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d e p l a n
R AT EG I A GLOBAL
EST
Sólo para uso interno
Contenido 1
Resumen ejecutivo 2
Desafíos y esperanza 2
Nuestro propósito y nuestra ambición 3
Hacer que suceda 4
Escuchar a los niños, niñas y jóvenes 5
Marco Estratégico 9
Nuestra ambición 11
Un movimiento mundial y la acción local 11
¿Qué significa tomar acciones? 12
¿Cómo pueden 100 millones de niñas aprender, liderar, decidir y prosperar? 12
¿Cuál es el papel de las niñas? 12
Nuestro compromiso 25
Maya tiene 16 años y vive en la zona rural de Nepal. Ella es madre y esposa. Su hogar fue destruido por
el terremoto del 2015 y le donamos ropa para que su bebé sobreviva durante el invierno. Ella tiene un
cupo en el espacio amigable para adolescentes de Plan International, lo que le ha motivado a continuar
con su educación.
"Ahora sé que yo valgo y que tengo una opción", dijo Maya. "Siento que ahora puedo empezar a pensar
en un futuro".
Pepe de 12 años y Ngagne de 5 años mendigan en las calles de Dakar y Louga en Senegal. Sus padres
son demasiado pobres para cuidar de estos niños y los han enviado a vivir en escuelas religiosas. "En la
noche me da miedo", dijo Ngagne. "Extraño mucho a mis padres".
Avril huyó de la pobreza en el campo para trabajar en la capital nicaragüense donde fue inducida a tener
una relación con un hombre mayor. Cuando se dio cuenta que estaba embarazada, volvió a casa donde
la reacción de su familia fue muy hostil. Ella tiene 16 años y no tiene el apoyo del padre de su hija. Ahora
ella recibe alimentos a cambio de realizar tareas domésticas.
Ella recibe el apoyo del programa comunitario de Plan International que ayuda a las y los adolescentes a
que estén conscientes de sus derechos y superen las barreras que les impiden regresar a la escuela.
"Deseo continuar con mi educación cuando mi niña crezca un poquito. Espero que un día pueda valerme
por mí misma", dijo ella.
Nosotros existimos porque niños y niñas como Maya, Avril, Pepe y Ngagne enfrentan discriminación y
abuso todos los días. La injusticia que ellos enfrentan nos enoja y nos inspira a tomar acciones.
Nuestra estrategia se basa en nuestra historia y en las fortalezas que nos impulsan con ambición,
urgencia y determinación a garantizar que todos los niños y las niñas puedan gozar de los derechos que
tienen.
Fuimos fundados en medio del conflicto para cuidar de los niños y las niñas afectadas por la guerra civil
española. Hemos trabajado por 80 años con las bases para mejorar las vidas de los niños y las niñas a
través del desarrollo comunitario centrado en la niñez en áreas como educación, salud, saneamiento,
protección de violencia y participación.
Trabajamos con niños y niñas para que puedan reclamar sus derechos y con los padres, docentes,
cuidadores y gobiernos para cambiar los comportamientos, normas sociales y políticas para garantizar
que se cumplan dichos derechos. Respondemos con urgencia a las necesidades en crisis y construimos
resiliencia ante los desastres.
Conectar a las personas y culturas a través del patrocinio de niños es parte del tejido de nuestra historia y
sigue siendo el corazón de todo lo que hacemos. El patrocinio nos ayuda a generar apoyo confiable y de
largo plazo para nuestros programas comunitarios centrados en la niñez y garantiza nuestra
independencia. Es el fundamento para construir un movimiento mundial de millones de personas que
alcanzará un avance transformador en los derechos de la niñez y en la igualdad de las niñas.
Desafíos y esperanza
En nuestro mundo, la mitad de las personas son dueños de solo el 1% de la riqueza. Más de la mitad de
la población de los 48 países más pobres del mundo tienen 19 años o menos. Nueve de cada 10 de los
1.8 mil millones de jóvenes entre 10 a 24 años del mundo viven en los países menos desarrollados.
La desigualdad de la riqueza y desigualdad entre los sexos deja a los pobres, jóvenes y mujeres
particularmente propensas a la negación de los derechos humanos básicos.
En caso de desastres naturales o crisis, son las niñas y los niños marginados cuyos derechos a la salud y
seguridad son afectados de manera más seria. Aquellos que viven en estados frágiles y afectados por el
conflicto son aún más vulnerables.
Sin embargo, en este momento de grandes desafíos para muchos niños y niñas, el mundo se ha
embarcado en un viaje que trae esperanza para aquellos que de otro modo serían olvidados.
Cada gobierno ha suscrito su compromiso con La Agenda 2030 para del Desarrollo Sostenible. También
se la conoce como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y hacen la promesa de terminar con la pobreza
extrema, realizar los derechos humanos de todos y sanar al planeta en los próximos 15 años. Su
aplicación es a nivel universal, no solo en los países más pobres y su promesa es no dejar a nadie atrás.
En los próximos 14 años los Objetivos de Desarrollo Sostenible serán el marco de referencia para los
esfuerzos de desarrollo y humanitarios de Plan International y la inspiración para hacer más para cumplir
con nuestro propósito.
Tenemos un propósito audaz que dirigirá nuestro trabajo durante el ciclo de vida de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
"Trabajamos por un mundo justo que promueva los derechos de la niñez y la igualdad de las niñas".
Será necesario un fuerte impulso a todos los niveles para lograr los ODS y cumplir con su promesa
central de no dejar a nadie atrás. Todos debemos dar pasos transformadores y audaces para cambiar al
mundo y convertirlo en un camino sostenible y resiliente.
No será posible cumplir ningún objetivo sin abordar las causas de la marginación y exclusión de la niñez,
desafortunadamente la mayor parte de ellos son las niñas. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
fracasarán a menos que se ponga énfasis especial sobre la igualdad, especialmente la igualdad de
género.
Es por esta razón que en nuestra primera estrategia para 5 años después de la adopción de los ODS,
Plan International hará un masivo esfuerzo para alcanzar un mejoramiento real en la igualdad para las
niñas. Apoyaremos a toda la niñez, pero tendremos un papel importante en la realización de un cambio
transformador para las niñas porque es lo correcto y lo necesario, y porque esto ayudará a construir un
mundo justo para todos.
Trabajaremos con hombres y niños, así como con niñas y mujeres, para garantizar la igualdad de género
y los derechos que tienen todos los niños y las niñas.
Las niñas harán cosas sorprendentes y nuestra ambición es estar allí a su lado en los próximos cinco
años.
Como una organización líder en el movimiento mundial por los derechos de las niñas, nuestra
ambición es:
Juntos, tomamos acciones para que 100 millones de niñas aprendan, lideren,
decidan y prosperen
Añadiremos nuestra voz, la voz de todas las niñas y los niños con quienes trabajamos y las voces de
millones de seguidores a los movimientos por los derechos de las niñas. Nuestro propio movimiento, Por
Ser Niña, amplificará el llamado a la igualdad.
