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El documento presenta un análisis del texto periodístico "Solo palabras" de Manuel Vicent. Señala que el texto expone la importancia de comprender y emitir mensajes adecuados para lograr mayor felicidad, ya que las palabras pueden conducir al odio o al amor. También argumenta a favor de reflexionar sobre lo que se dice y por qué, para evitar malentendidos.
Descripción original:
Título original
Comentario de texto Solo palabras Gonzalo Guerra García
El documento presenta un análisis del texto periodístico "Solo palabras" de Manuel Vicent. Señala que el texto expone la importancia de comprender y emitir mensajes adecuados para lograr mayor felicidad, ya que las palabras pueden conducir al odio o al amor. También argumenta a favor de reflexionar sobre lo que se dice y por qué, para evitar malentendidos.
El documento presenta un análisis del texto periodístico "Solo palabras" de Manuel Vicent. Señala que el texto expone la importancia de comprender y emitir mensajes adecuados para lograr mayor felicidad, ya que las palabras pueden conducir al odio o al amor. También argumenta a favor de reflexionar sobre lo que se dice y por qué, para evitar malentendidos.
1º El texto periodístico que nos disponemos a analizar hoy, titulado “Solo
palabras”, cuyo autor es Manuel Vicent. Lo podemos situar dentro del subgénero de artículo de opinión, ya que el/la autor/a nominal expone unos hechos y expresa su punto de vista, defendiendo una tesis y aportando razones o argumentos, ante un tema de actualidad. El artículo aparece publicado en el periódico de ámbito estatal/local “El País” el día 20 de marzo de 2022. Asimismo, el autor muestra una intención subjetiva con el evidente deseo de convencer o persuadir al lector, unida a un interés divulgativo. Esto tiene una explicación ya que el texto destaca por su sencillez gramatical, semántica y estructural: hace uso de estructuras sintácticas complejas, empleo de un léxico de uso habitual, escasez de recursos estilísticos o valores polisémicos, ausencia de tecnicismos y cultismos, progresión temática que responde a la estructura ordinaria de los textos expositivo- argumentativos, por lo que está dirigido a un receptor muy amplio, profesorado, familias, alumnado, lectores en general. El tema destacable del texto es la dificultad para interpretar adecuadamente los mensajes, del que hablaremos luego. Así pues, por este interés comunicativo y por su propia tipología textual la función predominante es la apelativa y la poética, ya que busca transmitir información concreta vinculada con la realidad objetiva.
Como bien mencionamos antes, el tema del texto es el problema para
interpretar adecuadamente los mensajes y cómo esta interpretación puede provocar nuestra felicidad o desdicha.
En cuanto al resumen del texto, en la vida es fundamental comprender y
emitir los mensajes adecuados para obtener una mayor felicidad. Esto se debe a la cualidad propia del lenguaje para trasladarnos a discursos de odio o de amor. Cultivar la mente, reflexionar sobre lo que uno dice y por qué, y con qué intención o finalidad lo hace, así como a recibir los mensajes de los demás con cautela, paciencia y capacidad de comprensión del contexto, son claves para evitar el malentendido y el sufrimiento.
En cuanto a la estructura, centrando nuestra atención en la estructura
externa, se encuentra la tesis al final del texto, por lo que la estructura es inductiva, siendo las últimas dos líneas: “Unas te salvan, otras te matan. No son más que un poco de aliento que en el mejor de los casos sirve para decir te amo, para decir me muero.”
Ahora, centrando nuestra atención en la estructura interna, el texto se
podría dividir en 3 partes: La primera desde el inicio hasta “al cielo o al infierno”, donde habla sobre los tipos de palabras y la igualdad que hay en la manera de decirlas, sea la persona que sea; La segunda parte va desde “las palabras más sólidas hasta “llegar a ser muy tóxica” donde se habla sobre como las palabras de las personas son “dulces” desde pequeño hasta que con el paso de los años van siendo muy “tóxicas”, y finalmente el resto del texto donde da una conclusión sobre como son las palabras.
En cuanto al registro del texto, se trata de un registro culto. Esto se puede
comprobar por el tono del lenguaje empleado, con una amplia variedad de vocabulario, que a su vez busca precisión y un estilo personal. Así, podemos comprobar que el texto tiene un predominio de adjetivos con valor especificativo (necesarias, determinantes y comprometidas) Otras palabras destacan en este sentido como "enhebrar", "mortíferas", “inapelables". Respecto a las funciones del lenguaje, destacan principalmente dos: la función apelativa y la poética. La función apelativa puede apreciarse en el empleo del pronombre indefinido "uno" ("uno se arrepiente"). Este pronombre engloba tanto al autor como a los lectores Otro rasgo apelativo sería el empleo de la pregunta retórica, que incluye, además, la segunda persona del singular referida directamente al lector.
La función literaria puede apreciarse a lo largo de todo el texto, que está
jalonado de recursos literarios como la metáfora (se las lleva el viento), la comparación (uno las sigue como un esclavo) y la hipérbole (unas te salvan, otras te matan). El texto se estructura a partir de una idea, según la cual debemos elegir tanto el uso como la interpretación de palabras adecuadas. En función de esta idea, Manuel Vicent establece dos campos semánticos principales, representados por todas las categorías desde un punto de vista antagónico o de antonimia estructural. Ejemplos de antítesis serían "libera"/"ata", "cielo"/"infierno", "atacarlas"/"defenderlas", “ricos"/"pobres" Estamos hablando de oposiciones con valor connotativo El campo semántico del lenguaje y de la filosofía son los que dan coherencia y cohesión al texto. La idea es que ambos campos se influyen mutuamente. En el primero de ellos tenemos palabras como "hablar", "escuchar", "dijiste", "palabras", “cerebro". En el segundo, tenemos ejemplos como "amo", "muero", "vida", "disputa", “muerte".
Dentro de los mecanismos de cohesión, destacaría el concepto clave
"palabra", que aparece en forma de recurrencia más de diez veces, pero también como anáfora (unas te salvan) y como elipsis (por atacarlas o defenderlas) En el plano pragmático, el texto de Manuel Vicent tiene un carácter filosófico, didáctico y divulgativo, para invitar al lector a reflexionar sobre la importancia que las palabras y la comunicación tienen en nuestro desarrollo personal, y la forma en la que conforman la cosmovisión de la sociedad y determina en muchas ocasiones su calidad de vida. 2º En el debate que se plantea acerca de las posibilidades del lenguaje como un factor en nuestra sociedad, me posiciono a favor del autor.
En primer lugar, a lo largo de mi vida he podido comprobar que el proceso
de aprendizaje funciona mucho mejor si el lenguaje que se emplea con las personas busca el espíritu constructivo, desde el respeto y el aprecio. Así, por ejemplo, se procura no desechar ideas que se proponen, por descabelladas que parezcan, sino que se intenta encontrar en ellas el potencial para que sigan creciendo. En segundo lugar, la reflexión que se hace sobre lo que se va a decir o sobre lo que se ha escuchado siempre favorece nuestra posición en la sociedad, ya que nos previene de actos impulsivos o de malentendidos. Es cierto que no todos los mensajes son tan polarizados como Manuel Vicent expresa en el texto, y que muchos de ellos plantean áreas grises donde resulta difícil moverse. Sin embargo, unos criterios morales sólidos pueden diluir esas áreas grises y determinar en cada caso qué es lo más correcto. En conclusión, es necesario que haya una pausa previa a la emisión o interpretación de los mensajes de nuestro entorno, para favorecer nuestra integración y progreso social.