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TEMA 8: LOS ELECTRONES EN LOS ATOMOS

A finales del siglo XIX, algunos observadores del panorama científico creyeron que era
la hora de cerrar los libros de física y que solo quedaba aplicar los conocimientos de
física acumulados durante siglos a otros campos como la química y la biología.

Solo quedaban algunos problemas fundamentales por observar, como ciertos detalles
de la emisión de la luz y un fenómeno conocido como el efecto fotoeléctrico. Pero la
solución a estos problemas, más que marcar un final, señalaron el comienzo de una
nueva etapa dorada para la física. Todos estos problemas quedaron resueltos
mediante una nueva y atrevida propuesta, la teoría cuántica.

La física clásica no es suficiente para explicar los fenómenos a nivel atómico y


molecular, solo la teoría cuántica es capaz de hacerlo.

RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA

Se trata de un método de transmisión de energía en la que los campos eléctricos y


magnéticos se propagan por ondas a través del espacio vacío (el vacío), o a través de
un medio como el vidrio. Una onda es una perturbación que transmite energía a través
del espacio o de un medio natural. En relación a la línea central, la onda puede tener:

 Cresta: Punto alto, donde la cuerda está a la mayor distancia por encima de la
línea central.
 Valle: Punto bajo, donde la cuerda está a la mayor distancia por debajo de la
línea central.
 Amplitud: Mayor altura por encima o por debajo de la línea central.

 Longitud de onda: Distancia entre los máximos de dos crestas consecutivas, o


entre los mínimos de dos valles consecutivos, se designa con la letra griega
lamda (λ). La longitud de onda se trata de una característica muy importante de
las ondas. Se expresa en metros.
 Frecuencia: Número de crestas o valles que pasan por un punto durante una
unidad determinada de tiempo. La unidad de frecuencia es normalmente
tiempo-1, es decir, s-1. Se expresa en Hercios (Hz).

El producto de la frecuencia por la longitud de onda nos indica el desplazamiento


de las ondas en la unidad de tiempo, es decir, la velocidad de la onda.

Un campo eléctrico es la región alrededor de una partícula cargada eléctricamente

La unidad SI para la frecuencia es el Hercio (s -1) y la unidad fundamental para la


longitud de onda es el metro. Sin embargo, ya que muchas radiaciones tienen
longitudes de onda muy cortas, también se pueden expresar en las siguientes
unidades: Centímetro (1x10-2 m), milímetro (1x10-3 m), micrómetro (1x10-6 m),
nanómetro (1x10-9 m), angstrom (1x10-10 m) y picómetro (1x10-12 m).

Una característica muy importante de la radiación electromagnética es su velocidad


constante en el vacío (2,997 x 10 8 m/s), también denominada velocidad de la luz,
representada mediante el símbolo c. La relación entre la velocidad de la luz, la longitud
de onda y la frecuencia es: jjnjnj

C= λ x μ

La longitud de onda es más corta para frecuencias altas, y más larga para frecuencias
bajas. La región visible de un espectro electromagnético, que se extiende desde la
región violeta (longitud de onda más corta), hasta la zona roja (longitud de onda más
larga), tan solo muestra una parte del espectro completo.

Las propiedades más importantes de la radiación electromagnética son la amplitud, la


longitud de onda, la frecuencia, la velocidad y una nueva característica que
introduciremos en el siguiente ejemplo:

Si lanzamos dos cantos rodados a un charco y caen uno muy cerca del otro, podemos
observar que se generan una serie de ondas desde el punto de impacto. Hay lugares
donde se crea un patrón de entrecruzamiento entre las ondas pero también hay
lugares donde las ondas desaparecen. Cuando las ondas coinciden en sus crestas o en
sus valles, se dice que las ondas están en fase y la suma de las ondas se denomina
interferencia constructiva. Sin embargo, cuando las ondas se encuentran de forma que
la cresta de una onda coincide con el valle de otra, las ondas se anulan y el agua queda
plana, se dice que estas ondas no están en fase y la anulación de dichas ondas se
denomina interferencia destructiva.

Un ejemplo muy ilustrativo habitual de interferencias que implique ondas


electromagnéticas se puede ver en los colores del arco iris que brillan en la superficie
de un disco compacto. La luz blanca, como la del sol, contiene todos los colores del
arco iris. Estos colores difieren en longitud de onda (y frecuencia), y cuando estas
diferentes longitudes de onda se reflejan sobre los surcos estrechamente espaciados
del CD, recorren distancias ligeramente diferentes. Esto crea diferencias de fase que
dependen del ángulo con el que mantenemos el CD con respecto a la fuente de luz. Las
ondas de luz en el haz interfieren con el resto de las ondas, de manera que para un
ángulo dado entre luz incidente y luz reflejada se cancelan todos los colores excepto
uno. Así, al cambiar el ángulo entre el CD y la fuente de luz vemos diferentes colores.
La dispersión de las diferentes longitudes de onda contenidas en un haz de luz debido
a la interferencia producida por la reflexión en una superficie con surcos se llama
difracción.

La difracción es un fenómeno que puede explicarse solamente como una propiedad


ondulatoria. La interferencia y la difracción tienen la misma descripción física y
matemática de las ondas de carga y las ondas electromagnéticas.
EL ESPECTRO VISIBLE

La velocidad de la luz en el vacío es mayor que en cualquier otro medio. La velocidad


es diferente en cada medio, y como consecuencia la luz es refractada o desviada
cuando pasa de un medio a otro. Además, a pesar de que todas las ondas
electromagnéticas tienen la misma velocidad en el vacío, las ondas de diferente
longitud de onda tienen velocidades ligeramente diferentes. De esta forma, cuando un
haz de luz blanca pasa a través de un medio transparente, las longitudes de onda
contenidas en el haz de luz blanca son refractadas de forma diferente.

Esta luz es refractada en una banda de colores denominada espectro. Por ejemplo, un
tipo de luz blanca como la luz del sol es dispersada por un prisma de vidrio en una
banda continua de colores que corresponden a todas las longitudes de onda
componentes desde el rojo al violeta

ESPECTROS ATÓMICOS

Se dice que un espectro es continuo si la luz refractada está formada por un gran
número de longitudes de onda. Sin embargo, si la fuente de un espectro emite luz con
un número relativamente pequeño de longitudes de onda, se observará un espectro
discontinuo. Aquellos espectros discontinuos que consisten en un número limitado de
longitudes de onda que se observan como líneas coloreadas con espacios oscuros
entre ellas reciben el nombre de espectros atómicos o espectros de líneas.

Cada elemento tiene su propio espectro atómico característico. Bunsen y Kirchoff


desarrollaron el primer electroscopio y lo utilizaron para identificar elementos. El
espectro atómico del hidrógeno ha sido uno de los espectros atómicos más
intensamente estudiados.

Balmer dedujo una fórmula para las longitudes de onda de las líneas espectrales, que,
escrita en función de la frecuencia es:

En esta ecuación v es la frecuencia de una línea espectral y n debe ser un número


entero mayor que dos.

Debido a que los espectros atómicos están formados únicamente por un número
limitado de líneas con longitudes de onda definidas, proporcionan una gran
oportunidad para conocer las estructuras de los átomos, ya que por ejemplo este
hecho sugiere que simplemente hay un limitado número de valores de energía que son
capaces de excitar los átomos gaseosos. Sin embargo, la física clásica no era capaz de
explicar los espectros atómicos.

La clave de este enigma se encuentra en la teoría cuántica.


TEORÍA CUÁNTICA

Se sabe que los objetos calientes emiten luz de diferentes colores. La luz emitida por
un objeto radiante caliente puede ser dispersada por un prisma produciendo un
espectro de color continuo. La intensidad de la luz varía ligeramente con la longitud de
onda, con un máximo a una cierta longitud de onda determinada por la temperatura
de la fuente. Como en el caso de los espectros atómicos, la física clásica no podía
proporcionar una completa explicación de la emisión de la luz por los sólidos calientes,
conocida como radiación del cuerpo negro. La teoría clásica predice que la intensidad
de la radiación emitida debería aumentar indefinidamente.

En 1900, Planck, para explicar que la intensidad no aumenta indefinidamente, hizo una
propuesta revolucionaria: la energía, como la materia, es discontinua. Esta es la
diferencia esencial entre la física clásica de la época de Planck y la nueva teoría
cuántica que él propuso: la física clásica no limita la cantidad de energía que un
sistema puede tener, mientras que la teoría cuántica limita esta energía a un conjunto
discreto de valores específicos. La diferencia entre dos las energías de un sistema
también tiene un valor específico, llamado un cuanto de energía. Esto significa que
cuando la energía aumenta de un valor permitido al siguiente, aumenta en un
pequeño incremento o cuanto. Podemos hacernos una idea sobre el cuanto de
energía: la relación entre un cuanto y la energía total de un sistema es similar a la
relación que existe entre un átomo sencillo y una muestra completa de materia.

