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Pablo Rubén
Rubén Koval
Primera edición
edición 2016.
2016.
Buenos Aires, Argentina.
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Tapa del libro:
“Divinas proporciones” acrílico de Marta Virginia Cella, 2011.
https://www.facebook.com/marta.cella.585?fref=ts
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PREFACIO
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catalogadas por la Medicina Clásica no son más que un cambio en la
combinación de esos signos y síntomas, en su modo, en su representación.
He incorporado trabajos originales de Oscar Godoy Beaudout,
Kinesiólogo y Terapeuta Neural y de Carlos Muñoz Abello, Odontólogo
Neurofocal que gentilmente aceparon publicarlos en este libro. He publicado
también la traducción de unos escritos del Odontólogo Neurofocal australiano
Robert Gammal, tomados del sitio naturaltherapycenter.com/dangers-of-root-
canals. A modo de cierre publico un escrito de la Dra. Sandra Payán Gómez,
que con su ímpetu lleva a la Terapia Neural a su máxima expresión. Es un
deseo de ella que comparto. Algún día será así.
El Dr. Pablo Rubén Koval nació en 1951, egresó del Colegio Nacional
de Buenos Aires en 1969, estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad
de Buenos Aires donde obtuvo los títulos de Médico en 1975 y de Médico
Especialista en Anestesiología en 1982. En 2000 obtuvo el título de Médico
Geriatra y Gerontólogo. Completó su formación en Centros Médicos de
diversos países: Ranbam University Hospital, Haifa, Israel; Hospital Clínico de
Barcelona, Barcelona, España; Pain Research and Education Foundation of
Western Australia, Perth, Australia; Multidisciplinary Pain Clinic, University of
Washington, Seattle, Estados Unidos de América; Dr. Gunn Pain Clinic,
Vancouver, Canadá; Dr. Heberth García Rincón, Bucaramanga, Colombia.
Autor de numerosos trabajos sobre el dolor publicados en revistas
médicas de oncología, geriatría, dolor y anestesiología. Autor del libro:
"Medicina para el Ser Singular con Dolor Persistente u Otros Problemas
Complejos. Fundamentos para la Terapia Neural Moderna", 2011. Traducido al
inglés con el título "Neural Therapy & Self-Organization. From Pain Genesis to
Pain Relief. Foundations and Practice." y al portugués con el título "Medicina
para o Ser Singular com Dor Persistente ou Outros Problemas Complexos.
Fundamentos para a Terapia Neural Moderna."
Desde 1983 está dedicado exclusivamente al estudio y tratamiento de
problemas de salud complejos, persistentes.
Es Miembro Titular de la Asociación Argentina de Anestesiología,
Analgesia y Reanimación.
drpablokoval@gmail.com
www.dolor-pain.com
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Agradecimientos
A mis maestros
Dr. Julio Saiach quien me acercó a los autores rusos de principios del siglo XX,
Speransky y Vischñevsky, y a observar los beneficios terapéuticos del
clorhidrato la lidocaína inyectado por vía endovenosa.
Dr. Julio César Payán de la Roche quien con sus concepciones filosóficas me
ayudó a expandir mi forma de pensar.
Dr. Heberth García Rincón quien me permitió acceder a las sutilezas de la
Terapia Neural.
Dedico este libro a los pacientes que tanto me han enseñado y a los
profesionales jóvenes así como a los ya formados que, espero, continúen y
profundicen los conceptos aquí vertidos.
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ÍNDICE GENERAL
FUNDAMENTOS y FILOSOFÍA
TEMA NOTA
7
Lo que paraliza la acción del médico. 35
Restitución de la salud tras el estímulo irritativo. 36
Creación de áreas parabióticas tras el estímulo irritativo. 37
Los campos interferentes son áreas parabióticas. 38
Campo interferente. Definición invertida. 39
Posibles campos interferentes. 40
Campos interferentes de origen emocional. 41
Abuso en la infancia como factor irritativo. Caso clínico. 42
Campos interferentes. Otras consideraciones. 43
¿Segmentario o campo interferente? 44
¿Cuántos campos interferentes intervienen en un proceso
patológico dado? 45
El factor desencadenante o “segundo” golpe. 46
Los gigantes de la geriatría. 47
El factor desencadenante y los juicios por mala praxis. 48
Foco odontológico irritativo neural. 49
Listado de factores irritativos de origen odontológico. 50
El tratamiento de conducto. 51
Apicectomía y relleno retrógrado de la raíz. 52
Pulpotomía. 53
Tratamiento de dientes desvitalizados. 54
Terceros molares. 55
La persona edéntula también debería ser evaluada con una
radiografía panorámica dental. Casos clínicos. 56
Posoperatorio odontológico. Caso clínico. 57
Prueba dental de Huneke positiva. Caso clínico. 58
Prueba dental de Huneke negativa. Casos clínicos. 59
Reacción tras la prueba de Huneke. 60
Evaluación manual. Técnica de Oscar Godoy Beaudout 61
El efecto de los metales. 62
Galvanismo bucal, su medición y relación
con el dolor persistente. 63
Reflexología dental. Descodificación dental. 64
Cuando los “cables se cruzan” los esquemas rígidos dejan de
tener valor. Casos clínicos. 65
Resolución de focos interferentes odontológicos.
Caso clínico 66
La unidad odontológica es el odontón. Caso clínico. 67
Cuando el problema supera al odontón. Caso clínico. 68
Cicatrices y campos interferentes. 69
Teoría General sobre la génesis y el mantenimiento de
problemas de salud persistentes. 70
Corolario de la Teoría General. 71
Dolor crónico. El pensamiento de la Medicina Clásica. 72
¿Dolor crónico o dolor persistente? 73
La nocicepción. 74
El sistema natural para no percibir dolor 75
8
Génesis del dolor agudo. 76
Teoría sobre la génesis y el mantenimiento del dolor persistente.
Nociceptivo-neuropático. Original del autor. 77
Dolor y psiquismo. 78
El tono psíquico alterado y la Terapia Neural. 79
Pensamiento, sentimiento, emoción. 80
No hay enfermedades, hay enfermos.
Singularidad e Historia de vida. 81
¿Qué es salud? ¿Qué es enfermedad? 82
Los procesos patológicos, y el sistema nervioso. 83
El sistema nervioso y su papel en la comunicación. 84
El sistema nervioso y sus divisiones. 85
Los aportes de Speransky y la Terapia Neural. 86
Problemas agudos o de urgencia. 87
Infección e inflamación agudas. 88
La evaluación de la parte y la totalidad. 89
El diagnóstico. 90
Ficha digital de historia de vida. 91
La búsqueda de campos interferentes y la historia de vida. 92
El proceso de la enfermedad y la historia de vida.
Comprobación empírica. Caso clínico. 93
La investigación clínica científica y la historia de vida. 94
El motivo de consulta. 95
El arte de obtener información útil de la historia de vida. 96
Los estudios convencionales y el diagnóstico. 97
La relación humana entre el terapeuta, el enfermo y
muchas veces su familia. 98
La relación médico-paciente en la Medicina Clásica. 99
La denominación de los procesos patológicos. 100
Compartiendo la filosofía homeopática. 101
¿Cómo abrir el diálogo con el sistema nervioso? 102
¿Y cuando no hay respuesta, qué hacer? 103
La supervivencia. La muerte. 104
Medicina impositiva. Medicina facilitadora. 105
Vicariación progresiva. 106
Vicariación regresiva. Caso clínico. 107
9
Neuralgia del ciático. Neuralgia del crural. Meralgia parestésica. 115
Dolor persistente y otras secuelas tras cirugía o traumatismo. 116
Cirugía del dolor.
Cirugía y generación de campos interferentes. 117
Distonía neurovegetativa o neurodistonía. 118
Distrofia simpática refleja. Enfermedad de Sudeck.
Síndrome doloroso complejo regional. 119
Hombro doloroso. Hombro congelado. 120
Tendinitis. Bursitis. Periostitis. 121
Dolor en el talón (talalgia) y/o planta del pie (fascitis). 122
Dolor de rodilla y problemas asociados. 123
Escoliosis. 124
Dolor muscular. Dolor tensional. 125
La disfunción de la unión neuromuscular. 126
Características de los puntos gatillo. 127
Modulación neuromuscular. Técnica. 128
Del síntoma al músculo comprometido. Listado orientativo. 129
Fibromialgia: Listado de síntomas. 130
Fibromialgia: una enfermedad inventada y aceptada por la
ignorancia médica. 131
Fatiga crónica. Cansancio persistente. 132
Dolor lumbar. 133
Hernia de disco. 134
Fracaso de la cirugía de columna. Caso clínico. 135
Herpes zóster. Neuralgia post-herpética. Casos clínicos. 136
Herpes labial. Herpes genital. 137
Cefaleas. Caso clínico. 138
Cervicalgia. Rectificación cervical. Casos clínicos. 139
Mareo, vértigo, caídas. Síndrome de Menière. Laberintitis. 140
Neuralgias de la cara y boca. 141
Neuralgia del occipital. Neuralgia de Arnold. 142
Problemas del ojo. 143
Otorrinolaringología: Dolor y otros síntomas. 144
Osteopenia. Osteoporosis. 145
Pie diabético. Pie arterial. Casos clínicos. 146
Dolor por amputación. 147
Problemas de la piel, pelo, uñas y mucosas. 148
Quemados graves. 149
Revitalización. 150
Epilepsia. Ausencias. 151
Órganos internos, dolor y problemas funcionales. 152
Colon irritable. 153
Constipación. Incontinencia fecal. 154
Problemas cardiovasculares. 155
Edema periférico persistente. 156
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TERAPÉUTICA
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FUNDAMENTOS y FILOSOFÍA
Nota 1:
Los seres humanos no somos el centro del Universo.
13
Nota 2:
Principio de incertidumbre. El observado y el observador.
14
encuentra con la limitación de la incertidumbre. Algo propio e imposible
de modificar de la Naturaleza.
Los profesionales de la salud educados en la rigurosidad del
método científico, que ha permanecido casi incólume durante el último
siglo frente a las investigaciones de la física cuántica que tira por tierra
las concepciones mecanicistas, de relojería, nos encontramos con la
llamativa posibilidad de decir “no sé” frente a las dudas y preguntas de
nuestros pacientes.
-¿Cuál va a ser la respuesta a la aplicación? – No sé.
-¿Cuántas sesiones van a ser necesarias? – No sé.
-¿Me voy a curar?- No sé.
-¿Tendré reacciones? ¿De qué tipo? – No sé.
Por supuesto el “no sé” no es un escudo protector que permite
actuar de cualquier modo. La metodología de indagar en la historia de
vida, de actuar de un modo no iatrogénico, sin imposiciones, sin
estímulos excesivos ni múltiples, ni en lugares y tiempos inadecuados,
da lugar a un “no sé” sin daños adicionales, sin vicariación progresiva. El
respeto a la Naturaleza, -debemos tomar conciencia que los seres
humanos también somos Naturaleza-, le da a ese “no sé” una
connotación de complicidad positiva entre dos seres humanos, el
profesional y el enfermo. Un ser que debiera ser humilde y conocedor
de sus propias limitaciones y otro necesitado de un aliado para
recuperar su salud con conciencia de no poder exigir más de lo que la
Naturaleza puede dar.
La historia de vida, un elemento clave en el diagnóstico y
tratamiento, es relatada por el enfermo (sujeto observado) y escuchada
por el profesional (sujeto observador). A su vez el enfermo hará su
relato en relación al grado de empatía establecida con el profesional y
éste irá guiando el relato con sus propias preguntas surgidas de lo que
el mismo relato va despertando en su propio ser. La importancia de la
participación activa del observador deber ser siempre tenida en cuenta.
Las decisiones terapéuticas del profesional dependerán de todos estos
factores y, por supuesto, muchos más. Y el resultado también, siempre
será incierto.
Los circuitos de retroalimentación positiva determinan que el
organismo vivo se aleje más y más del equilibrio hasta alcanzar el
denominado punto de bifurcación –que en realidad es de multifurcación-
donde se abren numerosos caminos que el organismo elegirá de
acuerdo a sus necesidades e historia de vida. Esta elección del propio
organismo es imposible de predecir y ocurre siempre tras un estímulo
neuralterapéutico adecuado. El arte del profesional actuante es
sumamente importante, si bien la incertidumbre es un hecho, un
tratamiento adecuado no iatrogénico, dará lugar, seguramente, a
mejores resultados.
15
Nota 3:
La maravilla del orden biológico.
16
Nota 4:
¿Cómo se puede comparar al ser vivo con una máquina?
Es un absurdo.
Nota 5:
El ser humano no puede ser fragmentado.
17
También fraccionan los profesionales del campo “alternativo” cuando
hacen hincapié en partes como la mátrix, el meridiano o el campo
interferente. Dicha partición no permite resolver los problemas de salud.
Si un órgano se enferma es porque el ser en su totalidad está
enfermo, lo mismo puede decirse cuando se cura o está sano. Ningún
órgano o estructura se enferma aisladamente. ¿Entonces tiene sentido
tratar al órgano enfermo por separado? No existen enfermedades de tal
o cual órgano, sino enfermedades que se expresan a través de tal o
cual órgano. La lógica sería tratar al ser enfermo para que en su
proceso de curación incluya al órgano en el que se manifiesta el
desorden (la enfermedad). Si eso no fuera suficiente, recién entonces
habrá que tratar la parte afectada.
¿Pero entonces qué ocurre cuando se fractura un hueso, se
infarta el corazón, o se inflama y perfora el apéndice? En las situaciones
agudas es necesario tratar la parte enferma primero, pero siempre
teniendo presente la totalidad. En respuesta a un problema agudo de
salud, ninguna persona evoluciona del mismo modo que el resto de la
humanidad, y eso se debe justamente a que ese órgano o estructura es
parte de una totalidad singular.
Nota 6:
Los estudios estadísticos.
Nota 7:
Los estudios en animales.
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nervioso a nivel molecular, se separa al sistema nervioso de la
“experiencia” dolor, ¡algo tan humano!. Como lo planteé en la Nota 2,
acerca de la incertidumbre, cuanta mayor precisión se logra en las
mediciones del sistema nervioso, menor es el número de neuronas y la
conectividad entre ellas que se encuentran bajo observación. Existe una
gran diferencia entre ensayos clínicos en humanos y estudios
conductuales de nocicepción en animales intactos despiertos. Así como
entre estudios in vivo e in vitro sobre componentes más y más
pequeños del sistema nervioso llegando a canales receptores aislados.
En estos últimos se incrementa la capacidad de hacer mediciones
exactas en un microambiente controlado, pero se pierde capacidad para
mostrar como esas mediciones se relacionan con la respuesta de un
sistema nervioso intacto, vivo.
Nota 8:
Funcionamiento en red.
Nota 9:
Bucles de retroalimentación positiva.
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En determinadas circunstancias, bajo ciertos estímulos o
irritaciones, el sistema, en lugar de tender al equilibrio, tiende a alejarse
más y más de él hasta llegar al umbral de inestabilidad o punto de
bifurcación (en realidad, de “multifurcación”). Dichos puntos representan
un instante en la evolución del sistema en que aparece repentinamente
un desvío por el que dicho sistema se encamina en una nueva
dirección. En el punto de multifurcación, la historia del ser, las
necesidades de ese organismo y el medio determinan qué caminos se
le abren en ese momento, pero la elección que hace es impredecible.
Aparece en ese punto un poderoso elemento de indeterminación e
incertidumbre. De este modo pueden surgir espontáneamente nuevas
estructuras de orden y complejidad más elevadas. Estos circuitos se
denominan bucles de retroalimentación positiva.
Los estímulos de la Terapia Neural habitualmente generan bucles
de retroalimentación positiva con la consiguiente inestabilidad.
Esos puntos de inestabilidad sólo pueden darse en sistemas
abiertos que actúan lejos del equilibrio, como el ser vivo. La aparición de
estas inestabilidades conduce a la creación de nuevas formas de
organización. Esta capacidad creativa de los sistemas vivos permite: la
adaptación, la adquisición de conocimientos, la creación de reflejos
condicionados, la resolución de enfermedades, la curación, así como la
enfermedad o la muerte.
Nota 10:
La aplicación neuralterapéutica puede generar una situación de
inestabilidad por retroalimentación positiva.
20
Nota 11:
¡Cuidado! ¡No despertar al león!
Nota 12:
El león puede ser manso o feroz.
21
Nota 13:
Retroalimentación positiva, un ejemplo clínico.
22
Nota 14:
El león también puede despertarse por iatrogenia.
23
Nota 15:
Flexibilidad y estabilidad.
Nota 16:
La cognición.
Nota 17:
La sabiduría del organismo vivo.
24
Nota 18:
La medicina basada en el estudio de cadáveres.
Nota 19:
Física clásica y física cuántica.
Nota 20:
Los procesos fisiológicos. El sistema nervioso. La enfermedad.
25
transitoria se manifiestan en estructuras globalmente estables muy
diferentes de las tecnológicas (en equilibrio y sólidas).
La idea de proceso es clave para comprender el funcionamiento
de los seres vivos. El flujo incesante de materia y energía, el cambio
continuo de sus componentes, el crecimiento, desarrollo y evolución son
resultado de procesos.
Todos los procesos fisiológicos de un organismo se desarrollan
en relación con la actividad del sistema nervioso.
La enfermedad, constituye una situación cualitativamente nueva
caracterizada por nuevas relaciones del sistema nervioso dentro de su
propia estructura y con el resto del organismo de ese ser.
El organismo hace una enfermedad como parte de un proceso
adaptativo, es una forma de resolver situaciones que le impiden avanzar
en su camino vital. Así como tiene una guía cognitiva para hacer la
enfermedad, tiene también una guía cognitiva para curarse o para
modificarla a través de la creación de un nuevo orden, que por
supuesto, implica un proceso.
Nota 21:
Circuitos de autoorganización biológicamente económicos y
no económicos.
26
Nota 22:
El sistema nervioso rector.
Nota 23:
El tono y el trofismo. Sus alteraciones.
27
distonías, distrofias o cuadros combinados distónico-distróficos que
engloban a la mayoría de las enfermedades descriptas en la literatura
médica clásica.
Alteraciones del sistema nervioso intervienen constantemente en
los trastornos patológicos como la inflamación y la ulceración.
Los procesos nosológicos que presenta el ser humano no pueden
separarse de los trastornos tónico-tróficos que ocurren en el sistema
nervioso. Cualquier interferencia de las funciones tónico-tróficas
naturales puede afectar capacidades orgánicas y psíquicas. La
manifestación clínica puede ser diversa y de magnitud variable en un
área respecto de otra, en una parte del organismo o en su totalidad.
Nota 24:
Compromiso de la actividad tónico-trófica.
Caso clínico:
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Los casos publicados se refieren a personas singulares es decir que no son
comparables a otras personas, ni siquiera cuando sean sumamente parecidas. El
objetivo de publicarlos es hacer hincapié en la forma de pensar, la forma de considerar
la salud y la enfermedad, la forma de trabajar desde la Terapia Neural.
29
intermitente y eliminar la administración de oxibutinina. Comenzó a
sentir el abdomen y los intestinos, y recuperó la función defecatoria
normal. Finalmente pudo llevarse a cabo la extracción de los terceros
molares que se pospuso por razones técnicas de movilidad. Tras la
extracción de las piezas 1.8 y 3.8 mejoró la sensibilidad y el movimiento
en las caderas. Tras la extracción del molar 4.8 mejoraron aún más sus
funciones sensitivas y motoras. Posteriormente hicimos aplicaciones en
las cicatrices de amígdalas y en los ganglios esfenopalatinos. Después
de 5 meses de tratamiento la rehabilitación avanzó en forma acelerada
pudiendo dar pasos con la ayuda de ortesis.
El tratamiento permitió recuperar tejidos parabióticos y funciones
perdidas. El tratamiento de posibles interferencias facilitó la actividad
neural tónico-trófica natural, fundamentalmente la capacidad
reparadora. Llamó la atención la respuesta a la extracción de las muelas
de juicio. En este proceso singular las muelas de juicio evidentemente
constituían focos irritativos que generaban alteración de funciones
tónico-tróficas y que fueron recuperadas teniendo presentes los criterios
teóricos expuestos en este libro.
Este paciente fue para mí una importante enseñanza. Fue el
primero con quien pude comprobar la acción irritativa oculta, en este
caso de los terceros molares. La recuperación inesperada e
“inexplicable” de la actividad medular, severamente dañada, tras las
extracciones, da crédito a la teoría que propongo para explicar el modo
de acción sobre las funciones tónico-tróficas de la Terapia Neural.
Nota 25:
La actividad del sistema nervioso y
los procesos biofísicos y bioquímicos de los tejidos
30
Nota 26:
Estimulación-irritación del sistema nervioso y
los circuitos de autoorganización.
Los seres vivos funcionamos lejos del equilibrio, y por esta razón
un nuevo estímulo, sea nocivo o neuralterapéutico (con fines benéficos),
puede llevar al sistema a un mayor grado de inestabilidad, al extremo de
generar bucles de retroalimentación positiva con sus consabidos puntos
de multifurcación. El organismo en esta situación tiene la posibilidad de
cambiar de rumbo, en la búsqueda de un nuevo orden propio. Una vez
estabilizado, siempre alejado del equilibrio, sigue funcionando con
bucles de retroalimentación negativa.
Estímulos físicos (traumáticos, quirúrgicos), emocionales,
químicos o biológicos pueden constituir irritaciones nocivas para el
sistema nervioso. Tras una irritación, dicho sistema se transforma en un
ente nuevo, establece nuevas relaciones y reacciona a nuevos
estímulos de una manera diferente. A partir de ese momento, puede
iniciarse el proceso a través del cual el organismo hace una
enfermedad. El resultado final de dicho proceso es independiente del
agente irritativo inicial, pues es la reacción del propio sistema nervioso
lo que establece las diferencias y la evolución. Tras la irritación nociva,
en los circuitos autoorganizativos se producen cambios cuali-
cuantitativos. A partir de su condición económica, se tornan
progresivamente menos económicos, lo cual modifica a su vez la
evolución del proceso patológico. Esa distorsión crea un nuevo tipo de
actividad nerviosa que finalmente se manifiesta en la periferia, como
emergencia visible, en la forma de enfermedad con síntomas y signos
El sistema responde con cambios en sus circuitos de
autoorganización y en sus interconexiones (plasticidad neural y
sináptica). Los circuitos de autoorganización constituyen el movimiento
de la vida. Funcionan desde la creación de la primera célula y
desaparecen con la muerte. Durante la vida funcionan
permanentemente tanto en la salud (circuitos biológicamente
económicos en cuanto a la administración de recursos energéticos y a la
generación y acumulación de entropía) como en la enfermedad
(circuitos no económicos y que se van tornando menos económicos).
Corresponde aclarar que los estímulos de Terapia Neural no generan
autoorganización como mal entienden algunos colegas, sino que lo que
hacen es actuar sobre factores interferentes, los modifican, y de ese
modo facilitan (sin imponer un orden o conducta) la recuperación de la
autoorganización biológicamente económica.
31
Nota 27:
Estímulos intensos o estímulos débiles.
Nota 28:
La irritación inicial.
32
destruido para salvar la vida o la función. Resolver el efecto de la
disfunción es el objetivo primordial del tratamiento paliativo.
El concepto de causa-efecto deja de lado el proceso y de ese
modo se olvida que el enfermo no se encuentra virgen de una historia de
vida y que esa historia de vida puede de hecho influir en la situación
actual de emergencia. Así como la historia de vida influye en las
manifestaciones persistentes de alteración de la salud.
Sin embargo, la búsqueda del origen no debería convertirse en la
búsqueda de un punto de partida. La búsqueda de una racionalización
del comienzo de la enfermedad puede conducir a respuestas falsas.
Para comprender la génesis de las enfermedades no alcanza con
indagar en el conocimiento, es necesario reformular el entendimiento.
¿A partir de qué momento el ser inicia su proceso de enfermarse? ¿En
qué consisten los cambios en la interrelación neuronal que inician la
cascada? Estos interrogantes llevan a entender que antes de la
enfermedad no existe un vacío. Antes de que se produzcan los cambios
debe haber una ruptura, una desorganización, un cambio en la forma,
sin retorno y singular. Es decir que en ese inicio ocurre desintegración
de un orden y génesis de otro orden. De este modo no habría un
comienzo absoluto, un comienzo puro, y deja abierto el misterio de lo
desconocido. Habría una situación de proto-enfermedad en la que
ocurriría un evento y una cascada de eventos. La organización y el
orden que caracterizan a una enfermedad se generan a partir del
desequilibrio e inestabilidad de la organización y orden presentes en la
situación de salud.
Esta concepción permite vislumbrar el camino hacia la
recuperación de la salud, es decir el restablecimiento de una
organización y orden biológicamente económico. Para la recuperación
de la salud, el organismo debería recorrer también un camino de
degradación de las relaciones biológicamente no-económicas y de
construcción de un nuevo orden más económico. En uno u otro sentido,
de la salud a la enfermedad y de la enfermedad a la salud, orden,
desorden y potencialidad organizadora deberían pensarse en conjunto,
en forma compleja, tanto en lo que respecta a su antagonismo como a
su complementariedad.
Ya desde el momento en que el sistema nervioso se desarrolla y
comienza a funcionar en el feto, puede recibir estímulos irritativos.
La irritación inicial constituye sólo el impulso del proceso que
luego afecta otras áreas del sistema nervioso y del resto del organismo.
Tras su inicio, el proceso irritativo se desarrolla gradualmente dentro de
la red y crea una nueva combinación de relaciones. La distonía-distrofia,
generada a partir de aquella irritación provoca, además, distorsión de
las relaciones entre los propios elementos nerviosos. Y el resultado es
33
una combinación de nuevas relaciones nerviosas temporarias o
persistentes, modificables o no.
Siguiendo a Speransky, la respuesta refleja negativa al estímulo
intenso está inmersa en una compleja interacción e interrelación con
todos los sistemas reguladores del organismo vivo. A partir de ella
comienza tal o cual proceso patológico, distónico-distrófico ya sea
preponderantemente distónico-funcional (dolor persistente, trastorno de
una función visceral, por ejemplo), o con preponderancia trófico-
estructural: inflamatorio, degenerativo, destructivo o neoformativo.
El proceso puede intensificarse y dar sintomatología, puede
presentar episodios de intensificación para luego volver a un nivel de
latencia, puede desintegrarse, o bien mantenerse latente hasta que un
nuevo estímulo o “segundo golpe” da lugar a síntomas y signos de un
cuadro nosológico.
Es interesante señalar el hecho de que una nueva irritación no
sólo puede dar origen a un nuevo proceso sino que puede determinar la
reactivación de uno anterior (segundo golpe) que hasta ese momento
parecía totalmente extinguido. Esta digresión es muy importante en la
clínica. Es lo que explica las “complicaciones” que pueden ocurrir tras
procedimientos quirúrgicos o traumatismos de cualquier magnitud,
caídas, emociones, vacunas, fármacos, etc.
Tras una irritación del sistema nervioso pueden ocurrir procesos
fisiológicos (beneficiosos) o patológicos (distónicos-distróficos).
