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LA INVESTIGACIÓN PENAL EN EL SISTEMA DE JUSTICIA VENEZOLANO

La investigación penal, a partir de la reforma en materia procesal, y de la


reestructuración policial concretada, ha visto modificada su regulación orgánica y
procesal en cuanto a los beneficios que otorga para la determinación de autoría de
delitos. El escenario, los actores y condiciones en la que se materializa han cambiado,
resultando en consecuencia interesante y oportuno su análisis en el marco de los
objetivos perseguidos. En Venezuela, el Ministerio Público es el órgano al que
corresponde ejercer la acción penal en nombre del Estado, y además tiene a su cargo la
dirección de la investigación penal. Ello se fundamenta en el ejercicio de la potestad
conferida a esta Institución por la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en el artículo 285 numeral 3; aunado a ello, debo señalar que, tal como lo
establece el artículo 113 del Código Orgánico Procesal Penal, son órganos de policía de
investigaciones penales los funcionarios o funcionarias a los cuales la ley acuerde tal
carácter y todo otro funcionario o funcionaria que deba cumplir las funciones de
investigación que el Código establece. Aun cuando el Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, es el órgano principal en materia de investigación
penal, ello no obsta para que el Ministerio Público pueda acudir a otros organismos a
los que la ley otorga competencias específicas en materia de investigación penal, así
como también, realizar por sí mismo las actuaciones que resulten necesarias y
pertinentes para hacer constar la comisión de un delito y atribuir las responsabilidades
sobre sus autores o partícipes; razonamientos estos que corresponden con lo establecido
en el artículo 223 del Código Orgánico Procesal Penal.
Por lo tanto, la investigación penal es el conjunto de diligencias ordenadas y
dirigidas por el Ministerio Público, orientadas a la constatación del hecho punible con
todas sus circunstancias, que puedan influir en la calificación jurídica y responsabilidad
penal de los autores y demás participantes. Es una labor auxiliar del derecho penal y del
derecho procesal penal, que deben ser garantizados por el fiscal del Ministerio Público y
aplicados por el Poder Judicial. Su fin es la aplicación o no del castigo formal,
competencia exclusiva de la jurisdicción. Así entonces, el derecho (penal y procesal
penal) sería el marco y la investigación penal sería una labor subordinada, de auxilio al
mismo, es por ello que la literatura básica en ciencias penales la cataloga como
“disciplina auxiliar del derecho penal” (artículos 285.3 CRBV; 265 COPP; 34 LOSPI).
Es muy importante tener en cuenta dentro del proceso de investigación penal, lo
que se entiende por Hecho punible, de acuerdo con el Código Penal, es el que está
tipificado como un delito, un crimen, una falta o una contravención y tiene establecida
una pena para quien infrinja en ellos. El artículo 1 del Código Penal establece que los
hechos punibles se clasifican en delitos y faltas. La diferencia que existen entre delito y
falta son puramente de colocación estructural, de colocación en el Código Penal: los
delitos están previstos en el Libro Segundo y las faltas en el Libro Tercero. Esto en
virtud de una decisión libre del legislador.
En este orden de ideas, debo traer a colación que el hecho punible tiene todo un
proceso o desarrollo conocido como Iter Criminis, el cual tiene dos fases, una Fase
Interna, como sabemos el Derecho Penal sanciona conducta y no pensamientos. Esta
fase no se castiga ya que se encuentra dentro del pensamiento de la persona. Aquí
hallamos 3 momentos: Ideación, que consiste en imaginarse el delito, por Ejemplo “A
quiere matar a B”. Deliberación, que es la elaboración y desarrollo del plan,
apreciando los detalles y forma en que se va a realizar, por Ejemplo “A puede utilizar
un arma de fuego y sorprender durante la noche a B”. Y la Decisión, donde el sujeto
decide poner en práctica el plan, por Ejemplo “A decide matar a B, con un arma de
fuego y durante la noche”.
La segunda, es la Fase Externa, donde se exterioriza la fase interna, o sea, los
actos planeados por la persona se realizan en el mundo exterior con el propósito de
cometer un delito. Esta fase se divide en Actos Preparatorios, los cuales se presentan