El modelo que Planck utilizó para la emisión de radiación electromagnética fue el de un


grupo de átomos en la superficie de un objeto caliente oscilando juntos con la misma
frecuencia. La hipótesis de Planck fue que el grupo de átomos, el oscilador, debe tener
una energía que se corresponde con la ecuación

E= nhv

 Donde E es la energía
 n es un número entero positivo
 v es la frecuencia del oscilador
 h es una constante que tuvo que ser determinada experimentalmente. Planck
estableció el siguiente valor para la constante h, que ahora se denomina
constante de Planck.
h = 6,62607 x 10-34 J s

El postulado de Planck puede enunciarse de una forma más general: la energía de un


cuanto de radiación electromagnética es proporcional a la frecuencia de la radiación,
cuanto más alta es la frecuencia, mayor es la energía. Esto se resume en lo que
conocemos como la ecuación de Planck
E = hv

Cuando Planck formuló su hipótesis cuántica, los científicos no habían tenido


experiencia previa con sistemas físicos macroscópicos que necesitaran la existencia de
niveles de energía separados y que la energía sólo podía ser absorbida o emitida en
cuantos determinados. Su experiencia era que no había límites teóricos sobre la
energía de un sistema y que la transferencia de energía era continua. Por este motivo,
no es sorprendente que los científicos, incluyendo el mismo Planck, fueron
inicialmente escépticos a las hipótesis cuánticas. Fue una teoría diseñada para explicar
la emisión de los cuerpos negros y no pudo ser aceptada realmente como un principio
general hasta que fue comprobada en otras aplicaciones.

La hipótesis cuántica solo adquirió el status de una nueva gran teoría científica
después de ser aplicada con éxito a otros fenómenos distintos a la radiación del cuerpo
negro. El primero de estos éxitos llegó con la explicación cuántica del efecto
fotoeléctrico por parte de Albert Einstein.

EL EFECTO FOTOELÉCTRICO

En 188, Hertz descubrió que cuando la luz choca con la superficie de ciertos metales,
se emiten electrones. Éste fenómeno se denomina efecto fotoeléctrico y su
característica más sobresaliente es que la emisión de electrones solamente ocurre
cuando la frecuencia de la luz incidente excede un valor umbral determinado. Cuando
se cumple esta condición:

 El número de electrones emitido depende de la intensidad de la radiación


incidente, pero…
 Las energías cinéticas de los electrones emitidos dependen de la frecuencia de
la luz

Estas observaciones, especialmente la dependencia con la frecuencia, no pudieron


explicarse mediante la teoría ondulatoria clásica. Sin embargo, Albert Einstein
demostró que era exactamente lo que debería esperarse con una interpretación
corpuscular de la radiación. En 1905, Einstein propuso que la radiación
electromagnética tiene propiedades corpusculares y que las “partículas” de luz,
denominadas fotones por Lewis, tienen una energía característica dada por la ecuación
de Planck ( E =hv).

En el modelo corpuscular, un fotón de energía hv golpea a un electrón confinado que


absorbe la energía del fotón. Si la energía del fotón hv es mayor que la energía que une
el electrón a la superficie (una magnitud conocida como función trabajo), se libera un
fotoelectrón. Así, la luz de menor frecuencia que produce el efecto fotoeléctrico es la
frecuencia umbral y cualquier energía superior a la función trabajo aparece como
energía cinética en los fotoelectrones emitidos.

EL ÁTOMO DE BOHR

El modelo del átomo nuclear de Rutherford no indica cómo se ordenan los electrones
alrededor del núcleo de un átomo. De acuerdo con la física clásica, los electrones
estacionarios cargados negativamente deberían ser atraídos por el núcleo cargado
positivamente. Esto sugiere que los electrones en un átomo deben estar en
movimiento como los planetas en órbitas alrededor del Sol. Sin embargo, de nuevo de
acuerdo con la física clásica, los electrones en órbitas deberían acelerarse
continuamente y deberían radiar energía. Al perder energía, los electrones deberían
acercarse al núcleo con un movimiento en espiral hasta juntarse con él. En 1913, Bohr
resolvió este dilema utilizando la hipótesis cuántica de Planck, y con una mezcla
interesante de la teoría clásica y cuántica postuló que para un átomo de hidrógeno:

 Un electrón se mueve en órbitas circulares alrededor del núcleo con el


movimiento descrito por la física clásica.

 Un electrón solo tiene un conjunto de órbitas permitidas, llamados estados


estacionarios. Las órbitas permitidas son aquellas en las que ciertas
propiedades del electrón tienen determinados valores. Aunque la teoría clásica
predice otra cosa… mientras un electrón permanece en una órbita dada, su
energía es constante y no emite energía. La propiedad del electrón que tiene
permitidos solo ciertos valores y que conduce únicamente a un conjunto
discreto de órbitas permitidas se denomina momento angular.

Los valores posibles son nh/2pi, donde n debe ser un número entero. Así, los
números cuánticos van aumentando: n=1 para la primera órbita; n=2 para la
2ª…

 Un electrón puede pasar solamente de una órbita permitida a otra. En estas


transiciones están implicadas cantidades discretas y fijas de energía (cuantos)
absorbida o emitida.

Aquellos estados permitidos para el electrón, números enteros en los cuales solo están
permitidos ciertos valores para el momento angular del electrón, se denominan
números cuánticos.

La teoría de Bohr predice los radios de las órbitas permitidas en un átomo de


hidrógeno
R= n2a0 donde n=1,2,3…. Y a0= 53 pm (0,53A)

La teoría también nos permite calcular las velocidades del electrón en estas órbitas , y
lo que es mas importante, la energía. Por convenio, cuando el electrón está separado
del núcleo se dice que está en estado cero de energía. Cuando un electrón libre es
atraído por el núcleo y confinado en una órbita n, la energía del electrón se hace
negativa, y su valor desciente a

RH es una constante numérica con un valor de 2,179 x 10-18 J.


Con la expresión anterior podemos calcular las energías de los estados de energía
permitidos del átomo de hidrógeno. Estos niveles se representan esquemáticamente
en el llamado diagrama de niveles de energía. Normalmente el electrón en un átomo
de H se encuentra en la órbita más próxima al núcleo (n=1), ésta es la energía
permitida más baja, o el estado fundamental. Cuando el electrón adquiere un cuanto
de energía pasa a un nivel más alto y el átomo se encuentra en un estado excitado.
Cuando un electrón cae desde una órbita de número alto a otra de número más bajo,
se emite una cantidad determinada de energía, que es la diferencia entre la energía de
los dos niveles

La energía del fotón Efotón bien sea absorbida o emitida, es igual a esta diferencia de
energías. Como Efotón= hv y Efotón = AE, podemos escribir:
|AE| = Efotón = hv

Donde |AE| representa la magnitud diferencia de energía entre los niveles implicados
en la transición electrónicas.

LA TEORÍA DE BOHR Y LA ESPECTROSCOPIA

Los espectros de emisión se obtienen cuando los átomos individuales de una colección
de átomos se excitan a los estados excitados posibles del átomo. A continuación, se
relajan a estados de energía más bajos emitiendo fotones de una frecuencia dada por:

Así, la cuantización de los estados de energía conduce a los espectros atómicos.


Previamente vimos como se podía medir el espectro de emisión de una muestra
dispersando la luz emitida a través de un prisma y determinando las longitudes de
onda individuales de la luz. Podemos considerar una técnica alternativa en la que se
hace pasar una radiación electromagnética como la luz blanca a través de una muestra
de átomos en sus estados fundamentales y después se hace pasar la luz emergente a
través de un prisma. Ahora observamos las frecuencias de la luz a las que absorben los
átomos. Esta forma de electroscopia se denomina electroscopia de absorción.

Para que tenga lugar la absorción de un fotón, la energía del fotón debe coincidir
exactamente con la diferencia de energía de los estados inicial y final, es decir:

Observemos que cuanto más separados estén los niveles de energía, más corta es la
longitud de onda del fotón necesario para producir la transición. También podemos
observar que en la ecuación 8.7 expresamos la diferencia de energía como E i – Ef. Se
hizo esto para indicar que la energía se conserva durante la absorción y emisión del
fotón. Es decir, durante la emisión E f= Ei - hv de forma que v = (E i – Ef) / h. Durante la
absorción del fotón Ef =Ei + hv, de forma que v = (Ef – Ei) / h.

LA TEORÍA DE BOHR Y LA ENERGÍA DE IONIZACIÓN DEL HIDRÓGENO

El modelo atómico de Bohr nos ayuda a comprender la formación de los cationes. En el


caso especial en el quela energía del fotón que interacciona con un átomo de H no es,
precisamente, la necesaria para arrancar un electrón desde su estado fundamental
(n=1), el electrón es liberado, el átomo ionizado y la energía del electrón libre es cero.
hvfotón = Ei - Ef

La cantidad Ei se denomina energía de ionización del átomo de hidrógeno. Si se


sustituye ni =1 y nf =infinito en la expresión de Bohr para un electrón inicialmente en el
estado fundamental de un átomo de H, tenemos:

Para otros elementos similares al H como los iones He + y Li2+ (que tienen solamente un
electrón). Para estas especies, la carga nuclear, número atómico, aparece en la
expresión de la energía de los niveles. Es decir:

LIMITACIONES DEL MODELO DE BOHR

A pesar de los logros del modelo de Bohr para el átomo de hidrógeno y átomos
hidrogenoides, la teoría de Bohr tiene ciertas limitaciones. Desde el punto de vista
experimental, la teoría no puede explicar los espectros de emisión de los átomos e
iones con más de un electrón. Además, la teoría no puede explicar el efecto de los
campos magnéticos sobre los espectros de emisión. La mecánica cuántica moderna
sustituyó a la teoría de Bohr. La cuantización de la energía y del momento angular
surgieron de los postulados de la nueva teoría cuántica. Sin embargo, las órbitas
circulares de la teoría de Bohr no existen en la mecánica cuántica. A pesar de esto no
se debe subestimar su importancia como desarrollo científico.

DOS IDEAS QUE CONDUJERON A LA MECÁNICA CUÁNTICA

Anteriormente señalamos la incapacidad del método de Bohr para tratar los átomos
multielectrónicos. Después de Bohr, dos ideas clave propiciaron una nueva
aproximación a la mecánica cuántica.

DUALIDAD ONDA PARTÍCULA

Para explicar el efecto fotoeléctrico, Einstein sugirió que la luz tiene propiedades
semejantes a las de las partículas y que está constituida por fotones. Sin embargo
otros fenómenos como la dispersión de la luz por un prisma produciendo un espectro
se comprenden mejor desde el punto de vista de la teoría ondulatoria de la luz. Por lo
tanto, la luz parece tener una naturaleza dual.

De Broglie formuló una proposición sorprendente: “Las partículas pequeñas de materia


a veces pueden mostrar propiedades de ondas”¿Cómo llegó a esta proposición? Él
conocía la famosa ecuación de Einstein
E=mc2
Donde m= masa relativista del fotón y c es la velocidad de la luz. Combinó esta
ecuación con la ecuación de Planck para la energía de un fotón E=hv, de la siguiente
forma:

hv= mc2. ( Hv/c ) = mc = p

Donde p es el momento del fotón. Utilizando C= λ x μ tenemos:


p = h/c

Para aplicar esta ecuación a una partícula material, como un electrón, de Broglie
sustituyó el momento p, por su equivalente, el producto de la masa de la partícula m
por su velocidad u. Cuando se hace esto, se llega a la famosa relación de De Broglie:

De Broglie denominó “ondas de materia” a las ondas asociadas con las partículas. Si las
ondas de materia existen para las partículas pequeñas, entonces los haces de
partículas, como los haces de electrones, deberían mostrar propiedades características
de ondas, como la difracción.

Thomson y Davisson compartieron el premio Nobel de Física por sus experimentos de


difracción de electrones. Es interesante observar que Thomson padre demostró que el
electrón es una partícula mientras que Thomson hijo demostró que el electrón era una
onda, por lo que padre e hijo conjuntamente demostraron la dualidad onda-partícula
del electrón. Simplemente es importante la dualidad onda partícula cuando las
longitudes de onda son comparables a las dimensiones atómicas o nucleares. Este
concepto tiene poco significado cuando nos referimos a grandes objetos, porque sus
longitudes de onda son demasiado pequeñas como para poderlas medir. De esta
manera, para este tipo de objetos son adecuadas las leyes de la física clásica.

EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

Las leyes de la física clásica nos permiten hacer predicciones precisas, no hay límite en
la exactitud que podemos alcanzar. En la física clásica nada se deja al azar y el
comportamiento físico se puede predecir con certeza.

Bohr y Heisenberg consideraron experimentos hipotéticos para establecer con qué


precisión se puede determinar el comportamiento de las partículas subatómicas. Las
dos variables que deben medirse son la posición de la partícula (x) y su momento
(p=mu). Concluyeron que siempre debe haber incertidumbres en la medida de modo
que el producto de la incertidumbre en la posición Ax, por la incertidumbre en el
momento Ap, es :

Esta expresión corresponde con el principio de incertidumbre de Heisenberg y significa


que no podemos medir la posición y el momento simultáneamente con precisión. Es
decir, si conocemos con precisión donde está una partícula no podemos saber con
precisión a dónde va o de dónde ha llegado.

La relación de De Broglie implica que para una longitud de onda λ se conoce con
precisión el momento de la partícula asociada. Sin embargo, puesto que la onda se
dispersa en el espacio, no sabemos donde se encuentra la partícula exactamente. Para
resolver esta imposibilidad de localizar la partícula, podemos combinar varias ondas de
diferente longitud de onda en un “paquete de ondas” para producir un modelo de
interferencias que tienda a localizar la onda. Sin embargo, como cada longitud de onda
del paquete de ondas corresponde a un momento específico y diferente, el momento
de la partícula correspondiente a la colección de ondas se hace impreciso. De manera
que combinamos más y más ondas para localizar la partícula y el momento se hace
cada vez más impreciso. A la inversa, cuanta más precisión tenga el momento de una
partícula, se combinarían menos y menos longitudes de onda, lo que significa que la
posición se dispersa.

Así, al disminuir el tamaño hasta dimensiones atómicas ya no es válido considerar una


partícula como una esfera dura sino que cada vez es más semejante a una onda y no es
posible determinar con precisión a la vez su posición y su momento.

Una vez comprendido que el principio de incertidumbre es la consecuencia de la


dualidad onda-partícula , se deduce que un error fundamental del modelo de Bohr fue
restringir el electrón a una órbita en una dimensión 1D en el sentido de que el electrón
no puede salir de su órbita. Ahora estamos preparados para volver a ocuparnos de una
descripción más moderna de los átomos.

MECÁNICA ONDULATORIA

La relación de De Broglie sugiere que os electrones son ondas materiales y por tanto
deben mostrar propiedades ondulatorias. Una consecuencia de esta dualidad onda-
partícula es la precisión limitada en la determinación del momento y la posición de un
electrón impuesto por el principio de incertidumbre de Heisenberg. De esta manera
¿cómo se pueden ver los electrones en los átomos? Para contestar a esta pregunta,
debemos empezar por identificar dos tipos de ondas.

ONDAS ESTACIONARIAS

En un océano, el viento produce ondas sobre la superficie cuyas crestas y valles viajan
a grandes distancias y se llaman ondas viajeras. En el ejemplo inicial de la cuerda para
explicar las partes de una onda, cada porción de la cuerda tiene un movimiento
idéntico arriba y abajo. La onda transmite energía a lo largo de toda la cuerda. Los
segmentos de la cuerda experimentan desplazamientos con el tiempo hacia arriba y
hacia abajo y oscilan o vibran entre los límites definidos por las curvas azules. La
característica importante de estas ondas es que las crestas y los valles de las ondas se
producen en posiciones fijas y la amplitud de la onda en los extremos fijos es cero. Es
de especial interés que la magnitud de las oscilaciones difiere de un punto a otro, a lo
largo de la onda, incluyendo ciertos puntos llamados nodos que no sufren
desplazamiento alguno. Una onda con estas características se denomina onda
estacionaria.

Se podría decir que las longitudes de onda permitidas para las ondas estacionarias
están cuantizadas. Su valor es igual a dos veces la longitud de la cuerda (L) dividido por
un número entero (n), es decir:

λ= (2L)/n donde n = 1,2,3…. Y el número total de nodos = n+1


Una cuerda de guitarra pulsada genera una onda estacionaria en una dimensión como
un electrón en una órbita de Bohr. Bohr supuso que para que un electrón estuviera
estable en una órbita circular, tenía que estar representado por una onda estacionaria
y que un número entero de longitudes de onda se ajustaría a las circunferencias de la
órbita. También, el hecho de que las órbitas de Bohr sean unidimensionales, indica una
seria deficiencia en el modelo de Bohr: las ondas de materia de los electrones en el
átomo de H deben ser tridimensionales.

PARTÍCULAS EN UNA CAJA: ONDAS ESTACIONARIAS, PARTÍCULAS CUÁNTICAS Y


FUNCIONES DE ONDA

Schrodinger, un experto en la teoría de vibraciones y ondas estacionarias, sugirió que


un electrón o cualquier otra partícula que posea propiedades de onda podría ser
descrita mediante una ecuación matemática denominada función de onda. La función
de onda, representada por la letra griega psi (), correspondería a una onda estacionaria
dentro de los límites del sistema descrito. El sistema más sencillo para el que podemos
escribir una función de onda es un sistema unidimensional: el de una partícula cuántica
confinada a moverse en una caja monodimensional, una línea. La función de onda para
la denominada “partícula en una caja” se parece a las de una cuerda de guitarra, pero
ahora representa las ondas de materia de una partícula. Como la partícula está
restringida a estar en la caja, las ondas también están dentro de la caja

Si la longitud de la caja es L y la partícula se mueve en la dirección x, la ecuación para


una onda estacionaria es

Donde el número cuántico,n, identifica la función de onda.


Esta función de onda es una función seno. Para ilustrarlo, vamos a considerar el caso
para n=2
En un extremo de la caja (x=0), tanto la función seno como la función de onda son
cero. A un cuarto de la longitud de la caja (x=L/4) , la función seno y la función de onda
alcanzan sus valores máximos. En el punto medio de la caja, ambos cero, la función de
onda tiene un nodo. A tres cuartas partes de la longitud de la caja (3L/4) ambas
funciones alcanzan sus valores mínimos (valores negativos), y al final de la caja, ambas
funciones son de nuevo cero.
¿Qué sentido podemos darle a la función de onda y al número cuántico? Primero
consideramos el número cuántico, n, ¿Con qué podemos relacionarlo? La partícula que
consideramos se mueve libremente (no actúa ninguna fuerza exterior) con un< energía
cinética dada por la expresión

Ahora, para asociar esta energía cinética con una onda, podemos utilizar la relación de
De Broglie (), para obtener

Las longitudes de onda de la onda de materia deben cumplir las mismas condiciones
de onda estacionaria que describimos anteriormente para las ondas estacionarias de
una cuerda de guitarra. Cuando sustituimos la longitud de onda de la onda de materia
en la ecuación 8.12 en la ecuación de la energía de la onda, se obtiene lo siguiente:

Así vemos que la condición de onda estacionaria da lugar, de forma natural, a la


cuantización de la energía de la onda y los valores permitidos vienen determinados por
el valor de n. Debemos observar también que si disminuye el tamaño de la caja, la
energía cinética de la partícula aumenta, y de acuerdo con el principio de
incertidumbre, el conocimiento sobre el momento debe disminuir. Una observación
final es que la energía de la partícula no puede ser cero. La energía más baja posible,
correspondiente a n=1, se denomina energía en el punto cero. Debido a que la energía
no puede ser cero, la partícula no puede estar en reposo. Esta observación es
consistente con el principio de incertidumbre debido a que tanto la posición como el
momento no se pueden conocer con certeza y no hay incertidumbre sobre una
partícula en reposo.

