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El documento describe los métodos de reciclaje químico del PET, incluyendo la metanólisis, la hidrólisis y la glicólisis. Estos procesos químicos permiten descomponer el PET en monómeros orgánicos que pueden volver a usarse para producir PET con diferentes propiedades. El reciclaje químico es una alternativa viable para el tratamiento de desechos de PET, pero depende de la pureza de los monómeros obtenidos.
El documento describe los métodos de reciclaje químico del PET, incluyendo la metanólisis, la hidrólisis y la glicólisis. Estos procesos químicos permiten descomponer el PET en monómeros orgánicos que pueden volver a usarse para producir PET con diferentes propiedades. El reciclaje químico es una alternativa viable para el tratamiento de desechos de PET, pero depende de la pureza de los monómeros obtenidos.
El documento describe los métodos de reciclaje químico del PET, incluyendo la metanólisis, la hidrólisis y la glicólisis. Estos procesos químicos permiten descomponer el PET en monómeros orgánicos que pueden volver a usarse para producir PET con diferentes propiedades. El reciclaje químico es una alternativa viable para el tratamiento de desechos de PET, pero depende de la pureza de los monómeros obtenidos.
“Cada flor es un alma que florece en la naturaleza”
Reciclado químico de PET
El poli(tereftalato de etileno), conocido por el acrónimo de PET, es un poliéster saturado utilizado generalmente en la elaboración de botellas de plástico descartables.
Actualmente, los desechos de estas botellas constituyen un problema
medioambiental debido a la gran cantidad acumulada ya que, a pesar de no ser un material nocivo, poseen gran resistencia a la degradación. Debido a esto, son importantes los métodos para el reciclaje de este material, entre los cuales se encuentran el reciclaje mecánico y el químico.
El reciclaje químico es una alternativa viable para el tratamiento de desechos de
PET. Este método presenta la ventaja que hace posible la obtención de materias primas orgánicas que posteriormente podrían ser usadas para producir nuevamente PET apto para estar en contacto con alimentos u otros materiales con distintas propiedades. Pero esto dependerá del grado de pureza que presenten los monómeros obtenidos. Cabe destacar que previo a todo proceso de reciclaje químico le precede un reciclaje mecánico para la obtención de escamas de PET. El tamaño de las escamas puede variar entre 2 (o menos) a 10 mm. Una granulometría más fina significa una disminución en el tiempo del proceso debido a un incremento en la velocidad reacción por el aumento de la superficie de contacto.
De los procesos químicos para la despolimerización de PET, la metanólisis, la
hidrólisis y sobre todo la glicólisis, son los procesos mas utilizados. Sin embargo, la metanólisis e hidrólisis se llevan a cabo a condiciones de presión y temperatura mayores que en el caso de la glicólisis, y además, debido a las condiciones ácidas o básicas de la hidrólisis, esta puede generar mayores problemas ambientales. Contrario a lo que se podría pensar y a pesar de las múltiples alternativas que existen para reciclar el PET, esta práctica constituye menos del 5% del consumo anual del polímero a nivel mundial