CESIÓN DE DERECHOS (aspectos generales)

Las cosas incorporales, en su manifestación de derechos reales y personales, pueden ser

objeto de enajenación o transferencias (excepto los derechos personalísimos).
Cesión de derechos reales: sigue las reglas de todos los contratos, con excepción del
derecho real de herencia, que tiene un tratamiento particular (arts. 1909 y 1910).
Cesión de derechos personales (créditos): Es necesario, primero, distinguir entre:
1. Créditos nominativos: se designa específicamente a la persona deudora. Es el único
regulado en el Código a propósito de la cesión de créditos personales.
2. Créditos a la orden: al nombre del titular se antepone la expresión “a la orden” u
otra equivalente, de modo que este puede cobrarla por otra persona. Se cede a
través del endoso.
3. Créditos al portador: no se designa a la persona del acreedor. Se ceden por la mera
tradición manual.
La doctrina es unánime la considerar que la cesión de créditos no es un contrato, sino que
es la tradición de derechos personales.
Hay dos etapas: una primera entre el cedente y el cesionario; la segunda con el deudor.
Primera etapa: se perfecciona con la entrega del título de crédito (no basta el sólo
acuerdo). Debe anotarse en el título el traspaso del derecho, designando al cesionario y
bajo la firma del cedente. Con esto se perfecciona la transferencia de dominio del crédito.
Segunda etapa: como es el deudor quien va a pagar, es necesario que se entere del
cambio de acreedor. Sin notificarle, la cesión no produce efecto en contra del deudor ni
contra terceros (art. 1902). Pero la omisión de la notificación no invalida la tradición del
paso anterior, respecto del deudor y de terceros, el crédito se reputa subsistir en manos
del cedente, de modo que: el deudor puede pagar al cedente y paga lo debido, y los
acreedores del último pueden embargar el crédito (art. 1905). Es decir, el crédito les es
inoponible por una falta de formalidades de publicidad.
El deudor no puede, en ningún caso, negarse a la cesión una vez notificado.
Una cuestión relevante guarda relación con la extensión de la cesión; distinguir las
excepciones con las que cuenta el deudor una vez producida la cesión de créditos, que son
distintas a las que se tienen en un caso de pago por subrogación. El artículo 1906 señala:
“La cesión de un crédito comprende sus fianzas, privilegios e hipotecas; pero no traspasa
las excepciones personales del cedente.”
Esto lo distingue de la subrogación, en que sí se traspasan las excepciones personales.
 Excepciones Reales o comunes
- Nulidad absoluta.
- Modalidades comunes a todos los deudores
(por ejemplo, el plazo o condición.
- Causas de extinción que afectan a todos los
deudores, como el pago, la novación total, la
confusión, el evento de la condición
resolutoria, la prescripción, la transacción.
Excepciones personales
- Nulidad relativa.
- Modalidades establecidas en beneficio de
ciertos deudores.
- Causas de extinción que afectan a ciertos
deudores, como la remisión parcial de la
deuda hecha por el acreedor a uno de los
codeudores solidarios.
- Los privilegios que la ley concede a ciertos
deudores, tales como la cesión de bienes y el
beneficio de competencia.
- Aquellas excepciones que requieren ciertas
calidades especiales en aquel que las alega,
como la compensación, que no puede ser
opuesta sino por la persona que tenga la
calidad de acreedor directo y personal de su
acreedor.
- La transacción (a menos que importe una
novación).

En efecto, producida la cesión de créditos, el deudor cuenta con las excepciones reales,
mas no con las personales, con una salvedad: la única excepción personal que pasa al
cesionario es la nulidad relativa.
*Existe un caso particular, muy específico, respecto de la compensación (ver art.
1659 para más información).
Cesión del derecho real de herencia: La regla general es que este sea adquirido por el
modo de adquirir sucesión por causa de muerte. Pero puede adquirirse también por
tradición. La cesión del derecho real de herencia es la vía jurídica para adquirir el derecho
real de herencia por tradición.
Se requiere que haya delación de la herencia (actual llamamiento a los asignatarios).
Se puede ceder especificando los bienes, o no haciéndolo. Si se especifican hay una CV o
una permuta, y se rige por las reglas generales. Si no se especifican, se cede en realidad el
derecho del heredero a participar en la distribución de los bienes del difunto.

Cesión de los derechos litigiosos: Art. 1911: “Se cede un derecho litigioso cuando el objeto
directo de la cesión es el evento incierto de la Litis, del que no se hace responsable el
cedente. Se entiende litigioso un derecho (…) desde que se notifica judicialmente la
demanda.”
Sólo los puede ceder el demandante.