo
nuevo. Hay que cortar cordones umbilicales a diario y morir muchas veces para poder vivir y pasar
de una vida a otra, hasta morir definitivamente, independientemente seamos hombre o mujer.
Tomando en cuenta que también son generalidades y que en toda conducta humana existe
factores bilógicos, psicológicos y sociales.

No todo es cuestión de números, los números son a mi parecer lo mas cercano a la realidad, sin
embargo, todo es una cuestión de la mente. No me puedo imaginar a alguien que no sea valioso y
que en nombre de eso haga cosas equivocadas que le resten valor. Ser realista genera prudencia,
mesura y expectativas accesibles. La mujer real y la mujer ideal deben verse cara a cara y no ser
tan lejanas. La ataraxia es más fácil así, y la paz para ser serenas y pacientes, tal vez y este sea una
de las muchas razones por la cual, las mujeres vivimos más.

Redactar todo esto me hace sentir que vi pasar de largo el día, designado por la fe religiosa a mis
fieles difuntos. No me deja de ofrecer ese sabor agridulce que tiene la nostalgia, y entre una cosa y
otra me termino concentrando en mi finada favorita, mi abuela. Quien falleció a los 66 años y que
vivió 38 años viuda, educando y alimentado 4 hijos. La historia que tengo con mi abuela la llevo
siempre conmigo, aunque sea para vigilarme. Trato de confiar en la prudencia, pero como estoy
viva siempre estoy diciendo cosas y puede que no sirvan, tal vez sean hasta vergonzosas para el
lector, pero a riesgo de quedar en ridículo, creo que me daría vergüenza no decirlas.

En la otra mano, me consuela el recuerdo de cuando mi abuela me decía: cada vez que veas la
creación de alguien, pensá en que tal vez puso lo mejor de si en lo que hacía. Y tal vez por eso las
mujeres vivimos más.
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