El modelo de una partícula en una caja nos ayuda a ver el origen de la cuantización de
la energía, pero ¿cómo se interpreta el significado de la función de onda psi? ¿Qué
significan los valores positivos y negativos de la función de onda? Realmente, a
diferencia de la trayectoria de una partícula clásica, la función de onda de una partícula
no tiene significado físico. Se necesita un método diferente sugerido por Born. Desde
el punto de vista del electrón como partícula, tenemos un interés especial en la
probabilidad de que el electrón esté en una posición particular; desde el punto de vista
del electrón como onda, el interés se encuentra en la densidad de carga electrónica. En
una onda clásica, como la luz visible, la amplitud de la onda corresponde a psi, y la
intensidad de la onda a psi cuadrado. La intensidad está relacionada con la densidad
de fotones, el número de fotones presentes en una región. Para la onda de un
electrón, psi cuadrado, está relacionada con la densidad de la carga electrónica.

La probabilidad electrónica es proporcional a la densidad de carga del electrón, de


forma que estas dos magnitudes están asociadas con psi cuadrado. Así, en la
interpretación de Born de la función de onda, la probabilidad total de encontrar un
electrón en un pequeño volumen de espacio, es el producto del cuadrado de la función
de onda psi cuadrado y el volumen de interés. El factor psi cuadrado se denomina
densidad de probabilidad electrónica.

Volvamos ahora a una partícula restringida a un recorrido unidimensional en el interior


de una caja y consideremos las probabilidades de las funciones de onda, que se
observan en la siguiente figura:

Primero observemos que incluso cuando la función de onda es negativa, la densidad


de probabilidad es positiva; esto debe suceder en todos los casos. A continuación,
observemos la densidad de probabilidad para la función de onda correspondiente a
n=1. El valor más alto de psi cuadrado está en el centro de la caja, es decir, es más
probable que la partícula se encuentre en el centro. La densidad de probabilidad para
el estado con n=2 indica que probablemente la partícula se encuentre entre el centro
de la caja y las paredes.

Una consideración final sobre el modelo de la partícula en una caja es su extensión a


una caja en tres dimensiones. En este caso, la partícula se puede mover en las tres
dimensiones (x, y, z), y la cuantización de energía se describe mediante la siguiente
expresión:

Donde hay un número cuántico para cada dimensión. Así, un sistema en tres
dimensiones necesita tres números cuánticos. Con estas ideas sobre la partícula en la
caja, podemos ahora discutir cómo se puede resolver el problema del átomo de
hidrógeno en mecánica cuántica

FUNCIONES DE ONDA DEL ÁTOMO DE HIDRÓGENO

Schrodinger demostró que las funciones de onda de un sistema mecanocuántico


pueden obtenerse resolviendo una ecuación de onda que desde entonces es conocida
como Ecuación de Schrodinger. No entraremos en detalles de su solución sino que
únicamente describiremos e interpretaremos la solución utilizando las ideas
introducidas en el caso anterior.

Las soluciones de la ecuación de Schrodinger para el átomo de hidrógeno


proporcionan las funciones de onda para el electrón en el átomo de hidrógeno. Éstas
funciones de onda se denominan orbitales para distinguirlas de las órbitas de la teoría
de Bohr. La forma matemática de éstos orbitales es más compleja que para la partícula
en una caja, pero no obstante podemos interpretarlos de forma sencilla.
Las funciones de onda se analizan más fácilmente en función de las tres variables
necesarias para definir un punto con respecto al núcleo. En el sistema habitual de
coordenadas cartesianas, éstas tres variables son las dimensiones x, y, z. En el sistema
de coordenadas polares esféricas , las variables son r, distancia desde el punto al
núcleo, y los ángulos zeta y fi, que describen la orientación del eje radial r con respecto
a los ejes x, y, z.

Cualquiera de estos sistemas de coordenadas podría utilizarse para resolver la


ecuación de Schrodinger. Sin embargo, si bien ene l sistema de coordenadas
cartesianas los orbitales implicarían las tres variables x, y, z, en el sistema polar
esférico, los orbitales pueden expresarse mediante una función R que depende solo de
r y una segunda función Y que depende de zeta y fi. Es decir:

La función R(r) se denomina función de onda radial, y la función Y (zeta,fi) se denomina


función de onda angular. Cada orbital tiene tres números cuánticos que lo definen,
puesto que el átomo de hidrógeno es un sistema tridimensional. El conjunto particular
de números cuánticos proporciona una forma particular a las funciones R(r) e
Y(zeta,fi).

Las densidades de probabilidad y la distribución espacial de estas densidades pueden


obtenerse a partir de la forma de estas funciones. Primero discutiremos los números
cuánticos y los orbitales que definen y después la distribución de densidades de
probabilidad asociadas con los orbitales.

NÚMEROS CUÁNTICOS Y ORBITALES DE LOS ELECTRONES

En la sección anterior establecimos que al determinar los tres números cuánticos de


una función de onda obtenemos un orbital. Aquí analizamos las combinaciones de
números cuánticos que conducen a diferentes orbitales. Aunque primero necesitamos
conocer algo más sobre la naturaleza de estos números cuánticos.

ASIGNACIÓN DE LOS NÚMEROS CUÁNTICOS

Las relaciones siguientes que implican a los tres números cuánticos surgen de la
solución de la ecuación de Schrodinger para el átomo de hidrógeno. En esta solución
los valores de los números cuánticos se fijan en el orden establecido.
El primer número que ha de fijarse es el número cuántico principal, n, que puede tener
solo un valor entero, positivo, distinto de cero. (n=1,2,3,4…)

El segundo es el número cuántico del momento angular orbital, l, que puede ser cero o
un número entero positivo, pero no mayor de n-1. (l=0,1,2,3…,n-1).

El tercero es el número cuántico magnético, m l. Puede ser un número entero positivo o


negativo, incluyendo el cero, que se encuentre en el intervalo -l a +l.

CAPAS Y SUBCAPAS PRINCIPALES

Todos los orbitales con el mismo valor de n se encuentran en la misma capa


electrónica principal o nivel principal, y todos los orbitales con los mismos valores de n
y l están en la misma subcapa o subnivel.

Las capas electrónicas principales se numeran de acuerdo con el valor de n. La primera


capa principal está formada por orbitales con n=1; la segunda capa principal, por
orbitales con n=2; y así sucesivamente. El valor de n está relacionado con la energía y
con la distancia más probable del electrón al núcleo, por término medio. Por tanto, el
número cuántico principal tiene un significado físico, como los otros números
cuánticos. El número cuántico l determina la distribución angular o forma del orbital y
ml determina la orientación del orbital.

El número de subcapas que se encuentran en una capa electrónica principal es igual al


número de valores permitidos para el número cuántico del momento orbital angular, l.
En la primera capa principal, con n=1, el único valor permitido para l es cero, y hay una
única capa. La segunda capa principal (n=2), con los valores permitidos de l de 0 y 1,
consiste en dos subcapas; la tercera capa principal tiene 3 subcapas (l=0,1 y 2); y así
sucesivamente. El nombre dado a una subcapa, independientemente de la capa
principal en la que se encuentre, depende del valor del número cuántico l. Las
primeras cuatro subcapas son:

 Subcapa s l=0
 Subcapa p l=1
 Subcapa d l=2
 Subcapa f l=3

El número de orbitales en una subcapa es igual al número de valores permitidos de m,


para un valor particular de l. Recuerde que los valores permitidos de m son 0,+-1, +-2…
+-l, y puede verse que el número de orbitales en una subcapa es 2l+1. Los nombres de
los orbitales son los mismos que los de las subcapas en las que aparecen:

Orbitales s Orbitales p Orbitales d


l=0 l=1 l=2
m=0 m=0,+1,-1 m=0,+-1,+-
2
Un orbital s Tres orbitales p Cinco orbitales
d
En una subcapa s En una subcapa p En una subcapa
d

Para designar la capa principal en la que se encuentra una subcapa u orbital dado,
utilizamos la combinación de un número y una letra. Por ejemplo, el símbolo 2p se
utiliza
para designar tanto la subcapa p de la segunda capa principal como cualquiera de los
tres orbitales p en esa subcapa.

Las energías de los orbitales para un átomo de hidrógeno vienen dadas por la
expresión:

Es la misma ecuación que la obtenida por Bohr. Las energías de los orbitales para un
átomo de H dependen únicamente del número cuántico principal, n. Esto significa que
todas las subcapas dentro de una capa principal tienen la misma energía, así como
también todos los orbitales dentro de una subcapa. Los orbitales en el mismo nivel de
energía se dice que son degenerados. La siguiente figura se trata de un diagrama de
niveles de energía y la ordenación de las capas y subcapas para un átomo de
hidrógeno:

INTERPRETACIÓN Y REPRESENTACIÓN DE LOS ORBITALES DEL ÁTOMO DE HIDRÓGENO.

