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LA IGLESIA CATÓLICA
ORIGEN
DESARROLLO Y
TEOLOGÍA

TITO VENEGAS ALVARADO

UNIVERSIDAD LINDA VISTA

2012
1
DEDICACIÓN

En este libro quiero dejar constancia de primordial gratitud a Dios


por guiarme en su desarrollo. Uno no puede construir pensamiento
coordinado en temas tan delicados, sin la ayuda de la Trinidad. Gracias
a Dios por su asistencia en cada capítulo.
Además, va mi dedicación a las valiosas personas que menciono:
A mi querida y abnegada esposa. Sus oraciones por mí mientras
escribía, su paciencia y poder de motivación, quedan indelebles en mi
gratitud. Juntos hemos andado en estos treinta y siete años de
ministerio, cada día entregándonos de buena voluntad mutua.
A mis hijos Ligyi, con su esposo Juan Carlos y mi nieto Juan Carlos.
Lo mismo a Tito con Tati y Alenita. Igualmente a Prindi con Prindi Camila.
Para todos y cada uno, tengan a su alcance luz de la verdad frente a su
destino de fe e inmortalidad.
A los estudiantes de teología de todo seminario, facultad o
escuela. Cada estudiante de teología arde de pasión por conocer el
resplandor de la verdad en medio del conflicto. Como dice el
proverbio, “compra la verdad y no la vendas” (Prov. 23:23).
A los ministros comprometidos con la verdad en medio de la
tragedia de confusión religiosa. Porque son ellos los voceros de Dios y los
pastores en todo tiempo.
A todo buscador del alba en la hora póstuma del fin del conflicto
y su llamado a elegir su destino con Dios.
Para todas estas personas, brille la gloria de Dios en sus mentes en
la medida en que exploran este documento.

1
1
INTRODUCCIÓN
GENERAL

Este libro tiene como propósito ofrecer una visión abierta y


cardinal de la teología católica. Digo cardinal porque presenta
doctrinas propias del catolicismo que parece, no se abordan en la
palestra doctrinal inter confesional. El lector notará esta peculiaridad en
el volumen, al leer con atención activa sobre algunas doctrinas,
engendradas en el catolicismo.
El estudio provee a su vez, algunos aportes metodológicos y
teológicos con el propósito de pavimentar conceptos, dudas y
laberintos sobre la historia, naturaleza y carácter de la teología católica.
Del lado del método, el libro va conduciendo al lector por los escenarios
de la teología histórica del catolicismo. Como corolario (deducir de lo
demostrado), en esta misma área teológico-histórica, se examina en
forma compacta a los teólogos duales claves para el catolicismo.
Agustín y Aquino con su legado e influencia teológica, son abordados
en esta primera parte. La estructura del libro se articula con la segunda
parte que explora la teología del catolicismo. Paso a paso el lector irá
conociendo, identificando, discerniendo, juzgando y valorando entre
intereses religiosos, hechos, oposiciones y consecuencias. Conceptos
sobre el auténtico origen del catolicismo-romano, son examinados a la
luz de fuentes serias y competentes en materia del escrutinio del
proceso evolutivo del catolicismo. Conforme siga explorando el libro, se
podrá apreciar de cerca la naturaleza peculiar de la fe católica.
¿Cómo llega a ser monárquica la iglesia? ¿Cuáles fueron las reacciones
tempranas hacia ese fin? ¿Por qué la iglesia católica afirma ser única?
¿Fueron las fuentes primarias (los padres de la iglesia), citados
apropiadamente? ¿Cómo ha sido la historia papal con sus hechos?
¿Es la iglesia católica fiel a su interpretación sobre autoridad? ¿Es fiel en
su interpretación bíblica? ¿Es su teología de carácter imparcial sobre lo
que es canónico? ¿Es misteriosa su teología, en razón de administrar la
verdad bíblica? ¿Por qué se apoya tanto en la tradición y en los
concilios para establecer dogmas? En cuanto a los tópicos por
separado, el libro describe como sigue: Primero se trabaja con los
contenidos que configuran el panorama histórico que luego

v
vi

desemboca en reflexión teológica. Este panorama presenta los factores


que fueron dando lugar al obispado monarquiano. Luego se demarcan
las razones por las que el catolicismo se fue distinguiendo como única
entidad dentro de las diversas sedes del catolicismo temprano. Siguen
luego etapas hacia el poder. Le siguen asuntos de estado de la iglesia
previo a la reforma y después de ella. De ahí se labora en el perfil
teológico de Agustín y Aquino, quienes legaron doctrina que la iglesia
prestó y adoptó. En esta parte se describe la conducta del catolicismo
frente al impacto protestante. Segundo, se examinan las doctrinas
básicas de la iglesia como son, dies domini, autoridad o eclesiología,
inmortalidad del alma, la Biblia y la tradición, mariología y sacramentos.
ÍNDICE
DEDICACIÓN . . . . . . . . III

INTRODUCCIÓN . . . . . . . . V

PRIMERA PARTE: PANORAMA HISTÓRICO Y SU


REPERCUSIÓN TEOLÓGICA . . . . . 1

Capítulo 1: Factores y etapas . . . . . 5

Capítulo 2: Agustín y Aquino . . . . . . 38

Capítulo 3: Papas del periodo temprano . . . . 56

Capítulo 4: Papas de la edad media . . . . 68

Capítulo 5. Papas de la era moderna


y pos moderna y la herencia doctrinal general . . . 102

Capítulo 6: Hechos papales y concilios . . . . 117

SEGUNDA PARTE: DOCTRINAS . . . . . . 134

Capítulo 1: Dies domini . . . . . . . 136

Capítulo 2: Autoridad papal (Pedro la Roca) . . . 156

Capítulo 3: Inmortalidad del alma . . . . . 175

Capítulo 4: Escritura y tradición . . . . . 194

Capítulo 5: Mariología . . . . . . . 210

Capítulo 6: Sacramentos . . . . . . 234

CONCLUSIÓN . . . . . . . . 250

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . 252

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viii
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PRIMERA PARTE

PANORAMA HISTÓRICO
Y SU REPERCUSIÓN TEOLÓGICA

1
2

INTRODUCCIÓN
A LA PRIMERA PARTE

¿Cómo se puede dialogar sobre el catolicismo, si no se conocen


las etapas que dieron forma a su identidad confesional? ¿Cómo
apreciar con inteligencia evangélica y misional la cosmovisión católica
sobre su identidad y auto imagen en el mundo?
A lo anterior añadimos que la teología católica, distingue a su
iglesia como súper natural, perfecta, única, indestructible y necesaria.
La primera pregunta se contesta por medio del panorama
histórico que iremos explorando. La respuesta a la segunda pregunta
inicia con el examen sobre sus características.
Necesitamos saber las características fundamentales del
catolicismo. ¿Cuáles son?
La primera es su identidad. Arriba se dijo que ella se considera
única. Como tal ve a su doctrina y filosofía como exclusivas y únicas,
frente a toda otra confesión cristiana. Es por esto que la iglesia católica
siempre se enfrentó con las ideas de la reforma, el auge científico, y la
cultura europea. La iglesia católica se reserva el derecho de toda
interpretación bíblica, como madre de la fe de la cristiandad.1 Por su
parte, su filosofía es igualmente única porque cristianizó a Aristóteles a
través de Aquino. Es decir, toda la filosofía de aquel griego es traducida
en Aquino, la que luego la iglesia adoptaría desde el siglo XIII. El aporte
de Aquino sobre distinguir entre revelación y naturaleza, conduce a sub-
dividir entre la teología, la filosofía y las ciencias.2
La segunda característica es la universalidad. La iglesia católica
proclama su función internacional, y allende los continentes. Destaca su
catolicidad universal desde su perspectiva de la verdad y su soberanía

1
Ampliaremos el comentario cuando tratemos sobre fuentes de autoridad en la
teología católica.
2 Sobre ley natural en Aquino, Gabriel J. Zanotti comenta más ampliamente. Gabriel J.

Zanott, Santo Tomás de Aquino, La Escuela Austríaca en el siglo XXI (2009), Nro. 13, en
www.hayek.org.ar).
3

geo-religiosa. De ahí que katolikós apuesta por su definición literal como


universal.1
La tercera característica es su procedencia romana. De ahí la
estirpe confesional que el catolicismo reclama en cuanto a sus
propiedades eclesiales. Estas son que es una, que es santa, católica,
apostólica y romana. Históricamente, el cristianismo pasó por dos etapas
de transformación: La etapa del catolicismo y la del romanismo. 2
Entremos por tanto, con la primera parte de este documento
académico, que son las etapas que dieron forma al catolicismo
Veamos abajo.

1
Raoul Dederen, Curso de Teología Católica Contemporánea, editado por Mario
Veloso, 1972. S.L.
2Ibid.
4
CAPÍTULO 1
FACTORES Y ETAPAS

¿Cuáles fueron los factores claves para el desarrollo histórico de la


teología católica? Veamos abajo.

1. Factores
Hubo factores claves que le dieron formación a la teología
católica. La importancia de éstos, es determinante para lo que ha
llegado a ser la iglesia católica hoy.

El primer factor

La visión mundial. ¿Cómo fue que el cristianismo temprano, se


transformó en catolicismo? ¿Cuál fue el primer factor clave para
aquella transformación? Fue la visión mundial sobre la misión que tuvo la
iglesia temprana. ¿De dónde obtuvo la iglesia esa visión global? La
obtuvo de Jesús. 1 Las palabras de Jesús sobre la comisión discipular
mundial (Mt. 28:19-20), fueron tomadas por el cristianismo con pasión
indomable. ¿Cuál fue el motor de arranque de visión misionera
mundial? Fueron los mismos apóstoles comenzando por Pedro quien al
principio se negara (Hech. 11). Luego Jesús llamó a Pablo al apostolado
a los gentiles (1 Ti. 3:16).
Un vistazo al concurso de los siglos nos ofrece esta visión de
manera más apreciable. Notemos abajo cómo fue evolucionando.
Siglos II y III. Ignacio de Esmirna en su misma carta a Esmirna, fue el
primero en usar la palabra catolicidad de la iglesia cristiana (Smyirn.,
c.viii). Él fue quien usó la palabra iglesia católica, para aludir a los
cristianos.2 Por ese entonces parece que la población imperial rebasaba

1Ibid.
2O´ Connor. Trad. Vázquez, “San Ignacio de Antioquía”, Enciclopedia Católica.
Transcrito por Charles Sweeney, S. J. Accesado en Marzo, 2010.
http://ec.aciprensa.com/i/ignacioantioquia.htm

5
6

los sesenta millones.1 Si la iglesia era ya católica, significaría que estaba


por todo el imperio y más allá. ¿Qué porcentaje sería? Andaría por unos
600.000 a un millón, como otros estiman.2
Siglo IV. La población cristiana pasaba los 2 millones y medio.3
Población en Europa en la Edad Media. Desde el siglo XI alcanzando el
XIV, la población de Europa pasó de 42,4 que tenía en el siglo X, a 73
millones.5 De aquella población la inmensa mayoría era católica. Por el
siglo XV, había cerca de mil quinientos monasterios (hombres) y
conventos (mujeres) en Europa.6

El segundo factor

La organización. ¿Cómo operaba el modelo de organización en


la iglesia temprana?
El primer modelo o gobierno eclesial fue el apostólico. ¿Cómo era
el gobierno del primer siglo? La estructura la hallamos en Hechos 6. El
modelo apostólico estaba constituido por los apóstoles, y diáconos. La
iglesia estaba organizada para el ejercicio ambulante o itinerante. Se
aprecia bastante en los viajes de Pablo. Más tarde fueron añadidos los
ancianos según Hechos 15. La iglesia estaba gobernando en Jerusalén.
Su doctrina era Cristo. Su misión, el mundo. No había jerarquías. Los
nombramientos eran carismáticos, o sea por oración. La asignación de
ancianos completó el gobierno apostólico. Anciano era lo mismo que
obispos, o pastores, según el mismo Pedro (1 Ped. 5:1-3).7 El apostolado
tenía un modelo de gobierno docente, ministerial y directivo, solo que
esta jurisdicción estaba distribuida dentro del don apostólico. La iglesia
católica por su parte, rechaza en el decreto “Lamentabili sane” (julio
1907), que Cristo no estaba pensando en un gobierno permanente, con

1Walter Scheidel, “Population and Demography”, a general overview of Greco-Roman


Population History (Stanford University, 2006), 9; William S. Campbell, Journal of Beliefs &
Values: Studies in Religion & Education, 1469-9362, Volume 19, Issue 1, 1998, 135 – 139.
2World Christian Enciclopedia, 1982.
3Ibid.
4
Parece raro que por el segundo siglo los datos revelan mayor población. Pero debe
tomarse en cuenta que la enfermedad pandémica diezmó la población en gran
medida. Algunas regiones perdieron la mitad de la población.
http://en.wikipedia.org/wiki/Middle_Ages “Meddle Ages”.
5Fernando Martín García,
6Joseph H. Lynch, The Medieval Church (London and New York, Logman,1992), 199-201.
7Gary T. White, Church Geverment New Testament Pattern-First Century Model,6,

research paper on
website,http://www.hfchurch.net/Assets/Materials/PDF/Research%20Paper%20Church
%20Government%20and%20Elders.pdf. Accessed on March 2010.
7

incambiable doctrina, y autoridad. 1 Aclarando el decreto (según el


catolicismo), es que Cristo esperaba cambio de gobierno y de doctrina.
El segundo modelo fue el episcopal. Vamos a describir este
modelo el cual llegaría cerca del 100 d.C. 2 Tras la muerte de los
apóstoles, los ancianos u obispos, (epíscopos), tomaron el liderazgo de
las iglesias. Este modelo colegial indica que ellos formaron un colegio de
obispos. En este patrón, los obispos compartían la misma autoridad.
El tercer modelo fue el monárquico el cual se origina por el 200
d.C. En el modelo monárquico, un obispo gobernaba sobre otros, que
tenían sus diócesis. Ese modelo se ha atribuido a Justino Mártir en la
pseudo epístola a Esmirna. Si uno verifica los escritos de Justino, no haya
ninguna epístola suya a Esmirna. Ahora, sobre el modelo mencionado,
hay algunos datos. En la ciudad de Roma se registra que había un
grupo de ancianos y presbíteros, que sería el colegiado hasta el 154 d.C.
Desde allí en adelante, Aniceto en Roma inició el modelo monárquico.
El obispo según Cipriano, era elegido por voto de la mayoría de los
fieles. Luego vino la era de la conversión del imperio romano. El obispo
recibía el famoso paliums, (manto), sombrero, trono y anillo, como señal
de autoridad secular. El término original de parroquia, fue reemplazado
por el de diócesis. La iglesia era gobernada por concilios ecuménicos
de todos los obispos.3 Quien más defendió el episcopado monárquico,
fue Cipriano (220-258 d.C.).4 ¿Fue bueno este modelo? ¿Cuáles fueron
las causas?
La primera causa fueron las persecuciones. Hubo mucha
persecución contra los cristianos. ¿A quién irían los cristianos por
consulta ante el peso terrible del dolor? Iban a los obispos. Por esta
razón los Novatianos rechazaron el obispado de Cipriano, porque había
huido de la persecución. Cipriano entonces defendió la autoridad
obispal como directa de Dios respecto a la unidad de la iglesia. Así se
dividió la iglesia de Cartago, tras la defensa colosal que Cipriano hizo
de la autoridad de obispo con absoluta supremacía con el respaldo de
Dios. Fue este inicio el que marcó al obispado monárquico hasta llegar
a su clímax con el papado.5

1 Enciclopedia Católica, “General Concept and Classification of Jurisdiction”.


2R. Dederen, Apuntes.
3An Intriguing History : Election of Bishops in the Catholic Church. Juicio. Brennan, 2008.

Abstract Document accessed on March, 2010.


http://juiciobrennan.com/bishopselection/bishopSelectionFlier.pdf.
4Jack. L. .Arnold, “Church History. The Church Fathers” (A.D. 96-313), 53.

http://www.thirdmill.org/newfiles/jac_arnold/CH.Arnold.CH.10.pdf. Academic
Document, accessed on March, 2010.
5Ibid.
8

La segunda causa fueron las herejías. ¿Cómo combatimos las


herejías? Con la Biblia. Pero, ¿ cuántas Biblias había disponibles para los
cristianos de los siglos I al IV? Eran escasas. Los obispos tenían copias de
la Biblia y la congregación venía a ellos para escuchar. Fueron los
obispos quienes enfrentaron las herejías. Así su autoridad crecía en
aumento de su fama. Entre ellos Tertuliano, fue el más combativo con su
apología sobre la fe en contra de los herejes.1
La tercera causa fue la sucesión apostólica que ellos reclamaban.
Ireneo fue uno de los padres que defendía la sucesión con esmero.
La causa de su defensa era la firmeza de la iglesia en su posición frente
a sus enemigos. La iglesia, bajo el liderazgo de Cristo como la cabeza,
prevalece sobre Satanás. 2 Para Ireneo, la iglesia genera crecimiento
conforme a la semejanza de Cristo. 3 Para esta semejanza se debe
mantener la unidad doctrinal. Todo cristiano debe estar firme en la
doctrina que ha aceptado. Fue por tanto esta la razón por la que Ireneo
mantuvo el concepto de que la ortodoxia de la iglesia debía preservar
la “sucesión apostólica”. Es decir, cada iglesia y cada obispo en su firme
ortodoxia documentaban su fundamento y liderazgo hasta los mismos
apóstoles.4 Esta tercera causa otorgó al obispo una inmensa autoridad
sobre la iglesia.
La cuarta causa fue la militancia en la fe constituida. De acuerdo
a Adolf Harnak,

En 1ª Timoteo 3, (donde solo los obispos y diáconos son


mencionados), el apóstol Pablo no había olvidado a los
presbíteros, porque al comienzo los mismos oficiales llevaron el
nombre de ‘presbítero’, de la misma manera que el de’obispo’. . .
Aquellos quienes tenían el poder de la ordenación y son ahora
llamados ’obispos’, no son los asignados a una sola iglesia, sino a
toda la provincia, y llevan el nombre de ‘apóstoles’. Así San Pablo
asignó a Timoteo sobre toda Asia, y a Tito sobre Creta. Así mismo,
Pablo también asignó a otros individuos a otras provincias. De la
misma manera, cada uno que iba a tomar el cargo de una
provincia, iba haciendo circuitos a través de todas las iglesias,
ordenando al clero para la obra eclesiástica donde quiera que
fuera necesario, resolviendo cualquier difícil asunto que se había
levantado entre ellos, corrigiéndolos por la vía doctrinal, tratando
pecados serios de una manera de salutación o saludo ameno, y
delegando todos los deberes sobre un superintendente—en todos

1
Tertullian Against Heresies 3.2.2. (trans. Thelwall). The Ages Digital Library
Collec tions, 1997). The Ante-Nicene Fathers, vol 3.
2José Pacheco , Historia de la Iglesia Cristiana . Guía del Maestro. Clergy Development

Church of the Nazarene Kansas City, Missouri, n.1 Nazarene Publishing House, Kansas
City, 2007), 76.
3Ibid.
4Ibid.
9

los pueblos, entretanto, el presbítero que he mencionado dirigía


sus respectivas iglesias. Así en esa edad temprana existieron
aquellos quienes ahora son llamados obispos, pero quienes fueron
desde entonces, llamados apóstoles, ejerciendo funciones sobre
toda la provincia. Esto es lo que hoy sucede con los que en
nuestros días son ordenados al episcopado, que lideran sobre una
sola ciudad en un solo distrito.1

Así se fue dando el cambio en cuanto a sistema de


gobierno. El obispo llega a ser lo que se llamó poco tiempo
después, arzobispo.
De modo que la autoridad obispal monárquica, ejerció un
rol supremo en asuntos eclesiásticos. De esto tenemos testimonio
del primer concilio ecuménico, en Nicea en el 325 d.C. El clero
sinodal, expresó que el Espíritu Santo había conducido el concilio.
Estas son las palabras al cierre de aquella ocasión:

Parece bueno para los trescientos santos obispos (es decir, el


número del Sínodo de Nicea), que no se puede pensar de otra
manera (del Concilio), como el juicio del único Hijo de Dios (Qued
trecentis sanctis episcopis visum est, non estaliud putandum, quam
solius Filii Dei sententia). En perfecto acuerdo con esto están los
testimonios de todos los padres, tanto griegos como latinos. Es
decir, de Atanasio, como de Agustín y Gregorio el Grande, el
último, de quien va más allá, como para comparar la autoridad
de los primeros cuatro concilios generales con la importancia de
los cuatro santos evangelios.2

Así, uno puede notar el rápido avance de la organización de la


iglesia bajo el modelo del obispado monárquico. De esto queda el
histórico testimonio del Sínodo de Nicea. Se puede apreciar el enorme
número de obispos que atendieron al Concilio. El factor organización de
la iglesia queda de esta manera corroborado como elemento crucial
en el contexto del desarrollo eclesial del catolicismo. El gobierno de la
iglesia estaba en las manos absolutas del clero obispal monárquico.
Ahora nos ocuparemos del tercer factor responsable por el
desarrollo de la autoridad del catolicismo. Vamos a trabajar abajo en
esta sección.

1Adolf, Harnack, The Mission and Expansion of Christianity in the First Tree Centuries.
Grand Rapids, MI: Christian Classics Ethereal Library, 1908, 340.
2Charles Joseph Hefele, To the Close the Council of Nicea AD 325, Volume 1. The Ages

Digital Library Collections, 1997), 11.


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El tercer factor

El tercer factor transformativo a la universalidad del catolicismo es


su unificación doctrinal. Aquí debemos aclarar que la iglesia había
acumulado mucha experiencia de coraje frente a tanta persecución.
Desde fines del siglo I hasta comienzos del IV, las persecuciones no
pudieron eliminar la fe, aunque sí hubo mutilación doctrinal. La doctrina
de la inmortalidad se entrometió y abrió espacio hasta corromper la
doctrina del hombre. Esto se debió a la filosofía griega. Tal fue el modo
de interpretar la Biblia con lentes helenos, como sucedió con Clemente
de Alejandría (153-217 d.C.), 1 en cuanto a la doctrina del alma. 2 Los
padres alejandrinos fueron influenciados por la cultura o pensamiento
helenístico, o griego. Igual pasó con la doctrina del sábado, que en
tiempos de Constantino se había abandonado.3
Fue en ese periodo en que la iglesia bien organizada tuvo su
primer concilio ecuménico en Nicea que ya hemos aludido. Tras la
convocatoria de aquel sínodo, los obispos volvieron a sus diócesis con el
contentamiento de la unidad. De ahí surgieron los padres pos nicenos
como Agustín el más destacado. Los obispos se aferraron a la autoridad
de la Biblia, la tradición, y al final, a los acuerdos de los concilios.

El cuarto factor

El cuarto factor transformante, fue el modus vivendi de la iglesia


con el estado. Aunque la iglesia estaba fuerte en su unidad doctrinal ya
matizada con autoridad de la tradición y conciliar, vino el peligro
imperial. La amenaza bárbara o tribus bárbaras estaban a las puertas.4
¿Qué hizo el emperador? Vio en la iglesia un apoyo. La iglesia era muy
fuerte, de modo que era la oportunidad de unir al imperio.5 Así que el
emperador se hizo cristiano. Aunque en realidad era un pagano de
corazón, y cristiano por asuntos militares.6 Era la antigua superstición del
paganismo, con un nuevo vestido de cristianismo. 7 La entrada de
Constantino a la iglesia, fue aquella seducción matrimonial ”iglesia-

1Clemens, Fragments of Clement Alexandrinus, 1.1. (trans. William Wilson, Introductory


Note to Clement of Alexandria), 318.
2Clemens, Fragments of Clemens Alexandrinus, 1.1. (trans. William Wilson, Fragments 1:

1160).
3Dederen, Apuntes..
4Ibid.
5Dederen, Apuntes.
6Andrew Miller, Miller’s Church History (Ages Digital Library Collections, 1997), 271 .
7Ibid.
11

estado”, que ella (la iglesia), no pudo rechazar. Llegar a ser la iglesia
imperial, era demasiado atractivo, pues tendría todos los privilegios,
además del cese de la persecución. “El mundo se había bautizado”, en
vez del creyente.1
¿Ahora, cuán grande era la población católica en el imperio por
esa época del siglo IV? Andaba por el 30 al 40%.2 De manera que su
filiación con el imperio era tan prometedora que podría llegar hasta
incluso a abarcar el total del imperio.3 Uno puede imaginar la alegría de
los cristianos al pasar de la vida clandestina de las catacumbas, a ser
ahora parte de la elite religiosa del imperio, o sea, al mismo trono. Esto
es lo que se llama el modus vivendi al que ingresó la iglesia, con la ilusión
de que alcanzaría la universalidad al conservar su identidad.4
Sin embargo, ¿logró la iglesia tal utopía? La historia relata otra
cosa. Las costumbres paganas estaban a la espera de integrarse a la
vida de la iglesia. El paganismo entró junto con Constantino al corazón
de la iglesia. Pese a que el emperador prometió a los obispos la
conversión de los paganos, una gran parte de ellos ingresaron sin la
experiencia de la conversión. Fueron esos “vestidos” cristianos, los que
luego portaron aquellos signos externos del paganismo, y los
incorporaron a la iglesia.5 Así, la iglesia dejó a Cristo el maná escondido
del arca del santuario, o sea el pan vivo y eterno. En cambio ahora
abandonó al reino de Dios y vino a morar en el mundo, el mundo
pecaminoso y pagano. Ahora la iglesia católica era universal con toda
razón imperial, pero sin la verdad. Estaba esparcida en el mundo como
dijo Agustín. Solo que sin Jesús, la verdad eterna.
Después vino el Cesaropapismo. Es decir, Constantino entró en
acuerdos con la iglesia. El Cesar llegaba a ser el padre de la iglesia. Era
el tiempo cuando no había papa en Roma, excepto la autoridad del
emperador. Como escribe A. Miller,

Constantino ahora tomó su lugar más abierto al mundo entero


como la cabeza de la iglesia; pero al mismo tiempo retuvo el
cargo u oficio de Pontifex Maximus—el sumo sacerdote del
paganismo; él nunca renunció a este cargo, y murió como
cabeza de la iglesia y sumo pontífice del paganismo.6

1 Ibid., 275.
2Dederen, Apuntes.
3 Ibid.
4Ibid.
5Ibid.
6Miller, Miller´Church History, 272.
12

Fue por ese tiempo cuando el emperador Teodosio I firmó un


edicto en Tesalónica en el 380 d.C., declarando la fe católica como la
religión oficial del imperio. 1 Así la iglesia pasaba ahora a ser
perseguidora.2 La iglesia entraría en una nueva etapa transformativa, de
católica a católica romana.

2. La transición hacia la transformación

La etapa de transición. Vino entonces la etapa de transición.


¿Qué transición? La transformación del catolicismo en católico romano.
¿Qué debemos aclarar al afirmar que la iglesia pasó de católica
a romana? La transición no fue algo tan sencillo. Porque no fue toda la
iglesia la que se transformó en romana. Aquí es pertinente observar que
la iglesia occidental adquirió esta nueva identidad. Las iglesias de
oriente no se romanizaron, pero aceptaron el catolicismo.
¿Qué sucedió en oriente? El cristianismo oriental surgió por allí al
comienzo del siglo VII d.C. Prevalecían las iglesias de Egipto, Etiopía, Asia
Menor, y Grecia. Incluso los padres de la iglesia fueron orientales en su
mayoría. 3 Tales fueron Crisóstomo, Ignacio, Ireneo, incluyendo los
heréticos.4 A esto se agrega que los primeros siete concilios fueron en
oriente, como lo fue Nicea (325), Éfeso (431), Calcedonia (451), y
Constantinopla (381).5 Tanto era así, que el dominio oriental se mantuvo
por los primeros cuatrocientos años, tiempo en que la iglesia de esa
región del globo era mayor que la occidental. 6 Así, la situación del
oriente de separarse de Roma, se debió tanto en doctrina, como por la
lengua. Los occidentales, dejaron de hablar el griego, y los griegos lo
mismo con el latín.7
Ahora, ¿cómo sucedió el cambio de católica a católica- romana
en occidente? ¿Qué responde la iglesia católica? La respuesta se da en
dos sentidos. La primera es porque el obispo de Roma llegó a ser más
importante en el occidente, cuando cerca del siglo VII el obispo de
Roma llegó a ser el primer papa.8 La segunda es que allí se estableció la
sede de la iglesia católica.9 Al respecto Luis Butera, cita a Ireneo sobre la

1Wikipedia, “Teodocio I el Grande”.


2Dederen, Apuntes.
3Ibid.
4Ibid.
5Ibid. Debe destacarse que la lengua dominante era el griego, o sea, de oriente,
porque los de occidente hablaban latín.
6Ibid.
7José Pacheco, Historia de la Iglesia Cristiana, 228.
8
CIM Outline 49 Bill Crouse, Roman Catholic Beliefs,
http://www.rapidresponsereport.com/briefingpapers/CATH.pdf1
9Ibid.
13

afirmación de aquel padre de la iglesia, con estas palabras: “La iglesia


mayor, más antigua y más ilustre, fundada y establecida en Roma por
los gloriosos apóstoles Pedro y Pablo”. 1 Luego al buscar esa cita en
Ireneo, sus palabras ya traducidas del griego al inglés, establecen que la
“iglesia (fue) fundada y organizada en Roma por los más gloriosos
apóstoles, Pedro y Pablo, como también (se señala), la fe predicada a
los hombres la cual ha llegado a nuestro tiempo por medio de la
sucesión de los obispos…”.
Diferente a la apelación de Butera (escritor católico), el
argumento de Ireneo, no es geográfico, o sea sobre la primacía de
Roma sobre el resto de las iglesias, como voluntad de Dios. El argumento
es más bien la sucesión obispal la cual Ireneo traza desde los apóstoles,
y luego desde Linus designado por Pablo en Roma, y desde Linus hasta
Electheurius, quien era actualmente el obispo en Roma.2
Luego el trasfondo de la argumentación de Ireneo, es el
problema herético de los gnósticos. Aquellos herejes pretendían ser la
iglesia de Dios, encargada de los misterios de Dios al mundo, y justo allí
en Roma. 3 Es por eso que Ireneo intervino con su apología por la
sucesión desde los apóstoles quienes fundaron la iglesia de Roma.
Penetrando un poco más en Ireneo, se aprecia que había
iniciado la época del obispado monárquico. Por tanto el obispo de
Roma, tendría su diócesis. Ireneo revela insistir en la sucesión del
obispado, como depósito de confianza, ya que por lo visto, Pedro y
Pablo fueron los apóstoles que tuvieron que ver con la iglesia de Roma.
Por otro lado, el mismo Ireneo, en su misma alusión a la sucesión, implica
la representatividad de autoridad distribuida de la iglesia en todo el
mundo. En ese sentido representativo de iglesia universal, él indica que
la iglesia de Roma goza de antigüedad desde Pedro y Pablo.4 Esto es
perceptible, justo porque desde aquel entonces, cada obispo tuvo su
sede monárquica. Esto se aprecia claro en el concilio de Nicea cuando
no había ninguna sede dominante. Es decir, no se distingue un cambio
de sentido otorgar a Roma la sede católica del mundo.
Los católicos vuelven a insistir en Roma afirmando que ésta es la
silla de Pedro, usando a Cipriano entre otros. 5 En esto como ya
mencioné arriba, hay comprensión, sobre Pedro y la primacía de Roma.
Solo que de nuevo, se debe aclarar que era en un contexto de
obispado monárquico, y no mundial. Pero en cuanto a que Pedro fue el
apóstol preeminente, y que su silla en Roma es hereditaria vía papal, es
otra cosa. No hay nada en la Biblia que sustente esa posición católica.

1Luis
Butera, ¿Por qué y por qué?(S. L. Ediciones Servidores de la Palabra. Edisepa,
1984),154.
2
Irenaius 1.3.3. The Ante Nicene Fathers . (The Ante-Nicene fathers. Ages Digital Library,
Albany, Oregon 1997), 829.
3
Ibid., 828-29, 30.
4
Ibid., 828.
5
Butera, 155.
14

Por esto es conveniente hacer un breve repaso del rol petrino en


cuanto a liderazgo en su tiempo. Veamos esta abajo.
Pedro se adelantó en Pentecostés representando a la iglesia
(Hech. 2).
Fue Pedro el hombre del momento después del Pentecostés
(Hech. 4-5).
Pedro recibió la visión sobre la predicación internacional o inter
racial, cuando estuvo en casa de Simón (Hech. 10-11).
El liderazgo visible y mayor de Pedro se aprecia en los comienzos
de la iglesia cristiana como se revela en los Hechos en su primera parte.
Pedro era el gran dirigente de la fe cristiana en esa etapa formativa de
la iglesia.
Pedro encabeza la lista apostólica tanto en los evangelios como
en Hechos.
Pablo mismo da testimonio en su carta a los Gálatas, sobre el
liderazgo carismático de Pedro junto a Santiago (Gal. 1:18-19.)
Luego examinemos con la Escritura, la afirmación católica sobre
la primacía de Roma en la iglesia temprana. Usamos la Biblia como
ellos, los apóstoles y obispos hasta el siglo IV la usaron. Era su fuente
inspirada. Era la fuente sobre la cual los apóstoles sostuvieron la
tradición de su enseñanza.
No hay datos históricos del cristianismo temprano fundamentado
en la Biblia, del que fluyan reportes sobre Roma como primando. Vamos
a examinar esto sobre la Biblia, y su autoridad en el primer siglo. ¿Cuál
es la sede mencionada? Veamos.
Jerusalén fue la sede escogida por el Espíritu en Pentecostés
(Hech. 2).
Todos apóstoles estaban en Jerusalén. Juntos constituían la
autoridad de la iglesia. Eran doce en vez de uno.
Fue en Jerusalén donde la iglesia tuvo su primer concilio (Hech.
15).
Ahora, ¿fueron estos eventos importantes para el cristianismo? Allí
se articuló la organización de la iglesia en apóstoles, diáconos y
presbíteros. Desde allí surgió el plan de evangelismo mundial con Felipe,
Pedro y luego Pablo.
Entonces, ¿cómo fue que Roma obtuvo esa primacía? Veamos
algunos factores.
El primer factor fue por ser sede imperial, o sea, la capital del
imperio. Roma poseía antigüedad. Ya para los albores del siglo I, esa
ciudad había acumulado una historia de 754 años. 1 Censorio quien
escribió en el 238 d.C. reportaba que ese año era el 991 desde la
fundación de Roma.2 Roma era monumento de prestigio y orgullo de
sus ciudadanos. La prueba la tenemos en la confesión del tribuno quien

1Daniel Hammerly Dupuy. “Cronologización según las eras romanas y cristianas”.


Conferencias de las Interpretaciones de las Setenta Semanas de Daniel (Lima, Perú,
Departamento de Publicaciones del Colegio Unión, s.f.).
2
Si Bliss, Analisis of Sacred Cronology (Ages. Albany, Oregon, 1997), 15.
15

confesó a Pablo, sobre el privilegio de ser ciudadano romano (Hech.


22:28). Por su parte, todo ciudadano urbano de Roma ostentaba la
gloria de su ciudad como la sede mundial. Y cierto que lo fue, ya que
era el cuarto imperio que el profeta Daniel vio en la visión de su libro
que lleva su nombre (Dan. 7: 7). A esto se añade para la iglesia católica,
el que allí existía una importante iglesia a la que Pablo dirige su epístola
(Rom. 1:7). Aunque cabe acotar aquí que Pablo escribió no solo a la
iglesia en Roma, sino a muchas más en todas sus epístolas, solo que a
ninguna signa como la mayor entre ellas. Aumenta la notoriedad de
Roma, ya que allí Pedro y Pablo sufrieron el martirio. 1 Allí Pedro fue
crucificado con la cabeza abajo, 2 y Pablo decapitado 3 . Además,
Constantino se convirtió al cristianismo, hecho que aumentó el poder
del catolicismo romano. Incluso el traslado del poder imperial a
Constantinopla, añadió poder al obispo de Roma.
Es igual pertinente, señalar la sobresaliente y destacada
capacidad de los obispos de Roma. Es el caso de León I, hombre de
coraje como se prueba frente a Atila. Cuando Atila invadió Roma, en el
460 d.C., fue León I el valiente líder que salvó a Roma. En cambio las
legiones romanas huyeron a Constantinopla.4
El segundo factor fue la ortodoxia de los obispos romanos. Los
obispos romanos eran vigorosos intelectuales, brillantes líderes de la
doctrina trinitaria. Esta distinción se aprecia clara en los primeros
concilios. ¿Cuáles fueron los temas de aquellos concilios? La
controversia sobre cristología. ¿Cuál fue la causa? Los teólogos
orientales. Aquellos fueron influenciados por la filosofía helena sobre el
logos, el tema de la esencia divina, y el alegorismo. Aunque al final los
romanos siempre fueron afectados por el neo platonismo vía Agustín
sobre todo. Pero sobre aquella ortodoxia, los obispos romanos fueron
vigorosos contra el pensamiento heleno. Aquí de nuevo figura la
persona de León I, frente al problema cristológico. Fue él quien
convocara el concilio de Calcedonia y allí resolvió el problema.5
El tercer factor fue en relación a las invasiones árabes. Por el
tiempo del concilio en Calcedonia, había cinco dominantes iglesias en
el cristianismo: Alejandría, Jerusalén, Antioquía de Siria y
Constantinopla.6 Todas estas cuatro estaban en oriente. Solo Roma era
del occidente.7 Por ese tiempo apareció el Islam en el 625 d.C., desde

1
Clement, Clement Epistles to the Corintians 1. 5.1. Ages Digital Library, Albany,
Oregon, 1997), 18.
2
Ellen G. White, The History of Redemption (. 1947. Hagerstown, MD: Review and Herald
Publishing Association, 1980), 311.
3
Ellen G. White, The Acts of the Apostles (The Acts of the Apostles. 1911. Mountain
View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1911 ) 511.
New Advent, “Leo I”. Catholic Encyclopedia,
4

http://www.newadvent.org/cathen/l.htm, accessed on April, 2010.


Ibid. Chalcedon; Kiriakos Catakos, “ A Thesis in Department of Philosophy”, (Concordia
5

University, Montreal, Quebec, Canada, 1997), 13.


6
Dederen, Apuntes.
7
Ibid.
16

Arabia Saudita.1 Todas las iglesias orientales colapsaron en sus funciones


de liderazgo religioso. Roma era la única iglesia fuerte, hecho que
aumenta su poder para romanizar todo el occidente.2
El cuarto factor fue la estrategia de Roma para romanizar el
imperio, como el sacro imperio. Roma estableció monasterios en toda
Europa, alcanzando la cúspide el monasterio Benedictino en Italia.3 Los
monjes romanos fueron los pastores y líderes de opus dei (obra de Dios),
para el pueblo tanto por su accesibilidad a la gente, como por su
testimonio de espiritualidad. Por esto la historia registra que cuando el
imperio romano estaba extenuado de autoridad, el emperador
Valentino III en el 445 d.C., reconoció al obispo de Roma como supremo
sobre el occidente.4 El poder del obispo de Roma igual aumentaba. Tal
se demostró cuando el papa romano Nicolas I, excomulgó al patriarca
de Constantinopla en el año 857 d.C.5 Otro de los grandes logros de
romanización fueron las cruzadas. Roma asevera que el propósito fue
conquistar los lugares sagrados. 6 Pero el fin fue más bien la
romanización.7 El obispo romano modelaba en el sacro imperio, cuando
aquel se consideraba supremo. Por su parte, las iglesias orientales
rehusaron someterse a Roma. Entonces ¡qué mejor que levantar las
masas católicas en contra del islamismo! 8 De manera que la iglesia
católica crecía en su plan de romanización.
El quinto factor fue el modus vivendi de la iglesia con el estado.
¿Cómo se dio el nuevo modo de relación de la iglesia-estado? Ya había
habido en el pasado (en la época de Constantino), un modus vivendi
de la iglesia con el estado. Pero la iglesia iba por más. Había logrado la
expansión en occidente, pero el imperio le era distante, ya que estaba
en Constantinopla. ¿Cómo hacer para alejar a los reyes de la influencia
ortodoxa? La idea no tardó en tomar cuerpo. La iglesia se acogió del
paradigma imperio. Es decir, la palabra “imperio” era todo poder en el
mundo tanto histórico, como militar, y cultural. De manera que surgió el
plan del Sacro, o Santo Imperio Romano. ¿Cómo ocurrió esto? La

Mauhammad Hammidullah, “Introduction to Islam” (http://muslim-


1

canada.org/ch14hamid.pdf),1, accessed on April, 2010.


2
Dederen, Apuntes.
David Calhoun & “The Beginning of Manasticism”, Covenant Theological Seminary, “
3

(Summer 2006),4. http://worldwidefreeresources.com/upload/CH310_T_10.pdf.


Accessed on April, 2010.
4
The Fifth Century Church, 5
http://www.puritans.net/curriculum/Thy20KingdomComeI/chapter8.pdf. Accessed on
April, 2010; Dederen, Apuntes.
“Nicolas I”, Catholic Encyclopedia.
5

Robert Jones, “Christian Theology and History Adult Sunday School Courses" (Actword,
6

Georgia, 2004) 13.


7
Dederen, Apuntes.
Steven Dutch, “The Crusades, Natural and Applied Sciences”, (University of Wisconsin,
8

Green Bay, 2009). http://www.uwgb.edu/dutchs/WestTech/xcrusade.htm


17

primera acción política fue bautizar al pagano rey franco Pepino. Este
acto fue decisivo para toda Europa.1
El segundo acto fue más notable, pues León III hizo algo imposible
de olvidar para la iglesia. Coronó al emperador Carlomagno. ¿Quién
era este emperador? Fue el rey que marcó el nuevo rumbo religioso
para Europa, como el emperador cristiano, el rey del santo imperio, bajo
la voluntad y poder de Dios, en el 800 d.C. Carlomagno no gustaba del
título romano imperial, “serenissimus Augustus a Deo coronatus, magnus,
pacificus imperator” (Serenísimo Augusto Dios coronado, magno,
pacífico emperador. No aceptaba el título, de “Romanorum imperator”
o “semper Augustus”. Por eso León III, combinó los títulos romano-
germano, con el cristiano en una carta que le enviara. Allí usó el título
“imperatore, domino nostro Carolo, piisimo perpetuo Augusto, a Deo
coronato, magno et pacifico imperatore”.2 Para el papa, Carlomagno
era el poder militar representativo de San Pedro.3 Así Roma aseguraba
su poder en todo el continente, con dominio sobre los mismos
emperadores.
Así cerramos esta sección sobre las razones históricas católico-
romana, por las que la iglesia buscaba su supremo poder. De manera
que desde la perspectiva histórica, el catolicismo tuvo y tiene todo a su
favor. Lo único es que esa supremacía no tiene el respaldo bíblico, que
es el esmero de la iglesia hoy para evangelizar y dominar
Latinoamérica.
Ahora trataremos con la fortificación de la iglesia. Esta sección se
relaciona con la reforma protestante.

3. Consolidación antes y
después de la reforma

La situación previa a la reforma. ¿Dónde estaba la religión en el


siglo XVI? Sí había una religión, pero no estaba el espíritu de la religión
inteligente. Este espíritu estaba escondido en la densa oscuridad del
omnipotente Dios. Dios en Cristo estaba allí en su gloriosa majestad al
acecho de otra oscuridad. Era el misterio divino vigilante en la historia,
listo para extinguir la nebulosa noche de la edad media o edad oscura.
Allí estaba Cristo, con su mirada soberana sobre la naciente aurora de
la reforma. Ella iba a derramar la verdad sobre el continente y allende
sus límites, como río sobre el reseco verano europeo e inter continental.
Como en la antigüedad, los dioses paganos transportados a Roma,
habían perdido sus oráculos y las naciones su libertad. Ahora se había
producido un desmayante vacío religioso dentro del seno de la

Fabian Istban, “Charlemagne Father of the Continent. The ideology of the European
1

ChristianEmpire” (University of Targu Mures),2-3.


http://www.upm.ro/facultati_departamente/stiinte_litere/conferinte/situl_integrare_eur
opeana/Lucrari/Fabian.pdf. Accessed on April, 2010.
2
Ibid., 3.
3
Ibid.
18

sociedad europea. La superstición que del abismo salió, se burlaba de


credos negativos construidos a espaldas de la verdad. Tanto Europa,
como África y Asia, deliraban por un nuevo sentir de universalidad y
unidad.
Ahora, ¿cuánto poder tenía la iglesia católica en el siglo XVI?
¿Ejercía el poder del Santo Imperio? De seguro que dominaba toda
Europa. Una carta del emperador Maximiliano en Alemania en agosto
de 1518, revela aquel poder eclesiástico imperial:

Oh Santísimo Padre, hemos sabido días atrás que un temeroso de


la Orden Agustina, de nombre Martín Lutero tiene oposiciones
divergentes al comercio de indulgencias. Nuestra insatisfacción es
muy grande porque dicho devoto, tiene muchos protectores,
entre los cuales hay muchos y muy poderosos personajes. Si usted
su santidad y los grandes reverendos padres de la Iglesia
(cardenales), no se adelantan a emplear su autoridad, y poner fin
a estos escándalos, no solo estos doctores seducirán al simple, sino
que involucrarán a los príncipes en su ruina. Estaremos atentos a
cualquier decisión de su santidad sobre este asunto, para que la
gloria del Todopoderoso Dios pueda ser observada por todos en
nuestro imperio.1

Se puede notar cómo el papa era el padre del imperio


eclesiástico. Su dominio primaba temible sobre todo el Santo Imperio.
Los emperadores veniaban su grandeza como el sublime líder espiritual
de la iglesia.
Pero el Sacro Imperio Romano sufría de una depreciación
creciente o más bien continuada escasez moral. Notemos algunas
conductas previas a los albores de la reforma.
Leamos a los historiadores al respecto en actas y monumentos.
Leamos una fracción de una carta de Jocobo Selestadiensis (presbítero
de Spira y profesor de Heidelburgh, muy nombrado por el emperador),
al emperador de Alemania, Maximiliano I (rey desde1486 -1519)2,

Regresando al orden de los papas, donde lo dejamos antes,


hablando de Inocencio III. A éste le siguió el papa Alejandro VI, el
cual entre horribles cosas una debe ser notada: que cuando
Gemes o Demes hermano de Bajazet el gran turco fue
comisionado por los Rodianos para la custodia del papa
Inocencio y luego la de Alejandro VI, porque quienes custodiaban
al papa recibían 40.000 coronas al año; sin embargo el papa
Alejandro fue compelido a enviar a Gemes a Carlos VIII, rey de
Francia por un cumplido, porque el rey francés no debería
procurar un favor del rey turco de enviarle a su hermano Gemes

1
Alonso Jones, Eclesiastical Empire (Ages Digital Library, Albany, Oregon, 1997), 693.
“Lista de reyes y emperadoes de Alemania”,Wikipedia, orld Encyclopedia.
2
19

para ser maltratado, él (el papa Alejandro), siendo alquilado por


el turco, envenenó a Gemes, quien en su viaje al rey de Francia,
murió en Terracina. Además parece que este descontento con
Carlos el rey de Francia, por haber tomado Nápoles, animó a
Bajazet el turco, a luchar contra Carlos.1

La carta continúa diciendo que,

además de actos de envenenamientos de este papa se añade su


maliciosa iniquidad, como la furia sobre Antonius Mancinellus,
hombre muy culto, debido a que escribió un elocuente
documento sobre su iniquidad y sucia manera de vivir, además de
otros vicios, mandó que le cortaran las manos y la lengua,
sobrepasando al tirano Antonino contra Marco Cicerón, por los
escritos de aquel sobre su horrible manera de vivir. Al término ya
que un veneno reclama otro veneno, este venenoso papa,
estando sentado con sus cardenales y otros ricos senadores de
Roma a la hora del almuerzo, sus siervos sin saberlo, le trajeron una
botella equivocada, envenenándose él y sus cardenales.2

La carta sigue su curso sobre conductas papales, esta vez con


otro de ellos cuando dice que,

después de este papa, le siguió Pio III noviembre 10 de 1503, y


después Julio II quien sobrepasó a todos los otros en iniquidad,
tanto que Weselus y otros de sus propios amigos, dijeron de él,
“Marti illum quam Christo deditiorem fuisse;” es decir, que era más
dado a la guerra, que a Cristo...respecto a la locura de este
hombre, es bien sabido que cuando estaba yendo a la guerra,
tiró las llaves de San Pedro al río Tiber, diciendo que ya que las
llaves de San Pedro no le servían para su propósito, tomaría la
espada de San Pablo.3

Luego con el advenimiento de la reforma, la iglesia se


desintegraba. ¿Por qué razón? Porque estaba corrupta.
Después de su excomunión, Lutero escribía a toda Alemania y al
mundo, en referencia a la crisis moral y espiritual del Santo Imperio, con
estas palabras:

¿Saben ustedes cómo se comportan los cardenales ahora? Les


diré que Italia y Alemania tienen muchos conventos, fundaciones
y beneficios, ricamente otorgados. ¿Cómo podían sus rentas ser
traídas a Roma?...Los purpurados fueron creados; luego sobre

1
John Fox, Acts and Monuments, vol.4 (The Ages Digital Library, History, Albany Oregon,
1997), 28-29.
2
Ibid.
3
Ibid, 29-30.
20

ellos los claustros y las prelacías otorgadas; y a esta hora…Italia


está casi desierta--los conventos están destruidos—los obispados
devorados—los pueblos en decadencia—los habitantes
corruptos—la adoración muriendo, y la predicación abolida. ¿Por
qué?—Porque todas las rentas de las iglesias se van para Roma.
Jamás los turcos arruinaron a Italia de esta manera.1

Además, la iglesia había llenado a toda Europa con sus doctrinas.


La lista parcial se podría arreglar como sigue: La infalibilidad papal, la
salvación solo en la iglesia, salvación por obras, completa santificación
subjetiva, o sea, por el hombre mismo, adoración de los santos,
exaltación del clero, sistema de penitencias, sistema de indulgencias,
confesión auricular.2
Así surgió la reforma. Pero, ¿cuáles eran los intereses de los
reformadores? ¿Era crear una nueva iglesia? La respuesta es un claro
no. La razón fundamental fue porque fueron excomulgados.
Con todo, no era que los reformadores, Lutero y Calvino,
estuvieran contra el gobierno episcopal católico. Su voz y pluma fue en
contra de la corrupción moral y el clamor por volver ad fontes, es decir,
volver a las fuentes originales, o sea, a la Biblia. En el fondo de su sed de
cambio, estaban entonces la reforma de la corrupción clerical, y el
rescate del auténtico evangelio. Las iglesias estaban postradas,
hospitalizadas porque comían del pan contaminado que el clero les
distribuía en su dominical liturgia. ¿Qué era? El pan de la teología
estaba enfermo, y la iglesia era alimentada con esas algarrobas de la
fábrica del Santo Imperio. El pueblo languidecía por atención espiritual,
pero a cambio, recibía el cobro por la salvación que el clero fiscalizaba.
La reforma era la llamada a recuperar a Cristo. Pero lejos de aceptar su
realidad moral-doctrinal-espiritual, la iglesia en manos del clero,
respondió con represalias de separación.
Los reformadores en cambio abogaban por recuperar aquellos
tiempos tempranos que legaron los padres de la iglesia. Esto se aprecia,
por el hecho que tanto Lutero, como Calvino, y los otros héroes, citaron
y proclamaron los escritos patrísticos. Era su cotidiana apología por ser
entendidos, en que no buscaban separación, sino renovación dentro
de la iglesia. Apelaban a su adhesión y persistencia en las enseñanzas
de los padres. Lutero y Calvino, honraron con celo a Agustín, sobre todo.
¿Cuál era el fundamento de los reformadores? Primero que la
Biblia es el credo universal y único. Segundo, que la gracia es por fe. O
sea, la justificación por la fe. Aquí estaba el punto sine qua non.
En su sed de retorno a la Escritura los reformadores buscaban la
verdad virgen tal como se revela en ella. Era su pasión devolverle al
pueblo el papel autoritativo de la Biblia. Fue por eso que el concepto

1
Ibid., 702.
Jack, L. Arnold, “The Roman Catholic Church of the Middle Ages”, 1-11. N. P. N.D.
2

http://reformedperspectives.org/newfiles/jac_arnold/CH.Arnold.RMT.1.pdf. Accessed
on April 2010.
21

de scriptura sola, o solo la Biblia, se convirtió en el célebre slogan de la


reforma. Como dice Alister Mcgrath, que si “la doctrina de la
justificación solo por fe fue el material principal de la reforma, el
principio de scriptura sola era su principio formal”. 1 Así que si los
reformadores destronaron al papa, fue porque entronizaron la Biblia.2
¿Cuál era el concepto que la mayoría de los teólogos medievales
tenía sobre la Biblia? Para ellos la Escritura era suficiente como fuente.
Con todo, en la frontera histórica del pensamiento medieval, el
concepto “tradición” había llegado a cobrar una marcada importancia
en cuanto a la interpretación y autoridad de la Biblia.3 A la verdad, que
en aquel tiempo, había dos conceptos diferentes sobre tradición.
Estaba el concepto “tradición1” y “tradición 2”. Esto debe ser explicado.
Para responder a interrogantes que se levantaran, la respuesta
comenzó yendo a la luz de la actitud de la iglesia temprana al respecto.
Bien sabemos que la iglesia tuvo problemas con el gnosticismo, el cual
era una amenaza para la fe cristiana. Fue por eso que comenzó a
correr el concepto del método “tradicional” de entender algunos
pasajes de la Escritura. Fue justo durante el periodo patrístico en el siglo
II, que Ireneo entre otros teólogos, comenzó con este concepto de
tradición. ¿Cómo lo trabajó y por tanto cuál era su visión sobre esta
idea? Fue atrás a la Escritura hasta el tiempo del periodo apostólico
sobre el tema de autoridad. Las Escrituras no debían interpretarse al
azar, sino dentro del contexto de la histórica continuidad de la iglesia
cristiana. 4 A esta tradición se le llamó “tradición 1“. 5 De nuevo es
imperativo aclarar que “tradición”, significa, la manera tradicional de
interpretar la Escritura dentro de la comunidad cristiana de la iglesia
temprana.
Ya en época tardía medieval (siglos XIV, XV), de alguna manera
se desarrolló otro entendimiento de la tradición. A partir de ese tiempo
“la tradición” tuvo un sentido de interpretación separada, como fuente
distinta de salvación, además de la Escritura.6 ¿Cuál fue el argumento
de la iglesia para añadir otra fuente extra bíblica como sagrada? Que
la Biblia es silenciosa en varios puntos. No obstante, Dios ha provisto de
manera providencial una segunda fuente de revelación para suplir estos
faltantes. Que hay una corriente de tradición no escrita desde el tiempo
de los apóstoles. Afirma la fe católica que esta tradición pasó de una
generación a otra dentro de la iglesia. A esta tradición es la que Heiko
A. Oberman llama “tradición 2”.7

1
Alister Mcgrat, Reformation Thought (Oxford: Blackwell, 1988), 134.
2
Ibid.
3
Ibid., 136.
4
Ibid.
5
Ibid.
6
George H. Tabard, Holy Writ or Holy Church? The Crisis of Protestant Reformation
(London,1959), in Alister Mcgrat, Reformation Thought (Oxford: Blackwell, 1988), 136.
7
Heiko A. Oberman, ´Quo Vadiz Petre? Tradition from Irenaeus to Humanis Generis´ in
the Daun of Reformation: Essays in Late Medieval and Early Reformation Thought
22

Los reformadores, nunca pensaron en crear otra confesión de fe,


o sea, formar una nueva iglesia separada de la fe católica. Pero la
iglesia católica no entendió a la reforma. Lutero y Calvino, igual que el
pueblo de Alemania, y Suiza, junto con Inglaterra, solo ardían por fe. Y
esa fe estaba en la Palabra, o sea en la Biblia. La doctrina de la
justificación por la fe niega la salvación por las obras. Pero era esa fe
interior la que los reformadores descubrieron en la Biblia, porque con
ella (la fe), obtuvieron la paz interior, paz que era imposible por medio
de ritos.
Pero la iglesia católica ni entendió, ni quiso entender a la reforma.
En cambio excomulgó a Lutero, y acusó igual a Calvino de un histerismo
religioso. De modo que lejos de la comprensión, vino la reacción de la
iglesia católica contra la reforma. Esta reacción la hizo por medio de
dos frentes. La primera fue por la Compañía de Jesús que ya existía,
desde 1541 bajo Ignacio de Loyola. 1 La segunda fue el Concilio de
Trento (1545-1563).
Luego, ¿cómo quedó la situación en Europa después de Trento?
La situación previa al concilio, era la unidad religiosa. Toda la
cristiandad era una comunidad. Había nacionalidad europea religiosa.
El papa era el papá de todos los hijos de Europa. Pero después de
Trento, vino el desgarro europeo. Ahora eran dos Europas en términos
religiosos. ¿Por qué? Por dos razones fundamentales. Primero porque los
reformadores solo querían reformar a su iglesia, pero como hijos de ella.
Más como fue imposible, quedaron con una parte de Europa. Segundo,
la iglesia católica quería absorber la reforma, pero sin cambio alguno.
De manera que ninguna parte obtuvo lo que buscaba.
¿Cuál fue entonces la situación en Europa temprano después de
Trento, o sea, a la mitad del siglo XVII?

4. Europa dividida

En 1530 el emperador Carlos V convocó a los reformadores a una


dieta o confesión de fe en Augsburgo, Alemania. El propósito del
emperador era la unidad de la fe protestante. Para aquella confesión le
pidió a Felipe Melanchton profesor de Nuevo Testamento de la

(Edinburg, 1986), pp. 269-96, in Alister Mcgrat, Reformation Thought (Oxford: Blackwell,
1988), 136.
1
“Loyola”, Catholic Encyclopedia, http://www.newadvent.org/cathen/07639c.htm,
accessed on April, 2010. Ver también el trabajo de Íñigo Arranz Roa sobre la
fundación de la Compañía de Jesús. Íñigo Arranz Roa, “Las Casas Profesas de la
Compañía de Jesús: centros de actividad apostólica y social. La Casa Profesa de
Valladolid y Colegio de San Ignacio (1545-1767)”, (Universidad Pontificia
Comillas, Madrid, 2003), 1-39, tomado de Cuadernos de Historia Moderna, 125-
163. http://revistas.ucm.es/ghi/02144018/articulos/CHMO0303120125A.
Accesado en abril, 2010.
23

universidad de Wittenberg que escribiera el borrador. 1 Los elementos


integrantes de religión básicos de aquella confesión se destacan abajo.

4.1. Dios

La confesión luterana apelaba al credo de Nicea sobre el Dios


trino en igualdad de esencia o sustancia. Rechazaban la herejía
maniquea de que Dios fuese autor del bien y del mal.

4.2. Pecado original

Todos los hombres nacen en pecado heredado de Adán. Todos


nacen bajo la imperativa necesidad de nacer de nuevo a fin de borrar
esas concupiscencias.

4.3. El Hijo de Dios

Jesucristo es el Hijo de Dios, con dos naturalezas divino-humano.


Ellas son inseparables, unidas en la persona de Cristo. Cristo nació del
vientre de la bendita virgen María. Murió y resucitó, y ascendió a los
cielos de donde conforme al credo de los apóstoles, ha de venir.

4.4. Justificación

El hombre es justificado no por sus propias fuerzas o meritos, sino


solo y libremente por fe en Cristo. Ellos (los protestantes), creen que el
hombre recibe el perdón de sus pecados en Cristo, cuyo sacrificio
satisfizo la justicia divina. Por la fe en Cristo el hombre recibe la justicia
imputada (Ro. 3-4)

4.5. Ministerio

Creemos que esta fe es mediante el evangelio y la administración


de los sacramentos. La Palabra y los sacramentos son los instrumentos
que obran a favor de los creyentes. El Espíritu es dado a quien obra por
fe al oír el evangelio. No es por méritos, sino por medio de Cristo, que los
hombres son justificados y recibidos en la sola gracia.

4.6. Nueva obediencia

Esta fe está estrechamente vinculada con los frutos. La fe produce


frutos necesarios para las buenas obras, pero no dependemos de esas
obras para méritos propios de justificación. Esto también fue enseñado

Augsburg Confession. “The Book of Concord: The Luteran Confessions 1529-1580”.


1

http://www.iclnet.org/pub/resources/text/wittenberg/wittenberg-boc.html, Accessed
on April, 2010.
24

por los padres. Para Ambrosio, fue ordenado por Dios que el hombre
que cree en Cristo es salvo, recibiendo libremente el perdón de
pecados, sin obras, sino solo por fe.

4.7. La iglesia

La iglesia existe para siempre. La iglesia es la congregación de los


santos, en la cual el evangelio es correctamente enseñado y los
sacramentos correctamente administrados. Para la verdadera unidad
de la iglesia es suficiente estar de acuerdo en la doctrina del evangelio
y la administración de los sacramentos. No es necesario que las
ceremonias y tradiciones instituidas por los hombres estén por doquier.
Sino como dice San Pablo, una fe, un bautismo, un Dios y padre de
todos (Ef. 4:5,6).

4.8. Lo que la iglesia es

La iglesia es la congregación de los santos y los verdaderos


creyentes.

4.9. El bautismo

El bautismo es necesario para la salvación. Los niños deben ser


bautizados para que sean recibidos en la gracia de Dios.

4.10. La cena del Señor

El cuerpo y la sangre de Cristo están realmente presentes en la


cena del Señor. Ellos están distribuidos a aquellos que comen la cena
del Señor.

4.11. La confesión

La confesión privada debe ser retenida en las iglesias. Que en la


confesión no es necesario hacer una lista de pecados. Porque como
dice al salmo, ¿quién puede entender sus errores? (Sal. 19:12).

4.12. El arrepentimiento

Para aquellos que han caído después del bautismo, el


arrepentimiento es necesario. Por él recibirán remisión de pecados. La
iglesia debe impartir absolución para aquellos que han caído. El
arrepentimiento consiste en dos partes: La contrición y la fe. Después
vienen las buenas obras que son los frutos del arrepentimiento.
25

4.13. El uso de los sacramentos

Los sacramentos fueron ordenados no solo como marcas de la


profesión de fe, sino como signos y testimonios de la voluntad de Dios.
Fueron instituidos para despertar y confirmar la fe. Por tanto debemos
usar los sacramentos, en que la fe es añadida al que los usa para creer
las promesas, y son afirmadas a través de los sacramentos. Se condena
a aquellos que enseñan que los sacramentos son medios externos que
justifican. La fe es requerida para el perdón de pecados.

4.14. El orden eclesiástico

Nadie debe enseñar en la iglesia o administrar los sacramentos, a


menos que sea regularmente llamado.

4.15. Los usos eclesiásticos

Para tranquilidad y buen provecho de la iglesia, deben


observarse los días santos y festividades. Sin embargo respecto a estas
cosas, las conciencias no deben ser cargadas, como si tales
observancias fuesen necesarias para la salvación. Las personas deben
ser enseñadas que esas tradiciones humanas para apaciguar a Dios,
instituidas y meritorias para traer satisfacción a Dios contra el pecado,
son contrarias al evangelio, y a la doctrina de la fe. Cuanto a los votos y
tradiciones respecto a comidas, y días festivos, etc., instituidos para
hacer méritos de gracia para la satisfacción contra los pecados, no
tienen sentido, y son contrarios al evangelio.

4.16. Asuntos civiles

Las leyes de ordenanzas civiles son buenas obras de Dios, y es


correcto que los cristianos ejerciten oficios civiles. Servicios, tales como
jueces, o asuntos civiles, o imperiales, y otras leyes como juicios, o
asuntos de guerra son correctos. Ellos incluyen servir como soldados,
hacer contratos legales, tener una propiedad, hacer juramentos
cuando se requiera por los magistrados, o al casarse. Se condena a
aquellos que descuidan sus deberes civiles, dejando el cumplido de la
perfección evangélica. Porque el evangelio enseña una eterna
justificación en el corazón. Y ello no destruye al estado, o la familia, pero
se requiere que las ordenanzas de Dios sean cumplidas. De modo que
los cristianos están comprometidos a obedecer a sus magistrados.

4.17. El retorno de Cristo a juzgar

En la consumación del mundo, Cristo en su retorno resucitará a


todos los muertos. Le dará a los buenos y elegidos vida eterna. Pero a los
impíos y a los demonios, los condenará al fuego eterno que no acaba.
26

Se condena a los que enseñan ciertas opiniones judías, de que antes de


la resurrección los justos tomarán posesión del mundo, y los impíos serán
esparcidos o suprimidos del mundo.

4.18. Libre albedrio

Los hombres tienen cierta libertad para escoger la justificación


civil y trabajar en asuntos sujetos o que competen a la razón. Siendo
que el hombre natural no recibe estas cosas del Espíritu de Dios, sino
que la justificación es traída al corazón cuando el Espíritu Santo es
recibido a través de la Palabra. Estas cosas son dichas por muchas
palabras en Agustín, en Hipognosticon libro III: Respaldamos que todos
los hombres tienen libre albedrio, libre en tanto como sea el juicio de la
razón. No que sea capaz sin Dios, ni para comenzar, ni para completar
las cosas que pertenecen a Dios, sino solo en las obras de esta vida,
sean buenas o malas. “Buenas” llamo a aquellas que brotan de lo
bueno, tales como la disposición a trabajar en el campo, a comer y
beber, tener amigos, o vestirse, o construir una casa o casarse, o tener
ganado, o ser útil en las artes, o lo que sea bueno que pertenece a esta
vida. Todas estas cosas no son sin la dependencia en la providencia de
Dios en quien todas las cosas subsisten. Lo “malo” llamo a obras tales
como adorar un ídolo, o asesinar. [La confesión], también condena a los
pelagianos que enseñan que sin el Espíritu Santo, por poder personal
propio, podemos amar a Dios sobre todas las cosas. Igual se condena
que el hombre puede guardar los mandamientos “tocando la sustancia
del acto”, porque la naturaleza humana no puede interiormente
producir mociones o habilidades, tales como el temor a Dios, confianza
en Dios, caridad, y paciencia.

4.19. La causa del pecado

Sobre la causa del pecado, Dios no crea y preserva la naturaleza,


sino que la causa del pecado es la voluntad del impío. Es decir, esa
voluntad viene del diablo y del impío. Estos se apartan de Dios como
Cristo dice en Juan 8:44, por su propia cuenta.

4.20. Las buenas obras

Nuestros maestros son falsamente acusados de prohibir buenas


obras, porque publicaron escritos sobre los diez mandamientos. Pero
ellos han testificado que han enseñado para buenos propósitos, los
buenos estados y deberes de la vida. Solo que en un menor grado han
enseñado esas minucias tales como días de fiesta, festividades,
fraternidades, peregrinajes, servicios en honor a los santos, el uso de
rosarios, monasticismo, y cosas como esas. Mas nuestros adversarios
andan predicando que la justificación es por fe y por obras. Y sobre esta
doctrina de la fe, que debe ser principal en la iglesia, están los que
27

predican, quienes han guardado el más profundo silencio en sus


sermones en cuanto a la justificación por fe. En cambio predican solo
de la doctrina de las obras, diferente a nuestros maestros que han
instruido a predicar a la iglesia concerniente a la fe. Porque la fe no es
meramente conocimiento de la historia, sino el efecto de la historia. Es
decir, este artículo, que es el perdón de los pecados, es tener acceso a
la gracia, justificación y perdón mediante Cristo.

4. 21. La adoración de los santos

La memoria de los santos es puesta ante nosotros para que


podamos seguir [o imitar] su ejemplo de buenas obras de acuerdo a
nuestro llamamiento. Esto es semejante al emperador que sigue el
ejemplo de David para sacar a los turcos de su país. Porque ambos
[David y el emperador], son reyes. Pero la Escritura no enseña la
invocación de los santos, o que esperemos ayuda de ellos, ya que Cristo
ha venido a ser el Mediador, Propiciación, Sumo sacerdote e Intercesor.
Es a él a quien se debe orar, porque ha prometido escuchar nuestra
oración.

4.22. Ambas clases en el sacramento

A los laicos les asiste el derecho de participar en el sacramento de


la cena del Señor como él lo ha mandado (Mt. 26:27), que todos deben
tomar la copa. Mas pudiera ser que alguno de los sacerdotes dijera que
esto se refiere solo a los sacerdotes, Pablo en 1 Corintios 11:27, recita un
ejemplo donde aparece que toda la congregación participa de ambas
clases [de los emblemas]. Y esta costumbre ha permanecido en la
iglesia desde los tiempos atrás, pero que ahora es sabido que apelando
a la autoridad se ha cambiado. Aunque el cardenal Cusanus menciona
el tiempo cuando esto fue aprobado. Cipriano menciona en varias
partes que la sangre era dada al pueblo. Lo mismo testificó Jerónimo
cuando dice: “Los sacerdotes ministren la eucaristía y distribuyan la
sangre a todo el pueblo (dist. II., De Consecratione, cap. Comperimus).
Pero ahora la costumbre [de no dar ambas clases a los laicos] no tan
antigua [de hacer diferente], se mantiene. Pero es evidente que no
debe permitirse ninguna costumbre que esté en contra de los
mandamientos de Dios, como testifican los Cánones (dist. III., cap.
Veritate), y los diferentes capítulos. Pero esta costumbre recibida no es
en contra de la Escritura, sino en contra de los antiguos Cánones y del
ejemplo de la iglesia [la costumbre de no dar vino a los laicos].

4.23. El derecho matrimonial de los sacerdotes

Ha habido quejas por sacerdotes que no son castos [o célibes].


Por esta razón el papa Pío ha informado que hay ciertas causas por las
que el matrimonio ha sido impedido [a los sacerdotes]. ...Conforme a
28

Pablo (1 Cor. 7:2, 9), y a Jesús (Mt. 19:11), es legal que quienes no
pueden ser castos, se casen. También es evidente que los antiguos
sacerdotes de la iglesia eran casados, como dice Pablo en 1 Timoteo
3:2, que los obispos sean maridos de una sola esposa. También en
Alemania cuatrocientos años atrás, los sacerdotes fueron compelidos a
dejar la vida de solteros. Y quien se ofreciera a tal resistencia al
arzobispo de Magencia, cuando estaba por publicarse el decreto del
papa respecto a este asunto, casi lo matan en el tumulto levantado por
los airados sacerdotes. Tan dañino fue este asunto, que no solo fueron
los matrimonios prohibidos, sino que los matrimonios ya establecidos
fueron puestos a un lado, contrario a todas las leyes, la divina y la
humana, contrario aún a los cánones, hechos no solo por los papas, sino
por los más celebres sínodos. Además, personas temerosas, de suma
inteligencia, han visto con disgusto que forzar el celibato e impedir a los
sacerdotes el matrimonio (como Dios ha instituido para que todo
hombre sea libre), nunca ha producido buenos resultados, sino que ha
traído grandes males y vicios de mucha iniquidad.
Pero mientras el mandamiento del Señor (libertad de casarse), es
negado a los sacerdotes (aplicar el celibato), y mientras la costumbre
de la iglesia es bien conocida, mientras el celibato impuro causa
muchos escándalos y otros crímenes mereciendo el castigo de los justos
magistrados, es maravillosa cosa que nada es tan cruel como impedir el
matrimonio a los sacerdotes…pero como sucede ahora…los sacerdotes
son penalizados a muerte, contrario al intento de los cánones.

4.24. La misa

Nuestras iglesias son falsamente acusadas de abolir la misa.


Porque seguimos celebrando la misa con la más alta reverencia. Junto
a ella están todas las demás ceremonias, salvo que las partes cantadas
en latín son alternadas con interludios de himnos en alemán, los cuales
han sido añadidos para enseñar al pueblo.
También se ha añadido la opinión de que Cristo satisfizo con su
ofrenda (sacrificio por el pecado), solo el pecado original, y que la misa
instituida es una ofrenda por los pecados diarios, venial o mortal. Desde
aquí se ha levantado la opinión común de que las misas borran los
pecados de los vivos y de los muertos por un acto externo. Entonces
comenzó la disputa, de si una misa dicha a favor de muchos, es tan
digna y especial como la dicha por pocos, lo que ha traído una multitud
de misas. De esta manera, los hombres desearon obtener de Dios todo
lo que necesitan, y entre tanto la fe en Cristo y la verdadera adoración
han sido olvidadas. Entretanto nuestros maestros han sido advertidos
sobre estas opiniones que se alejan de la santa Escritura y disminuyen la
gloria de la pasión de Cristo. Porque la pasión de Cristo fue una
oblación y satisfacción no solo por el pecado original, sino por todos los
otros pecados como está escrito en Hebreos 10:10, somos santificados a
través de la ofrenda de Jesucristo, una vez para siempre.
29

La Escritura también enseña que somos justificados ante Dios a


través de la fe en Cristo, cuando creemos que nuestros pecados son
perdonados por medio de Cristo. Ahora, si la misa quita los pecados de
los vivos y los muertos, por un acto externo de justificación, entonces eso
viene de la obra de las misas y no de la fe, lo cual la Escritura no
permite.
Pero Cristo nos manda en Lucas 22:19, “haced esto en memoria
de mí”. Por tanto la misa fue instituida para que la fe de aquellos
quienes usan el sacramento (la cena o eucaristía), puedan recordar
qué beneficios se reciben de ello a través de Cristo, regocijarse y
confortar la ansiosa conciencia. Porque recordar a Cristo es recordar sus
beneficios, y comprender que estos beneficios nos son seguramente
ofrecidos. Y no es suficiente solo recordar la historia, porque esto es lo
que hacen los judíos y los impíos. Donde por tanto, la misa debe ser
usada para este fin, que el sacramento (la comunión), pueda ser
administrado a ellos, que tienen la necesidad de consolación. Como
dice Ambrosio, “porque yo siempre peco, siempre necesito tomar la
medicina” (por tanto este sacramento requiere fe, pues sin ella es usado
en vano).

4.25. La confesión

La confesión en la iglesia no ha sido abolida en nuestras iglesias.


Nuestra gente ha sido enseñada altamente en la absolución como
siendo la voz de Dios, y pronunciada por el mandamiento de Dios. El
poder de las llaves se manifiesta en esta maravilla, y a ellos se les ha
recordado, cuán grande consolación trae a sus ansiosas conciencias.
También se les recuerda que Dios requiere fe para creer tal absolución
como una voz desde los cielos. Lo mismo, que tal fe en Cristo
ciertamente obtiene y recibe el perdón de los pecados… Pero nuestros
maestros enseñan que en la confesión no se necesita la enumeración
de todos los pecados. Porque es imposible recordar todos los pecados,
como pregunta el salmo 119:13, ¿quién puede entender (recordar)
todos sus errores? Pero si los pecados no son perdonados, excepto los
que son recordados, las conciencias nunca encontrarán paz. Los
antiguos escritores también testifican que una enumeración no es
necesaria. Porque en los decretos es citado Crisóstomo, quien dice así:
“No le digo que debería exponerse en público, ni que se acuse ante
otros, pero me gustaría que obedezca al profeta quien dice, ’descubre
tu camino ante Dios’”. “Por tanto confiesa tus pecados ante Dios, el
verdadero Juez, en oración. Cuenta los errores no con la lengua, sino
con la memoria de tu conciencia.” Y el Glosario (sobre Arrepentimiento,
Distinct V, Cap. Consideret), admite que la confesión es solo un derecho
humano (no ordenado por la Escritura, sino por la iglesia). Sin embargo,
ya que hay grande beneficio en la absolución, y porque es ciertamente
útil para la conciencia, es practicada por nosotros.
30

4.26. Sobre las comidas

Hay una persuasión entre las personas, y por aquellos que


enseñan en las iglesias, que debe hacerse distinción de comidas… Esto
se ha hecho para hacer méritos. Aparecen nuevas ceremonias, nuevas
órdenes, nuevos días santos, ayunos diarios. Todo ello terrifica las
conciencias, porque si omiten algunas de estas cosas, se les persuade a
las tradiciones, cosa que ha traído gran detrimento en las iglesias.
Primero, la doctrina de la justificación que es la parte suprema del
evangelio, ha sido oscurecida por ello. Pero debe ser prominente en la
iglesia que por la fe en los méritos de Cristo, y que sólo por Cristo, los
pecados son perdonados, lo que debe ser exaltado, por sobre las obras.
También Pablo pone el más grande énfasis en este artículo que las
obras se pongan al lado de las leyes y tradiciones de los hombres, a fin
de mostrar que la justificación en Cristo, trae el libre perdón. Pero esta
doctrina de Pablo ha sido totalmente soslayada por las tradiciones.
Segundo, estas tradiciones, han oscurecido los mandamientos de Dios,
porque fueron puestas por encima de los mandamientos de Dios.
Tercero, las tradiciones han traído un gran daño a las conciencias.
Porque como escribe Gerson, que muchos han caído en tal
desesperación por no cumplirlas, “algunos se han suicidado”…Otra vez
Gerson, como otros teólogos, se ha quejado, que debido a estas
dolorosas tradiciones, las personas dejaron de dar importancia a
mejores doctrinas. Agustín también prohíbe que las conciencias de los
hombres sean cargadas.

4.27. Votos monásticos

Sobre este abuso, el lector puede acudir a la fuente citada al final


de la Confesión de Augsburgo.

