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Griego I

FHCE, UdelaR
Joaquín Flores

Primera declinación

Siguen la primera declinación un gran número de nombres (i.e. sustantivos y


adjetivos) femeninos, y algunos sustantivos masculinos (comparativamente muy
pocos). Comencemos por ver cómo se comportan los sustantivos femeninos de
primera declinación. Los adjetivos femeninos, excepto por alguna peculiaridad, se
comportarán como los sustantivos.

Sustantivos femeninos

Partamos de una serie de sustantivos femeninos –cada uno precedido del artículo
definido– más o menos representativa del conjunto:

1) ἡ ἡμέρα ‘el día’


2) ἡ δόξα ‘la opinión’
3) ἡ τέχνη ‘el arte’
4) ἡ χώρα ‘el territorio’
5) ἡ μάχαιρα ‘la daga’
6) ἡ γλῶττα ‘la lengua’
7) ἡ σοφία ‘la sabiduría’
8) ἡ θεά ‘la diosa’
9) ἡ τράπεζα ‘la mesa’
10) ἡ κεφαλή ‘la cabeza’
11) ἡ γῆ ‘la tierra’
12) ἡ γνώμη ‘la creencia’

Observe detenidamente las palabras anteriores. ¿Qué puede concluirse de entrada?


Más precisamente, ¿qué puede concluirse de entrada acerca de las terminaciones de
los sustantivos femeninos de primera declinación?

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Efectivamente, hay sólo unas pocas terminaciones posibles. A primera vista,
dos: -α y –η. Dijimos que esta serie es representativa; concluimos, pues, que los
sustantivos femeninos de primera declinación pueden terminar en -α o en –η.
Ahora bien, importa precisar esa primera observación haciendo dos
distinciones relevantes.

Primera distinción: -α larga y –α breve

Sabemos, por un lado, que la –η– es siempre larga, y sabemos, también, que la –α–
puede ser ya larga, ya breve. Vuelva a examinar ahora la serie anterior, caso a caso,
atendiendo a la cantidad (i.e. si es larga o breve) de la –α final.
Seguramente observó que de las palabras que terminan en –α, algunas
terminan en –α larga y otras en –α breve. ¿Cómo supo la cantidad de esas vocales
finales? Seguramente observando la acentuación. En la palabra 4), tal vez notó que la –
α es larga, porque si fuera breve, el acento en la penúltima sílaba sería circunflejo (si
no, vea el documento Principios generales de acentuación). En la palabra 5), en cambio,
tal vez notó que la –α es breve, porque si fuera larga, el acento no podría estar en la
antepenúltima sílaba, donde está. Por razonamientos de este tipo se concluye que la
palabra 6) termina en –α breve, así como la 9). En otros casos, como el 7) y el 8),
razonamientos de este tipo no nos sirven para saber si la –α es larga o breve, y en
cuanto a la palabra 2), necesitamos de la próxima distinción para saberlo.

Segunda distinción: -α pura y –α impura

De las palabras que terminan en –α, algunas terminan en –α pura y otras terminan en
–α impura. Llamamos –α pura a aquella –α final que es precedida de una de estas tres
letras (o, dicho de otra forma, de alguno de los sonidos representados por esas letras):
-ρ-, -ι-, -ε- (memorícelas; piense por ejemplo en ‘ríe’). Llamamos –α impura, en cambio,
a aquella –α final que es precedida de cualquier otra letra (o sonido) que no esas tres.
(El motivo de las denominaciones ‘pura’ e ‘impura’ quedará claro luego.) Ahora vuelva
a examinar la serie anterior de palabras atendiendo a esta nueva distinción. ¿Cuáles
palabras terminan en –α pura y cuáles en –α impura?
Terminan en –α pura: 1), 4), 5), 7), 8). Terminan en –α impura: 2), 6), 9).