Nuestro principal objetivo es describir las distribuciones de densidad de probabilidad


en tres dimensiones obtenidas para los diferentes orbitales en el átomo de hidrógeno.
Utilizando la interpretación de Born de las funciones de onda, podemos representar las
densidades de probabilidad de los orbitales del átomo de hidrógeno como superficies
que contienen la mayor parte de la probabilidad del electrón. Veremos que la densidad
de la probabilidad para cada tipo de orbital tiene su forma característica, y como todas
las ondas, las densidades de probabilidad muestran nodos y diferentes
comportamientos de fase. Al estudiar esta sección, es importante recordar que aunque
se ofrezca algo más de información cuantitativa, el principal objetivo debe ser adquirir
un gran conocimiento cualitativo que será el que se aplique posteriormente en la
discusión de cómo los orbitales participan en el enlace químico.

A lo largo de esta discusión, recuerde que los orbitales son funciones de onda, es decir,
soluciones matemáticas de la ecuación de Schrodinger. La función de onda por sí
misma no tiene significado físico, sin embargo, el cuadrado de la función de onda, psi
cuadrado, es una magnitud relacionada con las probabilidades. Las distribuciones de
densidad de probabilidad basadas en psi cuadrado son tridimensionales y son estas
regiones trididimensionales a las que nos referimos, cuando hablamos habitualmente
de la forma de un orbital.

Observando las formas de la función de onda radial R(r) y la función de onda angular Y
(zeta,fi), para un electrón en átomos hidrogenoides lo primero que se observa es que
la parte angular de la función de onda para un orbital s, (1/4pi) 1/2, es siempre la misma,
independientemente del número cuántico principal. A continuación, observe que las
partes angulares de los orbitales p y d también son independientes del número n. Por
tanto, todos los orbitales de un determinado tipo (s,p,d,f) tienen el mismo
comportamiento angular. También debemos fijarnos en que las ecuaciones en esta
tabla están escritas en forma general y que incluyen el número atómico Z, lo que
significa que las ecuaciones se aplican a cualquier átomo con un electrón, como un
átomo de H. Finalmente, observemos también que el término () que aparece en la
tabla es igual a (2Zr/nao).

Para obtener la función de onda para un estado particular simplemente multiplicamos


la parte radial por la parte angular. A continuación se aplicará esto a tres tipos
fundamentales de orbitales.

ORBITALES S

Para tener una función de onda completa para el orbital 1s del hidrógeno, utilizamos
Z=1 y n=1, y combinamos las funciones de onda angular y radial. Los colores rojo
(radial) y azul (angular), indican el origen de las dos partes de la función de onda.

El término a0 tiene el mismo significado que la teoría de Bohr; es el primer radio de


Bohr, 53 pm. Elevando al cuadrado psi (1s), obtenemos una expresión para la densidad
de probabilidad de encontrar un electrón 1s a una distancia r del núcleo en un átomo
de hidrógeno.

Ahora vamos a considerar la función de onda para un orbital 2s:

La densidad de probabilidad electrónica viene dada por su cuadrado:


Que cuando se compara con la expresión 1s, se observa que el electrón 2s tiende a
estar más lejos del núcleo que el electrón 1s, ya que la exponencial ha cambiado de -
2r/a0 para el 1s a -r/a0 para el orbital 2s. La exponencial para el orbital 2s decae más
lentamente que la del 1s.

El factor (2 – (r/a0)) en la función de onda 2s controla el signo de la función. Para


valores pequeños de r/r0 < 2 la función de onda es positiva, pero para valores grandes
de r/a0 > 2 y la función de onda es negativa. Para r= 2a 0 , el factor preexponencial es
cero y la función de onda se dice que tiene un nodo radial. La función de onda cambia
de signo en este nodo radial.

El hecho de que la densidad de probabilidad electrónica del orbital 2s se extiende más


allá del núcleo que la del orbital 1s, junto con la presencia del nodo, significa que el
95% de la esfera de densidad de probabilidad electrónica de un orbital 2s es mayor
que la de un orbital 1s y contiene una esfera de probabilidad cero debido al nodo
radial.

El número de nodos aumenta al aumentar la energía, una característica de las ondas


estacionarias de mucha energía. Para resaltar el cambio de signo al alejarse del núcleo
se ha adoptado el uso de diferentes colores.

NÚMERO DE NODOS RADIALES = n-l-1

ORBITALES P

La parte radial de un orbital 2p para un átomo de hidrógeno es:

Así, el orbital 2p no tiene nodos radiales para valores finitos de r. A diferencia de los
orbitales s, que son cero para r=0, los orbitales p desaparecen asintóticamente para
r=0. Esta diferencia tendrá una consecuencia importante cuando consideremos los
átomos polielectrónicos.

A diferencia de la función angular del orbital 2s, la parte angular del orbital 2p no es
una constante sino que es una función de () . Esto significa que la distribución de
densidad de probabilidad de un orbital p no tiene simetría esférica, es decir, no tiene
forma esférica. El orbital se designa p z porque la parte angular tiene su máximo a lo
largo del eje z. En cualquier punto del plano xy, fi =pimedios y cosfi = 0, por lo que el
plano xy es un nodo. Como este nodo aparece en la parte angular, se le denomina
nodo angular. Un análisis semejante para los orbitales p x y py muestra que son
similares al orbital pz pero con nodos angulares en los planos yz y xz, respectivamente.
ORBITALES D

Los orbitales d aparecen por primera vez para n=3. La función angular en estos casos
posee dos nodos angulares, o nos planos. Se puede ver que dos de los orbitales d (d x2-y2
y dz2) están dirigidos a lo largo de los ejes perpendiculares cartesianos y los tres
restantes (dxy, dxz, dyz) se colocan entre los ejes cartesianos. De nuevo, los signos de los
lóbulos de la función de onda original se indican con diferentes colores.

ESPÍN DEL ELECTRÓN. UN CUARTO NÚMERO CUÁNTICO

La mecánica ondulatoria proporciona tres números cuánticos con los que podemos
desarrollar una descripción de los orbitales electrónicos. Uhlenbeck y Goudsmit
propusieron que algunas características sin explicar del espectro del hidrógeno podrían
comprenderse suponiendo que un electrón actúa como si girase sobre sí mismo.
Existen dos posibilidades para el giro de un electrón, las cuales requieren la existencia
de un nuevo número cuántico de espín del electrón, m s, que puede tener un valor de
+-1/2, y es independiente de los otros tres números cuánticos.

La evidencia de la existencia del espín del electrón viene dada por una prueba con los
siguientes fundamentos:

 Un electrón, debido a su espín, genera un campo magnético.


 Un par de electrones con espines opuestos no tiene campo magnético neto.
 En un átomo de plata, 23 electrones tienen un espín de un tipo y 24 del tipo
opuesto. La dirección del campo magnético neto producido depende del espín
del electrón desapareado.
 En un haz con un gran número de átomos de plata existe la misma posibilidad
de que el electrón desapareado tenga un espín +1/2 que -1/2. El campo
magnético inducido por los átomos de plata interacciona con el campo no
uniforme y el haz de átomos de plata se desdobla en dos haces.

ESTRUCTURA ELECTRÓNICA DEL ÁTOMO DE H: REPRESENTACIÓN DE LOS CUATRO


NÚMEROS CUÁNTICOS

Ahora que hemos descrito los cuatro números cuánticos, podemos presentarlos juntos
para describir la estructura electrónica del átomo de hidrógeno. El electrón de un
átomo de hidrógeno en estado fundamental se encuentra en el nivel de energía más
bajo. Esto corresponde al número cuántico principal n=1, y puesto que la primera capa
principal contiene solo un orbital s, el número cuántico orbital es l=0. El único valor
posible para el número cuántico magnético m=0. Cualquiera de los dos estados de
espín son posibles para el electrón. Por lo tanto:

n=1 l=0. m=0. s= +1/2 o -1/2

Los químicos suelen afirmar que el electrón de un átomo de hidrógeno en el estado


fundamental está en el orbital 1s, o que es un electrón 1s, y lo representan mediante
la notación 1s1, en donde el superíndice 1 indica un electrón en el orbital 1s. Ambos
estados de espín están permitidos pero no los designamos en esta notación.

En los estados excitados del átomo de hidrógeno, el electrón ocupa orbitales con
vacantes mayores de n. Así, cuando el electrón se excita al nivel n=2, puede ocupar el
orbital 2s o uno de los orbitales 2p; todos tienen la misma energía. Puesto que la
densidad de probabilidad se extiende más lejos del núcleo en los orbitales 2s y 2p que
en el orbital 1s, el átomo en el estado excitado es mayor que en el estado
fundamental. Los estados excitados indicados pueden representarse mediante 2s 1 o
2p1.

En las siguientes secciones trataremos de aplicar esta discusión a las estructuras


electrónicas de átomos que tienen más de un electrón, átomos multielectrónicos.

ÁTOMOS MULTIELECTRÓNICOS

Schrodinger desarrolló su ecuación para el átomo de hidrógeno, un átomo que


contiene solamente un electrón. Para los átomos multielectrónicos aparece un nuevo
factor : las repulsiones mutuas entre los electrones. La repulsión entre los electrones
se traduce en que los electrones en un átomo multielectrónico tratan de permanecer
alejados de los demás y sus movimientos se enredan mutuamente. El procedimiento
aproximado adoptado para resolver este problema de varias partículas es considerar a
los electrones, uno por uno, el entorno establecido por el núcleo y el resto de los
electrones. Cuando se hace esto, los orbitales que se obtienen para los electrones son
del mismo tipo que los obtenidos para el átomo de H; se llaman orbitales
hidrogenoides. Comparados con el átomo de H, las partes angulares de un átomo
multielectrónico no cambian, pero las partes radiales son diferentes.