4.28. El poder eclesiástico

Ha habido una gran controversia sobre el poder de los obispos, los


cuales han malversado, sobre el poder de la iglesia, con el poder de la
espada. El resultado han sido grandes guerras y tumultos. Los pontífices
con gran audacia, por el poder de las llaves, no solo han instituido
nuevos servicios y cargado las conciencias con la excomunión, sino que
se han empeñado a transferir los reinos de este mundo, y tomarlos del
imperio del emperador. Estos errores han sido rechazados por la iglesia
desde hace mucho tiempo, por hombres justos y educados…Por tanto
en opinión de nuestros maestros, el poder de las llaves, o el poder de los
obispos, de acuerdo al evangelio, es un poder o mandamiento de Dios,
para predicar el evangelio, remitir y retener pecados, y administrar los
sacramentos. Porque con este mandamiento Cristo envía a sus
apóstoles (Juan 20:21)… Por tanto ya que el poder de la iglesia estriba
en eternas cosas…ello no debe interferir con el gobierno civil….La
31

jurisdicción de los obispos es sobre el ministerio de la Palabra y los


sacramentos, no otra jurisdicción, que el perdón de los pecados, juzgar
doctrina, y rechazar enseñanzas contrarias al evangelio, y excluir a los
impíos de la congregación de la iglesia, y no por fuerza humana, sino
por la Palabra las congregaciones por necesidad y derecho divino
deben obedecerles (a los obispos). Pero cuando enseñan, u ordenan
alguna cosa en contra del evangelio, las congregaciones tienen el
mandamiento de Dios de prohibir obediencia. Mateo 7:15, advierte
sobre falsos profetas. Como Pablo dice en 2 Corintios 13:8, no podemos
hacer nada en contra de la verdad, sino por la verdad. También las
leyes canónicas lo ordenan (II. Q. VII. Cap., Sacerdotes, and Cap. Oves).
Y Agustín (Contra Petiliani Epistolam): Ni debemos someternos a obispos
católicos si ellos cambian o erran, o sostienen alguna cosa contraria a
las Escrituras canónicas de Dios.
….También se ha disputado si los obispos o pastores, tienen el
derecho de introducir ceremonias en la iglesia, y de hacer leyes sobre
comidas, días santos y grados, o sea órdenes ministeriales. Quienes
confieren este derecho a los obispos apelan a Juan 16:12,13, tengo
muchas cosas que decirles pero ahora no las podéis llevar. Pero cuando
el Espíritu de verdad venga, él os guiará a toda verdad. También ellos
(los obispos), se refieren al día de sábado como habiendo sido
cambiado al día del Señor (domingo), contrario al Decálogo como es
establecido. Pero no hay ningún ejemplo que ellos (los apóstoles),
hicieron un cambio concerniente al día sábado. Grande, dicen ellos
(los obispos) es la iglesia, ya que ha dispensado (cambiado), uno de los
diez mandamientos… Pero respecto a este asunto, de nuestra parte se
enseña que los obispos no tienen poder de decretar ninguna cosa en
contra del evangelio. Las leyes canónicas enseñan la misma cosa (Dist.
IX). Es contraria a la Escritura, establecer o requerir la observancia de
tradiciones, y decir que al fin por medio de ellas se obtiene satisfacción
por el pecado, o mérito de gracia y justificación.
….Los obispos no tienen el derecho de establecer tradiciones.
Porque ¿cómo es que cuando Pedro (Hech. 15:10), prohíbe poner un
yugo sobre el cuello de los discípulos, y Pablo (2 Cor. 13:10), que el
poder que le fue dado fue para edificación y no para destrucción?....Si
los obispos tienen el derecho de cargar a la iglesia con infinitas
tradiciones, y de engañar las conciencias, ¿por qué la Escritura a
menudo las prohíbe, incluso a escucharlas? ¿Por qué las llama doctrinas
de demonios (1 Ti. 4:1)?1
Ahora vamos a tratar con la reacción del papa a la confesión de
Augsburgo. Es decir, vamos a incursionar en la contra reforma de parte

1
Todos los puntos de la confesión citados en este documento, se hallan en la
confesión de Augsburgo. The Augsburg Confession, “submitted to His Imperial Majesty
Charles V at the Diet of Augsburg in the year 1530, by certain princes and cities. The
Lutheran Confession”(The Luteran Church Missouri Synod,
http://lcms.org/bookofconcord/augsburgconfession.asp (1 of 26) [7/31/2003
32

de la iglesia católica. Este tema por tanto, será la guerra de los treinta
años.

5. La guerra de los treinta años.1

¿Cuáles fueron los centros ígneos que incendiaron y devastaron a


Europa por treinta años en el siglo XVI? Preguntemos a Friedrich Schiller,
escritor alemán (1759-1805). Él alude al fervor de la reforma, a su pasión
por Dios, gimiendo por persuadir a la inexorable iglesia medieval.
Leemos su inductiva pluma que la guerra se debió en gran parte,

al invencible poder de la verdad, o las opiniones que fueron


sostenidas como tales. Los abusos en la antigua iglesia, el absurdo
de sus tantos dogmas, la extravagancia de sus requisiciones
(tomando propiedades y riquezas), sublevaron el temperamento
de los hombres, ya predispuestos con la promesa de una mejor luz
y favorable disposición hacia la nueva doctrina. El atractivo de la
independencia, el pillaje de las instituciones monásticas, hizo a la
reforma atractiva a los ojos de los príncipes, y tendió a su no poca
fuerza de sus convicciones internas. Ardía paralelo el interés
político. Carlos V bajo la intoxicación del éxito, intentó la
independencia de los estados germanos. Una liga protestante
escasamente habría despachado un armamento en defensa de
las creencias. Estaba la renuncia de los calvinistas de tener un
conde, o a Coligny como su líder. Estaban los intereses de Roma
renuente a toda costa a perder las tierras de los países bajos. Los
príncipes lucharon por su defensa. Con entusiasmo religioso
reclutaron sus ejércitos.2

Ahora conviene detallar un poco sobre el cúmulo de los


potenciales detonantes de aquella guerra. Notemos esto abajo.

1. Los príncipes y líderes políticos de Europa buscaban la abolición


de la jurisdicción extranjera dentro de sus territorios.

2. Urgía eliminar la supremacía eclesiástica sobre Europa.

3. Era inminente parar la fuga de los tesoros, que habían huido a


Roma.

4. Era intolerable el abuso de enriquecimiento de las fundaciones


religiosas.

1Esta guerra comenzó en 1618 y terminó en 1648. Rodger MacGowan, Thirty Years War.
Europe in Agony 1618-1648 (N. P.: 2001), 2.
2Friedich Schiller, The Thirty Years, ´War (The Pennsylvania State University: Electronic

Classic Series, Jim Manis, Faculty Editor, Hazleton, 2000), 9.


33

5. Aquella riqueza tentaba las ventajas del soberano de cada


imperio o dominio europeo.1

6. Por su parte, Bohemia y Alemania, buscaban el derecho de


ejercer su libertad religiosa.2

La guerra de los treinta años fue por tanto, el resultado de la


incontenible lucha por la libertad religiosa. Fue la verdad contra el
abuso de poder del sacro imperio. Fue también la oportunidad de los
líderes civiles pro reforma, de adquirir la libertad económica de Roma.
Vino entonces el fin de aquella horrible guerra, con la paz de Westfalia.

6. La paz de Westfalia

¿Qué ocurrió después de los treinta años de guerra? Los católicos


estaban cansados. Por otro lado estaban obligados a entrar en paz con
el elector de Sajonia y algunos de los príncipes protestantes. De manera
que hicieron las paces en Westfalia en 1648. 3 Para ese entonces el
protestantismo estaba al borde de la desaparición en la región sur de
Alemania, en Bohemia, Polonia y Hungría. Alemania en particular,
gemía por su desolación, entrando en lamentable rezago de progreso
por numerosos años. 4 Por su parte, los católicos comprendieron el
fracaso para convertir al protestantismo por medios militares o bélicos.
Así Europa quedó fragmentada. Francia, España, Portugal, Italia y
el sudeste de Europa, permaneció católica. 5 Por el norte quedaron
Alemania y Suiza, las cuales se afirmaron como protestantes.6 Del lado
más al norte, Inglaterra, Escocia y Holanda, también continuaron como
evangélicas.
Luego aún más desfavorable para Roma, fue el surgimiento del
nacionalismo. Cada rey buscó su independencia del papa. Sucedió
con los reyes de Inglaterra, Suecia, etc.7 Por su parte España y Francia,
hicieron lo mismo.8 Se aprecia así que la reforma y el nacionalismo se
apoyaron mutuamente. Ya había pasado un siglo desde la reforma.
Todo había cambiado para el papa. Ahora estaba en serios problemas
para ejercitar su dominio. Cierto es que le quedaba la hija más sumisa
que era España, y Francia la mayor de ellas dos. Pero aquellas igual,
gemían por su independencia. Peor le fue al papa, ya que también otro
poder apareció en Europa, que fue la nueva filosofía de la
secularización de la sociedad. ¿Qué había pasado con la teología? La
1Todos estos puntos 1-5, eran realidades supremas que reclamaban solución ya de por
sí como un gemido o clamor de las multitudes. Ibid., 10.
2
Ibid., 17.
3H.H. Muirhead, Historia del Cristianismo, tomo 2 (El Paso: Texas, 1953), 287.
4
Ibid., 288.
5
Ibid.
6
Ibid.
7
Dederen, Apuntes.
8
Ibid.
34

habían destronado. Ya no era más la reina de las ciencias. Las ciencias


también se independizaron de Roma. El poderoso padre de Europa
había perdido su rol medieval.
Con todo, ¿cómo respondió el papa al mundo moderno? Siguió
su batalla contra las monarquías protestantes. Toda Alemania fue
menguada a casi la mitad o menos de su población. El pueblo había
quedado casi en el polvo de su moral a causa de la guerra de los
treinta años. Los bohemios (la tierra de Juan Hus), antes de la guerra,
eran un par de millones, con ochenta por ciento de protestantes.1 Pero
después de aquella guerra, quedaron ochocientos mil católicos y
ningún protestante. 2 Por ironía, el papa blasfemaba por la paz de
Westfalia3, porque la consideraba como perjudicial para los católicos.
¿Por qué? Porque esa paz otorgó, según él, libertad de culto a los
“herejes”.4
Luego, ¿qué hizo el papa con las monarquías católicas? Trabajó
por el lado de la adaptación. ¿Cuál fue la razón para esa acción
diplomática? Fue porque la iglesia católica era de naturaleza
monárquica, desde el siglo II. Y ya que las monarquías necesitaban el
apoyo a su tipo de gobierno monárquico, todo quedaba de lo mejor.
Aquí se levanta la pregunta, de si aquella cercanía del papa a las
monarquías, le sería de provecho a corto o largo alcance, o sería
terrible.
Porque, ¿qué diremos de la revolución francesa? Fue por etapas.
La primera etapa comenzó con el juramento del juego de pelota el 22
de julio de 17895, que fue cuando los revolucionarios destruyeron la
Bastilla. 6 ¿Qué abolió la asamblea revolucionaria? Los privilegios
feudales y los monopolios e impuestos. ¿Qué promulgó? La declaración
de derechos del hombre y del ciudadano. ¿Qué hizo sobre la
secularización? En noviembre, secularizó a la iglesia católica romana de
Francia, y así disminuyó su dependencia del Vaticano.7 ¿Qué hizo en la
segunda etapa? El 10 de agosto de 1792 la asamblea acordó derrocar
al rey, Luis XIV, y lo decapitó el 21 de enero de 1793.8 Al final, ¿qué hizo
la revolución en la tercera etapa? Organizó la asamblea legislativa.
Luego, ¿qué le ocurrió al papa? Napoleón envió a su general de
confianza Louis Alexander Berthier a Roma. Leamos a D. Hammerly
sobre ese hecho fatídico para el papado:

1H.H. Muirhead, 288.


2
Ibid.
3
Fue en Westfalia donde se firmó el acuerdo de que cada región tuviera su libertad de
culto.
4
Muirhead, 289.
Daniel Hammerly Dupuy, “Historia de las Interpretaciones de las setenta semanas de
5

Daniel” (Departamento de Publicaciones del Colegio Unión, Lima Perú, s.f.), 222.
6
Era la casa de gobierno de Francia.
7
Ibid.
8
Ibid.
35

El 17 de febrero de 1798 se comunicó a Pío VI que dentro de tres


días tendría que partir de la ciudad de Roma. En la madrugada
del día 20, acompañado por su ayudante de cámara Carraciolo
subió al carruaje que lo llevaría al destierro. Se lo dejó tres meses
en Siena, dos meses en la cartuja de Florencia. Como envió cartas
a los soberanos de Europa y publicó dos Breves [notas], el 7 de
setiembre de 1798, contra los dos cardenales que habían
aceptado las exigencias del Directorio, fue trasladado
constantemente custodiado por los dragones franceses, a Parma
y a Turín. El 30 de abril de 1799 cruzó los Alpes pasando a Francia.
Permaneció 50 días incomunicado en Brianzón. Fue trasladado al
fuerte de Valence, Delfinado, donde se le declaró que se hallaba
en estado de arresto. El Directorio decidió el 25 de julio que se le
alejara a Pío VI de esa región fronteriza, por lo cual debía ser
trasladado a Dijón. Pero la enfermedad del anciano papa impidió
ese viaje. Falleció a la media noche del 28 al 29 de de agosto de
1799, a la edad de ochenta años y ocho meses, después de un
pontificado de veinticuatro años y medio, siendo que Geovanni
Angelo Braschi (Pío VI), había subido al trono del pontificio el 15 de
febrero de 1775.1

¿Qué más hizo Berthier? El 21 de febrero de 1798, justo un día


después de expulsar al papa, publicó el decreto número 17. Este
contenía una proclama sobre la destitución de Pío VI que decía:

Los cónsules provisionales de la República Romana a los soldados


del gobierno anterior. Soldados: El despotismo que venía
afligiendo a la humanidad y que estaba oprimiendo tan
pesadamente sobre los descendientes de los ilustres romanos; ese
coloso de impostura e inmoralidad que gobernó esta hermosa
tierra ha sido justamente destruido por el movimiento sublime del
pueblo romano. Soldados, vosotros querréis tener una parte en
este gran evento.2

Así, al papado amante del monarquismo, no le fue nada bien.


Había detestado la democracia. Había excomulgado a todos los de la
Asamblea, y aquellos respondieron como lo hicieron. ¿Qué la había
sucedido al papado? No sabía cómo responder a la democracia que
ahora detestaba al monarquismo que había empobrecido y sometido a
Europa del sur.
¿Cuál fue entonces su actitud hacia las nuevas democracias? Se
aisló. Vio que no cabía en ese nuevo modelo representativo. ¿Por qué
su juicio condenó la democracia? Porque ella (la monarquía), se había
acostumbrado a mandar con poder absoluto. Pero ahora surgía un
sistema donde el pueblo participaba en la gobernabilidad.
1Ibid., 226.
2Ibid.
36

¿Qué ejemplos tenemos de su aislamiento de la democracia? Fue


el caso de Pío IX cuyo reino se halla entre 1846 y 1873. Ahí se aprecia su
gran disgusto contra toda democracia. Este papa decretó el “Sílabo de
Errores”. Le sucede León XIII en su encíclica Rerum Novarum de 1891.1
¿Qué ha pasado en las últimas décadas? La iglesia se ha
empeñado a acercarse al hombre común de la sociedad. ¿Por qué
medio lo ha hecho? Ha iniciado el camino del evangelio social. Siempre
se mantiene al lado de la clase alta en sus relaciones políticas, pero su
ministerio es ahora el pobre, la mujer, el ecumenismo.
Luego después de esta sucinta explicación del panorama
histórico del catolicismo, trataremos con los dos teólogos. Estos dos
pensadores, uno del periodo temprano y el otro medieval, eran más
bien filósofos y luego teólogos. Son los preferidos del catolicismo. Estos
son Agustín de Hipona, y Tomas de Aquino.

1G. Cardenal Antonelli, Carta a Pío IX , 8 de diciembre 1864 Pío IX. Encíclica Quantaura
y Syllabus,8 diciembre 1864 (Colección de las alocuciones consistoriales, encíclicas y
demás letras apostólicas, citadas en la Encíclica y el Syllabus del 8 de diciembre de
1864, con la traducción castellana hecha directamente del latín, imprenta de Tejado
a cargo de R. Ludeña, Madrid 1865) 3-52; Encíclica de Nuestro Santísimo P. Pío IX,
http://www.filosofia.org/mfa/far864a.htm.
.
37
CAPÍTULO 2
AGUSTÍN Y
TOMÁS DE AQUINO
¿Cómo comienza a hacer teología una confesión religiosa?
Primero está la identidad corporativa y la convicción de la verdad. El
pensamiento de una comunidad de fe, como es el cristianismo, extrae
la verdad de la cantera misma de la Palabra de Dios. Luego acude a
los mismos hechos históricos que moldearon aquel pensamiento de
Israel en su caminata de fe hacia Dios, y por tanto hacia su destino en la
verdad revelada. En cuanto al evangelicalismo, se sostiene la certeza
de que la Biblia es el credo del cristiano. Se estudia la Palabra en su
dimensión cristiana, o sea, Cristo su centro espiritual. Ve a la Biblia como
la revelación prescriptiva para el creyente. Los católicos por igual, creen
que la Biblia es revelación objetiva. Es decir, Dios ha hablado al hombre.
No se trata de un subjetivismo, sino del mensaje de majestad divina. Así
es como da inicio el viaje de exploración hacia la teología.
Entonces, el trabajo del teólogo es el de un pensador luminoso,
que cree por medio de su fe racional. Aquí es donde nos llegan Agustín
(m.480), y Tomas de Aquino (m.1274).1
¿Qué es teología? En su esmero para que el hombre contemple a
Dios, Anselmo escribe que,

…El hombre fue creado para ver a Dios…(pero), el hombre no


puede ver a Dios, a menos que Dios le enseñe; ni puede encontrar
a Dios, a menos que Dios se le revele…el creyente no busca para
entender, a fin de que pueda creer, sino que cree para poder
entender.2

1Dederen, Apuntes. Esta sección de Agustín y Aquino, sigue a Dederen en referencias


académicas, más algunas entradas de otras fuentes disponibles.
2
Anselm, Prosologion, Monologion; An Appendix in Behalf of the Fool by Gaunilon, and
Cur Deus Homo, 1033-1109(Grand Rapids, MI.: Christian Classic Ethereal Library, 2000),
28.

38
39

Jack Mahoney, recita la inferencia de la teología de Anselmo.


Para este segundo Agustín (Anselmo), la “teología es la fe en busca de
entendimiento”.1
Conviene aclarar que los padres de la iglesia, no trataron con el
método formal de la teología. Ellos más bien fueron apologetas, o sea
defensores de la fe frente a tanta herejía en su tiempo.
Ahora, ¿cómo es el método de la teología? Cada teólogo
articula el suyo. Es decir, elabora el procedimiento a seguir sobre lo que
cree, y cómo va a explicar esa doctrina. Esto es lo que se llama
sistemática. O sea, que el teólogo va estructurando su pensamiento
sobre esa verdad doctrinal. Sabe y quiere que el lector entienda que
esa doctrina forma parte del canon bíblico. En este sentido de ser un
teólogo, Agustín aparece como el primero en el cristianismo.

1. Agustín

Agustín es uno de los amados pensadores de la iglesia católica.


Fue hombre muy prolijo en el pensamiento cristiano.

Biografía

Agustín nació el 13 de noviembre del 354 d.C., en Tagaste,


Numidia, al norte de África cerca de Hipona. Fue hijo de Patricio un
pagano, y de Mónica una cristiana, de quien heredó su pasión por el
cristianismo. De ella son las palabras que Agustín escribiera, “tú nos has
hecho para ti, y nuestros corazones no descansarán hasta que
reposemos en ti”. Fue este amanecer reverente de su madre, el que lo
llevó a Cartago a estudiar, aunque no sin tortuosos periodos de
conciencia de vida carnal, y enredo filosófico con el maniqueísmo (el
bien y el mal). A ello se unía el escepticismo académico, su idealismo
platónico, las oraciones de su madre, los escritos de Ambrosio, y la
biografía de Antonio el primer monje. Sobre todo, se suma la epístola
de Pablo. Estos fueron medios, unos sublimes y otros filosóficos, por los
que el Espíritu trabajó en este singular pensador, que para ese entonces
tenía treinta y tres años.2
Tras la muerte de su madre, quien tanto orara y llorara por su
conversión, se bautizó en Milán por intermedio de Ambrosio. Desde
entonces abandonó el mundo y dejó su esplendente carrera de
maestro de retórica, vendió sus pertenencias a beneficio de los pobres,
y se dedicó a Cristo el resto de su vida. En el 391 fue elegido presbítero
en Numidia, Hipona. En el 395, fue elegido obispo de la ciudad. Vivió en
comunidad asceta con el clero de manera muy humilde y simple, y allí

Jack Mahoney, “Testing Faith: Thoughts of Saint Anselm´s Day”. Thinking Faith. The
1

Online Journal of the British Jesuits. 2008,1.www.thinkingfaith.org, accessed on April,


2010.
2
Philip Schaf, edit. The Confesions and Letters of Augustine with a Sketch of his Life and
Work (Ages Software, Albany, Oregon, 1997),13-14.
40

mismo estableció su seminario teológico. Allí se prepararon diez obispos


y clérigos menores. No se permitió a ninguna mujer vivir allí, incluyendo
su hermana. Allí formó la orden agustina, que vestía de negro. Era casi
vegetariano. Fue un héroe ante las invasiones paganas a Roma, en
seguir su ministerio de compasión, escritor, maestro, líder espiritual, el
más brillante y adalid intelectual de toda África. Murió el 28 de agosto
del 430 a los setenta y seis años. Descansó en paz como esa paz de los
hijos de Dios en las alturas de la fe y la alabanza, hablando como poeta
y teólogo en sus últimos mementos ante muchos de sus amigos.1
Sobre su obra “Confesiones”. Sus escritos sobre sus confesiones.
Los puntos sobresalientes se describen luego. Labora la historia de su
conversión en Milán. Trabaja con la historia de los últimos días con su
noble madre en Ostia. Describe esos días como viviendo en las puertas
de los cielos, en la gloria de Dios. Esto fue porque su madre era un
dechado de devoción y ternura. La última parte de estos libros, tratan
con filosofía especulativa. Trabajan contra el maniqueísmo, asuntos
metafísicos sobre la posibilidad de conocer a Dios. Trabaja también con
la naturaleza del tiempo y del espacio. Se interpreta la cosmogonía
mosaica con el molde de la exégesis alegórica común de los padres de
la iglesia.2
Sus tratados filosóficos. Se ocupan de combatir al escepticismo, y
el probabilismo, una escuela de pensamiento de su tiempo de que el
hombre nunca puede alcanzar la verdad, sino la probabilidad. En
cambio se refiere al perfecto conocimiento de Dios. Trata con el orden
del mal en relación al orden divino del mundo. Labora sobre la
comunión de su alma con Dios. Sube sobre el tema de lo más bueno. Se
esmera sobre el conocimiento de la verdad y de la inmortalidad.
Trabaja sobre la inmortalidad animada. Trata con la medida, origen, e
incorporatividad del alma, o sea sin cuerpo. Trabaja con la importancia
y virtud de la palabra de Dios y de Cristo como el infalible maestro. Trata
con el origen del alma. Además trabaja con gramática, dialéctica,
retórica, geometría y aritmética. Solo que estas obras tienen un color
platónico en el espíritu del cristianismo. Las usó como introducción
elemental para la introducción de su teología. Allí yace la pre existencia
del alma. También mora allí la idea platónica de que la adquisición de
conocimiento es una recolección o excavación de conocimiento
escondido en la mente. Incluso sus obras The Trinitate, y The Civitate Dei,
están cargadas de profundas especulaciones. Antes de su conversión,
Agustín siguió un sistema particular de filosofía. Primero usó el molde
maniqueísta. Luego usó el platónico. Después de su conversión, abrazó
la filosofía del cristianismo. Ésta se fundamenta en la revelación de las
Escrituras. A su vez preparó el camino para la filosofía eclesiástica que
reposa en la autoridad de la iglesia.3

1
Ibid., 17.
2
Ibid., 26.
3
Ibid., 28.
41

¿Qué de su historia de la filosofía? Ataca y refuta la filosofía


pagana con apellido de panteísta o dualista de fondo. Confronta las
supersticiones de la astrología y la magia. Expulsa la doctrina de la
emanación de la filosofía. Arroja igual de ella, la idea de que Dios es el
alma del mundo. Avanzó en psicología. Resolvió el problema del origen
y naturaleza del mal mejor que lo hicieron su predecesores. Fue el
primero que trabajó sobre la relación de la omnipotencia con la
omnisciencia concerniente a la libertad humana, al igual que aporta
sobre la construcción de la teodicea.1

Su teología anti pelagiana.

Sus obras anti pelagianas. Allí justifica la soberanía de la gracia.


Labora sobre el esplendor de los elegidos y repulsa a los no elegidos.
Trabaja con la condenación universal y eterna de los no elegidos, o sea,
la salvación de la minoría (predestinación). Pasa por alto la
benevolencia divina para todas sus criaturas, pervirtiendo el pasaje
bíblico de que Dios busca que todos los hombres sean salvos.2
¿Cuál es la influencia agustiniana sobre el catolicismo incluso
sobre el protestantismo?
1. Asentó la doctrina bíblica de la creación y doctrina de la
naturaleza del pecado y su origen en el libre albedrío.
Desarrolló el dogma niceno de la Trinidad en contra del
triteísmo por un lado, y del sabelianismo por el otro.
2. Principal creador del sistema católico latino. Fue el padre del
escolasticismo vía dialéctica, así como del misticismo sin
exceso. Se incluye su influencia sobre la vida ascética. Sostuvo
la firme organización episcopal y la inquebrantable sucesión.3
Fue el primero en fijar el sacramento como un signo invisible de
gracia, el cual proviene de la divina asignación. Solo que no
dice nada sobre siete sacramentos. Esto viene mucho tiempo
después. Es católico en su doctrina del bautismo, aunque se
contradice con la predestinación. Se mantiene en la doctrina
de la comunión, aunque no puede citarse a favor de la
transubstanciación. Todo lo contrario; igual que Ratramnus y
Berengaro 4 , se opuso a este dogma. Contribuyó a la
credulidad en los milagros, y a la adoración de María, pero

1
Ibid.
2
Ibid., 34. La doctrina de la perseverancia de los santos, igual es parte de estas obras
anti pelagianas. Es decir, que los elegidos pueden obedecer y nunca caer como los
elegidos de Dios.
3 Sobre la infalibilidad, no es proactivo. Asume una corrección progresiva de un

concilio anterior.
4Esta controversia de transubstanciación surgió desde el siglo IX al XI. “The Eucharist

Controversies. Church History Lecture XV Later Medieval Doctrinal Controversies”.


"http://www.freechurchseminary.org/TextFiles/MedievalControversies.pdf
42

solo la exime de pecados de acto y no del original. Y aunque


reverencia su honor, jamás la llamó Madre de Dios.1
3. Por el otro lado, Agustín más que todos los padres ha sido
llamado el más cercano al protestantismo evangélico. Vino a
ser el pre reformador en cuanto a la doctrina del pecado y la
gracia. Por esto los luteranos y reformados (calvinistas), lo
estiman como el grandioso y luminoso reformador, testigo de la
verdad y del más maravilloso ejemplo del poder de la divina
gracia y la transformación del pecador. Fue justo en su
controversia anti pelagiana, que Agustín creó su antropología,
y enaltece la culminación de su carrera teológica y
eclesiástica. Esta anti pelagiana controversia ha sobresaltado
sobre la iglesia católica y hasta puesto en jaque sus tendencias
pelagianistas del sistema jerárquico y monástico, más nunca
han pasado sobre la médula del gran teólogo.2

Ahora es tiempo de trabajar con algún sumario literario de este


filósofo y teólogo que abruma al cristianismo de pasión por algo mejor y
supremo. Conviene destacar esencias de sus obras donde se derrama
su mente y su corazón con la pasión por significado, búsqueda de la
paz interior, poder de abrazar a Dios y publicarlo.

Confesiones

“Confesiones” de Agustín. ¿Cuáles son los destacados contenidos


de este documento?

1. Primero es lo primero. Agustín ardía bajo la intensa pasión de


conocer el amor y la verdad. Era tanta el hambre por el conocimiento,
que acudió al maniqueísmo y a la filosofía para alimentar su espíritu
insatisfecho. Quería fortalecer los fundamentos de su fe, y por tanto se
fue a buscar el divino conocimiento. Tuvo muchas batallas contra los
donatistas, maniqueos, arrianos y pelagianos. Pero mayor fue su fervor
por buscar a Dios desde el abismo de su conciencia. Tan intensa fue su
búsqueda a fundamentarse en las doctrinas de la fe, que navegó entre
la espesura de la filosofía por las sendas de la especulación, en asuntos
minúsculos.
2. Por la llama de la verdad. Fue aquella llama interior por hallar la
verdad en su mente indómita, que acumuló un caudal de pensamiento
como río que llegara hasta la modernidad. En esta obra desde la sima
hacia la cima de su mente y corazón, más abundan sus especulaciones
sobre la memoria, el tiempo y la creación.
3. Sobre el dualismo histórico entre paganismo y cristianismo. El
cristianismo ha vivido rodeado y hasta padecido el tóxico del

1
P. Schaff, 38,39.
2
Ibid., 39.
43

paganismo. En su obra (“Confesiones”), se asoman temas sobre el


bautismo, oraciones, falsos milagros y oraciones por los muertos.
4. La edificación de los hermanos. El libro labora sobre un rigoroso
examen de conciencia. Agustín se ocupa de explorar sentido de
existencia del hombre y la iglesia, vía metafórica. El mal es el mar, y la
tierra es la iglesia cargada de fruto.
Explorando la obra las “Confesiones”. La vida de Agustín gustó la
pecaminosidad previa a sus confesiones. Solo que no es que en
confesiones haga eso. Más bien “Confesiones”, viene del latín,
“glorificación” o “alabanza”. Cierto es que alude a su vida antes
depravada, más es para alabar a Dios su libertador. Esta obra exalta la
grandeza de Dios en la historia humana. Exhibe a Dios como el líder de
esa historia quien la conduce a su clímax, junto con el hombre. Abajo se
describe la obra en suma compacta.
Su primer volumen. Trata con la invocación a Dios. Sigue con su
vida desde su niñez hasta su juventud. Destaca que su vida estuvo
seducida por los placeres. Señala sobre su sufrida madre y su padre no
cristiano. Narra que amó al latín pero detestó al griego por las fábulas
vacías de los poetas. Termina con los hombres observando reglas de
aprendizaje, pero descuidan las reglas de la segura eternidad.
Su segundo volumen. Trata con su pubertad. Relata sobre el
abandono de sus estudios, de sus placeres y hasta de hurtar junto con
sus amigos. Luego más adelante agradece a Dios por el perdón quien le
trajo reposo y nueva vida.
Su tercer volumen. Entre los diecisiete a los diecinueve fue a vivir a
Cartago. Allí terminó sus estudios. Luego se depravó en los vicios y cayó
en las redes del maniqueísmo.
Su cuarto volumen. Entra en los dominios del maniqueísmo por
nueve años. Durante ese tiempo publicó una obra sobre artes liberales y
las categorías de Aristóteles.
Su quinto volumen. Hace una descripción de los casi treinta años
de vida o sea veintinueve. Describe sus chascos con el maniqueísmo.
Sabemos que buscó esa filosofía para llenar su sed de paz interior. En
esa etapa de su vida entró al estudio de la retórica en Roma y Milán. Allí
busca a Ambrosio, lo que revela que es alguien que lo supera. Al
escuchar al obispo Ambrosio, descubre el vigor de la fuerza católica. Es
allí cuando entra en una reflexión de sí mismo.
Su sexto volumen. Llega a sus tres décadas de vida. Los discursos
de Ambrosio lo amonestan. Avanza más sobre la verdad de la doctrina
católica. Pelea en sí mismo por una vida mejor.
Su séptimo volumen. Reconsidera los años de su juventud. Medita
en sus errores y la naturaleza de Dios y del origen del mal. Ingresa a un
nivel de mayor distinción de los libros sagrados y más claro
conocimiento de Dios. Halla en esos libros lo que no halló en Platón.
Pero aún escasea en su cercanía a Jesús.
44

Su octavo volumen. Destaca los hechos más importantes de su


vida. Revela sus conflictos severos y cómo su mente fue renovada hasta
su conversión.
Su noveno volumen. Escribe sobre su abandono de la retórica.
Recuerda su bautismo. Igual hace sobre su virtuosa madre.
Su décimo volumen. Contrasta lo que era con su presente estado.
Muestra el fruto de su confesión. Evalúa su hallazgo del método de Dios
para una vida feliz. Avanza sobe el tema de la naturaleza y el poder de
la memoria. Examina sus propios actos, pensamientos y afectos. Trata
sobre los niveles de la tentación. Finalmente escribe sobre un mediador
entre Dios y los hombres.
Su décimo primer volumen. Busca el conocimiento de las santas
Escrituras. Comienza con Génesis 1: 1, sobre la creación. Se pregunta,
¿qué hizo Dios antes de crear al mundo? Busca eso para enfrentar a sus
oponentes. Allí avanza sobre el conocimiento sobre el tiempo.
Su décimo segundo volumen. Sigue con el primer capítulo del
Génesis a través de la Septuaginta. Con su ayuda argumenta sobre el
doble cielo y la informe materia de la que fue hecho el mundo. Sigue
con otros avances de la Escritura.
Su décimo tercer volumen. Trata con la bondad de Dios en la
creación. Sigue con la Trinidad que halla en los primeros versos de
Génesis. Sigue con la historia del origen del mundo (1:16), lo que explica
de manera alegórica. Aplica esto a los medios por los que Dios santifica
y bendice a los hombres. Termina con su trabajo rogando a Dios por la
paz eterna, eterno descanso en Dios solamente (séptimo día).1
¿Qué sigue con Agustín? Notemos abajo.

La Ciudad de Dios

Su obra “La ciudad de Dios”. Explorando esta obra. Agustín fue


interrogado por un amigo sobre el cristianismo. Aquel le preguntó que
cómo era que los cristianos teniendo la verdad y habiendo tantos en
todo imperio, Dios permite que los bárbaros lo invadan. Agustín contesta
que hay dos ciudades: La de Dios y la de los hombres. Teologiza que
Dios está usando a los bárbaros para afirmar su ciudad, o sea, su iglesia.
La obra explora los puntos cardinales de las doctrinas cristianas.
Su primer libro. Agustín censura a los paganos. ¿Por qué? Porque
atribuyeron a la religión cristiana el saqueo de Roma por los godos, y la
prohibición de adorar a sus deidades.
Se segundo libro. Trata con un repaso a las calamidades sufridas
de los romanos en la era pre cristiana. Muestra que los dioses han
cautivado a los romanos bajo la corrupción y el vicio.
Su tercer libro. Trata con las calamidades externas de Roma.

1
Schaff, 57-75.
45

Su cuarto libro. Es una inducción sobre la providencia sobre el


imperio. Afirma que el imperio le fue entregado a Roma no por los
dioses, sino por el verdadero Dios.
Su quinto libro. Explora sobre el destino. Trata con el libre albedrío.
Ilustra sobre la presciencia divina. Se refiere a las fuentes de las virtudes
de los antiguos romanos.
Su sexto libro. Trata con la triple división que Varro hace sobre la
teología. Niega la capacidad de los dioses para otorgar felicidad para
la vida futura.
Su séptimo libro. Trata sobre los dioses selectos de la teología civil.
Afirma que la vida eterna no se logra por medio de ellos.
Su octavo libro. Discurre un poco sobre Platón y Aristóteles. Refuta
la doctrina de Apuleius de que los demonios deben adorarse como
mediadores entre Dios y los hombres.
Su noveno libro. Quienes distinguen entre los demonios de que
hay unos buenos y otros malos.
Su décimo libro. Es sobre Porfirio en cuanto a la doctrina de la
redención.
Su libro décimo primero. Comienza la segunda parte de su obra.
En esta parte discute sobre el origen, progreso, y destino de las ciudades
terrenal y celestial. En ella especula sobre la creación del mundo.
Su libro décimo segundo. Aquí trabaja sobre la creación de los
ángeles, del hombre y sobre el origen del mal.
Su libro décimo tercero. Aquí piensa que la muerte es un asunto
penal. Que esta penalidad es debido a que el pecado tiene su origen
en el pecado de Adán.
Su libro décimo cuarto. Se ocupa del castigo y los primeros
resultados del pecado de Adán. Sigue con la propagación del hombre
sin lujuria.
Su libro décimo quinto. Trabaja sobre el progreso de la ciudad
terrenal y la celestial. Esto hace mediante el recorrido de la historia.
Su libro décimo sexto. Labora sobre la historia de la ciudad de Dios
desde Noé hasta el tiempo de las monarquías.
Su libro décimo séptimo. Este libro trata con la historia de la
ciudad de Dios desde los profetas hasta Cristo.
Su libro décimo octavo. En esta parte Agustín hace un paralelo
entre la ciudad terrenal y la celestial. Este va desde Abraham hasta el
fin del mundo.
Su libro décimo nono. En este libre hace un repaso de las
opiniones filosóficas sobre el Supremo Bien. Luego las compara con las
creencias cristianas sobre la felicidad.
Su libro vigésimo. Este trabaja con el último juicio. Éste abarca el
Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Su libro vigésimo primero. En este libro trata con el castigo de los
maldades en el infierno. Luego elabora sobre algunas objeciones en
contra de ese castigo.
46

Su libro vigésimo segundo. Éste libro trata con la felicidad eterna


de los santos. Habla sobre la resurrección del cuerpo y de los milagros
de la iglesia temprana.1
¿Qué doctrinas yacen dentro de esta obra y en la de sus
confesiones? Por las entradas y por tanto los contenidos, se acumulan
varias. Notemos abajo.
La doctrina del pecado original. Agustín es el generador de esta
doctrina. ¿Cómo hace esta teología? Investiga el origen del pecado en
la tierra y de acuerdo a su entendimiento, el pecado se convirtió en un
problema legal para la raza humana. Cada hombre lleva la culpa de
Adán en su estado de vida desde que nace. Ve la imputación del
pecado de Adán sobre la posteridad. Discierne a Adán como la
humanidad corporativa. Su entendimiento no es la representación de
Adán en sus descendientes, sino la corporación de la naturaleza
humana de nuestro ancestro. Es por esto que Agustín escribe sobre la
muerte como un asunto penal. Es decir, cada hombre nace bajo
sentencia de muerte eterna por cuanto lleva esa culpa. Esta doctrina es
tomada por la iglesia católica, aunque Lutero pensó lo mismo al estudiar
Romanos 5. ¿Cuál fue la solución que Agustín halló? Acude a otra
doctrina o más bien elabora su teología sobre la doctrina del bautismo
infantil. Él mismo luchó mucho contra sentimientos de culpabilidad. Por
eso se bautizó en su adolescencia. Creyó que todo ser humano nace en
condición caótica. Es decir, padece de un caos físico y volitivo. El
cuerpo se desgasta y muere. La voluntad por su parte es incapaz de
descubrir a Dios. La inteligencia queda sometida a la densidad del
pecado. Por eso Agustín afirma que es imposible así, hacer el bien.
Porque viene de Dios y por eso él toma la iniciativa. Él ordena luego la
vida y la transforma.
La doctrina de la elección. De acuerdo a Agustín en cuanto a la
salvación, no hay nada bueno en la naturaleza del hombre. Todo el
estado de la naturaleza humana se halla bajo pecado. Es imposible
hacer algo para salvarse. Es tan lamentable y extrema la situación, que
es Dios quien toma esa iniciativa incluso para quienes él haya escogido
en su previa elección para la salvación. De manera que el hombre
padece de un estado depravado, y solo Dios puede salvarlo. Es decir, el
hombre no puede elegir la salvación porque su naturaleza de pasiones
lo impide. El hombre jamás podrá escoger o elegir la inmortalidad
porque en su situación actual de pecado, no existe capacidad alguna
para buscar a Dios. ¿Quién le enseñó esta percepción teológica? ¿Sería
Ambrosio? ¿Algún otro teólogo? No existía otro como Ambrosio o como
el mismo Agustín en esa época.
La doctrina de la inmortalidad del alma. Agustín adoptó la
doctrina de la inmortalidad de Platón. Es firme e inexorable en mantener

1
Los libros aludidos se hallan en, Philip Schaff, The Nicene and Pos Nicene Fathers.
Agustíne the City of God, Christian Doctrine, vol. 2 (Ages Sofweare: Albany, Oregon,
1997), 6-19.
47

su seguridad de que Dios creó el alma humana inmortal. Esto es lo que


afirma varias veces en su libro “Confesiones”.1
¿Cómo podemos entender la teología de Agustín? La
entendemos dentro del trasfondo de su propia vida. ¿Qué buscaba?
Buscaba la fe que llenara su mente y su corazón desde su acerbo
filosófico. Buscaba que esa fe trajera su libertad. Por esto cree que el
hombre solo es salvo por el único y solo acto de la gracia. Dios intervino
en la historia por medio de Cristo quien es proclamado por la iglesia. El
solo ejerce su libre albedrío después de que Dios lo ingresa a la
salvación. Fue esto lo que encontró en Romanos.
Luego es pertinente preguntar, ¿cómo fue que la iglesia católica
se volvió agustiniana? En el año 430 tiempo de Agustín, la iglesia estaba
fuerte. Cien años atrás Constantino había trasladado la capital imperial
a Constantinopla o sea, al oriente. A ello se añadía que León I demostró
ser líder de ventajosa influencia en el concilio de Calcedonia. A su
autoridad papal, se abonaba el que había salvado a Roma de ser
devastada por los hunos. Además en ese tiempo, todavía quedaban
obispos independientes en occidente. Agustín era uno de ellos. Luego
Agustín aportó mucho para la unidad de la iglesia. Entrega a la iglesia
una autoridad estupenda. Diferente a Cipriano2 (m 254), destaca que
la iglesia está constituida por los elegidos de Dios, aunque pone en alto
la importancia de la iglesia. Esta importancia la organiza como sigue: El
primer paso de la salvación es la gracia única de Dios. O sea, es Dios
quien entra a salvar al hombre. El segundo paso es el crecimiento en
Cristo. Éste se produce al momento de la participación de los
sacramentos de la iglesia. Por medio del bautismo el creyente ahora
pertenece a la iglesia. Luego por el de la eucaristía, el creyente crece al
recibir a Cristo. La vía para el crecimiento en Agustín, es la iglesia y no el
individuo. Luego ya que la eucaristía es un sacrificio, requiere de un
sacerdote que la administre. Por esto la iglesia fue beneficiada por la
teología de Agustín por un tiempo de setecientos cincuenta años.
Ahora, después de trabajar con Agustín, vendremos a Tomás de
Aquino el otro teólogo de la iglesia católica. Este aparece en el siglo XII.
¿Cómo contribuyó Aquino a la teología católica? ¿Quién fue
Aquino? Apreciemos abajo.

2. Tomás de Aquino

Tomás de Aquino como Agustín tuvo inmensa influencia sobre la


teología católica. Abajo se estudia breve sobre este gran pensador
medieval.

1
Agustín, The City of God.2. 6. 12. Ages, Software, Albany, Oregon, Shaff, 271.
2
Aquel había desarrollado el concepto de sucesión apostólica.
48

Biografía.

Tomás de Aquino vivió en el siglo XII. Murió en el 1274, cerca de


800 años después de Agustín. Superó a Agustín en teología. ¿Por qué?
Porque su obra fue más extensa y más organizada. Luego, ¿en qué
ambiente vivió? Nació en Aquino, Italia. Era de cuna rica. Llegó a ser
monje dominico. Vivió poco. Solo alcanzó cuarenta y nueve años. Pero
fue prolijo en escribir. Es probable, que rebasara a todos los teólogos en
cuanto a extensión literaria. Su muerte se produjo cuando viajaba al
concilio de Lyon en 1274. Iba al concilio como representante de la
iglesia católica, o a favor de ella. ¿Por qué a favor? Porque su papel allí
sería el de reconciliador de oriente y occidente, que era la razón de la
convocatoria conciliar.
¿Bajo qué estado se hallaba la sociedad en ese tiempo? Aquino
nació en el 1225. Por entonces, el Santo o Sacro Imperio, el papado,
ejercía su soberanía en la cumbre de su gloria. Recién había terminado
el pontificado de Inocencio III que sucedió entre el 1198 y 1216. ¿Qué
poder, y en qué áreas dominaba la iglesia en ese tiempo? En siglo XII, la
iglesia controlaba todo. El papa tenía todo el monopolio administrativo,
de manera absoluta. En educación, ejercía la geografía y contenidos,
métodos, y docencia total. En política, arbitraba vitalicio en todo el
imperio europeo. Era el tiempo en que la teología era la reina de las
ciencias. Por esa época surgieron las universidades. La primera que vio
el amanecer fue Bolonia, y le siguió París, que en el presente es la
universidad de Francia. En tercer lugar, surgió Lovaina hoy Bélgica.
Cada una sustentaba una facultad de teología. Había paz papal en
Europa.

La teología de su época

¿Qué de la calidad de la teología en ese tiempo? Era pobre,


débil y confusa. Esta depresión existió entre los siglos XII al XIII. ¿Cómo
estaba la tradición para ese entonces? Era al colmo confusa.
Concursaban las posiciones en cada doctrina. Tan extrema estaba, que
los teólogos carecían de rumbo de pensamiento. Era algo así como el
tiempo de la crisis nacional de Israel en tiempo de los jueces, donde
cada quién hacía lo que quería. En el caso de los teólogos, era obvio en
asuntos de teología. Las opiniones se confrontaban, y la iglesia era
permisiva. ¿Por qué tanta confusión? Porque los teólogos usaban dos
fuentes simultáneas: La Biblia y la tradición. Sobresalía Agustín. Por otro
lado, no había unidad entre la teología de los padres de la iglesia o sea
los pre nicenos y pos nicenos. Era el caso de Bernardo y Anselmo. Pero
este era un solo caso. ¿Qué necesitaba la teología católica? Orden en
su teología. Urgía de la sistematización de su doctrina.
49

La carrera académica de Aquino

Aquino exploró a los padres de la iglesia de manera muy


específica. Luego inició una experiencia de escribir sobre los libros de la
Biblia. De esta manera, estuvo listo para escribir una síntesis teológica.
¿Qué es síntesis teológica? Es conciliar la Biblia con los padres en el
contexto de la obra de Aquino.
La Suma teológica en un trabajo extenso en el que Aquino
levanta diez mil preguntas con sus respuestas. Consta de dieciocho
volúmenes. Esta fue su herencia literaria a la iglesia católica. Legó una
teología unificada. ¿Qué modelo usaban los padres antes? Planteaban
las doctrinas. Luego dividían sus escritos en dos columnas. Allí escribían
las opiniones opuestas de los padres. Allí estaba la confusión. ¿Qué hizo
Tomás? Diseñó tres principios o más bien reglas rectoras básicos. La
primera: Si la diferencia era de orden o por semántica (palabras que
significan lo mismo pero se escriben diferente), reconciliaba a los
padres. Un ejemplo sería éste: Un padre escribía que Cristo es nuestra
expiación, y en cambio otro decía que es nuestra propiciación. Después
discutían, aunque trataban el mismo concepto. Esos conceptos fueron
los que Tomás reconcilió. Segunda regla: Sobre los errores de conceptos
o contradicciones. Tomás los reconciliaba, trabajando con otras
secciones escritas por esos mismos padres. Un ejemplo es el que sigue. Si
un padre afirmaba que la obra de Cristo es sustitutiva, y otro negaba
aquello, Tomás tomaba la negativa del segundo padre. Luego buscaba
en otra parte donde el padre afirmara que la obra de Cristo es
sustitutiva. Así corregía el error. De ese modo toda la obra decía lo
mismo. Así eliminaba la contradicción semántica. Tercera regla: Si la
contradicción era imposible de reconciliación por no hallar pasaje que
dijera lo mismo, inducía que los teólogos se complementaban. Es decir,
que cada uno trataba el mismo asunto, pero con una visión distinta.
La pregunta ahora es, ¿cómo encontró Tomás esas reglas? Antes
que Tomás naciera, vivía Aberroes, junto a otros escritores árabes. Ellos
resucitaron o revivieron, o hallaron a Aristóteles del siglo IV a.C. Más
específico, el filósofo griego murió en el 320. Fue Aristóteles quien usó
esas reglas o método. ¿Qué principio es famoso en Aristóteles? El
principio de la doble causación. ¿Qué es eso? Que hay causas
primarias y secundarias. Así dijo que las cosas no se contradicen, sino
que se complementan. Tomás tomó esa herramienta metodológica y
fue lejos. Llegó a reconciliar a Agustín con Pelagio. Y aquí está uno de
los puntos cruciales de la doctrina católica. Tomás dijo que mientras
Agustín enfatizaba la causa primaria de la salvación, o sea, un acto
único de gracia divina, Pelagio trabajó con la causa secundaria. ¿Cuál
era la causa secundaria en cuanto a Pelagio? El crecimiento cristiano.
Es decir que el hombre debe intervenir en su salvación de manera
personal. Primero acepta y luego obra. Tome en cuenta el lector que
Agustín también trabajó con el crecimiento cristiano pero note, lo que
hizo Tomás. Reconcilió dos teologías imposibles, usando el método
50

secular de Aristóteles. Combinó lo sagrado con lo secular e hizo una


creatura religiosa dualista. Aunque la iglesia nunca vio esto, sino que al
contrario se enamoró del método tomista y lo adoptó. Tomás había
“bautizado” a Aristóteles en la fe de la iglesia católica. Esto tendría
inmensa repercusión en la aplicación sacramental y en la fe y las obras.

La teología y filosofía de Aquino


,
¿Cuál es la teología y filosofía de Aquino? Aquí se entra en
teología y cultura. Tomás debía estar en contacto con la sociedad, o
mejor dicho vivía en la cultura donde iba a fraguar su teología. ¿Cómo
ha visto el cristiano a la filosofía? Con cautela o mejor con bastante
sospecha. Uno recuerda a Agustín con Platón. Ahora llegaba Tomás
con Aristóteles. Esto de la sospecha cristiana, de la filosofía griega, duró
cerca de diez siglos. El cristianismo reflexivo sobre fe racional, miraba a
la filosofía como peligrosa. Ella enaltecía al hombre y a su ego. De por sí,
la filosofía griega nace del hombre, mientras que la revelación es
objetiva; viene de Dios con el mensaje de la verdad absoluta. El
cristianismo ético, veía a la filosofía como antropocéntrica. En cambio,
¿qué dijo Tomás? Que la filosofía y la teología no se oponen. Que son
complementarias sobre un mismo problema. Eso impactó al catolicismo
en gran manera. La iglesia católica antes había creído que la
revelación y la tradición, eran las dos únicas maneras de conocer a
Dios. La iglesia creía que la filosofía al basarse en la razón, era un peligro
para la fe. Era la visión de los teólogos que el reino de la gracia y el reino
de la naturaleza son irreconciliables. Pero, ¿qué hizo Tomas? Las
reconcilió. Contrario a los teólogos, no estimó la validez de ese conflicto,
entre teología, revelación y fe, frente al reino de la naturaleza: La
filosofía, la razón y el conocimiento.
En esta dimensión, Tomás, entiende que la salvación o justificación
es solo por gracia, en el sentido de que las acciones humanas
conectadas con la salvación no solo es un hecho de prontitud de
disposición, sino que es una experiencia producida por la gracia de
Dios. O sea, que la gracia no es un mero poder operativo, sino
cooperativo en el ámbito de la salvación efectiva. 1 ¿Cómo debe el
lector entender este pensamiento tomista? Tomás está diciendo que él
cree en el poder del mérito. Cree en la salvación por obras, lo que llama
“gracia cooperativa”. De manera que para Tomás, la salvación o
justificación, no es forense como más tarde entendieron los
reformadores. Para él es hacer justo al pecador que ha sido salvado.2
Aclarando: Para los reformadores la justificación es una declaración
federal en los cielos de que el pecador ha sido perdonado. Que esa
justificación no es en la persona, sino allá en los cielos entre el Padre y
Cristo. Para Aquino, la justificación es en la persona. O sea, es de
1
Norman. Geisler, Salvation, 13. http: //www. obinfonet.ro/docs/apo/geisler_rcev
accessed on April, 2010.
2
Ibid.
51

naturaleza ontológica. La persona es hecha justa. Por esto es que por los
sacramentos se puede volver a obtener limpieza y poder de
obediencia. O sea, puede proveer méritos, cooperando con la gracia.
Luego siguiendo con la reconciliación teología-filosofía, para
Tomás existen dos maneras de conocer Dios. Su pregunta era, ¿cómo
llega el hombre a conocer a Dios? Luego respondía que es por la gracia
y la revelación vía la fe. Luego presenta otra vía. Esta es que a Dios se
puede conocer estudiando la naturaleza y la filosofía. Aunque daba la
prioridad a la revelación como medio para conocer a Dios. Y añadía
que de cierto la naturaleza es la manera menos importante, o menos
buena, pero no mala. De manera que en su opinión, se puede confiar
en la razón humana.
Al asumir esta posición, Tomás se distanciaba de Agustín, porque
aquel solo veía la degradación en el hombre sin Dios. Ello incluía su
razón degradada. Por esto el hombre es extraño a conocer a Dios, a
menos que sea por un acto de gracia divina por la vía de la revelación.
Opuesto a Agustín, Tomás afirmaba que la gracia no deroga a la
naturaleza humana, sino que por el contrario, la sostiene, y más todavía,
la perfecciona. Esta posición vino a ser la médula de la teología
llamada tomista. Dicho del lado académico, la teología no deroga a la
filosofía; más bien la perfecciona.
De modo que en su pensamiento, la teología, aunque es superior
en rango por la revelación, permanece unida con la filosofía. Ilustra esta
unión, con el concepto de la distancia. Afirmaba que la filosofía avanza
en la primera parte del camino al conocimiento de Dios, y luego la
teología se encarga de profundizar de forma más avanzada.
En su visión mental, los constituyentes de la revelación están fuera
del alcance de la razón. Sin embargo la razón puede llegar a un
conocimiento salvacional, solo mediante el conocimiento de la
naturaleza (la razón humana). ¿Qué hizo Vaticano I (1870), con esta
nueva forma de pensamiento? Convirtió el concepto en un dogma.1
Por este amor que tenía Tomás por el pensamiento de Aristóteles,
escribió en su Suma contra Gentiles, que el singular filósofo griego, no se
perdió. Que conoció a Dios por medio de la razón, por cuanto no tuvo
la revelación a su alcance.
¿Qué doble contribución hizo así Tomás a la iglesia católica?
Primero, le entregó una teología unificada. Segundo, puso la cultura o
sea, la filosofía y la naturaleza humana, en armonía, o sea, desde la
causa complementaria. ¿Qué originó con esto? Sembró en Europa la
semilla casi asfixiante del racionalismo posterior a la reforma.
¿Cómo fue aceptado Tomás en la iglesia católica? En el principio
no fue tan apreciado. Pero, ¿qué ocurrió tras su muerte? Los
franciscanos lo condenaron. La razón fue porque los franciscanos
menospreciaban todo lo que hacían los dominicos. Rechazaban sus

Scott M. Sullivan, “Faith and Reason in Harmony”, (Departament of Philosopy: University


1

of Huston, n.d.)2. http://www.scottmsullivan.com/courses/AquinasFaithReason.


Accessed on April 2010.
52

hechos como malos y Tomás era dominico. Por otro lado los teólogos
polacos condenaron los escritos de Tomás. Su motivo fue porque
rechazaban la filosofía dentro de la teología, que fue justo lo que hizo
Tomás. Su rechazo estuvo en que Tomás había cristianizado a la filosofía
pagana. Peor fue para ellos, porque Tomás estaba corrigiendo a
Agustín al someter su pensamiento al del filósofo pagano Aristóteles.
Solo que aquellos teólogos de Polonia, olvidaron que Agustín también
había cristianizado a Platón. Incluso los mismos dominicos condenaron
a Tomás. No obstante, ya más tarde en el 1323, la iglesia comprendió el
bien del pensamiento de Tomás y los beatificó. Ahora era Santo Tomás
de Aquino. Desde ahí la teología de Tomás fue escalando influencia en
la iglesia católica.

Trento y Tomás

El concilio de Trento (1545-1563), no aceptó la suma teológica en


su plenitud, pero aceptó su método. En adelante el tomismo ha
fortalecido los logros de la iglesia católica.
Luego del lado científico, hubo mucha satisfacción. ¿Por qué?
Fue por la persistencia de Tomás de que la naturaleza es un medio para
conocer a Dios. 1 De ahí que todos los clérigos católicos son teístas
evolucionistas.
Pero debemos admitir que el tomismo amuralló a la iglesia
católica contra el liberalismo que lastimó la unidad protestante pos
reforma. En el tiempo en que apareció el liberalismo, con subjetivismo y
el existencialismo, la iglesia católica puso “llave” a sus puertas
doctrinales, impidiendo el ingreso de esas corrientes. Afirmó que no solo
la razón, sino la fe interior nos conducen a Dios. En cambio la reforma al
rechazar la razón bajo influencia de Agustín, dejó un espacio abierto a
esas corrientes.
Sin embargo, ¿cómo ha reaccionado la ciencia desde ese
entonces hasta nuestros días? Los científicos se han agotado de ocupar
un lugar secundario para conocer a Dios. Es decir, que la razón sea el
segundo medio de conocer a Dios conforme el tomismo. Por esto la
iglesia ha comenzado a buscar la Biblia2.

1
Solo que hay que aclarar que la filosofía detrás de esto es que la razón se convierte
en conducto directo para conocer a Dios. Por tanto habría que asumir que la Biblia es
otra opción al lado de la razón para entrar en contacto con Dios. Esto soslaya la obra
del Espíritu sobre el nuevo nacimiento como indispensable para conocer a Dios en el
corazón y luego en la mente. Primero se cree y luego se razona, y no viceversa. Por
otro lado, la cruz pierde relevancia primordial para reconciliar al hombre con Dios,
como el primer paso en la salvación.
2Del lado del empirismo vía el axioma, se ha escrito muchísimo. Solo para citar algo se

pueden ver algunos ensayos. Vea, Carmen Fdez Santás y Manuel Torres Cubeiro, A
Look of Empirism: John Locke, Centro de Formación de Recursos Santiago de
Campostela e IES Porto de Son, 2007),5: Ramazan Erturk, “Thomas Aquinas on
Knowledge of Other Minds”. The Journal of International Social Research,11(2010);
Loraine Daston, “Facts and Miracolous Evidence in Early Modern Europe”1-33 (2008), in
53

Ahora vamos a presentar un perfil de los papas en la historia. Esta


será una sección muy breve.

Critical Inquiry”, The University of Chicago Press, 18 (1991): 93-124.


http://www.jstor.org/stable/1343717,
http://www2.selu.edu/Academics/Faculty/jbell/daston.pdf, accessed on April 2010;
José Vega Delgado, “Humanismo y Tomismo”, 1-8, Congreso Tomista Internazionale,
Roma 2003, Universidad de Cuenca Ecuador, Pontificia Academia di San Tommaso.
http://www.e-aquinas.net/pdf/vega.pdf. Accessado en abril, 2010; John Paul II,
Discorso di sua santita Giovanni Paolo II Sull’ Interpretazione Della Bibbla Nella Chiesa,
Venerdì, 23 aprile 1993.
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/1993/april/documents/hf_jp-
ii_spe_19930423_interpr-bibbia_it.html Accessed on April 2010; Pope John Paul II,
“Reniew Biblical Catechesis will Lead to a More Incisive Promotion of Vocation”
Vatican, 1996 1997, Eternal Word Television Network, 5817 Old Leeds Road, Irondale ,
1997. Electronic, EWTN. www.ewtn.com. Accessed on April 2010; Benedict XVI,
“Theology of the Sacraments.” Saint Paul. Paul VI Audience Hall, Librería Eritrice
Vaticana,2008.
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2008/documents/hf_ben-
xvi_aud_20081210_en.html. http://www.hospeiron.com/mod/resource/view.php?id=3
Accessed on April 2010.
CAPÍTULO 3
PAPAS DEL PERIODO
TEMPRANO
(Siglos I-V)

Para ser metódicos, vamos a trabajar con los papas en tres


divisiones históricas. Estas son el periodo temprano, la edad media y la
edad moderna hasta el presente.

1. San Pedro (Simón Bar Jona)1

Oriundo de Bethsaida en Galilea. De acuerdo a Roma, Pedro fue


llamado por Jesús como sumo pontífice con poder de transmisión de
autoridad a sus sucesores. Aseveran que fue el primero en establecer
orden eclesiástico, e incluso la oración del Padre Nuestro. Estando en la
cruz pidió morir con la cabeza hacia abajo. Según la iglesia católica,
murió el 29 de junio del 67.

2. Lino, Tuscany (67-76)

Afirma la iglesia que Lino era de Volterra, que fue elegido en el 67.
Afirma que murió el 23 de noviembre del 76. Publica que fue enterrado
cerca de San Pedro. Confiesa que creó los primeros quince obispos.
Dicen que fue quien ordenó a las mujeres de entrar a la Iglesia con la
cabeza cubierta. Afirma que fue en su pontificado que fueron
martirizados los evangelistas Marcos y Lucas. Lo de Marcos entra en
conflicto con la iglesia copta egipcia que afirma que Marcos fue
misionero en Egipto. Es posible que la iglesia solo hable de su martirio.

3. Anacleto (Cleto), Roma (76-88)

De origen romano, Ancleto fue elegido en el 76. De acuerdo al


catolicismo, Anacleto murió en el 88 como mártir. Dice que fijó las

Toda esta lista es localizable en Aciprensa, la Santa Sede, “Lista de Papas”.


1

http://www.aciprensa.com/santasede/papas2.htm#sig10. Accesado en mayo 2010;


Ver también Enciclopedia Católica, en la misma web.

54
55

normas para la consagración de los obispos. Declara que hizo construir


un ofertorio en el barrio Vaticano, cerca de la tumba de san Pedro,
para la sepultura de los mártires. Según la iglesia, Anacleto prescribió la
forma de los hábitos eclesiásticos.

4. Clemente I (88-97)

Clemente era romano. Fue mártir. Fue elegido en el 88, y murió en


el 97. Fue exiliado por el emperador Trajano del Ponto, arrojado en el
mar con un áncora al cuello. Se afirma que restableció el uso de la
confirmación según el rito de san Pedro. Que fue quien estableció el
amen en las ceremonias religiosas.

5. Evaristo, Grecia (97-105)

Evaristo era griego. Fue elegido en el 105. Dice la iglesia que


debido a que los cristianos aumentaban, Evaristo dividió la ciudad en
parroquias. Que instituyó las primeras siete diaconías que confió a los
sacerdotes más ancianos y que dio origen al actual Colegio
Cardenalicio.

6. Alejandro I, Roma (105-115)

Alejandro era de origen romano. Elegido en el 105. Murió en el


115. Fue discípulo de Plutarco. Se le atribuye la institución del agua
bendita en las iglesias y en las casas, así como la disposición de que la
ostia fuera hecha exclusivamente con pan ácimo.

7. Sixto I, Roma (115-125)

Sixto era romano. Fue elegido en el 115, y murió en el 125. Fue


enterrado en la Acrópolis de Alatri (Frosinone). Afirma la iglesia que Sixto
prescribió que el retazo del cáliz fuese de lino y ordenó que el cáliz y
paramentos sagrados se tocaran solamente por los sacerdotes.
Estableció el canto del Trisagio antes de la Misa.

8. Telésforo, Grecia (125-136)

Telésforo era griego. Mártir, elegido en el 125. Murió en el 136. Se


afirma que Telésforo compuso el himno Gloria in Excelsis Deo e instituyó
el ayuno durante las siete semanas antes de Pascua. Que prescribió que
en la noche de navidad, cada sacerdote pudiese celebrar tres misas.
Que fue quien introdujo nuevas oraciones en la misa.
56

9. Iginio, Grecia (136-140)

Iginio era oriundo de Atenas. Mártir, elegido en 136. Murió en el


140. Se afirma que Iginio, estableció varias atribuciones del clero y
definió los grados de la jerarquía eclesiástica. Instituyó el padrino y la
madrina en el bautismo de los recién nacidos para guiarlos en la vida
cristiana. Decretó que las iglesias fueran consagradas.

10. Pío I, Aquileia (140-155)

Pío I nació en Aquilea, un lugar en Roma. Mártir, elegido en el 140.


Murió en el 155. Se le atribuye la fecha de la celebración de la Pascua
el domingo después del plenilunio de marzo. Se dice que también fijó
importantes normas para la conversión de los judíos. Que fue quien
combatió la herejía de Marción.

11. Aniceto, Siria (155-166)

Aniceto nació en Siria. Fue mártir, elegido en el 155. Murió en el


166. Se afirma que Aniceto promulgó un decreto que impedía al clero
dejarse crecer el cabello. Se afirma que confirmó definitivamente la
celebración de la Pascua en domingo, de acuerdo a la tradición de
San Pedro.

12. Sotero, Campania (166-175)

Sotero nació en Fondi. Mártir. Elegido en 166. Murió en el 175. La


iglesia lo define como el papa de la caridad. Que prohibió a las mujeres
quemar incienso en las reuniones de los fieles. Que confirmó que el
matrimonio es un sacramento y sin ningún valor si no ha sido bendecido
por un sacerdote.

13. Eleuterio, Grecia (175-189)

Eleuterio nació en Nicopoli en Epiro. Mártir. Elegido en el 175, y


murió en el 189. Mandó a Fugacio y Damián a evangelizar a los
bretones. Dice la iglesia que Eleuterio suprimió algunas costumbres
hebraicas sobre la pureza e impureza de las viandas a las cuales los
cristianos daban gran importancia.
57

14. Víctor I, África (189-199)

Víctor nació en África. Mártir. Elegido papa en el 189, y murió en


el 199. Se afirma que Víctor estableció, que para el bautismo en caso de
urgencia, se pudiese usar cualquier agua. La iglesia destaca a Víctor
por su memorable lucha contra los obispos del Asia y África, para que la
pascua se celebrase según el rito romano y no el hebraico.

15. Ceferino (199-217)

Ceferino nació en Roma. Mártir. Elegido en el 199. Murió en el 217.


Se dice que Ceferino estableció que los jóvenes después de los 14 años
hiciesen la comunión en la Pascua. Su pontificado se caracterizó por
duras luchas teológicas. Excomulgó a Tertuliano. Introdujo el uso de la
patena (plato dorado de oro o metal donde se pone la hostia), y del
cáliz de cristal.

16. Calixto I, (217-222)

Calixto nació en Roma. Mátir. Elegido papa en el 217, y murió en


el 222. La iglesia afirma que Calixto mandó construir las famosas
catacumbas de la Vía Appia donde fueron enterrados 46 papas desde
entonces (aunque no sé de donde salen los otros 30), y unos 200.000
mártires. Se afirma que fue bastoneado a muerte y luego arrojado a un
pozo donde hoy se alza la iglesia de Santa María en Trastevere.

17. Urbano I (222-230)

Urbano nació en Roma. Mártir. Elegido en el 222, y murió en el 230.


Dice la iglesia que Urbano I convirtió al cristianismo a Santa Cecilia en el
230, y que en el lugar del martirio hizo construir en Trastevere la Iglesia
donde reposan los restos de la santa patrona de los músicos. Que
Urbano I consintió que la Iglesia adquiriera bienes.

18. Ponciano (230-235)

Ponciano nació en Roma. Afirma la iglesia que Ponciano fue


elegido el 28 de agosto de 230, y que murió el 28, de noviembre en el
235. Que fue quien ordenó el canto de los Salmos y la recitación del
confiteor Deo antes de morir, igual que el uso del saludo Dominus
vobiscum (el Señor sea con vosotros). Deportado y condenado a las
minas en Cerdeña. Murió de sufrimientos en la isla de Tavolara.
58

19. Anterus, Grecia (235)

Anterus era de la Magna Grecia. Se afirma que Anterus fue


elegido el 21 de diciembre del 235. Sufrió el martirio por órdenes del
emperador Máximo, bárbaro de la Tracia. Anterus ordenó que las
reliquias de los mártires fuesen recogidas y conservadas en la iglesia en
un lugar llamado scrinium.

20. Fabián (236-250)

Fabián nació en Roma. Mártir. Según la iglesia fue elegido el 10 de


enero del.236, y murió el 20 de enero del 250. Afirma que una paloma
símbolo del Espíritu Santo se posó sobre su cabeza en el momento de su
elección. Que bajo su reinado (reinado implica que ya se daba poder
regio al papado), se verificó el éxodo de Roma a causa de las
persecuciones por parte de Decio. Que el éxodo dio inicio con los
anacoretas (persona retirada en lugar solitario para la meditación), la
vida eremita o de ermitaño.

21. Cornelio (251-253)

Cornelio nació en Roma. Mártir. Dice la iglesia que Cornelio fue


elegido en marzo del 251, y murió en junio del 253. Que bajo su
pontificado se efectuó el primer cisma con la elección del antipapa
Novaciano. Que luego en un concilio celebrado en Roma fue
excomulgado. Dice que Cornelio murió en exilio a Civitavecchia por no
haber sacrificado a los dioses paganos.

22. Lucio I (253-254)

Lucio nació en Roma. Mártir. Según la iglesia Lucio I fue elegido el


25 de junio del 253, y murió el 5 de marzo del 254. Que fue de rigurosas
costumbres. Que prohibió la cohabitación entre hombres y mujeres que
no fuesen consanguíneos. Luego, que impuso a los eclesiásticos de no
convivir con las diaconisas que les daban hospitalidad por sentimientos
caritativos.

23. Esteban I (254-257)

Esteban nació en Roma. Martir. Según la iglesia, Esteban fue


elegido el 12 de abril del 254, y murió el 2 de agosto del 257. Bajo su
pontificado se agudizaron las luchas cismáticas secuaces del antipapa
59

Novaciano. Fue decapitado durante una ceremonia religiosa en la


misma silla pontificia en las catacumbas de San Calixto.

24. Sixto II, Grecia (257-258)

Sixto era de origen griego. Mártir. Elegido en 257, murió en el 258.


La iglesia afirma que Sixto II, era de carácter bondadoso. Que solucionó
las discordias que habían atormentado a la Iglesia durante el reinado
de Cornelio, Lucio y Esteban. Que fue quien ordenó la traslación de los
restos de San Pedro y San Pablo. Durante el martirio de Cipriano empezó
a pronunciarse la exclamación Deo Grazias.

25. Dionisio (259-268)

Dionisio nació en Turio. Se afirma que fue elegido el 22 de julio del


259, y murió el 26 de diciembre del 268. Era el tiempo en que los
bárbaros se acercaban a las puertas del Imperio Romano. Que fue
elegido después de un año de la muerte de Sixto II debido a las
persecuciones. Que reorganizó las parroquias romanas y obtuvo de
Galieno libertad para los cristianos.

26. Félix I (269-274)

Félix nació en Roma. Se afirma que fue elegido el 5 de enero en el


269, y murió el 30 de diciembre del 274. Afirmó la divinidad y humanidad
de Jesucristo y las dos naturalezas distintas en una sola persona. Padeció
la persecución de Aureliano. Dice la iglesia que Félix I, estableció el
enterrar a los mártires bajo el altar y a celebrar la misa sobre sus
sepulcros.

27. Eutiquiano (275-283)

Eutiquiano nació en Luni. Mártir. Se afirma que fue elegido el 4 de


enero del 275, y murió el 7 de diciembre del 283. Ordenó que los mártires
fuesen cubiertos por la "dalmática" parecida al manto de los
Emperadores Romanos. Hoy constituye las vestiduras de los diáconos en
las ceremonias solemnes. La iglesia afirma que Eutiquiano instituyó la
bendición de la recolección de los campos.

28. Cayo Dalmacia (283-296)

Cayo nació en Salona (Dalmacia). Mártir. Se afirma que Cayo fue


elegido el 17 de diciembre del 283 y murió el 22 de abril del 296. Sufrió el
60

martirio pero no por parte de Diocleciano, sino por su tío. Igual se afirma
que Cayo estableció que ninguno podía ser ordenado obispo sin antes
pasar por los grados de ostiario, lector, acólito (monaguillo), exorcista,
subdiácono, diácono y sacerdote.

29. Marcelino (296-304)

Marcelino nació en Roma. Mártir. Se afirma que Marcelino fue


elegido el 30 de junio del 296, y murió el 25 de octubre del 304. La
persecución del Emperador Diocleciano alcanzó el máximo grado de
violencia quemando iglesias y textos sagrados. Dice la iglesia que
Marcelino fue una de sus víctimas, junto con Santa Lucía, Santa Inés,
Santa Bibiana, San Sebastián, y San Luciano.

30. Marcelo I (308-309)

Marcelo I Nació en Roma. Mártir. Se afirma que Marcelo fue


elegido el 27 de mayo del 308, y murió el 16 de junio del 309, después de
una vacante de cuatro años. Que durante su pontificado, se ocupó de
la difícil tarea de obtener el perdón para aquellos que durante las
persecuciones habían abjurado. Ningún concilio se podía celebrar sin su
autorización.

31. Eusebio, Grecia (309-309)

Eusebio nació en Casano jonico (de origen griego). Mártir. Se


afirma que Eusebio fue elegido el 18 de abril del 309. Que durante su
pontificado continuaron las polémicas sobre los apóstatas que llevaron
a la Iglesia al borde del cisma. Consiguió mantener posiciones firmes
pero actuó con gran caridad. Sufrió el martirio en Sicilia.

32. Melquiades o Miltiades, Africa (311-314)

Melquiades nació en África. De acuerdo a la iglesia, Melquiades


fue elegido el 2 de julio del 311, y murió el 2 de enero del 314. Vio junto
con el Emperador Constantino, el triunfo del cristianismo que después de
la visión "in hoc signo vices" (por este signo vencerás), se convirtió en
"religión oficial del estado" con Teodosio. En su pontificado empezó a
usarse el pan bendito. Construyó la basílica de San Juan.
61

33. Silvestre I (314-335)

Silvestre I nació en Roma. Dice la iglesia que Silvestre I, fue elegido


el 31 de enero del 314, y murió el 31 de diciembre del 335. Fue el primero
en ceñir la Tiara (mitra alta de tres coronas usada por los papas).
Celebró el primer Concilio Ecuménico de Nicea que formuló el "Credo".
Afirma la iglesia que Silvestre instituyó el domingo para recordar la
resurrección. Creó la "Corona Férrea" con un clavo de la Cruz. San Juan
se convirtió en Catedral de Roma.

34. Marcos (336-336)

Marcos nació en Roma. De acuerdo a la iglesia, Marcos, fue


elegido el 18 de enero del 336, y murió el 7 de octubre del 336.
Estableció que el papa debía ser consagrado por los obispos de Ostia.
Instituyó el "palio" (insignia pontificial), actualmente en uso y tejido con
lana blanca de cordero bendito y cruces negras. Fue con Marcos que
se hizo el primer calendario con las fiestas religiosas.

35. Julio I (337-352)

Julio I nació en Roma. Afirma la iglesia que Julio I fue elegido el 6


de febrero del 337, y murió el 12 de abril del 352. Fijó para la Iglesia de
Oriente la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre en vez del 6 de
enero, junto con la Epifanía (fiesta de adoración de los reyes. Epifanía
viene de “aparecer”). Se le considera el fundador del archivo de la
Santa Sede, porque ordenó la conservación de los documentos.

36. Iberio (352-366)

Iberio nació en Roma. La iglesia afirma que Iberio fue elegido el 17


de mayo del 352, y murió el 24 de noviembre del 366. Durante su
reinado, continuaron las polémicas con los arrianos que llevaron a la
elección del anti papa Félix II. Echó los primeros cimientos de la Basílica
de Santa María Mayor sobre el perímetro que él mismo trazó después de
una nevada el 5 de agosto.

37. Dámaso I, España (366-384)

Dámaso I nació en España. Se afirma que Dámaso fue elegido el


1 de octubre del 366, cerca de la muerte de su predecesor, y murió el
62

11de diciembre del 384. Fue un papa erudito. Autorizó el canto de los
salmos a dos coros (rito Ambrosiano), instituido por San Ambrosio. Fue
quien introdujo el uso de la voz hebraica "Aleluya". Hizo traducir del
hebreo las Sagradas Escrituras. Proclamó el 2ª Concilio Ecuménico.

38. Siricio (384-399)

Siricio nació en Roma. Según la iglesia, Siricio fue elegido el 15de


diciembre del 384, y murió el 26 de noviembre del 399. Que fue el
primero después de San Pedro, que adoptó el título de papa del griego
"Padre". Otros dicen que deriva del anagrama (transposición, o
trasplantar, letras para formar otras), de la frase "Petri-Apostoli-
Potestatem-Accipens" (Pedro- apóstol- potestad- recibida). Apoyó la
necesidad del celibato para los sacerdotes y diáconos.

39. Anastasio I (399-401)

Anastasio I nació en Roma. De acuerdo a la iglesia, Anastasio fue


elegido papa el 27 de noviembre del 399, y murió el 19 de diciembre del
401. Concilió los cismas entre Roma y la Iglesia de Antioquía. Combatió
tenazmente a los secuaces de costumbres inmorales convencidos de
que también en la materia se escondiese la divinidad. Prescribió que los
sacerdotes permaneciesen de pie durante el evangelio (o sea cuando
están predicando).

40. Inocencio I (401-417)

Inocencio I nació en Albano. Conforme a la iglesia, Inocencio I


fue elegido el 22 de diciembre del 401, y murió el 12 de marzo del 417.
Que durante su pontificado fue el saqueo de Roma por los godos de
Alarico. Estableció la observancia de los ritos romanos en Occidente, el
catálogo de los libros canónicos y reglas monásticas. Obtuvo de
Honorio la prohibición de las luchas en el circo entre gladiadores.

41. Zósimo, Grecia (417-418)

Zósimo era de origen griego (Masuraca). Se afirma que Zósimo fue


elegido papa el 18 de marzo del 417, y murió el 26 de diciembre del
418. Se historiza que Zósimo era de temperamento fuerte. Que reivindicó
el poder de la Iglesia contra las injerencias ajenas. Que era de alta
63

moral. Fue quien prescribió que los hijos ilegítimos no podían ser
ordenados sacerdotes. Envió vicarios para Galilea.

42. Bonifacio I (418-422)

Bonifacio I nació en Roma. De acuerdo a la iglesia, Bonifacio I, fue


elegido el 28 de diciembre del 418, y murió el 4 de noviembre del 422. La
intervención de Carlos de Ravenna señaló el principio de la
introducción del poder civil en la elección del Papa. Fue consagrado
papa siete meses después de ser elegido, por haberle sido contrapuesto
el antipapa Eulalio.

43. Celestino I (422-432)

Celestino I nació en Roma. Afirma la iglesia que Celestino fue


elegido el 10 de noviembre del 422, y murió el 27de julio de 432.
Proclamó el 3º Concilio Ecuménico en el que fueron condenadas las
herejías de Nestorio (que María no era la madre de Dios y que Jesús era
dos personas), patriarca de Constantinopla. Mandó a San Patricio a
Irlanda. Por primera vez se cita el "bastone pastorale".

44. Sixto III (432-440)

Sixto III nació en Roma. Se afirma que Sixto III, fue elegido el 31 de
julio del 432 y murió el 19 de agosto del 440. Amplió y enriqueció la
basílica de Santa María Mayor y San Lorenzo. Fue autor de varias
epístolas y mantuvo las jurisdicciones de Roma sobre Iliria contra el
Emperador de Oriente que quería hacerla depender de Constantinopla.

45. León I (el Grande, 440-461)

León I era italiano de Toscana. Según la iglesia, León I fue elegido


papa el 29 de noviembre del 440, y murió el 10 de noviembre del 461.
Fue llamado "El Grande" por la energía usada para mantener la unidad
de la Iglesia. Proclamó el 4º y 5º concilio Ecuménico. Definió el misterio
de la Encarnación. Por su cuenta y sin protección arrestó al "flagelo de
Dios" (Atila) camino a Roma.

46. Hilarión (461-468)


Hilarión nació en Caller. Según la iglesia, Hilarión fue elegido papa
el 19 de noviembre del 461, y murió el 29 de febrero del 468. Continuó la
acción política de su predecesor (no se aclara qué política, pero vale
64

consultar a la Enciclopedia Católica). Estableció que para ser


sacerdote, era necesaria una profunda cultura y que pontífices y
obispos no podían designar sus sucesores. Estableció un vicariato en
España.

47. Simplicio (468-483)

Simplicio nació en Tivoli. Conforme a la iglesia, Simplicio fue


elegido el 3 de marzo del 468, y murió el 10 de marzo del 483. Bajo su
pontificado ocurrió la caída del Imperio de Occidente y el cisma que
ocasionó la fundación de las iglesias de Armenia, Siria, Egipto (cristianos
coptos, de la palabra Copti o antiguo idioma egipcio). Regularizó la
distribución de las limosnas a los peregrinos y a las nuevas iglesias.

48. Félix III (ahora II) (483-492)

Félix III nació en Roma. Félix III o II, fue elegido el 13 de marzo del
483 según data la iglesia, y murió el 1 de marzo del 492. Trató de
establecer la paz en Oriente. Tuvo hijos, uno de los cuales fue el padre
del famoso San Gregorio Magno. Fue considerado erróneamente Félix II
un santo mártir.

49. Gelasio I, África (492-496)

Gelasio I nació en Roma, oriundo de África. De acuerdo a la


iglesia, Gelasio fue elegido el 1 de marzo del 492, y murió el 21 de
setiembre del 496. Instituyó el código para uniformar funciones y ritos de
varias Iglesias. Por su caridad fue llamado "Padre de los pobres".
Defendió la supremacía de la iglesia ante la del Rey. Introdujo en la misa
el "Kyrie eleison" (venida del Señor). Este fue uno de los papas que en el
495 promulgó un decreto que rechazaba la doctrina de la asunción de
María. La consideraba herética y herejes a sus proponentes.1

50. Anastasio II (496-498)

Anastasio nació en Roma. La iglesia afirma que Anastasio II fue


elegido el 24 de noviembre del 496, y murió el 19 de noviembre del498.
Intervino en la conversión de Clodoveo, rey de los Francos y de su

Mary Ann Collins, “Mary Worship”?,8.www.jesus-is-savior.com. La autora de este


1

artículo académico, es una ex monja.


65

pueblo. Fue débil con los cismáticos y fue acusado de herejía. Dante
Alighieri en su obra, lo puso en el Infierno.1

51. Símaco (498-514)

Símaco nació en Cerdeña. De acuerdo a la iglesia, Símaco fue


elegido el 22 de noviembre del 498, y murió el 19 de julio del 514.
Consolidó los bienes eclesiásticos, a los que llamó beneficios estables a
usufructo (derecho y provecho de las cosas sin dañarlas), de los clérigos.
Rescató todos los esclavos dándoles la libertad. Se le atribuye la primera
construcción del Palacio Vaticano.

52. Omisdas (514-523)

Omisdas nació en Frosinone (Italia). Dice la iglesia que Omisdas


fue elegido papa el 20 de julio del 514, y murió el 6 de agosto del 523.
Que durante su papado, San Benedicto fundó la orden de los
benedictinos, lo mismo que la célebre abadía de Monte Casino
destruida en 1944 por un bombardeo. Estableció que los obispados
fuesen otorgados no por privilegios. El papa Omisdas también rechazó
la doctrina de la asunción de María.2

53. Juan I (523-526)

Juan I nació en Populonia (Italia). Mártir. De acuerdo a la iglesia,


Juan I fue elegido el 13 de agosto del 523, y murió el 18 de mayo del
526. Coronó al Emperador Justiniano. Murió en la cárcel en Ravenna
encarcelado por el bárbaro Rey Teodorico, invasor de Italia. Fue el
primer papa que visitó Constantinopla.

54. Félix IV (ahora III) (526-530)

Félix IV nació en Benevento (Italia). Félix III hoy, fue elegido el 12


de julio del 526, y murió el 22 de setiembre del 530. Se reporta que
Teodorico lo nombró de manera arbitraria. Fue leal a la Iglesia, tanto
que el Rey ostrogodo lo repudió y lo desterró. A su muerte los cristianos
tuvieron libertad de culto.

1
Dante Aligihieri, The Dvine Comedy, Hell. vol. 1. Trans. Charles Elliot Norton (to James
Russell Llowell), 35, Canto XI.
http://www.pdfbooks.co.za/library/DANTE_ALIGHERI/DANTE_ALIGHERI-
THE_DIVINE_COMEDY_-_VOLUME_1_-_HELL.
Mary Ann Collins, “Mary Worship”?, 8.
2
66

55. Bonifacio II (530-532)

Bonifacio nació en Roma. Bonifacio II según la iglesia, fue elegido papa


el 22 de setiembre del 530, y murió el 17 de octubre del 532. De origen gótico
fue considerado "bárbaro y extranjero" por lo cual sus adversarios eligieron
como papa a Dioscoro. Hizo construir el Monasterio de Montecasino sobre el
Templo de Apolo.
CAPÍTULO 4
PAPAS DE LA EDAD MEDIA
(Siglos VI-XVI)

El papado de la edad media, se distinguió por varias


características y situaciones. Fue el tiempo del auge de poder universal
del papado. El pontífice llegó a ser el monarca del Santo Imperio. Fue el
periodo más oscuro y degradante de la cultura y la educación
europea. Así mismo fue el periodo de dominio de latifundios papales y
cuando éste era el juez de todo. Abajo la lista de ellos y algunas de sus
obras.

56. Juan II (533-535)

Juan II fue el primer papa en cambiarse el nombre. Su nombre de


bautismo era Mercurio. Nació en Roma. Conforme a la iglesia, Juan II,
fue elegido el 2 de enero del 533, y murió el 8 de mayo del 535. Se
llamaba Mercurio y fue el primer papa que cambió su nombre siendo el
suyo el de una divinidad pagana. Con un edicto de Atalarico el
pontífice fue reconocido jefe de los obispos de todo el mundo.

57. Agapito I (535- 536)

Agapito I nació en Roma. De acuerdo a la iglesia, Agapito fue


elegido el 13 de mayo del 535, y murió el 22 de abril del 536. Hizo una
visita misional a Constantinopla por deseo del rey de los godos para
apagar las intenciones del emperador Justiniano sobre Italia. Murió
envenenado por oscuros embrollos de la esposa del emperador,
Teodora, de religión eutiquiana (el logos asumió una sola naturaleza
después de la encarnación, y la divina absorbió a la humana.

58. Silverio (536-537)

Silverio nació en Frosinone (Italia). Mártir. La iglesia afirma que


Silverio fue elegido el 01 de junio del 536, y murió el 11 de noviembre del

67
68

537. Fue en ese tiempo cuando los ejércitos bizantinos de Justiniano a


las órdenes de Belisario entraron en Roma. El Papa fue exiliado en la isla
de Ponza, donde fue asesinado. Se vio obligado a renunciar al
pontificado.

59. Vigilio (537-555)

Vigilio nació en Roma. Se afirma que Vigilio fue elegido el 29 de


marzo del 537, y murió el 7 de junio del 555. Teodora lo obligó a no
anular las condenas a la teoría eutiquiana. Fue detenido mientras
celebraba la misa, y luego huyó. Proclamó el 5º concilio ecuménico.
Justiniano impuso la "Pragmática sanción" que limitaba la autoridad
papal sobre la fe.

60. Pelayo I (556-561)

Pelayo I nació en Roma. De acuerdo a la iglesia, Pelayo fue


elegido papa el 16 de abril del 556, y murió el 4 de marzo del 561. Su
elevación al pontificado fue bajo la influencia de Justiniano cuando ya
Italia era una provincia del Imperio bizantino. Permaneció fiel a los
principios de la ortodoxia católica. Mandó construir la iglesia de los
santos apóstoles en Roma.

61. Juan III (561-574)

Juan III nació en Roma. Según la iglesia, Juan III fue elegido el 17
de julio del 561, y murió el 13 de julio del 574. Dice la iglesia que Juan III
salvó a Italia de la barbarie ya que durante la desastrosa invasión
Longobarda, deseada por Narsete, llamó junto a él a todos los italianos
a fin de que se defendiesen contra la crueldad de los invasores.

62. Benedicto I (575-579)

Benedicto I nació en Roma. Conforme a la iglesia, Benedicto I fue


elegido el 2 de junio del 575, un año después de que la sede quedara
vacante. Afirma que murió el 30 de julio del 579. Trató inútilmente de
restablecer el orden en Italia y en Francia. Éstas sufrían las invasiones
bárbaras al punto de quedar ensangrentadas por discordias internas.
Benedicto I confirmó el V Concilio a Constantinopla.
69

63. Pelayo II (579-590)

Pelayo II nació en Roma, de origen gótico. Dice la iglesia que


Pelayo II, fue elegido el 26 de noviembre del 579, y murió el 7 de febrero
del 590. Mientras Roma estaba asediada por los lombardos pidió ayuda
a Constantinopla. Dispuso que cada día los sacerdotes rezasen el oficio
divino. Murió bajo una epidemia donde los afectados morían
bostezando y estornudando.

64. Gregorio I (el Grande, 590-604)

Gregorio I nació en Roma. La iglesia establece que Gregorio fue


elegido el 3 de noviembre del 590, y murió el 12 de marzo del 604.
Confirmó la autoridad civil del papa. ¿Cómo? Inició el "poder temporal".
La iglesia sigue en su aseveración de que al fin de la peste de Roma, un
ángel sobre la roca se le apareció a aquel papa. Después de esa
leyenda, ese lugar fue llamado castillo San Ángel. Gregorio se auto
declaraba "servus sevorum Dei" (sevrorum no conocida hoy; ¿siervo de
siervos?). Instituyó el canto gregoriano.

65. Sabino (604- 606)

Sabino nació en Blera (Italia). La iglesia asegura que Sabino fue


elegido el 13 de setiembre del 604, y murió el 22 de febrero del 606. La
silla de Pedro, estuvo vacante por medio año. Regularizó el sonido de
las campanas para indicar al pueblo las horas canónicas, el
recogimiento y la oración. Decretó que en las Iglesias se tuviesen las
lámparas siempre encendidas.

66- Bonifacio III (607)

Bonificacio III nació en Roma. Su breve periodo fue del 19 de


febrero, del 607, al 12 de noviembre del mismo año, cuando murió.
Prohibió de ocuparse de la elección del nuevo papa antes de que
hubiesen pasado tres días (hoy son 9, llamados "novendiali"), de la
muerte del predecesor. Estableció que el único obispo universal fuese el
de Roma, o sea el papa.

67. Bonifacio IV (608-615)

Bonifacio IV nació en Abruzzo (Italia). San Bonifacio, según la


iglesia, fue elegido el 25 de agosto del 608, y murió el 8 de mayo del 615.
Consagró al culto cristiano. Lo dedicó a María y a los santos. Ese templo
70

era antes pagano en tiempo de Agripa. Hizo lo mismo con el Pantheón,


instituyendo la fiesta de todos los Santos el 1º de Noviembre. Ordenó
mejoras morales y materiales para el clero menor.

68. Deusdedito o Adeodato I (615-618)

Adeudato I nació en Roma. Fue elegido el 10 de octubre del 615,


y murió el 8 de noviembre del 618. Dícese vía el Vaticano, que aquel
papa, con abnegación curó leprosos y apestados. Fue el primero en
imponer el timbre a la bula y decretos pontificios. Su timbre es el más
antiguo valor pontificio que se conserva en Vaticano.

69. Bonifacio V (619-625)

Bonifacio V nació en Nápoles. Los eligieron papa el 23 de


diciembre del 619, y murió el 25 de octubre del 625. Su pontificado
comenzó once meses después y se caracterizó por continuas luchas por
la corona de Italia. Bonifacio V Instituyó la "inmunidad de Asilo" para
quienes siendo perseguidos, buscaran refugio en la Iglesia. Fue durante
su pontificado el tiempo que Mahoma empezara a predicar.

70. Honorio I (625-638)

Honorio I nació en Capua. Honorio fue elegido el 25 de octubre


del 625, y murió el 12 de octubre del 638. Este papa envió misionarios a
casi todo el mundo. Instituyó la fiesta de la "Exaltación de la Santa Cruz"
el 14 de septiembre. Reparó los problemas en Oriente, y el cisma de
Aquilea por los "tres capítulos".1

71. Severino (640-640)

Severino nació en Roma. Fue elegido el 28 de mayo del 640, y


murió el 2 de agosto del 640. Tuvo que confrontar al emperador
bizantino Eraclio, por haber condenado el monotelismo (Cristo tenía una

1Aquilea era una ciudad al norte de Italia donde estaba el patriarcado de Roma. El
problema de los tres capítulos era un asunto de herejías. El emperador Justiniano trató
de imponerse en el concilio condenando como herejes a Teodoreto de Ciro,
Teodoreto de Mosuestia e Iba de Edesa por sus escritos de los “Tres Capítulos”. El papa
Virgilio fue encarcelado y enviado a Constantinopla. Los obispos del patriarcado de
Aquilea, aceptaron la interferencia y en un nuevo concilio en el 579 no aceptaron más
la autoridad de la iglesia romana y eligieron a Aquilea como el nuevo patriarcado
autónomo. Fulvio Escarcia, “Algunos aspectos de Italia en la Alta Edad Media.
Siglo IV-siglo X”(Escuela de Historia, UCV s.f.),7,
http://www.investigacioneshistoricaseuroasiaticas-
ihea.com/pb/aspectositaliaedadmedia.pdf , Accesado en Mayo, 2010.
71

sola voluntad). Para castigarlo, el Rey ordenó el saqueo de la iglesia de


San. Juan y el Palacio Laterano. Severino murió de inmenso dolor.

72. Juan IV, Dalmacia (640-642)

Juan IV nació en Dalmacia (hoy Croacia). Fue elegido papa el 24


de diciembre del 640, y murió el 12 de octubre del 642. Trató de disuadir
a los disidentes de Egipto de apartarse de Roma. Hizo trasladar a
Laterano a los mártires Venancio, Anastasio y Mauro. Trató de consagrar
28 sacerdotes y 18 obispos para estar seguro de la profundidad de su fe.

73. Teodoro I, Grecia (642-649)

Teodoro I nació en Jerusalén. Fue elegido el 24 de setiembre del


642, y murió el 14 de mayo del 649. Estableció un nuevo nombre de
“Soberano”, al de "Pontífice", que ya se tenía. Reorganizó la jurisdicción
interna del clero. Tuvo dificultades con Oriente y con el Emperador
Constanzo. Parece que murió envenenado.

74. Martin I (649-655) (exiliado Junio 17, 655)

Martín nació en Todi (Italia). Mártir. Fue elegido en julio del 649, y
murió el 16 de setiembre del 655. Condenó a los obispos de oriente
protegidos por el Emperador bizantino. Fue encarcelado y exiliado.
Murió en sus agonías en la isla de Cherso. En su tiempo inició la
celebración de la fiesta de la "Virgen Inmaculada", el 25 de marzo.

75. Eugenio I (654-657)

Eugenio I nació en Roma. Fue elegido el 10 de agosto del 654 y


murió el 2 de junio del 657. Fue elegido un año antes de la muerte de
Martín I. Se opuso a las intrigas del Emperador comunicando a todos los
países de Europa el triste fin de su predecesor. Este papa fue el que
estableció que los sacerdotes estaban obligados a observar la castidad.

76. Vitaliano (657-672)

Vitaliano nació en Segni (Italia). Fue elegido el 30 de julio del 657,


y murió el 27 de enero del 672. Fue Vitaliano quien envió nuncios a
Galilea, España e Inglaterra. Aquel papa fue el primero en normalizar el
72

sonido litúrgico del órgano usándolo en las ceremonias religiosas. En el


671 los longobardos se convirtieron al cristianismo.1

77. Adeodato II (672-676)

Adeonato II nació en Roma. Fue elegido el 11 de abril del 672, y


murió el 17 de junio del 676. Apoyado por misionarios, Adeadato II logró
convertir al catolicismo romano a los Moronitas, pueblo fuerte de origen
armeniano-siriaco. Fue el primero en usar en las lecturas la fórmula
"Salute ed apostólica benedizione".

78. Dono (676-678)

Dono nació en Roma. Dono fue elegido el 2 de setiembre del 676,


y murió el 2 de abril del 678. En su mandato papal logró el cese del
cisma de Ravenna. Animó a los obispos a cultivar las iniciadas escuelas
de Treviri en Galilea, y de Cambridge en Inglaterra.

79. Agatón (678- 681)

Agatón nació en Palermo (Italia). Agatón fue elegido el 27 de


junio del 678, y murió el 10 de enero del 681. Tuvo relaciones con los
obispos ingleses y puso a Irlanda como centro de cultura. Organizó el 6º
Concilio Ecuménico. Se le dio el título de "Taumaturgo" por los
numerosos milagros que operó (dice la iglesia de Roma).

80. León II (682-683)

León II nació en Sicilia. Fue elegido el 17 de agosto del 682, y


murió el 3 de agosto del 683. Aquel papa celebró las ceremonias
sagradas para que los fieles fuesen cada vez más conscientes de la
majestad de Dios. Fue quien instituyó la aspersión del agua bendita
(asevera la iglesia), en las ceremonias religiosas y sobre el pueblo.

81. Benedicto II (684-685)

Benedicto II nació en Roma. Fue electo papa el 26 de junio del


684, y falleció el 8 de mayo del 685. Restableció la inmunidad de asilo
que las sectas (no se aclara cuáles sectas o por qué le llamaban así), en
1
El lector puede acudir a la historia de los Longobardos en varias fuentes existentes, y
en otras en España. Ver en Hector R. Francisco, La Historia de los Longobardos, vol. 82
(Scielo: Buenos Aires, 2008),1-3. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?sci_arttext.
Accesado en mayo del 2010.
73

lucha no respetaban matando a sus adversarios. Logró desligar a la


Iglesia del poder del emperador que había sido introducido por
Justiniano.

82. Juan V Siria (685-686)

Juan V nació en Antioquía (Siria). Fue elegido el 23 de julio del 685,


y murió el 2 de agosto del 685. Aquel papa fue elegido por interferencia
de la Corte de Bizancio. Puso orden en las diócesis de Cerdeña y de
Córcega concediendo solo a la santa sede (como le llama la iglesia), el
derecho de nombrar los obispos de la isla.

83. Conono (686-687)

Canono nació en Tracia (hoy Bulgaria). Conono fue elegido el 21


de octubre del 686, y murió el 21 de setiembre del 687. El periodo de
aquel papado fue muy agitado debido a la profunda anarquía que
reinaba en la iglesia. A menudo fue razón de atentados por parte de
quienes respaldaban al emperador bizantino. La iglesia dice creer que
murió envenenado.

84. Sergio I, Siria (687-701)

Sergio nació en Antioquía. Fue electo papa el 15 de diciembre del


687 y murió el 8 de setiembre del 701. Fue nombrado después de dos
antipapas. Aquel papa intentó terminar con el cisma surgido en la
misma Roma, y logró el cese de Aquilea. Introdujo en la liturgia el canto
del "Agnus Dei".

85. Juan VI (Grecia, 701-705)

Juan VI nació en Éfeso. Fue elegido el 30 de octubre del 701, y


murió el 11 de enero del 705. En ese tiempo el papado vivió momentos
difíciles. Fue el tiempo del rechazo en Oriente y en España por los Turcos
sarracenos. Juan VI, defendió los derechos de la Iglesia ante el
emperador de Oriente y rescató muchos esclavos.

86. Juan VII (Grecia, 705-707)

Juan VII nació en Rossano en Calabria (Italia). Fue elegido el 1 de


marzo del 705, y murió el 18 de octubre del 707. Se opuso al emperador
Justiniano II, por sus matanzas. Aquellas obligaron más y más a los
pueblos latinos y a los italianos a separarse del Imperio de oriente.
74

87. Sisino, Siria (708-708)

Sisino nació en Siria. Fue electo papa el 15 de enero del 708, y


murió el 4 de noviembre de aquel año. Debido a su breve pontificado
no hizo obras importantes. Se ocupó de la restauración de las murallas
de Roma a causa del asedio por parte de los Longobardos y
Sarracenos.

88. Constantino, Siria (708-715)

Constantino nació en Siria. Fue electo al papado el 25 de marzo


del 708, y murió el 9 de abril del 715. Respaldado por Bisancio logró
pacificar en parte a la Iglesia y el Imperio. Animó a los cristianos de
España contra los infieles (no se dice qué tipo de infidelidad). Como
acto de obediencia inicia el "beso de los pies" bronce del apóstol Pedro.

89. Gregorio II (715-731)

Gregorio II nació en Roma. Fue elegido el 19 de mayo del 715, y


falleció el 11 de febrero del 731. En ese tiempo la iglesia pasó problemas
con el Edicto de Constantinopla que prohibía el culto de las imágenes
ordenando su destrucción. Las provincias de Italia se sublevaron contra
el ejército de León III. En marcha hacia Roma, fueron expulsados los
iconoclastas.

90. Gregorio III, Siria (731-741)

Gregorio III nació en Siria. Fue elegido el 18 de marzo del 731, y


murió el 28 de marzo del 741. Invocó la ayuda armada de Carlos
Martello, Rey de los Francos, contra los Longobardos. Desde entonces
apareció el título de "Cristianismo" adoptado después por todos los
Reyes franceses. Las limosnas fueron llamadas "óbolo de San Pedro".

91. Zacarías, Grecia (741-752)

Zacarías nació en Calabria. Zacarías fue elegido el 10 de


diciembre del 741, y murió el 22 de marzo del 752. Enfrentó a Rachis
duque de Friuli que buscaba ocupar toda Italia. Después se hizo
consagrar monje. Nombró a Pepino el Breve como Rey de los Francos.
Esta fue la primera investidura de un soberano por parte de un pontífice.
75

92. Esteban II (III) (752-757)

Esteban II (III) reinó un solo día (23.3). En tanto el segundo fue


elegido el 26 de marzo del 752 y, murió el 26 de abril del 757. Por lo que
dice la iglesia, Esteban II fue muy bien recibido, tanto que fue llevado en
triunfo a hombros. Desde entonces se practica lo que es la silla
gestatoria. En Canino (Viterbo) existe una campana de aquella época
que se dice fue donada por Esteban.

93. Pablo I (757-767)

Pablo I nació en Roma. Fue elegido el 29 de mayo del 757, y murió


el 28 de junio del 767. Estuvo a favor de la unión con la iglesia griega.
Visitaba las cárceles y rescataba los detenidos condenados por deudas.
Descubrió los restos de Petronila, una santa del catolicismo, que según
la leyenda fue hija de San Pedro.

94. Esteban III (IV) (768-772)

Esteban III (IV) nació en Sicilia. Su elección fue el 7 de agosto del


768. Falleció el 24 de enero del 772. A aquel papa le precedieron dos
antipapas. Fue quien, impuso inmediatamente el orden que aquellos
habían establecido. Según la iglesia, Esteban III, corrigió a Carlo Magno
Rey de los Francos y ayudó a los cristianos de Palestina.

95. Adrián I (772-795)

Adrián I nació en Roma. Fue elegido el 9 de febrero del 772, y


falleció el 25 de diciembre del 795. Restauró las murallas de Roma y los
antiguos acueductos. Fue Adrián I quien levantó la estatua de oro de la
tumba de Pedro y el enlosado de plata puesto delante del altar de la
confesión. Convocó el 7º Concilio Ecuménico.

96. León III (795-816)

León III nació en Roma. León III fue elegido el 27 de diciembre del
795, y murió el 12 de junio del 816. Aquella fue una coronación histórica
respecto al Sacro Imperio. Esa coronación fue la de Carlo Magno
celebrada en San Pedro en la noche de Navidad del 800. De allí en
adelante se reconstituyó el imperio de occidente llamado Sacro Imperio
Romano. León III fundó la Escuela Palatina de la cual trae origen la
Universidad de París.
76

97. Esteban IV (V) (816-817)

Esteban IV (V) nació en Roma. Esteban subió al tono papal el 22


de junio del 816, y falleció el 24 de enero del 817. Trató de evitar luchas
internas instituyendo el juramento al emperador bajo reserva de la fe al
Papa. Consagró emperador a Ludovico rey de los Francos y su esposa
Ermengarda Reims.

98. Pascual I (817-824)

Pascual I nació en Roma. Pascual I fue elegido papa el 25 de


enero del 817, y murió el 11 de febrero del 824. Recién elegido recibió
como regalo por parte de Ludovco II, el Pío, las islas de Córcega y
Cerdeña. Trabajó en el descubrimiento de las catacumbas y trasladó a
más de 2300 cuerpos. Ayudó contra los Sarracenos a los cristianos de
Palestina y España.

99. Eugenio II (824-827)

Eugenio II nació en Roma. Subió a la silla papal el 11 de mayo del


824, y murió el 27 de agosto del 827. El Vaticano le atribuye a Eugenio, la
institución de los seminarios. Formó una comisión para la actuación de
los cánones y leyes. De ello se originó la que hoy es la Curia Romana.

100. Valentín (827-827)

Valentín nació en Roma. Recibió la elección papal 1º de enero


del 827, y falleció el 16 de setiembre del 827. Afirma la cúpula papal
que Valentín tuvo el cariño del pueblo, así como de la nobleza y clero.
Ello se debió, dice la iglesia, a su pureza. Además afirma que el
comienzo de su breve pontificado gozó de grandes manifestaciones de
júbilo por su carácter bondadoso.

101. Gregorio IV (827-844)

Gregorio IV nació en Roma. Gregorio fue elegido el 20 de


setiembre del 827, y murió el 11 de enero del 844. Organizó una
poderosa armada que al mando del Duque de Toscana derrotó por
bien cinco veces a los sarracenos en África. Estos, desembarcaron en
Italia, destruyeron Civitavecchia, Ostia y amenazaron Roma.
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102. Sergio II (844-847)

Sergio II nació en Roma. Fue electo papa en enero del 844, y


falleció el 27 de enero del 847. Bajo su pontificado los sarracenos
asediaron Roma, saquearon la Iglesia de San Pablo, entre otras. Durante
su periodo, los turcos fueron derrotados definitivamente en Gaeta.
Recompuso los escalones de "Pretorium" (Escalera Santa).

103. León IV (847-855)

León IV nació en Roma. Fue elegido el 10 de abril del 847, y murió


el 17 de julio del 855. Fue el primer papa que estableció la fecha sobre
los documentos oficiales. Edificó las murallas que delimitan la "Ciudad
Leonina" alrededor de la colina Vaticana.

104. Benedicto III (855-858)

Benedicto III nació en Roma. Fue elegido el 29 de setiembre del


855, y murió el 17 de abril del 858. Dice el relator del papado que
Benedicto III, fue amado por el pueblo por sus virtudes. Pero al igual, el
emperador y el anti papa Anastasio (papa por un mes), le pusieron
obstáculos en su función. Intentó reunir todas las sectas en la lucha
contra los sarracenos.

105. Nicolás I (el Grande, 858-867)

Nicolás I nació en Roma. Su elección inició el 24 de abril del 858, y


falleció el 13 de noviembre del 867. Tras algunas disputas con el
Emperador Ludovico II, organizó junto con éste una armada contra los
sarracenos. Defendió exhaustivamente la libertad de la Iglesia contra
Forzio. Fijó la fiesta de la Asunción al 15 de agosto.

106. Adrián II (867-872)

Adrián II nació en Roma. Fue elegido el 14 de diciembre del 867, y


falleció el 14 de diciembre del 872. El analista del archivo destaca a
Adrián con la coronación de Alfredo el Grande Rey de Inglaterra
(primer soberano inglés bendecido en Roma). Buscó serenar los
desacuerdos entre los pueblos católicos. Convocó el 8º Concilio
Ecuménico.
78

107. Juan VIII (872-882)

Juan VIII nació en Roma. Juan VIII fue elegido el 13 de diciembre


del 872, y murió el 16 de diciembre del 882. Luchó junto al pueblo de
Roma contra los sarracenos derrotándolos en Terracina. Después de la
coronación de Carlos el Grueso, no consiguió la ayuda que aquel le
había prometido. Así aquel papa fue derrotado por los árabes. Tuvo que
pagar gran suma tributaria a aquellos.

108. Marino I (882-884)

Marino I nació en Galese (Roma). Fue elegido el 16 de diciembre


del 882, y murió el 15 de mayo del 884. Mantuvo gran presión sobre
Basilio a emperador de Oriente contra los cismáticos (¿a quiénes se
llama cismáticos?, no se aclara). La iglesia cree que Marino murió, al
parecer envenenado, después de haber querido apaciguar las
desavenencias italianas.

109. Adrián III (884-885)

Adrián III nació en Roma. El papa Adrián III fue elegido el 17 de


mayo del 884, y murió en setiembre del 885. No más ascendió al trono,
confirmó todo a su alcance contra el Emperador Fazio, como habían
hecho sus antecesores. Fue invitado por Carlos el Grueso a trasladarse a
Francia, donde murió durante el viaje a San Cesario.

110. Esteban V (VI) (885-891)

Esteban V (VI) nació en Roma. Esteban V fue elegido en setiembre


del 885, y falleció el 14 de setiembre del 891. Al conocerse su elección
se refugió en su casa, pero la puerta fue derribada. Ya en manos de los
electores, fue llevado al trono de San Pedro. Prohibió la prueba del
fuego y del agua en los juicios. Favoreció las artes.

111. Formoso (891-896)

Formoso nació en Ostia (Italia). Aquel papa fue elegido el 6 de


octubre del 891, y murió el 4 de enero del 896. Fue excomulgado
cuando era cardenal por Juan VIII por haber coronado rey de Italia a
Arnolfo, quien después se convirtió en el emperador de Alemania. Ese
papa fue quien tuvo que ver con la evangelización de los búlgaros.
79

112. Bonifacio VI (896)

Bonifacio VI nació en Roma. Le eligieron papa en abril del 896, y


falleció en el mismo mes. Ascendió al trono papal gracias al respaldo
de los opositores del papa Formoso. Su muerte llegó 15 días después. La
sede pontificia estaba en poder de los grandes feudatarios de Italia.

113. Esteban VI (VII) (896- 897)

Esteban VI (VII) nació en Roma. Subió al reinado el 22 de mayo del


896, y murió en agosto del 897. Sujeto a las luchas internas, mandó a
exhumar el cadáver del papa Formoso y lo tiró al río después de un
proceso injusto. Luego padeció una insurrección popular por la que fue
arrestado y estrangulado en la cárcel.

114. Romano (897)

Romano nació en Galese (Roma). Lo eligieron papa en agosto


del 897, y falleció noviembre del mismo año. Su primera acción fue
rehabilitar la memoria del papa Formoso. Luego confirmó a Gerona el
dominio sobre la isla de Mallorca y Menorca. Después murió
envenenado.

115. Teodoro II (897)

Teodoro II nació en Roma. Fue elegido papa en diciembre del


897, y murió en el mismo mes. Fue papa por 20 días. Durante eso micro
tiempo, depuso el cuerpo del papa Formoso, hallado en el Tíber, en
Vaticano.1 Murió repentinamente, como se cree, por envenenamiento.

116. Juan IX (898-900)

Juan IX nació en Tivoli (Italia). Juan IX fue elegido en enero del


898, y murió en enero del 900. Fue él quien restableció la supremacía de
la Iglesia sobre todos los territorios, incluyendo Roma. Se las arregló para
impedir nuevas luchas. Luego reestableció la intervención imperial sobre
la consagración de los pontífices.

1
El Tíber es el río más largo de Italia, que atraviesa el Vaticano, (al Vaticano se le llama
la ”Ciudad Eterna”). “Río Tiber”, http://www.niccolomaffeo.es/roma/tiber.htm.
Accesado en mayo 2010.
80

117. Benedicto IV (900-903)

Benedicto IV nació en Roma. Fue elegido el 1º de febrero del 900,


y murió en julio del 903. Aunque imperaba la corrupción, pudo
conservar a la santa sede (como le llama la iglesia), su integridad. Se
empeñó a aplicar la justicia a pesar del odio acervado que había.
Consagró a Ludovico de Borgoña, emperador de Roma.

118. León V (903)

León V nació en Ardea. Fue elegido papa en julio del 903, y murió
en septiembre del mismo año. Fue enviado a prisión tras un negativo
ambiente de caos. Luego fue asesinado. Su cuerpo fue quemado y las
cenizas echadas en el Tíber.

119. Sergio III (904-911)

Sergio III nació en Roma. Elegido papa el 29 de enero del 904, y


murió el 14 de abril del 911. Hizo reconstruir la Basílica de San Juan en
Laterano, la que había sido destruida por un incendio. Reivindicó y
defendió los derechos de la Iglesia (la iglesia católica siempre tuvo
latifundios), contra los feudatarios. En las medallas de este pontífice está
esculpida por primera vez la "tiara".

120. Anastasio III (911-913)

Anastasio III nació en Roma. Subió a la silla papal en abril del 911,
y falleció en junio del 913. Durante el dúo de años que fue papa, hizo
poco debido a luchas intestinas. Sufrió las presiones de Berengario. Igual
que cantidad de papas, murió envenenado.

121. Landón (913-914)

Landón nació en Sabina. Le eligieron papa en junio del 913, y


después murió en febrero del 914. Subió al trono papal por intriga de
una de las varias sectas (no se alude a la secta, si es que lo era). Murió
misteriosamente después de haber conseguido establecer la armonía
entre tantas luchas interiores (es lo que se dice).
81

122. Juan X (914-928)

Juan X nació en Tossignano (Italia). Fue elegido papa en marzo


del 914, y murió en mayo del 928. Su nombramiento se produjo tras
cantidad de líos, lo que él mismo desaprobara. Peleó contra los
Sarracenos derrotándolos dolorosamente cerca de Garillano. La iglesia
reporta que fue asesinado en la cárcel por no querer participar en
deshonestas tramas.

123. León VI (928)

León VI nació en Roma. Elegido papa en mayo del 928, y


fallecido en diciembre del 928. Fue elegido por voluntad de la potente
Marozia. Se esmera la iglesia en decir que aquel papa hizo cuanto pudo
por llevar la paz a Roma. Luchó contra los Sarracenos y los feroces
húngaros. Hizo resurgir las artes, el comercio y la industria.

124. Esteban VII (VIII) (928-931)

Esteban VII nació en Roma. Le eligieron papa en diciembre del


928, y murió en febrero del 931.Fue elegido a causa de las intrigas de los
condes de Tuscolo mientras en Roma gobernaba Marozia, marquesa de
Tuscia. Respaldó a los monasterios de San Vicente al Volturno y a los dos
conventos en Galia.

125. Juan XI (931-935)

Juan XI nació en Roma. Aquel papa fue elegido en marzo del


931, y falleció en diciembre del 935. Tuvo el deseo de apaciguar los
grandes conflictos en su propia familia, pese a que fue elegido con la
ayuda de ésta misma. Deploró el libertinaje. Murió a los 28 años después
de muchas tribulaciones.

126. León VII (936-939)

León VII nació en Roma. Fue elegido en marzo del 936, y murió el
13 de julio del 939. Reformó y reorganizó el monaquismo (monasticismo),
haciendo reedificar el antiguo Cenobio cerca de la Iglesia de San Pablo
fuera de las murallas de Roma. Envió cartas a los obispos de Francia y
Alemania contra el fenómeno de los brujos y adivinos.
82

127. Esteban VIII (IX) (939-942)

Esteban VIII (IX) nació en Roma. Aquel papa fue elegido el 14 de


julio del 939, y falleció octubre del 942. Ayudó a Luis IV de Oltremare
contra la insurrección de los súbditos francos. Trató de inculcar los sanos
principios del Evangelio a los poderosos de Oriente y Occidente. Afirma
la iglesia que Esteban VIII, sufrió las tiranías de Alberico II.

128. Marino II (942-946)

Marino II nació en Roma. Fue elegido el 30 de octubre del 942 y


murió en mayo del 946. Afirma la iglesia que Marino II dejó un legado de
vida perfecta en un período muy atormentado. Que impulsó las artes,
reorganizó las asociaciones e instauró Roma como capital moral.
Modificó las reglas de algunas órdenes eclesiásticas.

129. Agapito II (946-955)

Agapito II nació en Roma. Agapito II fue elegido el 10 de mayo


del 946, y murió en octubre del 955. Se esmeró en vano por levantar las
condiciones morales del clero. Luego con la ayuda de Oton I de
Alemania, pacificó en parte a Italia. En su tiempo el rey Aroldo de
Dinamarca, abrazó el cristianismo.

130. Juan XII (955-964)

Juan XII nació en Roma. Elegido el 16.XII.955, murió el 14.V.964.


Temerario y audaz reivindicó los derechos temporales de la Iglesia.
Reconstruyó el Sacro Imperio Romano, coronando a Oton I de Alemania
del cual sufrió más tarde la deposición. Con el diploma de Oton I se
crearon los "Obispos-Contes".

131. León VIII (963-965)

León VIII nació en Roma. Fue elegido el 6 de diciembre del 963, y


murió el 1º de marzo del 965. Fue elegido como antipapa por Oton I,
después de varias disputas con el predecesor y con el sucesor
Benedicto V. León VIII, prohibió a los laicos de entrar en el presbiterio
durante las funciones solemnes (espacio dentro de la capilla, que se
halla antes del altar mayor).1

“Presbiterio”, Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Presbiterio_(arquitectura),


1
83

132. Benedicto V (964-966)

Benedicto V nació en Roma. Fue elegido el 22 de mayo del 964, y


murió el 4 de julio del 966. Otón I, lo exilió en Hamburgo hasta la muerte
de León VIII. A la muerte del antipapa, Oton I, reconoció su investidura
bajo presiones de los francos y romanos. Murió en Hamburgo con fama
de santidad, redacta la iglesia.

133. Juan XIII (965-972)

Juan XIII nació en Roma. Le eligieron el 1º de octubre del 965, y


falleció el 6 de setiembre del 972. Fue enviado a prisión por partidarios
de una corriente diversa por unos diez meses. Luego fue liberado con la
ayuda de Oton I, que difundió el cristianismo en Polonia y en Bohemia.
Juan XIII Introdujo el uso de bendecir y dar un nombre a las campanas.

134. Benedicto VI (973-974)

Benedicto VI nació en Roma. Fue elegido el 19 de enero del 973, y


murió en junio del 974. Tras la muerte de Oton I se desencadenó la secta
anti alemana (no se dice cuál), que conquistó después de un duro
asedio, el castillo de San Ángel. Aquella secta lo encarceló y lo mandó
asesinar. Dice la iglesia que Benedicto VI convirtió al cristianismo al
pueblo húngaro.

135. Benedicto VII (974-983)

Benedicto VII nació en Roma. Elegido en el X.974, y murió el


10.VII.983. Hombre de gran inteligencia, trató de reprimir los abusos y la
ignorancia que reinaban en Italia y en el mundo cristiano. Dio un gran
impulso a la agricultura.

136. Juan XIV (983-984)

Juan XIV nació en Pavia. Juan XIV fue elegido en diciembre del
983, y murió el 20 de agosto del 984. Se le destaca como papa
enérgico, de buenas cualidades. Le eligieron tras dolorosas intrigas.
Volviendo a Roma, Francone lo mandó detener y murió de hambre en
la cárcel del Castillo de S. Ángel.
84

137. Juan XV (985-996)

Juan XV nació en Roma. Elegido papa en agosto del 985, y


fallecido en marzo del 996. Como otros papas, padeció bajo un
ambiente negativo preñado de egoísmos del tiempo. Tuvo que
refugiarse en Toscana. Terminó con las discordias que habían aparecido
en la iglesia de Reims. Fue el primer Papa que inicia un proceso de
canonización de un santo, llamado Ulderico.

138. Gregorio V, Saxon (996-999)

Gregorio V nació en Sajonia. Gregorio fue elegido el 3 de mayo


del 996, y murió el 18 de febrero del 999. Debido a que fue obligado a
refugiarse en Pavia Crescencio, nombró al antipapa Juan XVII que reinó
casi un año. Instituyó la conmemoración de los difuntos. Trasladó la
imagen de Santa María la Nueva, a Roma, así como el cuerpo de
Santa Lucila.

139. Silvestre II, Francia (999-1003)

Sivestre II nació en Alvernia (Francia). Fue elegido el 2 de abril del 999, y


murió el 12 de mayo del 1003. Trató de poner fin a las malas costumbres.
Muy inteligente, introdujo el uso de los números árabes. Su pontificado
fue más allá del famoso año 1000, que se creía era el inicio de un "juicio
universal". Es decir, no se pasa más allá del 1000.

140. Juan XVII (1003)

Juan XVII nació en Roma. Elegido en el VI.1003, y murió en el


XII.1003. Elegido en un período de grandes desórdenes producidos por
la muerte de Oton III de Alemania. De su breve pontificado faltan datos
dignos de importancia.

141. Juan XVIII (1004-1009)

Juan XVIII nació en Roma. Fue elegido en enero de1004, y murió


en julio de 1009. Logró la unión de la Iglesia griega con la latina por un
breve periodo. Se esmeró por la evangelización de los bárbaros y los
paganos. Instituyó el obispado de Bramberga.
85

142. Sergio IV (1009-1012)

Sergio IV nació en Roma. Elegido el 31 de julio de1009, y murió el


12 de mayo de 1012. Este papa cambió su nombre, debido a que se
llamaba Pedro (los papas no usan ese nombre ya que Pedro para ellos
fue el apóstol, el primer papa o pontífice). Conservó buenas relaciones
con los emperadores de Oriente y Occidente. Trató de establecer el
orden moral entre los obispos y abad, pero poco logró. Salvó de la
destrucción el Santo Sepulcro.

143. Benedicto VIII (1012-1024)

Benedicto VIII nació en Roma. Fue elegido el 18 de mayo de 1012,


y murió el 9 de abril de 1024. Tuvo cantidad de contiendas por lo que
pidió respaldo de Enrique II que se hizo coronar en Roma. Emitió leyes
contra la simonía y el duelo. Benedicto VIII, prohibió el matrimonio a los
clérigos.

144. Juan XIX (1024-1032)

Juan XIX nació en Roma. Fue elegido en mayo de 1024, y murió


en 1032. Coronó emperador en Roma a Corrado II de Alemania.
Rechazó las exigencias de la corte de Bisancio. Protegió a Guido d'
Arezzo, inventor de las 7 notas musicales cuyos nombres son las primeras
sílabas de un salmo.

145. Benedicto IX (1032-1044)

Benedicto IX nació en Roma. Fue elegido en el1032, y luego


depuesto en el 1044. Subió al trono papal a los 12 años. Se impuso al Rey
de Bohemia de trasladar a Praga las reliquias de San Adalberto. Se
refugió en el Monasterio de Grottaferrata. Benedicto IX, fue elegido
papa tres veces.

146. Silvestre III (1045)

Silvestre III nació en Roma. Silvestre III, fue elegido el 20 de enero


del 1045, y murió el 10 de febrero del 1045. No reinó siquiera un mes.
Sustituyó por poco tiempo a Benedicto IX porque aquel lo excomulgó
como antipapa. Sin embargo los numerosos conflictos, no impidieron
que la Iglesia lo reconociera pontífice legítimo. No se conoce como
murió.
86

147. Benedicto IX (segundo período) (1045-1045)

Benedicto IX fue elegido por segunda vez el 10 de abril del 1045.


Luego renunció en enero del mismo año. Después de 20 días fue
nuevamente alejado por motivos de intereses económicos, políticos y
por corrupción. Era la época medieval (la Edad Oscura, llamada
también en la historia.)

148. Gregorio VI (1045-1046)

Gregorio VI nació en Roma. Fue elegido el 5 de mayo del 1045 y


murió el 20 de diciembre del 1046. Fue aquel quien destituyó al
problemático Benedicto IX. En persona encabezó un ejército para
defenderse de los invasores. Luego tuvo que abdicar. Se le atribuye la
primera institución del ejército pontificio.

149. Clemente II, Sajonia (1046-1047)

Clemente II nació en Sajonia. Fue elegido el 25 de diciembre del


1046, y murió el 9 de setiembre del 1047. Envuelto en tensiones por la
potencia obtenida de los obispos-contes, provocó las luchas con sus
súbditos. Pudo vencer la resistencia del obispo Ariberto de Milán.
Canonizó en Alemania a San Viborata mártir de Hungría.

150. Benedicto IX (tercer período) (1047-1048)

Benedicto IX fue elegido por tercera vez el 8 de noviembre del


1047, y renunció el 17 de julio del 1048. Tras ocho meses, renunció al
pontificado bajo la consejería de Bartolomeo. Se arrepintió de su
insosegada vida, y se hizo monje de San Basilio en Grottaferrata donde
murió y está enterrado.

151. Dámaso II, Bavaria (1048)

Dámaso II nació en Baviera. Fue elegido el 17 de julio del1048, y


murió el 9 de agosto de ese año. Reemplazó a Benedicto IX por decisión
del emperador Enrique III de Alemania, después que Aliardo obispo de
Lyon renunció a la tiara. Se retiró a Palestrina donde murió.

152. León IX, Alsacia (1049-1057)

León IX nació en Lorena (Italia). Fue elegido el 12 de marzo del


1049, y murió el 18 de abril del 1057. Fue elegido por libre voluntad del
87

clero y el pueblo romano. Al llegar a Roma se dispuso ingresar descalzo


como señal de humildad. Excomulgó a Miguel Cerulario que creó el
cisma de la Iglesia griega-latina. Aquella iglesia aún existía.

153. Víctor II, Suavia (1055-1057)

Víctor II nació en Baviera (Italia). Fue elegido el 16 de abril del


1055, y murió el 28 de junio del 1057. Su elección se produjo un año
después de que la sede había estado vacante. Recibió la abjuración
de Berengario. Bendijo a Enrique III cuando aquel agonizaba. Igual que
el papa anterior, Víctor II, hizo prosperar a la iglesia (dice la iglesia).

154. Esteban IX (X), Francia (1057-1058)

Esteban IX (X) nació en Lorena. Su elección se produjo el 3 de


agosto del1057, y falleció el 29 de marzo del1058. Temprano desde su
elección, se interesó en levantar la conducta moral del clero. Eligió
ilustres e insignes consejeros que lo asistieron políticamente. Prohibió el
matrimonio entre consanguíneos.

155. Nicolás II, Francia (1059-1061)

Nicolás II nació en Borgoña. Fue elegido el 24 de enero del 1059, y


murió el 27 de julio del 1061. Convocó en Roma un Sínodo donde se
prohibió la investidura de los obispos sin autorización del Papa. Además,
allí se acordó que la elección del pontífice fuera reservada sólo a los
cardenales-obispos (diócesis), y a los cardenales sacerdotes (párrocos).

156. Alejandro II (1061-1073)

Alejandro II nació en Milán. Fue elegido el 1 de octubre del1061, y


falleció el 21 abril del 1073. Fue más religioso que político. Trabajó en la
reforma del clero en Francia. Fue confrontado por Enrique IV de
Alemania, quien le impuso a Honorio II como anti papa. Aunque la corte
no aceptó aquella acción. Aquella acción produjo tumultos y guerra.

157. Gregorio VII (1073-1085)

Gregorio VII nació en Toscana (Italia). Fue elegido el 22 de abril


del 1073, y murió el 25 de mayo del 1085. El concilio emana dio lugar al
"Dictatus papae", o sea: sólo el papa es universal; ninguno puede
juzgarlo. Solo él puede desligarse del juramento. Fue cuando Enrique IV,
88

fue excomulgado y se trasladó a Canosa con un Hábito, que usó por


tres días y tres noches, hasta que imploró perdón, afirma la iglesia.

158. Beato Víctor III (1086-1087)

Beato Víctor III, nació en Montecassino. Fue elegido el 24 de mayo


del1086, y murió el 16 de setiembre del1087. Al cuarto día de su elección
se refugió en Montecassino. Luego proclamado por segunda vez fue
conducido a Roma por la fuerza y consagrado. Excomulgó al antipapa
Clemente III.

159. Beato Urbano II, Francia (1088-1099)

Beato Urbano II, nació en Francia. Fue elegido el 12 de marzo del


1088, y murió el 29 de julio del 1099. Debido a las luchas por la
supremacía del papa o del emperador, le obligaron a exiliarse. Por su
parte, Enrique V, se hizo coronar con el derecho de investidura. En ese
tiempo se construyó la iglesia de Santa María del pueblo, donde los
romanos veían el fantasma de Nerón (eso dice la iglesia).

160. Pascual II (1099-1118)

Pascual II nació en Bieda (Ravenna). Fue elegido el 14 de agosto


del 1099, y murió el 21 de enero del 1118. Reanudó relaciones con la
mayoría de las cortes europeas en su lucha contra los sarracenos.
Durante su reinado surgieron en Italia las famosas sectas de los Guelfos
(partidarios del Papa), así como la de los Gibelinos (por parte del
Emperador).

161. Gelasio II (118-1119)

El nombre civil de Gelasio era Juan Coniulo. Aquel papa fue


elegido el 10 de marzo del 1118 y murió el 28 de enero del 1119. Fue
raptado y encarcelado por Enrique V, y después liberado por el pueblo
(dice la iglesia). El emperador fue entonces a Roma y nombró a
Gregorio VIII en su lugar. Pero Gelasio excomulgó a Enrique V y a
Gregorio VIII.1

Wikipedia, “Gelasio II”.


1
89

162. Calixto II (1119-1124)

Calixto II fue consagrado en 8 de febrero del 1119 y murió el 13 de


diciembre del 1124. Fue elegido en Cluny el lugar donde murió Gelasio
II. Calixto fue nombrado allí porque en Roma reinaba Gregorio VIII.
Intentó acercarse al emperador Enrique V, pero aquel vino con un
ejército. De manera que Calixto lo excomulgó, igual que a Gregorio VIII
(esta era la segunda excomunión de aquellos). Se instaló en Roma tras
el apoyo de la iglesia, y aprisionó a Gregorio VIII quien murió en el
monasterio de Cava en el 1121. Logró un acuerdo con el emperador en
la dieta de Worms, donde Enrique V renuncia a su derecho de
investidura a clérigos y pasó a ser solo de la iglesia. Convocó el primer
concilio de Letrán en el 1123, el primero como ecuménico. Condenó la
simonía y el nicolaísmo.1

163. Honorio II (1124-1130)

Honorio II nació en Fiagnano. Fue elegido el 21 de setiembre del


1124, y murió el 13 de febrero del 1130. Reanudó relaciones con casi
todas las cortes europeas para la lucha contra los sarracenos. Durante
su pontificado surgieron en Italia las famosas sectas de los Guelfos
(partidarios del Papa) y de los Gibelinos (por parte del Emperador).

164. Inocencio II (1130-1143)

Inocencio II nació en Roma. Fue elegido el 23 de febrero del 1130,


y murió el 24 de setiembre del 1143. Desde muy temprano de su
elección se vio obligado a huir. Lotario de Sajonia lo condujo a Roma,
después de besar su pie y lo condujo en mula durante la procesión a
cambio de la coronación. Proclamó el 10º Concilio Ecuménico (aunque
para la iglesia, Laterán fue el primero en esa dimensión de
ecumenismo). Suspendió el "Agapete".

165. Celestino II (1143-1144)

Celestino II nació en Ciudad de Castillo. Fue consagrado el


papado el 3 de octubre del 1143, y murió el 8 de marzo del 1144.
Apoyado por Bernardo, arregló los desacuerdos internos de la Iglesia.
Sosegó las luchas entre Escocia e Inglaterra, aunque no pudo lograr la
paz en Italia. Quitó la excomunión a Luis VII.

Ibid “Calixto II”.


1
90

166. Lucio II (1144-1145)

Lucio II nació en Bolonia. Fue elegido el 12 de marzo del 1144, y


murió el 15 de febrero del 1145. Reinó bajo agitaciones causadas por
Arnaldo de Brescia. Fue quien finiquitó el Medioevo, con apoyo de las
cabezas de partido en Italia. Mientras apaciguaba un movimiento
popular fue golpeado con una piedra y murió.

167. Beato Eugenio III (1145-1153)

Beato Eugenio II nació en Montemano (Pisa). Fue elegido el 18 de


febrero del 1145, y murió el 8 de julio del 1153. Tuvo que huir a Roma en
varias ocasiones. Fue responsable del Inició la 2ª Cruzada. Constituyó el
Sagrado Colegio. Dio inicio a la construcción del "Palacio Pontificio".
Aprobó los caballeros de San Juan de Jerusalén (de Malta).

168. Anastasio IV (1153-1154)

Anastasio IV nació en Roma. Fue consagrado el 12 de julio del


1153, y falleció el 3 de diciembre del 1154. El Cardenal Brek-Pear fue su
consejero, el cual fue más tarde Adriano IV. Logró la pacificación en los
dominios temporales de la iglesia. La iglesia asevera que Anastasio IV
fue depositado en la ex urna de Santa Elena.

169. Adrián IV, Inglaterra (1154-1159)

Adrián IV nació en Langley (Inglaterra). Fue elegido el 5 de


diciembre del 1154, y murió el 1 de diciembre del 1159. Fue un defensor
de la supremacía papal. En la reunión de Sutri, Barbarroja se negó a
poner el estribo al papa, por lo que aquel le negó el beso del perdón.
Al final llegaron a un acuerdo, y el papa lo coronó emperador. En aquel
entonces Arnaldo de Brescia fue quemado.

170. Alejandro III (1159-1181)

Alejandro III nació en Siena. Fue elegido el 20 de setiembre del


1159, y murió el 20 de agosto del 1181. Alejandro III excomulgó a
Barbarroja por sus errores. También ayudó a la Liga Lombarda a derrotar
a Leñano, con el famoso "Carroccio". Proclamó el 11º Concilio
Ecuménico.
91

171. Lucio III (1181-1185)

Lucio III nació en Luca (Italia). Fue consagrado el 6 de setiembre


del 1181, y murió el 25 de setiembre del 1185. Fue quien exhortó a los
potentes a través de una "constitución" para reprimir con la fuerza a los
herejes. Solo que por tantas sublevaciones fue obligado a refugiarse en
Verona. De allí nunca más volvió a Roma.

172. Urbano III (1185-1187)

Urbano III nació en Milán. Fue elegido el 1 de diciembre del 1185,


y murió el 20 de octubre del 1187. Eligió a Verona la sede pontificia. De
Cardenal ideó la Liga Lombarda. Se opuso a la violencia de Barbarroja
y murió de dolor cuando los sarracenos ocuparon Jerusalén.

173. Gregorio VIII (1187)

Gregorio nació en Benevento (Italia). Fue consagrado el 25 de


octubre del 1187, y falleció el 17 de diciembre del 1187. Fue elegido en
Ferrara. Ayudó a los cristianos de Tierra Santa, oprimidos por los infieles.

174. Clemente III (1187-1191)

Clemente III nació en Roma. Fue elegido el 20 de diciembre del


1187, y murió en marzo del 1191. Obtuvo la paz en Roma después de 60
años que los pontífices habían sido alejados. Clemente III formó la 3ª
cruzada en la que participó el rey inglés Ricardo corazón de León.

175. Celestino III (1191-1198)

Celestino III nació en Roma. Fue elegido el 14 de abril del 1191, y


murió el 8 de enero del 1198. Trabajó a favor de la indisolubilidad del
matrimonio. Aprobó la orden caballeresca Teutónica, cuyo propósito
era defender a los peregrinos que venían de Tierra Santa.

176. Inocencio III (1198-1216)

Inocencio III nació en Anagni. Fue nombrado el 22 de noviembre


del 1198, y murió el 16 de julio del 1216. De acuerdo a la iglesia,
Inocencio III, poseía grandes cualidades. Tuvo gran influencia en su
mandato. Restableció la autoridad temporal en los Estados Pontificios.
Promovió la IV Cruzada. Aprobó el orden de los dominicos y
franciscanos. Proclamó el 12º concilio ecuménico.
92

177. Honorio III (1216-1227)

Honorio III nació en Roma. Fue elegido el 24 de julio del 1216, y


murió el 18 de marzo del 1227. Definió el "Liber Censorium" sobre los
derechos de los pontífices y estableció el ceremonial para la elección.
Organizó la 5ª cruzada con Andrea II de Hungría. Junto a Juan I de
Suecia el cristianismo llegó a Estonia.

178. Gregorio IX (1227-1241)

Gregorio IX nació en Anagni. Fue elegido el 21 de marzo del 1227,


y murió el 22 de agosto del 1241. Gregorio IX excomulgó a Federico II
por su comportamiento (no se explica qué tipo de comportamiento).
Canonizó a San Francisco, San Antonio y Santo Domingo. Fue el
responsable de instituir la "Santa Inquisición". Aprobó la colección de
actos divinos que llamó "breviario". Diseñó la 6ª cruzada.

179. Celestino IV (1241)

Celestino IV nació en Génova. Fue elegido el 28 de octubre del


1241, y murió el 10 de noviembre del 1241.Fue elegido en Anagni tras
dos años de sede vacante. Fue según la iglesia, un canonista insigne.
Proclamó el 13º concilio ecuménico. Instituyó la fiesta de la Visitación.
Preparó la 7ª Cruzada con Luis IX de Francia.

180. Inocencio IV (1243-1254)

Inocencio IV nació en Anagni. Fue elegido el 20 de junio del 1243,


y murió el 7de diciembre del 1254. Fue escritor de jurisprudencia popular.
Canonizó a Santa Clara y confirmó la realidad de los estigmas de San
Francisco. Fijó el procedimiento sumario para la herejía y condenó los
flagelantes.

181. Alejandro IV (1254-1261)

El nombre de Alejandro IV era Rinaldo Conti. Fue elegido el 12 de


diciembre del 1254 y murió el 25 de mayo del 1261. Fue quien inventó la
flagelación en las procesiones en toda la Edad Media, como medio
penitencial.
93

182. Urbano IV (1261-1264)

Urbano IV nació en Troyes (Francia). Fue consagrado el 4 de


setiembre del 1261 y murió en el 1264. Confirmó la fiesta del Corpus Cristi
60 días después de Pascua. Empezó a señalar los documentos con
números ordinales.

183. Clemente IV (1265-1268)

Clemente IV nació en Saint Giles (Francia). Fue elegido el 15 de


febrero del 1265, y falleció el 29 de noviembre del 1268. Excomulgó a
Corradino de Suecia, aunque no le ayudó a impedir la ocupación de
Roma y Nápoles. Antes de ser sacerdote fue hombre de mundo. Vivió y
murió en Viterbo.

184. Beato Gregorio X (1272-1276)

Beato Gregorio X nació en Plasencia. Fue elegido el 27 de marzo


del 1272, y falleció el 10 de enero del 1276. En el periodo de Beato, se
dio el caso de las demoras de decisiones que impacientaron al pueblo.
Esto pasó con el Cónclave de Viterbo. Aquel Cónclave logró su fin
después de tres acuerdos. El pueblo extrajo las tejas del edificio, lo que
puso a los cardenales a pan y agua hasta que se decidieran. Proclamó
el 14º Concilio Ecuménico. Fue un papa insigne para la iglesia católica,
porque mantuvo el prestigio de la iglesia en educación de Europa y de
grandes catedrales.1

185. Beato Inocencio V, Francia (1276)

Beato Inocencio V nació en Sutron (Saboya). Beato fue elegido el


22 de noviembre del 1276, y murió el 22 de junio del 1276. Mantuvo gran
secreto en su cónclave. Extendió el cristianismo hasta el remoto país de
Mongolia, del cual bautizó a los tres Embajadores enviados por el Gran
Khan.

186. Adrián V (1276)

Adrián V nació en Génova. Fue elegido papa el 11de julio del


1276, y murió el 18 de agosto del 1276, en una brevedad de 39 días de

Bernardino LLorca , S.I. “Beato Gregorio X”


1

(http://www.vidasejemplares.org/BeatoGregorioM.pdf), 1. Accesado en mayo 2010.


94

pontificado. No fue consagrado al pontificado. Puso orden en las reglas


eclesiásticas. Suspendió las normas del cónclave de Gregorio X.

187. Juan XXI (1276-1277)

Juan XXI nació en Portugal. Fe elegido el 20 de setiembre del1276,


y murió el 20 de mayo del 1277. Logró obtener la promesa de Alfonso II
de Portugal que todas las iglesias de aquel reino y sus bienes serían
respetadas. Murió en el hundimiento del palacio residencial de Viterbo.

188. Nicolás III (1277-1280)

Nicolás III nació en Roma. Fue elegido el 22 de diciembre del 1277,


y murió el 22 de agosto del 1280. Obtuvo su pontificado gracias a que
provenía de una familia muy poderosa. Fue el primer papa en vivir
definitivamente en Vaticano e inició los famosos jardines. Envió
misioneros para convertir a los Reyes tártaros.

189. Martin IV (1281-1285)

Martín IV nació en Francia. Fue elegido el 23 de marzo del 1281, y


murió el 28 de marzo del 1285. Trató de unir con el vínculo de la caridad,
los grandes y potentes del tiempo. Durante su reinado explotó la famosa
revolución de las Vísperas sicilianas.

190. Honorio IV (1285-1287)

Honorio IV nació en Roma. Fue elegido el 20 de mayo del 1285, y


falleció el 3 de abril del1287. Lo primero que buscó hacer fue poner
orden en el estado pontificio. Impulsó la universidad de París e intentó
acercar la iglesia griega. Estableció un acuerdo con los islámicos.
Reconoció la orden de los carmelitas.

191. Nicolás IV (1288-1292)

Nicolás IV nació en Ascoli (Italia). Fue elegido el 22 de febrero del


1288, y falleció el 4 de abril del 1292. Se encargó de poner orden en la
Corte de Portugal. Favoreció el progreso educacional instituyendo la
universidad de Montpelier. Fortaleció las misiones y combatió a los
sarracenos (de Arabia, musulmán), ayudado por las fuerzas de Génova.
Fue el primer Pontífice franciscano.
95

192. Celestino V (1294, diciembre 13, 1294 [renunció]; murió el mayo 19,
1296)

Celestino V nació en Isernia (provincia italiana). Fue elegido el 29


de agosto del 1294, y murió el 19 de mayo del 1296. Según la iglesia,
aquel papa fue un insigne líder de virtudes y sencillez. Pero al saber esa
dotación vio que ello era un instrumento en manos de los potentes. Por
eso renunció al pontificado. Estableció que el elegido podía renunciar a
la elección.

193. Bonifacio VIII (1294-1303)

Bonifacio VIII nació en Anagni. Fue elegido el 24 de diciembre del


1294, y murió el 11 de octubre del 1303. De acuerdo a la iglesia,
Bonifacio VIII, fue un gran Papa. Celebró por primera vez el Año Santo
(1300), repetible cada 100 años. Fundó la Universidad de la "Ciencia" en
Roma. Fue un protector de importantes artistas entre los cuales estaba
Giotto.

194. Beato Benedicto XI (1303-1304)

Beato Benedicto XI nació en Treviso (ciudad italiana). Fue elegido


papa el 27 de octubre del 1303, y falleció el 7 de julio del 1304. Pudo
arreglar el problema y ambiente negativo con el reino de Francia. Fue
continuamente perseguido por un grupo de conspiradores y murió
comiendo higos que le habían regalado. Luego hubo un paréntesis de
reinado papal con más un papa gobernando simultáneamente. Esto
sucedió en Abignon (Francia).

195. Clemente V, Francia (1305-1314)

Clemente V (Primero de los papas de Avignon). Nació en


Villandraut (Francia). Fue elegido el 14 de noviembre del 1305, y murió el
20.IV.1314. Se consagró en Lyon. Bajo el consejero Felipe el Bello, fijó la
residencia de la santa sede como le llama la iglesia. Ese periodo en
Aviñón fue de 70 años. Proclamó el 15º Concilio Ecuménico, y fundó la
Universidad de Oxford.

196. Juan XXII (1316-1334)

Juan XXII nació en Cahors (Francia). Fue elegido el 5 de setiembre


del 1316, y falleció el 4 de diciembre del 1334. Elegido en Lyon después
96

de una sede vacante de dos años. Instituyó la fiesta de la Santísima


Trinidad, y el Tribunal de la Sagrada Rota [sic]. También hizo construir el
palacio papal de Aviñón. Así mismo, aumentó las misiones en Ceylán y
Nubia.

197. Benedicto XII (1335-1342)

Benedicto XII nació en Saverdum (Francia). Fue elegido el 8 de


enero del 1335, y murió el 25 de enero del 1342. Fue obligado por Felipe
VI a vivir en Francia. Tuvo también parte en los asuntos romanos. Obligó
a los obispos a conservar la residencia y reformó las órdenes
benedictinas, franciscanas y dominicanas.

198. Clemente VI (1342-1352)

Clemente VI nació en Maumont (Francia). Fue elegido el 19 de


mayo del 1342, y murió el 6 de diciembre del 1352. De acuerdo a la
iglesia, fue hombre culto y bueno. Compró la ciudad de Aviñón por
80.000 florines de oro. Protegió a los judíos. Redujo el intervalo de los
años santos a 50 (no se informa cuáles eran ni cuánto duraban antes), y
celebró el 2º año santo en el 1350.

199. Inocencio VI (1352-1362)

Inocencio VI nació en Braisahmont (Francia). Fue elegido el 30 de


diciembre del 1352, y murió el 12 de setiembre del 1362. Hizo reorganizar
el Estado Pontificio al español Albornoz. Impulsó con vigor las artes y la
cultura. Fortificó Aviñón con las murallas.

200. Beato Urbano V (1362-1370)

Beato Urbano V nació en Francia. Fue elegido el 6 de noviembre


del 1362, y murió el 19 de diciembre del 1370. Pudo trasladarse a Roma,
aunque tras "años de desórdenes" volvió a Aviñón. Añadió a la tiara
(triregno): La 3ª corona el poder imperial, la 2ª era el poder real, la 1ª el
poder espiritual.

201. Gregorio XI, Francia (1371-1378)

Gregorio XI nació en Maumont (Francia). Fue elegido el 5 de


enero del 1371, y murió el 26 de marzo del 1378. Tuvo el respaldo de
Santa Catalina para trasladar la santa sede a Roma. El Senado Romano
97

le regaló un terreno del monte vaticano. Incluyó la Basílica de Santa


María mayor entre las que tenían indulgencia plenaria.

202. Urbano VI (1378-1389)

Urbano VI nació en Nápoles. Fue elegido el 18 de abril del 1378, y


murió el 15 de octubre del 1389. Durante su papado tuvo lugar el primer
cónclave en el Vaticano. Por informes se sabe que era tempestivo. Le
fue imposible evitar los antipapas de Aviñón que crearon el cisma de
occidente durado 40 años.

Los papas regresan a Roma

203. Bonifacio IX (1389-1404)

Bonifacio IX nació en Nápoles. Fue elegido en noviembre del 1389,


y murió el 1 de octubre del 1404. No pudo arreglar el cisma. También el
2º antipapa por Avignon rechazó la paz. Celebró el 3º y 4º año santo
(1390-1400), periodo de la infiltración de la "secta de los blancos" desde
Provenza.

204. Inocencio VII (1404-1406)

Inocencio VII nació en Sulmona. Fue elegido el 11 de noviembre


del 1404, y murió el 6 de noviembre del 1406. Era un hombre educado
pero de carácter débil. Buscó cómo solucionar el cisma y las trágicas
condiciones en que se encontraba el Estado y la Iglesia, pero sin lograr
ninguna solución. Amplió las facultades de griego y medicina.

205. Gregorio XII (1406-1417. Renunció en julio 4, 1415)

Gregorio XII renunció para permitir la elección de su sucesor.


Nació en Venecia. Fue elegido el 19 de diciembre del1406, y murió el 18
de octubre del 1417. Aquel fue el período más deprimente del cisma de
Occidente. Se llegó a 3 obediencias: la romana, aviñonense y la pisana.
El Emperador Segismundo proclamó el 16º Concilio Ecuménico. Gregorio
de manera espontánea renunció al pontificado.

206. Martin V (1417-1431)

Martín V nació en Roma. Fue elegido el 21 de noviembre del 1417,


y murió el 20 de febrero del 1431. Protegió las artes en tanto empezaba
el "Renacimiento". Celebró el 5º Año Santo (1423) y por primera vez se
98

abrió una puerta santa (así piensa la iglesia), en la basílica de San Juan
en Laterano.

207. Eugenio IV (1431-1447)

Eugenio IV nació en Venecia. Fue elegido el 11 de marzo del 1431,


y murió el 23 de febrero del 1447. Proclamó el 17º Concilio Ecuménico
en Basilea, pero por miedo lo trasladó a Ferrara y más tarde a Florencia.
Una vez que había decidido la supremacía del papa sobre el Concilio
los adversarios eligieron el antipapa Felipe V, el último de la historia.

208. Nicolás V (1447-1455)

Nicolás V nació en Sarzana. Fue elegido el 19 de marzo del 1447, y


murió el 24 de marzo del 1455. Comenzó la construcción de la actual
Basílica de San Pedro. Reorganizó políticamente Francia e Inglaterra.
Ayudó a España a expulsar para siempre a los sarracenos. Fundó la
Biblioteca Vaticana. Celebró el 6º Año Santo (1450).

209. Calixto III (España) (1455-1458)

Calixto III nació en Jativa (España). Fue elegido el 20 de agosto


del 1455, y murió el 6 de agosto del 1458. Ordenó tocar las campanas a
las 12 de todos los días. Hizo florecer el cristianismo (dice la iglesia), en
Suecia, Noruega y Dinamarca. De acuerdo a Pierre Simon Laplace,
aquel papa excomulgó al cometa Halley en 1456.

210. Pío II (1458-1464)

Pío II nació en Siena (Italia). Fue elegido papa el 3 de setiembre


del 1458, y murió el 15 de agosto del 1464. Ratificó la liga entre los reyes
de Francia, Borgoña, Hungría, y Venecia. Murió durante su participación
en una cruzada.

211. Pablo II (1464-1471)

Pablo II nació en Venecia. Fue electo papa el 16 de setiembre del


1464, y murió el 26 de julio del 1471. Determinó que únicamente los
cardenales podían llevar la birreta amaranto. A fin de garantizar el
perdón de cada generación convirtió en 25 años el intervalo de los
años santos. Por eso de allí se llamó el "Jubileo".
99

212. Sixto IV (1471-1484)

Calixto IV nació en Savona (Italia). Fue elegido el 25 de agosto del


1471, y murió el 12 de agosto del 1484. Fue un papa hábil en política y
mercado como diríase hoy. Celebró el 7º Jubileo en 1475, el cual
extendió hasta la pascua del 1476. Fijó la fiesta de San José el 19 de
marzo. Construyó la Capilla Sixtina decorada por Miguel Ángel.

213. Inocencio VIII (1484-1492)

Inocencio VIII nació en Génova. Fue elegido el 12 de setiembre


del 1484, y falleció el 25 de julio del 1492. Concluyó la obra de
pacificación entre los estados católicos. Castigó inexorablemente el
mercado de los esclavos. Incluso ayudó a Cristóbal Colón en el
descubrimiento de América.

214. Alejandro VI, España (1492-1503)

Alejandro VI nació en Jativa (España). Fue elegido el 26 de julio


del 1492, y murió el 18 de agosto del1503. Estuvo a favor del
descubrimiento de América. Celebró el 8º jubileo (1500). Abrió por
primera vez una Puerta Santa (llamada así por la iglesia), en San Pedro,
San Pablo y Santa María Mayor.

215. Pío III (1503)

Pío II nació en Siena (Italia). Fue elegido el 8 de octubre del 1503, y


murió el 18 de octubre del 1503. Aceptó ser papa después de algunas
presiones causadas por su precaria salud. Sufría de gota, la que le
obligó a celebrar la misa de su coronación sentado. Hizo poco, por la
brevedad de su pontificado que duró solo 10 días.

216. Julio II (1503-1513)

Julio II nació en Savona. Fue elegido el 26 de noviembre del 1503,


y murió el 21 de febrero del 1513. Impulsó las artes y los estudios.
También rindió fama a Roma por mérito de Rafael y Miguel Ángel.
Proclamó la construcción de la Basílica de San Pedro, la más grande del
mundo.
CAPÍTULO 5
PAPAS DE LA ERA MODERNA
Y POS MODERNA
El papado moderno y pos moderno pasó al menos por dos
portentos y cambios europeos que sacudieron su sistema de gobierno y
su doctrina. El primero fue el segundo más grande movimiento cristiano
de la historia: La reforma (El primero fue el cristianismo del siglo I). El
segundo portento, fue el golpe casi letal que recibió por la revolución
francesa, junto con la arremetida del presagio napoleónico, llevando
preso al papa del momento. Después fue sacudido por el cambio
continental del imperialismo a la democracia y el auge del
racionalismo. Estos eventos tuvieron lugar en esta era papal.

217. León X (1513-1521)

León X nació en Florencia. Fue nombrado papa el 19 de marzo de


1513, y falleció 1 de diciembre de1521. No se dio cuenta y no supo
oponerse al cisma causado por el ex-monje Martín Lutero. 1 Creó el
monte de Piedad, para préstamos.

218. Adrián VI, Holanda (1522-1523)

Adrián VI nació en Utrecht (Holanda). Fue elegido el 31 de agosto


de 1522, sin darse cuenta de tal nombramiento. Cuando eso sucedió,
Adrián era obispo de Tortona. Murió el 14 de setiembre de 1523.
Comenzó una lucha contra quien atormentara a la Iglesia y contra los
musulmanes, mas no logró resultados positivos.

219. Clemente VII (1523-1534)

Clemente VII nació en Florencia. Fue elegido el 26 de noviembre


de.1523, y murió el 25 de setiembre de1534. No fue capaz de acabar las
luchas entre los católicos y la reforma Luterana. Durante su reinado
hubo saqueos y pestes que redujeron Roma a 30.000 habitantes.

1
No fue que no se dio cuenta, lo que se nota ingenuo y astuto a la vez. Lo que sucedió
fue que no pudo enfrentar al príncipe de la hermenéutica, que ni siquiera Ek con toda
su teología romana pudo resistirlo.

100
101

Durante ese tiempo, Enrique VIII fue excomulgado (cabeza de la iglesia


anglicana). Clemente celebró el 9º Jubileo1 (1525).

220. Pablo III (1534-1549)

Pablo III nació en Roma. Pablo III fue elegido el 3 de noviembre


de1534, y murió el 10 de noviembre de1549. Fue un dedicado protector
de las artes y de la cultura. Fue él quien nombró a Migue Ángel como
arquitecto de San Pedro de por vida. Respecto a la contrarreforma,
aprobó la Compañía de Jesús. Proclamó el 19º Concilio Ecuménico.

221. Julio III (1550-1555)

Julio III nació en Roma. Fue elegido el 22 de febrero de1550, y


murió el 23 de marzo de1555. Siguió abriendo el concilio de Trento, cuyo
propósito era confrontar las teorías luteranas. Cuando María Tudor subió
al trono de Inglaterra, envío un nuncio para restablecer el culto católico.
Julio III celebró el 10º Jubileo (1550).

222. Marcelo II (1555)

Marcelo II nació en Montepulciano (Italia). Fue elegido el 10 de


abril de 1555, y murió el 1º de mayo de1555. Fue el último que conservó
el nombre de bautismo. Estableció en la curia un signo de justicia y
austeridad. Se interesó en ayudar a los pueblos rusos y mongoles.
Pierluigi de Palestrina compuso la famosa "Misa de Papa Marcelo".

223. Pablo IV (1555-1559)

Pablo IV nació en Nápoles. Fue elegido el 26 de mayo de1555, y


murió el 18 de julio de1559. Propuso la reforma de las tradiciones (no se
dice qué tipo de reformas). Luchó junto con la Inquisición en contra de
la herejía luterana.2 Tuvo como secretario a monseñor Della Casa (del
famoso "Galateo" [una obra sobre buenos modales).

1
El jubileo es una fiesta cada veinticinco años que busca la indulgencia universal.
Recuerda el jubileo del Antiguo Testamento.
2
El católico llama herejía a la reforma luterana. Este se debe a su visión propia de ver
toda oposición a la teología católica como mentirosa. El problema es que lo único
que Lutero hizo fue exponer la verdad de las Escrituras al alcance del pueblo. Incluso
en la dieta de Worms, ni siquiera Ek el máximo teólogo católico pudo defender al
imperio sacro ante Lutero.
102

224. Pío IV (1560-1565)

Pío IV nació en Milán. Fue elegido el 6 de enero de 1560, y murió el


9 de diciembre de1565. Reabrió y finalizó el Concilio de Trento. Usó su
poder para lograr que a Emanuel Filiberto le fuesen devueltas las
posesiones del Piamonte. De esa manera, entraron los Saboya en la
historia de Italia. Perdonó a todos los culpables.

225. Pío V (1566-1572)

Pío V nació en Bosco (Italia). Fue elegido el 17 de enero de 1566, y


murió el 1 de mayo de 1572. Promovió la cultura del pueblo a fin de
marginar la herejía. Excomulgó a Isabel de Inglaterra. Fue el artífice del
triunfo cristiano de Lepanto, contra los sarracenos. Introdujo el uso del
Misal romano.

226. Gregorio XIII (1572-1585)

Gregorio XIII nació en Boloña (Italia). Fue elegido el 25 de mayo


de1572 y murió el 10 de abril de1585. Abrió seminarios en Viena, Praga,
Gratz y Japón. Celebró el décimo primer Jubileo (1575). Reformó el
Calendario para todo el mundo, pasando del 4 de octubre al 15 del
mismo mes de1582.

227. Sixto V (1585-1590)

Sixto V nació en Grotamare (Italia). Fue elegido el 1 de mayo


de1585, y falleció el 27 de agosto de1590. Continuó con la iniciativa de
reforma de la Iglesia. Trabajó en el completamiento de los trabajos de la
cúpula de San Pedro y del obelisco de la plaza. Construyó el actual
palacio para hospedar la escalera santa (llamada así) de forma más
honorable.

228. Urbano VII (1590)

Urbano VII nació en Roma. Fue elegido el 15 de setiembre de1590,


y falleció el 27 de setiembre de1590. Dice la iglesia que fue bondadoso
y caritativo. Padeció de malaria. Dejó todos sus bienes a obras de
beneficencia, y murió después de 13 días de su elección.
103

229. Gregorio XIV (1590-1591)

Gregorio XIV nació en Cremona (Italia). Fue elegido el 8 de


diciembre de1590, y murió el 16 de octubre de1591. Fue un papa
honesto inclinado a la vida ascética. Sufrió el engaño de sus consejeros
modestos de sabiduría. Confirmó el derecho de asilo en las embajadas
cerca de la santa sede. Excomulgó a Enrique IV por apoyar la reforma.

230. Inocencio IX (1591)

Inocencio IX nació en Boloña. Fue elegido el 3 de noviembre


de1591 y falleció el 30 de diciembre de1 mismo año. Logró frenar la
pandemia de peste. Luchó contra el bandidaje y las diversas sectas
interiores (todo grupo que no apoyara la doctrina católica).

231. Clemente VIII (1592-1605)

Clemente VIII nació en Florencia. Fue elegido el 9 de febrero de-


1592, y murió el 3 de marzo de1605. Obtuvo la paz entre Francia y
España. Celebró el décimo segundo Jubileo (indulgencia plenaria)
(1600). Definió las "cuarenta horas" (oración en la eucaristía en memoria
de la pasión a la resurrección).

232. León XI (1605)

León XI nació en Florencia. Fue elegido el 10 de abril de1605, y


murió el 27 de abril del mismo año. Fue un asceta popular por su
magnificencia. Murió decepcionado ante las dificultades por la toma
de posesión de la sede del obispado de San Juan en Laterano.

233. Pablo V (1605-1621)

Pablo V nació en Roma. Fue elegido el 29 de mayo de1605, y


murió el 28 de enero de1621. Estuvo relacionado con Miguel Romanoff
de Rusia y apeló a las naciones civiles para lograr el cese de las
persecuciones contra los cristianos en Japón y China. Favoreció la
astronomía pero permitió la condena de Copérnico.

234. Gregorio XV (1621-1623)

Gregorio XV nació en Boloña (Italia). Fue elegido el 14 de febrero


de1621, y falleció el 8 de julio de 1623. Apoyó a los irlandeses y favoreció
104

la restauración católica en Francia. Se interesó en las misiones para las


que instituyó las congregaciones de "Propaganda Fide".

235. Urbano VIII (1623-1644)

Urbano VIII nació en Florencia. Fue elegido el 29 de setiembre


de1623, y murió el 29 de julio de1644. Trabajó en los textos sagrados
Pontifical Breviario. Hizo lo mismo con el Ritual martireológico. Condenó
a Galileo Galilei, quien dijera, "con todo ello se mueve". Celebró el
décimo tercer Jubileo (1625). Construyó la residencia de verano de
Castel Gandolfo (Roma).

236. Inocencio X (1644-1655)

Inocencio X nació en Roma. Fue elegido el 4 de octubre de 1644,


y murió el 7 de enero de1655. Pidió al Zar Alexio I de Rusia, la exención
de los siervos de la tierra. Rechazó el tratado de Westfalia porque
muchas ciudades pasaron a manos protestantes. Celebró el décimo
cuarto jubileo (1650).

237. Alejandro VII (1655-1667)

Alejandro VII nació Siena. Fue elegido el 18 de abril de1655, y


falleció el 22 de mayo de 1667. Hizo cuanto pudo para impedir la
expansión del protestantismo sobre todo en Italia e Inglaterra. Terminó
las obras de la plaza de San Pedro.

238. Clemente IX (1667-1669)

Clemente IX nació en Pistoia (Italia). Fue elegido el 26 de junio


de1667, y murió el 9 de diciembre de 1669. Fue mediador en las guerras
de sucesión entre Francia, España, Inglaterra y Holanda, con la paz de
Aquisgran llamada clementina. Completó el columnado de San Pedro
(284 columnas), con los 140 Santos.

239. Clemente X (1670-1676)

Clemente X nació en Roma. Fue elegido el 11 de mayo de1670, y


falleció el 22 de julio de 1676. Intervino en la elección del Rey de
Polonia, logrando el nombramiento de Juan Sobiesky, amado por sus
convicciones cristianas y por haber derrotado a los turcos en la batalla
de Chaezim. Celebró el décimo quinto Jubileo (1675).
105

240. Beato Inocencio XI (1676-1689)

Beato Inocencio XI nació en Como (Italia). Quitó los derechos de


franquicia y eliminó el nepotismo. Se opuso a la violencia de Luis XIV de
Francia. Apoyó al rey polaco Sobiesky quien derrotó a los turcos en
Viena. Instituyó la fiesta de María el 12 de Diciembre.

241. Alejandro VIII (1689-1691)

Alejandro VIII nació en Venecia. Fue elegido el 16 de octubre


de1689, y murió el 1 de febrero de1691. Su nombramiento fue un logro
de Luis de Francia, en cuanto a un acuerdo sobre las cuatro propuestas
de la "libertad galicana". Concedió ayudas al rey de Polonia y a los
venecianos para luchar contra los turcos. Amplió la biblioteca Vaticana.

242. Inocencio XII (1691-1700)

Inocencio XII nació en Nápoles. Fue elegido el 15 de julio de 1691,


y murió el 27 de setiembre de 1700. Obligó a los sacerdotes a llevar
todos los días el hábito y hacer los ejercicios espirituales. En su tiempo
Luis XIV renunció a las "proposiciones galicanas" que Inocencio XII
reconociera a los obispos del rey. Proclamó el décimo sexto Jubileo
(1700). Ayudó a las misiones en Asia.

243. Clemente XI (1700-1721)

Clemente XI nació en Urbino (Italia). Fue elegido el 8 de diciembre


de-1700, y murió el 19 de marzo de1721. Al enterarse de su elección, la
aceptó después de 7 días para estar seguro de su legitimidad. Era un
hombre culto y amante de las artes. Enriqueció la biblioteca de
Vaticano con antiguos códigos orientales. Terminó el décimo sexto año
santo (jubileo, 1700).

244. Inocencio XIII (1721-1724)

Inocencio XIII nació en Roma. Fue elegido el 18 de mayo de1721,


y murió el 7 de marzo de1724. Confirmó al clero francés que no había
aceptado, la bula "Unigenitus". Intervino con vigor en la Iglesia de
España. Envió cien mil escudos a los caballeros de Malta para luchar
contra el Islam.
106

245. Benedicto XIII (1724-1730)

Benedicto XIII nació en Gravina (Puglie, Italia). Fue elegido el 4 de


mayo de1724, y murió el 2 de marzo de 1730. Sobre todo, aquel papa,
trabajó en el magisterio espiritual. En tiempo del décimo séptimo año
santo (1725), inauguró la espléndida escalera de Trinidad de los Montes
en Roma. Canonizó a San Luis Gonzaga, y San Estanislao patrón de
Polonia.

246. Clemente XII (1730-1740)

Clemente XII nació en Florencia. Fue elegido el 16 de julio de1730,


y murió el 6 de febrero de1740. Fue pasivo ante varias guerras de aquel
entonces. Prohibió el juego de lotería de los primeros números que
salieron, 56-11-18-6 (no se explica la razón). Fundó en Nápoles un
instituto para los jóvenes chinos.

247. Benedicto XIV (1740-1758)

Benedicto XIV nació en Boloña. Fue elegido el 22 de julio de1740,


y murió el 3 de mayo de1758. Fue uno de los papas más brillantes del
siglo (dice la iglesia). Propagó junto con Leonardo la devoción del "Vía
Crucis" y celebró el décimo octavo año santo (jubileo) (1750). Avanzó
los retratos de los papas en la Basílica de San Pablo en Roma.

248. Clemente XIII (1758-1769)

Nació en Venecia. Fue elegido el 16 de julio de1758, y murió el 2


de febrero de 1769, de manera misteriosa. Su pontificado se
caracteriza por el "Iluminismo". Era un hombre de fuerte rigor, aunque
afecto al espíritu conservador. Fue estimado por muchos estados
católicos donde se eliminaron algunos derechos seculares de la Iglesia.

249. Clemente XIV (1769-1774)

Clemente XIV nació en San Arcángel (Rimini). Fue elegido el 4 de


junio de1769, y murió el 22 de setiembre de1774. Reanudó relaciones
con los reinos de los países católicos. Fundó el museo de los epígrafes
llamado Clementino. Modificó el reglamento del coro de la capilla
Sixtina.
107

250. Pío VI (1775-1799)

Pío VI nació en Cesena (Italia). Fue elegido el 22 de febrero


de1775, y murió el 29 de febrero de1799. Celebró el décimo nono jubileo
(1775). Fue obligado a romper con Francia, por lo que tuvo que pagar
grandes cantidades de dinero y dar varias obras de arte. En ese tiempo
fue que Napoleón conquistó Roma e hizo detener al Papa. Pío VI hizo
fundir la campana de San Pedro que era de 2 metros de diámetro.

251. Pío VII (1800-1823)

Pío VII nació en Cesena. Fue elegido papa el 21 de marzo de-


1800, y murió el 20 de agosto de1823. Gracias a Napoleón, obtuvo el
Concordato que mejoró la situación de la Iglesia en Francia. Coronó al
emperador Napoleón en París, que por desacuerdos luego excomulgó.
Creó la bandera pontificia "blanca y amarilla" (blanco, el cielo y la
gracia. Amarillo, las llaves de oro de San Pedro con jurisdicción
universal).

252. León XII (1823-1829)

León XII nació en Genga (Spoleto). Fue elegido el 5 de octubre


de1823, y murió el 10 de febrero de1829. Confirmó el orden de los
Jesuitas y quitó del índice (libros prohibidos para los católicos), las obras
de Galileo. Celebró el vigésimo año santo (1825). Reconstruyó la
Basílica de San Pablo que se había incendiado. Durante el periodo de
León X, se construyeron muchos frescos de la iconografía pontificia.

253. Pío VIII (1829-1830)

Pío VIII nació en Cingoli (Italia). Fue elegido el 5 de abril de1829, y


murió el 30 de noviembre de1830. Fue cuando en Italia empezaban las
sociedades secretas. Fue un papa de mentalidad clara y abierta. Se
relacionó con el sultán en favor de los armenios. En su tiempo se inició el
correo vaticano. Impulsó las misiones en el resto del mundo.

254. Gregorio XVI (1831-1846)

Gregorio XVI en el 1765 en Beluno (Italia). Fue elegido el 6 de


febrero de1831, y murió el 1 de junio de1846. Se apoyó en las potencias
de la "Santa Alianza" (Austria, Prusia y Rusia) para reinar sobre los Estados
Pontificios. Fundó el Museo egipcio y etrusco.
108

255. Pío IX (1846-1878)

Pío IX cuyo nombre de bautismo era Juan María Mastai-Ferretti.


Nació en Senigalia. Fue elegido el 21 de junio de1846, y murió el 7 de
febrero de1878. Celebró el vigésimo primer año santo (1875). Proclamó
el dogma de la Inmaculada Concepción de María (1854). También
decretó el dogma de la Infalibilidad papal (Durante el concilio Vaticano
I, 1870). Ese mismo año marca el término del poder temporal de los
papas cuando Roma pasa al reino de Italia como capital.

256. León XIII (1878-1903)

León XIII (Joaquín Pecci), nació en Carpineto (Italia). Fue elegido


papa el 3 de marzo de1878, y murió el 20 de julio de1903. Publicó la
encíclica "Rerum Novarum" (las cosas nuevas), que trata del trabajo y la
política social. Fue el primer papa captado en film, o sea cuando nació
el cine. Celebró el vigésimo segundo año santo. En ese tiempo por
primera vez fue iluminado San Pedro eléctricamente.

257. Pío X (1903-1914)

Pío X (José Sarto), nació en Riese (Italia). Fue elegido el 9 de


agosto de 1903, y murió el 20 de agosto de1914. Concluyó el Código
canónico. Inició la publicación del "Acta Apostolicae Sedis" que
contiene leyes documentos en el texto integral. Estableció la elevación
de la hostia y del Cáliz.

258. Benedicto XV (1914-1922)

Benedicto XV (Francesco Della Chiesa), nació en Génova. Fue


elegido el 6 de setiembre de 1914, y falleció el 22 de enero de1922.
Aumentó de 14 a 27 los estados con sede diplomática cerca de la
santa sede, entre los cuales se incluye Inglaterra que la había abolido
hacía tres siglos. Beatificó a Juana de Arco. Fundó la Universidad del
Sagrado Corazón.

259. Pío XI (922-1939)

Pío XI (Achille Damiano Ambrogio Ratti), fue elegido el 12 de


febrero de 1922 y murió el 10 de febrero de 1939. Era doctor en teología
(derecho canónico), de la universidad La Sapienza de Roma. Logró el
109

nombramiento del Estado de Vaticano, bajo Benito Mussolini. Condenó


al régimen nazi y a su anti semitismo.

260. Pío XII (1939-1958)

Pío XII (Eugenio Pacelli), nació en Roma. Fue elegido el 2 de marzo


de-1939, día de su cumpleaños (63 años), y murió el 9 de octubre
de1958. Luchó contra la persecución del marxismo. En la cripta debajo
de la Basílica de San Pedro descubrió la tumba del santo (esto cree la
iglesia católica). Celebró el vigésimo cuarto año santo (1950) y
proclamó el dogma de la Asunción de María.

261. Juan XXIII (1959-1963)

Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli), nació en Sotto il Monte


(Bergamo, Italia). Fue elegido el 28 de octubre de1958, y murió el 3 de
junio de1963. Con su bula Humanae salutis proclamó el vigésimo primer
concilio ecuménico Vaticano II (11-10-1962). El tema del concilio fue,
vida litúrgica y relaciones sociales, la Iglesia y el mundo moderno. El
vaticano labora sobre su beatificación.

262. Pablo VI (1963-1978)

Pablo VI (Giovanni B.Montini), nació en Concesio, Brescia, Italia).


Fue elegido el 21 de junio de1963, y murió el 6 de agosto de-1978. Guió
el Concilio Vaticano II en su segunda etapa y lo finalizó el 8-12-1965.
Celebró el vigésimo quinto año santo (1975). Fue el primer papa que
viajó fuera de Europa. Creó el Sínodo Episcopal.

263. Juan Pablo I (1978)

Juan Pablo I (Albino Luciani), nació en Forno di Canale (Belluno).


Fue elegido el 26 de agosto de1978, y murió el 28 de setiembre de1978.
Fue el primer papa que manejó doble nombre. No quiso la ceremonia
de la coronación. Reinó 33 días y murió de infarto. Se le llamó el papa
de la sonrisa.

264. Juan Pablo II (1978-2005)

Juan Pablo II nació en Polonia el 18 de mayo de 1920, y murió el 2


de abril de 2005. Doctor en teología del Pontificio Ateneo Angelicum de
Roma. Hizo 104 viajes fuera de Italia. Trabajó en el ecumenismo. Estuvo
y trabajó en contra de las dictaduras y el liberalismo, igual que el
110

aborto. Condenó al armamentismo. Condenó la teología de la


liberación. Respaldó a Ives Congar o Walter Kasper a quien puso al
frente de la acción ecuménica. Pero fue inexorable con Hans Kün
(quien escribió el libro ¿Infalible?), a quien Paulo VI había condenado.
Hizo lo mismo contra Leonardo Boff, teólogo liberal o de la teología de
la liberación (éste se opuso a la teología dogmática y al magisterio
papal). Éste fue el papa que pidió perdón por los errores de la iglesia
católica, incluyendo aquel en que condenaron a Galileo.

265. Benedicto XVI de Alemania (Abril 19, 2005). Papa en ejercicio.

Después de ofrecer las mini biografías papales, conviene


relacionar doctrinas de origen papal con la Biblia. Serán presentadas de
manera breve.

7.1. Los papas en relación con doctrinas d.C.

Doctrina Fecha
Oraciones por los muertos y la 310
señal de la cruz
Velas dentro de las iglesias 320
Adoración del domingo como día 325
de reposo
Veneración a los ángeles y a los 375
santos
La misa como sacrificio diario 394
Adoración a María madre de 431
Jesús, así como el uso de término
“Madre de Dios” de acuerdo al
concilio de Éfeso
La vestidura diferente a la de los 500
laicos
La doctrina de la inmortalidad del 500-550 ±
alma durante o después de la
muerte de Agustín quien fue el
artífice en platonizar al cristianismo
con esta doctrina en particular
El establecimiento del latín como 600
el idioma para la adoración
impuesto por Gregorio I. Esta
doctrina entra en conflicto con 1
Corintios 14:9
La intermediación. En tanto Jesús 600
enseñó a orar solo a Dios, la iglesia
creó la doctrina de la
111

intermediación por medio de


María y de los santos (Mt. 11:28;
Luc. 1:46;Hech. 10:25, 26; 14:14-18 .
El título de “papa” que quiere 610
decir papá o el obispado universal
fue establecido por el emperador
Focas. Aquella determinación
imperial fue por causa de
despecho o intriga contra el
obispo Ciriacus de Constantinopla.
La razón fue porque Ciriacus lo
había excomulgado (al
emperador romano), por haber
asesinado al emperador Mauritius
que le había precedido. Gregorio I
rechazó el título, pero su sucesor
Bonifacio III fue el primero en
usarlo. Esta doctrina entra en
conflicto con la negación de Jesús
a Pedro de encabezar el
apostolado (Luc. 22:24-26; Ef. 1:22-
23; Col. 1:18; 1 Cor. 3:11). Luego la
asignación a Pedro como el
primer papa, entra en conflicto
bíblico e histórico. No hay
evidencia bíblica o histórica de
que Pedro estuvo en Roma.
Clemente de Roma, tercer obispo
de Roma afirma que no hay
evidencia del primer siglo de que
Pedro estuvo en Roma. Aunque la
negación de Clemente tiene su
lógica, sí sabemos que Pedro cerró
su ministerio en Roma, pero no
laboró allí.1

Besarle los pies al papa. Era una 709

1
Ellen G. White, The Acts of the Apostles, Mountain View, CA: Pacific Press Publishing
Association, 1911, 537-38.
112

costumbre pagana el besar los


pies al emperador. Esta doctrina
entra en conflicto con la Biblia
(Hech. 10:25,26; Apoc. 19:10; 22:9).

El poder temporal de los papas. 750


Cuando Pepino usurpó el trono en
Francia, llamó al papa Esteban II a
la guerra contra los lombardos (de
Italia). Así que el emperador le dio
al papa la ciudad de Roma, junto
con sus alrededores.

La adoración de la cruz, imágenes 788


y reliquias. Fue Adriano I el papa
en aquella época.
El agua bendita 850
La veneración de San José 890
El bautismo de las campanas por 965
el papa Juan XIV
La canonización de los santos por 995
el papa Juan XV. En la Escritura
todo creyente es llamado santo
(Ro. 1:7;1 Cor. 1:2).
El ayuno en viernes y durante la 998
Cuaresma. Se dice que fue
impuesto por los papas para
comercializar el pescado (a
quienes afirma que esta doctrina
comenzó en el 700).
El desarrollo gradual de la Siglo XI
Eucaristía o misa.
El celibato sacerdotal decretado 1079
por el papa Bonifacio VII
El rosario. Fue prestado de los 1090
hindúes y mahometanos

La inquisición contra los herejes. 1184


Fue establecido en el concilio de
Verona
La venta de indulgencias para 1190
otorgar el perdón de los pecados.
El dogma de la 1215
transubstanciación. Fue
decretado por Inocencio III.
La confesión privada (al 1215
113

sacerdote). Fue establecida en el


concilio Laterán por Inocencio III.

La adoración de la hostia 1220


La Biblia prohibida al pueblo o a 1229
los laicos y puesta en el Index o
Índice (lista de libros prohibidos
para que el pueblo los leyera). Fue
decretado en el concilio de
Valencia.
El uso del escapulario. Es un 1287
colgante de color café que
usaban las personas para
protección. Tiene un retrato o una
imagen de la virgen María. Tiene
poder de protección. Fue
invención fetichista del monje
inglés Simon Stock.
La prohibición a los laicos de 1414
tomar la copa o el vino en la
Santa Cena. Fue establecido en el
concilio de Constanza
La doctrina del purgatorio. Fue 1439
establecida en el concilio de
Florencia.
La doctrina de los sacramentos 1439
El Ave María. Llevó un periodo de 1508
50 años para ser completada,
hasta que hasta que el papa Sixto
la aprobó.
La tradición igual autoridad que la 1545
Biblia
Los libros apócrifos 1546
El Credo del papa Pío IV 1560
Inmaculada concepción por Pío IX 1834
Infalibilidad papal por el papa Pío 1870
IX
Prohibición del “modernismo”. 1907
Prohibición de todo
descubrimiento que no fuera
aprobado por la iglesia.
Condenación de escuelas 1930
públicas por el papa Pío XI
Afirmación de María Madre de 1931
Dios por el papa Pío XI
114

La asunción de María por el papa 1950


Pío XII1

Vale destacar que de acuerdo a algunos eruditos, el 75% de las


doctrinas católicas son de origen pagano. El cardenal Newman admite
que los templos, inciensos, lámparas de aceite, ofrendas votivas, aguas
santas o benditas, días santos y estaciones devocionales, procesiones,
bendiciones a los campos, vestimentas sacerdotales, son de origen
pagano (lo escribe en su libro The Development of Christian Religion,
539).
Luego se apreciarán hechos de los papas durante la historia. El
propósito es que el lector tenga una visión más real del liderazgo papal
a fin de apreciar el gran conflicto en razón de la fe y la ética.

1
Toda la lista doctrinal de esta sección se halla en la web indicada en este pie de
página. http://www.biblestudycharts.com/images/Pdf/CWG-Roman-Catholic-Church.
Accesado en mayo, 2010.
CAPÍTULO 6
HECHOS PAPALES
Y CONCILIOS
Hechos

Uno de los primeros hechos papales que la historia confrontó con


rubor, ha sido la apologética del Vaticano de haber poseído autoridad
indisputable desde el siglo I al V.1 Pero comenzando desde ese siglo, la
historia niega esa aseveración. Contrario a la defensa o afirmación de
la iglesia católica, los historiadores niegan y repudian esa afirmación.
Eusebio en el siglo IV reprendió esa aserción. Fue el caso del papa Víctor
respecto a la ostentación de poder en relación a la pascua o
resurrección. Hubo una controversia sobre la celebración de la pascua
entre occidente y oriente en el segundo siglo. La iglesia de oriente fue
mucho más fuerte que occidente sobre la fiesta pascual. Ahora, el 25
de diciembre era el festival clímax del calendario pagano mitraítico,
que era abominable a los cristianos.2 En la iglesia de oriente los obispos
de varias iglesias se comunicaban mutuamente y se enviaban el pan
sagrado o de la santa cena. Aunque no era como si fuera la
transubstanciación, asunto que no existía en esa época a fines del siglo
II. Roma por su parte había comenzado a celebrar la pascua el 25 de
diciembre. Esa fecha fue rechazada por los obispos de oriente. Con
todo, el papa Víctor ordenó a los obispos de Asia Menor, a abandonar
la costumbre de hacerlo otra fecha que no fuera el 25 de diciembre. Y
que celebraran la pascua ese día como se hacía en Roma.3
Eusebio, reporta la reacción de los obispos de oriente. El obispo
Polícrates de Éfeso, a quien el papa escribió, le contestó: “No cederé

Joseph McCabe, A History of the Popes (Johnson’s Court, London: Watts &Co, 1939),
1

33-34. En gran parte esta sección apela a esta fuente sobre los hechos papales.
2
Mitra era el hijo del dios salvador de los romanos, como era Jesús para los
cristianos. Era hijo de una virgen como era Jesús. Nació en una cueva oscura y
los pastores le hallaron allí. Ellos le trajeron oro y aromas. Tuvo doce hombres
quienes lo apoyaron. Zartosht Ataollahi trans. Farsi, Mithraism its Influence over
Christianity (Iram Zamin), 1-4. Por su parte el culto persa que también adoraba a Mitra,
terminaba su liturgia en Roma, con las palabras latinas Ite missa est, que es la misma
palabra para la Eucaristía católica, misa. J.McCabe, 44.
http://ahura.homestead.com/files/IranZaminFive/AthaolaiMITHRA_Christianity.
Accessed on May 2010.
3
J. McCabe, 34.

115
116

ante usted quien trata de intimidarnos”. Con esas palabras rechazó a


Víctor. Incluso el obispo le hizo ver al papa que todos los obispos de
oriente estaban con él. Víctor excomulgó a Policrates, aunque no existía
ese entendido de “excomulgar” en ese tiempo. Más bien por
“excomulgar”, Víctor quería decir, que no les enviaría pan sagrado
desde Roma.1
Había en ese tiempo un repudio a la arrogancia papal. Ireneo de
Lyon, reprendió cortésmente a Víctor por haber ido tan lejos. El gran
Tertuliano con mordaz ironía llamaba al obispo de Roma, “Supremo
Pontífice” y “Obispo de obispos”.2
Así mismo, la iglesia católica, afirma que el obispo de Roma,
siempre ejerció suprema autoridad sobre los otros obispos. Con orgullo
cita a Cipriano obispo famoso de Cartago o África, el cual reconocía
esa autoridad pero en su contexto. Sin embargo aunque en alguna
parte reconoció a Roma, también sus cartas la reprendieron. Cipriano
con desprecio, escribió al papa Cornelio y a su sucesor, que repudiaba
el reclamo romano o de Roma, de tener cierta autoridad sobre la iglesia
en África. Una razón fue porque muchos obispos de África eran
violadores de vírgenes y destructores de muchos matrimonios. Y peor
era que aquellos habían apelado a Roma para ser respaldados, o
perdonados, y Cipriano negaba aquel respaldo. Al contrario, afirmaba
que cada iglesia (la de Cartago en su caso), debía juzgar los crímenes
de sus obispos. Igual, Cipriano, con ochenta de sus obispos, le reclamó
al papa sucesor de Cornelio, o sea al obispo (papa), Esteban que el
obispo de África tenía la misma igualdad que el de Roma. Sus palabras
fueron, “nosotros quienes sostenemos el balance en gobernar la iglesia”.
Esteban le amenazó de anatema. Entonces Cipriano en un concilio con
sus ochenta obispos, desdeñó la carta de Esteban, así: “Nosotros no
juzgamos a un hombre y no cortamos a un hombre por diferir de
nosotros. Ninguno de nosotros se considera a sí mismo como obispo de
obispos, o busca alguna amenaza tiránica para obligar a sus colegas a
obedecerle”.3
Cipriano el famoso obispo de África en el siglo III, decente y
piadoso, siguió escribiendo cartas contra los abusos de poder del obispo
de Roma. Roma lo llamó “un falso Cristo”, y “falso apóstol”. Se negó a
darle hospedaje a sus enviados cuando viajaron a Roma. Tal realidad
contrasta con la afirmación católica de que Cipriano apelara a la
suprema autoridad de Roma o supremacía papal.4
También se dio el caso del papa Marcelino. Durante la
persecución de Dioclesiano en siglo IV, o mejor dicho en los comienzos
del 300, los cristianos padecieron horrible muerte. En cambio el papa
Marcelino ofreció incienso en un altar pagano para agradar a

1
Ibid.
2
Ibid.
3
Ibid., 50.
4
Cipriano fue cabeza de liderazgo de todas las ramas eclesiales en el cuarto siglo.
Incluso fue mucho más destacado que los papas. Ibid., 51.
117

Dioclesiano. Esto lo admite la obra católica “The Pontificial Chronicle”.


La iglesia dice que el papa después se arrepintió. La iglesia afirma que
en tiempo de Dioclesiano Roma padeció gran persecución, pero la
historia aclara que solo pocos romanos la sufrieron.1
La suma de conducta clerical en el contexto papal, a fines del
siglo IV, impone elocuencia histórica. La historia de los papas hasta allí,
llena de rubor a la verdad. Contrario a llenar las iglesias después del
edicto de Tolerancia de Milán por Constantino, los romanos cristianos se
resistieron. La abstención de asistir a la iglesia prevaleció en su lugar
como escribiera el venerable Agustín. La dinastía cristiana o sea el
imperio del liderazgo católico, junto con la conducta de los papas, y la
agravante corrupción de la iglesia, habían devastado la devoción de
los creyentes. Oportuno así, fertilizaba el arrianismo que llenaba el
imperio en medio de aquella apostasía obispal.2
Igual la conducta papal de aquella época, sufrió los vicios y
apostasía con abrumador malestar sobre el pudor cristiano. El mismo
papa Dámaso en el siglo IV dejó un historial lesivo a la cristiandad desde
entonces. El escritor Ammianus de aquella época esculpió en el tiempo
su conducta reprobatoria. Desdeñó sus “vicios” como fue el caso de
permitir que criminales lucharan tipo gladiadores semana tras semana
delante de él. Incluso permitió a sus clérigos y al pueblo a venir a
presenciar las peleas. La mayoría de los obispos de Italia detestaban su
conducta. Por ello llegaron hasta rechazar asistir a una fiesta de
cumpleaños a la que el papa los había invitado. En el 378 el papa fue
denunciado por adulterio ante las autoridades civiles por un judeo
cristiano. Los mismos historiadores católicos en la Pontifical Cronicle en
el pie de página afirmaron que era “adulterio”.3
Ahora, en cuanto al ardor papal por supremacía universal desde
el siglo II, el malestar y rechazo de los padres condenaba aquella
ambición. En el silo V, el gran Agustín despreció la ambición vaticana.
Aunque la literatura agustina del catolicismo timó las palabras del padre
de la iglesia, “Roma ha hablado; el caso está establecido”. Agustín
nunca usó aquellas palabras. Al contrario, tanto Agustín como Basilio y
Cipriano, fueron rígidos oponentes a la ambición papal por supremacía
1
Ibid., 56.
2
Fue aquella una época de abrumadora controversia, en la que el papado
desmayaba de autoridad frente al emperador para controlar el arrianismo. El mismo
emperador había comulgado con la nueva corriente, y los obispos occidentales
incluso llenaron los dormitorios de prostitutas a las que obligaron a dormir con los
obispos de oriente como medio de venganza por oponerse estos últimos a la
divinidad de Cristo. El mismo Atanasio, obispo oriental, se acostó con una prostituta
consagrada. Ibid.,63-65.
3
El pueblo tenía escaso respeto por el papa Dámaso. Cuarenta y cuatro obispos lo
absolvieron del cargo. Pero el historiador Duchese historiador contemporáneo,
escribió contrario a la negativa de historiadores católicos de que la acusación fue en
la corte. Duchese dijo que en palabras del emperador de acuerdo a la ley romana,
era un crimen. Pero hubo una intervención directa al emperador Graciano. Ambrosio
quien no gustaba del papa, le había aconsejado a evitar aquel acto, y que sería un
terrible escándalo para la iglesia. Ibid., 76-77.
118

o liderazgo del mundo. Inocencio I fue el primer papa en insistir sobre la


universalidad pontificial de Roma, malversando las palabras de Agustín,
“Roma ha hablado”.1 Porque Agustín había reunido doscientos catorce
obispos, y le informó al nuevo papa Zósimo, sucesor de Inocencio, que
el sínodo había “decretado” que la condenación herética contra
Pelagio por Inocencio, debía permanecer.2
Amén de ello, otra historia del papa con los obispos africanos
surgió pertinente respecto al reclamo pontificial universal. Fue el caso de
un sacerdote de vida dudosa. Aquel tanto de la amargura de oriente
contra Roma, fue al papa y apeló. Zósimo lo acogió. Pero los obispos
africanos confrontaron al papa en un concilio, y le reclamaron, en qué
terreno canónico se apoyaba para soslayar las decisiones del sínodo
africano. Aquel reclamo de dos centenares de obispos africanos contra
el papa, desautorizaban la apología de Zósimo de que el obispo de
Roma era líder reconocido como el jefe universal de la iglesia.3
Concursaron otros diferendos entre los obispos de oriente (Asia
Menor), y el obispo de Roma en cuanto a la pretensión de poder
reclamada por él sobre el mundo. En el 419, los obispos de oriente
enviaron cartas al papa Zósimo diciéndole que por tres días habían
reñido con el Legado 4 de que habían sido ilustrados sobre asuntos
intolerables (en Roma), que no podían siquiera mencionar. Y si era que
las citas acaso no provenían de falsos cánones. Tres años después de
aquella reprensión de los obispos de oriente al papa Bonifacio, aquel
(Bonifacio), le escribió a uno de ellos: “Nadie antes había resistido la
dignidad del Trono o Silla Apostólica porque su juicio no pueda ser
puesto en entredicho. Nadie se ha rebelado contra ello sin que sea
juzgado por su propio hecho”.5 Más tarde el papa Celestino en el 424,
en conflicto por poder del obispado de Roma irritó a los obispos de
oriente. En la larga carta que los obispos enviaron a Celestino,
condenaban la insistencia del papa de poseer el liderazgo de la iglesia
a nivel mundial. Ellos dijeron que las palabras del Legado sobre
supremacía de Roma, “insultaron a la asamblea entera pretendiendo
asegurar ciertos privilegios de la Iglesia Romana”. Los obispos de oriente

1
Ibid., 102-03. Se dio el caso del papa Inocencio I quien apoyó los escritos de Pelagio,
desafiando al mismo Agustín. En el 416 Agustín sostuvo dos sínodos condenando a
Pelagio, y a Roma con un pedido que revelaba magna autoridad. La demanda
agustina era que Roma misma debía adherirse al acuerdo sinodal de condena a
Pelagio. Inocencio cumplió el pedido, pero dijo estar sorprendido por tal demanda,
aunque dijo que lo hizo para cumplir con ciertos modales de respeto en oriente. Las
palabras de Inocencio para atender la demanda de Agustín fueron: “ya las decisiones
de los dos concilios [africanos], han sido enviadas al Apostolado Supervisor y la réplica
ha venido a nosotros. El caso está terminado”. Ibid., 104.
2
Ibid., 105.
3
Ibid., 106.
4
El legado era tipo de embajador papal para asuntos del gobierno de la iglesia de
actas y documentos que se registraban en los concilios, y otros tantos documentos
eclesiales. Infoplease, “Legate”, Encyclopedia.
http://www.infoplease.com/ce6/history/A0829277.html. Accessed on May 2010.
5 Así era la obsesión de poder de los obispos de Roma. Ibid., 108-09.
119

le recordaron al papa que los cánones auténticos del concilio de Nicea


en forma directa le negaban estos privilegios. Además le recordaron
que cada provincia manejaría sus propios asuntos.1
Los obispos de oriente añadieron: “¿Hay alguien que pueda
pensar que nuestro Dios le dé su inspiración de juicio a un solo individuo
y niegue ello a tantos sacerdotes reunidos en un concilio”?2
Luego del periodo temprano pasamos a la segunda parte de la
historia de la teología histórica católica que incluye el concepto de la
economía en Europa. Vamos a trabajar con otros hechos papales de la
Edad Media u oscura. Esta va del 450 al 1050 (e incluye en su
naturaleza, hasta 1550, como edad oscura). La anterior en esta sección
trató con los papas durante el siglo II al V.
De los cuarenta y cuatro papas recluidos en el periodo anterior,
Inocencio I y Leo I tuvieron su extra bíblica convicción de que Pedro
había fundado la iglesia y que era la Roca sobre la cual la toda la
iglesia descansaba en su estructura cristiana. 3 En cuanto a la
subsistencia socio-económica de Europa, la iglesia ha sostenido que
contribuyó mucho con la beneficencia. Con todo que el imperio
romano había provisto de salubridad y educación, el papado por los
600s adquirió vastas riquezas. Incluso no promovió la educación, sino
que condenó a los obispos que la intentaron. 4 A ello se agrega que
cuando Carlo Magno en su reinado final intentó educar al imperio, la
iglesia le impugnó. De la educación libre que el imperio romano
otorgaba a los 50 millones de la población del occidente, cerca del 90%
estaba alfabetizada.5 En contraste, del 500 al 1050, más del 90% de la
población era analfabeta.6 Fue aquella ignorancia universal la causante
de la violencia y barbarismo de aquellos tiempos.
Por su parte, en razón de relación entre santidad de la silla
apostólica y actos obispales romanos, repunta un caso en tiempos de la
emperadora oriental Teodora. Pasado el 530, hubo grandes conflictos
teológicos católico-arrianos. Fue durante esas bélicas situaciones tras la
muerte del papa Agapito, que un diácono, Vigilio, de la corte de
Teodora, le propuso que ella podría tener a Antimus, rechazado aquel
por el papa Agapito antes, como patriarca de Constantinopla. Antimus
era el favorito de la emperadora. La propuesta de Vigilio incluía que la

1Ibid., 109.
2
Es interesante que el Legado Faustino que había llevado las palabras a los obispos
orientales, nunca más fue recibido en África. Ibid.
3
Luego queda ver el uso que los papas le dieron a su poder a través de no ordinarios
acontecimientos en serie. Aquellos tuvieron mucho que ver con la economía de
europea como el caso de la esclavitud. En gran parte de la edad oscura, los papas
tuvieron esclavos aunque dijeron que ellos abolieron la esclavitud. Ante la vista de los
papas el tráfico de esclavos continuó hasta el mismo siglo XIX. Cada papa estuvo de
acuerdo con Agustín que la esclavitud estaba de acuerdo a la voluntad divina. Ibid.,
120, 125.
4
Ibid., 124,125.
5
No había siquiera más de cinco escuelas en cada país. Ibid. 125,26,
6
Ibid.
120

emperadora podría tener a su Antimus, si él fuera elegido papa. Así que


Vigilio fue a Roma con 700 libras de oro para sobornar a los votantes y lo
logró, llegando a ser el papa Vigilio. 1 Vigilio hombre goliático, fue
acusado de haber matado a su contrincante el papa Silverio. También
mató a uno de sus dos secretarios, y mandó a matar al esposo de su
sobrina.
Del mismo modo, en el tiempo de Gregorio I el Grande, aunque
muy educado, como era propio del obispado romano, trató de imponer
su supremacía religiosa. Se daba el caso de la oriental provincia de
Istria allá por los 590, que declaró su independencia de la jurisdicción
papal movida por su tendencia herética (posiblemente el arrianismo).
¿Qué hizo Gregorio? Envió una tropa de soldados a Aquilea, con un
mandato al obispo de la región pidiendo que enviara a Roma a los
líderes obispos de Istria para juzgarlos.2 Les dijo que eran órdenes del
más sereno Señor de todos. Pero cuando el obispo escribió al
emperador en Constantinopla para saber de la orden, aquel le dijo que
no había dado esas órdenes. A su vez amonestó al papa a manejar sus
propios negocios.3 En el mismo tiempo de reinado, Gregorio escribió al
obispo de Siracusa en oriente, diciendo: “¿Quién duda que la iglesia de
Constantinopla no está bajo la Silla Apostólica (de Roma)?” A ello el
obispo de Siracusa, en su correspondencia escribía con desdén que
este ‘’blasfemo título había sido dado a los papas en el concilio de
Calcedonia, pero que Leo I, ni sus sucesores nunca lo usaron”. 4 El
decreto del concilio de Calcedonia establecía en el canon XVIII, que el
obispo de Constantinopla tenía en el oriente el mismo poder que tenía
el obispo de occidente (de Roma).5 A Gregorio le sucedió Sabinianus,
quien execró o condenó al primero por su vandalismo. En cuanto a
ostentar el título de “cabeza de todas las Iglesias”, fue el emperador
Focas de Constantinopla quien recompensara tal título.6 Igual, los papas
obtuvieron de Focas permiso para convertir el antiguo templo de todos
los dioses romanos en una iglesia de Santa María.7
Pasando luego hasta el siglo VIII, al tiempo de Carlomagno y el
papa Adriano I, la historia relata el poderío material y secular del
papado. Las palabras abajo destacan en suma hechos papales en aras
de la Silla Apostólica.
Roma, celosa de toda la soberanía temporal, hizo de Italia un
campo de batalla del Trasalpino y el extraño. Al mismo tiempo

1Vigilio en su tiempo de reinado llegó a ser acusado y castigado por sus varios
crímenes. Ibid.,138, 39.
2Ibid., 144-45.
3Poco tiempo después el papa debilitó el cisma en Aquilea por medio del soborno.

Ibid.,146.
4El título de Silla Apóstol era lo mismo que decir Supremo Pontífice. Ibid.147.
5Ibid.
6Ibid., 149.
7Así el templo pasó a ser un símbolo redentor en una época de escasez religiosa. Ibid.,

149.
121

secularizó su propia supremacía espiritual al punto de confundir al


sacerdote con el político. Tanto fue aquello, hasta degradar absoluta e
irrevocablemente el reino de Cristo en un reino de este mundo.1
Respecto a la obsesión de Roma por supremacía, Adriano I dejó
constancia de ello, solo que con documentos fabricados. En uno de sus
documentos de invención personal, hizo escribir que Constantino (siglos
atrás), le había entregado a Roma, el poder sobre Italia.2 En una carta
de Adriano I, que los historiadores católicos aceptan, no fue entregada
a Carlomagno, el papa escribió que,

justo como en el tiempo del bendito Silvestre, obispo de Roma,


la Santa Católica y Apostólica Iglesia Romana, fue elevada y
exaltada por el más piadoso emperador Constantino el Grande
de santa memoria y él designó otorgar sobre ella poder en estas
regiones occidentales.3

A ello se agrega el caso cuando Irene una de las esposas de


Carlomagno invitó a Adriano I para tener un concilio (en
Constantinopla). Irene había eliminado la fuerza iconoclasta (contra
imágenes), e impuesto la adoración a las imágenes. Ante ello,
Carlomagno denunció a la iglesia católica como semi herética. La
adoración a estatuas ya había sido vista por los obispos francos como
un peligro. De manera que se abstuvieron de adorarlas. Carlomagno
aprobó la negativa de los obispos y aprobó un tratado escrito por sus
teólogos. Cuando una copia del respaldo le llegó a Adriano I en Roma,
fue profundamente mortificado al hallar que el emperador condenara
la práctica de su iglesia. Peor fue que el compositor del tratado había
sido uno de los subalternos laicos del papa que era laico en el palacio.4
Se dio por igual otro caso inusitado sobre las ansias de poder del
papado, aquella en relación con la coronación de Carlomagno. La
historia dice que aquella fue una ceremonia abundante en asistencia y
gozosa ocasión. Fue el 1 de diciembre cuando el emperador vino a
Roma al santuario de San Pedro en el 800. El emperador supo que el
papa había sido acusado de administración, ausente de moral sobre
las finanzas. De modo que había enviado antes a prelados y nobles de
alto rango a Roma para mirar la acusación. Dícese que el caso del
procedimiento se había “perdido”. Al parecer los obispos dejaron el
caso en manos del emperador. Entonces Carlomagno llegó a Roma. La
iglesia se llenó de prelados, abades, nobles, el pueblo y soldados para
escuchar las palabras del emperador. El emperador dijo que el caso
quedaba cerrado. El papa juró por los evangelios que él no tenía culpa
alguna del cargo. Al fin de la misa aquel 1 de diciembre, el papa había

1 Ibid., 174.
2 Ese documento es llamado la Donación de Constantino. Ibid., 177.
3 Esa carta daría apariencia que fue enviada a Carlomagno, cuatro años después.

Ibid., 177.
4 El caso de Irene, Carlomagno y el papa, se leen en McCabe, 181.
122

elaborado una corona y un manto de púrpura y coronó al emperador.


Eginhard el secretario de Carlomagno, escribió que el emperador
estaba molesto y dijo que no habría asistido a la ceremonia, si hubiera
sabido del propósito del papa.1 Sobre aquello y tanto más, el historiador
de Roma medieval, escribe que, ”toda la historia de la raza humana nos
otorga un ejemplo de una lucha de tal larga duración o una tan
incambiable en motivo como la lucha entre los romanos y los italianos
en contra del poder temporal de los papas, cuyo reino no debía haber
sido en este mundo”.2
Por el periodo del siglo IX, tras la muerte de Carlomagno, el
imperio fue violado y degradado por luchas. La iglesia entró en baja
corrupción y degradación. Por el siglo X el papado se hundió, en lo que
los historiadores llaman, “el Reino de los Puñetazos”.3 Durante el papado
de Nicolás, cuando Misael era el emperador de Constantinopla, el
papa recibió en Roma una delegación de Constantinopla la cual le
trajo un regalo de joyas y vasos para el altar. Aquella le pedía que
Pothios fuera elevado al arzobispado de Constantinopla, quien tenía la
aprobación del emperador. El emperador junto con su gente era
hombre de orgías e inmoralidad. Por ello, Ignacio, patriarca de
Constantinopla había denunciado sus inmorales acciones. Los obispos
reemplazaron a Ignacio por Pothios. El papa había reprendido al
emperador por su temeraria acción de deponer a Ignacio de su cargo
sin su consentimiento. Cuando el emperador le contestó, Nicolás le
replicó que si no retiraba la carta (la que le envió el emperador), la
condenaría al fuego de la eterna perdición hasta poner al emperador
en confrontación con el mundo. Ante eso, Pothios envió a Roma una
lista de las herejías de la iglesia latina (Roma, o el oeste), que lo movían
a excomulgar las herejías y al papa. El emperador Misael firmó la carta.
Entre las herejías estaba el prohibir el casamiento de los sacerdotes, y
que el Espíritu proviene del Padre y del Hijo.4
Así mismo se acusó a Nicolás de falsificar una inmensa serie de
cartas conocidas como Pseudo Isidoreanas o Falsos Decretos, a las que
los historiadores conceden espacio. Eran cartas del siglo I en adelante
que aún los eruditos del siglo XV se quejaron de aquellas fabricaciones
falsas. El tema de las cartas es que desde temprano (siglo II), la iglesia
había sido reconocida superior o sobre el estado. Que igual la
supremacía del papa romano era ya reconocida. 5 La historia no
atribuye a Nicolás los decretos aquellos, sino a Hincmar, decretos que

1
McCabe añade otros detalles. Ibid., 183-184.
2
Ibid., 185.
3
Todo el país estaba totalmente corrompido. Ibid.
4
Ver toda la historia en McCabe, 196-99.
5
Todo ello sobre esos documentos, parece que fueron falsificados en Rheims (Francia),
en la Arquidiócesis. El arzobispo Ebo había tomado parte de la desgracia de Luis I de
Francia. El nuevo arzobispo Hincmar sostenía que la ordenación de sacerdotes y
obispos por Ebo eran inválidas. Ibid., 203-04. El lector puede acudir a la búsqueda del
libro de J. Richterich, Papst Nikolaus I (1903), sobre estas falsedades. Ibid.
123

Rothard líder de los rebeldes obispos en Francia con Hincmar, llevara a


Roma.1
En cuanto al periodo del siglo XI al XV, los papas no mejoraron
nada la educación, la moral, o la espiritualidad. Fue todo lo contrario.
Pero sí es sobresaliente, el hecho que siempre buscó la supremacía del
mundo. Tal como fue con Gregorio VII quien desdeñaba el matrimonio
para el clero2, y deliraba por el señorío del mundo. Aquel título de tener
el poder universal de la iglesia, igual de Inocencio III, fue basado en
falsos decretos y otras fabricaciones. De Gregorio la literatura proclama
el triunfo papal sobre Enrique IV. Se dice que el emperador se arrodilló
ante el papa, que se arrodilló en penitencia ante el pontifice, en camisa
sobre el hielo en el castillo de Canossa. Hizo eso hasta que el papa lo
perdonó. Solo que ese dato vino del propio Gregorio y de un monje
germano. Pero también es cierto que uno de esos encabezadores
escritores escribe que Enrique sitió el castillo y obligó al papa a rendirse.3
Después de intrigas y luchas, el papa Gregorio logró mejorar en algo
con Enrique. Luego entre tretas y conflicto de intereses, el papa se unió
a rebeldes contra Enrique, pero aquel vía astucia y poder, venció la
revuelta. El papa fue capturado, pero envió amenazas al emperador.
De modo que uno de los obispos germanos excomulgó al papa. Un
sacerdote llevó la carta al papa en la que también se le inmiscuía en
escándalos femeninos. Gregorio se enfureció pues era de inflamable
carácter. Excomulgó a Enrique y ordenó al mundo que sus súbditos se
liberaran de su alianza con el emperador. Hubo una guerra levantada
por Gregorio, de parte de los prelados en contra de Enrique. Al fin de
todo, el emperador nombró al antipapa Clemente III.4
Luego después de trabajar con los hechos de los papas,
dedicaremos una sección sobre concilios. Más siendo que los concilios
son tantos, este libro trata directamente con doctrinas y etapas
conflictivas en las que despliegan dos de estos concilios. Nos
ocuparemos del concilio de Trento y de Vaticano I. La razón es que
cada uno tiene que ver con doctrinas capitales del catolicismo como
son la tradición, la fe y las obras, la infalibilidad, inmaculada
concepción y los sacramentos. Aunque aquí solo trataremos de
tradición-Escritura, inmaculada, los sacramentos, e infalibilidad.

Concilios de la iglesia

Como se dijo arriba, se abordará sobre Trento y Vaticano I. El uno


fue contra la reforma, y el otro por la infalibilidad.

1
El hecho es que el papa Nicolás los usó. Ibid.
2
Por eso los sacerdotes que eran casados fueron castrados. Ibid., 278.
3
Ibid., 284.
4
El papa antes había buscado que el gobierno de otro emperador de Alemania en
vez de Enrique pero fracasó. Ibid., 284-285. Todos los detalles sobre Gregorio VII se
pueden leer en McCabe, entre las 272-285.
124

Trento

El concilio de Trento (1545-1563). ¿Qué se discutió en febrero de


1546? Si la Biblia debía dividirse en dos: Libros de sabiduría (literatura
sapiencial como Proverbios), y moral, y libros doctrinales. Sobre la
decisión, al final hubo perfecta unanimidad en recibir a todos los libros
de la Biblia como canónicos. Respecto a si los libros deuterocanónicos
(apócrifos), debían aceptarse dentro de libros canónicos, hubo división.
Catorce obispos se opusieron a llamar anatema al que los rechazara. En
contra veinte obispos con Pacheco, el Legado, estuvieron a favor de
llamar anatema a quien los rechazara.1 Con todo se llegó a la opinión
de que se debía reexaminar el asunto sobre la autoridad canónica de
los libros de la Biblia y hacerlos públicos. El papa acudió a su uso de “ex
cátedra” e impidió aquella iniciativa.2
Sobre tradición y Escritura. Para estudiar el tema las
congregaciones obispales con asistencia de consejeros en teología, se
dividieron al respecto. Hubo falta de unidad entre ellos. La razón es que
parte de los obispos reclamaba que había habido abusos y corrupción
en apelar a teorías no de la Escritura o de la Biblia. Todos estuvieron a
favor de tradiciones existentes, pero parte de ellos quería que las
tradiciones fueran distintamente separadas. Por su parte en general,
igual se negaron a eliminar de ellas el término apostólico en cuanto a
las tradiciones atribuidas a los apóstoles. Eso fue porque si negaban la
tradición viniendo de los apóstoles, entonces negarían otros relevantes
ritos y ceremonias que incluso ellos confesaban que no eran de origen
apostólico.3 Respecto al libro de Baruc, se turbaron si acaso no debiera
estar fuera de los libros canónicos. Pero argumentaron que lo
mantendrían porque desde la antigüedad estuvo junto con el libro de
Jeremías. 4 La asamblea penduló respecto a mantener la reverencia,
piedad y afectividad de la Biblia frente a la tradición. La intención
parcial era que para la tradición se usara el término similar o como.5
Pero aquello no fue el final consensorio sobre Biblia y tradición. El 5
de abril se levantó la discusión por parte del obispo de Chioggia quien
relacionó a las tradiciones como no de inspiración divina.6 Dijo que
fueron usadas como leyes y forma de juicio cuando las cosas se ponían
conflictivas en la iglesia. Afirmó que era impío poner las tradiciones en
igual autoridad que las Escrituras.7 Tan violenta o vigorosa fue su
intervención que fue forzado a pedir disculpas ante el concilio.
1
Edit. Theodore Allois Buckley, History of the Council of Trent (London.: Roudtlegde and
Co. 1852), 113-14.
2 De nuevo la libertad quedaba atada en manos del papa. Ibid., 114-15.
3La igualdad entre la Biblia y la tradición fue afirmada en el Concilio de Florencia en

1441. Ibid., 115-16.


4 Ibid., 116,17.
5
El obispo de Bitonto tuvo aquella observación, la que al final fue eliminada. Ibid.,121.
6
Ibid., 122.
7
Ibid.
125

Ahora pasamos a Mariología. Esta vez es sobre inmaculada


concepción. En junio de aquel año el cardenal Pacheco hizo una
propuesta. Su propuesta fue que en el canon donde se dice que el
pecado original pasó a toda la raza humana se añadiera una cláusula.
¿Cuál? La cláusula era esta: “El concilio no intenta incluir en este
decreto donde es tratado el pecado original, a la bendita inmaculada
Virgen María la madre de Dios. . .”1
Respecto a los sacramentos, Trento citó a los reformadores al
respecto. Quizá para que todos los asistentes escucharan la posición
protestante frente a la iglesia. Lo que los reformadores escribieron,
Trento así lo trajo de nuevo. Eso no indica que el catolicismo aceptaría
su posición. Para la iglesia, los sacramentos eran medios de aumento de
la justificación. Fueron establecidos por Dios para adquisición,
preservación y aumento de la justificación. Que cuando se pierden los
medios de santificación, se recuperan por los sacramentos.2
1. La misa no es un sacrificio o una oblación por los pecados, sino
meramente una conmemoración del sacrificio cumplido en la cruz. Que
es llamado un sacrificio por los padres en forma metafórica, pero no lo
es en la realidad. Es solo un testigo y promesa de remisión de pecados.
2. Que la misa no fue derivada de los evangelios, ni instituida por
Cristo, sino que fue inventada por los hombres. Que no es una obra
buena, ni meritoria. Que en cambio es un manifiesto de idolatría.
3. Que la blasfemia es traída sobre el más alto sacrificio de Cristo
cumplido en la cruz. Si alguien cree que el Hijo de Dios es de nuevo
traído ante Dios el Padre por los sacerdotes en la misa y que Cristo es
místicamente inmolado y ofrecido para nosotros, que nada más es
ofrecido a nosotros para comer. Que Cristo en las palabras “haced esto
en memoria de mí”, no ordena a los apóstoles a ofrecer su cuerpo y su
sangre en el sacrificio de la misa.
4. Que como el canon de la misa abunda en errores y engaños,
debe evitarse como la más vil abominación.
5. Que la misa no provee nada ni para el vivo ni para el muerto.
Que es impío aplicarla al perdón de los pecados, por la satisfacción de
Dios, y otras necesidades.
6. Que nadie comunica ni es absuelta otra persona en el lugar de
otro. Que los sacerdotes no pueden ofrecer sacrificio por la misa.
7. Que las misas privadas no existieron antes de Gregorio el
Grande, por lo que deben ser retiradas [o eliminadas]. Ellas varían de la

1
El concilio se dividió en partidos. La negativa de un lado estuvo en que estaba
correcto lo de inmaculada pero respecto a Jesús como inmaculado. Pero no la
concepción de ella como inmaculada, sino maravillosa concepción. Con todo en los
dos primeros decretos de aquel sínodo, no aparece la cláusula sobre inmaculada
concepción de María. Ibid., 135.
2
Ibid., 158.
126

institución de Cristo. Más bien representan excomunión que comunión,


la cual Cristo instituyó.
8. Que el vino no es el asunto de este sacrificio. Que mezclar el
vino con el agua es contrario a la institución de Cristo.
9. Que el rito de la iglesia romana cuando las palabras de
consagración son pronunciadas en forma secreta y tono bajo de la voz,
debe ser condenado. Que la misa debe ser ofrecida solo en lenguaje
del pueblo. Que es imposición el atribuir ciertas misas a algunos santos.
10. Que en la celebración de las misas, todas las ceremonias,
vestimentas, y signos externos, son más bien incitaciones a la impiedad,
que oficios de piedad. Que como la misa de Cristo era bien simple, y
fue la primera, todos deben hacer como Cristo hizo.
El sacramento del orden (igual citaron a los reformadores).
1. El orden sacerdotal no es un sacramento sino un cierto rito de
escoger y constituir ministros de la palabra y de los sacramentos. Que el
sacramento llamado orden es una invención humana de algunos
hombres incapaces en asuntos de la iglesia.
2. Que el orden no es un sacramento. Que es un medio o camino,
o como gradas, por las cuales el sacerdote va subiendo niveles
sacerdotales.
3. Que no hay jerarquía eclesiástica. Que todos los cristianos son
sacerdotes. Que el que ha sido sacerdote puede igual volver a ser un
laico.
4. Que en el Nuevo Testamento no hay un visible sacerdocio o
poder espiritual como que consagre el cuerpo y la sangre del Señor
Jesucristo, y ofrecerlo al pueblo, y absolver de pecados. Solo está el
oficio y ministerio de predicar el evangelio. Que el que no predica no
puede ser sacerdote.
5. Que la unción no es requerida en el ejercicio del orden. Es
pernicioso y debe ser desechada, así como otras ceremonias. Que en la
ordenación, no se confiere el Espíritu Santo cuando los obispos
impertinentemente dicen, “recibe el Espíritu Santo”.
6. Que los obispos no fueron instituidos por derecho divino, ni son
superiores a los sacerdotes. Que no tienen el derecho de ordenar. Que
la ordenación sin el consentimiento del pueblo es nula.1
De nuevo, no se trata de que Trento aceptara el pensamiento de
la reforma. Sería más bien para poner al clericado católico al tanto en
los detalles protestantes. Más de esto, no se sabe la razón de citar a los
protestantes, en vez de afirmar su posición doctrinal.
Luego de Trento, trataremos breve con Vaticano I como fue con
éste. La doctrina será la infalibilidad.

1
El lector comprenderá que no fue que Trento pensó o repensó y cambió como los
reformadores habían esperado. Algunos cambios fueron hechos, pero hasta el
tiempo de Pío IV. Ibid., 240-43.
127

Vaticano I

Concilio Vaticano I (1869-70). El concilio Vaticano I, se celebró


bajo Pío IX. El tema dominante de ese concilio, era la elevación o
establecimiento de la infalibilidad como dogma. Como la iglesia
católica cree que toda persona bautizada pertenece a ella, invitó a los
obispos de oriente (ortodoxa), a los protestantes, y otros no católicos.
Ninguno de aquellos invitados asistió.1
¿Cuál era la reacción del obispado en gran escala, sobre la
infalibilidad? Por la información existente, las aguas estaban revueltas,
en gran manera. Había no poca agitación, es decir gran oposición a
dogmatizar el concepto de la infalibilidad. ¿Qué es lo que se debe
entender por infalibilidad papal? Ya ese concepto lo había expresado
Trento. De acuerdo a la revelación divina, Dios no cambia nunca en su
Palabra escrita, ni comete error alguno.2 Así, tan seria era la cuestión
sobre el tema, que los obispos de Francia, Inglaterra, Austria, Hungría,
Italia y Norteamérica, se oponían.3 Desde el principio hasta el final, el
concilio estuvo dominado por el agitado problema de la infalibilidad.
Note abajo el lector, las expresiones reveladoras sobre la complejidad
sobre asuntos de fe dentro del clero romano.
La supremacía papal en la elección del comité líder. La sesión fue
abierta por el papa Pío IX en la iglesia de San Pedro. El papa eligió a
aquellos líderes sinodales que estaban a favor de la infalibilidad. Ni uno
de los oponentes formaría parte de aquel comité dogmático. La razón
estaba a luz del peligro de inclinar las decisiones en contra de la
voluntad pontificial. El método escogido elevó la temperatura
internacional de los convocados. Insatisfacciones en muchos, una serie
de peticiones, sugerencias alternativas, todas fueron sometidas al papa,
pero ninguna prosperó. Numerosos obispos teorizaban la urgente
necesidad de unidad. Que de ninguna manera estaban inclinados a
rendir un hecho a la ligera a los asentimientos de las proposiciones del
papa. Todo ello sucedía antes que el borrador llegara al concilio. La
situación tomó un tenor tan tenso, que la segunda sesión fue anunciada
hasta casi un mes después. El gran temor era que la propuesta para
convertir el tema de la infalibilidad lograra la unanimidad. Era por tanto
insensato someterlo al concilio en esa primera sesión.4
Durante el concilio hubo no pocos pedidos para hacer varias
reformas para la vida de la iglesia. Hubo quejas de que el control de la
iglesia estaba muy centralizado en Roma. El asunto del celibato fue
también discutido, ya que había inconformidad por ser compulsivo u
obligatorio. Respecto al dogma de la infalibilidad, 480 obispos apoyaron

“The First Vatican Council”, (Encyclopedia Britannica, 1911), 1.


1

2
Gordon R. Lewis, "What Does Biblical Infallibility Mean?" Bulletin of the Evangelical
Theological Society 6.1 (Winter 1963): 18-27), 9. Es decir, Dios no cambia su carácter, por
lo que no hay cómo hallar errores en su revelación como mensaje.
3
The First Vatican Council, 2.
4
Cien obispos dejaron la sesión y partieron de Roma Ibid., 4.
128

al papa, en tanto 136 firmaron en contra. La oposición no era repudiar


la doctrina, sino que no era el momento oportuno. Aunque muchos
tenían serias dudas sobre esa doctrina. El asunto produjo gran conflicto
en abundantes escritos en Europa en contra del dogma (eso fue ya por
mayo). Luego en mayo 13 el obispo Hefele de Rottenburg criticó el
dogma de la infalibilidad desde el trasfondo histórico. Dijo que en su
tiempo el papa Honorio I había sido condenado de hereje en el sexto
concilio ecuménico (680). Otros obispos opinaron que la doctrina
implicaba cambios radicales. Incluso uno de los oradores expresó que
eso era un sacrilegio. El repudio fue abundante. Los defensores de la
infalibilidad fueron desafiados a establecer su teoría con la santa
Escritura y la tradición, y defenderla en contra de los argumentos de la
historia. Pero nada prosperó. En junio se cerró el debate, silenciando a
cuarenta oradores en contra.1
Igual entró en pugna el tema sobre la autoridad doctrinal del
papa. El arzobispo Guidi de Bologna, habló del resentimiento de la
mayoría sobre la forma tan franca de hablar del papa sobre ese asunto.
Pero al terminar la sesión fue reunido en el Vaticano. Cuando el obispo
defendió su impugnación de apelar a la tradición para aquella posición
papal, Pío IX le contestó con la famosa declaración, “yo soy la
tradición”. El resultado final fue que una gran mayoría de obispos votó
en contra del dogma. Dijeron que proclamar esa doctrina como
dogma era un gigante error. Lo que hicieron fue abandonar Roma
antes de la decisión en lo que Pío estuvo de acuerdo. En julio el dogma
fue aceptado por 535 dignatarios de los 600 convocados. De los 535,
dos estuvieron en contra. Así desde aquel concilio, el papa logró
obtener la supremacía universal de autoridad en la iglesia no solo en fe,
sino en temas de moral, en disciplina, en gobierno. Su autoridad llegó
regular e inmediata a cada iglesia, a cada pastor, y a cada creyente.
Desde entonces se estableció el dogma, de ex catedra. Que, cuando
el papa habla ex catedra, es decir, que cuando por virtud de su
suprema apostólica autoridad y por el ejercicio de su oficio como pastor
e instructor de los cristianos, pronuncia alguna doctrina sobre fe o
moralidad, debe ser aceptada por toda la iglesia. Ello es porque tiene la
asistencia divina prometida a él en la persona de San Pedro dotado
con esa infalibilidad de acuerdo a la voluntad del Redentor. Así, las
decisiones del pontífice de Roma son incambiables e independientes de
consecuentes asentimientos de la iglesia.2 Por eso fue que Vaticano I
fue acusado de ultra montanismo. Es decir abuso de autoridad como
fue en el tiempo del Montanismo.3 En aquel tiempo los representantes
católicos confrontaron a los líderes del montanismo.
Así, el papa entraba en un nuevo estado de absoluta monarquía.
Los obispos en contra tuvieron que aceptar el dogma. Fue su sentir que
vivieron como se dijo, “el sacrificio de la razón”. El resultado fue que los
1
Ibid., 4-9.
2
Ibid., 10-12.
Christine Trevett, “Montanism” (Cambridge.: Universtiy Press, 1996), 2-3.
3
129

gobiernos repudiaron el dogma. Por ello rompieron con la iglesia sobre


iglesia-estado, como fue con Prusia, Francia y Austria. La república
separó a la iglesia del estado.1
Así, el estudio de esta primera parte de este libro sobre el
panorama histórico del catolicismo, aflora su repercusión teológica. Esta
repercusión revela al menos seis violaciones teológicas, sobre la
naturaleza y carácter de Dios. Cada una debe ser presentada por
aparte.
El monarquismo. Desde el siglo II, ya el papado surgía en el
horizonte de la organización de la iglesia. El afán de poder era como un
grito por un reclamo de una sucesión que había que lograr a toda
costa. La iglesia siempre debió ser la voz visible y kerigmática de la
Deidad. Su ética hacia Dios, es representarlo en la tierra y delante del
universo. Dios no es monárquico, sino trinitario. Es decir, las tres personas
divinas gobiernan en igualdad de naturaleza, carácter y misión. El
monarquismo insulta el gobierno divino ético-moral. ¿Por qué? Es cierto
que en la Deidad trabaja el principio de la economía, o sea, del mayor
entre iguales. Pero el Padre nunca se impone en autoridad sobre las
otras dos esencias. Eso sería imposible, porque ya no habría respeto al
honor de las otras sustancias, iguales en todo. Pero la ambición por el
poder, engendró un concepto ajeno al gobierno divino. Esto más bien
vino de otra fuente, que trató que establecer su sistema independiente
del cielo. En cambio la iglesia como entidad moral-espiritual, tiene la
sagrada obligación de emular a la divina Trinidad en su gobierno.
La soberanía autoritaria. El modelo de soberanía que estableció la
teología católica, malversa a la divina soberanía. La soberanía divina es
participativa. Dios comparte su soberanía con el hombre. Pero no solo
esto, sino que su soberanía es ética por naturaleza. Nunca se impone.
Nunca reclama primacía compulsiva. Es todo lo contrario. Incluso se
aprecia en su conflicto con Lucifer. Dios ha dejado que su enemigo
desarrolle todo su sistema y misterio, y lo eliminará hasta que todo el
universo juzgue su pureza al fin del milenio en el cielo, pos segunda
venida. En cambio el papado ha ejercido poder a su manera, en
nombre de la religión. Así fue con Trento y la Santa Inquisición. Todo el
que confrontara su dominio era un hereje. El gobierno imperial del
cesaropapismo, eclipsó así la teología bíblica de la soberanía divina.
Este tipo de soberanía entenebrece el concepto del Dios bueno
gobernando. Dios no gobierna por imperio, por la espada y la tortura,
sino por amor.
La economía de la verdad absoluta. A lo anterior se añade la
violación a la economía de la verdad, ya que el catolicismo impuso
extrañas enseñanzas que erogan la visión teológica de la verdad. La
verdad es económicamente eternamente la misma: La revelación
bíblica exclusiva y absoluta. Ella es la fuente invariable de principios y
leyes eternos. Cualquier nuevo concepto que pretenda fuero legítimo

1
Ibid. , 13.
130

como verdad, debe estar avalado por la verdad como base


indepreciable de luz. Sin embargo, la teología católica a través de la
historia, añadió enseñanzas que deterioran la confianza en la
consistencia de la verdad pura. Es decir, al introducir una gama de
dogmas no bíblicos, desvaloriza los grandes principios fundamentales de
la Biblia, ya que procura otorgar rangos doctrinales a ellos, usando la
revelación para su respaldo. El resultado es obvio. La verdad como es la
Palabra, pierde supremacía como la única fuente de autoridad para
todo credo. En vez de ser ella el único organismo de la ciencia de la
economía de la verdad, es solo otro más.
La politización del evangelio. Así mismo, el panorama histórico de
la teología católica, exhibe una abierta violación a la ética del
evangelio, y en cambio lo politiza. O sea, a través de la historia, el
catolicismo fue especializándose en relaciones diplomáticas con el
modus vivindi del estado. Esto se ve desde el tiempo de Constantino en
adelante. La iglesia se sintió respaldada con el estado. Vio que sin él,
perdería no solo su honor y autoridad, sino su existencia. Por ello buscó
su apoyo con insistencia. Pero no solo eso, sino que se convirtió en sede
política continental desde Gregorio VII, siguiendo con Inocencio III. Así el
evangelio, “ingresó a la política”, sin ser esta su razón de existir. Jesús
mismo había rechazado ser un político cuando lo quisieron nombrar
(Luc. 12:14; Jn. 6:15). El evangelio pasaba así a vestir la púrpura sacro
imperial, ambiente aquel donde la conveniencia y el partidismo,
reemplazaban la integridad, la modestia, y la verdad innegociable.
La corporatividad universal de la iglesia. Jesús comisionó a los
discípulos para la misión mundial, como una unidad corporativa. El
rango que les autorizaba era el de discípulos en todo el mundo. Todos
fueron puestos al mismo nivel en el alcance universal. La iglesia es el
cuerpo de Cristo. Esta verdad proclama su naturaleza orgánica. Nadie
es más que otro entre los creyentes. Este cuerpo eclesial está destinado
a su alcance universal. Pero como se ha visto en el panorama histórico,
el papado cambió el concepto de la naturaleza corporativa de la
iglesia, por el de cabeza y súbditos. Esta violación, degrada la dignidad
corporal de la iglesia como institución espiritual, así como la de cada
feligrés. Pero no solo ofende esa dignidad, sino que lesiona el concepto
de hermandad eclesial universal. Más todavía, se ofende al Espíritu
Santo, quien es el Creador de la iglesia como el cuerpo de Cristo.
Por último, la teología del sacro imperio romano, viola el carácter
de Dios. Los hechos papales, guerra de los treinta años, y la conducta
del clero a través de la historia, violan el carácter de Dios. Peor es el
hecho de que la iglesia, hablaba en nombre de Dios para justificar su
conducta. Por esto el mismo Lutero permaneció mucho tiempo enojado
con Dios, antes de encontrarse con su verdadero carácter, al estudiar la
Biblia. Sus ayunos, y penitencias, solo acrecentaban su ira contra la
justicia. De esa manera el amor de Dios fue reemplazado por el trato
ingrato al pueblo y peor a los considerados herejes. El nombre y
carácter de Dios, fueron así exhibidos, dando lugar a pensar que fuese
131

el autor del mal. Satanás quedaba así eximido, y Dios en cambio como
el gran culpable del “santo” rigor para la obediencia para salvarse.
Después de trabajar con esta primera parte sobre el panorama
histórico de la teología católica, pasamos con la parte doctrinal. Cada
doctrina será examinada a la luz del canon bíblico y sus implicaciones.
SEGUNDA PARTE II: DOCTRINAS

La segunda parte del libro labora sobre las doctrinas básicas de la


teología católica. Estas son: Dies domini, la autoridad papal (Pedro la
Roca), inmortalidad del alma, Escritura y tradición, mariología y
sacramentos.

132
133

INTRODUCCIÓN A LA SEGUNDA PARTE

En esta segunda parte se examinan seis doctrinas peculiares de la


teología católica. Son peculiares porque nacieron en su mismo seno.
La primera es dies domini. Esta doctrina se construye al amparo de
la tradición, apelando a pasajes bíblicos.
La segunda es la autoridad de la iglesia a partir de Pedro como el
primer papa. Aquí la iglesia de nuevo edifica sobre la tradición,
apelando a la Escritura para sustentar su establecimiento.
La tercera es sobre la inmortalidad del alma. Esta doctrina es
préstamo de la filosofía griega. En ella la iglesia afirma la inmortalidad
del alma.
La cuarta doctrina es sobre fuentes de autoridad, o sea la
Escritura y la tradición. Aquí la iglesia argumenta única, sobre la
necesidad de tener dos fuentes de autoridad.
La quinta trata con Mariología. En particular se exploran los cuatro
dogmas marianos: Maternidad divina, inmaculada concepción,
virginidad perpetua y asunción.
La sexta doctrina dogmatiza los siete sacramentos como
esenciales para obtener gracia efectiva y constante. Los sacramentos
son siete, y son como sigue: Bautismo, confirmación, eucaristía,
penitencia, extremaunción, órdenes santas, y matrimonio.
CAPÍTULO 1
DIES DOMINI

El método a seguir en la exploración


de esta doctrina

El método de análisis. La primera sección explora la carta del


papa Juan Pablo II sobre diez domini. Luego se presenta un responso
bíblico. En tercer lugar, se presentan las implicaciones teológicas. Por
último se presenta la visión teológica del sábado a fin de que el lector
tenga una visión clara de Dios y su revelación.

Explorando la carta
papal dies domini

El papa incursiona con una introducción litúrgica en su epístola


sobre la observancia dominical. Comienza destacando el domingo en
aras de las palabras apostólicas, “el día del Señor”. Despliega la
relación con la resurrección que tiene el domingo. Hace la conexión de
la pascua con la nueva creación, la que se celebró en domingo y cita a
2 Corintios 5:17. El tema dominante es entonces la resurrección como
primera penetración. ¿Cuál es su argumento sobre la santidad del
domingo? La pascua celebrada ese día por los apóstoles, en armonía
con la resurrección. 1 ¿Cómo argumenta el papa sobre la festividad
dominical? Aquí hace su segunda penetración, por apelación a la
historia en autores tempranos. Conecta la resurrección con la santidad
del domingo. Veremos las garantías de fuentes que usa para
documentar su afirmación sobre el domingo como sagrado.
1. La resurrección es el fundamento de la fe cristiana (1 Cor.
15:14). Apela a Pablo en que la resurrección es la base de la fe.
2. Luego acude a los padres de la iglesia o sea a la historia pos
apostólica para ir construyendo su argumentación. Apela al pseudo
Eusebio de Alejandría en uno de sus sermones, y a Jerónimo, en los
cuales Juan Pablo abruma al lector con respaldo del gozo de aquellos
en el día del Señor.
3. La tercera garantía de fuentes que usa es el concilio de
Vaticano II.
4. Luego apela al Pablo VI como otra fuente sobre el domingo en
el nuevo calendario del año litúrgico.
5. Finalmente acude al magisterio en fraternización pastoral y en
toda la comunidad católica sobre la adoración.
Pasa luego al elemento sociedad y descanso en particular al
referirse a la gente en festividad de fin de semana. Aunque advierte

1
Juan Pablo II Carta Apostólica del Santo Padre Juan Pablo II «dies domini»
al episcopado, al clero y a los fieles sobre la santificación del domingo. Vaticano, 31
de mayo, solemnidad de Pentecostés del año 1998, vigésimo de mi
Pontificado, 1-2.

134
135

que en ese sentido, el domingo ha perdido vigor como día de fiesta de


fe litúrgica.
Ahora el papa ingresa a la tercera penetración, esta vez
teológica. ¿Cómo inserta el domingo en su teología? Observemos.
Conecta la Palabra con la encarnación, yendo hasta la misma
creación. Su objetivo es convalidar la observancia del domingo con la
santidad del sábado. De inmediato vincula al sábado como día de
reposo dentro de un contexto sacerdotal. Entonces observa que el
sábado perteneció a la primera alianza, y que pre anunciaba a la
segunda alianza, o sea el domingo. Desde esa visión particular,
relaciona al domingo con el descanso espiritual de Hebreos 4:9. Avanza
el papa en esta sección, describiendo a Dios en experiencia de
descanso gozoso en el shabbat. En ese apartado, destaca el descanso
sabático preceptual o como mandamiento, en el que Dios relaciona el
santo reposo con el trasfondo de la esclavitud de Israel en Egipto.
Observa que Dios como esposo trae a su esposa, la iglesia, a la
libertad.1
Luego Juan Pablo II, destaca el tema del reposo tomando el
mandamiento del sábado. Teologa desde su óptica confesional, que
Dios transfiere la sacralidad del precepto sabático de la primera alianza,
a su segunda alianza. Afirma que esa preparación de una alianza a la
otra, es parte de la profundidad de los designios de Dios. El papa
entonces, señala que,

por esto el sábado no se coloca junto a los ordenamientos


meramente cultuales, como sucede con tantos otros preceptos,
sino dentro del decálogo, las " diez palabras " que delimitan los
fundamentos de la vida moral inscrita en el corazón de cada
hombre. Al analizar este mandamiento en la perspectiva de las
estructuras fundamentales de la ética, Israel y luego la Iglesia no lo
considera una mera disposición de disciplina religiosa comunitaria,
sino una expresión específica e irrenunciable de su relación con
Dios, anunciada y propuesta por la revelación bíblica.2

Más como notamos antes, su doctrina dominical, lo lleva a buscar


la respuesta de fe al reposo dentro del descubrimiento del nuevo día de
descanso. Continúa diciendo que la bendición y santidad del sábado,
hoy el domingo, debe ser única dentro del ciclo semanal en razón de
esa singularidad. Prosigue señalando que esa singularidad debe ser una
experiencia de responso a Dios todos los días de la semana, en cuanto
a la dinámica del diálogo de alianza en el contexto “esponsal”. Es decir,
como en el matrimonio, es una relación de pacto de amor todos los
días, respondiendo así a Dios en espacio y tiempo. El papa incluso alude
a Éxodo 20: 8, “acuérdate del sábado para santificarlo”. Esto hace en

1
Ibid., incisos 8-12.
2
Ibid., inciso 13.
136

virtud de su segunda alianza, o sea, todo lo que era del sábado,


pertenece ahora al día del Señor.1
Luego pasa a la transición del sábado al domingo. Esta vez su
fuente de garantía de respaldo es el tercer mandamiento, respecto a
santificar las fiestas. Es aquí donde se detiene para afirmar la
transferencia sagrada del sábado al domingo en virtud de la
resurrección desde el trasfondo pascual (la misa). Destaca la pascua en
intimidad de relación con el retorno de Cristo, como el misterio por el
que se llega al nuevo “éxodo”. Asevera que los hijos de Dios ingresan a
su libertad, en la que se recupera el sentido del día del Señor. Así el día
del Señor, la gloria del rostro de Cristo, es el primer día después del
sábado que se convierte en el dies Christi.2
Alude luego el papa, al cambio paulatino del sábado al
domingo. Acude a Ignacio de Antioquía y a Agustín para fundamentar
aquella transferencia doctrinal del tiempo o día de reposo. Cita a
Ignacio como sigue:

Si los que se habían criado en el antiguo orden de cosas vinieron


a una nueva esperanza, no guardando ya el sábado, sino
viviendo según el día del Señor, día en el que surgió nuestra vida
por medio de él y de su muerte [...], misterio por el cual recibimos
la fe y en el cual perseveramos para ser hallados como discípulos
de Cristo, nuestro único Maestro, ¿cómo podremos vivir sin él, a
quien los profetas, discípulos suyos en el Espíritu esperaban como
a su maestro?3

Con Agustín hace lo mismo en cuanto a que el Señor imprimió


también su sello a su día, que es el tercero después de la pasión. Este, sin
embargo, en el ciclo semanal es el octavo después del séptimo, es
decir, después del sábado hebraico es el primer día de la semana.4
Luego afirma que en la historia la diferencia del sábado al
domingo fue dándose con el tiempo hasta llegar a ser parte de la
iglesia. Que por dado momento por ser obligatorio guardar el domingo,
se le dio un sentido más de sábado o sea más estricto. Que hubo un
tiempo en el que se guardaron ambos días como días hermanos.5
Así mismo, el pontífice de la fe católica, relaciona la resurrección
con el primer día luminoso de la semana de la creación en un trasfondo
cósmico que anuncia la nueva creación. Llama a ello la semana
cósmica conectando la luz de aquel primer día con la nueva creación
respaldada por la resurrección. Que con la resurrección comenzó la
nueva creación, en un trasfondo de luz. El hombre ingresa en el nuevo
ambiente de eternidad en el primer y último día de la semana, en la

1
El papa labora su teología del reposo, usando el modelo sabático. Ibid., incisos 16-17.
2
Ibid., inciso 18.
3
Ibid., inciso 23.
4
Ibid.
5
Ibid.
137

medida en que vive esa novedad mediante su participación en la misa,


en la que celebra la experiencia bautismal. Justo en el contexto de luz,
el papa hace su apología sobre el domingo como día del sol en el
trasfondo histórico del “día del sol”, divinizado por los romanos. Hace la
salvedad que la iglesia le dio otro enfoque al concepto pagano del
domingo. O sea, conecta ese “día del sol”, con Cristo el auténtico y
nuevo sol de la humanidad.1 Más adelante en su carta, el papa de
nuevo niega la anulación y substitución del sábado por el domingo. En
cambio, aduce que el domingo más bien profundiza, expande y
plenifica la experiencia de la salvación corroborada por la
resurrección.2
El papa pasa luego a justificar el papel legislativo de la iglesia
desde el pasado al demandar la fiesta dominical. En ese sentido alude
a León XIII en su encíclica Rerum Novarum, donde aquel invoca el
derecho del obrero a ser respaldado por el estado, a su descanso
dominical. Insiste entonces en que hoy rige la obligación del empeño a
respaldar al trabajador, descansando el domingo junto con su familia
en experiencia de festividad religiosa.3
El papa concluye su carta. Notemos luego. Primero, ensalza la
riqueza espiritual y pastoral del domingo, el cual ha sido transmitido por
la tradición. Ve en el domingo una “síntesis de la vida cristiana”.
Segundo, recalca la novedad y originalidad del domingo, como el
llamado a celebrar la salvación signada por la resurrección. Tercero,
juzga que el domingo es el centro de gravedad espiritual entre los días
de la semana, al que llama, “alma” de la semana.4
Tras su conclusión, el papa encomienda la acogida de su carta al
amparo de la virgen María5. Afirma que ella “está presente en cada
domingo de la iglesia”.6

El responso bíblico a la
carta pontificial

La carta dies domini suscita a un responso bíblico. Trabajemos


primero la santidad del domingo por estar conectado con la pascua o
cena del Señor.
Sobre el domingo como celebración de la resurrección en
relación a la pascua. Primero que todo, es ético y crucial aclarar que la
Biblia es un libro cristiano por naturaleza y misión. La Biblia es por tanto
cristocéntrica. La pascua igualmente rinde su símbolo redentivo (1 Cor.
5:7). Pero la celebración pascual nunca estuvo doctrinalmente

1
Afirma el papa que los cristianos le dieron otra dimensión al domingo, al vincularlo
con Cristo, en una vivencia evangélica. Ibid., Incisos 24-27.
2
Ibid., incisos 59,60.
3
Ibid., inciso 66.
4
Ibid., incisos 81-85.
5
Aclara que ello no nulifica el papel central de Cristo y del Espíitu. Ibid., inciso 86.
6
Ibid.
138

vinculada con el domingo. Es decir, el primer día no era parte integral


de la doctrina de la pascua. Dios ordenó a Israel que celebrara la
pascua en viernes (Lev. 23:5). Cristo en el momento escatológico y
como gran Antitipo profético, igual celebró la pascua en viernes (Mt.
26:1-5). Pablo por su parte la celebró una vez ya de noche después del
sábado (Hech. 20:7). Estas son las alusiones del Nuevo Testamento sobre
la cena del Señor o la pascua. Su centralidad es Cristo, el sacrificio
celebrado por el emblema o símbolo pascual. El factor tiempo, o día no
desplegaba meta alguna en sí mismo. A la luz escritural, la pascua se
celebraba en viernes anunciando la muerte del cordero. Por su parte el
primer día anunciaba la resurrección. Era el día de la gavilla mecida
(Lev. 23:11). La mecida de la gavilla, era el anuncio profético de la
resurrección. Así, el anuncio del sacrificio y luego la celebración de
victoria de Cristo resucitado, es el centro de gravedad doctrinal de la
pascua. El primer día de la semana era solo el cumplido profético
histórico de la resurrección simbolizada por la gavilla mecida.
En cuanto a la apelación a los padres de la iglesia para
fundamentar la observancia del domingo. Haremos una exploración
histórica a los padres pre nicenos (antes del concilio de Nicea en el 321),
si guardaron el domingo como día de descanso. Veremos si existe
testimonio inspirado para guardar el domingo. Levantemos cuatro
preguntas de examen.
1. ¿Hablaron los padres tempranos de que los apóstoles les dijeron
que cambiaran el sábado por el domingo?
2. ¿Llamaron al primer día de la semana, el “sábado cristiano”?
3. ¿Representaron al primer día de que el trabajo ordinario fuera
pecaminoso o que el domingo debía guardarse como un acto de
obediencia al cuarto mandamiento?
4. ¿Fue conocida la observancia del domingo sabático en los
primeros siglos de la iglesia cristiana?
Se argumenta que Juan menciona que fue en Espíritu en el día
del Señor (Apoc. 1:10). Que el apóstol estaba inspirado y que no explica
que era el primer día de la semana, porque ya era bien conocido.
¿Hablaron los padres tempranos antes del 194 d.C. llamando al
primer día, día del Señor? La respuesta histórica y testimonial es no.
Ahora, ¿cómo entendieron los escritores bíblicos el significado y función
del primer día? Veamos abajo.
Moisés: En el 1490 a.C. declara que en el primer día fue la tarde y
la mañana (Gen.1:5).
Mateo en el 41 de la era cristiana:”Pasado el sábado cuando
estaba por comenzar el primer día de la semana” (Mt. 28:1).
Pablo en el 57 d.C.: “En el primer día de la semana”(1 Cor. 16:2).
Lucas en el 60 d.C.: “En el primer día de la semana” (Luc. 24: 1)
Lucas en el 63 d.C.: “En el primer día de la semana” (Hech. 20:7).
Marcos en el 64 d.C.: “En el primer día de la semana (Mr. 16:2).
“Después que Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la
semana” (v. 9).
139

Juan en el 96: “Yo fui en el Espíritu en el día del Señor” (Apoc 1:10).
Después que partió de Patmos, el apóstol no reveló nada sobre la
santidad del primer día de la semana. Él era hebreo, israelita. No dijo
nada sobre el primer día como institución del domingo. Después de eso
escribió su evangelio. En el evangelio menciona un par de veces al
primer día de la semana (Jn. 20:1,19), como era natural para los
hebreos, un día de actividad común.
Ahora pasemos a los padres tempranos en su testimonio de que
Juan usó el término “día del Señor” el primer día de la semana. Siete
testigos serán suficientes.
El primer testigo es Ignacio, discípulo de Juan. Sin embargo no
existe en sus escritos nada sobre el término día del Señor. No hay nada
en relación al primer día de la semana. El lector puede revisar todos los
escritos de Ignacio, y no hallará una sola palabra sobre el primer día de
la semana.
El segundo testigo o elemento testimonial es en relación a Plinio. El
martirio de Justino fue en tiempo de Plinio. Debe aclararse que hay una
información que dice que en el tiempo de Plinio (104 d.C.), eran
probados por la pregunta si ellos habían guardado el día del Señor. Esa
información es falsa. No existe reporte alguno de que los mártires usaran
tales palabras incluso durante el siglo IV.1
El tercer testigo es Justino Mártir (140 d.C). De Justino Mártir se dice
lo siguiente: “Justino Mártir observa que en el día del Señor todos los
cristianos sea en la ciudad o en el país se reúnen porque ese es el día
de la resurrección del Señor”. Pero ¿qué es en realidad lo que Justino
dijo? Dijo lo siguiente: “Y en el día llamado Domingo, todos los que viven
en la ciudad o en el país se reúnen en un lugar, y las memorias de los
apóstoles, o los escritos de los profetas son leídos, tanto como el tiempo
permite”.2
De manera que no hay nada en Justino sobre llamar al domingo
“día del Señor”. Todo es espurio.
El cuarto testigo es Teófilo (162 d.C.). Teófilo era obispo de
Antioquía. De él se dice esto: “Ambos, costumbre y razón, nos desafían
de que nosotros honramos el día del Señor viendo que en ese día
nuestro Señor Jesús completó su resurrección de los muertos”. Solo que
el autor de estas palabras, no provee el lugar donde Teófilo diga eso.3
El quinto testigo es Dionisio de Corinto (170 d.C.). Dionisio usa las
palabras “día del Señor”, pero no dice nada conectado con el primer
día de la semana. Estas son sus palabras: “Hoy hemos pasado el santo

1
John N. Andrews, History of the Sabbath and the First Day of the Week (Battle Creek,:
MI.:n.p.h., 1863), 118.
2
Justine Martyr The First Apology of Justin 1. 67 (343). (Eds. Alexander Roberts and
James Donalson. The Ante Nicene Fathers. Vol. 1. Albany, Book for Ages, 1997.
3
El autor de esas palabras ficticias es Edwards, en Sabbath Manual, 114, en John N.
Andrews, History of the Sabbath and the First Day of the Week (Battle Creek,: MI.:n.p.
1863), 119. Andrews afirma que ha leído cada párrafo de los escritos de Teófilo, y no
encontró una sola palabra sobre el día del Señor. Ibid.
140

día del Señor en el cual hemos leído su epístola. Al leer tendremos


siempre nuestras mentes llenas de admonición, como también lo que
antes ha sido escrito a nosotros por Clemente”.1
La epístola de Dionisio a Soter, obispo de Roma, donde se hallan
estas palabras, ha desaparecido. Eusebio ha preservado las palabras.
Luego Dionisio solo se refiere al término “Domingo”, al cual no solo
lo relaciona como un día común, sino que no hace relación alguna con
el “día del Señor”. Pero no solo no se refiere a este día como “día del
Señor”, sino que usa un mayor término, que es “el día santo del Señor”.
Este nombre es el que se la da en la Biblia al santo sábado. ¿Qué hecho
sobresaliente revela esta expresión? Que en su tiempo y avanzado el
periodo temprano de la iglesia, el sábado era observado en Grecia
como el “santo día del Señor”. Que era guardado como demostración
de obediencia al cuarto mandamiento de Dios.
El sexto testigo: Melito de Sardis (177 d.C.). Los escritos de Melito se
perdieron. Eusebio solo conserva algo. Uno de los títulos de ellos que
Melito usa es “el día del Señor”. Solo que la palabra “día”, no formó
parte del libro de Melito. Era en cambio un discurso que perteneció al
Señor (d peri tes kuriakes logos), pero la palabra esencial ēmeras, “dia”,
está faltando. Pudo haber sido un tratado sobre la vida de Cristo,
porque Ignacio usa estas palabras en conexión con kuriaken zoen, la
vida del Señor. Pero igual que los testigos anteriores, no tiene nada que
ver con la aseveración de que los padres se refirieron al domingo como
día del Señor.2
El séptimo testigo es Ireneo de Lyon (167, [que debe ser el 178]).
De acuerdo a los defensores del domingo, Ireneo se refiere a él como el
sábado cristiano. Éstas son las palabras que se atribuyen a Ireneo:

“En el día del Señor, cada uno de nosotros guarda el sábado


meditando en la ley, y regocijándose en las obras de Dios”. Ireneo fue
discípulo de Policarpo el mártir, y éste, compañero de los apóstoles.
¿Estaba Ireneo practicando un nuevo mandamiento? ¿Estaba
observando el domingo como el día santo en vez del mandamiento de
la Escritura? ¿Participaba de un cambio en la Biblia? ¿Estaba autorizado
por los hombres inspirados para santificar otro día de la semana como
día de reposo? Pero hay otra razón aparte de ésta que no hizo Ireneo.
Esta es que no hay una sola vez que este padre de la iglesia use en sus
escritos la palabra “día del Señor”. Tampoco existe ningún fragmento
que otro autor haya usado de Ireneo, que se refiera al “día del Señor”.3
El domingo es llamado “día del Señor”, hasta el 194, noventa años
después del apóstol Juan, 4 ciento sesenta y tres años después de la
muerte de Cristo.

1
Eusebius's Eccl. Hist., book iv. chap. xxiii, in John N. Andrews, History of the Sabbath and
the First Day of the Week (Battle Creek,: MI.:n.p., 1863), 119..
2
Andrews, 120.
3
Ibid., 121.
4
Ibid.
141

Clemente de Alejandría (194 d.C.), usa el término “el octavo día


Señor”, pero no se sabe si era un día natural para referirse al domingo o
tenía otro sentido. Por su parte, Clemente trata con el término “día del
Señor”, aludiendo a Platón, pero él es un autor alegórico. Es decir, habla
de los días de la semana, y trata con el “día del Señor”, pero no es en
sentido literal, sino que se refiere a la vida regenerada de los cristianos.
Dice que los siete días son periodos del peregrinaje del cristiano. Son
representaciones de la moción de los siete planetas. El viaje termina en
el cielo, con la octava moción y octavo día.1
Tertuliano (200 d.C.), es el siguiente que usa el término día del
Señor. Define el término como el día de la resurrección de Cristo. Fue el
primero en aplicar el término al domingo. Estas son sus palabras:

Nosotros sin embargo (como hemos recibido) solo en el día de la


resurrección del Señor (solo die dominico resurrexionis), debemos
cuidarnos de arrodillarnos, sino en cada postura y oficio de
solicitud, difiriendo aún nuestros negocios, a menos que demos
algún lugar al diablo. Similarmente también en el periodo de
pentecostés, periodo que distinguimos por la misma solemnidad
de exultación.2

Tertuliano usa otras referencias al día del Señor, en relación al


festival en cuanto al octavo día. En la segunda se refiere a un rechazo a
sus hermanos por mezclarse con los festivales paganos.

Oh ¡mejor fidelidad de las naciones a sus propias sectas cuyas


pretensiones no son solemnes a los cristianos! No el día del Señor,
no pentecostés, aún si los hubieran conocido, lo habrían
compartido con nosotros, porque hubieran temido si hubieran
parecido ser cristianos. No somos aprensivos, a menos que
hubiéramos parecido ser paganos. Si alguna indulgencia debe ser
concedida a la carne, ustedes la tienen. No digo sus propios días,
pero más también. Porque para los paganos cada fiesta ocurre
una vez al año; ustedes tienen un día festivo cada octavo día.3

Tertuliano se refiere al día del Señor como el octavo día de


festival. Incluso en otras partes se refiere al festival del domingo
observado por una parte de los paganos. Habla del día del Señor como
desconocido por los paganos que son sus destinatarios. Esto indica que

1
Por esto no se puede trabajar con Clemente tratando de los días literales de la
semana. Ibid., 122.
2
Tertullian on Prayer, chap. xxiii.; Testimony of the Fathers, p. 67 in John N. Andrews,
History of the Sabbath and the First Day of the Week (Battle Creek,: MI.:n.p.h., 1863),
123.
3
Tertullian On Idolatry, chap. xiv.; Testimony of the Fathers, p. 66. In John N. Andrews,
History of the Sabbath and the First Day of the Week (Battle Creek,: MI.:n.p.h., 1863),
Ibid.
142

el festival del domingo había comenzado a ser llamado por el nombre


del día del Señor.
Tertuliano se refiere al día del Señor en otra de sus declaraciones.
Notemos sus palabras:

Tan a menudo llegan los aniversarios damos ofrendas por los


muertos en honor a sus cumpleaños. Ayunamos y nos arrodillamos
en adoración en el día del Señor…en todas las acciones
ordinarias de la vida diaria colocamos sobre nuestras frentes, la
señal de la cruz…Si por estas reglas y otras, ustedes nos piden que
si tenemos respaldo de las Escrituras, hallarán que no. La tradición
es la originadora de ellas.1

Las palabras de Tertuliano, más bien se relacionan con reglas


independientes al descanso. Tratan con el ayuno, días festivos,
pentecostés, oración por los muertos y persinarse. Cuando se le
preguntaba si tenía respaldo de la autoridad Bíblica para todas esas
reglas, dijo que no. Toda esa tradición incluía el primer día de la semana
al que se refiere Tertuliano.
Clemente ensenó sobre el día del Señor como un día perpetuo
como vimos antes, pero en una relación alegórica y no literal. Tertuliano
hizo lo mismo en cuanto a celebrar la perpetuidad del sábado, pero no
en cuanto a aftenerse de labores semanales, sino del pecado.
Orígenes (231 a.C.), quien fue discípulo de Clemente, es el tercero
que trata con el “octavo día”, el día del Señor pero igual sigue a
Clemente. Aludiendo a Pablo de que todos los días son iguales, dice:

Si debe ser objetado por nosotros de que estamos acostumbrados


a observar ciertos días como por ejemplo el día del Señor, la
preparación, la pascua, o pentecostés, tengo que contestar al
perfecto cristiano, quien siempre tiene en sus pensamientos,
palabras y hechos, sirviendo a su natural Señor, Dios de la
Palabra,’ todos los días son del Señor, y él siempre está guardando
el día del Señor.2

¿Qué está haciendo Orígenes en su declaración? Contrastando


al cristiano imperfecto del perfecto. El imperfecto estaría dando honor
al día del Señor, el cual estuvo en el mismo rango que el día de
preparación, pascua, y pentecostés. Pero el perfecto cristiano observó
el verdadero día del Señor, el cual abarcaba todos los días de su vida
ahora regenerada. Orígenes le da dos usos al día del Señor. El primero
es como día natural de igual nivel que preparación, pascua y

1
Tertullian. De Corona, sects. 3 and 4; Testimony of the Fathers, pp. 68, 69 iIn John N.
Andrews, History of the Sabbath and the First Day of the Week (Battle Creek,: MI.:n.p.h.,
1863),123,
2
Origen Against Celsus, 4. 8. 22. (289). The Ante Nicene Fathers. Albany, Book for
Ages, 1997,
143

pentecostés. El segundo es el día místico siguiendo a Clemente, o sea,


la vida entera del cristiano. El día místico para Orígenes, era el día del
Señor. De modo que él no creía que el domingo era el día del Señor
fuera asignado por los apóstoles.
Ahora trabajaremos con la siguiente sección sobre dies domini.
Esta trata con las implicaciones teológicas de este día.

Las implicaciones teológicas


de dies domini

Antes de este examen, es imperativo destacar la interpretación


que el papa le da al sábado bíblico. Dice que Moisés escribió el Génesis
desde una perspectiva sacerdotal, lo que incluye al sábado. Luego
alude a la relación pactual (alianza), del sábado en conexión con la
nueva alianza del domingo.
El trasfondo sacerdotal del sábado de la creación. La
interpretación de Juan Pablo II es que el sábado tenía una función
litúrgica, o sacerdotal, o sea de adoración. ¿A dónde conduce esta
interpretación? Conduce a la negación completa de la naturaleza y
propósito moral, y por tanto legal del sábado. Trabajaremos esto en la
siguiente sección sobre la visión teológica del sábado.
La otra alusión teológica del papa, es que hay una relación
pactual de transferencia de alianzas entre el sábado bíblico y el
domingo sabático. ¿Qué destino se dará a esta interpretación? Sitúa al
sábado al mismo nivel que las leyes ceremoniales dadas a Israel.
Desvincula la función integral que el sábado tiene en el pacto o alianza.
Lo desviste de su naturaleza espiritual y mutila por completo su relación
con la eternidad. Tratemos igual con este estudio en la última sección
sobre dies domini.
Trabajemos ahora con las implicaciones teológicas de dies
domini. Esta doctrina ataca las doctrinas y verdades que abajo
exploramos.
1. La naturaleza de Dios
2. El carácter de Dios
3. El honor de la Deidad del Espíritu Santo y su liderazgo
inequívoco en la iglesia de Dios.
4. El papel de Cristo como el segundo Adán
5. La continuidad de la historia de Israel en su etapa espiritual, o
sea como el Israel espiritual.
Cada una de las implicaciones de arriba, debe ser explorada en
la última sección dedicada a dies domini. Abajo el lector podrá hacer
un juicio imparcial, científico y teológico sobre la verdad.

La naturaleza de Dios

¿Cómo está Dios relacionado con cada doctrina revelada en su


Palabra? Abarca la totalidad del reino de esa verdad. Por tanto es
144

esencial trabajar cada doctrina negada, en su estado puro y absoluto.


Porque ningún cristiano está eximido de los alcances plenos de la
inmensidad de la verdad que como caudal nace de la fuente divina.
Toda la creación inteligente, es por naturaleza, relación, y propósito,
una entidad receptora y difusora de la gloria de Dios, como templo vivo
de la Deidad. Cada doctrina bíblica tiene su dimensión teológica, la
cual se derrama en bendición abundante y eterna para los hijos de
Dios. Las doctrinas son principios eternos cuya geografía moral abarca
toda la gloriosa anatomía espiritual de la iglesia. Articulemos por tanto la
estructura teológica de la naturaleza de Dios en relación a su verdad
revelada. Dios es eterno, santo, infalible, inmutable, y moral.
La eternidad de Dios. Dies domini es un atentado contra la
eternidad de Dios. La creación del universo que incluye a la tierra, es un
acto eterno de Dios. El texto publica esta eternidad, proclamando que
“Dios creó los cielos y la tierra” (Gem.1:1). Toda creación nació en la
mente de Dios, con fines eternos. El pecado es un misterio intruso en la
creación. Pero en cuanto al propósito eterno de crear, Dios estableció
su plan invariable del hábitat universal. Dios creó la tierra para que fuera
habitada (Isa. 45:18). La tierra no es una mera obra del poder de Dios.
Su creación está dentro de los actos divinos por lo que forma parte del
conjunto habitacional del cosmos de acuerdo a los actos eternos del
Altísimo. Es cierto que la tierra como la creación de Dios, ha sufrido su
desgarro unitario y de perfección. Pero como ya se dijo arriba, esto
tiene que ver con el problema destructivo del pecado y no con Dios. El
pecado será extinguido, igual que su autor, pero no el propósito eterno
de Dios. La misma verdad revelada sobre el primer día, fluye inagotable
sobre esa eternidad implicada en la creación de la tierra. El pasaje
afirma que en el primer día fue la luz (Gen. 1:3). Esa luz no natural, sino
de la gloria de Cristo, no solo revela, sino que irradia la verdad de la
eternidad de Dios.
El papa alude a esa luz con Cristo y el domingo. Pero tal
interpretación se asoma abismal tanto como estaba el abismo sobre la
masa primigenia. El gran sujeto del pasaje es la gloria de la eternidad de
Dios que anticipa el destino del planeta escondido en la providencia. El
foco de revelación y a la vez de atracción del lector reverente, es la
naturaleza de Dios a través de uno de sus atributos, a saber su
eternidad. La eternidad de Dios se abre espacio en esa creación, como
endoso omnipotente de su propósito eterno. Es cierto que Cristo es esa
luz geneática. Pero su gloria no está enfocada al primer día, sino a
esculpir la historia de la creación en la roca misma del plan de
salvación. El gran tema es la luz de Cristo que aprisiona el oscuro
abismo, con proléctica (hecho desde antes anunciando el futuro) visión
apocalíptica.
Sobre el domingo en relación con la resurrección, no es difícil
descubrirlo en ese primer día, excepto que no guarda correspondencia
con santidad, y menos con reemplazo. El pasaje en verdad esconde su
profecía de la resurrección, pero el día aquí no es su meta judicial, sino
145

el anuncio histórico de la victoria legal contra el mal. La resurrección


está allí en semilla analógica, como el octavo día, pero en relación
posterior al séptimo. Es decir, la resurrección envuelta en ese pergamino
histórico del primer día, no santifica prolécticamente al domingo. La
resurrección no tiene el propósito de santificar, pues no es su función
evangélica. La resurrección es un hecho histórico de victoria contra la
muerte, y no de victoria contra la verdad. No puede haber
contradicción en los actos eternos de Dios. El primer día de la semana o
igual el octavo, no es en sí un espacio de santidad anunciada de forma
anticipada. No hay ingenuidad en la sabiduría de Dios. Era un día
laboral en el que Cristo brilla sobre el oscuro planeta iniciando su
creación. No hay nada contradictorio en esa verdad de relación entre
el primer u octavo día de la semana, excepto al conectarlo con el
santo reposo. El reposo de Dios es invariable. No reposó al comienzo
porque era absurdo. Reposó al final, en el día final de su creación.
Luego cumplida la misión en la tierra, Cristo resucitó en el primer día,
porque la resurrección marcaba el comienzo de la eternidad para el
redimido. De nuevo, el foco de atención es la nueva era eterna, y no el
día. El día domingo solo fue el espacio de tiempo en que ocurrió la
resurrección. Ese espacio nada tiene que ver con moral, sino con
celebración del triunfo de Dios. Pero esta celebración es cristocéntrica y
no século céntrica. Es decir, el cristiano no celebra el tiempo de un día
secular, y lo convierte en sagrado, porque es contra la naturaleza de
Dios. Lo santo es santo y lo secular es secular. Es imposible transferir
santidad a aquello secular.
Así mismo, dies domini es un ataque a la infalibilidad e
inmutabilidad de Dios. Dios es infalible e inmutable por naturaleza. Su
inmutabilidad expresa su ser invariable. De ella nace el origen que
observamos en la naturaleza y el universo. La naturaleza, los atributos y
la voluntad de Dios, están exentos de todo cambio. En Dios, es decir en
su naturaleza y obras, no existe razón para determinar cambios en él.
No es posible que en Dios se dé algún cambio. ¿Por qué razón? Porque
todo cambio tiene el fin de mejorar o empeorar, aumentar o disminuir,
contraer o dilatar, proteger o degenerar. La Biblia revela esta verdad
eterna de manera innegable:

Salmos 102:27 “Porque tú eres el mismo y tus años no se acabarán”.

Malaquías 3:16 “Porque yo Jehová no cambio”.

Santiago 1:17 “…del padre de las luces, el cual no hay mudanza, ni


sombra de variación”.

Igual sucede con las obras de Dios. No hay lugar para el cambio.
146

Job 23:13: “Pero si él determina una cosa. ¿Quién la hará


cambiar?”

Sal.33:11: “El consejo de Jehová permanecerá para siempre”.

Su inmutabilidad incluye la santidad del tiempo marcada en el


shabbat. Igual dies domini, confronta la eternidad junto a santidad de
Dios.
El sábado y la eternidad del descanso. El sábado, como
descanso, simboliza la eternidad de Dios. Dios bendijo el descanso
mismo, o sea el espacio eterno (Gen. 2:1-3). Porque así como el hombre
es imagen de Dios, el sábado es revelación de su eternidad. La
eternidad no puede ser cambiada, porque sería sustituir a Dios del
universo.
La santidad de Dios (Lev. 11:44). Después de tratar con la
eternidad de Dios, en relación a dies domini, conviene trabajar con su
santidad. La creación fue un acto de la santidad de Dios. La tierra fue
creada dentro del contexto de la santidad divina. La santidad divina no
conoce expiración. Es por esto que sin dificultad inferimos que la
creación, incluida la tierra, fue obra divina pro santidad. Todo aquello
que Dios genera o crea, en relación a su carácter no es independiente
de su santidad. Dios nunca se va a desprender de su santidad para
ejecutar ninguno de sus actos en el contexto espiritual. Toda la tierra
vino a la existencia en un ambiente de santidad. Aunque había tiempo
de cultura secular en términos del trabajo. O sea, no era que todo
elemento de tiempo, era de carácter sagrado, en el contexto de
adoración exclusiva, como es el séptimo día. El huerto del Edén era justo
un templo. Adán era un templo. El séptimo día o sábado fue creado en
un ambiente de adoración, porque es tiempo santo. Eternidad,
inmutabilidad y santidad son atributos inseparables de Dios. Cuando
dice “yo soy santo”, ´ánî yhwh(´ädönäy) ´élö|hêkem
wühitqaDDišTem lo dice en nombre del Dios eterno y lo dice en plural,
o sea como el Dios trinitario. Y aunque adelante trataremos sobre el
carácter de Dios, debe aclararse que su santidad es inclusiva con la
eternidad. Esto excluye todo lo que por su naturaleza, no ha sido
santificado desde sus mismos orígenes. El domingo no es parte inclusiva
de la santidad de Dios, porque no fue tiempo santo por su propia
naturaleza y función. Era parte secular de la cultura laboral que Dios
estableció para el hombre.
De manera específica dies domini es un ataque directo a la
doctrina de Dios en relación al sábado. Porque mientras el domingo es
un día laboral de acuerdo a la Palabra de Dios, el sábado solemne
queda aparte en relación eterna con Dios. El mandamiento es exclusivo
zäkôr ´et-yôm haššaBBät lüqaDDüšô 9 šëºšet
y excluyente a la vez. 8

yämîm Ta|`áböd wü`äSîºtä Kol-müla´küTeºkä


147

10
wüyôm haššübî`î šaBBät lyhwh(la´dönäy) ´élöhʺkä lö|´-
ta`áSè kol-mülä´kâ ´aTTâ ûbinkä|º-ûbiTTeºkä `abDükä wa´ámä|tkä
ûbühemteºkä wügërkä ´ášer Biš`ärʺkä
11
Kî šë|šet-yämîm `äSâ yhwh(´ädönäy) ´et-haššämaºyim
wü´et-hä´äºrec ´et-hayyäm wü´et-Kol-´ášer-Bäm wayyäºnaH
Bayyôm haššübî`î `al-Kën Bërak yhwh(´ädönäy) ´et-yôm
haššaBBät wa|yüqaDDüšëºhû (Ex. 20:8-11).

La traducción del hebreo de arriba es, “Acuérdate del día del


sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás TODA TU OBRA. Más
el séptimo día es de Yave tu Dios. No harás ninguna obra tú, ni tu hijo, ni
tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está
dentro de tu casa. Porque en seis días hizo Yave los cielos y la tierra, el
mar y todo lo que hay en ellos y reposó en el séptimo día, y bendijo
Yave el séptimo día y los santificó.
Es exclusivo porque es santo. Es exclusivo porque excluye
cualquier otro día de la semana como santo.
De su misma boca habló Dios al hombre (a Israel), no como en
forma sacerdotal, sino en declaración prescriptiva o de mandamiento.
Habló de manera moral y legal. Pero más todavía. Note el lector que
Dios lo asignó por mandato al hombre en diferentes dimensiones.
Primero le hace un llamado en dimensión pretérita. Llama a Israel al
Edén. “Acuérdate”. Esta revelación connota el factor moral del
shabbat. Segundo, le ordena al fiel hijo de Israel a computar el ciclo de
la semana en una dimensión secular. Es decir de trabajo. Pero note que
Dios le revela a Israel, que le ha dado seis días para el trabajo. Le dice
que su faena secular como cultura laboral, abarca seis días de
veinticuatro horas cada uno. ¿Qué está haciendo Dios? Separando el
trabajo secular del santo. Separando el tiempo secular del sagrado. El
domingo al cual Dios llamó solo “primer día”, es el primero de esos días
de labor ordinaria concedido al hombre. En contraste, Dios toma el
séptimo día para él, o más es de él (Dios), el cual luego comparte con
su criatura.
Mayor novedad nos entrega el pasaje, sobre el término shabbat.
En hebreo los números del uno al seis son tipo numeral como el español.
Se enlistan como es conocido: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete,
ocho, nueve, diez. Pero en el contexto de los 10 mandamientos, cuando
Dios habla del séptimo día no dice ššübî`î, séptimo sino šaBBät. ¿Cuál
es la diferencia? Es de carácter teológico. La letra š con la terminación
Bät, significa séptimo. Pero ab viene del mismo vocablo de ab de
padre. Esta verdad escondida en el pasaje, conduce a algo más
profundo sobre Dios y el descanso sabático bíblico. Dios se identifica
148

con el sábado como el Padre de la humanidad a la que llama al


descanso espiritual y eterno.
Pero la novedad no llega hasta allí, ya que el sábado está en
intimidad con la eternidad. Note el lector cómo dies domini se aleja de
la verdad en contraste con la eternidad del sábado que acompaña la
de Dios. Cuando Dios desciende al monte de Sinaí, se revela a Israel de
manera individual y excelsa. Le dice, “Yo soy Yave (Adonay), tu Dios”…
(Ex. 20:2). Note que Dios se revela al hombre de manera santa,
majestuosa, y excelsa, en honor y gloria. Pero ahí no termina esta
revelación. Este encuentro acontece en un ambiente de eternidad. “Yo
soy Adonay tu Dios”. “Dios no es Dios de muertos” como dijo Jesús. Pero
esto sigue. Dios es Dios de su hijo, el hombre redimido en el contexto de
la ley. Dios habla al hombre en la dimensión de la inmortalidad porque,
él es vida. Está hablando al hombre en el contexto y dimensión de lo
eterno como él es eterno. El hombre redimido es eterno. Por esto Dios le
habla que él es su Dios. La depreciación es imposible en la naturaleza y
en la presencia divina. Pero esto no es todo. Después se presenta a su
hijo, como el eterno Legislador, que le manda a guardar sus
mandamientos. El sábado está en la primera tabla que pertenece a esa
eternidad de Dios. Dios se presenta como Padre, dentro de la
inclusividad del descanso eterno. Su hijo, el hombre redimido en Cristo,
entra en descanso eterno con Dios vía el séptimo día de la semana. En
contraste, dies domini, es el tiempo secular, día en que Cristo trabajó en
su victoria de la resurrección. Pero el domingo, no tiene parte en la
intimidad de Dios con su hijo, el hombre en Cristo. Dios distingue la
eternidad de la temporalidad. La resurrección pertenece a la
escatología, la cual comenzó con Cristo y termina con la resurrección
de los muertos. Como doctrina, la resurrección pertenece a la historia
en términos de la victoria contra la muerte. Pero el sábado como
doctrina es parte de la doctrina de Dios en su dimensión eterna. Es
decir, la resurrección de Cristo anuncia y garantiza la resurrección de los
salvados. Pero el sábado intima con el carácter eterno de Dios, y el justo
ingresa en su descanso, para reposar en ese día en la eternidad.
Así mismo, dies domini, es controversial frente al carácter de Dios.
Como se dijo arriba, Dios es santo. Este atributo es inherente con su
carácter. El carácter de Dios trasciende en la eternidad junto con su
gobierno de santidad, amor y justicia. La creación tiene sentido solo si
mantiene su existencia en intimidad con el carácter divino. La tierra fue
creada no solo por providencia, sino por amor, que es la primavera
eternal de Dios. Intrínsecamente, el amor y la justicia comparten su sitial
en el trono de Dios. Su amor abraza la justicia, y su justicia vela en su
trono para siempre (Sal. 11:17; 45:6; 89:14). El amor de Dios en Cristo,
nunca pasará por alto la justicia, por cuanto ambos atributos morales se
revelan inmutables. Dios no cambia su carácter porque es el mismo
umbral de su naturaleza. Es como su propio rostro que ilumina la
creación y la gobierna, desde la intimidad de su ser. Pero la doctrina
149

dies domini, no solo ha desafiado el nombre de Dios, sino su carácter,


honor, y gloria.
También dies domini, niega el honor de la Deidad del Espíritu
Santo y su liderazgo inequívoco en la iglesia de Dios. ¿Por qué? Porque
fue el Espíritu Santo quien inspiró la Palabra (2 Tim. 3:16-17). La Palabra
vino al hombre por acción soberana y divina del Espíritu Santo. La Biblia
es infalible por naturaleza. La Biblia es una expresión facial de la misma
doctrina de Dios. Por ello la bibliología es parte del conjunto doctrinario
de la teología, es decir, de Dios mismo. La Escritura es justo infalible
porque revela la supremacía de Dios en su pacto en la atmósfera de la
verdad.1 Como infalible, la Biblia revelada por inspiración, conserva su
autoridad inmutable, así como el Espíritu es Dios inmutable. Ninguna
verdad bíblica se expone al cambio porque mutaría la consistencia
misma de la naturaleza de la verdad. Y si la verdad cambia en
cualquier forma, vulnera la autoridad y honor de la Deidad del Espíritu.
Es el Espíritu quien garantiza seguridad y conducción a la iglesia en su
viaje luminoso de fe racional. Él es su Creador, desde su luz inmarcesible.
Si una verdad cambia, pierde su autoridad. Y si pierde su autoridad deja
de ser garantía para la vida de la iglesia. La iglesia existe porque el
Espíritu la trajo a la vida.
En este sentido es pertinente disponer al lector algunas
penetraciones sobre el liderazgo del Espíritu de manera más detallada.
Estas exploraciones bíblico-teológicas amplían la percepción de la
verdad.
El Espíritu Santo es autor de la verdad. La Biblia es el organismo
viviente sustentado por leyes. Ella misma está constituida como verdad
eterna, porque es Palabra divina. Su lugar como revelación es el de los
labios del Espíritu. Ninguna ley de la verdad bíblica puede perder una
sola célula de su médula pneumatológica. La constitución bíblica es la
entrega de luz divina al hombre. Ella es luz porque su autor es la luz. Dios
el Espíritu, es luz eterna. Su ígnea naturaleza no cambia. Su naturaleza
solo irradia luz. La verdad es un constituyente de la jurisprudencia divina.
Sus rayos llegan al hombre, y éste iluminado ve el camino doctrinal. La
doctrina como un todo, es decir, la Biblia, orienta su mente desde el
este de su nacimiento divino, al nauta escatológico. Es decir, la Biblia
como la verdad revelada, es luz desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La doctrina que el Espíritu articuló dentro de este organismo científico,
es luz en el principio hasta el mismo fin. El Espíritu Santo como autor de la
verdad mantiene la vigencia intacta de esa enseñanza. Cuando Moisés
escribió que Dios yyišBöt, descansó, del hebreo shabbat (Gen.2:2),
habla de eternidad. Esta verdad es luz del Espíritu. Para ilustrar esta
dicción, usemos la figura del sol. La luz del sol es la misma desde el
amanecer hasta el atardecer de la penumbra. Los rayos que emite son
rayos desde la mañana hasta la tarde. No hay desgaste. El sol por su

1Ned B. Stonehouse, “The Infallibility of Scripture and Evangelical Progress”, Bulletin of


the Evangelical Theological Society 1.1 (Winter 1958): 9-13.
150

parte, sustenta esos rayos. Más sublime y espléndido es el hecho de que


la verdad doctrinal del día de descanso de Dios, es rayo de la luz del
Espíritu. Por esto dies domini fracasa porque el sol divino, solo es luz y por
tanto verdad siempre.
El Espíritu Santo sostiene la economía de la verdad. Por su parte el
Espíritu Santo es el garante de la economía de la verdad. La eternidad
de Dios es coetánea (al mismo tiempo) con la economía de la verdad.
El descanso sabático de Dios, es una revelación del Espíritu Santo. El
hombre pneumaticos, o espiritual, entiende esta verdad. El descanso
divino (que cierto como expresa Juan Pablo II, es una figura
antropomórfica), es una revelación moral de la divina economía. El
descanso de Dios se dio a conocer en el Edén, habitación del hombre
perfecto. El séptimo día o descanso, o shabbat, surge de la economía
de la verdad eterna. Pero no surge como una manifestación sacerdotal
como interpreta el papa, sino con su dimensión moral. Porque el
hombre igual vino a la existencia por obra del Espíritu Santo (Gen. 2:7).
La verdad desde su origen eterno, niega su depreciación porque es
totalmente contrario a su propia naturaleza.
Luego la autoría del Espíritu Santo es crucial en cuanto a dies
domini. El papa afirma que Dios transfirió la solemnidad de santidad del
sábado al domingo, en honor a la resurrección. Pero el problema legal
que hay aquí aparte del trasfondo legal del sábado, es la violación a la
autoría del Espíritu. Nadie puede legalmente, malversar el pensamiento
o derecho de autor. Es violatorio. Más lo es cuando se trata de la
verdad revelada por Dios. El Espíritu fue quien inspiró a Moisés a escribir
el Génesis, el cual declara que Dios santificó el sábado. En cambio en la
posteridad, el hombre santifica el domingo en detrimento de la
santidad del sábado. La santidad del sábado es un atributo contenido
en el seno del mismo espacio de tiempo de este día. Es imposible
desprender la naturaleza sagrada del sábado solo por acción humana.
Nadie puede eliminar ni la naturaleza, ni alguno de los atributos de la
verdad. El único que puede hacer eso es el autor. Pero eso es imposible,
porque arriba se dijo que Dios es inmutable. El autor de la revelación del
sábado es Dios el Espíritu. Y la Deidad labora unida en perfección en la
revelación y la misión. Cristo nunca violó la autoría del Espíritu,
transfiriendo el cambio de santidad del sábado al primer día de la
semana.
Además, el Espíritu Santo es supremo Dios sobre la iglesia. No es la
iglesia la que opera sobre el gobierno del Espíritu porque Dios no está
sujeto a ella. La Biblia revela que el Espíritu lidera majestuoso al pueblo
de Dios (Jn. 16). Su supremacía en este sentido de la verdad, es
absoluta. Eso muestra al hombre que Dios es Dios. Que su mente puede
ser conocida por su revelación (hasta lo que ha revelado), pero
conocer no significa cambiar. La iglesia es creación de Dios. Pero la
verdad revelada es la Palabra de Dios. ¿Cuál es la diferencia? Que la
Palabra creó a la iglesia. La criatura por tanto no puede decidir por su
Creador. Aquí no cuenta la filosofía. Es decir, no se trata de razonar
151

sobre la verdad al punto de justificar acciones en nombre de Dios. La


iglesia es instrumento del Espíritu y no su maestro, menos asumir el papel
legislativo para superponer cambios en los eternos principios morales.
Dios jamás va a entregar su supremacía a su cuerpo místico, la iglesia.
Dios es supremo porque es divino. La divinidad del Espíritu rige por
encima de la iglesia. Y esto es porque si él permitiera mutación
doctrinaria, dejaría de ser Dios.
Pero falta más sobre la violación de dies domini, esta vez contra el
papel de Cristo como el segundo Adán. Todo el Nuevo Testamento es
una recapitulación del Antiguo, en el que Jesús ingresa a la historia
como el segundo Adán. La revelación de esta verdad se la ve por
doquiera dentro de la geografía evangélica-moral de todo el legado
neotestamentario. Tal es el caso de la tentación, en la que el hombre
Jesús contendió con el diablo por el dominio moral como representante
del hombre (Luc. 4:1-11). Vamos a organizar un trazo bíblico-teológico
de Jesús como el segundo Adán donde el lector científico, imparcial y
ético, podrá discernir, juzgar y reflexionar.
Jesús como el segundo Adán en relación al Edén en el contexto
de dies domini. Jesús nació santo como Adán, es decir sin tendencias al
pecado (Luc. 1:35). Como el nuevo hombre o Adán, guardaba el
sábado dentro de este Edén de la gracia. Jesús como el nuevo Adán
representa al nuevo hombre encarnando la obediencia eterna al
sábado de la creación (Luc. 1:52, 4:16). Conocía el primer día pero en el
taller conforme él mismo lo había establecido en la creación. Para él
era un día laboral por naturaleza. Vivió en obediencia cada sábado de
sus treinta y tres años de su historia como hebreo hijo de hebreos. A la
hora de su muerte descansó las horas completas del sábado en la
tumba. Adán fue hecho en viernes por el mismo Jesús y descansó en
sábado. Jesús se levantó de la tumba como el vencedor de la muerte,
trabajando el primer día. Adán reposó el sábado y salió a su trabajo el
primer día como le había ordenado Dios. Jesús salió para continuar su
ministerio. Ascendió a los cielos justo el primer día como revelación
teológica, representando al nuevo hombre (Hech. 1: 9). Esta revelación
cristológica y ética, es una vislumbre de la parousía o segunda venida.
Jesús ha de venir un día que no será sábado, por cuanto sigue en los
cielos como el nuevo hombre o nuevo Adán. Dentro de esta ética
evangélica Jesús se hermana con el hombre espiritual hoy, en honrar la
verdad que él mismo revela sobre la santidad eterna del sábado. Pero
en cuanto a dies domini, éste queda en la historia del nuevo Adán
como día de trabajo.
Después de la resurrección apocalíptica, en la segunda venida,
Jesús como el nuevo Adán, ingresa al milenio celestial y vuelve a la
tierra nueva como el nuevo Adán para siempre (Apoc.20-22). Pero él no
ingresa solo, porque el primer Adán tenía esposa. El nuevo Adán
también tiene esposa que es la iglesia (Apoc. 21: 2). Como se dijo antes,
los actos de Dios son eternos. La tierra fue creada para ser habitada por
los fieles a la verdad. Los mansos heredan la tierra (Mt. 5: 5). El nuevo
152

Edén será entonces el hogar eterno de Jesús con la iglesia. El sábado


sigue allí como día de intimidad de relaciones de santidad y afecto
eterno entre Dios y su pueblo, la iglesia.
De manera que desde la perspectiva cristológica, dies domini, no
tiene ninguna relación con santidad, y mucho menos con eternidad. La
resurrección será un evento histórico que quedará en el recuerdo de la
victoria de Cristo como el nuevo Adán. Adán nació en viernes día
previo a la preparación para recibir la llegada del tiempo santo de Dios.
Jesús por su parte murió en viernes en preparación para su descanso en
tiempo sagrado. Ambos dieron la gloria a Dios sobre la verdad del
sábado. Adán salió a sus labores ordinarias el primer día. Jesús fue a
trabajar el primer día pos resurrección. Son los dos Adanes entrando en
contacto con santidad y labor en días asignados para su función
inherente cada uno. Dios es el Dios de la ciencia, la ética, el orden, la
santidad y el trabajo. Su economía de la verdad en Cristo permanecerá
incólume como su propia naturaleza y eterno propósito de la creación.
La tierra volverá a ser santa como era el Edén. La santidad de Dios
vuelve a quedar impregnada en el hombre. La santidad del sábado
sigue en su eterna vigencia. Por su parte el primer día, no vuelve a
aparecer en la eternidad, ya que en el nuevo Edén ya no habrá más
cómputo de días laborales, porque no habrá sol. Por tanto no habrá
amanecer, ni oscurecer (Apoc. 22:5). En cambio la santidad sabática
sigue allí eterna como en su dimensión teológica (Isa 66:22-23).
Pero respecto a dies domini en su contexto eclesial hoy, falta
exploración bíblico-teológica. Falta penetrar en la continuidad de la
historia de Israel en su etapa espiritual, o sea como el Israel espiritual. La
doctrina dies domini ataca el honor de la verdad sobre el vínculo de
intimidad moral-legal entre la iglesia y el descanso en sábado. Cristo fue
quien trajo a Israel, su pueblo, a la existencia. Y esta creación es de
carácter moral-ético-legal-espiritual. Cuando Dios envió a Moisés a
liberar a su pueblo, por primera vez aparece ese nombre “mi pueblo”
(Ex. 3:7). Antes el patriarca Jacob, ahora como Israel, bendijo a su
descendencia hasta el confín mismo de la historia (Gen. 49). Por tanto
conviene articular la historia de Israel hasta el retorno de Cristo. Es aquí
donde trataremos de identificar al eterno Israel de Dios en su relación
con el descanso sabático bíblico, en contraste con el domingo como
día de descanso.
En primer lugar, Israel y el sábado son inseparables en tanto rinda
honor a Jesús el autor del descanso en sábado. Desde la perspectiva
histórica, Israel como pueblo de Dios sale a cumplir su destino sabático
genuino, desde que estaba en Egipto. Faraón se airó porque Israel
comenzó a guardar el sábado, el cual por la esclavitud obligada no
podía guardar. Cuando dijo que el pueblo estaba ocioso, se refería a
que no trabajaba en sábado (Ex. 5:8,17). Dios había comenzado a
organizar a Israel desde su propósito moral y de santidad en relación al
descanso en sábado. Por varios siglos su pueblo estuvo quebrantando el
santo día por estar bajo el satánico dominio de faraón. Ahora el pueblo
153

de Dios volvía a su shabbat, previa liberación. Luego Israel entró en


contacto directo con Adonay en el Sinaí donde él proclama su carácter
por medio de su eterno decálogo (Ex. 20). De allí en adelante, Israel
ingresa en el tiempo como santificador del sábado. El último sábado
que Israel tuvo dentro de su oportunidad como etnia, como Israel literal,
fue justo al cumplirse el año 34. Allí dejo de ser el pueblo de Dios como
el Israel literal. La casa de Israel quedaría desierta por rechazar al Mesías
(Dan. 9:24-27; Mt. 23:38). Israel fracasó en su compromiso de santidad,
moral, Violó la ética que quedó rasgada al rechazar a Jesús. Jesús justo
vino a magnificar la ley en su dimensión espiritual, que el pueblo judío
había violado. Ello incluía el sábado el cual lo convirtieron en legalismo,
robando su función legal desde el Edén. Es decir, el sábado es un don
de la santidad de Dios y compromiso de honra del hombre a él. Por
tanto su violación es de carácter legal, o sea que demanda juicio
celestial. Israel naufragó en esto. Dios por tanto, después de mostrar
tanta misericordia, lo abandonó.
Pero para Dios, Israel es eterno. Dios no puede declararse el Dios
de Israel, si éste perece en la historia de la salvación. La historia de la
salvación no fracasa porque es la historia de Dios con su pueblo. Incluso
el nombre yave en hebreo yhwh está relacionado con él en la historia.
Es decir, desde su lumen lingüístico, la palabra Dios en hebreo que
aparece en forma verbal piel, implica a Dios acompañando a Israel en
toda su historia. Desde esta verdad escondida en el lenguaje, Dios
eterniza su relación moral-ética-legal-espiritual con Israel. Los apóstoles
son relectores del Antiguo Testamento. Pedro y Pablo, igual que Juan,
son incluyentes, al conectar al nuevo pueblo de Dios con el sábado. La
iglesia cristiana es el nuevo Israel (1 Ped. 2:9; Gal. 6:16; Apoc. 7: 4-8). La
iglesia es ahora el Israel de Dios. Israel entró en el nuevo pacto o alianza
en su contexto evangélico, es decir en Cristo. Juan ingresa en visión
apocalíptica en sábado como ciudadano del nuevo Israel (Apoc. 1:10).
Israel entra en intimidad y obediencia a Dios en términos de la santidad
del sábado (Apoc. 7:1-3). Todo fiel israelita entra a la Canaán como
guardador del sábado israelita porque ambos, el sábado e Israel
pertenecen a la eternidad de Dios. El domingo nada tiene que ver en
esta nueva alianza evangélica. Al contrario, el sábado, el evangelio, e
Israel, son inseparables dentro del propósito eterno de Dios.
Después del responso a dies domini, este estudio explora la
autoridad pontificial. La teología de la eclesiología católica se
fundamenta en la confesión petrina y el encargo de Cristo a la iglesia.
Por ello debemos estructurar el método a seguir en esta doctrina
católica. Parece conveniente hacerlo a través de preguntas. Esto es lo
que haremos abajo en el examen doctrinario.
CAPÍTULO 2:
AUTORIDAD PAPAL
(Pedro la Roca)

Algunas preguntas deben levantarse para explorar la teología de


la eclesiología católica. Esta está inseparablemente unida a la
experiencia discipular de Pedro con Cristo en cuanto a la autoridad de
la iglesia.
¿Identificó Cristo a Pedro como la Roca eclesial?
¿Cuáles son los fundamentos católicos para la sucesión apostólica
(papal)?

Pedro en relación a la Roca

El tema sobre Pedro y la Roca debe estudiarse dentro del


trasfondo de la revelación bíblica sobre la Roca. ¿Qué dice la Palabra
de Dios sobre la Roca?
La primera vez que la Biblia alude a la Roca es patriarcal. Es
Jacob en su bendición profética a todas las tribus de Israel (Gen. 49:24).
Allí por inspiración el padre de Israel, declara que la fortaleza está en el
Pastor, la Roca de Israel. En esta visión sobre la Roca, el patriarca y
profeta, convoca a la comunidad israelita y predica sobre la garantía
pastoral de la Roca, junto a su eterna estabilidad. La alusión a Pastor,
conduce a la dirección de Dios sobre Israel en el desierto. Dios provee
todas las necesidades que su pueblo necesita. Esto incluye las
espirituales, por cuanto su provisión primaria es la espiritual. Como Pastor
guía a su rebaño, es decir lo alimenta en la verdad. La dimensión
teológica aquí es que Israel tenía acceso a la revelación. El pastoreo de
Dios, implica, que ellos accesaban el pan diario que es la revelación
bíblica. Los israelitas aprendieron a leer la Biblia desde muy temprano en
la familia (Dt. 6:4-9). De manera que las madres de Israel podían
interpretar la Escritura. Luego la dirección del Pastor de Israel es notable.
Va delante de sus ovejas, y ellas lo siguen. No se impone imperial sobre
su rebaño. Dirige en vez de mandar. Ahora, Dios se reveló como la Roca
de su pueblo implicando su divinidad.
La segunda vez es Moisés liderando a Israel. El profeta declara: “El
nombre del Señor proclamaré. Engrandeced a Dios. Él es la Roca. Su
obra es perfecta. Todos sus caminos son rectos. Dios es leal, ninguna
iniquidad hay en él. Es justo y recto” (Dt. 32:4). Moisés relaciona a la
Roca con la perfección y la rectitud. No hay nada imperfecto en las
obras de Dios. Por eso Moisés usa la figura de la roca para asociarla con
Dios.
La tercera vez es Daniel en la profecía sobre la segunda venida
(Dan. 2:45). Mientras Moisés usa en Génesis la palabra ´eºben, para Roca,
en Deuteronomio usa ccûr. Luego Daniel usa ´eºben. ¿Hay alguna razón
teológica? La palabra ´eºben tiene una relación simbólica con Dios.

154
155

Representa a Dios en su fortaleza.1 En Deuteronomio, ccûr, igual significa


roca, y tiene relación con confianza. Esta confianza no es como la que
los paganos tienen en sus deidades. Era una palabra común usada
para las deidades de Asiria y de Anatolia. Pero no solo tiene relación
con confianza, sino con defensa y coraje de liderazgo en la batalla. De
esta manera se anunciaba la venida del Mesías. 2 En cuanto a ´eºben
Daniel la conecta con la destrucción que el Mesías hará en su segunda
venida. Luego esa misma roca se convierte en un gran monte. Es decir,
Cristo es representado reinando con los santos en la tierra nueva.
La cuarta vez es Mateo sobre la Roca (Mt. 16:18). Esta es la
palabra que luego será analizada adelante.
La quinta vez es Pablo en Corintios (1 Cor. 10:4). Esta declaración
fue unos veinticinco años después de que Jesús hablara a Pedro sobre
la Roca. Pablo se refiere exclusivamente a Cristo como la Roca.
Ahora es el momento de discurrir sobre Pedro y la Roca.
Trabajaremos con varias penetraciones.
La declaración de Cristo a Pedro. En hebreo el pasaje mateano
(Mt. 16:18), dice como sigue:

hZ<h; @Keh-; l[;w> ap'yKe aWh hT'a; yKi ^l. dyGIa; ynIa]-~g:w> 18
`h'yl,[' WrB.g>yI al{ lAav. yrE[v] ;w> ytiL'hiq.-ta, hn<b.a,
“Y yo también te digo que tú eres Cefas, y sobre la Roca esta,
edificaré mi iglesia y las puertas no pasarán sobre ella”.
Ahora vamos a analizar las palabras ap'yKe aWh hT'a,,“Tú eres Cefas”.
Cefas es la misma palabra que usa Juan veinte años después que Jesús
dijera a Pedro. “Y al mirarlo Jesús le dijo: ‘Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú
serás llamado “Cefas”, que significa Pedro’”(Jn. 1:42). La gramática de
esta oración en hebreo como la cito arriba es asÍ: hT'a,, tú (segunda
persona singular masculino), aWh,, él (tercera persona singular masculino),
Cefas (nombre personal masculino). Ahora, de acuerdo al registro de
Juan, Jesús llamó a Pedro Cefas como igual lo hizo en el momento de la
declaración en Mateo. Juan añade que Cefas significa Pedro. Ahora
busquemos el significado “Pedro” que Jesús añadió a Cefas, o más bien
asignó. En griego las palabras registradas por Juan de Jesús a Pedro, es
kēfas o sea Petros.3 Wieland Willker comenta igual el pasaje, su klēthēsē
kēphas o ermēneuetai petros, “tú serás llamado Pedro”. 4 David E.
Pratte, dice lo siguiente sobre este pasaje:

1
,
G. Johannes and Botetterweck and Helmer Helmes, “n<b.a” Theological Dictionary of
the Old Testament (Grand Rapids, Mi: Eerdman), 1: 50-51.
2 R. Lard Harris, “rWC” “Theologícal Word Book of the Old Testament”, Ed. (Chicago:

Moody Press, 1980), 2: 762.


3
Barbara Friberg and Timohy Friberg, Analytical Greek New Testament, eds. (Grand
Rapids, Mi: Baker Book House, 1981), 283.
4
Wieland Wilker, A textual Commentary on the Greek Gospels. John, vol. 4 (Bremen
online published, 7ª edit. 2010, ), 48.
156

los escritores católicos vinculan esto con Matt. 16:18 [sic], y


concluyen que esto prueba que Pedro era la “roca” sobre la cual
Jesús edificó su iglesia y que esa es la razón por la cual Jesús
cambió su nombre. Pero este no es el caso, ni en otra parte…la
palabra para “roca” en Matt 16:18 [sic] es una relacionada pero
diferente palabra griega, donde la KJBV, traduce el nombre de
Pedro como “una piedra” y no “una roca”…el contexto de Matt.
16:18 [sic], combinado con 1 Cor. 3:11 [sic], muestra que la roca
sobre la cual la iglesia es edificada no es Pedro sino Jesús, el Hijo
de Dios.1

El catolicismo se apasiona en su apología sobre la primacía de


Pedro, como la roca en la declaración de Cristo. Alude a casos bíblicos
como Abraham para sostener que además de que Dios es la roca,
también hombres santos fueron vistos como “roca”. Usan a Isaías 51:1-2
como ejemplo donde Dios alude a la roca y menciona a Abraham.
Afirman que la “roca” de la que fueron cortados los israelitas, era
Abraham. 2 Pero usar este pasaje para defender una doctrina extra
bíblica, es ingenuo en extremo. No hay seriedad exegética. El pasaje
alude a la piedra que usa el profeta, en referencia a la procedencia
histórico-geográfica de Israel que era Egipto. Ellos fueron librados como
piedras de los dominios egipcios incluso desde el tiempo de Abraham.
Fueron sacados de Mesopotamia. 3 En cuanto a la mención de
Abraham, Dios solo recuerda a Israel su origen como nación que él
llamó para que fuera su pueblo. No hay nada en el pasaje comparando
a Abraham con roca.
Por su parte, el catolicismo apela a los padres de la iglesia para
sostener que Pedro es la infalible roca que Jesús estableció. Apela a
Crisóstomo y a Orígenes.4 Se apela a sermones de Orígenes (s. III), en
que aquel padre de la iglesia afirma que Pedro es el fundamento de la
iglesia. Sin embargo los padres del siglo I y II no mencionan nada sobre
Pedro como roca o fundamento de la iglesia. En cuanto a Crisóstomo,
es necesario examinar sus comentarios.5 He leído la homilía completa
de Crisóstomo sobre Hechos de los Apóstoles que Steve Ray cita. No
encontré las palabras que este autor cita. Las palabras que Ray cita
son, “Mire cómo Pablo habla después de Pedro, y ninguno declina.
1
David Pratte, Gospel of John Bible Commentary ( www.gospelway.com, 2007), 22.
2 Steve Ray, Is Peter the Rock, or is the Rock only his Confession of Faith? What do the
Bible and the Early Fathers Teach? Defenders of Catholic Faith. http://www.catholic-
convert.com/resources/writings/steve-rays/ Junio 2010.
3 Francis Nochol “Isaias 51:1-2”. Comentario Bíblico Adventista. Biblioteca Electrónica

Fundamentos de Esperanza. vol. 4. s.f. s.l.


4 Ibid.
5 Al presente quien escribe no tiene acceso a estas Fuentes. Sin embargo, el peso

sobre Pedro la roca no concuerda con el rechazo que los obispos de oriente hicieron
al obispo de Roma en el siglo IV. El romano insistía en ser considerado supremo sobre
los otros, atribución que despreciaron los orientales. Ver sección histórica de esta obra.
157

Santiago espera y comienza. Porque él (Pedro), era a quien le había


sido confiado el gobierno” (primacía). 1 Las palabras originales de
Crisóstomo son éstas: “No había arrogancia en la iglesia. Después de
Pedro, habla Pablo y nadie lo silencia [a Pablo]. Santiago espera
pacientemente. No comienza (por la siguiente palabra). Hay gran
orden (de procedimiento)”.2 De modo que la cita queda flotando ya
que Crisóstomo no predicó eso de Pedro en su homilía XXXIII.
De nuevo el mismo autor católico Ray, vuelve a citar a
Crisóstomo, sobre Pedro como supremo líder. Esta vez escribe que
Crisóstomo afirma que Pedro fue quien recibió la silla de Jerusalén y no
Santiago. Que Jesús hizo a Pedro no maestro de esa silla, sino del mundo
entero. He aquí las palabras citadas por Ray: “Si alguien dijera, ¿por qué
entonces fue Santiago quien recibió la silla de Jerusalén? Yo respondo
que él [Jesús], hizo a Pedro maestro no de esa silla, sino del mundo
entero”. 3 Ahora leemos a Crisóstomo directamente de su homilía: “Si
alguien dijera, ¿por qué entonces fue Santiago quien recibió la silla de
Jerusalén? Yo respondo que él [Jesús], hizo a Pedro maestro no de la
silla, sino del mundo”.4 Note el lector la diferencia entre “maestro de
todo el mundo” y “maestro del mundo”. Luego el contexto no solo no es
la primacía papal y señorío universal, sino la experiencia de Pedro como
discípulo de Jesús. A esto debe añadirse que Crisóstomo no está
analizando el pasaje de manera exegética. Está predicando. Por esto
menciona el diálogo entre Cristo y el discípulo, y luego salta a comentar
sobre el momento cuando Cristo reincorporó al fracasado discípulo al
servicio después de que aquel lo traicionara, negando ser su discípulo.5
En cuanto a darle el encargo de “maestro, del mundo”, todo el
contexto de esa parte de la homilía o sermón sencillo, incluye a Pedro
con los demás apóstoles en el ministerio de enseñar la verdad en el
mundo. Así mismo, es notable que Crisóstomo una el tema de Mateo
sobre la roca, con el tema del concilio de Jerusalén. Es decir, de nuevo
se nota que el asunto de la “silla”, no es el enfoque del tema, sino la fe
de los apóstoles y su encargo de difundir la doctrina de Cristo, la Roca,
como el Hijo del Dios viviente. Además, el concilio fue casi veinte años
después del asunto de la “Roca”. Y Crisóstomo no da importancia al
primado entre los apóstoles, sino a predicar a Cristo.
Crisóstomo se refiere entonces a Mateo 16:18, diciendo, “Tú eres
Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia, es decir, en la fe de su
confesión”. Aquí él significa que muchos estaban al punto de creer y
levantar su espíritu y hacer de él [de Cristo], un pastor”. 6 De forma
1
Este autor apela a Crisóstomo en Acts of the Apostles.
2 Philips Schaf, Saint Chrysostom: Homilies on the Acts of the Apostles and the Epistle to
the Romans (Grand Rapids, MI: Christian Classics Ethereal Library, 2002), 352.
3
Ray cita a Crisóstomo en Homilies on John, 88,1.
4 St. Chrysostom Saint Chrysostom: Homilies on the Gospel of St. John and the Epistle to

the Hebrews (Edinburg: T&T Clark, 2002), 577.


5 Ibid., 576-77.
6
St. Chrysostom, Homilies on the Gospel of Saint Matthew by St. Chrysostom,Philipp
Schaff, ed. (Grand Rapids, MI: Christian Classics Ethereal Library, n.d.), 528.
158

interesante, Crisóstomo no dice nada más sobre el tema de la roca. Y


ello es justo porque está predicando y no investigando o sea
exegetizando. Luego Crisóstomo sigue su homilía, y retoma a Mateo, en
la continuidad de Cristo y Pedro, y alude al tema de las llaves. Pregona
que Cristo le da las llaves cuando le,

dirige a los más altos pensamientos de él [Cristo]…porque aquellas


cosas que pertenecen solo a Dios solamente (ambas, absolver de
pecados y hacer la iglesia prevalecer en tales asaltantes olas y
exhibir a un hombre que es un pescador más sólido que una roca,
mientras todo el mundo está en guerra con él), estas [dos]
promesas le promete dar; como el Padre hablando a Jeremías
dijo, “Él le hará a él un pilar de fuego y como una
pared”….Porque voy a inquirir sobre aquellos que desean disminuir
la dignidad del Hijo, ¿cuáles maneras de dones fueron más
grandes, aquellas que el Padre le dio a Pedro, o aquellas que le
dio el Hijo? Porque el Padre le dio a Pedro la revelación del Hijo,
pero al Hijo le dio el sembrar sobre el Padre y aquello sobre Él
mismo [Cristo] en todas partes del mundo; y a un hombre mortal le
confió la autoridad sobre todas las cosas en los cielos dándole las
llaves quien las extendió a la iglesia a toda parte del mundo y las
declaró ser más fuertes que los cielos; porque el cielo y la tierra
pasarán, pero mi palabra no pasará”. 1

Luego Crisóstomo avanza, y dice que después de cierto tiempo


de aquellas promesas de confesar a Cristo, Pedro no entendió las
palabras del misterio de la cruz. Que por eso trató de persuadirlo a que
no muriera. Que allí estaba el tan débil Pedro, fracasando después de
aquella confesión sobre el Hijo de Dios. No le dijo, ”Satanás habló por
medio de ti, sino déjalo detrás de mí Satanás”…con tal severidad le
reprendió sabiendo que tanto él [Pedro], como los demás, estaban tan
asustados, y no recibirían eso [el misterio de la cruz] tan fácil”.2
Como vemos, la carga del sentido de las palabras de Crisóstomo
no cae sobre el primado de Pedro como pontífice, sino sobre los dones
de exaltar al Hijo por la fe, y de sembrar la verdad por la eterna Palabra.
Luego las llaves es el poder de pregonar la Palabra, las que Pedro como
el líder entre los apóstoles haría desde Pentecostés. O sea, las llaves, que
es la predicación de la Palabra, las recibió Pedro representando a la
iglesia, y la iglesia las usaría para predicarle a todo el mundo. Así,
Crisóstomo predica sobre el legado espiritual del misterio de la salvación
que Cristo le dejó al conjunto apostólico como su iglesia. El gran tema es
Cristo y su Palabra, y no Pedro.

1
Ibid., 529.
2
Ibid., 530-31.
159

De acuerdo a Vaticano II, Cristo le dio las llaves del reino a Pedro.1
A Pedro le fue entregado el cuidado pastoral de la iglesia.2 Por esto el
catecismo católico establece su doctrina del primado y las llaves. Abajo
importamos este documento de la fe católica, sobre la autoridad de la
iglesia, escrita en el catecismo católico.

La misión de la iglesia

Abajo se aprecian los artículos o mini secciones del catecismo


sobre la jerarquía de la iglesia. Es la razón constitucional que la iglesia
describe apelando a su ministerio. Los numerales desde 874 son los
mismos del catecismo sobre esta doctrina.

874 El mismo Cristo es la fuente del ministerio en la Iglesia. El lo ha


instituido, le ha dado autoridad y misión, orientación y finalidad:

Cristo el Señor, para dirigir al Pueblo de Dios y hacerle progresar


siempre, instituyó en su Iglesia diversos ministerios que están
ordenados al bien de todo el Cuerpo. En efecto, los ministros que
posean la sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para
que todos los que son miembros del Pueblo de Dios...lleguen a la
salvación (LG 18).

875 "¿Cómo creerán en aquél a quien no han oído? ¿Como oirán sin
que se les predique? y ¿cómo predicarán si no son enviados?" (Rm.
10, 14-15). Nadie, ningún individuo ni ninguna comunidad, puede
anunciarse a sí mismo el Evangelio. "La fe viene de la predicación"
(Rm. 10, 17). Nadie se puede dar a sí mismo el mandato ni la misión
de anunciar el Evangelio. El enviado del Señor habla y obra no con
autoridad propia, sino en virtud de la autoridad de Cristo; no como
miembro de la comunidad, sino hablando a ella en nombre de
Cristo. Nadie puede conferirse a sí mismo la gracia, ella debe ser
dada y ofrecida. Eso supone ministros de la gracia, autorizados y
habilitados por parte de Cristo. De El los obispos y los presbíteros
reciben la misión y la facultad (el "poder sagrado") de actuar in
persona Christi Capitis, los diáconos las fuerzas para servir al pueblo
de Dios en la "diaconía" de la liturgia, de la palabra y de la caridad,
en comunión con el Obispo y su presbiterio. Este ministerio, en el
cual los enviados de Cristo hacen y dan, por don de Dios, lo que

1 Phil Porvaznik, “St. Peter, the Rock, the Keys, and the Primacy of Rome in the Early
Church”. http://www.bringyou.to/apologetics/PeterRockKeysPrimacyRome.htm. Junio
2010.
2 Ibid.
160

ellos, por sí mismos, no pueden hacer ni dar, la tradición de la


Iglesia lo llama "sacramento". El ministerio de la Iglesia se confiere
por medio de un sacramento específico.

876 El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente


ligado a la naturaleza sacramental. En efecto, enteramente
dependiente de Cristo que da misión y autoridad, los ministros son
verdaderamente "esclavos de Cristo" (Rm 1, 1), a imagen de Cristo
que, libremente ha tomado por nosotros "la forma de esclavo" (Flp
2, 7). Como la palabra y la gracia de la cual son ministros no son de
ellos, sino de Cristo que se las ha confiado para los otros, ellos se
harán libremente esclavos de todos (cf. 1 Co 9, 19).

877 De igual modo es propio de la naturaleza sacramental del


ministerio eclesial tener un carácter colegial. En efecto, desde el
comienzo de su ministerio, el Señor Jesús instituyó a los Doce,
"semilla del Nuevo Israel, a la vez que el origen de la jerarquía
sagrada" (AG 5). Elegidos juntos, también fueron enviados juntos, y
su unidad fraterna estará al servicio de la comunión fraterna de
todos los fieles; será como un reflejo y un testimonio de la comunión
de las Personas divinas (cf. Jn 17, 21-23). Por eso, todo obispo ejerce
su ministerio en el seno del colegio episcopal, en comunión con el
obispo de Roma, sucesor de San Pedro y jefe del colegio; los
presbíteros ejercen su ministerio en el seno del presbiterio de la
diócesis, bajo la dirección de su obispo.

878 Por último, es propio también de la naturaleza sacramental del


ministerio eclesial tener carácter personal. Cuando los ministros de
Cristo actúan en comunión, actúan siempre también de manera
personal. Cada uno ha sido llamado personalmente ("Tú sígueme",
Jn 21, 22;cf. Mt 4,19. 21; Jn 1,43) para ser, en la misión común,
testigo personal, que es personalmente portador de la
responsabilidad ante Aquél que da la misión, que actúa "in persona
Christi" y en favor de personas : "Yo te bautizo en el nombre del
Padre ..."; "Yo te perdono...".

879 Por lo tanto, en la Iglesia, el ministerio sacramental es un servicio


ejercitado en nombre de Cristo y tiene una índole personal y una
forma colegial. Esto se verifica en los vínculos entre el colegio
episcopal y su jefe, el sucesor de San Pedro, y en la relación entre
la responsabilidad pastoral del obispo en su Iglesia particular y la
común solicitud del colegio episcopal hacia la Iglesia Universal.
161

El colegio episcopal y su cabeza, el Papa

880 Cristo, al instituir a los Doce, "formó una especie de Colegio o grupo
estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él"
(LG 19). "Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás
Apóstoles forman un único Colegio apostólico, por análogas
razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro,
y los obispos, sucesores de los Apóstoles "(LG 22; cf. CIC, can 330).

881 El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente


de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16,
18-19); lo instituyó pastor de todo el rebaño (cf. Jn 21, 15-17). "Está
claro que también el Colegio de los Apóstoles, unido a su Cabeza,
recibió la función de atar y desatar dada a Pedro" (LG 22). Este
oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los
cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado
del Papa.

882 El Papa, obispo de Roma y sucesor de San Pedro, "es el principio y


fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos
como de la muchedumbre de los fieles "(LG 23). "El Pontífice
Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de
Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena,
suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera
libertad" (LG 22; cf. CD 2. 9).

883 "El Colegio o cuerpo episcopal no tiene ninguna autoridad si no se


le considera junto con el Romano Pontífice, sucesor de Pedro,
como Cabeza del mismo"". Como tal, este colegio es "también
sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda la Iglesia" que
"no se puede ejercer...a no ser con el consentimiento del Romano
Pontífice" (LG 22; cf. CIC, can. 336).

884 La potestad del Colegio de los Obispos sobre toda la Iglesia se


ejerce de modo solemne en el Concilio Ecuménico "(CIC can 337,
1). "No existe concilio ecuménico si el sucesor de Pedro no lo ha
aprobado o al menos aceptado como tal "(LG 22).

