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NOMBRE: JUAN MANUEL GÓNGORA MAYORGA

CASO 1: ¿DERECHO A MORIR?


¿PODRIA FUNDARSE SOBRE ALGUN DERECHO FUNDAMENTAL LA PETICION
DE RAMON SAMPEDRO?
Respuesta: Actualmente, a pesar de tramitarse la ley de la eutanasia a través de la cual
Ramón obtendría lo que solicita, no hay nada regulado oficialmente.
Esto nos lleva a la situación de que, al no existir un derecho fundamental a la muerte (lo
cual implicaría que los poderes públicos ayudasen a que esta tuviese lugar), pero si
existir un derecho fundamental a la vida, no hay nada a lo que ampararse.
Además, el Código Penal prohíbe la ayuda de terceros a la muerte de otros, como
cooperación o inducción al suicidio.

CASO 2: CONSENTIMIENTO INFORMADO


¿SERIA POSIBLE FUNDAR LA DEMANDA DE DON JOSE MARIA EN ALGUN
DERECHO FUNDAMENTAL?
Si, se podría fundamentar la demanda de Don José María en el derecho fundamental a la
integridad física y moral, ya que nos encontramos ante un procedimiento medico en el
cual no hay un consentimiento informado sobre los riesgos de tal procedimiento.
¿CONSIDERA QUE LLEVA RAZON EL DEMANDANTE, QUE ALEGA QUE SE HA
VULNERADO SU DERECHO AL CONSENTIMIENTO INFORMADO, O LA
ENTIDAD ASEGURADORA DE LOS MEDICOS, QUE ENTIENDE QUE NO SE
VULNERO TAL DERECHO?
Considero que, en este caso, sí que se ha vulnerado el derecho al consentimiento
informado y tiene razón Don José María, ya que la operación fue llevada a cabo el día
siguiente, y no en el momento en el que el paciente llegó a urgencias.
Por tanto, no considero que quepa excepción ninguna la cual si habría cabido si hubiese
un riesgo inminente y grave para la vida del paciente y la operación se hubiese llevado a
cabo de inmediato.
¿PODRIA LLEGAR ESTE ASUNTO AL RECURSO DE AMPARO?
Si, ya que el Tribunal Constitucional dice que el riesgo debe ser grave e inminente, y
eso no ocurre en el caso en el que nos encontramos, ya que la operación se realizó al día
siguiente.
Se vulneró el derecho fundamental a la integridad física y moral del paciente Don José
María.

CASO 3: ART. 15 CE
Se debe constatar la existencia de una lesión real y efectiva del derecho fundamental,
que sea imputable por acción u omisión a un poder público.
El derecho fundamental que se vulneraría sería el de la integridad física o moral, ya que
la salud física o psíquica (la cual forma parte de este derecho) puede verse alterada por
la exposición a niveles de ruido excesivos.
Para poder llevar a cabo esa constatación, los tribunales exigen una medición de ruido
en la vivienda, para poder demostrar así que el ruido supera los límites permitidos.
Lo único demostrado es que es una zona acústicamente saturada.
Pero hacían falta pruebas particulares, y estas no se realizaron en el domicilio, y, sin
ellas, no era suficiente con las denuncias del resto de vecinos para demostrar la lesión
efectiva y real del derecho fundamental.
Con respecto a la acción u omisión imputable a un poder público, el Tribunal
Constitucional establece que desde que se declaró la zona como acústicamente saturada
no se dieron más licencias y realizo inspecciones, por ello, no se le puede imputar a un
poder público.

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