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Módulo 4
Turismo Sostenible
Mg. Fabián Román – Mg. Silvina Miguenz
Mg. Gisella Núñez – Lic. Lucía Egea Skrabal
La idea del Progreso como movimiento virtuoso y ascendente de la sociedad moderna, ha sido
parte de la historia de la humanidad en los últimos 2000 años.
El enfoque de la modernización
El enfoque de la dependencia
A partir de los ‘60 comienzan a aparecer miradas críticas al modelo de desarrollo propuesto
por la Corriente Principal Desarrollista, que se basaba en el enfoque de la modernización, y un
ejemplo de esto es el enfoque de la dependencia. En América latina particularmente, al calor
de la tensión relacionada con la guerra fría y los movimientos de izquierda, se puso en debate
la idea del desarrollo, el subdesarrollo y la modernización.
La primera, la reactivada teoría del imperialismo. En 1957 Paul Baran recupera algunas
tesis de Rosa Luxemburgo y de Lenin, concretizando su planteamiento neomarxista
respecto que el subdesarrollo es la resultante natural del imperialismo.
Desarrollo sostenible
A partir de los años ‘60 y ‘70 comienzan a aparecer críticas al modelo de desarrollo
relacionadas especialmente con la cuestión ambiental. En el ‘72 ocurren dos hechos
importantes en la evolución del concepto de desarrollo, el Primer Informe del Club de Roma,
llamado “Límites al crecimiento” y la Primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Ambiente
y Desarrollo en Estocolmo, indicios claros de la preocupación sobre los impactos del modo de
producción y consumo sobre los ecosistemas. Luego del fracaso de formulaciones alternativas
como el ecodesarrollo, se logra finalmente consenso para un nuevo modelo, el desarrollo
sostenible.
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CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe
En general, la clase dirigente y una gran parte de los sectores académicos asumen y repiten
mecánicamente la definición de desarrollo sostenible del Informe Brundtland sin reparar en
sus alcances. El máximo nivel de debate se da en cómo traducimos el original inglés
“sustainable”.
Cuando nos referimos a stock de capital, incluyendo el natural, nos referimos a la capacidad
de construir capital humano o artificial, sin que sea en desmedro del capital natural. Y
justamente el turismo, a diferencia de otras actividades económicas, es capaz de desarrollarse
plenamente sin afectar de manera irreversible el capital natural y de ese modo aportar a la
conservación del stock de capital, construyendo sostenibilidad.
Una idea central acerca del desarrollo humano es su carácter multidimensional, lo que
significa que a nivel individual y como sociedades debemos atender necesidades de distinta
índole.
Social Económico
Ecológico Político
Cultural Espiritual
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “El proceso de ampliación
de las opciones de la gente y el nivel de bienestar que logran se halla en el centro del concepto
de desarrollo humano. Esas opciones no son ni finitas ni estáticas. Sin embargo,
independientemente del nivel de desarrollo, las tres opciones esenciales de la gente son: vivir
una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios
para tener un nivel de vida decente. Pero el desarrollo humano no concluye ahí. Otras
opciones, a las que muchas personas asignan gran valor, van desde la libertad política,
económica y social hasta las oportunidades para tener una vida creativa y productiva y
disfrutar del respeto por sí mismo y de la garantía de los derechos humanos”.
Sin duda, el nivel de ingreso es un elemento importante del desarrollo. Pero, no es todo en la
vida de las personas. El ingreso es un medio pero el fin es el desarrollo humano.
El desarrollo humano ha sido un concepto en evolución. Todos los años, teniendo en cuenta
las críticas, se ha reexaminado el Informe de Desarrollo Humano (IDH) o se lo ha analizado en
mayor detalle. Esta labor ha incluido extensos debates sobre cuestiones como la participación,
la sustentabilidad y la equidad de género.
Equidad: se suele pensar en la equidad en relación con la riqueza o los ingresos. Pero
en el enfoque de desarrollo humano se adopta una posición mucho más amplia,
procurando la equidad en la capacidad básica y las oportunidades. Según este criterio,
todos deben tener la oportunidad de educarse, por ejemplo, o de vivir una vida larga
y saludable. La promoción de la equidad puede requerir en algunos casos que se
distribuyan los recursos de manera desigual. Los pobres, por ejemplo, pueden
necesitar más ayuda estatal que los ricos. Alguna gente, como los enfermos o los
discapacitados, pueden requerir más recursos que otros para mantenerse en el mismo
nivel de capacidad.
El desarrollo humano nos entrega un elemento normativo para la acción: es la mejor y más
eficiente elección social que puede tomar una sociedad, porque tiene por meta promocionar
la calidad de la vida de la gente, en la medida que ésta conjuga libertad real para elegir los
propios proyectos de vida y justa distribución y capacidades para lograrlo” (PNUD, 2007).
Una manera simple de aproximarse a este tema es verlo como un modo de pensar el
desarrollo desde la singularidad de una persona, en tanto parte de una comunidad. Resulta
interesante la experiencia de preguntar a un grupo cuál es su definición de desarrollo, ya que,
independientemente de las pertenencias sociales o intelectuales o de otra índole, en general
la gente tiende a ensayar respuestas complicadas y que dan cuenta de una idea de desarrollo
global, regional e incluso planetaria. Resulta extremadamente difícil concebir una idea de
desarrollo desde la persona, una que atienda cuestiones clásicas como los aspectos
económicos, ambientales o sociales, pero que también se preocupe por la cultura, la
participación y la espiritualidad, que completan las seis dimensiones del desarrollo humano
que parecen ser comunes a una gran parte de nuestras sociedades, más allá de los modos
precisos y diversos de expresión y satisfacción de esas necesidades.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) y buscan ampliar los éxitos alcanzados con ellos, así como lograr aquellas
metas que no fueron conseguidas.
Estos nuevos objetivos presentan la singularidad de instar a todos los países, ya sean ricos,
pobres o de ingresos medianos, a adoptar medidas para promover la prosperidad al tiempo
que protegen el planeta. Reconocen que las iniciativas para acabar con la pobreza deben ir de
la mano de estrategias que favorezcan el crecimiento económico y aborden una serie de
necesidades sociales, entre las que cabe señalar la educación, la salud, la protección social y
las oportunidades de empleo, a la vez que luchan contra el cambio climático y promueven la
protección del medio ambiente.
A pesar de que los ODS no son jurídicamente obligatorios, se espera que los gobiernos los
adopten como propios y establezcan marcos nacionales para su logro, propiciando incluso la
participación activa del sector privado, no gubernamental y la academia. Los países tienen la
responsabilidad primordial del seguimiento y examen de los progresos conseguidos en el
cumplimiento de los objetivos, para lo cual es necesario recopilar datos fiables, accesibles y
oportunos. Las actividades regionales de seguimiento y examen se basarán en análisis llevados
a cabo a nivel nacional y contribuirán al seguimiento y examen a nivel mundial. A continuación,
veremos cuál es el vínculo que existe entre el turismo y los ODS.