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Precisión entre paréntesis, prescindible en este momento para poder declinar correctamente una
palabra:
Esta exposición del asunto es en realidad una simplificación, de acuerdo a una finalidad
práctica. Para ser más precisos deberíamos distinguir, primero, entre las palabras tal como aparecen
escritas en la lista anterior, concretamente los nominativos de las palabras, y el tema de las palabras.
El tema es, si se quiere, una abstracción, previa a la realización de la palabra –aunque el
término ‘tema’ es ambiguo, diciéndose en dos sentidos diferentes. Sé que esto será todavía algo oscuro;
en este momento, es mayormente innecesario elaborar. Cuando estudiemos la tercera declinación, el
asunto será no sólo ya totalmente relevante sino también mucho más fácil de entender.
El tema es aquello a que se unen las desinencias.
Importa a su vez notar que la distinción entre tema y desinencia no es la misma que aquella
entre parte invariable de la palabra y parte variable de la palabra (= terminación), pues esta última
distinción refiere, en los dos casos, a partes de la palabra concreta, realizada, pero dijimos que el
concepto de tema refiere a una abstracción, anterior a que las partes componentes de la palabra sufran
las modificaciones que sufrirán al unirse para formar un caso, como el nominativo.
Por ejemplo, en la palabra λόγος (cuya declinación, 2da, estudiaremos más adelante), el tema
es λογο-, y la desinencia es –ς. Sin embargo, la parte invariable de esa palabra es λογ-, y la parte
variable (no exactamente lo mismo que la desinencia) es –ος. Podríamos decir que la distinción tema /
desinencia refiere a lo abstracto, y la distinción parte invariable / terminación refiere a lo concreto. En
este momento nos interesarán más que nada las terminaciones, y no tanto las desinencias, que sí
comenzarán a ocuparnos luego.
Volviendo a nuestra primera declinación: la cuestión es que todas las palabras de la primera
declinación tienen un tema en –α. No sólo, por ejemplo, una palabra como la 2), δόξα, sino también, por
ejemplo, la palabra 3), τέχνη, cuyo tema es [τεχνα-] (escribiremos de aquí en más los temas entre
paréntesis rectos; noten que los temas no llevan acento). τέχνη es, concretamente, el caso nominativo
de la palabra, en dialecto ático. En el nominativo ya hay una unión de tema y de desinencia (sólo que no
la vemos con la mayor claridad, y no estamos en condiciones, todavía, de adentrarnos en eso).
Asimismo el tema de γνώμη es [γνωμα-].
Entonces el tema de todas las palabras de primera declinación termina en –α (dicho más
rápidamente, el tema “es en –α”), y la distinción entre –α pura e impura pertenece a la consideración
del tema de las palabras más propiamente que a la del nominativo (no así la denominación de ‘puras’ e
‘impuras’). De modo que la distinción entre –α pura y –α impura puede aplicarse a todas las palabras de
la lista, aun a aquellas que allí aparecen escritas con –η (pues, repetimos, lo que aparece escrito es
concretamente el nominativo de cada una de esas palabras).
Si observa una vez más la lista de palabras, atendiendo ahora al hecho recién remarcado,
notará que todas las palabras (es decir, los nominativos) que terminan en –η tienen un tema en –α
impura. τέχνη tiene un tema [τεχνα-], cuya –α final es precedida de –ν–; κεφαλή tiene un tema [κεγαλα-
], donde la –α final del tema es precedida de –λ–, es decir, de otras letras que no –ρ–, –ι–, ni –ε–. Etc.
Visto de otro modo, todo tema en –α pura tiene un nominativo en –α.
Las palabras cuyo tema termine en –α impura larga tendrán un nominativo en –η; las palabras
cuyo tema termine en –α impura breve tendrán un nominativo en –α breve. Corolario, que sí tiene
importancia práctica: una palabra que en nominativo termina en –α impura, como δόξα, termina en –α
breve.
Más esquemáticamente:
Tema en -ᾱ pura: nom. en -ᾱ
Tema en -ᾰ pura: nom. en -ᾰ
Tema en -ᾱ impura: nom. en -η
Tema en -ᾰ impura: nom. en -ᾰ

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¿Por qué son importantes las dos distinciones que introdujimos? Porque dentro del
conjunto de sustantivos femeninos de primera declinación, no todas las palabras se
declinan exactamente igual, sino que hay tres tipos diferentes. La palabra ἡμέρα no se
declina exactamente igual que la palabra δόξα, es decir, no tienen siempre las mismas
terminaciones, porque pertenecen a dos tipos distintos.
Buscamos en un diccionario una palabra cualquiera de la lista anterior. La
palabra ἡμέρα, por ejemplo. El comienzo del artículo dirá algo así: “ἡμέρα, -ας (ἡ)”.
Decimos que ese es el enunciado del sustantivo. El enunciado de un sustantivo tiene
tres elementos: primero, el nominativo; segundo, la terminación del caso genitivo;
tercero, a menudo entre paréntesis, el artículo, que no hace más que indicarnos el
género del sustantivo (si la palabra que buscamos es masculina, por ejemplo, el
diccionario aclarará el género anotando el artículo “ὁ”).
Buscamos luego en el diccionario la palabra δόξα, y encontramos ahora “δόξα, -
ης (ἡ)”. Vemos entonces que, aunque los nominativos de ambas lucen semejantes, la
terminación de genitivo de esta palabra es diferente a la terminación de genitivo de la
palabra anterior, lo que nos indica no sólo el hecho de que las dos palabras que hemos
buscado pertenecen a distintos tipos dentro de la primera declinación sino además el
tipo al que cada una pertenece.

Podemos representar los tres tipos con las tres palabras siguientes (indicando, luego
de cada nominativo, la terminación de genitivo):
ἡμέρα, -ας // δόξα, -ης // τέχνη, -ης

Sabremos a cuál de los tres tipos pertenece un sustantivo de primera declinación (y,
antes que eso, sabremos que se trata de un sustantivo de primera declinación)
considerando la combinación de estos elementos: terminación de nominativo y
terminación de genitivo. Podemos pensar estos dos parámetros como dos puntos en
un plano que son suficientes para definir la dirección de una línea. Ninguno de los dos
es suficiente por sí solo: se precisa la combinación de ambos.

Todos los sustantivos femeninos de primera declinación que veremos se declinarán


igual que uno de esos tres. Que se declinarán igual quiere decir que se declinarán con
un idéntico conjunto de terminaciones.

Antes de ver los conjuntos de terminaciones de cada uno de los tres tipos, veamos la
declinación del artículo femenino (que se declina también). Esto es lo primero que hay
que memorizar. Por la estrecha semejanza que, se verá, hay entre la declinación del
artículo y las distintas terminaciones de cada uno de los casos de la declinación, el
artículo constituye una guía utilísima. Recomiendo enfáticamente memorizar antes

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que nada el artículo, y luego memorizar las relaciones que existen entre las distintas
formas casuales (= nom., voc., etc.) del artículo y las terminaciones del sustantivo.

Artículo femenino:

SINGULAR
Nominativo: ἡ
Vocativo: (ὦ)
Genitivo: τῆς
Dativo: τῇ
Acusativo: τήν

PLURAL
Nominativo: αἱ
Vocativo: (ὦ)
Genitivo: τῶν
Dativo: ταῖς
Acusativo: τάς

Observaciones:

 El nominativo, tanto singular como plural, tiene espíritu áspero, y no lleva


acento (es proclítico, apoya su acentuación en la palabra que le sigue).
 No hay en realidad un artículo en caso vocativo. Como en las declinaciones
solemos anotar el artículo para indicar de qué caso se trata, escribimos, en
lugar del inexistente vocativo del artículo, la interjección ὦ (con espíritu suave
y acento circunflejo), que podemos traducir por “oh”. Como las interjecciones
son palabras invariables, lo mismo escribiremos en el singular y en el plural.
 El artículo en acusativo singular, así como en acusativo plural, tiene un acento
agudo. Como el artículo suele ir seguido de una palabra acentuada, casi
siempre ese acento agudo se convertirá en grave.

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TERMINACIONES de los tres tipos de femeninos de primera declinación:

SINGULAR –α impura larga –α impura breve –α pura


Nom.: -η -α -α
Voc.: -η -α -α
Gen.: -ης -ης -ας
Dat.: -ῃ -ῃ -ᾳ
Acus.: -ην -αν -αν
PLURAL
Nom.: -αι -αι -αι
Voc.: -αι -αι -αι
Gen.: -ων -ων -ων
Dat.: -αις -αις -αις
Acus.: -ας -ας -ας

Observaciones:

 En el plural, los tres tipos tienen idénticas terminaciones. O, dicho de otro


modo, en el plural hay un solo tipo. Las diferencias están únicamente en el
singular.
 Note que las palabras con nominativo en –η conservan la –η– en todas las
terminaciones del singular. Las palabras con nominativo en –α pura conservan
la –α– en todos los casos del singular (de ahí la denominación de ‘pura’). Las
palabras con nominativo en –α impura se manchan de –η– en genitivo y dativo
singular (casos en que la terminación es idéntica a la del primer tipo). Por lo
tanto la columna del medio puede verse como una combinación de las dos
columnas de los extremos.
 Note bien que las terminaciones del dativo singular tienen una iota suscrita
(como el dat. sing. del artículo).
 Note que la terminación de genitivo singular de las palabras con –α pura es
idéntica a la de acusativo plural. A menudo una diferencia de acentuación entre
los dos casos nos permitirá desambiguar.
 IMPORTANTE: Como anticipamos en la oscura explicación parentética, si un
nominativo femenino de primera declinación termina en –α y antes de esa –α

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hay cualquier letra que no sea -ρ-, -ι-, -ε-, necesariamente la –α del nominativo
es breve. En cambio, si el nominativo es en –α pura, no sabemos en principio si
esa –α es larga o breve (salvo que lo deduzcamos por la acentuación).

(Dije que la declinación del artículo, si se la asimila primero, constituye una guía
utilísima para asimilar las terminaciones de los casos. Note las similitudes en el
ejemplo que sigue, sobre todo en la primera columna –aunque también en las otras.
No preste atención todavía a los acentos del sustantivo. Los escribo porque van, pero
nos concentraremos en la acentuación de la primera declinación en otro documento.)

Ejemplos:

Nom. ἡ τέχνη ἡ δόξα ἡ ἡμέρα


Voc. ὦ τέχνη ὦ δόξα ὦ ἡμέρα
Gen. τῆς τέχνης τῆς δόξης τῆς ἡμέρας
Dat. τῇ τέχνῃ τῇ δόξῃ τῇ ἡμέρᾳ
Acus. τὴν τέχνην τὴν δόξαν τὴν ἡμέραν

Nom. αἱ τέχναι αἱ δόξαι αἱ ἡμέραι


Voc. ὦ τέχναι ὦ δόξαι ὦ ἡμέραι
Gen. τῶν τεχνῶν τῶν δοξῶν τῶν ἡμερῶν
Dat. ταῖς τέχναις ταῖς δόξαις ταῖς ἡμέραις
Acus. τὰς τέχνας τὰς δόξας τὰς ἡμέρας

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