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FHCE, UdelaR
Joaquín Flores
Primera declinación
Sustantivos femeninos
Partamos de una serie de sustantivos femeninos –cada uno precedido del artículo
definido– más o menos representativa del conjunto:
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Efectivamente, hay sólo unas pocas terminaciones posibles. A primera vista,
dos: -α y –η. Dijimos que esta serie es representativa; concluimos, pues, que los
sustantivos femeninos de primera declinación pueden terminar en -α o en –η.
Ahora bien, importa precisar esa primera observación haciendo dos
distinciones relevantes.
Sabemos, por un lado, que la –η– es siempre larga, y sabemos, también, que la –α–
puede ser ya larga, ya breve. Vuelva a examinar ahora la serie anterior, caso a caso,
atendiendo a la cantidad (i.e. si es larga o breve) de la –α final.
Seguramente observó que de las palabras que terminan en –α, algunas
terminan en –α larga y otras en –α breve. ¿Cómo supo la cantidad de esas vocales
finales? Seguramente observando la acentuación. En la palabra 4), tal vez notó que la –
α es larga, porque si fuera breve, el acento en la penúltima sílaba sería circunflejo (si
no, vea el documento Principios generales de acentuación). En la palabra 5), en cambio,
tal vez notó que la –α es breve, porque si fuera larga, el acento no podría estar en la
antepenúltima sílaba, donde está. Por razonamientos de este tipo se concluye que la
palabra 6) termina en –α breve, así como la 9). En otros casos, como el 7) y el 8),
razonamientos de este tipo no nos sirven para saber si la –α es larga o breve, y en
cuanto a la palabra 2), necesitamos de la próxima distinción para saberlo.
De las palabras que terminan en –α, algunas terminan en –α pura y otras terminan en
–α impura. Llamamos –α pura a aquella –α final que es precedida de una de estas tres
letras (o, dicho de otra forma, de alguno de los sonidos representados por esas letras):
-ρ-, -ι-, -ε- (memorícelas; piense por ejemplo en ‘ríe’). Llamamos –α impura, en cambio,
a aquella –α final que es precedida de cualquier otra letra (o sonido) que no esas tres.
(El motivo de las denominaciones ‘pura’ e ‘impura’ quedará claro luego.) Ahora vuelva
a examinar la serie anterior de palabras atendiendo a esta nueva distinción. ¿Cuáles
palabras terminan en –α pura y cuáles en –α impura?
Terminan en –α pura: 1), 4), 5), 7), 8). Terminan en –α impura: 2), 6), 9).
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Precisión entre paréntesis, prescindible en este momento para poder declinar correctamente una
palabra:
Esta exposición del asunto es en realidad una simplificación, de acuerdo a una finalidad
práctica. Para ser más precisos deberíamos distinguir, primero, entre las palabras tal como aparecen
escritas en la lista anterior, concretamente los nominativos de las palabras, y el tema de las palabras.
El tema es, si se quiere, una abstracción, previa a la realización de la palabra –aunque el
término ‘tema’ es ambiguo, diciéndose en dos sentidos diferentes. Sé que esto será todavía algo oscuro;
en este momento, es mayormente innecesario elaborar. Cuando estudiemos la tercera declinación, el
asunto será no sólo ya totalmente relevante sino también mucho más fácil de entender.
El tema es aquello a que se unen las desinencias.
Importa a su vez notar que la distinción entre tema y desinencia no es la misma que aquella
entre parte invariable de la palabra y parte variable de la palabra (= terminación), pues esta última
distinción refiere, en los dos casos, a partes de la palabra concreta, realizada, pero dijimos que el
concepto de tema refiere a una abstracción, anterior a que las partes componentes de la palabra sufran
las modificaciones que sufrirán al unirse para formar un caso, como el nominativo.
Por ejemplo, en la palabra λόγος (cuya declinación, 2da, estudiaremos más adelante), el tema
es λογο-, y la desinencia es –ς. Sin embargo, la parte invariable de esa palabra es λογ-, y la parte
variable (no exactamente lo mismo que la desinencia) es –ος. Podríamos decir que la distinción tema /
desinencia refiere a lo abstracto, y la distinción parte invariable / terminación refiere a lo concreto. En
este momento nos interesarán más que nada las terminaciones, y no tanto las desinencias, que sí
comenzarán a ocuparnos luego.
Volviendo a nuestra primera declinación: la cuestión es que todas las palabras de la primera
declinación tienen un tema en –α. No sólo, por ejemplo, una palabra como la 2), δόξα, sino también, por
ejemplo, la palabra 3), τέχνη, cuyo tema es [τεχνα-] (escribiremos de aquí en más los temas entre
paréntesis rectos; noten que los temas no llevan acento). τέχνη es, concretamente, el caso nominativo
de la palabra, en dialecto ático. En el nominativo ya hay una unión de tema y de desinencia (sólo que no
la vemos con la mayor claridad, y no estamos en condiciones, todavía, de adentrarnos en eso).
Asimismo el tema de γνώμη es [γνωμα-].
