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Contenido:
1. Introducción
2. Conceptos de radiación
► Magnitudes básicas
► Leyes de radiación
► Propiedades de superficies reales
3. Factores de forma
4. Intercambio radiativo entre superficies grises
Objetivos:
Nota aclaratoria: Todos los átomos emiten radiación. Por lo tanto, existirá radiación en
cualquier estado de la materia: gas, líquido o sólido. Cuando este medio sea transparente (o
translucido), como la mayoría de gases y líquidos, y algunos sólidos, la radiación se estudia
como un fenómeno volumétrico, ya que todos los átomos dentro del volumen participarán
de en la radiación emitida.
Sin embargo, en solido opacos la radiación se transforma en un fenómeno superficial. En
este tipo de medio todos los átomos emitirán radiación, sin embargo la radiación emitida
por aquellos átomos que se encuentren en el interior del sólido será rápidamente
reabsorbida por sus átomos vecinos, y como consecuencia esta radiación interior nunca
abandonará el cuerpo. Solamente aquella radiación emitida por los átomos cercanos a la
superficie (unas pocas micras) conseguirá salir al exterior.
El mismo razonamiento se podría hacer para la radiación absorbida y/o reflejada por un
cuerpo, llegando a la misma conclusión.
En este tema se van a resolver solamente problemas con sólidos opacos, ya que son los más
habituales en ingeniería. Por lo tanto, en la mayoría de transparencias se hablará de
fenómenos superficiales.
La intensidad espectral de radiación ofrece toda la información de forma detallada
sobre los fenómenos de radiación. Sin embargo, si no se necesita tanto detalle, es
más interesante trabajar con magnitudes integrales obtenidas a partir de esta
primera.
También se puede observar como la cantidad de luz visible que emite un cuerpo
caliente decae mucho al disminuir la temperatura. Así por ejemplo, en un cuerpo a
3000K (como p.e. una llama, o una bombilla incandescente) solo una pequeña
fracción de esta radiación será visible. De ahí la poca eficiencia de las bombillas
incandescentes.
Por debajo de los 800K los cuerpos no emitirían nada de luz visible, emitiendo solo
radiación infrarroja. Es necesario elevar la temperatura hasta los 1000K para
comenzar a ver un leve color rojizo.
Integrando la Ley de Planck a lo largo de todo el espectro (área debajo de las
gráficas de la transparencia anterior) se obtiene la Potencia emisiva de un cuerpo
negro. La ecuación obtenida se conoce como Ley de Stefan-Boltzmann y viene
definida como
𝜆=∞
𝐸𝑛 𝑇 = න 𝐸𝑛, 𝜆 𝜆, 𝑇 𝑑𝜆 = 𝜎 ⋅ 𝑇 4
𝜆=0
En donde se puede observar como la potencia emisiva depende únicamente de la
temperatura, la cual aparece elevada a la cuarta, y ésta está multiplicada por una
constante, denominada constate de Stefan-Boltzmann, definida como
W
𝜎 = 5,67 ⋅ 10−8
m2 K 4
Nota: Nótese que en esta constante la unidad para la temperatura está en Kelvin,
por lo que para aplicar esta ecuación adecuadamente la temperatura se debe
introducir en Kelvin.
La Irradiación, G, se define como la radiación térmica recibida sobre una superficie o radiación
incidente sobre una superficie. Está radiación provendrá de los cuerpos que tenga la superficie a su
alrededor en visión directa, y por lo tanto, sus características espectrales y de dirección dependerán de
los citados cuerpos. Por ejemplo, el espectro de irradiación proveniente del sol será muy distinto al
que provenga de objetos terrestres como arboles o edificios.
A los rayos de la irradiación, cuando alcanzan la superficie, le pueden suceder tres cosas distintas:
- ser reflejados por la superficie,
- ser absorbidos por la superficie del cuerpo,
- o transmitirse atravesando el cuerpo (para cuerpos transparentes o translucidos).
(en la siguiente transparencia se profundizará más en estos tres caminos)
El otro parámetro es la Radiosidad, J, la cual se define como toda la radiación que abandona una
superficie. Observando el diagrama de la transparencia rápidamente se llega a la conclusión de que la
radiosidad estará formada por la suma de la radiación emitida por la superficie y la radiación reflejada.
Solamente en aquellos casos en que la reflexión sea despreciable o nula (p.e. cuerpo negro), la
radiosidad coincidirá con la radiación emitida.
Es importante tener en cuenta que la radiación emitida depende únicamente de la superficie en
cuestión en concreto de su temperatura y de su emisividad. Sin embargo la radiación depende tanto
de la irradiación incidente como de ciertas características de la superficie caracterizadas por la
reflectividad de la misma. Por lo tanto, para conocer la radiosidad de una superficie es necesario
conocer, no solo las condiciones de la superficie en cuestión, sino también las condiciones del resto de
cuerpos que con los cuales interactúa.
Estos parámetros, al igual que se vio con la emisión, se pueden tratar como intensidad de radiación
(variación con respecto a la dirección y la longitud de onda), como potencia espectral (variación
respecto a la longitud de onda), o como potencia total.
Nota al margen: En esta transparencia se ha descrito el problema como un problema superficial. Esto
es cierto para cuerpos opacos. Sin embargo, en cuerpos transparentes o translucidos, cuando exista
transmisión, el problema es volumétrico. Es decir todo el volumen, y no solo la superficie, participa en
la emisión, absorción y reflexión. En este caso, también podrá existir radiación que atraviese el cuerpo
en el otro sentido (de abajo arriba en nuestro dibujo) Puesto que la radiosidad se define sobre una
superficie se ha obviado este hecho.
Como se ha visto en la transparencia anterior, la irradiación sobre una superficie puede ser absorbida,
reflejada o transmitida. Para caracterizar cada uno de estos componentes se definen los siguientes
parámetros adimensionales:
- Absortividad (): Fracción de la radiación incidente que es absorbida por una superficie.
- Reflectividad (): Fracción de la radiación incidente que es reflejada por una superficie.
- Transmitividad (): Fracción de la radiación incidente que es transmitida por la superficie.
La obtención de estos parámetros es sumamente compleja ya que dependen de la longitud de onda, y
de la dirección del rayo incidente (también existe una dependencia con la temperatura de la
superficie, pero en menor grado). Estos parámetros en su forma más primaría se pueden expresar
como direccionales espectrales (𝜌𝜆,𝜃 , 𝛼𝜆,𝜃 , 𝜏𝜆,𝜃 ) . Como esta variabilidad es difícil de manejar, en
problemas de ingeniería es más común trabajar con valores medios, bien espectrales (𝜌𝜆 , 𝛼𝜆 , 𝜏𝜆 ) o
totales (𝜌, 𝛼, 𝜏). Trabajar con estos valores medios siempre inducirá cierto error, aunque para las
superficies más comunes el error será asumible, ya que normalmente se trata de superficies bastante
difusas (todas las direcciones se comportan igual), por lo que 𝛼𝜆,𝜃 = 𝛼𝜆, , etc. ; además en la mayoría
de materiales se puede encontrar un comportamiento espectral plano en rangos amplios, por lo que
en esos rangos 𝛼𝜆 = 𝛼, etc.
Puesto que estos parámetros son fracciones de la radiación incidente, por definición la suma de las
tres dará como resultado la unidad. Este hecho será válido independientemente de que versión de los
parámetros que estemos utilizando, es decir
𝜌𝜆,𝜃 + 𝛼𝜆,𝜃 + 𝜏𝜆,𝜃 = 1 𝜌𝜆 + 𝛼𝜆 + 𝜏𝜆 = 1 𝜌 + 𝛼 + 𝜏 = 1
Como ya se comentó al principio de esta sección, la variabilidad de los parámetros con respecto a
dirección y longitud de onda es debida al material de la superficie, y a las condiciones de la superficie.
Por citar algún ejemplo, una lamina de vidrio de típica de ventana es transparente en el rango visible
(tiene una alta transmitividad en el rango visible), sin embargo en el rango infrarrojo se vuelve opaco
(transmitividad igual a cero). Tomando este vidrio como ejemplo, también se puede ver el efecto de la
dirección, así el vidrío es muy transparente para direcciones perpendiculares a la superficie, sin
embargo si analizamos direcciones más paralelas a la superficie (mirando de la lado el vidrio) se
observa como este comienza a comportarse de forma parecida a un espejo (aumenta la reflectividad).
Es interesante observar que la absorción y la reflexión de las superficies son responsables de nuestra
percepción del color. El color se debe a la reflexión y/o absorción selectiva dentro del rango visible de
la irradiación recibida (normalmente desde el sol o desde una fuente artificial de luz). Así, un objeto es
“rojo” porque contiene un pigmento que absorbe preferentemente los componentes azul, verde y
amarillo de la luz incidente, y refleja la luz roja.
