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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS
CIENCIAS DE LA SALUD
ÁREA - ODONTOLOGÍA

Fosas y cavidades comunes del cráneo y la cara

Integrantes:
Brithzeida Pimentel C.I:32.476.368
Anni ubiedo C.I:15.991.085
Barbara Laya C.I:28.733.144
Roxiris Delgado C.I:30.924.545
Sharid Mayorga C.I:31.171.639
Loreanny Odreman C.I:31.205.355
María Díaz C.I: 31.194.574
Jealimar Sanchez C.I: 31.603.740
Adriannys Oviedo C.I: 31.279.573
Jesús López C.I:32.158.309

1
ÍNDICE

Contenido
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................3
FOSA CRANEAL, ANTERIOR, MEDIA, POSTERIOR............................................................4
Fosa craneal anterior................................................................................................................4
Fosa craneal media...................................................................................................................5
Fosa craneal posterior............................................................................................................10
CAVIDADES ORBITARIAS....................................................................................................12
Las paredes de la órbita son cuatro:........................................................................................14
CAVIDAD NASAL...................................................................................................................19
FOSA PTERIGOMAXILAR.....................................................................................................24
FOSA PTERIGOPALATINA....................................................................................................24
FOSA TEMPORAL...................................................................................................................30
FOSA INFRATEMPORAL.......................................................................................................33
CAVIDAD ORAL......................................................................................................................34
CONCLUSIONES.....................................................................................................................38
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................39

2
INTRODUCCIÓN

Es esta investigación se analizará diversos conceptos que enfocan el tema de las fosas y
cavidades comunes del cráneo y la cara, este trabajo desarrolla la importancia de
conocer cada estructura.
En el estudio de la conformación general de las fosas y cavidades del cráneo podemos
encontrar regiones que son comunes a la parte anterior del cráneo y la cara. La fosa
pterigopalatina debido a su ubicación es una de éstas, por lo que va a dar paso a
numerosas estructuras vasculonerviosas que se reparten entre estas dos regiones.
En la cara lateral del cráneo encontramos la tuberosidad del maxilar y la apófisis
pterigoides que se encuentran hacia inferior apenas separadas por la apófisis piramidal
del hueso palatino y se van separando a medida que ascienden, dejando entre sí un
espacio con forma de pirámide cuadrangular, cerrado hacia medial por la lámina
perpendicular del hueso palatino; este espacio es el que recibe el nombre de fosa
pterigopalatina. Comprendida así, esta fosa se encuentra profundamente situada en la
parte posterolateral de la cara, en relación hacia medial con las cavidades nasales y en
amplia comunicación hacia lateral con la fosa infratemporal, pudiéndose entender a la
fosa pterigopalatina trasfondo de la fosa infratemporal como una prolongación hacia
medial de esta última.
Más adelante el lector se encontrara con diferentes apartados que definen las siguientes:
 La cavidad craneal, anterior,media, posterior
 Cavidad orbita
 Fosa temporal e infratemporal
 Cavidades nasales
 Cavidad oral
 Fosa pterigomaxilar

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FOSA CRANEAL, ANTERIOR, MEDIA, POSTERIOR.

La base del cráneo forma el piso de la cavidad craneal que separa el cerebro de las
estructuras faciales y el cuello suprahioideo. La anatomía de la base del cráneo es
compleja y no es directamente accesible para la evaluación clínica. En la base del
cráneo se pueden identificar tres regiones cuando se ve desde superior, las fosas
craneales anterior, media y posterior. Se observan varios forámenes y canales en la base
del cráneo, que transmiten estructuras neurovasculares relativamente constantes. La TC
y la RM son la modalidad de imagen de elección para la evaluación de la anatomía y la
patología de la base del cráneo y cumplen un rol complementario.
En la base del cráneo se pueden identificar tres regiones naturalmente contorneadas
cuando se observa desde superior, las fosas craneales anterior, media y posterior.

Fosa craneal anterior


La base anterior del cráneo forma la parte inferior del cráneo anterior, separando la fosa
craneal anterior de los senos paranasales y las órbitas.

Reconstrucción volumétrica observando desde superior la base de cráneo de una tomografía computada,
identificando la fosa craneal anterior, media y posterior. 

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El borde anterior está formado por la pared posterior del seno frontal y el borde
posterior está formado por el ala menor del hueso esfenoides y los procesos clinoideos
anteriores. El piso está formado por el techo de la cavidad nasal y los senos etmoidales
medialmente. La pared lateral está formada por placas orbitales del hueso frontal, que
contribuyen a la mayor superficie de la fosa craneal anterior6. El sitio donde la arteria
etmoidal anterior ingresa a la fosa craneal anterior (laminilla lateral de la lámina
cribosa) es el sitio de lesiones óseas comunes y fístulas del líquido cefalorraquídeo
(LCR).
La lámina cribosa del hueso etmoides tiene múltiples perforaciones pequeñas que
transmiten los nervios olfatorios desde la mucosa nasal hasta el bulbo olfatorio.

Fosa craneal media

La base craneal media constituye el piso de la fosa craneal media. El hueso esfenoides
es el centro de la base del cráneo. Esta estructura anatómicamente compleja contiene
forámenes vitales, por el cual transcurren importantes estructuras neurovasculares;
constituye el piso de la fosa craneal media; y contiene la hipófisis dentro de la silla
turca, así como también los senos cavernosos. Este hueso y sus orificios están
involucrados en procesos patológicos primarios de los huesos, enfermedades
extracraneales con extensión intracraneana y enfermedades intracraneales que se
extienden a través de la base del cráneo.

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El borde anterior está formado por el tubérculo selar, los procesos clinoideos anteriores,
el margen posterior de las alas menores del esfenoides y el borde anterior y superior de
las alas mayores del esfenoides. El borde posterior está formado por los bordes
superiores de la parte petrosa del hueso temporal y el dorso selar del esfenoides. La
parte central de la fosa craneal media está formada por el cuerpo del esfenoides.
Tres importantes forámenes se encuentran dentro del ala mayor: redondo, oval y
espinoso, situados desde anteromedial a posterolateral, respectivamente.El foramen
redondo se encuentra debajo de la fisura orbitaria superior. La mitad medial del ala
mayor forma el borde anterior del foramen rasgado y contiene el canal vidiano en la
base de las placas pterigoideas.
Canal óptico: El canal óptico está formado por el ala menor del esfenoides y por el
transcurren el nervio óptico (NC II) y la arteria oftálmica.
Fisura orbitaria superior: La fisura orbitaria superior está delimitada medialmente por el
cuerpo del esfenoides, hacia superior por el ala menor, hacia inferior por el ala mayor y
hacia lateral por el hueso frontal a medida que las alas mayor y menor convergen. A
través de esta fisura transcurren los nervios oculomotor, troclear y abducens; la primera
división del nervio trigémino, la rama orbitaria de la arteria meníngea media, fibras
simpáticas del plexo carotideo interno, ramas meníngeas recurrentes de la arteria
lagrimal y venas oftálmicas.
Foramen redondo: Constituye un canal de longitud variable en la base del ala esfenoidal
mayor, está situado por inferior y lateral a la fisura orbital superior. El canal comunica
la fosa craneal media con la fosa pterigopalatina. Por éste transcurren la rama maxilar
del trigémino (V2), la arteria del foramen redondo y venas emisarias. Este foramen se
visualiza mejor mediante un corte coronal y axial en TC.

Corte coronal de TC en ventana ósea donde se visualizan el canal óptico (flecha


superior) y la fisura orbitaria superior (flecha inferior). 

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Corte axial (a) y coronal (b) del foramen redondo mayor izquierdo. Se demuestra
además el canal vidiano (flecha inferior en b). 
Foramen oval: Se ubica en el aspecto medial del cuerpo del esfenoides. Por este
foramen transcurren la rama mandibular del trigémino (V3), venas emisarias y la arteria
meníngea accesoria desde la fosa craneal media a la fosa infratemporal (o espacio
masticatorio infrazigomático). Hacia craneal, el foramen oval está situado posterior y
lateral respecto a la cara posterior del foramen redondo; en su porción extracraneal, se
encuentra en la base de la placa pterigoidea lateral. El tamaño normal de este foramen
varía considerablemente10. Se puede visualizar en TC con cortes axiales y coronales,
mientras que las lesiones de tejidos blandos que lo atraviesan se ven mejor en RM con
corte coronal, especialmente posterior a la administración de gadolinio con saturación
grasa.

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Corte axial de tomografía computada en base de cráneo, en orden descendente se indica el canal
vidiano(1), foramen oval(2), foramen espinoso(3) y canal carotídeo(4).

Seno cavernoso: El seno cavernoso está situado a cada lado del cuerpo del esfenoides y
se extienden por anterior desde la fisura orbitaria superior al ápex petroso por posterior.
La arteria carótida interna recorre el seno, rodeada por su plexo simpático, mientras que
el nervio abducens (NC VI) se encuentra inferior y lateral a la arteria. De superior a
inferior, los nervios oculomotor, troclear y las divisiones oftálmica (V1) y maxilar (V2)
del nervio trigémino están contenidas dentro de vainas fibrosas que las mantienen
separadas dentro de la pared lateral del seno. El endotelio separa estas estructuras de la
sangre venosa contenida en el seno. La hipófisis y el seno esfenoidal se ubican mediales
al seno cavernoso. El cavum de Meckel, que contiene el ganglio trigémino, está situado
posterior e inferior al seno cavernoso. El seno cavernoso puede evaluarse con cortes
coronales o axiales de TC o RM.

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Corte coronal de RM secuencia FIESTA con gadolinio, centrada en seno cavernoso demuestra a
izquierda, de craneal a caudal NC III, IV, V1, IV y V2. A derecha su representación en espejo sin
indicadores. 
Foramen espinoso: Se encuentra en la cara posteromedial del ala mayor del esfenoides,
justo posterolateral al foramen oval por la cara inferior de la base del cráneo y lateral a
la tuba faringotimpánica de forma exocraneal. A través de este agujero pasa la arteria y
vena meníngea media, rama de la arteria maxilar y la rama recurrente del nervio
mandibular9. Este foramen se visualiza mejor con un corte axial de TCF.
Foramen rasgado o lacerum: La cara caudal del foramen rasgado no es en realidad un
foramen, ya que está cubierto por fibrocartílago. Está ubicado en la base de la lámina
pterigoidea medial. La arteria carótida no transcurre a través del canal sino que descansa
por la cara endocraneal del fibrocartílago, formando su piso. Una rama meníngea
inconstante de la arteria faríngea ascendente y el nervio del conducto pterigoideo
perforan el cartílago y son las únicas estructuras que transcurren por el foramen. El
foramen rasgado y el canal carotideo se pueden visualizar en cortes axial y coronal de
TC o RM.

Corte coronal de tomografía computada en ventana ósea en el foramen lacerum. 


Canal vidiano o pterigoideo: El canal está situado en la base de las láminas pterigoideas
bajo el foramen redondo en el cuerpo del esfenoides. Conecta la fosa pterigopalatina al
foramen rasgado y por él transcurren la arteria y el nervio vidiano. El nervio vidiano (o
del canal pterigoideo) es la continuación del nervio petroso superficial mayor (rama del
facial desde el ganglio geniculado) después de su unión con el nervio petroso profundo,
de origen simpático. La arteria vidiana, rama de la porción terminal de la arteria maxilar
interna, surge en la fosa pterigopalatina y pasa a través del foramen rasgado por
posterior al nervio del canal pterigoideo. Debido a su proximidad al foramen rasgado,
este vaso a menudo proporciona una colateral a la arteria carótida interna. Este canal se
visualiza mejor en cortes axiales y coronales de TC.

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Fosa craneal posterior

El margen anterior de la base posterior del cráneo está formado por la superficie
posterior del clivus. La porción lateral está formada por la superficie posterior del hueso
temporal petroso superior y la parte condilar del hueso occipital por la parte inferior. El
hueso temporal mastoideo y el hueso occipital escamoso forman la porción posterior. El
foramen magno está formado completamente dentro del hueso occipital.
Las estructuras importantes que transmiten a través del foramen magno son el bulbo
raquídeo, las arterias vertebrales, las arterias espinales anteriores / posteriores y el
nervio espinal o accesorio.
El clivus es la parte de la base del cráneo que está situada entre el dorso selar y el basion
del foramen magno. Incluye al cuerpo del esfenoides (basi-esfenoides) y la porción
basilar del hueso occipital (basi-occipucio). La fisura petro-occipital forma el margen
lateral anterior del clivus, mientras que la sincondrosis entre la porción basilar del hueso
occipital y exoccipital forma los márgenes laterales posteriores. Hacia inferior el clivus
constituye la pared posterior de la nasofaringe.
Conducto auditivo interno: El conducto auditivo interno (CAI) es un canal óseo dentro
de la porción petrosa del hueso temporal que transmite los nervios y los vasos desde la
fosa craneal posterior al aparato auditivo y vestibular. La apertura del CAI, el poro
acústico, se encuentra dentro de la cavidad craneanana, cerca de la superficie posterior
del hueso temporal. Los márgenes de la abertura son lisos y redondeados, y el canal es
corto (1 cm), se extiende lateralmente al hueso. El canal se estrecha formando el fundus,
que corresponde al límite lateral, donde el canal se divide en tres aberturas distintas, una
de las cuales es el canal del facial. El contenido del CAI incluye: nervio facial, nervio
vestibulococlear, ganglio vestibular, arteria laberíntica.

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Corte axial en TC en ventana ósea (a) y cisternoTAC (b) del conducto auditivo interno.
(b) Ingreso por el agujero auditivo interno del nervio facial (VII) y vestibulococlear
(VIII). Corte sagital oblicuo (c) del CAI en secuencias FIESTA de RM, con los nervios
faciales (superiores y anteriores), coclear (inferior y anterior), vestibulares superior e
inferior (posteriores). 
Foramen yugular: El foramen yugular se ve en el extremo posterior de la sutura petro-
occipital. Anteriormente, la espina caroticoyugular separa el foramen yugular de la
abertura carotídea inferior. A lo largo de la cara medial, una barra ósea llamada
tubérculo yugular separa el foramen yugular del conducto hipogloso, que transmite el
nervio hipogloso. El septum fibroso u óseo divide el foramen yugular en pars nervosa
anteromedial y pars vascularis posterolateral. La pars nervosa es más pequeña y más
consistente en tamaño, y transmite el noveno (IX) nervio craneal (nervio glosofaríngeo)
con su rama timpánica (nervio de Jacobsen) y el seno petroso inferior. La pars
vascularis es más grande y de tamaño variable, y transmite la vena yugular interna, el
décimo (X) nervio craneal (nervio vago) con su rama auricular (nervio de Arnold), el
undécimo (XI) nervio craneal y la arteria meníngea posterior. La apariencia del foramen
yugular es variable y algunas veces ambos nervios craneales IX y X atraviesan la pars

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nervosa. El foramen yugular derecho es más grande que el izquierdo en el 75% de la
población.