Entre los primeros se encuentran los resultantes de una
aplicación neuralterapéutica. Son estímulos fisiológicos pues tienden a
llevar al organismo a un nuevo orden eutónico-eutrófico.
Los patológicos, es decir los generadores de distonia-distrofia
pueden hacer un desarrollo cíclico y terminar en la restauración
completa (bucle de retroalimentación negativa) y no dejar trazas. Otras
veces, los cambios se mantienen en forma latente. O bien puede ocurrir
un desarrollo progresivo, comenzando en la región del segmento
nervioso irritado, para luego, rápidamente, pasar sus límites, y abarcar
otras porciones de la compleja red nerviosa. Si el cuadro sigue un
desarrollo progresivo (circuitos de retroalimentación positiva) puede
culminar en una distonia-distrofia general o incluso en la muerte.
Nota 29:
Otros factores irritativos.
34
introducen en los circuitos de autoorganización a través de ese
mecanismo pueden explicar la importancia de la dieta tanto en el
proceso de hacer una enfermedad como en el de curarse. Es conocida
la acción terapéutica de los alimentos naturales vegetales crudos así
como la acción nociva de los alimentos refinados e industrializados,
aunque hoy el uso masivo de fertilizantes químicos y de la manipulación
genética torna muy difícil la elección para alimentarse bien.
Cabe señalar que los fármacos, los tóxicos químicos y los
venenos naturales ejercen también actividad electromagnética y pueden
afectar a aquéllos circuitos mediante este mecanismo.
Otros factores irritativos son los provenientes de otras fuentes
externas como electromagnetismo, radioactividad, metales pesados.
Nota 30:
Evolución de la irritación inicial.
35
Nota 31:
La enfermedad es siempre un proceso complejo.
Nota 32:
Problemas de salud persistentes.
36
Ese proceso y la multiplicidad de factores que intervienen en la
generación de problemas persistentes de salud hacen que las
relaciones anatómicas, neurológicas, estructurales entre la causa y la
manifestación clínica se desdibujen. Es por eso que lo común es que la
causa no esté en donde duele o en donde se manifiesta la enfermedad,
sino que hay que buscarla siguiendo el proceso generador pero, en
sentido inverso.
Nota 33:
Para los problemas persistentes de salud
el diagnóstico ortodoxo deja de tener sentido.
Nota 34:
Para ejercer la Terapia Neural es indispensable cambiar
la forma de pensar la salud y la enfermedad.
37
Nota 35:
Lo que paraliza la acción del médico.
Nota 36:
Restitución de la salud tras el estímulo irritativo.
38
Nota 37:
Creación de áreas parabióticas tras el estímulo irritativo.
Nota 38:
Los campos interferentes son áreas parabióticas.
39
Nota 39:
Campo interferente. Definición invertida.
Nota 40:
Posibles campos interferentes.
40
Nota 41:
Campos interferentes de origen emocional.
Nota 42:
Abuso en la infancia como factor irritativo.
Caso clínico:
En este caso singular la paciente consultó por miedos, dolores
diversos y trastornos auditivos. El miedo era profundo. Todo causaba
miedo. Los médicos, la calle, los tratamientos, la familia, los
41
compañeros de trabajo, etc. Como manifestación más importante de sus
problemas, unos años atrás hizo un cáncer de mama.
Por supuesto sin saber sobre su historia de vida más que lo que
hasta ese momento la paciente había narrado, empezamos tratando
diferentes campos posiblemente interferentes (de a uno) y esperamos
un cambio en alguna de las manifestaciones sintomáticas o un "salto de
campo". El primer cambio fue una gran movilización interna. Mucho
nerviosismo e insomnio. En el relato aparecieron los conflictos familiares
actuales. Esta movilización le permitió ir reconociendo problemas
ocultados. Al cabo de un par de semanas empezó a manifestar
trastornos intestinales bajos. Deposiciones frecuentes, mucosas y
sanguinolentas. En una oportunidad ya había tenido esos síntomas y
cedieron con una medicación que le dio un profesional. ("¿Dr. tendré
colitis ulcerosa, mi abuelo tuvo colitis ulcerosa?" como expresión de sus
miedos). Fue a la guardia y le indicaron antibióticos. Siguiendo mis
consejos no los tomó. ("No, no es colitis ulcerosa, es que su organismo
está eliminando algo que le molesta"). Este estado se mantuvo varios
días. Estaba muy alterada por esta manifestación. Una noche entera no
pudo dormir por las molestias.
A la mañana siguiente tomó el teléfono, llamó a su primo 15 años
mayor y lo insultó con todas sus fuerzas alimentadas por sus recuerdos
infantiles que habían permanecido en la oscuridad. Al día siguiente las
manifestaciones rectales cedieron por completo y su estado anímico
sufrió un importante cambio positivo. La toma de conciencia le permitió
participar activamente en su propio proceso curativo.
Nota 43:
Campos interferentes. Otras consideraciones.
42
Como señalé en la Nota 38, el campo interferente no es la
enfermedad ni su causa original. Sí, es el punto más accesible y
cercano a esa causa. Por esa razón, su tratamiento genera las
respuestas que se observan en la clínica.
La capacidad humana es muy limitada y probablemente nunca
podamos conocer el origen primero del problema de salud. Seguirá
siendo un misterio como tantos otros de la Naturaleza.
Un campo interferente puede encontrarse en cualquier parte del
organismo y puede causar manifestaciones clínicas en cualquier parte
de ese organismo, con o sin conexión neuroanatómica.
No toda irritación del sistema nervioso genera un campo
interferente, por lo tanto, no todas las situaciones expuestas más arriba,
en la Nota 40, actúan siempre como campo interferente. No todas las
cicatrices constituyen siempre campos interferentes.
Nota 44:
¿Segmentario o campo interferente?
43
conceptos. Me imagino que en el futuro ocurrirán más aportes y
cambios conservando, por supuesto, los fundamentos.
Ahora bien, llamar Terapia Neural a la sola aplicación de pápulas
en el segmento afectado y no tratar campos interferentes es una
falsedad y afecta íntimamente al enfermo y a la propia Terapia Neural.
Nota 45:
¿Cuántos campos interferentes intervienen en un proceso
patológico dado?
44
Nota 46:
El factor desencadenante o “segundo” golpe.
Nota 47:
Los gigantes de la geriatría.
45
características y, recíprocamente, cualquier anciano que presente
alguna de esas manifestaciones puede tener virtualmente cualquier
patología. Generalmente el factor desencadenante es una internación,
una institucionalización, un traumatismo, un procedimiento diagnóstico o
quirúrgico incluso menor, un proceso infeccioso, una situación
emocional, un cambio de domicilio.
En cambio, para la Terapia Neural la historia de vida es un
elemento clave. Una acción terapéutica delicada y respetuosa, no
agresiva, dando el tiempo suficiente entre aplicación y aplicación para
que el organismo se reordene es fundamental para que el anciano
recupere su salud y su bienestar. El diálogo biológico, comprendiendo
las respuestas orgánicas, escuchando lo que el enfermo siente, hace la
diferencia con el tratamiento sintomático paliativo.
Nota 48:
El factor desencadenante y los juicios por mala praxis.
46
Nota 49:
Foco odontológico irritativo neural.
Nota 50:
Listado de posibles factores irritativos de origen odontológico.
Cicatrices de exodoncias.
Cicatrices de otras intervenciones.
Piezas desvitalizadas por compromiso de la pulpa dentaria.
Granulomas.
Procesos osteíticos residuales.
Quistes.
Odontomas.
Procesos inflamatorio-infecciosos: periodontales, bolsas gingivales;
Piezas en posición anómala: retenidas, semi-retenidas, inclinadas,
superpuestas, supernumerarias.
Terceros molares sanos pero sin espacio propio, o ubicados en la rama
mandibular ascendente.
Piezas embrionarias.
Restos radiculares.
Piezas utilizadas como pilares de puentes.
Metales: implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis.
Endodoncias.
Ortodoncia en adultos.
Trastornos oclusivos.
Los efectos irritativos, interferentes son causados por la totalidad
del odontón. Por esta razón las extracciones muchas veces son
necesarias, pero no suficientes. Luego de la cirugía, lo frecuente es que
sea necesario tratar el tejido restante que suele conservar información
interferente y además ha sido sometido a la irritación quirúrgica.
47
Nota 51:
El Tratamiento de Conducto.
Robert Gammal, 1997.
Traducido de naturaltherapycenter.com/dangers-of-root-canals.
48
tiene sólo una raíz hay más de tres kilómetros de tubería. Esto equivale
a miles de millones de microorganismos en un solo diente. En
comparación con el volumen contenido en los conductos accesorios y en
los túbulos de dentina, la cantidad de gérmenes contenidos en el
conducto radicular principal es en realidad muy pequeña. No es posible
eliminar el tejido blando muerto e infectado de la totalidad del diente.
Cuando se tratan sólo los conductos radiculares principales queda una
enorme cantidad de tejido gangrenoso infectado por microorganismos
anaerobios. La sustancia dura del diente de ninguna manera se asemeja
a una estructura no vital, sino que mantiene un proceso metabólico
activo con la pulpa dental y el periostio dental. La cavidad pulpar y la
superficie externa de la raíz están conectadas entre sí a través de
canales muy finos. Están también conectados a través de fisuras
mesenquimatosas y de capilares del periostio central con el sistema de
canales del hueso mandibular y con sus espacios pulpares y por lo tanto
con el organismo en su totalidad. Este conocimiento ha refutado el
concepto, que ha existido por décadas, acerca de que el diente, tras la
eliminación de la pulpa y del sellado de la cavidad, se convertía en una
estructura aislada no vital que perdía sus transacciones de intercambio
con el resto del organismo. Incluso la conservación más perfecta sólo
llegará a cubrir el tronco intermediario más vertical del sistema de
conductos radiculares. De ninguna manera va a llegar a las ramas
laterales ni a los numerosos canalículos dentales que salen a partir del
canal de la raíz. Incluso después de la preparación más precisa del
canal de la raíz, siempre quedarán proteínas en las áreas adyacentes.
Generalmente estas proteínas están infectadas y desnaturalizadas por
la acción de los materiales de relleno, lo cual da lugar a la formación de
productos tóxicos.
Se demostró, que los canalículos dentales exhiben una
exuberante flora bacteriana. Las toxinas por descomposición producidas
por estos microbios, tras el relleno de la raíz dental, ya no pueden salir
hacia la cavidad oral. Sólo pueden escurrirse a través de la conexión
cruzada y de las ramas no selladas del canal de la raíz, y finalmente,
llegan a los espacios pulpares del hueso mandibular y de ahí a través de
los sistemas fluyentes del organismo. Debido a los procedimientos de
desvitalización y de conservación, el diente se convierte en una "fábrica
de toxina " que daña continuamente al organismo.
La mayoría de las autoridades odontológicas aducen que el
sistema inmunológico corporal se hará cargo de lo que sobra. Esta es
una suposición basada en la fantasía. Si el suministro de sangre del
diente se ha eliminado (que es lo que sucede cuando el conducto
radicular se 'limpia'), las células del sistema inmunológico no pueden
llegar a ese sitio. A menudo, durante o antes de iniciar el tratamiento de
conducto radicular, el dentista administra antibióticos. Esto puede
49
asociarse con una rápida reducción del dolor. Desafortunadamente,
tanto el dentista como el paciente asumen que la infección fue
erradicada. El dolor desaparece porque se produce una reducción en la
presión de todo el extremo de la raíz. Los antibióticos no tienen efecto
sobre los microorganismos que se encuentran dentro del diente que son
la fuente original y continuada de microorganismos y sus toxinas.
Es imposible esterilizar los canales. Los medicamentos y
antibióticos utilizados no penetran en los túbulos dentinarios. Las
bacterias que penetran en los canales y túbulos suelen ser del tipo
"aeróbico" encontrado en la boca. Sin embargo, las bacterias, levaduras
y otros organismos que entran en el diente no mueren cuando el
suministro de oxígeno se reduce (hecho que sucede en el interior del
sistema de conductos radiculares). Sufren lo que se llama cambio
pleomórfico y se convierten en bacterias anaeróbicas. Literalmente
cambian la forma y se convierten en bacterias que no necesitan oxígeno
para vivir. Se sabe ahora que los dientes muertos están por lo general
altamente infectados con bacterias anaerobias gram negativas.
Poblaciones de conductos radiculares infectados durante prolongados
periodos contienen una mezcla de anaerobios estrictos. La inflamación
periapical crónica de bajo grado es la consecuencia que puede
mantenerse durante años. Otros organismos como levaduras, hongos y
"formas de pared celular deficiente" también habitan este tejido. Los
dientes muertos se convierten así en un foco de infección que puede
causar numerosos estados de enfermedad en todo el cuerpo. Las
bacterias anaerobias producen toxinas neurológicas y hemolíticas
sumamente potentes. Una verdadera "fábrica de toxinas".
El alivio del dolor local tras la endodoncia puede constituir lo que
probablemente es una de las mayores paradojas y uno de los errores de
diagnóstico más costosos en cuanto a pérdida de la salud que existen
en la práctica médica y odontológica. La ausencia de reacción local y la
consiguiente destrucción por los productos de la infección, les permite a
bacterias y toxinas pasar al resto del cuerpo irritando y dañando los
tejidos más susceptibles del paciente. La falta de dolor en torno al diente
adquiere el significado de una terapia de conducto exitosa.
Desafortunadamente no permite descartar la posibilidad de severos
efectos a distancia.
Se ha demostrado la relación de disfunción metabólica con
enfermedades dentales. Así como el transporte de todos los materiales,
microorganismos y sus toxinas directamente desde el diente hacia el
cerebro a través de la sangre y a lo largo de fibras nerviosas. Muchos
otros artículos de investigación han demostrado que lo que se pone en
un diente puede ser transportado al resto del organismo. Un tratamiento
de conducto que no establece un foco, no existe.
50
Para el concepto neurofocal las áreas de tejido muerto, el tejido
cicatrizal, cuerpos extraños, tejido quístico y el tejido infectado pueden
interferir con el sistema de regulación del organismo. Llamaron a estas
áreas "focos de interferencia neural". El "foco" es definido por Pichinger
y Kellner como una alteración localizada crónica en el tejido conectivo,
que puede causar las reacciones más diversas fuera de su ambiente
inmediato y, por consiguiente se encuentra en una relación activa
permanente con el sistema inmune local y general. Cualquier
inflamación crónica, cualquier cicatriz, cualquier cambio degenerativo o
cualquier otra alteración pueden, obviamente, satisfacer esta condición.
El foco está incluido en el tejido basal mesenquimatoso y de esa manera
está en contacto directo con el sistema sanguíneo capilar, con los vasos
linfáticos y con el sistema neurovegetativo. Esto establece conexión con
todo el organismo. El campo de interferencia neural crea un
desequilibrio en los mecanismos de regulación del cuerpo, lo cual
incluye el fluido tisular en torno a todas las células del cuerpo. Dientes
muertos e infectados cumplen con todos los requisitos para convertirse
en focos primarios de interferencia neural. El desequilibrio en el sistema
de regulación puede entonces crear o bien potenciar estados de
enfermedad en otras partes del cuerpo, remotas respecto del foco
original. La boca y los dientes son una fuente primaria de infección focal
y de campos de interferencia neural. En ninguna otra parte del cuerpo
se deja tejido muerto de forma rutinaria. Lo único que parece diferenciar
las reacciones individuales es el estado del sistema inmunitario de la
persona y factores genéticos. Por consiguiente otros factores que
pueden reducir la función inmunológica permitirán una reacción más
intensa frente a dientes no vitales, (por ejemplo mercurio de las
amalgamas dentales pueden tener un efecto directo y perjudicial sobre
el sistema inmune).
Nota 52:
Apicectomía y relleno retrógrado de la raíz.
Robert Gammal, 1997.
Traducido de naturaltherapycenter.com/dangers-of-root-canals.
51
amalgama. No hay una sola área de la medicina que tolere la
implantación de amalgama o de mercurio en el hueso. Esto es en
realidad lo que se hace todos los días en odontología. ¡Es equivalente a
un implante de mercurio directamente en el cerebro! Esto no es una
exageración. Muchos investigadores han demostrado que el vapor de
mercurio liberado de la amalgama dental migra a través del paladar y de
las membranas nasales y pasa directamente al cerebro. Si el mercurio
ya está dentro del hueso migrará libremente al cerebro. En pacientes
que han recibido este tratamiento hay que tratar de eliminar toda la
amalgama del hueso. Dependiendo del peligro para la anatomía
circundante, esto no siempre es factible.
Nota 53:
Pulpotomía.
Robert Gammal, 1997.
Traducido de naturaltherapycenter.com/dangers-of-root-canals.
Nota 54:
Tratamiento de dientes desvitalizados.
Robert Gammal, 1997.
Traducido de naturaltherapycenter.com/dangers-of-root-canals.
52
Lamentablemente no hay buenas alternativas para esta situación. El
único tratamiento para el tejido muerto en el cuerpo es eliminarlo. Por lo
tanto, el tratamiento de elección consiste en extraer el diente muerto en
lugar de rellenar su raíz. También es importante eliminar todo el tejido
infectado en torno al diente. Esto por lo general requiere una cirugía
sencilla con acceso al fondo de la cavidad. Si bien esto no suena
atractivo, los resultados suelen serlo, y la cirugía suele ser muy sencilla.
A los dentistas se les enseña a extraer dientes con fórceps y al tejido
infectado dejarlo en la cavidad ósea a cargo de las células del sistema
inmune. Esto a veces sucede. A menudo, sin embargo, el hueso se cura
rodeando al tejido infectado que permanece indefinidamente como un
foco en el hueso. Estas áreas están colonizadas por lo general por
bacterias gram negativas. Se llaman áreas de osteítis o lesiones de
osteonecrosis cavitacional que pueden actuar como focos de infección y
también como focos de irritación neural al igual que los dientes
endodónticos. Esta es la razón principal por la que se utiliza el abordaje
quirúrgico para la mayoría de las extracciones.
La siguiente pregunta obvia es: ¿Cómo llenar el espacio dejado
por la extracción? La solución depende de la ubicación del espacio y del
estado de los dientes adyacentes o de la falta de dientes en la zona. Por
lo general, implica la creación de una especie de puente o prótesis
parcial. Cada persona debe ser evaluada individualmente. No creo que
los implantes de titanio sean una solución adecuada. Las corrientes
eléctricas generadas por estos dispositivos también pueden actuar como
un campo de interferencia neural.
Nota 55:
Terceros molares.
Cefalea y/o dolor cervical recurrentes crónicos en relación con la
presencia de uno o más terceros molares.
Trabajo de mi autoría ganador del premio “Mejor Serie de Casos” en el
Congreso de la Sociedad Argentina de Medicina 2012, Buenos Aires.
53
según nuestra observación, dicho componente puede ser primario para
la rectificación y con el tiempo, primario también para los cambios
tróficos óseos y articulares. La cefalea puede representar el síntoma
nosológico más común en la vida del ser humano. Se sabe que el
parénquima cerebral es insensible a los estímulos dolorosos, no ocurre
lo mismo con las estructuras circundantes, incluyendo vasos sanguíneos
y músculos regionales. Pese al rigor de los estudios científicos aún no
se conocen acabadamente los mecanismos del dolor de cabeza. La
cefalea es un síntoma inespecífico que puede constituir el modo de
presentación de diversas patologías intracraneales y sistémicas que
requieren tratamiento específico. La cefalea crónica o recurrente (sin
anormalidades estructurales subyacentes) puede constituir una causa
de grave discapacidad así como de malestar intolerable. Diferentes
investigadores han contribuido a establecer diferencias clínicas entre las
cefaleas que, a su vez, han permitido conducir a diferentes abordajes
terapéuticos. La investigación de laboratorio ha permitido conocer la
regulación de la vasculatura cerebral, la modulación del dolor y la
biología de los circuitos serotoninérgicos centrales. La clasificación
tradicional de las cefaleas recurrentes más comunes (migrañas y
tensionales) no tiene límites precisos. La cefalea tipo cluster si bien
presenta diferencias clínicas y bioquímicas, puede ser considerada una
variante de la migraña por el componente vascular y su relativa
respuesta a agentes antimigrañosos. La migraña con su carácter de
hemicránea pulsátil, asociada con trastornos digestivos altos y a veces
precedida por manifestaciones visuales o de otro tipo puede
superponerse a un cuadro con contracción de músculos del cuello y del
cráneo que entraría en la clasificación de cefalea tensional. Pacientes
con sintomatología predominantemente de contracción muscular pueden
obtener alivio con agentes farmacológicos vasoactivos y no con
relajantes musculares.
Pese al enorme esfuerzo de investigadores en diferentes áreas, el
problema de las cefaleas crónicamente recurrentes carece de una
solución concluyente, a lo cual se suma la toxicidad de los agentes
farmacológicos que obliga a la interrupción de su administración y los
costos de los tratamientos de por vida. Tampoco los tratamientos
kinesiológicos, farmacológicos y psicológicos logran resolver
definitivamente, en la mayoría de los casos, las cervicalgias que tienden
a cronificarse. Ante este panorama, que se vive en el día a día de la
consulta clínica, y ante la observación de que pacientes que por otras
razones tratados de sus terceros molares mediante exodoncia,
manifestaban cambios en su cefalea o en su cervicalgia, iniciamos este
abordaje diagnóstico-terapéutico. Fue el Dr Ernest Adler quien relacionó
los terceros molares con diferentes patologías regionales y sistémicas.
54
Objetivos del trabajo: Correlacionar la presencia de uno o más
terceros molares, retenidos o no, sintomáticos localmente o no, con la
recurrencia crónica de cefalea y/o dolor cervical. Comprobar la utilidad
terapéutica de las exodoncias de los terceros molares con o sin el
suplemento de la infiltración anestésica del tejido de sostén residual
(cicatrices de las exodoncias) para el tratamiento de dolores de cabeza
y/o del cuello.
Material y Método: Se recolectaron, retrospectivamente, 64
pacientes de entre 18 y 70 años, hombres 37 (58%) de edad promedio
40 años y mujeres 27 (42%) de edad promedio 41 años, que
consultaron por persistencia durante más de 1 año (entre 1 y 32 años –
tiempo promedio de persistencia de los síntomas 6,7 años) de cefalea
y/o dolor cervical (con o sin rectificación cervical) sin respuesta a
tratamientos convencionales farmacológicos, físicos y/o psicológicos.
MUJERES
27 casos
(Edad
promedio 41
años) HOMBRES
42% 37 casos
(Edad
promedio 40
años)
58%
55
Gráfico de diagnósticos
CEFALO-
CERVICALGIA CEFALEA 21
20 casos casos
31% 33%
CERVICALGIA
23 casos
36%
60,00%
50,00%
40,00%
30,00% MIGRAÑA 22
casos
TENSIONAL 16
20,00%
casos
10,00%
CLUSTER 2
casos S/C 1 caso
0,00%
56
En todos los casos se obtuvo una radiografía dental panorámica
para comprobar la presencia de terceros molares. La evaluación de la
influencia o no de los terceros molares presentes en la sintomatología
de consulta consistió en la infiltración de un anestésico local diluido
(lidocaína 0.375%, sin epinefrina) en torno a dichos molares. La técnica
de infiltración, tanto para la prueba como para el tratamiento post-
exodoncia, consistió en la introducción de una aguja calibre 25G en el
surco vestibular, paralelamente a la pieza dentaria en cuestión,
aproximadamente 1 cm y en la inyección de 1-2 cc de la solución
anestésica. Se consideró como respuesta positiva el alivio de la
sintomatología dolorosa en forma inmediata y durante un periodo de
varias horas en forma total o parcial (más de un 50% mediante escala
analógica visual). Esta prueba se repitió en todos los casos en dos
oportunidades en un lapso de varios días. Ante la respuesta positiva se
indicó la extracción de los terceros molares presentes.
Los criterios de inclusión fueron los siguientes: a) más de 1 año
de sintomatología recurrente persistente (cefalea y/o cervicalgia), b)
presencia de uno o más terceros molares, c) respuesta positiva (total o
parcial) a la prueba con lidocaína diluida, d) concurrencia a las
evaluaciones posteriores.
ALIVIO TOTAL
8 casos
12,50%
57
El resultado de las infiltraciones fue el siguiente, del total de 56
pacientes, 49 (87,5%) obtuvieron alivio total y 7 (12,5%) alivio parcial
(reducción de la frecuencia, de la intensidad o de la duración de los
episodios). Sumando los 8 pacientes con alivio total inicial, de la
población de 64 personas, 57 (89%) obtuvieron alivio total y 7 (11%)
alivio parcial (gráfico 6: Resultado final). La condición de alivio total o
parcial se consideró tras un seguimiento individual de un mínimo de seis
meses a partir del último tratamiento.
ALIVIO
PARCIAL 7
casos
12,50%
ALIVIO TOTAL
49 casos
87,50%
58
Gráfico: Resultado final (Exodoncias + Infiltración)
Total 64 casos
90%
80%
70%
60%
ALIVIO TOTAL
50%
57 casos
40%
30%
20%
ALIVIO PARCIAL
10%
7 casos
0%
59
Nota 56:
La persona edéntula también debería ser evaluada con una
radiografía panorámica dental.
60
Tercer molar (4.8) vinculado con síntomas a distancia en una persona edéntula
61
Nota 57:
Posoperatorio odontológico.
Caso clínico:
Un recurso interesante en el post-operatorio odontológico. Tras la
extracción de los molares 28 y 38, la paciente hizo una importante
reacción inflamatoria, no infecciosa, afebril. Recibió corticoides en el
postoperatorio inmediato que silenciaron la reacción los dos primeros
días. En el examen (a los 7 días de la cirugía) había edema mucoso,
dificultad para abrir la boca y mucho dolor que no cedía con tramadol.
Me consultó al 7º día. Me pareció que la aplicación en el ganglio
estrellado homolateral podía mejorar la situación y así ocurrió en forma
inmediata y total.
Nota 58:
Prueba dental de Huneke positiva.
62
El objetivo es que el enfermo detecte algún tipo de cambio local,
regional, distante o general. Considero positiva la prueba cuando ocurre
algún cambio detectable en forma objetiva (examen físico) y/o subjetiva
(percepción del enfermo). De ningún modo busco un alivio del 100%.
Basta un cambio para certificar la relación entre la pieza dentaria
evaluada y el síntoma.
63
Cuando la prueba es positiva no quedan dudas de la relación
existente entre esa pieza y la manifestación clínica. No comparto el
concepto de que la prueba deba ser considerada positiva sólo si los
síntomas desaparecen completamente por un espacio mínimo de 8
horas y si la duración del efecto es superado en una segunda prueba.
Considero que esas pautas son aplicables solamente cuando una pieza
dental determinada es el único campo o foco interferente existente en el
organismo, lo cual habitualmente no es la regla.
El efecto de esta prueba, que por supuesto no es terapéutico,
sólo dura unas horas o a la sumo uno o dos días. La conducta luego
será reparar o generalmente extraer la pieza dentaria en cuestión. Es
una prueba muy interesante y asombrosa. El paciente que experimenta
el cambio en sus síntomas de consulta queda en un estado de sorpresa
y satisfacción.
Tras la aplicación el sistema deja de recibir los impulsos
interferentes desde la pieza dentaria tratada. Al suprimirse
transitoriamente la interferencia, el organismo puede recuperar
funciones naturales alteradas o perdidas, a veces, en forma inmediata.
Esta respuesta no debería considerarse una “reacción en segundos”
pues, si bien es inmediata, no cumple con todos los criterios
establecidos por los hermanos Huneke.
Si quedan dudas, el procedimiento puede repetirse todas las
veces que sea necesario.
Caso clínico:
64
Mujer de 66 años que consultó por dolor e inflamación del tobillo
izquierdo de varios meses de duración con otros estudios negativos. En
la radiografía puede observarse diversos problemas odontológicos. No
obstante me llamó la atención la imagen irregular a nivel de las raíces
de la endodoncia en 37 (rombo blanco). La prueba de Huneke dio
positiva en forma inmediata. Hizo la prueba de salir a caminar, caminó
800 mts sin dificultad y además pudo permanecer de pie sobre su
pierna izquierda, postura que no podía adoptar. Es de destacar que la
mujer trabaja la mayor parte del tiempo de pie.
Como la pieza era importante para su masticación y yo no estaba
seguro del diagnóstico como para indicar su exodoncia, pese a la
prueba positiva, cité a la paciente una semana después para repetirla.
En esta segunda ocasión la respuesta fue negativa, la sintomatología no
se modificó.
En la tercera entrevista, como además existían otros posibles
campos interferentes, preferí avanzar por otro camino dejando esa
muela en suspenso. Insistí un poco más en su historia de vida y la
señora se acordó de mencionarme que también tenía manifestaciones
dolorosas en la región cervical y que en su niñez había sido
amigdalectomizada. Relacioné la aplicación en 37 con la cercanía al
área amigdalina y procedí a una aplicación en dicha área que produjo
un alivio sustancial de la sintomatología en el cuello y en la articulación
del tobillo izquierdo que se mantuvo por 10 días. La siguiente aplicación
en amígdalas resolvió el problema.
Nota 59:
Prueba dental de Huneke negativa.
65
trófico y no tónico, es decir cuando la respuesta positiva no podrá verse
en el corto tiempo que da la prueba de Huneke? ¿En qué deberíamos
confiar, estrictamente en la prueba o, a veces, podemos hacerlo en el
ojo clínico, en la experiencia, en la intuición?
La prueba también puede resultar negativa ante la presencia de
otros campos interferentes o cuando en la musculatura afectada existen
puntos gatillo con funcionamiento autónomo, (independientes ya del
campo interferente causal).
Sin embargo en estas situaciones, de acuerdo a mi experiencia,
la presencia de una posible pieza dentaria irritativa es un factor que
debería resolverse en primer lugar.
66
Los casos publicados se refieren a personas singulares es decir que no son
comparables a otras personas, ni siquiera cuando sean sumamente parecidas. El
objetivo de publicarlos es hacer hincapié en la forma de pensar, la forma de considerar
la salud y la enfermedad, la forma de trabajar desde la Terapia Neural.
67
Nota 60:
Reacción tras la prueba de Huneke.
Nota 61:
Evaluación manual
Técnica de Oscar Godoy Beaudout, Kinesiólogo y Terapeuta Neural.
68
caderas es simétrica y de igual grado y los extremos de los dedos halux
de ambos pies contactan en la línea media.
69
dedos halux no coinciden en un punto de la línea media, el derecho
queda en una posición más elevada (menos angulada) respecto del
izquierdo. En la evaluación es necesario tener en cuenta que en el
movimiento no participe la hemipelvis, elevándose, ni el tobillo. Las
extremidades deben movilizarse en bloque empujando los pies hacia la
línea media.
La presencia de más de un campo interferente, hecho no
infrecuente, complejiza esta evaluación diagnóstica.
He observado, además, que ante la presencia de un campo
interferente se encuentra sensibilizado todo el hemicuerpo homolateral
a ese campo.
Para esta evaluación, se comparan puntos simétricos en ambos
lados del cuerpo mediante ligera presión que le permita al enfermo
determinar qué lado es más molesto o doloroso. Esto a su vez da una
participación activa del enfermo al poder comprobar su estado previo al
tratamiento y la respuesta a éste. Y además, facilita su adhesión. En
pediatría es un examen fácilmente aceptado que puede permitir reducir
el número de aplicaciones con aguja. Que a su vez, en la boca, pueden
reemplazarse con gotas o gel de lidocaína.
70
Los campos interferentes en la línea media como amígdalas o
área ginecológica, también generan sensibilización pero, habitualmente,
del lado más comprometido.
Tras efectuado el tratamiento en el campo interferente
sospechoso, es necesario una segunda evaluación similar a la primera.
Es conveniente, tras el tratamiento, que el paciente se incorpore para
que, al ponerse de pie, el sistema nervioso salga de su estado anterior,
de inhibición, tomando control de todas las funciones posturales y
sensoriales. Si el tratamiento fue efectivo la diferencia rotacional y de
sensibilidad unilateral se restablece. De lo contrario el organismo vuelve
a "detectar" si hay algo que todavía lo irrita. La corrección de los signos
observados permite confirmar la detección y resolución del campo
interferente activo.
En el caso de que no ocurriera esa corrección, o cuando se
detecta sólo un cambio en los signos, -sea alivio parcial o cambio de
lateralidad de la sintomatología- es necesario buscar un segundo campo
interferente en ese momento, o cuando corresponda si surge la
necesidad de esperar más tiempo para observar la respuesta.
Pueden ocurrir resultados falso-positivos. Es decir corrección de
los signos en forma parcial y por corto tiempo. Es necesario buscar
otros campos interferentes. Pueden ocurrir falsos negativos por ejemplo
cuando la pieza dentaria a evaluar se encuentra profundamente en el
hueso y no se puede llegar con la aguja.
Esta técnica que se aplica sobre un ser vivo, sigue los principios
de la incertidumbre y de la relación sujeto observado-sujeto observador.
El profesional actuante debe tener presente que es necesaria su
participación activa -no mecánica- para evaluar los resultados. Es útil
como método de evaluación complementario a la historia de vida y a las
respuestas a los tratamientos instituidos, salto de campo, etc. Es útil
para evaluar la respuesta a la prueba de Huneke.
Al ser inespecífico, es decir al no establecer con precisión dónde
está el campo interferente exige la participación sentí-pensante activa
del profesional. Algo más que este examen permite determinar son
conductas falsas o intencionadas por parte del paciente.
Nota 62:
El efecto de los metales.
Por Oscar Godoy Beaudout, Kinesiólogo y Terapeuta Neural.
71
Las observaciones nos permitieron concluir que todos los metales
ejercen un efecto deletéreo sobre el sistema nervioso, siendo los más
dañinos aquellos que se encuentran en la boca. Es variable el tiempo
que demorarán en aparecer los síntomas, lo cual depende de la
cantidad de metales, de la edad de inicio de uso, y de si se retiran o no
de noche.
El mercurio de las amalgamas no es el único o principal factor
patológico, la generación de galvanismo entre diversas inclusiones
metálicas es intensamente interferente. El efecto de los metales puede
comprobarse siguiendo el mismo examen de rotaciones y sensibilidad a
la palpación. El galvanismo puede ser de una magnitud tal que la
presión sobre los puntos de sensibilidad llega a ser insoportable.
Otro elemento que puede observarse, sobre todo con las prótesis
dentales metálicas, es el acortamiento de una extremidad, lo que
contribuye por lógica a la aparición de diversos dolores.
72
Al poner entre las cúspides dentarias un aislante como el papel,
se corta esta generación galvánica y se observa la normalización de las
rotaciones de las caderas y disminución de la sensibilidad a la
palpación. Los metales son conductores de electricidad y tienen la
propiedad de alterar o modificar los campos magnéticos, por lo que al
parecer intervienen en la modulación del impulso. Indudablemente es
necesario seguir investigando este tema.
Una observación ya mencionada es que la cantidad de metal y el
tiempo de uso son factores determinantes. La alodinia, es decir
sensibilidad a estímulos normalmente no dolorosos, es una
manifestación frecuente. Las condiciones más favorecedoras para la
acción interferente de los metales son: formar un círculo alrededor de
una extremidad o del cuello (área muy interferente), atravesar la piel
(piercings) y estar dentro de la boca.
73
El "efecto bobina" de los metales que forman círculos y los
campos interferentes biológicos pueden tener como consecuencia la
pérdida de los ejes articulares -rotaciones anormales- y esta condición,
mantenida en el tiempo a la que pueden sumarse factores como la
actividad física, la nutrición y otras variables, puede dar origen a una
amplia variedad de trastornos osteomusculares.
Nota 63:
Galvanismo bucal, su medición y relación con el dolor persistente.
Por Carlos Muñoz Abello, Odontólogo neurofocal.
74
Voltímetro. Sus partes. Para hacer la lectura de la diferencia de
potencial (voltaje).
75
Preparación del paciente. Debemos comenzar por usar un
aislamiento relativo de los dientes usando torundas de algodón en el
fondo de vestíbulo de la zona a examinar.
76
Luego se procede a tocar con el electrodo positivo cada una de
las restauraciones en boca por el lapso de por lo menos 30 segundos
para obtener de esta forma un rango de lectura que nos permita obtener
la siguiente información: cambio de polaridad, rango de variabilidad de
voltaje y lectura de voltaje más alto.
77
Interpretación de los datos obtenidos. Al tener en consideración
los tres factores anteriormente mencionados puede deducirse cuál es la
restauración metálica que más irritación está generando.
La evaluación odontológica neurofocal debería incluir, además de
la historia de vida, el examen clínico intraoral y, la evaluación
radiológica, la prueba de rotación de las caderas junto al examen de
sensibilidad del hemicuerpo descriptos más arriba, así como la lectura
de voltaje. De este modo podemos decidir cómo y en qué orden trabajar
sobre el o los irritantes metálicos del sistema nervioso.
Nuestra hipótesis es la siguiente: el metal más irritante es aquél
que cambia de polaridad, con el rango de variabilidad de voltaje más
amplio y con la lectura más alta. Por lo tanto, tras la evaluación
completa, utilizando todos los recursos señalados cuando
determinamos la necesidad de retirar metales, empezamos con el que
cumpla con una o todas las características de la hipótesis mencionada.
Nota 64:
Reflexología dental. Descodificación dental.
78
Nota 65:
Cuando los “cables se cruzan”
los esquemas rígidos dejan de tener valor.
79
Mujer de 67 años con dolor en la cara y cuello del lado IZQUIERDO.
Con patología odontológica variada.
La prueba en el tercer molar superior DERECHO incluido (rombo blanco)
resultó claramente positiva.
Nota 66:
Resolución de focos interferentes odontológicos.
80
sintomatología, signado siempre por la reaparición de la sintomatología,
y no en forma mecánica reglada.
Caso clínico:
Mujer de 49 años que consulta por episodio de vértigo.
Simultáneamente dolor persistente en brazo y pierna izquierdos. Como
en general los pacientes concurren con su radiografía dental ya en su
primera entrevista, ahorro mucho tiempo. Lo primero que me llamó la
atención fue la imagen en el área 38, donde había sido extraído el tercer
molar, meses atrás. Su infiltración produjo un inmediato alivio de la
sintomatología en su hemicuerpo izquierdo que se mantuvo un par de
días con un cambio notable en su estado de ánimo. Por lo tanto indiqué
su remoción sospechando que se trataba de un resto radicular.
Debió consultar a varios odontólogos porque no había acuerdo si
era necesario intervenir quirúrgicamente. Por lo tanto repetí la prueba
con el mismo resultado; la duración del efecto fue de varios días.
Finalmente un cirujano ante la insistencia de la enferma decidió
intervenir. El diagnóstico final fue de una osteitis residual (rombo
blanco). El alivio tras el curetaje fue completo, no obstante un mes
después debí volver a inyectar por reaparición leve de la sintomatología
dolorosa. Un año después la paciente se mantenía asintomática,
disfrutando de la vida. En la pieza 36, pese a mi renuencia, la paciente
aceptó que repararan la endodoncia.
81
Nota 67:
La unidad odontológica es el odontón.
Caso clínico:
Mujer de 32 años que 4 años atrás comienza con dolor en el
ángulo mandibular izquierdo. Deciden extraer el tercer molar 3.8. Sin
embargo la sintomatología persiste y se extiende hacia el resto de la
cara llegando al área frontal homolateral. Presenta episodios de dolor
intenso e incapacitantes de unos 20 minutos de duración, tres a ocho
veces por día. Medicada con carbamazepina, pregabalina y
metilprednisona en dosis altas y crecientes. En una RMN se observa
una lesión no definida en la raíz de nervio trigémino izquierdo. El
diagnóstico de consulta fue neuralgia del trigémino. Presenta
micrognatia. Tiene implantes mamarios. Anginas a repetición de niña.
Corrección quirúrgica del tabique nasal en dos oportunidades.
82
odontón. El diagnóstico final entonces fue dolor en el área del nervio
trigémino izquierdo con origen en el odontón 3.8.
Nota 68:
Cuando el problema supera al odontón.
Caso clínico:
Se trata de una mujer de 52 años que consultó por dolor muy
intenso y discapacitante en la mitad izquierda de la cara y de la cabeza.
El problema tenía 4 años de evolución y comenzó tras un periodo de
depresión en el cual estuvo muy medicada. La persistencia e intensidad
del dolor no eran compatibles con un problema emocional como única
causa. Por lo tanto pedí una radiografía panorámica (hasta ahora nadie
había mirado su boca) y me encontré con tres muelas de juicio, dos
retenidas y una a medio salir y un resto de raíz. Sólo le indiqué la
extracción de la muela 2.8 que estaba en el área del dolor.
83
también podría haber participado en la irritación general, sin embargo
tampoco alivió el dolor. La presencia de esa muela de juicio desde los
18 años de edad se mantuvo silenciosa hasta los 48 años, silenciosa
pero activa. Eso pudo haber irritado, el ganglio estrellado. Finalmente, la
aplicación en ese ganglio produjo un alivio inmediato.
Luego de la aplicación me comuniqué con la señora, había
dormido bien, había calmado su ansiedad, y no tenía ya dolor. Vamos a
ver cómo sigue la historia. Todavía quedan dos muelas que pueden
generar otros problemas, pero vamos a esperar un tiempo para poder
observar la evolución.
La experiencia dice que las muelas de juicio también pueden
estar involucradas en sintomatología psiquiátrica depresión, pánico,
fobias, etc. Las demás muelas de juicio retenidas también tendrían que
ser extraídas.
Nota 69:
Cicatrices y campos interferentes.
84
Nota 70:
Teoría General sobre la génesis y el mantenimiento de
problemas de salud persistentes.
Basada en los trabajos de Speransky.
85
5) La alteración de funciones neurales naturales: a medida que el
cuadro se complejiza, ya sea por la persistencia de la irritación o por la
interacción de un factor desencadenante (segundo golpe), pueden
resultar afectadas diferentes funciones neurales tónico-tróficas
naturales: las funciones tónicas orgánicas y psíquicas así como las
funciones tróficas de renovación, reparación y conservación de la forma
de células, tejidos y estructuras orgánicas.
6) Los problemas de salud persistentes o recurrentes: la
alteración de esas funciones puede expresarse clínicamente con dolor o
con otros signos y síntomas de problemas complejos de salud,
persistentes o recurrentes, que en conjunto engloban a la gran mayoría
de las enfermedades descriptas por la Medicina Clásica.
Nota 71:
Corolario de la Teoría General.
Nota 72:
Dolor crónico. El pensamiento de la Medicina Clásica.
86
y el restablecimiento funcional. De este modo se reconoce que la
patología subyacente puede ser incurable o no tratable. Los objetivos
del modelo rehabilitador comprenden minimizar los efectos adversos del
dolor, maximizar la función y la calidad de vida.
Nota 73:
¿Dolor crónico o dolor persistente?
87
Nota 74:
La nocicepción.
Nota 75:
El sistema natural para no percibir dolor
sin causa potencialmente nociva.
88
Funciona en forma permanente. Se origina en cerebro, bulbo y
protuberancia para llegar a la médula espinal donde establece el umbral
para el dolor. Los estímulos que sobrepasan dicho umbral serán
percibidos como dolor. En cambio, estímulos como el moverse, girar en
la cama, caminar, tragar, los movimientos intestinales, etc., no se
perciben como dolor. Sí en cambio, permite que estímulos intensos
lleguen como información a la corteza y provoquen sensación dolorosa.
Se deduce que es un sistema neural primitivo que actúa como alerta de
daño potencial.
La inyección intratecal de opiáceos potencia la función inhibidora
antinociceptiva de este sistema. Esa es la razón de su uso. Sin
embargo, fracasa pues no resuelve la causa del dolor persistente, sino
que sólo refuerza la función alterada.
Nota 76:
Génesis del dolor agudo.
Los mecanismos
nociceptivo y neuropático
de génesis del dolor
agudo, son bien
conocidos, su tratamiento
clásico también.
Un error de la
Medicina Clásica es
considerar que el dolor
crónico es la continuación
del dolor agudo y
por lo tanto, para
esa medicina,
su tratamiento es similar.
La única diferencia
es el tiempo.
Es decir, para toda la vida.
Nota 77:
Teoría sobre la génesis y mantenimiento del dolor persistente
nociceptivo-neuropático. (Original del autor).
89
nociceptiva por parte del sistema modulador antinociceptivo
descendente (SMAD). Cuando el SMAD funciona de un modo
inadecuado, el umbral puede descender y estímulos que habitualmente
no generan dolor pueden generarlo. Esta función tónica puede resultar
alterada por estímulos irritativos provenientes de focos o campos de
interferencia situados en cualquier lugar del organismo.
Entonces, si la génesis de dolor persistente, al menos en parte,
es ésta, el tratamiento para restablecer la función alterada o perdida
debería consistir en resolver el foco o el campo interferente relacionado.
En la clínica del día a día, la muy frecuente resolución inmediata del
dolor persistente que se logra tras la infiltración anestésica de un campo
interferente o después de eliminar un foco irritativo, puede explicarse,
en parte, a través del restablecimiento del tono natural del SMAD. Dicho
de otro modo, al modificarse la actividad parabiótica del campo
interferente, los circuitos de autoorganización se tornan biológicamente
más económicos y se recuperan las funciones neurales naturales, entre
ellas el SMAD.
El dolor persistente predominantemente neuropático originado a
partir de lesiones en el propio sistema nervioso puede explicarse por la
alteración de la función trófica vinculada con la renovación y reparación
de células y estructuras. En estos casos también, el tratamiento
facilitador de las funciones neurales naturales que ofrece la Terapia
Neural, suele traducirse en la reparación de estructuras neurales
dañadas y en el alivio o curación del llamado dolor neuropático.
Es común que en la génesis del dolor persistente participen la
alteración de la función trófica reparadora y también la disfunción del
SMAD, conjuntamente. Las alteraciones tróficas que se expresan por
ejemplo, con exostosis articulares, disrupción y hernia discal pueden
asociarse con dolor nociceptivo persistente. Así como lo tónico no
puede separarse de lo trófico, y viceversa, y la función es siempre
tónico-trófica, lo mismo puede decirse del dolor persistente que siempre
es nociceptivo-neuropático, con predominancia de uno de los
mecanismos o del otro.
El tratamiento clásico del dolor crónico nociceptivo incluye:
inhibidores de la nocicepción: antiinflamatorios no esteroides,
analgésicos no antiinflamatorios, esteroides; estimuladores de la
modulación: opiodes y antidepresivos. Su efecto es paliativo y la
medicación debe recibirse de por vida. Para el tratamiento del dolor
neuropático, la Medicina Clásica recurre a la inhibición de la actividad
neuronal mediante el uso de antiepilépticos (carbamacepina,
pregabalina, valproato) y de antidepresivos. Estos últimos se emplean
también como estimuladores de la modulación además de los opioides.
El resultado es paliativo y el tratamiento de por vida.
90
Por el contrario, la Terapia Neural, tanto para el dolor nociceptivo
como para el neuropático, promueve la recuperación de circuitos de
autoorganización biológicamente económicos mediante el tratamiento
de campos interferentes y la eliminación de focos irritativos. El resultado
es la recuperación de la actividad tónica-trófica neural natural.
Entonces, dos factores, en forma separada o conjunta, pueden
constituir el origen del dolor persistente:
1) Alteración de la función neural tónica moduladora
antinociceptiva descendente (SMAD) que disminuye el umbral del dolor.
2) Alteración de la función neural trófica natural que reduce la
capacidad renovadora, reparadora y conservadora de la forma de
células, tejidos, estructuras y órganos.
91
renovadora y reparadora, condujo a la solución del problema de dolor,
en forma generalmente definitiva, y a veces inmediata, obteniéndose
además cambios profundos personales con sensación de bienestar.
Estos resultados dan validez empírica a la teoría enunciada.
Esta nueva concepción que explica la génesis y el mantenimiento
del dolor persistente, tiene en cuenta la participación del sistema
nervioso en el desarrollo de los procesos patológicos, el valor de la
memoria de irritaciones previas, la importancia del tono del sistema en
el momento en que actúa un nuevo estímulo irritativo y la influencia de
la historia de vida tanto en el origen del problema como en la evolución
de acontecimientos ulteriores. La persona, dentro del contexto de su
singularidad, hace un dolor, hace una enfermedad como parte de su
devenir biológico. Y en esos procesos participan múltiples elementos
diferentes que determinan que esa manifestación sea única e irrepetible
y que sólo le corresponda a esa persona.
El tratamiento singularizado en base a la historia de vida de ese
ser, permite al organismo hacer su proceso de curación y recuperar su
bienestar, sin medidas impositivas ni paliativas.
Esta interpretación de lo que significa el dolor persistente quita
validez al uso de fármacos analgésicos, bloqueos anestésicos,
neurocirugía analgésica, etc. y permite entender por qué el tratamiento
de campos y focos interferentes involucrados puede traducirse en el
alivio o en la desaparición definitiva del dolor (a veces inmediatamente
tras la acción terapéutica).
92
Nota 78: Dolor y psiquismo.
Nota 79:
El tono psíquico alterado y la Terapia Neural.
93
Así como esta medicina evalúa la totalidad del ser para hacer un
diagnóstico e instituir un tratamiento, el tratamiento también actúa sobre
la totalidad del ser. Así como esta medicina plantea la no fragmentación
del ser, así actúa sobre los problemas de salud sean en la esfera
psíquica o física.
He tenido la oportunidad de ayudar a personas con angustia,
ansiedad, miedo, pánico, fobias, depresión, trastornos psicóticos, y a
víctimas de maltrato, tortura o abuso sexual. Todas llegaron y llegan
tratadas con fármacos psicotrópicos en abundancia, además de
asistencia psicológica. Con el enfoque sistémico, no-lineal de la Terapia
Neural es posible suprimir el “empastillamiento” en la mayoría de los
casos. Los recursos que utilizo son los mismos que para cualquier otra
manifestación de desorden del sistema, que en estos casos particulares
se expresa con predominancia en el tono psíquico.
Descartadas las causas orgánicas, la cefalea por estrés, el nudo
en la garganta o en la boca del estómago, la sensación de opresión
torácica, la disuria, los despeños diarreicos, la dificultad para tragar o
para inspirar profundamente, el insomnio, los sueños traumáticos etc.,
pueden ser manifestaciones de alteración del tono psíquico.
Existe memoria física de hechos afectivos. Puede intentarse una
aplicación terapéutica en el área donde ese ser singular somatiza sus
emociones, desde un habón intradérmico a una aplicación profunda
segmentaria. El paciente puede señalarse un área en particular de su
cuerpo donde sintió el impacto de un acontecimiento afectivo y que
requiere tratamiento. Existe memoria física del maltrato. Los golpes, el
abuso también dejan memoria. Para abordar esas áreas, si hiciera falta,
es necesario que el enfermo sepa que un nuevo estímulo puede traer a
la luz recuerdos muy desagradables. La resolución de campos y focos
interferentes suele contribuir al tratamiento y resolución del problema
“psíquico”. A partir de esos estímulos la totalidad del ser recibe la
información que habrá de facilitar cambios en los circuitos de
autoorganización lo cual, a su vez, permitirá al organismo recuperar el
tono psíquico alterado.
Nota 80:
Pensamiento, sentimiento, emoción.
94
Nota 81:
No hay enfermedades, hay enfermos.
Singularidad e Historia de vida.
95
Nota 82:
¿Qué es salud? ¿Qué es enfermedad?
96
enfermedad no es un desarreglo en un determinado lugar del organismo
que requiere ser reparado. En determinadas circunstancias, la
Naturaleza busca un nuevo orden que le permita a ese ser vivir y
sobrevivir. La enfermedad es una reacción del organismo como un todo
que puede manifestarse más en un sitio que en otro.
El Dr Julio César Payán sintetizó el concepto de salud como “el
proceso vital por medio del cual uno se acepta a sí mismo.”
Nota 83:
Los procesos patológicos, y el sistema nervioso.
Nota 84:
El sistema nervioso y su papel en la comunicación.
97
citoesqueleto, medios con una capacidad de comunicación mucho más
amplia y veloz que el sistema nervioso, tornan como muy probable el
hecho de que este sistema actúe sólo como modulador y de ningún
modo como único medio de intercomunicación biológica.
Puede inferirse que la intercomunicación dentro del propio
organismo llevada a cabo por numerosos medios diferentes e
intervinculados, permite su accionar coherente, con ahorro energético y
baja producción y acumulación de entropía, así como, la integración de
las partes al todo y lo global a lo particular. Es necesario tener en cuenta
que la intercomunicación es fundamental para estar sano, en el proceso
de hacer una enfermedad así como en el de recuperar la salud. Las
interferencias cibernéticas participan en la génesis y mantenimiento del
proceso de enfermar y afectan la parte y la totalidad. La terapéutica
inespecífica mediante un agente anestésico local diluido, actúa también
mediante la introducción de cambios en la información cibernética en el
todo y en la parte.
Nota 85:
El sistema nervioso y sus divisiones.
98
Es una realidad que las conexiones nerviosas no pueden explicar
toda la actividad comunicacional que acontece en el ser vivo. Es
frecuente comprobar relaciones entre diferentes partes del organismo
sin que exista relación neuroanatómica directa.
De acuerdo a la división anatómica clásica, el sistema nervioso
vegetativo se asocia desde el punto de vista cibernético y funcional con
el eje hipotálamo-hipofisario-glándulas de secreción interna, con el
sistema somático-motor y con el complejo sistema inmunitario. Los
centros vegetativos presentan amplias conexiones que influyen en todas
las funciones orgánicas. El sistema vegetativo constituye el componente
eferente más importante del sistema nervioso, posee conexiones
neuronales integradoras y arcos reflejos completos.
A su vez, el sistema nervioso vegetativo es dividido en una
porción central representada por centros neurales en la corteza,
hipotálamo, mesencéfalo y bulbo, y por vías de comunicación axonales
que transcurren por el tronco cerebral y la médula espinal. La porción
periférica está representada por neuronas eferentes agrupadas en
ganglios cuyos axones llegan a los diferentes órganos y estructuras
corporales. De hecho, es común que ganglios del sistema vegetativo
resulten afectados por cambios patológicos (distónico-distróficos) y por
ende que necesiten tratamiento directo. Es probable que los ganglios
vegetativos simpáticos y parasimpáticos tengan función de registro de
datos (memoria) y el anestésico local diluido inyectado localmente
ejerza parte de su acción modificándola.