Demostraremos nuestro liderazgo y tomaremos nuestras propias acciones. Hemos establecido metas
ambiciosas para mejorar significativamente el acceso a educación de calidad y habilidades para el
trabajo, ayudar a los niños y las niñas a tomar acciones sobre las cuestiones que los afectan, darles a las
niñas el control sobre sus vidas y sus cuerpos, proteger a la niñez de todo perjuicio y garantizar que
crecen con cuidados adecuados.
Para alcanzar nuestras metas debemos extender nuestro alcance y convertirnos en una organización
líder en la lucha por la igualdad de las niñas. Buscaremos un cambio profundamente arraigado para
alcanzar nuestra ambición para las niñas. Y para ello, necesitaremos a millones de donantes,
patrocinadores, activistas y a las mismas niñas. Nuestra organización debe estar lista para entregar
resultados en un mundo cambiante.
Necesitamos ser un actor robusto de la sociedad civil mundial que hace eco con todos aquellos que
desean avanzar en los derechos de la niñez y la igualdad para las niñas. Nos involucraremos en el nivel
mundial y tomaremos acciones cuando los niños y las niñas no gocen de los derechos que merecen y
donde podamos agregar valor. Cumpliremos con nuestros compromisos para mejorar las vidas de las
niñas y los niños patrocinados y garantizar una relación significativa entre patrocinadores y comunidades.
Tendremos un liderazgo basado en la misión y trabajaremos con personas que compartan nuestros
valores. Nuestra gobernanza asegurará nuestra legitimidad, rendición de cuentas y eficacia y reflejará la
diversidad de la organización del futuro.
Seremos transparentes, costo-efectivas y ágiles para enfrentar la imprevisibilidad de nuestro mundo
rápidamente cambiante y tomaremos mejores y más oportunas decisiones al acceder a los datos que
necesitamos a nivel mundial.
Innovaremos en todo nuestro trabajo para avanzar en los derechos de la niñez y la igualdad para las
niñas, usaremos tecnología inteligente para la excelencia en las operaciones, recaudación de fondos y
para renovar enfoques programáticos y de influencia.
Debemos cambiar rápidamente ya que el mejoramiento lento y gradual no será lo suficientemente bueno.
No mantendrá a las niñas en la escuela, no protegerá a los niños y las niñas ni las librará del miedo. No
permitirá que las comunidades manejen efectivamente los efectos del cambio climático. Tampoco dará a
las niñas las mismas oportunidades que los niños y no dejará a los jóvenes hablar sobre las decisiones
que afectan su futuro.
Ninguno de estos será posible si actuamos en aislamiento. Las voces de las niñas y de los niños serán
nuestra guía. Tomaremos acciones con los niños, niñas y jóvenes y pensando en ellos, pues buscamos
mejorar su futuro.
Alemayehu tiene 14 años y es miembro del club de niños de Plan International en Etiopía. Él ha hablado
en contra de las prácticas nocivas como la mutilación genital femenina. Sus padres están de acuerdo en
no mutilar a su hermana, a diferencia de sus cuatro hijas mayores. "Yo deseo casarme con una mujer no
mutilada", dijo él.
Mayra tiene 17 años y es de Alta Verapaz en Guatemala donde muchas chicas se casan siendo jóvenes.
Ella ayudó en la campaña para cambiar las leyes nacionales para aumentar la edad legal para el
matrimonio a 18 años.
"Cuando escuché que ellos aprobaron la nueva ley, me sentí muy feliz porque yo contribuí a que esto
suceda. Yo recogí firmas y fui parte del equipo que trabajó por el cambio, me sentí muy orgullosa",
explicó Mayra mientras se prepara para promover la nueva ley en su comunidad para proteger a las niñas
del matrimonio infantil.
Las niñas y los niños de todas partes están alzándose en favor de sus derechos, hablando en contra de
las injusticias que enfrentan. Las voces de Alemayehu y Mayra son la fuerza que nos guía. Los
programas y las actividades de influencia en esta estrategia darán voz a millones más, para así construir
un mejor futuro.
Nuestra estrategia ha sido desarrollada en respuesta a las tendencias mundiales que determinan cómo
podemos lograr el mayor impacto en la vida de la niñez.
Xuan es de la provincia Ha "A medida que el clima Chol tiene 22 años y huyó
Giang, un distrito montañoso cambia, tendremos de su pueblo natal de Bor en
al norte de Vietnam. Ella se problemas en esta aldea Sudán del Sur, el cual fue
mudó a Hanoi después de con la escasez de agua y destruido en un
terminar la primaria para las sequías. Esto enfrentamiento. "No sé por
ganar dinero extra para su incrementará el número de qué sucede esto. Solo los vi
familia. "He estado en Hanoi personas que tienen venir y matar a la gente.
por más de un año, pero he problemas de salud," dice Ellos mataron a muchas
cambiado de trabajo un Soe Min Htun de 14 años, personas, incluso a mi
sinnúmero de veces. La quien es parte del Comité hermano", dijo Chol, una de
oportunidad es limitada. de Gestión de Desastres en las 2.4 millones de personas
Todo el trabajo que hago es su escuela en Myanmar, el desplazadas por el conflicto.
inestable", dice Xuan. que ayuda a los niños y a
las niñas a prepararse para
un desastre.
Un mundo de jóvenes: La generación de los jóvenes de hoy es la más grande en la historia, pues la
mitad de la población tiene menos de 30 años y la mayoría vive en países en desarrollo. Solo en India es
necesario crear entre 12 a 17 millones de puestos de trabajo para mantener a todos los jóvenes
empleados. La investigación ha vinculado el creciente número de jóvenes con poca educación y los
escasos prospectos de trabajo con la inestabilidad social y el conflicto civil. También conocemos que los
jóvenes con buena educación pueden estimular el crecimiento económico rápido.
Un mundo frágil: 2 mil millones de personas ahora viven en países donde el desarrollo es limitado por
la fragilidad, el conflicto y la violencia lo que conduce a la violación de derechos de la niñez,
especialmente de las niñas. Los niños se ven forzados a dejar la escuela y están en mayor riesgo de
violencia, trabajo forzado y desplazamiento. La pobreza extrema se concentrará cada vez más en estas
áreas. Los desastres naturales y la escasez de recursos están vinculados a la migración,
desplazamiento, conflicto e inestabilidad geopolítica, donde el cambio climático probablemente aumente
la frecuencia, severidad e imprevisibilidad de los desastres y exacerbe las desigualdades existentes.
Un mundo en movimiento: Más personas que en cualquier otro tiempo de la historia han huido de sus
hogares en búsqueda de seguridad en cualquier lugar. Los jóvenes son el grupo más grande de
migrantes en el mundo, van en búsqueda de un trabajo digno, de educación y de oportunidades.
Un mundo urbano: Más de la mitad de la población mundial ahora vive en las ciudades y llegará a los
dos tercios para el 2050. Las altas tasas de nacimiento en la zona urbana significan que las ciudades
son el hogar para cada vez más niños y jóvenes del mundo. Aunque muchos jóvenes experimentan
mejores condiciones de vida en las ciudades, la urbanización incrementa la competencia para los
puestos de trabajo y recursos. Las ciudades son también el hogar de enormes desigualdades y de
mayores riesgos, especialmente para las niñas.
Un mundo desigual: Las naciones en desarrollo están orientando el crecimiento económico, levantando
a cientos de millones de personas de la pobreza y empujando a millones más hacia el estatus de clase
media. Sin embargo la brecha entre ricos y pobres a nivel mundial se está ensanchando, la mitad más
pobre de la población posee apenas el 1% de la riqueza del mundo.
Un mundo interconectado: Las comunicaciones, el comercio y las personas cruzan las fronteras cada
vez más rápido que nunca antes. La información se comparte instantáneamente y la tecnología permite
que más comunidades tengan acceso a servicios, conocimiento y oportunidades para el desarrollo. Las
conexiones integradas entre fronteras significan que las acciones de un individuo pueden tener impacto
en miles de miles de personas que tal vez nunca conozcan.
Un panorama geopolítico cambiante: El poder está gradualmente cambiando del norte y del occidente
hacia el sur y el este lo que es un desafío para los paradigmas culturales y demanda que las
organizaciones replanteen su forma de actuar, participar y operar.
Una ambición de desarrollo audaz: La Agenda 2030 para del Desarrollo Sostenible establece metas
ambiciosas para el desarrollo mundial, lo que promete una nueva era de igualdad, justicia y
sostenibilidad para todos, en todas partes del mundo si es que se logra alcanzarlas a tiempo. Mientras
que el Acuerdo de París - adoptado por 195 países - es el primer acuerdo universal sobre el clima. Pero
es necesario un incremento sustancial en la inversión, involucramiento y voluntad política para poder
alcanzar las ambiciones del desarrollo sostenible a nivel mundial.
Pero entre el panorama de las oportunidades y amenazas que afectan el progreso en los derechos de la
niñez, algunas cosas no han cambiado. Los derechos de los niños y las niñas marginadas y vulnerables
a vivir con seguridad, a crecer saludables y con buena instrucción y a tomar decisiones fundamentales
sobre sus propias vidas siguen siendo negados. La niñez con discapacidad experimenta niveles
inquietantes de violencia. Casi 500 millones de niños y niñas viven en pobreza extrema y alrededor de
125 millones de niños, niñas y adolescentes están fuera de la escuela.
Las niñas son desfavorecidas y discriminadas de manera desproporcionada en comparación a los niños,
ya sea en educación, salud, trabajo o vida familiar. Una mayoría de los 600 millones de jóvenes entre 15
y 24 años que no están en la escuela, no tienen formación ni empleo son niñas y se vuelven vulnerables
a trabajos con salarios bajos sin protección social.
Cuando ocurre un desastre o estalla un conflicto violento, todos los niños y las niñas sufren. Pero más
niñas mueren durante desastres y un número cada vez mayor de ellas tiene que enfrentar el matrimonio
precoz y forzado. Las niñas están particularmente expuestas a la violencia sexual y al recorte de su
educación. A medida que los desastres relacionados con el cambio climático incrementen, las niñas
vulnerables podrían verse aún más marginadas.
Los avances para las niñas son muy lentos en muchas áreas Para cumplir con el Objetivo de eliminar el
matrimonio infantil para el 2030, el progreso debe ocurrir a un ritmo 8 veces más rápido que el ritmo
actual. Existen 200 millones de niñas y mujeres vivas el día de hoy que han sufrido la mutilación genital
femenina. Con el crecimiento de la población y a las tendencias actuales, estas cifras podrían
incrementarse dramáticamente en los próximos 15 años.
Para muchas niñas el mundo es un lugar desolador En una reciente investigación realizada en
Zimbabue, las niñas que se casaron jóvenes tuvieron más probabilidades de experimentar violencia en el
hogar. "Aquellas que se casan experimentan violencia en su desayuno, almuerzo y cena", dijo una niña
en Silobela.
En este desafiante entorno debemos adaptar nuestra forma de trabajar y actuar con un mayor énfasis y
peculiaridad para fomentar los derechos de la niñez más vulnerable del mundo.
Debemos trabajar cada vez más en países y ciudades frágiles y afectadas por el conflicto. Debemos
construir resiliencia en las comunidades. Debemos aprovechar el poder de la tecnología y usar
soluciones innovadoras para ampliar nuestro alcance e impacto. Debemos ser transparentes en la forma
cómo operamos, enfatizar en la educación y ayudar a los jóvenes a construir sus habilidades para el
plan-international.org 100 millones de razones: Estrategia Global de Plan International 2017–2022
Sólo para uso interno
trabajo. Debemos enfocarnos en los derechos de las niñas que son las más vulnerables a quedar
olvidadas cuando cambia el mundo que nos rodea.
Debemos ser ágiles en responder a los cambios que forjan al mundo en que vivimos y aprovechar las
oportunidades cuando aparezcan. Debemos estar listos para actuar en los lugares donde nos necesitan
y sin importar lo que el futuro depare, mantener a Plan International como una fuerza sostenible para el
bien y como una voz relevante para los niños, las niñas y jóvenes en cualquier lugar.
Los derechos humanos de toda persona en todo lugar están en el corazón de nuestro trabajo. Nuestro
énfasis en promover los derechos de la niñez y la igualdad para las niñas se fundamentan en la
Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN) y en la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). Estas convenciones
sostienen nuestro trabajo, nos orientan hacia nuestro propósito:
"Trabajamos por un mundo justo que promueva los derechos de la niñez y la igualdad de las
niñas".
Trabajar con la niñez y con las comunidades para prepararnos y responder a las crisis y vencer la
Esta esadversidad.
nuestra misión de largo plazo. Nuestra estrategia representa los primeros cinco años de un
camino hacia el logro acelerado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantiza que no se deja a
atrás.
nadie Apoyar la evolución segura y exitosa de niños y niñas desde el nacimiento hacia la adultez.
Esta estrategia se basa en nuestra historia y fortalezas, que están incorporadas en nuestra teoría del
cambio.
Los derechos de los niños, las niñas y jóvenes con quienes trabajamos a nivel de las bases son nuestro
punto de partida. Nuestro enfoque de desarrollo comunitario centrado en la niñez garantiza los recursos
sociales y económicos necesarios y fortalece la resiliencia. Al amplificar la voz de la niñez y de los
jóvenes, damos a las comunidades la posibilidad de cambiar las normas sociales nocivas, así como sus
actitudes y comportamientos.
Equipados con la evidencia de las violaciones a los derechos y las soluciones, trabajamos con las
comunidades para estimular la acción positiva por parte de los líderes locales. Buscamos influir en las
leyes nacionales e internacionales, políticas y presupuestos para avanzar en los derechos de la niñez y
la igualdad para las niñas.
Nuestra estrategia se basa en nuestro propósito y teoría del cambio y está diseñada para alcanzar un
cambio significativo para las niñas y los niños. Asumimos un enfoque integrado para el logro de los ODS
y una visión holística del desarrollo y la acción humanitaria. Nuestra estrategia contribuye a todos los
ODS pero se enfoca en varios en particular:
A través de nuestra estrategia, trabajaremos con millones personas para alcanzar algo sorprendente en los
próximos cinco años:
Como una organización líder en el movimiento mundial por los derechos de las niñas, nuestra
ambición es:
Juntos, tomamos acciones para que 100 millones de niñas aprendan, lideren,
decidan y prosperen
Si el trabajo para avanzar en la igualdad de género continúa a la tasa actual, se necesitarán décadas para
que las niñas y los niños sean tratados como iguales.
Nuestra ambición nos alcanza para ir más lejos y nos da una meta cuantificable para nuestro trabajo. Nos
compromete a transformar nuestros programas en entornos de desarrollo y de trabajo humanitario, a
ampliar la escala de nuestro trabajo de influencia y a incrementar nuestra colaboración con los socios para
impulsar el movimiento por los derechos de las niñas.
Será necesario un fuerte impulso a todos los niveles para lograr los ODS y cumplir con su promesa central
de no dejar a nadie atrás. Todos debemos dar pasos transformadores y audaces para cambiar al mundo y
convertirlo en un camino sostenible y resiliente. No será posible cumplir ningún objetivo sino abordamos a
los niños más marginados y excluidos, quienes desafortunadamente son en su mayoría niñas. Los Objetivos
de Desarrollo Sostenible fracasarán a menos que se ponga énfasis especial sobre igualdad, especialmente
la igualdad de género.
Es por esta razón que en nuestra primera estrategia para 5 años después de la adopción de los ODS, Plan
International hará un masivo esfuerzo para alcanzar un mejoramiento real en la igualdad para las niñas.
Apoyaremos a todos los niños y las niñas pero con un papel principal en la entrega de cambios
transformadores para las niñas que viven en aldeas y ciudades, o aquellas desplazadas o en movimiento.
Trabajaremos con hombres y niños, líderes comunitarios, políticos y con las mismas niñas para lograr un
cambio duradero y específico. Esto no solo es correcto y necesario sino también ayudará a construir un
mundo justo para todos.
Esta ambición es un desafío para influir en la agenda de los derechos de las niñas a un nivel diferente que
el de antes. Pero un movimiento no es algo que podemos sostener solos, podemos empoderar a millones
más de niñas para que reclamen sus derechos si movilizamos a los socios, los encargados del poder y los
seguidores de esta causa. Nuestro propio movimiento Por Ser Niña añadirá nuestra voz al llamado por la
igualdad de las niñas. Trabajaremos estratégicamente con las mismas niñas, con niños y hombres, con
comunidades, la sociedad civil y el público y el sector privado para propulsar hacia adelante el movimiento
por los derechos de las niñas - un movimiento impulsado por las niñas.
Hoy en día, con la igualdad de género como un firme componente de los ODS 2030, Por Ser
Niña es un movimiento mundial dedicado no solamente a la educación de las niñas sino también
a la transformación de las relaciones de poder para que las niñas de todas partes puedan
alcanzar su potencial para aprender, liderar, decidir y prosperar. Por Ser Niña es el vehículo a
través del cual podremos inspirar a personas de todas partes para que se unan al movimiento
por los derechos de las niñas.
Creemos profundamente en el poder de las conexiones para avanzar en los derechos de la niñez y la
igualdad para las niñas. Apoyamos a las personas de todos los lugares para que se junten y aborden los
problemas que los afectan en las comunidades y a través de las fronteras y nuestros millones de
patrocinadores y niñas y niños patrocinados de todo el mundo son embajadores importantes de este
movimiento para el cambio.
Tomar acciones significa hacer que el cambio suceda a nivel individual, familiar, nacional o mundial. Puede
ser un programa de Plan International que haga que las ciudades sean más seguras para las niñas o que
proteja y eduque a las niñas que huyen del conflicto violento. Pueden ser padres, hermanos y madres que
hablan por las niñas. Puede ser el cabildeo para que las niñas tomen sus decisiones sobre sus vidas. Puede
ser enviar un correo electrónico a un funcionario o participar de una protesta. Puede ser voluntariado en el
club escolar o apoyo a la educación inclusiva para niños con capacidades especiales.
La acción puede ser un hermano que desafía a sus padres porque su hermana hace todas las tareas del
hogar y los padres que dejan que su hija decida si desea casarse, cuándo y con quién. Puede ser una
donación para un proyecto sobre el empoderamiento de las niñas, el patrocinio de niños a través de Plan
International o un vendedor minorista que realiza una campaña con sus clientes sobre la seguridad de las
niñas.
Todas estas personas están tomando acciones para avanzar en los derechos de las niñas y deseamos que
millones más hagan lo mismo.
Esta ambición es un reto para que nos enfoquemos en las causas de las violaciones a los derechos y las
desigualdades, que a menudo están arraigadas en las estructuras de poder, políticas y tradiciones. Los
programas de base comunitaria y la recolección de evidencia para las actividades de influencia a nivel
nacional, regional y local pueden lograr un cambio de gran escala en las políticas y comportamientos.
Las niñas no son receptoras pasivas mientras trabajamos por nuestra ambición - ellas son impulsadoras
activas del cambio.
Son las niñas de la escuela quienes piden letrinas separadas y con cerraduras para que ellas y sus amigas
puedan asistir a clases sin tener temor de ser acosadas o agredidas. Son los adolescentes quienes tienen el
coraje de asistir a una marcha por los derechos de las niñas, añadiendo su voz a la de aquellos que
demandan un cambio. Es la niña de escuela que se esfuerza por convertirse en líder comunitaria y un día
en presidenta.
Las niñas están haciendo un llamado para el cambio. Nosotros las animaremos y protegeremos, y seremos
la inspiración para que las personas de todo el mundo empiecen a luchar con ellas.
Para lograr nuestra meta de cinco años, vamos a trabajar en cuatro áreas globales de resultados. Estas
áreas de resultados son independientes y se aplican tanto al trabajo de desarrollo como humanitario.
En base a los compromisos de los ODS de no dejar a nadie atrás, nuestro marco de Aprender, Liderar,
Decidir y Prosperar, describe dónde vamos a empoderar a los niños y las niñas para que hagan realidad sus
derechos y para lograr una mayor igualdad para las niñas. Nuestra ambición se centra en las niñas porque
sabemos que son quienes están en mayor riesgo de quedarse rezagadas y se requiere un gran esfuerzo
para que sean tratadas por igual. Sin embargo, vamos a trabajar con todos los niños y las niñas para la
realización de sus derechos, especialmente cuando hay desventajas y necesidades urgentes, y vamos a
involucrar a los hombres y niños para alcanzar la igualdad de género.
La historia de Melissa
“Siento envidia cuando veo pasar a las otros niños y niñas por nuestra casa de camino a la escuela. Ojalá
yo también pudiera ir”, dice Melissa, una joven de 17 años que vive en una aldea remota del distrito de
Kwekwe en Zimbabue. Ella se quedó huérfana a los 15 años y se vio obligada a abandonar la escuela.
Melissa no es la única que desea volver a la escuela. Es común que las niñas de su edad de Kwekwe
tengan que dejar la escuela debido a que se casan a temprana edad o, como en el caso de Melissa, debido
a la falta de recursos económicos.
“Solamente veo un futuro sombrío. No tengo educación. Tengo que cambiarlo y volver a la escuela”, dice
Melissa.
Demasiadas niñas no están ingresando y terminando la escuela secundaria. Demasiadas niñas son
abusadas, se casan a temprana edad, y son explotadas. Demasiados niños y niñas sufren de hambre y
abandono y deben dejar la escuela en las situaciones de emergencia y desastres. Demasiados niños y
niñas tienen miedo de hablar y tomar el lugar que les corresponde en la sociedad.
Queremos que todas las niñas y los niños vulnerables y excluidos, pero especialmente las niñas:
Estos resultados intersectoriales adoptan un enfoque holístico de desarrollo y trabajo humanitario, y reflejan
la naturaleza integrada de los Objetivos Mundiales.
Nuestro enfoque
Nos esforzamos por lograr un impacto duradero a gran escala para garantizar que los niños y las niñas,
incluyendo aquellos a quienes patrocinamos, aprendan, lideren, decidan y prosperen a través de las
actividades de programas e influencia.
Los Planes Estratégicos de País guiarán nuestro enfoque dentro del país, contextualizando nuestro enfoque
global para que sea localmente apropiado.
A nivel local estamos decididos a cumplir con nuestros compromisos con las niñas y niños patrocinados y a
construir sobre la base de nuestra presencia de patrocinio, las raíces comunitarias y la experiencia técnica
para transformar las actitudes y comportamientos que niegan los derechos de la niñez, pero especialmente
de las niñas.
De acuerdo con nuestra teoría de cambio, involucramos y movilizamos a las comunidades y socios para que
implementen el desarrollo comunitario amigable con la niñez mediante programas que sean cada vez más
transformadores de género. Buscamos trabajar a nivel mundial a través de asocios, y desarrollar la
capacidad de las organizaciones de base donde sean débiles, al mismo tiempo que apoyamos a la niñez,
pero especialmente a las niñas y sus familias para que se conviertan en creadores de cambios en sus
comunidades. Construiremos resiliencia en todas las comunidades a través de nuestra programación
humanitaria y de desarrollo.
Lograremos alcanzar un impacto a gran escala a través de una mayor influencia con los socios a nivel
nacional, regional y mundial en base a la evidencia, soluciones y experiencia de nuestro compromiso con la
comunidad.
Nuestra singularidad
En toda la amplitud de nuestro trabajo para garantizar que la niñez vulnerable y especialmente las niñas
aprendan, lideren, decidan y prosperen, vamos a desarrollar experticia y liderazgo de pensamiento en áreas
específicas para desarrollar nuestra singularidad y contribuir a los resultados que buscamos.
En aprender, nuestra singularidad será promover la educación incluyente y de calidad, y desarrollar las
capacidades y oportunidades para tener un trabajo digno.
En liderar, nuestra singularidad será facilitar que los niños, niñas y jóvenes sean ciudadanos activos.
En decidir, nuestra singularidad será la salud sexual y reproductiva y los derechos de las niñas y mujeres
jóvenes.
En prosperar, nuestra singularidad será la protección de la niñez con sensibilidad de género y el desarrollo
de la primera infancia.
Estas áreas constituirán una proporción cada vez mayor de nuestro trabajo de programas e influencia, e
invertiremos para desarrollar significativamente nuestras capacidades en estas áreas, tanto en el ámbito de
desarrollo como humanitario.
Los programas transformadores de género buscan transformar las relaciones de poder desiguales
de género. Se debe trabajar individualmente con los niños y niñas, sus familias y comunidades, y
con las instituciones sociales y políticas. La meta es provocar cambios significativos y
sostenibles, no solamente en las mismas niñas, sino también en las barreras externas que evitan
que las niñas puedan ejercer sus derechos. Va más allá de mejorar las condiciones de las
mujeres y niñas, para buscar que ejerzan plenamente sus derechos y que las sociedades valoren
la igualdad de los dos géneros.
Aprender
El mundo de hoy
La educación y la adquisición de habilidades para tener éxito en la vida son las piedras angulares de los
derechos humanos de los niños y niñas, y son cruciales para el empoderamiento de las niñas.
El gasto insuficiente y desigual en los países impide que muchos niños y niñas reciban educación. Los
países de ingresos bajos y medios deben aumentar el gasto en educación en un 50 por ciento y 30 por
ciento respectivamente para lograr el Objetivo Mundial de educación primaria y secundaria de calidad para
todos.
En la última década, los niños y las niñas que no asisten a la escuela se han estado concentrando cada vez
más en los países afectados por conflictos. Actualmente se niega el derecho a una educación de calidad a
75 millones de niños y niñas de 3 a 18 años que viven en 35 países afectados por las crisis.
En todo el mundo, 15 millones de niñas no asisten a la escuela y se espera que nunca se inscriban, y al
final del 2015 menos de la mitad de todos los países habían alcanzado la paridad de género en la
educación secundaria.
En todo el mundo, 600 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, en su mayoría niñas y mujeres
jóvenes, no asisten a la escuela, no tienen trabajo ni capacitación, y corren mayor riesgo de conseguir
trabajos inestables, mal pagados, o de no trabajar.
La historia de Jacqueline
Jacqueline de 18 años de edad, vive en Kampala, Uganda. Cuando tenía 11 años se fue a vivir a la ciudad
donde se vio obligada a trabajar como trabajadora sexual durante siete años
Ahora, a través del proyecto Asocio para el Empoderamiento de las Niñas y Mujeres Vulnerables en
Tugurios Urbanos de Plan International, ella ha aprendido un nuevo oficio y se está capacitando para
convertirse en electricista.
“Puedo ganar dinero sin sufrir”, dice Jacqueline. “Solíamos vivir en las áreas marginales para vender
nuestros cuerpos y conseguir dinero, pero ahora podemos reparar televisores y ganar dinero”.
Lo que queremos
Que las niñas y los niños vulnerables y excluidos, en particular las niñas, tengan la educación y las
habilidades que necesitan para triunfar en la vida y tener una vida digna.
Qué haremos
Junto con nuestros socios, haremos lo siguiente:
Promover una educación de calidad accesible para todos
Influir en los gobiernos para obtener más y mejor financiamiento para la educación, y para eliminar las
barreras que impiden que todos los niños y las niñas tengan acceso a la educación
Apoyar a los jóvenes vulnerables, especialmente a las mujeres jóvenes, con habilidades y
oportunidades para lograr una vida digna.
Liderar
El mundo de hoy
Jóvenes líderes como Malala han inspirado a millones a tomar medidas para un cambio positivo. Sin
embargo, en todo el mundo los niños y las niñas luchan por ser escuchados como debe ser, sobre todo si
son niñas y mujeres jóvenes. La edad promedio de los parlamentarios es de 53 años. Sólo el 22% de ellos
son mujeres, mientras que únicamente el 17% de todos los ministros de los gobiernos son mujeres. 133
países cuentan con organizaciones juveniles nacionales, pero pocas son consultadas sobre las políticas que
les afectan, mientras que los jóvenes se ven desproporcionadamente afectados por las represiones políticas
y los arrestos de activistas.
Para facilitar que la juventud, especialmente las niñas y mujeres jóvenes, puedan determinar su propio
futuro, es fundamental que adquieran mayor influencia sobre las decisiones que afectan sus vidas. Ellas
deben tener la oportunidad de liderar el cambio dentro de sus propias comunidades. Debemos respetar el
llamado de los jóvenes de “nada sobre nosotros sin nosotros”.
La historia de Wantoe
“Mi propio país, Liberia, sufrió 15 años de conflicto civil y justo cuando nos recuperábamos fuimos víctimas
de la pandemia de Ébola”, dice Wantoe, una joven de 21 años miembro de un grupo juvenil local que
cambió la percepción de la comunidad sobre el Ébola para ayudar a detener la enfermedad. “Nuestro
primer plan fue crear conciencia. Realizamos nuestra primera aparición en los medios de comunicación en
la radio, llevando nuestro mensaje de que el Ébola era real y cómo evitar la propagación del virus.
“El presidente de una organización en otra comunidad dijo que el Ébola no existía, que había sido creado
por el hombre y que solamente era una forma de recaudar dinero de donantes internacionales. Entonces le
dije sobre las estadísticas actuales, las razones por las que existía y el análisis histórico. Él se sintió
inspirado y al ver que los jóvenes le dábamos consejos, sintió nuestra pasión y luego fue persuadido de
crear conciencia dentro su comunidad, quienes después tomaron medidas”.
Lo que queremos
Los niños y las niñas vulnerables, pero especialmente las niñas, tienen el poder de tomar medidas sobre los
temas que les importan y de dar forma a las decisiones que afectan sus vidas.
Qué haremos
Junto con nuestros socios, vamos a:
Apoyar a los niños, niñas y jóvenes, especialmente a las niñas, para que pidan cuentas a los
encargados de tomar las decisiones
Influir en los gobiernos para promover los derechos de la niñez y la igualdad de género
Fortalecer la capacidad de los niños y jóvenes para participar y asumir funciones de liderazgo en la
acción humanitaria y construcción de resiliencia comunitaria, especialmente para hacer frente a los
efectos del cambio climático.
Vamos a:
Trabajar con los demás para hacer crecer los movimientos de derechos de las niñas desde las bases
hasta lo mundial, de tal forma que catalice un cambio significativo en la vida de las niñas
Involucrarnos efectivamente con las organizaciones de niños, jóvenes y jóvenes activistas, y aprender a
mitigar los riesgos que ello podría acarrear
Encontrar socios confiables para este trabajo, especialmente cuando la sociedad civil es débil
Fortalecer la inversión y la capacidad técnica en esta área.
Integraremos este trabajo de empoderamiento de los jóvenes dentro de todo lo que hacemos, de tal manera
que los niños y las niñas, pero especialmente las niñas, sean agentes de cambio.
Decidir
El mundo de hoy
La desigualdad de género y la discriminación contra las niñas indican que carecen de poder para tomar sus
propias decisiones de vida, como por ejemplo si desean casarse, cuándo y con quién, o si quieren tener un
bebé y cuándo hacerlo, o decidir lo que sucede con su propio cuerpo. Ellas no pueden manifestarse para
resistirse contra las prácticas dañinas tales como la MGF. Se les niega su derecho a tomar decisiones
personales fundamentales.
Se calcula que 18 millones de adolescentes dan a luz cada año. La mayoría de ellas están casadas. Las
complicaciones en el embarazo y el parto son una causa principal de muerte entre las niñas entre 15 y 19
años, con riesgos aún mayores para las menores de 15 años. En todo el mundo, 1 de cada 10 niñas en
todo el mundo ha sido sometida a actos sexuales forzados, y 200 millones de niñas y mujeres han sido
sometidas a mutilación genital femenina.
Garantizar que las niñas y jóvenes ejerzan sus derechos a salud sexual y reproductiva es una parte esencial
para permitirles “decidir” y lograr la igualdad de género.
La historia de Nkatha
Nkatha tenía 9 años cuando su abuela la sostuvo para poder mutilarla. Ahora tiene 16 años y está molesta.
“Estoy amargada porque no sé a dónde se llevaron esa parte de mi cuerpo”, dice la niña keniana. “No hay
nada que yo pueda hacer para cambiar el pasado. ¿Por qué yo?”
Ahora que está más consciente de los peligros de la mutilación genital femenina, Nkatha quiere que las
autoridades y organizaciones como Plan International protejan a las niñas contra las prácticas nocivas.
“Espero que mi hermana menor no tenga que pasar por lo que yo pasé”, dice Nkatha.
Lo que queremos
Que las niñas y los niños vulnerables y excluidos, pero especialmente las niñas, tengan control sobre sus
vidas y sus cuerpos, y tomen decisiones informadas sobre su identidad y relaciones, y si desean tener hijos
y cuándo hacerlo.
Las comunidades tomen medidas para eliminar las normas y prácticas de género perjudiciales
Los gobiernos mejoren e implementen leyes, políticas y presupuestos para la salud y derechos sexuales
y reproductivos de los adolescentes
Los niños, niñas y jóvenes tengan acceso a servicios de salud e información sexual, reproductiva y
materna de calidad, así como a educación sexual integral
Los jóvenes puedan desempeñar un papel activo en la prevención de la violencia sexual en las
situaciones de emergencia y garanticen el apoyo a los sobrevivientes de la violencia sexual.
Prosperar
El mundo de hoy
Múltiples barreras impiden que los niños y las niñas, pero especialmente las niñas, disfruten de un comienzo
positivo en la vida y puedan prosperar. Estas barreras incluyen la violencia, especialmente contra las niñas
y mujeres jóvenes, las desigualdades y prácticas dentro del hogar que no dan a los niños y las niñas la
atención y el apoyo que necesitan, libre de prejuicios de género. En muchas sociedades, la discriminación
de género y la preferencia por los hijos varones limitan las oportunidades para que las niñas sobrevivan y
prosperen, lo que afecta su desarrollo, su autoestima, su decisión y expectativas a lo largo de sus vidas.
Cada año, más de 200 millones de niños y niñas menores de cinco años de edad en los países de ingresos
bajos y medios no alcanzan su potencial de desarrollo cognitivo. Seis de cada diez niños y niñas de 2 a 14
años son objeto de violencia física por parte de sus cuidadores de manera regular.
Aproximadamente una de cada diez niñas en todo el mundo han sufrido violaciones u otros actos sexuales
forzados, y el 35% de las mujeres en todo el mundo han sido víctimas de violencia de género. Actualmente
se considera a la violencia de género como una pandemia que se intensifica durante los conflictos violentos
y las situaciones de emergencia.
“Pienso que las niñas están en desventaja incluso desde antes de nacer”, dice Geeta de 15 años. “Cuando
están en el vientre de su madre se enfrentan al riesgo de feticidio porque muchos padres no quieren tener
niñas para no preocuparse por su dote o su seguridad para proteger el honor de la familia”.
“Yo tuve que faltar a la escuela por cinco días justo antes de mis exámenes de onceavo grado”, dice Kiran.
“Un hombre comenzó a llamar por teléfono y a acosarnos a mi madre y a mí. El abusaba y amenazaba a mi
madre diciendo que me secuestraría y se casaría conmigo y me mantendría con él. Dijo muchas palabras
malas y abusivas. Yo no pude estudiar ni concentrarme”.
Lo que queremos
Que las niñas y los niños vulnerables y excluidos, pero especialmente las niñas, crezcan igualmente
valorados y cuidados, libres de discriminación, miedo o violencia.
Trabajar con las familias, comunidades y gobiernos para poner fin a todas las formas de violencia contra
los niños y las niñas, pero especialmente contra las niñas.
Trabajar por la protección sensible al género de los niños y las niñas en las situaciones de emergencia.
“Quiero hacer que las mujeres y niñas comprendan que no merecen ser golpeadas”, dice Taniel de 18
años, de San Luis en Brasil, donde él dice que los niveles de violencia contra las mujeres y niñas son
altos. “Juntos podemos luchar por sus derechos. Actualmente me siento inspirado cuando veo a las
niñas defenderse por sí mismas y apelar por la igualdad de género. Estoy feliz porque es algo por lo
que ellas han luchado desde el principio. Ellas merecen tener una voz, y ello hace que yo también
quiera pelear por los derechos de las niñas”.
Al igual que Taniel, los niños, niñas y jóvenes de todo el mundo están impulsando el cambio. A través de
nuestra estrategia vamos a empoderarlos para que los niños y las niñas vulnerables, pero especialmente las
niñas, aprendan, lideren, decidan y prosperen.
Sin embargo, no conseguiremos los resultados ambiciosos que buscamos para los niños y las niñas a
menos que enfoquemos drásticamente nuestra organización en ofrecer programas excelentes, combinados
con una influencia creciente y efectiva, tanto en los contextos de desarrollo como humanitarios.
Eso nos obliga a ser la organización más legítima, transparente y ágil que podamos, apoyada por un
modelo de financiamiento eficaz, y capaz de operar donde más se necesita nuestra experticia para lograr
los derechos de la niñez y la igualdad para las niñas.
Christiana de 16 años fue obligada a casarse con un hombre mucho mayor. Él pagó a la familia
300.000 Leones (USD 69), y fue extremadamente violento con ella.
Cuando al fin logró escaparse de su matrimonio, Christiana se unió al proyecto Poder de las Niñas de
Plan International en Sierra Leona para poner fin al matrimonio infantil, los embarazos adolescentes, y
la violencia sexual contra las niñas.
“He elegido abogar y ser portavoz porque he experimentado los problemas que afectan a las niñas en
este país. Abogo por mis amigas porque no quiero que nadie experimente las mismas dificultades que
yo tuve que pasar. Rezo por nuestro gobierno para que ponga fin a la violencia sexual en las
escuelas, al matrimonio infantil, y a los embarazos de adolescentes. Tenemos leyes contra esto.
Asegúrense de ponerlas en práctica”.
Los programas estarán arraigados en relaciones fuertes con las comunidades. Abordaremos las causas
fundamentales, seremos transformadores de género, fortaleceremos nuestra evaluación e investigación, e
integraremos el desarrollo a largo plazo con el trabajo humanitario.
Los gobiernos son los principales responsables de respetar, proteger y cumplir los derechos de los niños y
las niñas, y apoyaremos a la sociedad civil local para que responsabilice a los gobiernos por el cumplimiento
de sus obligaciones.
Fortaleceremos las capacidades locales, añadiendo nuestra voz para provocar la voluntad política.
Utilizaremos investigación y evaluación de vanguardia para guiar una programación excelente y una
influencia creíble.
Aumentaremos nuestra efectividad y capacidad para influir en los derechos de las niñas a nivel regional
y mundial.
Fortaleceremos la influencia a nivel nacional como una estrategia clave para lograr resultados a gran
escala, complementando nuestra programación transformadora de género.
Zara de 13 años no pudo asistir a la escuela durante Hanin de 14 años es de Homs en Siria. Ella huyó
dos años cuando la guerra civil envolvió a la de su pueblo natal con su familia para buscar la
República Centroafricana, uno de nuestros países seguridad en Egipto.
de programas más nuevos. Como parte de nuestro
programa Segunda Oportunidad, ahora ella tiene la “Todo cambió en mi vida desde que salí de Siria.
oportunidad de volver a la escuela. Extraño a mi hermano, a mi hermana, mi hogar y
mis amigos”.
“Estoy muy feliz de regresar a la escuela, aun
cuando es algo extraño después de todo este En asocio con una ONG local, Plan International
tiempo en casa. Me gusta especialmente aprender está trabajando en Egipto para dar clases a los
matemáticas. Me gusta aprender cosas nuevas. niños y niñas refugiados como Hanin quien no ha
Cuando crezca me gustaría ser profesora para estado recibiendo educación durante el conflicto.
enseñar a otros lo que yo sé”, dice Zara.
Para el 2022 seremos una organización comprometida a escala global que llegue a las niñas y los niños
más vulnerables y excluidos y a las niñas marginadas en el lugar donde viven, y donde sus derechos son
más violados. Los niños y las niñas están viviendo en las calles de las ciudades, en los barrios marginales y
en las aldeas, o migrando para buscar seguridad, oportunidades o refugio. Debemos estar ahí donde ellos
están ya sea en el norte global o en el sur global. Debemos incrementar nuestro trabajo en los estados
frágiles y afectados por el conflicto y adaptarnos rápidamente utilizando la nueva tecnología, los asocios y la
influencia, para extender nuestro alcance a donde hay las mayores violaciones de derechos y donde
podamos agregar el mayor valor.
Vamos a llegar a través de una red de socios y oficinas, trabajando con la sociedad civil, el sector privado,
instituciones multilaterales y otras organizaciones para apoyar los movimientos por los derechos de las
niñas.
Haremos que nuestra presencia de recaudación de fondos sea lo más eficiente posible,
aprovechando las oportunidades de la tecnología digital y explorando nuevos enfoques de
recaudación de fondos para maximizar los recursos y reducir al mínimo los costos de organización.
Evaluaremos dónde tenemos presencia física en base a si estamos llegando a nuestros grupos
meta y qué tan eficientes son nuestras operaciones. Mejoraremos la eficacia y eficiencia de
nuestros modelos operativos y revitalizaremos nuestros programas de patrocinio para garantizar
que estemos maximizando el impacto para los niños y las niñas más vulnerables.
Nos cambiaremos a una gama más diversa de modelos de participación y no estaremos limitados a
las categorías actuales (CO, NO y FCNO). Los cambios en la presencia dependerán del contexto,
la capacidad de la sociedad civil y los fondos de inversión, y en algunos casos podría incluir
vincularnos con socios sin presencia física.
Al trabajar donde las violaciones a los derechos son mayores, y al asumir nuevas oportunidades de
recaudación de fondos y asocio, esperamos que para el año 2022 nos relacionemos a través de una red
mundial de oficinas, asocios, programas e influencia, que llegue al menos a 100 países.
En el año 2022, Plan International será una organización no-gubernamental internacional dinámica,
establecida para cumplir su ambición para las niñas y su propósito. Operaremos de manera transparente y
rentable, utilizando el poder de los datos y la tecnología digital para aumentar nuestro alcance, influencia e
impacto.
Buscaremos el mayor impacto mientras operamos de manera legítima y creíble, siendo responsables con
nuestros grupos de interés, y transparentes en la forma de trabajar. Seremos ágiles ante el cambio
turbulento que caracteriza al mundo moderno, sin dejar de ser fieles a nuestro propósito.
Los valores y comportamientos compartidos nos unirán y nos mantendrán en estándares altos con respecto
a cómo esperamos que nosotros mismos y aquellos con quienes trabajamos se comporten. Adoptaremos
una cultura de aprendizaje que fomente la innovación, permita la experimentación, y acepte que el fracaso
es parte del progreso.
Los líderes inspiradores nos motivarán y nos harán responsables, en una cultura que respete la diferencia,
para entregar los resultados que prometemos. Además, nos responsabilizaremos mutuamente por alcanzar
nuestros objetivos estratégicos.
Nuestra fuerza de trabajo tendrá las habilidades y la capacidad para liderar una transformación en nuestros
programas, el aumento de nuestra influencia, y la adaptación de nuestra presencia y alcance.
Alcanzaremos nuestra ambición estratégica de forma más eficiente a través de un modelo de organización
más delicado y de manera más efectiva al garantizar que tendremos líderes de alto calibre con áreas claras
de responsabilidad.
Optimizaremos los sistemas e invertiremos en el análisis de datos para facilitar una mejor gestión de las
personas y de las funciones de recursos del negocio, especialmente finanzas y adquisiciones, en forma
global y en tiempo real.
Optimizaremos los sistemas y la infraestructura para garantizar que podamos trabajar de manera
eficiente, dar al personal la información que necesitan para hacer su trabajo, y satisfacer nuestras
aspiraciones de transparencia.
Buscaremos activamente la excelencia operativa tanto en nuestros sistemas clave, tales como SAP,
como en nuestros procesos clave, tales como la puesta en marcha de subvenciones y proyectos.
Una organización mejor y más transparente y el intercambio de nuestros datos permitirá que se
establezcan múltiples centros de liderazgo y excelencia en diferentes lugares a lo largo de los próximos
cinco años.
Desarrollaremos a nuestros líderes para que estén empoderados y sean responsables y resilientes,
capaces de tomar decisiones difíciles y adaptarse a las circunstancias cambiantes.
Plan International atrae aproximadamente 800 millones de euros anuales en apoyo de patrocinadores
privados (patrocinadores de niños y otros donantes individuales) e instituciones (gubernamentales,
intergubernamentales, empresas y fundaciones). Dirigimos este financiamiento a la transformación de las
vidas de millones de niños y niñas, y estamos increíblemente orgullosos de trabajar con nuestros donantes
y recibir su apoyo.
Ha habido cambios dramáticos en las exigencias que hacemos a nuestro modelo de financiamiento mundial
(incluyendo nuestro modelo de gestión de fondos globales, y nuestras estrategias de recaudación de fondos
y financiamiento). Nos esforzamos por mantenernos en niveles cada vez más altos de rendición de cuentas
y transparencia, hemos visto un cambio fundamental en la forma en que nos financiamos desde que
comenzamos a recibir subvenciones y hemos adoptado un nuevo y audaz propósito.
Vamos a alinear las inversiones con los objetivos comunes y fortalecer nuestros enfoques de
planificación global.
Impulsaremos mejoras en la forma de tomar nuestras decisiones financieras, así como en nuestra
eficacia y eficiencia al aumentar nuestra transparencia, optimizar nuestros datos y sistemas, recurriendo
a habilidades clave, y haciendo otras mejoras fundamentales en nuestro modelo organizacional.
Dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, nos hemos fijado un objetivo audaz.
En esta estrategia establecemos una aspiración muy exigente con miras a cumplir ese propósito.
Se trata de una aspiración de cinco años que los niños, pero especialmente las niñas, quieren que
cumplamos. Sus voces ayudaron a crear el anhelo y ayudarán a cumplirlo.
Hemos elegido cumplir con esta aspiración enfocándonos claramente en las áreas de resultados: Aprender,
Liderar, Decidir y Prosperar.
Nuestras raíces comunitarias centradas en la niñez, nuestra voz mundial, nuestra experticia en programas y
patrocinio, y nuestro fuerte liderazgo, darán forma a las acciones concretas que permitirán que 100 millones
de niñas aprendan, lideren, decidan, y prosperen.
Nuestra historia como una organización que trabaja donde los niños y las niñas son vulnerables, ha dado
forma a esta estrategia.
Continuaremos con nuestro compromiso, como una organización singular de la sociedad civil, de ayudar a
que los niños y las niñas ejerzan sus derechos y a garantizar que ningún niño o niña se quede atrás.
En este mundo turbulento seremos firmes en estar junto a los niños y las niñas y apoyarlos. Eso es lo que
ellos esperarían de nosotros.