Corte coronal de tomografía computada en ventana ósea muestra en orden descendente


el foramen yugular y el canal del hipogloso. 
Canal del hipogloso: El canal hipogloso se localiza entre el cóndilo occipital y el
tubérculo yugular y se extiende oblicuamente hacia anterior (posteromedial a
anterolateral) permitiendo que el nervio hipogloso (NC XII) emerja desde la fosa
craneal posterior.
El canal hipogloso se identifica más fácilmente en imágenes axiales o coronales a través
de los cóndilos occipitales, donde se puede ver transcurriendo anterior y lateral desde la
fosa posterior hacia la parte superior del cuello.

CAVIDADES ORBITARIAS

Las órbitas son cavidades ubicadas de derecha e izquierda de la línea mediana.


Presentan la forma de una pirámide cuadrangular de base anterior y vértice posterior,
cuyo eje se dirige oblicuamente hacia posterior y medial y mide aproximadamente 45
mm de longitud.

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La base de forma cuadrilátera y ángulos redondeados mide 40 mm de ancho y 35 mm de
alto aproximadamente. Su contorno o reborde orbitario, está constituido por superior
por el borde supraorbitario del frontal por medial y por el borde superomedial del hueso
cigomático por lateral, por inferior está conformada por el mismo borde supero medial
del hueso cigomático en su porción horizontal y el hueso maxilar por medial el cual, con
la cresta lagrimal anterior delimita por medial la base orbitaria; por superior a esta cresta
el contorno orbitario tiende a borrarse en una extensión de 10 a 15 mm hasta
encontrarse con el extremo medial del borde supraorbitario del frontal. En el borde
superior de la base de la órbita en la unión de los dos tercios laterales con el tercio
medial encontramos la incisura supraorbitaria (a veces convertida en agujero) que
permite el paso del nervio y vasos supraorbitarios; medial a ésta y mucho menos
marcada se ubica la incisura frontal que da paso a la arteria supratroclear y al ramo
medial del nervio supraorbitario.

El vértice de la órbita corresponde a la porción medial y más ancha de la fisura orbitaria


superior, constituida por el ala mayor y menor del esfenoides y la cara lateral del cuerpo
del esfenoides. En este punto encontramos el tubérculo infraóptico, el cual presta
inserción al anillo tendinoso común de los músculos del bulbo ocular. Esta fisura
además comunica a la órbita con la fosa craneal media de la base del cráneo
permitiendo el paso de los nervios oculomotor, troclear, abductor y oftálmico junto a la
vena oftálmica superior.

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Las paredes de la órbita son cuatro:

La pared superior de forma relativamente triangular está conformada por la cara inferior
del ala menor del esfenoides por posterior y la porción orbitaria del frontal por anterior.
En esta pared encontramos en situación anterolateral la fosa lagrimal, para la glándula
del mismo nombre, anteromedialmente se encuentra la fosita troclear donde se fija la
polea de reflexión del músculo oblicuo superior. Posterior a estos accidentes se observa
la sutura frontoesfenoidal que articula el frontal con el ala menor del esfenoides. La
pared superior de la órbita es delgada, pudiendo estar excavada por prolongaciones del
seno frontal, por intermedio de esta pared la órbita se relaciona con la fosa craneal
anterior de la base del cráneo.
La pared inferior, también de forma triangular, relaciona la órbita con el seno maxilar y
está constituida por la cara orbitaria del maxilar por anteromedial y por el proceso
frontal del hueso cigomático por lateral a ella, posteromedial a ellos se ubica la cara
superior del proceso orbitario del palatino. En esta pared encontramos las suturas entre
los huesos citados y en relación a la fisura orbitaria inferior observamos el surco
infraorbitario el cual se transforma pronto en canal para ir a abrirse en el agujero
infraorbitario en la cara anterior del maxilar a 5 mm del reborde orbitario inferior. Este
surco y canal aloja el paquete vasculonervioso infraorbitario.
La pared medial es plana y está conformada de anterior a posterior por el proceso
frontal del maxilar, el hueso lagrimal, la lámina orbitaria del etmoides y finalmente en la
parte anterior de la cara lateral del cuerpo del esfenoides. En esta cara se puede observar
las suturas que articulan estos cuatro huesos. En la parte anterior de esta cara se
encuentra el surco lagrimal, en el cual se ubica el saco lagrimal, limitado por la cresta
lagrimal anterior (del maxilar) y la cresta lagrimal posterior (del lagrimal), este surco se
transformará luego en un canal que pone en comunicación la órbita con el meato
inferior de la cavidad nasal. Esta pared se relaciona con la cavidad nasal, el laberinto
etmoidal y el seno esfenoidal.
La pared lateral es la más gruesa y resistente de las cuatro y es la más susceptible de
recibir traumas. En su parte anterior está constituida por el proceso frontal del hueso
cigomático, sus dos tercios posteriores están dados por la cara orbitaria del ala mayor
del esfenoides. Se observan en esta cara la sutura esfenocigomática y el agujero
cigomático orbitario.

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La confluencia de estas cuatro paredes entre si determina la formación de cuatro
ángulos:
El ángulo superomedial sigue la línea de sutura entre al hueso frontal con el proceso
frontal del maxilar, el hueso lagrimal, y la lámina orbitaria del etmoides. A la altura de
la sutura frontoetmoidal se observan los agujeros etmoidal anterior y posterior los cuales
dan ingreso a sus respectivos canales. El canal etmoidal anterior comunica la órbita con
la fosa craneal anterior a la altura de las lámina cribosa del etmoides y por el transcurren
los vasos y nervios etmoidales anteriores. El canal etmoidal posterior la pone en
comunicación con el laberinto etmoidal y el seno esfenoidal y por el transcurren los
vasos y nervios etmoidales posteriores destinados a dichas estructuras. Finalmente en el
extremo más posterior de este ángulo se observa en canal óptico que la comunica con la
fosa craneal media, transcurriendo por este el nervio óptico y la arteria oftálmica.
El ángulo inferomedial presenta en su parte anterior el orificio superior del canal
nasolagrimal, luego observamos las suturas entre los huesos que conforman la parte
inferior de la pared medial de la órbita terminando por posterior con la articulación del
cuerpo del esfenoides con el proceso orbitario del palatino, el cual a su vez conforma el
segmento más medial de la fisura orbitaria inferior.
El ángulo superolateral en su parte anterior se confunde con la fosa lagrimal y con el
extremo lateral de la fisura orbitaria superior por posterior. En este punto el hueso
frontal completa el pequeño espacio que queda por lateral por la separación entre el ala
menor y mayor del esfenoides.
El ángulo inferolateral está constituido por el proceso frontal del hueso cigomático en su
parte anterior y por la fisura orbitaria inferior por posterior. Esta fisura se encuentra
limitada superiormente por el ala mayor del esfenoides, por inferior la constituyen de
lateral a medial el hueso cigomático, el maxilar y el proceso orbitario del palatino. Esta
fisura pone en comunicación la órbita con la fosa infratemporal y pterigopalatina,
permitiendo el paso del paquete vasculonervioso infraorbitario y de la vena oftálmica
inferior.

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Base y vértice
El vértice de la órbita es el agujero óptico (canal), limitado medialmente por el cuerpo
del hueso esfenoides y lateralmente por el ala menor del hueso esfenoides. Es medial a
la fisura orbitaria superior. El agujero óptico proporciona paso para que el nervio óptico
(CN II) y la arteria oftálmica salgan del cráneo.
La base de la órbita se llama margen orbital o borde orbital. Su función es proteger el
contenido de la órbita y proporcionar un sitio de unión para el tabique orbitario. El
margen tiene forma cuadrangular, con los siguientes bordes:
Margen supraorbitario: el hueso frontal 
Margen medial: el proceso frontal del maxilar
Margen infraorbitario: el proceso cigomático del maxilar y el hueso cigomático
Margen lateral: el proceso cigomático del hueso frontal, el hueso cigomático y el
proceso frontal del hueso cigomático
Techo
El techo, o pared superior, de la órbita separa la órbita de la fosa craneal anterior. El
mayor contribuyente del techo es la parte orbital del hueso frontal, mientras que la
pequeña porción posterior se completa con el ala menor del hueso esfenoides. El único
hito importante de esta pared es la depresión ubicada anterolateralmente llamada fosa
lagrimal, destinada a albergar la parte orbital de la glándula lagrimal .
Pared medial
La pared medial está formada por cuatro huesos: el maxilar, el hueso lagrimal, el hueso
etmoides y el hueso esfenoides. Un mnemotécnico útil para recordarlos es:
" Mi pequeño ojo se sienta en la órbita". 
La mayor parte de la pared está formada por la placa orbitaria del hueso etmoides, que
se encuentra posterosuperiormente en la pared. Esta es la parte del hueso etmoidal que
contiene celdas etmoidales y es muy delgada. Anterior al hueso etmoides se encuentra el
hueso lagrimal, y anterior al hueso lagrimal se encuentra el proceso frontal del
maxilar. El hueso lagrimal y el proceso frontal del maxilar construyen el surco
lagrimal que contiene el saco lagrimal. Posterior al hueso etmoides, la pared medial se
completa con una pequeña porción del ala menor del hueso esfenoides que forma la
parte medial del agujero óptico (canal).
Además del surco lagrimal, los puntos de referencia importantes son los agujeros
etmoidales anterior y posterior y la tróclea. Los agujeros etmoidales se encuentran en la
unión entre el techo y la pared medial como parte de la sutura fronto-etmoidal, y sirven

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como pasajes para los nervios y vasos etmoidales anterior y posterior. La tróclea es el
único cartílago que se encuentra en la órbita. Es una estructura en forma de polea en la
órbita a través de la cual pasa el tendón del músculo oblicuo superior. 
El piso, o pared inferior, separa la órbita y el seno maxilar . Está formado por tres
huesos: maxilar, hueso cigomático y hueso palatino. La superficie orbital del maxilar
constituye la mayor parte, mientras que pequeñas porciones de los huesos cigomático y
palatino constituyen el resto.
El hito más importante del suelo es la fisura orbitaria inferior. Separa el suelo de la
pared lateral y proporciona paso a varias estructuras neurovasculares. Comienza
posteriormente y luego discurre a lo largo del borde lateral del piso. La parte de la fisura
que atraviesa el suelo de la órbita está bordeada anteriormente por el hueso cigomático,
posteriormente por la apófisis orbitaria del hueso palatino y medialmente por el
maxilar. 
Pared lateral
Esta pared está formada por el hueso cigomático en la parte anterior y el ala mayor del
hueso esfenoides en la parte posterior. Es la pared más gruesa y fuerte de la órbita, que
separa posteriormente la órbita de las fosas craneal media y temporal.
El punto de referencia más prominente de la pared lateral es la fisura orbitaria superior ,
que se encuentra entre el ala mayor y menor del hueso esfenoides. El ala mayor del
hueso esfenoides también proporciona el borde lateral de la fisura orbitaria inferior.
Articulaciones
Las articulaciones de la órbita no se discuten a menudo. En lugar de simplemente
memorizar sus nombres, expliquemos la lógica aquí. Como sabemos, las articulaciones
de los huesos del cráneo son uniones fibrosas inmóviles llamadas suturas.
Las suturas reciben el nombre de los huesos que conectan, así que observemos la órbita
y nombremos uno por uno, tal como lo hacen en los libros de texto anatómicos. Todos
los huesos de la órbita se articulan entre sí, excepto el esfenoides y el maxilar. No hay
sutura entre ellos, ya que están separados por la fisura orbitaria inferior. Tenga en
cuenta que las primeras tres de las suturas enumeradas se describen con mayor
frecuencia en los libros de texto.

Articulaciones de la órbita

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Prueba de mesa

sutura frontomaxilar Hueso frontal → proceso frontal del maxilar

Sutura Hueso cigomático → maxilar


cigomaticomaxilar

Sutura Hueso frontal → hueso cigomático


frontocigomática
(cigomaticofrontal)

Sutura fronto- Hueso frontal → hueso etmoides


etmoidal

Sutura esfenofrontal Hueso esfenoides → hueso frontal


(frontosfenoidal)

Sutura Ala mayor del hueso esfenoides → hueso cigomático


esfenocigomática

sutura Hueso frontal → hueso lagrimal


frontolagrimal

Sutura esfeno- Ala menor del hueso esfenoides → hueso etmoides


etmoidal

sutura Hueso lagrimal → maxilar


lacrimomaxilar

Hitos y aperturas 

En aras de una memorización efectiva, enumeremos todos los puntos de referencia y


aperturas en un solo lugar:
Agujero óptico (canal) : ubicado en el vértice, la abertura del agujero óptico está
bordeada por el cuerpo del hueso esfenoides y el ala menor del hueso
esfenoides. Transmite el nervio óptico y la arteria oftálmica.
Fosa lagrimal : ubicada anterolateralmente en el techo orbital y alberga la glándula
lagrimal.
Surco lagrimal : colocado en la pared orbital medial entre el hueso lagrimal y el
maxilar. Contiene el saco lagrimal.
Agujero etmoidal anterior : se encuentra en la unión entre las paredes orbitarias superior
y medial. Transmite la vena etmoidal anterior, la arteria y el nervio.

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Agujero etmoidal posterior : también se encuentra en la unión entre las paredes
orbitarias superior y medial. Transmite la vena etmoidal posterior, la arteria y el nervio.
Tróclea : una estructura en forma de polea en el techo de la órbita a través de la cual
pasa el tendón del músculo oblicuo superior. Es el único cartílago que se encuentra en la
órbita.
Fisura orbitaria superior : ubicada entre las alas mayor y menor del hueso
esfenoides. Transmite la vena oftálmica superior , rama de la vena oftálmica inferior,
ramas superior e inferior del nervio oculomotor (CN III) , ramas lagrimal, frontal y
nasociliar de la división oftálmica del nervio trigémino (CN V1), troclear ( CN IV) y
abducens (CN VI) nervios.
Fisura orbitaria inferior : en el borde lateral del piso orbitario. Transmite las venas
oftálmicas inferiores, la arteria infraorbitaria, las ramas cigomática e infraorbitaria de la
división maxilar del nervio trigémino (CN V2) y las ramas orbitarias del ganglio
pterigopalatino . La arteria infraorbitaria y el nervio infraorbitario continúan y salen del
cráneo a través del agujero infraorbitario. Recuerde estas estructuras usando el
mnemotécnico "Zoom In the Orbit" ( nervio y vasos cigomáticos, nervio y vasos
infraorbitarios, ramas orbitales del ganglio pterigopalatino).

CAVIDAD NASAL.

Las cavidades nasales son dos corredores aplanados transversalmente que se ubican a
cada lado de la línea mediana, superiores a la cavidad oral, inferiores a la base del
cráneo y entre ambas órbitas. Presentan una abertura anterior y otra posterior así como
cuatro paredes.

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La abertura anterior, común a ambas cavidades está circunscrita por el borde anterior
del maxilar y su proceso frontal inferolateralmente, por superior se encuentra limitada
por el borde inferior de los huesos nasales. El orificio tiene forma de corazón de naipe
francés, de base inferior y vértice superior. En su base en relación a la línea mediana se
observa la espina nasal anterior. Por su forma, a esta abertura anterior se la ha
denominado también abertura piriforme.

La abertura posterior conocida como coanas, ponen en amplia comunicación a las


cavidades nasales con la faringe. De forma rectangular e inclinadas de superior a
inferior y de posterior a anterior están constituidas medialmente por el borde posterior
del vómer, que separa una coana de la otra, superiormente por la cara inferior del cuerpo
del esfenoides y el borde posterior de las alas del vómer, lateralmente por la lámina
medial del proceso pterigoideo y finalmente por inferior se ubica el borde posterior de
las láminas horizontales de los palatinos con la espina nasal posterior en la línea
mediana.

20
La pared lateral está conformada por seis huesos: Maxilar, lagrimal, etmoides, concha
nasal inferior, palatino y esfenoides. El maxilar con su cara medial o base, es el centro
alrededor del cual se articulan los otros huesos que forman esta pared de la cavidad
nasal. De esta manera de anterior a posterior encontramos: la cara medial del proceso
frontal del maxilar cuyo borde posterior se articula con el borde anterior del hueso
lagrimal conformando de esta manera la pared medial del canal nasolagrimal el cual se
abrirá en el extremo más anterior del meato inferior.

Así mismo el borde posterior del lagrimal articula con el borde anterolateral del
laberinto etmoidal (de esta manera el laberinto etmoidal se presenta como parte de la
pared medial de la órbita y lateral de la cavidad nasal). Cabe hacer notar la presencia de
las conchas superior y media que se desprenden de la cara lateral del laberinto etmoidal,

21
así como del proceso unciformes del etmoides ubicado lateralmente a las concha nasal
media y que desciende en sentido posterolateral en busca de articularse con el maxilar,
cerrando parcialmente el gran ostium del seno maxilar. Posterior al etmoides ubicamos
la lámina perpendicular del palatino, la cual también contribuye a cerrar parcialmente la
abertura del seno maxilar.

Esta lámina en sus extremos superior presenta la incisura esfenopalatina limitada por
anterior por el proceso orbitario y por el proceso esfenoidal del palatino por posterior.
La incisura se transforma en agujero por la posición por superior del cuerpo del
esfenoides, el agujero esfenopalatino pone en comunicación la cavidad nasal con la fosa
pterigopalatina y a través de él transcurre el paquete vasculonervioso esfenopalatino.
Siguiendo hacia posterior por ésta pared lateral, encontramos articulándose con el borde
posterior de la lámina perpendicular del palatino al borde anterior de la lámina medial
del proceso pterigoideo del esfenoides. Como el proceso pterigoideo, desde su
nacimiento, se dirige oblicuamente hacia anteroinferior a articularse con el maxilar en
su extremidad inferior, será la lámina perpendicular del palatino quien cierre el espacio
comprendido entre el proceso pterigoideo y el maxilar, de esta manera el palatino será
pared lateral de la cavidad nasal y pared medial de la fosa pterigopalatina.
La cara medial de la lámina medial del proceso pterigoideo termina en esta pared hacia
posterior, constituyendo las coanas ya descritas. La concha nasal inferior es un hueso de
la cara independiente, (recordemos que las conchas nasales superior y media son parte
del etmoides), el cual articula por su extremidad anterior con la cresta conchal del
maxilar, luego a través de su proceso lagrimal articula con el hueso lagrimal
circunscribiendo con éste la abertura inferior del canal nasolagrimal, posterior se ubica
el proceso maxilar de la concha, el cual articula con el maxilar en el contorno inferior
del hiato maxilar colaborando entonces a su estrechamiento, continuando por el borde
superior de la concha hacia posterior ubicamos el proceso etmoidal, el cual articula con
el proceso unciformes del etmoides, estrechando aún más el orificio del seno maxilar, el
cual quedará finalmente a nivel del meato medio de la cavidad nasal. La presencia de las
conchas en esta pared de la cavidad nasal, las cuales descienden hacia medial,
determinan un espacio entre cada una de ellas y la pared propiamente tal, estos espacios
son los llamados meatos nasales superior, medio e inferior. Es en estos meatos donde se
abrirán a la cavidad nasal los senos paranasales y el conducto nasolagrimal. A saber en
el meato superior drenan las celdillas etmoidales posteriores (parte del laberinto

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etmoidal), en el meato medio se abren el seno frontal, el seno maxilar y las celdillas
etmoidales anteriores; importante en el meato medio es la eminencia que hace en ella la
bulla etmoidal (celdilla etmoidal anterior más dilatada) y anterior a ella el proceso
unciformes, entre ambas se determina la conformación del hiato semilunar en donde se
abrirán las cavidades anteriormente mencionadas. Finalmente en el meato inferior se
abre el canal nasolagrimal.

La pared superior es estrecha (entre 3 y 4 mm.) y es cóncava hacia inferior. Está


constituida por anterior por la cara posterior de los huesos nasales y la espina nasal del
frontal en la línea mediana, le continua la lámina cribosa del etmoides y finalmente la
cara anterior e inferior del cuerpo del esfenoides; en relación a la cara anterior del
cuerpo del esfenoides se ubican los orificios del seno esfenoidal que vienen a abrirse a
nivel del receso esfenoetmoidal por posterosuperior a la concha nasal superior. En
relación al segmento inferior del cuerpo del esfenoides éste se encuentra articulado con
el vómer determinando la presencia de los canales vomerorrostral y vomerovaginal; de
la misma manera el proceso esfenoidal del palatino y el cuerpo del esfenoides determina
la conformación del canal palatovaginal que comunica la zona de las coanas con fosa
pterigopalatina, por este canal transcurren los vasos palatovaginales y el nervio faríngeo
de la división maxilar del nervio trigémino. Esta pared de la cavidad nasal se relaciona
directamente con la fosa craneal anterior, antecedente a considerar en los traumas de la
región dada su delgadez y fragilidad por la presencia de la lámina cribosa del etmoides.

La pared inferior es más ancha que la superior y está constituida anteriormente por los
procesos palatinos de los maxilares y los procesos horizontales del palatino por
posterior; en el segmento anterior por posterior a la espina nasal posterior y a cada lado
de la línea mediana, puede observarse el agujero superior del canal incisivo que
comunica la cavidad nasal con la cavidad oral, por éste canal transcurren los vasos y
nervios nasopalatinos. Esta pared con mucho es la más gruesa de la cavidad nasal y por
su cara inferior constituye el paladar duro de la cavidad oral.

La pared medial o tabique comprende al vómer por posterior, su borde superior se


articula con la cresta esfenoidal inferior del cuerpo del esfenoides, su borde inferior
articula con la cresta nasal ubicada en el piso de la cavidad, su borde anterior articula
con la lámina perpendicular del etmoides y el cartílago del tabique. La lámina

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perpendicular del etmoides, a su vez, articula con el vómer posteroinferiormente y con
la espina nasal del frontal en situación anterosuperior. El tabique nasal se completa por
anterior con el cartílago del tabique. Cabe hacer notar en esta pared la presencia del
surco del vómer por donde transcurren los vasos y nervios nasopalatinos en busca del
canal incisivo.

FOSA PTERIGOMAXILAR

La fosa pterigomaxilar constituye una de las cavidades comunes a la cara y el cráneo.


Tiene forma de una pirámide cuadrangular, de base superior y vértice inferior. Se
encuentra ubicada entre la apófisis pterigoides del hueso esfenoides por detrás, la cara
posterior de la tuberosidad del maxilar superior hacia adelante, y la porción horizontal
del ala mayor del esfenoides y parte de la escama del hueso temporal hacia arriba. Su
trasfondo, solo descrito por algunos autores, está limitado hacia adentro por el hueso
palatino, en cuyo borde superior presenta el orificio (esfenopalatino) que comunica con
las fosas nasales. La complejidad de sus paredes y las diversas comunicaciones con
espacios vecinos hace que los alumnos presenten dificultades en su estudio, y plantean
al docente el desafío de generar nuevas herramientas pedagógicas.

FOSA PTERIGOPALATINA.

Región ubicada por medial a la región infratemporal, lateral a la cavidad nasal y


posterior a la tuberosidad del maxilar a través de la cual se relaciona con el seno

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maxilar. Presenta la forma de una pirámide cuadrangular de base superior y vértice
inferior.
Su base está constituida por la cara inferior del ala mayor del esfenoides, en ella
encontramos el agujero anterior del canal redondo, por el cual ingresa a esta fosa el
nervio maxilar, segunda división del nervio trigémino; anterior a él y relacionándola con
la órbita encontramos la fisura orbitaria inferior, por intermedio de la cual el paquete
vasculonervioso infraorbitario ingresa a la órbita.
Su vértice está constituido por la articulación del proceso pterigoideo con la tuberosidad
del maxilar, en este punto ubicamos el canal palatino mayor que comunica esta región
con la bóveda palatina de la cavidad oral, transcurriendo por él el paquete
vasculonervioso palatino mayor. Este canal, permite acceder desde la cavidad oral al
nervio maxilar con el objeto de bloquearlo con soluciones anestésicas locales.
Su pared anterior está dada por la tuberosidad del maxilar y por ende relacionada con el
seno maxilar. Atravesando el seno maxilar se puede acceder quirúrgicamente desde
anterior a la fosa pterigopalatina situada profundamente en la cara.
La pared posterior la constituye el proceso pterigoideo del esfenoides, que oblicuamente
desciende a articularse con la tuberosidad del maxilar. En la parte superior de esta pared
se ubica el orificio anterior del canal pterigoideo que comunica esta región con el
exocráneo en la inmediación del agujero rasgado, este canal permite el paso del paquete
vasculonervioso del canal pterigoideo.

La pared medial está conformada por la cara lateral de la lámina perpendicular del
palatino, en su parte superior se presenta el agujero esfenopalatino que la pone en
comunicación con la cavidad nasal, transcurriendo por él el paquete vasculonervioso
esfenopalatino. Posterior al agujero esfenopalatino se ubica el canal palatovaginal, el
cual comunica la fosa con el sector de las coanas en la cavidad nasal.

La pared lateral no existe y está representada por una amplia comunicación con la
región infratemporal: la fisura pterigomaxilar, constituida por el proceso pterigoideo y
la tuberosidad del maxilar. Por esta fisura transita hacia la fosa pterigopalatina la arteria
maxilar, que entregará en ella sus últimas ramas colaterales, venas que en las
inmediaciones ayudarán a conformar el plexo venoso pterigoideo y finalmente los
nervios alveolares posterosuperiores que, desprendiéndose del nervio maxilar buscan los

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agujeros del mismo nombre ubicados en la tuberosidad del maxilar pero en la región
infratemporal.

En la cara lateral del cráneo encontramos la tuberosidad del maxilar y la apófisis


pterigoides que se encuentran hacia inferior apenas separadas por la apófisis piramidal
del hueso palatino y se van separando a medida que ascienden, dejando entre sí un
espacio con forma de pirámide cuadrangular, cerrado hacia medial por la lámina
perpendicular del hueso palatino; este espacio es el que recibe el nombre de fosa
pterigopalatina. Comprendida así, esta fosa se encuentra profundamente situada en la
parte posterolateral de la cara, en relación hacia medial con las cavidades nasales y en
amplia comunicación hacia lateral con la fosa infratemporal, pudiéndose entender a la
fosa pterigopalatina [trasfondo de la fosa infratemporal] como una prolongación hacia
medial de esta última.

Vista lateral del cráneo. Violeta: Hueso maxilar. Amarillo: Hueso esfenoides. Rojo:

26
Límites
Debido a su morfología, se le pueden distinguir
cuatro paredes, una base y un vértice. Su pared
anterior está formada por la tuberosidad del maxilar
que es la parte posterior de este hueso.
Hacia inferior la tuberosidad del maxilar se encuentra
cada vez más próxima a la cara anterior de la apófisis
pterigoides hasta el punto de estar separadas por una
delgada lámina ósea perteneciente al hueso palatino,
la apófisis piramidal del palatino. Es así como estos
tres huesos, el maxilar anteriormente, el palatino en el
medio y el esfenoides hacia posterior a través de la
apófisis pterigoides conforman el vértice de la fosa
pterigopalatina, ubicado inferiormente. La apófisis
pterigoides que hacia inferior participa
en la conformación del vértice, hacia superior se
separa de la tuberosidad del maxilar delimitando
hacia posterior este espacio. Medialmente la fosa
pterigopalatina se halla delimitada por la lámina
perpendicular del hueso palatino por lo que este hueso
al conformar además la pared lateral de la cavidad
nasal separa de esta forma los dos espacios.

Pared anterior Tuberosidad del maxilar


Pared posterior Cara anterior de la apófisis pterigoides
Pared medial Lámina perpendicular del palatino
Pared lateral Está abierta hacia lateral y se comunica con la
fosa infratemporal a través de la fisura
pterigomaxilar
Base Ala mayor del hueso esfenoides
Vértice Unión de la tuberosidad del maxilar con la
apófisis pterigoides y la apófisis piramidal del
palatino

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Comunicaciones y sus contenidos
La fosa pterigopalatina contiene diversas estructuras vasculares y nerviosas que proceden
de otras regiones o bien nacen en la misma fosa para distribuirse en otra región. De esta
forma, la fosa pterigopalatina ofrece distintos forámenes, conductos y fisuras que la
relacionan con otras partes que se encuentren cerca de ésta.
La arteria maxilar, rama terminal de la arteria carótida externa, luego de discurrir por la
fosa infratemporal atraviesa la fisura pterigomaxilar para ingresar a la fosa pterigopalatina
donde pasa inferiormente al nervio maxilar para alcanzar finalmente el foramen
esfenopalatino, en el que se convierte en arteria esfenopalatina (rama terminal de la arteria
maxilar). Esta arteria da numerosas ramas colaterales que se dividen en cuatro
grupos; las ramas correspondientes al cuarto grupo nacen en esta fosa, para dirigirse a sus
distintos destinos. Estas ramas colaterales son: la arteria infraorbitaria, la arteria del
conducto pterigoideo, la arteria pterigopalatina, la arteria palatina descendente y la arteria
esfenopalatina. Siguiendo a todas estas arterias se encuentran sus correspondientes venas
que confluyen para conformar a la vena maxilar que, de manera opuesta a la arteria del
mismo nombre, la vena egresa de la fosa pterigopalatina a través de la fisura pterigomaxilar
para alcanzar la fosa infratemporal.
El nervio maxilar cuando sale del cráneo se ubica inmediatamente en la parte más superior
de la fosa pterigopalatina. Este nervio sale del cráneo mediante el foramen redondo, que se
encuentra en la base de esta fosa, por lo tanto, este comunica la fosa craneal media
(endobase) con la fosa pterigopalatina. Este nervio va a dar distintos ramos colaterales y un
ramo terminal en el interior de esta fosa. El nervio maxilar se convierte en nervio
infraorbitario (ramo terminal) cuando atraviesa la fisura orbitaria inferior, para situarse en
el suelo de la órbita. Con esto entendemos que la fosa pterigopalatina está comunicada con
la órbita mediante esta fisura, que también se encuentra atravesada por el nervio
cigomático, rama colateral del nervio maxilar.
En el interior de esta fosa se encuentra una importante estructura nerviosa, el ganglio
pterigopalatino el cual se encuentra estrechamente unido al nervio pterigopalatino, rama
colateral del nervio maxilar. De este nervio se desprenden distintos ramos colaterales, como
el nervio nasopalatino que se introduce en las cavidades nasales por el foramen
esfenopalatino junto con la arteria esfenopalatina, rama terminal de la arteria maxilar. Junto

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con el nervio y arteria esfenopalatina, los nervios nasales posteriores superiores (ramos
colaterales del nervio pterigopalatino) atraviesan el foramen esfenopalatino para
distribuirse en la mucosa de los cornetes nasales superior y medio. Los ramos orbitarios,
colaterales del nervio pterigopalatino también atraviesan la fisura orbitaria inferior para
distribuirse a la mucosa del seno esfenoidal y las celdillas etmoidales posteriores. El nervio
faríngeo, ramo colateral del nervio pterigopalatino, se dirige hacia posterior para
introducirse por el conducto palatovaginal y terminar en la mucosa de la nasofaringe, po lo
tanto, este conducto va a comunicar a la fosa pterigopalatina con la parte más posterior de
las cavidades nasales (nasofaringe) junto con la arteria pterigopalatina, rama colateral de la
arteria maxilar.

El nervio palatino mayor y los nervios palatinos menores se dirigen hacia mucosa del
paladar (duro y blando) atravesando el conducto palatino mayor y el conducto palatino
menor, respectivamente. El nervio palatino mayor se encuentra acompañado en su trayecto
por el conducto palatino mayor por la arteria palatina descendente, rama colateral de la
arteria maxilar.
Por último, la arteria del conducto pterigoideo junto con el nervio del conducto pterigoideo
[nervio vidiano], recorre de anterior a posterior el conducto pterigoideo para distribuirse
por la mucosa de la bóveda de la faringe.

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Foramen/Fisura/Conducto Región a la que comunica Contenido
Foramen redondo Fosa craneal media Nervio maxilar
Fisura pterigomaxilar Fosa infratemporal Arteria y vena maxilar
Fisura orbitaria inferior Órbita Ramos orbitarios, nervio
infraorbitario, nervio
cigomático, arteria
infraorbitaria.
Foramen esfenopalatino Cavidades nasales Nervio nasopalatino, nervios
nasales posteriores superiores,
arteria esfenopalatina

Conducto pterigoideo Foramen lacerum Arteria del conducto


pterigoideo y nervio del
conducto pterigoideo
Conducto palatovaginal Nasofaringe Nervio faríngeo y arteria
pterigopalatina
Conducto palatino mayor Cavidad oral Nervio palatino mayor y
arteria palatina descendente

Conducto palatino menor Cavidad oral Nervios palatinos menores

FOSA TEMPORAL

La fosa temporal está delimitada superiormente por la línea temporal, por la apófisis frontal
del hueso cigomático y por el arco cigomático. Su función es la de proveer de inserción a
los músculos encargados del movimiento de la mandíbula inferior, los cuales por tener una
función tan importante donde se requiere mucha fuerza, necesitan un área de anclaje
considerable.

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Debido a las distintas formas que puede tomar en su estructura, la fosa temporal ha sido
utilizada como carácter taxonómico con especial valor para clasificar organismos según la
Clase o Subclase a la cual pertenecen.
Es una depresión poco profunda que está ubicada en la cara lateral del cráneo. El contenido
de esta fosa temporal está conformado por el musculo temporal, lo cual es robusto tiene
forma de abanico y ocupa la mayor parte de esta, esta fosa está rodeada de fascias
temporales, vasos, y nervios temporales. Los vasos corresponden a las arterias temporales
profundo anterior medio y posterior junto con el nervio auriculotemporal. Los huesos que
contribuyen de manera importante a limitar la fosa temporal son: cigomático, temporal,
esfenoides maxilar y mandíbula.
La función de la fosa temporal es de posicionar la mandíbula durante el cierre, elevan y
retraen. Sus fasiculos posteriores atrae el cóndilo hacia atrás y lo conduce hacia la cavidad
glenoidea y por ultimo otra de sus funciones proveer la inserción a los músculos encargados
del movimiento de la mandíbula, los cuales necesitan una área de anclaje considerable

La primera configuración es la anápsida, y esta es simplemente la ausencia de una fosa


temporal. Se supone que esta forma es la ancestral, o sea, la que tenían los organismos que
fueron los ancestros de todos los amniotas, por tanto se la llama la forma plesiomórfica.
Los organismos que poseen esta configuración pertencen a la subclase Anapsida, siendo sus
únicos representantes actuales las tortugas (Testudines), el resto de los organismos
anápsidos sólo se encuentran en el registro fósil.

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La segunda que veremos es la sinápsida. En esta configuración existe una fosa temporal
inferior, característica de la Clase Synapsida, a la cual pertenecemos los seres humanos
junto con el resto de los mamíferos. También pertenecen a esta clase un conjunto de reptiles
llamados mamiferoides (con forma de mamífero). Un ejemplo de estos últimos son los ya
extintos pelicosaurios, los que se supone que, además, eran endotermos, o sea que
controlaban su temperatura corporal.
En tercer lugar está la configuración diápsida, y como su nombre lo indica a cada lado del
cráneo se encuentran dos fosas temporales, una en posición inferior y otra superior. Es
característico de la subclase de amniotas Diapsida, que incluye a los cocodrilos, los
lagartos, las serpientes, las aves y los dinosaurios.
Por último, en la configuración euriápsida existe una única fosa temporal pero de posición
superior. Se cree que esta disposición de la fosa temporal surge de la desaparición de la
fosa inferior en organismos diápsidos.

Los organismos que presentan este tipo de fosa temporal no se agrupan en una Clase o
Subclase ya que puede tener diversos orígenes y no siempre están relacionados. Estos
organismos forman, por tanto, un grupo polifilético.
Dentro de las distintas características notables en un cráneo de vertebrado, la fosa temporal
y su configuración constituyen una importante herramienta para el taxónomo de
vertebrados, siendo de especial utilidad para distinguir clases de amniotas en especimenes
del registro fósil.
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FOSA INFRATEMPORAL.

Esta región se ubica por lateral a la fosa pterigopalatina y pterigoidea, posterior a la


tuberosidad del maxilar y medial a la rama de la mandíbula. Para su estudio presenta seis
paredes:
La pared superior está constituida por la cara inferior del ala mayor del esfenoides, desde el
nacimiento de los procesos pterigoideos hasta la cresta infratemporal. En este segmento
encontramos al agujero oval y al espinoso, comunicando esta región con la fosa craneal
media, permitiendo el paso del nervio mandibular y de la arteria meníngea media
respectivamente. Por lateral a este segmento óseo la región infratemporal se encuentra
comunicada ampliamente con la región temporal a través del hiato cigomático-temporal,
por él transcurren el músculo temporal en busca del proceso coronoídeo de la mandíbula,
los nervios temporales profundos, los vasos temporales profundos anterior y posterior y la
prolongación temporal del cuerpo adiposo de la mejilla.

La pared lateral en su segmento posterior se encuentra determinada por la cara interna de la


rama de la mandíbula, de esta manera la región infratemporal de comunica a través de la
incisura mandibular con la profundidad de la región maseterina, por esta vía llegan al
masetero la arteria maseterina, colateral de la arteria maxilar, su vena y el nervio
maseterino, ramo del nervio mandibular. Por anterior a la rama de la mandíbula y limitando
el hiato cigomático-temporal se ubica el hueso cigomático con su proceso temporal.

La pared inferior, así como la posterior, desde el punto de vista de la osteología no existen.
Por tanto se traza una línea imaginaría tangente al borde basilar de la mandíbula y que se
detiene en el plano entregado por la proyección hacia posterior del borde posterior de la

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lámina medial del proceso pterigoideo, y una tangente al borde posterior de la rama
mandibular que se detiene al interceptar el plano anterior, respectivamente.

La pared anterior se constituye por la tuberosidad del maxilar en donde encontramos los
agujeros alveolares posterosuperiores, para los nervios y vasos homónimos. Por inferior al
maxilar la región infratemporal no presenta una pared ósea, por lo que desde el punto de
vista óseo se comunica ampliamente con la cavidad oral. En la cabeza con los tejidos
blandos ésta comunicación queda cerrada por la posición del músculo buccinador y el
constrictor superior de la faringe. En la parte superior de esta pared la región infratemporal
comunica con la órbita por intermedio de la fisura orbitaria inferior.

La pared medial presenta de anterior a posterior: la fisura pterigomaxilar, que la pone en


comunicación con la región pterigopalatina; la cara lateral de la lámina lateral del proceso
pterigoideo y finalmente un plano que prolonga el borde posterior de la lámina medial del
proceso pterigoideo (con tejidos blandos este segmento queda constituido por la pared
lateral de la faringe).

CAVIDAD ORAL.

La cavidad oral no presenta paredes óseas posterior ni inferior. Está limitada lateralmente
por la mandíbula y las arcadas alveolodentarias, por tanto en ella observamos los elementos

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de la cara interna del cuerpo mandibular. De la línea mediana a distal: Las espinas
mentonianas superiores e inferiores para la inserción de los músculos geniogloso y
genihioideo respectivamente, lateralmente se observa la línea milohioidea para la inserción
del músculo milohioideo .

Anterosuperior a la línea milohioidea se observa la fosita sublingual que aloja la glándula


del mismo nombre. Cabe hacer notar que la inserción del músculo milohioideo, en la cara
interna del cuerpo mandibular, determina el límite entre la cavidad oral y las regiones
submandibular y submentoniana, que son parte del cuello.

De esta manera las fositas digástricas y submandibular que se ubican en el cuerpo


mandibular inferiores a la línea milohioidea no deben considerarse como parte de las
paredes de la cavidad oral. Así mismo la cara interna de la rama mandibular, como ya
hemos visto, es la pared lateral de la región infratemporal.

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La pared superior de la cavidad oral está dada por la bóveda palatina, la cual se conforma
por la cara inferior de los procesos palatinos de los maxilares y la lámina horizontal de los
huesos palatinos.

La articulación de estos huesos determina la formación de una sutura cruciforme en esta


pared. Observamos en la bóveda palatina: En la parte más anterior de la sutura descrita
encontramos el agujero incisivo, que comunica la cavidad oral con las cavidades nasales y
da paso al paquete vasculo-nervioso nasopalatino. Lateral y posterior y a ambos lados,
identificamos el agujero palatino mayor que es continuado por el canal del mismo nombre,
y que a su vez comunicará a la cavidad oral con la fosa pterigopalatina permitiendo el paso
de los vasos y nervios palatinos mayores, posteromedial al agujero palatino mayor se
observan los agujeros palatinos menores, para los vasos y nervios homónimos.

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CONCLUSIONES

La caja del cerebro es la parte del cráneo que rodea y protege el cerebro. Se subdivide en la
parte superior redondeada del cráneo, llamada calvaria, y la base del cráneo. Hay ocho
huesos que forman la caja del cerebro. Estos son los huesos parietal y temporal
emparejados, más los huesos frontal, occipital, esfenoides y etmoides no emparejados. Los
huesos faciales sostienen las estructuras faciales y forman las mandíbulas superior e
inferior, la cavidad nasal, el tabique nasal y la órbita. Hay 14 huesos faciales. Estos son los
huesos emparejados maxilar, palatino, cigomático, nasal, lagrimal y de la concha nasal
inferior, y los huesos vómer y mandibular no emparejados.

La sutura coronal pasa a través de la parte superior del cráneo anterior. Une el hueso frontal
anteriormente con los huesos parietales derecho e izquierdo. La sutura sagital corre en la
línea media en la parte superior del cráneo. Une los huesos parietales derecho e izquierdo
entre sí. La sutura escamosa es una sutura curva ubicada en el lado lateral del cráneo. Une
la porción escamosa del hueso temporal al hueso parietal. La sutura lambdoidea se
encuentra en la parte posterior del cráneo y tiene forma de V invertida. Une el hueso
occipital con los huesos parietales derecho e izquierdo.
La fosa craneal anterior es la más superficial de las tres fosas craneales. Se extiende desde
el hueso frontal por delante hasta el ala menor del hueso esfenoides por detrás. Está
dividido en la línea media por la crista galli y las láminas cribosas del hueso etmoides. La
fosa craneal media se encuentra en el centro del cráneo y es más profunda que la fosa
anterior. La fosa media se extiende desde el ala menor del hueso esfenoides por delante
hasta la cresta petrosa por detrás. Está dividido en la línea media por la silla turca. La fosa
craneal posterior es la fosa más profunda. Se extiende desde la cresta petrosa por delante
hasta el hueso occipital por detrás. El gran foramen magnum se encuentra en la línea media
de la fosa posterior.
Hay dos partes óseas de la fosa nasal en el cráneo. La placa perpendicular del hueso
etmoides forma la parte superior del tabique. El hueso vómer forma las partes inferior y
posterior del tabique. En el cráneo vivo, el cartílago septal completa el tabique rellenando el
área anterior entre los componentes óseos y extendiéndose hacia la nariz.

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BIBLIOGRAFÍA

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