con anterioridad a la ejecución del delito y que están dirigidos a facilitarlo. En principio,
los actos preparatorios no son punibles, salvo cuando en forma independiente
constituyen delito, por ejemplo “A planea cometer un homicidio y para ello se agencia
en el mercado negro de un arma de fuego”. El delito presente en ese instante es el de
posesión ilegal de arma de fuego. Los Actos de Ejecución, que aparecen con la
exteriorización del pensamiento humano mediante conductas que tienen una
determinada finalidad. Los actos de ejecución implican acciones u omisiones que están
dirijidas a configurar el tipo penal, por ejemplo “A apunta a la cabeza de B y dispara
un arma de fuego”. Si los elementos del tipo se dan completamente, estamos ante la
consumación del delito. En el caso: B muere a causa del disparo. Se consumó el
homicidio. Si los elementos del tipo no se presentan completamente, el delito queda en
tentativa. Supongamos que B no muere, quedando gravemente herido. Habría tentativa
de homicidio, pero se configuraría el delito de lesiones.
Resumiendo, entonces, a este nivel que la realización del delito se lleva a cabo
en un proceso general que consta de dos etapas claramente diferenciadas: una primera,
donde hallamos la ideación, deliberación y decisión criminal (etapa interna); y otra, que
se presenta cuando el agente pone en obra la decisión (etapa externa); proveyéndose de
los medios o instrumentos elegidos, con miras a crear las condiciones para lograr la
obtención del fin [actos preparatorios], comienza la utilización concreta de los medios
elegidos en la realización del plan [actos de ejecución], y puede llegar a completar en su
totalidad la acción descrita en el tipo, con todos sus efectos, este es, la obtención del fin
típico planeado mediante los medios utilizados por el autor [consumación].
Por último, otro aspecto a ser considerado en la investigación penal, es el factor
esencial proveedor de los elementos probatorios de convicción, de importancia
fundamental para el descubrimiento de la verdad y, por supuesto, para la obtención de la
prueba substancial para el fundamento de la acusación o la defensa del acusado, es
decir; el Sitio del Suceso, lugar donde ha ocurrido un hecho de interés criminalístico-
policial y sus posibles consecuencias (no solamente se considera el lugar donde ha
ocurrido un homicidio, también puede ser el sitio donde ocurrió un robo, incendio,
violación, etc.). Puede ser abierto, cuando está delimitado por la propia naturaleza;
cerrado, cuando está delimitada por el hombre; o mixta, cuando concurren
características propias de los dos anteriores.
Se trata literalmente de la autopsia practicada al sitio del suceso, por lo tanto, la
inspección ocular reviste gran importancia para el esclarecimiento del caso. Es el
elemento substancial de toda prueba, además que se encontraran los objetos
involucrados que posteriormente servirán de soporte para los fundamentos de los
alegatos o argumentos de las partes, en este sentido una inspección ocular clara y
precisa trae como consecuencia un juicio desarrollado conforme a los principios
descritos en el código adjetivo.
La investigación del delito, desde un punto de vista criminalístico o policial
propiamente, tiene sus complejidades en especial frente al nuevo proceso penal, donde
los agentes de policía serán auxiliares del Ministerio Público, para llevar a cabo las
diligencias de la instrucción, debiendo, por orden del Ministerio Público, investigar los
hechos punibles de acción pública y aquellos que dependan de instancia privada cuando
corresponda.
En este contexto, el éxito de la investigación, tiene sus cimientos en el adecuado
trabajo que se realice en el sitio del suceso, aplicando una correcta metodología, lo que
permitirá obtener información fidedigna respecto al delito que se cometió y de sus
autores, antecedentes que permitirán, en la investigación policial propiamente tal, lograr
la detención de los antisociales.
La Criminalística posee una metodología propia para el desarrollo científico de
sus actividades, así, para el trabajo en el sitio del suceso, se han estructurado una serie
de pasos metódicos, sistemáticos y cronológicos en su aplicación, para realizar
investigaciones en el lugar de los hechos, y que de no cumplirlos, se causaría un
desorden y confusión para policías, especialistas y jueces.

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