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La película trata sobre un grupo de soldados navajos que fueron reclutados durante la Segunda Guerra Mundial para desarrollar un código de comunicaciones indescifrable basado en su lengua nativa. Uno de los soldados navajos es asignado a un marine llamado Joe Enders, quien debe protegerlo y asegurarse de que no caiga vivo en manos del enemigo. A pesar de la hostilidad inicial de Enders, él y el soldado navajo terminan encontrando un punto de encuentro a través de la música.
La película trata sobre un grupo de soldados navajos que fueron reclutados durante la Segunda Guerra Mundial para desarrollar un código de comunicaciones indescifrable basado en su lengua nativa. Uno de los soldados navajos es asignado a un marine llamado Joe Enders, quien debe protegerlo y asegurarse de que no caiga vivo en manos del enemigo. A pesar de la hostilidad inicial de Enders, él y el soldado navajo terminan encontrando un punto de encuentro a través de la música.
La película trata sobre un grupo de soldados navajos que fueron reclutados durante la Segunda Guerra Mundial para desarrollar un código de comunicaciones indescifrable basado en su lengua nativa. Uno de los soldados navajos es asignado a un marine llamado Joe Enders, quien debe protegerlo y asegurarse de que no caiga vivo en manos del enemigo. A pesar de la hostilidad inicial de Enders, él y el soldado navajo terminan encontrando un punto de encuentro a través de la música.
Grupo 6 La película habla de un grupo de héroes poco conocidos de la Segunda Guerra Mundial: los soldados navajos. La lengua de esa nación indígena sirvió como base para desarrollar un código de comunicaciones que resultó indescifrable para los japoneses y tuvo incidencia decisiva en el avance de las tropas norteamericanas en el Pacífico. Una treintena de navajos fueron reclutados y adiestrados para llevar adelante la tarea que los convertiría en poderosas armas secretas para su país al mismo tiempo que en codiciado botín para el enemigo. Por eso, según cuenta la película, a cada voluntario indígena se le asignaba un oficial que obraría como su permanente ángel custodio y llegado el caso también como su verdugo. Las órdenes eran inequívocas: ningún navajo debía ser atrapado con vida por los japoneses. La película quiere ser un film sobre conflictos interiores, y por eso pone en el centro a Joe Enders, un marine férreamente disciplinado que ha visto morir a todos sus hombres en un feroz combate que a él le dejó una herida en el oído, algunos trastornos en el equilibrio y una profunda huella en el ánimo. Redobladas sus agallas y su furia guerrera, Enders no quiere esperar a recuperarse para volver al frente. Pero no le confían la misión que mejor se ajusta a su actual estado de ánimo: debe hacerse cargo de la protección de un navajo y evitar, como sea, que llegue a caer vivo en manos del enemigo. Se entiende que su actitud hacia él sea secamente hostil: tiene bien presente la orden que ha recibido y no quiere tender entre los dos el menor lazo afectivo. En contraposición, hay otro par sometido a la misma convivencia y a la misma tensión, pero ellos terminan hallando en la música un lenguaje común y un punto de encuentro.