Entonces el tema de todas las palabras de primera declinación termina en –α (dicho más
rápidamente, el tema “es en –α”), y la distinción entre –α pura e impura pertenece a la consideración
del tema de las palabras más propiamente que a la del nominativo (no así la denominación de ‘puras’ e
‘impuras’). De modo que la distinción entre –α pura y –α impura puede aplicarse a todas las palabras de
la lista, aun a aquellas que allí aparecen escritas con –η (pues, repetimos, lo que aparece escrito es
concretamente el nominativo de cada una de esas palabras).
Si observa una vez más la lista de palabras, atendiendo ahora al hecho recién remarcado,
notará que todas las palabras (es decir, los nominativos) que terminan en –η tienen un tema en –α
impura. τέχνη tiene un tema [τεχνα-], cuya –α final es precedida de –ν–; κεφαλή tiene un tema [κεγαλα-
], donde la –α final del tema es precedida de –λ–, es decir, de otras letras que no –ρ–, –ι–, ni –ε–. Etc.
Visto de otro modo, todo tema en –α pura tiene un nominativo en –α.
Las palabras cuyo tema termine en –α impura larga tendrán un nominativo en –η; las palabras
cuyo tema termine en –α impura breve tendrán un nominativo en –α breve. Corolario, que sí tiene
importancia práctica: una palabra que en nominativo termina en –α impura, como δόξα, termina en –α
breve.
Más esquemáticamente:
Tema en -ᾱ pura: nom. en -ᾱ
Tema en -ᾰ pura: nom. en -ᾰ
Tema en -ᾱ impura: nom. en -η
Tema en -ᾰ impura: nom. en -ᾰ
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¿Por qué son importantes las dos distinciones que introdujimos? Porque dentro del
conjunto de sustantivos femeninos de primera declinación, no todas las palabras se
declinan exactamente igual, sino que hay tres tipos diferentes. La palabra ἡμέρα no se
declina exactamente igual que la palabra δόξα, es decir, no tienen siempre las mismas
terminaciones, porque pertenecen a dos tipos distintos.
Buscamos en un diccionario una palabra cualquiera de la lista anterior. La
palabra ἡμέρα, por ejemplo. El comienzo del artículo dirá algo así: “ἡμέρα, -ας (ἡ)”.
Decimos que ese es el enunciado del sustantivo. El enunciado de un sustantivo tiene
tres elementos: primero, el nominativo; segundo, la terminación del caso genitivo;
tercero, a menudo entre paréntesis, el artículo, que no hace más que indicarnos el
género del sustantivo (si la palabra que buscamos es masculina, por ejemplo, el
diccionario aclarará el género anotando el artículo “ὁ”).
Buscamos luego en el diccionario la palabra δόξα, y encontramos ahora “δόξα, -
ης (ἡ)”. Vemos entonces que, aunque los nominativos de ambas lucen semejantes, la
terminación de genitivo de esta palabra es diferente a la terminación de genitivo de la
palabra anterior, lo que nos indica no sólo el hecho de que las dos palabras que hemos
buscado pertenecen a distintos tipos dentro de la primera declinación sino además el
tipo al que cada una pertenece.
Podemos representar los tres tipos con las tres palabras siguientes (indicando, luego
de cada nominativo, la terminación de genitivo):
ἡμέρα, -ας // δόξα, -ης // τέχνη, -ης
Sabremos a cuál de los tres tipos pertenece un sustantivo de primera declinación (y,
antes que eso, sabremos que se trata de un sustantivo de primera declinación)
considerando la combinación de estos elementos: terminación de nominativo y
terminación de genitivo. Podemos pensar estos dos parámetros como dos puntos en
un plano que son suficientes para definir la dirección de una línea. Ninguno de los dos
es suficiente por sí solo: se precisa la combinación de ambos.
Antes de ver los conjuntos de terminaciones de cada uno de los tres tipos, veamos la
declinación del artículo femenino (que se declina también). Esto es lo primero que hay
que memorizar. Por la estrecha semejanza que, se verá, hay entre la declinación del
artículo y las distintas terminaciones de cada uno de los casos de la declinación, el
artículo constituye una guía utilísima. Recomiendo enfáticamente memorizar antes
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que nada el artículo, y luego memorizar las relaciones que existen entre las distintas
formas casuales (= nom., voc., etc.) del artículo y las terminaciones del sustantivo.
Artículo femenino:
SINGULAR
Nominativo: ἡ
Vocativo: (ὦ)
Genitivo: τῆς
Dativo: τῇ
Acusativo: τήν
PLURAL
Nominativo: αἱ
Vocativo: (ὦ)
Genitivo: τῶν
Dativo: ταῖς
Acusativo: τάς
Observaciones:
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TERMINACIONES de los tres tipos de femeninos de primera declinación:
Observaciones:
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hay cualquier letra que no sea -ρ-, -ι-, -ε-, necesariamente la –α del nominativo
es breve. En cambio, si el nominativo es en –α pura, no sabemos en principio si
esa –α es larga o breve (salvo que lo deduzcamos por la acentuación).
(Dije que la declinación del artículo, si se la asimila primero, constituye una guía
utilísima para asimilar las terminaciones de los casos. Note las similitudes en el
ejemplo que sigue, sobre todo en la primera columna –aunque también en las otras.
No preste atención todavía a los acentos del sustantivo. Los escribo porque van, pero
nos concentraremos en la acentuación de la primera declinación en otro documento.)
Ejemplos: