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Alumna: González Hernández Marianna

No. Control: 20071867

Maestro: José Luis Purata Aldaz

Materia: Productividad De Pozos

Carrera: Ingeniería Petrolera

Semestre 6to Salón: U22


Horario: L-J 14:00-15:00

Enero-Junio 2023

Tarea INVESTIGACION
BIOGRAFÍA EZEQUIEL ORDOÑEZ
Nació en la hacienda de San Nicolás Peralta, estado de México, en 1867; murió en
la ciudad de México en 1950. Huérfano de padre a los cinco años, su familia se
trasladó a San Miguel Regla, en donde realizó sus primeros estudios. Pasó más
tarde a la Preparatoria de la ciudad de México y después a la Escuela Nacional de
Ingenieros, nombrándole el director, Antonio del Castillo, preparador del Museo de
Mineralogía y Geología, lo que le permitió poder graduarse de ensayador y
apartador de metales e ingeniero topógrafo e hidrógrafo. Al lado de su maestro y
protector, formó parte de la Comisión Geológica, como auxiliar, colaborando en la
Carta geológica de la República Mexicana (1888). Perteneció al Instituto Geológico
(1891) y fue subdirector de ese organismo (1906). Al lado de su jefe, amigo y
maestro José Guadalupe Aguilera, organizó la décima sesión del Congreso
Geológico Internacional, participando como secretario general de la misma.
Actuó como geólogo consultor de la Compañía Real del Monte y Pachuca (1909-
1914) y después, al lado de E.L. Doheny, rico petrolero inglés con intereses en
Tamaulipas y Veracruz, en la Huasteca Petroleum Company, en la que fue jefe de
geólogos (1914-1927). Geólogo consultor de la Pan-American Petroleum Co. (1927-
1930), fue más tarde vicepresidente de la misma.
En 1930, sirviendo a los intereses de la Standard Oil Co., dirigió exploraciones en
Centro y Suramérica “desde Guatemala a Tierra del Fuego, estudiando el territorio
de Magallanes, la Patagonia y muchas otras partes del Continente”. Al crearse
Petróleos Mexicanos, acudió a su servicio como geólogo consultor. Sabio maestro,
explicó las cátedras de geología petrolera y geología física en la Escuela Nacional
de Ingenieros (hoy Facultad de Ingeniería). Autor de muchas e importantes
publicaciones, dejó desafortunadamente sin terminar una Geología petrolera.
Sobresalen de su primera época de geólogo: Rocas eruptivas, Los volcanes del
Valle de Santiago, Las rhyolitas de México, Le Xinantecatl ou volcan de Toluca, Las
rocas arcaicas de México, L'Archaique du cañón de Tomellín y Le Jorullo. Como
geólogo petrolero escribió: The oil fields in México, El petróleo en México, bosquejo
histórico, Principal physiographic provinces of México y El volcán de Paricutín.
Escritor fecundísimo, su bibliografía pasa de 129 títulos. En 1915 le cupo la gloria
de localizar el pozo Cerro Azul número 4, famoso en la historia petrolera mexicana.
Brotó el 16 de febrero de 1916 con una fuerza tal que la columna de aceite alcanzó
una altura de 180 m y arrojó las herramientas a gran distancia. Localizó el primer
pozo petrolero de producción comercial, La Pez, número 1, en San Luis Potosí
(1904) y participó en la localización del pozo Cerro Azul, número 4, en Veracruz
(1916). Por muchos años, laboró como experto consultor independiente en asuntos
mineros y petroleros hasta que fue nombrado geólogo de la Compañía Real del
Monte y Pachuca (1908-1914). En 1917 ocupó el puesto de geólogo en jefe de
Huasteca Petroleum Co., donde localizó numerosos pozos petrolíferos, algunos de
gran producción, los cuales dieron fama a México como país de enormes

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expectativas en materia de petróleo. También formó parte de la nómina de la Pan
American Petroleum Co., donde permaneció hasta 1933, año en que se jubiló.
Entre 1934 y 1942, sobresalen sus actividades académicas y su papel como asesor
técnico en el conflicto entre los intereses de la nación y las compañías petroleras
internacionales que concluyó con la nacionalización de esa industria en 1938. En
1943, tras la erupción del volcán Paricutín, retomó su interés por el estudio de los
volcanes de México; así como en la política científica nacional.
Descubrió así la llamada Faja de Oro, una de las regiones más productivas de la
naciente industria del petróleo. Sus dotes de observación y su capacidad de
decisión permitieron que se perforaran multitud de pozos de gran riqueza que
permitieron a dicha compañía transformarse en una de las más destacadas del país.
Ordóñez perteneció a diversas agrupaciones científicas, participó en numerosos
congresos y escribió múltiples artículos y ensayos sobre arqueología y sobre la
historia del petróleo en México.