Hemos visto que la solución de la ecuación de Schrodinger para un átomo de


hidrógeno proporciona las energías de los orbitales y que todos los orbitales con el
mismo número cuántico principal n son degenerados, es decir, tienen la misma
energía. En un átomo de H, los orbitales 2s y 2p son degenerados, así como los
orbitales 3s, 3p y 3d.

En los átomos multielectrónicos, la fuerza atractiva del núcleo a un electrón dado


aumenta con la carga nuclear. Como resultado encontramos que las energías son más
bajas, más negativas, al aumentar el número atómico del átomo. Además, en los
átomos multielectrónicos, las energías de los orbitales dependen del tipo de orbital;
los orbitales con valores diferentes de l dentro de una misma capa principal no son
degenerados.

En resumen, es imposible resolver la Ecuación de Schrodinger para átomos con más de


un electrón, por lo que la Aproximación Orbital o de Slater supone la función de onda
para un sistema con más de un electrón, se puede escribir, de forma aproximada,
como el producto de funciones de onda individuales de tipo hidrogenoide. En un
sistema hidrogenoide (con solo 1 electrón), la energía de un orbital depende solo de n,
ya que Z, la carga del núcleo, es una constante:
E = -RH (Z2/n2)

Sin embargo, en el átomo polielectrónico, la energía depende de n y de Z ef:

E = -RH (Zef2/n2)

PENETRACIÓN Y APANTALLAMIENTO

Piense en la fuerza atractiva del núcleo atómico y un electrón particular situado a


cierta distancia del núcleo. Los electrones en los orbitales más próximos al núcleo
apantallan al núcleo de los electrones más externos. En efecto, el apantallamiento de
electrones reduce la eficacia de la atracción del núcleo hacia el electrón más distante.
Reducen de forma efectiva la carga nuclear.

La reducción de la carga nuclear depende del tipo de orbitales en los que se


encuentran los electrones más internos y del tipo de orbital donde se encuentra el
electrón apantallado. Hemos visto que los electrones de los orbitales tienen una alta
densidad de probabilidad en el núcleo, mientras que los orbitales p y d tienen
densidades de probabilidad cero en el núcleo. Así, los electrones en los orbitales s son
más efectivos apantallando el núcleo a los electrones más externos, que los electrones
en los orbitales p o d. Esta capacidad que tienen los electrones en los orbitales s que
les permite estar próximos al núcleo se denomina penetración. Un electrón en un
orbital con buena penetración apantalla mejor que uno con baja penetración.

Necesitamos considerar un nuevo tipo de distribución de probabilidad para describir la


penetración hacia el núcleo de los electrones en los orbitales. Aún más que considerar
la probabilidad en un punto, como hicimos para atribuir las formas tridimensionales a
los orbitales, necesitamos considerar la probabilidad de encontrar a un electrón en
cualquier lugar de una capa esférica de radio r y un espesor infinitesimal. Este tipo de
probabilidad se denomina distribución de probabilidad radial y se encuentra
multiplicando la densidad de probabilidad radial R 2(r), por el factor 4pir2, que se trata
del área de una esfera de radio r.

La magnitud 4pir2 x R2(r) proporciona una visión diferente del comportamiento del
electrón. En la figura de abajo están representadas las distribuciones de probabilidad
radial para algunos orbitales hidrogenoides .La densidad de probabilidad R 2(r) para un
orbital 1s predice que la probabilidad máxima para un electrón 1s está en el núcleo.
Sin embargo, debido a que el volumen de esta región es infinitamente pequeño (r=0),
la distribución de probabilidad radial 4pir 2 x R2(r) es cero en el núcleo. El electrón en un
átomo de hidrógeno se encuentra con más probabilidad a 53 pm del núcleo, esto es,
donde la distribución de probabilidad radial alcanza un máximo.
Comparando las curvas de probabilidad radial para los orbitales 1s, 2s y 3s
encontramos que un electrón 1s tiene una probabilidad mayor de estar en el núcleo
que un electrón 2s, que a su vez tiene una probabilidad mayor que un electrón 3s.
Comparando los orbitales 2s y 2p, un electrón 2s tiene una probabilidad mayor de
estar cerca del núcleo o, en otras palabras, el electrón 2s muestra mayor penetración.
Los electrones que tienen un alto grado de penetración efectivamente bloquean la
vista de un electrón en un orbital más externo que “mira” al núcleo.

La carga nuclear que un electrón experimentaría si no intervinieran los electrones es Z,


su número atómico. La carga nuclear que un electrón experimenta realmente se
reduce hasta un valor Zef al intervenir os electrones, se denomina carga nuclear
efectiva. El electrón no “vería” por separado la carga del núcleo y las repulsiones con
los otros electrones, sino que se notaría atraído hacia el núcleo por una carga menor
Zef. Cuanto menor es la carga nuclear con que un electrón “ve” (es decir, más pequeño
es el valor de Zef), más pequeña es la atracción del electrón por el núcleo y por tanto,
más alta es la energía del orbital en el que se encuentra el electrón.

Para resumir, comparando un electrón y un electrón s en la misma capa principal, el


electrón s es más penetrante y está menos apantallado. El electrón s experimenta una
carga nuclear Zef mayor, se encuentra más sujeto y en un nivel de energía más bajo que
un electrón p. De forma análoga, para una misma capa principal, el electrón p está en
un nivel de energía más bajo que el electrón d. Así, el nivel de energía de una capa
principal se desdobla en niveles separados o subniveles. No hay más desdoblamiento
de energía dentro de una subcapa, debido a que todos los orbitales en la misma
subcapa tienen las mismas características radiales y por tanto experimentan la misma
carga nuclear efectiva Zef. Como resultado, los tres orbitales p de una capa principal
tienen la misma energía; y así sucesivamente.

En resumen:

 Los orbitales son más penetrantes (y sus electrones más apantallantes y menos
apantallados) cuanto más bajos sean sus valores de n y de l, sobre todo de n.

 Poder penetrante: s > p > d

En cuanto a los orbitales, cambiar Z por Zef sólo afectaría a la parte radial.
REGLAS DE SLATER:

1. Escribir las siguientes cajas:


[1s] [2s,2p] [3s,3p] [3d] [4s,4p] [4d] [4f] [5s,5p]…

2. Distribuir los electrones del átomo en las cajas de izquierda a derecha teniendo
en cuenta que:
 En la caja [1s] caben 2
 En las cajas [ns,np] caben 8
 En las cajas [nd] caben 10
 En las cajas [nf] caben 14

3. Calcular sigma para un electrón dado sumando:


 0 por cada electrón en cajas de más a la derecha y 0,35 por cada
electrón en su misma caja.
 Para el caso en el que nuestro electrón esté en una caja [ns,np].
Los de cajas de nivel n-1 suman 0,85 cada uno.
Los de cajas de nivel n-2 e inferiores suman 1 cada uno.

 Para un electrón en una caja nd o nf


Todos los de las cajas inferiores a la suya suman 1 cada uno.

4. Calcular Zef restándole sigma al número atómico.

En muy pocos casos, el efecto combinado del espaciado decreciente entre niveles de
energía sucesivos para números cuánticos más altos (debido a la dependencia de la
energía con 1/n2) y al desdoblamiento de los niveles de energía de las subcapas
(debido al apantallamiento y a la penetración) hace que algunos niveles de energía se
solapen. Por ejemplo, debido a la penetración extra de un electrón 4s sobre un
electrón 3d, la energía del nivel 4s está por debajo del nivel 3d, a pesar de su número
cuántico principal n más alto. En las próximas secciones, veremos algunas
consecuencias del desdoblamiento de los niveles de energía en la relación entre las
estructuras electrónicas de los átomos y su posición en la tabla periódica.
CONFIGURACIONES ELECTRONICAS

La configuración electrónica de un átomo es la indicación expresa de las funciones de


onda que describen a todos y a cada uno de sus electrones, de acuerdo con el Modelo
de Slater. También puede definirse como la distribución de los electrones entre los
diferentes orbitales en las capas principales y las subcapas. Veremos como muchas de
las propiedades físicas y químicas de los elementos pueden relacionarse con sus
configuraciones electrónicas

REGLAS PARA LA DISTRIBUCIÓN DE LOS ELECTRONES EN LOS ORBITALES

1. Los electrones ocupan los orbitales de forma que se minimice la energía del
átomo . Esta configuración para que la energía total del átomo sea mínima
recibe el nombre de configuración electrónica del estado fundamental.
Cualquier otra configuración corresponderá a una energía más alta y
representará a un estado excitado de dicho átomo.

2. Principio de exclusión de Pauli: No puede haber dos electrones en un átomo


con los cuatro números cuánticos iguales. Por lo tanto dos electrones pueden
estar descritos por una función con n, m, y l iguales, siempre y cuando s sea
distinto. Esto es lo mismo que decir que cada orbital puede estar ocupado por
dos electrones. Siempre y cuando tengan espín diferente. También se dice que
esos dos electrones tienen espines opuestos o están apareados.

3. Principio de máxima multiplicidad de Hund: Cuando hay orbitales con la misma


energía (degenerados), los electrones ocupan éstos orbitales de forma
individual, intentando estar separados en lugar de emparejarse en orbitales
semiocupados.