La reflectividad es diferente a los otros dos parámetros en el sentido de que depende no solo de la
dirección incidente, sino también de la dirección de la radiación reflejada. Así nos encontramos con
que las superficies pueden tener una reflexión más difusa o más especular. En la reflexión especular la
luz reflejada sale en todas direcciones y es típica de superficies ásperas o rugosas. Por el contrario, en
la reflexión especular el ángulo de reflexión será igual al ángulo de incidencia del haz de radiación. La
reflexión especular se da en superficies muy lisas y pulidas.
En esta transparencia se muestran tres casos particulares y cuál será el valor de los
parámetros adimensionales y también de la radiosidad. Los tres casos son:
- Cuerpo negro. El cuerpo negro es un sólido que por definición absorbe toda la
radiación, es decir 𝛼 = 1, y por lo tanto 𝜏 = 𝜌 = 0. Como no hay reflexión la
radiosidad será igual a la potencia emisiva que al ser un cuerpo negro será igual a
la emisión de cuerpo definida por la ley de Stefan-Boltzmann, 𝐽 = 𝐸 = 𝐸𝑛
La emisividad de una superficie representa la razón entre la radiación emitida por la
superficie a una temperatura dada y la radiación emitida por un cuerpo negro a la
misma temperatura. Es una medida de cuánto se aproxima una superficie a un
cuerpo negro. La emisividad espectral se representa por 𝜀𝜆 𝜆, 𝑇 y depende del tipo
de superficie, de la longitud de onda λ y de la Temperatura. La emisividad espectral
se puede expresar como:
𝐸𝜆 𝜆, 𝑇
𝜀𝜆 𝜆, 𝑇 =
𝐸𝑛,𝜆 𝜆, 𝑇
Como se puede ver, en algunos casos la emisividad no es constante para todas las
longitudes de onda y eso puede complicar la solución de los problemas. Por tanto,
para simplificar los cálculos en los casos B y C, y cumplir con la hipótesis de la
transparencia anterior de cuerpo gris, el espectro se divide en un número suficiente
de bandas de longitudes de onda suponiendo que la emisividad permanece
constante sobre cada banda; es decir, expresando la función 𝜀𝜆 (λ, T) como si fuese
escalonada.
Esta simplificación resulta muy conveniente a cambio de un poco de sacrificio de la
exactitud.
Como se ha definido en la transparencia anterior, la emisividad espectral 𝜀𝜆 𝜆, 𝑇 de una superficie
dada representa la razón entre la energía total de radiación emitida por una superficie y la radiación
de un cuerpo negro a la misma temperatura. Aproximando la superficie a un cuerpo gris, la 𝜀 𝑇 solo
depende la Temperatura y es invariante con la longitud de onda y se le conoce como emisividad total.
Por tanto, la emisividad total se calcula a partir de:
𝐸 𝑇
𝜀 𝑇 =
𝐸𝑛 𝑇
Donde 𝐸𝑛 𝑇 es la emisividad de cuerpo negro, descrita en transparencias anteriores por la ley de
Stefan – Boltzmann 𝐸𝑛 𝑇 = 𝜎 ⋅ 𝑇 4 .
Por último, la Ley de Kirchhoff establece que la emisividad total de una superficie cualquiera en
equilibrio térmico con su entorno (todo está a una misma temperatura) es igual a la absortividad total
de la radiación que proviene de un cuerpo negro a la misma temperatura 𝜀 𝑇 = 𝛼 𝑇 . Esta relación
es muy interesante ya que permite simplificar mucho los análisis relativos a la radiación, ya que la
relación 𝜀 = 𝛼 junto con 𝜌 = 1 − 𝛼 permite determinar las propiedades de una superficie opaca a
partir del conocimiento de solo una de ellas.
Nótese que esta igualdad se ha obtenido imponiendo que la temperatura de la fuente de irradiación
sea igual a la de la superficie. Por lo tanto, en problemas en donde la diferencia de temperatura entre
fuente de irradiación y superficie sea muy diferente, el error cometido puede ser importante (p.e. con
el sol como fuente de irradiación sobre cualquier superficie a temperaturas normales).
Por suerte en determinadas superficies, en concreto suponiendo que la superficie se comporte como
un cuerpo gris, sí se puede aplicar la igualdad entre emisividad y absortividad independientemente de
la temperatura de la fuente de irradiación. La explicación es la siguiente: La ley de Kirchhoff en su
forma direccional espectral no tiene ninguna restricción, es decir se cumple que la igualdad 𝜀𝜆,𝜃
= 𝛼𝜆,𝜃 es válida independientemente de la superficie y temperatura de irradiación. Si ahora
suponemos que la superficie es difusa, o dicho de otro modo, que los parámetros tienen el mismo
valor independientemente de la dirección, la igualdad anterior se transforma en 𝜀𝜆 = 𝛼𝜆 . Si además
suponemos que no existe variación con respecto a la longitud de onda, es decir lo que sería la
definición de cuerpo gris (independiente de la longitud de onda y difuso) obtenemos finalmente la
igualdad 𝜀 = 𝛼, la cual se recuerda será válida independientemente de la temperatura de la fuente de
irradiación.
Nota: En la práctica, una superficie cualquiera puede considerarse como superficie gris siempre y
cuando las potencias espectrales de irradiación y emisión se concentren en una región del espectro
para la cual las propiedades espectrales de la superficie sean aproximadamente constantes. Este
aspecto es más fácil de cumplir si la diferencia de temperatura entre fuente de irradiación y la
superficie no es muy grande, ya que en este caso ambas potencias espectrales estarán localizadas en la
misma zona del espectro.
TEMA 3: TRANSMISIÓN DE CALOR POR RADIACIÓN
Contenido:
1. Introducción
2. Conceptos de radiación
► Magnitudes básicas
► Leyes de radiación
► Propiedades de superficies reales
3. Factores de forma
4. Intercambio radiativo entre superficies grises
La transferencia de calor por radiación además de depender de las propiedades de
la superficie y de la temperatura (tal como se ha explicado en secciones anteriores),
también depende de la orientación de una superficie en relación con las otras. Para
cuantificar los efectos de la orientación sobre la radiación se define un nuevo factor
llamado “factor de forma” o factor de visión.
El factor de forma se define como la fracción de radiación que sale desde una
superficie X y choca directamente contra la superficie Y, y se denota por Fx→y . Este
factor depende de las geometrías y de la distancia entre las superficies.
En general, el factor de forma se puede calcular a partir de la expresión:
1 cos 𝜃𝑥 cos 𝜃𝑦
𝐹𝑥→𝑦 = න න 𝑑𝐴𝑦 𝑑𝐴𝑥
𝐴𝑥 𝜋𝑟 2
𝐴𝑥 𝐴𝑦
- Superficies planas o convexas: En estas superficies toda la radiación sale del cuerpo y no
interactúa con ella misma. En este caso, el factor de forma es igual a 0. (𝐹𝑥→𝑥 = 0)
- Superficies cóncavas: en superficies cóncavas parte de la radiación que abandona la
superficie podría impactar consigo misma, por lo tanto, el factor de forma es distinto de
0. (𝐹𝑥→𝑥 ≠ 0)
- Simetría: expresa que dos (o más) superficies que poseen simetría con respecto a una
tercera, tendrán factores de forma idénticos desde esa superficie. De este modo, en un
problema se puede simplificar la determinación de los factores de forma si la
configuración geométrica con la que está relacionada posee algún tipo de simetría.
El análisis de radiación sobre un recinto que consta de n superficies requiere la
evaluación de n2 factores de visión y este proceso de evaluación probablemente es
la que requiere mas tiempo en la resolución de estos problemas.
Sin embargo, en la mayoría de casos no es necesario evaluar todos los factores de
forma de una forma directa. Cuando ya se han determinado [n*(n-1)/2] factores de
forma, el resto se puede determinar utilizando las propiedades descritas en la
transparencia anterior.
Durante una interacción radiativa, una superficie pierde energía por su propia emisión y gana energía al absorber la emitida por
otras superficies. Una superficie experimenta una ganancia o pérdida netas de energía dependiendo de cuál de las dos cantidades
es la mayor.
La razón neta de transferencia de calor por radiación (entrante/saliente) desde una superficie se calcula realizando el balance
energético entre ambas magnitudes y se calcula como
𝐸𝑛 − 𝐽 𝐸𝑛 − 𝐽
𝑞ሶ 𝑟𝑎𝑑 𝑊 = 𝐴 𝐽 − 𝐺 = 1−𝜀 =
𝜀𝐴
𝑅𝑠𝑢𝑝
sonde un valor de 𝑞ሶ 𝑟𝑎𝑑 > 0 indica que el flujo de calor es saliente desde la superficie (indica el sentido del flujo de calor).
Haciendo una analogía eléctrica con la ley de Ohm la expresión anterior se puede expresar como
𝐸𝑛 − 𝐽 𝐸𝑛 − 𝐽
𝑞ሶ 𝑟𝑎𝑑 𝑊 = 𝐴 𝐽 − 𝐺 = 1−𝜀 =
𝜀𝐴
𝑅𝑠𝑢𝑝
1−𝜀
siendo 𝑅𝑠𝑢𝑝 = la resistencia de la superficie a la radiación, la magnitud 𝐸𝑛 − 𝐽 corresponde a una diferencia de potencial
𝜀𝐴
(radiativo) y la razón neta de transferencia de calor por radiación corresponde a la intensidad en la analogía eléctrica 𝑞ሶ 𝑟𝑎𝑑 .
4. INTERCAMBIO RADIATIVO ENTRE SUPERFICIES GRISES
Balance entre dos superficies radiantes
Se consideran dos superficies (X, Y) difusas, grises y opacas de forma arbitraria que
se mantienen a temperaturas uniformes. Ambas superficies se intercambian energía
radiativa. El flujo neto de transferencia de calor por radiación intercambiado de
𝑿 → 𝒀 se expresará como
𝑅𝑎𝑑𝑖𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑅𝑎𝑑𝑖𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒
𝑞ሶ 𝑥→𝑦 = 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑋 𝑦 𝑞𝑢𝑒 − 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑌 𝑦 𝑞𝑢𝑒
𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑌 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑋
Se procede al cálculo de cada uno de los términos de este balance:
1. Energía que abandona la superficie X y llega a la superficie Y: 𝐽𝑥 𝐴𝑥 𝐹𝑥→𝑦
2. Energía que abandona la superficie Y y llega a la superficie X: 𝐽𝑦 𝐴𝑦 𝐹𝑦→𝑥
por tanto la expresión anterior se puede expresar en nomenclatura de energía
radiante como
𝑞ሶ 𝑥→𝑦 = 𝐽𝑥 𝐴𝑥 𝐹𝑥→𝑦 − 𝐽𝑦 𝐴𝑦 𝐹𝑦→𝑥
y aplicando reciprocidad
𝑞ሶ 𝑥→𝑦 = 𝐴𝑥 𝐹𝑥→𝑦 𝐽𝑥 − 𝐽𝑦
Haciendo nuevamente una analogía eléctrica con la ley de Ohm, la expresión
anterior se puede expresar como
𝐽𝑥 − 𝐽𝑦 𝐽𝑥 − 𝐽𝑦
𝑞ሶ 𝑥→𝑦 = 1 =
𝐴 𝐹
𝑅𝑔𝑒𝑜𝑚é𝑡𝑟𝑖𝑐𝑎
𝑥 𝑥→𝑦
1
siendo 𝑅𝑔𝑒𝑜𝑚é𝑡𝑟𝑖𝑐𝑎 = conocida como resistencia de forma o geométrica y
𝐴𝑥 𝐹𝑥→𝑦
representa las pérdidas debido al espacio y posición relativa entre ambas
superficies radiantes.
Si 𝑞ሶ 𝑥→𝑦 > 0 indica que la transferencia neta de calor es desde la superficie X hacia
Y. Un valor negativo indica el sentido opuesto.
4. INTERCAMBIO RADIATIVO ENTRE SUPERFICIES GRISES
Aplicación de la analogía eléctrica en TC por radiación: método de redes
Como se ha ido comentando en transparencias anteriores, es posible hacer una analogía entre
transferencia de calor por radiación y la energía eléctrica. Para realizar esta analogía se procede a
identificar cada uno de los términos que intervienen.
Una superficie radiante corresponde a un “nodo” de radiosidad 𝐽.
Todas las superficies radiantes intercambiando energía radiante (se ven) deben estar conectadas a
través de sus nodos, formando un circuito eléctrico.
En este método se debe dibujar una red de resistencias superficiales asociada con cada superficie de
un recinto y todas las superficies (nodos) se unen entre sí mediante resistencias espaciales. Una vez
planteado el circuito eléctrico equivalente se resuelve el problema de radiación como si se tratara de
un circuito de redes eléctricas, en donde la transferencia de calor radiativa reemplaza a la corriente y
la radiosidad reemplaza al potencial.
Los térmicos que intervienen es este planteamisnto son: