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Hey!

Hombre de la pandereta, toca una canción para mí,


No tengo sueño y no voy a ir a ningún sitio.
Hey hombre de la pandereta, toca una canción para mí
En la mañana tintineante iré siguiéndote.

Aunque sabía que ese imperio de la tarde había vuelto


bajo la arena,
desaparecido de mi mano,
abandonándome ciegamente aquí de pie, pero aun sin
sueño.
Mi desánimo me sorprende, estoy clavado sobre mis pies,
no tengo a nadie a quien encontrar
y las ancianas calles vacías están demasiado muertas
para soñar.

Hey! Hombre de la pandereta, toca una canción para mí,


No tengo sueño y no voy a ir a ningún sitio.
Hey hombre de la pandereta, toca una canción para mí
En la mañana tintineante iré siguiéndote.

Llévame en un viaje en tu barco mágico remolineante.


Mis sentidos han sido desnudados, mis manos no sienten
que puedan agarrase,
los dedos de mis pies demasiado entumecidos como para
dar un paso, esperan sólo el empuje de mis talones
para ir vagando.
Estoy listo para ir a donde sea, estoy listo para
desaparecer,
en mi propio desfile, invoca tu hechizo danzante en mi
camino
prometo ir bajo él.

Hey! Hombre de la pandereta, toca una canción para mí,


No tengo sueño y no voy a ir a ningún sitio.
Hey hombre de la pandereta, toca una canción para mí
En la mañana tintineante iré siguiéndote.

Aunque puede que oigas risas, giros, meneos


con locura a través del cielo.
No van dirigidos a nadie, es sólo escapar a la carrera
y para el cielo no hay vallas a las que enfrentarse.
Y si escuchas vagos rastros de bailes saltarines en la
rima
de tu pandereta en el tiempo, es solamente el payaso
andrajoso que hay detrás
yo no le prestaría ninguna atención, es sólo una sombra
que tu estás viendo
que el está persiguiendo.

Hey! Hombre de la pandereta, toca una canción para mí,


No tengo sueño y no voy a ir a ningún sitio.
Hey hombre de la pandereta, toca una canción para mí,
En la mañana tintineante iré siguiéndote.

Y entonces, tómame desapareciendo a través de los


anillos de humo de mi mente,
bajando hacia las nublosas ruinas del tiempo, mucho más
allá de las hojas congeladas,
de los árboles hechizados y asustados, fuera de la
ventosa playa,
lejos del retorcido alcance del loco dolor.
Sí, para bailar sobre el cielo de diamante, con una
mano agitándose libre,
silueteada por el mar, rodeada por los circos de arena,
Con toda la fe y la memoria llevadas muy profundo bajo
las olas,
Déjame olvidarme del hoy hasta mañana.
Hey! Hombre de la pandereta, toca una canción para mí,
No tengo sueño y no voy a ir a ningún sitio.
Hey hombre de la pandereta, toca una canción para mí,
En la mañana tintineante iré siguiéndote.

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