REPRESENTACIÓN DE LAS CONFIGURACIONES ELECTRÓNICAS

Antes de asignar las configuraciones electrónicas a los átomos de los diferentes


elementos, necesitamos introducir métodos para representar estas configuraciones. La
configuración electrónica de un átomo de carbono se muestra de tres formas
diferentes:

En cada uno de estos métodos asignamos seis electrones porque el número atómico
del carbono es seis, Dos de estos electrones están en la subcapa 1s, dos en la 2s, y dos
en la 2p. La notación condensada spdf solamente indica el número total de electrones
en cada subcapa; no muestra cuántos electrones se distribuyen entre los orbitales de
igual energía. En la notación expandida spdf, se tiene en cuenta la regla de Hund para
la asignación de electrones a la subcapa 2p, dos orbitales 2p, cada uno de ellos
ocupado por un solo electrón y un orbital 2p permanece vacío. En el diagrama de
orbitales cada subcapa se descompone en orbitales individuales, que se representan
por cajas. Ésta notación es semejante a un diagrama de niveles de energía, excepto en
que la dirección de energía creciente es de izquierda a derecha en lugar de vertical.

Los electrones en los orbitales se indican mediante flechas. Una flecha apuntando
hacia arriba corresponde a un tipo de espín +1/2, y una flecha apuntando hacia abajo
al otro tipo -1/2. Los electrones que se encuentran en un mismo orbital con los espines
en posición opuesta se dice que están apareados. Los electrones en los orbitales 1s y
2s del átomo de carbono están apareados. Los electrones en diferentes orbitales de la
misma subcapa ocupados individualmente tienen espines iguales o paralelos (las
flechas apuntan en la misma dirección). Este hecho se indica en el diagrama de
orbitales del átomo de carbono escribiendo dos flechas hacia arriba en lugar de una
hacia arriba y otra hacia abajo para la subcapa 2p. Tanto la teoría como los
experimentos confirman que una configuración electrónica en la que los electrones
que ocupan los orbitales individualmente tienen los espines paralelos es una
representación mejor del estado de energía mas bajo de un átomo que cualquier otra
configuración electrónica que podamos escribir. La configuración representada por el
diagrama de orbitales flecha hacia arriba flecha hacia abajo es un estado excitado del
carbono; cualquier diagrama de orbitales con los espines desapareados, que no son
paralelos, constituye un estado excitado.

EL PRINCIPIO AUFBAU

Se trata de un método para escribir las configuraciones electrónicas. Aufbau es una


palabra germana que significa construcción progresiva, y utilizaremos este método
para asignar las configuraciones electrónicas a los elementos por orden de su número
atómico creciente. Al pasar de un átomo al siguiente, añadiremos un protón y algunos
neutrones al núcleo y después describimos el orbital donde va el electrón añadido.

Z = 1, H. El estado de energía más bajo para el electrón es el orbital 1s. La


configuración electrónica es 1s1.

Z = 2, He. El segundo electrón va al orbital 1s, y os dos electrones tienen espines


opuestos, 1s2.

Z = 3, Li. El tercer electrón no puede acomodarse en el orbital 1s (Principio exclusión


Pauli). Va al orbital de energía más baja disponible, el orbital 2s. La configuración
electrónica es 1s2 2s1

Z = 4, Be. La configuración es 1s2 2s2

Z = 5, B. Ahora empieza a llenarse la subcapa 2p: 1s22s2 2p1

Z = 6, C. El segundo electrón va a la subcapa 2p, pero a uno de los orbitales p que


quedan vacíos (regla de Hund), y con un espín paralelo al primer electrón 2p
Z = 7-10. N al Ne. En esta serie de cuatro elementos, se completa el llenado de la
subcapa 2p. El número de electrones desapareados alcanza un máximo de 3 en el
nitrógeno y disminuye a 0 en el neón.

Z = 11-18, Na al Ar: Esta serie de ocho elementos se comporta de forma paralela a la


serie de ocho elementos que ya hemos visto desde el Li hasta el Ne, excepto que los
electrones van a las subcapas 3s y 3p. Cada uno de estos elementos tiene las subcapas
1s, 2s y 2p llenas. Como la configuración 1s2 2s2 2p6 es la del neón, la denominaremos
configuración interna de neón, que se representa por [Ne], así, nos concentramos en
los electrones exteriores. Los electrones que se añaden a la capa electrónica del
número cuántico principal más alto, los más exteriores o capa de valencia, se llaman
electrones de valencia. La configuración electrónica abreviada interna del gas noble,
que se escribe [Ne] y 3s1 para la configuración del electrón de valencia. Para los demás
elementos del tercer período solo se indican las configuraciones electrónicas de la
capa de valencia.

Z = 19 y 20, K y Ca. Después del argón, en lugar de llenarse la siguiente subcapa 3d, se
llena la 4s. Utilizando el símbolo [Ar] para representar la configuración interna de gas
noble, 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6, obtenemos las configuraciones para el K y Ca que se
muestran a continuación.

Z = 21-30, Sc al Zn. Esta serie de elementos se caracteriza porque los electrones


ocupan los orbitales d de la tercera capa. La subcapa d tiene una capacidad total de
diez electrones, diez elementos implicados. Para el escandio podemos escribir la
configuración electrónica de dos formas.

Los dos métodos se utilizan habitualmente. El método a agrupa todas las subcapas de
una capa principal y coloca al final las subcapas del nivel cuántico principal más alto. El
método b coloca los orbitales en el orden aparente en el que se llenan. En este texto
utilizaremos el método a. A continuación se muestran las configuraciones electrónicas
de esta serie de diez elementos en forma de diagrama de orbitales y de notación spdf.
En esta serie los orbitales d se llenan de una forma bastante regular pero hay dos
excepciones: cromo (Cr) y cobre (Cu). Estas excepciones se aplican normalmente en
términos de una estabilidad especial para las configuraciones en las que la subcapa 3d
está semillena con electrones, como el Cr (3d 5), o completamente llena como en el
cobre Cu (3d10)

Z = 31-36, Ga al Kr. En esta serie de seis elementos se llena la subcapa 4p terminando


con el criptón

Z = 37-54, Rb al Xe. En esta serie de 18 elementos las subcapas se llenan en el orden


5s, 4d y 5p, terminando con la configuración del xenón.

Z = 55-86, Cs al Rn . En esta serie de 32 elementos, con pocas excepciones, las


subcapas se llenan en el orden 6s, 4f, 5d, 6p. La configuración del radón es

Z = 87- ¿, Fr al ¿. El francio inicia una serie de elementos en los que se llenan las
subcapas 7s, 5f, 6d, y supuestamente 7p, aunque los elementos en los que puede
ocuparse la subcapa 7p han sido descubiertos recientemente y aún no han sido
caracterizados.

CONFIGURACIONES ELECTRÓNICAS Y LA TABLA PERIÓDICA

Se ha descrito el principio aufbau para obtener las asignaciones probables de los


electrones en los orbitales de los átomos. Aunque las configuraciones electrónicas
pueden parecer abstractas, en realidad nos permiten una comprensión mejor de la
tabla periódica. Alrededor de 1920, Bohr comenzó a promover la conexión entre la
tabla periódica y la teoría cuántica. Señaló que la conexión clave son las
configuraciones electrónicas. Los elementos del mismo grupo de la tabla tienen
configuraciones electrónicas semejantes.
 Los átomos del grupo 1 (metales alcalinos) tienen un único electron en
la capa exterior (de valencia) en un orbital s, es decir, ns 1.
 Los átomos del grupo 17 (halógenos) tienen 7 electrones en la capa
exterior o de valencia, en la configuración ns2np5.
 Los átomos del grupo 18 (gases nobles), con la excepción del helio que
tiene solo dos electrones, tienen la capa externa o de valencia con ocho
electrones, en la configuración ns2np6.

La segunda tabla, aunque no es correcta en todos sus detalles, relaciona el método


aufbau con la tabla periódica, dividiendo la tabla en los siguientes cuatro bloques de
elementos de acuerdo con las subcapas que se van llenando.

 Bloque s: Se llena el orbital s de número cuántico principal n más alto. El


bloque s está formado por los grupos 1 y 2 (más el He del grupo 18).

 Bloque p: Se llenan los orbitales p de número cuántico principal (n) más


alto. El bloque p está formado por los grupos 13, 14, 15, 16, 17 y 18
(excepto el He)

 Bloque d: Se llenan los orbitales d de la capa electrónica n-1, la anterior


a la más externa. El bloque d incluye a los grupos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 10, 11
y 12.

 Bloque f: Se llenan los orbitales d de la capa electrónica n-2. Los


elementos del bloque f son los lantánidos y los actínidos.
Otro detalle a observar a partir de la tabla azul es que la configuración electrónica
consta de una configuración interna de gas noble que corresponde a la del gas noble
del período anterior más los electrones requeridos para completar el número atómico.
Advirtiendo
ENLACE QUÍMICO 1. CONCEPTOS BÁSICOS.

Hasta ahora, acerca de los compuestos químicos hemos estudiado fórmulas,


composición, representación de reacciones por medio de ecuaciones químicas y cómo
a partir de éstas podemos llevar a cabo numerosos cálculos estequiométricos y
termodinámicos. Todo esto puede hacerse sin pensar en la estructura de la materia, es
decir, en la estructura de los átomos y las moléculas. Sin embargo, la disposición
espacial de estos átomos frecuentemente define el comportamiento químico de esa
molécula. En este capítulo se estudiarán las interacciones entre átomos denominadas
enlaces químicos.

VISIÓN GENERAL DE LA TEORÍA DE LEWIS

Lewis y Langmuir formularon una importante propuesta sobre el enlace químico: las
configuraciones electrónicas de los átomos de gases nobles tienen algo especial, que
es la causa de su inercia química, de forma que los átomos de los otros elementos se
combinan unos con otros de forma que puedan adquirir configuraciones electrónicas
como la de los átomos de los gases nobles. La teoría que se desarrolló a partir de este
modelo se denomina teoría de Lewis, y éstas son algunas de sus ideas básicas:

 Los electrones, especialmente los que están en la capa más externa o capa de
valencia, juegan un papel fundamental en el enlace químico.

 En algunos casos se transfieren electrones de un átomo a otro, formándose


iones positivos o negativos que se atraen entre sí mediante fuerzas
electrostáticas denominadas enlaces iónicos.

 En otros casos se comparten entre los átomos uno o más pares de electrones,
conociéndose esta compartición como enlace covalente.

 Los electrones se transfieren o se comparten de manera que los átomos


adquieren una configuración electrónica especialmente estable. Generalmente
se trata de una configuración electrónica de gas noble con ocho electrones más
externos, de forma que constituyen un octeto.

SÍMBOLOS Y ESTRUCTURAS DE LEWIS

Lewis desarrolló un conjunto de símbolos especiales para su teoría. Un símbolo de


Lewis consiste en un símbolo químico que representa el núcleo y los electrones
internos de un átomo, junto con puntos situados alrededor del símbolo representando
los electrones de valencia o electrones más externos. Así el símbolo de Lewis para el
silicio que tiene la configuración [Ne] 3s2 3p2 es:

El espín de los electrones todavía no había sido propuesto cuando Lewis formuló su
teoría, así que Lewis no indicaba que dos de los electrones de valencia están
apareados (3s) y dos están desapareados (3p). Nosotros escribiremos los símbolos de
Lewis como él lo hacía. Situaremos puntos solitarios en los lados del símbolo hasta un
máximo de cuatro y después emparejaremos los puntos hasta alcanzar un octeto.

Una estructura de Lewis es una combinación de símbolos de Lewis que representa la


transferencia o compartición de electrones en un enlace químico.

En estos dos ejemplos los electrones implicados en la formación de un enlace en un


átomo se representan mediante una equis (X) y mediante un asterisco (*). Esto sirve
para resaltar que en el enlace iónico se transfiere un electrón y en el enlace covalente
se comparte un par de electrones. Sin embargo, ya que es imposible distinguir
electrones, de aquí en adelante usaremos solo puntos para representar los electrones
en las estructuras de Lewis. En la teoría de Lewis se utilizan corchetes para representar
los iones y la carga de los mismos se da como superíndice.

ESTRUCTURAS DE LEWIS DE COMPUESTOS ULTRAPOLIVALENTES.

En la estructura de Lewis de un compuesto iónico de elementos de grupos principales:

 El símbolo de Lewis del ión metálico no tiene puntos si se han perdido todos los
electrones de valencia

 Se indican las cargas de los iones

Los compuestos descritos en el ejemplo anterior son compuestos iónicos binarios


formados por cationes y aniones monoatómicos. Los compuestos iónicos ternarios más
habituales están formados por iones monoatómicos y poliatómicos y el enlace entre
átomos del ión poliatómico es covalente.

Con la excepción de pares iónicos como Na+ Cl- que pueden encontrarse en estado
gaseoso, las unidades fórmula de los compuestos iónicos no existen como unidades
separadas, sino que cada catión está rodeado por aniones y cada anión por cationes.
Estos iones, en número muy grande, se disponen en redes ordenadas denominadas
cristales iónicos.

INTRODUCCIÓN AL ENLACE COVALENTE

Un átomo de cloro tiene tendencia a ganar un electrón, tal y como indica su afinidad
electrónica (-349 kJ/mol).¿De qué átomo, sodio o hidrógeno podrá obtenerse con más
facilidad este electrón? Ninguno de éstos dos átomos cede el electrón gratuitamente,
pero la energía necesaria para arrancar un electrón del Na (496 kJ/mol) es mucho
menor que la del H (1312 kJ/mol). En el capítulo 9 vimos que cuanto más pequeña es la
energía de ionización mayor carácter metálico tiene un elemento (el sodio es mucho
más metálico que el hidrógeno). De hecho se considera que el H es un no metal. Un
átomo de H en estado gaseoso no cede un electrón a otro átomo no metálico. El
enlace entre un átomo de H y otro de Cl implica la compartición de electrones, la cual
da lugar a un enlace covalente.
Para resaltar la compartición de electrones pensemos en la estructura de Lewis del HCl
de la siguiente manera:

Los círculos de trazos representan las capas electrónicas externas de los átomos
enlazados. El número de puntos que hay sobre cada círculo representa el número
efectivo de electrones de cada capa de valencia. El átomo de H tiene 2 puntos. El
átomo de Cl tiene 8 puntos. Observe que contamos los dos electrones que están entre
H y Cl dos veces, ya que los átomos de H y Cl. Este par de electrones compartido
constituye el enlace covalente. A continuación se dan otras dos estructuras de Lewis
de moléculas simples:

Lo mismo que el átomo de Cl en el HCl, el átomo de O en las estructuras de Lewis del


H2O y Cl2O está rodeado por 8 electrones, contando dos veces el par de electrones del
enlace. Al conseguirse estos ocho electrones el átomo de O cumple la regla del octeto,
que se trata del requisito de tener 8 electrones en la capa de valencia para cada átomo
en una estructura de Lewis. Sin embargo, observe que el átomo de H solo puede tener
dos electrones en la capa de valencia.

La teoría de Lewis nos ayuda a entender por qué el hidrógeno y el cloro elementales
existen como moléculas diatómicas, H2 y Cl2. En ambos casos los dos átomos
comparten un par de electrones. La compartición de un único par de electrones entre
átomos enlazados da lugar a un enlace covalente múltiple. Para resaltar la importancia
de los pares de electrones en la teoría de Lewis inducimos el término par enlazante
(que se aplica al par de electrones del enlace covalente9, y par solitario (para pares de
electrones que no intervienen en el enlace). También es habitual el reemplazar los
pares de electrones enlazantes por guiones (-). Estas características se muestran en las
siguientes estructuras de Lewis:

ENLACES COVALENTES COORDINADOS

En la teoría de Lewis se describe el enlace covalente como una compartición de un par


de electrones, pero esto no significa que cada uno de los átomos contribuya con un
electrón al enlace. Un enlace covalente en el que uno de los átomos contribuye con
ambos electrones del par compartido se llama un enlace covalente coordinado.

Al intentar unir un cuarto átomo de H a la estructura de Lewis del NH3 del ejemplo
10.3 se plantea un problema. El electrón aportado por el cuarto átomo de H elevaría a
nueve el número de electrones de capa de valencia alrededor del N y ya no tendríamos
un octeto. Como se muestra en la figura 10.2 , no se forma la molécula de NH4, sino
que se forma el ión amonio NH4+. Es decir, el par de electrones solitario de una
molécula de NH3 arranca un átomo de H de una molécula de HCl y los electrones del
enlace H-Cl se quedan sobre el átomo de Cl. El resultado es que se une un ión H+ a la
molécula de NH· formándose el ión NH4+:

Como se muestra en la imagen 10.2, el par de electrones del H-Cl se quedan sobre el
átomo de Cl convirtiéndose en un ión Cl-
El enlace formado entre el átomo de N de NH3 y el ión H+ en la estructura 10.5 es un
enlace covalente coordinado. Sin embargo, es importante observar que una vez
formado el enlace no se puede establecer cuál de los cuatro enlaces N-H es el
coordinado. Por lo tanto, no se puede distinguir un enlace covalente coordinado de un
enlace covalente normal. Otro ejemplo de enlace covalente coordinado se encuentra
en otro ión muy frecuente, el ión hidronio.

ENLACES COVALENTES MÚLTIPLES

En la descripción que se acaba de hacer del modelo de Lewis para el enlace covalente
se ha utilizado para cada dos átomos un solo par de electrones que corresponde a un
enlace covalente simple. Sin embargo, frecuentemente hace falta compartir más de un
par de electrones para alcanzar el octeto (configuración electrónica de gas noble). Las
moléculas de CO2 y N2 son dos claros ejemplos.

Apliquemos en primer lugar al CO2 los conceptos de las estructuras de Lewis.


Escribiendo los símbolos de Lewis se ve que un átomo de C puede compartir un
electrón de valencia con un átomo de O, formándose dos enlaces simples carbono
oxígeno.

Esto no hace que se complete un octeto ni en el átomo de C ni en los dos de O. El


problema se resuelve desplazando los electrones desapareados hacia la región del
enlace, como muestran las flechas rojas:

En esta estructura, los átomos enlazados comparten entre sí dos pares de electrones
(en total cuatro electrones) constituyendo un enlace covalente doble. Intentemos
ahora describir una estructura de Lewis para la molécula de N2. El primer intento
puede de nuevo conducir a un enlace covalente simple correspondiente a la estructura
errónea que se muestra a continuación:

El enlace covalente triple del N2 es un enlace muy fuerte, difícil de romper en una
reacción química. La excepcional fuerza de este enlace hace que el N2 (g) sea bastante
inerte. Debido a ello. El N2

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