Dependiendo de cada ser singular, es posible observar que los
ganglios vegetativos regionales pueden conservar información de
diferentes áreas anatómicas. Por ejemplo, el ganglio ciliar puede
presentar manifestaciones distónicas-distróficas en relación a
traumatismos, cirugías, infecciones del ojo o de la cara; el ganglio
esfenopalatino a problemas en la arcada dental superior, articulación
témporo-mandibular, senos de la cara, nariz, ojos, oído interno, trompa
de Eustaquio, boca, parte cefálica de la cara; el ganglio submaxilar a
problemas en la arcada dental inferior y glándulas salivales; el ganglio
estrellado a problemas homolaterales en cráneo, cerebro, cara, cuello,
tórax y miembro superior; problemas en el abdomen superior pueden
afectar a los ganglios dorsales T5-T12 y los ganglios lumbares L1-L3
pueden resultar afectados asociados a problemas abdominales,
pelvianos y de extremidades inferiores.
Al mismo tiempo, el tratamiento aislado del ganglio cervical
superior, del ganglio estrellado, del área vegetativa prevertebral L1, del
plexo perirrenal o del plexo de Frankehauser o vésico-genital,
procedente del ganglio hipogástrico, permite a veces resolver problemas
de salud distantes o generales.
99
Nota 86:
Los aportes de Speransky y la Terapia Neural.
Nota 87:
Problemas agudos o de urgencia.
100
Nota 88:
Infección e inflamación agudas.
101
proceso inflamatorio puede ser detenido mientras no haya llegado a la
supuración. En ese estado, la irritación aún es débil y la infiltración de un
agente anestésico local diluido (irritación débil) permite su resolución.
Cuando el proceso se encuentra en la fase de supuración o de
gangrena, la irritación neural es intensa; una nueva irritación, aún
cuando sea débil, puede agravar el cuadro. En estos casos, primero es
menester resolver la infección y la gangrena para llevar la irritación a un
grado débil y sólo luego, actuar con el anestésico local.
Actualmente, la Medicina Clásica sigue mirando al foco local de
inflamación como algo independiente, dominado por sus propias leyes, y
al germen como causa fundamental; y el proceso de la inflamación-
infección es explicado como el resultado de la capacidad local de los
elementos de los tejidos para reaccionar directamente frente al agente
irritante. Se reconoce al componente nervioso como un factor auxiliar
sobre el curso de la inflamación, pero de ningún modo como factor que
participa en su génesis. Esta forma de pensar conduce al uso de
antiinflamatorios no esteroideos, esteroides y antibióticos. Este es otro
ejemplo que muestra que la Medicina Clásica acciona sobre las
consecuencias y no sobre la causa.
Nota 89:
La evaluación de la parte y la totalidad.
Sin embargo, como dice Edgar Morin: “El todo es incierto. Porque
muy difícilmente se lo puede aislar. Porque no se puede cerrar un
sistema entre los sistemas de sistemas de sistemas a los cuales está
enlazado. Es incierto para los sistemas de alta complejidad biológica, y
sobre todo para el homo sapiens, constituido por interrelaciones e
102
interacciones entre especie, individuo y sociedad. Este sistema es una
totalidad múltiple, una politotalidad, cuyos tres elementos inseparables –
especie, individuo, sociedad- pueden funcionar simultáneamente como
concurrentes y antagonistas. La totalidad es incapaz de encerrarse en sí
misma, es compleja.”
Es interesante conocer la opinión del físico cuántico David Bohm
autor de la teoría holográfica, respecto de la totalidad. M. Talbot, en su
libro “The Holographic Universe”, escribió lo siguiente:
“...Tanto su sensación de la importancia de la interconectividad
como su creciente insatisfacción con varias de los conceptos
prevalentes en la física cuántica condujeron a David Bohm a disentir
cada vez más con la interpretación de Niels Bohr sobre la teoría
cuántica. Niels Bohr consideró que los sistemas subatómicos son
indivisibles, sin embargo, ignoró las profundas implicancias de la
interconectividad en la naturaleza de la realidad.
David Bohm para profundizar su conocimiento escribió el libro
(Quantum Theory, publicado en 1951) que cuando lo terminó le permitió
tomar más conciencia de lo inconfortable que se sentía con lo que la
física cuántica decía. Entonces envió copias de su libro a Niels Bohr (de
quien no obtuvo respuesta) y a Albert Einstein con quien pudo iniciar
una serie de conversaciones filosóficas durante seis meses. Ambos
estaban admirados por la capacidad de esa teoría para predecir
fenómenos, pero lo que les molestaba era el hecho de que no proveyera
un camino real para concebir la estructura básica del mundo.
Niels Bohr y sus seguidores afirmaban que la teoría cuántica era
completa y que no era posible arribar a ninguna comprensión más clara
de lo que sucedía en el reino cuántico. Esto era lo mismo que decir que
no había una realidad más profunda más allá del panorama subatómico,
ninguna respuesta adicional que encontrar, y esto también hacía
rechinar la sensibilidad filosófica de David Bohm y de su interlocutor,
Albert Einstein.
David Bohm estaba buscando una mejor forma de describir la
realidad. Continuó sus investigaciones y desarrolló el concepto de un
nivel subcuántico que denominó potencial cuántico y teorizó que, así
como la gravedad, dicho potencial se difunde por todo el espacio. Sin
embargo, a diferencia de los campos gravitacionales, de los campos
magnéticos, etc., su influencia no disminuye con la distancia. Sus
efectos son muy sutiles pero tienen el mismo poder en todo sitio. David
Bohm publicó su interpretación alternativa de la teoría cuántica en 1952.
La respuesta de los físicos cuánticos ortodoxos fue totalmente negativa.
Los conceptos de Niels Bohr estaban tan atrincherados que estas
nuevas ideas fueron vistas casi como una herejía. No obstante los
ataques, David Bohm conservó su convicción de que había más que la
realidad que la visión de Niels Bohr permitía y sintió que la ciencia era
103
muy limitada en la evaluación de nuevas ideas. En 1957 escribió el libro
Causality and Chance in Modern Physics en el que examinó varias de
las suposiciones filosóficas responsables de esa actitud de la ciencia.
Una era la ampliamente sostenida presunción de que era posible para
una teoría única, como la teoría cuántica, ser completa. David Bohm
criticó esta presunción señalando que la Naturaleza puede ser infinita.
Como es imposible para ninguna teoría explicar completamente algo que
es infinito, David Bohm sugirió que la investigación científica podía ser
más útil si los investigadores se abstenían de hacer esa presunción.
En su libro argumentó que la forma en que la ciencia veía la
causalidad era también muy limitada. La ciencia enseña que la mayoría
de los efectos tienen sólo una o varias causas. Sin embargo David
Bohm consideraba que un efecto podía tener un número infinito de
causas. Por ejemplo, si se pregunta qué causó la muerte de Abraham
Lincoln, la respuesta puede ser que fue la bala en el arma de John
Booth. Sin embargo una lista de todas las causas que contribuyeron a la
muerte de Lincoln deberían incluir todos los hechos que condujeron al
desarrollo de las armas, todos los factores que determinaron que Booth
quisiera matar a Lincoln, todos los pasos en la evolución de la raza
humana que permitieron el desarrollo de una mano capaz de sostener
un arma, etc. David Bohm concedía que la mayor parte de las veces se
podía ignorar la vasta cascada de causas que conducen a un
determinado efecto, pero consideraba que para los científicos era
importante recordar que ninguna relación única causa-efecto estaba
realmente separada en algún momento del Universo como totalidad...”.
Nota 90:
El diagnóstico.
104
A partir de ahí puede abocarse, a través de la historia de vida a
encontrar los factores irritativos, el factor desencadenante, o segundo
golpe y sobre todo la interrelación e interacción de esos factores. A
través de ese diálogo con el enfermo, de las reacciones tras
aplicaciones previas y su senti-pensar podrá intentar un tratamiento que
permita al organismo establecer un nuevo orden natural.
El sentí-pensar es una dualidad antagónica y complementaria que
es necesario poner en práctica y desarrollar como parte del arte médico.
Como lo es: la percepción, la intuición, el ojo clínico y el deducir,
investigar, estudiar.
Los cambios morfológicos, el dolor, los trastornos funcionales, el
desarrollo bacteriano o las modificaciones en los niveles de sustancias
orgánicas en los líquidos corporales representan diferentes
manifestaciones de alteraciones en las funciones neurales. No son parte
del diagnóstico porque representan la consecuencia y no la causa.
Aunque sí, son datos que pueden ser de utilidad como parámetros para
medir la respuesta al tratamiento.
Como señalé en la Nota 33, para los problemas persistentes de
salud, el diagnóstico de la Medicina Clásica carece de valor. Es que el
diagnóstico ya no consiste en identificar la enfermedad en base a
síntomas y signos para, mecánicamente, sugerir el tratamiento indicado
por un algoritmo preconcebido, sino en encontrar, a través de la historia
de vida, la irritación inicial del sistema nervioso y, frecuentemente, las
irritaciones subsiguientes, para poder comprender el proceso de “hacer
una enfermedad” y proceder entonces a llevar a cabo el tratamiento
singular correspondiente para ese ser.
Como corolario, los resultados terapéuticos obtenidos con un
enfermo singular no permiten sacar conclusiones útiles para el
tratamiento de otro y menos para el resto de la humanidad, porque cada
ser es único, su historia de vida es única, tiene problemas propios, debe
recibir tratamiento individualizado y tendrá respuestas singulares.
105
Nota 91:
Ficha digital de historia de vida.
106
Nota 92:
La búsqueda de campos interferentes y la historia de vida.
Nota 93:
El proceso de la enfermedad y la historia de vida.
Comprobación empírica.
Caso clínico:
Me consultó un hombre de 65 años por enorme dificultad para
caminar por dolor lumbar derecho y rodilla derecha. Trabaja en una
oficina y actualmente debe permanecer sentado la mayor parte del día.
Concurre con un bastón canadiense.
A los 6 años fue operado de amígdalas. A los 29 años fue
operado de hernia discal lumbar por dolor lumbar (el dolor lumbar nunca
cedió totalmente), a los 55 de hernia discal cervical por dolor cervical, a
los 60 por carcinoma labial con extirpación ganglionar submaxilar
bilateral, resección mandibular y reemplazo con injerto óseo peróneo.
Además pérdida de la totalidad de la dentadura en forma paulatina. La
cirugía oral agravó la sintomatología dolorosa lumbar con irradiación del
dolor a ambos miembros inferiores.
El inicio del problema en la boca y su agravamiento con la
intervención en esa misma área, llevaron mi aguja a los pilares del
paladar. El resultado fue inmediato y "mágico". Consideré la aplicación
107
en el área de la cirugía labial y maxilar para una segunda oportunidad si
hiciera falta. Preferí hacer sólo esa intervención y esperar. No fue
necesario hacer nada más.
Nota 94:
La investigación clínica científica y la historia de vida.
Nota 95:
El motivo de consulta.
108
En mi experiencia las opiniones de otros profesionales, con sus
diagnósticos cuyos tratamientos no resolvieron el problema carecen de
valor. Sólo me parecen importantes aquellas opiniones de especialistas
cuando le dicen al paciente: “Ud. no tiene nada que justifique sus
síntomas” o “su problema no justifica una intervención quirúrgica”. Son
respuestas honestas y valederas. En esos casos es muy probable que
la forma de considerar la salud y la enfermedad que tiene la mirada
sistémica y no-lineal de la Terapia Neural, distinta a la percepción de la
Medicina Clásica, hará la diferencia.
Nota 96:
El arte de obtener información útil de la historia de vida.
109
hayan disminuido o modificado la sintomatología. A partir de esta
información también pueden detectarse posibles campos interferentes.
Siempre hay que intentar que el enfermo pueda relacionar hechos
de su vida con el comienzo o empeoramiento de su enfermedad. En
general el enfermo no está acostumbrado a eso. Más bien está educado
a relacionar hechos inmediatos con el comienzo de síntomas actuales,
que un golpe, un esfuerzo, un cambio de clima, un enojo, un duelo. No
está educado tampoco a relacionar síntomas actuales con situaciones
de enfermedad iniciadas en el pasado. No obstante, modificar esa
formación es parte del trabajo del terapeuta, educar.
Por supuesto existen personas, la minoría, que sí pueden
relacionar el problema actual con su historia de vida. En tales casos, el
terapeuta debe tomar todo lo que el paciente dice como válido (hasta
que se demuestre lo contrario) aún cuando parezca absurdo o
incoherente. Es importante observar la actitud del enfermo, sus cambios
de expresión, su voz, los sitios del cuerpo que se señala, etc.
Nota 97:
Los estudios convencionales y el diagnóstico.
110
-Teniendo en cuenta que el problema de salud por el que me
consulta puede tener su origen en problemas odontológicos, actuales o
pasados, sería conveniente que trajera una radiografía dental
panorámica digital.
-Disculpe doctor pero mi dolor es en la parte superior de mi pierna
derecha, no en la cara.
-Disculpe Sr Alfredo, pero Ud es una sola persona y su dentadura
le pertenece así como la pierna. Es común que las partes se vinculen.
No somos máquinas.
-Ah!, ahora entiendo. Dr hoy me saco la radiografía sin falta Sólo
dígame para cuándo me da el turno.
Nota 98:
La relación humana entre el terapeuta, el enfermo y
muchas veces su familia.
111
al paciente, lo acusa de culpas variadas o de padecer un trastorno de
orden psicológico.
Lo que a mi juicio aporta la Terapia Neural a la relación médico-
paciente es el optimismo por la vida. Es creer en la capacidad
reparadora de la naturaleza. Es creer en el ser humano. La Terapia
Neural es liberadora, da la oportunidad al organismo de encontrar su
propio camino, sin imposiciones. La Terapia Neural tiene carácter
libertario pues, en lugar de imponer un camino, le da al organismo la
libertad para elegir el propio. La persona tratada recupera su condición
esencial, es ella misma, sin la influencia de efectos farmacológicos
extraños, y esto se debe, en gran medida, a que el estímulo
neuralterapéutico facilita, a través de la comunicación orgánica interna,
la recuperación de circuitos de autoorganización biológicamente
económicos y en consecuencia el restablecimiento de funciones
neurales naturales alteradas o perdidas.
El enfermo así tratado, consciente o inconscientemente, se siente
íntegro, comprendido y respetado y responde en consecuencia. El
vínculo con el médico así se torna mucho más fructífero y humano.
Ahora bien, el enfermo llega con sus concepciones, expectativas
y esperanzas que no necesariamente son similares a las del terapeuta.
Habrá que coordinar objetivos y tiempos. Habrá que explicar que el
proceso de curación no es lineal.
Es importante que el médico acepte que el enfermo sabe y
percibe y que sus interpretaciones aunque parezcan “descabelladas” o
“sin sentido”, son de alto valor para el diagnóstico y tratamiento.
También que posee un concepto de curación propio que es fundamental
respetar y compartir y que son singulares sus vivencias de enfermedad,
de curación y de bienestar.
Respecto de este tema el Dr Julio César Payán escribió:
“Mientras que el aparato sanitario ortodoxo ejerce un poder impositivo:
“Yo sé lo que Ud. necesita”, en la visión alternativa se dialoga con ese
otro poder inteligente que es el ser del paciente, que en este caso ya no
es paciente sino actuante.
Así la relación médico-enfermo pasa de ser una relación de poder
a una de solidaridad, de reconocimiento de saberes, de respeto; diría
que es entonces una relación profundamente amorosa.”
Si como médico uno trata la enfermedad, el resultado puede ser
que el enfermo se cure o no. Si uno trata a la persona enferma, seguro
que habrá dos personas que se habrán beneficiado como seres
humanos, el enfermo y el médico. El resultado final será muy bueno aún
cuando no se produzca la curación.
El hecho de tratar al enfermo y no a la enfermedad permite
modificar el estado de incomprensión e indiferencia a que nos remite la
sociedad actual en su actitud de “sálvese quien pueda”. A pesar que la
112
comunicación humana es parte de la naturaleza del ser, la humanidad
está inmersa en la incomunicación pese a todos los avances en el área
de la tecnología.
Las máquinas, los estudios, los exámenes tecnificados han
reemplazado al humano y eso resulta extremadamente nocivo para la
salud ya alterada del enfermo y por supuesto también para el
profesional actuante o mejor dicho, no actuante.
Es de destacar el hecho de que la certidumbre de la propia
existencia sólo se obtiene en la comunicación profunda con el otro.
Somos seres sociales. El sentirse pleno como ser humano no proviene
sólo del hecho de existir sino de ser junto a otro.
Una interesante reflexión de Laura Restrepo en “La Multitud
Errante”: Él viene hacia donde yo ya estoy. Cómo o por qué llegué, de
dónde vine, para dónde voy, es algo que no se pregunta. Da por
sentada mi permanencia, y yo, aún sabiéndola incierta, lo invito a que
cuente con ella. Y lo hago desde el fondo de mi honestidad, porque
intuyo que sigo aquí justamente para que él –él y todos los suyos-
puedan llegar. Es extraño y seductor, esto de servir de puerto cuando
uno se sabe embarcación”.
Nota 99:
La relación médico-paciente en la Medicina Clásica.
113
viciados de nulidad porque están conducidos por científicos empleados
de esas empresas y dirigidos para demostrar a toda costa los beneficios
de tal o cual fármaco, que años después se demuestra tóxico o inútil.
Esos resultados se aplican a toda la humanidad sin tener en cuenta la
singularidad del ser vivo. Por eso señalo que la ciencia no es pura y
casta y responde a intereses económicos dominantes.
En “Cien Años de Soledad” Gabriel García Márquez hace un
relato cómico pero patético que refleja una realidad: “Los médicos de la
compañía no examinaban a los enfermos, sino que los hacían pararse
en fila india frente a los dispensarios, y una enfermera les ponía en la
lengua una píldora de color del piedralipe, así tuvieran paludismo,
blenorragia o estreñimiento. Era una terapéutica tan generalizada, que
los niños se ponían en la fila varias veces, y en vez de tragarse las
píldoras se las llevaban a sus casas para con ellas marcar los números
cantados en el juego de lotería.”
Nota 100:
La denominación de los procesos patológicos.
114
Nota 101:
Compartiendo la filosofía homeopática
de James Tyler Kent (1849-1916).
115
Actualmente la Medicina Clásica cuenta con métodos mucho más
sofisticados, tomografías, resonancias, estudios espectrales, ecografías,
etc. pero apunta a lo mismo, a detectar el cambio orgánico. Los
ejemplos podrían ocupar páginas y páginas. Sigue creyendo que, por
ejemplo, una hernia discal que aparece en una resonancia es, en si
misma, la enfermedad, cuando en realidad sólo se trata del resultado de
un proceso que se inició mucho antes y en cualquier lugar del
organismo. Cuando tras una endoscopía y biopsia del estómago detecta
al germen Helicobacter pylori, cree que todo el problema lo causa esta
bacteria cuando en realidad el problema radica en el hecho de que el
organismo está debilitado, en desequilibrio, y permite que el
Helicobacter lo parasite. Cuando en un análisis detecta que el colesterol
está más elevado que los valores considerados normales indica una
medicación para bajarlo, sin entender, sin saber cómo averiguar la
razón por la cual ha aumentado la producción de esta sustancia
elaborada normalmente por el hígado. Peor aún, indica un medicamento
del grupo de las vastatinas que se sabe, son tóxicas.
"Pero la homeopatía percibe, se da cuenta, de que algo hay que
antecede a este resultado. Toda ciencia enseña y toda investigación
prueba que cada cosa que existe debe su existencia a algo anterior a
ella. Solamente en este camino puede ligarse el efecto a la causa,
formando una serie que va del principio al fin y vuelve de éste al
principio. Por este medio, podemos llegar, no a presumir, sino a
comprender profundamente este estado de cosas con completo
conocimiento de causa."
"La Medicina Clásica cree que los cambios que experimentan los
tejidos (cambios que son los resultados de la enfermedad) forman o
constituyen al propio enfermo. La fisiología clásica no tiene vitalismo y
por consiguiente no tiene base para erigir su estructura. La doctrina de
la fuerza vital no es admitida por los fisiólogos. Sin la fuerza vital, sin
sustancia simple, sin el interior unido al exterior, no puede haber allí ni la
causa ni la relación de causa a efecto."
La fuerza vital es la esencia, aquélla energía presente ya desde el
momento en que el nuevo ser es concebido, facilita su desarrollo,
crecimiento y lo orienta permanentemente a buscar estados de orden
alejados del equilibrio absoluto que le permiten vivir en consonancia con
la Naturaleza. El organismo vivo, cada una de sus partes y la totalidad
en conjunto "sabe" qué es lo que tiene que hacer en cada momento y
en cada situación, no necesita que nadie ni nada se lo diga, actúa en
forma coherente integrando cada una de sus células al todo y a éste
con cada una de ellas. De otro modo no se puede entender que los
organismos vivos funcionemos de un modo tan perfecto. El organismo
sabe, por ejemplo, cuanta insulina secretar, cuanto colesterol fabricar, si
el calcio tiene que estar en el hueso o ser eliminado por el riñón, si el
116
corazón tiene que latir a tal o cual ritmo, si tal sustancia tiene que ser
eliminada, conservada o transformada químicamente en otra sustancia,
etc. Por esta razón, la medicina impositiva, la medicina que trata de
imponer conductas al organismo con fármacos o cirugías, termina
enfermando aún más.
"Antes que una patología, que un cambio biofísico, tenemos una
fisiología desarreglada, cuyo origen remonta al principio vital
desordenado o perturbado."
"La naturaleza de la enfermedad existe en el estado de gobierno
desordenado y se expresa por signos y síntomas."
Los síntomas, los cambios físicos, el dolor, son expresiones de un
desequilibrio. La solución pasa no por eliminarlos sino por encontrar la
causa del desorden y facilitar la recuperación de la autoorganización
biológicamente económica.
"Si creemos que un órgano enfermo, por sí solo constituye la
enfermedad, necesariamente creeremos que quitando el órgano
curamos al hombre. Tal es la reducción hasta el absurdo, pues nada
existe sin causa. Los órganos no son el hombre."
La Medicina Clásica se ha vuelto cada vez más reduccionista, el
ser humano es visto simplemente como la suma de partes, por eso la
proliferación de especialidades y de subespecialidades médicas. La
biología molecular y la genética son la expresión máxima actual de ese
reduccionismo. La mayoría de las escuelas psicológicas mantienen la
división reduccionista entre mente y cuerpo, introdujeron el concepto
psico-somático pero no comprenden en realidad la profundidad de su
interacción e interrelación. La Medicina Clásica cree que si los estudios
de laboratorio y de diagnóstico por imágenes dan resultados dentro de
los rígidos parámetros resultantes del estudio de poblaciones
relativamente pequeñas que se extrapolan al conjunto de la humanidad,
el individuo está sano, sin importarle que esa persona no lo sienta así.
Cuando los estudios dan resultados fuera de esos parámetros
"normales" considera que la persona requiere tratamiento aunque se
sienta perfectamente bien.
El ser humano no es la suma de partes; las partes interactúan, se
interrelacionan, se necesitan unas a otras, la mente no está separada
del cuerpo, las emociones, los sentimientos, las sensaciones, no sólo
están en el cerebro sino también en el hígado, en los músculos y en
cada una de las células, a su vez, cada una de estas partes influyen
sobre las demás, creando un movimiento continuo de información, de
estímulos y respuestas. El ser vivo es el emergente del conjunto de esa
materia y de esa energía interactuando e interrelacionándose. La salud
es sentirse bien en la vida, consigo mismo y con el entorno.
117
"Los tejidos no se hubieran vuelto enfermos, a menos que algo
anterior a ellos (algo que los rige) no se hubiese perturbado,
volviéndolos enfermos."
"El único deber del médico es el de curar al enfermo. Su deber no
es solo curar los resultados de la enfermedad, sino la propia
enfermedad, y cuando el hombre haya sido devuelto al estado de salud,
la armonía se habrá restablecido en los tejidos y en las funciones. Así
pues, el único deber del médico es poner en orden el interior de la
economía. Los cambios en los tejidos se refieren al cuerpo y son los
efectos de la enfermedad propiamente dicha. Las diferentes
enfermedades no son sino formas materiales de los resultados de la
enfermedad primaria. En primer lugar hay un gobierno desordenado
cuya acción desarreglada procede de dentro hacia fuera, del centro a la
periferia, y acaba por materializarse en diversos cambios patológicos en
los tejidos. La idea de gobierno no entra en la práctica médica clásica,
pues no tiene en cuenta sino las lesiones experimentadas por los tejidos
y órganos."
"Quien considera los resultados de la enfermedad como si fuera
la propia enfermedad, y cree que desembarazándose de aquéllos
acabará con ésta, está totalmente errado. Las bacterias son los
resultados de la enfermedad, no su causa. Las acompaña, vienen
después, son los barrenderos del organismo enfermo y son
completamente inofensivos. Forman parte del proceso material de la
enfermedad y el microscopio ha descubierto que cada resultado
patológico tiene su microbio correspondiente. La Medicina Clásica
considera a estas bacterias como la causa de la enfermedad, pero la
causa es diez millones de veces más sutil. Es un grave error intentar
descubrir la causa de las enfermedades por medio de los sentidos."
"Exceptuando algunos casos de enfermedades agudas, no hay
diagnóstico alguno posible, y ninguno es necesario como no sea el de
que la persona está enferma. Cuanto más se piensa en el nombre de
una enfermedad, mayor será el embrollo en la busca del remedio, pues
entonces se atenderá más los resultados de la enfermedad que la causa
primera. El prescribir remedios por los resultados de enfermedad
producirá cambios en estos resultados, pero no en el enfermo, si no es
que acelera el progreso de la enfermedad (vicariación progresiva)."
La Medicina Clásica se ha esforzado en poner nombre a las
enfermedades y a poner a los pacientes, muchas veces forzadamente,
tal o cual rótulo. Cada rótulo se asocia con un tratamiento farmacológico
determinado o con un procedimiento quirúrgico. Llamativamente
aparecen permanentemente "nuevas" enfermedades como la
fibromialgia, la fatiga crónica, la enfermedad de la neurona anterior, el
pánico, etc. La realidad es que toda enfermedad señala un
desequilibrio, las diversas manifestaciones de ese desequilibrio son
118
entendidas por la Medicina Clásica como enfermedades diferentes, los
diferentes tratamientos alopáticos o quirúrgicos producen nuevas
enfermedades que requieren nuevos medicamentos alopáticos o
nuevas cirugías. De ese modo se establece un círculo vicioso cada vez
más enfermante. Casi todos los pacientes con problemas complejos y
persistentes actualmente llegan a lo consulta consumiendo
antidepresivos, clonazepán pregabalina y/o levotiroxina, que por
supuesto no han resuelto el problema sino que lo han complejizado.
Acerca de la curación
"Para la Medicina Clásica curación gira en torno a la idea de la
desaparición del estado patológico. Por ejemplo: en una erupción
cutánea determinada, su desaparición; en el caso de hemorroides, su
extirpación; en el caso de estreñimiento, la evacuación; en el de una
afección circulatoria grave del pie, su amputación; o en el caso de una
enfermedad aguda bastaría que el enfermo sobreviviera a ella."
"Muchas veces quedará el enfermo asombrado de la gran pericia
del médico que ha sabido curarle una erupción en la piel con una crema
con corticoides, y cuando vuelva otra vez presentando las
manifestaciones más graves y cambios profundos en los tejidos como
consecuencia de la erupción suprimida, dirá al médico: “Ud. que tan
maravillosamente me ha curado mi enfermedad de la piel, ¿por qué no
puede curarme esta enfermedad del hígado que padezco? Porque este
médico ignorante, ha fallado. Lo que estaba en la superficie del cuerpo y
era, por tanto, inofensivo, ha sido empujado hacia lo más recóndito del
interior del enfermo."
La Medicina Clásica al tratar los síntomas, los cambios visibles,
deja la causa sin resolver; con su accionar agrava la enfermedad
primaria, el desequilibrio, el desorden vital. Una vez eliminados los
síntomas, tarde o temprano el desorden reaparecerá con otras formas y
será rotulado con otro nombre, como si mágicamente apareciera una
nueva enfermedad, y recibirá otros tratamientos farmacológicos o
quirúrgicos que, a su vez, agravarán ese desequilibrio.
"El concepto es el de restablecer la salud y no sólo eliminar los
síntomas. Restablecer la salud tiene como punto de vista poner en
orden al ser humano enfermo. La eliminación de síntomas no equivale a
restablecer por completo la salud al hombre enfermo. Si después de la
desaparición de los síntomas el individuo no se siente completamente
restablecido en su salud, ello no puede llamarse una curación. El
paciente debe sentirse restablecido en su salud a medida que
desaparece un síntoma. Debe experimentar una mejoría interna cada
vez que desaparece un síntoma externo, lo que ocurre cuando
verdaderamente la enfermedad ha sido curada y en lugar de ésta se
restablece el orden.”
119
"Siendo las partes internas del hombre las que primariamente
entran en desorden en la enfermedad, y no sus tejidos, serán también
primero aquéllas las que entren en orden antes que las manifestaciones
externas. La curación debe proceder del centro a la periferia, es decir,
de arriba hacia abajo, de dentro hacia fuera, de órganos más
importantes a los menos importantes, de la cabeza hacia las manos o
los pies. Si los síntomas desaparecen en esas direcciones, no
reaparecerán jamás. Si desaparecen en el orden inverso al de su
aparición, son eliminados de una manera definitiva."
"Las enfermedades crónicas tienen sus primeras manifestaciones
en la superficie y de allí se dirigen a los centros vitales del hombre. De
ello se deduce que el enfermo recobrará la salud en la proporción en
que logre hacer retroceder a la superficie las manifestaciones primarias
de la enfermedad. Tal es la revuelta, la agravación. Quienes
desconocen este principio no desean ver reaparecer los antiguos
síntomas cuando de su vuelta depende la única posibilidad de su
curación. Para poder curar los síntomas del corazón, del pecho o de la
cabeza, es necesario que se presenten manifestaciones en la superficie,
en las extremidades, o sobre la piel, uñas o cabello. Cuando estas
partes externas se afectan el paciente se siente mejor. El tratamiento de
un enfermo con reumatismo cardíaco puede llevar a la aparición de
síntomas en las articulaciones. El tratamiento de los síntomas periféricos
en estos casos hará que la enfermedad retroceda al corazón."
"Puede que por el estado avanzado nunca ocurra una curación
completa pero el descrito es el único camino posible." "Tras su
desaparición, el retorno de las manifestaciones exteriores da cuenta
exacta de que tales trastornos no fueron curados, sino simplemente
suprimidos." "En estas situaciones la actitud del médico es esencial,
debe explicar a su paciente qué está sucediendo y no pensar que si no
alivia las “nuevas” manifestaciones periféricas perderá a su cliente."
Los pacientes, por supuesto, quieren curarse y piensan, como se
les ha enseñado, que la curación es estar libre de síntomas. Cuando
con el tratamiento facilitador de la autoorganización reaparece un viejo
síntoma creen que han sufrido una agravación. El médico tiene que
tener tiempo para explicarles que se encuentran en su proceso de
curación. Las personas nos enfermamos en un proceso, para curarnos
también debemos atravesar un proceso que puede conllevar la
agudización de viejos síntomas. Si el paciente no entiende esto, si el
médico se asusta y le da medicamentos para tal o cual síntoma para
que el enfermo no se vaya con otro profesional a pedirle el "remedio
salvador", la curación fracasará.
120
Nota 102:
¿Cómo abrir el diálogo con el sistema nervioso?
Nota 103:
¿Y cuando no hay respuesta, qué hacer?
121
Nota 104:
La supervivencia. La muerte.
122
Nota 105:
Medicina impositiva. Medicina facilitadora.
123
prolongados para estimular, inhibir o reemplazar funciones naturales,
síntomas o signos; con los tratamientos supresores de manifestaciones
dermatológicas; con los tratamientos agresivos o invasivos y con los
tratamientos odontológicos que introducen metales en el medio ácido de
la boca, destruyen tejido nervioso vivo y/o irritan el tejido nervioso a nivel
del hueso. Una nueva afrenta a la salud la constituyen las vacunas,
como forma impositiva supuestamente preventiva.
Un tratamiento impositivo tiende a la paliación y puede aliviar
síntomas durante un tiempo o definitivamente, pero la aparición de una
“nueva” enfermedad tiempo después de ese tratamiento debe hacer
sospechar la existencia de una vinculación entre ambas situaciones. La
razón de esto es que ese tipo de medicina en lugar de enfocar en la
causa, lo hace en las consecuencias.
Nota 106:
Vicariación progresiva.
124
incluyendo una exhaustiva historia de vida para detectar posibles
campos interferentes.
El concepto de vicariación progresiva echa por tierra la idea de
que los tratamientos alternativos son inocuos. Sin embargo, generar
vicariación progresiva es causar iatrogenia.
Nota 107:
Vicariación regresiva.
Caso clínico.
Se trata de una mujer de 38 años que sufre un traumatismo con
fractura del codo dos años atrás. Fue intervenida quirúrgicamente en
diferentes oportunidades pero su recuperación nunca fue satisfactoria.
El dolor continuó y la dificultad para realizar cualquier movimiento con
su brazo afectado era muy limitante. En la primera sesión traté las
cicatrices quirúrgicas. En la segunda consulta 10 días después el dolor
había mejorado un 30%, sin otros cambios. Decidimos esperar. Una
semana después comenzó con un cuadro de dolor faríngeo e intensa
cefalea. El dolor del brazo cedió en un 80%. Y el ánimo presentó un
vuelco positivo importante. Como las manifestaciones respiratorias altas
fueron una constante en su vida, consideré la reacción como una
vicariación regresiva. Indiqué medidas simples: dieta y líquidos, ningún
medicamento. En la tercera sesión 30 días después de la segunda, el
dolor había recrudecido parcialmente. Decidí hacer una aplicación en
polos amigdalares que permitió resolver el problema.
125
DESDE el DIAGNÓSTICO de la MEDICINA CLÁSICA al
ENFOQUE SISTÉMICO y NO-LINEAL de la TERAPIA NEURAL
Nota 108:
Lesiones Actínicas. Trastornos distróficos y funcionales.
126
Nota 109:
Enfermedades autoinmunes.
127
antiinflamatorios tipo indometacina, fenilbutazona u otros; corticoides;
inmunosupresores. Ninguno de estos medicamentos es curativo, todos
son tóxicos, algunos tremendamente nocivos. Es común el compromiso
digestivo, renal, hepático, ocular, óseo y metabólico asociado al uso de
estos agentes farmacéuticos.
128
Nota 110:
Artrosis. Osteoartritis. Coxartrosis. Gonartrosis. Espondilosis.
Por supuesto que este es un esquema que no responde precisamente a todos los
cambios biológicos que ocurren en el ser vivo. Es un modo de visualizar el problema,
sin pretender llegar a explicar toda su complejidad.
129
sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa.
Para ello se usan analgésicos, antiinflamatorios, kinesiología, etc.
El segundo eslabón en esta cadena está representado por la
formación de hueso en lugares anormales (osteofitos, picos de loro), por
la presencia de edema que puede presionar estructuras nerviosas y por
contractura muscular disfuncional. Tratar este segundo eslabón con
anti-artrósicos, corticoides o relajantes musculares también es ofrecer
un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y por lo tanto,
no resuelve el problema.
El primer eslabón de la cadena suele ser un campo o foco
interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca
cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral o, genera
contractura muscular.
Es decir que el proceso de la artrosis comienza muchos años
antes con la acción irritativa de campos interferentes sobre el sistema
nervioso. El sistema nervioso irritado pierde su capacidad para
mantener en estado eutónico-eutrófico sus estructuras.
Fue la observación de enfermos con pies destinados a la
amputación (pie diabético o pie arterial) lo que me permitió, ya hace
muchos años, comprender cómo la actividad interferente de focos y
campos comprometen la función trófica. Otra observación interesante
que pude hacer en situaciones de pies prácticamente destruidos con
áreas faltantes por infección y necrosis, es que el organismo sabe qué
estructura existe en cada lugar. Al reparar, forma otro pie, limitado sólo
por el tejido perdido, no forma cualquier estructura corporal, ni siquiera
un bulto. Es decir que la actividad trófica además de ser renovadora y
reparadora de células, tejidos órganos y estructuras, tiene la función de
conservar la forma.
Desde esta óptica, las alteraciones en la forma tanto de tejidos
blandos como de cartílago o hueso observadas en diferentes entidades
clínicas (artritis, artrosis, disrupción discal. etc.) son, de hecho,
alteraciones de la función trófica (atribuir dichos cambios a un simple
desgaste mecánico o a la edad, es inconsistente). En la práctica clínica
puede observarse la recuperación de la forma de diferentes estructuras
tras la recuperación de la función trófica.
El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del
campo interferente causal. Para que las articulaciones se mantengan
sanas, el organismo debe estar saludable. Las estructuras orgánicas
requieren nutrientes, agua, oxígeno y eliminación de los productos de
desecho; para todo esto es necesario un sistema circulatorio eficiente
regulado a su vez por un sistema nervioso vital. Todos los sistemas
deben funcionar en forma armónica y coherente.
La artrosis es en realidad la consecuencia de otros problemas.
Representa una alteración funcional de los mecanismos que mantienen
130
vital a las articulaciones y cuya causa debe buscarse en cada paciente
individualmente. Por lo dicho, la articulación, como cualquier otra parte
del organismo, no puede ser analizada como un elemento mecánico
que funciona independientemente de la persona. Es un elemento vivo y
está sometido a todos los cambios positivos y negativos, internos y
externos, que sufre dicha persona.
El dolor y la limitación del movimiento pueden aliviarse y
mejorarse enormemente aún en casos de articulaciones severamente
deformadas. Es decir que el grado de compromiso no se relaciona
directamente con la intensidad del dolor. El tratamiento debería estar
dirigido a la causa y no a la consecuencia; tanto los calmantes, los
antiinflamatorios como los relajantes musculares tratan la consecuencia;
los medicamentos tapan el problema, no lo resuelven. El uso
prolongado de analgésicos-antiinflamatorios puede ser causa de
importantes efectos tóxicos. Respecto de los medicamentos
"generadores" de cartílago, ningún estudio ha podido comprobar que
eso sea cierto.
Nota 111:
Caída y dolor persistente.
El dolor que aparece tras una caída puede deberse a tres causas
básicas: El golpe propiamente dicho. La intención de evitar la caída, lo
cual habitualmente significa contracción de múltiples músculos. La
intervención de terceras personas intentando ayudar a incorporar a la
persona que sufrió la caída.
La persistencia del dolor más allá de los tiempos naturales de
reparación puede deberse a dos factores, separados o combinados que
dependen del funcionamiento del sistema nervioso: 1) La alteración o
pérdida de la capacidad reparadora natural (trofismo), y 2) La alteración
o pérdida de la función natural de no padecer dolor potencialmente
nocivo (tono). El sistema neural modulador antinociceptivo descendente
en estado de armonía funcional, mantiene el umbral doloroso en un
rango en el que los estímulos débiles no se perciben como dolor. La
acción persistente de campos interferentes puede ser la causa de que
alguna de esas funciones (o ambas) fallen.
En consecuencia el tratamiento no debería consistir en
analgésicos u otros fármacos de por vida sino en la solución de focos o
campos interferentes. Una vez resueltos, el dolor puede persistir por
persistencia autónoma de áreas de disfunción neuromuscular que
deberían tratarse mediante modulación neuromuscular (eliminación de
puntos gatillo o trigger points).
131
Nota 112:
La vejez.
132
El siguiente texto fue extraído de
"El amor en tiempos del cólera", de Gabriel García Márquez.
Nota 113:
El miedo a la caída.
133
Nota 114:
Dificultad para caminar.
134
Nota 115:
Neuralgia del ciático. Neuralgia del crural. Meralgia parestésica.
135
Nota 116:
Dolor persistente y otras secuelas tras cirugía o traumatismo.
136
persistencia del dolor posquirúrgico o postraumático así como los
problemas de reparación.
La complejidad que se observa en los casos de dolor persistente
posquirúrgico o postraumático puede resolverse mediante una
minuciosa historia de vida que permita detectar posibles campos
interferentes y su concatenación temporal, para luego actuar mediante
Terapia Neural.
Nota 117:
Cirugía del dolor.
Cirugía y generación de campos interferentes.
137
Nota 118:
Distonía neurovegetativa o neurodistonía.
138
Nota 119:
Distrofia simpática refleja. Enfermedad de Sudeck.
Síndrome doloroso complejo regional.
Nota 120:
Hombro doloroso. Hombro congelado.
139
Básicamente es un complejo cuadro clínico que puede
observarse tras un traumatismo, fractura, cirugía, artroscopía o
inmovilidad de la extremidad superior y que se caracteriza por
importante dolor espontáneo y con el movimiento, pérdida de la
movilidad, edema, cambios en la textura, temperatura y/o color de la
piel, osteopenia localizada en la extremidad afectada y finalmente
atrofia con pérdida total de la función.
Se debe habitualmente a una profunda alteración del sistema
nervioso regional y general. Como cualquier otra enfermedad, no puede
analizarse en forma independiente del resto del organismo. Si bien
puede aparecer tras ciertos traumas, es el resultado de un proceso que
se inicia mucho antes del trauma. Es decir, que para que se desarrolle
este cuadro clínico deben existir condiciones predisponentes previas, en
general en la forma de campos interferentes.
En esta situación también, el tratamiento es el de los campos o
focos interferentes vinculados.
Nota 121:
Tendinitis. Bursitis. Fascitis. Periostitis.
140
El esquema que presento a continuación puede ser útil para
entender otros cuadros patológicos como talalgia, gonalgia o dolor por
tensión muscular.
Por supuesto que este es un esquema que no responde precisamente a todos los
cambios biológicos que ocurren en el ser vivo. Es un modo de visualizar el problema,
sin pretender llegar a explicar toda su complejidad.
Nota 122:
Dolor en el talón (talalgia) y/o planta del pie (fascitis).
141
dolor óseo. Por otra parte, el acortamiento muscular es la consecuencia
de la irritación neural persistente de focos o campos interferentes.
Generalmente la solución se logra resolviendo esas irritaciones para
luego, si fuera necesario, tratar el acortamiento muscular mediante
modulación neuromuscular, (véase Nota 130).
Nota 123:
Dolor de rodilla y problemas asociados.
Dificultad para empezar a caminar. Aflojamiento inesperado.
Sensación de rótula trabada. Dificultad para bajar o subir escaleras.
142
Nota 124:
Escoliosis.
Nota 125:
Dolor muscular. Dolor tensional.
143
Sin embargo, es de suma importancia tener en cuenta que
comúnmente el compromiso muscular es una consecuencia, suele
deberse a la presencia de factores irritativos que actúan sobre el
sistema nervioso. El dolor muscular persistente casi siempre es
secundario a una irritación del sistema nervioso y representa el
resultado de un proceso. La historia de vida permitirá desenredar ese
proceso iniciado mucho tiempo antes.
Dolores supuestamente articulares, óseos, tendinosos,
neurológicos o circulatorios en realidad pueden deberse a compromiso
muscular. El problema diagnóstico radica en que es necesario aprender
a palpar los diferentes músculos. Es común que el hecho de no poder
detectar adecuadamente la presencia de puntos gatillo conduzca a la
negación de su existencia. Es necesario, como en tantas otras cosas el
entrenamiento correspondiente.
El acortamiento muscular, consecuencia de la acción de focos o
campos interferentes provoca tracción del tendón correspondiente que,
como está fijado al periostio, causa dolor profundo (dolor de huesos).
Este hecho también hace confundir el diagnóstico. Muchos cuadros se
rotulan como "tendinitis", "tendinosis", "periostitis" o "fascitis" cuando en
realidad el problema es el acortamiento muscular, resultado de una
irritación del sistema nervioso. (Ver esquema más arriba en la Nota
123). El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del
campo o foco interferente relacionado.
No obstante, es común que el componente muscular haya
adquirido autonomía y sea necesario también aplicar modulación
neuromuscular (tratamiento de puntos gatillo). Como la musculatura
funciona de un modo coherente, músculos agonistas y antagonistas
suelen involucrarse en el problema. El tratamiento comúnmente debe
hacerse en varias sesiones para poder desarmar ese entramado como
si estuviera organizado en catáfilos de cebolla. El hecho de que tras el
tratamiento de un músculo, aparezca dolor en otro funcionalmente
relacionado debe entenderse como positivo. Es necesario continuar
hasta la resolución total.
Nota 126:
La disfunción de la unión neuromuscular.
144
habitualmente, a partir de la irritación del sistema nervioso ejercida por
campos interferentes y que un esfuerzo, una sobre-exigencia física, una
posición forzada o un traumatismo suelen actuar como factores
desencadenantes. Un traumatismo muscular, esfuerzo, daño directo,
etc., debería resolverse en forma natural en unos días o un par de
semanas con medidas simples como reposo, calor, masajes; sin
embargo cuando la actividad tónico—trófica natural está limitada por la
acción de campos interferentes y la reparación falla pueden generarse
en el músculo puntos gatillo, es decir áreas de desorden energético.
Con el tiempo, los puntos gatillo, pueden tornarse autónomos e
independizarse del factor irritativo inicial, actuar como campos
interferentes y generar síntomas dolorosos y funcionales a distancia en
cualquier parte del organismo.
La certeza de que se ha penetrado un punto gatillo lo da la
reacción de sacudida muscular (twitch response). Además de su efecto
segmentario en cuanto a alivio del dolor, incremento de la movilidad, y
cambios autonómicos, el tratamiento de estos puntos puede causar:
somnolencia, “salto” de otro campo interferente, mejoramiento de otros
síntomas concomitantes físicos o psíquicos y sensación de bienestar.
Estos resultados sólo pueden explicarse por la participación activa del
sistema nervioso y la recuperación de circuitos de autoorganización
biológicamente económicos.
Los textos clásicos de Terapia Neural mencionan a las
miogelosas como expresión de enfermedad de órganos internos en su
manifestación segmentaria y recomiendan inyecciones profundas
intramusculares a través de pápulas intradérmicas sobre zonas
hiperalgésicas. Consideran a esas miogelosas como una forma más de
expresión del sistema nervioso comprometido.
La disfunción neuromuscular, consecuencia de la irritación del
sistema nervioso es un problema sumamente frecuente que afecta a
millones de personas en todo el mundo, es causante de discapacidad y
de mala calidad de vida. Su solución es relativamente simple y de muy
bajo costo. El diagnóstico y manejo de esta disfunción exige un
entrenamiento especial. Sin dicho entrenamiento es muy común el
fracaso y como consecuencia la negación de su existencia y/o de la
utilidad del tratamiento.
145
Nota 127:
Características de los puntos gatillo.
146
También puede adquirir el carácter de un campo interferente afectando
la totalidad del ser.
Es muy común la detección de disfunción neuromuscular tras una
caída, una cirugía, un traumatismo. También puede observarse en
relación a otros problemas de salud como neuralgia del trigémino o
herpes zóster, tras inmovilidad prolongada, o en relación a un cuadro de
distrofia simpática refleja, etc.
La eliminación del campo interferente causal puede aliviar el dolor
relacionado con presencia de puntos gatillo, pero habitualmente no es
suficiente para resolver el problema. Es común que la disfunción en la
unión neuromuscular se haya tornado autónoma, es decir que siga en
actividad pese a la eliminación de su causa. Por lo tanto el tratamiento
del campo interferente requiere muy frecuentemente ser
complementado con el tratamiento local de los puntos gatillo.
Cuando existe un campo interferente y se trata primero el punto
gatillo secundario a aquél, puede ocurrir agravamiento de la
sintomatología o aparición de "nuevas" enfermedades. Es decir,
vicariación progresiva. En primer lugar es necesario tratar los campos
interferentes, luego corresponde hacer un nuevo examen manual-digital
y sólo en caso de que los puntos gatillo persistan deberían ser tratados.
La única forma de establecer el diagnóstico presuntivo de
disfunción neuromuscular es con la historia de vida y el examen manual-
digital de la musculatura. Ningún estudio actualmente disponible de uso
rutinario para la evaluación clínica permite hacer ese diagnóstico. La
presencia de dolor persistente asociado a estudios de laboratorio y de
imágenes negativos debería conducir a la sospecha diagnóstica.
La seguridad de que se ha penetrado un punto gatillo lo da la
reacción de sacudida muscular (twitch response). La infiltración de la
región sin penetración del punto gatillo (sin reacción de sacudida) es
poco efectiva o totalmente inefectiva, puede incluso irritar el área y
causar mayor dolor. El punto gatillo puede tener sólo algunos milímetros
de tamaño, por lo tanto la detección e inserción de la aguja deben ser
sumamente precisas.
Nota 128:
Modulación neuromuscular. Técnica.
147
con dolor cervical y presencia de un tercer molar incluido, la conducta
debería ser: examen manual-digital para detectar el estado muscular del
área dolorosa; prueba de Huneke en la pieza sospechosa; repetir la
evaluación manual-digital y si ocurre un cambio en la musculatura, el
diagnóstico es de positividad de la prueba de Huneke. Una vez extraída
la pieza en cuestión, se repite la evaluación y el examen manual digital.
Si corresponde se trata la cicatriz quirúrgica. Si el problema muscular se
mantiene después de dos a tres sesiones de infiltración de la cicatriz
quirúrgica, entonces recién ahí es el momento de llevar a cabo el
tratamiento de los puntos gatillo.
Consiste en la introducción de una aguja que provoque una
reacción muscular de sacudida (twitch response) seguido de la
inyección de 0.2 a 0.3 cc de lidocaína sin adrenalina al 0.375%. La
lidocaína en esa dosis y concentración no ejerce un bloqueo anestésico.
Puede usarse procaína al 0.7%. Produce un cambio en el estado de
polaridad de la unión neuromuscular y la corrección de su
disfuncionalidad. El efecto excede en tiempo y espacio las propiedades
del agente farmacológico anestésico local.
Mediante palpación se detecta la banda tensa o cordón muscular
y dentro de él el nódulo doloroso. El músculo debe ser tomado entre los
dedos pulgar e índice de la mano no dominante de modo de incluir el
nódulo doloroso separando al mismo tiempo la masa muscular de
estructuras como vasos, nervios o vísceras para evitar su punción con la
aguja. Los puntos gatillo en músculos como el supraespinoso,
infraespinoso, crural, vasto externo, subescapular, serratos, etc, deben
ser fijados contra el hueso subyacente con dos o tres dedos de la mano
no dominante. El contacto digital directo, poniendo un dedo sobre la piel
próximo a la aguja, permite percibir la reacción de sacudida que a veces
también puede visualizarse (es conveniente, también, enseñarle al
paciente a identificarla). Esto es muy importante porque da la certeza de
haber actuado correctamente y, a su vez, evita hacer punciones
adicionales innecesarias. Con la mano dominante se toma una jeringa
de 2 a 5 cc cargada con el agente neuralterapéutico con una aguja de
calibre y longitud adecuados a las características del músculo a tratar.
El punto gatillo debe ser penetrado sólo con la punta de la aguja, de
modo que es un procedimiento delicado buscando el punto en la
profundidad en que se encuentra, ni más ni menos profundo. La aguja
se introduce y retira reiteradas veces, en abanico, sin salir del tejido
subcutáneo (evitando de ese modo volver a atravesar la piel), se buscan
los puntos gatillo hasta que las sacudidas cesen y desaparezcan los
nódulos dolorosos. Con cada sacudida se inyectan unas gotas del
anestésico. Finalmente, tras el tratamiento el músculo puede quedar
dolorido (el dolor habitualmente es diferente del original) durante 24 a
148
48 horas. Es conveniente que el paciente se aplique compresas
húmedas calientes sobre la zona tratada.
El tratamiento está contraindicado en los casos de infección local,
trastorno de la coagulación, consumo de anticoagulantes. Los efectos
secundarios del tratamiento local son el dolor post-punción y la
formación de hematomas que son frecuentes pero de grado mínimo. El
riesgo de penetración de una víscera es también mínimo manteniendo
las necesarias precauciones. Cuando el nódulo muscular doloroso
palpable es inactivado y la banda tensa se afloja, el rango de
movimiento se normaliza, desaparecen las manifestaciones
autonómicas (edema trófico, lagrimeo, piel anserina, alteraciones en la
circulación local, etc) así como los trastornos proprioceptivos. Si el dolor
y/o la pérdida de movilidad tienen relación con posturas viciosas, o
alteraciones estructurales, deben eliminarse o corregirse pues de lo
contrario mantendrán o reactivarán el dolor miofascial.
Nota 129:
Del síntoma al músculo comprometido. Listado orientativo.
149
Arritmia cardíaca somato-visceral Pectoral mayor, lado
(compromiso vegetativo) derecho debajo del borde de
la 5ª costilla en intersección
con la línea vertical a media
distancia del pezón y del
borde esternal
Articulación cadera dolor interno Tensor fascia lata
Articulación sacroilíaca dolor Cuadrado lumbar
Glúteo mayor
Paravertebrales
superficiales y profundos
Recto anterior abdomen
Glúteo medio
Glúteo menor
Piramidal
Aductores del muslo
Articulación témporo-mandibular: Masetero superficial y
dolor profundo
Pterigoideo externo
Artritis mano Interóseos
Boca, dolor interno Pterigoideo interno
Bursitis deltoidea Deltoides
Bíceps braquial
Bursitis trocantérica Tensor fascia lata
Vasto externo
Glúteo menor
Cadera, aflojamiento Recto anterior proximal
Crural proximal
Caída de objetos de la mano Escaleno
Calambres nocturnos Gemelos distal
Tibial anterior
Intrínsecos del pìe
Cuadrado lumbar
Cama inclinada, ilusión EsternoCM clavicular
Cefalea post-punción raquídea EsternoCM
Claudicación Gemelos
Sóleo
Coccigodínia Paravertebral profundo
Glúteo mayor
Piramidal de la pelvis
Supinador corto
Codo de tenista Supinador largo
Codo de maletín Radial 1º externo
Codo de correa de perro Extensor común de dedos
Codo de picaporte Triceps medial, parte
Codo de fregadora externa
Codo de albañil Ancóneo
Bíceps braquial
Braquial anterior
150
Dedos mano en resorte Punto tendinoso profundo en
la vaina fascial (palmar)
Dedos mano, dolor explosivo que Flexores de los dedos
sobrepasa la falange distal
Dedos mano dolor lado cubital Tríceps lateral
Pectoral mayor y menor
Serrato póstero-superior
Serrato anterior
Dorsal ancho
Escalenos
Flexores y extensores
Dedos mano dolor lado radial Subclavio
Braquial anterior
Supinador
Flexores y extensores
Dedos pie, primer dedo, Tibial anterior
calambre Extensor largo 1º y dedos
Extensor corto dedos
Extensor corto 1º
Dedos pie, martillo Interóseos del pie
Flexores largos dedos
Extensores largos dedos
Defecación, dolor rectal Piramidal
Deglución dificultosa Pterigoideo interno
Digástrico
Dificultad para abrocharse la Aductor pulgar
ropa Oponente pulgar
Dificultad para escribir (no puede Aductor pulgar
sostener una lapicera) Oponente pulgar
Dificultad para girar en la cama Cuadrado lumbar
Dificultad para flexionar la cadera Psoasilíaco
Dificultad para levantarse de una Paravertebrales sup.
silla Cuadrado lumbar
Psoasilíaco
Glúteo menor
Dificultad para ponerse las Tensor de la fascia lata
medias
Dificultad para sentarse Cuadrado lumbar
Psoasilíaco
Dificultad para subir escaleras Paravertebrales
superficiales
Cuadrado lumbar
Dificultad para usar tijeras Flexores de la mano y de los
dedos
Dificultad para levantar monedas Pronador redondo
de una superficie
Disfunción patelofemoral Recto anterior del muslo
Psoasilíaco
Dismetría: alteración en EsternoCM clavicular
percepción de peso
Disnea por punzada de costado Serrato anterior
151
Dolor fantasma miembro inferior Cuadriceps
(muñón) Isquiotibiales
Dolor inguinal Aductor mediano
Edema de la mano Escaleno
Edema del m. inferior Piramidal de la pelvis
Tríceps sural
Epigastralgia, “úlcera” Serrato anterior
Escalera, debilidad rodilla Subir: crural y sóleo
Bajar: recto anterior
Escalera: dolor al subir o bajar Sóleo
Escroto: dolor Psoasilíaco
Espolón calcáneo Sóleo distal
Estornudo dolor lumbar Cuadrado lumbar
Faringe, dolor EsternoCM esternal
Pterigoideo interno
Digástrico posterior
Hallux valgus Extensor largo del 1º
Extensor corto del 1º
Heberden:
Nódulo en lado cubital del pulgar Aductor pulgar
De los dedos Interóseos de los dedos
Hemiplegia: dolor en cintura Trapecio
escapular sin espasticidad, en Escaleno
reposo Supraespinoso
Infraespinoso
Subescapular
Hombro congelado Triceps largo
Dorsal ancho
Deltoides posterior
Redondo menor
Subescapular
Hombro, dolor cara anterior Infraespinoso
Hombro: dolor cara posterior Redondo menor
(aparece una vez aliviado el dolor
anterior)
Hombro, dolor profundo en la Infraespinoso (++)
articulación Supraespinoso
Elevador
Hombro: dolor que despierta Supraespinoso
Infraespinoso
Escalenos
Hombro: hiperhidrosis Infraespinoso
(compromiso vegetativo)
Hombro, restricción del Abducción: supraespinoso
movimiento Rotación externa:
subescapular
Rotación interna:
Infraespinoso + Redondo
menor
Hombro, subluxación recidivante Subescapular
Impotencia Piramidal de la pelvis
Ingle. dolor Cuadrado lumbar
Oblicuo externo
Aductor
Latigazo (whiplash) Trapecio
EsternoCM
Esplenios
Lengua, dolor espontáneo, dolor EsternoCM esternal
al tragar Pterigoideo interno
Letras saltarinas Orbicular del ojo
152
Lumbar, dolor Cuadrado lumbar
Isquiotibiales
Glúteos
Lumbar, dolor al incorporarse de Sóleo
una silla Cuadrado lumbar
Lumbar, dolor en posición vertical Psoasilíaco
Mama, hipersensibilidad pezón, Pectoral mayor
dolor Serrato anterior
Mandíbula, dolor Sóleo distal lateral
Mano, palma, sensación Palmar menor
pruriginosa
Marcha, dolor Posteriores del muslo
Marcha inestable Vasto interno
Mareo, vértigo, desorientación Trapecio
espacial, ataxia EsternoCM clavicular
Mejilla, sensación extraña Cutáneo del cuello
Meralgia parestésica Sartorio
Iliaco (psoas)
Músculos del cuadriceps
Muelas – dientes: Masetero superficial
Hipersensibilidad a todos los Temporal
estímulos.
Muñeca, dolor en banda Subescapular
Muñón doloroso, miembro inferior Cuadriceps
Músculos del colgajo
Muñón miembro inferior, dolor Recto anterior fémur
Isquiotibiales
Muslo, dolor en decúbito lateral, Vasto externo
despierta
Muslo, dolor parte interna Vasto interno
Recto interno
Nariz, dolor en la punta Orbicular del ojo
Náuseas – anorexia EsternoCM clavicular
(compromiso vegetativo)
Oído, dolor profundo Masetero profundo
Pterigoideo interno
Oído, ruido, sordera, tinnitus EsternoCM esternal
Masetero profundo (rugido)
Oído, tapado, barohipoacusia Pterigoideo interno
Ojo, lagrimeo, enrojecimiento, EsternoCM esternal
seudo ptosis, trastornos visuales
(compromiso vegetativo)
153
Piel de gallina en brazo Trapecio homolateral
(compromiso vegetativo)
Piel de gallina en muslo Trapecio homolateral
(compromiso vegetativo)
Piernas inquietas Bíceps crural
Gemelos/Sóleo
Post-laminectomía, dolor Cuadrado lumbar + glúteo
menor
Isquiotibiales
Piramidal
Pulgar, difícil de manejar Aductor pulgar
Oponente pulgar
Pulgar, dolor/ parestesias en la Escaleno
base Braquial anterior
Supinador corto
Supinador largo
Radial primero
Aductor pulgar
Oponente pulgar
Puño, debilidad Infraespinoso
Resaca por alcohol EsternoCM
Resorte:
Pulgar Punto doloroso lateralmente
al tendón del flexor largo del
pulgar
154
Síndrome cirugía lumbar fallida Cuadrado lumbar + glúteo
menor
Gemelos de la pelvis
Isquiotibiales
Piramidal
Síndrome seudo-discal Cuadrado lumbar + glúteo
menor
“Sinusitis” maxilar (compromiso EsternoCM esternal
vegetativo) Temporal superficial
Pterigoideo interno
Suboccipital, dolor área Posteriores del cuello
mastoides Digástrico posterior
Infraespinso
Tendinitis bicipital. Tenosinovitis Bíceps braquial
Tinnitus Masetero profundo cerca
inserción cigomática
posterior (rugido)
EsternoCM esternal
Tobillo débil Peróneos
Tibial anterior
Tobillo: esguinces y fracturas con Peróneos
frecuencia
Tortícolis Esplenios, Elevador,
Trapecio, EsternoCM
Tos da dolor lumbar Cuadrado lumbar
Tos seca persistente EsternoCM esternal
(compromiso vegetativo) Punto gatillo en la
confluencia del EsternoCM
(esternal), pectoral Mayor y
Esternal
Trismus Masetero
secundariamente:
EsternoCM, Digástrico ,
Trapecio, Escaleno, Pectoral
Trocánter mayor, dolor Cuadrado lumbar
“Trocanteritis”
Túnel carpiano Escaleno
Nota 130:
Fibromialgia: Listado de síntomas.
155
sedantes o antidepresivos. Está prohibido sentir y llorar. A todo esto se
le suma una dieta industrializada que produce saciedad pero que no
nutre e intoxica. A través de la televisión se viven vidas ajenas y no la
propia, el diálogo familiar desaparece. Todo se va acumulando,
juntando como en un recipiente para la basura.
Dolor generalizado, en ambos lados del cuerpo, por arriba y
debajo de la cintura, dolor en la columna. Once de 18 puntos dolorosos
específicos al examen físico. Dolor en músculos, articulaciones y
cefaleas. Rigidez generalizada al levantarse. Calambres. Presión y dolor
torácico. Problemas de la articulación témporo-mandibular.
Hipersensibilidad al estímulo doloroso. Respuesta exagerada a
estímulos nocivos. Intolerancia al frio/calor. Fatiga persistente. Bajo
rendimiento. Distorsión en la percepción témporo-espacial. Lentitud en
los procesos cognitivos: sensación de nube mental, problemas de
concentración, confusión en el uso del lenguaje, dificultades en la
memoria reciente. Trastornos del equilibrio. Torpeza manual. Cambios
marcados en el peso corporal. Cambios de humor, ansiedad. Depresión
reactiva. Trastornos del sueño: somnolencia o insomnio, sueño no
reparador, frecuente despertares nocturnos. Visión doble, borrosa u
ondulada. Picazón o sequedad. Intolerancia a la luz. Zumbidos.
Sensibilidad auditiva aumentada. Intolerancia a los ruidos. Hipotensión
arterial. Vértigo. Palpitaciones, Taquicardia. Retención de líquido.
Hematomas. Sensación de garganta ocupada. Náuseas. Acidez. Dolor
abdominal. Colon irritable. Vejiga irritable. Vejiga hiperactiva.
Incontinencia. Dolores menstruales. Ciclos menstruales irregulares.
Pérdida de la libido. Anorgasmia.
Nota 131:
Fibromialgia:
una enfermedad inventada y aceptada por la ignorancia médica.
156
modifican ese orden natural. Durante un tiempo, meses, años, el
organismo compensa, busca otros caminos y no aparecen
manifestaciones visibles. Pero en algún momento de la vida,
generalmente porque se suma otra agresión-irritación el desorden se
hace manifiesto. Eso es lo que la medicina denomina "enfermedad".
Actuando sobre la causa irritativa y no simplemente sobre los
síntomas, se facilita al organismo la recuperación de su orden biológico
natural que se expresa con sensación de bienestar y libertad para
funcionar en todos los aspectos: físico, emocional, intelectual. Es de
capital importancia conocer la historia de vida de la persona enferma, lo
cual la torna absolutamente singular. Por esta razón los tratamientos
son singulares y las respuestas también. No hay dos personas iguales,
ni dos tratamientos iguales.
Es decir que el dolor, la pérdida de vitalidad y los demás síntomas
no son la enfermedad. La enfermedad radica en la pérdida del rumbo,
en la alteración del orden natural. Ese orden natural que se manifiesta
con sensación de bienestar y más íntimamente con circuitos de
autoorganización que permiten la actividad energética de un modo
biológicamente económico, puede resultar afectado por factores
emocionales, físicos o ambientales. Ante esos estímulos el organismo
busca un nuevo orden que se traduce en circuitos de autoorganización
que dejan de ser biológicamente económicos y presenta gasto excesivo
de energía y elevada generación de entropía.
Cuando se altera la función de no tener dolor (sistema modulador
antinociceptivo descendente), el organismo lo manifiesta con dolor
persistente. Cuando la incapacidad de utilizar la energía es importante
lo manifiesta con fatiga crónica. Cuando se alteran los circuitos
hormonales lo manifiesta con enfermedades glandulares
(hipotiroidismo-hipertiroidismo). Cuando se afectan los circuitos de
sueño-vigilia lo manifiesta con insomnio. Cuando se afecta la función
inmunológica lo manifiesta con infecciones bacterianas, virales,
micóticas. Cuando se alteran los circuitos psíquicos lo manifiesta con
depresión, angustia, pánico. Cuando se alteran los circuitos de
regulación cardíaca lo manifiesta con arritmias. Cuando se afecta la
función intestinal lo manifiesta con “colon irritable”.
Nota 132:
Fatiga crónica. Cansancio persistente.
157
decir que sólo consumen la energía necesaria y generan un mínimo de
entropía. Por otra parte el organismo tiene conocimiento de cómo
emplear esa energía. “Sabe” perfectamente las sustancias que tiene
que producir, en qué momento, qué tejidos las necesitan, qué es lo que
tiene que eliminar. El organismo sano posee múltiples funciones
naturales que le permiten vivir, sobrevivir, reparar los daños y
desarrollarse y al mismo tiempo sentirse bien consigo mismo y con el
medio ambiente y social.
La aparición de manifestaciones como pérdida del sueño
reparador, cansancio permanente, cambios de humor, debilidad
general, etc., se debe a que aquéllas funciones naturales por alguna
razón se han alterado o perdido. Esos circuitos de autoorganización han
dejado de ser biológicamente económicos.
La solución no pasa por controlar los síntomas con medicamentos
que terminan causando más enfermedad, sino por encontrar la causa (o
causas) que generó esa alteración. La irritación del sistema nervioso a
partir de focos o campos interferentes, generalmente explica la pérdida
o alteración de funciones naturales con la consiguiente manifestación de
fatiga crónica. Para poder resolver problemas de esta naturaleza es
necesario un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad.
Nota 133:
Dolor lumbar.
158
tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la
causa. El segundo eslabón en esta cadena está representado por la
formación de hueso en lugares anormales, edema en el área de salida
del nervio raquídeo, deterioro articular, y acortamiento muscular por
disfunción neuromuscular. Tratar este segundo eslabón con corticoides
o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va
dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema. El primer
eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio
del cuerpo que con el tiempo provoca cambios morfológicos en el
hueso, disco o cartílago vertebral o, cambios tónicos en los tejidos como
contractura muscular, espasmo vascular, o alteración del sistema
modulador antinociceptivo descendente. El tratamiento de elección y,
generalmente, curativo es el del campo o foco interferente causal.
Por supuesto que este es un esquema que no responde precisamente a todos los
cambios biológicos que ocurren en el ser vivo. Es un modo de visualizar el problema,
sin pretender llegar a explicar toda su complejidad.
Nota 134:
Hernia de disco.
159
produce sustancias tóxicas que deben ser eliminadas. La entrada y
salida de sustancias se realiza a través de la sangre y de la linfa y todo
el proceso es regulado por el sistema nervioso. La vitalidad del disco en
definitiva depende del sistema nervioso. Una de las capacidades
naturales del organismo es mantener la vitalidad de los tejidos, su forma
y repararlos cuando se produce algún daño.
La hernia discal está constituida por la sustancia gelatinosa del
disco, otros restos y edema local. Pero, ¿por qué razón el disco pierde
vitalidad, se rompe y el contenido gelatinoso sale de su interior? Es
decir, ¿por qué se forma la hernia? La respuesta es que la capacidad
del organismo de mantener ese tejido en buen estado se ha alterado o
perdido. Esto ocurre cuando el sistema nervioso funciona de un modo
inadecuado por la presencia de uno o varios campos interferentes.
Fue la observación de enfermos con pies destinados a la
amputación (pie diabético o pie arterial) lo que me permitió, ya hace
muchos años, comprender cómo la actividad interferente de focos y
campos comprometen la función trófica. Otra observación interesante
que pude hacer en situaciones de pies prácticamente destruidos con
áreas faltantes por infección y necrosis, es que el organismo sabe qué
estructura existe en cada lugar. Al reparar, forma otro pie, limitado sólo
por el tejido perdido, no forma cualquier estructura corporal, ni siquiera
un bulto. Es decir que la actividad trófica además de ser renovadora y
reparadora de células, tejidos órganos y estructuras, tiene la función de
conservar la forma.
Desde esta óptica, las alteraciones en la forma tanto de tejidos
blandos como de cartílago o hueso observadas en diferentes entidades
clínicas (artritis, artrosis, disrupción discal. etc.) son, de hecho,
alteraciones de la función trófica (atribuir dichos cambios a un simple
desgaste mecánico o a la edad, es inconsistente). En la práctica clínica
puede observarse la recuperación de la forma de diferentes estructuras
tras la recuperación de la función trófica.
El dolor agudo puede deberse a que la hernia comprime una raíz
nerviosa, a la presencia de edema en la región que aumenta la
compresión de la raíz o a contractura muscular regional. Esto suele
resolverse con tratamiento local o medidas antiinflamatorias.
Pero cuando el dolor es persistente, crónico, en general se trata
de un problema complejo asociado a la pérdida de la capacidad
reparadora normal del sistema nervioso y/o a la alteración del sistema
modulador antinociceptivo descendente. La alteración o pérdida de esas
funciones suele deberse a la presencia de focos o campos interferentes.
La postura, un esfuerzo, un problema emocional o el estrés
suelen representar sólo el desencadenante, -no la causa- en un sistema
comprometido por otras irritaciones. El tratamiento de elección y
generalmente curativo es el del campo o foco interferente causal.
160
Nota 135:
Fracaso de la cirugía de columna.
Caso clínico.
161
Quedó pendiente qué hacer con la pieza 3.8 (flecha blanca).
Como no daba sintomatología actual y su situación comprometía al
nervio maxilar inferior, decidí esperar y observar. Se observa también
una imagen a nivel de las raíces 33-34 y varios arreglos con amalgama.
Al cabo de aproximadamente cuatro meses después de la última
aplicación, el dolor reapareció aunque mucho más tolerable. Indiqué la
extracción de la pieza 3.8. El resultado fue muy satisfactorio para el
paciente pues sintió una mejoría general.
Nota 136:
Herpes zóster. Neuralgia post-herpética. Culebrilla.
162
El herpes zóster se manifiesta primero con dolor intenso y
persistente y luego con lesiones en la piel. Dichas lesiones son el
resultado de la inflamación y daño de una raíz nerviosa (a veces más de
una) provocado por la presencia del virus varicela-zóster. Las vesículas
marcan el afloramiento del nervio en la superficie cutánea. Puede
afectarse cualquier área del cuerpo desde la cabeza y cara hasta la
pierna y pie, generalmente de un solo lado. El dolor suele ser
intolerable. Puede alterar profundamente la calidad de vida.
El herpes zóster aparece cuando puede (por lo general
situaciones emocionales en un organismo previamente debilitado) y
donde puede (por lo común en un área del cuerpo que ha sufrido un
daño o irritación meses o años atrás).
Caso clínico:
163
alteración de los mecanismos de reparación de estructuras nerviosas
dañadas. Pero a su vez, el gran estado de irritación del sistema nervioso
provoca, en forma refleja, contractura y dolor muscular, que se convierte
en una muy importante fuente de dolor persistente. Por otra parte
pueden aparecer trastornos viscerales, insomnio y depresión.
164
autoorganización económica del organismo. Es también la forma
adecuada de cuidar al ojo. El tratamiento entonces debería consistir
primero en la resolución de los focos o campos interferentes,
acompañado del tratamiento analgésico regional mediante inyección
perilesional, de todas y de cada una de las lesiones, con lidocaína o
procaína en bajas concentraciones. La asociación frecuente de dolor
miofascial lleva a la necesidad de eliminar puntos gatillo mediante
modulación neuromuscular. El uso de antivirales, antiinflamatorios,
anticonvulsivantes y antidepresivos carece de utilidad curativa.
Nota 137:
Herpes labial. Herpes Genital.
En las lesiones del herpes labial como del herpes genital pueden
encontrarse agentes virales. Son lesiones que se caracterizan por su
recurrencia ante diferentes estímulos y por la falta de respuesta a los
diferentes tratamientos disponibles. Para que la función de defensa se
mantenga activa, el organismo debe estar sano. Todos los sistemas
deben funcionar en forma armoniosa, en un equilibrio que permita la
adaptación a cambios y agresiones internos y externos. Una infección
es una de las formas en que el organismo expresa un desequilibrio, una
pérdida de la armonía natural.
Cuando una parte del organismo desarrolla una infección es
porque hay un trastorno en el funcionamiento de ese organismo; el
orden natural tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha
perdido. Las infecciones son resultado de un proceso. Ese proceso se
inicia en un momento dado de la vida y se va desarrollando con nuevas
irritaciones del sistema nervioso en cualquier lugar del organismo. El
resultado final puede ser la pérdida de la capacidad de autoorganización
biológicamente económica y esto puede expresarse como una
infección. Esas irritaciones se mantendrán en la memoria del cuerpo
hasta tanto no sean corregidas mediante tratamiento adecuado.
La boca o la región genital, como cualquier otra parte del
organismo, no pueden ser analizadas en forma independiente del resto
de la persona. El virus se instala dónde y cuándo puede. La presencia
del virus, es decir de la lesión herpética en el labio, en la boca o en la
región genital, ocurre sólo cuando las condiciones de la persona
impiden una adecuada defensa. No toda persona que contacta con el
virus, por ejemplo la pareja sexual, necesariamente se enferma. Si el
estado general de la pareja está en armonía, en un orden saludable,
seguramente no se contagiará.
165
Nota 138:
Cefaleas.
Caso clínico.
Situación frecuente.
166
para una computada. Fui siempre una persona en general sana Tomo
pastillas para la hipertensión leve. Tengo 67 años.”
Nota 139:
Cervicalgia. Rectificación cervical.
167
tratamientos kinesiológicos. El dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros
de origen cervical o tensional con rectificación de la columna
generalmente se debe a contractura de los músculos del cuello, cara o
cabeza. Pero la contractura muscular, salvo que tenga relación con un
traumatismo reciente, en la mayoría de los casos se debe a que el
organismo ha perdido su armonía, su equilibrio natural. Y eso, como se
sabe, tiene relación con la existencia de campos o focos interferentes.
Por ello es que la contractura muchas veces se asocia con mareos,
vértigo, sensación de vacío en la cabeza, dolor y otros síntomas
aparentemente neurológicos. A veces el dolor no es tan importante y
predomina alguno de los otros síntomas señalados. El estrés, la mala
postura, la mala almohada, el mal colchón, etc. son simplemente
factores desencadenantes, de ningún modo la causa.
Caso clínico:
168
muchos diagnósticos de la Medicina Clásica, "rectificación cervical" es
un término descriptivo que no significa nada desde el punto de vista
diagnóstico ni terapéutico, porque simplemente refleja tensión de los
músculos del cuello que como los tensores de acero de una antena, la
mantienen erguida y firme.
169
producen porque el organismo no está renovando en forma adecuada
sus estructuras.
La presencia de campos o focos interferentes afecta la actividad
tónico-trófica neural natural tanto funcional como estructural. Una vez
eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes,
el organismo inicia su proceso de curación y las funciones corporales
recuperan su actividad natural. La falta de respuesta duradera a los
tratamientos convencionales confirma que el problema es sistémico. La
irritación de los campos interferentes se mantendrá en la memoria del
cuerpo hasta tanto no sea corregida mediante tratamiento adecuado.
El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del
campo o foco interferente vinculado. La tarea del profesional es
encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El
organismo hará su propia curación.
Nota 140:
Mareo, vértigo, caídas.
Síndrome de Menière. Laberintitis.
170
Además de los cambios físicos, íntimamente la persona produce
cambios para adaptarse emocionalmente a la nueva situación, si de
caminar por la acera tiene que bajar y cruzar la calzada; si de estar en la
cama necesita levantarse con cierta urgencia; si tiene que bajar una
escalera empinada, etc. Las respuestas posturales que incluyen un
ajuste anticipatorio preparatorio para una pérdida de equilibrio
predecible e inminente emplean un mecanismo de alimentación
anterógrado (feedforward). Estas estrategias reflejan experiencias
aprendidas previamente en situaciones semejantes. Las reacciones
compensatorias para recuperar el equilibrio tras una alteración
inesperada constituyen un mecanismo de activación retrógrado
(feedback). El ingreso de datos al sistema de equilibrio proporciona
mucha más información que lo que normalmente necesita. Esta
redundancia de información significa que el equilibrio puede mantenerse
normalmente en ausencia de cierta información (por ej., cuando los ojos
están cerrados), aunque en estas situaciones el grado de sintonía fina
puede ser inferior. Esa redundancia puede significar también que
cuando aparecen los trastornos del equilibrio, mareos, vértigo, caídas, el
sistema ya se encuentre severamente comprometido. La visión
proporciona la porción más importante de información y normalmente
puede compensar la falta o la disfunción de otros sistemas sensitivos.
La información proprioceptiva proviene de las plantas de los pies, de los
husos musculares de los miembros inferiores y de las articulaciones y
de la riquísima inervación sensitiva que tienen los mecanorreceptores
de la columna cervical. La información proprioceptiva puede
distorsionarse en articulaciones dañadas por procesos inflamatorios, por
la presencia de una prótesis de cadera o de rodilla, en músculos con
puntos gatillo activos o latentes lo cual puede traducirse en desequilibrio
y pérdida de seguridad en el caminar. El sistema vestibular trabaja
conjuntamente con los sistemas visual y proprioceptivo. Está constituido
por tres partes: uno sensitivo periférico (canales semicirculares -crestas-
y otolitos -máculas-), otro de procesamiento central (pedúnculo y
cerebelo) que integra las señales y tras combinarlas con la información
visual y proprioceptiva, envía la información al tercer componente de
control motor (músculos oculares y médula espinal).
De esta relación surgen dos sistemas reflejos el vestíbulo-ocular y
el vestíbulo-espinal. El sistema vestibular ayuda a resolver información
sensitiva conflictiva cuando estímulos visuales o proprioceptivos
proporcionan información y respuesta inadecuada, como en el caso de
un campo visual en movimiento o una superficie de apoyo complaciente.
Bajo estas circunstancias el sistema vestibular rechaza rápidamente la
información errónea conservando la postura normal.
En forma didáctica puede decirse que el control del equilibrio está
organizado en varios niveles estrechamente vinculados. En un nivel
171
inferior los sistemas sensitivos y músculo-esqueléticos; en un sistema
intermedio las áreas de procesamiento central como el cerebelo, el
tronco cerebral y la corteza motora y sensitiva; en un nivel superior las
áreas de planeamiento motor incluyendo los lóbulos frontales. La
realidad supera estos esquemas divisorios. La complejidad de este
sistema como el de muchos otros sistemas biológicos, y el hecho de
que funcione, debería conducir a un estado de admiración permanente
hacia la Naturaleza.
En situaciones extremas de pérdida de visión, pérdida del aparato
vestibular, pérdida de función de la cadera o la rodilla, etc. la explicación
de pérdida del equilibrio es fácilmente entendible. Cuando no hay una
razón evidente y la persona, se marea, tiene vértigo o empieza a sufrir
caídas la medicina convencional entra por caminos oscuros. La
Medicina Clásica ordena las causas de las caídas en base a sus propios
diagnósticos, entonces incluye a la epilepsia, enfermedad de Parkinson,
miopatías y neuropatías, síncope cardiogénico, hipersensibilidad del
seno carotídeo, arrtimias cardíacas, espondilosis cervical, hidrocefalia
normotensiva, demencia y disfunción autonómica con hipotensión
postural. El consumo de fármacos puede asociarse con aumento de la
probabilidad de caída: sedantes, hipnóticos, tranquilizantes mayores,
antihipertensivos, anti-parkinsonianos, antidrepresivos, antiinflamatorios,
diuréticos, alcohol, antihistamínicos.
En geriatría, la caída representa una de las vías comunes en que
puede manifestarse una enfermedad aguda en forma inespecífica,
forma parte de los llamados "gigantes" de la geriatría (véase Nota 48).
Tiene carácter premonitorio, "tras una caída puede sobrevenir el
derrumbamiento global de la persona", es decir que la caída está
poniendo de manifiesto una alteración grave de los sistemas
homeostáticos, indica que el organismo hasta ese momento podía
compensar las deficiencias, faltaba un estímulo adicional para alterar
finalmente los sistemas de regulación; ese estímulo puede estar
representado por una neumonía, un bolo fecal, una emoción, cierto
grado de deshidratación, la ingesta de un fármaco, una internación, etc.
Tanto el llamado síndrome de Menière como la laberintitis ponen
en evidencia una disfunción o pérdida de la capacidad reguladora del
sistema nervioso vegetativo respecto de los mecanismos que mantienen
al cuerpo en equilibrio; su causa debe buscarse en cada persona
individualmente. Es decir, no existe un único síndrome de Menière o una
única laberintitis, depende de cada ser singular.
Frente a la persona que presenta caídas y pérdida del equilibrio,
descartados los factores groseros comentados, correspondería indagar
en la historia de vida en la búsqueda de posibles campos bio-
cibernéticos interferentes. Son las interferencias adquiridas durante la
vida las que llevan al organismo a la pérdida de la regulación bio-
172
cibernética natural, al estado de enfermedad y de riesgo de derrumbe
general. Cualquier interferencia puede afectar la función del
extremadamente sensible sistema de información y respuesta necesario
para mantener el equilibrio y caminar. Este sistema como cualquier otro
sistema bio-cibernético requiere recibir, codificar, almacenar, modular y
retrasmitir la información sin interferencias.
Cuando se encuentran y tratan las interferencias el sistema
recupera su capacidad funcional y mejora paralelamente el estado de
salud general de la persona. Es absolutamente necesario, además de
corregir las interferencias, actuar regionalmente con el objeto de mejorar
la visión, el oído y sobre todo eliminar puntos gatillo presentes en
músculos antigravitacionales de los miembros inferiores (glúteos,
cuadriceps, gemelos), región lumbar (cuadrado lumbar), región dorsal
(dorsal ancho y pectoral) y del cuello (trapecio y
esternocleidomastoideo) que pueden persistir pese a haber eliminado
las interferencias.
El tratamiento de elección que suele ser curativo, es la resolución
de los campos o focos interferentes vinculados.
Nota 141:
Neuralgias de la cara y boca.
173
La historia de vida suele arrojar los datos necesarios que
posibilitarán el tratamiento facilitador reparador de la disfunción neural
afectada mediante Terapia Neural.
Nota 142:
Neuralgia del occipital. Neuralgia de Arnold.
Nota 143:
Problemas del ojo.
174
Nota 144:
Otorrinolaringología: Dolor y Otros Síntomas.
Nota 145:
Osteopenia. Osteoporosis.
175
La osteoporosis es un signo de desequilibrio, de desarmonía, de
pérdida del orden natural. Cuando eso ocurre es porque hay un
trastorno en el funcionamiento de ese organismo; el orden natural
tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha perdido. Quizás
habría que preguntarse, por qué razón en la situación de salud los
huesos tienen su estructura natural. La osteoporosis es el resultado de
un proceso. Si el hueso pierde más calcio que el que fija, aparece la
osteoporosis u osteopenia. La causa de la osteopenia y de la
osteoporosis habitualmente es una irritación del sistema nervioso
ocurrida con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del
organismo, que finalmente interfiere el metabolismo.
El organismo sabe cuánto calcio tiene que estar en la sangre,
cuánto en los huesos y cuánto en la orina. Cuando se logra, con
tratamiento adecuado, recuperar las funciones naturales del organismo
no hace falta tomar calcio extra ni ningún tratamiento fijador del calcio.
Es ilógico pensar que el calcio sobre-administrado se fijará
indefectiblemente en las zonas de osteoporosis y que no formará
cálculos en las vías biliares o urinarias, o que no se eliminará tal como
fue ingerido.
Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de
campos o focos interferentes, el organismo inicia su proceso de
curación y las funciones corporales recuperan su actividad natural. La
tarea del profesional neuralterapeuta es encontrar el origen de la
irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará
de su propia curación.
Nota 146:
Pie diabético. Pie arterial.
176
Señaló Vischñevsky (discípulo de Pavlov), en 1920: "Todos los
procesos fisiológicos de un organismo se desarrollan en relación con la
actividad del sistema nervioso, incluidos los procesos de nutrición
celular, es decir el trofismo. El sistema nervioso se caracteriza por la
universalidad de su distribución. En el organismo humano vivo no hay
sector en los tejidos que carezca de elementos nerviosos dotados de un
poderoso aparato receptor.” (Como se sabe, las terminaciones
nerviosas no llegan hasta la célula propiamente dicha, sino hasta su
periferia. El espacio extracelular –sistema de Pischinger- establece la
conexión.) “Consecuentemente se debe considerar que en el organismo
no hay lugar donde tal o cual acción no se reciba como estimulación del
sistema nervioso. El sistema nervioso no tolera estímulos intensos y
responde a ellos con el desarrollo de procesos distónico-distróficos, es
decir, con una pérdida del equilibrio u homeostasis natural. Esta
respuesta refleja tónico-trófica negativa característica, condicionada por
el sistema nervioso, está en una compleja interacción con todos los
sistemas reguladores del organismo vivo. A partir de ella comienza tal o
cual proceso patológico, degenerativo, inflamatorio, distónico vascular,
neoformativo, etc."
Todos los componentes del organismo participan en una
constante interrelación e interacción autoorganizativa que permite la
vida y la supervivencia. En salud los procesos reparadores se
desarrollan naturalmente. El proceso reparador incluye la conservación
y restitución de la forma, es decir, los tejidos dañados se reparan pero
además recuperan la forma original. La pérdida de la salud puede
manifestarse como pérdida de la capacidad reparadora, retardo en la
consolidación de un hueso, retraso en la cicatrización de una herida,
sobreinfecciones en el lugar de la lesión. Generalmente la causa de la
pérdida de la función reparadora se debe a la presencia de focos o
campos interferentes.
Una úlcera cutánea es un claro ejemplo de alteración tónico-
trófica con gran manifestación distrófica. El tratamiento local de una
úlcera no es suficiente si no se modifican las condiciones generales que
la generaron e impiden su curación. Las úlceras o heridas sólo se curan
de la profundidad a la superficie, nunca en forma inversa. Por lo tanto
sin tratamiento de fondo la aplicación de pomadas o parches suele
fracasar. Los tratamientos agresivos como el raspado, el cepillado o el
uso de desinfectantes suele complicar la situación por generar más
irritación aún.
Ocuparse sólo del pie sin prestar atención a la historia de vida de
esa persona y a posibles focos irritativos distantes, conduce al fracaso
de cualquier tratamiento. El rescate del pie se logra facilitando al
organismo su actividad reparadora por medio de un tratamiento que se
adapte a cada persona y a cada situación y que se base principalmente
177
en facilitar la recuperación de circuitos autoorganizativos biológicamente
económicos mediante la resolución de focos o campos interferentes.
Caso clínico:
Renovación.
178
Reparación y conservación de la forma.
179
El "pie diabético" representa una forma muy avanzada de
enfermedad no sólo del pie sino del organismo como totalidad y en un
50% de los casos (en mi casuística) es irreversible. Esto significa que en
el 50% de los casos tratados el pie se recupera y en el otro 50% no, y
termina en la amputación. Es un tratamiento que demanda mucho
esfuerzo tanto para el paciente como para el terapeuta, suele tener
avances y retrocesos y ser sumamente prolongado.
Fue la observación de estos enfermos con pies destinados a la
amputación lo que me permitió, ya hace muchos años, comprender
cómo la actividad interferente de focos y campos comprometen la
función trófica. Como ya señalé, otra observación interesante que pude
hacer en situaciones de pies prácticamente destruidos con áreas
faltantes por infección y necrosis, es que el organismo sabe qué
estructura existe en cada lugar. Al reparar, forma otro pie, con el
material orgánico que se ha conservado, no forma cualquier estructura
corporal, ni siquiera un bulto. Es decir que la actividad trófica además de
ser renovadora y reparadora de células, tejidos órganos y estructuras,
tiene la función de conservar la forma.
Desde esta óptica, las alteraciones en la forma tanto de tejidos
blandos como de cartílago o hueso observadas en diferentes entidades
clínicas (artritis, artrosis, disrupción discal. etc.) son, de hecho,
alteraciones de la función trófica (atribuir dichos cambios a un simple
desgaste mecánico o a la edad, es inconsistente). En la práctica clínica
puede observarse la recuperación de la forma de diferentes estructuras
tras la recuperación de la función trófica.
Sin embargo, ¿por qué razón no todos los enfermos diabéticos
desarrollan “pie diabético? ¿Por qué habitualmente se manifiesta en un
pie y no en ambos? Indudablemente la diabetes es necesaria pero no
suficiente, y el problema puede manifestarse con valores de glucemia
controlados o no. Para que se desarrolle un pie diabético o arterial,
además de diabetes o de trastornos circulatorios periféricos, deben
existir irritaciones acumuladas en la historia de vida de ese ser que han
llevado a que su sistema nervioso reaccione afectando gravemente su
función tónico-trófica. Cuando en enfermos con pie diabético o arterial
se tratan campos interferentes vinculados, habitualmente puede
lograrse el restablecimiento de la función trófica reparadora y
recuperarse la extremidad afectada, evitándose su amputación al
menos en un 50% de los casos.
180
Nota 147:
Dolor por amputación.
Nota 148:
Problemas de la piel, pelo, uñas y mucosas.
181
(Filosofía homeopática), si la enfermedad se expresa en la piel es que el
organismo está haciendo un proceso de eliminación para curarse. Si
tratamos esa manifestación localmente o con medicación específica, lo
que probablemente provocaremos es una vicariación progresiva, es
decir, un agravamiento del problema original empujándolo hacia el
interior del organismo. El tratamiento de la piel, oculta el problema, no lo
resuelve y lo puede agravar.
Los cambios que experimentan la piel, la mucosa, la uña o el pelo
expresan un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden
natural. Y eso habitualmente se debe a un trastorno en sus funciones
tónico-tróficas. La causa habitualmente es una irritación del sistema
nervioso ocurrida con anterioridad (meses, años), en cualquier lugar del
organismo, que finalmente interfiere la capacidad de autorregulación
natural. La Medicina Clásica, la dermatología, trata los problemas de la
piel sin tomar en cuenta estos conceptos. A un eczema o dermatitis le
pone corticoides, a una infección antibióticos, a una micosis
antimicóticos. Trata la consecuencia, no su causa. ¿Qué ocurre cuando
se tratan manifestaciones de la piel como algo aislado de lo que le
ocurre al organismo? La piel se cura pero el organismo seguirá enfermo
y manifestará su desequilibrio en cualquier otro órgano o sistema con
una "nueva" enfermedad. El tratamiento debería resolver la causa, las
lesiones en la piel son sólo las consecuencias.
Prurito. Ardor. Dolor quemante: Estas manifestaciones
deberían considerarse como variantes del dolor. Es decir, sensaciones
desagradables que están poniendo de manifiesto un desequilibrio en el
sistema nervioso de la persona. Una parte del organismo pica, arde o
duele porque hay un trastorno en su funcionamiento.
Eczema: Como señalé anteriormente, las lesiones de la piel
están mostrando un problema más profundo, que deberían resolverse
adecuadamente, tratando la causa no la consecuencia.
Úlceras: Las úlceras también expresan un profundo desequilibrio
y la pérdida de la capacidad de reparación. El tema ya fue expuesto en
la Nota 147.
Fue la observación de estos enfermos con pies destinados a la
amputación lo que me permitió, ya hace muchos años, comprender
cómo la actividad interferente de focos y campos comprometen la
función trófica.
Más abajo, en las imágenes se observa la planta de un pie de una
persona portadora de diabetes que además de haber perdido los cinco
dedos presentaba una profunda úlcera que fue cerrando mediante
tratamiento de campos interferentes distantes.
182
Uñas: Las uñas como el resto de la piel manifiestan alteraciones
como respuesta a desequilibrios internos.
Notas 149:
Quemados graves.
183
sabido que el stress cardíaco y la disfunción miocárdica son
contribuyentes principales en la mortalidad en los grandes quemados.
Pero además, el severo dolor, el sufrimiento que causan las curaciones,
las deformidades, las pérdidas, las limitaciones, la alteración severa de
las relaciones personales son consecuencias de gran importancia.
La Medicina Clásica aún no ha encontrado una salida a estos
problemas y eso probablemente se deba al hecho de que analiza los
diferentes aspectos por separado, no los integra en ese ser que es
único y diferente a todos las demás personas con quemaduras.
Todos los cambios señalados que ocurren tras quemaduras
graves, se deben a la severa irritación a que es sometido el sistema
nervioso en general. Todos esos cambios inflamatorios, metabólicos,
hormonales, cardíacos, emocionales, espirituales se corresponden con
alteraciones en los circuitos neurales, naturales, de autoorganización. Y
esos cambios son individuales y únicos para cada persona afectada. El
organismo busca por todos los medios, primero hacer frente a la
agresión y luego, encontrar nuevamente la armonía perdida. Es
necesario tomar muy en cuenta el estado en que se encontraba el
organismo de la persona antes de sufrir quemaduras graves. No será la
misma respuesta la de un organismo saludable que la de un organismo
cuyo sistema nervioso ya se encontraba afectado por acumulación de
irritaciones previas.
Mediante el tratamiento de campos interferentes existentes
previamente a la quemadura puede lograrse que el sistema tónico-
trófico de reparación natural se encuentre en mejores condiciones de
afrontar el problema. El estado de la dentadura juega un papel
fundamental. La administración endovenosa de lidocaína o procaína
constituye una alternativa interesante cuando la superficie quemada es
extensa. De este modo también se puede reducir el gasto energético
necesario para la defensa, reparación y reconstrucción. Un segundo
lugar ocupan las lesiones dejadas por las quemaduras y los injertos.
Nota 150:
Revitalización.
184
Nota 151:
Epilepsia. Ausencias.
185
Nota 152:
Órganos internos, dolor y problemas funcionales.
186
vulvodinia, prurito, flujo excesivo, craurosis vulvar, anorgasmia,
trastornos de la menopausia, infecciones.
En el aparato genital masculino (testículos, epidídimos,
conductos deferentes, pene), los problemas son dolor, eyaculación
precoz, anorgasmia, impotencia, infecciones.
En el aparato digestivo (boca, faringe, esófago, estómago,
intestino, vesícula biliar, páncreas, recto, ano), los problemas más
comunes son dolor, cólicos, acidez, ardor, regurgitación, plenitud
postprandial, digestión lenta, asco, hipo, náuseas, vómitos, falta del
apetito, intolerancia a ciertos alimentos, sequedad de boca,
constipación, diarrea, tenesmo a veces con pujos, prurito, ardor,
incontinencia fecal, infecciones a repetición, hemorroides, fisura anal.
Nota 153:
Colon irritable.
187
Nota 154:
Constipación. Incontinencia fecal.
Nota 155:
Problemas cardiovasculares.
188
La forma de resolver problemas tan complejos no puede basarse
en medicación que sólo oculta síntomas. Además son comunes los
trastornos y enfermedades asociados a su uso.
El tratamiento que ofrece la Terapia Neural sobre focos y campos
de interferencia enfoca en la causa.
Nota 156:
Edema periférico persistente.
189
TERAPEUTICA
Nota 157:
Bases de la terapéutica.
190
realmente se hace es entregar una información inespecífica en un punto
específico para que el organismo en respuesta adopte un nuevo orden
que le implique recuperación de circuitos de autoorganización
biológicamente económicos y una liberación de sus dolencias. El
impulso inespecífico en sitios específicos se traduce en cambios tónico-
tróficos generalmente positivos para ese organismo. Dichos estímulos
en sitios inadecuados, en forma impositiva, en momentos inoportunos,
con técnica imperfecta, pueden ser iatrogénicos.
Nota 158:
El diálogo biológico.
191
Reacciones generales: euforia, llanto, liberación emocional.
Estado de gran cansancio; sueño; limpieza o drenaje: fiebre, tos y
expectoración, diarrea, vómito, flujo vaginal, gran diuresis; decaimiento
general; dolores musculares y/o articulares; cefalea; dolor de garganta;
mareos, vértigo, etc. Un hecho muy infrecuente es la generación de
circuitos de retroalimentación positiva sin control que exige un
seguimiento y tratamiento especiales para evitar complicaciones graves.
Fenómeno inmediato de corta duración o insuficiente: Esto se
observa cuando participan simultáneamente varios campos
interferentes. Los síntomas mejoran parcialmente durante un tiempo
muy corto. Una segunda aplicación en el mismo sitio también tendrá una
respuesta corta o insuficiente. Suele deberse a la existencia de otro
campo interferente activo vecino o distante. Puede también significar
presencia de alteraciones estructurales, órganos en estado de
destrucción o en situación muy precaria Es necesario completar el
tratamiento con aplicación en otras áreas involucradas.
Fenómeno de reactivación: el área tratada fue incorrecta El
área sintomática es sólo eso y no siempre un campo interferente. Ocurre
agravamiento de los síntomas durante horas o días. Luego la
sintomatología puede volver a su nivel original o mantenerse en un nivel
más alto. El nuevo estímulo constituye, de hecho, una nueva irritación.
Bloqueo de la regulación: Cuando un área es muy sospechosa
de ser un campo interferente pero no presenta respuesta. Cuando se
tratan otros campos interferentes concomitantes pero la situación no
cambia y la persona muestra una actitud positiva, colaboradora, puede
pensarse en un bloqueo de la regulación. Es necesario reevaluar la
situación, indagar alimentos, metales pesados, geopatías,
medicamentos, radioterapia previa. Son útiles las dietas de frutas,
verduras crudas y agua, las autohemovacunas, la inyección intravenosa
de anestésicos locales o la quelación.
Cuando las enfermedades evolucionan del centro a la periferia,
desde los órganos internos vitales hacia las extremidades, con
manifestaciones sintomáticas en ellas, es una buena señal de evolución
hacia la curación. Lo mismo puede decirse de las erupciones cutáneas.
Cuando ocurre lo contrario, por ejemplo un paciente reumático
con síntomas en las extremidades que tras el tratamiento presenta una
complicación cardíaca o axial (columna vertebral), el pronóstico es
reservado.
192
Nota 159:
Respuestas al estímulo neuralterapéutico.
Otras consideraciones.
193
en su desesperación empiece a consumir nuevamente fármacos; si hace
falta lo cito, converso, le explico.”
Nota 160:
Saber esperar.
194
viejos síntomas a menudo aparecen y vuelven a desaparecer
naturalmente. En este caso hay que mantenerse expectante. Si los
viejos síntomas vuelven y se estacionan, entonces generalmente es
necesaria una segunda aplicación.
El secreto del saber esperar está en la confianza que uno tenga
sobre los procesos biológicos. Si uno se deja influir, avasallar, por la
urgencia del paciente, por la actitud de las amistades y/o familiares del
paciente que lo instan a hacer otras consultas o tratamientos, el
tratamiento fracasará o peor, conducirá a una agravación.
Nota 161:
La segunda aplicación. (Tomado de J. T. Kent. Filosofía homeopática).
195
Cuando síntomas totalmente nuevos toman el lugar de los viejos
significa que la aplicación no actuó adecuadamente y que hizo progresar
a la enfermedad en otra dirección, con nuevos síntomas. Estos nuevos
síntomas requieren un tratamiento "antídoto" si es posible. La segunda
aplicación debería actuar sobre estos nuevos síntomas y es posible que
tenga efecto sobre los síntomas viejos.
En cambio, corresponde repetir la aplicación original cuando hubo
un cambio positivo importante pero aún restan elementos por resolver.
También cuando se observa una mejoría general aunque los síntomas
no hayan cambiado completamente. La idea es repetir hasta que el
efecto beneficioso se agote. La aparición de síntomas viejos es de buen
pronóstico. Mientras la acción curativa pueda sostenerse, no hacer
cambios. Ante la duda, esperar. Cuando la misma aplicación no arroja
nuevos beneficios, es necesario hacer un cambio.
Indudablemente, para lograr estas esperas, es necesario que el
paciente participe conscientemente y no recurra, como es lo común, a
otras terapias con el concepto de “todo suma”, “lo que abunda no
molesta”, o “cuanto más mejor”.
Si los síntomas vuelven con escasas diferencias en la intensidad
(en más o en menos) en relación a como eran en su momento, es buena
señal. Si estos síntomas se ausentaron durante algún tiempo, si la
primera aplicación produjo cierto alivio y luego reaparecen algo
semejantes a lo que eran originalmente, es índice de que la aplicación
ha sido bien indicada.
Si después de un intervalo de varios meses, los síntomas
originales vuelven, también es índice que la primera aplicación ha sido
bien indicada, que el caso es curable y que la segunda aplicación debe
ser idéntica a la primera.
Nota 162:
Impulsos de anestésicos locales muy diluidos
para la autoorganización.
196
odontología, para aliviar las hemorroides, para hacer endoscopías
digestivas o bronquiales o para infiltraciones. La lidocaína se emplea
también para tratar ciertas arritmias cardíacas. La lidocaína, en general,
se usa asociada a adrenalina (epinefrina) para aumentar la duración de
su efecto anestésico, una sustancia que puede causar arritmias por
estimulación cardíaca, o a un corticoide, poderoso antiinflamatorio, que
puede causar úlceras digestivas, osteoporosis, trastornos psiquiátricos,
alteraciones metabólicas u hormonales, diabetes, retención de líquido,
aumento de la grasa corporal, etc.
Personalmente empleo lidocaína muy diluida en solución
fisiológica al 0.375% sin ningún agregado. En esa concentración tan
débil no produce anestesia sino que actúa como impulso para la
autoorganización, modificando al sistema nervioso. Es decir que en una
concentración menor adquiere la propiedad de un fármaco diferente. Es
como el caso de la aspirina, 500 ó 1000 mg sirven para calmar un dolor
de cabeza, 100 mg no alivian la cefalea pero sirven para inhibir la
adhesividad plaquetaria. Al usar la lidocaína tan diluida, sin agregados,
sin adrenalina ni corticoide, en la práctica de tantos años nunca observé
efectos secundarios.
Muchas personas, incluso algunos médicos, dicen: "¡ah!,
lidocaína, es anestesia, pasa el efecto y se acabó". La realidad es
completamente diferente. La lidocaína al 0.375% aplicada en lugares
específicos modifica el estado del sistema nervioso en el lugar donde se
aplicó y por ende actúa sobre la totalidad del organismo. El sistema
nervioso es una red interactiva, sumamente dinámica y versátil; un
estímulo en un punto de la red se difunde abarcándola toda, a su vez
cada punto se comunica con los demás enviando y recibiendo
información, consecuentemente con cada estímulo cada punto de la red
se modifica. Es un sistema ubicuitario que a través de la sustancia
intercelular interactúa con cada una de las células, de cada órgano y de
cada estructura. La lidocaína al 0.375% actúa como estímulo y el
estímulo genera respuestas.
¿De qué modo la lidocaína o la procaína modifican al sistema
nervioso? Lo que hacen es llevar el estado eléctrico disfuncional de las
membranas celulares del tejido nervioso relacionado con áreas
parabióticas a valores fisiológicos funcionales, y de ese modo recuperan
su vitalidad.
¿Qué beneficio aporta la revitalización de áreas parabióticas?
Cuando el tejido parabiótico recupera su vitalidad deja de interferir al
resto del organismo y éste empieza a funcionar armónicamente. Es decir
facilita la autoorganización del sistema.
Localmente la lidocaína actúa durante 1-2 hs pero su efecto
terapéutico puede durar días, meses o indefinidamente. ¿Por qué?
Porque lo que se mantiene es el nuevo estado de organización que
197
logra el organismo tras el estímulo, pese a que el medicamento haya
desaparecido mucho tiempo atrás. De la gravedad del desequilibrio
depende el número de aplicaciones necesarias. Con cada aplicación la
duración del efecto se extiende hasta llegar en la mayoría de los casos a
la resolución del problema.
La lidocaína en la concentración señalada y en las dosis que
empleo no produce efectos secundarios, es decir no causa intoxicación,
alergia, daño renal, hepático, cerebral, etc. La lidocaína al actuar como
estímulo inespecífico puede causar reacciones (no complicaciones). Son
reacciones de autoorganización ecológica que hace el organismo en
respuesta a ese estímulo y que habitualmente señalan la existencia de
algún trastorno preexistente. Las reacciones pueden consistir en fiebre,
gripe, dolor de garganta, diarrea, expectoración, flujo vaginal, etc. Esas
reacciones son útiles para el organismo porque sirven como "limpieza" y
permiten orientar la continuación del tratamiento.
Siguiendo la escuela de fisiología rusa (A. Vischñevsky) la
concentración del agente debe ser suficiente como para causar una
estimulación débil y no provocar una irritación excesiva. Dicho autor
empleaba procaína al 0.25%. Otros autores recomiendan
concentraciones de procaína del 0.5; 0.7 y del 1%. Creo que la
concentración debería estar más próxima a 0.5 que a 1%; por ejemplo,
en la infiltración de cicatrices extensas la dosis total administrada al 1%
puede llegar a ser tóxica. Personalmente la concentración de lidocaína
que empleo es del 0.375%, elegida tras probar otras concentraciones.
Con respecto al volumen, estoy de acuerdo con el Dr Heberth
García Rincón en el hecho de que el secreto está en poner la aguja en
el sitio adecuado. Sin embargo hay algunas excepciones. Hay áreas que
anatómicamente son difíciles de alcanzar o que para acceder hay que
usar técnicas más riesgosas.
Ejemplos:
1) Ganglio estrellado: es menos riesgoso inyectar 5 cc a nivel de la
apófisis C6 que 1-2 cc en C7 (neumotórax).
2) Ganglios simpáticos C8, D1: por ser inaccesibles de otro modo,
puede llegarse a ellos inyectando 10-15 cc a nivel de la apófisis C6, utilizando
la fascia prevertebral como superficie de acceso y con el paciente
semisentado.
3) Ganglios simpáticos lumbares contralaterales: para evitar hacer una
punción bilateral, pueden inyectarse 15-20 cc en un lado para bañar el lado
contralateral (en posición decúbito lateral).
4) Inervación genitourinaria: si se usa la técnica suprapúbica con aguja
corta y angulada conviene inyectar 10 cc en la línea media.
5) Bloqueo lumbar -renal y suprarrenal- (Vischñevsky): este autor indica
de 60 a 100 cc al 0.25% de procaína.
6) Caudal (epidural): el volumen dependerá del nivel que se desee
alcanzar con el estímulo neuralterapéutico (entre 2 y 15 cc).
198
Nota 163:
La vía endovenosa.
Nota 164:
Utilidad de la cafeína en Terapia Neural.
199
Con concentraciones del 0.7 al 1% y volúmenes pequeños la
procaína carece del efecto depresor observado con concentraciones y
volúmenes altos, por lo tanto la cafeína es inoperante, pero al mismo
tiempo no es inocua. Es verdad Huneke usaba procaína al 2% con
cafeína. Era el producto Impletol del laboratorio alemán Bayer. Es
verdad también que Vischñevsky en Unión Soviética usaba procaína al
0.25% sin cafeína.
Ferdinand Huneke en su libro “El fenómeno en segundos” dice al
respecto: “La pequeñísima adición de cafeína que hemos puesto en el
Impletol, no eleva significativamente su efecto terapéutico así sea que
muchas publicaciones lo aseguren. La cafeína es el antídoto de la
procaína; le quita pues su “veneno” hasta donde se puede hablar de
veneno tratándose de un fármaco como la procaína”.
El único efecto "veneno" de la procaína (como de cualquier otro
fármaco) es administrarla en concentraciones o dosis totales elevadas.
Al 2% es una concentración elevada, por lo tanto, a modo de
precaución, en el Impletol 2% hace falta agregar cafeína.
Nota 165:
Para los problemas persistentes de salud el tratamiento crónico de
la Medicina Clásica deja de tener sentido.
200
Nota 166:
Importancia de la técnica.
201
Nota 167:
Técnicas modificadas por el autor.
Uso de la aguja angulada (45°-135º).
202
Nota 168:
Técnica suprapúbica con aguja angulada:
Figura: Pubis, corte transversal, puede observarse la angulación del hueso del
pubis respecto a la pared anterior de la pelvis. 1. infundíbulo de la trompa; 2. ovario; 3.
ligamento redondo; 4. fondo uterino; 5. sínfisis del pubis; 6. vejiga urinaria; 7. fondo de
saco vésico-uterino; 8. Recto
203
La línea marcada en la piel señala el borde del pubis.
Los dos dedos del operador cabalgando sobre el hueso y hundiendo la pared abdominal
dejan un espacio, en la línea media, para insertar la aguja.
204
Figura: Plexo de Lee-Frankehauser. Ramas provenientes del plexo aórtico,
plexo mesentérico superior, plexo hipogástrico, así como ramas somáticas de raíces
sacras conforman una extensa red regional. El plexo de Frankehauser es sólo una
parte de esa red. Inervación del útero: 1. nervios sacros; 2. plexo uterino magno; 3.
plexo aórtico; 4.plexo mesentérico superior; 5. nervio hipogástrico; 6. plexo hipogástrico;
7. nervio pélvico; 8. plexo cervical de Lee-Frankehauser; 9. nervio espermático; 10.
ganglios lumbares del simpático. A. aorta; R. recto; V.u. vejiga urinaria; U. útero.
205
Nota 169:
Técnica para el mediastino ántero-superior con aguja angulada.
206
Estructuras nerviosas del mediastino ántero-superior.
Nota 170:
Técnica presacra con aguja angulada.
207
La paciente separa sus nalgas con sus manos.
El dedo pulgar del terapeuta señala el extremo caudal del cóccix.
La aguja angulada con el bisel hacia arriba se inserta inmediatamente por
debajo del dedo para sortear el cóccix en dirección cefálica y siguiendo la línea
media, lo más alejado posible del ano, y siempre dirigida hacia el sacro,
sin resistencia en toda su longitud, 80 mm.
Nota 171:
Técnica retromolar para los ganglios esfenopalatinos
con aguja angulada.
208
el dedo índice o mayor. Se inyectan 0.5-1.0 cc de la solución neural-
terapéutica en cada uno de los ganglios
Ventajas: es una técnica mucho menos traumática que la vía
externa y que la vía a través de los conductos esfenopalatinos del
paladar. Prácticamente carece de complicaciones.
Nota 172:
Técnicas modificadas para el tratamiento de puntos gatillo.
Nota 173:
Temor o fobia a las agujas.
209
inyecciones en sitios no convencionales para el enfermo. Puede tolerar
una intramuscular en el glúteo, pero no una intramuscular en el escaleno
o en el trapecio. Ni que hablar de una aplicación en el ganglio estrellado.
Otra inyección que estos pacientes suelen tolerar es la intravenosa. Este
es un recurso que se puede explorar.
De todos modos, lo que habitualmente observo es que no es
fobia sino temor. Que ese temor responde a otras motivaciones que es
necesario abordar y que a través de las agujas pueden resolverse otros
temores. Respeto y paciencia son los elementos necesarios. Cuando el
enfermo puede percibir el beneficio de soportar algunos pinchazos,
suele concurrir solicitando una nueva aplicación.
Nota 174:
La quiropraxia. Subluxación sacroilíaca o vertebral.
Nota 175:
Terapia neural iatrogénica.
210
tratamiento sintomático, sin tratar la causa irritativa original ya sea con
pápulas intradérmicas o mediante eliminación de puntos gatillo. El uso
de esquemas de causa-efecto o algoritmos terapéuticos preconcebidos
sin tener en cuenta el carácter singular del paciente, sin “escuchar” el
lenguaje de su organismo, sin comprender lo que significa cada reacción
tras el estímulo neuralterapéutico.
Por supuesto el uso de anticoagulantes o la presencia de una
enfermedad asociada a trastornos de la coagulación constituyen una
contraindicación para cualquier procedimiento invasivo. Habitualmente
puede suspenderse la medicación anticoagulante unos días antes, para
luego reanudarla tras la aplicación. Quizás el agente anticoagulante más
común usado sea la aspirina que en dosis de 100 mg diarios puede ser
causa de problemas importantes.
Una buena técnica incluye la prevención de accidentes por
invasión de estructuras: neumotórax, hemotórax, inyección intra-
raquídea por penetración en el manguito dural de una raíz nerviosa,
hemorragia interna, perforación de una víscera, bloqueo de nervios
vitales (frénico, laríngeo, vago).
Los hematomas importantes son infrecuentes. Un hematoma
retroperitoneal tras la aplicación en la cadena simpática lumbar puede
ser causa de dolor intenso, habitualmente el cuadro revierte en pocos
días en forma natural con reposo y calor local. Desde una óptica positiva
el hematoma puede actuar como autohemoterapia.
A modo de cierre publico el escrito de Sandra Payán Gómez, que con su ímpetu
lleva a la Terapia Neural a su máxima expresión. Es un deseo de ella que comparto.
Algún día será así.
Nota 176:
La Terapia Neural: Cómplice y Gestora de Encuentros para la Vida
por Sandra Isabel Payán Gómez
(1º Encuentro Internacional de Terapia Neural, Bogotá, 2003).
211
lo que somos. Y para eso, no hay otra forma que despojarnos de lo que
no nos deja ser, o por lo menos intentarlo. Despojarnos de las máscaras
que nos ocultan, de los papeles o roles que nos niegan, de las normas
que nos obligan, de las certidumbres que nos atemorizan y de los
discursos que nos distraen. Para encontrarnos, hay que desnudar el
corazón retirando lo que nos cubre, es decir, los pretextos que
inventamos para no tocarnos. Si no lo hacemos, podemos llegar,
toparnos y pasar, podemos incluso vernos, leernos y escucharnos, pero
nunca, nunca, encontrarnos.
Por esto hoy, aunque escribir sobre Terapia Neural, es más difícil
para mí, es, a la vez, más placentero. Porque en este esfuerzo por
organizar y moldear palabras para expresar a otros mis ideas y
sentimientos, está la necesidad de verme a mí misma; y en el
descubrimiento de lo que soy, está el encuentro con los otros.
Hoy, no deseo, y posiblemente no pueda, hablar de Terapia
Neural si no es desde mí, desde mi experiencia y desde mi camino. Un
camino, como el de todos, lleno de contradicciones, sueños, subidas,
bajadas, luces y sombras, en el que la Terapia Neural ha sido una gran
cómplice; en ella me revelo y ella se revela en mí, y así, nos vamos
transformando mutuamente.
Consecuente con sus fundamentos y por supuesto con los míos,
no me refiero a la Terapia Neural como si estuviera por fuera de mí, así
como no están por fuera de mí los otros, el Universo ni la vida misma.
Todo está en mí, no solamente por interacción o interdependencia, si no
esencialmente porque en este mundo de complejidad vital, todos
“intersomos”, es decir, que no sólo nuestro hacer afecta el entorno, y al
revés, sino que nuestro ser, pertenece al ser de los demás; somos para,
con y en los demás, y al revés. La relación entre todos y de todos con el
Universo se da en el “interser”, por eso es que al encontrarnos con
nosotros mismos, ocurre el milagro del encuentro con los otros y con el
Universo.
Con gozoso asombro, veo cómo en mi vida los límites entre lo
personal y lo laboral, se desvanecen; me doy cuenta cada vez con
mayor claridad cómo lo íntimo y lo público, lo “desde dentro” y lo “desde
fuera”, el sentimiento y el pensamiento, y el vivir y el discurso, se
enredan en una iluminadora confusión. Me entero que estos límites, así
como la mayoría en los que cree nuestra humanidad, son artificios; es
decir, que todo habla de lo mismo, que todo habla de lo que somos.
Todo se va mezclando, mis creencias, mis experiencias, mis
emociones, mis afectos; todo se integra, o mejor, todo devela su
inherente integración. La separación no existe, el discurso se diluye en
la vida, en mi vida, y sólo así, el discurso cobra sentido. Las
explicaciones y concepciones que privilegian el pensamiento y la razón,
sólo le sirven a la vida cuando llegan y afectan el lugar donde los
212
cambios son reales y profundos: el fondo del corazón, el lugar donde
anidan los sentimientos, el lugar de lo innombrable, de lo invisible.
Siempre me ha apasionado y estremecido la correspondencia que
encuentro cada día entre la concepción de la Terapia Neural, la esencia
de la organización social, y mis creencias y propósitos de vida, es decir,
entre la relación con mis pacientes, el trabajo comunitario, y mi
cotidianidad e intimidad. Esta correspondencia entre espacios
supuestamente tan diferentes, no es ni lineal ni azarosa; se me parece
más bien a los rasgos comunes que se encuentran en letras escritas
con la misma mano, se me parece a la metáfora.
Veo esta correspondencia, en parte, gracias al aprendizaje que
me ha permitido la Terapia Neural; y darme cuenta de ella me asombra
tanto, gracias a la ignorancia que implica pertenecer a esta humanidad
que no cree en la vida, y a la que lo obvio le parece extraño. La realidad
me sorprende porque formo parte de una sociedad que fragmenta, que
irrespeta, que impone, y que prefiere dominar a cooperar, excluir a
incluir, y obedecer a desear.
Entender la sociedad de la que formamos parte suele ser muy
importante en este camino de descubrir lo que somos y de decidir en lo
que queremos creer. Específicamente, entender cómo la sociedad se
transforma y cómo hemos llegado a ser lo que somos, es muy útil para
quienes asumimos la Terapia Neural, o cualquier otra práctica médica,
como una actitud frente a la vida y no simplemente como una técnica.
En esta discusión, que no tiene fin ni verdades absolutas, hay ideas y
pensadores que iluminan mis reflexiones:
Maturana afirma que para que haya un cambio cultural es
necesario que haya cambio emocional; que una sociedad se transforma
sólo en la medida en que las actitudes y valores de los seres humanos
lo hacen, es decir, sólo si se afectan las motivaciones, los sentimientos
y los sentidos. Sólo si se quiere y se desea con el corazón es posible
ser, transformarse o permanecer, como individuos o como sociedad;
otra voz a favor de trascender los discursos.
Capra, entre otros, coincidente con filosofías ancestrales como la
china, describe un “ritmo básico universal”, en el que la dinámica de la
historia de la humanidad es vista como fluctuaciones cíclicas y
continuas que tienen su propio ritmo y propósito. Como movimientos
complejos y sincrónicos de la cultura y de todas sus manifestaciones
(incluyendo las emociones, las creencias y las formas de organización
de la sociedad), que emergen de las relaciones que estos mismos
permiten, y cuyo carácter vital los hace impredecibles e incontrolables.
Las sociedades y los seres humanos, así como la naturaleza y el
Universo, son intrínsecamente dinámicos o cambiantes. Contagiados
por la vida, nuestro devenir y nuestra historia sucumben a su irresistible
movimiento y ritmo, a sus ciclos, a su música y a su baile.
213
Esta mirada se aparta de la propuesta del modelo evolutivo que
plantea que la historia de la humanidad es el resultado de las guerras y
los conflictos. La idea de que la evolución, tanto biológica como social,
ha sido posible gracias a las luchas desalmadas de organismos (y
microorganismos) que compiten por su propio beneficio a costa del
exterminio de los más débiles, ya no puede sostenerse, la vida está
llena de motivos para no creerla.
¿Por qué extraña razón se nos hizo más fácil suponer que un día
levantamos las manos de la tierra y nos pusimos por primera vez de pie
para tomar un arma y matar a otros (animales y seres humanos), y no
para recolectar y cargar alimentos parar compartir?, ¿por qué los
dibujos de nuestros antepasados se nos parecen más a flechas que a
plantas? Por la misma razón por la que vemos luchas en lugar de
abrazos, violencia en lugar de vínculos, partes separadas en lugar de
relaciones. Los modelos con los cuales nos vemos, pensamos y
sentimos, no nos dejan entender nuestra propia naturaleza.
En un esfuerzo por reinterpretar nuestra historia, muchos autores
como Riane Eisler y Humberto Maturana, plantean que el desarrollo de
la humanidad y de la civilización, se debe más a la capacidad de
cooperar y de amar de los seres humanos y de la vida misma, que a la
competitividad y a la dominación. De hecho, se propone, y eso es en lo
que creo, que somos esencialmente seres del amor, de la caricia y del
encuentro. No porque la historia más accesible a nuestra limitada
memoria, esté llena de violencia, dominación y competitividad, significa
que esa sea nuestra naturaleza; esa parte de la que nos acordamos es
sólo un momento de nuestra fluctuante historia, y eso que sobresale es
sólo una parte de lo que somos. En nuestro cuerpo, así como en la
Naturaleza, la tendencia es a cooperar.
Según esta mirada alternativa, la historia de la humanidad ha
fluctuado entre modelos de solidaridad y modelos de dominación, es
decir, entre sociedades que privilegian el poder de unos sobre otros, y
sociedades en las que prevalecen los vínculos afectivos y la
cooperación. En general, y sin querer irrespetar la singularidad y
complejidad de las sociedades, es evidente que los grandes cambios en
la historia de la Cultura Occidental, después del surgimiento del
patriarcado en el año 3000 AC hasta nuestros días, no se han salido del
modelo de dominación. Incluso algunos, como el surgimiento del
capitalismo, el positivismo y el mecanicismo, han significado el
perfeccionamiento de las condiciones para dominar, controlar y excluir.
Se plantea que antes de este gran periodo, los seres humanos se
organizaban en comunidades en las que primaba el amor, la
preocupación por los otros, y el respeto por la tierra; comunidades que
adoraban a la Diosa, como símbolo de vida y de la sabiduría de la
naturaleza, es decir de lo femenino. El conflicto, la competitividad y la
214
agresión existían como episodios del convivir, pero no como el modo de
vida imperante. Ahí está la diferencia.
Lo femenino, tan reconocido en esas comunidades prehistóricas,
no fue erradicado totalmente por el patriarcado, lo que sucede es que
desde entonces ha quedado oculto, subordinado y relegado. “El antiguo
amor a la vida y a la Naturaleza, las antiguas usanzas de compartir en
vez de arrebatar, de cuidar antes que oprimir, y la visión de poder como
responsabilidad en lugar de dominación”, están presentes en la
sociedad y en los seres humanos, porque lo femenino es parte de
nuestra esencia.
Esta mirada diferente de la historia puede estar tan llena de
suposiciones e imaginación como la del modelo evolutivo; pero además,
está impregnada de deseos y de esperanzas, lo que nos es mucho más
útil que la obediencia y la resignación.
Para mí es importante entender la concepción de la Terapia
Neural desde la forma como nos relacionamos los seres humanos, es
decir, desde la posibilidad y necesidad de encontrarnos y de amarnos;
desde conceptos, que son más bien emociones, como la solidaridad y la
dominación. Remitirnos a lo que somos y a nuestras relaciones, permite
que el discurso y el pensamiento pierdan peso para que lo gane la vida
y el sentimiento, impulsándonos a hacer transformaciones desde lo más
íntimo de nuestro ser. Esta manera de entender la historia de la
humanidad me lleva a pensarme y a sentirme a mí misma, me toca y
me habla de lo que soy, por eso me gusta e intento entenderla.
La racionalidad de la que forma parte la Terapia Neural, es la
racionalidad que justifica y garantiza que todos los seres nos
preocupemos por todos; que el dolor y la alegría del otro nos interese;
que el otro nos importe; es decir, que el otro no sea “el otro”. Es la
racionalidad de la solidaridad, del amor y del encuentro; de ese
encuentro con los demás que implica el encuentro con uno mismo. La
Terapia Neural está en el camino hacia la reinvención de la vida, hacia
una vida en la que todos aprendamos y recordemos cómo cuidarnos los
unos a los otros. Y en este camino, sólo es posible aprender y recordar,
desaprendiendo y olvidando.
Primero, es necesario desaprender a dividirlo todo en opuestos:
los seres humanos somos buenos o malos, hombres o mujeres, feos o
bonitos; lo que vemos es blanco o negro, está afuera o adentro, es
mecánico o biológico; las enfermedades son psicológicas u orgánicas;
las medicinas son alternativas u ortodoxas... Todo dividido en opuestos
que se excluyen y que se disputan a muerte el puesto de la verdad y la
hegemonía. Así no es posible comprender ni hacer parte de la
transformación hacia la solidaridad. Esta mirada que parece obsesión,
nos obliga a alejarnos cada vez más los unos de los otros y nos separa
de nuestra esencia.
215
Según la filosofía ancestral China, todas las manifestaciones de
la realidad se originan en la interacción dinámica y armónica de dos
fuerzas: Yin y Yang, las cuales son extremos de una unidad que lo
abarca todo; nada es sólo Yin o sólo Yang. Es decir que no son
opuestos que se excluyen, sino aspectos complementarios; uno no se
subordina al otro, y uno no es sin el otro. La ambigüedad, la
incoherencia y la contradicción se reconocen entonces dentro de la
sabiduría de la vida.
Por nuestra incapacidad para pensar y sentir sin separar y
oponer, hemos distorsionado los significados de conceptos como Yin y
Yang, y como femenino y masculino, volviendo contrincantes a los
complementarios, y dominio a la cooperación. Estas fuerzas
complementarias se necesitan mutuamente en un justo equilibrio, pues
el favoritismo de una de ellas supone instantáneamente la distorsión de
ambas; la pérdida de la sabia armonía implica que ya no sean lo que
realmente son.
Para nuestro pervertido sentido común que ha privilegiado lo
masculino sobre lo femenino: lo Yin o lo femenino es igual a mujer,
pasividad, debilidad, sentimentalismo y sumisión, y lo Yang o lo
masculino es igual a hombre, actividad, fortaleza, inteligencia y poder.
Una fuerza atropellando y negando a la otra, y en ese camino, el ser
humano desconectándose de sí mismo y de la Naturaleza.
Sobran las evidencias del daño que nos ha traído esta distorsión:
mujeres esforzándose por parecerse a los hombres, hombres
esforzándose por diferenciarse de las mujeres; unos dejándose matar
por desconocer su poder, otros matando para demostrarlo; todos
perdidos, incapaces de encontrarnos y de sentirnos plenos con lo que
somos, porque ya lo olvidamos. Se nos olvidó que somos seres
emergentes de la sabiduría de la Naturaleza, milagros de vida; se nos
olvidó que todos somos uno y que nuestra esencia es el amor.
El “progreso” que con tanto afán ha buscado nuestra “civilización”,
ha consistido en un desarrollo acelerado de la tecnología a costa de la
convivencia y de la equidad, en unos deseos locos de acabarnos los
unos a los otros, y en un miedo inexplicable de vincularnos. Aprender a
encontrarnos, no será algo fácil.
La tarea es entonces, “sanar la brecha”, reconociendo que somos
al mismo tiempo femenino y masculino, sentimiento y pensamiento,
integración y autoafirmación; que no existe un aspecto sin el otro, que
se contienen entre sí y que uno no es más que el otro. Se trata de que
hombres y mujeres recuperemos nuestro femenino perdido, ese que
nos impulsa a cuidarnos los unos a los otros, a respetar los ciclos de la
naturaleza, a tejer redes entre todos, y a creer sin necesidad de
demostración. Y que le demos a nuestro masculino su justo lugar,
216
entendido como la fuerza que afirma a cada ser con su voluntad, su
libertad y su valor.
Este es el camino en el que la Terapia Neural es cómplice; en el
que se integra lo que creíamos separado, y en el que se recupera la
conexión con la vida y con la tierra, es decir, con lo que somos. Es por
eso que la verdadera transformación no es el resultado de una batalla
hacia fuera o de convencer a los otros; sino la consecuencia de un
intenso proceso creativo en el que uno se mira a sí mismo, escucha su
propia voz y siente la luz de su alma.
Con esta mirada, quiero contar mi versión de lo que es la Terapia
Neural, la cual segura y afortunadamente compartimos muchos. Se trata
de un intento por darle una explicación que nos permita ser más
coherentes y más libres. Sin olvidar que las explicaciones son sólo
cajones en los que la vida no cabe; posibles metáforas que se acercan,
unas más que otras, a la realidad, pero que en ningún momento la
reemplazan. Es más, cuando se trata de vivir, lo mejor es prescindir de
ellas. Esta explicación tiene el don de desaparecer o transformarse en
el momento en que comience a estorbar, a producir más desencuentros,
o a complicar en lugar de iluminar. Para mí lo importante es que no sea
sólo un cambio en la forma de decir, sino un crecimiento en cómo se
siente y se vive la Terapia Neural.
La Terapia Neural es una forma de relacionarse los seres
humanos, en la cual cada uno se encuentra con los otros y con el
Universo a través del reconocimiento de sí mismo. Es una terapia cuya
esencia y propósito es el encuentro. Genera encuentros para el
reconocimiento de lo que somos. Impulsa a cada ser a mirarse a sí
mismo desde el lugar en que se pone la aguja.
Este lugar no es sólo un punto en el cuerpo, es una situación
irrepetible que emerge del encuentro de mínimo dos seres humanos
(terapeuta y paciente). Es una síntesis de tiempo y espacio, y de
pensamiento e intuición. Es un lugar anatómico, emocional, espiritual y
social a la vez, que surge en el instante mismo del encuentro. La única
manera de conocerlo es estando ahí, atentos, formando parte del
momento, y hacer lo que uno cree que hay que hacer; llegar como si no
se tuviera nada entre las manos y al mismo tiempo como si se lo tuviera
todo.
Desde el lugar en el que se pone la aguja, el cuerpo se escucha,
se ve y se da cuenta de sí mismo; surgiendo como consecuencia un
nuevo orden dentro de él. Al mirarse a sí mismo desde esa parte de sí,
el cuerpo recuerda lo que Es, recupera sus conexiones y se reconoce
como parte del Todo. En este proceso, a veces, brotan de su memoria
situaciones que forman parte de su historia, como si necesitara volver a
vivirlas para seguir construyéndose; o como si mirarlas con nuevos ojos
217
le permitiera aprender lo que antes no había podido; y en ese camino,
sanar.
¿Mirarse a sí mismo para qué? Para vivir lo no vivido y cumplir
ciclos inconclusos. Para curar heridas que no nos dejan tocarnos, para
perdonar y perdonarnos cuando es necesario. Para mirar a los ojos los
miedos que nos paralizan. Para integrarnos y superar la ruptura entre
nuestro ego y nuestro ser. Para recordar la sabiduría de la vida, y para
que así, la vida siga.
Entonces, la Terapia Neural más que borrar apartes de memoria
o “desinterferir” irritaciones, propicia que cada quien se reinvente,
recuerde lo aprendido y encuentre su sentido. Las preguntas empiezan
a cambiar: en lugar, (a veces, además) de preguntarse ¿cuál es la
irritación que no deja fluir?, uno se pregunta ¿qué debe reconocer de sí
mismo cada quien para continuar su aprendizaje?, ¿qué es lo que ahora
es posible y necesario aprender?
Creo que la Terapia Neural despierta la memoria que nos rescata
de los momentos de estancamiento y desesperanza, que no son sino
momentos de olvido, trayendo a la conciencia el recuerdo de lo que
somos, y de lo que cada uno sabe y puede. Incita a estar en el mejor
momento y lugar, y con la mejor compañía. Es obvio por lo tanto que su
intención no es quitar enfermedades, dolores o inflamaciones, ni evitar
la muerte. Mucho menos intenta hacer seres invulnerables, estéticos y
productivos, por el contrario, nos aleja del deseo absurdo de parecernos
unos a otros y de compararnos con modelos inventados por un sistema
que no respeta lo que cada uno es.
La Terapia Neural acompaña el camino de la vida de cada ser. Es
una maestra que sugiere, impulsa y provoca, pero que nunca hace por
uno lo que cada quien debe hacer por sí mismo. Ella no obliga a nada,
porque sólo es posible que salga lo mejor de cada uno cuando es el
corazón el que guía, no el miedo ni la obediencia, sino el amor y la
cooperación.
Es una compañera que nos ayuda a hacernos concientes y
consecuentes; que nos permite jugar, caminar y bailar con la vida,
cuando la excusa es una enfermedad. La enfermedad, así como las
despedidas, la muerte y los problemas, es un momento sagrado, es
decir, tiene un sentido para la vida. Es una oportunidad para
transformarnos, para ser más felices y más libres. No es una
equivocación ni un defecto, por el contrario, la vida expresa su mayor
poder y sabiduría justo en ese instante.
Hacer Terapia Neural es cuestión de fe. Fe en la vida, en que
todo siempre está bien a pesar de las apariencias y en que todo tiene
un sentido. Fe en el ser humano, en su poder y en su amor. Fe en que
somos más de lo que vemos y fe en lo que no vemos. Fe en que los
218
propósitos de la vida son los nuestros. Y sin ofrecer milagros, se cree en
ellos y se está atento a encontrarlos en cada momento.
De esto se trata la Terapia Neural, y en el fondo, de esto se trata
la vida; de mirarnos, de encontrarnos y de entregarnos. La Terapia
Neural es entonces una metáfora y la aguja, una excusa. Así como de
ella, podemos hablar de las caricias, de los abrazos, de las palabras, del
amor, del arte... Y también del trabajo social con sentido, es decir, del
que busca condiciones que permitan la cooperación y el contacto, del
que facilita la producción social de conocimiento, del que reconoce y
estimula la capacidad de autoorganización de las comunidades, y del
que permite recuperar el asombro y la conciencia de la realidad en que
se vive.
En últimas, el propósito es bailar con la vida. En un baile en el
que no hay ni predeterminación ni libre albedrío absolutos; en el que no
es posible quedarnos quietos, porque si no, no hay baile, y en el que lo
mejor es seguirle el paso y el ritmo, porque si no, no hay gozo, sólo una
lucha estéril contra el fluir y la alegría de la vida.
…………………………………………………….
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