885 "Este colegio, en cuanto compuesto de muchos, expresa la


diversidad y la unidad del Pueblo de Dios; en cuanto reunido bajo
una única Cabeza, expresa la unidad del rebaño de Dios " (LG 22).

886 "Cada uno de los obispos, por su parte, es el principio y


fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares" (LG 23).
162

Como tales ejercen "su gobierno pastoral sobre la porción del


Pueblo de Dios que le ha sido confiada" (LG 23), asistidos por los
presbíteros y los diáconos. Pero, como miembros del colegio
episcopal, cada uno de ellos participa de la solicitud por todas las
Iglesias (cf. CD 3), que ejercen primeramente "dirigiendo bien su
propia Iglesia, como porción de la Iglesia universal", contribuyen
eficazmente "al Bien de todo el Cuerpo místico que es también el
Cuerpo de las Iglesias" (LG 23). Esta solicitud se extenderá
particularmente a los pobres (cf. Ga 2, 10), a los perseguidos por la
fe y a los misioneros que trabajan por toda la tierra.

887 Las Iglesias particulares vecinas y de cultura homogénea forman


provincias eclesiásticas o conjuntos más vastos llamados
patriarcados o regiones (cf. Canon de los Apóstoles 34). Los obispos
de estos territorios pueden reunirse en sínodos o concilios
provinciales. "De igual manera, hoy día, las Conferencias
Episcopales pueden prestar una ayuda múltiple y fecunda para
que el afecto colegial se traduzca concretamente en la práctica""
(LG 23).1

Como el lector puede apreciar, la teología católica, es jarárquica y


se aferra al primado petrino para gobernar. Sin embargo, no se detiene
a entrar en un escrutinio bíblico sobre el sentido corporativo eclesial que
Cristo dio a la iglesia, en aquel diálogo con Pedro. Todos los discípulos
entendieron el diálogo como de igualdad de apostolado. Además,
Crisóstomo, ya comentado antes, como es lógico, no exalta ninguna
supremacía de Pedro, porque oriente siempre rechazó esa insistencia
del obispado de Roma.
Vamos por tanto a destacar el pensamiento evangélico sobre la
primacía papal. Veremos los argumentos protestantes frente a esta
posición católica.
El debate evangélico-protestante sobre Pedro la roca, es decir la
supremacía papal sobre la iglesia, como infalible, ha seguido desde
entonces. Vamos a discurrir sobre este asunto abajo.
La alta jerarquía católica define la infalibilidad como inmunidad al
error. Es decir, sean personas o agencias, no pueden engañar, ni ser
engañados.2
Lo que Vaticano I dijo sobre supremacía o infalibilidad que deben
creer todos los fieles de Cristo. Es que,

1
Ioannes Paulus Catecismo de la Iglesia Católica ( Concilio Vaticano II, 1992).
2 Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, What think ye of Rome? (part four): the
Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility Christian Research Institute (CRI)
(Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North Carolina), 1. Junio 2010.
163

la silla apostólica y el pontífice de Roma sostiene la primacía sobre


el mundo entero. Y que el pontífice de Roma en sí mismo es el
sucesor del bendito Pedro. El es el jefe de los apóstoles y el
verdadero [vicario] de Cristo, y la cabeza de toda la iglesia y de
la fe y maestro de todos los cristianos. Y que a él le fueron dadas
en el bendito Pedro por el Señor Jesucristo, el pleno poder de
alimentar, gobernar y dirigir la Iglesia universal, justo como
también está contenido en los registros de los concilios
ecuménicos y en los sagrados cánones.1

Los teólogos católicos cualifican el tema de la infalibilidad en


diferentes categorías. Primero admiten que el papa no es infalible en
todas las cosas que enseña, pero que solo cuando habla ex catedra,
como oficial intérprete de la fe y de moral. Notemos lo que Avery Dulles,
autoridad en dogma católico establece por ex catedra:

1. En cumplimiento de su oficio como supremo pastor y maestro


de todos los cristianos.
2. En virtud de su suprema autoridad apostólica, o sea, como
sucesor de Pedro.
3. Determinando una doctrina de fe y moral, es decir, una
doctrina que expresa divina revelación.
4. Imponiendo una doctrina que debe ser recibida y obedecida
por todos.2
Como escribe Haroldo O. J. Brown,

en cada edad ha habido aquellos quienes consideraron


pretender ser un único supremo obispo con suprema autoridad lo
que afirma de ser una segura identificación de la corrupción de la
iglesia, y quizás aún la obra del Anticristo. El papa Gregorio I (590 -
604 d.C.), fue indignamente rechazado por el Patriarca de
Constantinopla Juan el Rápido por llamarse así mismo obispo
universal; Gregorio defendió el derecho de todos los obispos sobre
este asunto incluido él, pero era porque quería ese título para él.3

1
Henry Denzinger, The Sources of Catholic Dogma, trans. Roy J. Deferrari (London: B.
Herder Book Co., 1957), no. 1826, 454, in Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie,
What think ye of Rome? (part four): the Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility
Christian Research Institute (CRI) (Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North
Carolina), 1. Junio 2010.
Avery Dulles, ʺInfallibility: The Terminology,ʺ in Teaching Authority and Infallibility in the
2

Church, ed. Paul C. Empie, T. Austin Murphy, and Joseph A. Burgess (Minneapolis:
Augsburg Publishing House, 1978), 79-80, in Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie,
What think ye of Rome? (part four): the Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility
Christian Research Institute (CRI) (Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North
Carolina), 1. Junio 2010.
3
Harold O. J. Brown, The Protest of a Troubled Protestant (New York: Arlington House,
1969), 122 in Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, What think ye of Rome? (part
164

Esta doctrina católica, plantea serios problemas bíblicos. Por esto


vamos a trabajar con el registro sagrado al respecto.
El problema lingüístico. La iglesia católica interpreta que Mateo
16:18, “sobre esta roca edificaré mi iglesia” establece la infalibilidad. Ella
argumenta que la verdad de la iglesia solo puede estar segura, si aquel
sobre quien ella descansa fuese infalible, es a saber, Pedro. Pero el
hecho es que Cristo no se refirió a Pedro como la roca como ya vimos
antes. La palabra hebrea que Jesús usa en Mateo 16:18, para roca, es
hZ<h; @Keh, la cual es un sustantivo femenino y el adjetivo igual está en
femenino. La traducción es “la roca esta”, o “esta roca”. Está en
dirección directa con la Roca. Cualquiera persona que sabe hebreo
puede notar esta clara luz en el pasaje de Mateo. Sabemos que Mateo
existía primero como escrito arameo, tan semejante al hebreo. En
hebreo como hemos citado, tiene género, aunque en arameo no se
distingue el género si masculino o femenino. En griego sucede lo mismo,
en que Cristo no aludió a Pedro como la roca. Notemos: “su ei petros kai
epi tautē tē petra oikodomēsō mou tēn ecclēsian; “tú eres Pedro y sobre
ésta la roca, edificaré mi iglesia”. El lector se puede ilustrar sobre la
gramática griega y apreciar la luz lingüística del pasaje, donde “petra”
está en tercera persona singular femenina. En cambio a Pedro se refiere
en segunda masculino (su ei petros).
Ahora, después de aquella confesión podemos seguir los pasos si
Jesús invistió con autoridad solo a Pedro, o si hizo lo mismo con todos los
apóstoles.
El problema semántico (palabras con significado variado). No solo
Pedro recibió autoridad de abrir y cerrar el reino. No solo Pedro fue
investido de poder de usar las llaves del reino de los cielos. No es que
había un misterio que Cristo concedió solo a Pedro. Como acota
Calvino, “la palabra ‘llaves’ provee una metáfora apropiada. Ahora, los
hombres son atados o desatados no en otra forma que cuando la fe
reconcilia a algunos con Dios, mientras que por su propia incredulidad,
contrae a otros”.1
La Escritura declara que la iglesia está edificada sobre el
fundamento de los apóstoles, y Cristo es la piedra angular (Ef. 2:20). La
luz del pasaje paulino, una carta contemporánea a Pedro, destaca dos
verdades inamovibles. La primera es que la iglesia está fundamentada
sobre los apóstoles y no solo sobre Pedro. Es decir, los apóstoles son el
fundamento de historia y fe, porque ellos vieron y anduvieron con Cristo,
y fueron enviados por él a predicar con la autoridad del Espíritu Santo.
La segunda verdad es que la cabeza de la iglesia es Cristo, porque es la
piedra angular de la iglesia. Y lo es porque la iglesia solo puede estar

four): the Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility Christian Research Institute


(CRI) (Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North Carolina), 2 .
1
John Calvin, Institutes of the Christian Religion (Philadelphia.: Westminster Press, 1960)
4.6.4 ( 98).
165

edificada sobre el poder divino. Pedro mismo discierne que Cristo es la


“piedra angular” (1 Ped. 2:7). Luego el mismo apóstol comprende que
todos los creyentes son “piedras vivas” (v.4), como parte integral de
gran estructura de la iglesia. La Biblia elocuentemente incluye autoridad
apostólica en forma corporativa. Pedro no recibió privilegio alguno
separado de los otros apóstoles de ser la cabeza de la iglesia, es decir el
fundamento individual de ella. Es al contrario una “piedra” al lado de los
demás apóstoles (Ef. 2:20).
El problema del papel de Pedro en todo el Nuevo Testamento, es
que no respalda la afirmación católica con el primado apostólico.
Enlistaremos su papel abajo.
1. Pedro sobresale en su liderazgo carismático el día de
Pentecostés (Hech. 2), pero es uno entre los otros apóstoles (2 Cor.
12:11). Su liderazgo no implica primacía o fundamento. ¿Cómo sabemos
que su función no fue la de cabeza de la iglesia? Porque en los Hechos,
aparece pocas veces. Después de su mensaje inaugural en la Hechos,
su presencia no es singular, sino como uno entre “los apóstoles” (12:11).
Y el contexto es Pablo quien no se consideraba menos que los grandes
apóstoles. Esta realidad sobre autoridad apostólica de igualdad entre
los apóstoles, es peculiar en cuanto a la posición católica sobre la
superioridad de Pedro.
2. Pedro no aparece superior a Pablo (Gal.1:12; 2:2). Leamos del
original,
12
ouvde. ga.r evgw. para. avnqrw,pou pare,labon auvto, ou;te evdida,cqhn avlla. di avpokalu,yewj
VIhsou/ Cristou/,.

Transilterado es, oude eyō anthrōpou parelabon auto oude


edidachthēn alla apokalupseōs Iēsou Xristou,

“Yo no recibí [el apostolado] de algún hombre, ni fui enseñado


[por alguno de ellos], sino que lo recibí del Señor Jesucristo”.

Luego en el capítulo 2 verso 2 leemos del original así:


2
avne,bhn de. kata. avpoka,luyin\ kai. avneqe,mhn auvtoi/j to. euvagge,lion o] khru,ssw evn toi/j
e;qnesin kat ivdi,an de. toi/j dokou/sin mh, pwj eivj keno.n tre,cw h' e;dramon

La trasliteración es como sigue:

aneBēn de kata apokalupsiv kai aneBmēn autois to euaggelion o


kērissō en tois ethesin kat idian de pois dokousin mē tōs eis trechō ē
edramon.
166

La traducción es esta:

“yo fui en respuesta a una revelación y expuse ante ustedes el


evangelio que predico entro los gentiles. Pero no lo hice de manera
privada a aquellos quienes parecen ser los líderes, no fuera que
estuviera corriendo la carrera en vano.

El tenor de la declaración de Pablo, es que su apostolado no


estaba sujeto a los otros apóstoles, sino que le fue otorgado sin la
intervención de ellos. Luego note el siguiente pasaje de Pablo abajo.

o` ga.r evnergh,saj Pe,trw| eivj avpostolh.n th/j peritomh/j evnh,rghsen kai. evmoi. eivj ta. e;qnh.
(Gal. 2:8))

La trasliteración es así:

o gar energēsas Petrō eis apostolēn tēs peritomēs enēryēsen kai


emoi eis ta ethnē.

Su traducción es así:

“Porque el ministerio [apostolado] de Pedro fue para los de la


circuncisión [los judíos], en tanto el mío [apostolado], fue a los gentiles”.

Es decir, ambos apóstoles tenían un ministerio dado por Cristo.


Pero la luz sobre apostolado, es que el de Pablo no es de menor rango,
ni inferior en nivel o categoría al de Pedro. Pedro no era superior a Pablo
en nada. Pablo más bien va más allá. Note el siguiente pasaje abajo.

Cuando Pedro vino a Antioquía, yo me le enfrenté en su cara,


porque estaba claramente errado. Ante ciertos hombres vino de
Santiago, y comió con los gentiles. Pero cuando ellos arribaron
él comenzó a disimular y se separó de los gentiles porque temía
de aquellos que pertenecían a la circuncisión. Los otros judíos se
unieron a él en hipocresía, tanto que por su hipocresía, aún
Barnabás se estaba extraviando. Cuando vi que no estaban
actuando con una conducta apropiada en la línea de la verdad
del evangelio, le dije a Pedro frente a todos ellos: “tú eres un judío
y sin embargo te comportas como un gentil, y no como un judío.
¿Cómo entonces fuerzas a los gentiles a seguir las costumbres
judías? (Gal. 2:11-14).

Pablo reprendió a Pedro. ¿En base a qué los hizo? Por la autoridad
de la revelación confiada e él (Pablo). Es decir, por la autoridad de su
apostolado igual al de Pedro. No había diferencia alguna de categoría
de apostolado.
3. Luego, si Pedro tuvo más elevado apostolado, ¿cómo es que
167

es Pablo el que sobresale en el libro de los Hechos de los Apóstoles, y no


Pedro? Porque mientras Lucas le dedica doce capítulos al ministerio de
Pedro, al de Pablo le dedica el resto de su libro.
4. El concilio de Jerusalén. En el concilio de Jerusalén, Pedro no
ejerció el primado apostólico. Este argumento del concilio de Jerusalén
no es destacado en la teología católica, porque Jerusalén no llegó a ser
importante para Roma, sino la silla de Roma vía Pedro. Pero estamos en
el fundamento bíblico. Pero Pedro, no solo no fue quien presidiera el
concilio, sino Santiago (Hech. 15: 13-21). Más aún, la decisión conciliar
fue por los “apóstoles, y los presbíteros, con el acuerdo de toda la
iglesia” (15:22, 23).
5. Pedro no fue el pastor de la iglesia, sino uno entre los ancianos
(1 Ped. 1:5-2). Es cierto que Pedro estaba consciente de su apostolado
(1 Ped. 1:1), pero en ninguna de sus epístolas se auto declara ser el
apóstol, como si fuera el jefe de los otros apóstoles. Era un destacado
líder de la iglesia, pero solo como una de las “columnas”, al lado de
Santiago, Juan y los demás apóstoles (Gal. 2:9).
Todo lo anterior sobre Pedro, no disminuye en nada su liderazgo
apostólico. Fue Pedro el líder carismático de Pentecostés. Fue el hombre
del momento histórico que heroico desplegó el coraje que de acuerdo
a Hechos, era justo una columna de la defensa de la fe, desde la
resurrección, y luego en Jerusalén, Cesarea, y allende. Pero su papel
apostólico no fue el del jefe eclesial, cabeza infalible de la iglesia. Sus
escritos inspirados sí son infalibles porque son parte del mensaje divino, lo
mismo que los escritos de los otros apóstoles.
Ahora, la iglesia católica, enaltece a Pedro como el pastor de la
iglesia universal. Citan las palabras de Cristo a Pedro, “apacienta mis
corderos”, “apacienta mis ovejas (Jn. 21:15 ,16, 17). Pero si este pasaje
es excluyente o incluyente sobre el mismo encargo a los otros apóstoles,
no existen referencias al respecto, y no incluyen infalibilidad. Es decir, no
es que este encargo posea el fuero de la infalibilidad de protección
pastoral. El cuidado pastoral de encargo de Cristo a Pedro es solo una
responsabilidad ministerial. Toda otra interpretación carece de seriedad
erudita. El cuidado pastoral fue un encargo y función propia de los
líderes en el Nuevo Testamento. Esto se puede mostrar con otros
individuos que no eran apóstoles. Es lo que pide Pablo a los obispos de
la iglesia en Éfeso (Hech. 28:28). Es un don del Espíritu y no una
exclusividad de Pedro (Ef. 4:11-12).
En relación con el pontificado, el catolicismo sostiene que tal
cargo fue sostenido por el sumo sacerdote en el Antiguo Testamento.
Fue el caso de Caifás (Jn. 11:49-52). Solo que ese argumento se
desvanece ante la declaración de fe de los escritores del Nuevo
Testamento. Ese cargo caducó y pasó a ser ocupado solo por Cristo en
su oficio sumo sacerdotal en el santuario celestial (Heb. 7:12). El oficio
sumo sacerdotal del Antiguo Testamento, estaba prefigurado por
Melquisedec anunciando a Cristo (Heb. 7:15-17).
168

El segundo asunto de problemas de la infalibilidad papal basada


en Pedro, es de carácter teológico. Trabajemos esto abajo.
El problema de los papas heréticos. El caso del papa Honorio I
(625-638 d. C.). Fue condenado hereje en el Sexto Concilio Ecuménico o
General. Su condena fue por enseñar el monotelismo (Cristo un sola
voluntad).1 Junto a aquel, se añade a Leo II (682-683), de quien certifica
su caso el erudito católico romano Ludwig Ott, aceptando que ese
papa confirmó su anatemización.2
El problema de insuficiencia revelacional. ¿Cuál es uno de los
argumentos católicos para defender la infalibilidad papal? Es el de la
insuficiencia revelacional. Es decir, de acuerdo al magisterio de la
iglesia, necesitamos una guía infalible para entender la revelación
infalible. De lo contrario, la persona puede extraviarse del camino de la
verdad. Justo en esto el catolicismo deplora el desvío revelacional
(según su interpretación), en el que identifica al evangélico como
sectarista. Pero, ¿de qué manera puede así una llamada guía infalible,
ser mejor o justificable, que una infalible revelación? Porque la
revelación divina es el descorrer del velo de la Escritura mostrando a
Dios como conocible por el creyente. Es decir, ¿no es acaso que
“revelación”, implica, que la verdad debe ser conocida por el hombre?
Porque el hecho mismo de que Dios reveló la verdad, es clara
evidencia del derecho de todo hombre a entenderla con la ayuda del
Espíritu Santo. Por esto Felipe que no era apóstol, le explicaba la Biblia al
eunuco (Hech. 8:26-40). Lo mismo estudiaban la Biblia los bereanos
como iglesia en forma colectiva, sin la necesidad de un ministro o
apóstol (Hech. 17:11). Pero el mayor problema no es tanto revelación de
la verdad, sino recepción. El asunto crítico es distinguir entre la verdad
objetiva y la actitud subjetiva. Es decir, hay una gran diferencia entre
receptar la verdad venida de la Palabra como revelación (como viene
de Dios), que en el conocimiento subjetivo. La recepción por revelación,
es aceptar la verdad como está en la Biblia. En cambio subjetivar el
conocimiento es poner en manos del lector, la decisión de receptar lo
que se piensa que es genuino de esa revelación. De acuerdo a Pablo,
el creyente o la iglesia, puede accesar a la verdad bíblica (Ro. 1:19-20).
Pero el hombre natural no puede entenderla (1 Cor. 2:14). De manera
que el ser humano puede explorar la verdad de la revelación, ya sea
general (naturaleza) o especial (la Biblia). Pablo provee el principio

1
John Jefferson Davis, Foundations of Evangelical Theology (Grand Rapids: Baker Book
House, 1994). Also see Ott, 238, in Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, What
think ye of Rome? (part four): the Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility
Christian Research Institute (CRI) (Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North
Carolina), 5.
2Ludwig Ott. Fundamentals of Catholic Dogma (Rockford: Tan, 1974), in Norman L.

Geisler and Ralph E. MacKenzie, What think ye of Rome? (part four): the Catholic‐
Protestant Debate on Papal Infallibility Christian Research Institute (CRI) (Southern
Evangelical Seminary, Charlotte, North Carolina), 5.
5.
169

universal de que todo ser humano debe en forma personal entender la


Biblia (Ro. 1:20).
El problema de la indecisión y conflicto del magisterio sobre la
enseñanza de la infalibilidad. Arriba en la sección histórica vimos el
candente problema que trajo la doctrina de la infalibilidad en el
concilio Vaticano I. Una cantidad muy convincente de obispos se
opusieron a esta doctrina. El papa Pío IX se impuso con tal actitud de
poder, que logró incorporar la doctrina a la fe católica. El meollo
teológico aquí es que cantidad de autoridades católicas se han
confundido en qué es lo que ex catedra significa, en razón de
interpretación bíblica y tradición.1
Luego falta trabajar con los problemas históricos. Abajo
discurrimos en esta problemática.
El problema de los anti papas. Como el lector ha notado, la
historia de los papas compromete el aserto doctrinal de la infalibilidad
papal. ¿Cómo es que puede haber un falible y un infalible papa al
mismo tiempo? Es decir, fue el tiempo cuando hubo un papa y un anti
papa.2 La historia registra al menos 40 anti papas. La lista se aprecia
abajo
En los 2000 años de la historia de la Iglesia católica, ha habido
más de 40 antipapas. Un antipapa es un obispo que reclama ser el
papa, pero no fue elegido canónicamente como un obispo de Roma
(i.e., pontífice supremo). Aquí está una lista de 42 antipapas desde
comienzos del siglo III, a los que la Iglesia tuvo que enfrentarse antes de
Vaticano II:

1. San Hipólito (reconciliado con Papa San Ponciano y murió como


mártir a la Iglesia), 217-235.

2. Novaciano, 251-258.

3. Félix II (confundido con un mártir del mismo nombre y durante mucho


tiempo considerado un papa legítimo), 355-365 .

4. Ursicinos (Ursino), 366-367.

5. Eulalio, 418-419.

6. Laurentes, 498-499, 501-506.

7. Dioscóreos (legítimo quizás como opuesto a Bonifacio II pero murió 22


días después de su elección), en el 530.

8. Teodoro (II) (opuesto al antipapa Pascal), en el 687.

1
Ibid., 6.
2
Ibid.,7.
170

9. Pascal (I) (opuesto al antipapa Teodoro), en el 687.

10. Teofilacto, en el 757.

11. Constantino II, en el 767-768.

12. Felipe (éste sustituyó al antipapa Constantino II brevemente; reinó


por un día y luego regresó a su monasterio), en el 768.

13. Juan VIII, en el 844.

14. Anastasio III Bibliotecario, en el 855.

15. Cristopher, entre 903-904.

16. Bonifacio VII, entre 974, y 984-985.

17. Juan Filagato (Juan XVI), entre 997-999.

18. Gregorio VI, en el 1012.

19. Silvestre III, en el 1045.

20. Juan Mincio (Benedicto X), entre 1058-1059.

21. Pietro Cadalios (Honorio II), entre 1061-1064.

22. Gilberto de Ravena (Clemente III), en 1080 y entre 1084-1100.

23. Teodorico, entre 1100-1101.

24. Adalberto, en el 1101.

25. Maginulfo (Silvestre IV), entre 1105-1111.

26. Mauricio Burdano (Gregorio VIII), entre 1118-1121.


Í
7. Tebaldos Buccapecuc (Celestino II) (legítimo pero se sometió a
oponerse al papa, Honorio II, y después fue considerado como
antipapa), en el1124.

28. Pietro Pierleoni (Anacleto II), entre 1130-1138.

29. Gregorio Conti (Víctor IV), en el 1138.

30. Octavio di Mónteselo (Víctor IV), entre 1159-1164.


171

31. Guido di Crema (Pascal III), entre 1164-1168.

32. Giovanni de Estruma (Calixto III), entre 1168-1178.

33. Lanzo de Sessa (Inocente III), entre 1179-1180.

34. Pietro Rainalducci (Nicolás V), antipapa en Roma, netre 1328-1330.

35. Roberto de Genebra (Clemente VII), antipapa de la línea Aviñón, 20


septiembre 1378 – 16 septiembre 1394.

36. Pedro de Luna (Benedicto XIII), antipapa de la línea Aviñón, 1394-


1423.

37. Pietro Filargi Alexandro V, antipapa de la línea Pisa, 1409-1410.

38. Baldassare (Baltasar) Cossa (Juan XXIII), antipapa de la línea Pisa,


1410-1415.

39. Gil Sánchez Muñoz (Clemente VIII), antipapa de la línea Aviñón,


1423-1429.

40. Bernardo Garnier (el primer Benedicto XIV), antipapa de la línea de


Aviñón, 1425-c. 1429.

41. Jean Carrier (el segundo Benedicto XIV), antipapa de la línea


Aviñón, 1430-1437.

42. Duque Amadeos VIII de Savoy (Félix V), 5 de noviembre 1439 – 7 de


abril 1449.1

Uno de los casos más negativos de la mala fama en la historia de


la Iglesia fue la del antipapa Anacleto II, quien reinó en Roma desde
1130 a 1138. Anacleto fue impuesto en una elección incanónica o sea
contra el canon o manera de elección, después de Inocente II, el
verdadero papa, ya elegido. A pesar de su inválida e incanónica
elección, el antipapa Anacleto II logró el control de Roma y el apoyo de
la mayoría del colegio de los Cardenales. Anacleto sostuvo el apoyo de
casi toda la población de Roma, hasta que el verdadero papa
recuperó el control de la cuidad en 1138. 2 A esto se añade el gran
cisma de occidente, dentro de este largo manifiesto de contradicción
sobre infalibilidad papal. Porque, dado que las decisiones para elección
de papa son infalibles, ¿cómo saber cuál es el genuino papa? La
explicación católica es que en entre dos papas, la infalibilidad está en

Wikipedia,”Una lista completa de los Antipapas en la Historia”


1

http://www.vaticanocatolico.com/PDF/4_Antipapas.pdf. Junio 2010.


Enciclopedia católica,”Anacleto”, vol. 1, 1907), 447.
2
172

que solo hay uno verdadero. Pero si es un asunto de la fe, la infalibilidad


no puede equivocarse. Sin embargo lo que ha sucedido es que un
papa en varios casos, excomulga al otro.
El problema de Galileo. Otro gran problema para la infalibilidad
papal fue el caso de Galileo Galilei (1564-1642). Galileo sostuvo que la
tierra gravita en derredor del sol, como dijo antes Copérnico, opuesto a
la posición científica de Ptolomeo, bajo el respaldo de la iglesia católica
que la tierra es el centro del sistema y el sol gira en derredor de ella. La
iglesia en Roma había condenado la teoría de Copérnico en el 1616.1
Los científicos aristotélicos, los jesuitas, dominicos y tres papas (Pablo V,
Gregorio XV y Urbano VII), entraron en gran controversia sobre este
asunto Galileo. Se reunió a Galileo en el 1632 y tras su trabajo al
respecto, un año después, se pronunció “vehementemente en
sospecha de herejía”. 2 Luego Urbano VIII permitió a Galileo volver a
casa en Florencia a arresto domiciliario hasta su muerte en el 1642. 3
¿Qué sucedió después, tras una larga pena de rechazo del
mundo contra la iglesia por aquella condena a Galileo? El 10 de
noviembre de 1979, el papa Juan Pablo II, ante una academia
pontificial de ciencia, admitió que Galileo había sufrido por
departamentos de la iglesia. 4 Defensores católicos dicen que los
pronunciamientos de Pablo V y Urbano VIII, no fueron ex catedra. De
nuevo la infalibilidad queda en entredicho.
Así la doctrina de la infalibilidad papal basada en Pedro como la
Roca de la iglesia, se enfrenta a la verdad. Pero al pasar bajo este
fuego, no resisten su calor y fracasa.
Luego de haber laborado sobre Pedro la Roca, toca elaborar
sobre la doctrina de la inmortalidad del alma. La iglesia católica cree
que el alma es inmortal.

1
New Catholic Encyclopedia, 15 vols., editorial staff at the Catholic University of
America, Washington, DC (New York: McGraw‐Hill Book Co., 1967), vol. 6, 252 in
Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, What think ye of Rome? (part four): the
Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility Christian Research Institute (CRI)
(Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North Carolina), 7.
2
Ibid.
3
Ibid.
4
Harold O. J. Brown, The Protest of a Troubled Protestant (New York: Arlington House,
1969), 177, in Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, What think ye of Rome? (part
four): the Catholic‐Protestant Debate on Papal Infallibility Christian Research Institute
(CRI) (Southern Evangelical Seminary, Charlotte, North Carolina), 7.
.
CAPÍUTULO 3:
LA INMORTALIDAD
DEL ALMA

El catecismo

¿Cómo articula la iglesia católica la doctrina de la inmortalidad


del alma? El catecismo católico razona como sigue abajo (los números
de abajo son los artículos numerales de esa sección del catecismo).

364 El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de


Dios": es cuerpo humano precisamente porque está animado por el
alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada
a ser, en el Cuerpo de Cristo, el Templo del Espíritu (cf. 1 Co 6,19-20;
15,44-45):

Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición


corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal
modo que, por medio de él, éstos alcanzan su cima y elevan la voz
para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al
hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene
que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido
creado por Dios y que ha de resucitar en el último día (GS 14,1).

365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe
considerar al alma como la "forma" del cuerpo (cf. Cc. de Vienne,
año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia
que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el
hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino
que su unión constituye una única naturaleza.

366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada


por Dios (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, SPF
8) -no es "producida" por los padres-, y que es inmortal (cf. Cc. de
Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del
cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la
resurrección final.

367 A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así S. Pablo


ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu, el alma y el cuerpo"
sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La
Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el
alma (Cc. de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa
que el hombre está ordenado desde su creación a su fin

173
174

sobrenatural (Cc. Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es


capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf.
Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).1

La doctrina de la inmortalidad del alma, la obtuvo la iglesia


católica, de la teología de Agustín y de Aquino. Cierto es que el
catecismo abunda en citas bíblicas. No obstante, carece de una
hermenéutica confiable. Por esto es imperativo considerar la teología
agustiniana sobre ello. Después trabajaremos con Aquino.

Agustín

Agustín presenta una serie de razones filosóficas sobre la doctrina


de la inmortalidad. Abajo se enlistan.
La primera razón. Porque es sujeto de la ciencia que es eterna. La
ciencia existe en alguna parte, porque existe y todo lo que existe no
puede no existir en parte alguna. Además la ciencia no puede existir
sino en un ser que vive. El primer argumento de Agustín es la cualidad
eterna de la ciencia. El hombre es una entidad incluyente con la
ciencia que es eterna. Por tanto, al ser espacio físico u ontológico, es
decir su ser o persona, participa de eternidad. Porque lo que es
inmutable como es la ciencia, debe existir siempre. La ciencia es el
conocimiento de lo que sea. Por ello el alma del hombre es eterna.
La segunda razón. Agustín apela a otro argumento de la
inmortalidad del alma. Esta vez es sobre la razón que asegura es
también inmutable. En su cognición, Agustín destaca a la razón superior
al cuerpo. Porque el cuerpo es mutable, más no la razón. La muerte
para él, perece ante las cosas inmutables como lo es la razón.
La tercera razón. Esta vez trata con el argumento de que en tanto
la substancia viva es tendiente a cambio, pero que el alma no lo es en
esencia. El alma no puede cambiar, porque es inmortal. Esto afirma
Agustín porque ya ha dicho que el hombre es parte de la ciencia que
es inmortal o inmutable. Su modo de razonar es que lo que es
permanente es inmortal.
La cuarta razón. La cuarta razón que da Agustín, es artística y
matemática. Según él, ambas ciencias solo pueden existir en el alma
viviente. Que los números mantienen una relación inmutable, y que el
arte está constituido por esa relación de inmutabilidad. Que en cuanto
al arte, éste se da en el alma del artífice y no en ninguna otra parte.
Luego lo que es inmutable no puede dejar de existir nunca.
La quinta razón. El argumento en su quinta razón es la negación al
cambio en alma. Según él, el alma no puede estar sujeta al cambio,
porque entonces el arte y la razón estarían igual sujetos, y esto desde

1
Ioannes Paulus Pp II, Catecismo de la Iglesia Católica, incisos 364-367.
175

una perspectiva científica no puede suceder. Es decir, que el alma no


puede ser a veces fatua y a veces sabia. Al hablar de casos que la
gente observa sobre cambios en el alma, según las pasiones de la
gente, sus dolores, etc, dice que está opinando.
La sexta razón. En su sexta razón se apoya en que como la razón
es inmutable, ésta ya habitaba en el alma. Por tanto son inseparables, y
así el alma es eterna. En su razonamiento, la razón evidencia la
inmortalidad del alma. La razón es la lente del alma. La razón es el
recurso primario del alma para contemplar la verdad.
La séptima razón. El séptimo argumento de Agustín es que el alma
no perece por estar adherida a la verdad ya que la verdad antecede a
todas las cosas. Por su parte el alma es la que otorga la vida al cuerpo.
Se aprecia aquí que Agustín dependiza la identidad del alma a la
verdad.
La séptima razón. En su séptimo argumento el teólogo-filósofo,
razona que como al cuerpo no se le puede quitar su intrínseca
identidad como cuerpo (“no se le puede quitar aquello por lo que es
cuerpo”), tampoco al alma “aquello por lo que es alma”. La esencia de
su argumento es que el alma nunca pierde su identidad en su forma de
ser, porque esa es su propia sustancia. Agustín persiste en que el alma
nunca se degrada a perder identidad porque ningún ser se auto
engendra. Porque lo que no ha sido creado, pero existe, es eterno. Que
el alma antecede a cualquier cuerpo. El alma, razona Agustín, se
sostiene a sí misma. Antes en la séptima razón dijo que el alma está
adherida a la verdad y por eso no perece.
La octava razón. El alma es vida en esencia. Por esto nunca
podrá estar privada de existencia porque ninguna cosa puede carecer
de su propio ser. Por esto no puede morir, por cuanto la vida nunca se
abandona a sí misma.
La novena razón. “El alma no es la organización del cuerpo”. Los
inteligibles, como la misma inteligencia se poseen a sí mismos. Es lo que
sucede con el alma. Que es diferente a los sentidos como parte del
cuerpo o como cuerpo. La inteligencia es superior a los mismos ojos. El
alma está unida al cuerpo pero de manera admirable e incorpórea en
razón de espacio. Es como el color y la figura. Ella existe el sujeto del
cuerpo pero como otra sustancia que no es cuerpo. En cambio la
organización del cuerpo existe en el sujeto cuerpo como el color. El
resultado es que el alma no es la organización del cuerpo, ya que la
vida es el alma y ningún ser abandona a su propio ser.
La décima razón. Ya que la verdad causa el alma, no significa
que perezca causada por el error que contraríe la verdad. El alma sabia
se preserva en una esencia plena unida al amor divino. Existe por la
verdad, y el error no es causado por la verdad. Porque el error no puede
destruir al alma.
La décima primera razón. Ni hay nada que sea contrario a la
verdad, ya que el alma es lo que es por sí misma, tal como lo es la
verdad. La verdad no tiene nada contrario en su propia esencia porque
176

es la primera esencia. Porque el ser solo tiene el contrario del no ser. Por
esto no hay nada contrario a la esencia. Por no tener nada contrario, es
que no deja de existir.
La décima segunda razón. El alma no se puede transformar en
cuerpo. El alma no puede perecer. Por esto no puede transformarse en
otra esencia inferior. Por esto el alma nunca puede llegar a la nada.
Porque nunca desearía ser cuerpo. Solo Dios es superior al alma. Por
esto él la cuida y no dejará que sea forzada por el cuerpo.1
Todas las razones que Agustín presenta, son sacadas de la razón.
Lamentablemente, fracasa ya que la doctrina del alma no se halla en la
razón como fuente. Por esto el autor discurre navegando sobre las
aguas de la filosofía. Todo muestra que el tema del alma ha tensionado
a los grandes pensadores como el gran Agustín. Solo que aunque sea
grande, no por eso, no flaquee de veracidad teológica al tratar con
principios religiosos con los patrones de la filosofía. De él la iglesia
católica ha extraído mucha de su teología. La diferencia es como
hemos indicado antes, la iglesia cree que el alma comienza su
existencia con la creación del hombre, a diferencia de Agustín.
Ahora corresponde laborar ante el pensamiento Aquino sobre el
mismo tema de la inmortalidad del alma. Abajo se hace una
exploración a su pensamiento.

Aquino

De acuerdo a Platón, el alma está separada del cuerpo, por


tanto cuando el cuerpo decae, el alma parte a vivir otra vida, al
contrario de Aristóteles quien pensó que el alma es una “forma” que
conduce y piensa. De modo que el alma no existe aparte del cuerpo.2
Así, bajo la influencia de Platón, los cristianos construyeron la doctrina
de la inmortalidad del alma. Pero en el siglo XIII aparece Aquino, quien
desarrolló la doctrina de la inmortalidad del alma moldeada con la
filosofía de Aristóteles. Según Aquino el alma es una “forma” especial
que temporalmente podría existir fuera del cuerpo. Del lado de
Aristóteles, la forma de una cosa viviente es su alma. Los vegetales
tienen alma “vegetativa”; los animales tienen alma “sensitiva”. Y los
seres humanos tienen alma racional. Así, para Aristóteles, forma es
diferente a materia. Las formas para Aristóteles son universales. Es decir,
que una forma puede instantearse o manifestarse en muchas diferentes
cosas. Un ejemplo es una mesa que puede instantearse en muchas
otras mesas. Lo que individualiza, o que hace a una mesa particular
como mesa, es la materia de la que está hecha. Así, lo que hace

Todas las razones se hallan en, San Agustín Obispo de Hipona, “La inmortalidad del
1

Alma”. Libro Único),1-22. www.dudasytextos.com/.../agustin_inmortalidad_alma.


Accesado en julio 2010.
2 Richard Swinburne, (1998). “Soul, nature and immortality”, in E. Craig (Ed.),

Routledge Encyclopedia of Philosophy. London: Routledge, 2005,


http://www.rep.routledge.com/article/K096”), 1.
177

particular a un ser humano es la materia de la que está hecho. Ninguna


forma puede existir aparte de una cosa (sustancia particular), en la cual
es instanteada. Así también, el alma humana no puede estar separada
del cuerpo. Y aunque el alma mantiene su identidad como un total,
tiene sus partes, y algunas de esas partes pueden ser separadas.1
Así, en cuanto a Aquino, el alma no necesita al cuerpo para
pensar, por tanto toda el alma puede existir aparte del cuerpo. El alma
puede seguir existiendo sobre la destrucción del cuerpo hasta el día en
que se vuelva a reunir con él en la resurrección general. Pero lo que
sobrevive no es el todo del ser humano, sino sus partes esenciales con
funciones limitadas. Ahora, después de la muerte, al tiempo de la
resurrección, Aquino hace la diferencia de los individuales de Aristóteles.
Mientras que para el griego, las formas son universales, y por tanto se
instantanean en otras formas, interactuando en forma de uniformidad
común a todas, para Aquino, en la resurrección el alma vuelve al mismo
individuo. O sea, cada forma (alma), tiene su ”inclinación” a reunirse
con alguien en quien cabe bien, es decir el cuerpo en el que antes
estaba.2
Así, la iglesia católica fundamenta su doctrina de la inmortalidad
sobre autores clásicos tanto Agustín, como Aquino. El punto de
encuentro aquí es que mientras para el hebreo el hombre es una
unidad, para el helenismo hay un dualismo. El helenismo enmarca su
antropología dentro de este panorama del cuerpo y el alma. Aunque la
iglesia católica, niega el dualismo en el hombre, y afirma una creación
simultánea en el hombre, del cuerpo y el alma, confronta a la
revelación.
El razonamiento teológico de la iglesia católica, se entreteje a la
luz de los pasajes sobre la naturaleza humana, con la idea del alma
como inmortal. El lector puede notar que el catecismo no indispone un
dualismo entre el cuerpo y el alma, sino que apela a su unidad. De esta
manera, niega que el alma haya existido antes de la creación del
hombre, sino que fue creada al momento de la creación del hombre.
También, de manera sigilosa inserta el concepto de inmortalidad del
alma, apelando a fuentes canónicas del Vaticano.
El responso a esta confesión de fe católica, es esencial a fin de
establecer la genuinidad bíblica sobre la naturaleza del hombre y de
separar las hebras de este tejido teológico.

La Biblia y la inmortalidad.

¿Qué enseña la revelación bíblica sobre inmortalidad? ¿Incluye


al hombre con alma inmortal? Escrutemos esta doctrina bíblica.
La Biblia declara que Dios es eterno. Su eternidad no tuvo
comienzo ni fin (1 Cr. 16: 36; Neh. 9:5).

1
Ibid.,2.
2
Ibid.
178

Así mismo, la Biblia revela que el Hijo es Dios inmortal (1 Ti. 1:17).
Igual, la Biblia revela que el Espíritu Santo es inmortal (He.9:14).
La Deidad (la Trinidad) es inmortal. Cada persona de la Deidad es
inmortal. Cada esencia divina se auto causó. Este misterio es parte del
misterio de la Trinidad. Ninguna esencia divina tuvo comienzo, ni tiene
fin. Es la unidad eterna del Dios eternal. Es decir, cada sustancia divina,
estuvo ejerciendo presencia desde la eternidad. Cada persona divina
es inderivada. Ninguna esencia divina procede de la otra. Estas
verdades por definición y naturaleza de la Deidad, certifican
canónicamente, que solo Dios es inmortal. Solo las tres sustancias divinas
son inmortales.
¿Qué en cuanto a la naturaleza del hombre? Veamos abajo.
La naturaleza del hombre en razón de existencia. ¿Qué se dice del
origen del hombre? El hombre fue traído a la existencia (Gen. 1:26-27;
2:7). No existió sino hasta que Dios dijo, “hagamos al hombre” (1:26). El
primer argumento aquí es que el hombre es resultado de un diseño
divino. El segundo es que no estaba en la eternidad. Dios hizo al hombre
(1: 27). Ahora analicemos aparte los detalles de la creación del hombre
y su naturaleza.
Primero, el barro (2:7). Dios modeló una figura de barro.
Segundo, el soplo (2:7). Dios alentó vida en el barro y trajo al ser
humano a la existencia. No hay nada en el pasaje de que Dios se
dimensionara en su inmortalidad en ese ser. El ser de Dios no está
infundido en ese nuevo espécimen del universo. Dios solo alentó vida en
él. Fue alma viviente, o sea, una persona llevando el carácter de Dios, o
su imagen. El tema es espiritualidad y no inmortalidad inherente. La
inmortalidad no fue concedida a ese ser. No era un atributo del
hombre.
Tercero, la condicionalidad de eternidad…”Pero del árbol del
conocimiento del bien y del mal no comerás. El día que comas de él de
cierto morirás” (2:17. El hombre estaba determinado al espacio y al ciclo
semanal, aunque no al tiempo lineal. Es decir, vivía dentro de un sistema
de días semanales. Por esto Dios le advirtió, “el día que comas morirás”.
El hombre no poseía eternidad por atributo porque era creación. La
creación no es inmanente en inmortalidad, porque tuvo comienzo. No
existía nada del hombre en los cielos antes de la creación. El hombre no
había habitado el cielo antes porque no existía. Incluso los ángeles son
inmortales por obediencia y no por atributo (Ez. 28:15-19).
Cuarto, la inmortalidad condicional perdida (3:20). El hombre
perdió la inmortalidad condicional por comer del fruto prohibido.
Quinto, la prueba de la existencia no inmortal del hombre por
atributo (3:22). Dios impidió que el hombre en su estado caído, comiera
del árbol de la vida y se eternizara como pecador. “Comida”, es el
argumento que niega la inmortalidad inherente en el hombre. El
hombre tiene que comer para mantener su vitalidad eterna.
Sexto, la inmortalidad es solo por comida. Esto se repite en la
nueva creación de glorificación del hombre en Cristo (Apoc. 22:2). El
179

hombre está constituido de tierra y aliento de Dios. Su humanidad


siempre necesitará comer. La comida es su sustrato o energético para
vivir.
Ahora, ¿tiene el hombre alma? El hombre es una unidad de
atributos físicos y abstractos (alma viviente). Es decir, es un ser con vida.
El texto hebreo dice:

wayyîcer yhwh(´ädönäy) ´élöhîm ´et-hä|´ädäm `äpär min-


7

h亴ádämâ wayyiPPaH Bü´aPPäyw nišmat Hayyîm wa|yühî


hä|´ädäm lüneºpeš Hayyâ

La traducción es como sigue: “Y creó Dios al hombre del polvo de


la tierra y alentó en su nariz soplo de vida y fue el hombre alma
viviente”.
Pero la palabra neºpeš, igual significa un ser viviente, o un ser con
vida. Luego la palabra nišmat “aliento” de vida, conlleva a la acción
emergente de Dios, de proveer vida a ese nuevo orden de existencia en
la creación. Opuesto a la acción creadora sucede la cesación de vida
del hombre en términos biológicos. El pasaje en este sentido es como
sigue en Job 34: 14-15:

´im-yäSîm ´ëläyw liBBô rûHô wünišmätô ´ëläyw ye´ésöp


14

15
yigwa` Kol-BäSär yäºHad wü´ädäm `al-`äpär yäšûb

La traducción es, “si [Dios] retirase de su corazón [mente,


voluntad], su Espíritu y su aliento, toda carne perecería. El hombre
volvería al polvo”.
Esta notable declaración del pasaje arriba escrita por el mismo
Moisés, guarda la misma relación de Génesis 2:7. El aliento de vida del
hombre está determinado al tiempo desde la caída. Su ser incluye la
totalidad de su existencia como unidad viviente. El autor inspirado no
hace diferencia alguna entre alma y aliento. El hombre recibe energía o
aliento de Dios para su existir biológico. El pensamiento hebreo no hace
distinción alguna entre alma y vida. La luz de esta verdad es que todo
ser humano, desde el trasfondo de la caída, muere. Regresa al polvo de
donde fue originado. No hay nada dentro de su persona que parte de
él hacia Dios, porque cuando fue creado, no existía en ninguna parte, ni
en ninguna forma de estado. Dios no le infundió inmortalidad. La
revelación bíblica expresa que en el cielo está Dios con sus ángeles.
Cierto es que hay allí redimidos como Enoc, Moisés, Elías, y todos los que
resucitaron con Jesús pos su resurrección. Pero ellos fueron llevados ya
fuera por traslación directa a los cielos, o por resurrección.
Conviene hacer una exploración bíblica sobre la doctrina del
hombre en el contexto de existencia. Esto proveerá luz de la Palabra
eterna como fundamento de toda verdad.
180

La visión hebrea sobre el hombre como unidad material y


abstracta. La palabra “carne” en el pensamiento hebreo, incluye al
hombre en su totalidad de unidad humana. Note el lector el concepto
de vida, como el todo del ser humano, sin ninguna parte inherente en su
ser, independiente de su existencia. Observe esta luz en los pasajes de
abajo.
“…porque ciertamente [el hombre] es carne” (Gen. 6:3).
Note que la revelación es incluyente sobre la naturaleza humana.
Quien habla es Dios, el autor de la naturaleza humana. Todo el hombre
es mortal desde el sentido de la caída. El hombre por tanto no es espíritu
por constituyentes en su íntimo ser. O sea, no tiene un elemente inmortal
dentro de sí, porque esto es imposible desde la misma luz del pasaje
arriba.
“Y murió toda carne [ser] que se mueve sobre la tierra, aves,
ganado, bestias, todo reptil, y todo hombre” (Gen. 7:21).
Dios inspiró a Moisés al escribir que el diluvio universal, quitó la vida
no solo de los animales, sino de köl hä´ädäm, “todo hombre”. Ahora, la
iglesia católica dirá que sí murió todo hombre porque todos fueron al
infierno (creen ellos), como impíos que eran. Pero que el hombre bueno
o justo como Noé no pasó esa experiencia. ¿Qué dice la revelación
sobre la muerte de Noé? “…Noé vivió 959 años y murió” (Gen. 9:29).
¿Qué pasó después con Noé? Noé murió como justo, igual que
Abraham, Isaac y Jacob (Mt. 22:32). Murió primero que ellos, pero
descansando el sueño de la muerte. Por esto es que Jesús le contestó a
las saduceos que “Dios no es Dios de muertos, sino de vivos” (32). De
manera que Noé, Abraham, Isaac y Jacob, murieron en su totalidad
biológica, como seres sujetos a mortalidad, aunque vivos (como sueño),
en razón de esperanza de resurrección. No es que algo separado de su
ser interior llamado alma se haya ido a los cielos.
En el mismo sentido, ¿dónde están los que durmieron como justos?

El lugar de los que duermen

“Los muertos nada saben” (Ecl. 9:5).

“El que desciende al sepulcro no volverá” (Job. 9).

“napšô wüHayyätô la|mümìtîm, su alma se acerca al sepulcro” (Job.


33:22). También se traduce como “su vida vuelve al sepulcro” (NRV).

“Se abrieron los sepulcros de muchos santos que habían muerto y


volvieron a la vida” (Mt. 27:52).
El pasaje de arriba (el de Mt. 27:52), es todo un libro sobre el
estado de los muertos justos, o santos. Primero declara que los santos
están en el sepulcro desde el día en que murieron. Segundo, no dice
sobre la antigüedad de esos santos en el sepulcro. Pero es un hecho
que hacía tiempo que habían muerto. Tercero, confirma las palabras de
181

Génesis 2:7, de que el alma significa vida como un todo en el hombre.


Cuarto, afirma que el hombre es de polvo y por tanto mortal, por
cuanto está determinado a la tierra que es su habitad natural. Quinto,
afirma que el hombre no tiene una parte extra en su naturaleza o ser.
Que no hay una dualidad entre los atributos físicos o sea el cuerpo y el
alma. Sino que es una unidad completa. Sexto, revela que los santos no
han ido al cielo, sino que duermen en el sepulcro.
El pasaje sobre la hija muerta es elocuente. Un padre vio a su hija
morir. Entonces Jesús consuela y revela que ella duerme. “Mi hija acaba
de morir…porque la niña no está muerta, sino duerme” (Mt. 9:18, 24).
Jesús está hablando del estado de los muertos, pero que para los
salvos, no es un asunto de muerte, sino de sueño. Ese era el caso de la
niña que recién había muerto. La niña no tenía algún departamento
inmortal en su ser, es decir que tuviera alma, pues Jesús al resucitarla no
hizo bajar el alma del cielo, concepto no bíblico.
Notemos otros pasajes sobre el sueño de la muerte. Es
conveniente cada uno por separado.

“Los muertos oirán la voz del Hijo de Dios” (Jn. 5:25).

El pasaje arriba ilumina sobre la verdad en cuanto al lugar de los


que mueren en Cristo. Están en el sepulcro. Resucitan desde el sepulcro
donde han estado muertos. No descenderán sus almas del cielo. Están
en la tierra desde el día en que descansaron. La tierra fue creada para
el hombre. El cielo solo será habitado por los redimidos por mil años
(Apoc. 20:6). Entonces descenderán para vivir en la tierra renovada por
la eternidad (21:3).

“…Señor hiede ya que es de cuatro días” (Jn 11: 39).

Marta que era judía o hebrea, comprendía muy bien la palabra


“alma” o ser viviente registrada en Génesis 2:7. Porque cuando Jesús
dijo que quitaran la piedra, ella sabía que su hermano estaba muerto
como un todo y no solo su cadáver, o sea, el cuerpo. No esperaba que
el alma de su hermano Lázaro viniera desde los cielos.

“Porque David no subió al cielo…” (Hech. 2:34).

Pedro no creía en la inmortalidad del alma. Era un apóstol de la


verdad bíblica. Sabía muy bien cuál es el estado de los que mueren.
Están muertos. Es claro en iluminar sobre el alma como vida del hombre.
Ahora conviene explorar pasajes bíblicos que parecen complejos
sobre el tema del alma. Vamos a trabajar abajo con este aparente
problema. Antes se debe anticipar que la mente hebrea del autor
inspirado usa la metáfora, o el símbolo. Por esto debemos tener cuidado
hermenéutico a fin de no caer en un pantano de teorías y conceptos
extra bíblicos.
182

El polvo

7
wüyäšöb he`äpär `al-hä´äºrec Küšehäyâ wühärûªH Täšûb ´el-hä´élöhîm ´ášer nütänäh

“El polvo vuelve a la tierra de donde vino y el espíritu vuelve a Dios


que lo dio” (Ecl. 12:7).

El texto de arriba confunde a muchos sobre el espíritu como alma.


Muchos deducen que con las palabras “el espíritu vuelva a Dios que lo
dio”, el autor se refiere al alma. Pasan por alto que el autor es un hebreo
inspirado. Los hebreos no son helenistas, sino realistas. Entienden que el
hombre muere como una totalidad de cuerpo y atributos abstractos.
¿Qué es lo que Salomón significa con las palabras de arriba? ¿Qué es lo
que se vuelve a Dios? ¿Qué es lo que Cristo imprimió en Adán? Fue su
imagen. ¿Qué implica “imagen”? Es la espiritualidad de los justos.
Cuando el justo descansa, Cristo retiene su imagen en ese redimido, en
su mente y registro. Es decir, el hombre justo como imagen de Dios, no
puede morir. Aquí, la palabra “espíritu”, se refiere la semejanza que el
justo tiene con Dios. Es su identidad espiritual con su Creador. ¿Cuál es
esta identidad? Es su carácter.1 Este atributo es el que no pasa al olvido.
Es el que no puede morir porque es la imagen de Dios que lleva por la
eternidad.
De ahí las palabras de Cristo en hebreo,
al{ vp,N<h;-ta, groh]l;w> rf'B'h; ygEr>ho ynEP.mi War>yTi-la;w> 28. Lo mismo dice
el griego:
28
Kai mē phobēte apo tōn apokteinontōn to sōma tēn de
psuchēn mē dunamenōn na apocteinōsi, que traducido es,
“No temáis a los que matan el cuerpo que no pueden matar el
alma” (Mt. 10:28). Jesús era hebreo, y es el autor de todo el canon
bíblico. Para alma en griego, Mateo escribe psuchēn en acusativo, que
igual significa la interioridad espiritual del justo.

Los padres tempranos


y la inmortalidad
del alma

Ahora conviene auscultar de dónde extrajo la teología católica la


doctrina de la inmortalidad del alma, además de Platón y de Agustín. El
primer autor pagano de la inmortalidad del alma fue Atenágoras (m.
186 a.C.). Sus más cercanos seguidores fueron Minucius Felix, Tertuliano,
Hipólito, Cipriano, Ambrosio, Crisóstomo, y después Agustín.2 Pero, ¿qué
actitud asumieron otros padres tempranos de esta doctrina? Barnabás,

1
Ellen G. White, Prophets and Kings. 1917. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing
Association, 1943), 81-83.
2 Kenneth Fortier, “The Simple Truth of Immortality”, 1

kenfortier.com/joomla/.../TheSimpleTruthImmortality, 1. May 2010.


183

Clemente de Roma, Ignacio, la Didaje, el Pastor de Hermas, Policarpo,


Teófilo de Antioquía, Ireneo, Arnobio, Lactancio y Nemesio, todos estos
pensadores y documentos, la negaron.1 Otros autores tempranos no son
definitivos o más bien alineados en esta doctrina. Estos son, Justino
Mártir, Tatiano, Clemente de Alejandría, Atanasio y Jerónimo.2
De manera que es pertinente explorar algunos conceptos sobre
inmortalidad de algunos de estos padres tempranos. De esta manera se
podrá apreciar mejor el fondo del conflicto sobre la inmortalidad del
alma, en el seno de la teología católica.
El alma como una creatura. De acuerdo a Justino, los “filósofos no
saben nada acerca de estas cosas [inmateriales]; porque no pueden
decir lo que es el alma…ni debe [el alma] ser llamada inmortal; porque
si es inmortal, entonces no es engendrada”. “Es ambas cosas, no
engendrada, e inmortal’, de acuerdo a algunos platonistas”.3
Justino continúa diciendo que “todas las cosas existen después de
Dios…estas [las cosas] tienen la naturaleza de la decadencia, y pueden
ser borradas y cesar de existir. Porque solo Dios es ingenerado e
incorruptible, y por tanto es Dios.”4 E. Taylor acota que “para la mente
griega athanasia or aphtharsia regularmente significó lo mismo, cosas
como ‘divinidad’, e incluye la concepción de ingenerabilidad, así como
indestructibilidad”.5
Porque el hecho de que Dios hizo al mundo, conlleva a la verdad
de que está determinado a la contingencia, o que vino a existir
después. Es decir, llega a aparecer en un dado momento, justo porque
antes no estaba. Esto fue lo que pasó con la tierra, la cual fue creación
de Dios. Aquí en el caso de Justino, él discierne el tema de la
inmortalidad como algo llamado “condicionalismo”. Pero este término
se ha prestado para polémica respecto a “inmortalidad condicional”.6
Sus palabras son, “yo no digo que todas las almas mueren”.7 La misma
situación sucede con Teófilo cuando dice que, “el hombre no es
inmortal”, ni “mortal”, sino más bien “capaz de ambos”, “porque si Dios
lo hizo inmortal desde el principio, lo habría hecho Dios”. 8 El autor
temprano sigue diciendo que, “si el hombre desde el principio hubiera
escogido las cosas inmortales, en obediencia a los mandamientos,
hubiera sido recompensado con inmortalidad y hubiera llegado a ser

1 Ibid.
2 Ibid.
3 Justin Martyr, Dialogue of Justiin with Trippo a Jew 1.5. ( 369). The Ages Digital Library,

The Ante Nicene Fathers, edit.A. Roberts and J Donaldson, 1997.


4 Ibid, 370.
5 A. E. Taylor, Plato: The man and his work,(n.p. n.h.), 176; in Georges Florovsky (1893-

1979), The “Immortality” of the Soul From Chapter VI, “Dimensions of Redemption,” of
the Collected Works of Georges Florovsky, Vol. III: (Belmont, Nordland Publishing
Company: Belmont, Mass., 976), pp. 213-240. 3.
6
Justine Martyr and Irenaeus. Against Heresies 2.1. 34. (822) The Ages Digital Library, The
Ante Nicene Fathers , 1997.
7
Justine Martyr, 370.
8
Florovsky, 4.
184

Dios, un Dios adoptivo”.1 Tatiano inclusive va más lejos al decir que, “el
alma no es inmortal en sí misma, sino mortal”. Sin embargo es posible
para ella no morir”. 2 Esto revela que los mismos padres tempranos
mentalizaban con algunos laberintos o contradicciones sobre
inmortalidad del alma. Con todo, el punto clave es que la doctrina de
la inmortalidad ha generado problemas sobre la creación, en muchos
pensadores.
La doctrina sobre el alma, es un concepto difícil de entender,
debido al molde ya existente de la filosofía griega, lo que desafió a los
padres de la iglesia. Ireneo por ejemplo se asemeja a Justino en este
sentido. Él entiende que, ”sic et anima quidem non est vita, participatur
autem a Deo sibi praestitam vitam, “el alma no es vida, sino que
participa de vida porque le es otorgada por Dios.”3 El mismo Clemente
de Alejandría pese a su platonismo, entendía que el alma no es inmortal
“por naturaleza”. Adumbrationes in I Petri 1:9: hinc apparet quoniam
non est naturaliter anima incorruptibilis, sed gratia Dei... perficitur
incorruptibilis). 4 En cuanto a Atanasio, demostraría que por el método
del argumento, la inmortalidad del alma se podría trazar hasta Platón,
pero a la vez insistía que toda cosa creada es por “naturaleza” inestable
y expuesta a la destrucción.5 Incluso Agustín, al tanto de la necesidad
de apostar por inmortalidad del alma, como se expresa en latín, Anima
hominis immortalis est secundum quendam modum suum; non enim omni
modo sicut Deus (Epist. VFF [sic in Nordland ed.— “VII”?], ad Hieronymum),
pensaba en su mortalidad como sigue: “De acuerdo a la mutabilidad
de esta vida, puede ser dicho mortal”. 6 También Juan de Damasco
interviene entendiendo que aún los ángeles son inmortales no por
naturaleza sino por gracia.7

El hombre es mortal.

De acuerdo a Pablo (1 Cor. 15:16), la muerte es una tragedia


humana. Aquí es cuando el cristiano y el plantonista entran en conflicto
sobre existencia del hombre. El platonismo es amado por millones
porque creen en la inmortalidad del alma. Pero el cristiano nunca será
platonista. Como dice W. H.V. Reade “…no es posible que un cristiano

1
Ibid.
2
Tatiano, Oratio ad Graecos, 13 in Florovsky, 4.
3
Florovsky, 5.
4
Ibid.
5 Atanasio Adv. Gentes, 33, in Georges Florovsky (1893-1979), The “Immortality” of the

Soul from Chapter VI, “Dimensions of Redemption,” of the Collected Works of Georges
Florovsky, Vol. III: (Belmont, Nordland Publishing Company: Belmont, Mass., 976), 213-
240, 5.
6Augustine , John. tr. 23, 9; cf. De Trinitate, in Georges Florovsky (1893-1979), The

“Immortality” of the Soul From Chapter VI, “Dimensions of Redemption,” of the


Collected Works of Georges Florovsky, Vol. III: (Belmont, Nordland Publishing Company:
Belmont, Mass., 976), 213-240, 5.
7
Ibid.
185

llegue a ser platonista, ni que un platonista llegue a ser cristiano”. 1 Para


un griego, la muerte es la separación del cuerpo del alma. Es la
liberación a un retorno a la esfera nativa de los espíritus. Pero para un
cristiano es catastrófico desde el punto de vista biológico y emocional.
La doctrina platonista jamás resolvería el problema de la muerte. Solo la
resurrección lo resuelve. Como dijo Justino, “el que dice que no hay
resurrección de los muertos y que sus almas, cuando mueren son
tomadas al cielo, no son cristianos del todo.” 2 Elocuente sobre la
tragedia de la muerte, Juan Damaceno, dijo: “Yo lloro y lamento
cuando contemplo la muerte, y veo nuestra belleza modelada a la
imagen de Dios, puesta en la tumba desfigurada, deshonrada,
despojada de forma. Dámaso se refiere al hombre y no al cuerpo.3 Esta
verdad muestra que el hombre no posee doble naturaleza en sí mismo,
sino una sola, que es la humana. Y esta naturaleza a causa de la caída,
está destinada a la muerte. No es el cuerpo el que muere sino el
hombre como ser viviente. Al morir muere en su naturaleza en una
totalidad, anima mortaliter, es decir “alma mortal”, como soplo viviente
que vuelve al polvo.
Cristo el segundo Adán, murió y resucitó. De acuerdo a Pablo,
Cristo el segundo Adán (1 Cor. 15:45), aseguró la victoria sobre la muerte
(v.52). Cristo el segundo Adán colapsó el dominio de la muerte con la
resurrección. Él puso fin a la maldición de la desintegración biológica de
la naturaleza del hombre, en la tumba, y destruyó las amenazas de
desaparición de la imagen de Dios en los redimidos que descansan.
Con su resurrección, el segundo Adán, depuso el poder de la muerte
haciéndola imposible en la relación del cristiano con la eternidad.
Ahora, Cristo el segundo Adán murió y luego resucitó como muere todo
ser humano en su total naturaleza. Pero, ¿qué pasó con Cristo cuando
fue puesto en la tumba? ¿Fue su alma a los cielos? La Biblia es la
respuesta. Dios el Padre resucitó al segundo Adán (1 Pe. 1:21). Cristo es
hombre hermano del ser humano redimido. Como hombre (Adán en
hebreo), murió. Murió en su naturaleza humana. Fue puesto en la
tumba. Desde allí fue resucitado. Su resurrección como el segundo
Adán, impele a un análisis más elaborado en relación a la inmortalidad
defendida por la iglesia católica.
La muerte de Cristo el segundo Adán, una muerte de toda su
naturaleza humana en la perspectiva biológica. Jesús fue puesto en la
tumba como era lógico. No hubo ninguna respuesta o referencia

1
W.H.V. Reade, The Christian Challenge to Philosophy , London: S.P.C.K., 1951, in
Georges Florovsky (1893-1979), The “Immortality” of the Soul From Chapter VI,
“Dimensions of Redemption,” of the Collected Works of Georges Florovsky, Vol. III:
(Belmont, Nordland Publishing Company: Belmont, Mass., 976), 213-240, 6.
Justine Martyr, Dialogue, 80. In Georges Florovsky (1893-1979), The “Immortality of the
2

Soul.” From Chapter VI, “Dimensions of Redemption,” of the Collected Works of


Georges Florovsky, Vol. III: (Belmont, Nordland Publishing Company: Belmont, Mass.,
976), 213-240, 6.
3
Florovsky, 8.
186

posterior de los apóstoles o autores del Nuevo Testamento sobre su


alma. Ellos eran hebreos y no creían en una existencia posterior del ser
humano con una identidad espiritual aparte de su propia naturaleza.
Todo el Nuevo Testamento revela que los muertos padecieron su
desintegración como entidad total inclusiva. Es decir, su ser entero
murió. Por esto no se aprecia a María y Marta, gozando de la partida
del alma de Lázaro a los cielos. Opuesto a ello, estaban llorando por la
muerte del hombre, su hermano. La misma experiencia vivieron los
discípulos a la muerte de Cristo. Todos estaban compungidos
recordando su muerte. No fue hasta que resucitó, que se regocijaron. El
segundo Adán había estado muerto en la tumba por tres días.
El testimonio de María sobre la muerte de Cristo. María vino muy
temprano. ¿A qué vino? Vino a llorar porque le amaba (Jn. 20:11). La
experiencia previa de los discípulos sobre el hombre Jesús, es que no
entendieron sus palabras que al tercer día resucitaría (20:9). Pero
notemos el conocimiento de María sobre la muerte. “Han llevado del
sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto” (v. 2). No dijo,
“Han llevado el cuerpo del Señor”. Sus palabras más bien atestiguan la
visión bíblica que los hebreos tenían de la muerte. La persona muere
como un todo, como una unidad nephes. Sus palabras son inclusivas,
sobre cuerpo-persona. Para ella y para los demás discípulos, Cristo
estaba muerto como hombre total.
Cristo resucitado por el Padre. Arriba aludimos a la resurrección de
Cristo por el Padre .Ahora vamos a elaborar sobre el factor inmortalidad.
La primera situación es el estado de Cristo en la tumba. De acuerdo a
los discípulos y luego a Pedro en su carta, Cristo había muerto. Su lugar
como hombre cesado de existencia biológica, era la tumba. La
segunda situación es que fue resucitado o traído a la vida como un
todo desde el sepulcro. Fue resucitado como unidad existencial
tangible, desde el lugar de los muertos. El Padre llamó al segundo Adán
a la vida. Esto es lo que implica resurrección. Es ser levantado desde la
tumba como ser humano. Todo sobre su resurrección se dio desde el
sepulcro. Su humanidad volvió a la vida desde el polvo o sea desde la
tierra. Su naturaleza vino de nuevo a la existencia después de la
resurrección desde el sepulcro. Nada excepto la voz de Dios o mandato
vino de los cielos. Su alma no vino del cielo a reincorporarse al hombre
Jesús.
El testimonio de Cristo resucitado en el contexto de la
inmortalidad. Cristo había resucitado cuando María vino a visitar la
tumba. Había salido desde allí como entidad total. Allí había
permanecido por tres días. “No me detengas porque aún no he subido
a mi Padre” (Jn. 20:17). Cristo había permanecido en el sepulcro como
el trigo en la tierra, hasta la hora de las primicias. Es decir, había muerto
y ahora había resucitado. Pero desde su muerte, todo sobre la
resurrección en relación a su naturaleza humana, se dio desde el
sepulcro. Nunca salió su alma a los cielos a verse con el Padre. Cristo no
había subido a su Padre desde el día en que fuera crucificado y
187

estuviera tres días en la tumba. Como hebreo que era, había enseñado
a Israel que la muerte abarca toda la naturaleza humana. Ni Cristo, ni
sus discípulos, tuvieron nada que ver con la teoría de la inmortalidad del
alma.
Ahora, ¿qué pensaron algunos reformadores sobre la inmortalidad
del alma, Veamos esta parte abajo.
Los teólogos finos del siglo XVI negaron la doctrina de la
inmortalidad del alma. William Tyndale escribió:

Y ustedes poniendo que las almas parten a los cielos, al infierno y


al purgatorio, destruyen los argumentos donde Cristo y Pablo
prueban la resurrección por la cual somos amonestados por cada
hora…si las almas están en los cielos, díganme ¿por qué no están
en un buen caso como lo están los ángeles? Y entonces, ¿qué
causa tiene la resurrección?1

Martín Lutero, secunda a Tyndale escribiendo que, todo lo que es


dicho concerniente a la inmortalidad del alma no es más que una
invención del anticristo para hacer hervir su olla.2 Pero no solo Lutero
rechazó esta doctrina. Hay teólogos pensadores católicos que piensan
del mismo modo. Notemos abajo.

Nepes viene de la raíz original…respirar… y entonces aliento de


vida. Ya que el aliento distingue al que vive del muerto, nepes es
igualmente usado tanto para animales, como para
humanos…después de la muerte va al sheol [palabra hebrea
para tumba]. El sumario de arriba indica que no hay dicotomía
del cuerpo y del alma en el Antiguo Testamento. Otras palabras
en el Antiguo Testamento tales como espíritu, carne, y corazón,
también significan la persona humana, y difieren solo en varios
aspectos del mismo ser. La noción del alma sobreviviendo
después de la muerte no es discernible en la Biblia. El concepto
del alma en el Antiguo Testamento no es el mismo en griego y en
la filosofía moderna. El alma en el Antiguo Testamento no significa
una parte del hombre, sino el total del hombre - -el hombre es un
ser viviente.3

Así, después de tratar con los escritores a favor y en contra de la


inmortalidad del alma, vamos a elaborar sobre las implicaciones
teológicas de esta doctrina católica. Abajo se exploran las
implicaciones.

Tyndale a letter to Sir Thomas Moore’s “Dialogue,” Book 4, chapter 2, in Kenneth


1

Fortier, “The Simple Truth of Immortality”, 5.


kenfortier.com/joomla/.../TheSimpleTruthImmortality,
Miles Grant, Positive Theology,n.p. n.h. in Kenneth Fortier, “The Simple Truth of
2

Immortality”, 5. kenfortier.com/joomla/.../TheSimpleTruthImmortality, 5.
3
The New Catholic Encyclopedia, "Soul, Human, Immortality of", 1967.
188

Las consecuencias teológicas sobre


la inmortalidad del alma

La doctrina de la inmortalidad del alma trae serias consecuencias


teológicas.1 Abajo se enlista cada una.

La doctrina de Dios.

La sabiduría divina. La divinidad es por naturaleza inmortal como


ya se dijo arriba; no así la creatura. La inmortalidad es único atributo
inherente en Dios. La inmortalidad fue concedida a los ángeles y a los
redimidos que ya habitan en los cielos como Enoc, Moisés, Elías, y la
multitud que Cristo llevó consigo a los cielos tras su resurrección. Pero no
es lo mismo conceder, que poseer inmortalidad. Por otro lado, en el
caso de los ángeles, su naturaleza es inmaterial, pero depende de Dios
para su existencia eterna. Esta dependencia es en base a obediencia.
Ningún rango angelical posee inmortalidad por inherencia. Si así hubiera
sido, el diablo no hubiera buscado la manera de inmortalizarse
comiendo del árbol de la vida (Gen. 3: 24). Es cierto que el pasaje de
Génesis no alude directo al diablo, pero es evidente que era quien
lideraría el acceso al árbol, donde no solo él comería, sino los otros
ángeles caídos y la pareja caída. Por ello fue que Dios envió querubines,
o sea, seres de fuego para enfrentar al mismo diablo y sus seguidores.
En cuanto a Adán, la evidencia de su imposible inmortalidad, es
que buscaría comer del árbol para inmortalizarse. Esto revela que él
bien sabía que era mortal. Ahora, la iglesia católica puede responder
que la inmortalidad es solo del alma del justo. Pero esto también pierde
fuerza, ante la consecuencia de la caída. Adán murió como Dios le dijo.
Es decir, murió como justo y no como impío. Como patriarca bíblico
sabía que el hombre no tiene alma. Adán no era helenista. La doctrina
de la inmortalidad no fue enseñada por ningún patriarca, ni profeta, ni
apóstol, menos por Jesús.

1
Aparte de esto, la doctrina de la inmortalidad del alma, implica otras doctrinas como
el purgatorio, la oración por los muertos, el infierno y el culto a las imágenes. Porque de
acuerdo a la fe católica, el alma del que no es justo, va, sea al purgatorio o al infierno.
Estas doctrinas igual, carecen de fundamento bíblico por cuanto desfiguran la verdad
sobre el carácter de Dios. Sobre el purgatorio, los católicos apelan a 1 Corintios 3: 15,
como prueba de su existencia. Ver a, Peter Demond, The Bible Teaches Purgatory,
(Must Holy Family Monastery,Fillmore, New York, 2008), 1-8. Lamentablemente, apelar a
este pasaje paulino, es una violación hermenéutica. Pablo habla de las buenas obras
del cristiano, o sea de la santificación. Un análisis serio exegético del pasaje muestra
que el sujeto de estudio es la calidad de las obras del cristiano la que pasa por el
fuego y no la persona. Pablo era israelita, o hebreo. Los hebreos jamás enseñaron el
purgatorio. Igual se cita a Hebreos 11:35, para apoyar esta doctrina del purgatorio.
Pero grande es la caída de esta aseveración, por cuanto las “mujeres recibieron a sus
muertos”. El pasaje es claro: Ellos estaban muertos; no en ningún lugar purgando
pecados. Luego esos muertos fueron resucitados, hecho que confirma que estaban sin
vida.
189

Es imposible que Dios que es infinitamente sabio, infunda


inmortalidad o dote de ella a la criatura. La inmortalidad no necesita
dirección moral porque es moral por naturaleza. Dios es moral por su
propia naturaleza. Solo Dios es puro por naturaleza. Es imposible
desconectar la pureza, de la inmortalidad. Toda criatura inmortal es
ciudadana del cielo, en la medida en que es moral. Dios en su
preconocimiento sabía que habría rebelión en el cielo y repercutiría en
la tierra (Ef. 3:9). La inmortalidad es excluyente con el pecado y por esto
Cristo pactó en misterio en la Deidad, incluso cuando creó a Lucifer (Jn.
1:3; Col 1:16-17). La vida eterna propia de la Deidad, se concede a la
criatura que rinde obediencia. Esto demuestra de nuevo que ninguna
criatura posee el atributo de inmortalidad. La creación implica sustento
divino. La inmortalidad es solo atributo de Dios porque no está dentro
del tiempo. En cambio la eternidad de los hijos de Dios, incluyendo a los
ángeles, tuvo que ver con comienzo. Una vez los ángeles fueron
creados. Y no fueron creados inmortales, porque hubiera sido la
tragedia divina. El pecado se hubiera inmortalizado en el universo. Dios
no pondría inmortalidad a ninguna de sus criaturas, ángel, o humano,
porque es sabio.

El carácter de Dios

Del mismo modo, la doctrina de la inmortalidad atenta contra el


carácter de Dios. Dios es el único quien decide el destino de eternidad
para sus criaturas en base a la moral. Ninguna criatura fue creada
inmortal sea antes o después de la creación de la tierra. El mismo
Lucifer no fue creado inmortal. Tampoco lo fue el hombre. La
inmortalidad dependía del honor que las criaturas rindieran a Dios. Adán
fracasó en este sentido (Gen. 3). Desobedeció y murió. El árbol del bien
y del mal, representaba la prueba de lealtad al gobierno de Dios. El
gobierno divino revela el carácter de Dios. Cristo vivió y murió como el
segundo Adán como ciudadano del cielo. Vino a vivir el cielo a la tierra
en santa obediencia. Vino revelando el carácter de Dios a la
humanidad (todos los escritores del Nuevo Testamento lo revelan). El
evangelio nunca estará separado de la justicia divina. Dios en sus
atributos, es amor y es justicia. Su nombre, persona y obras, revelan su
carácter. Nadie entra al cielo, sin que primero quede demostrada su
lealtad al carácter de Dios. Dios hace juicio en base a la fe y la
obediencia (Apoc. 20:12; 22:18,19). Dios primero entra en juicio con los
hechos de los muertos en Cristo, o sea los que durmieron. Si sus obras son
halladas fieles, les concederá la glorificación y la inmortalidad.
También, la doctrina de la inmortalidad trae conflictos con la
escatología. Abajo se analiza esta controversia.
190

La resurrección de
los muertos.

La resurrección tiene el propósito moral de vindicar el carácter de


Dios a través de la devolución de la vida a los justos. “El que en mí cree,
aunque muera vivirá” (Jn. 11:25). Ahora analicemos las palabras de
Cristo en el contexto de la mortalidad. “…aunque muera vivirá…”. Jesús
puso en claro que los justos mueren. Los justos descendieron al sepulcro.
Jesús no dijo: “el que en mí cree, morirá su cuerpo, y su alma se irá a los
cielos para que al fin vuelva en mi retorno a la tierra”. Sus palabras son
muy hebreas. El que cree en Cristo, y muere, vivirá. Los justos mueren y
quedan en la tumba como un todo. Toda su naturaleza fue a la tumba.
No fue solo su cuerpo. El justo aunque muera vivirá. Son las palabras del
teólogo de los teólogos sobre la inmortalidad. Los que mueren en Cristo,
esperan durmiendo en la tierra. Nunca sus almas se fueron al cielo. Toda
su humanidad como una unidad murió. Jesús es claro: El justo muere y
vivirá. Todo pasa en la tierra a la que pertenece. Nada de su ser se fue
al cielo. Su resurrección es justo el levantamiento desde abajo hacia
arriba. Surge a la vida desde la tumba como un todo. Había muerto y
ahora en la hora postrera, resucita.
Pablo también vierte luz sobre la relación resurrección y
mortalidad del hombre. “Jesús murió y resucitó,.. Dios traerá con Jesús, a
los durmieron en él…los muertos en Cristo resucitarán primero…”(1 Te.
4:14,16). El esplendor textual derrama raudales de verdad sobre estado,
espacio, e integridad de imago dei (el hombre como imagen de Dios),
del hombre al morir. El texto impide cualquiera interpretación sobre
separación de constituyentes de la naturaleza humana a la hora de la
muerte. Jesús vivió la totalidad de la muerte. Igual fue con los que
vivieron y después resucitaron. Murieron en la totalidad de todos sus
atributos humanos, durante el tiempo de la muerte. No se distingue
distanciamiento o abandono del “alma” al cuerpo, a la hora en que
vino la muerte. Sobre espacio, el pasaje da lugar a la limitación de la
muerte en su totalidad. Esa totalidad humana va a la tumba hasta el
mismo día en que le sea otorgada la vida en la hora escatológica. En
cuanto a integridad de imago dei, los muertos descansan. De nuevo se
aprecia la visión sobre mortalidad del hombre total, en su integridad
material y abstracta a la hora de la muerte. Pablo como escritor hebreo
consuela a los deudos de Tesalónica, sobre el amanecer de la noche
mortal de sus amados como seres completos que descansan en el
sepulcro. A la vez, el pasaje niega la inmortalidad pre resurrección de
alguna parte del hombre en su naturaleza. Pablo trae la novedad
escatológica a los cristianos de que los fieles que duermen van a
resucitar. Históricamente, los justos descansan como memoria existente
de personas que fallecieron. No hay lugar en el pasaje para una partida
a los cielos de una esencia del hombre al morir. El descanso es el de la
naturaleza humana, ya que el cuerpo no tiene personalidad. La
191

resurrección abarca a toda la persona que en la providencia


recuperará de nuevo toda su identidad humana.

El retorno de Cristo

Además, la doctrina de la inmortalidad confronta la escatología


sobre el retorno de Cristo. Abajo se estudia esta confrontación. En
palabras de Cristo, “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su
Padre, con sus ángeles y entonces dará a cada uno según sus obras”
(Mt. 16:27). Primero vamos a explorar la luminosidad del pasaje y luego
pasamos a la confrontación que presenta la inmortalidad del alma.
Cristo revela que su retorno es de descenso a la tierra. ¿Quiénes estarán
en la tierra? Muertos y vivos. Pero todos estarán en la tierra. Ninguna
parte de los humanos se habrá ido a los cielos. El pasaje es elocuente
sobre el carácter moral-legal del Padre. El hijo vendrá en la gloria de su
Padre, o sea vindicando su carácter. Esto significa que ha habido una
etapa previa de auditoría moral en los cielos. La muerte está implicada
en el pasaje por cuanto el pago de las obras es para todos, vivos y
muertos. Sin querer entrar en el área de las recompensas, solo tratamos
con el espacio y unidad humana en la muerte antes de la venida de
Cristo. Cristo vendrá de los cielos, vindicando el justo gobierno de Dios
retribuyendo el pago de las buenas obras a los hombres, sean justos de
mucho servicio, o de menos servicio, pero todos están abajo en la tierra.
Viene del cielo con los ángeles; no viene con las almas para entrar en
contacto con los cuerpos muertos. No hay nada abstracto en los cielos.
La inmortalidad que Cristo traerá comenzará después de su retorno.
Antes, era imposible concederla, ya que faltaba la revisión en el marco
legal del gobierno de Dios.
De esta manera, se advierte que la doctrina de la inmortalidad
del alma no encuentra espacio en la revelación bíblica. Es por esto que
la iglesia tiene que apelar a algunos de los padres, y a la filosofía, para
sustentarla. Pero la filosofía debe estar sujeta a la revelación y no
viceversa. Luego el problema en esto, es que la iglesia surge de la
Palabra y no de la filosofía.
Otra doctrina de la iglesia católica es sobre las fuentes de
autoridad de ella. En la siguiente parte se abordará la doctrina de la
Biblia y la tradición en la iglesia católica.
CAPÍTULO 4:
LA BIBLIA Y LA TRADICIÓN

El catecismo católico y las fuentes de autoridad (la Biblia y la


tradición). Abajo se cita la confesión católica sobre esta doctrina.

La relación entre la tradición


y la Sagrada Escritura

Una fuente común...

1 La Tradición y la Sagrada Escritura "están íntimamente unidas y


compenetradas. Porque surgiendo ambas de la misma fuente, se
funden en cierto modo y tienden a un mismo fin" (DV 9). Una y otra
hacen presente y fecundo en la Iglesia el misterio de Cristo que ha
prometido estar con los suyos "para siempre hasta el fin del mundo"
(Mt 28,20).

… dos modos distintos


de transmisión

2 "La Sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuanto escrita por


inspiración del Espíritu Santo".

"La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y


el Espíritu Santo a los apóstoles, y la transmite íntegra a los
sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad, la
conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación"

3 De ahí resulta que la Iglesia, a la cual está confiada la transmisión y la


interpretación de la Revelación "no saca exclusivamente de la
Escritura la certeza de todo lo revelado. Y así se han de recibir y
respetar con el mismo espíritu de devoción" (DV 9).

Tradición apostólica
y tradiciones
eclesiales

4 La Tradición de que hablamos aquí es la que viene de los apóstoles y


transmite lo que estos recibieron de las enseñanzas y del ejemplo
de Jesús y lo que aprendieron por el Espíritu Santo. En efecto, la
primera generación de cristianos no tenía aún un Nuevo
Testamento escrito, y el Nuevo Testamento mismo atestigua el
proceso de la Tradición viva.

192
193

Es preciso distinguir de ella las "tradiciones" teológicas, disciplinares,


litúrgicas o devocionales nacidas en el transcurso del tiempo en las
Iglesias locales. Estas constituyen formas particulares en las que la
gran Tradición recibe expresiones adaptadas a los diversos lugares y
a las diversas épocas. Sólo a la luz de la gran Tradición aquellas
pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas
bajo la guía del Magisterio de la Iglesia.1

En suma de doctrina, para la iglesia católica, la tradición está en el


mismo nivel que la Biblia. “La Iglesia, a la cual está confiada la
transmisión y la interpretación de la Revelación ‘no saca
exclusivamente de la Escritura la certeza de todo lo revelado’. Y así
se han de recibir y respetar con el mismo espíritu de devoción."

La Biblia católica

¿Qué hace a la Biblia católica, diferente de la Biblia protestante?


La Biblia católica tiene una extensión mayor que la protestante. Tiene
cerca de un 20 % más, con los libros apócrifos, que suman unos 4000
versos. Los apócrifos como Macabeos tienen un cierto valor histórico del
periodo inter testamental de 400 años, entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento. “Ápócrifo”, quiere decir lo escondido, difícil de entender.
Los escritores tempranos citaron los apócrifos, hasta pensar que hay
porciones que son inspiradas, como pensó Agustín en el siglo V. Incluso
hay manuscritos griegos del III siglo d.C., que incluyen los apócrifos. 2
En 1546 la iglesia católica romana, declaró que había doce libros
inspirados de los quince apócrifos, y en particular siete, Tobías, Judit,
Primera y Segunda de Macabeos, Sabiduría de Salomón, Sirac
(Eclesiástico), y Baruc. Luego hay cinco pasajes que son, la Carta de
Jeremías que llegó a ser Barcu, capítulo 6, 107 versos adicionales de
Ester, la Oración de Asarías que vino a ser Daniel 3:24-90, Susana que
llegó a ser Daniel 13, Bel y el Dragón que llegó a ser Daniel 14.
¿Por qué el cristiano debe rechazar estos libros como inspirados?
Primero, porque sus mismos autores dicen haber tomado su escrito de la
obra de otro escritor (el caso de 2 Macabeos 2:23). El escritor dice “si
está bien escrito al punto de que puse lo que quise, si está pobremente
hecho y mediocre, es lo mejor que pude hacer” (2 Mac. 15:38). Luego a
pesar del valor histórico, los apócrifos novelan las historias, fracasan en
asuntos éticos, geográficos, y doctrinales, confrontando la Biblia.
Segundo, los judíos de Palestina nunca aceptaron los apócrifos como
parte de la Escritura. Tercero, Jesús y los autores del Nuevo Testamento
no aceptaron esos libros como inspirados. Cuarto, la iglesia temprana
1
Ioannes Paulus Pp II, Catecismo.
James G. McCarthy, “ The Gospel According to Rome” ( Harvest House Publishers,©
2

1995), 1.
194

nunca aceptó esos libros como inspirados. Por su parte, varios escritores
tempranos estuvieron en contra de los apócrifos como fueron Jerónimo,
Orígenes, Atanasio, y Cirilo de Jerusalén.
Inclusive, la iglesia católica no declaró en forma dogmática, la
inspiración de los apócrifos, sino hasta Trento en el siglo XVI, asunto muy
conveniente en el contexto doctrinal. Fue cuando H. J. Schroeder,
traductor de los decretos del concilio escribió: “La lista tridentina o
decreto, fue la primera infalible y efectualmente promulgada
declaración en el Canon de las Sagradas Escrituras. 1 A Roma le
conviene incluir a los apócrifos por asuntos de doctrina. Es el caso de la
venta de indulgencias para sacar a sufrientes del purgatorio, que Lutero
condenó. Por ejemplo Tobías 12:9 dice que, “dar limosna salva a uno de
la muerte y expía cada pecado”. Aunque hay escritores católicos que
admiten que Trento sobre los apócrifos, es problemático.2
En cuanto a los libros del Nuevo Testamento de las versiones
protestantes, son los mismos que los de la Biblia católica. Sin embargo,
algunos versículos son traducidos con sesgo católico. Por ejemplo, la
Biblia católica New American Bible, traduce una reprensión de Jesús a
los judíos diciendo, “les digo que todos vosotros vendréis a lo mismo, si
no os reformáis (Luc. 13:5 NAB). Ahora, en el griego la palabra
metanoeo, significa un cambio de mente”, o “arrepentimiento”, que se
traduce como “reforma”, o cambio para mejorar. La situación empeora
cuando los editores manipulan a Lucas 13, añadiendo el título al
capítulo, con las palabras, “Providencia llamado a la penitencia”.
La iglesia católica dogmatiza la tradición en igual nivel de
revelación. Abajo se labora sobre este dogma.

La tradición

¿Qué es exactamente “tradición” para el catolicismo? Debe


preguntarse a los obispos. Ellos responden. “Tradición es la palabra
viviente continuamente en los corazones de los creyentes”. 3 “Es la
viviente memoria de la Palabra de Dios.”4 La tradición es más que una

1
H. J. Schroeder, translator, Canons and Decrees of the Council of Trent (Rockford,
IL:Tan Books and Publishers, 178), 17, footnote 4, in James G. McCarthy, “ The Gospel
According to Rome” ( Harvest House Publishers,© 1995), 1.
2
Ver la cándida discusión al respecto sobre los apócrifos en Raymond E.
Brown, Joseph A. Fitzmyer, S.J., Roland E. Murphy, O. Carm., editors, The Jerome
Biblical Commentary (Englewood Cliffs NJ: Prentice Hall, 1968), vol. 2, pp. 523-524, in
James G. McCarthy, “ The Gospel According to Rome” ( Harvest House Publishers,©
1995), 2.
The German Bishop’s Conference, The Church’s Confession of Faith (San Francisco,
3

CA: Ignatius Press, 1987), p. 45, quoting J. A. Mohler, in James McCarthy, “Roman
Catholic Tradition” , 2 (Adapted from The Gospel According to Rome (Harvest House
Publishers: Eugene, 1995).
Catechism of the Catholic Church, paragraph 113, in James McCarthy, “Roman
4

Catholic Tradition”, 2 (Adapted from The Gospel According to Rome (Harvest House
Publishers: Eugene, 1995).
195

historia o memorias pasando de una generación a otra dentro del


cristianismo católico. Es como afirma la enciclopedia católica,

[Tradición]…no es una cosa inanimada pasando de mano en


mano, no es hablar propiamente de una reunión de doctrinas e
instituciones consignadas en libros, u otros monumentos…ella
debe ser representada como una corriente de vida y de verdad
viniendo de Dios a través de Jesucristo y a través de los apóstoles
hasta el último de los fieles quien repite su credo y aprende su
catecismo.1

Es decir, la tradición para la fe católica, no es un asunto de


contenidos históricos o doctrinales. Es una experiencia dentro de los
corazones de cada feligrés católico. Y esto porque vino directamente
de Dios a través de Jesús. De modo que para la teología católica, la
tradición ingresó más allá del tiempo y se internalizó en la eternidad
como verdad revelada.
La manera como los eruditos católicos plasman su convicción
tradicionalista es notable. Abajo se distingue esta identificación
confesional.

La forma en la cual la fe es transmitida puede tomar casi


cualquier forma en la iglesia: La señal de la cruz que una madre
traza en la frente de su niño, enseñanza de las oraciones básicas
del cristianismo especialmente, “el Padre nuestro”, en el hogar y
en la instrucción religiosa, viviendo, orando, y cantando en la
congregación local, dentro de la cual crece la persona joven; el
ejemplo cristiano en la vida cristiana, y la fe cristiana aún al punto
del martirio, el testimonio dado por la música cristiana
(especialmente himnos y coros), por la arquitectura y las artes
plásticas (especialmente representaciones de la cruz, las cuales
son consideradas como privilegiado símbolo cristiano), y no menos
por la liturgia de la iglesia.2

¿Qué consecuencia entre otras, resulta de las declaraciones


confesionales de arriba? Incluye la asunción de María, como dogma
divino o revelación en 1950, por Pío XII. Así para la iglesia, María, debido
a su perfecta impecaminosidad, su cuerpo no padeció decadencia al
final de su vida. Dios por milagro, tomó su cuerpo y lo trasladó a los
cielos. Justo el papa Pío XII, citó varios pasajes para sustentar esta

1
Jean Bainvel, The Catholic Encyclopedia (New York, NY: Robert Appleton Co., 1912),
“Tradition,” vol. 15, p. 9, in James McCarthy, 2 “Roman Catholic Tradition” (Adapted
from The Gospel According to Rome (Harvest House Publishers: Eugene, 1995),
The German Bishop’s Conference, The Church’s Confession of Faith (San Francisco,
2

CA: Ignatius Press, 1987), p. 46, quoting J. A. Mohler, in James McCarthy, “Roman
Catholic Tradition”, 2 (Adapted from The Gospel According to Rome (Harvest House
Publishers: Eugene, 1995).
196

doctrina de la Inmaculada concepción.1 Pero, aparte de Lucas 1:28, no


existen otros textos sobre el privilegio de María. Con todo, la iglesia
católica ha establecido por dogma que la tradición iguala a la Biblia
como fuente divinamente revelada.
El responso al catolicismo es que la Biblia es el canon de la fe
cristiana. Su perfección revelacional se puede organizar como sigue
abajo.
La Biblia es la fuente absoluta primaria para toda doctrina y
práctica, sea de fe o de moral. Sola Scriptura abarca varias verdades.
Primero, la Biblia es la revelación directa de Dios. Ella es la divina
autoridad. Todo lo que ella dice es Palabra de Dios.
Segundo, La Biblia posee suficiencia sea a asuntos de doctrina o
la fe y todas las cosas prácticas de cada doctrina.
Tercero, la Biblia es la autoridad final en todo lo que Dios revela y
espera de su iglesia. Porque solo ella es infalible.
Cuarto, es fuente clara de revelación. No es que todo sea
perfectamente claro. Más en cuanto a las verdades esenciales de
doctrina, su claridad es elocuente para toda la iglesia. Esto no significa
que los protestantes rechazan los escritos de la patrología (padres de la
iglesia, o los primeros concilios sobre la cristología). Todo lo contrario, los
protestantes aman la patrística o escritos de los padres, pero no acepta
sus escritos como infalibles.
Quinto, la Biblia es su propio intérprete. Esto es llamado el principio
de la analogía de la fe. Es decir, cuando un pasaje no es claro, se
siguen reglas hermenéuticas, al buscar luz en otros pasajes de la misma
Escritura.2

Jesús y la tradición.

La historia de la tradición se remonta a la época de Jesús. Él tuvo que


enfrentar a los maestros judíos. Es lo que leemos abajo.

1 Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y Fariseos de


Jerusalem, diciendo: 2 ¿Por qué tus discípulos traspasan la
tradición de los ancianos? porque no se lavan las manos cuando
comen pan. 3 Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también
vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
4 Porque Dios mandó, diciendo: Honra al padre y á la madre, y, El
que maldijere al padre ó a la madre, muera de muerte. 5 Mas
vosotros decís: Cualquiera que dijere al padre ó a la madre: Es ya
ofrenda mía a Dios todo aquello con que pudiera valerte; 6 No

1Pope Pio XII, “Munificentissimus Deus” n. 26. Defining the Dogma of Assumption (1950).
Los textos que usa son Salmo 131: 8; 44:10-14; Cantares 3:6; 4:8; 6:9, los que dice,
fueron usados por los teólogos.
Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, “What Think Ye of Rome”? (Part Three): The
2

Catholic‐Protestant Debate on Biblical Authority( CRI, n.d. Charlotte, N.C.), 1-2.


Accessed on June 2010.
197

deberá honrar a su padre ó a su madre con socorro. Así habéis


invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
7 hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo: 8 Este
pueblo de labios me honra; Mas su corazón lejos está de mí. 9
Más en vano me honran, Enseñando doctrinas y mandamientos
de hombres (Mt.15:1-9).

Lo mismo sucede en otro pasaje, donde Jesús respondió a una


acusación de los maestros. ¿Por qué tus discípulos no andan de
acuerdo a la tradición de los ancianos? Jesús respondió denunciando
tanto a escribas como a fariseos en su observancia a la tradición
transgrediendo la palabra de Dios (Mr. 7:5-13). Leamos el pasaje:

5 Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ¿Por qué tus


discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino
que comen pan con manos comunes? 6 Y respondiendo él, les
dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo con los labios me honra, Mas su corazón lejos está de
mí. 7 Y en vano me honra, Enseñando como doctrinas
mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el
mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres; las
lavaduras de los jarros y de los vasos de beber: y hacéis otras
muchas cosas semejantes. 9 Les decía también: Bien invalidáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. 10
Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que
maldijera al padre ó a la madre, morirá de muerte.

El pasaje contiene varios problemas sobre la verdad confrontada


por la tradición. 1. Los maestros estaban enseñando doctrinas de
hombres. 2. Estaban descuidando o poniendo poco interés a la Palabra
de Dios. 3. Estaban poniendo la tradición primero que la Palabra de
Dios. 4. Estaban subestimando la Palabra de Dios por causa de la
tradición.
¿Dónde estaba el problema de los maestros judíos? Jesús no
parece haber atacado a la tradición, sino al lugar que ellos le daban,
ya que la pusieron al nivel de la Escritura, y le daban más importancia.
Esto muestra que la tradición tiene un lugar, en tanto no entre en
conflicto con la verdad de la Biblia. Este fue el problema que condujo a
los judíos a exaltar su enseñanza. Es el caso sucedido en Gálatas. Ellos
desviaban al pueblo de la verdad (Gal. 2:11-14). Esto era llevar al
pueblo al error, por estar imponiendo tradiciones en vez de la
autoritativa Palabra de Dios.
Pero a pesar de la reprensión de Jesús, los judíos siguieron con la
tradición oral, aunque ya para ese entonces no eran el pueblo de Dios.
Esto es lo que se aprecia en sus escritos de la ley oral. Durante el siglo XI,
las comunidades judías poseían gran cantidad de literatura rabínica de
la tradición. Según ellos era la transmisión oral de la sagrada tradición
198

del árbol familiar de los autores o padres inspirados. En su interpretación,


Moisés fue el progenitor al recibir de la boca de Dios en el Sinaí, un
suplemento oral de la ley escrita, es decir la Torah de la Escritura. Que él
la preservó en el culto sagrado. Que luego él transmitió la Ley Oral a sus
discípulos de manera plena, y ellos a otros, y se ha preservado en
cadena de transmisión, intacta.1

Los argumentos católicos para


la doctrina de la tradición

De acuerdo a la iglesia católica, hay una necesidad de


enseñanza magisterial (el papa y el clero obispal), para dirigir en lo que
sea o no sea auténticamente de tradición apostólica. ¿Están todos los
católicos a favor ello?
No todos los católicos armonizan en cuanto su entendimiento de
la relación Biblia-tradición. Hay quienes entienden que hay justo dos
fuentes de revelación. Otros entienden que la tradición de los padres es
una forma menor de revelación. Incluso hay quienes que se parecen a
los protestantes al opinar que la tradición no es otra cosa que una
interpretación de la revelación (aunque la palabra infalible), solo
aparece en la Biblia.2

La argumentación católica
para sostener la infalibilidad
de la tradición apostólica

Según Trento, la Biblia no basta para la fe y la moral. Dios también


ordenó la tradición para conducir a la iglesia. La guía infalible de
interpretación de la Biblia viene directamente de la iglesia. Una prueba
de esto es la unanimidad de los padres de la iglesia. Así mismo
argumentan que la tradición apostólica es paralela con la revelación
escrita. Acuden a Pablo cuando dice: “Estad firmes y retened la
tradición que habéis aprendido de nosotros, por palabra y por carta” (2
Tes. 2:15, igual en 3:6). Algunos católicos han ido más allá, al aseverar
que el apóstol Juan prefirió la tradición que la Palabra escrita. “Tengo
mucho que escribiros pero no deseo hacerlo con pluma y tinta. Pero
espero veros pronto para hablar cara a cara” (3 Jn. 13). También el
catolicismo argumenta contra Sola Scriptura: Primero, esa posición
separa a la iglesia de la Escritura en tanto ellas son una. No son dos
poderes rivalizando sobre autoridad. Es decir, la iglesia por un lado, y la
Escritura por el otro. Porque la iglesia es el maestro que enseña con el
libro, o sea, la Biblia.3

Martin S. Jaffee, “Oral Tradition in the Writings of Rabbinic Oral Torah:


1

On Theorizing Rabbinic Orality” (Oral Tradition, 1999): 3-32, 1.


2Henry Denzinger, “The Sources of Catholic Dogma” (London: B. Herder Book Co.,

1957), [section] 783, 244. From the Council of Trent, Session 4, 1546.
3 Norman L. Geisler and Ralph E. MacKenzie, 3.
199

La iglesia católica insiste que el concepto Sola Scriptura, “viola el


principio de causalidad. Es decir, que un efecto no puede ser más
grande que su causa”. Porque los sucesores de los apóstoles, o sea, los
obispos de la iglesia decidieron sobre el canon, la lista de los libros que
deben ser declarados escriturales e infalibles. Y ya que la Escritura es
infalible, entonces su causa que es la iglesia, es del mismo modo,
infalible.1 Así se le concede a la iglesia igual autoridad que la Biblia.
Los teólogos católicos deploran la proliferación de confesiones de
fe protestante, considerando eso como escandaloso y por tanto
intolerable de acuerdo a los estándares de la Biblia. Usan Juan 17:20-23,
al lado de 1 Corintios 1:10-17, para reprender al denominacionalismo.
Advierten que si quinientas personas interpretan la Biblia sin la autoridad
de la iglesia, habría quinientas denominaciones. Agregan que la
temprana generación de cristianos no tenían el Nuevo Testamento, sino
a la iglesia para que los guiara. Que por ello usar la Biblia sin la tradición
apostólica no era posible.2

La respuesta del protestantismo

¿Cómo responde el protestantismo al ataque a Sola Scriptura?


Primero debe aclararse que los pensadores católicos, admiten que no
es necesario que la Biblia enseñe en forma explícita el concepto Sola
Scriptura, para que esta doctrina sea verdad. Muchas doctrinas
cristianas son una necesaria deducción lógica de lo que ya ha sido
enseñado en la Escritura. En segundo lugar, la Biblia enseña
implícitamente, e inclusive explícita, que ella como revelación, es el
único fundamento infalible de fe y práctica. El aliento del Espíritu
mediante la Biblia (theopnuestos), se revela como equipo o autoridad
competente para toda buena obra (2 Ti. 3:16-17). La autoridad de la
Biblia es así revelada con absoluta claridad sobre su suficiencia para
toda necesidad. Opuesto a la defensa católica, de limitar el Antiguo
Testamento, el Nuevo Testamento también es llamado Escritura, por el
mismo Pedro, Pablo y Lucas (2 Ped. 3:15-16; 1 Ti. 5:18; Luc. 10:7).3
Jesús mismo, seguido por los apóstoles, continuamente
fundamentó su doctrina en la Biblia, como, “escrito está”. Hay siquiera
noventa alusiones a esta declaración en el Nuevo Testamento. Por tres
veces Jesús apeló a la autoridad escrita de la Palabra como autoridad
absoluta y final ante el diablo (Mt. 4:4, 7,10).
Es cierto que Jesús y los apóstoles hicieron referencia al respaldo
divino de su autoridad recibida (Mt. 5:22, 28, 31; 1 Cor. 5:3; 7:12). En este
contexto, ¿puede la iglesia católica, decir que la referencia de Jesús y
los apóstoles, respalda su creencia de que Roma es aún infalible, fuera
de la Biblia? Porque en verdad, el catolicismo acepta de que no hay

1
Ibid. Eso significa que la iglesia está en el mismo nivel que la Biblia en razón de
atributo, o sea como inmutable o infalible.
2
Ibid.
3
Ibid.
200

más revelación al presente de la que se dio a los apóstoles. En esto se


aclara de nuevo que la única razón por la que Jesús, como los
apóstoles, pudo apelar a una autoridad fuera de la Biblia, era que Dios
aún seguía laborando en lo que es revelación normativa para la vida
de fe y moral de los creyentes. Pero de nuevo, debe aclararse que esta
revelación primero fue comunicada oralmente y después fue
transmitida o dada por escrito. (2 Tes. 2:5). Por esto no es fidedigno
apelar a revelación oral alguna en el periodo del Nuevo Testamento,
como prueba bíblica de autoridad infalible en el presente.1
Aún es más elocuente el que Jesús mismo establece que la Biblia
es única, exaltada sobre la tradición. Desautorizó a los líderes religiosos
por negarse a aceptar el principio de Sola Scriptura, ya que negaban la
autoridad final de la Biblia, imponiendo la tradición de sus creencias (Mt.
15:3-6).
Pero Jesús penetra más profundo declarando la trascendencia
de la Escritura. Él no limita su rechazo a meras tradiciones de hombres,
sino que alude a tradiciones de autoridades religiosas, que usaban sus
tradiciones mal interpretando la Biblia. El panorama que revelan las
palabras de Jesús, es el de la tradición del judaísmo que había
oscurecido la verdad, negando la luz de la Escritura al pueblo. Esto
sucedió en el primer siglo. El paralelismo fariseo sobre tradición, se halla
en el pontificado romano.2
Por esto Dios, fuente infalible, previene contra errores y ordena
lealtad legítima a su iglesia sobre su infalible canon. De ahí que Pablo
pide fidelidad a la pureza de la verdad sin alteración de ella: “…que
aprendáis de nosotros a no ir más allá de lo que está escrito” (1 Cor.
4:6). Este es el mandato divino que permea todo el canon: “No
añadiréis nada a la palabra que os mando, ni quitaréis de ella…(Dt. 4:2).
Porque solo la Biblia mantiene su fuero inmutable y autoritativo para
siempre. “Toda palabra de Dios es limpia…no añadas a sus palabras
para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso” (Prov. 30:5, 6).
Finalmente, Dios ordena por Juan a asentar la segura vigilancia literaria
de unicidad canónica: “Advierto a todo el que oye las palabras de la
profecía de este libro: ‘Si alguno le añade algo, Dios traerá sobre él las
palabras escritas en este libro. Y si alguno quita algo de las palabras del
libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida…‘”
(Apoc. 22: 18-19).

1
Ibid.
2
El catolicismo se atribuye la continuación del sumo sacerdocio del Antiguo
Testamento, condición que lo sitúa en contrariedad a la revelación bíblica. Esto bien
se percibe como una buena analogía del fariseísmo y la tradición. Ibid.
201

Las tradiciones apostólicas


funcionan dentro
de la Biblia

Como se anotó antes, los apóstoles hablan de tradiciones que son


las enseñanzas de ellos, pero porque ellos eran autoridad de inspiración
(Mt. 18:18; Hech. 2:42; Ef. 2:20). El canon estaba en proceso. Sus
tradiciones eran la voz de la revelación que luego quedó escrita, como
legítimo y único legado de autoridad apostólica irrepetible. La razón es
porque solo ellos fueron los testigos oculares de la resurrección (Hech.
1:22; 1 Cor. 9:1).
En cuanto a las tradiciones de los apóstoles, su estatus de
inspiración no era el factor determinante, sino que fueran autoritativas.
Es decir, sus palabras habladas apelaban a la Escritura. “Retenéis las
instrucciones” (1 Cor. 11:2). “Retened la doctrina que habéis aprendido
de nosotros por palabra y por carta” (2 Tes. 2:15). No se nota el tenor de
inspiradas palabras. Lo que muestran es la autoridad apostólica que
apela siempre a la Biblia y a su función de enviados de Dios. Luego esas
tradiciones estaban directamente vinculadas con el canon bíblico,
porque todas apelan a la Escritura. Todas las palabras habladas por
ellos, estaban dentro de la cobertura de la soberanía escritural. Todas
esas tradiciones reveladas, fueron luego escritas dentro del canon del
Nuevo Testamento.
Porque todo aquello no escrito, cae en descrédito de la Palabra
autoritativa en infalible. Es el caso de la tradición que corrió después de
las palabras de Jesús sobre uno de los apóstoles vivo hasta su venida. Se
había difundido la noticia o novedad de que uno de ellos (de los
apóstoles), estaría vivo al regreso de Cristo. Pero, ¿cómo corrigió la
autoridad bíblica ese error tradicionista? Estas son las palabras
inspiradas: “Entonces se extendió entre los hermanos, el dicho de que
ese discípulo no había de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino,
“si quiero que quede hasta que yo venga, ¿qué a ti”? (Jn. 21: 23).

¿Son consistentes las tradiciones?

De acuerdo al gran Pedro Abelardo, hay centenares de


diferencias contradictorias entre los padres de la iglesia sobre la
tradición. Jerónimo rechazó los apócrifos, y solo por presión del papa
Dámaso, los incluyó en la Vulgata.1 Agustín en cambio respaldó todos
los del Antiguo Testamento.2 Lo mismo pasó con célebres eruditos como

Robert Jones, “The Apocrypa and Christianity”


1

(http://www.sundayschoolcourses.com/apocrypha/apocrypha, 1999), 13.


2
Ibid.
202

Aquino y Escoto en la Edad Media. Mientras que Aquino rechazó la


doctrina de la inmaculada concepción de María1, Escoto la apoyó.2

La iglesia temprana
y la tradición

Desde temprano, los padres captaron la importancia unitaria de


la doctrina, en su visión de la economía de la fe, tanto sobre el tiempo
como el espacio. Es decir, que en todo tiempo, y en todo lugar, la
iglesia mantuviera la unidad doctrinal. ¿Cómo? Que debía haber una
sola y monolítica enseñanza, que es el canon de la Biblia a través de la
iglesia en todo el globo. Esta visión es la que Ireneo revela en su
pensamiento sobre la doctrina y la tradición, ésta última en el sentido de
mantener la fidelidad a la Biblia, desde su tiempo hacia atrás hasta el
periodo apostólico. Ya se ha escrito sobre esto muy breve en la sección
histórica (tradición I). Las palabras de Ireneo cobran pertinencia al
afirmar que hay una iglesia en su expansión y universalidad, y a la vez
hablando en una sola voz, manteniendo la misma fe en todo el mundo.
Que esta voz ha pasado desde los apóstoles hasta sus sucesores
testigos. Estas son sus palabras: “quae est ab apostolis, quae per
successionem presbyterorum in ecclesiis custoditur”. “La cual está siendo
preservada en la iglesia desde los apóstoles a través de la sucesión de
los presbíteros”. 3 El factor dual se aprecia relevante en Ireneo: La
antigüedad y la universalidad. Estas dos son inseparables,
acompañadas del consenso. Pero la antigüedad no es suficiente criterio
por sí mismo para garantizar la verdad. Debía estar avalada por el
consenso de los antiguos testigos. Tampoco el consenso quedaba
confirmado, si éste no se podía trazar hasta los mismos apóstoles.
Vicente de Leríns, afecto a la iglesia temprana, sigue a Ireneo,
teneamus quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est.
“Tenemos que mantener todo lo que ha sido creído en todas partes,
siempre y por todos”.4 ¿Cómo se reconoce la fe verdadera? Por un
doble recurso, que es la Escritura y la tradición. En palabras de Lerins,
duplici modo... primum scilicet divinae legis auctoritate, tum deinde
ecclesiae catholicae traditione. Traducido del latín, en dos formas, la
primera claramente por la autoridad de las Sagradas Escrituras y
entonces por la tradición de la iglesia católica.5 Pero sus palabras no
significan que hay dos fuentes doctrinales del cristianismo. Ya se ha
1
Carlo Basic, The Immaculate Conception. Medieval Controversy up to the Death of
Scotus (OFM, Full Text, n. p. n.d.). http://www.marymediatrix-
resourceonline.com/library/files/scholastic/ic_history.htm
Noel Muscat “John Donus Scotus and His Defence of the Immaculate Conception”
2

(OFM, n.p.n.p.), 1-11 http://www.franciscan-sfo.org/hland/John_Duns&Imma. Junio 2010.


3
George Florosky, The Function of Tradition in the Ancient Church (1893-1979), Chapter
V of Collected Works of Georges Florovsky, vol.. I: Bible, Church, Tradition: An Eastern
Orthodox View (Büchervertriebsanstalt, Vaduz, Europa, 1987), 73-92), 2.
4
Ibid.
5
Ibid.
203

dicho que el canon bíblico es perfecto y absoluto en su autoridad de fe


y práctica. ¿Por qué entonces es que era necesario apelar a la
autoridad eclesiástica? Para custodiar la verdad de la interpretación
privada. Pero no hay en la mente del gran Vicente de Lerins, algo sobre
fuentes independientes, ni tampoco un complemento de la fe. O sea, la
inteligencia de interpretación de las Escrituras no añade nada al canon.
¿Cómo se debe entender el factor tradición en este trasfondo usado
por Ireneo y secundado por Lerins? Que la tradición era la correcta
interpretación de la Biblia. Es lo mismo que decir, era la manera correcta
de leer las Sagradas Escrituras.1

El asunto hermenéutico
(interpretación) en la
iglesia temprana

Lerins, un sapiente pensador y maestro, se mantuvo en completo


acuerdo con la tradición como fue entendida por los padres
tempranos, entre ellos Tertuliano. Como dijo el sabio Hilario de Potiers,
scripturae enim non in legendo sunt, sed in intelligendo, “porque la
Escritura no está en la lectura, sino en el entendimiento”. Este principio
fue aplicado por los padres tempranos contra las herejías. Sus
promotores como los gnósticos, marcionistas, montanistas, arrianos,
maniqueístas, etc, apelaron a la Escritura para sostener sus disidentes
tendencias. De modo que la autoridad de la Escritura sobre el Antiguo
Testamento era un asunto crucial en ese periodo (El Canon del Nuevo
Testamento no estaba aún establecido). El asunto de la unidad de la
Biblia era demasiado importante para la estabilidad de la iglesia. Por
esto la tradición invocaba a la autoridad de la Biblia. Frente a la herejía,
debía ser claro que la Biblia pertenece a la iglesia, porque solo dentro
de ella, se la podía entender, de manera correcta. Los herejes no tenían
la mente de la Escritura. No era un asunto de leer y citar, sino de hallar el
verdadero significado escritural de forma integral, o sea, total. El gran
tema era la fe de la iglesia, y no de una subjetiva y arbitraria
interpretación individual. Este fue el principal argumento de Tertuliano,
que la iglesia es la poseedora de la Biblia, pues es su “regla de fe”
legítimamente “apostólica”. 2 No fue que los apóstoles la formularon,
sino que era la manera de confesión cristiana que enseñaron a los
creyentes y a todo nuevo catecúmeno o candidato de la fe. Así la
Escritura y la tradición temprana estaban indivisibles para los padres
como Tertuliano.
De modo que la tradición apostólica de la fe se volvió
indispensable guía hermenéutica. Era la última garantía de
interpretación correcta. La función de la iglesia no era el de una
autoridad externa, que asumía un juicio sobre las Escrituras. Era en
1
Por eso para Vicent Lerins, la Escritura era el canon primario y final de la verdad
cristiana. Ibid.
2
Florosky, 3-4.
204

cambio el depósito de fe, el de guardiana de la verdad divina. Era el


banco espiritual y hermenéutico de la revelación o la Biblia, bajo la
plena soberanía del Espíritu Santo.1
Por su parte, Ireneo confrontó polémica literatura herética en la
que se malversaban pasajes bíblicos, ya que aquellos disidentes
ignoraban la regla de fe apostólica. Ireneo se esmeró en laborar de
acuerdo al modelo de estructura interna y armónica de la Escritura, que
los herejes ignoraban, o quizá habían reemplazado para trabajar su
propia interpretación foránea a la Biblia. El gran guardián de la fe,
sucesor testigo apostólico, mantuvo vivo el principio hermenéutico
conocido como “canon de la verdad”. Éste tenía la función de
restaurar las expresiones bíblicas en su lugar apropiado. De ahí las
palabras del padre de la iglesia, en griego, prosarmosas tōi tēs alētheias
sōmatiōi, que en latín, se compactan como corpusculum veritatis, es
decir, “cuerpo de la verdad”. Estas palabras de Ireneo se explican
como el correcto contexto del pasaje cual sea, su diseño original, la
verdadera imagen impresa en el texto bíblico, el germen original
genuino. Este método era para Ireneo la manera de leer la Biblia
guiados por la “regla de fe”.2
Así, para Ireneo la expresión selecta en su hermenéutica de la
Biblia, era el “canon de la verdad”, que conviene explicar más. En el
idioma (griego), de este padre de la iglesia era kanon tēs alētheias, en
latín, regula veritatis. En términos de la fe, es lo mismo que decir, el
“testigo y [la] predicación de los apóstoles”, o el kerigma apostólico.
Este kerigma fue “depositado” en la iglesia, confiado por los apóstoles.
Este depósito fue celosamente custodiado a través del tiempo en
completo consenso eclesial en todo lugar por acreditados pastores
sucesores. Ellos conservaron el episcopado o autoridad de protección
del carisma de la verdad. Mantuvieron la preservación de la fe por la
presencia del Espíritu Santo en la iglesia.3
Para Ireneo, la completa concepción de la iglesia era tanto
“carismática” (por el Espíritu), como “institucional” (por la iglesia). Por
tanto, él entendió la tradición como “tradición viviente”, confiada a la
iglesia como nuevo aliento de vida de fe.

La regla de fe

De manera que la tradición en la iglesia temprana, de forma


predominante era un asunto del principio hermenéutico y de método,
dentro del reino de la Escritura. La Biblia podía ser correcta y totalmente
determinada y entendida solo a la luz dentro del contexto de la
vitalizada tradición apostólica. Este era un elemento integral para la

1
Ibid.
2
Ibid., 4.
3
Ibid., 5-6. Esta era la auténtica sucesión apostólica en el contexto de la fe consensal
de guardar el buen depósito de la verdad, como fieles intérpretes de la Palabra de
Dios.
205

existencia del cristianismo. Pero no es que la tradición pudiera añadir


algo a lo que ya había sido revelado en la Escritura. Era más bien
porque la tradición proveyó el contexto viviente, y la dimensión
comprensiva de la verdad. Porque solo así se detectaba y capturaba la
“intención”, y “diseño” completo de la Santa Biblia, como divina
revelación. La verdad de acuerdo a Ireneo, era un veritates corpus “un
sistema bien fundamentado”, una “armoniosa melodía”, que solo se
captaba por fe. La tradición no era algo solo así como una transmisión
de legado de doctrinas tipo judaísmo, sino la vida consecuente en la
verdad. No era algo así como un núcleo fijo de ataduras de
proposiciones (enunciaciones de la verdad). Era en cambio una
penetración en el significado y el impacto de hechos revelacionales de
acuerdo a las acciones divinas. Este logro de la tradición era la
recompensa de la fe inteligente, diligenciando en el campo de la
exégesis (lo que el escritor dijo) bíblica. Porque la legítima interpretación
de la Biblia es la iglesia predicando. Eso es tradición en el sentido más
puro sobre su fidelidad a la verdad bíblica.1

Atanasio y el panorama de la fe

Nada cambió de Ireneo a Atanasio, éste último en el siglo IV. La


controversia arriana gravitaba en un problema exegético en su fase
inicial. Los arrianos habían arreglado pasajes bíblicos para defender su
posición de que Cristo era una criatura. Declararon que solo aceptaban
el foro de discusión si era sobre terreno bíblico. Usaron el método textual,
o sea, versos separados de su contexto. ¿Qué debía hacer la iglesia?
Escudarse con la mente de la iglesia, o sea, “la fe”, atesorada en sus
depósitos de comprensión bíblica. ¿Qué hizo Atanasio? Apeló a “la
regla de fe”.2 Porque solo así se restauraba el significado correcto de lo
que los arrianos interpretaron erradamente. Atanasio documentó su
responso, a que para textos aislados, se demandaba acudir a la
correcta interpretación de la dimensión total de la fe. Es decir, se
requería analizar todo lo que la Biblia (la base de la fe), significa en un
texto particular. Del otro lado, también se debía considerar el texto
inmediato y el lugar de cada frase y expresión particular. Además era
imperativo identificar el propósito exacto del autor (esto es exégesis). 3
Para Atanasio, los herejes andaban en oscuridad sobre el
ton skopon , el “alcance de la Escritura divina” que invocaba la ”regla
de fe”. Skopos para Atanasio, era el equivalente de hipothesis, que usó
Ireneo, o sea, el “verdadero designio” o “propósito” de la intención de
significado del pasaje bíblico. Skopos era un término en el lenguaje
exegético de algunas escuelas filosóficas, en particular las platónicas.
La exégesis fue un método muy relevante de la filosofía en aquel

1
Ibid.,6-7.
2 Athanasius, Selected Works and Letters ed. Phillips Schaff (Grand Rapids, MI: Christian
Classics Ethereal Library, 1892), 79.
3
Florosky, The Function of Tradition in the Ancient Church, 8.
206

tiempo. El compromiso sobre la búsqueda de la verdad era descubrir el


“punto principal” de todo un tratado. Eso para Atanasio, era la médula
del credo: “La regla de fe”. Ese era el gran fundamental principio de
interpretación, que ejercía majestuoso custodiando a la iglesia, en
oposición al “sentido eclesiástico” de interpretación privada de los
arrianos.1
Preclaro, como era Atanasio, aceptó la suficiencia de la Biblia
como sagrada e inspirada, como baluarte de la verdad. La Escritura
debe ser interpretada en su contexto viviente credo de la tradición,
bajo el total control de la “regla de fe”. Pero esta guía por ninguna
razón era una extraña autoridad que se impusiera al Espíritu Santo. Era
más bien la propia “predicación apostólica”. Esta distinción se aprecia
en la carta de Atanasio al obispo Serapion, “miremos a la verdadera
tradición, enseñanza, y fe de la iglesia católica, desde el mismo
comienzo el cual el Señor dio, los apóstoles predicaron, y los padres
preservaron, sobre la que esta iglesia está fundada”. 2 La triple
terminología que Atanasio usa, es, “tradición” de Cristo, “enseñanza de
los apóstoles”, y la “fe de la iglesia católica”. A esto le llama la
“fundación” o fundamento de la iglesia. La Biblia está incluida dentro de
“la tradición”, la cual viene de Cristo tal como ella es (la tradición). Al
final de la carta, Atanasio se refiere de nuevo al mismo asunto. “De
acuerdo a la fe apostólica entregada a nosotros por la tradición de los
padres. He entregado la tradición sin inventar nada extraño. Lo que he
aprendido, he inscrito en conformidad con las Sagradas Escrituras.” 3
Luego en otra ocasión, Atanasio afirmó que la Escritura en sí misma, es la
paradosis (tradición) apostólica.4 También es notable que en toda su
discusión con los arrianos, Atanasio en nada se refirió a “tradiciones” en
plural. En cambio el término siempre fue “la tradición”, o la tradición
apostólica, compactando el contenido integral y total de la
“predicación apostólica, que en grano entero, era “la regla de fe”. La
unidad solidaria de la tradición, era el principal y dominante centro de
convergencia del argumento en su plenitud.
Así la doctrina de la Biblia y la tradición, como fuentes separadas,
ha sido una bandera católica sostenida no por la Biblia, ni por los padres
tempranos, sino tardíamente. Como se ha explorado en esta parte, no
existe base escritural, ni de los primeros siglos, respaldo alguno a la doble
revelación, Biblia-tradición. La iglesia católica por su propio apego a su

1
Ibid., 8,9.
2
Atanasius, Ad Serapion, I. 28., in George Florosky, The Function of Tradition in the
Ancient Church (1893-1979), Chapter V of Collected Works of Georges Florovsky, vol.. I:
Bible, Church, Tradition: An Eastern Orthodox View (Büchervertriebsanstalt, Vaduz,
Europa, 1987, 73-92), 10.
3
Florosky, 10.
4
Atanasiius, ad Adelph., 6, in George Florosky, The Function of Tradition in the Ancient
Church (1893-1979), Chapter V of Collected Works of Georges Florovsky, vol.. I: Bible,
Church, Tradition: An Eastern Orthodox View (Büchervertriebsanstalt, Vaduz, Europa,
1987, 73-92), 10.
207

autoridad como tradición misma, insertó esta doctrina en su confesión


religiosa.
Después de la doctrina de la Biblia y la tradición, será explorada la
doctrina de la mariología. Abajo se abordan los temas integrantes de
esta doctrina.
CAPÍUTLO 5:
MARIOLOGÍA

Esta sección sigue un método histórico-teológico de la mariología.


Primero se cita la posición doctrinal católica sobre la virgen María.
Luego describe los cuatro dogmas marianos (madre de Dios, virginidad,
inmaculada, asunción). Finalmente, se labora sobre lo que la Biblia
informa respecto a María.

La declaración católica
(catecismo)

De entrada se importan artículos marianos para catecúmenos.


Todos los numerales, son extraídos del catecismo católico.

484 La anunciación a María inaugura la plenitud de "los tiempos"(Gal. 4,


4), es decir el cumplimiento de las promesas y de los preparativos.
María es invitada a concebir a aquel en quien habitará
"corporalmente la plenitud de la divinidad" (Col 2, 9). La respuesta
divina a su "¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?" (Lc 1,
34) se dio mediante el poder del Espíritu: "El Espíritu Santo vendrá
sobre ti" (Lc 1, 35).

485 La misión del Espíritu Santo está siempre unida y ordenada a la del
Hijo (cf. Jn 16, 14-15). El Espíritu Santo fue enviado para santificar el
seno de la Virgen María y fecundarla por obra divina, él que es "el
Señor que da la vida", haciendo que ella conciba al Hijo eterno del
Padre en una humanidad tomada de la suya.

486 El Hijo único del Padre, al ser concebido como hombre en el seno
de la Virgen María es "Cristo", es decir, el ungido por el Espíritu Santo
(cf. Mt 1, 20; Lc 1, 35), desde el principio de su existencia humana,
aunque su manifestación no tuviera lugar sino progresivamente: a
los pastores (cf. Lc 2,8-20), a los magos (cf. Mt 2, 1-12), a Juan
Bautista (cf. Jn 1, 31-34), a los discípulos (cf. Jn 2, 11). Por tanto,
toda la vida de Jesucristo manifestará "cómo Dios le ungió con el
Espíritu Santo y con poder" (Hch 10, 38).

487 Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree


acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vez
la fe en Cristo.

208
209

La predestinación de María

488 "Dios envió a su Hijo" (Ga 4, 4), pero para "formarle un cuerpo" (cf.
Hb 10, 5) quiso la libre cooperación de una criatura. Para eso
desde toda la eternidad, Dios escogió para ser la Madre de su Hijo,
a una hija de Israel, una joven judía de Nazaret en Galilea, a "una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de
David; el nombre de la virgen era María" (Lc 1, 26-27):

El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que


estaba predestinada a ser la Madre precediera a la encarnación
para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también
otra mujer contribuyera a la vida (LG 56; cf. 61).

489 A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misión de María fue


preparada por la misión de algunas santas mujeres. Al principio de
todo está Eva: a pesar de su desobediencia, recibe la promesa de
una descendencia que será vencedora del Maligno (cf. Gn 3, 15) y
la de ser la Madre de todos los vivientes (cf. Gn 3, 20). En virtud de
esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada
(cf. Gn 18, 10-14; 21,1-2). Contra toda expectativa humana, Dios
escoge lo que era tenido por impotente y débil (cf. 1 Co 1, 27) para
mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel (cf. 1 S
1), Débora, Rut, Judit, y Ester, y muchas otras mujeres. María
"sobresale entre los humildes y los pobres del Señor, que esperan de
él con confianza la salvación y la acogen. Finalmente, con ella,
excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se
cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación" (LG 55).

La Inmaculada Concepción

490 Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con
dones a la medida de una misión tan importante" (LG 56). El ángel
Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de
gracia" (Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de
su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese
totalmente poseída por la gracia de Dios

491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que


María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida
desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la
Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
210

... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda


la mancha de pecado original en el primer instante de su
concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en
atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano
(DS 2803).

492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue
"enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le
viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más
sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha
"bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los
cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada.
El la ha elegido en él antes de la creación del mundo para ser
santa e inmaculada en su presencia, en el amor (cf. Ef 1, 4).

493 Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la


Toda Santa" ("Panagia"), la celebran como inmune de toda
mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y
hecha una nueva criatura" (LG 56). Por la gracia de Dios, María ha
permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su
vida.

"Hágase en mí según tu palabra ..."

494 Al anuncio de que ella dará a luz al "Hijo del Altísimo" sin conocer
varón, por la virtud del Espíritu Santo (cf. Lc 1, 28-37), María
respondió por "la obediencia de la fe" (Rm 1, 5), segura de que
"nada hay imposible para Dios": "He aquí la esclava del Señor:
hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 37-38). Así dando su
consentimiento a la palabra de Dios, María llegó a ser Madre de
Jesús y, aceptando de todo corazón la voluntad divina de
salvación, sin que ningún pecado se lo impidiera, se entregó a sí
misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo, para servir, en
su dependencia y con él, por la gracia de Dios, al Misterio de la
Redención (cf. LG 56):

Ella, en efecto, como dice S. Ireneo, "por su obediencia fue causa


de la salvación propia y de la de todo el género humano". Por eso,
no pocos Padres antiguos, en su predicación, coincidieron con él
en afirmar "el nudo de la desobediencia de Eva lo desató la
obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe lo
desató la Virgen María por su fe". Comparándola con Eva, llaman a
211

María `Madre de los vivientes' y afirman con mayor frecuencia: "la


muerte vino por Eva, la vida por María". (LG. 56).

La maternidad divina de María

495 Llamada en los Evangelios "la Madre de Jesús"(Jn 2, 1; 19, 25; cf. Mt
13, 55, etc.), María es aclamada bajo el impulso del Espíritu como
"la madre de mi Señor" desde antes del nacimiento de su hijo (cf Lc
1, 43). En efecto, aquél que ella concibió como hombre, por obra
del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según
la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda
persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia confiesa que María es
verdaderamente Madre de Dios ["Theotokos"] (cf. DS 251).

La virginidad de María

496 Desde las primeras formulaciones de la fe (cf. DS 10-64), la Iglesia


ha confesado que Jesús fue concebido en el seno de la Virgen
María únicamente por el poder del Espíritu Santo, afirmando
también el aspecto corporal de este suceso: Jesús fue concebido
"absque semine ex Spiritu Sancto" (Cc Letrán, año 649; DS 503), esto
es, sin elemento humano, por obra del Espíritu Santo. Los Padres ven
en la concepción virginal el signo de que es verdaderamente el
Hijo de Dios el que ha venido en una humanidad como la nuestra:

Así, S. Ignacio de Antioquía (comienzos del siglo II): "Estáis


firmemente convencidos acerca de que nuestro Señor es
verdaderamente de la raza de David según la carne (cf. Rm 1, 3),
Hijo de Dios según la voluntad y el poder de Dios (cf. Jn 1, 13),
nacido verdaderamente de una virgen…Fue verdaderamente
clavado por nosotros en su carne bajo Poncio Pilato... padeció
verdaderamente, como también resucitó verdaderamente" (Smyrn.
1-2).

497 Los relatos evangélicos (cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-38) presentan la


concepción virginal como una obra divina que sobrepasa toda
comprensión y toda posibilidad humanas (cf. Lc 1, 34): "Lo
concebido en ella viene del Espíritu Santo", dice el ángel a José a
propósito de María, su desposada (Mt 1, 20). La Iglesia ve en ello el
cumplimiento de la promesa divina hecha por el profeta Isaías: "He
aquí que la virgen concebirá y dará a luz un Hijo" (Is 7, 14 según la
traducción griega de Mt 1, 23).
212

498 A veces ha desconcertado el silencio del Evangelio de S. Marcos y


de las cartas del Nuevo Testamento sobre la concepción virginal
de María. También se ha podido plantear si no se trataría en este
caso de leyendas o de construcciones teológicas sin pretensiones
históricas. A lo cual hay que responder: La fe en la concepción
virginal de Jesús ha encontrado viva oposición, burlas o
incomprensión por parte de los no creyentes, judíos y paganos (cf.
S. Justino, Dial 99, 7; Orígenes, Cels. 1, 32, 69; entre otros); no ha
tenido su origen en la mitología pagana ni en una adaptación de
las ideas de su tiempo. El sentido de este misterio no es accesible
más que a la fe que lo ve en ese "nexo que reúne entre sí los
misterios" (DS 3016), dentro del conjunto de los Misterios de Cristo,
desde su Encarnación hasta su Pascua. S. Ignacio de Antioquía da
ya testimonio de este vínculo: "El príncipe de este mundo ignoró la
virginidad de María y su parto, así como la muerte del Señor: tres
misterios resonantes que se realizaron en el silencio de Dios" (Eph.
19, 1;cf. 1 Co 2, 8).

María, la "siempre Virgen"

499 La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la


Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María (cf. DS 427)
incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre (cf. DS 291; 294;
442; 503; 571; 1880). En efecto, el nacimiento de Cristo "lejos de
disminuir consagró la integridad virginal" de su madre (LG 57). La
liturgia de la Iglesia celebra a María como la "Aeiparthenos", la
"siempre-virgen" (cf. LG 52).

500 A esto se objeta a veces que la Escritura menciona unos hermanos


y hermanas de Jesús (cf. Mc 3, 31-55; 6, 3; 1 Co 9, 5; Ga 1, 19). La
Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a
otros hijos de la Virgen María; en efecto, Santiago y José "hermanos
de Jesús" (Mt 13, 55) son los hijos de una María discípula de Cristo
(cf. Mt 27, 56) que se designa de manera significativa como "la otra
María" (Mt 28, 1). Se trata de parientes próximos de Jesús, según
una expresión conocida del Antiguo Testamento (cf. Gn 13, 8; 14,
16;29, 15; etc.).

501 Jesús es el Hijo único de María. Pero la maternidad espiritual de


María se extiende (cf. Jn 19, 26-27; Ap 12, 17) a todos los hombres a
los cuales, El vino a salvar: "Dio a luz al Hijo, al que Dios constituyó el
mayor de muchos hermanos (Rom 8,29), es decir, de los creyentes,
213

a cuyo nacimiento y educación colabora con amor de madre" (LG


63).

La maternidad virginal de María


en el designio de Dios

502 La mirada de la fe, unida al conjunto de la Revelación, puede


descubrir las razones misteriosas por las que Dios, en su designio
salvífico, quiso que su Hijo naciera de una virgen. Estas razones se
refieren tanto a la persona y a la misión redentora de Cristo como a
la aceptación por María de esta misión para con los hombres.

503 La virginidad de María manifiesta la iniciativa absoluta de Dios en la


Encarnación. Jesús no tiene como Padre más que a Dios (cf. Lc 2,
48-49). "La naturaleza humana que ha tomado no le ha alejado
jamás de su Padre...; consubstancial con su Padre en la divinidad,
consubstancial con su Madre en nuestras humanidad, pero
propiamente Hijo de Dios en sus dos naturalezas" (Cc. Friul en el año
796: DS 619).

504 Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en el seno de la
Virgen María porque El es el Nuevo Adán (cf. 1 Co 15, 45) que
inaugura la nueva creación: "El primer hombre, salido de la tierra,
es terreno; el segundo viene del cielo" (1 Co 15, 47). La humanidad
de Cristo, desde su concepción, está llena del Espíritu Santo porque
Dios "le da el Espíritu sin medida" (Jn 3, 34). De "su plenitud", cabeza
de la humanidad redimida (cf Col 1, 18), "hemos recibido todos
gracia por gracia" (Jn 1, 16).

505 Jesús, el nuevo Adán, inaugura por su concepción virginal el nuevo


nacimiento de los hijos de adopción en el Espíritu Santo por la fe
"¿Cómo será eso?" (Lc 1, 34;cf. Jn 3, 9). La participación en la vida
divina no nace "de la sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de
hombre, sino de Dios" (Jn 1, 13). La acogida de esta vida es virginal
porque toda ella es dada al hombre por el Espíritu. El sentido
esponsal de la vocación humana con relación a Dios (cf. 2 Co 11,
2) se lleva a cabo perfectamente en la maternidad virginal de
María.

506 María es virgen porque su virginidad es el signo de su fe "no


adulterada por duda alguna" (LG 63) y de su entrega total a la
voluntad de Dios (cf. 1 Co 7, 34-35). Su fe es la que le hace llegar a
ser la madre del Salvador: "Beatior est Maria percipiendo fidem
214

Christi quam concipiendo carnem Christi" ("Más bienaventurada es


María al recibir a Cristo por la fe que al concebir en su seno la
carne de Cristo" (S. Agustín, virg. 3).

507 María es a la vez virgen y madre porque ella es la figura y la más


perfecta realización de la Iglesia (cf. LG 63): "La Iglesia se convierte
en Madre por la palabra de Dios acogida con fe, ya que, por la
predicación y el bautismo, engendra para una vida nueva e
inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de
Dios. También ella es virgen que guarda íntegra y pura la fidelidad
prometida al Esposo" (LG 64).

En comunión con la Santa


Madre de Dios

2673 En la oración, el Espíritu Santo nos une a la Persona del Hijo Unico,
en su humanidad glorificada. Por medio de ella y en ella, nuestra
oración filial comulga en la Iglesia con la Madre de Jesús (cf Hch 1,
14).

2674 Desde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar


al pie de la cruz, la maternidad de María se extiende desde
entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo, "que son
peregrinos todavía y que están ante los peligros y las miserias" (LG
62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración;
María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de él: María
"muestra el Camino" ["Hodoghitria"], ella es su "signo", según la
iconografía tradicional de Oriente y Occidente.

2675 A partir de esta cooperación singular de María a la acción del


Espíritu Santo, las Iglesias han desarrollado la oración a la santa
Madre de Dios, centrándola sobre la persona de Cristo
manifestada en sus misterios. En los innumerables himnos y antífonas
que expresan esta oración, se alternan habitualmente dos
movimientos: uno "engrandece" al Señor por las "maravillas" que ha
hecho en su humilde esclava, y por medio de ella, en todos los
seres humanos (cf Lc 1, 46-55); el segundo confía a la Madre de
Jesús las súplicas y alabanzas de los hijos de Dios ya que ella
conoce ahora la humanidad que en ella ha sido desposada por el
Hijo de Dios.

2676 Este doble movimiento de la oración a María ha encontrado una


expresión privilegiada en la oración del Ave María:
215

"Dios te salve, María [Alégrate, María]". La salutación del Ángel


Gabriel abre la oración del Ave María. Es Dios mismo quien por
mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración se atreve
a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto
sobre su humilde esclava (cf Lc 1, 48) y a alegrarnos con el gozo
que El encuentra en ella (cf So 3, 17b)

"Llena de gracia, el Señor es contigo": Las dos palabras del saludo


del ángel se aclaran mutuamente. María es la llena de gracia
porque el Señor está con ella. La gracia de la que está colmada es
la presencia de Aquél que es la fuente de toda gracia. "Alégrate...
Hija de Jerusalén... el Señor está en medio de ti" (So 3, 14, 17a).
María, en quien va a habitar el Señor, es en persona la hija de Sión,
el arca de la Alianza, el lugar donde reside la Gloria del Señor: ella
es "la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21, 3). "Llena de
gracia", se ha dado toda al que viene a habitar en ella y al que
entregará al mundo.

"Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu


vientre, Jesús". Después del saludo del ángel, hacemos nuestro el
de Isabel. "Llena del Espíritu Santo" (Lc 1, 41), Isabel es la primera en
la larga serie de las generaciones que llaman bienaventurada a
María (cf. Lc 1, 48): "Bienaventurada la que ha creído... " (Lc 1, 45):
María es "bendita entre todas las mujeres" porque ha creído en el
cumplimiento de la palabra del Señor. Abraham, por su fe, se
convirtió en bendición para todas las "naciones de la tierra" (Gn 12,
3). Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la
cual todas las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la
bendición misma de Dios: Jesús, el fruto bendito de su vientre.

2677 "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros... " Con Isabel, nos
maravillamos y decimos: "¿De dónde a mí que la madre de mi
Señor venga a mí?" (Lc 1, 43). Porque nos da a Jesús su hijo, María
es madre de Dios y madre nuestra; podemos confiarle todos
nuestros cuidados y nuestras peticiones: ora para nosotros como
oró para sí misma: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38).
Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la
voluntad de Dios: "Hágase tu voluntad".

"Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra


muerte". Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos
reconocemos pecadores y nos dirigimos a la "Madre de la
Misericordia", a la Virgen Santísima. Nos ponemos en sus manos
216

"ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se


ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de nuestra
muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte
en Cruz de su Hijo y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja
como madre nuestra (cf Jn 19, 27) para conducirnos a su Hijo Jesús,
al Paraíso.

2678 La piedad medieval de Occidente desarrolló la oración del Rosario,


en sustitución popular de la Oración de las Horas. En Oriente, la
forma litánica del Acathistós y de la Paráclisis se ha conservado
más cerca del oficio coral en las Iglesias bizantinas, mientras que las
tradiciones armenia, copta y siríaca han preferido los himnos y los
cánticos populares a la Madre de Dios. Pero en el Ave María, los
theotokia, los himnos de San Efrén o de San Gregorio de Narek, la
tradición de la oración es fundamentalmente la misma.

2679 María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos,


nos adherimos con ella al designio del Padre, que envía a su Hijo
para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado,
acogemos (cf Jn 19, 27) a la madre de Jesús, hecha madre de
todos los vivientes. Podemos orar con ella y a ella. La oración de la
Iglesia está sostenida por la oración de María. Le está unida en la
esperanza (cf LG 68-69).1

Puede apreciarse cómo la iglesia católica inserta la doctrina de la


mariología en la doctrina del Hijo y la de la oración. De esta manera
la mariología queda como parte integral de la doctrina de la Trinidad y
de la intercesión. De acuerdo a Juan Pablo II, autor del catecismo,
como pontífice, declara a María como objeto de fe. Es decir, María
por su relación con la humanidad de Jesús, es deificada, de manera
muy bien elaborada. Se hace por hiperdulía, es decir no como idolatría,
sino como hiperdulía (culto a María; dulía a los apóstoles y santos).

María madre de Dios

“Llena de gracia”, es el punto de partida de la teología católica


para asentar su fe en María como madre de Dios. El argumento primario
es en contra de Nestorio,2 en que María no puede ser madre de dos

Ioannes Paulus Pp II, Catecismo Católico, secciones “El Hijo” y l “Oración”.


1

2
Nestorio quien era patriarca de Alejandría (428), tuvo problemas con las dos
naturalezas de Cristo en relación con teotokos, madre de Dios. Para él la palabra
“distinta” significaba separada. Entendía al Logos divino y al Jesús humano como dos
217

personas físicas en Cristo. El concilio de Éfeso en el 431 presidido por


Cirilo, afirmó que teotokos significa que María es madre de Dios, o sea,
que no separa a las dos personas, sino que une a las naturalezas. Que la
Biblia no dice “madre de Dios”, pero sí “madre de Jesús” o madre del
Señor. Es decir, como Jesús es Dios verdadero, todo pasaje que
relaciona a ella con Jesús, afirma su maternidad divina. Ella es madre de
Dios por la concepción, gestación, y acto de parto. Que el hijo que ella
iba a concebir, sería llamado Emanuel. De acuerdo a la argumentación
católica, la maternidad de María se prueba de diferentes maneras.
Primero porque el Credo de los Apóstoles confiesa que Cristo nació de
la virgen María. Esta declaración revela dos verdades: Que ella es la
madre de Cristo, y por tanto la madre de Dios. Segundo que los padres
de la iglesia rindieron confesión a la maternidad divina de la virgen
María. 1 Ambos argumentos sufren de seriedad, por estar
fundamentados sobre bases no bíblicas, por tanto se volatilizan. Los
padres de la iglesia, no son infalibles fuentes de doctrina. Peor es la
tradición como fuente, porque ya se probó que carece de respaldo
bíblico.

Teología de María
Madre de Dios

Confrontación de argumentos. Nestorio contendía que era idea


pagana afirmar que Dios engendró un ser divino de una mujer, y que
María engendró un hijo divino. El argumento católico es que la
maternidad de María fue por unión hipostática (dos sustancias, la divina
y la humana). Es decir, fue posible porque ella concibió al logos divino.
Que toda madre concibe no solo el cuerpo, sino la persona de su hijo.
Que lo mismo sucedió con María. El argumento persevera en que la
concepción de Cristo dio lugar a tres eventos: 1. La formación del
cuerpo de Cristo vía ovular. 2. La creación e infusión del alma en el
cuerpo, y, 3. La unión hipostática del cuerpo y del alma con la persona

personas separadas que estaban unidas en alguna forma de unión que pudiese
entenderse en relación moral. O sea, para la fe, pero no en la realidad. Creía que el
Hijo de Dios se unió al niño o al hombre llamado Jesús en base a la propia excelencia
moral de Jesús. Y así Jesús nació, hasta su virilidad o adultez, que experimentó hambre
y sed, sufrió dolor y fue crucificado, muerto y sepultado. El Hijo de Dios, en el otro
extremo, no pasó por ninguna de estas experiencias. Tanto fue el pensamiento de
Nestorio, que enseñaba que el hombre Jesús debía ser adorado . Él era una persona
totalmente diferente, por no ser capaz de experimentar nada humano. Greg Hutinger
“La Teología de los Credos Antiguos Parte 3: La Fórmula de Calcedonia” (Cornerstone
en Roseville 2002), 1-5,
1
Joseph Pohle, Mariology. A Dogmatic Treatise on the Blessed Vrigin Mary, Mother of
God (ST. Louis: Freigbur,[ Baden] Germany, Herder, 1914), 5-9. Book Online.
http://www.archive.org/stream/mariologydogmati00pohl#page/n5/mode/2up
218

divina del logos. Que todo esto sucedió por milagro misterioso. 1 Los
católicos añaden que Cristo es una persona indivisible, como el eterno
Hijo engendrado del Padre, y concebido en María. Por tanto, ya que su
persona no puede ser dividida, ello confirma a María como madre de
Dios. Estos argumentos implican dos absurdos. El primero es que María
recibió adopción de papel de divinidad compartida funcionalmente. Es
decir, por su papel materno fue convertida en progenitora de divinidad.
El segundo es que Dios sujetó la divinidad al ser humano para poder
salvar a la humanidad.
Dignidad de María como madre de Dios. La argumentación de su
maternidad divina sigue. Al ser llena de gracia, sucedieron dos
verdades. La primera es que ontológicamente (el ser de una persona),
María obtuvo la dignidad objetiva de esa realidad maternal. O sea, su
maternidad se convirtió en maternidad divina intrínsecamente (por sí
misma), por la misma virtud concedida por Dios. La segunda verdad es
por ética. ¿Qué significa? Que su conexión a las prerrogativas divinas
otorgadas por su exaltado oficio, lo establece. Así como en Cristo hay
unión de sustancias de manera misteriosa, y llega a ser Dios-hombre, en
la maternidad de María sucede de manera real por su lazo madre-hijo.
Esto concede dignidad a su maternidad sobrenatural pura y santa.2
El propósito de la dignidad de la maternidad divina. La distinción
de la dignidad de la maternidad divina se dio en tres dimensiones de
privilegio. La primera fue otorgarle un rango superior al del ser humano.
La segunda es la centralidad de su jerarquía sobre toda otra criatura. La
tercera es que eso la convierte en intermediaria entre Dios y el universo.
Así, el rango de María es trascendente. O sea, traspasa la historia y
penetra en la fe y doctrina de la iglesia con caracteres eternos. Entra en
relación única con el Hijo, y con la Trinidad. Luego entra en relación
única con el Padre, por ser la madre del Hijo Dios hombre. Entra en una
dimensión de filiación tipo adopción a la Deidad.3 Entra en relación con
el Espíritu, por cuanto él fue el producto de la unión del aliento del
Padre y del Hijo. El papel de ella viene a ser como de “esposa”, ya que
el fruto de su matriz fue supernatural.4 Luego su relación con la iglesia, es
como el cuello o más bien el corazón, y Cristo la cabeza. De este modo,
ella es una intermediaria en una función secundaria, pues debe su
intercesión a la efectividad de la gracia de Cristo.5 Así mismo, “llena de
gracia” conlleva a que su santidad interior llega a ser súper abundante
por su privilegio de filiación de maternidad divina. Su santidad es inferior
a la de Cristo en su concepción, pero sobrepasa a la de todo santo.
Solo una diferencia debe señalarse entre ella y el sacramento del orden

1
Ibid., 9-11.
2
Es decir, la concepción supernatural, santificó el vientre de María y por tanto su
maternidad. Ibid., 14.
Entra en una intimidad de filiación con el Padre y la Trinidad como “hija adoptiva”
3

,única en todo el universo. Ibid., 16-17.


La iglesia ve en María algo como la “esposa” del Espíritu. Ibid., 17,18.
4
5
Ibid., 20-21.
219

o sea el de sacerdocio. Esta es que ella no posee esta investidura, sino


que Dios se la dio a Pedro y a los demás apóstoles. Pero ella poseyó el
don profético, de lenguas y de milagros desde el pentecostés.1
De forma interesante, Ambrosio niega la adoración a María, lo
que niega a su vez su maternidad divina. Su afirmación y negación a la
vez es así: “La virgen María era el templo de Dios [su vientre], no el Dios
del templo [la humanidad de Jesús]”. 2 Luego Ambrosio declara que
María no debe ser adorada.3
La argumentación sobre dignidad de maternidad divina oscurece
la verdad de la anatomía teológica de la iglesia. El dogma mariológico
pro madre de Dios, naufraga frente a la revelación. El caudal bíblico es
holístico sobre la plenitud existencial de la iglesia. Hay solo dos entidades
ontológicas (todo el ser de una sustancia), que forman la unidad
eclesiológica. Una es Cristo y la otra es la iglesia. Cristo es la cabeza, y la
iglesia es el cuerpo. No hay una tercera entidad entre la cabeza y el
cuerpo, o como “el cuello” o “el corazón”. María es parte del cuerpo
místico o espiritual, de la cabeza como un todo. El evangelio revela
que Cristo salvó a “la iglesia”. Cristo no es la iglesia, sino su redentor. La
cabeza siempre será divina-humana. El cuerpo es solo humano. La
divinidad no nace, pues sería negar su naturaleza eternal. Luego si
nace, implica necesidad. Porque maternidad implica nacimiento. Y si
Dios nace, ya no es Dios.
La foránea doctrina de la maternidad divina, genera así una
teología con implicaciones políticas y de resultados cuantitativos. Del
lado político, incorpora a María dentro del gobierno evangélico divino.
Eso significa que la Trinidad añadió un cuarto elemento en la política
divina de liderazgo universal. La iglesia católica nunca pensó en las
consecuencias eternas al fabricar esa teología. Porque si María pasó a
la adopción de la Trinidad como intercesora, tiene que quedar allí por la
eternidad. Sin embargo, el tiempo de gracia termina con la segunda
venida. Su función acaba allí, igual que la intercesión de Cristo. Pero
Cristo es Dios por naturaleza. María es humana por naturaleza. De modo
que en la eternidad ella sería desafiliada de la Trinidad ya que termina
el ministerio mediador. Pero, ¿cómo es que su maternidad es divina, si
caduca en la segunda venida? Luego los resultados cuantitativos se
vuelven inevitables, ya que los feligreses pagan promesas hechas a
María, junto con los milagros que se dicen ella ha hecho.
Además, el dogma de madre de Dios, ejerce un universal y
omnipresente efecto psicológico. El ser humano es inclinado a la familia
por creación y sociología. De manera que la doctrina de “madre de
Dios”, vincula emocionalmente al feligrés hacia Dios. El papel femenino
se vuelve sublime y enternecedor para quien vive la soledad, el estigma
social, y el vacío familiar. Más todavía lo es por ende, como lazo
1
Ibi., 28-33.
2
Ambrose, Selected Works and Letters, 10.3.9. ed. Philip Schaff (Grand Rapids, MI:
Christian Classics Ethereal Library, 204), 323.
3
Ibid., 320.
220

vinculatorio dentro la religión, teniendo una madre en la Trinidad. Sin


embargo, de manera sutil, esta psicología, reduce la lealtad a la
Trinidad, apelando a los vínculos maternales. El feligrés que no distingue
el atentado teológico que este dogma produce, se desborda en fe
ingenua, sin fundamento ni esperanza, porque no tiene respaldo de
Dios.

Inmaculada concepción

Del dogma de maternidad divina, se desprende obligada, la


inmaculada concepción o sea, libre del pecado original. La iglesia
católica confiesa que todo ser humano nace con pecado original. Esta
fue una interpretación agustiniana. 1 Que en cuanto a María, su
concepción no fue como la natural como todo embrión humano
producto de un acto procreativo de sus padres. La concepción de ella
fue diferente. Dios infundió su inmaculada alma en el recipiente
corporal que Joaquín y Ana habían preparado. De esta manera ella
nació exenta de pecado original.2
La tradición sobre Joaquín y Ana. De acuerdo a la tradición,
Joaquín, marido de Ana, era de Nazaret. La iglesia afirma que Elí es el
equivalente de Joaquín de Lucas 3. Estos datos que no son bíblicos;
vienen del protoevangelio de Santiago, una obra apócrifa allá por el
siglo II d.C. Se afirma que Santiago, era el mismo Santiago, hermano de
Jesús. En cambio parece que era un ex pagano, convertido al
cristianismo pero ignorante de las costumbres judías, y del hebreo. Quien
lo mencionó por primera vez fue Orígenes (m. 254). El papiro más
antiguo de los 140, se conoce como Papiro Bodmer V, en la biblioteca
Bodmer, Génova, Italia. En esa leyenda, Joaquín aparece como un
hombre rico, caritativo con los pobres de Jerusalén. Debido a que Ana
era estéril, el pueblo ordenó hacer sacrificios. Joaquín se va al desierto a
hacer penitencia por cuarenta días. Ángeles le aparecen con la
promesa de que tendrán un hijo. Joaquín regresa. Desde entonces la
fiesta a San Joaquín es cada 16 de agosto, y las de Santa Ana el 26 de
julio.3
Por el siglo XIV, el arte medieval se ocupó de la inmaculada
concepción, secundado por los escritos del franciscano Donus Scotus, o
Escoto. Cuando Joaquín regresó a Jerusalén, se encontró con Ana, en
la Puerta de Oro que representaba la concepción de María. Después la
presentaron en el templo, trayendo Joaquín una vara florecida como
señal de elección divina del matrimonio para el nacimiento de María.
Por eso el papa Sergio estableció la fiesta del nacimiento de María el 8
de setiembre. Así, el efecto mariano de inmaculada concepción,
adquirió los más grandes atractivos desde el siglo XIV. Desde entonces

1
Augustine, The City of God 2. 13 . 27 (ed. Phillips Schaff. The Nicene and Post Nicene
Fathers, Ages Digital Library Collections, 1997), 697.
2
Joseph Pohle, Mariology, 39.
Wikipedia, “Joaquín padre de María”.
3
221

el arte esculpió cuadros de Joaquín y Ana abrazándose, y ella besando


a su esposo, como símbolo del nacimiento milagroso de María. Las
enseñanzas de Scotus sobre inmaculada concepción, dieron lugar a
grandes debates. De acuerdo a Scotus, Dios preservó a María de
contaminarse del pecado original desde su concepción. Concepción
que como se dijo arriba, se afirma, no fue natural, sino milagrosa, sin
intervención masculina. Debido a los debates sobre inmaculada
concepción, no fue hasta el 1854, en que el dogma mariano fue
oficializado.1
La iglesia católica, basada en ese dogma, declara que la
redención de María es de otra categoría a la del redimido normal,
apelando a la Escritura. En su caso, ella recibió la pre redención. Es
decir, recibió la infusión de gracia santificante en su alma, justo después
de su creación como criatura. Fue igual que la del alma de Adán y Eva,
que en forma simultánea fueron santos desde su creación.2 Luego se
acude a Génesis 3:15, que Cristo es quien aplasta a la serpiente, y la
mujer es María. De allí se salta a Lucas 1:28 y 1:42, “llena eres de gracia”
y “bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. También
añaden que el saludo de Gabriel representa el más alto favor divino de
forma de gracia, junto con estado impecable.3
Para el catolicismo, la impecaminosidad de María era solo un
poco menor que la de Dios y de Cristo. Esta afirmación se basa igual, en
el dogma de inmaculada concepción y perpetua virginidad.4
Así mismo, se enfatiza que el saludo de Elizabeth, en gunaixin (Luc.
1:42),” bendito el fruto de tu vientre”, proviene del énfasis hebreo, “el
fruto de tu vientre es el Hijo de Dios”.5 Esto se hace para reafirmar la
maternidad divina de María, junto con su estado impecable. En cuanto
al hebreo, no hay traducciones hebreas de Lucas, sino del griego, que
es, “bendito el fruto de tu seno”, y eso es todo. Elizabeth no agregó más.

La perpetua virginidad

El dogma mariano incluye la perpetua virginidad. Se afirma que


ella fue virgen antes del parto, durante y siempre. Toda la

Michelle A. Erhardt, “The Immaculate Kiss Beneath the Golden Gate: The Influence
1

of John Duns Scotus on Florentine Painting of the 14th Century” (Franciscan Studies,
Volume 66, 2008, pp. 269-280. Franciscan Institute, 2008), 2-5.
2
Joseph Pohle, Mariology, 41-42.
3
Ibid., 44.
4
Ibid., 73-77. Según la confesión católica, María no fue impecable como Adán y Eva
en su estado original, no sujetos a muerte y sufrimiento. Pero la misma justicia original
definida como impecable, corresponde a María, incluso mayor que la de Adán y Eva.
Más aún, ella estaba exenta de pecado de acto, o sea personal. Es decir, no solo
tenía una naturaleza impecable desde su concepción, sino que no pecaba frente a
las tentaciones.
5
Ibid.
222

argumentación, se basa en los escritos de los padres de la iglesia.1 El


único pasaje bíblico usado es el que cita Ambrosio (siglo V):

Que escuchen el símbolo (Credo) de los apóstoles que la Iglesia


romana guarda y custodia intacto... Ésta es la virgen que concibió
en su seno, ésta es la virgen que dio a luz un hijo... Porque Isaías no
dijo solamente que una virgen concebiría, sino también que daría
a luz un hijo. Ahora bien, ella es la puerta del santuario, la puerta
oriental que permanece siempre cerrada y de la que se dice que
nadie atravesará, sino solamente el Dios de Israel (Ez 44,2). Ésta es
la puerta bendita de María; de ella se escribió: El Señor pasará a
través de ella y se cerrará después de su paso, porque concibió
virgen y dio a luz siendo virgen (carta 42). Y la llamaba la siempre
Virgen (aeiparthenos en griego).2

En cuanto a Ezequiel 44:2, es una profecía no cumplida, que trata


sobre el templo. No guarda ninguna relación hermenéutica
(interpretación), ni exegética (lo que significó para el autor), con María.
Es manipular el pasaje. El profeta estaba viendo el templo y no a una
persona. El profeta era hebreo, por tanto no vio nada allí ajeno a la
revelación bíblica.
¿Qué hallamos de Ambrosio, sobre la virginidad de María? Él
mismo dijo que “cuando María estaba esposada a José, antes de que
ellos vinieran a estar juntos, se encontró que estaba con el niño
[embarazada, por obra], por el Espíritu Santo”. 3 Es decir, Ambrosio,
asume que María sería la esposa de José por ley judía. Por tanto vivirían
como marido y mujer en forma propia del matrimonio en su intimidad
sexual. Además de esto, cuando Jesús nació abrió el vientre de María.
“Todo varón que abriere la matriz…” (Luc. 2:23). Es suficiente contra la
perpetua virginidad.

La asunción de María

Para respaldar el dogma mariano de la asunción, la iglesia apela


a fuentes no bíblicas. Se cita a varias fuentes, como es el caso de
Gregorio de Tours en el año 590:

Los apóstoles se repartieron por diferentes países para predicar la


palabra de Dios. Más tarde, la bienaventurada María llegó al fin
de su vida y fue llamada a salir de este mundo. Entonces, todos
los apóstoles vinieron a reunirse en la casa de María y, al saber
que debía salir de este mundo, permanecieron todos juntos
velando. De repente, el Señor apareció con sus ángeles, cogió su

1
Ángel Peña, María Madre Nuestra, (Vicario Provincial del Perú, Lima, Perú, 2008), 18-
21.
2
Ibid., 19-20.
3
Ambrose, Selected Works and Letters, 10.2.5., 275.
223

alma, se la entregó a Miguel, el arcángel, y desapareció. Al


amanecer, los apóstoles tomaron el cuerpo, lo pusieron sobre una
camilla y lo colocaron en una tumba, velándolo mientras
esperaban la venida del Señor. Y, de nuevo, se presentó el Señor,
de repente, y mandó que el santo cuerpo fuera levantado y
llevado al paraíso sobre una nube. Allí, reunido con su alma [el
cuerpo] se llena de gozo con los elegidos de Dios y disfruta de las
bendiciones de la eternidad, que nunca terminarán.1

Es curioso, que los apóstoles se reunieran, y recibieran novedades


incluso doctrinales. Santiago estaba muerto, y todos los demás se
habían dispersado o separado a diferentes lugares, quizá, muy lejanos.
Luego Dios aparece cogiendo el alma. ¿Cómo fue que la cogió, si la
doctrina católica afirma que el alma es incorpórea y se va al cielo al
morir el cuerpo? ¿Cómo es que Miguel tomó entonces el alma de
María, si ya se había ido? Luego, ¿cómo fue que los apóstoles se
quedaron velando mientras esperaban a Jesús en su venida? ¿Acaso
no se fueron a su misión cada uno? ¿Cómo es que se quedaron en la
casa de María, que no era otra que la casa de Juan, ya que Cristo la
dejó a su cargo cuando estaba en la cruz? Juan se fue al Asia Menor, a
Edesa de repente. ¿Entonces los apóstoles se quedaron con Juan allí?
Luego Dios sorprende a los apóstoles y ordena que su cuerpo sea
llevado al paraíso. Allá se le unió el alma. Otro problema surge aquí. Los
apóstoles no creían en la inmortalidad del alma porque eran hebreos, y
no helenistas o platónicos. ¿Cómo es que Dios cambió su revelación
sobre la naturaleza humana como una unidad indivisible? Ahora los
apóstoles no sabrían que enseñar en adelante. Estarían obligados a
predicar una doctrina nueva, griega, y no hebrea. Lo extraño es que
Pablo mismo, siguió enseñando la verdad que aprendió, que la
inmortalidad solo es de Dios (1 Ti. 1:17).
La iglesia dogmatizó la asunción de María. Fue el Papa Pío XII en
el año 1950, declarando que, “para gozo y alegría de toda la Iglesia,
con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados
apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y
definimos, ser dogma de revelación divina, que la inmaculada madre
de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue
asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.2
Ahora, ¿qué relata la Biblia sobre María? Hasta aquí se ha descrito
la doctrina católica sobre mariología. Pero debemos acudir a la
Escritura para conocer la genuina verdad sobre María madre de Jesús.

1
Gregorio de tours, Lib. 1 miraculorum: in gloria martyrum c.4, en . Ángel Peña, María
Madre Nuestra, 24.
Pío XII, “Bula Munificentissimus Deus” 1 de noviembre de 1950, en Ángel Peña, María
2

Madre Nuestra, (Vicario Provincial del Perú, Lima, Perú, 2008), 25.
224

La Biblia y la mujer
de Génesis 3:15

La única fuente autoritativa sobre toda doctrina cristiana es la


Biblia, porque ella es el canon, y fuera de su infalible atributo nada
puede ser sostenido como doctrina. La Biblia es la única fuente eterna
de revelación como ya se estudió antes. El problema está en usar otras
fuentes como la tradición y los concilios. Con todo, es pertinente
establecer las bases bíblicas sobre Jesús en relación a María. De manera
que siguiendo el curso metodológico, esta parte describe el escenario
canónico sobre el tema. Es decir, se estudia todo lo que la Biblia
menciona sobre María, si tiene relación con alguna analogía, o si tuvo
privilegios sobrenaturales.

La mujer de Génesis 3

¿Hay alguna analogía entre la mujer de Génesis 3: 15, con María?


O, ¿hay también una analogía entre Eva y María, como es el caso de
Agar y Sara? De acuerdo al relato de Génesis 3:15, la mujer presenta las
siguientes características: Vigente desde la caída hasta el fin del
mundo, metáfora espiritual de los justos hasta el fin, enemiga de Satán
como depósito de la verdad, ascencendente del Mesías, y la causa de
la salvación. En cuanto si hay relación analógica entre Eva y María, no
existe ningún pasaje que conecte a ambas, excepto que ambas fueron
mujeres. Que Eva es progenitora ancestral de María, y que ambas
tuvieron que ver con los Adanes. Eva la esposa de Adán y María la
madre del segundo Adán. Eva quedó bajo gracia, y María
descendiente remota en la historia, vivió igual bajo la gracia.

La vigencia de la mujer
desde la caída hasta
el fin

“Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre su simiente y la


simiente tuya…” (Gen. 3:15). En primer lugar, la mujer connota aquí la
dimensión histórica religiosa en el curso lineal del conflicto entre el bien y
el mal. La mujer y la serpiente vivirían aquí hasta el último momento de
la historia. Ella siempre seguiría en la tierra hasta el desenlace final de la
guerra en términos morales sobre el carácter de Dios. Ella estaría
siempre representando la geografía religiosa-espiritual de parte de Dios,
frente a todos los representantes del mal, con su autor, la serpiente
Satán detrás. Ella no se iría para ninguna parte o región cósmica. No iría
para el cielo, sino hasta que termine la gran controversia, porque por
eso fue separada de la simiente del diablo. En segundo lugar, ambos, la
mujer y la iglesia, tendrían su simiente. Ambas simientes combatirían por
dominio, una por la verdad y la otra por todo lo contrario a ella. Ambas
simientes llegarían hasta el fin de la historia de la tierra. La simiente de la
225

mujer enfrentaría a la simiente de la serpiente o sea de Satanás. La


simiente de Satanás sería la atacante. El ataque sería sobre el gobierno
de Dios, porque por eso cayeron Adán y Eva. El gobierno de Dios tiene
que ver con su ley, que equivale a su carácter. Su carácter se revela por
su decálogo. Por tanto la mujer, y su simiente, estarán siempre juntos al
lado del carácter de Dios hasta el clímax de la historia y por la
eternidad.

Como metáfora espiritual


de los justos hasta el fin

“La mujer” de la promesa de Génesis 3:15, proyecta fulgores de


luz como metáfora de los justos, o sea, como la iglesia de Dios desde
Adán hasta la venida del segundo Adán. La mujer vuelve a aparecer en
las parábolas de Cristo, en Efesios, y en el Apocalipsis. En los tres
géneros, representa siempre a la iglesia de Dios, o sea, a los justos. En el
caso de las parábolas (Mt. 13:33; Luc. 15:8), su dimensión escatológica
es la iglesia triunfando hasta el fin. Es ella y el evangelio que llegan hasta
el festival de cosecha de la predicación. En Efesios (5: 25-26), ella
representa a la iglesia por la que Cristo entregó su vida. Ella siempre
aparece como dependiente absoluta de Cristo. En Apocalipsis (12:1,4-
6,13-17), ella da a luz al Mesías vía María, el cual es buscado a muerte,
es perseguida, y finalmente aparece custodiada por la verdad (el sol y
la luna, símbolos del Antiguo y Nuevo Testamento). Con la excepción de
que el Mesías descendió de María, la palabra “mujer”, siempre alude a
la iglesia en todo el panorama histórico.

Enemiga de Satanás
como depósito de
la verdad

“Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu simiente y la


simiente tuya. Ella te herirá en la cabeza y tú le herirás en el calcañar”
(Ge. 3:15). El factor conflicto entre simientes, involucra a la iglesia,
porque de ella vendría la simiente. La mujer representa a la iglesia
porque es el remanente de Dios con el estandarte de la verdad. En su
momento, de acuerdo a la analogía y profecía, la mujer daría su fruto
que sería el Mesías. Ella iría en pos del Mesías porque el conflicto o
combate se daría entre simientes. La mujer queda al amparo de la
victoria de su simiente. El gran centro de controversia sería la verdad
sobre el gobierno de Dios en la tierra. La simiente de Satanás, hija de él,
odia todo lo que tenga que ver con la verdad. Atacaría todo principio
que la mujer atesore. Quien vence a Satanás es la simiente, o sea, el
Mesías. La mujer seguiría amparada a la obra del Mesías, llevando el
depósito de la verdad.
226

Ascendiente
del Mesías

“La mujer” también posee la característica de ser ascendiente del


Mesías. Pero es la mujer, y no una persona la que Moisés registra
inspirado. El tema dominante histórico-teológico, es la mujer y la
simiente, o sea, la iglesia y Cristo. María fue el vaso humano honrado por
Dios para dar a luz, como judía en la forma natural de un parto de
nueve meses. Porque Dios estableció las leyes naturales de engendrar
hijos desde la matriz hasta el alumbramiento. Esto es lo que la ciencia
natural ofrece en razón de todo nacimiento de bebés. Y el niño Jesús no
fue la excepción excepto que el Espíritu Santo hizo sombra en ella en
vez de la semilla masculina (Luc. 1:35). El Mesías vendría de la “mujer”, o
sea, de la iglesia como entidad representante o mejor dicho, como el
remanente de Dios. Ella sería el instrumento institucional, moral, para que
el Mesías ingresara en la historia.

La mujer, la causa
de la salvación

La “mujer” de Génesis 3: 15, es una entidad al amparo del rescate


de la gracia, representando a toda la familia redimida, desde la pareja
caída, hasta la última persona que ingrese al paraíso del evangelio.
Generaliza a todos los fieles de toda época en la historia, los cuales
fueron redimidos con sangre de la simiente, el Mesías. La cruz se aprecia
detrás de las palabras de Dios en el pasaje, por cuanto fue herido su
talón. El Mesías y la mujer son los protagonistas en la contienda moral
contra la simiente de Satanás. La mujer no tiene privilegio alguno de
santidad interior, porque toda ella es comprada legalmente por pacto
de obediencia y sacrificio entre el Mesías y el Padre. Eva y María forman
parte de esa compra, porque son parte de los rescatados por justicia y
gracia. El escenario redentor que revela el pasaje, no exime a una sola
persona en toda la historia de la humanidad hasta el retorno del Mesías.
Todos los redimidos sin excepción, aparecen vestidos de justica ajena.
Todos los reunidos por el Espíritu, rodean el redentor colgado,
ensangrentado, y victorioso, porque todos pecaron. Ninguno nació
inmaculado porque, son la iglesia, la mujer caída de la gloria moral. Solo
el Mesías, es inmaculado por misterio al ser engendrado por el Espíritu
Creador, pero él no es la mujer, sino su salvador. Al depender de la cruz,
y estar allí como mujer, la iglesia vive la salvación igual para todos.
Nadie goza de un grado de salvación particular. Todos son la mujer. No
hay individuos privilegiados con pureza inherente. Se trata de salvación
de la raza caída, incluyendo a María. La verdad sobre el reino del
pecado universal, se enfrenta allí con la verdad de la gracia universal. Y
María no es la mujer de Génesis 3, porque esa “mujer” no es una
persona, sino la esposa del Nuevo Adán, la cual aparece después de su
“sueño”, la muerte en la cruz, como su “costado”, o “costilla”.
227

María en la Biblia

¿Qué dice el Nuevo Testamento, sobre María? Vamos a explorar


su ascendencia en la genealogía, su nacimiento, su papel de
prometida, su estado moral, su maternidad, su papel de esposa, y su
vida después de pentecostés. ¿Qué dice el Nuevo Testamento, de las
realidades arriba presentadas? Abajo se explora.

María, una hija israelita

María como hija en Israel. La virgen María era judía, hija al parecer
de Elí (Luc. 3:23), aunque Lucas relaciona a éste como padre de José.
Pero no puede ser que José tuviera dos padres biológicos porque
Mateo reporta que su padre fue Jacob (Mt. 1:16). Y Jacob no es el
mismo Elí, porque el padre de Jacob fue Matán (1:15), mientras que el
padre de Elí fue Matat (Luc. 3: 24). El Espíritu no se confunde en sí mismo,
ni confunde al lector. Ambas genealogías, amparan el rango de realeza
davídica a José en Mateo, y a María en Lucas. Ambos eran
descendientes de David. José fue hijo genealógico de Salomón, hijo de
David (Mt. 1:6), en tanto María fue hija genealógica de Natán, hijo de
David (Luc. 3:31). Lo que pasa es que Lucas protege a María de honor
dentro de la cultura hebrea. La mujer no era tratada como el hombre.
Por tanto, el evangelista guiado por el Espíritu, emparenta a José con Elí
como hijo de éste, pero en términos de parentela cultural o política. Elí
era el padre de María, y José por ser el yerno, entraba en relación de
hijo o sea ahijado. Sin embargo, aún si el lector se confundiera, y negara
esta relación de ahijado, esto no es problema en cuanto a María, hija
israelita. Pero no existe ninguna relación de María bajo paternidad de
Joaquín y Ana. Estos nombres y por tanto personas, son figuras
mitológicas, o legendarias. El evangelio, revela que María era una
doncella de Nazaret prometida a José (Luc. 1:27).

El nacimiento de María

¿Qué datos hay, si los hay, sobre el nacimiento de la virgen María?


Vivía en Nazaret (Luc. 1: 26-27), pero era oriunda de Belén, la ciudad de
David su padre, igual que su esposo José (Luc. 2: 4-5). María nació por
tanto en Belén, si seguimos el relato Lucano. No era una virgen prodigio
en su comunidad Beleana porque nada se dice de algo supernatural
de su nacimiento, y menos de su concepción. Sus padres, eran hebreos,
o sea judíos, fértiles, es decir ambos capaces de procrear hijos, porque
María nació de ellos. No aparece la palabra estéril, o su padre yendo al
desierto por la misma causa. No hay nada de visita angelical a su padre
en el desierto. No hay nada sobre un evento sobrenatural, místico o
mistérico, sobre su nacimiento. Ella nació como nació toda hija judía. De
otra manera el Espíritu hubiese revelado eso al evangelista. Nació en
Belén como implica Lucas. No hay prodigio alguno detrás de su
228

nacimiento. Al vivir en Nazaret se mantuvo en los deberes domésticos


de toda virgen hasta casarse, como era de esperar de toda doncella
hebrea.

El papel de prometida

María estaba comprometida en matrimonio con José (Luc. 1:27).


El matrimonio en Israel, era una experiencia de marido y mujer. La
relación sexual, era parte de la experiencia conyugal como Dios lo
estableció. María ya era esposa por compromiso legal. Pasaría un poco
de tiempo, y ella sería la esposa del viudo José, padre de cuatro hijos
(Santiago, José, Simón y Judas [Mt. 13:55]). De manera que la virgen
viviría con su esposo el resto de su vida, hasta que la muerte los
separara. Como esposa proveería su deber conyugal a su marido.

El estado moral de María

La virgen María había nacido en Israel dentro de la cultura


hebrea, bajo gracia, como cualquier otro judío (Luc. 1:47). No poseía un
estado impecable porque ningún hebreo entendió así desde la caída
de Adán y Eva. María sabía que los sacrificios en Jerusalén la incluían.
Como hebrea, sabía que todo niño en el vientre de su madre obtiene
las tendencias de ella (Sal. 51:5). Su padre genealógico, David había
ilustrado sobre esta realidad moral de toda criatura desde la caída. Ella
era una israelita sin excepciones como descendiente de Eva. Es cierto
que todo infante es inocente ante Dios, pero eso no significa que
aquello neutralice sus tendencias heredadas. Esta es una ley que solo al
bebé Jesús no afectó por protección del Espíritu (Luc. 1:35). ¿Estaba ella
consciente de esta realidad heredada? ¿Era esto el pecado original?
No. Las tendencias son conductas heredadas de nuestros padres. Pero
no tienen relación con culpa y pecado heredado. El pecado es del que
lo comete y no del inocente (Ez. 18:4). El hecho mismo de traer su
ofrenda al templo cuando nació Jesús, muestra que María, entendía el
problema del pecado bajo el que había nacido (Luc. 2:24, 41). La
tórtola era por expiación (Lev. 12:6). Esto la involucraba.

La maternidad de María

María engendró a Jesús por obra del Espíritu Santo (Luc. 1: 34-35).
Pasó por toda la experiencia del embarazo hasta el alumbramiento,
como toda madre desde Adán (Luc. 2:5, 22). Dio a luz a Jesús de
manera natural (Luc. 2:6-7). El bebé Jesús salió de la matriz de María de
manera natural. María pasó por la etapa natural de dar a luz, solo que
no hubo partera (Luc. 2:22). Desde allí fue la madre de la humanidad de
Jesús, porque Dios no puede tener madre. Ella sabía del misterio de la
concepción de Jesús, pero nunca pensó en una maternidad divina,
porque era hebrea. Trató al niño siempre como hijo de su propio vientre
229

y no como Dios. “Cuando él tuvo doce años, subieron a Jerusalén


conforme a la costumbre de la fiesta. Acabada la fiesta, mientras sus
padres volvían, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran
José y su madre…cuando sus padre lo vieron…su madre le dijo: ‘tu
padre y yo te hemos buscado con angustia’” (Luc. 2: 42-43, 48). Si María
hubiera sabido que era la madre de Dios, no se hubiera angustiado por
el extravío del niño. Dios no se extravía. Y ella lo sabía como una israelita
inteligente en la fe de sus padres. Cuando Jesús colgaba en la cruz,
María no supo que su hijo era Dios, pues no lo adoró. Ella era hebrea, y
aunque sabía que su hijo era un acto misterioso del Espíritu Santo, no
entendió que era Dios hecho carne. De haber entendido no le hubiera
dado una orden, la que Cristo nunca aceptó, como fue en Caná. Sus
palabras son: “No tienen vino”. Jesús contestó, “mujer ¿qué tengo que
ver con eso? Aún no ha llegado mi hora”. Su madre dijo a los que
servían, “haced todo lo que os diga” (Jn. 2: 2-5). Así, María comprendió
que su papel fue el de madre del niño misterio, al cual vio morir (Jn.
19:25), y luego resucitado.
El saludo angelical, revela que María fue la bendita mujer
privilegiada entre todas las mujeres, pero no dotada y predestinada con
prerrogativas divinas por su futura maternidad (Luc. 1:28-32). Ese
privilegio, no fue una entrega de dotes supernaturales a ella de parte
de Dios. Gabriel nunca le entregó a María lo que pertenece solo a Dios.
Gabriel es un sabio ángel, que sabe mucha teología. No trajo un
mensaje de inclusión de adopción divina a María, porque sabe que solo
la Trinidad posee esa distinción. No vino a la virgen con un mensaje de
divinización maternal, sino de instrumentalidad del Espíritu. Sabía que
solo Dios crea, y por tanto es Dios. Sabía que ningún ser humano puede
recibir dotaciones divinas porque es un ser humano. El mismo ángel
sabe que la Trinidad es exclusiva en atributos y apelaciones divinas. Sus
palabras portan una teología de la cristología exclusiva, dual y única. “El
santo ser que nacerá…” María va a ser madre pero solo de la
humanidad de Jesús. “…será llamado Hijo del Altísimo”. El ser que
nacerá es Dios encarnado. La maternidad de María no tendrá nada
conectado con la divinidad, porque esa no será su función. La dual
naturaleza se va a producir en forma misteriosa, pero no en el vientre de
María, sino en el ser de Jesús. El misterio divino-humano, va a entrar en
contacto pero en la persona del Jesús como Dios-hombre. La doble
naturaleza es exclusiva, como acto único de Dios asumiendo vestidura
humana. Gabriel separa la doble naturaleza de Jesús, de la maternidad
de María. Ella no va a ser madre del misterio de la persona de Jesús, sino
de su naturaleza adquirida. Porque la divinidad no conoce engendro.
Aquí la vela de la filosofía sufre de miopía ante el infinito misterio de la
persona divino-humana del Hijo de Dios. Más remoto queda el pabilo de
la tradición para explicar los arcanos divinos. De acuerdo a Gabriel,
María va a ser la madre solo del hombre Jesús. Y ella como hebrea
siempre lo entendió así: “¿Cómo será esto? Porque no conozco varón”
(Luc. 1:34). Gabriel le contestó, “darás a luz un hijo” (Luc. 1: 31).
230

Su papel de esposa

María esperaba unirse a su esposo para vivir la vida conyugal


como toda virgen judía que se casaba. No lo entendió de otra manera
(Luc. 1: 27). Gabriel vino con el mensaje mesiánico estando ella
prometida. El mensaje era que ella quedaría embarazada por obra del
Espíritu Santo (Luc. 1:35). Así María vivió los nueve meses de embarazo
hasta que nació el niño (Luc. 2:5-7). Luego pasó la etapa natural
maternal de la cuarentena (Luc. 2:22). Después del nacimiento de Jesús,
María siguió como esposa de José, de acuerdo a la vida natural de
todo matrimonio. “…Cuando José despertó del sueño, hizo como el
ángel le había mandado, y tomó a María por esposa” (Mat. 1: 24). José
había decidido dejar a su esposa prometida debido al extraño
embarazo (Mt. 1:18-19). Luego el Espíritu por la pluma del evangelista
registra sobre José estas palabras: “Y no la conoció hasta que dio a luz
un hijo, y lo llamó Jesús” (Mt. 1: 25). El griego dice, eginōsken, “conoció”,
que significa tanto conocimiento, como tener relaciones sexuales. La
Septuaginta o versión de los LXX(la versión griega que traduce el
Antiguo Testamento), traduce a Génesis 4:1 (cuando Adán conoció a
Eva y ella concibió a Caín), con la palabra egnō, igual que la que
Mateo usa para relatar que José tuvo relaciones sexuales con su esposa
María. Esto era de esperar pues era su esposa, y no hay en las palabras
de Gabriel nada que niegue o prohíban esta relación conyugal entre
ellos. Incluso el hebreo de Mateo usa, yäda, “conoció”, para referirse a
conocer, o tener relaciones sexuales, igual que la versión hebrea del
Antiguo Testamento, cuando relata que Adán conoció y tuvo intimidad
sexual con Eva.
De lo contrario, el evangelista tuvo otra intención, que dentro de
la lógica matrimonial, sería imposible de aceptar. Dios le había dado a
María por esposa a José. Lo hizo como Adán y todos sus hijos. Les dio
esposa para habitar como marido y mujer. El problema consiste en
mistificar y forzar el relato y la cultura propia del matrimonio, hasta
llevarlo al grado del mito de celibato matrimonial. Esta doctrina viola
todo principio sobre la relación matrimonial que María tuvo con José. Es
obligar y tergiversar el pasaje para poder acomodar dogmas posteriores
a la revelación. Por esto es que se han creado leyendas incoherentes e
inconsistentes con la vida matrimonial de María. Esto más bien oscurece
la sublime comunicación sexual entre José y María. Todo esto se ha
tejido con el único fin de dogmatizar la perpetua virginidad de María
para poder sostener la doctrina de la adoración a ella.
Por otra parte, debe tomarse en cuenta que los evangelios y las
cartas fueron escritos años o décadas después de la ascensión de
Cristo. ¿Cómo es que los mismos escritores del Nuevo Testamento,
nunca entendieron otra cosa, sino que María fue la esposa real de
José? ¿Acaso no sabían hebreo, lo mismo que el griego, herramientas
literarias que usaron para escribir?
231

María después de pentecostés

El único registro que se tiene de María justo antes de Pentecostés


(Hech. 1:14). Es interesante que a ella sus contemporáneos la llamaran
por su nombre María. Después de ser la esposa de José, nunca más los
evangelistas relatan que se le llamara la “virgen” María, pues sabían
que era la esposa de José, o viuda de José en ese tiempo pos
resurrección de Cristo. El pasaje solo dice “María la madre de Jesús”.
¿Qué se sabe de ella después de pentecostés? Donde vivía Juan,
vivía María, por cuanto Jesús se la encargó para que velara por ella
como un hijo (Jn. 19:26-27). Pablo relata que se encontró con los
apóstoles Santiago, Pedro y Juan, y no Pedro, Santiago Y Juan (Gal. 2:9).
Eso fue catorce años después del apedreamiento de Esteban (2:1). Fue
entonces en el mismo borde del año 49 d.C. Si María aún vivía, estaba
bajo el cuidado del apóstol Juan. Después el apóstol aparece en
Patmos por el año 90 d.C. (Apoc, 1:1). Para ese tiempo Juan era un
anciano de al menos 80 años. ¿Qué pasó con la madre de Jesús? La
Biblia guarda elocuente silencio. Pero es extraño que el apóstol nunca
relatara nada en su libro el Evangelio de Juan, o en las epístolas. ¿Cómo
es que estuvo presente antes de la muerte de su madre, si ella hubiera
sido una anciana? Porque si su embarazo se produjo por los trece o
quince años, y los discípulos eran de una edad de unos veinte, ella
tendría unos ciento cinco años. Esa edad parecería rebasante, aunque
no imposible. Sin embargo el apóstol parece haber estado solo en la isla
por cuanto era prisionero. Por otro lado, no se le hubiera permitido llevar
a una senecta anciana a esa isla grosera en soledad y esterilidad. He
estado allí, y por lo visto nada tenía que ofrecer para ancianos de esa
edad. Es mucho más lógico pensar que ya descansaba en el Señor.
Así terminamos el estudio de esta doctrina católica sobre
mariología. La siguiente es sobre los sacramentos.
CAPÍTULO 6:
SACRAMENTOS

¿Qué son los sacramentos para la iglesia católica? Son los


símbolos de la fe, los misterios de Dios, señales externas de la gracias de
Dios. “Son signos eficaces de gracia instituidos por Cristo por los cuales
nos es dispensada vida divina…la vida litúrgica total de la iglesia gravita
en derredor del sacrificio de la eucaristía y de los sacramentos.”1 Los
sacramentos son siete: Bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia,
extremaunción, órdenes santas, y matrimonio.2 De acuerdo a la iglesia
católica, los sacramentos “confieren gracia”.3

El bautismo

El sacramento del bautismo, está íntimamente vinculado con el


pecado original. ¿Cuándo y por qué se origina esta doctrina? Comenzó
con Agustín, al interpretar Romanos 5:12-21. Entendió que las palabras,
“por un hombre el pecado entró al mundo, y la muerte por el pecado;
así la muerte pasó a todos los hombres”, se refieren al pecado original.4
Luego la iglesia católica adoptó el pensamiento no bíblico de Agustín, a
su doctrina bautismal. La esencia de este sacramento, la escribe Juan
Pablo II, en el catecismo que hizo para la fe católica. Los numerales son
importados del catecismo, comenzando con el 388, siguiendo el mismo
formato de éste.

388 Con el desarrollo de la Revelación se va iluminando también la


realidad del pecado. Aunque el Pueblo de Dios del Antiguo
Testamento conoció de alguna manera la condición humana a la
luz de la historia de la caída narrada en el Génesis, no podía
alcanzar el significado último de esta historia que sólo se manifiesta
a la luz de la Muerte y de la Resurrección de Jesucristo (cf. Rm 5,12-
21). Es preciso conocer a Cristo como fuente de la gracia para
conocer a Adán como fuente del pecado. El Espíritu-Parácleto,
enviado por Cristo resucitado, es quien vino "a convencer al
mundo en lo referente al pecado" (Jn 16,8) revelando al que es su
Redentor.

Sacraments of the Catholic Church” Wikipedia.


1
2
Ibid.
“The Paschal Mystery in the Church’s Sacraments” Catechism of the Catholic
3

Church” 1. 2. 1121, 1127. Second Vatican Ecumenical Council, Charles Borromeo


Parish, n.d. http://www.vatican.va/archive/ccc_css/archive/catechism/ccc_toc.htm
4
Aurelius Augustinus, On the Trinity, 1 .10 .26 ed. Philips Schaff, (The Nicene and Pos
Nicene Fathers: Albany: Ages Digital Library, 1997), 496; Aurelius Augustinus, The City of
God, 2 .13.27 (26 ed. Philips Schaff, (The Nicene and Pos Nicene Fathers: Albany: Ages
Digital Library, 1997), 698 .

232
233

389 La doctrina del pecado original es, por así decirlo, "el reverso" de la
Buena Nueva de que Jesús es el Salvador de todos los hombres,
que todos necesitan salvación y que la salvación es ofrecida a
todos gracias a Cristo. La Iglesia, que tiene el sentido de Cristo (cf. 1
Cor 2,16) sabe bien que no se puede lesionar la revelación del
pecado original sin atentar contra el Misterio de Cristo.

404 ¿Cómo el pecado de Adán vino a ser el pecado de todos sus


descendientes? Todo el género humano es en Adán "sicut unum
corpus unius hominis" ("Como el cuerpo único de un único hombre")
(S. Tomás de A., Mal. 4,1). Por esta "unidad del género humano",
todos los hombres están implicados en el pecado de Adán, como
todos están implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la
transmisión del pecado original es un misterio que no podemos
comprender plenamente. Pero sabemos por la Revelación que
Adán había recibido la santidad y la justicia originales no para él
solo sino para toda la naturaleza humana: cediendo al tentador,
Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado
afecta a la naturaleza humana, que transmitirán en un estado
caído (cf. Cc. de Trento: DS 1511-12). Es un pecado que será
transmitido por propagación a toda la humanidad, es decir, por la
transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de
la justicia originales. Por eso, el pecado original es llamado
"pecado" de manera análoga: es un pecado "contraído", "no
cometido", un estado y no un acto.

405 Aunque propio de cada uno (cf. Cc. de Trento: DS 1513), el


pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán, un
carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la
justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente
corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida
a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada
al pecado (esta inclinación al mal es llamada "concupiscencia"). El
Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado
original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para
la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre
y lo llaman al combate espiritual.

406 La doctrina de la Iglesia sobre la transmisión del pecado original fue


precisada sobre todo en el siglo V, en particular bajo el impulso de
la reflexión de S. Agustín contra el pelagianismo, y en el siglo XVI, en
oposición a la Reforma protestante. Pelagio sostenía que el hombre
234

podía, por la fuerza natural de su voluntad libre, sin la ayuda


necesaria de la gracia de Dios, llevar una vida moralmente buena:
así reducía la influencia de la falta de Adán a la de un mal
ejemplo. Los primeros reformadores protestantes, por el contrario,
enseñaban que el hombre estaba radicalmente pervertido y su
libertad anulada por el pecado de los orígenes; identificaban el
pecado heredado por cada hombre con la tendencia al mal
("concupiscentia"), que sería insuperable. La Iglesia se pronunció
especialmente sobre el sentido del dato revelado respecto al
pecado original en el II Concilio de Orange en el año 529 (cf. DS
371-72) y en el Concilio de Trento, en el año 1546 (cf. DS 1510-
1516).1

El sacramento del bautismo, es un medio externo, es como


dice el obispo José Galante, es una “comunicación de vida y
gracia”.2 Por las aguas del sacramento del bautismo el infante es
lavado del pecado original. 3

La Biblia y el bautismo

¿Cuál es la doctrina bíblica del bautismo? ¿Se nace con la culpa


de Adán o pecado de Adán? ¿Han de ser bautizados los bebés? ¿Es
por aspersión o por inmersión?
La relación de Dios con el hombre es personal. Dios nunca juzga
colectivamente. Esto sería ir contra la justicia de su gobierno moral.
Cuando Lucifer pecó, Dios lo condenó solo a él. “A causa de la multitud
de tus tratos fuiste lleno de iniquidad, y pecaste. Por eso te arrojé…para
siempre dejarás de ser” (Ez. 28: 16,19). ¿Cómo fue con Adán?”¿Quién te
enseñó que estabas desnudo”? (Gen. 3:11). “…Maldita será la tierra, por
tu causa” (3:17). La maldición fue sobre la tierra, no para la
descendencia de Adán. Adán no bautizó a ninguno de sus bebés Caín,
y Abel. Es cierto que el bautismo vino con Juan el Bautista. Sin embargo
ningún padre desde Adán hasta la predicación del bautista, llevó a sus
bebés al sacerdote para que aplicara algún rito bautismal. Dios
estableció la circuncisión desde Abraham (Gen. 17:10), cómo símbolo
de pacto en el corazón (Rom. 2: 29). Para el nuevo pacto (fe en Cristo),
la circuncisión no tiene valor (1 Cor. 7:19; Gal. 5:16; 16:15). Por esto,
ningún paidobautista (bautismo de infantes, y bebés), está autorizado

Ioannes Paulus Pp II, “Catecismo de la Iglesia Católica”, art. 388, 389, 404-406.
1

2
José A. Galante, Guidelines for the Sacramento d Baptism (Diocese of Beaumont,
1999), 2.
Fireside Catholic Publishing, “The Sacrament of Baptism”,1 http://www.win2pdf.com,
3

junio 2010.
235

por la Escritura para bautizar infantes que incluye bebés.1 Cuando Juan
vino bautizando, cada uno venía en forma personal, como vino Jesús.
Cuando la gente le preguntaba qué hacer, antes del bautismo, le
contestaba, “el que tiene dos túnicas…el que tiene qué comer… (Luc.
3:11). Siempre fue algo personal.
Pero el argumento más fuerte contra el pecado original, se halla
en las mismas palabras de Juan y los apóstoles. “Producid frutos dignos
de arrepentimiento” (Luc. 3: 8). Aquella gente ya había sido
circuncidada, y en cambio Juan las llama al bautismo. Si la circuncisión
fuera por el bautismo, en caso de razonar así, el Espíritu habría errado al
constreñir sin sentido al bautismo del bautista. Es cierto que los católicos
no arguyen sobre esto porque su problema es seguir a Agustín. Pero
aquí notamos que para el Espíritu Santo, todos los que escuchaban a
Juan, no habían vivido la experiencia del bautismo. No se dice nada de
que estuvieran fuera de la iglesia (Israel), por no haber sido bautizados.
El llamado era que se arrepintieran. El pecado era personal, y además,
no fue porque traían esa culpa moral y legal ante Dios. Era más bien
porque debían reconocer que solo en Cristo serían perdonados. Más
tarde Pedro llama a los judíos a arrepentirse, pero no era que estaban
condenados por no haber sido bautizados (por circuncisión en el caso
de ellos). Era si no aceptaban a Cristo (Hech. 2: 38-39). No hay nada en
las palabras de Juan o de Pedro que llamaran la atención sobre estar
fuera del pueblo de Dios, por no tener la señal bautismal en su vida
desde infantes.
Ningún bebé, ni infante fue traído al Jordán para ser bautizado.
Venían por su cuenta solo quienes comprendían su estado moral, al oír
las palabras de Juan. El requisito era el arrepentimiento (Luc. 3:8). Los
infantes nacen con tendencias como ya se dijo antes en otra parte de
este documento, pero tendencias no es lo mismo que pecado
imputado por el de Adán. Las tendencias son inclinaciones naturales
contra el bien, que el infante adquirió de su madre, como dice David,
“en pecado me concibió mi madre” (pasaje ya usado antes).
Luego los arrepentidos venían y eran sumergidos, como la misma
palabra baptizo, significa (sumergirse). Jesús mismo subió del agua (Mt.
3:16). Esto es claro por su dimensión teológica. El bautismo saluda a la
resurrección (Rom. 6:4). Como W.A. Jarrel acierta, “la literatura griega
muestra que baptizo es usada para indicar poner dentro y debajo del
agua, no importa el modo por el que sea hecho”.2 Por su parte, William
Lumpkin esplende al afirmar que, “la inmersión fue el propio modo de
bautismo de la iglesia, jamás dudado y en los primeros mil años y más
de su historia. “.3¿Cuándo entonces vino la aspersión y el rociamiento?”

1
Greg Welty, From Circumcision to Baptism, (The Center for Theological Research:
Baptist Theology, 2006)., 13. www.BaptistTheology.org
Jarrel, W. A. “Baptizo-Dip-Only”. Dallas: The Texas Baptist Book House, 1910), 4 in
2

William Adams, “The Origen of Immersion” (Israel Teaching Letter, 2005), 2.


3
William Lumpkin, The History of Immersion. Nashville: Broadman Press, 1962),12, in
William Adams, “The Origen of Immersion” (Israel Teaching Letter, 2005), 4.
236

El método de aspersión vino después por iniciativa de la tradición.


¿Cuándo comenzó como dogma? De acuerdo a la historia, comenzó
en el concilio de Ravena en el 1311, cuando se estableció que fuera
inmersión o aspersión era un asunto indiferente.1

La confirmación

El sacramento de la confirmación. Para el catolicismo, el


sacramento de la confirmación tiene base bíblica. Se cita a 2 Corintios
1:21-22, “Dios es el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos
ungió, quien también nos selló, y puso en nosotros la garantía de su
Espíritu”. Se usan otros pasajes bíblicos para afirmar esta doctrina o este
sacramento (Ez. 36:25-27; Luc. 2:11-12; Hech. 1:8; Jn. 14:16-17; Hech.
14:16-17; Hech. 19:1-6; Ef. 1:13-14; 4:30; 6:1-2; Jn. 2:20; 1 Jn. 2:26-27). Todos
los pasajes anteriores, tratan sobre el sello del Espíritu Santo. Usan el
aceite como ungimiento como fue con Jesús (Hech. 10:38).
Solo que los pasajes usados arriba no prueban nada a favor de la
confirmación como sacramento. El ungimiento era para certificar la
morada del Espíritu sobre líderes como Jesús, los reyes, sacerdotes y
profetas en el Antiguo Testamento. En cuanto a ungir con aceite como
se apela a los pasajes citados, fue aplicado a adultos. No había niños
allí. En Israel solo existía el shema, para repetirlo a los niños diariamente
(Deut. 6: 4-9).
Se afirma que la confirmación fue también practicada en
documentos históricos. Citan al papa Cornelio (251-253). Luego el
sacramento fue practicado en el siglo IV, poniendo las manos con
aceite sobre la cabeza.2 La confirmación fue declarada sacramento en
el Concilio de Florencia,3 en 1449.4

La eucaristía

El tercer sacramento de los tres sobre inicio en la fe, es la


eucaristía. ¿Qué significa eucaristía? Viene de eujaristia. Viene del prefijo
eu, “bien”, y de jaris, “gracia”. Juntas significan “acción de gracias”. ¿Es

1 Edinburgh Cyclopedia, Vol. 33, pp. 245, 246, in Carl Mitchell, “The History of How
Sprinkling Replaced Immersion as a Baptismal Form”, 3.
http://www.searchforbiblicaltruth.com/library/text/carl/HowSprinklingReplacedImmersi
onAsBatismalForm.pdf; Bonet-Maury,”Letter to Dr. Christian, in Immersion”, pp.133,134)
in Carl Mitchell, “The History of How Sprinkling Replaced Immersion as a Baptismal
Form”, 4.
http://www.searchforbiblicaltruth.com/library/text/carl/HowSprinklingReplacedImmersi
onAsBatismalForm.pdf;
Jim Seghers, “The Sacrament of Confirmation”, 2-4.
2

http://www.totustuus.com/TheSacramentOfConfirmation.pdf, junio 2010.


Paul Bishop, “Apostolic Constitution on the Sacrament of Confirmation”, 3.
3

http://www.lancasterdiocese.org.uk/admin/Uploads/media/35/ApostolicConstitutionO
nConfirmation.pdf.
“Council of Florence”, Wikipedia. http://en.wikipedia.org/wiki/Council_of_Florence.
4
237

la eucaristía el equivalente de la pascua, o sea la cena del Señor?


¿Desde cuándo fue establecido como dogma sacramental? ¿Cuál es
la teología de la eucaristía? ¿Cuáles son las implicaciones? ¿Qué
enseña la Biblia sobre la pascua o cena del Señor? Abajo se examinan
las preguntas de arriba.

¿Es la eucaristía lo mismo


que la pascua o cena
del Señor?

La eucaristía deriva de la última cena del Señor, y se toma a partir


de la interpretación de Cristo como el pan de vida, de acuerdo a Juan
6. Es el sacramento por el que el sacerdote está dotado a convertir el
pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo en forma literal (creen los
católicos). A esto se le llama transubstanciación.1 La eucaristía equivale
a sacrificio. Eucaristía es el sacrificio. El salvador instituyó el sacrificio de
la eucaristía en la última cena antes de ser traicionado. Hizo eso para
establecer para siempre el sacrificio de la cruz hasta su segunda
venida. 2 Pero el problema comienza con la abolición sacerdotal. De
acuerdo a Hebreos 10:18, el sacrificio sacerdotal fue abolido. Luego
debe aplicarse el exacto significado a Juan 6: 26-65, sobre Cristo el pan
de vida. Quien lo come vivirá eternamente. Su cuerpo se come
espiritualmente. La carne para nada aprovecha.

La eucaristía como dogma

¿Cómo llegó a ser doctrina la eucaristía? Una exploración


histórica se vuelve pertinente.
El desarrollo doctrinal de los primeros diez siglos. De la era
apostólica al siglo X. Se argumenta que la presencia substancial real de
Cristo en la eucaristía viene desde la era apostólica. Que las palabras
de Pablo en 1 Corintios 11:23-26, se refieren al cuerpo literal de Cristo en
el pan y el vino. Que él recordó a los fieles que la eucaristía no es un pan
ordinario. Perseveran con Ignacio en el segundo siglo. Que cuando iba
al martirio a Roma, amonestó a los creyentes a no ser como los
gnósticos, que negaban la presencia real de Cristo. Que los gnósticos se
abstenían de la eucaristía porque en ella Cristo se presentaba como el
que vivió, murió y resucitó por nuestra salvación. Se afirma que hasta
mediados del siglo III, en Palestina, el pan de la eucaristía se guardaba
en celdas de hermitas (tipo iglesia pequeña). Desde el 120 d.C, se
guardaba una partícula de la eucaristía, o sea, un fermentum que los

1
Salvation, The Bible, And Roman Catholicism, The Banner of Truth Trust: Pennsylvania,
1990, in Think Inc. JustStopAndThink.com “The Eucharist” (Session XIII: On the Most Holy
Sacrament of the Eucharist), 1-2.
2
Walter M. Abbott S.J., ed. The Documents of Vatican II (Association Press, Follett
Publishing Company, 1966), 154, in Think Inc. JustStopAndThink.com “The Eucharist”
(Session XIII: On the Most Holy Sacrament of the Eucharist), 2.
238

obispos llevaban de una diócesis a otra diócesis de otro obispo. Este


fermentum fue similarmente guardado cerca del altar de las iglesias
monásticas por siglos hasta el perímetro del 1000.1
Desde el siglo XI. Del siglo XI hasta Francisco de Asís. La enseñanza
de Gregorio VII en esa época, ha sido citada por el papa Paulos VI:

Yo creo en mi corazón y abiertamente profeso que el pan y el


vino puestos sobre el altar, son por el misterio de la oración y las
palabras del Redentor, sustancialmente cambiadas en la
verdadera viviente carne y sangre de Jesucristo Señor nuestro, y
que después de la consagración, está presente el verdadero
cuerpo de Cristo, el cual fue nacido de la Virgen y ofrecido por la
salvación del mundo, colgado en la cruz y ahora sentado a la
mano derecha del Padre. Que está presente la sangre de Cristo,
la cual fluyó de su costado. Ellos están presentes no solo por los
medios de un signo y por la eficacia del Sacramento, sino también
en la realidad y verdad de su naturaleza y sustancia.2

Desde entonces se instituyeron procesiones del sacramento, se


prescribieron actos de adoración que luego fueron legislados. Se
establecieron celdas en las parroquias para guardar el pan
sacramental. Estas celdas tenían ventanas para que los feligreses
pudieran venir a adorar delante del tabernáculo. Entre los más devotos
al sacramento, estuvo Francisco de Asís.3
Desde la edad media hasta Trento. Fue en el concilio de
Constanza donde y cuando se decidió “declarar, decretar y definir”,
como artículo de fe, que “el cuerpo entero y la sangre de Cristo, están
verdaderamente contenidos, ambos, bajo las especies del pan, y bajo
las especies del vino”. Esta decisión vino a ser endosada por el papa
Martín V en 1425. 4 En el concilio de Trento se declaró que,
“inmediatamente después de la consagración del verdadero Cuerpo y
Sangre de nuestro Señor, junto con su alma y divinidad, existe bajo las
especies del pan y del vino. Su cuerpo existe bajo las especies del pan y
su sangre bajo las especies del vino, de acuerdo al importe de las
palabras. El sacramento fue aprobado por el papa Julio III, en 1551. Esta
declaración desde entonces ha venido a ser el fundamento dogmático
del sacramento de la eucaristía.5

1
John A. Hardon, S.J. The History of Eucharistic Adoration
Development of Doctrine in the Catholic Church (Inter Mirifica Inc, 2000), 1-3. .
Pope Paul VI', “Mysterium Fidei” (1965), in John A. Hardon, S.J. The History of Eucharistic
2

AdorationDevelopment of Doctrine in the Catholic Church (Inter Mirifica Inc, 2000), 5.


3
John A. Hardon, 6.
4
Ibid.
5Ibid. En la eucaristía esta adoración es llamada latría, o adoración solo ofrecida a

Dios. William Albrecht, “Latria/Dulia”, 1-2. http://catholicintl.com/articles/Latria&Dulia-


the_Catholic_Response-William_Albrecht.pdf . Junio 2010.
239

La teología de la eucaristía

La presencia de Cristo en forma completa. En la teología católica,


Cristo está presente en la asamblea, individualmente, en la Palabra y en
la totalidad del sacramento. Particularmente, la eucaristía es un
sacrificio y un sacramento. En el sacrificio se santifica a la víctima.
Quienes ofrecen la víctima son santificados por la ofrenda. El
sacramento es el signo visible por el que Dios obra. Así, ¿qué es en
esencia el sacrificio de la misa? Es el mismo sacrificio de Cristo en la cruz.
Cristo dijo: “Esto es mi cuerpo”, y “mi sangre” “haced esto en memoria
de mí”. ¿Qué significa el griego con anamnesis, “memoria?”. Es también
responder, hacer presente aquí y ahora. De modo que después de la
consagración del pan y del vino, el cuerpo de Cristo está realmente
presente, bajo apariencia visible del pan y del vino. El pan es
trasformado en el cuerpo, y el vino es cambiado en su sangre. ¿Cómo
está presente Cristo? Una vez consagrados los elementos visibles, por el
sacerdote, su presencia es total, por lo que la iglesia le llama
transustanciación. Jesús está aunque no en la manera como los cuerpos
están presentes en un lugar, porque esto es un misterio.1 Aquí uno se
pregunta, cómo es que la presencia real y sustancial de Cristo está en el
pan y el vino tras la consagración, si luego la misma iglesia, dice que él
no está presente de la misma manera que un ser común.

Las implicaciones

La eucaristía deja serias implicaciones. En primer lugar, implica


que Dios se materializa. Porque Trento declaró que la divinidad está
también allí. El adorador se come literalmente a Cristo. Luego, ¿lo come
solo en su humanidad? ¿Qué sucede con su divinidad? Esta debe
participar por cuanto se trata del sacramento que trae gracia. Por su
parte, si es solo su humanidad, ¿tiene ella poder alguno para purificar?
En cuanto al cuerpo, ¿es solo ello, o también su humanidad? Incluso
solo sobre el cuerpo de Cristo, esto es demasiado oscuro, porque el
cuerpo humano elimina todo lo que no usa. El pan y el vino son
masticados como un alimento porque el cuerpo no sabe diferenciar
entre lo sagrado, o espiritual, y lo común. Cristo llega así a ser parte
celular del participante. En segundo lugar, significa que Cristo es comido
por millones en todo tiempo. Parece extraño, pero llega a ser como un
tipo de panteísmo, por cuanto la persona llega a ser algo así como
parte de Dios, al comérselo. Es decir, llega a tener partículas celulares
del misterio Dios en su cuerpo, ahora difundido en toda la fisiología. En
tercer lugar, ya que el sacramento trae gracia, según la iglesia, la
persona automatiza su salvación. Mejor expresado, se auto potencia
infundiéndose divinidad para vivir la salvación. La persona participa

“About the Eucarist”, The year of the Eucarist, 2004-2005, 12.


1

web.ceomelb.catholic.edu.au/uploads/refd/eucharist_kit
240

mecánicamente de la salvación, purificándose por el acto de comer y


beber los elementos externos. En cuarto lugar, la presencia de Cristo
sufre un desgaste hasta desaparecer como persona dentro del
adorador. Es decir, el sacramento, al ser repetitivo, significa que la
potencialización del acto eucarístico anterior, se agotó. Ahora, Cristo se
ha “acabado” dentro del creyente. ¿Cómo es que ya “acabó”, si él no
puede dejar de existir?
Por esto es imperativo ir a la Biblia, revelación divina. Abajo se
explora la doctrina de la cena del Señor.

La Biblia y la cena del Señor

De acuerdo a la Biblia, la cena del Señor es un emblema o


símbolo del cuerpo y la sangre de Cristo, solamente. Cristo dijo, “yo soy
el pan de vida” (Jn. 6:35). En primer lugar, Cristo era judío, y no griego.
Los autores hebreos, usan mucho la metáfora y el símbolo. Esto queda
manifiesto cuando los judíos o enemigos de Cristo no entendían, y
dijeron: ¿”Cómo puede este hombre darnos a comer su carne”? (v. 52).
Entonces Jesús que les hablaba por metáfora, reveló: “Las palabras que
yo os he hablado son espíritu y son vida” (v. 63). Jesús hablaba de su
presencia espiritual en el creyente por medio del Espíritu al creer en la
Palabra. En segundo lugar, en la cena, Cristo dijo: “Este es mi cuerpo,
que es dado por vosotros…esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que por vosotros se derrama” (Luc. 22:19-20). Jesús estaba frente a la
mesa con el pan y el jugo de la uva. Ambos iban a ser comidos. “Haced
esto en memoria de mí” (v.19). Su cuerpo tenía otro destino: La cruz. “Mi
cuerpo es dado por vosotros”, no es lo mismo que “mi cuerpo es dado
para vosotros”. Jesús no les dio su cuerpo, sino la garantía del efecto de
su sacrificio. El sacrificio de su cuerpo sería en la cruz sangrante. La
garantía de la salvación quedaba en la cruz, y en ellos por su fe. La
participación litúrgica pascual, o de la cena del Señor, era la
reafirmación de fe en su sacrificio. Participarían de manera memorial, y
no literal. “Mi cuerpo que es dado”. Claramente se entiende que sería
un evento histórico irrepetible. No era que los discípulos lo iban a comer
de nuevo literalmente. Su sangre igual, “es el nuevo pacto que por
vosotros se derrama”. Es un pacto de fe. Se derrama. O sea, no vuelve a
recogerse. Queda derramada en la cruz. Fue un derrame literal histórico
irrepetible. ¿Por qué entonces buscar literalismo en los símbolos
pascuales, si Jesús y los discípulos no lo hicieron?
Además, Cristo dijo: “Este es mi cuerpo…esta es mi sangre”. Por un
lado, su naturaleza física o atributos físicos, son incomunicables.
Pertenecen solo a él, porque él es un hombre, el nuevo Adán, ahora en
los cielos. Como nuevo Adán volverá a estar en la tierra, pero en el
nuevo Edén. La naturaleza humana no posee omnipresencia. Dios
opera con sus propias leyes. Dios es sabio y consistente. Jesús no estaba
ofreciendo sus atributos físicos porque es imposible, sino sus bendiciones
emblemáticas. Solo el símbolo puede ser ingerido por la fe. Por el otro
241

lado, “este es mi cuerpo…esta es mi sangre”, demuestra que es algo


permanente, que no se acaba. La promesa, o mejor dicho, la bendición
de comer y beber simbólicamente no se agota. Lo que se repite de
acuerdo a Cristo, es el rito, y los elementos tangibles de pan y vino. Pero
si el sacramento consagrado, demanda comer a Cristo literalmente, y
se acaba, y hay que comer de nuevo, entonces, Cristo tiene que
recrearse millones de veces.
Otro grave problema con el sacramento es sobre la obra
creadora del Espíritu, que incluye la humanidad de Jesús. Fue el Espíritu
quien creó la humanidad de Jesús (Luc. 1:35). Dios no repite su
creación. Dios trabaja por actos eternos. Él va a restaurar la humanidad
de los redimidos, y a la tierra. Pero no va a recrear la humanidad de
Jesús, porque contradice su propia ciencia. Jesús se fue al cielo en su
humanidad restaurada (Luc. 24:51-53). Los ángeles que son teólogos sin
error por ser perfectos, dijeron: “Este mismo Jesús que ha sido llevado de
vosotros al cielo, volverá del mismo modo en que lo habéis visto ir al
cielo” (Hech. 1: 11). Desde entonces Jesús como hombre, en su estado
físico, no ha vuelto a la tierra. Vive en el cielo. Es cierto que Juan lo vio
en visión parado, y Jesús lo tocó. Pero era una visión. Jesús como
hombre, es decir con sus atributos físicos, no ha vuelto a la tierra. Un
humano como es él, no puede estar siquiera en dos lugares a la vez.
Mucho menos estará de manera omnipresente. Jesús es omnipresente
pero solo en su divinidad. Viene a nosotros pero por el misterio del
Espíritu Santo. Nunca vendría como hombre porque nada tiene que
venir a hacer. Nació, murió, resucito, ascendió, y vendrá por segunda
vez. Será entonces la siguiente manifestación de su humanidad visible a
todo ser humano. Dios es consistente en su revelación, y debemos
buscar inteligencia revelada, para comprender esta verdad de su
humanidad determinada a un solo lugar.
El siguiente sacramento es el de penitencia. Abajo se estudia este
es sacramento.

Penitencia

¿De dónde extrajo el catolicismo el sacramento de la penitencia?


¿Es eso parte de la doctrina de la Biblia?

Orígenes de la penitencia

El origen de la penitencia comenzó desde el siglo II. Luego sigue a


través de la historia.

La iglesia temprana

Siglo II. La historia de la reconciliación y penitencia, comienza


con la Didaje con la confesión de pecados. Clemente de Roma pidió a
Dios misericordia para el creyente. Los primeros cristianos hicieron
242

diferencia entre pecados menores y mayores o de muerte. Los menores


se perdonaban con oraciones, ayunos, obras de misericordia y la
eucaristía (misa). Los mayores demandaban un proceso de
reconciliación.
Siglo III. En el siglo III, la penitencia llegó a ser comunitaria. Se
excomulgaba, requiriendo penitencia como sigue: Pedir perdón por los
pecados cometidos presentados en público, excomunión por un
tiempo, comer escaso alimento, usar ropa muy modesta, participar en
oraciones contritas, y rogar a los miembros orar por su situación.
Después, en su momento se llamaba al feligrés a volver a la comunidad
de fe. 1 Por esa misma época que fue la persecución de Decio, los
cristianos fueron perseguidos por no adorar los dioses paganos. Ante la
furia impía respondían una de tres maneras por su fe. O adoraron a los
dioses, produjeron falsas certificaciones de que los habían adorado, o
sometieron sus libros sagrados a los representantes paganos. Los que
participaron en los dos últimos, fueron aceptados después de
arrepentimiento y penitencia, por los valientes obispos que no se
sometieron. Los que negaron la fe, solo se admitieron tras larga
penitencia, en sus camas al morir.
Siglo IV en Nicea (325). Aquellos que cayeron en pecados graves
o mayores, fueron perdonados por los obispos. Pero el perdón fue
otorgado después de largas y pesadas penitencias. Pasaban tres años
bajo censura. Debían adorar postrados (arrodillados), con sus cabezas
doblegadas o inclinadas. Por dos años tenían que saludar en forma de
oración en la iglesia, pero se les impedía participar de la eucaristía. En
cambio los menores de treinta y cinco años no eran admitidos, no fuera
que volvieran a caer.
Siglo V. En el siglo V había tres formas de reconciliación. Era por
perdón de pecados por el bautismo, por ayuno y oración por pecados
menores, y por penitencia pública por pecados de muerte, o sea
pecados mayores. Para fines del siglo, eran los presbíteros los
encargados de administrar la penitencia, y no los obispos. El papa Leo
el Grande rechazó la penitencia en público, y dijo que debían
administrarse por los sacerdotes en privado, en confesión secreta. Las
razones para el cambio fue por varias razones: El crecimiento numérico
de feligreses, las restricciones fueron más extensas (no oficiar en ningún
cargo de la iglesia, y vivir con alguien bajo cuidado por su conducta,
(como un pariente).
Siglo VI. Los monjes irlandeses y anglo-sajones, practicaron otros
tipos de penitencia, pues ignoraban las antiguas. Sus penitencias fueron
en el ejercicio misional. Practicaron la confesión privada ante un padre
espiritual, o una madre espiritual, reflexionaban sobre su pecado para
tener balance moral, y la oración privada por perdón hasta terminar su
penitencia.

“History of the Sacrament of Reconciliation”, 1-2.


1

http://explorer.cekli.com/articles/pdf/reconciliation. Junio 2010.


243

Después de Trento

Los siglos posteriores hasta Trento. Las confesiones eran anuales y


privadas. El sacerdote que confesara un pecado, perdía su cargo y
penalizaba el resto de su vida en un monasterio (IV concilio de Laterán,
1215). Más adelante (concilio de Florencia, 1439), era por contrición o
tristeza, confesión oral, oración, ayuno y limosnas. Después (Trento,
1551), los pecados mortales debían ser específicos y privados, Ya para el
siglo XX en adelante, la penitencia ha sido por confesión privada.1

La Biblia y la penitencia

El catolicismo apela a pasajes bíblicos sobre perdón (Luc. 7:47-50;


Mr. 2:17; Jn. 20: 22-23; Mt. 18:15-18; 2 Cor. 2:5-8). Más tarde surgieron las
indulgencias, que era un perdón por pecados perdonados de castigos
temporales.2
¿Qué se enseña sobre la confesión? Se hace solo a Dios
“Confesaré mis rebeliones al Señor. Tú perdonaste la maldad de mi
pecado” (Sal. 51: 5). “Ora a tu Padre en secreto” (Mt. 6:6). “Dios el juez
de todos” (He. 12:23). Ningún apóstol, u obispo practicó la confesión. “Al
que vosotros perdonéis, yo también lo perdono. Lo que perdoné, si algo
he perdonado, fue por vosotros en presencia de Cristo” (2 Cor. 2:10).
Sobre Juan 20: 23 leemos: “A quien perdonéis, los pecados les quedan
perdonados; a quienes los retengáis, les quedan retenidos”. Pero eso no
fue dicho a los apóstoles, ni en particular a Pedro como pontífice (como
argumenta la iglesia). También fue conferido a muchos más “… y
hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos” (Luc. 1:33-
36). Jesús habló a la iglesia en su estado formativo, y no a un solo
individuo.

Las implicaciones

La penitencia por la vía de la confesión auricular o sacerdotal,


viola el derecho divino de perfección moral, para perdonar pecados.
Además, malversa la economía del evangelio. Es decir, hurta la facultad
del propósito de las obras santas, y las aplica a salvación por obras. ¿Por
qué? Porque las obras santas son resultado de la conversión. O sea,
cuando ya la persona está salvada, y no para salvarse. En cambio el
argumento de la teología católica con la penitencia, es obrar para
salvarse. Esto es salvación por obras. Más todavía, se puede decir sobre
el perdón sacerdotal. Y es que el confesor, sea cual fuese su rango
clerical, no sabe si Dios ha perdonado a la persona. ¿Cómo entonces
dice, “yo te absuelvo?”

1
Ibid., 2-7.
2
Ibid., 8-23.
244

Extremaunción

El ungimiento (extremaunción), es un sacramento que practica la


iglesia católica y católica ortodoxa. Otras confesiones como la
anglicana, y Luterana, practican el ungimiento pero no como
sacramento. En el 2005, el cardenal Walter Kasper, en el sínodo de
obispos, estableció el cambio de “ungimiento al enfermo” por el
antiguo, “extremaunción”. Pero igual es un sacramento para el
catolicismo. La base bíblica es Santiago 5:14-15. También se usan otros
pasajes (Mt. 10:8; Mr. 6:13; Luc. 10:8-9). La teología es que este
sacramento no solo es para sanidad física, sino también para el perdón
de pecados. El ungimiento infunde gracia o perdón al enfermo. Las
gracias otorgadas por el sacramento son las siguientes:

La unidad de la persona enferma a la pasión de Cristo. Esto es


para su propio bien y para la iglesia entera.

La fortaleza, paz y coraje para soportar los sufrimientos de la


enfermedad o la vejez.

El perdón de sus pecados, si la persona no está capacitada para


obtenerlo a través del sacramento de la penitencia.

La restauración del cuerpo a la salud, si esto conduce a la


salvación de su alma.

La preparación para pasar a la vida eterna.1

El responso bíblico al sacramento. Los pasajes citados que la


iglesia católica usa para fundamentarse, no describen una situación de
agonía, o palidez de muerte viniendo. Es decir, los apóstoles y líderes de
la iglesia neotestamentaria, no se refirieron a casos cercanos a la
muerte. El pasaje que más directo se halla es el de Santiago 5: 14-15,
pero igual que los otros el ungimiento no es porque sabían que la
persona iba a morir. Por su parte, Mateo 10: 8, no trata nada con
ungimiento, sino de sanar por milagro. En Marcos 6:13, sí se habla de
ungimiento, pero eran enfermos que sanaron. No estaban moribundos.
Pero si aún los estuvieran, fue solo ungimiento. Luego en cuanto a Lucas
10:8-9, la orden de Jesús fue que los sanaran por milagro. En ninguno de
los casos, se trató de sacramento. Ellos no creían en sacramentos
porque no era doctrina.

“Anointing of the Sick”, Wikipedia.


1
245

Órdenes sagradas

Las órdenes. Por órdenes sagradas, el catolicismo significa los


hombres que son dedicados u ordenados para el ministerio sacerdotal.
Esto sucede con la iglesia católica, y la ortodoxa o iglesia católica
oriental que tiene su propio patriarca en vez de papa. Las iglesias
protestantes también ordenan hombres para el ministerio, solo que no es
un sacramento. En el catolicismo, comenzando de menor a mayor, se
ordena a diáconos, sacerdotes y obispos. En el caso de los diáconos,
éstos sirven como testigos en el sacramento del matrimonio. También
tienen la facultad de bautizar por razones de emergencia.1
La teología. De acuerdo al catolicismo, Pedro tuvo el principado
como líder apostólico, lo cual el papa sostiene como pontífice máximo
en el obispado. En cuanto a los obispos, mayores que los sacerdotes
por su cargo, tienen la plenitud de investidura sacramental, con la
excepción del matrimonio. En el matrimonio, el esposo y la esposa se
ministran mutuamente. Con esta única excepción, los obispos están
facultados para liderar doctrinal y pastoralmente a la iglesia. El obispo
es el gobernador de una diócesis. Por su parte, el arzobispo es el
eclesiástico de una diócesis, como decir el jefe de obispos en esa
región. Los sacerdotes, son ayudantes del obispo en el ministerio
sacramental, excepto en la orden sagrada, que es la gobernalidad
sacramental, a cargo del obispo.2

La Biblia y la ordenación

El Nuevo Testamento ofrece luz sobre si existe o no, la orden


sacerdotal como sacramento. Jesús escogió a doce hombres, más bien
a once pues Judas nunca fue llamado (Mr. 3:14-15). Jesús había
reservado el décimo segundo lugar para Pablo, a quien invistió dos
veces por imposición de manos. Una fue por Ananías (Hech. 9:7).
Ananías no era un ministro ordenado, sino un laico. La segunda vez fue
por unos profetas y doctores antioqueños, los cuales ni eran apóstoles, ni
ministros ordenados (Hech. 13:1-3). Timoteo fue ordenado por Pablo
como presbítero (Hech. 16:1-3). Esto mismo se evidencia con ancianos
de las iglesias que el apóstol había establecido (Hech. 14: 23). Pablo
autorizó a Tito para nombrar ancianos en Creta (Tit. 1:5). Pero en todo el
canon del Nuevo Testamento, los apóstoles no son llamados sacerdotes.
En cambio el autor de hebreos declara que Cristo es el único pontífice,
y sacerdote (He. 2:17-18; 4:14-16; 5:5,6,10; 6:20; 7: 12-28; 8:1,2,6). Luego la
ordenación ministerial de apóstoles y ancianos o presbíteros, nada tiene
que ver con sacramento. La investidura ministerial de la ordenación, no
concede gracia, sino que autoriza al ministro para pastorear.

“Holy Orders”, Wikipedia.


1
2
Ibid.
246

El sacerdocio universal

Además, en el Nuevo Testamento se revela que los creyentes


poseen el privilegio del sacerdocio universal (1 Ped. 2:9-10). Esta
declaración viene del mismo Pedro. En su inspiración, relee al Antiguo
Testamento en el que Dios, otorga el sacerdocio nacional a todo Israel
(Ex. 19:6). Este privilegio universal como iglesia de Dios, asume que cada
creyente está dotado carismáticamente. O sea, tiene el poder de
entender la Biblia, porque el espíritu está en él. Esta verdad es
genuinamente bíblica, porque por eso es sacerdote de Dios.
Así el sacramento de orden sagrado, no tiene respaldo de la
revelación. El poder de otorgar gracia viene solo de Dios, quien solo
puede perdonar el pecado. Solo Dios es vida en sí mismo, y por tanto
solo él, puede otorgar amnistía moral al arrepentido. Porque toda
ofensa es contra Dios, autor de vida y fuente de pureza y santidad.

El matrimonio

De acuerdo a la teología católica, el sacramento del matrimonio


tiene su fundamento en Efesios 5: 22-33. El matrimonio es la metáfora del
matrimonio de Cristo y la iglesia. Por esto el hombre y la mujer están
destinados para el matrimonio. Aquí, de acuerdo al catolicismo,
converge la dimensión sacramental del matrimonio. Aún más atrás, se
halla el prístino comienzo de la verdad sacramental, desde el Génesis
con Adán y Eva, el cual continúa con Israel como la esposa de Dios. Así
en la teología del cuerpo, se ve en el mismo cuerpo humano el
elemento sacramental, o signo visible de una realdad invisible (Cristo y
su iglesia). En esta unidad matrimonial, Cristo y la iglesia intiman en
santidad. Por esto Efesios, entrega el misterio de Cristo y la iglesia, en
función de la operación de la salvación (Ef. 6). El auroral documento
paulino (Efesios 5-6), sobre el matrimonio como símbolo de Cristo y su
iglesia, rinde reverencia a Cristo de parte de ambos esposos (5:21).Esta
reverencia se realiza por la sujeción mutua. Pero esta sujeción es en
cuanto al amor mutuo nada más.1
Así, de acuerdo a la teología sacramental católica, el
sacramento, del matrimonio santifica, u otorga gracia mutua. Esta
gracia provee poder espiritual para vivir la vida matrimonial y familiar.
¿Es esto verdad? Esto significa que sin el sacramento, el matrimonio civil
es una vergüenza por su inmoral concubinato. ¿Por qué? Porque de
acuerdo al catolicismo, si no hay alianza sacramental matrimonial, no
es matrimonio delante de Dios. Aclaremos. El sacramento matrimonial,
es entre esposos. Por esto es que incluso un obispo no casa, porque no
tiene la investidura para ese sacramento. ¿Por qué? Porque son los

1
Roger J. Landri “Summary of John Paul II’s, 20, Theology of the Body (Espirito Santo Parish
Fall Rive, 2003.
247

contrayentes los que entran en representación de Cristo y la iglesia. El


pacto matrimonial es entre ellos, como Cristo lo es con su iglesia. Pero
tomando de nuevo el pasaje de Efesios, se lee, “este misterio grande es”
(5:32). Sin embargo el mismo Pablo explica más adelante que se está
refiriendo al misterio de “Cristo y la iglesia”. No es el matrimonio el
misterio. Por esto es que el catolicismo no acepta el divorcio. Pero más
complicado y ajeno a la Biblia, es que el matrimonio sea un
sacramento, porque ambos esposos no son fuente de poder divino para
entregar gracia mutua.
CONCLUSIÓN

Después de explorar al catolicismo, uno llega a varias


conclusiones. Vamos a destacar algunas abajo.
En primer lugar, es asombroso cómo el cristianismo haya
apostatado al bautizar al paganismo en nombre de la fe, en atentado
contra la verdad. Esta realidad la trabaja el antes no católico, y que
después fue el cardenal John Henry Newman, en su libro “Development
of Christian Doctrine”. Allí el autor deplora el abundante animismo, y
superstición, que la iglesia fue adoptando en nombre de la economía
sacramental. Todo tipo de elementos, incluyendo cruces, signos,
imágenes, altares, procesiones, amuletos, etc, etc, llegaron a formar
parte integral de la liturgia clerical y la vida doméstica del feligrés. Uno
queda sacudido con tanta invención para divinizar la religión.
En segundo lugar, se aprecia la constante e irreverente pasión
obsesionada por el poder. Desde temprano en el siglo II, se impuso el
hervor reincipiente, testarudo y escandaloso, por obtener dominio
monárquico, para acornear la doctrina representativa, y la igualdad
ministerial entre los líderes eclesiales. El desmedido y perverso uso de
autoridad jerárquica venía rugiendo tormentoso, por un obispado
sediento de supremacía pontificial. Desde temprano, agriada ya la
piedad apostolar y asaltando la verdad con sigilo, hombres empujados
por vientos políticos, fueron estableciendo una iglesia constitucional.
Este patrón jerárquico católico-romano, se fue imponiendo pese al
rechazo de los obispos de las otras grandes sedes del cristianismo como
Constantinopla, Antioquía, etc. Por su propia persistencia, el obispado
católico-romano, fue estableciendo su sistema monárquico hasta lograr
consolidarse con la primacía papal. De esa manera, el oleaje de la
tradición ha navegado sobre el mar de enseñanzas contrarias a la
revelación, entrando así en conflicto con la verdad, ocasionando
destinos diferentes, de la una y la otra.
El embeleso con doctrinas foráneas a la Biblia, dio lugar a una
religión pantheónica, es decir, dioses paganos adulados por la religión
otrora pura y blanca del siglo I. Así como la mitología griega creó su
pantheón (adoración a sus dioses), la tradición abrió el camino para dar
lugar a una divinización religiosa. El dogma conciliar se impuso
soberano, so pena de anatemización a la negación de aceptar
novedosas doctrinas. Nuevas teologías sobre el descanso semanal,
autoridad, la antropología, la salvación, la eclesiología, y la liturgia
sacramental, aprisionaron lo genuino en envolturas tradicionales. El
tema del misterio ha permeado la teología católica, como trasfondo y
ventaja por sobre la realidad sencilla de la verdad.
Así mismo, el feligrés católico-romano, bebe una mixtura
conónica, de lo cual ya he anticipado en el párrafo anterior. Por un
lado, se enaltece la revelación bíblica, añadiéndole apellidos apócrifos.
Por el otro lado, se ha creado un paralelo confraternizado con ella, tal
cual es la tradición. Se hermana a la infalibilidad bíblica, con la

248
249

tradición. Ambas son tomadas como fuentes autoritativas, a pesar de la


exclusividad de la primera por ser divina-humana. Luego se crea el fuero
conciliar, también como autoritativo. El magisterio llega a ser otra fuente
canónica. Las consecuencias han sido elocuentes en términos de
confusión para el lego, sobre distinción de la verdad.
Por su parte, el sacramentalismo confiriendo gracia o perdón,
viene en detrimento del ministerio del Espíritu, la fe en Cristo y la
justificación. La teología de la atomización sacramental reemplaza la
doctrina del ministerio del Espíritu amonestando, o fortaleciendo la
conciencia, y avivando la comunión con Dios. Así mismo, la economía
sacramental, contribuye a elevar los méritos al nivel de la fe, y por tanto
a comprar justificación con moneda ilegal.
Finalmente, la teología católica, alaba a la razón, como
herramienta filosófica. La filosofía es glorificada como medio para
conocer a Dios, lo cual conduce a casar lo secular con lo religioso.
Poner ambas (la revelación, y la razón), como fuentes para conocer a
Dios, ha traído sus resultados no solo evolucionistas, sino psicologistas.
Este último se explica a partir del tomismo o desde Aquino. Porque
desde Tomás de Aquino, la psicología ha enseñado que la naturaleza
humana es buena. Esto es todo lo contrario a lo que la Biblia declara
que el hombre en su naturaleza ha quedado contaminado con
atributos que le empujan hacia el mal. Si la naturaleza humana es
inherentemente buena, la salvación viene a ser innecesaria. Es entrar de
nuevo en el pelagianismo (el hombre debe, el hombre paga ante Dios).
Porque si la persona es buena por estado, no es mala. Significa que
Cristo como redentor no es necesario. Si así fuera, la Biblia es solo un
medio literario para la cultura ya no cristiana, sino secular.
De esta manera, el catolicismo, desafía al lector a buscar asidero
sobre la Roca, en medio del conflicto entre aquello genuino, y lo
aparente. Es aquí cuando el lector juicioso de mente abierta, entra en
compromiso existencial entre destinos. “Y conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres” (Jn. 8:32).
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EL AUTOR

El doctor Tito Venegas es oriundo de Costa Rica. Está casado con


la doctora Ligia Rivas (Ph.D). Tienen tres hijos, y tres nietos preciosos.
Posee tres maestrías, una en salud pública con la universidad Loma
Linda, California, y dos en áreas teológicas (Sud América y Costa Rica).
Es doctor en filosofía religiosa (Ph.D), en el área de sistemática en AIIAS,
una institución de estudios avanzados especializados, en el Asia, para
estudios especializados. Su disertación doctoral fue sobre la humanidad
de Cristo y su relación con la salvación (Christ Human Nature and its
Relationship with Salvation). Ha escrito más de diez libros y una variedad
de documentos académicos, así como artículos en diferentes disciplinas
de su área. Ha dedicado más de quince años a la docencia terciaria.
Ha sido consultor para maestrías y doctorados. Es catedrático en la
universidad Linda Vista, México.
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