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HISTORIA POZO LA PEZ(CERRO) NO. 1
Geólogo mexicano Ezequiel Ordóñez, fue el descubridor del pozo petrolero más
fructífero en las perforaciones de El Ébano, llamado La Pez número 1. Fue el 3 de
abril de 1904 cuando en esta pequeña población de la Huasteca potosina se perforó
exitosamente el primer pozo petrolero en México, evento que lo encaminó a ser uno
de los países con mayor producción de crudo en el mundo, así como con una de las
más intensas labores de exploración. Desde finales de 1903, varios exploradores
norteamericanos anduvieron infructuosamente perforando pozos en diversas zonas
del país, y fue gracias al geólogo mexicano, Ezequiel Ordóñez, que el sueño se
volvió realidad, toda vez que él sugirió que se perforara un pozo al pie del mítico
cerro de La Pez. Las subsecuentes excavaciones de petróleo hechas por Doheny
en Ébano, si bien tuvieron buenos resultados en general, no estuvieron exentas de
problemas y se enfrentaron no sólo a los obstáculos tecnológicos, sino a problemas
con los trabajadores mexicanos, quienes molestos con el trato de algunos
empleados de alto rango, se inconformaron en algunas ocasiones, paralizando las
exploraciones.
Cabe destacar que Doheny no sólo tuvo confianza en la mano de obra mexicana,
sino que con anticipación había contratado al geólogo mexicano Ezequiel Ordóñez,
quien ya había escrito un reporte optimista sobre las perspectivas del petróleo
mexicano en el Instituto Mexicano de Geología.
Según las crónicas, a media tarde del 3 de abril de 1904, el
primer brote de petróleo alcanzó unos 15 m de altura ante la
algarabía de los incrédulos presentes. Sin embargo, hubieron
de pasar todavía siete años más para que el pozo, ya para
entonces conocido como “La Pez número 1”, exportara su
primera remesa de crudo, embarcada en Tampico. Una vez
terminado el trabajo, los hombres que trabajaban en la
perforación desensamblaron la grúa, hecha de madera,
removieron el equipo, y colocaron una válvula sobre la caja de
embalaje. Tiempo más tarde llegó a tener un flujo de mil 500
barriles por día.
Al paso de los años fue creciendo la industria petrolera en el
país, las compañías petroleras que en ese tiempo eran
extranjeras explotaban a los trabajadores, con salarios
miserables, condiciones laborales sin equipo de protección, sin
horario límite de trabajo, les cobraban el campamento para
dormir, no tenían prestaciones, entre otros. Luego estalla la
Revolución Mexicana, bueno, durante la Revolución, por estos rumbos anduvo un
soldado llamado Lázaro Cárdenas.
De hecho, en la revolución el sargento Lázaro Cárdenas estuvo en las filas de la
brigada del Teniente Coronel Rafael Curiel Gallegos, el ingeniero originario de
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Ciudad Valles y héroe de El Ébano. Es decir, Cárdenas estaña bajo las órdenes de
Curiel Gallegos en su grupo revolucionario. Y juntos libraron muchas batallas, en la
Huasteca y otras partes del país, por ello logra conocer aún más de cerca la
situación de trabajo de las petroleras americanas. El gas natural no asociado es el
gas que se encuentra en un yacimiento de hidrocarburos y cuya composición es de
hidrocarburos muy ligeros, principalmente metano, y que no forman una fase liquida
a las condiciones de presión y temperatura del yacimiento.
Ezequiel Ordoñez, destacado geólogo mexicano de la época había sido expulsado
injustamente de la organización de geólogos porque no entregó un informe (debido
a un incidente del tren), donde debía notificar la actividad de las recién llegadas
compañías extranjeras al país, en la búsqueda del oro negro; al encontrarse sin
trabajo, tuvo un ofrecimiento de los ingleses, a los que les aseguró que cerca del
cerro de la pez, al perforar, se encontraría el tan ansiado petróleo, y así fue, como
inició, la historia del petróleo en suelo mexicano. Hoy, más de cien años después,
alrededor del Cerro de la Pez se encuentra una capa de chapopote que ha fluido de
manera natural; el prominente montículo se encuentra dentro del lecho de la laguna
y a pesar de quela capa de hidrocarburo impide el crecimiento de la vegetación, la
vasta área es un importante ecosistema para especies acuáticas, aves marinas y
predadores naturales. La laguna Marland es compartida por los municipios de
Ébano, y Pánuco, y forma parte de un complejo de cuerpos de agua cercanos a la
costa de Veracruz y Tamaulipas, donde desembocan los ríos Pánuco y Tamesí.

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CERRO AZUL NO.4
El Pozo Cerro Azul numero 4 empezó a ser perforado el 9 de abril de 1914 en la ex
hacienda de Toteco y Cerro Azul por parte de la huasteca Petroleum Company, pero
fue hasta el año de 1916 cuando inicia su vida productiva, de acuerdo a lo que ha
quedado plasmado en la historia el Pozo avienta las herramientas de perforación
con un peso de dos toneladas a más de 30 metros de altura, las cuales cayeron en
la tierra para quedar clavadas con 5 metros de profundidad, las cuales a más de
100 años de este suceso aún se encuentran en el área donde fueron lanzadas por
la fuerza del Pozo. Después de diez días de haber brotado fue controlado, en ese
inter cuantificaron su producción diaria quedando en 250 mil 858 barriles, según los
técnicos de la compañía Huasteca Petroleum Company, cundo los barriles
equivalían a doscientos litros por aquella unidad de medición. Según a los registros
técnicos de la compañía Huasteca Petroleum Company, la profundidad del
yacimiento es de quinientos treinta y tres metros, sobre una roca del tipo caliza
blanca, de acuerdo a la época, el sistema de perforación utilizado fue a base de
barrenas de precisión con martinete y balancia movidos a por vapor. Conforme pasa
la historia, el Cerro Azul No. 4 ha jugado un papel muy importante en nuestro país,
debido a la gran producción de barriles de petróleo que han salido de esta tierra, la
cual se encuentra situada entre la conocida como la “Faja de Oro”, al existir otros
pozos petroleros en esta región como en las comunidades de Potrero del Llano del
municipio de Álamo, Zacamixtle situado en Tancoco, San Jerónimo de Tamalin, tres
hermanos en Tantima, entre otros más. El pozo Cerro Azul número 4 se encuentra
ubicado en la calle Ursulo Galván justo a la entrada a la colonia Aguilera; toda vez
que aún se encuentra en producción al ser alrededor de 17 barriles diarios que de
este suelo obtienen, como si se resistiera a más de 100 años de haber iniciado su
producción a dejar de ser útil para la vida productiva del país.
Actualidad
A más de 90 años que brotó el Pozo Cerro Azul No. 4, ha acumulado hasta el año
2000, 104,132,388,317,113 de barriles. Incluso podría incluirse en el Libro de los
Récord Guinnes.

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POZO LAS 2 BOCAS Y SAN DIEGO DE LA MAR (CHICONCILLO)
El pozo Dos Bocas o San Diego de la Mar 3 derramó 5,700 millones de barriles,
luego de haber explotado en 1908. En primer lugar, tenemos el caso del accidente
de Dos Bocas de 1908. La actividad industrial del petróleo llevaba apenas siete años
de rendir sus incipientes frutos en México con respecto al mercado internacional.
Joaquín Meade (1962) menciona que el primer gran resultado del ensamblaje
industrial se llevó a cabo en el punto denominado El Ébano, ubicado en el municipio
de San Luis Potosí, en donde la Compañía Mexican Petroleum Company of
California abrió aproximadamente 19 pozos entre 1901 y 1903. El pozo era
propiedad de la compañía Pearson & Son LTD y los trabajos de perforación estaban
a cargo de Carlos S. Ganahl, quien aseguró que el 4 de julio sabían que se
acercaban al yacimiento y que incluso se dio la orden de apagar las calderas. Pero,
el pozo se descontroló antes de lo esperado y ocurrió el siniestro. El incendio era
tan poderoso que incluso podía verse desde Tampico y el bramido del pozo podía
escucharse en varios municipios a la redonda. Mucha gente abandonó sus
congregaciones por el temor fundado. Tan solo el primer día se derramaron unos
100 mil barriles de petróleo, volumen que se mantuvo constante en los siguientes
días. La compañía Pearson & Son solicitó el apoyo del Gobierno y se enviaron a la
zona 495 soldados del batallón de zapadores, quienes, junto a unos 300 civiles, se
dieron a la tarea de intentar sofocar el incendio y detener el derrame, que ya
avanzaba por esteros y la propia laguna de Tamiahua. Lo que había sido un pozo
petrolero de 15 centímetros, se transformó en un volcán de petróleo, lodo y gas, con
un cráter de 200 metros. Los soldados trabajaron en forma incansable y lograron,
en los primeros días, arrojar al hirviente pozo unas 800 toneladas de grava, con la
ayuda de una bomba centrifuga, sin resultado alguno. Los gases eran el mayor
peligro y cobraron la vida de 2 personas y 10 mulas. También causaron estragos en
la salud de los zapadores y del propio personal médico. En los esteros, manglares
y laguna había mortandad de especies acuáticas, ganado y animales domésticos.
El gobierno dio la orden de quemar todo ser muerto, para evitar una epidemia en
Delamar, San Jerónimo, La Merced y Rancho Nuevo.
Tiempo después se abrió el pozo de Dos Bocas bajo amplias expectativas
económicas. El pozo petrolero de San Diego de la Mar No. 3, mejor conocido como
Dos Bocas, comenzó a ser explotado en los primeros años del siglo XX por la
compañía inglesa Pearson (en adelante El Águila). Se encontraba en la ex-hacienda
de San Jerónimo, cuyo terreno era difícil, lleno de dunas y manglares, localizado a
unos kilómetros de distancia con respecto a la laguna de Tamiahua, en el norte del
estado de Veracruz.
Mucho de este petróleo terminó en la laguna de Tamiahua; manglares y varios
esteros aún no se han recuperado. Petróleos Mexicanos aceptó que la
contaminación que existe en torno a este pozo es compleja. También reveló que ya
se habían invertido 700 millones de pesos en la remediación de la zona. El pozo era
perforado por la compañía Pearson & Son LTD y el 4 de julio de 1908, el pozo se
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descontroló y el gas y petróleo llegaron al fuego que alimentaba unas calderas,
sobreviniendo una explosión e incendio. El pozo ardió por varios días, pero el
derrame avanzó por kilómetros en la laguna de Tamiahua, por esteros, ríos y
manglares, causando un gran desastre en San Jerónimo y Mamey. En el 2013 se
realizó el “Estudio sismológico Tres Hermanos 3D norte” en los municipios de
Tamalín, Tantima y Tamiahua. De la investigación salieron datos relacionados con
este pasivo ambiental, pero PEMEX no aprobó destinar más recursos para seguir
la remediación. En el sitio del desastre existe un cráter de más de 400 metros de
diámetro y cientos de hectáreas de tierra muerta por la gran cantidad de petróleo
que se derramó. Lo preocupante es que las emanaciones de hidrocarburo siguen
afectando la laguna y no hay nada que se pueda hacer. El accidente petrolero tuvo
un efecto masivo de difusión debido a que había una serie de intereses involucrados
en la explotación del pozo petrolero de Dos Bocas, de tal manera que la acción
irreversible del cráter llegó a oídos del gobierno mexicano y del mundo interesado
en el negocio del petróleo (Palacios, 1908, pp. 5-7). La actividad industrial, basada
en la relación hombre-tecnología, generó un conocimiento a través de la
tecnificación del sistema de perforación, pero también mediante el error de la acción
humana. No sólo fue el hecho de que la superficie fuera fracturada, hasta expulsar
de manera violenta el equipo de perforación, sino de entender la cadena de
conocimientos que se generaron durante el tiempo en que permaneció incendiado
el pozo, el cual pasó por varias fases técnicas industriales del petróleo. El inicial
espacio de prueba agotó su existencia en cuanto a explotación se refiere, pero su
presencia terminó por formar parte del paisaje posindustrial.

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COMPLEJO TUZANDEPETL
Campesinos de Ixhuatlán del Sureste, localizan en una de las alcantarillas del
complejo Tuzandepetl, derrame de producto químico con características similares
al crudo, personal de protección civil realizó la inspección del lugar e informa a
encargados del complejo lo acontecido. La mañana del jueves, ejidatarios y
campesinos asentados sobre el tramo carretero Nanchital-Villa del Espíritu Santo,
reportaron a las dependencias de emergencia el derrame de producto químico que
emana de la alcantarilla que se encuentra a escasos metros de la portada 5, con
exactitud en el kilómetro cinco de esa vía de escape. “Con la limpieza que se realiza
en los canales de escurrimiento de agua pluvial, se localizó el derrame de crudo,
decimos que se trata de ese producto por el olor a petróleo que emana de la
alcantarilla de fierro de aproximadamente 36 pulgadas, la cual tiene su descarga en
las aguas del río Coatzacoalcos”, comentaron los pobladores. Desconocemos
cuantos días tenga este derrame, la limpieza permitió la localización, pero las lluvias
han provocado que el producto se vaya diluyendo y con mayor facilidad se dañe la
flora y fauna, esperamos que en esta ocasión el personal de PEMEX responda por
la contaminación porque en años anteriores, dieron largas a los campesinos que
resultaron afectados, al no contar con la escritura pública del terreno. “El personal
de Protección Civil tuvo conocimiento del reporte que emitimos a través del número
de emergencia, observamos que acudió al complejo para reportar la situación para
que se inicie los trabajos de recuperación del producto derramado, porque no
permitiremos que esto pase desapercibido, si todos los que estamos asentados en
los márgenes del río Coatzacoalcos resultemos afectados si se contamina el agua,
o posiblemente esto ya ocurrió”, finalizaron los ciudadanos.

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